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TEMA 04.

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

La Constitución Española: Génesis y significado. Características


generales y principios fundamentales. El desarrollo normativo de la
Constitución. La reforma constitucional: Modalidades. Iniciativa y
procedimiento.

1. LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA: GÉNESIS Y


SIGNIFICADO

GÉNESIS

Muerto, en noviembre de 1975, el General Franco, a finales de 1976


se somete a la aprobación de los españoles la llamada Ley para la
reforma política.

Aprobada esta ley, se convocan elecciones generales para junio de


1977, en las que se elude toda referencia a la cuestión de su potencial
carácter constituyente.

Los partidos que más claramente se oponían a la apertura de un


proceso constituyente, admitiendo tan solo una reforma de las Leyes
fundamentales, sufren una severa derrota.

Las Cortes son encargadas por el pueblo de elaborar una nueva


Constitución.

ELABORACIÓN

CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO DE CAMBIO

 Singular: en la medida en que evita frontalmente la ruptura legal y


por la presencia de los poderes fácticos que han conservado intacto
su poder.

 Sui géneris: por la disminución del poder constituyente en su


calificación de originario y soberano.

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 Heterodoxo: por no seguir los cánones tradicionales de la dogmática
constitucional.

POLÉMICAS Y JUSTIFICACIÓN

Creó cierta polémica la Ponencia del texto constitucional, que tardó 7


meses en redactarlo, y no fue creada por tecnócratas.

Otra irregularidad la constituyó la selección del reducido número de


ponentes y, sobre todo, su representación.

En nuestra Constitución no estuvieron presentes ni la Minoría Vasca


ni el Grupo Mixto, es decir, formaban parte de la Ponencia UCD, PSOE,
PCE, Minoría Catalana y AP. Al menos, esa es la versión oficial.

El largo proceso de elaboración y aprobación de la Constitución


estuvo justificado, en la medida en que permitió estructurar un
consenso que, de otra forma, hubiese sido difícil.

ETAPAS

Este largo proceso de elaboración tiene varias etapas.

La primera se inicia en el Congreso de los Diputados donde, el 26 de


julio de 1977, se aprueba por Pleno la constitución de una Comisión de
Asuntos Constitucionales, designándose inmediatamente una ponencia
que elaborará el proyecto de Constitución (2 de agosto de 1977). En
enero de 1978, se publica el anteproyecto de Constitución, redactado
por la Ponencia, se abre el periodo de enmiendas al mismo y, en los
meses de mayo, junio y julio, se debate en la Comisión y en el Pleno. El
texto fue aprobado por el Pleno del Congreso por 258 votos a favor, 2 en
contra y 14 abstenciones.

La segunda etapa se desarrolló en el Senado. Durante los meses de


agosto y septiembre de 1978 se recibe el texto, se abren los plazos para
presentar enmiendas y se debaten en la Comisión Constitucional. En
octubre se realizan las discusiones en el Pleno del Senado y se
aprueban por el Pleno del Sena do las modificaciones al texto del
Proyecto de Constitución remitido por el Congreso de los Diputados.

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La tercera fase cubre las actuaciones en la Comisión Mixta
Congreso-Senado que, en secreto, debate y aprueba el texto
constitucional.

La cuarta etapa se concreta en los actos en que ambas Cámaras, por


separado, el mismo día, el 31 de octubre de 1978, aprobarán el
dictamen de la Comisión Mixta Congreso-Senado. La aprobación se
produce con una muy amplia mayoría.

En la quinta etapa, el rey somete a referéndum de la nación el


Proyecto de Constitución, celebrándose la consulta, el 6 de diciembre de
1978, con los siguientes resultados: 15.706.078 de votos a favor,
1.400.505 en contra y 133.786 se abstuvieron.

Las fases sexta y séptima se refieren a la sanción y a la publicación


de la Constitución. El rey sanciona la Constitución al término de una
sesión conjunta Congreso-Senado (27 de diciembre de 1978) y el Boletín
Oficial del Estado publica la Constitución el día 29 de diciembre de
1978, fecha de su entra da en vigor.

SIGNIFICADO

CARACTER AMPLIO E IMPRECISO

Muchos autores han coincidido en sus críticas a la Constitución de


1978. Se le achaca su contenido amplio e impreciso, pero no conviene
olvidar el carácter peculiar de la situación española durante la
transición democrática y el gran reto al que se enfrentaba nuestra
Constitución.

Partiendo de una dictadura, nuestra Constitución diseña un campo


y una regla de juego que permite la participación de distintos
contendientes políticos en condiciones de relativa igualdad.

