Está en la página 1de 2

Resumen

En líneas generales, el incremento de casos de fraude externo representa una


preocupación global que afecta a numerosas empresas y organizaciones. Este
tipo de fraude se refiere a esquemas engañosos en los que delincuentes
emplean información falsa o robada para obtener beneficios financieros de
manera ilícita.

Para hacer frente al fraude externo, resulta fundamental que las empresas
implementen medidas de seguridad adecuadas, tales como sistemas de
autenticación de dos factores, verificación de identidad y un seguimiento
constante de las operaciones financieras. Además, es esencial brindar
educación tanto a los empleados como a los clientes acerca de los riesgos
asociados al fraude externo y cómo detectarlo y prevenirlo. El fraude continúa
siendo un riesgo de gran preocupación en todo el mundo, independientemente
del tamaño de las empresas o industrias, y las consecuencias de caer víctima
de él van más allá de las pérdidas económicas, ya que afectan la reputación de
la entidad y el bienestar de las personas que forman parte de ella. Entre los
delitos económicos, la malversación de activos es uno de los más relevantes a
nivel global.

Al evaluar dónde recortar gastos, las organizaciones deben examinar las


brechas en sus procedimientos de control que puedan surgir como resultado de
los ajustes presupuestarios. En situaciones en las que los recursos internos
para combatir el delito económico sean limitados, como en los departamentos
de auditoría interna o gestión de riesgos de fraude, es probable que se
detecten menos incidentes de fraude. Nuestras estadísticas indican que el
sector público se queda atrás en comparación con el sector privado en cuanto
al número de fraudes detectados por la auditoría interna o la gestión de
riesgos. En base a nuestra experiencia en el sector privado, hemos
comprobado que la utilización eficaz de herramientas especializadas de
tecnología de la información, como la extracción y el análisis de datos, puede
ser un buen punto de partida para evaluar los riesgos de fraude.

Independientemente del tipo de fraude que se presente, la capacidad de un


individuo para justificar sus acciones en función de su situación contribuye al
aumento de los casos de fraude. Por lo tanto, recomendamos llevar a cabo una
evaluación exhaustiva de los riesgos de fraude que permita identificar posibles
amenazas y debilidades. Nuestra investigación también ha revelado que la falta
de una adecuada segregación de funciones se debe, en muchos casos, a la
reducción excesiva de personal; un 15% de los encuestados informó que la
existencia de "más oportunidades" para cometer fraude era la razón principal
para aumentar el riesgo de fraude.

Conclusiones:

 El fraude externo es una amenaza global que afecta tanto a empresas


grandes como pequeñas, con consecuencias financieras y reputaciones
significativas.
 Para combatir el fraude externo, es crucial implementar medidas de
seguridad sólidas como la autenticación en dos pasos y la educación de
empleados y clientes sobre riesgos y prevención.
 La falta de recursos internos, como auditoría interna y gestión de riesgos
de fraude, puede llevar a una detección inadecuada de fraudes. La
inversión en herramientas de tecnología de la información es esencial
para la evaluación de riesgos.
 La evaluación efectiva de riesgos de fraude y la segregación adecuada
de funciones son esenciales para protegerse contra el fraude, y se debe
equilibrar la eficiencia con la mitigación de riesgos en la gestión de
personal y procesos internos.

También podría gustarte