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Nombre: Arturo Leal Martínez Matrícula: 2178812 Fecha: 20/10/2023

La creación unilateral del Estado de Israel en mayo de 1948 resultó en una


transformación violenta del territorio y la expulsión de más de la mitad de la
población palestina. La mayoría de ellos se convirtieron en refugiados, en lo que
muchos consideran una limpieza étnica. Entre 750,000 y 800,000 personas,
incluyendo musulmanes y cristianos, fueron expulsadas de sus hogares y tierras en
un evento conocido en árabe como "al-Nakba" (la catástrofe o el desastre). Todo su
patrimonio personal y colectivo fue expropiado o destruido.
Desde aquel evento, la sociedad palestina quedó dividida en tres grupos distintos:
aquellos que se convirtieron en refugiados en países árabes vecinos u otros lugares,
aquellos que permanecieron en el recién creado Estado de Israel (sin considerarlos
como refugiados), y quienes se establecieron en lo que quedaba de la Palestina
histórica en Cisjordania, Gaza y Jerusalén. Las condiciones humanitarias de los
palestinos establecidos en esta última zona, recientemente, han alcanzado una
situación aún más crítica. En la mañana del 7 de octubre de 2023, se desató un
ataque sorpresa contra Israel por parte de Hamás y otros grupos armados
palestinos en la Franja de Gaza ocupada. Lanzaron una gran cantidad de cohetes
hacia el sur de Israel y cruzaron la frontera para atacar varias localidades, llevando
a cabo ejecuciones sumarias y secuestrando a más de 200 personas, en su mayoría
civiles. El Ministerio de Salud israelí informó que al menos 1,200 personas perdieron
la vida y cerca de 3,500 resultaron heridas. Ante estos terribles crímenes, las
autoridades israelíes respondieron rápidamente bombardeando la Franja de Gaza, y
el primer ministro, Benjamin Netanyahu, oficialmente declaró que Israel estaba en
guerra. Además, se tomaron otras medidas, como imponer un bloqueo total sobre
Gaza y emitir la orden de evacuar el norte de la Franja.
El 9 de octubre, Israel implementó un asedio completo sobre Gaza, lo que resultó en
la interrupción del suministro de electricidad, combustible y alimentos, agravando
aún más la crisis humanitaria que ya afectaba a más de 2.2 millones de personas
atrapadas en la región.
El 13 de octubre, el ejército israelí instó a la población del norte de Gaza y de la
ciudad de Gaza a "evacuar" el territorio y dirigirse al sur de la Franja en un plazo de
24 horas. Esto implicaría un desplazamiento forzoso masivo de más de 1.1 millones
de personas. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la
ONU, en una semana desde el inicio de los ataques, más de 532,000 personas
palestinas ya habían sido desplazadas internamente. La Agencia de las Naciones
Unidas para los Refugiados Palestinos ha subrayado que la falta de acceso a estos
elementos se ha convertido en un asunto crítico, con muchas vidas en riesgo.
Tomando esto en cuenta, se puede comprender el nivel de condiciones
infrahumanas en el que se está conteniendo a la población de Gaza, la cual, cabe
destacar, que está conformada no solo por palestinos, sino también por israelitas y
personas de otras nacionalidades. Ahora es un hecho que debe existir, lo más
pronto posible, un esfuerzo por parte de ambos gobiernos involucrados, y de
organizaciones de calibre internacional para salvaguardar las vidas de los civiles
involucrados y sometidos, así como de hacer valer todos sus derechos humanos
que han sido violados. En ese sentido, y para efectos de este ensayo, se
demostrará cómo es que algunas de las acciones que han conformado esta guerra
han imposibilitado el ejercicio y violentado algunos de los derechos humanos de la
población en Israel, aunque, con enfoque más particular, en Gaza. Específicamente,
de los derechos, establecidos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH), número uno, dos, tres, cinco, doce, trece, catorce, quince,
dieciséis, diecisiete, veintidós, veinticinco y veintiocho.
Para empezar, es sabido que, desde febrero de 2022, Israel implementó un sistema
de opresión y dominación institucionalizado contra los palestinos, ejerciendo control
sobre sus derechos y dividiendo a las personas palestinas en Israel, en los
Territorios Palestinos Ocupados (TPO) y a los palestinos refugiados, negando su
derecho al retorno. Esta opresión incluyó acciones inhumanas como la confiscación
masiva de tierras y propiedades, homicidios ilegítimos, graves lesiones,
desplazamientos forzosos, restricciones arbitrarias a la libertad de circulación y la
denegación de la nacionalidad, entre otros. Estas acciones llevaron a las
autoridades israelíes a ser consideradas responsables del crimen de apartheid,
según la Corte Penal Internacional, siendo esto evidencia suficiente de que, por
parte del gobierno israelí, se violaron, de la DUDH, los artículos: uno, tres, cinco,
trece, quince, diecisiete, veintidós y veintiocho, aunque, este último podría aplicar
indiferentemente a todas las cuestiones involucradas.
Por otra parte, en marzo, las autoridades israelíes reinstauraron la Ley de
Nacionalidad y Entrada en Israel (Orden Temporal), que imponía restricciones
severas a la reunificación familiar de personas con ciudadanía o residencia israelí y
sus cónyuges procedentes de los TPO, con el objetivo de mantener una mayoría
demográfica judía. En julio, el Tribunal Supremo israelí confirmó una ley que
permitía al ministro del Interior retirar la ciudadanía de personas condenadas por
actos considerados "desleales al Estado". Desde su promulgación en 2008, esta ley
se había aplicado exclusivamente a ciudadanos palestinos. El 20 de septiembre, el
Tribunal de Apelación israelí aprobó la revocación de permisos de estancia o
residencia temporal de 10 palestinos, incluyendo menores y mujeres, que vivían en
Jerusalén, debido a su parentesco lejano con un palestino que había perpetrado un
ataque. El 18 de diciembre, Israel deportó a Salah Hammouri, un defensor de los
derechos humanos de origen franco-palestino, después de revocar su permiso de
residencia en Jerusalén Oriental. Esto, representó una violación de los artículos:
doce, trece y dieciséis, pero, sobre todo, del derecho a la nacionalidad, pues se les
fue privada arbitrariamente, en el sentido de usar un pretexto fundado en fines
políticos.
En relación a los derechos de vida, seguridad y persona (artículo tres), y seguridad
social y satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad (artículo
veintidós), es indudable que, debido al contexto de guerra civil, han sido vulnerados.
Sin embargo, para el caso particular de Gaza, es necesario precisar qué eventos
fueron los más relevantes en esta materia. Todo comienza el 5 de agosto, cuando
Israel inicia una ofensiva en la Franja de Gaza dirigida contra la Yihad Islámica
Palestina y su brazo armado. Durante esta operación, se destruyeron o dañaron
alrededor de 1.700 viviendas palestinas y se produjo el desplazamiento de cientos
de civiles. Tanto el ejército israelí como los grupos armados palestinos son
acusados de cometer supuestos crímenes de guerra durante los tres días de
enfrentamientos.
Según las Naciones Unidas, en este ataque perdieron la vida 49 palestinos, de los
cuales 31 eran civiles. Amnistía Internacional investigó el asunto y determinó que las
fuerzas israelíes eran responsables de la muerte de 17 de estos civiles, incluyendo
2 niñas y 6 niños. Además, otros 7 civiles (4 de ellos niños) murieron a causa del
impacto de un cohete que aparentemente había sido lanzado erróneamente por un
grupo armado palestino. El 7 de agosto, un misil israelí, posiblemente disparado por
un dron, alcanzó el cementerio de Al Faluya en el campo de refugiados de Yabalia,
resultando en la muerte de 5 niños y dejando a otro herido. Este incidente parecía
ser un ataque directo contra civiles o un ataque indiscriminado. Y, más acercado al
contenido del artículo veintidós, a pesar de que la Corte Penal Internacional decidió
en 2021 iniciar una investigación sobre la situación en Palestina, las autoridades
israelíes continuaron negándose a cooperar con la investigación de la Fiscalía.
Además, no llevaron a cabo investigaciones adecuadas sobre las violaciones y los
crímenes de derecho internacional.

