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Arte Renacentista, estilo artístico que se manifiesta en pintura, escultura y arquitectura en toda Europa aproximadamente

desde 1400 hasta 1600. Los dos rasgos esenciales de este movimiento son la imitación de las formas clásicas,
originariamente desarrolladas en la antigüedad griega y romana, y la intensa preocupación por la vida profana que se
expresa en un creciente interés por el humanismo y la afirmación de los valores del individuo.

Pintores

Leonardo da Vinci (1452-1519), artista florentino y uno de los grandes maestros del renacimiento, famoso como pintor,
escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de
su comportamiento artístico como científico. Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del
arte italiano durante más de un siglo después de su muerte; sus investigaciones científicas —sobre todo en las áreas de
anatomía, óptica e hidráulica— anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna.

Masaccio (1401-c. 1427), el primer gran pintor del renacimiento italiano cuyas innovaciones en el empleo de la
perspectiva científica abrieron el periodo de la pintura moderna.

Masaccio, cuyo verdadero nombre era Tommaso Cassai, nació en San Giovanni Valdarno, cerca de Florencia en 1401. En
1422 pasó a formar parte del gremio de pintores florentinos. Su personal estilo pictórico debe poco a otros maestros, si
exceptuamos la gran figura del siglo XIV, Giotto, aunque hay una gran diferencia entre ambos: los personajes de Giotto
recuerdan piedras labradas, mientras que los de Masaccio parecen de carne y hueso. Masaccio estará más influido por el
arquitecto Brunelleschi y por el escultor Donatello, contemporáneos con los que comparte una visión artística renovadora,
estableciendo juntos las bases del nuevo lenguaje renacentista. De Brunelleschi adquiere el conocimiento de la proporción
matemática, crucial para la recuperación de los principios de la perspectiva científica. De Donatello adopta su
conocimiento del arte clásico que le aparta para siempre del estilo gótico. Masaccio inaugura una nueva aproximación
naturalista en el arte de la pintura, que atiende más a la simplicidad y unidad de la composición, a la representación del
espacio tridimensional que a los detalles y decoración.

Sólo sobreviven cuatro obras atribuidas con certeza a Masaccio, si bien se le han atribuido otras pinturas total o
parcialmente. Todas sus obras, retablos o frescos de iglesias, se centran en el tema religioso. La más temprana, La Virgen
con santa Ana (c. 1423, Uffizi, Florencia), muestra la influencia de Donatello en las texturas realistas de las carnaciones y
en la rotundidad de las formas. En el fresco de La Santísima Trinidad con San Juan y la Virgen (c. 1425, Santa Maria
Novella, Florencia), la escena queda emplazada dentro de un marco arquitectónico clasicista en el que el espacio por vez
primera tiene perspectiva. El retablo para la iglesia de Santa Maria del Carmine de Pisa (1426), muestra en el panel central
la Adoración de los Magos (hoy en el Staatliche Museen, Berlín), donde el tratamiento se aleja del carácter decorativo
tradicional propio del tema, en aras de una mayor simplicidad y austeridad. Otra de las grandes innovaciones de Masaccio
—el empleo de la luz en el modelado del cuerpo y los ropajes— se observa en la serie de frescos (c. 1427) de la capilla
Brancacci en la iglesia de Santa Maria del Carmine de Florencia. En ellos, Masaccio más que bañar las escenas con una
luz uniforme, refleja en el espacio pictórico el equivalente a un foco lumínico único y direccional (la ventana real de la
capilla), creando así un juego de luces y sombras (claroscuro) que proporciona a los temas un aspecto natural y realista
desconocido en el arte anterior. Se trata de una serie de seis frescos, entre los que El tributo de la moneda y La expulsión
del Paraíso se consideran obras maestras.

La obra de Masaccio ejerció una profunda influencia en la evolución del arte florentino posterior, en especial en la obra de
Miguel Ángel.

Miguel Ángel o Michelangelo Buonarroti (1475-1564), uno de los mayores creadores de toda la historia del arte y, junto
con Leonardo da Vinci, la figura más destacada del renacimiento italiano. En su condición de arquitecto, escultor, pintor y
poeta ejerció una enorme influencia tanto en sus contemporáneos como en todo el arte occidental posterior a su época.

