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La estima del matrimonio y la fidelidad

conyugal está cada vez más subestimada,


las nuevas generaciones no están
valorando el matrimonio como garante
del amor.
FIDELIDAD: Actitud de la persona que no
traiciona la confianza puesta en ella.
Firmeza y constancia en los afectos, ideas y
obligaciones, y en el cumplimiento de los
compromisos establecidos.
No existe un plan de acción perfecto
para fortalecer la fidelidad matrimonial,
pero sí existen pautas y principios
bíblicos:
CONVERSAR

con tu Cónyuge
sobre las
necesidades
insatisfechas.
CONSIDERAR

la humildad, al
reconocer que
existen situaciones,
momentos o
personas que te
coloquen en riesgo.
COLOCAR

límites, tus amigos


pueden ser tu
soporte o te
pueden colocar en
situaciones de
riesgo.
CUIDAR

A tu cónyuge, ama
desde la bondad, el Vosotros, maridos, igualmente, vivid
con ellas sabiamente, dando honor a
deseo de ser y la mujer como a vaso más frágil, y
hacer una mejor como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no
persona. tengan estorbo.
CONCLUSIÓN

Hoy como futuros esposos hagamos un pacto de fidelidad


delante de Dios y Él nos honrará con su bendición.

“Dios ha visto lo que han hecho todos ustedes: Cuando eran jóvenes, se
casaron y se comprometieron a ser fieles a su esposa. Pero no han cumplido
con su compromiso”
Malaquías 2:14-15
El conflicto entre hombres y mujeres, que en los
matrimonios llega en ocasiones al odio recíproco, no es
una señal de la incompatibilidad de los sexos; tampoco
hay una disposición genética a la infidelidad o una
limitación psíquica especial ante compromisos para toda
la vida. ciertamente muchos matrimonios están en
peligro por la falta de una cultura del diálogo o la falta de
respeto.
A ello se añaden problemas económicos y sociales. PERO
el papel decisivo lo tiene la realidad del PECADO: Celos,
despotismo, riñas, concupiscencia, infidelidad y otras
fuerzas destructoras. Por ello el perdón y la reconciliación
forman parte esencial de todo matrimonio, también a
través de la confesión mutua.
LO QUE AMENAZA REALMENTE AL
MATRIMONIO ES EL PECADO;
LO QUE LO RENUEVA ES EL PERDÓN;
LO QUE LO FORTALECE ES LA ORACIÓN
Y LA CONFIANZA EN LA PRESENCIA DE DIOS.

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