AUSENCIA DE ORIGINALIDAD

Que la Constitución española no posee un carácter original es


evidente. Sin embargo, no conviene olvidar que, si participa de muchas

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influencias continentales, esto es perfectamente connatural con el
marco cultural al que España pertenece. Además, teniendo en cuenta la
necesidad de dotar a nuestro país de instituciones útiles y seguras en
momentos tan delicados como la transición política, tal vez hubiera sido
difícil, e incluso peligroso, innovar en estos terrenos.

VALOR ESENCIAL

El valor esencial de la Constitución de 1978 reside en el


planteamiento de un amplio marco de convivencia entre los diversos
sectores de intereses existentes en España.

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES Y
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

CARACTERÍSTICAS

 Es una Constitución escrita.

 Dentro de su carácter escrito, presenta la forma de ley codificada y


cerrada.

 Es una Constitución extensa, la más larga de nuestra historia,


después de la de Cádiz.

 Es una Constitución rígida, que requiere un especial procedimiento


de reforma, agravado cuando se trate de alterar determinados
principios básicos.

 Es una Constitución monárquica.

 Es una Constitución integradora.

 Se constitucionalizan los derechos fundamentales.

 Es una Constitución esencialmente democrática.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA
CONSTITUCIÓN DE 1978

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Se entiende por «principios constitucionales» el sustrato ideológico-
político sobre el que descansa el entramado constitucional.

Es necesario no confundir los «principios constitucionales» con los


«valores superiores» del Ordenamiento Jurídico. Los valores superiores
implican un concepto más práctico, menos susceptible de identificación
inmediata y de aplicación clara y unívoca.

Los principios constitucionales están contenidos en el título


preliminar de la Constitución, y son:

 El Estado social y democrático de derecho.

 La monarquía parlamentaria.

 El Estado autonómico.

EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE


DERECHO

ART. 1.1 CE

El artículo 1.1 de la Constitución establece que «España se


constituye en un Estado social y democrático de derecho».

EL ESTADO DE DERECHO

El Estado ha de renunciar a preocuparse por la felicidad y el


bienestar de los ciudadanos para limitarse a garantizar la libertad del
despliegue vital de cada cual, y que tal misión queda agotada con el
mantenimiento del orden jurídico.

La libertad del individuo es ilimitada, en el sentido de que puede


realizar todo aquello que no esté expresamente prohibido; mientras que
el Estado ve su actuación coartada.

El Estado no solamente no ha de actuar contra legem, sino que,


además únicamente ha de actuar secunden legem, es decir, con arreglo
a normas previas, generales, claras y precisas, no contradictorias. De

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este modo queda eliminada la voluntad arbitraria, el derecho de
situación, las posibilidades de lesión de los derechos adquiridos.

DESNATURALIZACIÓN DEL CONCEPTO DE ESTADO DE


DERECHO

El concepto de «Estado de derecho» sufrió un proceso de


desustancialización a través del positivismo.

Así Sabaud define el Estado de derecho como aquel que no puede


mandar ni prohibir nada a sus súbditos más que en virtud de un
precepto legal.

KELSEN

La definitiva desnaturalización del concepto tiene lugar con Kelsen,


para quien Estado y derecho son idénticos. Todo Estado tiene que ser
Estado de derecho en este sentido formal, puesto que todo Estado tiene
que constituir un orden coactivo de la convivencia humana, sea
cualquiera el método -autocrático o democrático, de su creación, y
cualquiera que sea su contenido tiene que ser un orden jurídico».

EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO

Debido a los efectos disfuncionales de la Revolución Industrial, hay


que optar necesariamente entre la revolución o la reforma sociales.

Las formas políticas del futuro serán o bien la democracia social,


caracterizada desde el punto de vista constitucional por el sufragio
universal y desde el punto de vista administrativo por su orientación
hacia la neutralización de las desigualdades sociales, o bien la
monarquía social, solución por la que se inclina Von Stein, ya que, en
su opinión, la monarquía es la forma de gobierno con mayor capacidad
potencial para estar por encima de los intereses particularizados de las
clases.

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TENDENCIAS SOCIALDEMÓCRATAS

Dentro de la historia de la idea del Estado social, deben mencionarse


también ciertas tendencias del pensamiento socialdemócrata clásico,
iniciadas por Lasalle y proseguidas por las direcciones marxistas
revisionistas e incluso centristas.

El Estado ha sido y es un instrumento de dominación de clases, pero


es no menos una institución que, bajo la presión de los partidos y de las
organizaciones obreras, puede ir consiguiendo constantes mejoras para
las clases trabajadoras.

HELLER

Pero la formulación de la idea del Estado social o, más


concretamente, de la idea del Estado social de derecho se le debe a
Hermann Heller.

