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Jerson Borja
Índice general
1. Lógica de proposiciones 5
1.1. Argumentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2. Proposiciones y conectivos lógicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.3. Tablas de verdad y formas proposicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.4. Inferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.4.1. Argumentos válidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.4.2. Reglas de inferencia y derivaciones de argumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.4.3. Equivalencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2. Cuantificadores y predicados 37
2.1. Predicados, cuantificadores y simbolización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.1.1. Predicados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.1.2. Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.1.3. Simbolización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
2.2. Negación de cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.3. Extracción de cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.4. Inferencia con cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3. Métodos de demostración 57
3.1. Definiciones, teoremas y demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
3.2. Demostración directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.3. Reducción al absurdo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
3.4. Diferentes tipos de enunciados de teoremas y estrategias de prueba . . . . . . . . . . . . 77
3.4.1. Contrarrecíproco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
3.4.2. Demostración por casos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
3.4.3. Enunciado de la forma P −→ (Q ∨ R) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
3.4.4. Bicondicionales y varios enunciados equivalentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
3.4.5. Cuantificadores en el enunciado de un teorema. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
3.5. Demostración de unicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
3.6. Inducción matemática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
3.7. Conjeturas y contraejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
4. Conjuntos 123
4.1. Conjuntos y elementos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
4.2. Operaciones entre conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
4.3. Subconjuntos y la relación de contenencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
4.4. Álgebra de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
4.5. Producto cartesiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
4.6. Familias de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
3
4 ÍNDICE GENERAL
5. Funciones 167
5.1. Definición de función . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
5.2. Algunas funciones importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
5.3. Imagen directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
5.4. Imagen inversa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
5.5. Composición de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
5.6. Funciones inversas, inyectividad y sobreyectividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
6. Relaciones 205
6.1. Relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
6.2. Relaciones de equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
6.3. Particiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
6.4. Funciones definidas en un conjunto cociente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Apéndices 226
Bibliografía 250
Capítulo 1
Lógica de proposiciones
1.1 Argumentación
Para entender en qué consiste la argumentación, comenzamos por entender sus componentes:
La palabra argumentar significa dar las razones que están a favor de una tesis. De esta manera, un
argumento consiste en un conjunto de enunciados o proposiciones que expresan las razones que apoyan
5
6 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
una tesis. En la estructura de un argumento distinguimos entre dos tipos de enunciados:
En un argumento debe existir, además, una relación lógica entre las premisas y la conclusión. La idea
es que la conclusión debe seguirse de las premisas. Por ejemplo, en el argumento siguiente:
las premisas son “Todo pez nada” y “La sardina es un pez” (estas son las razones). La conclusión es
“La sardina nada”. Se percibe que hay una estrecha relación entre las premisas y la conclusión: la
conclusión realmente se sigue a partir de las premisas, las premisas justifican la conclusión. En cambio,
en el siguiente argumento no se percibe relación alguna entre las premisas y la conclusión:
Distinguimos entre dos tipos de argumento: argumento deductivo y argumento inductivo. Un argu-
mento deductivo es aquel donde la conclusión se sigue necesariamente de las premisas. Los argumentos
deductivos se clasifican a su vez en dos tipos: argumentos válidos y argumentos no válidos (o inválidos).
Un argumento deductivo es válido si, y solo si, teniendo premisas verdaderas se llega a una conclu-
sión también verdadera. En un argumento deductivo válido no es posible tener premisas verdaderas con
una conclusión falsa. En otras palabras, si en un argumento deductivo válido se llega a una conclusión
falsa, es porque alguna de las premisas también es falsa.
Es posible que en un argumento todas las premisas y la conclusión sean verdaderas, pero el argu-
mento sea inválido. Esto se debe a que la conclusión no se deriva a partir de las premisas. De igual
forma, es posible tener premisas o conclusión falsas, y aún así tener un argumento válido.
El saber si un argumento deductivo es válido o no se puede determinar solamente por la forma
del argumento, ignorando el contenido de las premisas. Aún si no se sabe nada acerca del contenido o
significado de las premisas o la conclusión, se puede saber si el argumento es válido basándose solamente
en su forma.
Consideremos el siguiente argumento:
Este es un argumento válido, pero su validez no depende del significado de las premisas; más bien es
válido por la forma que tiene, a saber:
Todo F es M.
P es F.
Luego, P es M.
Así, en lugar de las letras F, M y P, podemos poner cualquier cosa (concepto), y el resultado nos dará
un argumento válido. Por ejemplo:
Lo ideal sería que la ciencia utilizara argumentos deductivos para extraer sus conclusiones, porque
de esta manera toda conclusión a la que se llegara sería verdadera de manera indiscutible y absoluta.
Desafortunadamente, la ciencia no funciona a través de los argumentos deductivos: los argumentos
más importantes en la ciencia no son deductivos, son inductivos. En un argumento deductivo, como
ya vimos, la validez de las premisas garantiza la validez de la conclusión. En un argumento inductivo,
la validez de las premisas da bastantes razones para creer que la conclusión es verdadera, pero no la
garantiza de manera absoluta. Un ejemplo de un argumento inductivo es el siguiente:
Amsterdam es una ciudad hermosa.
Praga es una ciudad hermosa.
Kyoto es una ciudad hermosa.
Luego, todas las ciudades del mundo son hermosas.
Hay que tener demasiado cuidado con el uso de los argumento inductivos, porque a menudo llevan
a errores. Claramente hay criterios para decidir cuando un argumento inductivo es razonable o no,
pero no es el objetivo de este libro estudiar a fondo los argumentos inductivos. Nuestro interés recae
realmente en el estudio de argumentos deductivos, pues son estos los argumentos fundamentales en
matemáticas.
En conclusión, vemos a la lógica como un tipo de análisis de la justificación de los argumentos,
teniendo en cuenta los siguientes:
d) La lógica que vamos a estudiar prescinde del lenguaje cotidiano. Como no interesa el significado
de los enunciados, podemos sustituirlos por variables y símbolos. La estructura del razonamiento
y la relación entre las premisas se mantiene.
De esta forma, la lógica en la que estamos interesados puede definirse como el estudio formal y simbólico
de las relaciones de deducibilidad entre proposiciones.
Ejercicios
1. Critique la validez de los siguientes argumentos:
Complete (si es posible hacerlo de manera lógica) los siguientes argumentos con la conclusión
que considere más adecuada, usando los tipos de proposiciones aristotélicas:
Todo A es B. Ningún A es B.
a) Todo B es C. d) Algún B es C.
Luego, Luego,
Todo A es B. Algún A es B.
b) Algún B es C. e) Algún B no es C.
Luego, Luego,
Algún A es B. Todo A es B.
c) Todo B es C. f) Algún B no es C.
Luego, Luego,
1.2. PROPOSICIONES Y CONECTIVOS LÓGICOS 9
Definición 1.2.1
Una proposición es una oración que es verdadera o falsa, y que no puede ser verdadera y falsa
al mismo tiempo.
Ejemplo 1.2.2
a) Los cuadrados tienen cuatro lados. c) Todos los enteros impares son positivos.
Las preguntas, exclamaciones, órdenes u oraciones que se contradicen no son proposiciones. Tampoco
son proposiciones aquellas oraciones cuyo significado dependa de la opinión que quien las lee.
Ejemplo 1.2.3
b) ¡Oye, tráeme ese lápiz! d) Esta oración es falsa. f) Esta oración es graciosa.
Ejemplo 1.2.4
La oración “eso es un triangulo” no es una proposición, pues no hay claridad sobre a qué se está
refiriendo la palabra eso; así, no es posible decidir si la oración es verdadera o falsa. De manera
similar, la expresión “x > 5” no es una proposición puesto que no sabemos a qué se refiere la x.
Solamente cuando sepamos qué es la x podremos decidir entre falso y verdadero. Por ejemplo,
“si x = 3, entonces x > 5” sí es una proposición, pues ahora sí podemos decidir su valor de
verdad: falso.
Operaciones con proposiciones. Hay cinco operaciones que nos permiten construir proposiciones
nuevas a partir de otras conocidas.
2. La conjunción. Una conjunción es una proposición que se forma a partir de dos proposiciones
dadas utilizando la palabra “y” (o cualquier expresión que tenga el mismo significado) como
conector. Por ejemplo, la proposición “el cielo es verde y hoy es jueves” es la conjunción de las
dos proposiciones “el cielo es verde” y “hoy es jueves”.
Se puede hacer la conjunción de una proposición con sigo misma. Por ejemplo, la proposición
“hoy es jueves y hoy es jueves” es la conjunción de “hoy es jueves” con ella misma.
Simbolización de la conjunción. Si P y Q representan proposiciones, entonces la conjunción
de P y Q se simboliza como P ∧ Q.
3. La disyunción. Una disyunción es una proposición que se forma a partir de dos proposiciones
utilizando la palabra “o” (o cualquier expresión que tenga el mismo significado) como conector.
La proposición ‘hoy es jueves o el cielo es verde” es la disyunción de las proposiciones “hoy es
jueves” y “el cielo es verde”.
Se puede hacer la disyunción de una proposición con sigo misma, como por ejemplo la proposición
“3 es un número entero o 3 es un número entero”.
Simbolización de la disyunción. Si P y Q representan proposiciones, entonces la disyunción
de P y Q se simboliza como P ∨ Q.
4. Condicional. Una proposición condicional es una proposición que asegura que una proposición
llamada el antecedente conduce a otra llamada el consecuente. Por ejemplo, la proposición “si
hoy es jueves, entonces mañana es viernes” es una proposición condicional. Aquí el antecedente
es “hoy es jueves” (observe que el antecedente no debe incluir la palabra si ) y el consecuente es
“mañana es viernes” (que no incluye la palabra entonces).
Hay otras maneras de escribir proposiciones condicionales. La proposición condicional anterior
también puede expresarse de las maneras siguientes:
Una proposición condicional también se puede escribir utilizando las palabras suficiente y necesa-
rio. En la proposición condicional “si hoy es jueves, entonces mañana es viernes”, el antecedente
“hoy es jueves” es una condición suficiente para el consecuente “mañana es viernes”. También
se dice que el consecuente “mañana es viernes” es una condición necesaria para el antecedente
“hoy es jueves”. En estos términos, la proposición condicional también se escribe de las siguientes
formas:
a) “El que hoy sea jueves es una condición suficiente para que mañana sea viernes”.
b) “El que mañana sea viernes es una condición necesaria para que hoy sea jueves”.
Ejercicios
1. Decida si las siguientes oraciones son proposiciones o no. Justifique.
Cuando hay dos letras proposicionales en juego, digamos P y Q, los valores de verdad de P y Q
se combinan para dar cuatro posibilidades de valores de verdad que indicamos en las dos primeras
columnas de la Tabla 1.3 a continuación.
P Q
V V
V F
F V
F F
A continuación se relacionan los valores de verdad de los conectivos ∧, ∨, →, ↔ con respecto a los
valores de verdad de P y Q.
1. Para hallar los valores de la conjunción P ∧ Q la regla que seguimos es que P ∧ Q es verdadera
únicamente cuando P y Q son verdaderas. La tercera columna de la Tabla 1.4 muestra los valores
de verdad de P ∧ Q en función de los valores de verdad de P y Q.
2. Para la disyunción P ∨ Q, la regla es que P ∨ Q es falsa únicamente cuando ambas P y Q son
falsas. En la cuarta columna de la Tabla 1.4 mostramos los valores de verdad de P ∨ Q.
3. La regla para el valor de verdad del condicional P → Q es que esta es falsa únicamente cuando
el antecedente es verdadero y el consecuente es falso, o sea, cuando P es verdadera y Q es falsa
(esto refleja la regla de que a partir de una premisa verdadera no se sigue una conclusión falsa).
Así, podemos llenar la tabla de verdad para el condicional como se muestra en la quinta columna
de la Tabla 1.4.
Remarcamos algunas observaciones a partir de la tabla de verdad de P → Q:
a) Si una proposición condicional P → Q es verdadera y también P es verdadera, necesaria-
mente la proposición Q es verdadera.
b) Una vez se sabe que la proposición P es falsa, se deduce inmediatamente que la proposición
condicional P → Q es verdadera, es decir, sin necesidad de conocer el valor de verdad de Q
podemos concluir que P → Q es verdadera.
c) El que P → Q sea verdadera no quiere decir que P o Q sean verdaderas por separado. Esto
se comprueba en la última fila de la Tabla 1.4
4. La proposición bicondicional P ↔ Q es verdadera únicamente cuando P y Q tienen el mismo valor
de verdad. En la sexta columna de la Tabla 1.4 mostramos los valores de verdad del bicondicional.
P Q P ∧Q P ∨Q P →Q P ↔Q
V V V V V V
V F F V F F
F V F V V F
F F F F V V
P Q R Q∨R P → (Q ∨ R)
V V V V V
V V F V V
V F V V V
V F F F F
F V V V V
F V F V V
F F V V V
F F F F V
Definición 1.3.1
Una forma proposicional es una representación simbólica de proposiciones en la que se utilizan
letras proposicionales, conectivos y símbolos de agrupación.
Toda letra proposicional es una forma proposicional aunque no estén presentes los conectivos.
Aquellas formas proposicionales en las que aparezcan conectivos podemos llamarlas formas compuestas.
Podemos pensar en una forma proposicional como una representación simbólica de todas las pro-
posiciones que tienen la misma forma. Por ejemplo, la forma proposicional P → (Q ∨ R) representa a
todas las proposiciones condicionales donde su consecuente es, a su vez, una disyunción.
Ejemplo 1.3.2
Las formas proposicionales nos permiten simbolizar proposiciones complejas, como se muestra en
el siguiente ejemplo.
Ejemplo 1.3.3
Simbolicemos la proposición siguiente: “si hoy es martes, entonces mañana es miércoles y pasado
mañana es jueves”. Identificamos las proposiciones más sencillas y les asignamos una letra:
P : “hoy es martes”.
Q: “mañana es miércoles”.
R: “pasado mañana es jueves”.
Luego, la proposición “si hoy es martes, entonces mañana es miércoles y pasado mañana es
jueves” se simboliza como
P → (Q ∧ R).
14 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
Hay que utilizar siempre los paréntesis (u otros símbolos de agrupación) para que no existan las
ambigüedades o confusiones. Si en el ejemplo anterior se escribe P → Q ∧ R, no está claro si se refiere
a (P → Q) ∧ R o a P → (Q ∧ R). Lo recomendable es que siempre que se vaya a utilizar un conectivo,
se encierren entre paréntesis las formas proposicionales que se utilizan para dicho conectivo.
Ejemplo 1.3.4
Debería estar claro, a partir de los ejemplos mostrados, que cuando se combinan los valores de
verdad de n letras proposicionales distintas, entonces la correspondiente tabla de verdad tiene 2n filas.
Así, la tabla de verdad de la forma proposicional (P → Q) → (¬R ∨ T ) tiene 24 = 16 filas.
Ejemplo 1.3.5
Definición 1.3.6
Una forma proposicional es llamada una tautología si su tabla de verdad es siempre V . Una
forma proposicional es llamada una falacia o contradicción si su tabla de verdad es siempre F .
Una forma proposicional que no es ni tautología ni contradicción es llamada una contingencia.
Ejemplo 1.3.7
Ejercicios
1. Simbolice adecuadamente las siguientes oraciones como formas proposicionales.
a) Los perros son buenos chicos y los gatos n) Alex es hijo de Isadora si y sólo si la her-
son ansiosos. mana de Alex es hija de Isadora.
b) Estudiaré, pero también tomaré un tiem- ñ) Si estudias y vienes a clase, apruebas el
po para descansar. curso.
c) Además de visitar a mi hermano, conoceré o) Es mentira que voy a ir a Buenos Aires y
varios lugares. que estoy delgado.
d ) Él llegó temprano, sin embargo le tocó el
p) Es mentira que voy a ir a Buenos Aires, y
último turno.
estoy delgado.
e) Andrés y Juan no viajarán mañana.
q) Ni yo soy brasileño ni tu eres mago.
f ) Es verdad que iré al almuerzo y después
iré a mi casa. r ) Si te sales, llueve.
g) Voy al cine o al teatro. s) Haré la tarea, si tengo tiempo.
h) O bien solicito un préstamo, o lo compro t) Si haces trampa en el examen, no aproba-
el próximo año. rás y, o bien firmas el libro o bien serás
i ) Si tengo el dinero, entonces viajaré a Bue- castigado todos los días.
nos Aires. u) Voy a viajar, pero si no viajo, cocino en
j ) Si vas por ese sendero, te dará miedo. casa.
k ) No tengo ganas de salir. v ) Voy a viajar, pero si no viajo, cocino en
l ) No es cierto que gané la lotería. casa si tengo tiempo.
m) No hay nada en el cajón. w ) Si Ana quiere o no quiere, tendrá un perro.
a) P → (P → Q). d ) (P → Q) ∨ (Q → P ).
b) P ↔ P . e) (¬P → Q) ∨ Q.
c) (P → P ) ∨ Q. f ) P → ¬(Q ∨ ¬(R ∧ S)).
3. Clasifique como tautología, falacia o contingencia a cada una de las siguientes formas proposi-
cionales.
a) ¬P → P . d ) (P → Q) ∨ (¬Q → ¬P ).
b) ¬P ↔ P . e) (P → Q) ∨ (Q → P ).
c) P ↔ (P ∧ P ). f ) ¬P ∨ (Q ∨ P ).
4. Sin hacer la tabla de verdad de la siguiente forma proposicional, justifique por qué no es una
tautología:
¬(P ∧ Q) → (P ∨ R) → ¬ P ∨ (S ∧ (¬T ↔ U ))
Indicación. Al tanteo vaya dando valores de verdad a las letras hasta lograr que el valor de la
forma proposicional sea falso. Esto puede hacerse de una forma inteligente en pocos pasos.
5. Sea P una letra proposicional. Sea α1 la forma proposicional P . Sea α2 la forma proposicional
P → P . Luego se define α3 como la forma proposicional (P → P ) → P , y así sucesivamente,
16 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
se definen formas proposicionales α4 , α5 , α6 , α7 , etc. Por ejemplo, α10 es la forma proposicional
siguiente, en la que P aparece 10 veces:
((((((((P → P ) → P ) → P ) → P ) → P ) → P ) → P ) → P ) → P.
1.4 Inferencia
Ahora que disponemos de las formas proposicionales y medios para interpretarlas como verdaderas
o falsas, queremos estudiar métodos por los cuales podamos deducir formas proposicionales a partir de
formas proposicionales dadas. En especial, queremos determinar qué forma ha de tener un argumento
para que sea válido.
Definición 1.4.1
Un argumento consiste en una colección de formas proposicionales α1 , α2 , . . . , αn llamadas
premisas y una forma proposicional β llamada conclusión. Representaremos el argumento
con premisas α1 , α2 , . . . , αn y conclusión β de la siguiente manera:
α1
α2
..
.
αn
β
Ejemplo 1.4.2
P →Q P ∨Q
P ∨Q P ¬Q → (P ∧ T )
a) b) c)
P Q Q∨T
¬T ∧ Q
En el siguiente ejemplo realizamos un tipo de análisis con premisas que nos permite deducir una
conclusión. Más adelante veremos maneras más sistemáticas de deducir una conclusión a partir de
premisas dadas.
1.4. INFERENCIA 17
Ejemplo 1.4.3
1. P es verdadera y Q es verdadera.
2. P es falsa y Q es verdadera.
3. P es falsa y Q es falsa.
Pero como hemos supuesto que P también es verdadera, resulta que la única posibilidad que
nos queda es la primera, y en esta Q es verdadera. De esta forma hemos mostrado que al asumir
que P → Q y P son verdaderas, se sigue que Q es verdadera.
A continuación un ejemplo más de este razonamiento con premisas para deducir que una conclusión
es verdadera.
Ejemplo 1.4.4
Puesto que ¬P es verdadera, P tiene que ser falsa, y de las tres opciones la única que cabe es
la tercera, y en esta Q es verdadera.
Un argumento en el que a partir de suponer que las premisas son verdaderas, se puede deducir
que la conclusión es verdadera, es llamado un argumento válido. En caso contrario, el argumento es
inválido. Podemos dar la definición de argumento válido de la siguiente manera.
Definición 1.4.5
Un argumento con premisas α1 , α2 , . . . , αn y conclusión β es válido cuando la forma proposi-
cional
(α1 ∧ α2 ∧ · · · ∧ αn ) → β
resulta ser una tautología. De lo contrario, el argumento es inválido.
Ejemplo 1.4.6
1. El argumento
P →Q
P
Q
18 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
es válido. Para comprobarlo, hay que verificar que la forma proposicional [(P → Q)∧P ] →
Q es una tautología, así que realizamos la tabla de verdad de esta:
P Q P →Q (P → Q) ∧ P [(P → Q) ∧ P ] → Q
V V V V V
V F F F V
F V V F V
F F V F V
Esto comprueba que [(P → Q) ∧ P ] → Q es una tautología y nos permite concluir que el
argumento es válido.
2. Para verificar que el argumento
P →Q
Q→R
P →R
P Q R P → Q Q → R P → R (P → Q) ∧ (Q → R) [(P → Q) ∧ (P → R)] → (P → R)
V V V V V V V V
V V F V F F F V
V F V F V V F V
V F F F V F F V
F V V V V V V V
F V F V F V F V
F F V V V V V V
F F F V V V V V
El Ejemplo 1.4.6 deja claro que el uso de tablas de verdad para verificar que un argumento es
válido tiene sus limitaciones. Si la forma proposicional involucra muchas letras proposicionales o si es
muy complicada, la tabla de verdad se sale de todo alcance. Por este motivo, necesitamos otros medios
para saber si un argumento es válido o no. Una primera forma puede ser la explicada en el siguiente
ejemplo.
Ejemplo 1.4.7
Para comprobarlo, no es necesario hacer la tabla de verdad de la forma proposicional [(P ∧Q) →
R] → (P → Q), sino que basta con poder hallar valores de verdad de P, Q y R que lleven a
falso en la tabla de verdad, sin necesidad de hacerla completa. Por ejemplo,
1.4. INFERENCIA 19
P Q R (P ∧ Q) → R P →R [(P ∧ Q) → R] → (P → R)
V F F V F F
Puesto que obtuvimos un falso en una de las posibles filas de la tabla de verdad, ya podemos
concluir que el argumento no es válido.
Para verificar si un argumento es válido o no, podemos utilizar el método que describimos a conti-
nuación, donde la idea consiste tratar de deducir valores de verdad de las letras proposicionales para
que las premisas se hagan verdaderas y la conclusión sea falsa. Por esta razón, empezaremos suponien-
do que es posible lograr que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa, y trataremos de deducir
los valores de verdad de las letras proposicionales. Si logramos esto, comprobaríamos que sí es posible
tener premisas verdaderas con conclusión falsa y concluiríamos que el argumento es inválido. Si por el
contrario, nos damos cuenta de que es imposible determinar valores de verdad que hagan verdaderas
a las premisas y falsa a la conclusión, concluimos que el argumento es válido.
Ejemplo 1.4.8
El argumento del Ejemplo 1.4.8 nos muestra una forma de razonar incorrecta. Por ejemplo, digamos
que cierta persona afirmó en un momento que “si Colombia ganaba el mundial de fútbol del 2014,
entonces se teñiría el cabello de azul” (esta es la premisa P → Q). Luego sucedió que “Colombia no
ganó el mundial de fútbol del 2014” (esta es la premisa ¬P ), y la persona en cuestión dijo que por
esas razones decidió que “no se teñirá el cabello de azul” (la conclusión es ¬Q). Esto es un argumento
inválido, pues tiene la forma del argumento mostrado en el Ejemplo 1.4.8.
A continuación demostramos que un argumento es válido utilizando el método del Ejemplo 1.4.8.
Ejemplo 1.4.9
El Ejemplo 1.4.9 muestra una forma de razonar correcta. Por ejemplo, cierta persona afirma que
“si hoy es lunes, entonces ayer fue domingo”. La persona fue a ver el calendario y se da cuenta de que
ayer no fue domingo. Entonces concluye (o deduce) que hoy no es lunes. Tal persona está razonando
correctamente.
A continuación mostramos varios ejemplos de aplicación de este método para decidir si un argu-
mento dado es válido o no.
Ejemplo 1.4.10
P →Q
R→S
Q∨S
P ∨R
Comenzamos:
(P → Q) → R
¬S ∨ Q
¬S → T
¬T
R
Iniciamos:
a) Asumimos como verdaderas a todas las premisas y como falsa a la conclusión.
b) Como la conclusión es falsa, R debe ser falsa.
c) Como la cuarta premisa es verdadera, T debe ser falsa.
d ) Siento T falsa, como la tercera premisa es verdadera, S tiene que ser verdadera.
e) Siendo S verdadera, como la la segunda premisa es verdadera, Q debe ser verdadera.
f ) Siendo R falsa, como la primera premisa es verdadera es necesario que P → Q sea
falsa, pero siendo Q verdadera, no hay manera de que P → Q sea falsa.
g) En este punto nos damos cuenta de deducir valores de verdad para las letras P, Q, R, S
y T para que las premisas sean verdaderas y la conclusión sea falsa.
h) Concluimos que el argumento es válido.
3. No siempre tendremos que empezar nuestro método atacando a la conclusión. También
podemos empezar por las premisas a partir de las cuales sea más fácil deducir valores
de verdad de las partes que la componen. Por ejemplo, apliquemos nuestro método al
siguiente argumento:
P → (Q ∨ ¬S)
Q∧R
P ∧ ¬R
P →Q
(Q ∧ ¬R) → ¬P
S → ¬R
S → ¬P
Ejercicios
1. Asuma que son verdaderas P → Q y Q → R. Deduzca que P → R es verdadera también.
3. Usando tablas de verdad, averigüe si los siguientes argumentos son válidos o no.
¬P ∨ Q P →Q P
c)
a) ¬Q b) ¬R → ¬Q ¬(¬P ) ∨ Q
P P →R
4. Utilizando el método de los Ejemplos 1.4.8 y 1.4.9, decida si cada argumento dado a continuación
es válido o no:
¬P → Q P → (Q ∨ R) (P → Q) → S
a) R → ¬S R → ¬S ¬S ∨ T
b) c)
(¬Q ∨ S) → (P ∨ ¬R) Q→T P
P → (¬S ∨ T ) T
α→β
α Modus Ponens MP
β
α→β
¬β Modus Tollens MT
¬α
α→β
γ→δ
Dilema Constructivo DC
α∨γ
β∨δ
α∨β
¬α Modus Tollendo Ponens MTP
β
α→β
β→γ Silogismo Hipotético SH
α→γ
α
β Adjunción Adj
α∧β
α∧β
Simplificación Simp
α
α
Adición Adic
α∨β
La forma correcta de usar las reglas de inferencia es sustituyendo α, β, γ y δ por formas proposi-
cionales, y así producir argumentos válidos. Esta es la única manera aceptable de utilizarlas. Con esto
en mente, podemos producir algunos argumentos válidos.
Ejemplo 1.4.11
Cada argumento que sigue está justificado por la regla de inferencias indicada (se deja como
ejercicio identificar cuáles fueron las sustituciones que se hicieron):
(P ∧ Q) → ¬R
a) P ∧Q (Aquí aplicamos MP)
¬R
P
b) (Aquí aplicamos Adic)
P ∨ (Q ∧ R)
1.4. INFERENCIA 25
¬¬P
c) (Q ∨ R) → ¬P (Aquí aplicamos MT; note que no importa el orden de las premisas)
¬(Q ∨ R)
En el siguiente ejemplo mostramos varias premisas y se aplica una regla de inferencia a algunas de
ellas, no a todas, para dar una conclusión.
Ejemplo 1.4.12
P
R
b) (Aplicamos Adic usando sólo la primera premisa)
S→T
P ∨ (Q ∧ R)
¬S
¬¬P
c) P ∧T (Aplicamos MT usando sólo las premisas segunda y cuarta)
(Q ∨ R) → ¬P
¬(Q ∨ R)
Una derivación de un argumento consiste en una serie de aplicaciones de las reglas de inferencia,
partiendo de las premisas, y que tienen a la conclusión del argumento como el resultado de la última
regla de inferencia aplicada. Por ejemplo, consideremos el argumento siguiente:
P →Q
Q→R
¬R
¬P
En una derivación comenzamos por enumerar las premisas:
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
Después de la línea horizontal comienza la derivación. Las premisas 2 y 3 nos permiten deducir ¬Q
aplicando MT. Escribimos ¬Q debajo de la línea, la enumeramos con 4, y al lado derecho indicamos los
números de las premisas que se utilizaron junto con la abreviación de la regla de inferencia aplicada:
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
4. ¬Q 2, 3, MT
Cada nueva línea que se deduce se puede utilizar como una nueva premisa dentro de la derivación del
argumento, para hacer nuevas deducciones. Ahora, las premisas 1 y 4, y una aplicación de MT nos
conducen a ¬P :
26 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
4. ¬Q 2, 3, MT
5. ¬P 1, 4, MT
Como ya llegamos a la conclusión del argumento, aquí termina la derivación. Vamos a mostrar ahora
algunos ejemplos de derivaciones de argumentos. Por supuesto, usaremos una sola tabla para llevar a
cabo cada derivación.
Ejemplo 1.4.13
(P ∨ Q) → (Q ∧ R)
P
Q
1. (P ∨ Q) → (Q ∧ R)
2. P
3. P ∨Q 2, Adic
4. Q∧R 1, 3, MP
5. Q 4, Simp
P →Q
Q→R
S ∨ ¬R
¬S
¬P
1. P →Q
2. Q→R
3. S ∨ ¬R
4. ¬S
5. P → R. 1, 2, SH
6. ¬R 3, 4, MTP
7. ¬P 5, 6, MT
P →Q
(P → Q) → (T → S)
P ∨T
¬Q
S
1. P →Q
2. (P → Q) → (T → S)
3. P ∨T
4. ¬Q
5. T → S. 1, 2, MP
6. Q∨S 1, 3, 5, DC
7. S 4, 6, MTP
No a todos los argumentos se les puede realizar derivación. Resulta que los únicos argumentos
para los cuáles es posible hacer una derivación son los argumentos válidos. Cada vez que tenemos
un argumento válido, es posible hallar una derivación, y de manera recíproca, si se puede hacer una
derivación de un argumento, se puede concluir que el argumento es válido.
Ejercicios
1. En cada literal que sigue se da un argumento válido. Diga cuál regla de inferencia justifica cada
uno:
¬P ∧ ¬Q P →Q P ∧Q
a) ¬¬P c) Q→P e) P →S
¬Q P →P P
P ∧Q
(P ∧ Q) → R R∧S
f)
b) S → (P ∧ Q) P →R P ∨ ¬(R → S)
d)
S→R (P → R) ∨ P (R ∧ S) ∨ (P ∧ Q)
¬P ∨ (Q ∨ S) P → (Q ∧ R) P
e)
a) ¬¬P c) P ∧S ((P ∨ Q) ∨ R) ∨ S
Q∨S Q S→T
¬P ∨ (Q ∨ S) R→S
¬P → Q P → (Q ∧ R) f) Q→R
b)
¬Q d) P ∧S P →Q
S Q∨R P →T
¬P P → (Q ∨ R)
a)
P →Q c) ¬Q
P →Q
P ∧ (Q ∧ R)
(P ∧ R) → (S ∨ (T ∨ M ))
d)
P ¬S ∧ ¬T
b)
P ∧Q M
1.4.3. Equivalencias
Suele suceder que cuando estamos escribiendo una derivación de un argumento, queremos sustituir
una forma proposicional por otra. Esto se puede hacer cuando las dos formas proposicionales son
28 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
equivalentes, y significa que tienen los mismos valores de verdad en sus tablas. Por ejemplo, comparemos
las tablas de verdad para ¬(P ∨ Q) y ¬P ∧ ¬Q:
P Q ¬(P ∨ Q) ¬P ∧ ¬Q
V V F F
V F F F
F V F F
F F V V
A partir de esta tabla inferimos que la tabla de verdad de la proposición bicondicional ¬(P ∨ Q) ↔
(¬P ∧ ¬Q) será siempre V, lo que quiere decir que ¬(P ∨ Q) ↔ (¬P ∧ ¬Q) es una tautología. Esto da
pie a la siguiente definición.
Definición 1.4.14
Dos formas proposicionales α y β son equivalentes si α ↔ β es una tautología. Cuando α y β
son equivalentes, lo simbolizamos mediante α ⇐⇒ β.
A partir de la Definición 1.4.14 observamos que todas las tautologías son equivalentes entre ellas,
y de manera análoga todas las falacias son equivalentes entre ellas.
Ejemplo 1.4.15
En los siguientes dos ejemplos vemos cómo dos formas proposicionales que son equivalentes se
pueden reemplazar dentro de otra, para obtener nuevas formas proposicional equivalentes.
Ejemplo 1.4.16
Ejemplo 1.4.17
Los dos ejemplos anteriores son muestra del principio que afirma que en una forma proposicional
podemos sustituir una parte por otra equivalente, y obtener una forma proposicional equivalente.
Antes de formular las equivalencias fundamentales que nos ayudarán en las derivaciones de argu-
mentos, damos un par de definiciones que indican diferentes maneras en que se relacionan el antecedente
y el consecuente en una proposición condicional.
Definición 1.4.18
El recíproco de una proposición condicional es aquella proposición condicional formada inter-
cambiando el antecedente con el consecuente.
Condicional: si P , entonces Q.
Recíproco: si Q, entonces P
Definición 1.4.19
El contrarrecíproco de una proposición condicional es aquella proposición condicional formada
intercambiando el antecedente y consecuente a la vez que se niegan estos.
Condicional: si P , entonces Q
Contrarrecíproco: si no Q, entonces no P
Ejemplo 1.4.20
1. Consideremos la siguiente proposición condicional: “si los rectángulos tienen cuatro lados,
entonces los cuadrados tienen cuatro lados”. Su recíproco es “si los cuadrados tienen cua-
tro lados, entonces los rectángulos tienen cuatro lados”; y su contrarrecíproco es “si los
cuadrados no tienen cuatro lados, entonces los rectángulos no tienen cuatro lados”.
A continuación mostramos la lista de equivalencias más importantes que usaremos para seguir
haciendo derivaciones de argumentos. Estas equivalencias funcionan de manera similar a las reglas de
inferencia, como mecanismos que producen formas proposicionales equivalentes. En las equivalencias
que siguen, α, β y γ representan formas proposicionales arbitrarias.
30 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
Equivalencia Nombre Abreviación
α ∧ (β ∧ γ) ⇐⇒ (α ∧ β) ∧ γ
Leyes Asociativas Asoc
α ∨ (β ∨ γ) ⇐⇒ (α ∨ β) ∨ γ
α ∧ β ⇐⇒ β ∧ α
Leyes Conmutativas Conm
α ∨ β ⇐⇒ β ∨ α
α ∧ (β ∨ γ) ⇐⇒ (α ∧ β) ∨ (α ∧ γ)
Leyes Distributivas Dist
α ∨ (β ∧ γ) ⇐⇒ (α ∨ β) ∧ (α ∨ γ)
α ⇐⇒ ¬¬α
Doble Negacion DN
¬¬α ⇐⇒ α
¬(α ∧ β) ⇐⇒ ¬α ∨ ¬β
Leyes de De Morgan DeM
¬(α ∨ β) ⇐⇒ ¬α ∧ ¬β
α ∧ α ⇐⇒ α
Idempotencia Idem
α ∨ α ⇐⇒ α
α ↔ β ⇐⇒ (α → β) ∧ (β → α)
Definición Alterna de la Equivalencia DAE
α ↔ β ⇐⇒ (α ∧ β) ∨ (¬α ∧ ¬β)
Ejemplo 1.4.21
Ahora que tenemos las reglas de inferencia y las equivalencias a nuestra disposición, podemos
realizar con muchas más derivaciones de argumentos. Aún cuando parezca innecesario utilizar una
equivalencia, lo estrictamente correcto es aplicarla, por muy obvio que parezca el resultado. Por ejemplo,
la siguiente derivación no es estrictamente correcta:
1. P
2. Q ∨ P 1, Adic
puesto que la regla Adic adiciona la Q al lado derecho y no al lado izquierdo. La derivación correcta
usaría Adic y luego Conm, como sigue:
1. P
2. P ∨ Q 1, Adic
3. Q ∨ P 2, Conm
1.4. INFERENCIA 31
Otro ejemplo de una derivación que no es estrictamente correcta es la siguiente:
1. ¬P → Q
2. P ∨ Q 1, DAC
1. ¬P → Q
2. ¬¬P ∨ Q 1, DAC
3. P ∨ Q 2, DN
El uso tan riguroso de las reglas de inferencia y equivalencias haría que las derivaciones fueran dema-
siado extensas. Por tal motivo, convenimos en que, por motivos de brevedad, se pueden saltar algunos
pasos obvios. Veamos ahora algunos ejemplos de derivaciones, donde usamos reglas de inferencia y
equivalencias. Le queda al lector la tarea de evaluar con cuidado la forma en que se están aplicando
las reglas en cada paso de las derivaciones.
