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Mundo bipolar

Te explicamos qué fue el mundo bipolar durante la Guerra Fría. Además, su


historia, los bloques enfrentados y sus características y los países no alineados.

El mundo se dividió en dos bloques dominados por Estados Unidos y la Unión


Soviética.
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¿Qué fue el mundo bipolar?


El término “mundo bipolar” hace referencia al orden internacional que se
constituyó luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX, hasta la disolución de la Unión Soviética (1991). Se lo
llamó “bipolar” porque estuvo dominado por dos polos o potencias
enfrentadas entre sí: Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS).

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Tras el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión
Soviética, que habían sido los principales responsables de la derrota de los nazis,
se consolidaron como las dos grandes potencias mundiales. Cada una
representaba un modelo político, económico y cultural distinto: por un lado,
el capitalismo de libre mercado y la democracia liberal (Estados Unidos), y
por otro lado, el comunismo de planificación estatal y el régimen
unipartidista (Unión Soviética).

Con Europa debilitada por los efectos de la guerra, Estados Unidos impuso su
hegemonía sobre las naciones de Europa occidental, mientras que la Unión
Soviética decidió la formación de Estados satélites en Europa oriental. Esto
consolidó una separación entre dos bloques que se enfrentaron en la
llamada Guerra Fría: el occidental (capitalista) y el oriental (comunista). El
bloque occidental constituyó una alianza militar, la OTAN, mientras que el bloque
oriental dio forma a su propia alianza militar, el Pacto de Varsovia.

Sin embargo, Estados Unidos y la Unión Soviética nunca se enfrentaron


militarmente de modo directo. Aun así, el mundo bipolar dictaba que la gran
mayoría de países debía alinearse con Estados Unidos o con la Unión Soviética, o
bien establecer alianzas con uno de los dos bloques, por afinidades ideológicas o
estratégicas. A partir de las décadas de 1960 y 1970, la situación empezó a
complejizarse con el ascenso de China, Japón, Europa occidental y los países de
la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).

PUNTOS CLAVE

 El “mundo bipolar” es el nombre que recibió el orden mundial durante


la Guerra Fría: entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la caída
de la Unión Soviética.
 Se llamó “bipolar” porque se . enfrentaron dos bloques: el capitalista
(liderado por EEUU) y el comunista (liderado por la Unión Soviética).
 La Guerra Fría fue un enfrentamiento entre EEUU y la URSS, pero
las potencias nunca combatieron de forma directa por medio de las
armas, sino que lo hicieron a través de guerras de guerrillas o
guerras no convencionales que transcurrieron en otras naciones que
resultaban estratégicas.

 Ver además: Bloques de la Guerra Fría

El comienzo del mundo bipolar


El mundo bipolar se formó tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y,
especialmente, entre los años 1948 y 1955. Cuando la Alemania nazi fue
derrotada en 1945, los aliados se repartieron el control territorial
de Alemania y de Berlín en cuatro áreas de ocupación que correspondían,
respectivamente, a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética.
Pero la colaboración entre los gobiernos occidentales, por un lado, y el régimen
soviético, por el otro, cesó a raíz de conflictos por el acceso a determinados
recursos de Alemania y a las diferencias políticas e ideológicas.

La partición de Alemania se consolidó luego de que Estados Unidos y el Reino


Unido unificaran económicamente sus zonas de ocupación en 1947 (lo que se
conoció como Bizona) y la Unión Soviética bloqueó Berlín, lo que impedía a los
ocupantes del sector occidental de la ciudad abastecerse (1948-1949). El bloqueo
fue sorteado mediante un puente aéreo aliado y finalmente fue levantado en 1949,
pero esto derivó en la fundación de dos repúblicas alemanas separadas: la
República Federal de Alemania (occidental) y la República Democrática Alemana
(oriental). Esta separación se extendió a la mayor parte de Europa, dividida
entre un occidente capitalista y un oriente comunista.

El “telón de acero” que se instaló entre Europa occidental (capitalista y bajo


influencia de Estados Unidos) y Europa oriental (comunista y bajo la hegemonía
de la Unión Soviética) se fue replicando a nivel mundial. En 1949 las naciones
occidentales firmaron el Tratado del Atlántico Norte, que dio origen a una
alianza militar llamada OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

En la guerra de Corea (1950-1953), intervinieron Estados Unidos (apoyando a


Corea del Sur) y la Unión Soviética (apoyando a Corea del Norte), y en 1955 se
firmó el Pacto de Varsovia, un tratado de cooperación militar entre los
estados socialistas bajo la órbita de la Unión Soviética.

El mundo quedó políticamente dividido en dos grandes bloques, liderados por


Estados Unidos y la Unión Soviética. En adelante, cada bloque defendió su zona
de influencia frente al avance del bloque contrario. Washington y Moscú
utilizaron diferentes mecanismos para conseguir estos objetivos. Mientras tanto,
los líderes de nuevos países que nacían del proceso de descolonización en
Asia y África trataron infructuosamente de crear un movimiento que escapara a
esta lógica bipolar.