Nació el 6 de marzo de 1475 en el pequeño pueblo de Caprese, cerca de Arezzo, aunque, en esencia, fue un florentino que
mantuvo a lo largo de toda su vida unos profundos lazos con Florencia, su arte y su cultura. Pasó gran parte de su madurez
en Roma trabajando en encargos de los sucesivos papas; sin embargo, siempre se preocupó de dejar instrucciones
oportunas para ser enterrado en Florencia, como así fue; su cuerpo descansa en la iglesia de la Santa Croce.

Escultores

Donatello (1386-1466), su verdadero nombre era Donato di Niccolò di Betto Bardi. Generalmente se le considera como el
escultor más original del renacimiento italiano y uno de los artistas más importantes de ese periodo.

Donatello nació en Florencia y era hijo de un cardador de lana. A la edad de 17 años fue ayudante de Lorenzo Ghiberti en
la construcción y ornamentación de las famosas puertas de bronce del baptisterio de San Juan de Florencia. Más adelante
también trabajó en colaboración con Filippo Brunelleschi, con quien parece que fue a Roma para estudiar los
monumentos de la antigüedad clásica.

Su carrera artística puede dividirse en tres periodos. El primero, el periodo de formación, abarca hasta el año 1425, y en él
su obra presenta influencias de la escultura gótica, aunque también revela tendencias clásicas y realistas; entre las
esculturas de este periodo destacan las estatuas de San Marcos (1411-1412, iglesia de Orsanmichele, Florencia), San Jorge
(1415-1417, Bargello, Florencia), San Juan Evangelista (1413-1415, Opera del Duomo, Florencia) y Josué (1418,
campanile de la catedral de Florencia).

El segundo periodo (1425-1443) suele caracterizarse por utilizar modelos y principios escultóricos de la antigüedad
clásica. Entre 1425 y 1435 Donatello trabajó con el escultor y arquitecto florentino Michelozzo en varios proyectos, entre
los que se encuentra el monumento dedicado a Bartolomeo Aragazzi (catedral de Montepulciano); en este trabajo conjunto
Michelozzo se ocupaba de los diseños arquitectónicos y ayudaba en el vaciado de los bronces a Donatello, que realizó la
mayor parte de las esculturas. Entre 1430 y 1433 Donatello pasó algunas temporadas en Roma, donde creó varias obras, de
las que la más notable es el cáliz de la sacristía de la basílica de San Pedro, decorado con los relieves de La adoración de
los ángeles y El entierro de Cristo. Sin embargo, fue en Florencia donde creó la obra más notable de este periodo, su
David en bronce (c. 1430-1435, Bargello), primer desnudo exento de la escultura renacentista.

En el tercer periodo, el de su culminación, Donatello se alejó de la influencia clásica y puso mayor énfasis en el realismo
y en el dramatismo de la acción. Ejemplos notables de la escultura de esta época son Los milagros de san Antonio (San
Antonio, Padua); El Gattamelata (en la plaza que está delante de la basílica de San Antonio), primera estatua ecuestre
ejecutada a tamaño natural, en bronce, desde la antigüedad, y Judith y Holofernes (Piazza della Signoria, Florencia).

Las obras de Donatello influyeron en la escultura de Florencia y del norte de Italia durante el siglo XV. Representó
también un impulso importante en el desarrollo realista de la pintura italiana, sobre todo en la obra del gran artista de
Padua Andrea Mantegna. Donatello tuvo muchos discípulos, entre los que destacó Desiderio da Settignano.

Benvenuto Cellini (1500-1571), escultor y grabador florentino que se convirtió en uno de los orfebres más importantes
del renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos.

Nació en Florencia el 3 de noviembre de 1500 y entró como aprendiz de orfebre a la edad de 15 años. Un año después
tuvo que exilarse en Siena a consecuencia de su apasionado temperamento que le hacía verse involucrado continuamente
en duelos y peleas. Más tarde, en Roma, fue discípulo de Miguel Ángel durante corto tiempo.

