Está en la página 1de 6
™, PRIMERA MESA ‘Cuademos del CIEN #07 _ L “A para su locura, En fin, conversamos sobre estos pun- ‘ik Comentarios y discusién a cargo de Eric Laurent "« “Coordina Elena Nicoletti oh, itd a, le Tha. vt 5 tog sy salidi a Impases y salidas Hena Nicoletti: Comenzaremas por el primer trabajo die la serie “Impases y salidas", Se trata de “El limite como brijula de cada uno", que seri presentado por José Alberto Ferreyra, de Rio de Janeiro ‘gan -Ellimite como briijula de cada uno: red José Alberto Ferreyra ‘dos ‘Ana Martha y yo somos responsables del Laboratorio “infancia errante” de Rio de Janeiro, donde trabaja- mos con Psiquiatras, Psicdlogos y otros profesionales. El tema de este Laboratorio se apoya en el trabajo con nifos y adolescentes que en lo social se consideran “en condiciones de riesgo": fugas, errancias, intentos de suicidio, toxicomania. El trabajo que elegimos para ‘sa Jornada presenta una situacién de impase que se traté en uno de los encuentros del laboratorio y que ‘eporta la conversacién que realizamos en tomno a ese impase. Es un caso que presenté Ana Martha del CAPs en el que ella trabaja. El se dirige al CAPs para decir sin cen- vece- nea thes dad. ‘obo » bos ato- nnsi- que quiere tratarse pero, a la ver, indicar que no quiere ‘tear de consumir drogas. Siempre se acompatia de un ‘no quiere ez paquere de cocaina que leva en su bolo s la- Giaren ningin lado. Muestra el papel de cocaina pero xyev?\ 2Segurando que no va a utilizarlo dentro del CAPs. ‘2:0 En una oportunidad, la cosa se pone dificil, Viene muy. | aiado durante un paseo, intoxicado, y su comporta- istas) miento tae efectos a los otros pacientes y al equipo. |Lacuestién que se traté en el encuentro del laborato- + ust fue la del limite de cada uno: el de la instieucién , wt\~londe no se puede consumir droga- , el de los pro- ‘sionales ~que en determinadas situaciones no saben ‘Gué hacer, sobre todo cuando se presenta el descontrol, limice-; el limite de los pacientes que estin en “atamiento, precisamente porque buscan un limite tos, y es lo que nos permitié concluir que el limite es una brijula. Elena Nicoletti: Continuamos con la presentacién a cargo de Natalia Cataldo y Rocio de Inunciaga, del laboratorio que trabajé “De lo imposible a lo contin- gente” De lo imposible a lo contingente: Natalia Cataldo y Rocio de Inunciaga El trabajo de nuestro laboratorio fue sobre un Pro- sgrama de promocién y prevencién en Salud Sexual y Reproductiva (SSYR) que se desarrolla en el Sur de la Ciudad, cuyos objetivos son: la disminucién de los embarazos no planificados y de las infecciones de transmisin sexual, en adolescentes. Ademés de brin- dar asistencia médica y psicol6gica, se capacité a Jé- venes del barrio como “Promotores de Salud”, para difundir los conocimientos en la comunidad. ‘Transcurrido cierto tiempo, advertimos que todo gi- raba alrededor de cifras: cantidad de consultas, de actividades, de asistences. ¥ lo cierto es que no se al- canzaban, ni por asomo, los objetivos numéricos que cexigia el Programa; de hecho, la gente del barrio ape- ‘nas conocfa nuestra instalacién lo cual producia en el equipo un gran malestar y aparecfan preguntas como: Estdbamos haciendo algo mal? gPor qué la gente no concurria? Entre otras. Y, finalmente giEran sensatos esos objetivos? Redoblando nuestra desazén y ya iniciado este Labo- ratorio, los jévenes promotores nos anoticiaban de que cllos mismos no hacfan uso de la anticoncepcién 0 de sus deseos de ser padres o que, efectivamente, algunos estaban prontos a serlo. Incluso, la mama de uno de ellos nos pregunté: *;gUstedes para qué cuernos estin acd?! Fue Néstor, uno de estos jévenes, del cual presen- tamos la resefia, quien luego de escaparse de una de las clases de capacitackin sobre SSYR encontes si manent worando y guiando al de permanecer en el espacio cola equipo en sus tareas. Todas estas instancias nos relaraban, algo no