Está en la página 1de 1

Alumno: Francisco Sixteco Isidoro SNSJ

El articulo comienza haciendo un recuento histórico sobre el humanismo ya presente desde la


época helenística y presente también en el lenguaje bíblico. Esto me cuestiona mucho, porque en
cierta parte de la historia, puedo decir el Renacimiento y sobre todo en la modernidad, ante el
inminente fracaso de los ideales sobre la razón, el humanismo queda completamente rechazado.

Primeramente, se anunció la muerte de Dios y posterior mente la muerte del mismo hombre. Ya
que esta muerte parece encaminar al mismo hombre hacia su propia disolución, entonces el
hombre ya no es uno sino una gama de variantes que ni el mismo va a llegar a conocer por la
extensión en sus términos.

Después de esto el hombre se ha sumido en una desesperanza inmensa, por que al no conocerse
como hombre no se puede definir como tal. Ahora la rehabilitación del humanismo cristiano, que
en la modernidad parecía algo necesario a destruir o a olvidar como progres, pasa a tomar un lugar
importante para volcar al hombre hacia si mismo. Pero no como un egoísmo o egocentrismo, sino
a describirse como persona y descubrir que el otro es persona.

Me llama mucho la atención los 4 puntos que proponen sobre la rehabilitación del humanismo
cristiano por que parten de lo fundamental de la persona: su dignidad, su igualdad, su finitud y
contingencia y la vuelta a la noción de ley natural.

En la ultima parte donde el autor señala que el humanismo cristiano debe ser, a su punto de vista,
un humanismo critico ilustrado y autolimitado, me parecen las bases muy claras para lograr que la
persona, se descubra persona. Ya que no somos ilimitados, esto nos devolvería la esperanza a la
trascendencia, olvidada desde el anuncio de la muerte de Dios. Sin caer en los excesos religiosos
que ya hemos vivido a lo largo de la historia.

También podría gustarte