Otra de las grandes infracciones hacia los derechos humanos fue la del artículo
trece, el cual es el de la libre circulación. El bloqueo ilegal de Israel en Gaza ha
continuado durante dieciséis años. Según la organización de derechos humanos Al-
Mezan en Gaza, nueve pacientes, incluyendo tres menores, fallecieron mientras
esperaban la aprobación de permisos por parte de Israel para recibir tratamientos
vitales fuera de la Franja de Gaza. Esta situación se produjo en medio de
complicaciones burocráticas que involucraron a Israel, la Autoridad Palestina y la
administración de Hamás. Además, en agosto, la única central eléctrica de Gaza se
vio forzada a suspender su funcionamiento durante dos días debido al cierre de
Israel de todos los pasos fronterizos durante una semana, lo que resultó en la
interrupción del suministro de combustible.
Con respecto al artículo diecisiete que estipula toda persona tiene derecho a la
propiedad y a no ser arbitrariamente removido de esta, es evidente que mucha de la
población de Israel ha sido desplazada por motivo de la guerra. Durante el año,
decenas de miles de palestinos enfrentaron la amenaza de ser desalojados por la
fuerza tanto en Israel como en los Territorios Palestinos Ocupados. Entre ellos,
aproximadamente 5,000 vivían en comunidades de pastores ubicadas en el valle del
Jordán y las colinas del sur de Hebrón. En Cisjordania, incluyendo Jerusalén
Oriental, las autoridades israelíes demolieron alrededor de 952 estructuras
palestinas, lo que resultó en el desplazamiento de 1,031 palestinos y afectó los
medios de vida de miles de personas adicionales.
El 4 de mayo, el Tribunal Supremo de Israel confirmó la decisión de trasladar
forzosamente a más de 1,000 residentes de Masafer Yatta, en las colinas del sur de
Hebrón, que Israel había designado como "Zona de Tiro 918", un área de
entrenamiento militar cerrada a la población palestina.
En julio, el Tribunal Supremo de Israel legalizó el asentamiento de Mitzpe Kramim,
que se construyó en tierras de propiedad privada palestina en la Cisjordania
ocupada, argumentando que se había adquirido de buena fe. Esto revocó su
decisión anterior de 2020 que ordenaba la evacuación del asentamiento.
Según la OCAH, la violencia respaldada por el Estado de los colonos contra la
población palestina en Jerusalén Oriental y Cisjordania aumentó por sexto año
consecutivo en 2022, alcanzando su punto máximo en octubre, durante la
temporada de recolección de aceitunas. Las fuerzas armadas y la policía israelíes
no investigaron adecuadamente las denuncias de los palestinos sobre estos actos
de violencia. En Israel, las autoridades continuaron sin reconocer oficialmente a 35
aldeas palestinas en el Néguev/Naqab, privándolas de servicios esenciales. En
enero, la Autoridad de Tierras Israelí y el Fondo Nacional Judío comenzaron a
plantar árboles en tierras pertenecientes al pueblo de Saawa al Atrash en el
Néguev/Naqab, con el objetivo de forzar el traslado de la población palestina. En
diciembre, las autoridades israelíes demolieron nuevamente tiendas de campaña y
estructuras en Al Araqib, marcando la demolición número 211 desde 2010.
En otro orden de ideas, y a pesar de que han existido muchas instancias en las que,
por diversas razones, se ha violado el contenido del segundo artículo que va sobre
la no discriminación de los individuos por cualquier cualidad, es de vital importancia
que se brinde luz sobre el caso concreto de la población lesbianas, gays,
bisexuales, transgénero e intersexuales que han sido discriminados en Israel. Ello,
en tanto a que el 14 de febrero de 2023, el Ministerio de Sanidad de Israel emitió
una circular que prohibía a los profesionales médicos llevar a cabo "terapias de
conversión" con el objetivo de cambiar la orientación sexual de personas
homosexuales y lesbianas. Sin embargo, esta prohibición no se convirtió en ley, ya
que no tenía rango legislativo.

