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Geología Estructural

Unidad 4
“Cuerpos Igneos”

Dr. Claudio Carignano

G Cátedra de
E Geología Estructural
G
Cuerpos Ígneos
Son masas de magma que ascienden a través la litósfera y quedan atrapadas en la
E
corteza al enfriarse y cristalizar.
Con frecuencia el magma llega hasta la superficie, formando edificios volcánicos.
El ascenso del magma a través de la litósfera no sólo implica la transferencia de
materia, sino también el desplazamiento de una perturbación térmica, la cual
origina nuevos gradientes térmicos transitorios. Además, los cuerpos magmáticos
modifican el comportamiento reológico de las rocas adyacentes, disminuyendo la
resistencia de las mismas debido al incremento de la temperatura.

Características más importantes de un cuerpo ígneo intrusivo:


1) Forma y dimensión del cuerpo.
2) Variación de las estructuras y texturas y su distribución en el interior del cuerpo. La relación entre la forma del cuerpo y las
variaciones texturales tiene una gran importancia para comprender las relaciones entre los cuerpos ígneos y la estructura regional.
3) Variación en la composición, distribución, abundancia y dimensiones de las segregaciones tardías de los diferenciados magmáticos.
4) Presencia de enclaves, bloques y pendants.
6) Naturaleza y geometría de los contactos con la roca de caja y sus características reológicas.
7) Concordancia o discordancia con las estructuras de la roca de caja.
8) Distribución y magnitud de la aureola térmica, que no siempre se traduce en la formación de hornfels (= cornubianitas).

Un estudio estructural de cuerpos ígneos implica la consideración de su estructura interna, la forma y


tamaño, así como la de su relación estructural y cronológica con las rocas adyacentes.
Magma
G
Fundido viscoso silicatado a alta temperatura, compuesto por elementos químicos mayoritarios como Si, Al, Fe, Mg, Ca, Na, K,
E
entre otros. Los magmas tienen o pueden desarrollar tres fases: una fase líquida (fundido), una fase sólida (minerales
cristalizados a alta temperatura, según serie de reacción de Bowen) y una fase gaseosa (el 90% es vapor de agua, seguido de
cantidades menores de O2,HCl, HF, S, N2, Ar, H2BO3).
La propiedad fundamental de un magma es la viscosidad, que varía según:
• Temperatura.
• Contenido de Agua, que favorece la formación de material fundido.
• Presión, un magma con fluidos y presión creciente circula por que la viscosidad disminuye.

Composición del magma:


El Si tiende a polimerizarse por lo que mientras más Si tenga más cadenas se forman y más viscoso es el magma.
La viscosidad condiciona la fluidez del magma.
52-45% SiO2: magma básico → más fluido (~ 1000ºC)
>63% SiO2: magma ácido → más viscoso (~ 800ºC)

Los magmas circulan y se movilizan en la corteza profunda, la corteza media y la superficie. Al emplazarse y durante su
ascenso, se enfría y cristaliza, formando cuerpos ígneos en los cuales es posible definir: foliaciones y lineaciones, fuerzas
tectónicas actuantes a partir de su formación, formas orientadas y controladas por espacios disponibles.
G
Textura y Estructura Interna de los Cuerpos Ígneos E
Tamaño de grano y textura
Inclusiones, Xenolitos
Lineaciones y Foliaciones (primaria, secundaria, heredada (en granitización))
Estratificación composicional: alternancia de capas de composición distinta (asentamiento gravitacional, bandeamiento de flujo).
Estructura Schlieren: capas o láminas irregulares, algo onduladas de color más claro u oscuro que la roca, compuesto generalmente
por los minerales de la roca. Puede deberse a segregaciones, concentración de fluidos residuales, etc. (Las Bt forman schlieren
por agregados magnetizados).
Estructuras de flujo: se forman en estadíos del emplazamiento del magma y continúan formándose hasta que este se enfría y
cristaliza completamente. Se generan lineaciones determinadas por la orientación de minerales, suelen ser paralelas a la
dirección local de flujo. Generalmente se analizan minerales con forma:
• Tabular → Kfs: puede formar tanto una lineación (orientación eje c) como una foliación (orientación de cara (100)
• Laminar → micas
• Acicular → Hbl