Ejemplo 1.4.22
(P ∧ Q) ∧ (R ∧ S)
(P ∧ (Q ∧ R)) ∧ S
La derivación es la siguiente:
1. (P ∧ Q) ∧ (R ∧ S)
2. ((P ∧ Q) ∧ R) ∧ S 1, Asoc
3. (P ∧ (Q ∧ R)) ∧ S 2, Asoc
R∧S
¬R → P
La derivación es la siguiente:
1. R∧S
2. R 1, Simp
3. R∨P 2, Adic
4. ¬¬R ∨ P 3, DN
5. ¬R → P 4, DAC
P →Q
R→Q
(P ∨ R) → Q
La derivación es
32 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
1. P →Q
2. R→Q
3. (P → Q) ∧ (R → Q) 1, 2, Adj
4. (¬P ∨ Q) ∧ (¬R ∨ Q) 3, DAC
5. (Q ∨ ¬P ) ∧ (Q ∨ ¬R) 3, Conm
6. Q ∨ (¬P ∧ ¬R) 5, Dist
7. (¬P ∧ ¬R) ∨ Q 6, Conm
8. ¬(P ∨ R) ∨ Q 7, DeM
9. (P ∨ R) → Q 8, DAC
(P ∧ Q) ∨ (R ∧ S)
(P ∨ S) ∧ (Q ∨ R)
1. (P ∧ Q) ∨ (R ∧ S)
2. [(P ∧ Q) ∨ R] ∧ [(P ∧ Q) ∨ S] 1, Dist
3. [R ∨ (P ∧ Q)] ∧ [S ∨ (P ∧ Q)] 2, Conm
4. [(R ∨ P ) ∧ (R ∨ Q)] ∧ [(S ∨ P ) ∧ (S ∨ Q)] 3, Dist
5. [(R ∨ Q) ∧ (R ∨ P )] ∧ [(S ∨ P ) ∧ (S ∨ Q)] 4, Conm
6. (R ∨ Q) ∧ [(R ∨ P ) ∧ [(S ∨ P ) ∧ (S ∨ Q)]] 5, Asoc
7. R ∨ Q 6, Simp
8. [(S ∨ P ) ∧ (S ∨ Q)] ∧ [(R ∨ Q) ∧ (R ∨ P )] 5, Conm
9. (S ∨ P ) ∧ (S ∨ Q) 8, Simp
10. S ∨ P 9, Simp
11. (P ∨ S) ∧ (R ∨ Q) 7, 10, Conj
12. (P ∨ S) ∧ (Q ∨ R) 11, Conm
5. Derivar el argumento
P → (P → P )
P ∨ ¬P
La derivación es
1. P → (P → P )
2. ¬P ∨ (¬P ∨ P ) 1, DAC
3. (¬P ∨ ¬P ) ∨ P 2, Asoc
4. ¬P ∨ P 3, Idem
5. P ∨ ¬P 4, Conm
Siempre es posible, en cualquier paso de una derivación, incluir una tautología. Por ejemplo, si α
y β son formas proposicionales, entonces se tienen las siguiente reglas tautológicas:
α ∨ ¬α (Ley del medio excluido)
α→α
¬(α ∧ ¬α) (Ley de no contradicción)
α → (β → α)
Pensamos en estas reglas como mecanismos para producir tautologías, y las podemos incluir en las
1.4. INFERENCIA 33
derivaciones con la palabra Tautología.
Ejemplo 1.4.23
Ejercicios
1. En cada literal que sigue se dan dos formas proposicionales. Utilizando tablas de verdad, verifique
si son equivalentes o no.
6. A continuación se dan algunas derivaciones sin justificar los pasos. En cada uno de sus pasos,
poner los números de las premisas junto con la regla de inferencia o equivalencia que los justifican.
34 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
1. P → ¬Q 1. (P ∧ Q) ∨ (P ∧ R)
2. R∧Q 2. Q→S
3. Q 3. R→S
a) 4. ¬P c) 4. P ∧ (Q ∨ R)
5. R 5. Q∨R
6. R ∧ ¬P 6. S∨S
7. ¬(R → P ) 7. S
1. ¬P → (¬Q → ¬R)
2. (P → R) ∧ (¬P → R)
3. P ∨ (Q ∨ ¬R)
4. (P ∨ Q) ∨ ¬R
1. P → (¬Q ∨ S) 5. ¬R ∨ (P ∨ Q)
2. (T ∨ R) → P 6. R → (P ∨ Q)
d)
3. Q∧R 7. (¬P ∨ R) ∧ (P ∨ R)
4. R 8. (¬P ∧ P ) ∨ R
b)
5. T ∨R 9. ¬(P ∨ ¬P ) ∨ R
6. ¬Q ∨ S 10. P ∨ ¬P
7. Q 11. R
8. S 12. P ∨ Q
1. P ∧ ¬S
2. R→S
3. P → (Q → R)
4. ¬S 1, Simp
5. ¬R 2, 4, MT
6. P → ¬Q 3, 5, MT
7. P 1, Simp
8. ¬Q 6, 7, MP
(P ∨ Q) → R (P ∨ Q) → R
i) P S→T
vi)
R Q
(P → Q) ∨ R R∨T
ii) P ∧ ¬R P →R
Q R → (S ∨ T )
vii)
(P ∨ Q) → R P ∧ ¬S
¬R T
iii)
S→Q
P →Q
¬S
R → (S ∨ T )
P → (R ∨ S) viii)
¬[(P ∨ R) → S]
iv) P ∧ ¬S T
R
P ∧ ¬P
P →Q ix)
Q
S→T
v)
(P ∨ S) ∧ ¬T ¬P
x)
Q P →Q
1.4. INFERENCIA 35
P (P → Q) → R
xi)
¬Q → P ¬(S → P )
xxvii)
P →Q S→T
xii)
(P ∧ R) → Q R∨T
P → (Q ∧ R) (R ∨ L) → Q
xiii)
P →Q R → ¬Q
xxviii)
(P ∨ Q) → R P ∧ ¬S
xiv) (P → R) → S
P →R
(P ∨ Q) → R (P → Q) → ¬R
xv)
¬R → ¬Q S→T
P → (Q → R) xxix) P → (U ∧ V )
xvi)
Q → (P → R) S ∧ ¬V
P ∨ (R ∧ S) R→T
xvii)
¬S → P
(P → Q) → R
P → ¬(Q → R) (S ∨ T ) → U
xviii) xxx)
P → ¬R ¬P ∧ T
P ↔ (Q ∨ R) R∨U
xix)
Q→P
P → (Q → (R → S))
P ↔Q
xxxi) ¬[(P ∧ R) → S]
xx) ¬P
¬Q
¬Q
(P → Q) → R (Q ∨ R) → (S → T )
xxi) ¬R P →Q
¬Q xxxii) T → ¬Q
(P → Q) → R P
xxii) ¬R ¬S
Q→S
(P ∨ Q) → (R ∧ S)
P → (Q → R) ¬P → (T → ¬T )
xxiii) R → (S ∧ T ) xxxiii)
¬R
P → (Q → T ) ¬T
P → (Q → R)
xxiv) R → (S ∨ T ) (P → Q) ∧ (R → S)
(P → S) ∨ (Q → T ) P ∨R
xxxiv)
(P → ¬S) ∧ (R → ¬Q)
P →Q
Q ↔ ¬S
xxv) P →R
P → (Q ∧ R) P ↔Q
(P ∧ S) → T S→T
xxxv)
xxvi) ¬T ∧ Q (P → Q) → (S ∨ ¬T )
P → ¬(Q → S) ((Q → P ) → T ) ↔ S
36 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
Capítulo 2
Cuantificadores y predicados
Consideremos la siguiente proposición: “si existe un creador para todas las cosas, entonces toda cosa
tiene un creador”. Esta es una proposición condicional con antecedente “existe un creador para todas
las cosas” y consecuente “toda cosa tiene un creador”. Por supuesto que esta proposición condicional
es verdadera pues, naturalmente, el antecedente conduce al consecuente, pero la lógica proposicional
no es suficiente para justificar la validez de esta proposición. De hecho, si la simbolizamos tendríamos
que representarla como condicional P → Q, y como bien sabemos, esto no es una tautología.
La razón de por qué ocurre lo anterior es que la lógica proposicional no se fija en el significado de las
proposiciones, pero ahora es importante tener en cuenta el significado de las mismas. En este capítulo
ampliamos nuestro estudio de la lógica más allá de la lógica de las proposiciones, y nos fijaremos
más en el significado de las proposiciones. Estudiaremos predicados, cuantificadores, simbolización e
inferencia con cuantificadores. El sistema lógico que se obtiene al combinar la lógica proposicional y
los cuantificadores y predicados, junto con sus respectivas reglas, es llamado lógica de primer orden.
Lo importante es que la lógica de primer orden es suficiente para que podamos formular y expresar
toda la matemática que nos interesa estudiar.
2.1.1. Predicados
Para introducir la idea de predicado, consideremos la oración “x es un número real”. Esta oración
no puede ser considerada una proposición porque no sabemos qué significa la x, es indeterminada, y
por tal motivo no es posible determinar si lo que se afirma es verdadero o falso. Sin embargo, pensemos
que podemos reemplazar la x por objetos específicos. A continuación, cuatro ejemplos de esto:
5 es un número real.
π/7 es un número real.
Andrea es un número real.
La nube es un número real.
Con cada reemplazo de la x por un objeto específico, la oración adquiere valor de verdad y se convierte
en proposición. En los cuatro ejemplos anteriores las dos primeras proposiciones son verdaderas y las
dos últimas son falsas.
37
38 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
En la oración “x es un número real”, la x es la parte de la oración que se refiere a un objeto específico
(5, π/7, Andrea y la nube son objetos específicos); la expresión “es un número real ” es el predicado, y
su objetivo es atribuirle una propiedad a los objetos.
Consideremos otro ejemplo, una expresión algebraica: “x + 2 = 7”. Por sí sola, esta expresión no
tiene valor de verdad, porque no sabemos a qué se refiere la x, no conocemos su valor. Pero cuando
sustituimos la x por objetos específicos, como x = 5 o x = 10, la oración se convierte en una proposición.
Como antes, la x representa objetos mientras que el predicado es x + 2 = 7, es decir, la propiedad que
se le atribuye a x es que x sumado a 2 da igual a 7.
Para lo que nos interesa, los objetos serán identificados con variables. Las variables se represen-
tarán usualmente con letras minúsculas latinas a, b, c, x, y, z, w, etc. Ahora podemos dar la siguiente
definición.
Un predicado es una expresión que le atribuye una propiedad a objetos identificados por las
variables de una oración.
Ejemplo 2.1.2
Se puede sustituir una variable en un predicado por otra expresión que involucre variables y el
resultado nos dará de nuevo un predicado.
Ejemplo 2.1.3
• Un predicado es una expresión que le atribuye una propiedad a objetos identificados por las
variables de la oración.
• Si se reemplazan las variables de un predicado por expresiones que a su vez contienen variables,
resulta otro predicado.
2.1.2. Cuantificadores
La colección de objetos específicos permitidos para sustituirlos en lugar de las variables de un
predicado forman lo que llamamos el universo de discurso o simplemente, universo. Este puede ser
una colección de elementos acordada de antemano o una colección de objetos que se sobreentiende por
el contexto. Por ejemplo, el universo de discurso puede ser un conjunto numérico como el conjunto
de los números enteros, o el conjunto de los número reales, o bien puede ser la colección de los seres
humanos vivos en un momento específico.
Una manera muy importante de producir una proposición a partir de un predicado, sin recurrir a
la sustitución de sus variables por valores específicos, es ponerle un cuantificador a cada variable del
predicado.
Consideremos nuevamente el predicado x + 2 = 7. Vamos a asumir como universo de discurso al
conjunto de los números reales, de manera que la variable x representa números reales. Consideremos
la oración siguiente:
Aunque la variable x aparece dos veces esta oración, resulta que esta sí es una proposición que afirma la
existencia de un número real x que sumado a dos da como resultado 7. Esta proposición es claramente
verdadera. Descomponemos esta proposición de la siguiente manera:
− Para algún x, x + 2 = 7.
− x + 2 = 7, para algún x.
− Algún x satisface x + 2 = 7.
Todas estas oraciones tienen la misma intención: afirmar que es posible encontrar un número real x
tal que x + 2 = 7. Es importante anotar que las palabras tal que siempre se ponen después de usar la
palabra existe o la palabra hay.
Ahora, continuando con el conjunto de los números reales como universo de discurso, consideremos
la oración siguiente:
Para todo x, x + 5 = 5 + x.
Esta afirma que la propiedad x + 5 = 5 + x es verdadera para cualquier número real x, es decir, que si
reemplazamos a x por cualquier número real, la igualdad se cumple. Dividimos la oración en partes:
Ejemplo 2.1.4
no tendríamos aún una proposición por la aparición de la x. Así, esta oración es un predicado
que le atribuye una propiedad a x. Ahora bien, la oración siguiente
para todo x, existe y tal que y = 2x2 + 1
sí es una proposición, pues las dos variables están afectadas por respectivos cuantificadores. El
orden en que se pongan los cuantificadores puede afectar el significado de la proposición. Por
ejemplo, la oración “existe y tal que, para todo x, y = 2x2 +1” tiene un significado muy diferente
al de “para todo x, existe y tal que y = 2x2 + 1”.
Es posible que en una oración aparezcan cuantificadores de variables que realmente no figuran en
el predicado, como en el siguiente ejemplo.
Ejemplo 2.1.5
para todo x, 4 = 2 + 2
Si cambiamos el universo de discurso, puede cambiar el valor de verdad de una proposición con
cuantificadores.
Ejemplo 2.1.6
2.1.3. Simbolización
Como ya se mencionó anteriormente, las variables de los predicados serán representadas con letras
latinas minúsculas. Ahora, los predicados serán representados con letras latinas mayúsculas, incluyendo
entre paréntesis las variables involucradas: P (x), Q(y), R(x, y), S(x, y, z) etc. El cuantificador universal
se representa con el símbolo ∀ y el cuantificador existencial se representa con el símbolo ∃. En la
simbolización, un cuantificador siempre va a la izquierda, seguido inmediatamente a su derecha de la
variable que dicho cuantificador afecta, y seguido luego a la derecha por el predicado correspondiente,
como en ∀xP (x), o en ∃xP (x). Cuando el predicado está determinado por una fórmula algebraica, no
será necesario usar símbolos como P (x), Q(y), etc, como vemos a continuación.
Ejemplo 2.1.7
∀x∃y(x = y 2 − 1).
4. La proposición “para todo x, si x = y 2 −1 para algún y, entonces existe z tal que x = z −y,
para todo y” se simboliza como
∀x ∃y(x = y 2 − 1) → ∃z∀y(x = z − y) .
En esta última proposición debemos notar la aparición de un predicado condicional cuyo ante-
cedente es “x = y 2 − 1 para algún y”, y cuyo consecuente es “existe z tal que x = z − y, para todo
y”. El “para todo x” debe afectar a toda la oración condicional, pues tanto en el antecedente
como en el consecuente aparece la x (sin cuantificador que la afecte).
Es común encontrar proposiciones con cuantificadores, donde variables diferentes representan ob-
jetos de universos diferentes.
42 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
Ejemplo 2.1.8
En este ejemplo, la variable x representa números reales mientras que la variable n representa
enteros positivos. Tenemos así el universo de los números reales para x y el universo de los
enteros positivos para n. La proposición es la siguiente:
Para todo x, si x ≥ −1, entonces (1 + x)n ≥ 1 + nx, para todo n.
Ejercicios
1. Analice la validez del siguiente argumento y diga por qué la lógica proposicional no es suficiente
para justificarlo:
2. Asuma que el universo de discurso es el conjunto de los números reales. Diga cuáles de las
siguientes son proposiciones:
a) w es mayor que cero.
b) 3 es solución de la ecuación x2 − x = 5.
c) Existe x tal que 3 − 2 = 0.
d ) Para todo x, y − x es positivo.
e) Para todo x, xy = 2 para algún y.
f ) Si para todo x, x es positivo o negativo, entonces para todo x, x ̸= 0.
3. Analice la validez de las siguientes proposiciones:
5. Para cada proposición que sigue, analice su validez cuando se utilizan diferentes universos de
discurso. Las opciones para universo de discurso son tres: el conjunto de los enteros positivos, el
conjunto de los enteros y el conjunto de los números racionales.
2.2. NEGACIÓN DE CUANTIFICADORES 43
a) Para todo x, existe y tal que x + y = 1. d ) ∀x∃y(x · y = 1).
b) Para todo x, existe y tal que y < x. e) ∃x∀y(x · y = y).
c) Existe x tal que x ≤ y para todo y. f ) ∃y∃x[(y < 1) ∧ (1 < x)].
6. Asumamos al conjunto de los números reales como universo de discurso. Simbolizar, de la mejor
manera posible, cada proposición que sigue.
a) Existe x tal que x + 1 > 2 o x + 1 < 0. l) Para todo x existe y tal que x + y = 0, si
b) Existe x tal que x + 1 > 2 o existe x tal existe z tal que z − a − b = 0 para todo a
que x + 1 < 0. y todo b.
7. Para definir la convergencia de una sucesión de números reales {xn }n , las variables n y N
representan enteros positivos, mientras que ϵ y L representan números reales. La sucesión {xn }n
es llamada convergente si la siguiente proposición es verdadera:
Existe L tal que para todo ϵ, si ϵ > 0, entonces existe N tal que, para todo n, si n ≥ N ,
entonces |xn − L| < ϵ.
Ejemplo 2.2.1
1. Para escribir la negación de ∀x(P (x) ∧ Q(x)) en forma positiva usamos NU y DeM:
2. Para escribir la la negación de ∀x∃y(P (x) → Q(y)) en forma positiva usamos NU, NE y
NC:
En realidad, no es necesario hacer paso por el proceso de escribir la negación en forma positiva. Por
ejemplo, observando la proposición ∀x∃y(P (x) → Q(y)), sabemos que en su negación el cuantificador
∀ cambiará a ∃, el cuantificador ∃ cambiará a ∀ y la negación de P (x) → Q(y) dará P (x) ∧ ¬Q(y).
Así, podemos escribir más directamente
Cuando se niegan proposiciones que involucran símbolos como =, ≤, >, etc, en lugar de negarlos con
¬, pueden usarse símbolos alternativos. La siguiente tabla muestra estos símbolos con sus respectivas
negaciones:
Símbolo Negación
= ̸=
< ≥
> ≤
2.2. NEGACIÓN DE CUANTIFICADORES 45
Por ejemplo, podemos escribir la negación de ∀x(x + 1 > 0) como ∃x(x + 1 ≤ 0).
En general, la negación de cualquier símbolo se puede representar con una barra inclinada sobre el
símbolo, como ocurre con la negación de la igualdad =, es decir ̸=.
Ejemplo 2.2.2
En este ejemplo, el universo es el conjunto de los números reales. El hecho de que una función
real f sea continua en todo punto se expresa simbólicamente como sigue:
∀a∀ϵ ϵ > 0 → ∃δ δ > 0 ∧ ∀x(|x − a| < δ → |f (x) − f (a)| < ϵ) .
Luego, decir que una función no es continua en todo punto, esto es, la negación de la proposición
anterior, se simboliza en forma positiva como sigue:
∃a∃ϵ ϵ > 0 ∧ ∀δ δ ≤ 0 ∨ ∃x(|x − a| < δ ∧ |f (x) − f (a)| ≥ ϵ) .
Ejercicios
1. Justifique el valor de verdad de cada proposición siguiente, y halle una proposición equivalente
que no tenga negado al cuantificador.
a) No es cierto que para todo x, 2x2 − 1 = 0 (el universo es el conjunto de los números reales).
b) No es cierto que para todo x, existe y tal que x + y = 2 (el universo es el conjunto de los
números enteros).
c) No existe x tal que x3 + 1 = 0 (el universo es el conjunto de los números reales).
d ) No existe x tal que para cualquier y, xy = 1 (el universo es el conjunto de los números
reales).
a) ∃x(Q(x) → R(x)).
b) ∀x∃y(P (x) ∧ Q(x)).
c) ∃x∃y)(P (x) ∨ Q(x)).
d ) ∀x∀y[P (x) ∨ ∃zQ(y, z)].
e) ∃x¬R(x) ∨ ∀x[Q(x) ↔ ¬P (x)].
f ) ∀x∀y∃z(P (x) → [Q(y) ∧ R(z)]) → ∃x¬Q(x).
g) ∃y(A(y) ∨ (B(y) ∧ [C(y) ∨ ¬D(y)])).
h) ∀x[A(x) → (B(x) → {C(x) → D(x)})].
i ) ∀w[{A(w) → Z(w)} → (B(w) ∧ {C(w) → (D(w) ∨ Q(w))})].
j ) ∀x[∃y(f (x) = x) → ∀y{f (x) < y → g(y) ≥ x}].
k ) ∀n[{A(n) ∨ B(n)} → {∃m(A(m) ∨ ¬B(n)) ∧ (∀k)(A(k) → ¬B(n))}]
3. Escriba en forma positiva las negaciones de cada una de las proposiciones del Ejercicio 6 de la
Sección 2.1.
4. En este ejercicio el universo es el conjunto de los números reales. El sentido matemático preciso
del conocido límite
sen x
lı́m =1
x→0 x
46 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
se expresa simbólicamente como sigue:
sen x
∀ϵ[(ϵ > 0) → ∃δ (δ > 0) ∧ ∀x(0 < |x| < δ → − 1 < ϵ) ].
x
Expresar simbólicamente en forma positiva lo que significa la expresión
sen x
lı́m ̸= 1.
x→0 x
5. Sea el universo el conjunto de los números reales. Una función f es llamada uniformemente
continua cuando se cumple lo siguiente: para todo ϵ, todo x y todo y, si ϵ > 0, existe δ > 0 tal
que, si |x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ϵ.
a) Escriba en símbolos lo que significa que una función f sea uniformemente continua.
b) Escriba simbólicamente y en forma positiva lo que significa que una función f no sea uni-
formemente continua.
6. En este ejercicio, las variables ϵ y L representan números reales, N y n son números naturales.
Una sucesión {an }n es llamada convergente si se cumple lo siguiente: existe L tal que para todo
ϵ, si ϵ > 0, entonces existe N tal que para todo n, si n ≥ N , entonces |an − L| < ϵ.
a) Escriba en símbolos lo que significa que una sucesión {an }n sea convergente.
b) Escriba simbólicamente y en forma positiva lo que significa que una sucesión {an }n no sea
convergente.
7. En este ejercicio ϵ representa un número real, N, n y m representan enteros positivos. Una sucesión
{an }n es llamada una sucesión de Cauchy si se cumple lo siguiente: para todo ϵ, si ϵ > 0, existe
N tal que para todo n y todo m, si n ≥ N y m ≥ N , entonces |an − am | < ϵ.
a) Escriba en símbolos lo que significa que una sucesión {an }n sea una sucesión de Cauchy.
b) Escriba simbólicamente y en forma positiva lo que significa que una sucesión {an }n no sea
una sucesión de Cauchy.
Ejemplo 2.3.1
Ejemplo 2.3.2
Las tres ocurrencias de la variable x están afectadas por cuantificadores universales. Para
extraer los cuantificadores, primero ponemos variables diferentes a los tres cuantificadores,
como por ejemplo, ∀xP (x) → [∀yQ(y) → ∀zS(z)]. Se pueden aplicar las reglas para
48 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
extraer cuantificadores de varias maneras, así que la respuesta no es única. Una solución
es la siguiente:
∀xP (x) → ∀xQ(x) → ∀xS(x) ⇐⇒ ∀xP (x) → ∀yQ(y) → ∀zS(z)
⇐⇒ ¬∀xP (x) ∨ ¬∀yQ(y) ∨ ∀zS(z) (DAC)
⇐⇒ ∃x¬P (x) ∨ ∃y¬Q(y) ∨ ∀zS(z) (NU)
⇐⇒ ∃x ¬P (x) ∨ ∃y¬Q(y) ∨ ∀zS(z) (EXE)
⇐⇒ ∃x ¬P (x) ∨ ∃y ¬Q(y) ∨ ∀zS(z) (EXE)
⇐⇒ ∃x∃y ¬P (x) ∨ ¬Q(y) ∨ ∀zS(z) (EXE)
⇐⇒ ∃x∃y ¬P (x) ∨ ∀z ¬Q(y) ∨ S(z) (EXU)
⇐⇒ ∃x∃y∀z ¬P (x) ∨ ¬Q(y) ∨ S(z) (EXU)
Note que cada vez que se extrae un cuantificador, este debe ponerse a la derecha de los
cuantificadores que ya han sido extraídos. Otra posible forma de extraer los cuantificadores
es
∀z∃y∃x ¬P (x) ∨ ¬Q(y) ∨ S(z) .
Se deja como ejercicio verificar que esto es correcto. Finalmente, mostramos otra forma
de extraer los cuantificadores usando las reglas de extracción para condicionales:
∀xP (x) → ∀xQ(x) → ∀xS(x) ⇐⇒ ∀xP (x) → ∀yQ(y) → ∀zS(z)
⇐⇒ ∀xP (x) → ∃y Q(x) → ∀zS(z)
⇐⇒ ∀xP (x) → ∃y Q(x) → ∀zS(z)
⇐⇒ ∀xP (x) → ∃y∀z Q(x) → S(z)
⇐⇒ ∃x P (x) → ∃y∀z Q(x) → S(z)
⇐⇒ ∃x∃y∀z P (x) → Q(x) → S(z)
Ejercicios
1. Compruebe las reglas de extracción para condicionales
a) ∃xP (x) → Q(y) ⇐⇒ ∀x P (x) → Q(y)
b) P (x) → ∀yQ(y) ⇐⇒ ∀y P (x) → Q(y)
c) P (x) → ∃yQ(y) ⇐⇒ ∃y P (x) → Q(y)
2. Deduzca las reglas de extracción para el conectivo ∨ a partir de las reglas de extracción para el
conectivo ∧.
3. Deduzca una regla de extracción para el predicado bicondicional ∀xP (x) ↔ Q(y).
4. Extraer los cuantificadores de cada uno de los siguientes:
a) ∀xP (x) ↔ ∃xQ(x).
b) ∃x P (x) → ∃yQ(y) ∨ ∀yR(y).
c) ∃xP (x) ∨ ∀Q(x) → ∃xS(x) .
2.4. INFERENCIA CON CUANTIFICADORES 49
d ) ¬∀x P (x) → ¬∃xQ(x) ∨ ∀xS(x).
5. Escriba simbólicamente las definiciones de función uniformemente continua, sucesión convergente
y sucesión de Cauchy (ver ejercicios 5, 6 y 7 de la Sección 2.2) con los cuantificadore extraídos.
Ejemplificación Universal (EU). Siempre que a represente un objeto arbitrario o un objeto parti-
cular, se tiene
∀xP (x)
P (a)
En una derivación, EU sirve para convertir una premisa que tiene un cuantificador universal en una
en la no aparece ese cuantificador, al tiempo que introduce un objeto en la derivación, que puede ser
arbitrario o particular según convenga.
Ejemplo 2.4.1
Ejemplo 2.4.2
Los siguientes son usos correctos de EE (en cada caso, a es un objeto particular):
∃x(P (x) → Q(x))
1.
P (a) → Q(a)
∃x∀y(Q(x) ∨ R(y))
3.
∀y(Q(a) ∨ R(y))
∃x∀y∃zQ(x, y, z)
4.
∀y∃zQ(a, y, z)
Ahora, en las siguientes aplicaciones de EE, la premisa ya tiene un objeto arbitrario o particular.
∃y(Q(a) ∨ R(y))
1. donde a es arbitrario y b es particular.
Q(a) ∨ R(b)
Una observación muy importante para tener en cuenta al aplicar EE es que, contrario a EU que
puede introducir objetos que ya hayan aparecido en la derivación, cada vez que se use EE es necesario
y obligatorio introducir un objeto particular diferente a todos los que ya estén en la derivación.
Mediante el uso de las reglas EU y EE se pueden ir eliminando los cuantificadores en una deriva-
ción hasta quedar con proposiciones que solo tengan objetos arbitrarios o particulares. Es necesario
que tengamos reglas que permitan recuperar los cuantificadores y eliminar los objetos particulares y
arbitrarios. Para esto tenemos las reglas de generalización.
Generalización Universal (GU). Siempre que a sea un objeto arbitrario, y en P (a) no aparezca
ningún símbolo particular, se tiene
P (a)
∀xP (x)
Generalización existencial (GE). Siempre que a sea un objeto particular o un objeto arbitrario,
se tiene
P (a)
∃xP (x)
2.4. INFERENCIA CON CUANTIFICADORES 51
Será conveniente tener una manera de diferenciar entre objetos arbitrarios y particulares. Por
este motivo, los objetos arbitrarios serán representados con letras latinas minúsculas: a, b, c, d, e, f, g;
ˆ ê, fˆ, ĝ.
mientras que para los objetos particulares usaremos letras latinas minúsculas con gorro: â, b̂, ĉ, d,
Al realizar una derivación en la que las premisas tienen cuantificadores, iremos eliminando primero
los cuantificadores presentes en las premisas usando las reglas de ejemplificación. Luego, para llegar a
una conclusión con cuantificadores, usaremos las reglas de generalización.
Presentamos a continuación varios ejemplos de derivaciones de argumentos usando las reglas de
ejemplificación, generalización, y las reglas de la lógica proposicional. Queda como ejercicio al lector la
verificación de que cada regla está aplicada correctamente, respetando todas las restricciones indicadas
anteriormente.
Ejemplo 2.4.3
1. ∀x(S(x) → R(x))
2. ∀x(R(x) → Q(x))
3. S(a) → R(a) 1, EU
4. R(a) → Q(a) 2, EU
5. S(a) → Q(a) 3, 4, SH
6. ∀x(S(x) → Q(x)) 5, GU
1. ∀x(S(x) → R(x))
2. ∃x(R(x) → Q(x))
3. R(â) → Q(â) 2, EE
4. S(â) → R(â) 1, EU
5. S(â) → Q(â) 3, 4, SH
6. (∃x)(S(x) → Q(x)) 5, GU
En esta derivación, era necesario aplicar EE antes que EU, pues de aplicar primero EU a
1, hubiésemos obtenido S(a) → R(a), luego, al aplicar EE a 2, necesariamente tendríamos
que usar una letra diferente, digamos R(b̂) → Q(b̂), y entonces no podríamos aplicar SH
pues R(a) y R(b̂) no son la misma proposición. Ahora, al aplicar primero EE a 2, se
introdujo el objeto particular â, y luego, usando EU, podemos usar el mismo objeto â, lo
que permitió aplicar SH a 3 y 4.
3. Siempre se puede aplicar GE a cualquier tipo de objeto, sea particular o arbitrario, como
mostramos en la siguiente derivación:
1. ∀x∃yP (x, y)
2. ∃yP (a, y) 1, EU
3. P (a, b̂) 2, EE
4. ∃xP (x, b̂) 3, GE
5. ∃y∃xP (x, y) 4, GE
52 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
La premisa con la que se empieza es ∀x∃y(x + y = 1). Esta premisa es verdadera, puesto
que ella afirma que sea cual sea el valor de x, es posible hallar y de tal manera que
x + y = 1.
Ahora, la conclusión que da el argumento es ∃y∀x(x + y = 1). Esta proposición es falsa,
puesto que afirma que es posible encontrar un valor específico en nuestro universo de tal
manera que si a este valor se le suma cualquier otro, el resultado será 1.
Así tenemos una premisa verdadera con conclusión falsa, por lo que la “derivación” mos-
trada debe tener un error. La línea 2 se obtiene aplicando EU a 1; la línea 3 se obtiene
aplicando EE a 2. En la línea 3 tenemos un símbolo arbitrario y uno particular. El error
está en que para obtener la línea 4, se le aplicó GU a la línea 3, habiendo un símbolo
particular en ella, y esto no está permitido. Una derivación correcta sería como sigue:
1. ∀x∃y(x + y = 1)
2. ∃y(a + y = 1) 1, EU
3. a + b̂ = 1 2, EE
4. ∃y(a + y = 1) 3, GU
5. ∀x∃y(x + y = 1) 4, GE
1. ∃x(x + 2 = 7)
2. ∃x(x + 1 = 2)
3. â + 2 = 7 1, EE
4. â + 1 = 2 2, EE
1. ∃x(x + 2 = 7
2. ∃x(x + 1 = 2)
3. â + 2 = 7 1, EE
4. b̂ + 1 = 2 2, EE
2.4. INFERENCIA CON CUANTIFICADORES 53
∃xP (x)
Ejemplificación existencial EE
P (â)
P (a)
Generalización Universal GU
∀xP (x)
P (â) P (a)
Generalización existencial GE
∃xP (x) ∃xP (x)
Las principales condiciones que hay que tener presentes para aplicar estas reglas son las siguientes:
a) Con EU se pueden introducir objetos arbitrarios y particulares. Los objetos introducidos pueden
ser nuevos o los que ya estén en la derivación.
b) Con EE siempre se tiene que introducir un símbolo particular diferente a todos los que ya estén
en la derivación.
Ejemplo 2.4.4
Ejercicios
1. Considere la proposición “si existe un creador para todas las cosas, entonces cada cosa tiene un
creador”. Simbolícela, y mediante una derivación, muestre que su consecuente se puede deducir
de su antecedente.
2. Es posible que en una derivación con cuantificadores no sea necesario usar las reglas inferencia
para cuantificadores, simplemente porque el argumento se puede hacer solamente con las re-
glas de la lógica proposicional. Teniendo esto en cuenta, realice una derivación de los siguientes
argumentos:
∀xP (x) → ∃xQ(x) → ∀yR(y) ∀xP (x) → ∃xQ(x) ∨ ∀xR(x)
a) ¬ ∀xP (x) → ¬∃xQ(x) b) ∀xR(x) ∨ ∀xP (x)
∀yR(y) ∀yR(x) ∨ ∃xQ(x)
4. Muestre que ∀x(P (x) ∧ Q(x)) se puede deducir a partir de ∀xP (x) ∧ ∀xQ(x), y viceversa.
5. Realice una derivación de cada uno de los siguientes argumentos:
∃x(P (x) ∧ Q(x)) ∀x P (x) ∧ ∀yQ(y)
a) e)
∃xP (x) ∧ ∃xQ(x) ∀x(P (x) ∧ Q(x))
∀x(P (x) ∧ Q(x)) ∀x∀yP (x, y)
b) f)
∀xP (x) ∧ ∀yQ(y) ∀xP (x, x)
∀x(P (x) ∨ Q(x))
c) ¬∀xP (x) ∃x∀yP (x, y)
g)
∃xQ(x) ∃xP (x, x)
∀xP (x) ∨ ∀xQ(x) ∀x Q(x) ∧ ∃yT (y)
d) h)
∀x(P (x) ∨ Q(x)) ∀x∃y(Q(x) ∧ T (y))
56 CAPÍTULO 2. CUANTIFICADORES Y PREDICADOS
∃x¬P (x) → ∀yQ(y) ∃x(P (x) ∧ Q(x))
∀xP (x) → ∀yR(y) q) ∀x(S(x) → ¬P (x))
i)
∃y¬R(y) ∧ ∃xS(x) ∃x(S(x) → T (x))
∃x(Q(x) ∧ S(x))
∃x(P (x) ∧ Q(x))
∃z∀y∀xP (x, y, z) r) ∀x(S(x) → ¬P (x))
j)
∀x∀y∃zP (x, y, z) ∃x S(x) → ∀yT (y)
∃x∀y(P (x) → Q(y)) ∀x (P (x) ∨ Q(x)) → ∀yR(y)
∀x(Q(x) → R(x)) ∃x(S(x) → P (x))
k) s)
¬∃x(R(x) ∧ ¬S(x)) ∀y(¬S(y) → Q(y))
∃x(P (x) → S(x)) ∃xR(x)
∃x∃y(P (x) → Q(y)) ∀x∀y(P (x, y) → ∃zQ(z))
∀x(Q(x) → R(x)) t) ∃xP (x, x)
l) ∃zQ(z)
¬∃xR(x)
∃x¬P (x) ∀xP (x)
∀x ∃yP (y) → Q(x)
∃x(¬P (x) ∨ Q(x))
m) u)
∀x(P (x) → Q(x)) ∃x(S(x) → ¬P (x))
∃x Q(x) ∧ ∃y¬S(y)
¬∃x(Q(x) → P (x))
n) ∀x(P (x) → Q(x))
∃x(P (x) → T (x))
∀x¬Q(x)
∀x P (x) → ∀x(R(x) ∧ S(x))
v)
ñ) ¬∀x(¬Q(x) ∧ S(x))
∀x(P (x) → S(x)) ¬ ∃xP (x) ∨ ∀xS(x)
∀y ∃xP (x) → Q(y) ∀x∃y(P (x) ∧ T (y))
o) ¬∀xQ(x) w) ∀y(Q(y) ∨ ¬P (y))
∀x¬P (x) ∀x P (x) ∧ ∃yQ(y)
∀x ∃yP (y) → Q(x) ∀x P (x) ∨ ∃y Q(y) ∧ ∀zR(z)
p) x)
∀x∀y(P (y) → Q(x)) ∀y∃x (Q(x) → ¬R(x)) → P (y)
Capítulo 3
Métodos de demostración
El quehacer matemático puede resumirse en dos palabras: demostrar teoremas. Tal vez exageramos
un poco con esta aseveración, puesto que el matemático se encarga de realizar diferentes tareas en
su oficio, pero demostrar teoremas es tal vez la más fundamental de todas. Una práctica común que
el matemático realiza en su investigación consiste en tomar como base de estudio resultados previos,
bases de datos, teorías, etc, o bien puede generar datos nuevos de carácter teórico o computacional, a
partir de los cuales reconoce un patrón basado en un argumento inductivo, intuición, experiencia, y a
veces suerte. Este patrón se convierte en una conjetura, es decir, una proposición que se cree que es
verdadera debido a que hay evidencia que la respalda, pero que aún no se tiene un argumento deductivo
que la justifique. Esta conjetura pasará a ser un teorema cuando se logre encontrar una demostración
de su validez. De esta forma, una demostración consiste en la justificación irrefutable de la validez de
una proposición.
En este capítulo veremos los métodos elementales más usados para escribir demostraciones de
teoremas. Se asumirá que el lector tiene cierto conocimiento sobre los números naturales, enteros,
racionales y reales, y las operaciones de suma, resta, multiplicación y división entre ellos, así como
conocimientos de álgebra elemental.
Definición 3.1.1
Sea n un número entero. Decimos que n es par si existe un entero k tal que n = 2k.
Aunque las definiciones se expresan usualmente como proposiciones condicionales, en realidad siem-
pre debemos tomarlas como proposiciones bicondicionales. Así, la definición de número par debemos
interpretarla de manera más correcta como sigue: n es par si y sólo si existe un entero k tal que n = 2k.
Podemos simbolizar la definición de par:
57
58 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Ejemplo 3.1.2
2=2·1 (k = 1)
4=2·2 (k = 2)
0=2·0 (k = 0)
−14 = 2 · (−7) (k = −7).
2. El número 57439276 es par. Para verificarlo sin necesidad de hacer la división por 2,
observemos lo siguiente:
57439276 = 57439270 + 6
= 10 · 5743927 + 6
= 2 · 5 · 5743927 + 2 · 3
= 2 · (5 · 5743927 + 3)
= 2k,
Definición 3.1.3
Sea n un entero. Decimos que n es impar si existe un entero k tal que n = 2k + 1.
Ejemplo 3.1.4
1=2·0+1 (k = 0)
17 = 2 · 8 + 1 (k = 8)
−17 = 2 · (−9) + 1 (k = −9).
5743927 = 5743920 + 7
= 10 · 574392 + 7
= 2 · 5 · 574392 + 2 · 3 + 1
3.1. DEFINICIONES, TEOREMAS Y DEMOSTRACIONES 59
= 2 · (5 · 574392 + 3) + 1
= 2k + 1,
La definición de divisibilidad, que damos a continuación, es una de las más utilizadas en el estudio de
la aritmética en los enteros y nos servirá para mostrar ejemplos de los diferentes tipos de demostración
que veremos más adelante.