El bloque occidental
Los países del bloque occidental formaron la OTAN, una alianza militar que aún
existe.
Para afianzar el desarrollo de su política mundial, el gobierno de Estados Unidos
desplegó una amplia política de alianzas. En primer lugar, reforzó los lazos
trasatlánticos con Europa occidental. El bloqueo de Berlín precipitó
la constitución en 1949 de la OTAN, la gran alianza militar del bloque
occidental hasta nuestros días.

En segundo lugar, el gobierno estadounidense contribuyó de manera decisiva


a iniciar el proceso de integración europea que culminó en 1957 con la firma de
los Tratados de Roma y el nacimiento de la Comunidad Económica Europea
(antecedente de la actual Unión Europea).

En tercer lugar, Estados Unidos empezó a tejer una amplia red de alianzas por
todo el mundo, con el objetivo de ampliar su propia hegemonía y detener la
expansión del comunismo soviético. Así nacieron la OEA (Organización de los
Estados Americanos), el ANZUS (Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos), la
SEATO (Organización del Tratado del Sudeste Asiático), el CENTO (Organización
del Tratado del Centro), y el Tratado de San Francisco con Japón.

El bloque oriental
La URSS creó el Consejo de Ayuda Mutua Económica para coordinar la economía
del bloque comunista.
El primer paso en la formación del bloque soviético fue la creación de
la Kominform (Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros)
en 1947. Este organismo tenía la función de coordinar la acción y la propaganda
en los países que integraban el bloque, no solo contra el avance del capitalismo
occidental sino también contra la disidencia comunista (como la que representó el
mariscal Tito en Yugoslavia).

En 1949, nació el COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica),


organismo que agrupaba a la Unión Soviética y a las “democracias
populares” de Europa oriental (con la excepción de la república yugoslava).
Esta asociación tenía como objetivo la coordinación económica del bloque
comunista, y no funcionó con plenitud hasta 1960.

Tras la victoria del dirigente comunista Mao Zedong en China en 1949, la Unión
Soviética firmó acuerdos militares y de cooperación con la China comunista.
Finalmente, como respuesta al ingreso de la República Federal de Alemania en
la OTAN, en 1955, nació el Pacto de Varsovia, una alianza militar que unió a la
Unión Soviética con todos los países europeos del bloque comunista, con la
excepción de Yugoslavia.

Mediante la invocación a este pacto, las fuerzas soviéticas reprimieron el


levantamiento antisoviético conocido como Revolución de Hungría (1956) e
invadieron Checoslovaquia para que se anularan las medidas liberalizadoras
implementadas durante la Primavera de Praga (1968).

El Movimiento de Países No Alineados


Las nuevas naciones africanas y asiáticas que iban surgiendo del proceso
de descolonización, trataron de defender intereses propios al margen de los
dos bloques. Con ese objetivo se celebró en Indonesia la Conferencia afroasiática
de Bandung en 1955, donde nació lo que se llamó Movimiento de Países No
Alineados.

Esta conferencia fue dirigida por los grandes líderes de lo que empezaba a
denominarse el “Tercer Mundo” (o, también, países “subdesarrollados” o “en
vías de desarrollo”): Jawaharlal Nehru (primer ministro de la India), Gamal Abdel
Nasser (presidente de Egipto) y Sukarno (presidente de Indonesia). En una
conferencia en Belgrado en 1961, se constituyó formalmente el movimiento, con la
participación del mariscal Tito, de Yugoslavia, y en adelante se aceptó la
integración de algunos países fuera de Asia y África.

La debilidad económica y política de la mayoría de los miembros del


Movimiento de Países no Alineados, así como sus propias divisiones internas y
conflictos mutuos (como los que enfrentaron a India y Pakistán, que continúan en
la actualidad), impidieron que el movimiento se constituyera en una real
alternativa al mundo bipolar de la Guerra Fría. El movimiento sigue existiendo, a
pesar de que la Guerra Fría concluyó en 1991.

El fin del mundo bipolar


El enfrentamiento entre los dos bloques nunca fue una guerra abierta entre
Estados Unidos y la Unión Soviética, sino que consistió en el apoyo de estas
potencias a unos u otros contendientes en conflictos que se libraban en otras
regiones, con el objetivo de detener la influencia del enemigo.

Además, se trató de una competición permanente en los terrenos económico,


tecnológico, científico, diplomático, armamentístico y cultural. En este contexto es
produjo, por ejemplo, la carrera espacial.

A lo largo de la Guerra Fría se produjeron hechos importantes que


demostraron el impacto mundial de la lógica bipolar. Además de
acontecimientos como la guerra de Corea (1950-1953) y la construcción del muro
de Berlín (1961), se destacó la crisis de los misiles en Cuba (1962).

A partir de la revolución cubana, que en 1959 inauguró un gobierno socialista


presidido por Fidel Castro, la Unión Soviética instaló en 1962 bases de misiles
nucleares en Cuba, como respuesta a un intento anterior de invasión de
emigrados cubanos apoyados por el gobierno estadounidense. Ante el peligro de
una guerra abierta con armas nucleares entre ambas potencias, se llegó a una
solución pacífica.