Estructuras internas primarias: pueden reflejar la cinemática de la intrusión y preservar la naturaleza de los movimientos
del magma. La orientación de inclusiones y xenolitos puede formar parte de la estructura interna, como así también los
schlieren.
G
Estructuras Frágiles en Cuerpos Ígneos
E
Fracturas y/o diaclasas: Asociadas a los últimos estadíos de emplazamiento se puede producirse un fracturamiento .
La geometría de este fracturamiento expresa la cinemática del plutón.
Estas fracturas se originan como respuesta a las condiciones termodinámicas de la intrusión.
La naturaleza primaria de esta fracturación queda expuesta en la asociación con aplitas, pegmatitas, hidrotermalismo, etc.
Las fracturas generadas por esfuerzos regionales, que operan luego de la cristalización del magma no son primarias.

Tipos de fracturas primarias


1) Fracturas transversales: perpendiculares a la lineación de flujo. Pueden estar recubiertas con minerales.
2) Fracturas longitudinales: con rumbo paralelo a la lineación de flujo. Tienden a tener una cubierta mineral.
3) Superficies extensionales: ubicadas en la parte superior de un plutón.
Son fallas poco profundas y truncan en diagonal la lineación.
4) Fisuras marginales: afectan al plutón y a la roca de caja.
Pueden ser llenadas por diques. Están orientadas en la
dirección de máxima elongación.
G
Clasificación estructural de cuerpos ígneos
E
Basada en el carácter concordante o discordante del contacto, la forma y el tamaño. Se clasifican en Laminares y Globosos.

El término plutón es el nombre genérico para los


cuerpos intrusivos y las rocas que los envuelven,
se denominan rocas de campo o rocas de caja.
El tamaño y forma de los plutones es
generalmente especulativo, porque la erosión
expone sólo una pequeña parte del cuerpo,
aunque se ha logrado considerable información
de cuerpos profundamente erosionados,
mediante observaciones de campo, estudios
geofísicos y trabajos mineros.
Según su forma específica se agrupan los cuerpos
plutónicos en laminares y globosos (Llambías
2008). En las clasificaciones también se tienen en
cuenta las relaciones con la roca de campo, ya sea
que corten a la estructura, o que se adapten a ella
se los llama discordantes o concordantes,
respectivamente.
G
Cuerpos ígneos laminares
Son aquellos que se caracterizan por tener una relación longitud/espesor >>1 y están constituidos por dos superficies planas más o E
menos paralelas entre sí. Son los cuerpos ígneos que tienen la mayor relación superficie/volumen. Por su geometría son pocos
favorables para la conservación del calor, por lo cual el magma que fluye en su interior debe hacerlo de tal manera que se reduzca
al máximo la pérdida de calor por conducción. Entre los cuerpos ígneos laminares se encuentran los diques y los filones capa (sills).

