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POESÍA INDÍGENA

In Xochitl in Cuicatl; “Flor y Canto”, era la expresión con que los antiguos mexicanos de habla
náhuatl designaban la poesía. Con esta metáfora querían aludir a la unión de lo sutil y efímero de la
vida humana con la posibilidad de sublimar o sobrepasar lo cotidiano, a través de símbolos que
representaban lo más altamente estimado en su cultura: la fragancia y delicadeza de las flores y la
musicalidad del canto de las aves. Refleja una actitud espiritual de un pueblo.

POETAS DE LA REGIÓN TEZCOCANA


I. Tlaltecatzin de Cuauhchinanco (siglo XIV)
Cantor del placer, la mujer y la muerte
Tlaltecatzin fue señor de Cuauhchinanco, en el actual estado de Puebla, a mediados del siglo XIV.
De estirpe chichimeca, Tlaltecatzin tuvo fama de hombre feliz. El poema de Tlaltecatzin es un canto
al placer en todas sus formas. Pero, como será también el caso de otros muchos forjadores de cantos
del mundo prehispánico, con la afirmación del placer se entrelaza el sentimiento angustioso de la
pérdida de sí mismo por obra de la muerte.

II. Nezahualcóyotl de Tezcoco (1402-1472)


Poeta, arquitecto y sabio en las cosas divinas
Entre los grandes temas sobre los que discurrió el pensamiento de Nezahualcóyotl están el del
tiempo o fugacidad de cuanto existe, la muerte inevitable, la posibilidad de decir palabras
verdaderas, el más allá y la región de los descarnados, el sentido de “flor y canto”, el enigma del
hombre frente al Dador de la vida, la posibilidad de vislumbrar algo acerca del “inventor de sí
mismo”, y en resumen, los problemas de un pensamiento metafísico por instinto que ha vivido la
duda y la angustia como atributos de la propia existencia.

III. Cuacuauhtzin de Tepechpan (mediados del siglo XV)


Cantor de la amistad traicionada en vísperas de la muerte concebida y planeada por el amigo poeta,
la flor y el canto, la poesía símbolo y arte, sigue siendo valor y motivo que sólo a medias reconforta
al corazón. Al menos por obra de estas flores y cantos lastimosos del convite, la memoria de
Cuacuauhtzin conserva para nosotros su valor y sentido de verdad humanos, como el que han tenido
las grandes tragedias de otros tiempos y latitudes.

IV. Nezahualpilli (1464-1515)


Sabio y poeta, sucesor de Nezahualcóyotl
El inventor de cantos, el asiduo contemplador de las estrellas, donde impera la paz y vive Tloque
Nahuaque, con este poema suyo nos ha hecho llegar un mensaje: doliente rechazo de la violencia
que, por provenir de un mundo en el cual la guerra fue misión y destino, adquiere hoy nuevo sentido
al ser pensado y vivido por nosotros que aún no aprendemos a suprimir esa embriaguez concebida
por el hombre para acabar con el hombre.

V. Cacamatzin de Tezcoco (1494-1520)


Gobernante y poeta de vida breve y trágica
Cabe pensar que desde su misma niñez debió de sentirse atraído al conocer las composiciones de
Nezahualcóyotl y las de otros muchos poetas, entre ellas las de su propio padre. De los muchos o
pocos cantares que pudo haber concebido Cacamatzin, conocemos sólo una breve serie que data de
los últimos tiempos de su vida.

POETAS DE MÉXICO-TENOCHTITLAN
VI. Tochihuitzin Coyolchiuhqui (fines del s. XIV-mediados del s. XV)
Poeta, hijo de Itzcóatl y señor deTeatlaltzinco
Sabio preocupado por dar un sentido más hondo a
la existencia, al tema de la vida concebida como un sueño. Tochihuitzin logra un feliz paralelo: en
la tierra,sólo hemos venido a soñar y este sueño bien pronto se acaba; nuestro ser es como la yerba,
nuestro corazón da flores, pero también muy pronto estas se secan. Conjugando concisión con
hondura de pensamiento, alude a la metáfora de flor y canto. Los sabios y los príncipes viven el
canto y entreabren el misterio de la flor.
VII. Axayácatl (hacia 1449-1481)
Poeta y señor de Tenochtitlan
fue hombre de rostro y corazón doblemente atormentados. En el
primero de sus poemas confesó incertidumbre y angustia frente al enigma de la región de los
muertos. Pero si Axayácatl conoció la de la angustia, en el recuerdo de sus antepasados encontró
siempre nuevo ánimo.

VIII. Macuilxochitzin (mediados del s. XV)


Poetisa, hija de Tlacaélel
Bien sabido es por el testimonio de varios cronistas que entre los nahuas hubo también mujeres que
cultivaron el arte de la poesía. Ixtlilxóchitl alude a varias de ellas, como dice el cronista de Tezcoco,
“era tan sabia que competía con el rey y con los más sabios de su reino y era en la poesía muy
aventajada...” Mostro en sus escritos lo que podía llegar a ser su destino en el mundo, cómo tenía
que obrar y cuál era el camino para acercarse a los dioses y alcanzar así la precaria felicidad
concedida a los mortales.

IX. Temilotzin de Tlatelolco (n. fines del s. XV-m.7-Casa, 1525)


Defensor de Tenochtitlan y cantor de la amistad
Su deseo de llegar a ser forjador de cantos nació en sus años de estudiante en el calmécac de
Tlatelolco, cuando pudo adentrarse en el conocimiento de las tradiciones, de los himnos sagrados y
del simbolismo del pensamiento preservado en los libros de pinturas. como poeta afirma que su más
hondo deseo es “hacer amistad con los humanos en la tierra”, se conserva de él un poema, bella
afirmación de lo que significa en la tierra la hermandad, la comunidad y la entrega del propio
corazón.

POETAS DE LA REGIÓN POBLANO-TLAXCALTECA


X. Tecayehuatzin de Huexotzinco (s. XV-principios del XVI)
XI. Ayocuan Cuetzpaltzin (segunda mitad del s. XV-principios del s. XVI)
XII. Xayacámach de Tizatlan (segunda mitad del s. XV)
XIII. Xicohténcatl el viejo (1425 – 1522)

POETAS DE LA REGIÓN DE CHALCO-AMECAMECA


XIV. Chichicuepon de Chalco (siglo XV)
XV. Aquiauhtzin de Ayapanco(circa 1430-circa fines del s. XV)

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