Cellini trabajó para los papas Clemente VII y Pablo III, Francisco I de Francia y Cosme I de Medici. Francisco I lo invitó
a ir a París en 1540, donde realizó los relieves en bronce de la Ninfa de Fontainebleau (Louvre, París). También creó para
él un elaborado salero de oro y esmalte (1539-1543, Kunsthistorisches Museum, Viena). Obligado a marcharse en 1545,
debido a sus discusiones con la amante del rey y a sus excentricidades, regresó a Florencia. Allí, bajo el mecenazgo de
Cosme I de Medici, realizó numerosos trabajos en metal, entre ellos un busto en bronce de Cosme I (Museo Bargello,
Florencia) y la colosal estatua, también en bronce, de Perseo (1545-1554, Loggia dei Lanzi, Florencia). En 1562, esculpió
un crucifijo de marfil, regalo de Francisco de Medici a Felipe II, que se conserva en el trascoro de la iglesia del monasterio
de San Lorenzo de El Escorial. Murió el 3 de febrero de 1571 en Florencia.

Cellini es también célebre por su autobiografía, escrita entre 1538 y 1562. Sus memorias constituyen un ameno relato de
sus huidas, aventuras e intrigas, así como un retrato valioso de la vida política, social y eclesiástica del siglo XVI. Cellini
ha sido considerado como un prototipo del hombre del renacimiento.

Juan de Bolonia (1529-1608), escultor flamenco-italiano, fue uno de los artistas más influyentes del manierismo de
finales del siglo XVI.

Su verdadero nombre era Jean Bologne, también conocido como Giambologna. Nació en Douai, Flandes, y a los dieciséis
años entró como aprendiz en el taller de Dubroeucq. En 1554 marchó a Roma (Italia), donde residió dos años y estudió en
profundidad la escultura de Miguel Ángel. Transcurrido ese tiempo se estableció en Florencia bajo el mecenazgo de
Bernardo Vecchietti, ciudad en la que permaneció el resto de su vida.

El papa Pío IV le hizo el primer encargo importante: una fuente con un colosal Neptuno de bronce en el centro (1566) para
la ciudad de Bolonia. En sus obras posteriores intentó transmitir un mayor sentido del movimiento, que a menudo
construía con espirales o líneas retorcidas. Una serie de estatuas en bronce que realizó del dios romano Mercurio culminó
en el famoso Mercurio (1580, Bargello, Florencia), notable por la etérea elegancia de su pose: la figura desnuda se apoya
sobre la punta del pie izquierdo, con el brazo derecho alzado y un dedo de esa mano señalando hacia arriba. El rapto de
las sabinas (1583, Loggia dei Lanzi, Florencia), considerada como su obra más importante, es una compleja composición
en mármol con tres figuras que forman un grupo compacto aunque grácil, ascendiendo en espiral desde la que está en
cuclillas, pasando por la que está de pie y acabando en la figura que es llevada en lo alto. Para la familia Medici realizó
obras decorativas, como fuentes, estatuas para jardines y monumentos conmemorativos, como la estatua ecuestre de
Cosme I. Juan de Bolonia fue el escultor más afamado de su tiempo, y creó un estilo manierista internacional que influyó
directamente en la escultura barroca posterior, y en particular en la obra de Gian Lorenzo Bernini.

Arquitectos

Donato Bramante (1444-1514), arquitecto italiano, el más influyente del alto renacimiento.

Nació el año 1444 en Monte Andruvaldo, cerca de Urbino, y su nombre auténtico era Donato di Pascussio d'Antonio. Al
principio se formó como pintor, y de su obra más temprana se conservan los frescos de la fachada del Palacio del Podestà
en Bérgamo, realizados en el año 1477. En 1482 se instaló en Milán y comenzó su carrera como arquitecto. En su proyecto
para la iglesia de Santa Maria presso San Satiro (1488, Milán) consiguió resolver las dificultades que presentaba el solar
utilizando, por primera vez en la arquitectura, un juego perspectivo o trampantojo en las pinturas del presbiterio fingido,
que falsea las proporciones de la iglesia y procura una sensación de profundidad insólita. El resto de sus obras en Milán,
como el ábside de Santa Maria delle Grazie (1492-1495), muestran la influencia de Leon Battista Alberti y del
renacimiento florentino, pero sobre todo la de Leonardo da Vinci, del que tomó las plantas centralizadas rescatadas de la
antigüedad como modelos ideales para el nuevo clasicismo humanista.