Definición 3.1.5
Sean a y b enteros. Decimos que a divide a b si existe un entero c tal que b = ac. Cuando a
divide a b, lo simbolizamos como a | b. En esta situación también se dice que a es un divisor
de b o que b es un múltiplo de a. Para simbolizar que a no divide a b escribimos a ∤ b.
a | b ⇐⇒ (∃c)(b = ac),
a ∤ b ⇐⇒ (∀c)(b ̸= ac).
Ejemplo 3.1.6
El número 4 divide a 28 porque 28 = 4 · 7 y podemos escribir 4 | 28. Por otro lado, 5 no divide
a 12 pues no es posible hallar un entero c de tal forma que 5 veces c de como resultado 12.
Escribimos en este caso 5 ∤ 12.
Podemos expresar los conceptos de número par y número impar utilizando divisibilidad como sigue:
n es par ⇐⇒ 2 | n,
n es impar ⇐⇒ 2 | (n − 1).
La definición de congruencia fue introducida por Gauss en 1798 en su obra Disquisitiones arith-
meticae. Esta definición es el punto de partida de la aritmética modular, y la usaremos para ilustrar
diferentes métodos de demostraciones de teoremas más adelante.
Definición 3.1.7
Sean a, b, y n enteros. Decimos que a es congruente con b módulo n si n divide a a − b. Se
simboliza esto mediante a ≡ b (mod n). Además, se utiliza la notación a ̸≡ b (mod n) cuando a
no es congruente con b módulo n.
Ejemplo 3.1.8
124653 − 28 = 124625
= 124600 + 25
= 100 · 1246 + 25
= 25 · 4 · 1246 + 25
= 25 · (4 · 1246 + 1)
= 25 · c,
Con las anteriores definiciones a la mano, ahora tratemos un poco de lo que son los teoremas, las
demostraciones y algunos conceptos relacionados.
Un teorema es una proposición matemática que es verdadera y que cuenta con una demostración de
su validez. La forma más básica de los teoremas es la forma condicional “si P , entonces Q”. En tal caso,
el antecedente P es llamado hipótesis del teorema y el consecuente Q es llamado tesis del teorema. En
ocasiones, la redacción del enunciado del teorema oculta el hecho de que es una proposición condicional,
como en el siguiente enunciado:
Ejercicios
1. Muestre sin necesidad de hacer la división explícita que el número 974120 es divisible por 8.
3. Verifique las congruencias 10 ≡ 1 (mod 9), 102 ≡ 1 (mod 9), 103 ≡ 1 (mod 9). ¿Puede asegurarse
que se cumple la congruencia 10n ≡ 1 (mod 9) con cualquier exponente entero positivo n?
Explique.
4. Consideremos como universo al conjunto de los números enteros. Escribir simbólicamente cada
proposición que sigue, y su negación en forma positiva.
5. Un número entero p es llamado primo si p es mayor que 1, y los únicos divisores enteros positivos
de p son 1 y p mismo, es decir, si a divide a p y a es positivo, entonces a = 1 o a = p. Simbolice
la definición de número primo.
6. La conjetura de Goldbach afirma que todo número par mayor que 2 es suma de dos números
primos. Simbolice de la mejor manera posible la conjetura de Goldbach.
Teorema 3.2.1
Antes de escribir la demostración del Teorema 3.2.1 vamos a analizar lo que plantea su enuncia-
do, simbolizarlo si es necesario, y establecer claramente la estrategia que vamos a utilizar para su
demostración.
Lo primero que encontramos en el enunciado es la frase “Sea n un entero.” Esta frase establece
que la variable n representa un entero arbitrario. El resto del enunciado es la forma condicional “Si n
es impar, entonces n2 es impar.” Aquí el antecedente es “n es impar ” mientras que el consecuente es
“n2 es impar ”. En otras palabras, la hipótesis es “n es impar ” y la tesis es “n2 es impar ”. Podemos
simbolizar el enunciado del Teorema 3.2.1 como sigue:
∀n 2 | (n − 1) → 2 | (n2 − 1) ,
n2 = (2k + 1)2
= 4k 2 + 4k + 1
= 2(2k 2 + 2k) + 1.
La segunda igualdad se obtuvo desarrollando el producto notable, y la tercera igualdad se logró to-
mando como factor común 2. Así, lo que llevamos hasta el momento es que n2 = 2(2k 2 + 2k) + 1. Si le
damos el nombre de j a la expresión 2k 2 + 2k, esto es, si declaramos j = 2k 2 + 2k, podemos reescribir
n2 = 2j + 1, donde j representa un entero, puesto que es igual a 2k 2 + 2k, el cual consiste de una
combinación de sumas y productos de enteros, lo que da como resultado un entero.
Finalmente, la conclusión a la que hemos llegado es que n2 = 2j + 1, para algún entero j (note
que la variable j depende de la variable k, y como k tiene carácter particular, j también tiene carácter
particular, lo que hace que le tengamos que aplicar el cuantificador existencial a j). Así, según la
definición de impar, podemos concluir que n2 es impar.
3.2. DEMOSTRACIÓN DIRECTA 63
A continuación resumimos todo este análisis en lo que comúnmente se presentaría como la demos-
tración del Teorema 3.2.1. Esta demostración empieza con la frase “Sea n un entero”, para introducir
en el argumento a la variable n, con carácter arbitrario.
Demostración del Teorema 3.2.1. Sea n un entero impar. Supongamos que n es impar. Enton-
ces, por la definición de impar, podemos escribir n = 2k + 1 para algún entero k. Luego tenemos
que
n2 = (2k + 1)2
= 4k 2 + 4k + 1
= 2(2k 2 + 2k) + 1
= 2j + 1,
Al finalizar una demostración utilizamos el símbolos QED, que es la sigla de la expresión latina
quod erat demonstrandum que significa “lo que se quería demostrar”. Se pueden utilizar otros símbolos
para finalizar una demostración como el típico cuadrado negro ■, u otros símbolos como □, ♢, etc.
El siguiente ejercicio para el lector requiere escribir una demostración del enunciado mostrado. El
análisis que se debe hacer es muy similar al hecho para el Teorema 3.2.1.
Ejercicio 3.2.2
Teorema 3.2.3
Debemos reconocer que la estructura de este enunciado es igual a la del Teorema 3.2.1, por lo que
la estrategia para la prueba es muy similar. La primera parte del enunciado establece que n representa
un entero arbitrario. Luego viene el enunciado condicional, donde la hipótesis es “n es impar ” y la
tesis es “n2 ≡ 1 (mod 4)”. Para realizar la demostración, asumimos como premisa que “n es impar ”.
Aplicamos entonces la definición de impar para escribir n = 2k + 1, para algún entero k.
Conviene que analicemos por separado la tesis a la que queremos llegar. Esta establece que n2 ≡
1 (mod 4), que según la definición de congruencia significa que 4 divide a n2 − 1, lo que a su vez quiere
decir que debemos ser capaces de escribir n2 − 1 = 4j, para algún entero j.
Con todo lo anterior, lo que tenemos que lograr es lo siguiente: continuando desde n = 2k + 1,
para algún k, tenemos que llegar a que n2 − 1 = 4j para algún j. Para lograr esto, en la expresión
deseada n2 − 1 reemplazamos a n por 2k + 1 y usando un poco de álgebra tenemos la siguiente cadena
de igualdades:
n2 − 1 = (2k + 1)2 − 1
= 4k 2 + 4k + 1 − 1
= 4k 2 + 4k
= 4(k 2 + k).
Demostración del Teorema 3.2.3. Sea n un entero. Supongamos que n es impar. Por la definición
de impar, podemos escribir n = 2k + 1 para algún entero k. Luego,
n2 − 1 = (2k + 1)2 − 1
= 4k 2 + 4k + 1 − 1
= 4k 2 + 4k
= 4(k 2 + k)
= 4j,
Ejercicio 3.2.4
Para el siguiente teorema vamos a dar dos demostraciones. En una de ellas vamos a hacer uso del
Teorema 3.2.1, y mostrando que se pueden utilizar los teoremas demostrados previamente para probar
los nuevos.
Teorema 3.2.5
La primera demostración es prácticamente idéntica a la del Teorema 3.2.1: se asume como hipótesis
que q es impar y tenemos que dar una conclusión acerca de q 3 . Para el desarrollo de esta prueba es
necesario conocer el desarrollo del cubo de un binomio:
Escribimos a continuación esta demostración, dejando como ejercicio al lector hacer el análisis previo
a la demostración.
Primera demostración del Teorema 3.2.5. Sea q un entero y supongamos que q es impar. En-
tonces podemos escribir q = 2k + 1, para algún entero k. Luego tenemos que
q 3 = (2k + 1)3
= 8k 3 + 12k 2 + 6k + 1
= 2(4k 3 + 6k 2 + 3k) + 1
= 2j + 1,
Para nuestra segunda demostración la hipótesis es la misma, q es impar, así que podemos escribir
q = 2k + 1 para algún entero k. El Teorema 3.2.1 afirma que si n es impar, entonces n2 es impar. Ya
sabemos por hipótesis que q es impar, así que podemos concluir por ese teorema que q 2 es impar.
Debemos notar en este paso la aplicación de le ejemplificación universal y Modus Ponens. De
manera poco formal el Teorema 3.2.1 se puede simbolizar como sigue:
Como este es un teorema demostrado, se convierte en una premisa que podemos usar cuando la
necesitemos. Pero para usarla tenemos que aplicar EU. En la prueba de nuestro teorema hemos tomado
3.2. DEMOSTRACIÓN DIRECTA 65
como premisa que q es impar. Queda claro que debemos aplicar EU tomando como objeto a q, así que
obtenemos
q impar −→ q 2 impar.
Junto con la premisa de que q es impar, por MP concluimos que q 2 es impar.
Esto que acabamos de explicar acerca del uso de EU y MP (y en general todas las reglas lógicas)
rara vez se explica de manera explícita en una demostración. Más bien, en la práctica, esto se hace
de manera directa, mecánica e incluso de forma inconsciente en algunos casos. Para el lector iniciado
en la escritura de demostraciones puede ser importante hacer este análisis para comprender mejor los
pasos de la prueba.
Continuamos con nuestro argumento, teniendo ya que q 2 es impar. Por la definición de impar,
podemos escribir q 2 = 2j + 1 para algún entero j (esta j es una nueva variable de carácter particular
que entra al argumento). Y luego viene la siguiente cadena de igualdades para q 3 :
q3 = q · q2
= (2k + 1)(2j + 1)
= 4kj + 2k + 2j + 1
= 2(2kj + k + j) + 1.
Le damos a 2kj + k + j el nombre de m y finalizamos escribiendo q 3 = 2m + 1, donde m es entero. A
continuación escribimos la demostración.
Segunda demostración del Teorema 3.2.5. Sea q un entero y supongamos que q es impar. En-
tonces podemos escribir q = 2k + 1, para algún entero k. Además, por Teorema 3.2.1, se sigue
que q 2 también es impar, por lo que podemos escribir q 2 = 2j + 1, para algún entero j. Luego
tenemos que
q3 = q · q2
= (2k + 1)(2j + 1)
= 4kj + 2k + 2j + 1
= 2(2kj + k + j) + 1
= 2m + 1,
Ejercicio 3.2.6
Utilice los Teoremas 3.2.1 y 3.2.5 para demostrar que si n es un entero impar, entonces n5 es
impar.
Teorema 3.2.7
Sea n un número entero. Si 3n − 1 es impar, entonces n es par.
En el enunciado de este teorema encontramos, en primera instancia, que se establece que n repre-
senta un entero arbitrario. Luego viene la forma condicional con hipótesis “3n − 1 es impar ”, y esto
es lo que tomamos como premisa. Por la definición de impar, podemos escribir 3n − 1 = 2k + 1 para
algún entero k.
Ahora, la tesis a la que deseamos llegar es “n es impar ”, por lo que partiendo de que 3n−1 = 2k +1,
debemos llegar a que n es impar. Se trata entonces que deduzcamos una propiedad acerca de n,
partiendo de saber que 3n − 1 = 2k + 1.
66 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Lo primero que se nos ocurre es despejar n de la ecuación 3n − 1 = 2k + 1, pero al hacerlo de
manera directa lo que obtenemos es la ecuación
2k + 2
n= ,
3
y así nuestro argumento no funciona porque al hacer división de enteros, no podemos concluir que el
resultado sea también entero.
Lo que debemos hacer es hallar una expresión que represente a n a partir de la ecuación 3n − 1 =
2k + 1, pero de tal forma que no tengamos que hacer división. Esto lo logramos de la siguiente manera:
3n − 1 = 2k + 1 =⇒ 3n = 2k + 2
=⇒ n = 2k + 2 − 2n
=⇒ n = 2(k + 1 − n),
Demostración del Teorema 3.2.7. Sea n un entero y supongamos que 3n − 1 es impar. Entonces
podemos escribir 3n − 1 = 2k + 1, para algún entero k. Luego tenemos
3n − 1 = 2k + 1 =⇒ 3n = 2k + 2
=⇒ n = 2k + 2 − 2n
=⇒ n = 2(k + 1 − n)
=⇒ n = 2j,
Ejercicio 3.2.8
Para remarcar, en la escritura de una demostración no es necesario escribir todos los detalles del
análisis hecho para deducir la prueba. Más bien, se escriben los pasos importantes y necesarios, y debe
hacerse uso apropiado de los recursos que ofrece el lenguaje para que la redacción de la demostración
sea impecable. Con la práctica se irá logrando que haya una buena interacción entre el lenguaje y la
simbología matemática.
Teorema 3.2.9
Sea a un entero. Si 2 | a y 3 | a, entonces 6 | a.
El enunciado del teorema establece que a representa un número entero arbitrario. La forma sim-
bólica del teorema es (P ∧ Q) → R, pero la forma que predomina es condicional donde la hipótesis
”2 | a y 3 | a”. Notamos así que tenemos dos premisas para utilizar. Una de las premisas dice que 2 | a,
o bien que a es par y podemos escribir a = 2k, para algún entero k. La otra premisa es que 3 | a,
lo que significa que a = 3j, para algún entero j. Notemos que la variable j entra al argumento por
un cuantificador existencial (es decir, por medio de la ejemplificación existencial), así que, como regla,
es obligatorio usar una letra que no sea a ni k, que ya están en el argumento. Así las premisas que
tenemos como hipótesis en el teorema nos han llevado a dos ecuaciones: a = 2k y a = 3j.
Ahora analicemos la tesis del teorema. Queremos concluir que 6 divide a a, lo que significa que
debemos ser capaces de concluir que a = 6l, para algún entero l. Así, nuestro problema se reduce a
utilizar las ecuaciones a = 2k y a = 3j para llegar a una ecuación de la forma a = 6l, en donde l
3.2. DEMOSTRACIÓN DIRECTA 67
dependerá de k y j (y también a, si fuera necesario). Esta parte de la demostración es la más difícil y a
la vez entretenida, pues se trata de utilizar de forma ingeniosa la información contenida en la hipótesis
del teorema para llegar a la tesis. No existe ningún método conocido que el siempre se pueda hallar el
truco que sirva para resolver el problema, así que se recomienda al lector ir aprendiendo los diferentes
trucos que encuentre y practicar resolviendo problemas de diferentes naturalezas.
Procedemos a explicar como se resuelve el problema que planteamos para demostrar el Teorema
3.2. A la ecuación a = 2k la multiplicamos a ambos lados por 3 para obtener
3a = 6k, (3.2)
2a = 6j. (3.3)
A la ecuación (3.2) le restamos miembro a miembro la ecuación (3.3) para obtener lo siguiente:
a = 6k − 6j,
así que tomando factor común, resulta a = 6(k − j). Llamando l a k − j podemos escribir finalmente
a = 6l, donde l = k − j es entero. Esto era lo que queríamos hacer, y ahora podemos escribir la
demostración.
a = 3a − 2a = 6k − 6j = 6(k − j) = 6l,
Ejercicio 3.2.10
Teorema 3.2.11
Sea m un número entero. Si existe un entero k tal que 3m = 4k + 1, entonces m2 ≡ 1 (mod 8).
El enunciado establece que m representa un entero arbitrario. La hipótesis nos dice que existe un
entero k tal que 3m = 4k + 1. Así, asumimos como premisa la ecuación 3m = 4k + 1 para algún entero
k. La variable k entra al argumento con carácter particular, pues aparece a través de cuantificador
existencial.
Ahora, la tesis a la que queremos llegar es m2 ≡ 1 (mod 8), lo que significa que 8 divide a la
diferencia m2 − 1, es decir, queremos mostrar que m2 − 1 = 8j, para algún entero j, partiendo de que
3m = 4k + 1.
No podemos simplemente despejar m de la ecuación 3m = 4k + 1, pues esto requiere la división por
3, y no tenemos manera de justifica que la fracción (4k + 1)/3 es entera. Una manera de resolver esto
puede ser escribiendo m = 4k + 1 − 2m y elevar luego al cuadrado ambos lados, pero vamos a resolver
nuestro problema de la siguiente manera.
Partiendo de la ecuación 3m = 4k + 1 elevamos al cuadrado ambos lados para obtener:
Demostración de Teorema 3.2.11. Sea m un entero. Supongamos que existe un entero k tal que
3m = 4k + 1. Entonces
Ejercicio 3.2.12
Sea n un número entero. Si existe un entero k tal que n = 4k +3, demuestre que n2 ≡ 1 (mod 8).
Teorema 3.2.13
En este teorema se establece en el enunciado que n y m son enteros arbitrarios, y no hay más
hipótesis acerca de n y m. Analicemos de inmediato la tesis. Tenemos que concluir que (n + m)2 ≡
(n − m)2 (mod 4), es decir, que 4 divide a (n + m)2 − (n − m)2 . Para lograr esto, lo que hacemos es
desarrollar los cuadrados en la expresión (n + m)2 − (n − m)2 y simplificamos:
(n + m)2 − (n − m)2 = (n2 + 2nm + m2 ) − (n2 − 2nm + m2 )
= n2 + 2nm + m2 − n2 + 2nm − m2
= 4nm.
Si declaramos r = nm, entonces logramos escribir (n + m)2 − (n − m)2 = 4r, donde r es entero, y esto
era lo que buscábamos.
donde r = nm es entero. Esto demuestra que (n + m)2 ≡ (n − m)2 (mod 4). QED
Ejercicio 3.2.14
Ejercicios
1. Sea n un número entero. De muestre que si n es par, entonces 3n es par.
2. Demuestre que si m es un entero impar, entonces 5m es impar.
3. Suponga que n es un entero impar. Demuestre que n2 + n es par.
4. Sea m un entero. Demuestre que si 7n + 5 es impar, entonces n es par.
5. Sea q un entero y suponga que 3q + 1 es par. Demuestre que q 2 es impar.
6. Sean n y m enteros impares. Demuestre que n + m es par.
7. Sean n y m enteros impares. Demuestre que nm es impar.
8. Sean a y b enteros. Demuestre que si a y b son impares, entonces a2 − b2 es par.
9. Sean n y m enteros. Suponga que n es impar y que n + m es par, entonces m es impar.
10. Sean p y q enteros. Demuestre que si p + q es par, entonces p2 − q 2 es par.
11. Sean a y b enteros. Si (a + b)2 es par, demuestre que a2 + b2 es par.
12. Sean a, b y c enteros. Si a | b y b | c, muestre que a | c.
13. Sean a, b y c enteros. Si a | b y a | (b + c), demuestre que a | c.
14. Sean a y b enteros. Demuestre que si a | b, entonces a2 | b2 .
15. Sea n un entero. Si 3|n y 5|n, muestre que 15|n.
16. Sea n un entero. Si 4|n y 6|n, pruebe que 12|n.
17. Sean a, b y n enteros. Demuestre que si n|(a + b), entonces n|[(n − 1)a + (2n − 1)b].
18. Sea n un entero. Pruebe que si n = 4k + 1 para algún entero k, entonces 8|(n3 − n).
19. Sean a y b enteros. Si 3|(a2 + ab + b2 ), pruebe que 3|(a − b)2 .
20. Pruebe que si n y m son enteros impares, entonces 8|(n4 − m4 ).
21. Sean m y n enteros. Suponga que 3 | (m + n)3 . Demuestre que 3 | (n3 + m3 ).
22. Sean a, b y n enteros. Demuestre que si a ≡ b (mod n), entonces a2 ≡ b2 (mod n).
23. Si n es un número entero, pruebe que n2 ≡ (5n − 6) (mod n − 3).
24. Sea n un número entero. Si n = 6k − 1 para algún entero par k, pruebe que existe un entero j
tal que n = 4j + 3.
25. Sean a y b enteros. Si b es impar y a = 6k + 5 para algún entero k, demuestre que 4|(a2 − 9b2 ).
70 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Teorema 3.3.1
De entrada se establece que n representa un entero. La hipótesis del teorema es que n2 es par,
por lo que inmediatamente podemos escribir n2 = 2k, para algún entero k. A partir de esta premisa,
tenemos que deducir que n es par.
Para obtener n a partir de n2 , una de las primeras cosas
√ que podemos hacer es tomar raíz cuadrada a
ambos lados de la ecuación n2 = 2k para obtener n = 2k. Pero esta última ecuación presenta algunos
inconvenientes al momento de de concluir que n es par. Resulta que si extraemos la raíz cuadrada√de
un entero, no podemos concluir que lo que resulta es entero. Por ejemplo, la raíz cuadrada de 2, 2,
no es un número entero.
Observamos así que no podemos llegar de manera directa a la conclusión de que n es par partiendo
de la premisa de que n2 es par.
Optamos por usar el método de reducción al absurdo. Tenemos como premisa que n2 = 2k, y
queremos concluir que n es par. Suponemos entonces,que no es cierto que n es par, es decir, suponemos
que n es impar. Luego, podemos escribir n = 2j + 1, para algún entero j. Tenemos así dos premisas
con las que podemos argumentar: n2 = 2k y n = 2j + 1, y tenemos que llegar a una conclusión que
sea contraria a alguna premisa del teorema, o que contradiga alguna verdad conocida.
En efecto, como tenemos que n = 2j + 1, podemos tomar cuadrados a ambos lados de la ecuación
para obtener
n2 = (2j + 1)2 = 4j 2 + 4j + 1 = 2(2j 2 + 2j) + 1 = 2l + 1,
donde l = 2j 2 + 2j es entero. Esto muestra que n2 es impar, lo cual es contrario a la hipótesis de
que n2 es par. Esta contradicción nos permite concluir que n es par (pues suponer que era impar nos
condujo a una contradicción). Curiosamente, notemos que no hubo necesidad de utilizar la ecuación
n2 = 2k, pero esto no es así en general; como veremos en otros teoremas, será necesario usar todas las
premisas que tengamos a disposición para poder llegar a alguna contradicción.
Demostración del Teorema 3.3.1. Sea n un entero y supongamos que n2 es par. Por reducción al
absurdo, supongamos que n no es par, es decir, n es impar. Entonces existe j tal que n = 2j + 1.
Luego
n2 = (2j + 1)2
= 4j 2 + 4j + 1
= 2(2j 2 + 2j) + 1
= 2l + 1,
Ejercicio 3.3.2
Cuando la tesis de un teorema es una negación, es común utilizar reducción al absurdo como
mostramos a continuación.
Teorema 3.3.3
Sea m un entero. Tomamos como hipótesis que m es par, así que podemos escribir m = 2k para
algún entero k. La conclusión a la que queremos llegar es que m2 ̸≡ 3 (mod 4), así que, por reducción
al absurdo, asumimos lo contrario, es decir, suponemos que m2 ≡ 3 (mod 4). Así, podemos escribir
m2 − 3 = 4j, para algún entero j. De aquí despejamos m2 para obtener m2 = 4j + 3.
Tenemos, de esta manera, dos ecuaciones para continuar el argumento: m = 2k y m2 = 4j + 3. No
hay ninguna conclusión a la que debamos llegar con estas premisas, más bien tenemos que manipu-
larlas de forma conveniente hasta llegar a una contradicción. Además, no conocemos, de antemano, la
contradicción a la que debemos llegar, lo único que podemos hacer es manipular las hipótesis con la
esperanza de llegar a una.
Sustituyendo m = 2k en m2 = 4j + 3 obtenemos (2k)2 = 4j + 3, y luego tenemos las siguientes
igualdades:
(2k)2 = 4j + 3 =⇒ 4k 2 = 4j + 3
=⇒ 4k 2 − 4j = 3
=⇒ 4(k 2 − j) = 3.
Demostración del Teorema 3.3.3. Supongamos que m es par. Entonces m = 2k, para algún
entero k. Por reducción al absurdo, supongamos que m2 ≡ 3 (mod 4), es decir, m2 − 3 = 4j,
para algún entero j, de donde m2 = 4j + 3. Luego tenemos
(2k)2 = 4j + 3 =⇒ 4k 2 = 4j + 3
=⇒ 4k 2 − 4j = 3
=⇒ 4(k 2 − j) = 3
=⇒ 4l = 3,
donde l = j 2 − k es entero. Esta última igualdad lo que dice es que 4 divide a 3, lo cual es una
contradicción. Por lo tanto, podemos concluir que m2 ̸≡ 3 (mod 4). QED
Ejercicio 3.3.4
Usando reducción al absurdo, pruebe que para un entero q, si q = 3r + 2 para algún entero r,
entonces q 2 ̸≡ 5 (mod 3).
72 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
√
Irracionalidad de 2
√
Vamos a usar reducción al absurdo para demostrar que el número 2 no es un número racional.
Pero antes de esto hagamos un recuento de algunos sistemas numéricos, como los números√ naturales,
enteros y racionales, y analicemos la importancia de este resultado que afirma que 2 no es racional.
El sistema de los números naturales está formado por los números 1, 2, 3, etc, que son utilizados
para contar. En este sistema encontramos las operaciones de suma, resta y multiplicación, e incluso
encontramos el algoritmo de la división. La combinación de sumas y productos de números naturales
da como resultado otro número natural. Hay que anotar que la resta, en este sistema de números, está
permitida siempre y cuando el sustraendo no exceda a minuendo, es decir, en este sistema se puede
hacer la resta 320 − 250, pero no está permitido hacer la resta 250 − 320, pues no tiene sentido, en este
sistema, restar un número más grande a una cantidad dada. Así, la resta de naturales no siempre da
como resultado otro natural.
Luego tenemos sistema de los números enteros. Aquí también tenemos las operaciones de suma,
resta y multiplicación entre enteros. En los enteros encontramos a los números naturales, al cero, y
a los enteros negativos. El sentido que tiene el número cero es que representa la ausencia de objetos.
Ahora, los enteros negativos tienen el sentido de quitar objetos. Por ejemplo, −3 se interpreta como
quitar tres objetos. Así, una resta como 5 − 3 significa que de 5 objetos que tenemos, nos quitan 3, y
por lo tanto el resultado de la resta es 2. Por otro lado, un resta como 2 − 4 significa que tenemos 2
objetos y se nos quitan 4, por lo que quedamos debiendo 2 objetos y el resultado de esta resta es −2.
Para la multiplicación de enteros hay que seguir la regla de los signos en la que producto de dos enteros
con signos iguales resulta dar positivo, y el producto de dos enteros con signos contrarios resulta ser
negativo. El producto de cualquier entero por el número cero da cero. Las combinaciones de sumas,
restas y productos de enteros, dan como resultado otro entero.
Luego tenemos las fracciones. El sentido de las fracciones es poder dividir unidades de objetos en
parte iguales, de las cuales tomaremos una cantidad determinada de partes. Si a la unidad la dividimos
en m partes iguales y de estas m partes tomamos n, a la fracción correspondiente la representamos
como n/m. Cuando n ≤ m, utilizamos solo una unidad dividida en m partes iguales. Cuando n > m,
necesitamos dividir más de una unidad en m partes iguales para poder tomar n partes. En una fracción
n/m, a n lo llamamos el numerador y a m lo llamamos el denominador.
Una de las primeras cosas que aprendemos sobre fracciones es la equivalencia de fracciones, es
decir, saber cuándo dos fracciones representan la misma cantidad, y tenemos el criterio que afirma
que dos fracciones n/m y p/q son equivalentes si y solo si nq = mp. Cuando dos fracciones n/m y
p/q son equivalentes escribimos la igualdad n/m = p/q. Hay dos procedimientos que permiten formar
fracciones equivalentes a una fracción dada: simplificación y amplificación. La simplificación consiste
en eliminar los factores comunes entre el numerador y denominador, mientras que la amplificación
consiste en multiplicar el numerador y denominador por un mismo factor no nulo.
Las fracciones negativas como −n/m tienen el sentido de quitar una cantidad, similar a como lo
discutimos en el sistema de los números enteros.
Las operaciones aritméticas entre fracciones incluyen suma, resta, multiplicación y división. A
continuación escribimos las fórmulas para estas operaciones:
n p nq + mp
• Suma: + = .
m q mq
n p nq − mp
• Resta: − = .
m q mq
n p np
• Multiplicación: · = .
m q mq
n .p nq p
• División: = , siempre que la fracción no sea cero.
m q mp q
3.3. REDUCCIÓN AL ABSURDO 73
√
2
1
Otro concepto importante que necesitaremos es de fracción irreducible. Una fracción n/m es irreducible
cuando el numerador y denominador no tienen factores comunes (positivos) mayores que 1. Dada una
fracción cualquiera n/m, el proceso de simplificación la convierte en una fracción irreducible. Por
ejemplo, la fracción 30/45 no es irreducible, pero eliminando los factores comunes de 30 y 45, la
convertimos en la fracción equivalente 2/3 que sí es irreducible.
Definición 3.3.5
Un número racional es aquel que puede expresarse en forma de fracción
n
,
m
donde n y m son números enteros y m ̸= 0.
Note que imponemos la condición de que el denominador de una fracción sea diferente de cero,
puesto que la división por cero no está permitida. La definición también incluye la posibilidad de que
el numerador sea negativo, o que el denominador sea negativo, o ambos. Ahora, gracias a las siguientes
igualdades entre fracciones
−n n
• =− ,
m m
n n
• =− ,
−m m
−n n
• = ,
−m m
podemos observar que todo número racional puede representarse como fracción n/m, con n ≥ 0 y
m > 0, o como fracción negativa −n/m, con n y m enteros positivos. El número cero se representa
como fracción 0/m, independiente
√ del denominador.
Ahora tratemos con 2. Este número tiene su origen en la geometría, pues representa la longitud de
la diagonal de un cuadrado de lado 1 (ver Figura 3.1), o bien, la hipotenusa de un triángulo rectángulo
con catetos de longitud 1.
Para los Pitagóricos, que por supuesto conocían el teorema de Pitágoras, era conocido que la
diagonal
√ del cuadrado de lado 1 tenía que ser√un número cuyo cuadrado es 2, lo que hoy representamos
como 2 (el símbolo para la raíz cuadrada se empezó a usar solo en el año 1525 d. C). En todo
caso, los pitagóricos sabían de la existencia de un número cuyo cuadrado es igual a 2. Ahora bien,
ellos tenían la firme creencia de que todos los números debían ser racionales, y que estos bastaban
√
para describir toda la geometría. Por mucho tiempo buscaron, sin tener éxito, representar a 2 como √
una fracción. El pitagórico Hípaso de Metaponto (siglo V a. C), en √ su búsqueda por representar a 2
como fracción, descubrió precisamente lo contrario, es decir, que 2 no puede representarse como una
fracción. Su demostración es de naturaleza geométrica y no la presentaremos aquí. En lugar de ello,
presentaremos una demostración con un argumento de paridad, usando reducción al absurdo.
74 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Teorema 3.3.6
√
El número 2 no es racional.
√
El teorema solo contiene la tesis de que 2 no es racional. Observemos que esta conclusión es una
negación, por lo que es natural que
√ el método que utilicemos√sea reducción al absurdo. Así, empezamos
nuestra prueba suponiendo que 2 es racional, es decir, que 2 se puede representar como una fracción
n/m. Por supuesto, esta debe ser una fracción positiva. Así, tenemos la siguiente ecuación, de la cual
debemos derivar una contradicción: √ n
2= . (3.4)
m
En esta ecuación n y m son enteros positivos. Ahora, a la fracción n/m la simplificamos para convertirla
en una fracción irreducible p/q. Luego, en la ecuación (3.4) podemos reemplazar n/m por p/q para
obtener √ p
2= ,
q
donde p y q son enteros positivos que no tienen√ factores comunes mayores que 1. En particular, p y q
no son ambos pares. Ahora, en la ecuación 2 = p/q podemos elevar al cuadrado ambos lados para
obtener 2 = p2 /q 2 , de donde se sigue la ecuación
2q 2 = p2 . (3.5)
Esta ecuación nos dice que p2 es par. Aquí invocamos al Teorema 3.3.1, pues en ese teorema se demostró
que si el cuadrado n2 es par, se puede concluir que el entero n es par. En nuestro argumento hemos
llegado a que el cuadrado de p, p2 , es par, por lo que podemos concluir por el Teorema 3.3.1 que
p es par (se están usando de manera implícita EU y MP). Entonces podemos escribir p = 2k, para
algún entero k. Sustituyendo p = 2k en la ecuación (3.5) obtenemos las igualdades 2q 2 = (2k)2 = 4k 2 ,
es decir, que 2q 2 = 4k 2 , y podemos simplificar un factor 2 a ambos lados para obtener la ecuación
siguiente:
q 2 = 2k 2 .
Esta ecuación nos dice que q 2 es par, así que, nuevamente invocando al Teorema 3.3.1, podemos concluir
que q es par. En este punto hemos deducido que tanto p como q son pares, y esto contradice algo a
lo que habíamos llegado antes, que p y q no pueden √ ser ambos pares. Esta es la contradicción a la
que queríamos llegar. Como la suposición
√ de que 2 es racional nos ha llevado a una contradicción,
podemos concluir que, en realidad, 2 no es racional.
√
Demostración del Teorema 3.3.6. Por reducción al absurdo, supongamos que 2 es racional, es
decir que
√ m
2= (3.6)
n
donde m y n son enteros positivos. Podemos suponer que la fracción m/n es irreducible. Ahora,
elevando al cuadrado ambos lados de la ecuación (3.6) obtenemos
m2
2= ,
n2
de donde se sigue que
2n2 = m2 . (3.7)
La ecuación (3.7) nos dice que m2 es par. Luego, por el Teorema 3.3.1, resulta que m es par.
Así, m = 2k para algún entero k. Sustituyendo m = 2k en la ecuación (3.7) obtenemos la
igualdad 2n2 = 4k 2 , la cual conduce a n2 = 2k 2 . Esta última ecuación implica que n2 es par, y
nuevamente aplicando el Teorema 3.3.1, concluimos que n es par.
3.3. REDUCCIÓN AL ABSURDO 75
1
√
3
√
2
1
1
√
Figura 3.2: El número 3.
Hemos mostrado así que m y n son pares, lo cual es una contradicción pues se suponía que n y m
no tenían
√ factores comunes mayores que 1. Esta contradicción termina la prueba y concluimos
que 2 no es racional. QED
√
En la demostración anterior, al escribir 2 = m/n se dijimos que podemos suponer que la fracción
n/m es irreducible. Esto es algo que se usa muy a menudo en las demostraciones. A veces se usa la
frase sin pérdida de generalidad en lugar de se puede suponer. Cuando se usan estas frases en una
demostración, por lo general significan un salto en el argumento, y significa que queda de ejercicio al
lector justificar ese paso. Por ejemplo, en la demostración anterior, al decir que se puede suponer que
la fracción n/m es irreducible nos hemos saltado la parte donde debíamos decir que por simplificación
podemos convertir la fracción n/m en una fracción irreducible equivalente p/q. Así, lo que se supone
de entrada es que la fracción n/m es irreducible para simplificar más la escritura de la demostración.
Ejercicio 3.3.7
√
En este ejercicio se pide demostrar
√ que la raíz cúbica de 2, 3 2, no es racional. Demostrarlo
imitando la prueba de que 2 no es racional. Para lograr esta demostración es necesario probar
antes lo siguiente: si n es un entero y n3 es par, entonces n es par (es decir, el análogo del
Teorema 3.3.1 para n3 ).
√
Con 2 se conoció el primer número irracional de la historia y se tuvo entonces certeza de que los
números racionales no eran suficientes para representar toda la geometría, es decir, hay distancias que
√
no se pueden medir solo con números racionales. Desde el descubrimiento de la irracionalidad de 2
aparecieron muchos más números irracionales. El sistema numérico que está formado por los números
racionales junto con los números irracionales es llamado sistema de los números reales. De esta manera,
los números reales son precisamente los que sirven para medir todas las distancias que aparecen en la
naturaleza. √
Por medio de la geometría√es fácil comprobar la existencia números como 3, que se muestra en
la Figura 3.2. Para construir 3, sobre un vértice de la hipotenusa del triángulo rectángulo de catetos
de longitud 1 se traza un
√ segmento perpendicular de longitud 1. Se √ forma un triángulo rectángulo de
catetos de longitud 1 y 2, cuya hipotenusa resulta tener longitud 3 gracias al teorema de Pitágoras.
Más√adelante, cuando se hayan desarrollado mejor las estrategias de demostración, se podrá probar
que 3 es irracional. Por lo pronto, podemos demostrar el siguiente resultado que nos da otro ejemplo
de número irracional.
Teorema 3.3.8
√ √
El número 3 + 2 es irracional.
76 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
√ √
El enunciado de este teorema solo consiste
√ √ en la afirmación de que 3 + 2 es irracional. Usamos
reducción
√ al absurdo
√ y suponemos que 3 + 2 es racional, pero esta vez no vamos a utilizar el hecho
de que 3 + 2 se puede representar como una fracción, y más bien vamos a usar las propiedades que
afirman que las operaciones de suma, resta, multiplicación y división entre racionales vuelven a dar
números racionales. √ √
Hemos supuesto que 3 + 2 es racional y tenemos que llegar a alguna contradicción. Aquí el
“truco” no es tan natural como en el Teorema 3.3.6, así que será conveniente
√ √ aprenderlo
√ √para usarlo,
si es posible, en otras situaciones. El truco consiste en multiplicar a 3 + 2 por 3 − 2, es decir,
que consideramos la multiplicación √ √ √ √
( 3 + 2)( 3 − 2).
Lo que tenemos es una diferencia de cuadrados factorizada, así que tenemos las siguientes igualdades:
√ √ √ √ √ √
( 3 + 2)( 2 − 3) = ( 3)2 − ( 2)2 = 3 − 2 = 1.
√ √
De esta ecuación despejamos a 3 − 2 para obtener
√ √ 1
3− 2= √ √ .
3+ 2
√ √ 1√
Como la hipótesis es que 3 + 2 es racional, la división √3+ resulta ser un número racional, pues
√ √2
es una
√ división
√ de
√ racionales.