Luego vino una etapa de distensión, a pesar de que Estados Unidos intervino en
la guerra de Vietnam (1964-1975) y la Unión Soviética brindó apoyó a Vietnam del
Norte. En esta época se firmaron acuerdos para la reducción de armamento
nuclear, como los acuerdos SALT I (1972) y SALT II (1979), o el tratado ABM
(1972).

A fines de la década de 1970 se recrudeció la violencia con el financiamiento


estadounidense a los contras en Nicaragua, que se oponían a la revolución
sandinista apoyada por Cuba y la Unión Soviética, y con la invasión soviética de
Afganistán, a la que siguió una guerra en la que Estados Unidos ayudó
militarmente a la resistencia de los muyahidines afganos.

Cuando Mijaíl Gorbachov asumió el liderazgo soviético en 1985, implementó una


serie de reformas orientadas a superar el estancamiento económico y liberalizar la
política de la Unión Soviética (conocidas como perestroika y glasnost). Entre las
consecuencias de este proceso se contaron, en 1989, la retirada soviética de
Afganistán y la apertura del muro de Berlín, y en 1990, la reunificación de
Alemania.

Finalmente, en 1991 quedaron sin efecto el Pacto de Varsovia y el COMECON,


a lo que siguió la disolución de la Unión Soviética. Esto signó el fin del
mundo bipolar de la Guerra Fría.

El discurso de Churchill sobre el telón de acero


La expresión “telón de acero”, también traducida como “cortina de
hierro”, parece haber sido utilizada por primera vez por Winston Churchill en
un telegrama que envió al presidente estadounidense Harry Truman el 12 de mayo
de 1945. El término hacía referencia a la división hermética que se estaba
produciendo en el frente de contacto entre las tropas occidentales y las soviéticas
en Europa.

Sin embargo, fue el 5 de marzo de 1946 en el Westminster College de Fulton,


Misuri (Estados Unidos), cuando Churchill pronunció un discurso que produjo
una verdadera conmoción política y que es considerado como uno de los
momentos clave en el desencadenamiento de la Guerra Fría. Churchill
afirmó: “Desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático, un telón de
acero ha caído sobre el continente”.
La respuesta soviética fue inmediata y Stalin lo denunció como “una llamada a
la guerra”. Más de cien diputados laboristas británicos consideraron el discurso
como una amenaza para la paz. El primer ministro Clement Attlee expresó su
desaprobación. Incluso Harry Truman, quien conocía de antemano el contenido y
lo aprobaba, se distanció de Churchill, y llegó a invitar a Stalin a hablar en la
misma universidad en la que lo había hecho el político británico, una oferta que el
dictador soviético rechazó.

Finalmente, el golpe de Praga en febrero de 1948, que hizo que


Checoslovaquia girara hacia la esfera soviética, confirmó la existencia del
telón de acero en Europa. Solo dos países se mantuvieron al este del telón de
acero y fuera del dominio soviético: Finlandia, que firmó un tratado con la Unión
Soviética en 1948 que le permitió mantener un sistema democrático a cambio de
la subordinación diplomática a los deseos del Kremlin, y Yugoslavia, donde el
mariscal Tito rompió con Stalin en 1948.

A continuación se reproduce un fragmento del célebre discurso de Churchill de


1946, en el que el político británico advirtió sobre el telón de acero y planteó la
necesidad de que las dos potencias de habla inglesa (Estados Unidos y el Reino
Unido) se mantuvieran unidas.

Discurso de Churchill en Fulton, Misuri: “Los pilares de la paz”

5 de marzo de 1946

"(...) Se presenta ahora una oportunidad clara y brillante para nuestros dos países.
Rechazarla, ignorarla o desperdiciarla nos acarreará largos reproches de la
posteridad (...). Los años oscuros pueden volver, la Edad de Piedra puede
retornar sobre las alas deslumbrantes de la ciencia (...). Cuidado, les digo; es
posible que apenas quede tiempo (...).

Desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático, un telón de acero ha


caído sobre el continente. Tras esa línea se encuentran todas las capitales de los
antiguos Estados de Europa central y oriental (...), todas estas famosas ciudades
y las poblaciones en torno a ellas se encuentran en lo que debo llamar la esfera
soviética, y todas están sometidas, de una u otra manera, no solo a la influencia
soviética, sino a una muy alta y, en muchos casos, creciente medida de control
por parte de Moscú. (...)

Por lo que he visto de nuestros amigos y aliados rusos durante la guerra, estoy
convencido de que no hay nada que admiren más que la fuerza, y no hay nada
que respeten menos que la debilidad (...). Si la población de las mancomunidades
de habla inglesa se suma a la de Estados Unidos con todo lo que esa cooperación
implica en el aire, en el mar, en todo el globo y en la ciencia y la industria, y en la
fuerza moral, no habrá un equilibrio de poder tembloroso y precario que tiente a la
codicia o la aventura.

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