Los espesores de los diques tienen un amplio


rango de variación. En general, el espesor
aumenta con la viscosidad del magma y esta
propiedad se relaciona con la facilidad del fluido
para escurrirse a través de las fracturas.
• Los diques máficos (magmas de bajas
viscosidades) pueden llegar a tener delgados
espesores, de solamente unas pocas decenas
de centímetros.
• Los diques silícicos tienen en promedio un
espesor mayor que los máficos, y si bien no se
ha establecido espesores promedios, sus
valores más frecuentes oscilan entre 2 y 15 m,
alcanzado en algunos casos hasta 20 y 25 m.
G
Diques
Conductos de forma laminar y disposición subvertical que atraviesan la litosfera asociados o conectando el sistema magmático E
entre diferentes intrusiones (sills, plutones, lopolitos, lacolitos, facolitos) y también con las diferentes manifestaciones extrusivas
(volcanes y erupciones fisurales).
Hay un tipo especial de dique que se desarrolla durante los estadios finales de la cristalización de los plutones graníticos y que se
localiza exclusivamente en su interior. Se denominan diques sin-plutónicos o sin-magmáticos porque se forman antes que finalice la
cristalización del plutón.
Su espesor es variable, desde centímetros a decenas de metros, al igual que su recorrido (métrico hasta kilométrico). Su composición
puede ser desde básica a extremadamente ácida (prácticamente están representadas todas las rocas ígneas) pero la abundancia
relativa depende de la viscosidad del magma. Los diques máficos, poco viscosos, son mucho más frecuentes que los silícicos, que
tienen mayor viscosidad.
Las texturas son variadas y resultan de la velocidad del enfriamiento, que a su vez depende de la masa ígnea y del contraste térmico
con la caja, por eso no se las puede utilizar directamente para estimar la profundidad del emplazamiento.
En los niveles superficiales de la corteza y en los diques de escaso espesor predominan las texturas porfíricas con pastas afaníticas
hasta parcialmente vítreas, felsíticas, o incluso pastas microgranulares muy finas, similares a las de las aplitas. En los niveles más
profundos, o en diques superficiales de gran espesor, son comunes las texturas porfíricas con pastas granulares a microgranulares e
inclusive granulares de grano mediano.
Los diques pueden presentarse como diques singulares o formando haces o enjambres de diques. La disposición de los haces de
diques puede ser de orientación irregular, subparalela, radial, anular o cónica. Raramente se encuentran en forma aislada, a menos
que la erosión haya descubierto solamente unos pocos de ellos.
De acuerdo con el diseño de la distribución en el terreno, se los describen como diques anulares, diques radiales, y diques
longitudinales.
Un dique consta de los siguientes rasgos: G
1) Contacto con la roca de caja: es neto y está dado por superficies E
planas ± paralelas entre ellas. Si el contraste entre la viscosidad del
magma y la roca encajante es alto, el contacto es neto y los cristales del
encajante quedan cortados limpiamente; si el contraste es bajo, el
contacto es neto pero respeta los bordes de grano. A escala de
afloramiento el trazado del contacto puede ser lineal o sinuoso.
2) Borde externo de grano fino: La parte externa del dique que se
encuentra en el contacto con la roca de caja, casi siempre presenta un
tamaño de grano menor que en el centro del dique. Desde el borde
hacia el interior del conducto tanto la matriz como los fenocristales
aumentan de tamaño. Puede presentarse una foliación magmática por
disposición de fenocristales subparalelos al contacto con la caja; o
presentar zonalidad de borde a centro del conducto por variaciones en
el tamaño de los cristales por enfriamiento, o por crecimiento en
sucesivos pulsos.

3) Parte central o núcleo: constituye más de las 2/3 partes del


dique. Está constituido por una roca masiva con un tamaño
de grano más grueso que el del borde de grano fino.

El nivel de emplazamiento de los diques puede ser muy variado.