√ Esto permite concluir que 3 − 2 también es racional. Ahora tenemos
que 3 + 2 y 3 − 2 son racionales, por lo que su resta es racional, pero esta resta da
√ √ √ √ √
( 3 + 2) − ( 2 − 3) = 2 2.
√ √
Concluimos que √ 2 2 es racional. Pero entonces la división
√ (2 2)/2 también es racional, y esta división
es exactamente 2, lo que nos lleva a concluir que 2 es racional, y esto contradice al Teorema 3.3.6
y es la contradicción que estábamos buscando. Escribimos a continuación la prueba simplificada.
√ √
Demostración del Teorema 3.3.8. Por reducción al absurdo, supongamos que 3 + 2 es racio-
nal. Observemos que √ √ √ √
( 3 + 2)( 3 − 2) = 1,
de donde
√ √ 1
3− 1= √ √ ,
2+ 3
√ √
lo que quiere decir
√ que √ 3 − √2 también
√ es√racional, pues es cociente de dos
√ números
√ racionales.
Luego la resta ( 3 + 2) + ( 3 − 2) = 2 2 es racional, y por lo tanto 2 = (2 2)/2 también
es racional, pero esto
√ contradice
√ el Teorema 3.3.6. Esta contradicción termina la demostración
y concluimos que 2 + 3 es irracional. QED
Ejercicio 3.3.9
√ √
Demuestre que el número 5+ 2 no es racional.
Ejercicios
1. Sea n un número entero. Pruebe que si n4 es impar, entonces n es impar.
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA77
2. Sea m un entero. Muestre que si 5m − 7 es impar, entonces m es par.
3. Sea n un entero. Muestre que si n = 5q + 3 para algún entero q, entonces 5 ∤ n3 − 1.
4. Sean n y m enteros. Si nm es par, pruebe que n es par o m es par (Indicación. La negación de
la tesis es que n es impar y también m es impar).
5. Sean a y b enteros. Suponga que se tiene la ecuación a + b = 2a − b y que a y b no son al tiempo
cero. Demuestre que a ̸= 0.
6. Sean a y b números racionales. Si a2 + b = 9/5 y b ̸= 4/5, demuestre que a ̸= 1.
7. Sea n un entero cualquiera. Demuestre que n2 + n es par (Indicación. Suponga que n2 + n es
impar. Bajo esta suposición, pruebe primero que n no puede ser par, y después pruebe que n
no puede ser impar, llegando así a una contradicción). En la siguiente sección mostraremos una
forma más directa y natural de demostrar este resultado.
√
8. Demuestre que 4 2 no es racional.
√ √
9. Sea m cualquier entero positivo. Demuestre que m + 2 no es un número racional.
3.4.1. Contrarrecíproco
Esta estrategia está basada en la equivalencia del contrarrecíproco. Para demostrar un teorema con
forma condicional P =⇒ Q, podemos demostrar en su lugar el contrarrecíproco ¬Q =⇒ ¬P de forma
directa. Veamos ejemplos de esto.
Teorema 3.4.1
Sea n un número entero. Si 5n − 3 es impar, entonces n es par.
5n − 3 = 5(2k + 1) − 3
= 10k + 2
= 2(5k + 1),
3n − 1 = 3(2k + 1) − 1
78 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
= 6k + 2
= 2(3k + 1)
= 2j,
Ejercicio 3.4.2
Teorema 3.4.3
Sea n un entero. Esta vez tenemos que probar que si n3 es impar, entonces n es impar. De manera
directa no es fácil hacer esto, pues la premisa de que n3 es impar nos lleva a una ecuación de la forma
n3 = 2k + 1 para algún entero k y de aquí habría que deducir que n es √ impar. Podríamos tomar raíz
cúbica a ambos lados de la ecuación n3 = 2k + 1 para obtener n = 3 2k + 1, pero la extracción de
raíz cúbica nos presenta un problema al momento de concluir. En cambio, por el contrarrecíproco la
hipótesis pasa a ser que n es par, y la conclusión a la que hay que llegar es que n3 es par. Esto es fácil
de hacer, así que escribimos inmediatamente la demostración.
Ejercicio 3.4.4
Teorema 3.4.5
Sea n un número entero. En este teorema, la hipótesis está dada en dos casos, el primero es
n ≡ 1 (mod 4) y el segundo caso es n ≡ 3 (mod 4). Tenemos que demostrar que en cada uno de estos
dos casos (por separado) se puede llegar a la conclusión, es decir a n2 ≡ 1 (mod 8).
Empezamos con el primer caso, donde tomamos como hipótesis que n ≡ 1 (mod 4). La definición de
congruencia nos dice entonces que podemos escribir n − 1 = 4k, para algún entero k. De aquí podemos
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA79
despejar n para obtener n = 4k + 1. La tesis a la que debemos llegar es n2 ≡ 1 (mod 8), es decir,
queremos llegar a que n2 − 1 = 8j, para algún j, y esto partiendo de n = 4k + 1. Hacemos las cuentas:
n2 − 1 = (4k + 1)2 − 1
= 16k 2 + 8k + 1 − 1
= 16k 2 + 8k
= 8(2k 2 + k)
= 8j,
donde j = 2k 2 + k es entero. Así, se concluye, en este caso, que n2 ≡ 1 (mod 8).
Ahora, pasamos al otro caso, es decir, que tomamos como premisa que n ≡ 3 (mod 4). Por la
definición de congruencia podemos escribir n − 3 = 4k, para algún entero k, de donde n = 4k + 3 (aquí
hemos vuelto a usar la letra k que apareció en el argumento del caso anterior con carácter particular,
pero como este otro caso es un argumento completamente diferente, no hay ningún problema si usamos
la letra k). La conclusión a la que debemos llegar es la misma, es decir, n2 ≡ 1 (mod 8). En efecto
tenemos
n2 − 1 = (4k + 3)2 − 1
= 16k 2 + 24k + 9 − 1
= 16k 2 + 24k + 8
= 8(2k 2 + 3k + 1)
= 8j,
donde j = 2k 2 + 3k + 1 es entero. Y esto era lo que queríamos. A continuación escribimos la demos-
tración.
Demostración del Teorema 3.4.5. Sea n un entero. De acuerdo a la hipótesis tenemos los si-
guientes casos.
Caso 1. Supongamos que n ≡ 1 (mod 4). Entonces existe un entero k tal que n − 1 = 4k. Así
n = 4k + 1 y luego tenemos
n2 − 1 = (4k + 1)2 − 1
= 16k 2 + 8k + 1 − 1
= 16k 2 + 8k
= 8(2k 2 + k)
= 8j,
n2 − 1 = (4k + 3)2 − 1
= 16k 2 + 24k + 9 − 1
= 16k 2 + 24k + 8
= 8(2k 2 + 3k + 1)
= 8j,
Ejercicio 3.4.6
En ocasiones la hipótesis del teorema no especifica los casos que hay que considerar, sino que de
alguna manera somos capaces de dividirla en varios casos. Veamos un ejemplo de esto (ver Ejercicio 7
de la Sección 3.3).
Teorema 3.4.7
Empezamos suponiendo que m es un entero arbitrario, no tenemos más hipótesis en el teorema que
esta. La conclusión a la que hay que llegar es que m2 + m es par.
El entero m es un entero arbitrario, pero se cumple una de las dos posibilidades siguientes: m es
par, o m es impar. Estos son los casos que debemos considerar.
En el primer caso suponemos que m es par y debemos llegar a que m2 + m es par (y esto ya es
trabajo de rutina). En el segundo caso la premisa que tomamos es que m es impar y debemos llegar a
la conclusión de que m2 + m es par (también trabajo de rutina).
m2 + m = (2k)2 + (2k)
= 4k 2 + 2k
= 2(2k 2 + k)
= 2j,
Ejercicio 3.4.8
Teorema 3.4.9
a = bq + r.
Lo mínimo que el residuo r puede ser es cero (precisamente cuando la división es exacta) o puede ser
positivo, pero nunca puede ser igual a b o mayor, lo que se representa simbólicamente como 0 ≤ r < b.
Vamos a aplicar estas ideas del algoritmo de la división a la demostración del Teorema 3.4.2. La
idea es la siguiente: tomando a n como el dividendo y a 3 como el divisor, el residuo tiene solo 3
opciones: 0, 1 o 2. Sea q el cociente de la división de n entre 3. Si el residuo es 0, tenemos n = 3q
(división exacta), pero nuestra hipótesis es que 3 no divide a n, por lo que este caso queda descartado.
Así, la hipótesis de que n no es divisible por 3 queda dividida en dos casos: que el residuo sea 1 o que
el residuo sea 2. La otra hipótesis de que n2 = 3k aplica para ambos casos.
En el primer caso podemos escribir n = 3q + 1. Teniendo en cuenta la hipótesis de que n2 = 3k,
reemplazamos n = 3q + 1 es esta ecuación para obtener lo siguiente:
(3q + 1)2 = 3k =⇒ 9q 2 + 6q + 1 = 3k
=⇒ 1 = 3k − 9q 2 − 6q
=⇒ 1 = 3(k − 3q 2 − 2q)
=⇒ 1 = 3j,
donde j = k − 3q 2 − 2q. Esto último quiere decir que 3 divide a 1, lo que es absurdo. En este caso,
hemos llegado a una contradicción. Ahora, en el otro caso podemos escribir n = 3q + 2, y también
tenemos n2 = 3k. Reemplazamos n = 3q + 2 es esta última ecuación y obtenemos
donde j = k − 3q 2 − 4q. Esto quiere decir que 3 divide a 4, absurdo. En este caso también llegamos a
una contradicción.
Lo que tenemos es que al haber supuesto por reducción al absurdo que 3 no divide a n, resultó
gracias al algoritmo de la división que hay dos casos para n, y en cada caso llegamos a contradicción.
Esto se produjo por la suposición de que n no es divisible por 3. Se concluye que 3 sí divide a n.
Notemos cómo se han combinado los métodos de reducción al absurdo y el método por casos.
Demostración del Teorema 3.4.9. Sea n un entero arbitrario y supongamos que 3 | n2 . Por
definición de divisibilidad, podemos escribir n2 = 3k para algún entero k. Ahora, por reducción
al absurdo supongamos que n no es divisible por 3, lo que deja dos casos posibles para n:
n = 3q + 1 para algún entero q, o n = 3q + 2 para algún entero q. En cada caso debemos llegar
82 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
a una contradicción.
En el primer caso supongamos que n = 3q + 1, para algún entero q. Ahora, como n2 = 3k,
obtenemos
(3q + 1)2 = 3k =⇒ 9q 2 + 6q + 1 = 3k
=⇒ 1 = 3k − 9q 2 − 6q
=⇒ 1 = 3(k − 3q 2 − 2q)
=⇒ 1 = 3j,
Ejercicio 3.4.10
P −→ (Q ∨ R) ⇐⇒ (P ∧ ¬Q) −→ R.
P −→ (Q ∨ R) ⇐⇒ ¬P ∨ (Q ∨ R)
⇐⇒ (¬P ∨ Q) ∨ R
⇐⇒ ¬(P ∧ ¬Q) ∨ R
⇐⇒ (P ∧ ¬Q) −→ R.
Gracias a esta equivalencia, para demostrar un teorema de la forma P −→ (Q ∨ R), lo que hacemos es
demostrar de manera directa (P ∧ ¬Q) −→ R, o sea que como hipótesis tomamos a P y a la negación
de Q, y hay que concluir R.
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA83
Teorema 3.4.11
Sean a y b enteros. Si ab es par, entonces a es par o b es par.
Aquí empezamos suponiendo que a y b representan enteros arbitrarios. Para usar la estrategia
mencionada antes, suponemos que ab es par y también tomamos como hipótesis que a no es par (la
negación de una de las dos partes en que se divide la tesis con el conectivo ∨). Entonces podemos
escribir ab = 2k, para algún entero k, y a = 2j + 1, para algún entero j, pues a es impar. Tenemos así
dos ecuaciones: ab = 2k y a = 2j + 1. La conclusión a la que debemos llegar es que b es impar.
Ahora, podemos reemplazar a = 2j + 1 en la ecuación ab = 2k para obtener:
Ejercicio 3.4.12
Teorema 3.4.13
Sean n y m enteros. Si 3 | nm, entonces 3 | n o 3 | m.
Sean n y m números enteros. Para demostrar este teorema, suponemos que 3 | nm y que 3 no
divide a n. Tenemos que llegar a que 3 divide a m de manera directa. La hipótesis de que 3 | nm se
convierte en la ecuación nm = 3k, para algún entero k. Ahora, la hipótesis de que 3 no divide a n se
divide en dos casos: n = 3q + 1, para algún entero q, o n = 3q + 2, para algún entero q. La hipótesis de
que 3 | nm aplica para ambos casos, es decir que en ambos casos podemos usar la ecuación nm = 3k.
En el primer caso tenemos n = 3q + 1, que reemplazándola en nm = 3k conduce a
3m = 3k − 3qm + m,
Con el Teorema 3.4.13 a la mano es más fácil deducir el Teorema 3.4.9. Veamos cómo hacer esto.
El Teorema 3.4.13 es una premisa que ahora podemos utilizar, y simbólicamente es
∀n∀m (3 | nm) −→ [(3 | n) ∨ (3 | m)] . (3.8)
Como bien sabemos, por la inferencia con cuantificadores, para poder utilizar una premisa como (3.8),
primero tenemos que ejemplificar sus variables n y m.
Ahora, empecemos a probar el Teorema 3.4.9 . Supongamos que n es un entero. Aquí, el símbolo n
entra al argumento, representando un objeto arbitrario. En (3.8), la variable n la ejemplificamos con
la misma n (arbitraria), y la variable m la ejemplificamos también como n. Así, la premisa (3.8) se
convierte en
3 | n2 −→ [(3 | n) ∨ (3 | n)].
Continuamos con el Teorema 3.4.2. Suponemos que 3 | n2 . Por Modus Ponens concluimos que (3 |
n) ∨ (3 | n), y por idempotencia, concluimos que 3 | n. Estas son las ideas de la prueba. Básicamente
lo que hicimos fueron los pasos de una derivación de un argumento con cuantificadores. Escribimos a
continuación la prueba. Note lo simplificado de la demostración a continuación a comparación con el
análisis que acabamos de realizar.
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA85
Demostración del Teorema 3.4.9 utilizando el Teorema 3.4.13. Supongamos que n es un entero
y que 3 | n2 . Tomando m = n en el Teorema 3.4.3 se sigue que 3 | n o 3 | n, por lo que concluimos
que 3 | n. QED
Ejercicio 3.4.14
Sean n y m enteros. Demuestre que si 5 | nm, entonces 5 | n o 5 | m. Una vez demostrado esto,
pruebe que para cualquier entero n, si 5 | n2 , entonces 5 | n.
Teorema 3.4.15
Sea m un entero. Entonces m es impar si y sólo si 3m + 2 es impar.
Asumimos que m representa un número entero. Primero tenemos que demostrar que si m es impar,
entonces 3m + 2 es impar. Esto ya es trabajo de rutina.
Después, hay que demostrar que si 3m + 2 es impar, entonces m es impar. Escribimos de inmediato
la demostración.
3m + 2 = 3(2q + 1) + 2 = 6q + 5 = 2(3q + 2) + 1 = 2r + 1,
m = 2k − 1 − 2m = 2k − 2 − 2m + 1 = 2(k − 1 − m) + 1 = 2l + 1,
Ejercicio 3.4.16
En la prueba anterior, la palabra “recíprocamente” se utiliza para indicar que se inicia la prueba
del recíproco. A veces se utilizan flechas como =⇒ para indicar que inicia la demostración de la parte
P −→ Q, y ⇐= indica que inicia la demostración del recíproco Q −→ P .
Teorema 3.4.17
Sea n un entero. Entonces 3 divide a 2n si y solo si 3 divide a n.
Sea n un entero arbitrario. En la primera parte de la prueba suponemos que 3 divide a 2n, y
tenemos que deducir que 3 divide a n. La hipótesis aquí nos permite escribir 2n = 3k, para algún
entero k. Sumamos n a ambos lados de esta ecuación para obtener 3n = 3k + n, luego despejamos la
86 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
n del lado derecho para obtener 3n − 3k = n. Finalmente tenemos n = 3(n − k), y esto implica que n
es divisible por 3.
Para el recíproco, la hipótesis es que 3 divide a n, por lo que podemos escribir n = 3j, para algún
entero j. Luego, 2n = 2(3j) = 3(2j), y así concluimos que 3 divide a 2n.
n = 3n − 3k = 3(n − k),
2n = 2(3j) = 3(2j),
Ejercicio 3.4.18
Ahora veamos un ejemplo donde tenemos que probar que 3 enunciados son equivalentes.
Teorema 3.4.19
Sea n un entero. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
a) n es impar.
b) n + 1 es par.
c) (n + 2)2 es impar.
Para probar un teorema como este que asegura la equivalencia entre 3 afirmaciones, lo que se hace
de forma típica es probar las implicaciones suficientes para completar un ciclo de implicaciones, por
ejemplo como se muestra en el siguiente esquema:
b)
c) a)
Así, es típico que se demuestren las implicaciones a) =⇒ b), luego b) =⇒ c) y finalmente c) =⇒ a).
Con esto basta para concluir que los tres enunciados son equivalentes. Esta es la estrategia que vamos
a usar para probar el teorema. Probaremos así 3 implicaciones.
La primera implicación consiste en tomar como hipótesis al enunciado a) y deducir el enunciado
b. Esto se hace fácil de manera directa. En la segunda implicación la hipótesis es el enunciado b) y
tenemos que deducir el enunciado c). Esto también lo probaremos de manera directa.
En la tercera implicación tomamos como premisa al enunciado c) y hay que deducir el enunciado
a). Esta parte la demostraremos por contrarrecíproco.
“b) =⇒ c)” Supongamos que n + 1 es par, esto es, n + 1 = 2k, para algún entero k. Entonces
n + 2 = 2k + 1, por lo que n + 2 es impar. Por el Teorema 3.2.1, puesto que n + 2 es impar, se
sigue que su cuadrado, (n + 2)2 , también es impar.
“c) =⇒ a)” Por contrarrecíproco suponemos que n es par. Entonces n = 2k, para algún entero
k. Luego
Ejercicio 3.4.20
Teorema 3.4.21
El enunciado empieza con el cuantificador universal. Para iniciar la prueba, introducimos la variable
n con carácter arbitrario, es decir, empezamos suponiendo que n representa un entero arbitrario. Luego,
tenemos que demostrar que (2n + 1)3 − 1 es par, y esto es cuestión de rutina.
Teorema 3.4.22
Demostración. Sea n un entero arbitrario. Tenemos dos casos para n: n es par o n es impar.
Caso 1. Supongamos que n es par. Entonces existe un entero k tal que n = 2k. Luego
n2 − n = (2k)2 − (2k)
= 4k 2 − 2k
= 2(2k 2 − k)
= 2j,
Ejercicio 3.4.23
Para probar un teorema de la forma ∃xP (x), tenemos que exhibir de forma explícita un objeto del
universo que cumpla el predicado P (x). Veamos un par de ejemplos de esto.
Teorema 3.4.24
Existe un entero n tal que 2n + 6 = 0.
Se pide en este teorema que se exhiba un ejemplo concreto de un número entero n que satisfaga
la ecuación 2n + 6 = 0. Como bien podemos corroborar, en número −3 sirve como solución para esta
ecuación. Así, al momento de escribir la demostración, básicamente lo que tenemos que hacer es decir
cuál es el entero que sirve de solución y comprobar que satisface la ecuación. No se nos está exigiendo
que hagamos la deducción de la solución de la ecuación 2n + 6 = 0, si no que mostremos un ejemplo
de solución (sin mostrar necesariamente de dónde sacamos esa solución).
2n + 6 = 2(−3) + 6
= −6 + 4
= 0.
Teorema 3.4.25
Al igual que en el teorema anterior, no necesariamente tenemos que deducir las soluciones de la
ecuación 3n − n2 = 2. Tenemos que mostrar un ejemplo de un entero n que satisfaga esta ecuación, y
esto lo podemos hacer por tanteo, probando con algunos enteros como 0, 1, −1, 2, −2, etc. Notamos que
cuando reemplazamos n por 2, la ecuación se satisface, así que podemos decir que 2 es una solución de
esta ecuación. Con esto basta para que podamos concluir que existe un entero n tal que 3n − n2 = 2.
3n − n2 = 3(2) − 22
=6−4
= 2.
Ejercicio 3.4.26
Teorema 3.4.27
Para todo entero n, si existe un entero k tal que n = 4k + 3, entonces existe un entero j tal que
n3 = 8j + n.
∀n ∃k(n = 4k + 3) −→ ∃j(n3 = 8j + n)
Lo primero que tenemos que hacer en la prueba es introducir el entero arbitrario n. Luego, tenemos
que demostrar la proposición condicional que tiene como hipótesis ∃k(n = 4k + 3) y cuya tesis es
∃j(n3 = 8j + n). Asumimos la premisa de que existe un entero k tal que n = 4k + 3. Notemos
que la variable k entra al argumento con carácter particular, pues viene afectada por el cuantificador
existencial.
La conclusión a la que debemos llegar es ∃j(n3 = 8j + n), es decir, tenemos que exhibir un entero
j tal que se cumpla la igualdad n3 = 8j + n. Así, a partir de n = 4k + 3, debemos llegar a n3 = 8j + n.
Esta última ecuación es equivalente a n3 − n = 8j, así que reemplazamos n = 4k + 3 en n3 − n y
obtenemos lo siguiente:
donde j = 8k 3 + 18k 2 + 13k + 3. Esto es a lo que queríamos llegar. Notemos que el j que debíamos
exhibir queda en función de la variable k que se había introducido en la prueba con carácter particular,
así que j también tiene carácter particular.
90 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
En el anterior argumento podemos distinguir entre lo que significa tener un cuantificador existencial
en la hipótesis y lo que es tener un cuantificador existencial en la tesis. Si el cuantificador existencial
está en la hipótesis, la variable afectada entra al argumento por ejemplificación, mientras que si el
cuantificador existencial está en la conclusión a la que queremos llegar, tenemos que exhibir un ejemplo
de la variable que cumpla dicha conclusión. Como lo pudimos ver en la demostración anterior, el valor
particular de la variable de la conclusión puede quedar dependiendo de la variable de la hipótesis.
Ejercicio 3.4.28
Sean r un número racional. Pruebe que si existe un número racional s tal que r = (s+1)/(s−2),
entonces r ̸= 1 (Indicación. Como la tesis es una negación, convendrá usar reducción al absurdo).
Teorema 3.4.29
Sea m un entero. Si para todo entero n se cumple que nm = n, entonces m = 1.
La prueba debe empezar introduciendo al entero arbitrario m. Luego tenemos como hipótesis ∀n(nm =
n) y tenemos que llegar a la conclusión de que m = 1.
Como la hipótesis tiene al cuantificador universal, la única forma de utilizarla es ejemplificando a
n, y esto puede ser de forma arbitraria o particular. En este caso, vamos a ejemplificar a la n como 1.
La hipótesis se convierte en 1m = 1, es decir, m = 1 (que es casualmente la conclusión que queremos).
Demostración. Sea m un entero arbitrario y supongamos que para todo entero n se cumple que
nm = n. En particular, esto se cumple cuando n = 1, así que obtenemos 1m = 1, o lo mismo
que m = 1. Esto termina la prueba. QED
Ejercicio 3.4.30
Sea m un número entero. Suponga que para todo entero n se cumple que mn = −n. Demuestre
que m = −1.
Notemos que si nuestra hipótesis tiene un cuantificador universal, hay que ejemplificar la variable
afectada. Esta ejemplificación puede introducir un objeto arbitrario o particular según convenga para la
demostración. Cuando el cuantificador universal afecta la tesis, lo que tenemos que hacer es introducir
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA91
la variable afectada con carácter arbitrario a la demostración, y proceder a demostrar lo que pide la tesis
del teorema. Veamos algunos ejemplos más de teoremas cuyos enunciados tienen varios cuantificadores.
Teorema 3.4.31
Para todo entero n, existe un entero m tal que n + m = 1.
La simbolización del enunciado es ∀n∃m(n + m = 1). Para realizar la demostración, lo primero que
hacemos es introducir al entero n de forma arbitraria. Cuando hacemos esto, la n se trata entonces
como un entero fijo. Luego debemos demostrar la afirmación simbólica ∃m(n + m = 1), lo que quiere
decir que debemos dar un ejemplo de un entero m que satisfaga la ecuación n + m = 1. Claramente,
una vez se ha fijado el entero n, el entero m que “nos sirve” es m = 1 − n, pues al sumar este m a n, el
resultado da 1. Resumiendo: para que se cumpla la ecuación n + m = 1, m tiene que ser igual a 1 − n.
Una vez entra el entero n arbitrario al argumento, definimos inmediatamente m = 1−n. En general,
lo único que podemos afirmar de m es que es particular, pues queda sujeto al valor que tenga n.
Ejercicio 3.4.32
Demuestre que para todo entero n, existe un número racional r tal que n + 2r = −1.
Teorema 3.4.33
Existe un entero m tal que para todo entero n, n + m = n.
La simbolización del enunciado es ∃m∀n(n + m = m). Aquí, para empezar la prueba tenemos que
exhibir o definir un entero particular m (esta vez no hay más variables introducidas en la prueba, por
lo que el m particular que vamos a introducir en la prueba es en realidad un número). ¿Cuál debe ser
el entero particular m? Una vez digamos cuál es el valor de m, tenemos que comprobar que se cumpla
que n + m = n para todo entero n. Si lo que queremos es que se cumpla n + m = n para todo n,
entonces en esta ecuación podríamos reemplazar a n por cualquier entero, por ejemplo, n = 0. Y al
hacer esto, la ecuación se convierte en 0 + m = 0, o sea, m = 0. Lo que obtenemos es que si queremos
que se cumpla que n + m = n, para todo n, entonces m no tiene más opción que ser cero.
Así, iniciamos nuestra prueba definiendo m = 0. Luego introducimos a n de forma arbitraria y
entonces tenemos que comprobar que n + m = n.
Ejercicio 3.4.34
Demuestre que existe un número entero k tal que (k + n)2 = (k − n)2 , para todo entero n.
Teorema 3.4.35
Para todo par de números enteros a y b, si a y b son distintos, entonces existe un número
racional c tal que a(c − 1) = b(c + 1).
Simbolizamos este enunciado como sigue: ∀a∀b (a ̸= b) −→ ∃c(a(c − 1) = b(c + 1)) . La prueba
inicia introduciendo enteros arbitrarios a y b. Luego tenemos una proposición condicional. La hipótesis
es que a ̸= b. La conclusión a la que tenemos que llegar es ∃c(a(c − 1) = b(c + 1)), o sea que el siguiente
92 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
paso en la demostración es definir un número racional c de forma tal que se cumpla la igualdad
a(c − 1) = b(c + 1).
Ahora bien, digamos que tenemos la igualdad a(c − 1) = b(c + 1), y la utilizamos para deducir cuál
es el valor de c que debemos definir en la prueba. Esta parte del análisis no se muestra en la prueba
del teorema, pues no se está pidiendo que se deduzca el valor de la variable c. Partimos de la igualdad
a(c − 1) = b(c + 1) y despejamos c:
a(c − 1) = b(c + 1) =⇒ ca − a = cb + b
=⇒ ca − cb = a + b
=⇒ c(a − b) = a + b
a+b
=⇒ c = .
a−b
En el último paso, para despejar c, se tiene que dividir por el entero a − b. Esta división no es posible si
a − b es cero, y es aquí donde usamos la hipótesis de que a ̸= b, que garantiza que la diferencia a − b no
es cero. Como c queda expresado como una combinación de operaciones de suma, resta, multiplicación
y división entre enteros, podemos decir que c es racional.
La anterior deducción nos permite continuar la demostración así: después de introducir a y b como
enteros arbitrarios y suponer que a ̸= b, definimos c = (a + b)/(a − b). Observamos que el cociente
(a + b)/(a − b) tiene sentido porque a ̸= b, así que el denominador no es cero. Además, c es racional
por resultar de operaciones de suma, resta, multiplicación y división entre enteros. Lo que hace falta es
verificar que se cumple la igualdad a(c − 1) = b(c + 1), partiendo de c = (a + b)/(a − b). Aquí tenemos
dos opciones: la primera es realizar los pasos de la deducción del valor de c, pero en orden contrario:
a+b
c= =⇒ ca − a = cb + b
a−b
=⇒ c(a − b) = a + b
=⇒ ca − cb = a + b
=⇒ a(c − 1) = b(c + 1),
y con esto terminaríamos la demostración. Otra forma de concluir la igualdad a(c − 1) = b(c + 1)
partiendo de saber que c = (a + b)/(a − b) es reemplazar a c en el lado izquierdo de la igualdad, por
otra parte reemplazar a c en el lado derecho y verificar que los resultados son iguales. Reemplazando
a c en a(c − 1) obtenemos
a+b
a(c − 1) = a −1
a−b
a + b − (a − b)
=a
a−b
a+b−a+b
=a
a−b
2b
=a
a−b
2ab
= .
a−b
Por otro lado, reemplazando a c en b(c + 1) obtenemos
a+b
b(c + 1) = b +1
a−b
a+b+a−b
=b
a−b
3.4. DIFERENTES TIPOS DE ENUNCIADOS DE TEOREMAS Y ESTRATEGIAS DE PRUEBA93
2a
=b
a−b
2ab
= .
a−b
Los dos resultados son iguales, así que concluimos que a(c − 1) = b(c + 1).
Demostración del Teorema 3.4.35. Sean a y b enteros arbitrarios tales que a ̸= b. Sea c =
(a + b)(a − b). Entonces tenemos
a+b
c= =⇒ ca − a = cb + b
a−b
=⇒ c(a − b) = a + b
=⇒ ca − cb = a + b
=⇒ a(c − 1) = b(c + 1).
Ejercicio 3.4.36
Demuestre que para todo par de enteros n y m, si n ̸= 0, entonces existe un número racional r
tal que nr2 − m = rm + n.
Ejercicios
1. Sea m un número entero. Pruebe que si m2 + 2m + 3 es par, entonces m es impar.
12. Sea n un número entero y suponga que 5|n y 7|n. Pruebe que 35|n.
13. Pruebe que si n es un entero tal que 11|n y 3|n, entonces 33|n.
14. Sea n un número entero y suponga que n2 = 4k + 1 para algún entero k. Pruebe que n es impar.
15. Si a y b son enteros tales que 3|a + b, demuestre que a3 ≡ −b3 (mod 9).
94 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
16. Sean n y m enteros. Demostrar que nm es impar si y sólo si n es impar y m es impar.
17. Pruebe que para todo entero n se cumple que n4 ≡ 0 (mod 8) o que n4 ≡ 1 (mod 8).
18. Demuestre que para todo entero n, n(7n2 + 5) es divisible por 6.
19. Si n es un entero, pruebe que 4|n2 o 4 | (n2 − 1).
20. Muestre que si n es entero, entonces n2 tiene la forma 4k o 4k + 1 para algún entero k.
21. Sean a, b y c números enteros tales que a2 + b2 = c2 . Demuestre que a y b no pueden ser los dos
impares.
22. Sea n un entero positivo cuya representación decimal consta solo de unos (por ejemplo, 1, 11,
111, 1111, etc,). Suponga que n ̸= 1 y n ̸= 11. Demuestre que n ≡ 7 (mod 8).
23. Sea n un entero. Pruebe que las siguientes proposiciones son equivalentes:
a) 3 | n.
b) 3 | n2 .
c) 3 | n3 .
24. Demuestre que si n es un entero positivo, entonces 3n − 1 es par (Indicación. Será conveniente
utilizar la fórmula de factorización siguiente: xn − 1 = (x − 1)(xn−1 + xn−2 + · · · + x + 1), válida
para todo entero positivo n. )
25. Sean a, n y m enteros positivos. Demostrar que si n | m, entonces (an − 1) | (am − 1).
26. Sean a y b números racionales. Pruebe que si a ̸= 0 y b = (3a2 + 2b)/(a2 + 2), entonces b = 3.
27. Demuestre que para todo número racional r existe un número racional s tal que para todo número
racional t, sz = (r + t)2 − (r2 + t2 ).
28. Demuestre que existen números enteros a y b tales que (a + b)2 = a2 + b2 .
29. Pruebe que para todo número real x, si x ≥ −1/4, entonces existe un número real y tal que
y(y + 1) = x (Indicación. Utilizar la fórmula cuadrática en la deducción del valor de y, y tenga
en cuanta que para que tenga sentido la raíz cuadrada de un número real, este debe ser mayor o
igual que cero).
30. Pruebe que para todo número racional x, si x ̸= 1, entonces existe un número racional y tal que
(y + 1)/(y − 2) = x.
31. Demuestre que para todo entero n, existen enteros m y q tales que n + m = q 2 .
32. Demuestre que no existe ningún número racional r tal que rs = 1 para todo número racional s.
33. Pruebe que para todo número real x, si x ≥ 2, entonces existe un número real y tal que y+1/y = x.
34. Para todo par de números enteros n y m, existe un número racional r tal que n + r = m − r.
35. Sean r y s números racionales. Si r2 + s = −3 y 2r − s = 2, muestre que r = −1.
36. Para todo par de números racionales a y b, pruebe que (a + b)2 − 4(a − b)2 = (3b − a)(3a − b).
37. Sea r un número racional. Demuestre que existe un racional s tal que r + s = rs si y sólo si r ̸= 1.
38. Sean r y s números racionales. Suponga que r ̸= 0. Demuestre que s + 1/r = 1 + s/r si y sólo si
r = 1 o s = 1.
39. Pruebe que para todo número racional r, existe un racional s tal que rs2 ̸= s − r.
3.5. DEMOSTRACIÓN DE UNICIDAD 95
Teorema 3.5.1
Existe un único número entero m tal que n + m = n para todo entero n.
Ya sabemos que el número 0 satisface la condición de que n + 0 = n para todo entero n. Así,
sabemos que existe por lo menos un entero m que satisface la condición del teorema. Ahora lo que
queremos demostrar es que no hay ningún otro entero que tenga la propiedad de 0. Como ya tenemos
el ejemplo concreto del objeto que satisface la condición, lo que hacemos es suponer que hay un entero
m que satisface la condición de que n + m = n para todos los enteros n, y deducimos que m = 0. En
efecto, asumamos como hipótesis que n + m = n, para todo entero n. Como esta hipótesis tiene un
cuantificador universal afectando a n, tenemos que ejemplificar a n. Ejemplificamos tomando n como
0 para obtener 0 + m = 0, así que m = 0.
Demostración. El entero 0 satisface que n+0 = n, para todo entero n. Esto muestra la existencia
de por lo menos un entero m que satisface la condición del teorema. Para demostrar la unicidad,
asumamos que m es un entero que satisface n + m = n, para todo n. Tomando n = 0 resulta
0 + m = 0, de donde m = 0. Esto termina la prueba. QED
Ejercicio 3.5.2
Demuestre que existe un único entero k que satisface kn = n, para todo entero n.
Teorema 3.5.3
Para todo número racional r, si r ̸= 0, entonces existe un único número racional s tal que
r = 2/(1 + 3s).
Para la demostración de este teorema empezamos suponiendo que r representa un racional arbitrario
y tomamos como hipótesis que r ̸= 0. Lo primero que tenemos que hacer es demostrar que existe un
racional s tal que r = 2/(1 + 3s). Para esto hacemos la deducción del valor de s (que estará en función
de r), para poder introducirlo en la prueba. Suponiendo que se tiene la ecuación r = 2/(1 + 3s),
entonces se tiene
2
r= =⇒ (1 + 3s)r = 2
1 + 3s
=⇒ r + 3sr = 2
=⇒ 3sr = 2 − r
96 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
2−r
=⇒ s = .
3r
De esto encontramos que, para continuar la prueba, definimos s = (2 − r)/(3r). El denominador de
esta fracción tiene que ser diferente de 0, pero como la hipótesis que tenemos es que r ̸= 0, tenemos
también que 3r ̸= 0. Así, la fracción que define a s tiene sentido. Después hay que verificar que con
s definido de esta manera, se cumple que r = 2/(1 + 3s). Esto es cuestión de rutina, se reemplaza s
en la fracción 2/(1 + 3s) y se simplifica hasta llegar a que es igual a r. Esto termina el asunto de la
existencia de s en la prueba.
Luego pasamos al asunto de la unicidad del s. Suponemos que s y t son racionales que cumplen la
conclusión del teorema, esto es, suponemos que r = 2/(1 + 3s) y también r = 2/(1 + 3t). Partiendo
de estas dos ecuaciones, debemos deducir que s = t. En efecto, como ambas fracciones son iguales a r,
podemos igualar dichas fracciones y entonces tenemos
2 2
= =⇒ 2(1 + 3t) = 2(1 + 3s)
1 + 3s 1 + 3t
=⇒ 1 + 3t = 1 + 3s
=⇒ 3t = 3s
=⇒ t = s.
Esto es a lo que queríamos llegar. La demostración que escribimos a continuación se divide en dos
partes, una donde se prueba la existencia y la otra donde se prueba la unicidad.
Ejercicio 3.5.4
Pruebe que para todo número racional r, si r ̸= 1, entonces existe un único racional s tal que
r = s/(1 + s).
No es necesario probar la existencia antes que la unicidad, se puede hacer en orden contrario.
Teorema 3.5.5
Si n es un entero impar, entonces existe un único entero j tal que n = 2j − 1.
3.5. DEMOSTRACIÓN DE UNICIDAD 97
La hipótesis establece que n es un entero que es impar. Probemos primero la parte de unicidad,
para lo cual suponemos que j y l son enteros que satisfacen que n = 2j − 1 y n = 2l − 1. Entonces
2j − 1 = 2l − 1, de donde fácilmente deducimos que j = l (notemos que no utilizamos la hipótesis de
que n es impar, pues la hipótesis no se utiliza para la prueba de unicidad).
Ahora probamos la parte de la existencia. Esta vez sí tenemos que utilizar la hipótesis de que n es
impar. Tenemos así que n = 2k + 1, para algún entero k. Si definimos j = k + 1, entonces
2j − 1 = 2(k + 1) − 1 = 2k + 2 − 1 = 2k + 1 = n.
Teorema 3.5.6
Demostrar la parte de unicidad es fácil, pues suponemos que k y j son enteros que satisfacen lo que
establece la conclusión, esto es, 7k = 1001000 − 1 y 7j = 1001000 − 1. Entonces 7k = 7j y cancelando
el 7 obtenemos que k = j. No escribiremos la demostración de este teorema.