Finalmente, la violación de algún derecho que, posiblemente, se ha hecho más


popular en los medios de comunicación es la del quinto, el cual establece que no se
debe someter a nadie a ningún tipo de tortura o trato inhumano o degradante. Ello,
en tanto a que las imágenes de los muchos eventos en los que ha habido una
muestra de innecesaria brutalidad y violencia por parte de las fuerzas armadas
hacia los civiles han rondado por todas las plataformas de redes sociales. A pesar
de las denuncias en contra de estos eventos, la unidad de investigación interna de
la policía, conocida como Mahash, no llevó a cabo investigaciones adecuadas. Un
ejemplo de esto ocurrió el 24 de noviembre, cuando el Tribunal de Distrito de
Beersheba extendió el período de aislamiento de Ahmad Manasra. Este joven había
sido detenido en 2015 a la edad de 13 años y había estado en aislamiento durante
cuatro meses desde noviembre de 2021, una práctica equivalente a la tortura. A
pesar de su delicado estado de salud mental, el tribunal rechazó en septiembre su
solicitud de liberación anticipada por razones médicas.

En resumen y a manera de conclusión, el conflicto palestino-israelí ha perdurado


desde la creación unilateral del Estado de Israel en 1948, resultando en la expulsión
de una gran parte de la población palestina y en una serie de consecuencias
humanitarias devastadoras. En el reciente ataque de 2023, la Franja de Gaza sufrió
un asedio y bombardeo por parte de Israel, lo que empeoró aún más una ya grave
crisis humanitaria. Se han violado numerosos derechos humanos, como el derecho
a la vida, la seguridad y la no discriminación, entre otros, a lo largo de los años.
Estas violaciones incluyen el bloqueo de Gaza, la discriminación contra personas
LGBT+, la tortura y maltrato de prisioneros palestinos, y la demolición de estructuras
y desplazamiento forzado de población.

Para avanzar hacia una solución pacífica y respetuosa de los derechos humanos en
la región, es imperativo que ambas partes, así como la comunidad internacional,
trabajen juntas para abordar estos problemas y proteger los derechos y la dignidad
de todas las personas involucradas en este prolongado conflicto. La paz y la justicia
son esenciales para poner fin al sufrimiento de las personas en la región y construir
un futuro mejor para todos los civiles.

REFERENCIAS:

España, A. I. (2023, 20 octubre). Derechos humanos en Israel y los territorios


palestinos ocupados- situación actual. Amnistía Internacional Sección Española.
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/paises/pais/show/israel-y-los-
territorios-palestinos-ocupados/

España, A. I. (s. f.). Crisis en Gaza e Israel. Amnistía Internacional Sección


Española. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/campanas/crisis-en-gaza-e-
israel/

United Nations. (s. f.). La Declaración Universal de los Derechos Humanos |


Naciones Unidas. https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-
rights

Israel-Palestina: La situación humanitaria empeora vertiginosamente en Gaza.


(2023, 16 octubre). Noticias ONU. https://news.un.org/es/story/2023/10/1524892

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