Con frecuencia un dique está compuesto por segmentos de unos 200-300 m de longitud, organizados en
G
échelon , en forma irregular, anastomosada, o en zig-zag y suelen tener una distribución ± paralela, E
coincidente con una estructura mayor. La longitud de un dique se considera la suma de todos estos
segmentos, que en conjunto permiten identificar al dique. Se interpreta que los segmentos se unen en
profundidad formando un dique con mayor continuidad. Los diques se presentan con frecuencia en
agrupaciones de varios diques, constituyendo los enjambres de diques.
Enjambres de diques. Comúnmente los diques intruyen en forma haces . Presentan potencias muy variables,
de orden métrico, son subverticales, de contacto neto y recorrido sinuoso, con frecuentes bifurcaciones. Parte
de estos diques afloran como islotes de roca dura alargados en la vertical, quedando así evidente su forma
laminar. Raramente se encuentran en forma aislada, a menos que la erosión haya descubierto solamente unos
pocos de ellos.
Están asociados a cuerpos plutónicos, o en regiones
donde predominan los procesos extensionales con
coladas, sin relación con otros cuerpos ígneos.
Los enjambres de diques máficos de las dorsales oceánicas son los
que tienen mayor desarrollo y se los puede observar en los
complejos ofiolíticos.
Hay enjambres de diques gigantes, que por su extensión exceden a
la simple relación con cuerpos ígneos. Se los relaciona con plumas
térmicas que interactúan con la litósfera.
Diques radiales y anulares
G
Los diques radiales y anulares exhiben diferentes diseños en su distribución, aunque ambos están asociados a campos de esfuerzos E
puntuales y normalmente están en estrecha vinculación con cuerpos ígneos globosos y son típicos de áreas epizonales y volcánicas,
donde las cámaras magmáticas están a pocos kilómetros de la superficie. No siempre ambos sistemas de diques se presentan en forma
conjunta, predominando unos u otros.
Estos irradian de una intrusión central cilíndrica y definen planos subverticales y rectilíneos,
a veces, constituyendo los conductos laminares de alimentación de erupciones fisurales.
El centro a partir del que irradian que se denomina punto focal.
Los esfuerzos que originan los sistemas radiales están relacionados con las presiones
magmáticas de las intrusiones centrales, combinadas con un campo de esfuerzos regional.
El cuerpo intrusivo perturba el campo de esfuerzos regional dando planos de mínimo
esfuerzo de disposición radial correspondiente a la trayectoria de los esfuerzos por donde el
magma se donde se propaga. Su desarrollo depende de:
- radio de la cámara magmática
- presión magmática
-campo de esfuerzos regional
Los esfuerzos que posibilitan la formación de los diques radiales son
los mismos que los que originan los diques anulares, sin embargo,
no es común encontrarlos en forma conjunta en la naturaleza.
G
Diques anulares
Son cuerpos intrusivos laminares que en planta son circulares, elípticos, poligonales o arqueados y presentan buzamientos muy E
acusados (subverticales) hacia el exterior del centro intrusivo. Las potencias son variables pero pueden alcanzar hasta varios centeneras
de metros, y suelen ser de naturaleza félsica.
Se encuentran estrechamente asociados a cuerpos ígneos y en aquellos casos que no están aflorando, los diques anulares son
indicadores de su presencia en profundidad.
Los diques anulares también están asociados a los complejos volcánicos y en muchos casos señalan los bordes de las calderas. La
sobrepresión de la cámara magmática cede tras la formación de los diques radiales, cónicos y la posible extrusión de magma, lo que
provoca un colapso en la superficie (una depresión circular denominada caldera) a favor de fracturas de superficie cilíndrica. Estas
fracturas se van rellenando por el magma y forman los denominados diques anulares.
Diques cónicos
G
Son intrusiones filonianas curvadas, discordantes, concéntricas y buzando variablemente hacia un centro intrusivo común, describiendo E
en planta diques circulares o elípticos. Al igual que los anulares, forman parte de complejos de subsidencia, muchas veces asociados a
grandes calderas volcánicas. La potencia de los diques cónicos es muy variable: los diques básicos pueden alcanzar hasta una decena de
metros, mientras que los félsicos alcanzan potencias mayores de 60 m.
También son comunes en áreas subvolcánicas donde las cámaras magmáticas cercanas a la superficie terrestre determinan un campo
de esfuerzos con los planos de mínimo esfuerzo describiendo formas cónicas por encima de la parte superior de las mismas. El
buzamiento hacia el interior es consecuencia del inflamiento de la cámara que genera una compresión radial del bloque superior.
Cuando provoca la ruptura de este bloque, el magma se propaga y rellena dichas fracturas cónicas. Estas intrusiones subvolcánicas
aparecen en sectores de subsidencia ligados a grandes evacuaciones de magma desde cámaras magmáticas epizonales, provocando