funcionaba, no se trataba entonces, de difictl tades de unos w otros. Alli habia un limite, wn impo sible, el cual por el trabajo CIEN en este Laboratorio pudimos vislumbrar y ubiear y con sus consecuentes efectos. imos, luego, que tal pretensién de gobernar y exlucar los tiempos en la sexualidad, en el deseo de un a ver, que alll su contunden- al fracaso en tanto queda ma- lograda, por una doble imposibilidad: la de gobernar y educar, como nos ensefia Freud. Y, siguiendo a Lacan, en tanto desconoce que no hay la relacidn sexual. Pensamos al laboratorio mismo como eso que “se in- cluys desde afuera”, por los efectos que produjo en su devenir y que, una prictica resulta efectiva, cuando parte de escuchar y orientarse por aquellos a los que va dirigida. hijo, ete. esti destinad: Elena Nicoletti: Por tiltimo, paso la palabra a Janaina Aretha Silva Dornas, quien presentari “Conversacién y seguridad” Conversacién y seguridad: Janaina Aretha Silva Dornas Sabemos que el psicoanilisis en extensién no va sin el psicoanilisis puro. Considerando este principio, cada ver mis encontramos Ia incidencia del psicoanilisis como una respuesta frente a lo que el discurso de la ciencia y el discurso capitalista producen en la socie- dad en tanto prictica de los analistas. Jacques Lacan ya habia indicado la importancia de la praxis psicoanalitica en la sociedad y lo que eso repre- senta, por ser una de las funciones de la Escuela de psicoandlisis. Al fundar su escuela instituyé una sec- cién de recensién del campo freudiano, afirmando que “(...) una praxis de la teoria es requerida, sin la cual el orden de afinidades que trazan las ciencias que no sotros llamamos conjeturales quedard a merced de esa deriva politica que se alza con la ilusién de un condi- cionamiento universal”. (“Acto de fundacién’, 21 de junio de 1964, en Orros Escritos. Buenos Aires, Paidés 2012, p. 250) ‘A partir de estas consideraciones, se verifica que el CIEN trabaja incansablemente pues, tal como trans- miten los laboratorios, no se cansa de intervenir en las diferentes situaciones de segregacién, pues es justo alli, tn ese resto, en los puntos de impase ¢ imposible, que opera. En esta perspectiva, jlas ey bant Nada viva, las Petiencias que tract OD ean nes y oo Jornada gon lones y arreglas iq a BIOS qe cig, fo inv quien Pues | Le is propici petienc a partir de el que este trabajo se i ici con la a posibilidad del discurso analitica de tituciones, y. con los efectos tecoidon ye i ae animan el teabsjo alos tabajador ed se expands y el proyecto se aprobs en ung Ge eo dad Federal de Brasil, y hoy en dase wostiene dace Centros socioeducativos = Elena Hacerse interlocutores I ee 7 “ Elena Nicoletti: Pasamos ahora alos trabajos grup, dos bajo el titulo “Hacerse interlocutores”. Le dort palabra a Mary Lilian Trigo, del laboratorio rade en El Bolsén, quien presentaré “El ‘loco’ dela eu hi, en Me g cipan nnd EL loco" de la escuela - Juan: un nis jor Mary Lilian Trigo “Hac: sieuci ““Tenemos un alumno nuevo en ta escuela. Extd en 3¢ a ip do, Vino con un informe psiquiderico. Hace algunas coe ©! raras, locuras, pero la maestra lo lleva bien. vee Cuando la docente se toma licencia, Juan empiees to ner un comportamiento diferente: reacciona con grit Los «, pataleos, patadas y muerde, Algunas veces revolea sls lidian Cuando se pone asi, lo Hevamos a la biblioteca y all logtSe sie calmarse” Habl: lias d Constituimos un Equipo de Profesionales que trabaj¥® 80 en Instituciones Educativas. ee Nuestra modalidad de intervencidn es romar distan oye cia de la urgencia escolar. Es asf como comenzamo'se sie, a trabajar en relacién con el caso de este nifio. Prouna ponemos encuentros con los docentes, buscando coFEn ur ellos los pequefios detalles que nos permitan consteuite él | Ja brojula que nos oriente hacia un lugar para él. LoSu pa maestros se escuchan diciendo que Juan sabe: eset leer, dibujar y jugar. al a No sélo Juan siente temor y angustia frente los cams. bios, los docentes también. Ala. La manera de Juan de decir no era con gritos, patale*(N mordiendo. Profe, La manera de decir no de la escuela era aplicando *De rq duccién horaria. 