Con la caída del duque Ludovico Sforza en 1499 Bramante, huyó a Roma, donde trabajó casi en exclusiva a las órdenes
de su nuevo mecenas, el ambicioso papa Julio II. En la ciudad eterna, rodeado por las ruinas del antiguo Imperio,
evolucionó hacia un estilo más monumental y austero. Una de sus primeras obras romanas es el Tempietto de San Pietro in
Montorio (1502), un pequeño templo circular cubierto por una cúpula semiesférica, quizá inspirado en el desaparecido
Templo de la Sibila, en Tívoli. Esta obra, con sus superficies desprovistas de ornamentos, representa el momento
culminante de la arquitectura del renacimiento, y en ella Bramante se acerca como nadie al espíritu clásico, combinando
los ideales romanos de severitas y dignitas (austeridad y decoro) con la elegancia y la vitalidad del cinquecento italiano.

Los dos grandes proyectos que ocuparon el resto de su actividad creativa, y que desgraciadamente no se llevaron a cabo,
fueron la reconstrucción de la basílica de San Pedro y el plan para los palacios del Vaticano. Entre los últimos destaca el
del Cortile del Belvedere, que debería haber sido un gran patio de 300 m de longitud y 25 m de altura, dispuesto en tres
terrazas unidas por escalinatas, que finalmente alcanzaban una gran exedra. Se trataba de un nuevo concepto espacial,
cuyo origen sólo se puede situar en los palacios imperiales romanos, pero que nunca llegó a realizarse con la forma que
Bramante había imaginado. De su mano tan sólo se conservan la puerta oriental del patio inferior y la rampa en espiral de
la torre. El proyecto para la basílica de San Pedro consistía en un gran templo centralizado de planta cuadrada, cubierto
por una cúpula central, cuatro cúpulas subsidiarias y cuatro torres en las esquinas. Sin embargo, el proyecto que
definitivamente se acometió fue el de Miguel Ángel, otra planta centralizada que recogía muchas de las ideas de Bramante
y del que se conservan los tres ábsides posteriores y la gran cúpula central. Carlo Maderno terminó el templo extendiendo
la nave de acceso hasta generar una planta de cruz latina, siguiendo la ideología litúrgica de la contrarreforma, pero
echando a perder la armonía del espíritu bramantino. Bramante, junto con Miguel Ángel y Rafael, está considerado uno de
los grandes genios artísticos del alto renacimiento italiano. Consiguió fundir con éxito los ideales de la antigüedad clásica
y los de la cristiandad, al tiempo que su grandeza, su expresividad y su dramatismo espacial fueron los cimientos del
barroco del siguiente siglo. Murió en Roma el 11 de marzo de 1514.

Filippo Brunelleschi (1377-1446), artista italiano, uno de los maestros fundamentales de la transición hacia el
renacimiento. Sus aportaciones, como la recuperación de los motivos clásicos y la capacidad para trasladar a sus obras las
leyes matemáticas de la proporción y la perspectiva, le convirtieron en el primer arquitecto de la edad moderna.

Brunelleschi nació en Florencia en 1377, donde recibió una temprana formación como orfebre. En 1401 participó, aunque
no resultó premiado, en el famoso concurso para el diseño de las puertas de bronce del baptisterio de su ciudad. Más tarde
se dedicó a la arquitectura, y en 1418 recibió el encargo de construir la cúpula inacabada del Duomo, la catedral gótica de
Florencia. Su proyecto, que representó una gran innovación no sólo artística, sino también técnica, consistía en la
superposición de dos bóvedas esquifadas octogonales, una dentro de otra. Esta disposición permitía un reparto de
esfuerzos junto con una ligereza excepcional, y se convirtió en el modelo constructivo de cúpula durante varios siglos. El
arquitecto florentino partió de la necesidad de una estructura de ocho nervios, que discurren por el exterior y sirven de
apoyo para el resto de los elementos decorativos, como los relieves con motivos arquitectónicos, los ocho ojos de buey y
la elegante linterna que culmina el conjunto. Por primera vez en la historia una cúpula ofrecía el mismo aspecto estructural
en el interior que en el exterior.

En otros edificios florentinos, como la iglesia de San Lorenzo (1418-1428) y el hospital de los Inocentes (1421-1455),
Brunelleschi perfeccionó su estilo austero y geométrico, inspirado en la antigua Roma y completamente diferente del
gótico florido que prevalecía en su época. Su característica principal consistía en el predominio del rigor matemático,
marcado por el empleo de nervios ortogonales, líneas rectas, planos lisos y espacios cúbicos. Esta arquitectura de fachadas
planas se convirtió en un paradigma para la ejecución de la mayoría de los edificios posteriores del renacimiento
florentino.