erupciones plinianas y calderas, junto con un complejo de diques radiales, anulares, cónicos y plutones centrales.
G
Sills o Filones capas
Intrusiones laminares de disposición subhorizontal, que suelen ser concordantes con la E
estructura de la roca encajante (estratificación) aunque localmente tienen tramos
discordantes. Comúnmente son subhorizontales y están alojados en rocas sedimentarias.
Techo y el piso están constituidos por superficies planas ± paralelas entre sí, conformando en
la mayoría de los casos cuerpos tabulares.
Su extensión o propagación lateral puede ser muy grande mientras que su crecimiento en la
vertical es muy inferior, dando lugar a cuerpos intrusivos sencillos.
Se pueden considerar cuerpos laminares de estancamiento del magma tras su ascenso a
través de diques desde otras cámaras magmáticas, o de las propias áreas de fusión.
El fundido de los diques, al llegar a niveles de flotabilidad neutra (la densidad del magma se
iguala con la del encajante, o bien existen límites litológicos que impiden su ascenso), se
desvía lateralmente siguiendo el plano de menor resistencia. Suelen estar estrechamente
asociados a lacolitos, pasando transicionalmente de unos a otros.
Estos intrusivos pueden crecer por sucesivos pulsos magmáticos (a modo de coladas
subterráneas) formando, en el caso extremo de apilamiento en niveles dúctiles, un plutón o,
en niveles más superficiales y frágiles, un lopolito o lacolito. En la actualidad, los sills se
definen como pulsos magmáticos esenciales en el amalgamiento o crecimiento plutónico.
Los filones capa pueden ser:
- Simples: resultan de una sola inyección de magma.
- Múltiples: resultan de dos o más inyecciones de la misma clase de magma.
- Compuestos: resultan de inyecciones de magma de composición diferente.
-Diferenciados: el magma se separa en capas de composición diferente por influencia de la gravedad.
G
En secuencias sedimentarias, se pueden confundir con coladas debido a las formas laminares de ambos cuerpos. E
La distinción entre estos es de gran importancia porque permite asignar una edad relativa a la actividad ígnea, ya que una colada es
contemporánea con la sedimentación y un filón capa es posterior a ella.
Las características para diferenciar un filón capa de una colada son:
1. Los diques, discordantes, que conectan un filón capa con otro
2. La convergencia de dos filones capa en uno solo.
Las coladas se pueden identificar si tienen:
1. Texturas escoriáceas, altamente vesiculosas
2. El techo parcialmente erodado
3. Paleosuelos en su parte superior
Las composiciones de los filones capa más frecuentes son las básicas e intermedias.
Los campos de filones capa de diabasas (= doleritas) son los que alcanzan las mayores dimensiones
La transición entre los filones capa y los lacolitos depende de pequeñas variaciones en la viscosidad del magma. Los magmas
con viscosidades relativamente más altas tienden a formar lacolitos en lugar de filones capa. Estas variaciones pueden darse debido
a pequeñas diferencias en la temperatura y/o en el grado de cristalización.
La baja viscosidad del magma favorece la formación de los filones capa , propiedad que le permite escurrirse fácilmente.
Una elevada viscosidad favorece el desarrollo de esfuerzos magmáticos propios, promoviendo el domamiento del techo y por lo
tanto la formación de lacolitos.
La formación de filones capas también se favorece cuando la densidad del magma se iguala con la de las rocas del entorno. En estos
casos la capacidad boyante del magma tiende a cero, y por lo tanto el magma fluye horizontalmente. Esto puede ocurrir en las
cuencas sedimentarias poco diagenizadas, cuyas rocas tienen densidades relativamente bajas.
G
Lacolitos
Cuerpos intrusivos que se forman cuando el contraste de viscosidades entre el magma y la roca encajante es alto, E
de tal manera que el emplazamiento de sucesivas unidades de sill provoca una deformación en el encajante
(arqueamiento o doming), que es empujado verticalmente si la superficie libre está próxima. El resultado sería una
superficie superior convexa.
Se emplazan preferentemente en los niveles superiores de la corteza, ya sea en rocas sedimentarias o volcánicas
estratificadas cuyas relaciones de contacto son, en su mayor parte, concordantes.
Generalmente el piso es plano, mientras que el techo es convexo hacia arriba, conjuntamente con las capas de la
roca de caja que acompañan su convexidad. En planta tienen secciones circulares o en forma de lengua.
El magma que alimenta un lacolito asciende a través de un conducto o canal alimentador. Al llegar a un cierto nivel
de la corteza interrumpe su ascenso vertical y comienza a escurrirse lateralmente, de la misma forma que los filones
capa; pero se diferencian de ellos por la presión que ejerce el magma sobre la roca de caja, que se traduce en una
forma con tendencia a ser globosa.
Para que el lacolito pueda crecer, los esfuerzos magmáticos deben superar a la carga y flexionar hacia arriba las
capas de la roca de caja.
Lacolitos en árbol de Navidad

