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El Discurso de La Crueldad - 2666 de Roberto Bolaño
El Discurso de La Crueldad - 2666 de Roberto Bolaño
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access to Revista Hispánica Moderna
GABRIELA MUNIZ
BUTLER UNIVERSITY
1 En "Un arte despiadado", Paul Virilio hace una crítica del uso de cuerpos mutilados en
las artes visuales. Virilio conecta esas prácticas estéticas con nuevas tecnologías y ve la inexis-
tencia de cuestionamientos éticos detrás de las manifestaciones culturales actuales. Ver El
procedimiento silencio (2001)
2 El trauma es por naturaleza inasimilable y de ahí la necesidad de revivir el hecho dolo-
roso una y otra vez. Así lo explica Cathy Caruth siguiendo a Freud: "[. . .] trauma is not
locatable in the simple violent or original event in an individual's past, but rather in the way
that its very unassimilated nature - the way it was precisely not known in the first instance -
returns to haunt the survivor later on". (4)
6 Muchos artistas visuales también abordan este tipo de representaciones. Ejemplos de ello
pueden verse en el ensayo fotográfico de Marcelo Brodsky, Buena Memoria: un ensayo foto-
gráfico. Buenos Aires: La marca et al, 1997.
7 La posición antirreligiosa, o por o menos anticlerical, está presente en la novela, en "La
parte de los crímenes" junto a la historia de los asesinatos de mujeres aparece la historia de
un "Penitente" que se dedica a orinar y destrozar las iglesias, porque sufre de sacrofobia.
8 Esta nota de los herederos explica: "Ante la posibilidad de una muerte próxima, Roberto
dejó instrucciones de que su novela 2666 se publicara dividida en cinco libros que se corres-
ponden con las cinco partes de la novela, especificando el orden y periodicidad de las publi-
caciones (una por cada año) e incluso el precio a negociar con el editor. Con esta decisión,
comunicada días antes de su muerte por el propio Roberto a Jorge Herralde, creía dejar
solventado el futuro de sus hijos" (11).
9 Santa Teresa es el nombre ficticio de una ciudad que se corresponde en gran medida a
Ciudad Juárez. Santa Teresa es el nombre de un barrio en los suburbios de Ciudad Juárez
donde la violencia y la impunidad no tienen límites, de ahí que el nombre sirva como una
metonimia apropiada para referirse a Ciudad Juárez.
10 Las trazas nazis que Bolaño descubre en el terror implantado en el entorno latinoameri
cano son una alusión constante en su obra. Tanto Estrella distante como 2666 tienen de pro
tagonistas a militares con nombres alemanes. El primer nexo se da en el reconocido éxodo
nazi hacia América del Sur durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Es más, R
berto Bolaño en 1996 escribió La literatura nazi en América, que es un libro en que relata un
serie de biografías totalmente inventadas de escritores afines a las ideas de Hitler que vive
en ciudades americanas.
11 Por ejemplo un hecho actual en donde puede apreciarse esta tergiversación del lenguaje
se da en noticieros argentinos cuando en hechos de inusitada violencia las víctimas o testigos
entrevistados utilizan el lenguaje policial.
nazi. Arendt expresó ese concepto mientras reportaba, como corresponsal del
New Yorker, sobre el juicio del criminal de guerra Eichmann. El término "banali-
dad" despertó reacciones contrarias pues se interpretó como cierta condona-
ción de la culpa de los homicidas, por esto es que Arendt se encargó de aclarar
sus conceptos:
12 La idea del crítico es desmantelar estos mecanismos que posibilitaron y siguen haciendo
posible la brutalización de la sociedad. Lifton explica la posibilidad de existencia de un
campo de muerte como Auschwitz en la capacidad humana de adaptarse al horror a través
de varios procedimientos:
chic action - in the continuous creation and re-creation of images and forms
that constitutes the symbolizing or "formative process" characteristic of human
mental life. Psychic numbing varies greatly in degree, from everyday blocking
of excessive stimuli to extreme manifestations in response to a death-saturated
environment. But it is probably impossible to kill another human being without
numbing oneself toward that victim. (442)
Cadáveres estéticos
13 Esta observación señala el nexo con la violencia implementada en ese país y los otros
genocidios aludidos en la novela.
carne y libros. Ansky, fuente de inspiración del diario de Reiter, describe cuadros
de Arcimboldo. Algunos, como El jurista le despiertan terror, sin embargo otros
tienen un efecto contrario. "Pero los cuadros de las cuatro estaciones eran
alegría pura. Todo dentro de todo, escribe Ansky. Como si Arcimboldo hubier
aprendido una sola lección, pero ésta hubiera sido de la mayor importancia"
(918). La estética equívoca del pintor manierista está presente en la novela
partes de diversa naturaleza que se aunan en un todo y crean un efecto d
extrañamiento, doble sentido y desmesura. Giancarlo Maiorino menciona cier
tas características típicas del estilo de Arcimboldo:
Queda claro que algunos de los trabajos de Bolaño, en especial 2666, abordan
la monstruosidad. Para empezar podemos indicar la monstruosidad física del
escritor buscado en la última novela, sobre quien se destaca permanentemente
su gran tamaño o al que se describe con frases como ésta, "Parece un pez jirafa"
14 La novela tiene varios microrelatos intercalados en cada una de las partes a su vez que
estas partes forman una trama más amplia. Un ejemplo típico es la historia del pintor Edwin
Johns (pp.75- 77) que aparece como una breve historia intercalada. Al fnalizar su relato
Norton pregunta: "¿Qué te pareció la historia? (77).
