Dispersión Primaria (Objetivo Mineralizado - Oro alluvial):
Supongamos que estamos explorando una región montañosa en California,
conocida por su historia de fiebre del oro en el siglo XIX. En esta región, hay afloramientos de cuarzo y pizarra que contienen pequeñas cantidades de oro en forma de pepitas, polvo y partículas microscópicas. La dispersión primaria comienza con la exposición de estas rocas madre ricas en oro a los elementos naturales. La erosión, la meteorización y la acción del viento y el agua desgastan las rocas y liberan pequeñas partículas de oro. A medida que las partículas de oro se desprenden de las rocas madre, son arrastradas por la gravedad y el flujo de agua hacia las pendientes y los arroyos de la región. En el proceso, estas partículas de oro se mezclan con los sedimentos del lecho de los arroyos y ríos. La acción del agua, que puede ser estacional o constante, arrastra y acumula el oro en áreas de depósito aluvial, como lechos de ríos, meandros, bancos de arena y gravas. Con el tiempo, esta acumulación de partículas de oro en los depósitos aluviales se convierte en el objetivo mineralizado. Los buscadores de oro históricos y modernos han explotado estos depósitos alluviales en busca de oro, utilizando técnicas de prospección, bateo de oro y métodos de minería más avanzados, como dragado y extracción con maquinaria pesada. En resumen, en este ejemplo de dispersión primaria, el oro se libera de las rocas madre debido a la erosión y la meteorización, y se acumula en los depósitos aluviales de los arroyos y ríos de la región, creando así un objetivo mineralizado de oro alluvial.