Lacolitos punzantes o bismalitos


Billings (1972) diferenció los lacolitos de los filones capa por la
relación del diámetro respecto al espesor: si la relación es <10 el
cuerpo es un lacolito y si es >10 es un filón capa.
G
Lopolitos
Si el contraste de viscosidad entre el magma y la roca encajante es bajo, es decir, en niveles corticales algo más
E
profundos que los lacolitos, el suelo de la cámara magmática podría hundirse con el progresivo inflamiento de la
forma plutónica por amalgamiento de nuevos pulsos (nuevas unidades de sill), resultando un plutón con forma
de domo invertido (superficie inferior de tendencia cóncava).
Pueden estar asociados a una cuenca estructural. La formación de la cuenca es, probablemente,
contemporánea a la intrusión.

Facolitos
Son cuerpos ígneos de pequeñas dimensiones, que se ubica
concordantemente en las charnelas de los pliegues.
Los tamaños varían desde unos pocos m2 hasta unos
escasos km2. Los ejemplos más característicos se dan en las
rocas metamórficas inyectadas, donde los cuerpos ígneos
ocupan las charnelas de los pliegues adelgazandose los
flancos hasta desaparecer. En estos casos el tamaño del
facolito depende de la longitud de onda del pliegue. La
formación de este tipo de facolitos no está relacionada con
la de los típicos lacolitos emplazados en corteza rígida.
Mientras que los filones capa, lacolitos y lopolitos son emplazados por inyección
forzada, se cree que los facolitos son intruídos pasivamente, rellenando el magma
cavidades potenciales que se forman durante el plegamiento.
G
Cuerpos ígneos globosos
Plutones E
Son cuerpos magmáticos residentes en la corteza, cuyo enfriamiento es progresivo y continuo hasta el final de la cristalización.
Representan el emplazamiento dentro de la corteza terrestre de cuerpos de magma de grandes dimensiones, sobre todo en comparación
con la mayoría de diques y sills.
Con frecuencia tienen secciones globosas, con una gran continuidad en profundidad y su tamaño puede variar enormemente, al igual que
otras características importantes como su forma, su nivel de emplazamiento, las relaciones de contacto
con las rocas encajantes, etc.
Tienen la propiedad de enfriarse lentamente y desarrollar aureolas
térmicas de larga duración.
Los plutones pueden albergar una notable complejidad estructural,
pudiendo estar constituidos por la entrada de varios pulsos de magma, lo
que conlleva la presencia de diferentes tipos rocosos o facies dentro de
un mismo plutón (posible zonado).
Por lo general, los plutones no aparecen como cuerpos aislados, sino que
suelen formarse varias intrusiones (su número puede ser muy variable)
que constituyen un batolito. La construcción de batolitos se enmarca en
un determinado ciclo magmático (a escala temporal) y en un contexto
geodinámico concreto (por ejemplo un margen convergente de
subducción o una zona de rift intracontinental).
G
Plutones: Nivel de Emplazamiento
E
Se han definido tres grandes zonas o niveles de emplazamiento dentro de la corteza
terrestre: la epizona (superior), la mesozona (media) y la catazona (inferior). Estas zonas
no tienen límites concretos, sino al contrario, se solapan durante kilómetros en la vertical.
Intrusiones catazonales: Se producen en un ambiente dúctil, con rocas metamórficas de
grado medio-alto, temperaturas por encima de los 450 ºC aproximadamente, donde no se
suele formar una aureola de contacto importante. Suelen ser plutones con foliación
interna, sintectónicos o pretectónicos, concordantes, y pueden estar ligados a zonas
migmatíticas.
Intrusiones mesozonales: En la mesozona las características de los plutones son
intermedias entre la epizona y la catazona, encontrándose normalmente la corteza en
temperaturas del rango 300-500 ºC (metamorfismo de grado medio-bajo). La corteza
transita en esta zona de dúctil a frágil, lo que la hace propicia a la acumulación de grandes
