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Auschwitz

“Los últimos días "

Adaptación de textos de las obras , Terror y miseria del tercer Reich y La ópera de los dos
centavos de Bertold Bretch.

Sinopsis

Horas antes del amanecer , dos mujeres en un campo de concentración debaten sobre que
escribirian si tuviesen la oportunidad de redactar una ultima carta. Entre si dan a conocer
parte de su terrible historia, Una madre que nunca ha podido compartir con su hijo y una
esposa que en un sacrificio fallido intentó escapar de su hogar para salvar su vida y la de su
marido, La última carta será un grito de redención ante la injusticia más grande en la
historia de humanidad.

Personajes:

Mujer 1
Mujer 2
Niño

La escena ocurre en un campo de concentración. es de madruga.


Se escucha al fondo sonido del transcurrir de tanques de guerra .

luz tenue.

Niño: Un transeúnte me preguntó mientras lloraba


amargamente cuál era la causa de mi congoja.

–Había reunido dos monedas pero se me ha acercado aquel chico que esta alla y
me quitó una –

–¿Y no pediste ayuda? –preguntó el hombre.

–Claro que sí le dije, sollozando con más


fuerza.

–¿Y nadie te oyó? –siguió preguntando , al


tiempo que me pasaba la mano por la cabeza .

–No –.

–¿Y no puedes gritar más fuerte? –preguntó el hombre.


ao
–No –le contesté, mirándolo con ojos esperanzados,
pues el hombre sonrió.

–Entonces, dame la que te queda –dijo , y quitándome


la última moneda de la mano, prosiguió despreocupadamente
su camino.

Señores que pretenden enseñarnos


en qué momento debe darse el sí,
primero traten de alimentarnos:
¡comer primero, luego la moral!
Ustedes que decencia nos exigen hoy,
aunque mañana vengan a gozar,
escuchen esto: Por más vueltas que le den,
¡comer primero, luego la moral!
¡Posible debe ser que hasta el más pobre
del pan del mundo corte su pedazo!

Baja La luz , y se ilumina el lugar donde están las mujeres.

Mujer 1: Recuerdo siempre a mi abuela contar una anécdota sobre un tal


Peachum que decía: "Hay que encontrar algo nuevo. Mi negocio es demasiado
difícil, pues mi negocio consiste en excitar la compasión humana."

Es verdad que hay algunas cosas que estremecen al hombre —unas pocas cosas
—; pero lo malo es que, apenas aplicadas unas cuantas veces, ya no surten
efecto. Porque el hombre tiene esa tremenda capacidad de hacerse insensible en
cuanto lo desea.

Ocurre, por ejemplo, que un hombre que ve a otro hombre en una esquina,
exhibiendo el muñón de su brazo, la primera vez, por el susto, le da diez peniques;
la segunda, solamente cinco, y la tercera vez lo entrega sin contemplaciones a la
policía.

Mujer 2: Pareciera que se ha perdido todo , hasta la capacidad de exitar la


compasión , creería que para estos no existe, más no pierdo la esperanza de que
el mundo no se convierta en lo que ahora es Auschwitz

El hombre debia hallar en este mundo su felicidad.


gozar los placeres de la tierra y que en lugar de piedras poder comer pan.
algo tan sencillo como eso.
Son éstos nuestros derechos primordiales,
¿mas quién ha visto nunca que eso pase?
pocos tienen sus derechos...
¡Mas cada cosa va según su ley!

Ya pronto amanecerá y será nuestro último amanecer. Debí haber huido antes, sin
darle tantas vueltas en mi cabeza, ni si quiera tengo ahora la oportunidad de
despedirme como quisiera. ni si quiera tengo la oportunidad de dar un último
adiós, solo quedan cosas por decir , si pudiese escribirle una carta a Fritz le diría
todo aquello que no tuve tiempo, nos robaron hasta el tiempo. Lo quemaron , Lo
quemaron todo.

quizás en un futuro nos hubiéramos podido reencontrar...

Le hubiese dicho… ( como si recordara y tuviese al frente a su marido)

Fritz, no debes retenerme, no puedes… Es evidente que te hundiría, lo sé, no eres


cobarde, no tienes miedo a la policía, pero hay cosas peores. No te llevarán a un
campo de concentración, pero mañana o pasado mañana no te dejarán ir a la
clínica, y tú no dirás nada pero te pondrás enfermo. No quiero verte sentado aquí,
hojeando revistas, y si me voy es puro egoísmo por mi parte, nada más.

! La semana pasada dijiste, de forma totalmente objetiva, que el porcentaje de


científicos judíos no es tan alto. Siempre se empieza por la objetividad, y ¿por qué
me dices ahora continuamente que nunca he sido tan nacionalista judía como
ahora? Claro que lo soy. El nacionalismo se contagia. ¡Ay, Fritz, qué nos ha
pasado!

No puedo hablar cuando te miro, Fritz. Me parece entonces tan inútil hablar…
Todo está ya decidido. ¿Qué les ha pasado realmente? ¿Qué quieren realmente?
¿Qué les he hecho? Nunca me he metido en política… ¿Acaso estaba a favor de
Thälmann? Soy una de esas mujeres burguesas que tenian criados y, de pronto,
resulta que sólo pueden tenerlos las mujeres rubias. En los últimos tiempos he
pensado a menudo que hace años me dijiste que había personas que valían y
otras que valían menos, y unas tenían derecho a la insulina si padecían diabetes y
otras no. ¡Y yo estaba de acuerdo, estúpida! Ahora han hecho una clasificación de
esas, y resulta que pertenezco a las que no valen nada. Lo tengo bien merecido.