7 Se produce un encuentro: pasa la biblioteeati gi." mira, lo saluda, se dirige a dl Ele devuelve 1 mig, ‘i ; irand mientras le dice que se corra, que quiere seguit © los invita toma Fin la contin se prontujo 690 teeuttso sul Hlena Nicoletti; Por iltime, Ma el trabajo “Los profesores tambi ete Miranda, con desde Los profesores también se incluyen desde afuera: Margarete Miranda fen diat ‘Me gustaria destacar como resoné en nosotros, parti- cipantes del laboratorio “Trocando em Mitidos” (ore nindose nifios), el acto de la comisin organizadora de la jornada, al ubicarnos en una mesa distinguida como “Hacerse interlocutores". Nuestra incursién en las ins- tuciones, de las que destacamos las escuclas, genera impases sobre la posicién de analizante, del lugar des- deel cual responder a los problemas que se presentan y de cémo responder. “Hacerse interlocutores” es una nominacién que nos acoge en un lugar confortable. De este modo, presentaremos nuestro texto, Los educadores, inicialmente quejosos, nos dicen que lidian con bombas armadas que tienen que desarmar. Se sienten invisibles tanto como lo son sus alumno: Hablan de cobranzas y desconsideracién de las fami- ias de los alumnos, de la Regional, del Otro super- 16 normativo y exigente. En las Conversaciones con orofesores, mencionan un alumno, T, que cumple una nedida socioeducativa por agresién, al que nombran somo alborotador, drogado ¢ infractor. 5e-senten solitarios y convocan al laboratorio para dar 1a respuesta a lo imposible de lidiar con ese alumno. inuna entrevista de la psicoanalista con ese adolescen- © alle relata que su madre se fug6, no sabe de qui 4u padre murié de un tiro en el pescuezo, cuando él tin estaba en el vientre de la madre. Expresa su agre- ividad aficmando que va a pegatle a la coordinadora y |hdirectora de la escuela y que cuando crezca quiere er bandido. \ la vez, diferencia a la profesora R, como bacana Ne T:: copada, buena onda), diferente a los otros rofesores. 2€ tetorno a la conversacién con los educadores le !guntamos a la profesora R cémo es su relacién con ~ Afirma que no tiene problemas con él y destaca el ‘ten que el pibe puso sus pies sobre la mesa. Ella lo Whiz un gesto, pidiéndole que retirara los pies de Cuadernos del CIEN #07 n otto gesto, como si dijera: ue ella repitiés el esto anterior y A ién diferenciaba a alli, HI respondié qué ay?" a lo ; obedeciendo, Ram Ihajo sus pie Tce que, a pesar de ser considerada la loca dela familia por ser profesora, los alunos camo T la mo- tivahan a permanecer en la profesién, {Qué habia de peculiar en ly relacin de esta profesora con exe alum- 2- preguntamos. Los otros profesores rexpondian a |i profesora Re, durante las conversaciones, afirmando que‘ no tenia buena naturalesa y era raro. La pro- fesora sostenia su posicion - lo que fue provocando cambios de los profesores en relacién con aquel ado~ lescente, Ouras pucrtas también se abrieron para él en ted, en J, en la regional, que se movilied para el caso. A nosotros, del CIEN, nos cupo la oportuni- dad de la experiencia con “un psicoandlisis muy vivo". Elena Nicoletti: Agradezco las intervenciones de los responsables de Jos laboratorios tan breves pero, a la ver, tan ricas en su transmision. Paso la palabra a Eric Laurent. Eric Laurent A cada uno, su punto de excepcién Agradezco la presentacién que hicieron los responsa- bles de estos laboratorios del CIEN y de su efectivo es- fuerzo de reduccién, tanto en el texto del dossier como en la intervencién oral, Creo que més alld de la diversidad de las experiencias de los laboracorios, cada uno presenta la dificultad que encontramos para subvertir el deseo o el régimen de incionamiento del mundo de la prohibicién y pasar