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Podría decirse que, desde la creación de Facebook en febrero de 2004, las redes sociales se han

convertido en un fenómeno de magnitud mundial que ha crecido de forma exponencial a lo largo


del tiempo. Dicho fenómeno se ha convertido en una nueva forma de socialización, comunicación
e interacción entre las personas (pertenecientes a países desarrollados).
Dado su alto impacto en el día a día de las personas y en la sociedad, dando un grande empujón a
la globalización, a menudo se ha discutido las consecuencias de éstas y las repercusiones a nivel
funcional que representan en nuestras vidas.
Tal y como suele suceder ante este tipo de situaciones siempre se encuentran personas que se
muestran a favor y otras que se muestran en contra.
Por otra parte, algunos de los argumentos que defienden las personas “anti-redes” son los
siguientes:
Borran el límite de lo privado y personal de lo público.
Pueden llegar a ser peligrosas si se exhiben datos personales o incluso fotografías.
Pueden ser adictivas y quitarnos un gran número de horas al día.
Pueden difundir movimientos perjudiciales para la salud, como la anorexia, el bullying o el ya más
conocido juego de la ballena azul.
Perfiles falsos y suplantación de identidad
Los delincuentes se dirigen a las plataformas sociales porque tu cuenta está repleta de
información personal que pueden usar para una variedad de propósitos [8]. La información
recopilada se puede utilizar en tu contra a través de chantaje o para hacerse pasar por ti.
Spam, virus y malware
Las redes sociales son una mejor y más rápida plataforma para difundir contenido malicioso como
estafas y malware, más que los correos electrónicos de spam comunes y corrientes que llegan a tu
bandeja de entrada pidiendo ayuda para un príncipe nigeriano.
En cualquier servicio que priorice la información personal existirá el riesgo de que tus datos queden
expuestos, ya sea por accidente o por lagunas legalesEl uso global de las redes sociales ha aumentado
drásticamente gracias a la expansión de internet y el abaratamiento de la tecnología. Para 2019, el
número de usuarios de redes sociales se estimaban en 3,196 millones, aumentando un 13 % más
cada año [1].
El peso pesado en el mundo de las redes sociales, por supuesto, es Facebook con 1,860 millones de
usuarios activos mensuales [2]. Facebook es también posiblemente el canal de redes sociales bajo
mayor escrutinio por sus diversas violaciones de datos y problemas de seguridad, especialmente
después del escándalo de Cambridge Analytica.
Con ese tipo de números y un uso generalizado, es fácil entender por qué esos datos son valiosos. El
objetivo de las redes sociales es orientar estratégicamente los anuncios a los usuarios que
probablemente hagan clic en ellos. Al convertir a esos usuarios en consumidores, las empresas
ganan dinero. De hecho, en 2018 los anuncios en las redes sociales generaron 40 millones de
dólares en ingresos [3].
En pocas palabras: cuanto mejores sean los anunciantes para orientar los anuncios y cuanto más
relevantes sean los anuncios para sus intereses, datos demográficos, ubicación e inclinaciones
políticas, es más probable que te vuelvas uno de sus clientes. Así que, gran cantidad de información
significa gran cantidad de dinero.
Es posible que no pienses mucho en lo que te "gusta" en Facebook y en las páginas de las empresas
que sigues, pero cada clic les da a los anunciantes más acceso a tus datos personales de lo que
piensas.

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