Este teorema no está afirmando que exista algún entero k tal que 7k = 1001000 − 1, sino que puede
darse una de dos opciones: o no existe tal entero k, o si existe, es único. Se deja como ejercicio averiguar
si realmente existe tal entero k.
Ejercicio 3.5.7
√
2r + 1 √
Demuestre que existe a lo sumo un racional r tal que √ = 3.
5
Ejercicios
1. La simbología ∃! se usa para indicar la existencia y unicidad. Así, para simbolizar que existe un
único x tal que P (x), se escribe ∃!xP (x). Simbolizar las siguientes proposiciones.
4. Pruebe que para todo entero impar n existe un único entero j tal que n = 2j + 5.
5. Pruebe que para todo entero par n existe un único entero j tal que n = 2j − 4.
6. Sea n un entero. Si n ≡ 1 (mod 4), demuestre que existe un único entero k tal que n2 = 8k + 1.
7. Sen a y b números enteros con a ̸= 0. Pruebe que si a | b, entonces existe un único entero c tal
que b = ac.
8. Demuestre que existe un único número real x tal que x2 − 4x + 4 = 0 (Indicación. Usar factori-
zación o la fórmula cuadrática).
98 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
9. Pruebe que para todo racional r, si r ̸= −1, entonces existe un único racional s tal que r =
(1 − s)/(1 + s).
10. Pruebe que para todo racional r ̸= −3/5, existe a lo más un racional s tal que r = (2−3s)/(4+5s).
11. Demuestre que para todo par de números racionales q y r, existe un único número racional s tal
que
q 2 (1 − s) − (1 + s) = r2 (s − 1).
12. Pruebe que para todo número racional s, existe un único número racional r tal que
1 + 2r
2 + s2 = .
1+r
Entonces se concluye que la propiedad P (n) es verdadera para todo número natural n.
Observemos que la condición PIM2 se simboliza como sigue:
∀n P (n) −→ P (n + 1) , (3.9)
y nos dice que para cualquier natural n, si P (n) es verdadera, entonces P (n + 1) también lo es. La
condición PMI1 afirma que P (1) es verdadera. Si ejemplificamos (3.9) con n = 1 nos queda P (1) −→
P (2), y como P (1) es verdadera, se sigue que P (2) es verdadera. Ahora, ejemplificando (3.9) con n = 2
obtenemos P (2) −→ P (3), y como P (2) es verdadera, concluimos que P (3) también es verdadera.
Continuando de esta forma vemos como PMI1 y PMI2 se conjugan para llevar a que P (n) se cumple
para todo número natural n. Este argumento se suele describir gráficamente como un “efecto dominó”,
ver Figura 3.3, donde al tirar la primera ficha, esta hace caer a la siguiente, que a su vez hace caer a
la sigue, y así sucesivamente hasta que caen todas las fichas.
El principio de inducción matemática se utiliza como método de demostración para proposiciones
que afirman que cierta propiedad se cumple para todos los números naturales. El siguiente teorema
nos muestra una fórmula muy conocida que probamos utilizando inducción matemática.
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 99
Teorema 3.6.1
Para todo número natural n,
n(n + 1)
1 + 2 + ··· + n = . (3.10)
2
La ecuación (3.10) expresa la fórmula para calcular la suma de los primeros n números naturales. Si
quisiéramos sumar los primeros 4 números naturales lo podríamos hacer rápidamente sumando número
a número: 1 + 2 = 3, luego 3 + 3 = 6, y después 6 + 4 = 10. Si deseáramos realizar la suma de los
primeros 100 números naturales, la tarea sería muy tediosa sumando número a número, pero al aplicar
la fórmula (3.10) con n = 100 obtenemos (100 × 101)/2 = 5050.
Después de comprobar la fórmula (3.10) en casos particulares, nos interesa ahora realizar su de-
mostración. Como es una proposición que involucra un cuantificador, bien podríamos asumir que n
representa un número natural arbitrario y luego tener que ingeniárnosla para comprobar la fórmula,
pero queremos utilizar el método de inducción matemática.
Lo primero que tenemos que hacer es comprobar que la fórmula se cumple cuando n = 1. A este
paso de la demostración por inducción se le suele llamar el caso base. Si reemplazamos n = 1 en
el lado derecho de (3.10) estaríamos hablando de la suma del primer número natural, esto es, 1. Si
reemplazamos n = 1 en el lado derecho, lo que obtenemos es (1 × 2)/2 = 1. Así, cuando n = 1, la
fórmula se cumple.
Ahora vamos a la segunda parte de la demostración por inducción. En esta parte tenemos que
asumir como hipótesis que la fórmula se cumple para el natural n y a partir de esta, deducir que la
fórmula se cumple para n + 1. Es decir, nuestra hipótesis es que
n(n + 1)
1 + 2 + ··· + n = ,
2
y la tesis a la que deseamos llegar es
(n + 1)(n + 2)
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) =
2
Este paso de la demostración por inducción se llama paso inductivo y a la hipótesis que asumimos se
le llama hipótesis de inducción.
Centrémonos en la parte izquierda de estas igualdades. En la hipótesis de inducción tenemos 1 +
2 + · · · + n y en la tesis aparece 1 + 2 + · · · + n + (n + 1), es decir, que le tenemos que sumar n + 1 a la
parte izquierda en la hipótesis para llegar a la parte izquierda de la tesis. Pero, por supuesto, tenemos
que sumar n + 1 a ambos lados de la ecuación en la hipótesis de inducción, de tal forma que obtenemos
la siguiente ecuación:
n(n + 1)
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) = + (n + 1).
2
Ahora, la parte derecha de esta última ecuación se convierte en lo siguiente:
n2 + 3n + 2
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) = .
2
Finalmente, lo que queremos es que (n2 + 3n + 2)/2 sea realmente igual a lo que hay en la parte
derecha de la tesis, es decir, (n + 1)(n + 2)/2. Estas dos fracciones son iguales, lo cual se puede verificar
factorizando n2 +3n+2, que da como resultado (n+2)(n+1), o desarrollando el producto (n+1)(n+2)
para llegar a n2 + 3n + 2.
100 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Demostración del Teorema 3.6.1. Caso base. Para n = 1 tenemos que la parte izquierda de
(3.10) es igual a 1 y la parte derecha es igual a (1 × 2)/2, que también es igual a 1. Así podemos
escribir 1 = 1×2
2 y concluimos que el caso base se cumple.
Paso inductivo. Asumamos que (3.10) se cumple para n, es decir, que tenemos la ecuación
n(n + 1)
1 + 2 + ··· + n = .
2
Sumando n + 1 a ambos lados de esta ecuación obtenemos
n(n + 1)
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) = + (n + 1)
2
n2 + n + 2n + 2
=
3
n2 + 3n + 2
=
2
(n + 1)(n + 2)
= .
2
Esto termina el paso inductivo. Se concluye, por el PIM, que la fórmula (3.10) es verdadera
para todo natural n. QED
Otra forma en que podemos entender cómo pasamos de la hipótesis inductiva a la tesis en el paso
inductivo es como sigue. Queremos deducir la igualdad
(n + 1)(n + 2)
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) = .
2
Comenzamos con la parte izquierda, y notamos que la suma desde 1 hasta n se puede reemplazar por
n(n + 1)/2 para obtener la primera igualdad
n(n + 1)
1 + 2 + · · · + n + (n + 1) = + (n + 1).
2
El resto de las operaciones es idéntico a la demostración de arriba.
Ejercicio 3.6.2
1 + 3 + 5 + · · · + (2n − 1) = n2 .
En otras palabras, la suma de los primeros n números impares es igual al n−ésimo cuadrado.
Directamente relacionadas con las demostraciones por inducción están las definiciones recursivas.
Tal vez el mejor ejemplo de una definición recursiva es la definición de n!, el factorial de n. El factorial
de n consiste en el producto de todos los números naturales del 1 hasta n:
n! = 1 · 2 · · · (n − 1) · n,
i) 1! = 1 y
n
X
La notación ak se utiliza para simplificar la escritura de una suma de la forma
k=1
a1 + a2 + · · · + an ,
n
X P
es decir, la suma de los n números a1 , a2 , . . . , an . En la simbolización ak , la letra es la letra
k=1
griega sigma mayúscula e indica la realización de una suma, k es el contador o índice de sumación, los
números 1 y n indican los valores que toma el contador, es decir, que k va tomando los valores 1, 2, etc,
hasta llegar al valor n, y finalmente, ak es el término, que por lo general consiste de una fórmula que
Xn
depende del contador. Así, la notación ak nos indica que debemos realizar la suma de los términos
k=1
ak , variando k desde 1 hasta n. Podemos escribir la igualdad
n
X
ak = a1 + a2 + · · · + an .
k=1
La letra que se usa para indicar el contador es un ejemplo de una variable muda. No es realmente
relevante que la letra usada para indicar el contador sea k, bien pudo ser cualquier otra letra (excepto,
Xn
por supuesto, n y a) y el significado de la notación de sumatoria es el mismo. Así, ak significa lo
k=1
n
X n
X
mismo que ai o ar .
i=1 r=1
n
X
Por ejemplo tenemos i = 1 + 2 + · · · + n. Aquí el término ai obedece a la fórmula ai = i. Así,
i=1
n
X
i indica la suma de los primeros n números naturales y podemos reescribir la ecuación (3.10) como
i=1
sigue
n
X n(n + 1)
i= .
i=1
2
La fórmula del Ejercicio 3.6.2 se escribe usando notación de sumatoria como sigue:
n
X
(2k − 1) = n2 .
k=1
n
X
La sumatoria ai admite una definición recursiva como sigue:
i=1
1
X
1. ai = a1 ,
i=1
102 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
n+1
X n
X
2. ai = ai + an+1 .
i=1 i=1
Utilizando esta definición recursiva de la sumatoria, podemos escribir el paso inductivo en la prueba
n
X n(n + 1)
del Teorema 3.6.1 de la siguientes manera: la hipótesis de inducción se convierte en i= ,
i=1
2
n+1
X (n + 1)(n + 2)
y la tesis es i= . Tenemos luego
i=1
2
n+1
X n
X
i= i + (n + 1) (Definición recursiva)
i=1 i=1
n(n + 1)
= + (n + 1) (Hipótesis de inducción),
2
y el resto es igual a como ya se hizo antes.
Es costumbre utilizar variaciones en la notación de sumatoria sin la necesidad de definir explícita-
X7
mente su significado. Por ejemplo, en la notación aj entendemos que el contador toma los valores
j=3
7
X 7
X
desde el 3 hasta el 7, así aj = a3 +a4 +a5 +a6 +ak . En la notación aj entendemos claramente
j=3 j=3,j̸=5
que significa a3 + a4 + a6 + a7 .
Hagamos más demostraciones usando inducción matemática.
Teorema 3.6.3
Para todo natural n se cumple que
1 · 1! + 2 · 2! + 3 · 3! + · · · + n · n! = (n + 1)! − 1.
La fórmula del enunciado se puede escribir de la siguiente manera usando la notación de sumatorias:
n
X
k · k! = (n + 1)! − 1.
k=1
= (n + 1)! − 1 + (n + 1) · (n + 1)!
= 1 + (n + 1) (n + 1)! − 1
= n + 2 (n + 1)! − 1
= (n + 2)! − 1.
Esto termina el paso inductivo. Se concluye, por el PIM, que la fórmula es verdadera para todo
natural n. QED
Ejercicio 3.6.4
Definición 3.6.5
n
Sean n y k enteros tales que 0 ≤ k ≤ n. Se define el coeficiente binomial mediante la
k
siguiente fórmula:
n n!
= .
k k!(n − k)!
Ejemplo 3.6.6
Cuando k = n tenemos
n n n! n! n!
= = = = = 1.
k n n!(n − n)! n!0! n!
Teorema 3.6.7
Si n y k son enteros no negativos con 0 ≤ k ≤ n, entonces
n n(n − 1) · · · (n − k + 1)
1. = .
k k!
n n
2. = .
k n−k
104 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
En el producto n(n − 1) · · · (n − k + 1) hay k números, empezando n y disminuyendo de 1
desde
5
en 1 hasta que se completen los k números. Por ejemplo, para calcular tendríamos 5 · 4 · 3 en el
3
5 5·4·3
numerador y 3! = 6 en el denominador, por lo que = = 10. Para demostrar esta fórmula,
3 6
lo que hacemos es utilizar repetidas veces la definición recursiva de n!, así
Demostración. Sean n y k números enteros tales que 0 < k < n. Esto implica que 0 ≤ k − 1 <
n − 1 y también k ≤ n − 1, así que los tres coeficiente binomiales involucrados en la fórmula de
Pascal están definidos. Entonces tenemos:
n−1 n−1 (n − 1)! (n − 1)!
+ = +
k−1 k (k − 1)!((n − 1) − (k − 1))! k!(n − 1 − k)!
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 105
1
1 1
1 2 1
1 3 3 1
1 4 6 4 1
1 5 10 10 5 1
1 6 15 20 15 6 1
1 7 21 35 35 21 7 1
1 8 28 56 70 56 28 8 1
(n − 1)! (n − 1)!
= +
(k − 1)!(n − k)! k!(n − 1 − k)!
(n − 1)! (n − 1)!
= +
(k − 1)!(n − k)(n − k − 1)! k(k − 1)!(n − 1 − k)!
(n − 1)! 1 1
= +
(k − 1)!(n − k − 1)! n − k k
(n − 1)! n
=
(k − 1)!(n − k − 1)! k(n − k)
n!
=
k!(n − k)!
n
= .
k
n 0 1 2 3 4 5 6 7 8
Suma fila (n + 1)−ésima 1 2 4 8 16 32 64 128 256
Vamos a fijarnos solamente en las filas de la segunda en adelante. La suma de los números en la fila 2
es 2, la suma de los números en la fila 3 es 4 = 22 , para la fila 4 la suma es 8 = 23 , y podemos afirmar
que se cumple que la suma de los números en la fila (n + 1)−ésima del triángulo de Pascal es 2n . Los
106 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
números que aparecen en la fila (n + 1)−ésima son los siguientes:
n n n n
, , ,..., ,
0 1 2 n
así que estamos afirmando que se cumple la fórmula
n n n n
+ + + ··· + = 2n ,
0 1 2 n
para todo número natural n. En la notación de sumatoria esta fórmula se escribe como sigue:
n
X n
= 2n .
k
k=0
Teorema 3.6.9
Para todo número natural n se cumple la igualdad
n n n n
+ + + ··· + = 2n . (3.11)
0 1 2 n
1 1 1 1 1
En el caso base lo que tenemos que comprobar es que + = 2 ; pero =1y = 1,
0 1 0 1
1 1
así que + = 1 = 21 .
0 1
Nuestra hipótesis de inducción es que la ecuación (3.11) se cumple para n. Tenemos que demostrar,
a partir de eso, que se cumple para n + 1, esto es
n+1 n+1 n+1 n+1 n+1
+ + + ··· + + = 2n+1 . (3.12)
0 1 2 n n+1
Vamos a empezar a desarrollar el lado izquierdo.
Para poder usar la hipótesis de inducción necesitamos
n
que aparezcan los coeficientes binomiales , y para lograr esto usamos la fórmula de Pascal aplicada
k
n+1
a los coeficientes binomiales :
k
n+1 n n
= + .
k k−1 k
n+1 n+1
Notemos que no podemos aplicar la fórmula de Pascal a ni a , pero sí a todos los
0 n+1
n+1
coeficientes binomiales con 0 < k < n + 1. Luego, para desarrollar el lado izquierdo de (3.12),
k
n+1 n+1
reemplazamos y por 1, y aplicamos la fórmula de Pascal a los coeficientes binomiales
0 n+1
intermedios:
n+1 n+1 n+1 n+1 n+1
+ + + ··· + + =
0 1 2 n n+1
n n n n n n
=1+ + + + + ··· + + + 1.
0 1 1 2 n−1 n
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 107
Ahora, de cada corchete tomamos el coeficiente binomial que aparece a la izquierda para formar la
suma
n n n
+ + ··· + ,
0 1 n−1
y con los coeficientes binomiales restantes formamos la suma
n n n
+ + ··· + .
1 2 n
Como lo que hacemos es cambiar el orden de los sumandos, no se altera el resultado, así que podemos
escribir
n+1 n+1 n+1 n+1 n+1
+ + + ··· + + =
0 1 2 n n+1
n n n n n n
=1+ + + ··· + + + + ··· + + 1.
0 1 n−1 1 2 n
n n n n
A la suma + + ··· + solo le hace falta el término para poder tener la parte
0 1 n−1 n
n
izquierda de la hipótesis de inducción, pero como = 1, podemos convertir el 1 que está a la
n
n n
izquierda en la igualdad de arriba en . Similarmente, podemos convertir el otro 1 en para
n 0
n n n
completar el lado izquierdo de la hipótesis de inducción con la suma + +···+ . Luego
1 2 n
reemplazamos cada suma por 2n , gracias a la hipótesis de inducción. Así, podemos continuar:
n+1 n+1 n+1 n+1 n+1
+ + + ··· + + =
0 1 2 n n+1
n n n n n n n n
= + + + ··· + + + + ··· + +
n 0 1 n−1 1 2 n 0
n n n n n n n n
= + + ··· + + + + + + ··· +
0 1 n−1 n 0 1 2 n
= 2n + 2n
= 2 · 2n
= 2n+1 .
Demostración del Teorema 3.6.9. La prueba es por inducción sobre n. Para n = 1 tenemos que
1 1
+ = 1 + 1 = 2 = 21 .
0 1
Por inducción se ha probado que la fórmula (3.11) vale para todo número natural n. QED
Los coeficientes binomiales juegan un papel importante en la fórmula del binomio de Newton, que
enunciamos a continuación.
Para realizar la prueba de la fórmula del binomio, empezamos fijando los números reales a y b. Entonces
demostramos la fórmula (3.13) por inducción sobre n.
1
Para el caso base con n = 1, el lado izquierdo de (3.13) es (a + b) = a + b, y el lado derecho
es
1 1
a1 + b1 = a + b (como n = 1, los únicos coeficientes binomiales son que multiplica a a1 y
0 1
que multiplica a b1 ).
Ahora, como hipótesis de inducción asumimos que la fórmula (3.13) es verdadera para n. Tenemos
que mostrar que (3.13) es verdadera también para n + 1, es decir
n+1 n+1 n + 1 (n+1)−1 n + 1 (n+1)−2 2 n+1
(a + b) =a + a b+ a b + ··· + ab(n+1)−2 + bn+1 ,
1 2 (n + 1) − 1
que simplificando un poco los exponentes de a, resulta ser
n+1 n n + 1 n−1 2 n+1
(a + b)n+1 = an+1 + a b+ a b + ··· + abn−1 + bn+1 .
1 2 n
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 109
Los pasos que seguiremos son algo parecidos a los que usamos en la demostración del Teorema 3.6.9;
comenzamos por desarrollar el lado derecho de la anterior igualdad hasta llegar al lado izquierdo.
Dejamos al lector analizar los pasos de la demostración siguiente.
(a + b)1 = a + b = a1 + b1 ,
La fórmula del binomio nos dice que para obtener el desarrollo de (a + b)n , tomamos los coeficientes
binomiales en la fila (n + 1)−ésima del triángulo de Pascal, los multiplicamos sucesivamente por
an , an−1 b, an−2 b2 , . . . , bn (se va disminuyendo de a uno el exponente de a a la vez que se aumenta
en uno el exponente de b), y se se realiza la suma de todos esos términos. Por ejemplo, si queremos
desarrollar (a + b)5 obtenemos
Ejercicio 3.6.11
Deduzca la fórmula
n Xk
X n k
3n = .
k j=0 j
k=0
Teorema 3.6.12
2n+1 = 2n + 2n > n2 + 2n .
Si logramos comprobar que n2 + 2n ≥ (n + 1)2 , entonces tendríamos, por la transitividad del orden,
que 2n+1 > (n + 1)2 y habríamos terminado. Equivalentemente, lo que tenemos que lograr es que
n2 + 2n ≥ n2 + 2n + 1, o lo mismo que 2n ≥ 2n + 1. Así, si logramos probar que 2n ≥ 2n + 1, se seguiría
que n2 + 2n ≥ (n + 1)2 y tendríamos nuestra prueba completa.
Dejamos pendiente la demostración del Teorema 3.6.12 para analizar la desigualdad 2n ≥ 2n + 1,
para cualquier número natural n. Claramente esta desigualdad no se satisface para n = 1, 2, pero si se
satisface para n = 3, 4 y 5, y nos atrevemos a afirmar que la desigualdad se cumple para todo n ≥ 3.
Una tengamos demostrada esta afirmación, la podremos la demostración del Teorema 3.6.12. Este será
un resultado auxiliar que necesitaremos para demostrarlo, y por eso lo llamamos un lema. Usualmente
se enuncian los lemas antes de los teoremas a los que se aplican, pero por esta ocasión lo haremos en
orden contrario.
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 111
Lema 3.6.13
Para todo número natural n ≥ 3 se cumple 2n ≥ 2n + 1.
La demostración del lema también es por inducción. El caso base es con n = 3, donde la desigualdad
claramente se cumple. Asumimos en la hipótesis de inducción que la desigualdad 2n ≥ 2n+1 se cumple
para n ≥ 3. Queremos deducir que 2n+1 ≥ 2(n + 1) + 1, es decir, que 2n+1 ≥ 2n + 3. En efecto,
En el último paso utilizamos que 2n + 2 > 3, pues lo mínimo que puede dar 2n + 2 es 4, siendo n
cualquier número natural (aunque teniendo en cuenta que en la hipótesis de inducción teníamos que
n ≥ 3, podríamos concluir en nuestra paso inductivo que lo mínimo que puede dar 2n + 2 es 8, pero
no fue necesario usar esto).
Demostración del Lema 3.6.13. Por inducción en n. Para n = 3 la desigualdad se cumple clara-
mente. Supongamos que la desigualdad se cumple para n y probemos que se cumple para n + 1.
En efecto,
2n+1 = 2 · 2n ≥ 2(2n + 1) = 4n + 2 = 2n + (2n + 2) > 2n + 3,
puesto que 2n + 2 > 3. Esto termina el paso inductivo. QED
Esto termina el paso inductivo y por tanto hemos probado por inducción que 2n > n2 para todo
n ≥ 5. QED
Ejercicio 3.6.14
Halle el valor de n a partir del cual se cumple la desigualdad 3n > n · 2n y luego haga la
correspondiente demostración por inducción.
Definición 3.6.15
Los números de Fibonacci fn se definen de manera recursiva como sigue: f1 = 1, f2 = 1, y
para n ≥ 3, se define
fn = fn−1 + fn−2 . (3.14)
Los primeros 10 números de Fibonacci son 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 45, que, como observamos,
desde el tercero en adelante se obtienen sumando los dos anteriores. La fórmula que presentamos
112 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
en el siguiente teorema no es fácil de deducir, pero demostraremos su validez utilizando inducción
matemática.
Teorema 3.6.16
Para todo número natural n tenemos
√ !n √ !n
1+ 5 1− 5
−
2 2
fn = √ (3.15)
5
La fórmula (3.14) solo se puede aplicar a fn cuando n ≥ 3, y es por esta razón que hemos verificado
el caso base tanto para n = 1 como para n = 2.
Para el paso inductivo, supongamos que la fórmula (3.15) se cumple para todos los números na-
turales desde 1 hasta n, siendo n ≥ 2. Entonces resulta que n + 1 ≥ 3 y podemos aplicar (3.14) para
obtener fn+1 = fn + fn−1 . Como hemos asumido que la ecuación (3.15) es verdadera para todo natural
desde 1 hasta n, la podemos aplicar a n − 1 y n. Tenemos así
fn+1 = fn + fn−1
√ !n √ !n √ !n−1 √ !n−1
1+ 5 1− 5 1+ 5 1− 5
− −
2 2 2 2
= √ + √
5 5
√ !n−1 √ ! √ !n−1 √ ! √ !n−1 √ !n−1
1+ 5 1+ 5 1− 5 1− 5 1+ 5 1− 5
− + −
2 2 2 2 2 2
= √
5
√ !n−1 √ ! √ !n−1 √ !
1+ 5 1+ 5 1− 5 1− 5
+1 − +1
2 2 2 2
= √
5
√ !n−1 √ ! √ !n−1 √ !
1+ 5 3+ 5 1− 5 3− 5
−
2 2 2 2
= √ .
5
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 113
Por otro lado tenemos que
√ !n+1 √ !n+1 √ !n−1 √ !2 √ !n−1 √ !2
1+ 5 1− 5 1+ 5 1+ 5 1− 5 1− 5
− −
2 2 2 2 2 2
√ = √
5 5
√ !n−1 √ ! √ !n−1 √ !
1+ 5 1+2 5+5 1− 5 1−2 5+5
−
2 4 2 4
= √
5
√ !n−1 √ ! √ !n−1 √ !
1+ 5 6+2 5 1− 5 6−2 5
−
2 4 2 4
= √
5
√ !n−1 √ !2 √ !n−1 √ !2
1+ 5 3+ 5 1− 5 3− 5
−
2 2 2 2
= √ .
5
Concluimos que
√ !n+1 √ !n+1
1+ 5 1− 5
−
2 2
fn+1 = √ .
5
Se sigue, por inducción fuerte, que (3.15) es válida para todo n. Se deja como ejercicio escribir la
prueba resumida.
Para dar un ejemplo más de inducción fuerte necesitamos la siguiente definición.
Definición 3.6.17
Un número primo es un número natural p ≥ 2 tal que sus únicos divisores naturales son 1 y
p mismo.
Teorema 3.6.18
Todo número natural mayor que 1, o es primo, o se puede expresar como un producto de números
primos.
Por ejemplo, 2, 3 y 5 son primos, mientras que 4 se expresa como el producto 2 × 2, 6 se expresa
como el producto 2 × 3, etc. La otra mitad del teorema fundamental de la aritmética asegura que
la factorización de un entero como producto de primos es única, salvo el orden de los factores, pero
su demostración requiere un mayor desarrollo de los conceptos de divisibilidad en los enteros, y no
haremos eso aquí.
La demostración del Teorema 3.6.18 la realizamos por inducción fuerte para todo n ≥ 2. El caso
base es para n = 2, y como 2 es un número primo, la conclusión del teorema se cumple.
114 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Ahora, como hipótesis de inducción fuerte asumimos que el teorema se cumple para todos los
números naturales desde 2 hasta n, siendo n ≥ 2. Tenemos que demostrar que n + 1, o es primo, o se
representa como producto de primos. En efecto, si n + 1 es primo, ya terminamos. Si por el contrario
n + 1 no es primo, entonces n + 1 puede ser expresado como un producto n + 1 = ab, donde a y b
son mayores que 1 y ambos menores que n + 1. Esto quiere decir que a y b son números naturales que
están entre 2 y n. La hipótesis de inducción se le puede aplicar a ambos, a y b, para concluir que tanto
a como b, o son primos, o son representables como productos de primos. Pero al reemplazar a y b en la
ecuación n + 1 = ab queda claro que n + 1 también se representa como producto de números primos.
Esto termina el paso inductivo.
Demostración del Teorema 3.6.18. La prueba es por inducción fuerte para n ≥ 2. Como 2 es
primo, el caso base se cumple. Supongamos que el teorema se cumple para todo natural desde
2 hasta n, donde n ≥ 2. Si n + 1 es primo, terminamos. En caso contrario, n + 1 = ab, donde a
y b están entre 2 y n, así que por la hipótesis de inducción, a y b son primos o son productos de
primos. Se sigue que n + 1 es un producto de primos, y esto termina el paso inductivo. QED
Corolario 3.6.19
Todo número natural mayor que uno tiene al menos un divisor que es primo.
Demostración. Sea n un natural mayor que 1. Por el Teorema 3.6.18, n es primo o n es expresable
como un producto de primos. En caso de que n sea primo, n mismo es un divisor primo de n.
En el caso en que n es producto de primos, claramente n tiene divisores primos. QED
Cuando decimos que un número es producto de enteros pensamos que deben estar presentes al menos
dos factores, por ejemplo, 6 es producto de 2 y 3. Es conveniente que un número sea considerado como
un producto de un solo factor, para simplificar la formulación de muchos resultados. Por ejemplo, con
esto en mente, el enunciado del Teorema 3.6.18 se simplifica diciendo que todo número natural mayor
que 1 es expresable como un producto de número primos. Por ejemplo, el número natural 3 es producto
de un solo número primo. Esta convención también aplica para sumas. Por ejemplo, cuando decimos
que un número es suma de enteros positivos incluimos la posibilidad de que haya un solo sumando.
Así, el número 1 es expresable como una suma con un solo sumando, el mismo 1.
Ejercicios
1. Pruebe por inducción las siguientes fórmulas, válidas para todo n ≥ 1:
a) 2 + 4 + 6 + · · · + 2n = n(n + 1).
n(3n + 1)
b) 2 + 5 + 8 + · · · + (3n − 1) = .
2
c) 3 + 11 + 19 + · · · + (8n − 5) = 4n2 − n.
d ) 5 + 9 + 13 + · · · + (4n + 1) = n(2n + 3).
n(n + 1)(2n + 1)
e) 12 + 22 + 32 + · · · + n2 = .
6
n2 (n + 1)2
f ) 13 + 23 + 33 + · · · + n3 = .
4
g) 13 + 33 + 53 + · · · + (2n − 1)3 = n2 (2n2 − 1).
h) 1 · 21 + 2 · 22 + 3 · 23 + · · · + n · 2n = 2 + (n − 1)2n+1 .
3.6. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 115
i ) 1 + 2 · 2 + 3 · 22 + · · · + n · 2n−1 = (n − 1)2n + 1.
3n (2n − 1) + 1
j ) 1 + 2 · 3 + 3 · 32 + · · · + n · 3n−1 = .
4
k ) 1 − 4 + 9 − 16 + · · · + (−1)n+1 n2 = (−1)n+1 (1 + 2 + 3 + · · · + n).
(2n)!
l ) 2 · 6 · 10 · · · (4n − 2) = .
n!
n
X n(n + 1)(n + 2)
m) k(k + 1) = .
3
k=1
(n − 1)(n)(2n + 5)
n) 1 · 3 + 2 · 4 + 3 · 5 + · · · + (n − 1)(n + 1) = .
6
n
X 1
ñ) j(j + 1)(j + 2) = n(n + 1)(n + 2)(n + 3).
j=1
4
n
X
o) i2 2i = 2n+1 (n2 − 2n + 3) − 6.
i=1
1 1 1 1 n
p) + + + ··· + = .
1·2 2·3 3·4 n(n + 1) n+1
n−1
X 1 1
q) = .
i=0
(n + i)(n + i + 1) 2n
n
X 1 n
r) = .
k 2 + 3k + 2 2(n + 2)
k=1
2 3 4 n+1 n(n + 1)(n + 2)
s) + + + ··· + = .
2 2 2 2 6
n
X n+j 1
t) j
= 2n .
j=0
j 2
7. Pruebe usando inducción que para todo n ≥ 3, (n2 + n)!(n − 1)! = (n2 + n − 1)!(n + 1)!.
(2n + 1)!
(1)(3)(5) · · · (2n + 1) = .
2n n!
i) 4n2 + 3 < 2n .
ii) (3n + 1)2 ≤ n3 .
12. Pruebe por inducción las siguientes afirmaciones, válidas para todo n ≥ 1:
3.7. CONJETURAS Y CONTRAEJEMPLOS 117
a) 7 | 15n + 6.
b) 15 | 42n − 1.
c) 7 | 8n − 1.
d ) 4 | 5n + 8n + 3.
13. Pruebe que para todo número natural impar n, 7n + 1 es divisible por 8.
14. Pruebe que para todo número natural par n, 2n+3 − 3n + 1 es divisible por 9.
15. Sea a un número real. La definición recursiva de an es la siguiente:
a) a1 = a,
b) an+1 = an · a.
Pruebe las leyes de los exponentes siguientes:
a) an+m = an · am , para todo n y m;
b) (an )m = anm , para todo n y todo m.
16. Demuestre por inducción las siguientes propiedades de las sumatorias, donde ai , bi y c son números
reales.
n
X n
X n
X
a) (ai + bi ) = ai + bi .
i=1 i=1 i=1
n
X n
X
b) cai = c ai .
i=1 i=1
17. Explique por qué son ciertas las siguientes igualdades entre sumatorias:
n
X n+2
X
a) aj = aj−2 .
j=1 j=3
n
X n−1
X
b) aj = aj+1 .
j=1 j=0
18. En este ejercicio se pide probar que existen infinitos números primos. Se probará la siguiente
formulación equivalente: Siempre existen más primos que cualquier cantidad (finita) dada de
números primos. Se empieza suponiendo que se da una cantidad m de números primos distintos,
p1 , p2 , . . . , pm . Hay que probar que existe un primo diferente de estos. Para ello, considere el
número natural M definido de la siguiente manera:
M = p1 p2 · · · pm + 1,
que consiste en multiplicar todos los primos p1 , p2 , . . . , pm y luego sumarle 1. Aplique el Corolario
3.6.19 para concluir que M tiene algún divisor primo, llamémoslo p. Pruebe que p es diferente
de todos los pi ’s.
Ejemplo 3.7.1
Observamos en esta tabla que los valores que toma n2 − n + 11 son impares. De esta manera,
formulamos nuestra primera conjetura:
Con las herramientas que tenemos somos capaces de realizar una demostración de esta conjetura.
De hecho, se hace una demostración por casos, dependiendo de si n es par o impar. Dejamos
como ejercicio realizar tal demostración.
A partir de la misma tabla observamos que todos los valores que toma la expresión n2 − n + 11,
para n entre 1 y 10, son primos. Con esta evidencia formulamos la siguiente conjetura:
En el ejemplo anterior se afirmó que la expresión n2 − n + 11 era un número primo, para todo n,
afirmación que resultó ser falsa porque para n = 11 no obtenemos un número primo. A este valor de n
(es decir, al 11) lo llamamos un contraejemplo para la afirmación o conjetura, puesto que es el ejemplo
que refuta la conjetura.
Ejemplo 3.7.2
La siguiente tabla muestra los valores que toma la expresión 4n − 1, cuando n toma los valores
del 1 al 5:
n 4n − 1
1 3
2 15
3 63
4 255
5 1023
Nuestra primera conjetura es la siguiente:
arbitrario. Entonces
4n − 1 = (22 )n − 1
= 22n − 1
= 2 · 22n−1 − 1
= 2 · 22n−1 − 2 + 1
= 2 22n−1 − 1 + 1
= 2k + 1,
Esta conjetura también es verdadera. Para demostrarla, haremos uso de la factorización de una
diferencia de potencias n-ésimas:
Ejemplo 3.7.3
En la siguiente tabla hacemos una comparación entre los valores de 2n y (n+3)2 para n variando
desde 1 hasta 5:
n 2n (n + 3)2
1 2 16
2 4 25
3 8 36
4 16 49
5 32 64
De los resultados que muestra esta tabla podemos conjeturar lo siguiente:
Para que una conjetura sea razonablemente creíble, será conveniente verificarla para una gran
cantidad de valores. Los programas de computadora son indispensables hoy en día para esta tarea. Sin
embargo, aunque cuando una computadora logre verificar millones de millones de casos, no dejará de
ser conjetura hasta no encontrarse una demostración matemática.
120 CAPÍTULO 3. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN
Ejemplo 3.7.4
n n2 − 5n
0 0
1 -4
2 -6
3 -6
4 -4
5 0
6 6
-1 6
-2 14
-3 24
-4 36
Esta tabla nos da evidencia de que la expresión n2 − 5n resulta ser siempre par. Por
esta razón, nos inclinamos por refutar la afirmación, es decir, que optamos por intentar
demostrar que para todo entero n, n2 − 5n es realmente par. Demostrar esto es fácil,
considerando los casos cuando n es par y cuando n es impar, y se deja como ejercicio al
lector.
3. Para todo entero a y todo entero b, a2 − b2 es par. Por supuesto que esta afirmación es
falsa. Un contraejemplo se obtiene tomando a = 1 y b = 0 (es claro que hay muchos más
contraejemplos para esta afirmación, pero con uno solo basta).
4. Para todo entero positivo n existe un entero positivo k tal que n+k = 10. Esta proposición
es falsa. Un contraejemplo es n = 10, pues no existe ningún entero positivo k tal que
10 + k = 10.
Ejercicio 3.7.5
Ejercicios
1. Demuestre que cada una de las siguientes proposiciones es falsa encontrando un contraejemplo.
3.7. CONJETURAS Y CONTRAEJEMPLOS 121
a) Para todo entero positivo n, 2n2 − 4n + 31 es primo.
b) Para todo entero positivo n, n2 + 17n + 17 es primo.
c) Para todo entero n, si n2 − n es par, entonces n es par.
d ) Para todo entero a, 4 | (a2 − 5).
e) Para todo número racional x, si x > 0, entonces x2 > x.
f ) Para todo número racional a, si a2 > 0, entonces a > 0.
g) Para todo número racional a, si a2 ≥ 1, entonces a ≥ 1.
h) Para todo entero n, si n > 1, entonces 2n − 1 es primo.
i ) Para todo par de números racionales x y y se cumple que (x + y)2 = x2 + y 2 .
j ) Para todo entero positivo n, (n − 1)(n − 2)(n − 3)(n − 4)(n − 5) = 0.
Se debe al matemático Georg Cantor (1845 - 1918) el haber estructurado los cimientos sobre los
que descansa la matemática moderna: la teoría de conjuntos. Cantor y sus sucesores descubrieron que
todos los objetos matemáticos conocidos podían expresarse como conjuntos, y así la teoría de conjuntos
permitió unificar, por primera vez, toda la matemática conocida. La teoría de conjuntos constituye,
de esta manera, el lenguaje en el que se hablan las matemáticas.
La teoría de conjuntos de Cantor contenía paradojas, es decir, contradicciones que se deducen
dentro de la teoría, y su existencia exigió posteriormente que se reconsiderara la teoría de conjuntos
y la definición misma de conjunto. La solución por la que optaron los matemáticos en este tema fue
dejar de perseguir una definición de conjunto, y más bien asumir que estos existen y que satisfacen
ciertas propiedades mínimas que aceptamos como ciertas: los axiomas. Surgió así la teoría axiomática
de conjuntos.
En este capítulo estudiaremos la noción intuitiva de conjunto, las operaciones básicas y las propie-
dades generales que satisfacen los conjuntos.
x∈
/ A.
123
124 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
Dos conjuntos son iguales si tienen los mismos elementos. Si A y B son conjuntos, escribimos A = B
para indicar que A y B son conjuntos iguales.