Heller se enfrenta con el problema concreto de la crisis de la


democracia y del Estado de derecho, al que considera que es preciso
salvar no sólo de la dictadura fascista, sino también de la degeneración
a que le ha conducido el positivismo jurídico y los intereses de los
estratos dominantes.

La solución no está en renunciar al Estado de derecho, sino en dar a


este un contenido económico y social, realizar dentro de su marco un
nuevo orden laboral y de distribución de bienes: sólo el Estado social de
derecho puede ser una alternativa válida frente a la anarquía económica
y frente a la dictadura fascista, y por tanto, solo él puede ser la vía
política para salvar los valores de la civilización.

LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA

Según el artículo 1.3 de nuestra Constitución «la forma política del


Estado español es la monarquía parlamentaria».

Monarquía absoluta. Supone que el rey realiza todas las funciones


políticas principales del Estado, y todas las demás instituciones del

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Estado se encuentran en una situación de dependencia y jerarquía
frente a él. El soberano se identifica con el Estado.

Monarquía limitada. Tiene sus orígenes en el modelo británico.


Supone que el monarca se va desprendiendo de una serie de poderes y
atribuciones que van asumiendo otros órganos. Sin embargo, continúa
conservando todos aquellos poderes que no han sido atribuidos
expresamente a otros órganos.

Monarquía constitucional. A diferencia de la anterior, no existe


ninguna presunción genérica a favor del monarca, sino que este, al
igual que los demás órganos, tiene los poderes que taxativamente le
atribuye el ordenamiento jurídico.

Monarquía parlamentaria. El rey ya no conserva ningún poder de


decisión, ya que el centro de la dirección estatal ha pasado a manos del
Parlamento y, a través de éste, al Gobierno.

EL ESTADO AUTONÓMICO

Una de las mayores innovaciones de la Constitución de 1978 es su


título VIII en donde se regula un modelo de organización territorial que
sin llegar al grado de descentralización federal contrasta claramente con
el Estado centralizado del régimen anterior.

Este modelo de organización territorial se basa en tres principios que


se están enunciando en el artículo 2 de nuestra Constitución al
establecer que: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble
unidad de la nación española, patria común e indisoluble de todos los
españoles, reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas
ellas».

Por tanto, vamos a analizar muy brevemente el contenido de estos


tres principios:

PRINCIPIO DE UNIDAD

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Se trata de un principio al que nuestros constituyentes quisieron
concederle un carácter de preferencia sobre los otros dos, ya que es el
único principio que sirve de «fundamento» a la Constitución mientras
que los restantes son «reconocidos y garantizados» por ésta.

Las manifestaciones más importantes de este principio son:

 Proclamación de la soberanía nacional como atributo del pueblo


español y no de cada uno de los territorios (art. 1.2). En este sentido
el Tribunal Constitucional ha afirmado que «autonomía no es
soberanía»,

 Unidad del ordenamiento jurídico, en cuanto que la Constitución es


la norma suprema que obliga por igual a todas las organizaciones
del Estado.

 Unidad en el campo económico

 Igualdad de estatus de todos los españoles en el ejercicio de los


derechos y deberes fundamentales.

PRINCIPIO DE AUTONOMÍA

Nuestra Constitución no contiene una noción clara de autonomía.


Podemos señalar cinco caracteres, siguiendo a Entrena Cuesta:

 Voluntariedad, en su ejercicio.

 Generalidad, en su otorgamiento.

 Igualdad, en su contenido.

 Progresividad, en su integración.

 Diversidad, en su plasmación.

PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD

Este principio reconocido en el artículo 2 de la Constitución tiene su


concreción en el artículo 138, que engloba dos modalidades para su
realización:

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 El establecimiento de un orden económico, adecuado y justo entre
las diversas partes del territorio español, atendiendo en particular a
las circunstancias del hecho insular (art. 138.1). Esta modalidad
tiene su realización práctica en el artículo 158.2, a través del Fondo
de Compensación Interterritorial.

 Proclamación de la inexistencia de privilegios entre las comunidades


autónomas, a través de la vía de los estatutos.

3. EL DESARROLLO NORMATIVO DE LA
CONSTITUCIÓN

PODER CONSTITUYENTE Y PODER CONSTITUIDO

La Constitución es una norma jurídica, la norma suprema, aquella


que define los poderes públicos, su organización y funciones.

Como tal norma jurídica, la Constitución vincula a todos los poderes


del Estado y a todos los ciudadanos.

De ese carácter fundamental se desprende la distinción clásica entre


poder constituyente y poderes constituidos. Mientras el primero, que
reside en la nación, es consustancial con la soberanía; los segundos
están sujetos a la Constitución misma.