cuerpos plutónicos que conforman batolitos. Las intrusiones pueden
ser sintectónicas o postectónicas, normalmente isótropas, aunque puede haber
deformación en la zona de contacto. Son habituales las aureolas de metamorfismo
térmico.
Intrusiones epizonales: La epizona implica un ambiente de emplazamiento de baja
temperatura (aprox. < 300 ºC) y baja ductilidad (frágil). Son característicos los plutones
de pequeño o mediano tamaño que tienen normalmente carácter postectónico y que
pueden generar aureola de contacto para volúmenes relativamente grandes de magma. Es
común encontrar intrusiones tabulares (diques y sills). Son fenómenos destacables
también la presencia de bloques del material encajante (proceso de stoping), la formación
de cavidades miarolíticas y el hidrotermalismo.
G
Plutones zonados
Algunas intrusiones desarrollan cierta variabilidad composicional entre la zona externa y su
E
parte más interior, lo que resulta en un zonado más o menos concéntrico. Cuando las facies
más máficas se situan hacia el borde y las más félsica progresivamente hacia el interior, se
habla de un zonado normal; en el caso contrario se trataría de un zonado inverso.
El zonado normal puede formarse por varios procesos, por ejemplo por la cristalización in-
situ de un cuerpo homogéneo de magma, que formará mayor proporción de minerales más
máficos en el contacto con la roca encajante (donde se pierde más temperatura), haciéndose
el fundido más félsico hacia el interior.
G
La forma de los plutones
El tamaño de la mayoría de los plutones hace muy difícil conocer su forma en tres dimensiones, por lo
E
que esta característica suele describirse en base a la traza cartográfica que la intrusión presenta en su
afloramiento superficial. Esta forma de las intrusiones puede ser muy variable y en ella influyen
aspectos tan diversos como el nivel expuesto de la intrusión (su parte más somera, zonas medias o su
raiz), la presencia de un determinado régimen de esfuezos durante el emplazamiento, el grado de
ductilidad de las rocas encajantes o la existencia de estructuras tectónicas favorables a la inyección
de magma.
La forma de los plutones puede ser referida a:
1) la relación entre los ejes máximos y mínimos, denominada relación axial del plutón
2) la relación entre la forma del plutón y las estructuras de la roca de caja.
La variación en la forma de los plutones a lo largo de cada pulso se puede explicar por:
1) la progresiva disminución de los esfuerzos regionales
2) el aumento de la viscosidad del magma
3) la combinación de ambos
G
E
Intrusiones circulares: Las formas circulares en las intrusiones suelen reflejar un emplazamiento en el que no han sido determinantes
los esfuerzos compresivos, sino que con frecuencia son plutones de ambientes extensionales de intraplaca. Cuando el
emplazamiento de la intrusión se debe principalmente a los esfuerzos del magma sobre la roca encajante como resultado de su mayor
flotabilidad (menor densidad), y si los materiales adyacentes presentan un comportamiento dúctil, las formas de las intrusiones
pueden ser también circulares o elípticas. Estas características serían propias de algunos plutones emplazados en la parte baja de la
corteza (catazona).
Intrusiones elongadas: Son más frecuentes los plutones y batolitos de forma alargada que los circulares. Esta forma suele estar
relacionada con la tectónica. La presencia de un régimen de esfuerzos compresivo provoca que el eje largo de la intrusión se disponga
perpendicularmente al eje de máximo acortamiento (independientemente de la edad relativa de la intrusión). En algunas ocasiones el
magma puede aprovechar una estructura tectónica alargada para emplazarse, como puede ser una falla (normal, de tipo
cabalgamiento o con componente en dirección), lo cual también llevaría a una forma elongada.