Notación por extensión. Una manera de representar un conjunto consiste en hacer una lista de
todos los elementos del conjunto encerrados entre llaves { } y separados por comas. Llamamos a esta
manera de representar conjuntos notación por extensión.
Ejemplo 4.1.1
Si la lista de elementos es muy larga se pueden usar puntos suspensivos “. . .” como se muestra a
continuación.
Ejemplo 4.1.2
La notación por extensión con puntos suspensivos se puede usar para representar conjuntos infinitos.
Ejemplo 4.1.3
Definición 4.1.4
Un conjunto que tiene un solo elemento es llamado un singleton o conjunto unitario.
Un singleton se representa por extensión como a , siendo a el único elemento que pertenece a tal
conjunto. Si x es un elemento tenemos:
x ∈ a ⇐⇒ x = a.
Esta observación será útil cuando haya que probar que un conjunto es igual a un singleton.
Ejemplo 4.1.5
Los conjuntos 1 , f y N son singletons. Note que el conjunto unitario N tiene como
único elemento a un conjunto, a saber, N. La notación { } representa un conjunto unitario,
cuyo único elemento es un conjunto vacío. Si recordamos la analogía de conjuntos con cajas,
esta sería una caja que contiene como objeto a una caja vacía.
Como lo vimos en el ejemplo anterior, los elementos de un conjunto pueden ser a su vez conjuntos.
A continuación mostramos otro ejemplo de esto.
Ejemplo 4.1.6
El conjunto siguiente está descrito por extensión: 0, 1, {1}, {2, 3, 4, 5, 6}, {1, 2, 3, . . . , 100} . Este
conjunto
tiene 5 elementos:
dos de ellos son los enteros 0 y 1 y los otros 3 son los conjuntos
1 , 2, 3, 4, 5, 6 y 1, 2, 3, . . . , 100 .
Ejemplo 4.1.7
1. Los conjuntos 1, 3, 5 y 3, 5, 1 están escritos por extensión, y tienen los mismos ele-
mentos, aunque no están escritos
con el mismo
orden. Por lo tanto, estos dos conjuntos
son iguales y podemos escribir 1, 3, 5 = 3, 5, 1 .
2. Los conjuntos {1, 3, 5, 3} y {3, 5, 1} tienen exactamente los mismos elementos. Las repe-
ticiones no quieren decir que un conjunto tenga más elementos que el otro, más bien, las
repeticiones no se toman en cuenta y pueden eliminarse siempre. Así podemos escribir
{1, 3, 5, 3} = {3, 5, 1}.
Notación por comprensión. La notación por extensión para representar conjuntos presenta mu-
chas limitaciones, pues conjuntos con cantidades gigantescas de elementos son difíciles de representar.
Una manera más conveniente de representar un conjunto es por medio de una propiedad. Sea P (x)
una propiedad acerca de x, donde x representa un elemento. La notación
A = x : P (x)
se usa para indicar que A es el conjunto de todos los elementos x tales que P (x) es verdadera. Esta es
la notación por comprensión para representar conjuntos. La relación de pertenencia se interpreta de
la siguiente manera:
x ∈ A ⇐⇒ P (x) es verdadera.
Veamos a continuación algunos ejemplos del uso de la notación por comprensión.
126 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
Ejemplo 4.1.8
que quiere decir que A es el conjunto formado por todos los elementos pertenecientes al conjunto
B tales que P (x) es verdadera. Para usar esta notación, el conjunto B tiene que estar definido de
antemano.
Ejemplo 4.1.9
1. El conjunto A = n ∈ N : n2 > 2n representa al conjunto de todos los número naturales
n tales que n2 > 2n . Dejamos al lector el ejercicio
de verificar que los únicos elementos de
este conjuntos son 2, 3 y 4, es decir, A = 2, 3, 4 .
2. Se define el conjunto
de los enteros positivos Z+ usando notación por comprensión como
+
sigue: Z = n ∈ Z : n > 0 . Podemos observar que el conjunto de los enteros positivos
y el conjunto de los números naturales tienen los mismos elementos, por lo que Z+ = N.
−
Similarmente se define el conjunto de los enteros negativos como Z = n∈Z:n<0 .
+ − +
También, se definen los conjuntos R y R como sigue: R = x ∈ R : x > 0 y
−
R = x∈R:x<0 .
3. Sea A el conjunto de todos los enteros pares. Definamos B = n ∈ A : 3 divide a n .
Entonces B es el conjunto de todos los enteros que son pares, y que además son divisibles
por 3. Así, los elementos del conjunto B son precisamente los enteros que son divisibles
por 6 (¿por qué?) y podemos escribir B = n ∈ Z : 6 | n .
que quiere decir que A es el conjunto de todos los elementos que tienen la forma f (x), donde x satisface
la propiedad P (x). En esta notación, un elemento a pertenece a A si y solo si a = f (x), para algún x
que satisface P (x). Simbólicamente esto se representa como sigue:
a ∈ A ⇐⇒ ∃x a = f (x) ∧ P (x) .
4.1. CONJUNTOS Y ELEMENTOS 127
Ejemplo 4.1.10
1. El conjunto A = 2k : k ∈ Z es precisamente el conjunto de los enteros pares. Un
elemento x está en A si y solo si x = 2k, para algún entero k.
2. El conjunto B = 2/3n−1 : n ∈ N es el conjunto de todas las fracciones de la forma
2/3n−1 , donde n varía en el conjunto de los números naturales.
A veces podemos pasar de la notación por extensión a la notación por comprensión si somos capaces
de encontrar la forma que define a los elementos del conjunto.
Ejemplo 4.1.11
1. Sea A = 3, 5, 7, . . . , 99 . Este es el conjunto de todos los número impares desde el 3 hasta
el 99. Así que la forma que tienen estos elementos la de los número impares: 2k + 1. Ahora,
hace falta definir correctamente la condición sobre k para que los resultados de 2k + 1
nos den los números impares desde 3 hasta 99. Para que 2k + 1 de 3, k tiene que ser 1.
Empezando con el valor de 1, k aumenta de uno en uno produciendo los impares 3, 5, 7, 9,
etc, hasta que cuando k vale 49 se produce el impar 99. Por lo tanto, la condición que
le imponemos a k es que es un número natural que varía del 1 al 49. Podemos escribir
entonces
A = 2k + 1 : k ∈ Z y k ∈ {1, 2, . . . , 49} .
También se puede expresar esto de manera más sencilla así:
A = 2k + 1 : k = 1, 2, 3, . . . , 49 .
De esta forma, un elemento x está en A si y solo si x = 2k+1, para algún k ∈ 1, 2, . . . , 49 .
2. Para representar al conjunto B = 1, 5, 9, 13, 17, 21, . . . 81 por comprensión, notamos que
los números de la lista tienen la forma
4k + 1 donde k es entero, y el rango de valores
sobreel que varía k es el conjunto 1, 2, . . . , 20 . Así, podemos escribir por comprensión
B = 4k + 1 : k = 1, 2, . . . , 20 .
3. Sea C el conjunto de todas las fracciones con numerador entero y tienen denominador 3.
Por extensión podemos escribir
−4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4
C = ..., , , , , , , , , ,...
3 3 3 3 3 3 3 3 3
Los elementos de este conjunto tienen forma de fracción n/3, donde n ∈ Z. Así, por
comprensión podemos escribir nn o
C= :n∈Z .
3
Intervalos en R. El conjunto de los números reales R se representa usualmente con una recta
numérica, llamada también recta real, como se muestra en la Figura 4.1:
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
En la recta real, el cero está ubicando en un punto llamado el origen de la recta, los números
128 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
naturales se ubican a la derecha del cero, igualmente espaciados y en orden ascendente, y los enteros
negativos se ubican a la izquierda del cero, igualmente espaciados y en orden descendente (véase
la Figura 4.1). Los números reales representan los diferentes puntos de la recta, estando los reales
positivos a la derecha del cero, y los reales negativos a la izquierda del cero. A continuación definimos
los diferentes tipos de intervalos en R y los representamos gráficamente. Esto son tipos especiales de
conjuntos que nos servirán para ilustrar los conceptos y propiedades que desarrollaremos más adelante.
Definición 4.1.12
Sean a, b ∈ R tales que a < b. Entonces definimos:
1. El intervalo cerrado [a, b] := x ∈ R : a ≤ x ≤ b :
a b
[ ]
2. El intervalo abierto (a, b) := x ∈ R : a < x < b :
a b
( )
3. El intevalo semiabierto [a, b) := x ∈ R : a ≤ x < b :
a b
[ )
4. El intervalo semiabierto (a, b] := x ∈ R : a < x ≤ b :
a b
( ]
5. El intervalo degenerado [a, a] = x ∈ R : a ≤ x ≤ a :
a
•
6. El rayo infinito cerrado [a, ∞) = x ∈ R : a ≤ x :
a
[
7. El rayo infinito cerrado (−∞, b] := x ∈ R : x ≤ b :
b
]
8. El rayo infinito abierto (a, ∞) := x ∈ R : a < x :
a
(
4.1. CONJUNTOS Y ELEMENTOS 129
9. El rayo infinito abierto (−∞, b) := x ∈ R : x < b :
b
)
En la definición anterior usamos el símbolo “:=” para indicar que se está definiendo una nueva
simbología, la
que está a su lado izquierdo, que representará al conjunto del lado derecho. Por ejemplo,
en [a, b] := x ∈ R : a ≤ x ≤ b se está definiendo un nuevo símbolo, que es [a, b], y este símbolo
representará al conjunto x ∈ R : a ≤ x ≤ b .
El intervalo degenerado [a, a] es un conjunto que tiene
un único elemento, el mismo a. Así, [a, a]
es un conjunto unitario y podemos escribir [a, a] = a . El intervalo infinito (−∞, ∞) es la recta
completa, así que es igual a R y podemos escribir R = (−∞, ∞).
está permitido x sea un número real, y está permitido que n sea un número natural. Con esta notación
podemos representar simbólicamente las proposiciones y definiciones matemáticas de manera más
precisa. A veces incluso se escriben condiciones sobre las variables acompañadas por sus cuantificadores
para simplificar más la simbolización. Por ejemplo, la definición del límite
lı́m f (x) = L
x→a
Aquí vemos que se impone una condición a la variable ϵ desde el cuantificador mismo, al igual que a
la variable δ. La negación de esta proposición es, en consecuencia, como sigue:
(∃ϵ > 0)(∀δ > 0) ∃x ∈ R)(0 < |x − a| < δ ∧ |f (x) − L| ≥ ϵ .
Observe que, al negar, las condiciones directas sobre las variables no se cambian, es decir, ϵ > 0,
δ > 0 y x ∈ R quedan iguales. Solo se cambian los cuantificadores y se usan las reglas de negación
adecuadamente.
Ejercicios
1. Determine si las afirmaciones siguientes son verdaderas o falsas.
a) 0 ∈ N.
b) 1/2 ∈ Z.
c) −4 ∈ Q.
130 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
d ) 4 + π ∈ R.
e) 1, 2 = 2, 1 .
f ) 1, 2 = 1, 2, 1 .
g) [1, 2] = 1, 2 .
h) (1, 3) = 2 .
i ) 2 ∈ [1, 3].
j ) −1 ∈ (−∞, −1).
k ) −1 ∈ (−∞, 1).
l ) −1 ∈ [−1, ∞).
m) ∈ (−2, 2).
n) ∈ .
ñ) ∈ {{}} .
o) {} ∈ {{}} .
Definición 4.2.1
Sean A y B conjuntos. La unión de A y B, que se denota A ∪ B, es el conjunto definido como
sigue:
A∪B = x:x∈A o x∈B .
La intersección de A y B, denotada A ∩ B, se define como el conjunto siguiente:
A∩B = x:x∈A y x∈B .
La unión de conjuntos consiste en agrupar los elementos de ambos conjuntos en un mismo conjunto.
La intersección por su parte es el conjunto que se forma con los elementos comunes de los conjuntos.
Ejemplo 4.2.2
Si A = 1, 2, 3, 4, 5 y B = 3, 5, 6, 7 , entonces A ∪ B = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y A ∩ B =
a)
3, 5 .
b) Sobre una misma recta numérica representamos los intervalos (−1, 3] y [0, 4) para deter-
minar su unión y su intersección:
−2 −1 0 1 2 3 4 5
( [ ] )
El intervalo (−1, 3] está representado por la serie de líneas inclinadas a la derecha. Por su
parte, el conjunto [0, 4) está representado por las líneas inclinadas a la izquierda.
La unión (−1, 3] ∪ [0, 4) resulta ser toda la parte de la recta que está cubierta algún tipo
de línea, no incluye a −1 ni a 4:
(−1, 3] ∪ [0, 4) = (−1, 4)
La intersección (−1, 3] ∩ [0, 4) está representada por la región de la recta donde se cruzan
los tipos de líneas, incluyendo a 0 y a 3:
(−1, 3] ∩ [0, 4) = [0, 3]
c) Cuando los conjuntos A y B están descritos por comprensión, digamos A = x : P (x) y
B = x : Q(x) , entonces la unión y la intersección de A y B se escriben por comprensión
como sigue:
A ∪ B = x : P (x) o Q(x) y A ∩ B = x : P (x) y Q(x) .
Por ejemplo, si A = n ∈ Z : n es par y B = n ∈ Z : n es múltiplo de 3 , entonces
A ∪ B es el conjunto de los enteros pares junto con los múltiplos de 3, mientras que A ∩ B
es el conjunto de los enteros que son pares y múltiplos de tres a la vez.
4.2. OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 133
Definición 4.2.3
Dos conjuntos A y B son llamados disjuntos si su intersección es un conjunto vacío. Esto
significa que A y B no tienen elementos en común.
Ejemplo 4.2.4
1. Los conjuntos 1, 3, 4 y 2, 5 son disjuntos.
2. Los conjuntos Z+ y Z− son disjuntos puesto que no hay un entero que sea positivo y
negativo a la vez. Similarmente, R+ y R− son disyuntos.
3. Los intervalos (−1, 0] y (1, 4] son disyuntos. Esto puede verse en la figura siguiente donde
representamos en una misma recta a los dos intervalos:
−2 −1 0 1 2 3 4 5
( ] ( ]
Definición 4.2.5
Sean A y B conjuntos. La diferencia de A y B, que se denota A ∖ B, se define como sigue:
A∖B = x:x∈A y x∈ /B .
Ejemplo 4.2.6
1. Si A = 1, 2, 3, 4, 5 y B = 3, 5, 6, 7 , entonces A ∖ B = 1, 2, 4 y B ∖ A = 6, 7 .
2. Si C = 1, 3 y D = 1, 2, 3, 4 , entonces C ∖ D es un conjunto vacío. Esto se debea que
todos los elementos de C también son elementos de D. Podemos escribir C ∖ D = .
−2 −1 0 1 2 3 4 5
( [ ] )
La diferencia (−1, 3] ∖ [0, 4) consiste en borrar de (−1, 3] todo lo que pertenezca a [0, 4),
de modo que obtenemos lo siguiente:
−2 −1 0 1 2 3 4 5
( )
Luego, (−1, 3] ∖ [0, 4) = (−1, 0). Similarmente se verifica que [0, 4) ∖ (−1, 3] = (3, 4).
134 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
−2 −1 0 1 2 3 4 5
( ] ( ]
Para definir el complemento de un conjunto es necesario fijar un universo o conjunto universal para
los elementos permitidos. Al universo lo representamos con la letra U.
Definición 4.2.7
Sea U que denota al universo. Si A es un conjunto, el complemento de A, que se denota Ac ,
se define como sigue:
Ac = x : x ∈
/A .
El complemento de A está formado por todos aquellos elementos en el universo que no pertenecen a
A. Para un elemento x tenemos que x ∈ Ac si y solo si x ∈
/ A. También, podemos escribir el complemento
decir, Ac = U ∖ A. Además, si A está descrito por comprensión
de A comodiferencia entre U y A, es
como A = x : P (x) , entonces Ac = x : ¬P (x) . Como podemos observar, los conjuntos A y Ac no
tienen elementos en común, por lo que concluimos que todo conjunto y su complemento son disjuntos.
Ejemplo 4.2.8
1. Sea U = 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 . Si A = 2, 4, 5, 7, 8, 9 , entonces Ac = 0, 1, 3, 6 .
2. Si el universo es el conjunto de los números enteros y B es el conjunto de los números
pares, entonces B c es el conjunto de los números impares.
3. Si el universo es el conjunto de los números reales y Q es el conjunto de los números
racionales, entonces Qc es el conjunto de los números irracionales.
4. Sea U = R y consideremos los intervalos C = (−4, 2) y D = [−1, 3]. A continuación
efectuamos algunas operaciones de conjuntos con estos intervalos, a la vez que los repre-
sentamos gráficamente:
a) C ∪ D = (−4, 3]:
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
( ]
b) C ∩ D = [−1, 2):
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
[ )
c) C ∖ D = (−4, −1):
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
( )
d ) D ∖ C = [2, 3]:
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
[ ]
4.2. OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 135
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
] [
Diagramas de Venn. Los diagramas de Venn se utilizan para representar gráficamente conjuntos
y sus operaciones. El universo U se representa usualmente con una región rectangular como sigue:
Típicamente se usan regiones circulares sombreadas para representar conjuntos dentro del universo.
U
A
A B A B A B
A B A B A
B∖A (A ∪ B) ∖ (A ∩ B) Ac
Ejemplo 4.2.9
al conjunto 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 . Representamos en un diagrama de Venn
Fijemos como universo
los conjuntos A = 1, 4, 5, 7 , B = 2, 4, 6, 7 y C = 3, 5, 6, 7 :
136 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
A B
4
1 2
7
5 6
C
8
Ejercicios
Fijemos U = 0, 1, 2, . . . , 9 . Sean A = 0, 1, 2 , B = 2, 4, 6, 8 , C = 1, 3, 5, 7, 9
1. y D =
6, 7, 8, 9 . Halle los conjuntos indicados a continuación:
a) A ∪ B. d ) C ∩ D. g) C ∖ (A ∩ B) j ) Dc ∖ C.
b) (A ∪ C) ∪ D. e) B ∖ D. h) Ac . k ) (A ∪ B)c .
c) A ∩ D. f ) B ∖ D. i ) Dc . l ) (C∪D)∩(A∩C)c .
2. Realizar las mismas operaciones del ejercicio anterior, pero esta vez con U = R, A = (−∞, 2], B =
[−2, 6], C = (0, 9) y D = [6, ∞).
3. Considere el universo U = 0, 1, 2, . . . , 9 y los conjuntos A = 1, 3, 6, 8 y B = 2, 3, 4, 5 . Halle
los siguientes conjuntos:
a) x : x ∈ A ↔ x ∈ B .
b) x : x ∈ A → x ∈ B .
a) A△B.
b) B△A.
c) A△A.
d ) (A△B)△C.
Realizar estas mismas operaciones pero con A = [−3, 3], B = [−2, 3) y C = [0, ∞).
5. En un conjunto de 120 números enteros hay 40 impares que no son divisibles por tres y hay 65
que son pares y no son divisibles por 3. ¿Cuántos números divisibles por 3 hay en dicho conjunto?
Represente con un diagrama de Venn.
6. Treinta y cinco personas disponen de tres ingredientes para hacer una ensalada: tomates, lechuga
y cebolla. De las 35 personas, 10 usaron tomates, 15 usaron lechuga y 28 usaron cebolla. Además,
solo 5 personas usaron los tres ingredientes. ¿Cuántas personas usaron solamente dos ingredientes
para su ensalada?
4.3. SUBCONJUNTOS Y LA RELACIÓN DE CONTENENCIA 137
Definición 4.3.1
Sean A y B conjuntos. Decimos que A es subconjunto de B, si todo elemento de A es elemento
de B. Se utiliza la notación A ⊆ B para indicar que A es subconjunto de B.
∀x(x ∈ A → x ∈ B).
Esto quiere decir que cuando debamos demostrar que un conjunto A está contenido en un conjunto B,
asumimos como hipótesis que x ∈ A y deducimos que x ∈ B. En un diagrama de Venn, la contenencia
A ⊆ B se puede representar como sigue:
Ahora, decir que un conjunto A no está contenido en un conjunto B, lo que se simboliza como A ⊈ B,
significa que existe algún elemento x tal que x ∈ A, pero x ∈
/ B. Simbólicamente se expresa así:
∃x(x ∈ A ∧ x ∈
/ B).
Por lo tanto, cuando queremos demostrar que un conjunto A no está contenido en un conjunto B,
tenemos que exhibir un elemento que pertenezca a A, pero que no pertenezca a B.
Ejemplo 4.3.2
1. Consideremos los conjuntos A = 1, 3, 5 y B = 1, 2, 3, 5, 7 . Observemos que A ⊆ B
puesto que todo elemento de A pertenece a B. No podemos decir de igual forma que
B ⊆ A, puesto que existe el elemento 2 que está en B, pero no están A.
2. Sean B = 3r + 1 : r ∈ Z y C = 6s + 4 : s ∈ Z . De estos dos conjuntos afirmamos que
C está contenido en B, pero B no está contenido en C.
a) Vamos a probar primero que C ⊆ B. Para hacer esto, iniciamos asumiendo que x es
un elementos arbitrario que pertenece a C, en símbolos, x ∈ C. Por la condición que
define al conjunto C podemos escribir x = 6s + 4, para algún s ∈ Z. Para mostrar
que x ∈ B, tenemos que probar que x se puede escribir en la formax = 3r + 1, para
algún r ∈ Z. En efecto, tenemos que
x = 6s + 4
= 6s + 3 + 1
= 3(2s + 1) + 1
138 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
= 3r + 1
Definición 4.3.3
Sean A y B conjuntos. Si A es subconjunto de B, pero A ̸= B, decimos que A es un subconjunto
propio de B y lo denotamos mediante A ⊊ B. En estas circunstancias, también se dice que la
contenencia es estricta.
Algunos autores usan la notación A ⊂ B para indicar que A es subconjunto propio de A, pero hay
autores usan esta misma notación para indicar que A es subconjunto de B. Nosotros no haremos uso
de esta notación.
Ejemplo 4.3.4
a) Consideremos los conjuntos X = 1, 3, 4 y Y = 1, 2, 3, 4, 5 . Observamos que X ⊆ Y ,
pero X ̸= Y , así que podemos escribir X ⊊ Y .
b) Cuando hay varios conjuntos que se contienen sucesivamente, hablamos de una cadena
de contenencias. Por ejemplo, N ⊆ Z ⊆ Q ⊆ R, es una cadena de contenencias. Como
en realidad todas las contenencias en este ejemplo son estrictas, podemos hablar de una
cadena de contenencias estricta: N ⊊ Z ⊊ Q ⊊ R
c) Entre intervalos en R podemos escribir ejemplos de contenencias estrictas. Por ejemplo,
la cadena (1, 2) ⊊ (1, 2] ⊊ [1, 2] es estricta.
A ⊆ B y B ⊆ A =⇒ A = B.
Ejemplo 4.3.5
Sea S = 3k +1 : k ∈ Z , T el conjunto de los enteros pares y U = 6m+4 : m ∈ Z . Queremos
probar que se cumple la siguiente igualdad entre conjuntos:
U = S ∩ T.
4.3. SUBCONJUNTOS Y LA RELACIÓN DE CONTENENCIA 139
Para probar esto, usamos doble contenencia, es decir, probamos que se cumplen U ⊆ (S ∩ T ) y
(S ∩ T ) ⊆ U .
x = 6m + 4 = 6m + 3 + 1 = 3(2m + 1) + 1,
x = 3x − 2x
= 3(2r) − 2(3k + 1)
= 6r − 6k − 2
= 6r − 6k − 6 + 4
= 6(r − k − 1) + 4
= 6m + 4,
Teorema 4.3.6
Sean A, B y C conjuntos. Entonces se cumple cada una de las siguientes afirmaciones:
1. A ⊆ A. 4. A ⊆ B si y sólo si B c ⊆ Ac .
2. Si A ⊆ B y B ⊆ A, entonces A = B. 5. A ⊆ A ∪ B.
3. Si A ⊆ B y B ⊆ C, entonces A ⊆ C. 6. A ∩ B ⊆ A.
A ⊆ B ⇐⇒ ∀x(x ∈ A → x ∈ B)
⇐⇒ ∀x(x ∈
/B→x∈
/ A)
⇐⇒ ∀(x ∈ B c → x ∈ Ac )
⇐⇒ B c ⊆ Ac .
Condiciones suficientes y condiciones necesarias. Toda vez que se demuestra un teorema con-
dicional “si P , entonces Q”, es natural preguntarse si su recíproco es cierto o no. Por su parte, toda
vez que se demuestra una contenencia de conjuntos A ⊆ B, la pregunta natural es si la contenencia
contraria B ⊆ A se cumple o no.
Vamos a analizar mejor estas ideas con un ejemplo concreto. En la parte 5 del Teorema 4.3.6 se
demostró que si A y B son conjuntos, entonces A ⊆ A ∪ B. Naturalmente se pregunta si la contenencia
contraria A ∪ B ⊆ A también se cumple siempre. La respuesta es que esta contenencia no siempre es
para justificarlo mostramos un contraejemplo. Tomando A = ∅ y B = 1 observamos que
cierta, y
A ∪ B = 1 , y por supuesto que en este caso A ∪ B no está contenido en A.
Ahora sabemos que no siempre se cumple la contenencia contraria en la parte 5 del Teorema 4.3.6,
aún así nos preguntamos si es posible encontrar condiciones para que sí se cumpla dicha contenencia.
Recordemos que en una proposición condicional “si P , entonces Q”, decimos que P es una condición
suficiente para Q y que Q es una condición necesaria para P . Decir que P es una condición suficiente
para Q significa que tomando a P como hipótesis, podemos llegar a Q. El orden aquí importa, por
ejemplo, decir que P es condición necesaria para Q quiere decir que tomando a Q como hipótesis se
puede llegar a P . En muchos casos la proposición recíproca (o la contenencia contraria en el caso de
conjuntos) no se cumple, pero se busca hallar condiciones adicionales para que sí se cumpla el recíproco
o la contenencia contraria.
Nos disponemos a determinar condiciones necesarias y condiciones suficientes sobre los conjuntos A
y B para que se cumpla la contenencia A ∪ B ⊆ A. Comencemos con condiciones suficientes. Tenemos
que dar una condición sobre A y B para que se pueda deducir la contenencia A ∪ B ⊆ A.
Teorema 4.3.7
Sea A y B conjuntos. Encones A ∪ B ⊆ A si y solo si B ⊆ A.
En el anterior teorema hemos mostrado una condición que es, a la vez, suficiente y necesaria.
Cuando esto ocurre decimos que tenemos una caracterización. En ocasiones no es fácil llegar a esto y
nos conformamos con algunas condiciones suficientes, o algunas condiciones necesarias.
Unicidad
del conjunto vacío. En ejemplos anteriores hemos visto la aparición de conjuntos vacíos
como . Ahora vamos a probar que en realidad existe un único conjunto vacío. Para esto, necesitamos
el siguiente resultado.
Lema 4.3.8
Para todo conjunto A, si V es un conjunto vacío, entonces V ⊆ A.
Demostración. Sea A cualquier conjunto y supongamos que V es un conjunto vacío. Por reduc-
ción al absurdo supongamos que V ⊈ A. Esto significa que existe un elemento x tal que x ∈ V
yx∈ / A. Pero esto ya constituye una contradicción, puesto que V es un conjunto vacío y no
tiene elementos. Esta contradicción prueba que V ⊆ A. QED
Teorema 4.3.9
Existe un único conjunto vacío.
Demostración. Solo tenemos que probar la unicidad. Sean V1 y V2 conjuntos vacíos. Aplicamos
el Lema 4.3.8 con V = V1 y A = V2 para obtener que V1 ⊆ V2 . Ahora cambiamos los papeles de
V1 y V2 : aplicamos el Lema 4.3.8 tomando V = V2 y A = V1 para obtener V2 ⊆ V1 . Tenemos,
por lo tanto, las dos contenencias V1 ⊆ V2 y V2 ⊆ V1 , de donde concluimos que V1 = V2 . QED
El símbolo ∅ es utilizado para representar
al único conjunto vacío que existe. Así, como también
es un conjunto vacío, podemos escribir = ∅. La definición de conjuntos disjuntos se puede formular
ahora como sigue: A y B son disjuntos si A ∩ B = ∅.
Corolario 4.3.10
Para todo conjunto A, ∅ ⊆ A.
∅, {1}, {2}, {1, 2} ,
entonces hemos determinado el conjunto formado por todos los subconjuntos de A. Este es llamado el
conjunto de partes de A
Definición 4.3.11
Sea A un conjunto. El conjunto formado por todos los subconjuntos de A es llamado el conjunto
potencia o conjunto de partes de A, y se representa como P(A).
Por ejemplo, para A = 1, 2 , tenemos
P(A) = ∅, {1}, {2}, {1, 2} .
Puesto que los elementos de P(A) son conjuntos, es costumbre utilizar letras latinas mayúsculas,
como X, Y , etc, para representar a los elementos de P(A).
Ejemplo 4.3.12
1. Como elúnico subconjunto del conjunto vacío es el mismo conjunto vacío, tenemos que
P(∅) = ∅ .
2. Si A es un A = a , entonces los únicos subconjuntos de A
conjunto unitario, digamos
son ∅ y a . Por lo tanto, P(A) = ∅, {a} .
3. Sea A = 1, 2 . Entonces P(A) = ∅, {1}, {2}, {1, 2} . En ocasiones se utiliza un diagra-
ma como el siguiente para representar al conjunto P(A):
{1, 2}
{1} {2}
En este diagrama, el conjunto vacío aparece en el nivel más bajo. El nivel siguiente está
compuesto por los subconjuntos de A que tienen 1 elemento; el nivel que sigue arriba está
compuesto por los subconjuntos de A que tienen dos elementos (el mismo A en este caso).
Las líneas entre los diferentes niveles indican que el conjunto del nivel más alto contiene
al conjunto del nivel más bajo.
4. Si A = 1, 2, 3 , entonces P(A) = ∅, {1}, {2}, {3}, {1, 2}, {1, 3}, {2, 3}, {1, 2, 3} . El con-
junto P(A) se representa en el diagrama siguiente:
4.3. SUBCONJUNTOS Y LA RELACIÓN DE CONTENENCIA 143
{1, 2, 3}
Teorema 4.3.13
Sea A un conjunto. Si A tiene n elementos, entonces P(A) tiene 2n elementos.
Paso inductivo. Como hipótesis de inducción asumimos que si un conjunto tiene n elementos,
entonces su conjunto de partes tiene 2n elementos. Sea A un conjunto que tiene n + 1 elementos.
Mostremos que P(A) tiene 2n+1 elementos. Escojamos un elemento a0 ∈ A y sea B = A ∖ a0 .
Entonces B tiene n elementos y le podemos aplicar la hipótesis de inducción a B para concluir
que P(B) tiene 2n elementos. A los subconjuntos de A los dividimos en dos tipos: los que
contienen a a0 y los que no contienen a a0 . Los subconjuntos de A que no contienen a a0
son precisamente los subconjuntos de B, y de estos hay 2n . Ahora, los subconjuntos de A que
contienen a a0 pueden formarse tomando un subconjunto de B y añadiéndole a0 , y tenemos 2n
de estos. Luego, el total de subconjuntos de A es 2n + 2n = 2n+1 , o equivalentemente, P(A)
tiene 2n+1 elementos. Esto termina la prueba del paso inductivo. QED
Ejercicios
1. Sean A = 0, 1, 2, 4, 8 , B = 0, 1, 3, 4, 6, 8 , C = 2, 4, 8 , D = 3, 6, 9, 2, 8, 1 , E = 3, 6, 9 .
Determine todas las posibles contenencias entres estos conjuntos.
Teorema 4.4.1
Sean A, B y C conjuntos arbitrarios. Entonces se cumplen las siguientes propiedades:
1. Conmutativa: A ∩ B = B ∩ A y A ∪ B = B ∪ A.
2. Asociativa: (A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C) y (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C).
146 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
3. Distributiva: A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C) y A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
4. Ley de De Morgan: (A ∪ B)c = Ac ∩ B c y (A ∩ B)c = Ac ∪ B c .
5. Doble complemento: (Ac )c = A.
6. Idempotencia: A ∩ A = A y A ∪ A = A.
7. Absorción: A ∪ (A ∩ B) = A y A ∩ (A ∪ B) = A.
8. A ∩ Ac = ∅.
9. A ∪ Ac = U.
10. A ∪ ∅ = A
11. A ∩ U = A.
12. A ∩ ∅ = ∅.
13. A ∪ U = U.
x ∈ (Ac )c ⇐⇒ x ∈
/ Ac
⇐⇒ ¬(x ∈ Ac )
⇐⇒ ¬(x ∈
/ A)
⇐⇒ ¬(¬(x ∈ A))
⇐⇒ x ∈ A.
Teorema 4.4.2
Sean A y B conjuntos. Entonces A ∖ B = A ∩ B c .
x ∈ A ∖ B ⇐⇒ x ∈ A y x ∈
/B
⇐⇒ x ∈ A y x ∈ B c
⇐⇒ x ∈ A ∩ B c .
Ejemplo 4.4.3
(A ∩ B) ∪ (A ∖ B) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ B c )
= A ∩ (B ∪ B c )
=A∩U
= A.
= [(A ∩ B c ) ∪ C] ∩ [(A ∩ B c ) ∪ C c ]
= (A ∩ B c ) ∪ [C ∩ C c ]
= (A ∖ B) ∪ ∅
= A ∖ B.
Ejercicios
1. Sean A, B y C conjuntos. Demuestre las igualdades siguientes:
a) A ∪ B = B ∪ A.
b) A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
c) (A ∩ B)c = Ac ∪ B c .
d ) A ∩ (A ∪ B) = A.
a) Ac ∪ B = (A ∖ B)c . e) C ∖ (A ∪ B) = (C ∖ A) ∩ (C ∖ B).
c
b) A ∖ (B ∖ C) = (A ∖ B) ∪ (A ∖ C ). f ) C ∖ (A ∩ B) = (C ∖ A) ∪ (C ∖ B).
c) A ∖ (A ∖ B) = A ∩ B. g) C ∖ (B ∖ A) = (A ∩ C) ∪ (C ∖ B).
d ) A ∩ (B ∖ C) = (A ∩ B) ∖ (A ∩ C). h) (B ∖ A) ∪ C = (B ∪ C) ∖ (A ∖ C).
A△B = (A ∖ B) ∪ (B ∖ A).
a) Demuestre que (A△B)c = x : x ∈ A ←→ x ∈ B .
b) Demuestre usando álgebra de conjuntos que A△B = (A ∪ B) ∖ (A ∩ B).
4.5. PRODUCTO CARTESIANO 149
c) ¿Qué conjuntos son A△∅, A△A y A△U?
d ) Si A ⊆ B, ¿qué conjunto es A△B?
e) Demuestre que A ∩ (B△C) = (A ∩ B)△(A ∩ C).
f ) Demuestre que (A△B)c = (A ∩ B) ∪ (A ∪ B)c .
g) Demuestre que A△B = ∅ si y solo si A = B.
h) Demuestre que si A△B = A△C, entonces B = C.
Definición 4.5.1
Sean A y B conjuntos. El producto cartesiano de A y B, denotado A × B (léase A cruz B),
es el conjunto formado por todas las parejas ordenadas (a, b), donde a ∈ A y b ∈ B.
Ejemplo 4.5.2
Ejemplo 4.5.3
b (a, b)
a x x
establecen unos ejes coordenados, llamados eje x y eje y como se muestra en la Figura 4.2:
Para ubicar una pareja (a, b) en el plano, se trazan dos rectas en el plano: una es la perpendicular
al eje x que pasa por a, y la otra es la perpendicular al eje y que pasa por b. El punto de
intersección de estas dos rectas es el punto de coordenadas (a, b) (ver Figura 4.2a).
En el plano cartesiano podemos representar productos cartesianos entre subconjuntos de R.
Por ejemplo, sean A = [1, 4) y B = [1, 3]. En la Figura 4.2b representamos gráficamente el
producto cartesiano A × B, es decir, [1, 4) × [1, 3]. La línea punteada en el borde de la derecha
del rectángulo sombreado indica que ese borde no está incluido.
Teorema 4.5.4
Sean A, A′ , B, B ′ y C conjuntos. Entonces se cumplen las siguientes igualdades:
1. A × ∅ = ∅ y ∅ × A = ∅.
2. A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C).
3. A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C).
4. A × (B ∖ C) = (A × B) ∖ (A × C).
5. (A × B) ∩ (A′ × B ′ ) = (A ∩ A′ ) × (B ∩ B ′ ).
equivalencias:
(x, y) ∈ A × (B ∪ C) ⇐⇒ x ∈ A ∧ (y ∈ B ∪ C)
⇐⇒ x ∈ A ∧ (y ∈ B ∨ y ∈ C)
⇐⇒ (x ∈ A ∧ y ∈ B) ∨ (x ∈ A ∧ y ∈ C)
⇐⇒ (x, y) ∈ A × B ∨ (x, y) ∈ A × C
⇐⇒ (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C)
Una tripleta ordenada es una expresión de la forma (a, b, c), donde a es el primer elemento, b es
el segundo y c es el tercero. La igualdad de tripletas ordenadas se determina como sigue:
(a, b, c) = (a′ , b′ , c′ ) si y solo si a = a′ , b = b′ y c = c′ .
Si A, B y C son conjuntos, se define A × B × C como el conjunto
A × B × C = (a, b, c) : a ∈ A, b ∈ B, c ∈ C .
para representar al producto cartesiano de n conjuntos. Cuando todos los Ai son iguales a un mismo
conjunto A, se utiliza la notación An , así
An = (a1 , a2 , . . . , an ) : ai ∈ A, i = 1, 2, . . . , n .
Ejercicios
1. Son ciertas o falsas las siguientes afirmaciones acerca de parejas ordenadas:
152 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
a) (1, 2) = 1, 2 .
b) (1, 1) = 1 .
c) (∅, ∅) = ∅.
2. Pruebe las partes c) y e) del Teorema 4.5.4.
3. Describa por extensión los siguientes conjuntos:
5. Sean U = R, A = (−1, 1], B = [2, 4], C = (−3, −1) y D = [0, ∞). Representar gráficamente en el
plano cartesiano los siguientes conjuntos.
a) A × B. b) A × D. c) (A ∪ C) × B. d ) C × (D ∖ B).
Ejemplo 4.6.1
1. El conjunto A = {1, 2, 3}, {2, 3,4}, {3, 4,5} es unafamilia de conjuntos. Como conjunto,
2. El conjunto B = ∅, {∅} es una familia de conjuntos. Este conjunto B tiene dos ele-
C = {1, 3}, {3, 5, 7}, {5, 7, 9, 11}, {7, 9, 11, 13, 15}, {9, 11, 13, 15, 17, 19}, . . . .