Hacia el final de su carrera, sobre todo en edificios como la inacabada iglesia de Santa Maria degli Angeli (comenzada en
1434), la basílica del Santo Spirito (comenzada en 1436) y la capilla Pazzi (comenzada en 1441), todos ellos en Florencia,
abandonó el estilo lineal y geométrico para adoptar otro más escultórico. En el primero de los edificios citados, por
ejemplo, el interior no está compuesto sólo por muros planos, sino que éstos alternan con profundos nichos que se abren
hacia un espacio interior octogonal. Este estilo, con sus rítmicos contrastes entre vacíos y llenos, fue el primer paso hacia
el renacimiento tardío de Miguel Ángel, que a su vez inspiró a los arquitectos barrocos.

Brunelleschi también fue un artista innovador en otras disciplinas. Junto con el pintor Masaccio, fue el primer maestro
renacentista que recopiló las leyes de la perspectiva. Realizó dos pinturas siguiendo estas leyes, quizá entre 1415 y 1420, y
también se cree que pintó el fondo arquitectónico de una de las obras primitivas de Masaccio.

La influencia de Brunelleschi fue enorme entre sus contemporáneos y sus sucesores inmediatos, e incluso ha llegado hasta
el siglo XX, dado que muchos arquitectos modernos lo consideran como el primer arquitecto racionalista. Murió en
Florencia en 1446.

Leon Battista Alberti (1404-1472), arquitecto y escritor italiano, fue el primer teórico del arte del renacimiento, y uno de
los primeros en emplear los órdenes clásicos de la arquitectura romana.

Alberti nació en Génova el 14 de febrero de 1404. Hijo de un noble florentino, recibió una educación acorde con su clase
social, primero en la escuela de Barsizia (Padua) y luego en la Universidad de Bolonia. Allí estudió griego, matemáticas y
ciencias naturales. Como poeta, filósofo y organista —uno de los mejores de su tiempo— ejerció una gran influencia entre
sus contemporáneos. En 1432 fue nombrado secretario del papa Eugenio IV.
Durante su primera estancia en Roma (1432-1434) Alberti se inició en el estudio de la arquitectura clásica. Más tarde se
incorporó a la corte papal, establecida en Florencia. Allí se introdujo en los círculos culturales de la ciudad: entre sus
amigos destacaban el gran arquitecto Filippo Brunelleschi y el escultor Donatello. En esta época estudió las leyes de la
perspectiva que había desarrollado Brunelleschi. Como explicará en su tratado Della Pittura (1436), estas leyes serían
fundamentales para la pintura de su época y de las venideras. Alberti participó plenamente en la vida literaria florentina, y
defendió el uso del italiano frente al latín. Después de su estancia en Florencia y en otras ciudades de Italia, Alberti volvió
a Roma en 1452. Fue secretario de seis papas, y uno de ellos, Nicolás V, le encargó el proyecto de reconstrucción de la
basílica de San Pedro en el Vaticano.

Alberti comenzó a trabajar como arquitecto alrededor del año 1450. Aunque sus edificios están entre los más importantes
de la arquitectura renacentista, se destacó más como teórico que como constructor. Proyectaba todos los elementos con
detalle, pero nunca participó en la construcción real de sus edificios. Impuso una pureza clásica que fue el precedente de
las obras de Bramante y sus sucesores, como muestra la fachada del Templo Malatestiano en Rímini (1446-1455), basada
en el arco de triunfo de Augusto de la misma ciudad. Alberti contó con numerosos discípulos y seguidores, que realizaron,
entre otros edificios conocidos, los proyectos para la fachada de Santa María Novella y el Palacio Rucellai, ambos en
Florencia. Su libro De Re Aedificatoria (1453; terminado en 1485) fue el primer tratado sobre arquitectura del
renacimiento. También escribió sobre escultura, la familia, el estado y literatura. Alberti murió el 25 de abril de 1472 en
Roma.

Escritores

Garcilaso de la Vega (c. 1501-1536), poeta renacentista español y uno de los mejores poetas líricos de la literatura
española.

