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LECCIÓN 12

Ademanes y expresiones faciales


¿Qué implican?
Mover las manos, los hombros o el cuerpo entero, a fin de expresar ideas, estados de ánimo o
actitudes.

Mover los ojos y la boca, así como inclinar la cabeza, para reforzar lo que se dice y transmitir
sentimientos.

¿Por qué son importantes?


Aportan énfasis visual y emocional a las palabras. Pueden intensificar los sentimientos del
orador y, en consecuencia, dar vida a su voz.

EN ALGUNAS culturas se gesticula con más libertad que en otras. No obstante, prácticamente todo el
mundo varía la expresión del rostro o efectúa algún tipo de ademán al hablar, ya se trate de una
conversación privada o de un discurso público.

Las ideas y los sentimientos se comunican no solo con la voz, sino también con los gestos. Si estos no se
utilizan bien, puede transmitirse una imagen de indiferencia, pero si se combinan armoniosamente con las
palabras, la exposición resulta mucho más eficaz. Aun al hablar por teléfono, la persona que gesticula de la
forma debida transmite mejor con su voz la importancia del mensaje, así como su sentir sobre lo que dice.
Por consiguiente, sin importar que vaya a leer o a expresarse con sus propias palabras, que su público
tenga la vista fija en la lectura o en usted, los ademanes y las expresiones faciales le serán útiles.

Los gestos no deben aprenderse de los libros. Usted no tuvo que estudiar para poder reír o mostrarse
indignado. De igual modo, los ademanes deben ser una expresión natural de lo que siente. Cuanto más
espontáneos sean, mejor.

Existen dos categorías generales de ademanes: descriptivos y enfáticos. Los descriptivosson los que
expresan acción o señalan dimensiones y ubicación. Cuando se centre en este aspecto de la oratoria, no se
conforme con hacer solo uno o dos ademanes. Intente gesticular con naturalidad a lo largo de toda la
intervención. Si le cuesta trabajo, quizá le resulte práctico buscar palabras que indiquen dirección, distancia,
tamaño, ubicación o posiciones relativas. Ahora bien, en muchos casos bastará con que se enfrasque en su
exposición, sin preocuparse por la impresión que cause, y que hable y actúe como lo hace en la vida diaria.
Cuando uno está relajado, los ademanes salen de forma natural.
Los ademanes enfáticos expresan sentimiento y convicción. Sirven para subrayar y reforzar las ideas. Este
tipo de ademanes son importantes, pero tenga cuidado, porque pueden convertirse con facilidad en
movimientos inconscientes habituales. El mismo gesto repetido una y otra vez posiblemente distraiga al
auditorio, en lugar de infundir vida al discurso. Si el superintendente de la escuela le indica que tiene ese
problema, pruebe a hacer solo ademanes descriptivos por un tiempo, y más adelante vuelva a usar los
enfáticos.
Para determinar qué ademanes enfáticos debe realizar y con qué frecuencia, tenga en cuenta a sus oyentes.
Si los señala con el dedo, puede hacer que se sientan incómodos. En algunas culturas se consideran
afeminados ciertos gestos en el hombre, como taparse la boca con la mano para expresar sorpresa. Cuando
adquiera más experiencia y soltura en su oratoria, los ademanes enfáticos que realice reflejarán de forma
natural sus sentimientos, lo que demostrará su convicción y sinceridad, y hará más significativo su mensaje.

La expresión del rostro. La parte del cuerpo que mejor refleja los sentimientos es el rostro. Tanto los
movimientos de los ojos y la boca como la inclinación de la cabeza contribuyen a ello. Sin que la persona
profiera palabra alguna, su semblante puede comunicar indiferencia, aversión, perplejidad, asombro o
satisfacción. Cuando tales expresiones faciales acompañan a las palabras, el mensaje tiene también un
impacto visual y emocional en el auditorio. En la cara una tenemos gran concentración de músculos: más de
treinta. Cuando sonreímos, utilizamos casi la mitad de ellos.

Una sonrisa cálida confirma este hecho, pero un semblante inexpresivo puede suscitar dudas en quienes
nos escuchan respecto a nuestra sinceridad.

Es más, al sonreír ponemos de manifiesto una actitud amigable, lo cual es importante en estos días en los
que muchos desconfían de los desconocidos. Nuestra sonrisa tranquiliza a la gente y la hace más receptiva
al mensaje.

PUNTOS QUE DEBE TENER PRESENTES


 Los ademanes y expresiones faciales más efectivos son los que surgen con naturalidad. Fíjese en
cómo gesticulan otras personas, pero no las imite hasta el menor detalle.
 Apréndase bien el contenido de su exposición. Siéntalo, visualícelo, y entonces utilice la voz, las
manos y el rostro para expresarlo.

EJERCICIOS: 1) Lea un texto especifico. No se preocupe por los detalles; diga solamente lo que
recuerde. Haga ademanes descriptivos mientras habla .Pídale a alguien que lo observe y le aconseje. 2) Dé
testimonio a una persona imaginaria acerca de lo que leyó. Asegúrese de que su expresión facial refleje cuál
es su sentir sobre lo que dice.

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