E = . . . , [−3, −2], [−2, −1], [−1, 0], [0, 1], [1, 2], [2, 3] . . . .
F = {0, n} : n ∈ Z .
9. La familia de conjuntos C del numeral 4 puede escribirse por comprensión como sigue:
C = {2n − 1, 2n + 1, 2n + 3, . . . 4n − 1} : n ∈ Z+ ,
C = {2k − 1 : k ∈ Z, n ≤ k ≤ 2n} : n ∈ Z+ .
Una familia indexada de conjuntos es una familia que se describe en la forma Ai : i ∈ I , donde
I es llamado el conjunto de índices. Es costumbre usar la notación siguiente
Ai i∈I
para indicar una familia indexada de conjuntos. La idea es que cada elemento (conjunto) perteneciente
a la familia se marca con una etiqueta o índice perteneciente al conjunto de índices I. En el ejemplo
siguiente vamos a representar algunas de las familias de conjuntos del Ejemplo 4.6.1 como familias
indexadas.
Ejemplo 4.6.2
A = {Ai }i∈{1,2,3}
= A1 , A2 , A3 .
154 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
C = {1, 3}, {3, 5, 7}, {5, 7, 9, 11}, {7, 9, 11, 13, 15}, {9, 11, 13, 15, 17, 19}, . . .
para todo n ∈ N.
En esta familia, los intervalos en posiciones impares son cerrados, mientras que los inter-
valos en posiciones pares son abiertos. Aún así, al primer intervalo lo llamamos D1 , al
segundo intervalo lo llamamos D2 , y así sucesivamente, al n−ésimo lo llamamos Dn . El
conjunto de índices es N y la familia D es igual a la familia indexada Dn n∈N . Entonces
podemos observar lo siguiente:
1
, 2 , si n es impar;
n
Dn =
1
, 2 , si n es par.
n
E = . . . , [−3, −2], [−2, −1], [−1, 0], [0, 1], [1, 2], [2, 3] . . . .
La forma en que está representada sugiere que utilicemos el conjunto de los enteros como
conjunto de índices. Le damos el nombre de E0 a [0, 1], y de ahí hacia le damos los nom-
bres E1 , E2 , E3 , etc, a los intervalos que van apareciendo. Hacia la izquierda se llamarán
E−1 , E−2 , E−3 , etc. Podemos observar que para todo n ∈ Z, En = [n, n + 1].
6. Para la familia F = {0, n} : n ∈ Z lo que hacemos es darle el nombre de Fna {0, n},
Definición 4.6.3
Sea Ai i∈I una familia indexada de conjuntos. La unión de Ai i∈I
(también llamada unión
generalizada), denotada [
Ai
i∈I
es el conjunto de todos los elementos x que pertenecen al menos a uno de los Ai . En símbolos
[
x∈ Ai ⇐⇒ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ).
i∈I
Por otro lado, la intersección de Ai i∈I
(también llamada intersección generalizada),
que se denota \
Ai
i∈I
A continuación realizamos las uniones e intersecciones generalizadas de las familias indexadas del
Ejemplo 4.6.2.
156 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
Ejemplo 4.6.4
1. Para la familia Ai i∈I , donde I = 1, 2, 3 su unión resulta de unir los tres conjuntos
A1 , A2 y A3 , la cual da el conjunto 1, 2, 3, 4, 5 . Podemos escribir
3
[
Ai = 1, 2, 3, 4, 5 .
i=1
Para hallar la intersección de la familia indexada Ai i∈I notamos que el único elemento
que pertenece simultáneamente a los 3 conjuntos A1 , A2 y A3 es 3, por lo que podemos
escribir
\3
Ai = 3 .
i=1
2. Para la familia indexada Bj j∈J hay dos elementos, los conjuntos ∅ y ∅ (este úl-
timo tiene elemento, precisamente ∅). La unión de Bj j∈J da el conjunto ∅ , y la
intersección de Bj j∈J da ∅.
3. Para hallar la unión de la familia Cn n∈N , notamos primero que los conjuntos Cn están
formados por números impares positivos. Además, cada número impar positivo aparece
eventualmente en alguno de los Cn (1 aparece en C1 , 3 aparece en C2 , 5 aparece en C3 ,
y de forma general, si k es impar y positivo,entonces k aparece en C(k+1)/2 ), por lo que
podemos concluir que la unión de la familia Cn n∈N da el conjunto de todos los número
enteros positivos impares. Por otro lado, la intersección de la familia Cn n∈N da vacío.
Observemos que los únicos elementos con posibilidad de pertenecer a la intersección son
1 y 3 (que son los elementos de C1 ), pero el 1 ya no aparece en C2y el 3 ya no aparece
en C3 , por lo que no hay elementos en la intersección de la familia Cn n∈N .
S∞
4. Ahora consideremos la familia de intervalos Dn n∈N . Para hallar la unión n=1 Dn ,
empezamos representando gráficamente D1 , a esto le unimos D2 , y al resultado de esto
le unimos D3 , y así sucesivamente, y finalmente analizamos el resultado que debe dar la
unión de todos los Dn .
Procedemos como sigue. Primero representamos en la recta al intervalo D1 = [1, 2]:
0 1 2
1
0 2 1 2
1
0 3 1 2
1
0 4 1 2
0 1 2
D1
0 1 2
D1 ∩ D2
0 1 2
D1 ∩ D2 ∩ D3
G1
−1 0 1 2 3 4 5 6
G2
−1 0 1 2 3 4 5 6
G3
−1 0 1 2 3 4 5 6
G4
−1 0 1 2 3 4 5 6
G5
−1 0 1 2 3 4 5 6
G6
−1 0 1 2 3 4 5 6
G7
−1 0 1 2 3 4 5 6
G8
−1 0 1 2 3 4 5 6
G9
−1 0 1 2 3 4 5 6
G10
−1 0 1 2 3 4 5 6
S∞
Para hallar la unión n=1 Gn notamos que cada uno de los Gn está contenido en G1 , por lo
que al unirlos todos, no obtenemos nada diferente a G1 , es decir,
∞
[
Gn = [0, 1).
n=1
T∞
Para hallar la intersección n=1 Gn lo que notamos es que todos los puntos del intervalo cerrado
[1, 3] pertenecen a todos los Gn . Además, a medida que n va creciendo, los puntos a la izquierda
de 1 se quedan eventualmente por fuera de Gn , y de manera similar, los puntos en la recta a
la derecha de T∞3 se quedan eventualmente por fuera de Gn . Así, no hay más elementos en la
intersección n=1 Gn que los de [1, 3]. Podemos escribir
\
Gn = [1, 3].
n∈N
Teorema 4.6.5
Sea Ai i∈I una familia de conjuntos y B un conjunto. Entonces
4.6. FAMILIAS DE CONJUNTOS 159
S
1. Para todo j ∈ I, Aj ⊆ i∈I Ai .
T
2. Para todo j ∈ I, i∈I Ai ⊆ Aj .
S
3. Si Ai ⊆ B para todo i ∈ I, entonces Ai ⊆ B. i∈I
T
4. Si B ⊆ Ai para todo i ∈ I, entonces B ⊆ i∈I Ai .
Informalmente la propiedad 1 arriba dice que cada conjunto que se usa para realizar queda contenido
en dicha unión. La propiedad 2 dice que la intersección está contenida en todos y cada uno de los
conjuntos que se usaron para realizarla. La propiedad 3, por su parte, dice que si cada conjunto que
se va a unir está metido dentro de un conjunto más grande, la unión también queda dentro de ese
conjunto más grande. Finalmente, la propiedad 4 afirma que si un conjunto ya hace parte de todos los
conjuntos que se van a intersectar, entonces dicho conjunto queda contenido en la intersección.
S
Demostración. a) Sea j ∈ I arbitrario y probemos que Aj ⊆ i∈I Ai . En efecto, si x ∈ Aj ,
entonces ya tenemos
que x ∈ Aj para algún
S j, así que por la misma definición
S de la unión
de la familia Ai i∈I tenemos que x ∈ i∈I Ai . Esto prueba que Aj ⊆ i∈I Ai .
T T
b) Sea j ∈ I arbitrario y mostremos que i∈I Ai ⊆ AjT . Si x ∈ i∈I Ai , entonces x ∈ Ai para
todo i ∈ I. En particular x ∈ Aj . Concluimos que i∈I Ai ⊆ Aj .
S
c) Supongamos que Ai ⊆ B para todo i ∈ I. Sea x ∈ i∈I Ai . Entonces x ∈ Aj para algún
jS ∈ I, pero la hipótesis implica que Aj ⊆ B, así que x ∈ B y hemos mostrado que
i∈I Ai ⊆ B
Definición 4.6.6
T
Una familia de conjuntos Ai i∈I es llamada una familia disjunta si i∈I Ai = ∅. La familia
Ai i∈I es llamada una familia de conjuntos mutuamente excluyentes (o disjuntos dos
a dos) si Ai ∩ Aj = ∅ para todo i, j ∈ I con i ̸= j.
Se podrá distinguir de inmediato entre los conceptos de familia disjunta y familia mutuamente
excluyente. En la primera no hay un elemento que pertenezca simultáneamente a todos los conjuntos
pertenecientes a la familia, mientras que en la segunda, cada par de conjuntos pertenecientes a la
familia tiene intersección vacía. Por supuesto que toda familia de conjuntos mutuamente excluyentes
es también una familia disjunta. En un diagrama de Venn podemos representar estos conceptos, ver
Figura 4.3
Ejemplo 4.6.7
Esta colección de intervalos la podemos indexar con el conjunto de los números naturales N
declarando K1 = [1, 3], K2 = [2, 4], K3 = [3, 5], etc. El patrón general es Kn = [n, n + 2], para
todo n ∈ N. Observamos que no hay ningún elemento que pertenezca a todos los Kn , por lo
que esta es una familia disjunta, pero no es una familia de conjuntos mutuamente excluyentes,
160 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
Figura 4.3: Diagrama de Venn de una familia disjunta y de conjuntos disjuntos dos a dos.
Ejemplo 4.6.8
Estas igualdades pueden comprobarse a través de una gráfica, pero lo que nos interesa aho-
ra es una prueba rigurosa, por doble contenencia. Usualmente algunas de las contenencias
salen por aplicación de las propiedades del Teorema 4.6.5.
Para simplificar la escritura, declaramos
2
An = 1 − ,2
n
para todo n ∈ N.
S∞
a) Probemos la igualdad n=1 An = (−1, 2] por doble contenencia.
“⊆” Observemos que para todo n ∈ N tenemos que An = (1 − n2 , 2] ⊆ (−1, 2] (vea la
siguiente figura).
2
−1 1− n 2
4.6. FAMILIAS DE CONJUNTOS 161
S∞
Se sigue por la parte 3 del Teorema 4.6.5 que n=1 An ⊆ (−1, 2].
“⊇” Observamos que, precisamente, S A1 = (−1, 2], así que por la parte 1 el Teore-
∞
ma 4.6.5 obtenemos (−1, 2] ⊆ n=1 An , lo que termina la prueba de la otra
contenencia.
T∞
b) Probemos ahora la igualdad n=1 An = [1, 2].
“⊇” Para esta contenencia observamos que el intervalo [1, 2] está contenido en todos
los An :
2
1− n 1 2
T∞
Aplicando entonces la parte 4 del Teorema 4.6.5 obtenemos que [1, 2] ⊆ n=1 An .
“⊆” Esta contenencia no sale aplicando
T∞es Teorema 4.6.5, así que tenemos que hacerla
elemento por elemento.
T∞ Sea x ∈ n=1 An . Queremos demostrar que 1 ≤ x ≤ 2.
Puesto que x ∈ n=1 An , tenemos que x ∈ An , para todo n ∈ N. Esto significa
que 1 − n2 < x ≤ 2, para todo n ∈ N. De aquí observamos que x ≤ 2.
Nos falta demostrar que x ≥ 1. Por reducción al absurdo, supongamos que
2
x < 1. Entonces la expresión 1−x tiene sentido y representa un número real. Por
2
la propiedad arquimediana existe m ∈ N tal que m > 1−x . Luego tenemos
2
m> =⇒ (1 − x)m > 2
1−x
2
=⇒ 1 − x >
m
2
=⇒ 1 − > x.
m
2
Esto demuestra que x ∈/ 1− m , 2 =TAm , es decir, que existe un Am al cual x
∞
no pertenece y esto implica que x ∈ / n=1 An , lo cual es una contradicción. Se
concluye entonces que x ≥ 1 y esto termina la demostración de esta contenencia.
S∞
a) Probemos que n=1 Bn = (1, 4].
“⊆” Observemos que BS n ⊆ (1, 4] para todo n ∈ N, así que por la parte 3 del Teorema
∞
4.6.5 se sigue que n=1 Bn ⊆ (1, 4].
S∞
“⊇” Como B1 = (1, 4], se sigue por la parte 1 del Teorema 4.6.5 que (1, 4] ⊆ n=1 Bn .
T∞
Para demostrar la igualdad n=1 3 − n2 , 3T+ n1 = {3}, vamos a mostrar que 3 ∈
b) T
∞ ∞
n=1 Bn , y que que si x ̸= 3, entonces x ∈
/ n=1 Bn .
En efecto, primero observamos que 3 pertenece o todos los Bn :
2 1
3− n 3 3+ n
162 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
T∞
Concluimos que 3 ∈ n=1 Bn . Ahora supongamos que x ̸= 3. T Resultan dos casos:
∞
x < 3 o x > 3. Mostraremos que en cada caso se tiene que x ∈
/ n=1 Bn . En el caso
2
en que x < 3, por la propiedad arquimediana existe m ∈ N tal que m > 3−x . Luego
2
m> =⇒ (3 − x)m > 2
3−x
2
=⇒ 3 − x >
m
2
=⇒ 3 − > x.
m
2 1
T∞
Esto muestra que x ∈/ 3− m ,3 + m = Bm y por lo tanto x ∈
/ n=1 Bn .
Ahora bien, en el caso en que x > 3, por la propiedad arquimediana existe k ∈ N tal
1
que k > x−3 . Luego
1
k> =⇒ (x − 3)k > 1
x−3
1
=⇒ x − 3 >
k
1
=⇒ x > 3 + ,
k
T∞
/ 3 − k2 , 3 + k1 = Bk y en consecuencia x ∈
lo cual muestra que x ∈ / n=1 Bn . Esto
termina la demostración.
3. Demostrar rigurosamente las siguientes igualdades:
∞ ∞
[ 1 1 \ 1 1
− ,2 − = (−1, 2) y − ,2 − = [0, 1].
n=1
n n n=1
n n
Sea Cn = − n1 , 2 − 1
, para todo n ∈ N.
n
S∞
a) Probemos que n=1 Cn = (−1, 2).
S∞
“⊆” Observemos que Cn ⊆ (−1, 2), para todo n ∈ N, así que n=1 Cn ⊆ (−1, 2).
S∞
“⊇” Tenemos que C1 = (−1, 1], lo cual implica que (−1, 1] ⊆ n=1 Cn ⊆ (−1, 2). Esto
S∞es suficiente, puesto que tenemos que demostrar en realidad que (−1, 2) ⊆
no
n=1 Cn . S∞
Pero lo que falta mostrar es que si 1 < x < 2, entonces x ∈ n=1 Cn . En efecto,
supongamos que 1 < x < 2. Por la propiedad arquimediana existe m ∈ N tal que
1
m > 2−x . Luego
1
m> ⇒ (2 − x)m > 1
2−x
1
⇒2−x>
m
1
⇒2− > x.
m
1 1 1
Como además se cumpleSque − m < 1 < x, se sigue que x ∈ − m ,2 − m = Cm ,
∞
y esto muestra que x ∈ n=1 Cn .
T∞
b) Ahora demostremos la igualdad n=1 Cn = [0, 1].
4.6. FAMILIAS DE CONJUNTOS 163
“⊇” Para demostrar esta contenencia simplemente notamos que el intervalo [0, 1] está
contenido en todos los Cn :
− n1 0 1 2− 1
n
T∞
En consecuencia, [0, 1] ⊆ n=1 Cn .
“⊆” Para demostrar estaTcontenencia demostraremos por contrarrecíproco que si x ∈ /
∞
[0, 1], entonces x ∈
/ n=1 Cn . En efecto, supongamos que x ∈
/ [0, 1]. Tenemos dos
casos: x < 0 o x > 1.
En el caso en que x < 0, por la propiedad arquimediana existe m ∈ N tal que
m > − x1 . Luego
1
m>− =⇒ xm < −1
x
1
=⇒ x < − .
m
1 1
T∞
De esto se siguen que x ∈ / −m ,2 − m = Cm y por lo tanto x ∈ / Tn=1 Cn .
∞
Por otro lado, si x > 1, entonces x ∈/ (−1, 1] = C1 , por lo que x ∈
/ n=1 Cn (esta
resultó fácil). Esto termina la demostración.
4. Demostremos rigurosamente las igualdades siguientes:
[ \
{0, n} = Z y {0, n} = {0}.
n∈Z n∈Z
S
a) Probemos que n∈Z {0, n} = Z.
S que todos los conjuntos {0, n} están contenidos en Z, por lo que se sigue
“⊆” Es claro
que n∈Z {0, n} ⊆ Z.
[
“⊇” Si m ∈ Z, entonces es claro que m ∈ {0, m} y así m ∈ {0, n}.
n∈Z
\
b) Ahora probemos que {0, n} = {0}.
n∈Z
T
Observemos que 0 ∈ {0, n} para todo n ∈ Z, así que 0 ∈ n∈Z {0, n}.
T
Por otro lado, si m ∈ n∈Z {0, n}, entonces m ∈ {0, n} para todo n ∈ Z. En particu-
lar, tomando n = 0, tenemos que m ∈ {0, 0} y por lo tanto m = 0. Esto termina la
demostración.
Ejercicios
1. ¿Cómo cambia la parte 5 del Ejemplo 4.6.2 si empezamos dando el nombre de E0 al intervalo
[1, 2] y no a [0, 1]?
3. Muestre que toda familia de conjuntos mutuamente excluyente es una familia disjunta.
164 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
4. Dé un ejemplo de una familia disjunta de conjuntos de tal forma que la intersección de cuales-
quiera dos conjuntos pertenecientes a la familia no sea vacía.
5. En cada literal que sigue halle la unión y la intersección de la familia de conjuntos dada, y realice
demostraciones rigurosas de las igualdades halladas.
a) La familia An n∈N , donde An = 1 − n2 , 3 , para todo n ∈ N.
1
b) La familia Bn n∈N , donde Bn = −1 + 3n , 0 , para todo n ∈ N.
c) La familia Cn n∈N , donde Cn = 0, 3 + n1 , para todo n ∈ N.
10. Considere una familia de conjuntos {An }n∈N . Definamos una nueva familia {Bn }n∈N como sigue:
n
[
Bn = Aj ,
j=1
b) Si Ai i∈I
es una familia de conjuntos y B es un conjunto, entonces
\ \
B∪ Ai = (B ∪ Ai ).
i∈I i∈I
c) Si Ai i∈I
y Bj j∈J
son familias de conjuntos, entonces
!
[ [ [ [
Ai ∩ Bj = (Ai ∩ Bj ) .
i∈I j∈J i∈I j∈J
d ) Si Ai i∈I
y Bj j∈J
son familias de conjuntos, entonces
!
\ \ \ \
Ai ∪ Bj = (Ai ∪ Bj ) .
i∈I j∈J i∈I j∈J
e) Si Ai i∈I
y Bj j∈J
son familias de conjuntos, entonces
!
[ [ [
Ai ∩ Bj = (Ai ∩ Bj ).
i∈I j∈J (i,j)∈I×J
12. Demostrar las leyes de De Morgan generalizadas: para una familia de conjuntos Ai i∈I
se tiene
!c
[ \
a) Ai = Aci .
i∈I i∈I
!c
\ [
b) Ai = Aci .
i∈I i∈I
13. Sean I y J conjuntos no vacíos. Sea Ai,j (i,j)∈I×J
una familia de conjuntos cuyo conjunto de
índices es I × J. Demuestre que
!
[ [ [ [ [
Ai,j = Ai,j = Ai,j .
(i,j)∈I×J i∈I j∈J j∈J i∈I
14. Sean A un conjunto.
S Para cada a ∈ A sea Fa = (a, x) : x ∈ A} ∪ {(x, a) : x ∈ A . Demuestre
que A × A = a∈A Fa .
15. Sean A y B conjuntos. Para cada a ∈ A, sea Ga = a × B. Demuestre que la familia Ga a∈A
S
es una familia de conjuntos disyuntos dos a dos. Además, A × A = a∈A Ga .
166 CAPÍTULO 4. CONJUNTOS
(no necesariamente indexada) de conjuntos A se definen su unión A e
S
16. Para una familia
intersección A como sigue:
T
[ \
A := x : x ∈ A, para algún A ∈ A , A := x : x ∈ A, para todo A ∈ A .
Las funciones sirven para relacionar conjuntos. A los elementos de un conjunto se les asignan
elementos de otro conjunto (o incluso, del mismo conjunto inicial) y de esta forma interactúan los
elementos entre los conjuntos. Dependiendo de la “estructura” de los conjuntos podemos estudiar
funciones especiales, con características particulares. Es así como encontramos funciones biyectivas,
continuas, diferenciables, crecientes, holomorfas, etc.
En este capítulo estudiaremos funciones, los conceptos y operaciones fundamentales, diferentes tipos
de funciones generales, y las propiedades básicas más importantes.
A B
1 a
2 b
3 c
4 d
5 e
6 k
7 m
167
168 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
conjunto de llegada B. A partir de esta figura podemos ver que al 1 se le asigna el elemento e, al 2 se
le asigna m, etc.
Es necesario que tengamos una definición precisa y formal del concepto función. Esta definición
debe reflejar la concepción intuitiva que se tiene de función, y también debe servir para demostrar las
propiedades generales de las funciones. El objetivo de esta definición formal de función no es definir lo
que significa una regla, más bien intenta responder a la pregunta ¿qué se necesita saber acerca de una
función para luego conocer todo acerca de ella? La respuesta a este interrogante es que para conocer
una función, lo que necesitamos saber es cuál es el elemento asignado a cada elemento perteneciente al
conjunto de salida. En la Figura 5.1 está bien claro cuál es el elemento que se le asigna a cada elemento
del conjunto de salida A. Esta información la podemos poner en una tabla como sigue:
1 e
2 m
3 c
4 d
5 c
6 b
7 a
Hay otra forma, y es que en lugar de la Figura 5.1 o la tabla anterior, podemos utilizar parejas
ordenadas:
(1, e), (2, m), (3, c), (4, d), (5, c), (6, b), (7, a).
Esta colección de parejas ordenadas es suficiente para que conozcamos a la función en cuestión. En
efecto, si queremos conocer el elemento asignado a 3, buscamos la pareja que tiene a 3 como primera
coordenada, y en esa pareja observamos que el elemento asignado a 3 es c. Debemos notar que hay una
única pareja que tiene a 3 como primera coordenada, pues al 3 solo se le puede asignar un elemento
del conjunto de llegada.
Definición 5.1.1
Sean A y B conjuntos. Una función f de A en B es un subconjunto de A × B (es decir, f
es un conjunto de parejas ordenadas de la forma (a, b), con a ∈ A, b ∈ B) que satisface las
siguientes condiciones:
La condición 2 de la definición anterior nos dice que el elemento asignado a cada a ∈ A es único. Es
decir, para cada a ∈ A, existe un único b ∈ B tal que (a, b) ∈ f . A este único b se le denota por f (a).
Así, f (a) representa al único elemento que le es asignado a a por medio de la función f . Llamamos
a f (a) la imagen de a bajo f y también decimos que a es una preimagen de b bajo f . Ahora,
en lugar de escribir algo como (a, b) ∈ f , usamos la notación más acostumbrada b = f (a), y decimos
también que a va a b bajo f , o que a es enviado, o mapeado a b por f . Incluso usamos la notación
a 7→ f (a) para indicar que a es enviado a f (a). Podemos decir ahora que la imagen de f es el conjunto
de todos los elementos del codominio que tienen al menos una preimagen.
5.1. DEFINICIÓN DE FUNCIÓN 169
f
A B
1 α
2 β
3 γ
4 δ
5 ε
6 ζ
7 η
Ejemplo 5.1.2
1. El conjunto de parejas f = (1, a), (2, c), (4, d), (5, r), (7, r), (8, t), (9, a) es una función,
pues basta observar que no hay dos parejasdiferentes que tengan la misma primera coor-
denada.
El dominio de f es el conjunto 1, 2, 4, 5, 7, 8, 9 y su imagen es el conjunto
a, c, d, r, t .
2. El conjunto de todas las parejas ordenadas de la forma x, 2/(9 − x2 ) , donde x es un
número real y la expresión 2/(9−x2 ) tiene sentido, es una función. La expresión 2/(9−x2 )
tienesentido precisamente cuando x ̸= ±3, así que el dominio de esta función es el conjunto
R ∖ −3, 3 .
Cuando se escribe la notación f : A → B, que se lee “f es una función de A en B”, se entiende que
el dominio de f es A, y para todo a ∈ A, la imagen de a está en B, es decir, f (a) ∈ B. Realmente, B
es el codominio de la función f .
Ejemplo 5.1.3
Sean A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y B = α, β, γ, δ, ε, ζ, η . En
la Figura 5.2 se representa una función
f : A → B. La imagen de esta función es el conjunto α, β, γ, ζ .
Cuando se dispone de una fórmula explícita para f (a), es común usar la notación
f :A→B
a 7→ f (a)
para indicar que f es una función de A en B, e indicar la fórmula para f (a). Por ejemplo, al escribir
lo siguiente:
f :R→R
x 7→ f (x) = 2x + 1,
entendemos que f es una función cuyo dominio es R, el codominio es R y f (x) = 2x + 1, para todo
x ∈ R (lo que quiere decir que cada elemento x ∈ R es enviado a 2x + 1 ∈ R).
Decimos que una función f : A → B está bien definida cuando se cumplen las siguientes condiciones:
a) El dominio de f es A. Esto quiere decir que para todo a ∈ A, existe b tal b = f (a), o en términos
más informales, que a todo elemento de A le sea asignado al menos un elemento.
b) El codominio de f es B. Esto es, para todo a ∈ B, f (a) ∈ B, lo que quiere decir que para cada
a ∈ A, la imagen de a realmente pertenece a B.
170 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
c) Todo elemento a ∈ A tiene una única imagen.
Ejemplo 5.1.4
1. La “función”
f :R→R
2
x 7→ f (x) =
1−x
no está bien definida puesto que la fórmula indicada no está definida cuando x = 1, es
decir, que bajo esta regla, el elemento 1 no tiene imagen. En cambio,
g : R∖ 1 →R
2
x 7→ g(x) =
1−x
sí es una función puesto que todo elemento de su dominio tiene imagen, las imágenes caen
en R, y la imagen de cada elemento es única.
2. La “función”
f : R → (0, ∞)
x 7→ f (x) = x2
no está bien definida puesto que f (0) = 0 no pertenece al codominio (0, ∞). Por su parte,
h : R → [0, ∞)
x 7→ f (x) = x2
A pesar de nuestra definición precisa de función como conjunto de parejas ordenadas, la mejor
manera de representar una función es por medio de fórmulas, dibujos, gráficas, y a veces incluso
describimos una función de manera verbal indicando la regla que determina dicha función.
Ejemplo 5.1.5
f :R→R
x 7→ f (x) = 1 − 2x.
g:R→R
x 7→ g(x) = x2 − 1.
5.1. DEFINICIÓN DE FUNCIÓN 171
5 y 5 y
4 4
3 3
2 2
1 1
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
x x
−1 −1
−2 −2
−3 −3
−4 −4
−5 −5
1 1
2 2 1
3 3 ... ...
0
4 4
5 5 −2 −1 1 2 x
6 6
−1
7 7
8 8
9 9 −2
Ejercicios
1. En cada literal que sigue se describe una función mediante un conjunto de parejas ordenadas.
Hallar el dominio y la imagen de cada función.
172 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
a) (1, 2), (2, 1), (3, 1), (4, 2), (5, 1), (6, 2) .
b) (1, 2), (3, 4), (5, 6), . . . , (999, 1000) .
c) . . . , (−7, 49), (−3, 9), (1, 1), (5, 25), (9, 81), . . . .
d) (2k + 1, 3k) : k ∈ Z y k ≡ 1 (mod 5) .
2. Represente gráficamente las siguientes funciones:
a) La función f : R → R dada por f (x) = 3, para todo x ∈ R.
√
b) La función g : (0, ∞) → R dada por g(x) = 1/ x, para todo x ∈ (0, ∞).
c) La función h : R∖ 1 → R dada por h(x) = 1+2/(1−x), para todo x ∈ R∖ 1 (Indicación.
Se puede empezar con la gráfica de 1/x y mediante una serie de transformaciones llegar a
la gráfica de h(x)).
3. Sea A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 . Represente en un diagrama las siguientes funciones:
a) La función f : A → A donde, para todo x ∈ A, f (x) es el dígito de las unidades del producto
de x por 3.
b) La función g : A → A donde, para todo x ∈ A, g(x) es el dígito de las unidades del producto
de x por 5.
c) La función h : A → A donde, para todo x ∈ A, h(x) es el dígito de las unidades del producto
de x por 7.
d ) La función k : A → A donde, para todo x ∈ A, k(x) = 1 si x es impar, y k(x) = 2 si x es
par.
4. Sea A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y considere la función f : A → A donde para todo x ∈ A, f (x)
es el dígito de las unidades del producto de x por 9. Ahora considere g : A → A definida por
g(x) = 10 − f (x), para todo x ∈ A. Pruebe que g está bien definida y que realmente g(x) = x,
para todo x ∈ A.
5. Sea f : R → R una función que satisface la condición
f (x + y) = f (x) + f (y),
para todos los x, y ∈ R.
a) Demuestre que f (0) = 0.
b) Demuestre que f (−x) = −f (x) para todo x ∈ R.
c) Sea x ∈ R. Demuestre por inducción que f (nx) = nf (x), para todo n ∈ N.
d) Sea x ∈ R. Demuestre que para todo entero m se cumple que f (mx) = mf (x).
e) Demuestre que si n es un número natural, entonces f ( n1 ) = n1 f (1).
f) Demuestre que si r es un número racional, entonces f (r) = rf (1).
Ejemplo 5.2.1
1. Sean A = 1, 2, 3, 4, 5 y B = a, b, c, d . En la Figura 5.4a representamos la función
constante Cd : A → B.
2. En la Figura 5.4b se muestra la gráfica de la función constante
C−1 : R → R
x 7→ C−1 (x) = −1.
Función identidad. Sea A un conjunto. La función identidad de A denotada IA tiene como dominio
y codominio a A, y envía cada elemento a ∈ A a sí mismo, es decir, IA (a) = a para todo a ∈ A. Podemos
describir la función identidad de la siguiente manera:
IA : A → A
a 7→ IA (a) = a.
Ejemplo 5.2.2
1. Sea A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 . En la Figura 5.4c se muestra la función identidad IA : A → A.
Ejemplo 5.2.3
1. Sean A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y S = 2, 5, 6, 7 . En la Figura 5.4e se muestra la función
inclusión jS : S → A.
2. Sea A = (−1, 0] ∪ [1, 3) ⊆ R. En la Figura 5.4f se muestra la gráfica de la función inclusión
jA : A → R.
f |S : S → B
s 7→ (f |S )(s) = f (s).
De esta forma, la única diferencia entre las funciones f y f |S está en sus dominios, pues el de f |S
puede ser un subconjunto propio de A, pero cunado sea S = A, estas dos funciones son iguales.
Ejemplo 5.2.4
1. Consideremos la función f : A → B representada en la Figura 5.4g y sea S = 2, 4, 5 .
174 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
5 y
4
3 IA
Cd
2 A A
1
A B −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5 1 1
x 2 2
−1
1 a 3 3
2 −2 4 4
b
3 c −3 5 5
4 6 6
d −4
5 7 7
−5
(a) Función constante Cb . (b) Función constante C−1 . (c) Función identidad IA .
5 y 5 y
4 4
3 3
jS
2
IR (x) = x
A 2
1 1
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5 S 1 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
x 2 x
2
−1 3 −1
5
−2 4 −2
6
−3 5 −3
7
−4 6 −4
−5
7 −5
5 y
4
1
−4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4
f f |S x
−1
A B B −2
1 S −3
a
2 a
b 2 −4
3 b
c 4 −5
4 c
d 5
5 d (i) Restricción de g(x) =
x2 − 1 a A = (−2, −1) ∪
(g) Función de A en B. (h) Función restricción f |S . [0, 3/2].
g f1 f2
B A B A B
C 1 1
a a
a 2 2
2 b b
b 3 3
4 c c
c 4 4
5 d d
d 5 5
A×B
(x, y)
A×B
(x, y) y
A x B
(a) Función proyección π1 . (b) Función proyección π2 .
g:R→R
x 7→ g(x) = x2 − 1.
Ejemplo 5.2.5
Sean A = 1, 2, 3, 4, 5 , B = a, b, c, d y C = 2, 4, 5 . Sea g : C → B la función indicada en
la Figura 5.5a. Las Figuras 5.5b y 5.5c muestran dos extensiones f1 y f2 de g a A.
πi : (A1 × A2 × · · · × An ) → Ai
Ejemplo 5.2.6
1. La función c : R → R2 dada por c(t) = (t2 , t3 ), para t ∈ R, tiene dos funciones coordenada.
La primera función coordenada de c es c1 : R → R dada por c1 (t) = t2 , para todo t ∈ R, y
la segunda función coordenada de c es c2 : R → R dada por c2 (t) = t3 , pata todo t ∈ R. A
medida que le damos valores a t ∈ R, c(t) da un punto del plano. Si graficamos los puntos
de la forma c(t) = (t3 , t3 ) en el plano, resulta una gráfica como en la Figura 5.7.
Teorema 5.2.7
Sean f : A → C y g : B → D funciones tales que f (x) = g(x) para todo x ∈ A ∩ B. Entonces
la función h : (A ∪ B) → (C ∪ D) dada por
(
f (x), si x ∈ A;
h(x) =
g(x), si x ∈ B,
Corolario 5.2.8
Sean f : A → C y g : B → D tales que A ∩ B = ∅. Entonces la función h : (A ∪ B) → (C ∪ D)
dada por (
f (x), si x ∈ A;
h(x) =
g(x), si x ∈ B;
está bien definida.
Ejemplo 5.2.9
Consideremos las funciones f : (−∞, 0] → R dada por f (x) = −x2 , para todo x ∈ (−∞, 0], y
g : [0, ∞) → R dada por g(x) = x, para todo x ∈ [0, ∞). La intersección de los dominios de f y
g es (−∞, 0] ∩ [0, ∞) = {0}, y podemos observar que f (0) = 0 = g(0). De esta forma, está bien
definida la función h : R → R dada por
(
−x2 , si x ≤ 0;
h(x) =
x, si x ≥ 0.
Ejercicios
1. Sean A un conjunto y S un subconjunto de A. Demuestre la igualdad de funciones jS = (IA )|S
(Hay que verificar que ambas funciones tienen igual dominio, codominio e igual regla de asignación
o fórmula).
2. Considere la función f : R → R dad por f (x) = x2 − 1, para todo x ∈ R. En cada literal que
sigue se da un subconjunto A de R. Graficar la función restricción f |A en cada caso.
a) A = [0, 2].
b) A = [−2, 1] ∪ (1, 2].
c) A = N.
178 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
d ) A = Z.
[∞
e) A = (2n − 1, 2n].
n=0
3. Grafique en el plano el conjunto de puntos de la forma c(t), t ∈ R, para cada literal que sigue:
a) c(t) = (|t|, t).
b) c(t) = (1/t, t).
c) c(t) = (cos t, sen t).
4. Demuestre o refute la siguiente afirmación: si se tienen 3 funciones f1 : A1 → B1 , f2 : A2 → B2
y f3 : A3 → B3 tales que A1 ∩ A2 ∩ A3 = ∅, entonces está bien definida la función f : (A1 ∪ A2 ∪
A3 ) → (B1 ∪ B2 ∪ B3 ) definida por
f1 (x), si x ∈ A1 ;
f (x) = f2 (x), si x ∈ A2 ;
f3 (x), si x ∈ A3 .
5. Sea n ∈ N. Para cada i ∈ 1, 2, . . . , n , sea fi : Ai → Bi una función. Suponga que los conjuntos
n
[ [n
A1 , A2 , . . . , An son disjuntos dos a dos. Definimos f : Ai → Bi de la siguiente manera:
i=1 i=1
n
[
dado x ∈ Ai , existe i ∈ 1, 2, . . . , n tal que x ∈ Ai y se define f (x) := fi (x). Probar que f
i=1
está bien definida.
Definición 5.3.1
Sean f : A → B una función. Dado un subconjunto S de A, la imagen directa de S bajo f ,
denotada f (S), es el conjunto de todos los elementos de la forma f (s) donde s ∈ S:
f (S) = f (s) : s ∈ S .
En algunos textos se utiliza la notación f∗ (S) para indicar la imagen directa, pues la notación f (S)
puede llevar a confusión. Esto puede ocurrir porque se usa la notación f (x) para indicar la imagen de
un elemento. En todo caso, en matemáticas se acostumbra utilizar la notación f (S) confiando en no
confundirse, al tener en cuenta que S es un conjunto y no un elemento, por lo que se entiende que f (S)
es la operación de imagen directa. Cuando se escriba f (x) y se note que x es un elemento del dominio
de f , se entenderá que f (x) es la imagen de x bajo f .
Para una función f : A → B y S ⊆ A, la imagen directa de S bajo f , f (S), es el subconjunto de
B formado por todos aquellos elementos de B que tienen alguna preimagen en S. Note que en el caso
en que S = A, f (A) es precisamente la imagen de la función f , es decir, f (A) = im(f ).
Para los argumentos y demostraciones que involucren imagen directa, será conveniente tener en
cuenta las siguientes observaciones. Sean f : A → B una función y S ⊆ A.
1. Si x ∈ S, entonces f (x) ∈ f (S).
2. Un elemento y ∈ B pertenece a f (S), es decir, y ∈ f (S), si y solo si, existe x ∈ S tal que y = f (x).
5.3. IMAGEN DIRECTA 179
6 y
5
f f 2
A B A B 1
−3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
1 α 1 α x
−1
2 β 2 β
3 γ 3 γ −2
4 δ 4 δ −3
5 ε 5 ε −4
6 ζ 6 ζ −5
7 η 7 η
−6
(a) Función de A en B. (b) Imagen directa de S. (c) Imagen directa de (1, 3].