al mundo de la excepcidn. EI mundo de la prohibicién esté centrado, al mismo tiempo, en normas y reglas, y se considera que parte del funcionamiento normal de las reglas y normas es no admitir excepciones, ¢En nombre de qué? ;Qué van a pensar los otros? :Por qué estos si y los otros no? Bajo este horizonte del falso universal de las normas y reglas hay un supuesto ideal del amor igual para to- dos; de un padre, un dios, supuestamente, bueno. La versién técnica 0 tecno-burocrética de la prohibicién es poner limites. Poner limites es una manera de de- signar dos cosas distintas: el limite de la institucién es més bien su impotencia, pero designa también la zona en la cual la insticucién pasa al acto, excluyendo o reprimiendo una conducta transgresora. Del lado del sujeto, también, el limite designa, al mismo tiempo, el acercamiento al pasaje al acto y también la impoten- cia que tiene el sujeto para cumplir con un mundo de reglas y normas. Se enfrentan estos mundos, especialmente, en esta zona muy extensa designada como condiciones de riesgo. Porque estas ‘condiciones de riesgo’ son una categoria amplia, en la cual se incluye a los toxicéma- nos, alos que se flgan, y no siempre corresponden a la misma patologia: pero, hay sin duda en esta nomina- cién -condi cn el otro, Sn de riesgo- hay alg sea con la fuga, y subjetiva que implica la droga. Los ejemplos que se plantean en estos trabajos inte- rrogan, muy bien, la manera de tratar lo que pasa en esos limites que imponen las normas y reglas a aquellas conductas transgresoras y riesgosas, EI primer ejemplo, fundamental: el sujeto que llega y dice “Quiero tratarme pero no quiero dejar de con- sumir drogas”, Desde el punto de vista de la regla, es inadmisible, pone en peligro al emisor de las reglas, entonces qué hacer? Lo que se instalé fue una interdiccién pero no total, una in- terdiccién a medida ~podriamos decir. No hay que hacer uso de la droga dentro de la institucién, del CADsi, pero tampoco hay que lle- var a este joven de paseo, porque se demostré que, llevandolo de paseo, toma cocaina y que se agita. Esto supone definir una interdiccién a medida, que no enfrenta direc- tamente el sujeto diciéndole “Eso no. Usted, 0 deja toda la droga 0 no entra’, pues el sujeto se irfa. En lugar del enfrentamiento brutal, la interdiccién a medida supone tole- rar primero una cierta infraccién, porque solo luego de que se tolere el hecho de que consuma droga en el paseo, se le puede decir: “Ah, no. Esto una vez si, pero dos no”. Entonces, interdiccién acd, durante el paseo, y no en la institucién. Asi que, cesta prohibicién a medida pertenece al régimen de la { excepcién. No es una excepcién concebida completa- mente por fuera del mundo de la prohibicién, pero es una subversion del mundo de la prohibicién para todos. Y supone aceptar que esos sujetos, que son asi, son de riesgo porque no pueden soportar normas y reglas universales, porque por razones miiltiples no tie- nen su lugar en este mundo. Entonces, para inventarse un lugar que puedan soportar tienen que pasar por sus conductas de riesgo y calcular cémo hacer de este im- pase de las reglas, la solucién que pueda incluirlos. ¥, efectivamente, una prohibicién a medida, es una de las relatis 4 perderse sea con la muerte maneras de incluirlos dentro del discurso, del otro, “cn sin que haya que soportar el nv 5 ‘el mundo de |. ide teglas iniversal ws ahs y normas universes, Supone poder ema soportar un pasajeal acto circunsctiptoa ua eenS h Va que tenga como consecuencia ba exclusién, Po ‘Ahora, lo que resulta muy divertido en el jemplo 4 4° Laboratorio “Delo imposible a lo contiy " {ue se encontraron en la porcine selena n de exclui 7 mundo en que no tenian lugar frron ha fueron los que quer el bien de la comunidad, los que eran nombradoe _ Pe Ocuparse, para proteger; ellos fueron quienes se eneon ° traron completamente fuera y excluidos de aquélla. 