Nació en Toledo en el seno de una familia ilustre —su padre había sido embajador en Roma durante el reinado de los Reyes
Católicos— y recibió una buena formación humanística. Muy joven entra al servicio de Carlos I y empieza a cosechar
honores. Entre 1520 y 1523 es nombrado contino, es decir, miembro de la Corte, Caballero de Santiago y armado caballero.
Lucha en la guerra de las Comunidades al lado del Emperador contra los comuneros, contra los turcos y contra los
franceses. En 1525 se casa con Isabel de Zúñiga, dama de compañía de la hermana del Emperador por instancias de éste. En
1526 se traslada la corte a Granada y allí conoce al embajador italiano, Andrea Navagero, el cual le incita a que escriba
sonetos, y también a una dama portuguesa, Isabel de Freyre, de la que se enamora sin ser correspondido.

Entre 1529 y 1530 viaja a Italia en compañía de Carlos I para que éste reciba la corona imperial de manos del papa
Clemente VII. A su regreso a España, asiste a la boda de su sobrino, que no había autorizado el Emperador, por lo que
sufre destierro en una isla del Danubio y de allí marcha a Nápoles, como lugarteniente del Virrey. Vive dos años
interesándose por la cultura italiana y entabla amistad con el español Juan Valdés y los italianos Pietro Bembo, Bernardo
Tasso, entre otros. En 1534 vuelve a España en misión diplomática y se entera de que Isabel ha muerto. Regresa afligido
a Italia y es nombrado alcalde de Reggio di Calabria, cargo que abandona para incorporarse a las tropas imperiales que
van a luchar contra los turcos de Barbarroja. Después Francia invade Saboya y el Emperador declara la guerra: en la
campaña de Provenza, Garcilaso de la Vega es herido por una piedra al intentar escalar una fortaleza, unos días después,
el 13 o 14 de septiembre de 1536, morirá en Niza.

William Shakespeare (1564-1616), poeta y autor teatral inglés, considerado uno de los mejores dramaturgos de la
literatura universal.

Resulta imposible llevar a cabo una exposición completa y rigurosa de la vida de este famoso autor inglés, pues son muy
pocos los datos comprobados que se tienen de él. Se mantiene tradicionalmente que nació el 23 de abril de 1564, y se sabe
a ciencia cierta que fue bautizado al día siguiente, en Stratford-upon-Avon. Tercero de ocho hermanos, fue el primer hijo
varón de un próspero comerciante, y de Mary Arden, hija a su vez de un terrateniente católico. Probablemente, estudió en
la escuela de su localidad y, como primogénito varón, estaba destinado a suceder a su padre al frente de sus negocios. Sin
embargo, según un testimonio de la época, el joven Shakespeare tuvo que ponerse a trabajar como aprendiz de carnicero,
por la difícil situación económica que atravesaba su padre.

Se supone que llegó a Londres hacia 1588 y, cuatro años más tarde, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y
actor teatral. Poco después, consiguió el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. La publicación
de dos poemas eróticos según la moda de la época, Venus y Adonis (1593) y La violación de Lucrecia (1594), y de sus
Sonetos (editados en 1609 pero que ya habían circulado en forma de manuscrito desde bastante tiempo atrás) le valieron la
reputación de brillante poeta renacentista. Los Sonetos describen la devoción de un personaje que a menudo ha sido
identificado con el propio poeta, hacia un atractivo joven cuya belleza y virtud admira, y hacia una oscura y misteriosa
dama de la que el poeta está encaprichado.
William Butler Yeats (1865-1939), poeta y autor teatral irlandés. Premio Nobel de Literatura, fue el máximo
representante del renacimiento irlandés, y uno de los escritores más sobresalientes del siglo XX.

Nació en Dublín, el 13 de junio de 1865. Hijo del pintor John Butler Yeats, estudió pintura en Londres y en su ciudad
natal. Pasó largas temporadas en el condado de Sligo, que le inspiró un enorme interés por las tradiciones irlandesas. En
1887, se trasladó con su familia a Londres, donde descubrió el hinduismo, la teosofía y el ocultismo. Escribió poemas
líricos y simbólicos sobre temas paganos irlandeses, como El peregrinaje de Oisin (1889) y La isla del lago de Innisfree
(1893), en un tono romántico y melancólico que él creía característico de los celtas. Escribió también El crepúsculo celta
(1893) y La rosa secreta (1897), basados en leyendas irlandesas. En una visita a su país conoció a la bella patriota
irlandesa Maud Gonne, a la que amó apasionadamente durante el resto de su vida. Ella inspiró gran parte de sus primeras
obras y le introdujo en los círculos de irlandeses que luchaban por la independencia de su país.