Plutones: relaciones con el encajante


Las estructuras y relaciones de contacto que se pueden establecer entre una intrusión ígnea y los materiales que han actuado a modo
de encajante aportan información muy útil acerca, por ejemplo, del nivel de emplazamiento, de las condiciones reológicas de la
corteza en el momento de la intrusión o las relaciones con deformaciones regionales previas o coetáneas al emplazamiento.
1. Aureola de contacto.
2. Intrusiones pretectónicas.
3. Intrusiones sintectónicas.
4. Intrusiones postectónicas.
G
Batolitos
Los batolitos son agrupaciones de plutones asociados en el espacio o intrusiones individuales relacionados a un período definido de E
actividad ígnea (pudiendo estar ésta constituida por diversos pulsos), cuya superficie de afloramiento suele ser de decenas a miles de
kilómetros cuadrados.
Los tipos rocosos que conforman los batolitos pueden recoger todo el espectro de rocas plutónicas, pero en cada batolito la abundancia
de las litologías está controlada por la química de los fundidos primarios y los procesos magmáticos que se producen hasta el
emplazamiento final de los distintos cuerpos.
El ambiente geodinámico al que se asocian los batolitos es determinante en sus principales características.
El emplazamiento de cada batolito está relacionado con procesos geológicos gobernados por la tectónica global.
Se pueden diferenciar de forma sintética:
Batolitos orogénicos: asociados a márgenes Batolitos de zonas de subducción.
continentales activos Batolitos asociados a colisión continental: sincolisionales
Batolitos asociados a colisión continental: poscolisionales
Batolitos anorogénicos: asociados a la
intraplaca

Batolitos anorogénicos: Son de ambientes no compresivos, como dorsales, islas oceánicas o zonas de rift. Suelen tener dimensiones
menores que otros batolitos, como los orogénicos, y las intrusiones que los conforman son de menor tamaño presentando formas
circulares o poco alargadas. Su composición es peralcalina a alcalina y mayoritariamente están formados por granitos hipersolvus o de
un feldespato (formados a altas temperaturas y con bajo contenido de agua). Su viscosidad relativamente baja lo que favorece su
emplazamiento en niveles someros (epizona), y el posible desarrollo de calderas de subsidencia o diques cónicos y anulares.
Batolitos orogénicos
G
E
Batolitos en zonas de subducción: En las zonas de subducción, cuya actividad puede prolongarse por largos periodos de tiempo, se
suceden batolitos de edades variables que suelen tener formas alargadas, grandes tamaños y estar constituidos por numerosos plutones.
Los tipos rocos más frecuentes en este tipo de batolito son los dioríticos y tonalíticos, con términos granodioríticos y monzograníticos en
proporción menor.
Batolitos asociados a colisión (sincolisionales): En zonas donde dos placas tectónicas continentales han colisionado es normal encontrar
batolitos compuestos principalmente por granitoides.
Batolitos asociados a colisión (poscolisionales): La expresión más importante del magmatismo asociado a colisión suele ser el que se
desarrolla una vez que la colisión ha finalizado (poscolisional), a veces decenas de millones de años después. El engrosamiento cortical y
los procesos posteriores de desmantelamiento del orógeno, facilitan que se produzca una gran cantidad de magma, mayoritariamente de
origen cortical. Se produce un alivio mecánico, pasando del acortamiento lateral causado por la compresión a una extensión. Durante
este periodo de extensión la actividad magmática puede ser intensa.
G
E

Trabajo de investigación y exposición en grupos:

1 Comportamiento Elástico (o de Hooke)


2 Comportmiento Viscoso
3 Comportamiento Plástico
4 Comportamiento Elastoviscoso (o de Maxwell)
5 Comportamiento Viscoelástico o firmo-viscoso (o de Kelvin-Voigt. o Kelvin)

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