4°" fin de cuentas, hicieron la experiencia de lo que esr." tener un lugar en el mundo, Pero, lo que me guste que soportaron esto, y es asi como fueron incluido en el mundo por el tal Néstor quien, supuestament es un promotor de salud que no po dia soportar los discursos universal re pero podia llevarlos a diferentes luz F tes de la comunidad, a las escuela rq a través de un amigo, etc. Y de ex jy modo, no incluyéndose en nomb: del bien universal sino en nombre d hy la conexién que han tenido con eler ut cluido-reincluido, el Néstor éxtime ct de este modo, les permitié viajar wm poco por la comunidad, descubrien fu do que el fracaso del ideal de protege d ala juventud del riesgo de los embs ni razos, responde a un imposible. Per-d lo que es posible es descubrir que al promotores de salud, tal como se den signan, supuestos agentes de lo nid versal, ellos mismos estin divididos. N La primera promotora de salud, at quedar embarazada, resulta el caso princeps; es comP' Néstor, se incluye entre los promotores de salud, per embarazada - lo que habitualmente est4 prohibido Del mismo modo puede mostrarse cémo Néstor puel de llevar a todo el mundo para que constate en qu mundo estan insertados, junto a la joven embarazad®! c incluso la madre que viene gritando “qué cargjo es® haciendo con mi hija, est embarazada”. {Esto es exctt lente! Entonces, podemos decir: “Ud. va aensefiar® i cémo hacer para estar embarazada, pero de la buety manera”, De la buena manera, es decir, que la segun” ver vaa poder utilizar una proteccin tal como p99 quedar embarazada inmediatamente un atio desput por ejemplo ~cosa que podria ocurrir debidoa sen", gia de la juventud -. a Es mis bien procediendo ast y no en nombre ¢ ideal y de esas reglas y normas que fracasan, porque si solo fuera necesario proyectar peliculas de pedagogia para proteger € impedir que haya embarazos prematu- ros estarfamos en otro mundo, pero en nuestro mun do no es asi. Implica llevar adelante una conversacidin que no es pedagogia, sino subversidn de la ped del mismo modo en que en el laboratorio “Conversa cidn y seguridad” vemos cimo la conversaciin perm te subvertir, reordenar los imperatives universales de seguridad. Asi, ya sea con Néstor, 0 con la promotora embarazada, estamos ante los puntos de partida que yan a permitir mantener una conversacién verdadeta con esta comunidad de gente que esté excluida del di curso comin, Re-ineluirlos pasa por casos particula- Fes, uno por uno, y casos que han hecho precisamente tuna transgresién, que hicieron aquello que no habia aque hacer, pero es justamente a ellos a quienes hay que re-incluir. Esco es lo que entendieron, a su mane- ra, las religiones cuando, para reglar, los grupos religiosos no solo se apo- yan en el discurso del sacerdote que habla en la misa del domingo - a lo universal-, sino que se interesan mu- cho en los pecadores y, luego, se ar- man grupos de pecadores. Esa es la fuerza de los protestantes, y los grupos de auto-ayuda, tipo alcohélicos ané- aimos: pasan por el armado de grupos de pecadores. Pero son definidos para aerernidad y, en tanto pecadores, tie- ren que arrepentirse siempre del he- tho de serlo. Nosotros sabemos que lo que es in- eresante en un sujeto no es el bien universal, es su recado propio, su falta; lo que no hace exactamente lien, lo que falla en él, su pecado. Precisamente, con | pecado - pero no condenindolo a no tener mas que ina sola identidad: ser el pecador para la eternidad- eri con lo que se reinserte dentro de lo universal, para nseflarnos a todos en la conversaci6n lo que es con- umir drogas -pero no en todas partes-, lo que es estar mbarazada -pero de un modo que no sea catastréfico. odemos percatarnos que, cuando uno no tiene nada, empre se puede tener un hijo (se constata que en S clases mis pobres el niimero de hijos es 5 0 7 veces '2yor que en las clases més altas): es la produccién del ‘econo el objeto, ef objeto precioso que hay que “nsepuir. Entonces, diria que para nosotros lo precio- Seria emo producir la excepci6n. roducir la excepcién no se logra a partir de grandes discursos sobre la excepcién, porque los discursos so- bre la exeepcidn -si vamos por el mundo diciendo “es nuestro ideal, hacemos de la excepcién nuestra bande- ., sera rechazado como resto. Hay que pasar por la produccidn efectiva, en cl espacio de discurso comin, de un acto, de algo que permita definir, concretamen- te, dentro de este univers de discurso, lo que llama- mos la excepeidn. Fata se confirma en esta conversacion sobre seguridad y excepcidn, Vernos toda esta revdrica excepcional en la caal se transforma al viejo agente de seguridad en nue- vo agente socio-educativo, que muestra que la pedago- iglaces la otra cara de la prohibicién, y estos agentes no saben cémo aplicar reglas y normas cuando, desde el punto de vista de lo universal, dar prueba de autoridad es mantener el para-todos, sean cual sean las cosas que ocurran, Por ello, es realmente ejemplar lo que pasa con la comida, con nifios, o adolescentes a quienes efectivamente se les distribuye comida porque no la tienen. El agente se pone en una posicién tal que tira a la basura lo que no quiere dar. Es tan ab- surdo que es un punto de partida muy adecuado para definir lo que es la ex- cepcidn, hacer una excepcién. Y, den- tro del marco de estos agentes de segu- tidad esté aquel que puede tener una conducta absurda, y que se encuentra con su compafiero que le dice: “cuan- do faltaba leche, fui a comprar un poco para que esto se arregle”. Entonces, el poder transformar la idea de que el tini- Co tipo de la autoridad que conserva su dignidad es el decir “no”, revela que el poder decir si es, a veces, alin més poderoso: facilitar, decir que si -no como modo de ceder al terror o al susto- sino mas bien para facilitar la adaptacién a la situacién en la que estan estos nifios. Del mismo modo, vemos lo que pasa con el ‘loco’ de la escuela, Alli también la escuela se enfrenta con el nifio que viene loquito y es entonces él mismo, quien aterrorizado con lo que ocurre, patalea, tiene una reac- cién de violencia motriz; en efecto, encuentra el modo de reaccién y, entonces, se le castiga y se le reduce el tiempo, se lo excluye. En ese lugar de exclusién, se cru- zaa la bibliotecaria, quien con solo un intercambio de miradas, lo define, diciendo algo absurdo: “ah, ahora, estamos hablando”. No habia allf ningiin hablar, solo ese intercambio, pero solamente con esto el nifio que- da re-incluido desde el punto de vista de la excepcién. vista de hacer como todo cl Jo se pone insoportable, puede no en las palabras sino er ilencio de los li mente no hablan-, €s dri i aa Vemos cémo cl pasaje del regimen de La pronibicttt He la excepcidn es pasar de un régimen de aoe J como objetivo, al réginsen de la aoe ae ea han formulado en est fase que s© fas woes “estar incluido, desde afera”= 6s {I régimen de la estimidad. Y esta Ldgica es muy ope- fativa si se considera, al mismo tiempo: al drogadicto que est incluido pero acepra ciertas condiciones den- tro del espacio comiin, a los promotores de salud que se encuentran incliidos en posicién éxtima, a Néstor, 4 su compafiera que se embarxz6, al loco de la escuela «incluso, finalmente, alos profesores. A los profesores que enfrentados en una tarea aiin més imposible que cn tiempos de Freud, se encuentran entonces con esta posibilidad, frente a un nifio, un nifio presentado solo como alguien que inhala pegamento, o que tiene una conducta de violencia y de provocacién, que ya fue excluido de otra escuela porque pasé al acto, sin que se sepa mucho de él En efecto, los profesores testimonian de no poder ccumplir con los ideales que se les vienen encima. En la conversacién con el nifio, uno se entera, en la pri- mera interlocucién con él, que su padre fue asesinado de manera brutal, a poco de su nacimiento, y toda su conducta testimonia de la