Está bien , yo lo acepto todo, salvo que en la última hora que nos queda no nos
miremos a la cara. No deben conseguir eso esos mentirosos que obligan a todos a
mentir. Hace diez años, cuando alguien dijo que no se notaba que yo fuera judía,
tú dijiste enseguida: claro que se ve. Y eso me alegró. Aquello era evidente.

No estoy enfadada. Bueno, sí, lo estoy. ¿Por qué tengo que comprenderlo todo?
¿Qué hay de malo en la forma de mi nariz o en el color de mi pelo? ¿Tenia que
marcharme de la ciudad donde nací?. ¿Qué clase de hombre eres ahora?
Tú Fritz Inventaste la teoría de los cuantos y la cirugía del pulmón y te dejas
mandar por
semisalvajes que ofrecen conquistar el mundo pero no te dejan tener la mujer que
quieres tener.

Son monstruos. Sí, por mi parte es poco razonable, pero ¿de qué sirve ser
razonable en un mundo así?

Mujer 1: No existe la razón en un mundo así, Intentamos convivir con esa


inminente condición de hacer silencio, de sonreír ante la limosna como si fuese el
primer premio y se ovidó la vida y la dignidad tratando de preservarlas, ¿Para
qué? si para ellos somos menos que el excremento de sus zapatos.

Dos hombres de la SA llegaron una tarde a casa, entraron diciendo orgullosos.

"Bueno, abuela, esto te lo manda el Führer, Para que no diga que no se ocupa de
usted. Y ahí dentro hay una carta del Führer . ¡Ábrala!

Tan solo eran unas patatas , Manzanas y un jersey de lana y en el sobre 5 Marcos

¡Es el Socorro de Invierno! Dijeron

Mi abuela sonriente les dijo , tiene que coger una manzanita, joven, y usted
también. Por haber traído el paquete y haber subido las escaleras. Otra cosa no
tengo. Y yo también me voy a comer una.

Coge una, Erna me dijo , ¡no te quedes ahí parada! Ya ves que las cosas no
son como dice tu marido.

Rapido preguntaron , ¿Qué dice su marido?

No dice nada. La vieja no hace más que parlotear. Fue lo unico que puede
contestar

Nada malo, saben, lo que dicen todos. Que los precios han subido un poquito en
los últimos tiempos. Y la verdad es que ella ha calculado, con la libreta de la casa,
que este año ha necesitado ciento veintitrés marcos más que el pasado. ¿Verdad,
Erna?

¿Dónde guarda la libreta de la casa, joven? ¿Y a quién enseña esa libreta?


Preguntaron , mientras revolvian todo.

Es sólo para la casa. No se la enseño a nadie. ¿Eso no puede parecerles mal


verdad?
¿Y que ande propalando barbaridades, tampoco puede parecemos mal, verdad?:
Tampoco he oído que, al entrar nosotros, dijera muy alto Heil Hitler. : Hemos caído
en una bonita guarida de marxistas. Tenemos que echar una ojeada a esa libreta
de la casa. Llévenos a donde viva.

Me tomaron del brazo, obligaron a que los llevara a casa y alli esperamos a que
regresara mi marido. al llegar aquí nos separaron Afortunadamente el niño pudo
escapar a casa de unos parientes que lo ocultaron y luego lograron enviarlo en
el kindertransport, mas nunca lo volvere a ver .

Si de alguien. pudiera despedirme en este momento sin duda sería de mi hijo,


para el seria mi ultimo adios

«¡mi querido hijo! mañana ya no existiré. las ejecuciones suelen


ser a las seis de la mañana. pero te escribo aun porque quiero que sepas que mis
opiniones no han cambiado. tampoco he solicitado ningún perdón, porque no he
cometido ningún crimen. sólo he servido a mi clase. si parece que con ello no he
conseguido nada, no es verdad. ¡cada uno en su puesto, ésa debe ser la
consigna! nuestra tarea es muy dura, pero es la más grande que existe, librar a la
humanidad de sus opresores. la vida no tendrá ningún valor hasta que se logre. si
no tenemos eso siempre presente, toda la humanidad se hundirá en la barbarie. tú
eres todavía muy joven,
pero hace falta que sepas cuál es tu lado. sé fiel a tu clase, y
tu padre y yo no habremos padecido en vano este duro destino, Que hayas
logrado escapar es un triunfo para la esperanza, es la garantía de que no lograrán
lo que desean, Mantente a salvó y la vida habrá prevalecido.

Mujer 2 : Se acerca la hora...


al final estoy segura que la humanidad logrará salir de la oscuridad talvez no logré
mirarlo, pero un nuevo amanecer vendrá.

Puedo sentirlo y eso me hace morir tranquila se acercan los últimos días de
Auschwitz.

Comienza a aumentar el sonido de tanques de guerra, perros ladrando , gritos.


Las mujeres en su rostro reflejan el miedo. Se toman de la mano y comienzan a
cantar.

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