Murió en Roquebrune (Francia), el 18 de enero de 1939, y fue enterrado en Irlanda en el condado de Sligo.

Obras

Pintores

Una de las pinturas más famosas


de todos los tiempos, La última
cena de Leonardo da Vinci,
realizada entre 1495 y 1497,
decora el refectorio de Santa
María de la Gracia en Milán,
Italia, e ilustra el momento en que
Jesús advierte a sus discípulos que
uno de ellos va a traicionarle.
El artista italiano Masaccio pintó en el siglo XV La expulsión del Paraíso junto con
otros cinco frescos en la capilla Brancacci de la iglesia de Santa Maria del Carmine
(Florencia). Es una de las primeras muestras de pintura renacentista, y en ella se observa
el interés de Masaccio por la perspectiva científica.

Según el Génesis, Dios creó con barro al primer


hombre, Adán, a su imagen y semejanza. En
este fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina, el
gran artista del renacimiento Miguel
Ángel representó a Dios dando a Adán el soplo de
la vida.

Esculturas

El David (1430-1435) en bronce de Donatello es la primera escultura renacentista


de un desnudo y marca un alejamiento de la rígida verticalidad característica de
la escultura gótica.

Benvenuto Cellini fue un excepcional orfebre, aunque su única


obra conservada es este salero que realizó para el rey francés
Francisco I. El pequeño grupo escultórico representa a Anfitrite
(la tierra) y Neptuno (el mar), de cuya unión surge la sal. La
pieza se conserva en el Kunsthistorisches Museum de Viena.
El artista flamenco-italiano Giambologna (Juan de Bolonia) es uno de los
escultores más representativos del manierismo, autor de obras de gran
complejidad en mármol y bronce. Su escultura en bronce Mercurio, notable por
su etérea elegancia, es una pieza significativa de la tradición manierista. Fue
esculpida en 1580 y forma parte de la colección del Museo del Bargello, en
Florencia, Italia.

Arquitecturas

El templete o tempietto del convento de San Pietro in Montorio


(1502), proyectado por Donato Bramante, es uno de los mejores
ejemplos arquitectónicos del alto renacimiento. Está compuesto
como un espacio circular cubierto por una cúpula y rodeado de una
columnata de orden toscano.

Florencia, situada en el centro septentrional de


Italia, es la cuna del renacimiento, periodo iniciado
hacia el 1300, que duró 300 años y durante el cual
surgieron en Florencia algunos de los mayores
artistas, escultores y escritores de la historia. La
cúpula octogonal de su catedral, denominada
Duomo, fue diseñada por Filippo Brunelleschi y se
acabó en 1436.

La fachada de Santa Maria Novella (1456-1470) en


Florencia es una de las obras más importantes de Leon
Battista Alberti. Con esta composición geométrica de
mármol de colores, completó la antigua iglesia gótica.
Obras literarias

El poeta español Garcilaso de la Vega (c. 1501-1536) encarna el ideal


cortesano de la época al unir en su persona al poeta y al militar. Escribió una
corta producción de versos que no publicó en vida pero que ha bastado para
convertirle en un maestro de la lírica amorosa y bucólica española. La
trascendencia de la obra garcilasiana procede de haber introducido el verso
endecasílabo en España, así como la poesía petrarquista, que no es otra cosa
sino la gran poesía lírica del renacimiento.

En este fragmento de Macbeth de


Shakespeare, Macbeth reflexiona
sobre la futilidad de la vida:
"íApágate, apágate fugaz candela! /
La vida sólo es una sombra que
camina, un pobre actor / que se
contonea y consume su turno en el
escenario, / y luego no se le oye más.
Es un cuento / contado por un idiota,
lleno de sonido y furia, / que no
significa nada".

La lucha final entre el bien y el mal


es lo que anuncia este fragmento del
poema de Yeats, Segundo ciclo, aquí
recitado por un actor: "Otra vez la
oscuridad desciende; pero ya sé / que
a veinte siglos de sueño de piedra /
agito hasta la pesadilla una cuna que
se mece, / ¿y qué brutal bestia, su
hora al fin llegada, / marcha
encorvada hacia Belén para nacer
allí?"

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