APLICACIÓN DIRECTA

La Constitución no es sólo una norma jurídica plena, sino que,


además, y como regla general, es una norma jurídica aplicable
directamente, de tal modo que aquellas disposiciones constitucionales
no aplicables directamente, en cuanto que suponen excepción a esta
regla, deben determinarse de forma restrictiva.

Este carácter superlegal es además eficaz en cuanto existen


instrumentos jurídicos para su garantía.

MATICES
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No obstante, el principio general de la aplicación directa de los
preceptos constitucionales ha de ser matizado, al menos en dos puntos:

 Existen determinadas disposiciones constitucionales que contienen


una normativa incompleta, de tal modo que la ausencia de la misma
torna imposible la aplicación directa del mismo.

 Existe en la Constitución un conjunto de normas que contienen un


mandato al legislador y, en general, a todos los poderes públicos
para el desarrollo de determinadas orientaciones en materias
específicas.

CONCLUSIONES

 La Constitución es una auténtica norma jurídica.

 La Constitución ocupa el vértice jerárquico en la pirámide


normativa.

 La Constitución, en muchos aspectos, es de directa aplicación, sin


necesidad de un posterior desarrollo normativo.

 La Constitución contiene, además, una serie de normas


programáticas que requieren un posterior desarrollo legislativo para
lograr plena eficacia.

LEYES ORGÁNICAS

Nuestra Constitución reserva determinadas materias a un desarrollo


a través de la ley orgánica. Así, serán leyes orgánicas, de acuerdo con el
artículo 81 de la propia Constitución:

 Las que desarrollen los derechos fundamentes y las libertades


públicas.

 Las que aprueben los Estatutos de Autonomía.

 Las que aprueben el régimen electoral general.

 Las demás previstas en la Constitución.

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4. LA REFORMA CONSTITUCIONAL:
MODALIDADES

REGULACIÓN

Se regula en el título ‍x de la Constitución (artículos ‍166 ‍a ‍169).

INICIATIVA (ARTÍCULO ‍166).

La iniciativa de reforma constitucional se reserva, según el artículo ‍


166 (que se remite a los apartados ‍1 y 2 del artículo ‍87):

— al Gobierno,

— al Congreso,

— al Senado,

— y a las asambleas de las comunidades autónomas.

PROCEDIMIENTOS DE REFORMA.

INTRODUCCIÓN

La Constitución establece dos procedimientos de reforma


constitucional con distinto grado de rigidez según la materia a la que
afecte la reforma: el ordinario y el agravado.

PROCEDIMIENTO ORDINARIO (ARTÍCULO ‍167).

Se regula en el artículo ‍167, que dispone:

1. «Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados


por una mayoría de 3/5 de cada una de las cámaras. Si no hubiera
acuerdo entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de
una comisión de composición paritaria de diputados y senadores, que
presentará un texto que será votado por el Congreso y el Senado.

2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del


apartado anterior, y siempre que el texto hubiere obtenido el voto

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favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso, por mayoría
de 2/3, podrá aprobar la reforma.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a


referéndum para su ratificación cuando así lo solicite, dentro de los 15 ‍
días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de
cualquiera de las cámaras».

La Constitución sólo se ha reformado dos veces, las dos a través de


este procedimiento, en 1992 (para modificar el artículo ‍13.2) y en 2011
(para modificar el ‍135).

PROCEDIMIENTO AGRAVADO (ARTÍCULO ‍168).

Se regula en el artículo ‍168, que dispone:

1. «Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una


parcial que afecte al título ‍preliminar, al capítulo ‍2.º, sección ‍1.ª, del
título ‍i [relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas], o
al título ‍ii [relativo a la Corona], se procederá a la aprobación del
principio por mayoría de 2/3 de cada cámara y a la disolución
inmediata de las Cortes[ Ojo: no menciona el art. ‍14, cuya reforma se
rige por el art. ‍166. Se preguntó en ‍[2017]. Se confunde fácilmente con
el art. ‍53.2, que sí menciona específicamente el ‍art. ‍14.]».

Por revisión total de la Constitución ha de entenderse aquella que


afecte en forma relevante a todas sus partes, aunque pueda quedar
algún precepto sin cambio.

2. «Las cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al


estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por
mayoría de 2/3 de ambas cámaras.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a


referéndum para su ratificación».

EXCLUSIONES (ARTÍCULO ‍169).

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Finalmente: «No podrá iniciarse la reforma constitucional en tiempo
de guerra o de vigencia de alguno de los estados previstos en el artículo ‍
116» (estados de alarma, excepción o sitio) (artículo ‍169).

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