15 Sobre la dicotomía entre belleza y repulsión en 2666 me extiendo bastante a lo largo de
este trabajo. En referencia a la obra de Arcimboldo puede citarse el escrito de Barthes:
Las cabezas de Arcimboldo son monstruosas porque todas ellas, sea cual fuere
el encanto del tema alegórico (el Verano, la Primavera, la Flora, el Agua) remi-
ten a una desazón sustancial: el hervidero. La mezcolanza de las cosas vivas
(851). La monstruosidad está ligada con la tarea literaria. Así también lo expresa
el narrador de Estrella distante. "Ésta es mi última transmisión desde el planeta
de los monstruos. No me sumergiré nunca más en el mar de mierda de la litera-
tura" (138).
Los cadáveres representados en la literatura alimentan el potencial estético
del lenguaje. Según Julia Kristeva el cadáver es un ejemplo típico de lo abyecto:
"seen without God and outside of science, is the utmost of abjection". El yo es
coherencia y el cadáver traiciona esa coherencia y se convierte en total desperdi-
cio, es asociado con la vulnerabilidad y el decaimiento de esa coherencia. Pero
para Kristeva lo abyecto es también sublime "The abject is edged with the su-
blime" (11) porque ambos implican la pérdida del ser. De esta contradicción o
ambivalencia, estos textos extraen su efecto estético. "The time of abjection is
double: a time of oblivion and thunder, of veiled infinity and the moment when
revelation bursts forth. Jouissance, in short [. . .] One does not know it. Violently
and painfully. A passion" (9).
También Philippe Cornar, en su historia de la representación del cuerpo hu-
mano, se refiere a una necesidad actual de generar imágenes monstruosas en la
representación del cuerpo: "Throughout history, artists have been as intrigued
by the representation of the repulsive as by the beautiful; the one defines, in a
negative image, the limits of the other. The monster is the opposite of the ideal
body, and its counterpart" (58), si bien monstruos hubo siempre, el último
monstruo pareciera ser el cuerpo en estado de corrupción, Coman agrega: "De-
stroying the body is the final stage in the long series of metamorphoses that
began with the ideal figure, symbol of harmony and unity. The image of the
mutilated body, methodically dismembered, is a culmination" (59).
La novela es también monstruosa en sus dimensiones y en su forma, ese ar-
mado a lo Frankenstein en cinco secciones llamadas partes: "La parte de los
críticos", "La parte de Amalfitano", "La parte de Fate", "La parte de los crí-
menes" y "La parte de Archimboldi", denominar parte a cada sección es un
acierto que indica algo más que una mera subdivisión, indica cortes, indica cierta
disección del cuerpo de la novela. Esta división podría ser fruto, como indica la
"Nota de los herederos del autor" al comienzo del texto, de una estrategia de
mercado que asegure ingresos económicos paulatinos para la familia del autor.
Pero es también notorio que esta distribución se corresponde muy bien con las
descripciones de cuerpos en partes, semienterrados y lacerados, que abundan
en el texto y en la historia latinoamericana. Es más, todo el texto se construye en
una estética fracturada entre registro policial, burocrático o forense y el registro
estético; y entre los nexos existentes entre literatura y sadismo.
Contemplar cadáveres
En 2666, los cadáveres no sólo se muestran sino que también son contemplados:
Una mirada gastada y al mismo tiempo nueva que se conecta con la muerte.
Mirada de un artista que se está alejando de la vida. Spleen que se desprende en
las descripciones de ciudades fracasadas en sus ideales modernistas, hoy total-
mente violentadas; y en la forma última de esta novela inacabada o por lo menos
en construcción abierta, donde el sentido se experimenta como restos. Toda la
novela trata de una forma distante de ver, forma estetizada de ver, como ve en
su aislamiento el personaje de Reiter. Las miradas poetizadas de Anky y Reiter,
entonces una evocación en el siglo XXI de esa perdida distancia àurica que
rodea la experiencia estética según Benjamin. Sin embargo, el efecto más elo-
cuente de la escritura de Bolaño es la evidencia de una vida marcada por el
dolor de encontrarse con miles de cadáveres ignorados.
OBRAS CITADAS
1999. 213-17.