circunstancia de su venida al mundo. Y esto podria ser una identificacién al mismo tiempo con el asesino de su padre y con su padre como delin- cuente probable, Entonces, con estas dos cosas, emo hacer? Es él mismo quien inventa la solucién, hablan- do con él ~lo cual era realmente impredecible. Estd muy bien seftalado, testimoniado: no es a partir de una conversacién sobre tener que respetar a los po- bres nifios que son de esta manera porque su padre Fue asesinado. No es a partir de grandes consideraciones de este orden que se podri incluir; es el nifio quien “primero, mataron a mi padre, pero, segundo, los profesores no me hablan, y la tinica que me hablé fue la profesora R”. Y, ella, indica que hubo un cruce de miradas, pero no sabe cémo hizo, y el nifio acepté quitar sus pies de la silla. Es ella quien consiguié esto. Con este pibe que estaba en oposicién, ella supo hacer, sin amenazas, no se sabe bien cémo. Pero, lo que no se sabe tampoco es cémo se han detectado los dos: que esta profesora tiene una relacién especial con la locura, que ella misma considera que era la loca de la fila. No, desde el punto de mundo, sino que, cuand ala biblioteca, y alll, no © bros - que fl No sabemas y no necestamossbeo, pero py mente ella tiene buenas razones para suponer : . ian pensar que es la Toea dea familia, yeggg Bae SBS cclacdn, su proximidad con la cussién delgens seared por ser la loa, le permitié hacer una cose neg sion, 005 {que no puede entrar en ningtn protocola wate paren que no puede ser aconscjdo a nadie: supe yee Recibimes gesto, unia manera de comportarse con el loco ye, permitié que él tenga la ‘cién publics idea de que habta af men c2Ci6 esco tuna que podfa hacer una interlocucién, “electoral. Er Vemos en esta serie de casos, el régimen de Ia exe, dome qué h cidn, No solo vale para los sujetos de los que nox 195 Present pamos sino para aquellas personas que ellos design 208/05, me como de excepcién. Son ellos mismos quienes rnet™°5 © Pr de aislar la excepcién. estions: Y es as{ que en esta perspectiva de hacer elesfuern¢ ne pensar otro régimen podemos tener la idea de que Yeas hab |a posibilidad de mantener esta insercién de los Suetgeguir nla dentro de un universo de discurso comin, a condicé, de aceptar que siempre hay que pensar esta inseri[ntervenci del discurso a partir del punto de excepcién. Sealque me res transgresi6n, sea la falla en el cumplimiento 0, al spendas expe vés, la manifestacién excepcional de esta profesora pila imposibi miltiples razones, sea el acto del agente de seguridicar, y much socio-educador, sea con cada uno de los agentes gofundacione: estin en el Laboratorio, vemos que con esto funcioneste tipo de algo como una via de re-entrada, y lo que llamammnen se vuel conversacién es un dispositive que admite o que eiros de crabs hecho para permitir pasar de un régimen de funcioniimposibilid miento del discurso a otro, no en un discurso abstr#Escuchandc to, sino encarnado y que siempre incluye la dimensidPor una via del acto. Bien, es esto lo que propongo a la discusiés"fa hace un cuando no: Aplansos) Presta una porque es L . haciendo a #Conversacién nal para ha ue lo que Elena Nicoletti: Muchas gracias. Ahora absimos aI} que ce intervenciones del piiblico. manda, par Adriana Garcia: Queria agradecer a todos los pres¢Bric Laure tadores pues, si bien me interesa el trabajo del ClEIndart, per desde hace tiempo, al leer los trabajos del dossier me!squivoco, cuenta que, en esta oportunidad, me urgfa concu'Un espacio debido a mi trabajo en el Ambito del Gobierno de bacio de es Ciudad de Buenos Aires, en los equipos de orientaciisis sea un escolar, Pertenezco a uno de los tantos distrtos y !"™s bien d un aio especialmente dificil, donde en cada oportw"™® 8¢ reali dad nos preguntibamos qué estibamos haciendo. “Uchar a s Por los medios de comunicacién, se difundieroa ©? 8 nuncias de padres a docentes, aduciendo que s¥8

También podría gustarte