Ejemplo 5.3.2
1. Consideremos la función f : A → B como se muestra en la Figura 5.8a. Si S = 2, 3, 5, 6 ,
en la Figura 5.8b las flechas
punteadas son aquellas que corresponden a elementos de S.
Se observa que f (S) = α, β, γ, ζ .
2. Consideremos la función:
g:R→R
x 7→ g(x) = 1 − 2x.
Entonces g((1, 3]) = [−5, −1) como se puede observar en la Figura 5.8c. Una demostración
rigurosa de la igualdad g((1, 3]) = [−5, −1) ha de hacerse por doble contenencia:
“⊆” Sea y ∈ g((1, 3]). Entonces existe x ∈ (1, 3] tal que y = g(x). Tenemos así que
1 < x ≤ 3 y y = 1 − 2x. Queremos ver que −5 ≤ y < −1. En efecto
1 < x ≤ 3 =⇒ 2 < 2x ≤ 6
=⇒ −2 > −2x ≥ −6
=⇒ −1 > 1 − 2x ≥ −5
=⇒ −1 > y ≥ −5.
−5 ≤ y < −1 =⇒ 5 ≥ −y > 1
=⇒ 6 ≥ 1 − y > 2
1−y
=⇒ 3 ≥ >1
2
=⇒ 3 ≥ x > 1.
180 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
6
y
2
5
4
1
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
3
2 x
−1
−2
Teorema 5.3.3
Sean f : A → B una función, S y T subconjuntos de A y Si i∈I
una familia de subconjuntos
de A. Entonces
a) f (∅) = ∅.
b) Si S ⊆ T , entonces f (S) ⊆ f (T ).
!
[ [
c) f Si = f (Si ).
i∈I i∈I
!
\ \
d) f Si ⊆ f (Si ).
i∈I i∈I
Demostración. a) Supongamos que f (∅) ̸= ∅. Entonces existe y ∈ f (∅), lo que quiere decir
que existe x ∈ ∅ tal que y = f (x), pero esto es absurdo. Luego tenemos en realidad que
f (∅) = ∅.
pues y = f (x).
S S
c) (⊆) Sea y ∈ f ( i∈I Si ). Entonces existe x ∈ i∈I Si tal que y = f (x). Luego, existe j ∈ I
tal que x ∈ Sj y y = f (x). Así y = S
f (x) ∈ f (Sj ) y tenemos luego que existe j ∈ I tal que
y ∈ f (Sj ), lo que muestra que y ∈ i∈I f (Si ).
(⊇) Utilizamos
S la parte b) ya demostrada. Dado que para cualquier S j ∈ I tenemos que
Sj ⊆ S S
i∈I i , aplicando
S la parte b) obtenemos que f (Sj ) ⊆ f ( i∈I i ), para todo j ∈ I.
S
Luego, i∈I f (Si ) ⊆ f ( i∈I Si ).
T T
d) Usamos la parte b). Como i∈I Si ⊆ Sj para T todo j ∈ TI, por b) tenemos que f ( i∈I Si ) ⊆
f (Sj ), para todo j ∈ I, y por lo tanto f ( i∈I Si ) ⊆ i∈I f (Si ). QED
Ejemplo 5.3.4
f
A B
1 a
2
b
3 c
4
d
5
Sean C = {1} y D = {3}. Entonces por la parte d) del Teorema 5.3.3 tenemos que f (C ∩ D) ⊆
f (C) ∩ f (D), pero C ∩ D = ∅, así que f (C ∩ D) = f (∅) = ∅, mientras que f (C) ∩ f (D) =
f ({1}) ∩ f ({3}) = {d} ∩ {d} = {d}, y por supuesto, {d} ⊈ ∅.
Ejercicios
1. Sean A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y f : A → A la función que a cada x ∈ A le asigna el dígito de
las unidades del producto de x por 9. Para cada subconjunto S de A dado a continuación, hallar
f (S):
a) S = 5 .
b) S = 1, 3, 7, 9 .
c) S = 1, 3, 6, 8 .
2. Considere la función f : R → R dada por f (x) = x2 − x, para todo x ∈ R. Determine
f ((−∞, 0]), f ([0, 1]), f ([0, ∞)), f ((−∞, −1]), f ((−1, 0]), f ([0, 1]), f ([1, ∞)).
3. En cada literal se da la fórmula de una función f : R → R. En cada caso, determinar
!
[
f [2n − 1, 2n] .
n∈Z+
f (S ∖ T ) = f (S) ∖ f (T ).
Definición 5.4.1
Sean f : A → B una función y T un subconjunto de B. La imagen inversa de T bajo f ,
denotada f −1 (T ), es el conjunto de todos los elementos de a ∈ A tales que f (a) está en T . Así,
f −1 (T ) = {a ∈ A : f (a) ∈ T }.
Con la operación de imagen inversa f −1 (T ) también hay un asunto de notación y posible confusión.
La aparición de la f −1 no debe confundirse con la función inversa f −1 (x). Como T es un conjunto,
al observar f −1 (T ), debe entenderse que es la operación de imagen inversa. De las funciones inversas
hablaremos más adelante.
Observamos que f −1 (T ) es el subconjunto de A formado por todos los elementos cuya imagen cae
en T . Es conveniente tener en mente la siguiente equivalencia:
x ∈ f −1 (T ) ⇐⇒ f (x) ∈ T.
Ejemplo 5.4.2
1. Consideremos la función f : A → B de la Figura 5.10a. Si T = β, ϵ, ζ , en la Figura
5.10b las flechas punteadas son las que llegan a T . Observamos que f −1 (T ) = 1, 2, 6, 7 .
2. Consideremos la función
g:R→R
x 7→ g(x) = 1 − 2x
y B = [2, 5). Dibujamos [2, 5) en el eje vertical (ver Figura 5.10c) y hallamos todos los
puntos en el eje horizontal cuyas flechas llegan a [2, 5). Obtenemos que g −1 ([2, 5)) =
(−2, −1/2].
5.4. IMAGEN INVERSA 183
6 y
5
f f 2
A B A B 1
−1
−4 −3 −2 −1 2 0 1 2 3 4
1 α 1 α x
−1
2 β 2 β
3 γ 3 γ −2
4 δ 4 δ −3
5 ε 5 ε −4
6 ζ 6 ζ −5
7 η 7 η
−6
(a) Función de A en B. (b) Imagen inversa de T . (c) Imagen inversa de [2, 5).
Teorema 5.4.3
Sean f : A → B una función, S y T subconjuntos de B y {Ti }i∈I una familia de subconjuntos
de B. Entonces
a) f −1 (∅) = ∅.
b) f −1 (B) = A.
c) Si S ⊆ T , entonces f −1 (S) ⊆ f −1 (T ).
!
[ [
d) f −1
Si = f −1 (Si ).
i∈I i∈I
!
\
e) f −1 f −1 (Si ).
T
Si = i∈I
i∈I
184 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
6
y
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
√ √
− 2 2 x
−1
−2
c) Supongamos que S ⊆ T . Si x ∈ f −1 (S), entonces f (x) ∈ S, así que f (x) ∈ T puesto que
S ⊆ T . Luego x ∈ f −1 (T ). Esto muestra que f −1 (S) ⊆ f −1 (T ).
d) Se sigue de la siguiente cadena de equivalencias:
!
[ [
−1
x∈f Si ⇐⇒ f (x) ∈ Si
i∈I i∈I
⇐⇒ (∃i ∈ I)(f (x) ∈ Si )
⇐⇒ (∃i ∈ I)(x ∈ f −1 (Si ))
[
⇐⇒ x ∈ f −1 (Si )
i∈I
Ejercicios
1. Sean A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y f : A → A la función que a cada x ∈ A le asigna el dígito de
las unidades del producto de x por 4. Para cada subconjunto S de A dado a continuación, hallar
f −1 (S):
a) S = 5 .
b) S = 1, 3, 7, 9 .
c) S = 1, 3, 6, 8 .
2. Considere la función f : R → R dada por f (x) = x2 − x, para todo x ∈ R. Determine
f −1 ((−∞, 0]), f −1 ([0, 1]), f −1 ([0, ∞)), f −1 ((−∞, −1]), f −1 ((−1, 0]), f −1 ([0, 1]), f −1 ([1, ∞)).
3. En cada literal se da la fórmula de una función f : R → R. En cada caso, determinar
!
[
−1
f [2n − 1, 2n] .
n∈Z+
f g g◦f
A B C A C
1 α a 1 a
2 β b 2 b
3 γ c 3 c
4 δ d 4 d
5 ε e 5 e
6 ζ i 6 i
7 η j 7 j
Definición 5.5.1
Sean f : A → B y g : B → C funciones. La composición de f y g es la función g ◦ f : A → C
definida mediante la fórmula (g ◦ f )(a) = g(f (a)), para todo a ∈ A.
En la definición anterior, para que la composición g ◦ f de las funciones f y g esté bien definida,
es necesario que el codominio de f coincida con el dominio de g. Esta condición en realidad no es
necesaria para realizar una composición en general, pues basta con que la imagen de f esté contenida
en el dominio de g. Sin embargo, nosotros trabajaremos con esta restricción de que el codominio de f
sea igual al dominio de g para realizar la composición. En caso de estar bien definida la composición, el
dominio de g ◦ f es igual al dominio de f (el conjunto A) y el codominio de g ◦ f es igual al codominio
de g (el conjunto C).
Ejemplo 5.5.2
1. Sea f : R → R dada por f (x) = x/(1 + x2 ), para todo x ∈ R y sea g : R ∖ 2 → R
dada por g(x) = 3/(2 − x), para todo x ∈ R ∖ 2 . La composición f ◦ g : R ∖ 2 → R
está bien definida; además, para todo x ∈ R ∖ 2 se tiene:
(f ◦ g)(x) = f (g(x))
g(x)
=
1 + (g(x))2
5.5. COMPOSICIÓN DE FUNCIONES 187
3
= 2−x
2
3
1+
2−x
3
= 2−x
9
1+
(2 − x)2
3(2 − x)2
=
(2 − x)[(2 − x)2 + 9]
6 − 3x
= .
x2 − 4x + 13
Note que no podemos realizar la composición g ◦ f con nuestra definición puesto que el
codominio de f no está contenido en el dominio de g. ¿Está contenida la imagen de f en
el dominio de g?
2. En este ejemplo, consideremos una función f : A → B y S un subconjunto de A. Veri-
fiquemos que f |S = f ◦ jS , donde jS es la función inclusión de S en A. En efecto, las
funciones f |S y f ◦ jS tienen dominio S y codominio B. Además, para todo s ∈ S tenemos
Teorema 5.5.3
Sean f : A → B, g : B → C y h : C → D funciones. Entonces
a) (Asociatividad): (h ◦ g) ◦ f = h ◦ (g ◦ f ).
b) (Identidad):f ◦ IA = f y IB ◦ f = f .
y
(h ◦ (g ◦ f )(a) = h((g ◦ f )(a)) = h(g(f (a))),
así que ((h ◦ g) ◦ f )(a) = (h ◦ (g ◦ f ))(a), para todo a ∈ A. Esto termina la prueba.
Teorema 5.5.4
Sean f : A → B y g : B → C funciones.
a) Si S ⊆ A, entonces (g ◦ f )(S) = g(f (S)).
a ∈ (g ◦ f )−1 (T ) ⇐⇒ (g ◦ f )(a) ∈ T
⇐⇒ g(f (a)) ∈ T
⇐⇒ f (a) ∈ g −1 (T )
⇐⇒ a ∈ f −1 (g −1 (T )). QED
Finalizamos la sección con el siguiente teorema, que relaciona las funciones coordenadas y las
proyecciones mediante composición.
Teorema 5.5.5
Sea f : A → (A1 × A2 × · · · × An ) una función. Para
i = 1, 2, . . . , n, sea fi : A → Ai la i−ésima
función coordenada de f . Entonces, para todo i ∈ 1, 2, . . . , n se tiene que fi = πi ◦ f , donde
πi es la i−ésima función proyección de A1 × · · · × An .
Recíprocamente, dadas funciones fi : A → Ai , para todo i ∈ 1, 2, . . . , n , existe una única
función f : A → (A1 × A2 × · · · × An ) tal que fi = πi ◦ f para todo i ∈ 1, 2, . . . , n .
Demostración. Para cualquier i ∈ 1, 2, . . . , n , fi y πi ◦ f tienen dominio A y codominio Ai .
Además, para todo a ∈ A tenemos
(πi ◦ f )(a) = πi (f (a)) = πi (f1 (a), f2 (a), . . . , fn (a)) = fi (a).
Esto muestra que πi ◦ f = fi .
Ahora, dadas funciones fi : A → Ai , para todo i ∈ 1, 2, . . . , n , podemos definir f : A →
(A1 × A2 × · · · × An ) mediante
f (a) = (f1 (a), f2 (a), . . . , fn (a)),
para todo a ∈ A. Está claro que fi = πi ◦ f , para todo i ∈ 1, 2, . . . , n .
Para ver que esta función f es la única que satisface que fi = πi ◦ f , para todo i ∈ 1, 2, . . . , n ,
supongamos que g : A → (A1 ×A2 ×· · ·×An ) satisface que fi = πi ◦g, para todo i ∈ 1, 2, . . . , n .
Veamos que f = g. Es claro que f y g tienen dominio A y codominio A1 × A2 × · · · × An . Sean
g1 : A → A1 , g2 : A → A2 , . . . , g : A → An las funciones coordenada de g. Aplicando la primera
parte de este teorema a g, resulta que gi = πi ◦ g, para todo i ∈ 1, 2, . . . , n . Así tenemos que
fi = gi , para todo i ∈ 1, 2, . . . , n . Luego, para todo a ∈ A resulta que
f (a) = (f1 (a), f2 (a), . . . , fn (a)) = (g1 (a), g2 (a), . . . , gn (a)) = g(a),
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 189
Ejercicios
1. Halle la fórmula para la composición g ◦ f , para las funciones f, g : R → R dadas por f (x) =
(1 − x3 )/(2 + x2 ) y g(x) = x1/3 /(x4 + 1), para todo x ∈ R.
2. Sean a, b, c, d ∈ R. Considere las funciones lineales f, g : R → R definidas por f (x) = ax + b
y g(x) = cx + d, para todo x ∈ R. ¿Se cumple siempre que g ◦ f = f ◦ g? Si no es así, halle
condiciones sobre a, b, c y d de tal forma que sí se cumpla la igualdad de funciones g ◦ f = f ◦ g.
3. Sean A = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 , f : A → A la función que a cada x ∈ A le asigna el residuo de
dividir 2x entre 10, g : A → A la función que a cada x ∈ A le asigna el residuo de dividir 2x
entre 3, y h : A → A la función que a cada x ∈ A le asigna el residuo de dividir 6x entre 10.
a) ¿Se cumple que g ◦ f = f ◦ g?
b) ¿Se cumple que h = g ◦ f ?
4. Demuestre o refute cada una de las siguientes afirmaciones:
a) Si f : A → B es una función constante y g : B → C es cualquier función, entonces g ◦ f es
constante.
b) Si f : A → B es cualquier función y g : B → C es constante, entonces g ◦ f es constante.
c) Si f : A → B no es constante y g : B → C no es constante, entonces g ◦ f no es constante.
5. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Si S ⊆ A, demuestre que (g ◦ f )|S = jg(f (S)) , donde
jg(f (S)) es la inclusión de g(f (S)) en C.
6. Sean f, g : A → B funciones y suponga que para todo conjunto C y toda función h : B → C se
cumple que h ◦ f = h ◦ g. Demuestre que f = g.
1. En el diagrama invertido, hay elementos en B a los que se les está asignando más de un elemento
en A. Este problema se presenta porque en el diagrama de la función f : A → B se da el caso
de que a dos elementos diferentes de A se les asigna el mismo elemento de B, tienen la misma
imagen bajo f . Por ejemplo, tanto a 1 como 6 se les asigna β, lo que significa que al invertir el
diagrama, hay dos flechas que salen de β. Para que no se presente este problema al invertir el
diagrama, la condición que hay que exigir de entrada a la función f es que a elementos diferentes
de su dominio se le asignen elementos diferentes de su codominio. Más precisamente, para todo
a, b ∈ A, si a ̸= b, entonces f (a) ̸= f (b). Esto es equivalente, por el contrarrecíproco, a decir que
para todo a, b ∈ A, si f (a) = f (b), entonces a = b.
2. Hay elementos en B a los que no se les está asignando ningún elemento de A. Esto se presenta
porque para la función f : A → B, hay elementos en B a los que no les llega ninguna flecha, por
ejemplo a δ. Para que este problema no se presente, la condición que ha de satisfacer f : A → B
190 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
f
A B B A
1 α α 1
2 β β 2
3 γ γ 3
4 δ δ 4
5 ε ε 5
6 ζ ζ 6
7 η η 7
desde el inicio es que a todo elemento de B le llegue al menos una flecha, que todo elemento del
codominio tenga preimagen. De manera más precisa esta condición exige que para todo b ∈ B
exista a ∈ A tal que b = f (a).
Definición 5.6.1
Una función f : A → B es llamada inyectiva o uno a uno si satisface la siguiente condición:
A partir de esta definición vemos que una función f : A → B es sobreyectiva si y solo si f (A) = B,
es decir, la imagen de f coincide con su codominio.
Ejemplo 5.6.2
f (x) = f (y) =⇒ ax + b = ay + b
=⇒ ax = ay
=⇒ x = y.
En el último paso podemos cancelar a, puesto que a ̸= 0. Ahora, para mostrar que f es
sobreyectiva, sea y ∈ R (el codominio de f ). Definimos x = (y − b)/a, el cual tiene sentido
puesto que a ̸= 0. Así, x ∈ R (dominio de f ) y tenemos
y−b
f (x) = a + b = (y − b) + b = y.
a
Concluimos que f es biyectiva.
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 191
1 2 n0 n0 + 1 n0 + 2 n0 + 3
··· ···
··· ···
··· ···
b1 b2 b n0 a1 a2 a3
En el diagrama observamos que los naturales se dividen en dos partes: los que van de 1 a
n0 , y los mayores que n0 . A los naturales que van de 1 a n0 se les asignan los bi ’s de tal
forma que i es enviada a bi , donde 1 ≤ i ≤ n0 . Ahora, si i es mayor que n0 , entonces a i
se le asigna ai−n0 . Para entenderlo de otra forma, note que si i > n0 , entonces i = n0 + k,
para algún natural k, y es claro del diagrama que a n0 + k se le asigna ak , pero como
k = i − n0 , vemos que a i = n0 + k se le asigna ak = ai−n0 . Así, definimos g : N → B
mediante (
bi , si 1 ≤ i ≤ n0 ;
g(i) =
ai−n0 , si i > n0 .
A partir del diagrama es bastante evidente que g es biyectiva y se deja como ejercicio al
lector realizar la demostración rigurosa de esto.
7. Consideremos dos intervalos abiertos arbitrarios en la recta, (a, b) y (c, d), donde a < b
y c < d, y encontremos una biyección entre ellos. Basta con encontrar una función lineal
f : (a, b) → (c, d) cuya gráfica pase por los puntos del plano (a, c) y (b, d) como se muestra
en la figura siguiente:
192 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
a b
d−c
f (x) = (x − a) + c
b−a
para todo x ∈ (a, b). Esta fórmula resulta de aplicar la fórmula punto-pendiente; se halla
la pendiente y se usa el punto (a, c). Se deja como ejercicio verificar que esta función
es biyectiva (la diferencia con la parte 1 de este ejemplo es que el dominio y codominio
cambian a los intervalos abiertos (a, b) y (c, d), respectivamente). Esta misma fórmula sirve
para encontrar biyecciones entre los intervalos cerrados [a, b] y [c, d], o entre los intervalos
semiabiertos [a, b) y [c, d), o entre los intervalos semiabiertos (a, b] y (c, d] (se deja como
ejercicio al lector la verificación de estos hechos). Para los intervalos semiabiertos [a, b) y
c−d
(c, d] utilizamos la función g : [a, b) → (c, d] dada por g(x) = b−a (x − a) + d, para todo
x ∈ [a, b), ver la figura siguiente:
a b
Nuevamente, se deja como ejercicio al lector verificar que esta función es biyectiva. Más
adelante mostraremos que existen biyecciones entre los intervalos abiertos, semiabiertos y
cerrados.
8. La función f : R → (−1, 1) dada por
x
f (x) = ,
1 + |x|
para todo x ∈ R, es una biyección entre R y el intervalo (−1, 1). La gráfica de esta función
se muestra a continuación.
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 193
−6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5 6
−1
−2
Para mostrar que f es inyectiva, sean x, y ∈ R y supongamos que f (x) = f (y). Entonces
x y
= . (5.1)
1 + |x| 1 + |y|
Observemos que si uno de los dos, x o y es cero, necesariamente el otro es cero. Así que
supongamos que ambos, x y y, son diferentes de cero. Ahora, no puede suceder que x y y
tengan signos contrarios puesto que en (5.1) un lado sería positivo y el otro sería negativo.
Concluimos que ambos, x y y, son positivos, o ambos son negativos.
En el caso en que ambos sean positivos, la ecuación (5.1) conduce a lo siguiente:
x y
= =⇒ x(1 + y) = y(1 + x)
1+x 1+y
=⇒ x + xy = y + yx
=⇒ x = y.
y
1+y
=
1
1+y
= y.
Teorema 5.6.3
Sea f : A → B una función biyectiva. Entonces existe una función g : B → A que cumple que
para todo b ∈ B y todo a ∈ A, g(b) = a si y sólo si f (a) = b. Además se satisface que g ◦ f = IA
y f ◦ g = IB .
Definición 5.6.4
Una función f : A → B es llamada invertible si existe una función g : B → A tal que g ◦f = IA
y f ◦ g = IB .
Teorema 5.6.5
Sea f : A → B una función. Si f es invertible, entonces f es biyectiva.
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 195
f f −1
A B B A
1 α α 1
2 β β 2
3 γ γ 3
4 δ δ 4
5 ε ε 5
6 ζ ζ 6
7 η η 7
Teorema 5.6.6
Sea f : A → B una función. Si f es invertible, entonces existe una única función g : B → A tal
que g ◦ f = IA y f ◦ g = IB .
Definición 5.6.7
Si f : A → B es invertible, entonces la única función g : B → A que cumple que g ◦ f = IA y
f ◦ g = IB es llamada la inversa de f y se denota f −1 .
Ejemplo 5.6.8
3 3
2 2
1 1
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
x x
−1 −1
−2 −2
−3 −3
−4 −4 f (x)
−5 −5
Teorema 5.6.9
Sean A, B y C conjuntos.
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 197
f f −1
A A A A
1 1 1 1
2 2 2 2
3 3 3 3
4 4 4 4
5 5 5 5
6 6 6 6
7 7 7 7
8 8 8 8
9 9 9 9
(IA )−1 = IA .
(g ◦ f )−1 = f −1 ◦ g −1 .
Estas propiedades son bastante intuitivas gráficamente. Si invertimos el diagrama de una función
identidad, obtenemos el mismo diagrama, y esto indica que (IA )−1 = IA . Ahora, si invertimos el
diagrama de una composición g ◦ f como se muestra en el siguiente diagrama:
g◦f f −1 ◦ g −1
f g g −1 f −1
A B C C B A
Nuestro siguiente teorema resulta muy útil a la hora de encontrar funciones biyectivas entre con-
juntos. Después de su demostración veremos un par de ejemplos de cómo aplicarlo.
Teorema 5.6.10
Sean f : A → B y g : C → D funciones invertibles tales que A ∩ C = ∅ y B ∩ D = ∅. Entonces
la función h : (A ∪ C) → (B ∪ D) dada por
(
f (x), si x ∈ A;
h(x) =
g(x), si x ∈ C,
Caso 2: x ∈ C. En este caso, h(x) = g(x) ∈ D, así que k(h(x)) = k(g(x)) = g −1 (g(x)) =
x.
Hemos mostrado que k ◦ h = IA∪C . En forma análoga se verifica que h ◦ k = IB∪D . Esto muestra
que h es invertible y que k = h−1 . QED
Ejemplo 5.6.11
1. Vamos a encontrar una función biyectiva entre el conjunto de los números enteros Z y
el conjunto de los números naturales N. Para esto, expresamos el conjunto de los enteros
como unión Z = A ∪ C, donde A es el conjunto de los enteros no negativos y C es el
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 199
0 1 2 3 ···
···
2 4 6 8 ···
Es fácil ver que esta asignación define una función f : A → B dada por f (n) = 2n + 2,
para todo n ∈ A, que es biyectiva. Ahora, la biyección entre C y D la sugiere el siguiente
diagrama:
−1 −2 −3 −4 ···
···
1 3 5 7 ···
2. Ahora podemos hallar una función biyectiva entre el intervalo abierto (0, 1) y el intervalo
semiabierto (0, 1]. Primero, descomponemos en forma de unión al intervalo (0, 1], como
(0, 1] = A ∪ C, donde
1 1 1 1
A= : n ∈ N = 1, , , , . . .
n 2 3 4
1 1 1
1 2 3 4 ···
···
1 1 1 1 ···
2 3 4 5
Los dos teoremas que siguen nos muestran caracterizaciones de las funciones inyectivas y sobreyec-
tivas.
Teorema 5.6.12
Sea f : A → B una función, donde A ̸= ∅. Entonces la siguientes proposiciones son equivalen-
tes:
a) La función f es inyectiva.
b) Existe una función g : B → A tal que g ◦ f = IA .
Dada una función f : A → B, una función g : B → A tal que g ◦ f = IA es llamada una inversa
a izquierda de f . Así, el Teorema 5.6.12 afirma que una función f : A → B es inyectiva si y solo si f
admite una inversa a izquierda.
Teorema 5.6.13
Sea f : A → B una función. Entonces la siguientes proposiciones son equivalentes:
a) f es sobreyectiva.
5.6. FUNCIONES INVERSAS, INYECTIVIDAD Y SOBREYECTIVIDAD 201
Para una función dada f : A → B, una función g : B → A tal que f ◦ g = IB es llamada una
inversa a derecha de f y el Teorema 5.6.13 nos dice así que f : A → B es sobreyectiva si y solo si f
tiene inversa a derecha.
Ejercicios
1. Sea A = 1, 2, 3 . Halle todas las funciones biyectivas f : A → A que son su propia inversa, es
decir, f −1 = f .
2. Demuestre cada una de las siguientes:
a) La función f : R ∖ 2 → R ∖ 2 dada por f (x) = (2x − 1)/(x − 2), para todo x ∈ R ∖ 2 ,
está bien definida.
b) Pruebe que f es biyectiva.
c) Pruebe que f −1 = f .
3. Pruebe que las funciones definidas a continuación son biyectivas y encuentre sus respectivas
inversas:
a) f : R ∖ 2 → R ∖ 1 dada por f (x) = (x + 1)/(x − 2), para todo x ∈ R ∖ 2 .
b) g : Z → N definida por (
2n + 1, si n ≥ 0;
g(n) =
−2n, si n < 0.
c) h : N → 3, 4, 5 . . . definida por h(n) = n + 2, para todo n ∈ N.
4. Sean A un conjunto y S ⊆ A. Demuestre que la función inclusión jS : S → A es inyectiva. ¿Bajo
qué condición es jS sobreyectiva?
5. Suponga que la función f : A → B es inyectiva. Si S ⊆ A, demuestre que la restricción f |S es
inyectiva. Muestre un ejemplo donde f |S sea inyectiva pero f no lo sea.
6. Sea f : A → B una función biyectiva. Si S ⊆ A, demuestre que la función g : S → f (S) definida
por g(s) = f (s) para todo s ∈ S es biyectiva.
7. Sea f : A → B una función inyectiva. Defina g : A → f (A) mediante g(a) = f (a), para todo
a ∈ A. Pruebe que g es biyectiva.
8. Sean f : A → B una función biyectiva, f −1 : B → A su inversa, S ⊆ A y T ⊆ B.
a) Demuestre que la imagen directa de T bajo f −1 coincide con la imagen inversa de T bajo
f.
202 CAPÍTULO 5. FUNCIONES
b) Demuestre que la imagen inversa de S bajo f −1 coincide con la imagen directa de S bajo
f.
9. ¿Es posible hallar dos funciones que no son inyectivas, pero que su composición sí sea inyectiva?
10. ¿Es posible hallar dos funciones que no son sobreyectivas, pero que su composición sí sea sobre-
yectiva?
11. En cada literal que sigue, encuentre una función biyectiva entre los conjuntos indicados:
La recta horizontal con ecuación y = c es el conjunto Lc de puntos del plano que se define a
continuación:
Lc := {(x, c) : x ∈ R}.
Sea P (x, y) una propiedad que depende de dos variables x y y, las cuales representan elementos de
algún universo. Si a y b son elementos de dicho universo, el hecho de que P (a, b) sea verdadera indica
que los elementos a y b mantienen cierto vínculo o relación. De esta manera, decir que P (a, b) es falsa
puede interpretarse como que a y b no comparten ese vínculo.
Podemos formar el conjunto R = (a, b) : P (a, b) es verdadera . Entonces tenemos que P (a, b) es
verdadera si y solo si (a, b) ∈ R. En otras palabras, podemos decir que la relación entre los elementos a
y b existe siempre y cuando la pareja ordenada (a, b) pertenezca a R. Esto nos lleva a definir relación
como un conjunto de parejas ordenadas.
El objetivo de este capítulo es presentar los conceptos fundamentales de relaciones, y en especial
las relaciones de equivalencia y su conexión con las particiones de un conjunto.
6.1 Relaciones
Comenzamos con la definición formal de una relación entre elementos pertenecientes a conjuntos A y
B. Solo trataremos relaciones binarias, es decir, que se trata de establecer vínculos entre dos elementos,
pero pueden definirse relaciones con distintos tipos de ariedad (unarias, ternarias, cuaternarias, etc).
Definición 6.1.1
Una relación R es un conjunto de parejas ordenadas.
Ejemplo 6.1.2
1. El conjunto R = (1, a), (1, c), (2, 3), (2, a), (2, b), (2, c) es una relación. Como la pareja
(1, a) está en R, podemos pensar que existe un vínculo entre 1 y a. Note que en R también
está la pareja (1, c), así que, al contrario que las funciones, en una relación podemos
encontrar diferentes parejas ordenadas que tienen las misma primera coordenada.
2. El conjunto x, x/(1 − x2 ) : x ∈ R ∖ {−1, 1} es una relación. De hecho, este conjunto
de parejas define una función.
Definición 6.1.3
Si A y B son conjuntos, decimos que R es una relación de A en B si R es un subconjunto de
A × B. Cuando R ⊆ A2 decimos simplemente que R es una relación en A.
205
206 CAPÍTULO 6. RELACIONES
Se utiliza la notación aRb para indicar que (a, b) ∈ R, y se dice que a está R-relacionado con
b o simplemente que a está relacionado con b si no hay peligro de confusión.
Ejemplo 6.1.4
siguiente diagrama representa una relación R de A =
1. El 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 en B =
a, b, c, d :
A
1 B
2 a
3 b
4 c
5 d
6
7
d
c
b
a
1 2 3 4 5 6 7
En este diagrama, un círculo relleno indica que el elemento de la parte de abajo del
diagrama está relacionado con el de la parte izquierda. Por ejemplo, el círculo relleno por
encima del 5 indica que 5 está relacionado con a, mientras que el círculo sin rellenar justo
encima del 7 indica que 7 no está relacionado con a.
2. Todas las funciones son relaciones. Si f : A → B es una función, entonces f es, por
definición, un subconjunto del producto cartesiano A×B, y por lo tanto f es una relación.
Por supuesto, en lugar de escribir af b, escribimos f (a) = b.
Como observamos en estos ejemplos, las relaciones generalizan a las funciones, pues toda función
es relación, pero como se observa en el Ejemplo 6.1.4, no toda relación es función. Ahora, muchos
conceptos sobre funciones pueden adaptarse a las relaciones, como mostramos a continuación.
Definición 6.1.5
Sea R una relación.
a) El dominio de R, denotado dom(R), es el conjunto de todos los a para los cuales existe
b tal que aRb:
dom(R) = a : existe b tal que aRb .
6.1. RELACIONES 207
b) La imagen de R, denotada im(R), es el conjunto de todos los b para los que existe a tal
que aRb:
im(R) = b : existe a tal que aRb .
Ejemplo 6.1.6
1. Para la relación R = (1,
a), (1, c), (2, 3), (2, a), (2, b), (2, c) tenemos que dom(R) = 1, 2
mientras que im(R) = a, b, c, 3, .
2. Para la relación S que consiste en el conjunto de parejas ordenadas de la forma
(x, 1/(1 − x)), donde x ∈ R y 1/(1 − x) tiene sentido, tenemos que dom(S) = R ∖ 1 e
im(S) = R (verificarlo).
Definición 6.1.7
Sean A y B conjuntos y R una relación de A en B. Para cada a ∈ A, la clase de a bajo R,
denotada R[a], o simplemente [a] si no hay peligro de confusión, se define como sigue:
[a] = b ∈ B : aRb .
Observamos que para todo a ∈ A, [a] es un subconjunto de B. La clase de a está formada por
aquellos elementos en B que vienen a ser todas las “imágenes” de a bajo R. Si f es una función, la
clase de a bajo f está formada por la única imagen de a bajo f , que es f (a).
Ejemplo 6.1.8
El diagrama rectangular del Ejemplo 6.1.4 nos ayuda a visualizar estos conjuntos [a], pues
basta con mirar en la columna por encima de a y localizar los círculos rellenos, luego ir
a la izquierda e identificar los elementos del conjunto B correspondientes a estos círculos
rellenos.
2. Si f : A → B es una función, entonces para todo a ∈ A tenemos que [a] = f (a) .
Proposición 6.1.9
(a, b) ∈ R ⇐⇒ aRb
⇐⇒ b ∈ [a]
⇐⇒ (a, b) ∈ {a} × [a]
Ahora, si a1 ̸= a2 , entonces los conjuntos a1 × [a1 ] y a2 × [a2 ] son disjuntos puesto que
las parejas ordenadas en el primero tienen su primera coordenada igual a a1 , mientras que las
parejas en el segundo conjunto tienen su primera coordenada igual a a2 , así que no pueden existir
parejas ordenadas que pertenezcan a ambos conjuntos. Esto termina la demostración. QED
Ejemplo 6.1.10
h
g
f
e
d
c
b
a
a b c d e f g h
{2, 3}
{1, 3}
{1, 2}
{3}
{2}
{1}
Observando la columna sobre 3 hallamos que 3 = {3}, {1, 3}, {2, 3}, A .
4. La relación de divisibilidad. La divisibilidad es una relación entre enteros. Tenemos el
símbolo | para representar la divisibilidad. Así, por ejemplo, 3 | 6, 4 | 0, 3 ∤ 2, etc. Para un
entero n, la clase de n bajo la divisibilidad es, por definición, el conjunto
[n] = m ∈ Z : n | m ,
es decir, que [n] es el conjunto de todos los múltiplos de n.
Ahora, si fijamos un entero positivo n y consideramos el conjunto Dn de todos los divisores
positivos de n, entonces la relación de divisibilidad se puede restringir a Dn , de tal forma
que consideramos la divisibilidad solamente entre elementos pertenecientes a Dn . Por
ejemplo, para D12 = 1, 2, 3, 4, 6, 12 , representamos en el diagrama siguiente a la relación
de divisibilidad restringida a D12 :
12
1 2 3 4 6 12
Observamos en la columna sobre 2 que [2] = 2, 4, 6, 12 . En general, para a ∈ Dn , [a] es
el conjunto de todos los múltiplos de a que además son divisores de n.
5. La relación de congruencia módulo n. Fijemos un entero positivo n. Tenemos la relación
de congruencia módulo n en Z: a ≡ b (mod n) si y solo si n | (a − b).
Se deja como ejercicio al lector probar que para todo a ∈ Z se tiene que
[a] = nk + a : k ∈ Z .
Por ejemplo, si n = 2, entonces [1] = 2k + 1 : k ∈ Z , de modo
que [1] es precisamente
el conjunto de todos los enteros impares, mientras que [0] = 2k : k ∈ Z es el conjunto
de todos los enteros pares.
210 CAPÍTULO 6. RELACIONES
En la siguiente definición adaptamos a relaciones los conceptos de imagen directa e imagen inversa
de funciones.
Definición 6.1.11
Sean R una relación y X un conjunto.
a) La imagen de X bajo R, denotada R[X], es el conjunto de todos los b para los cuales
existe a ∈ X tal que aRb:
R[X] = b : existe a ∈ X tal que aRb .
b) La imagen inversa de X bajo R, denotada R−1 [X] es el conjunto de todos los a para
los que existe b ∈ X tal que aRb:
Ejemplo 6.1.12
Sea R = (1, a), (1, b), (2, a), (2, c), (3, c),(3, d), (3, e), (4, a) . El dominio de R es el conjunto
1, 2, 3, 4 mientras que su imagen es a, b, c,d, e . Si X1 = 1, 2 , entonces tenemos que
−1
R−1 [X2 ] =
R[X
1 ] = a, b, c y R [X1 ] = ∅. Si X 2 = 1, a , entonces R[X 2 ] = a, b y
1, 2, 4 . Si X3 = 5, 6 , entonces R[X3 ] = ∅ y R−1 [X3 ] = ∅. x
Lema 6.1.13
Sea R una relación de A en B. Entonces:
a) Si X es cualquier conjunto, entonces R[X] = R[X ∩ A] y R−1 [X] = R−1 [X ∩ B].
[ [
b) Si X ⊆ A, entonces R[X] = [x], y si Y ⊆ B, entonces R−1 [Y ] = R−1 [y].
x∈X y∈Y
[
Demostración. La parte a) se deja como ejercicio al lector. La igualdad R[X] = [x] se sigue
x∈X
de las siguientes equivalencias:
Definición 6.1.14
Sean R y S relaciones.
a) La composición de R y S, denotada S ◦ R, es el conjunto de parejas ordenadas de la
forma (a, c) de tal forma que existe b tal que aRb y bSc:
S ◦ R = (a, c) : existe b tal que aRb y bSc .
De esta manera, a(S ◦ R)c si y solo si existe b tal que aRb y bSc.
b) La inversa de R, denotada R−1 , es el conjunto de parejas de la forma (a, b) tales que
bRa:
R−1 = (a, b) : bRa .
Para que a y c estén relacionados bajo la composición S ◦ R, debe existir una b que sirva como
“puente” para conectar a y c. Si tenemos dos funciones f y g, podemos considerarlas como relaciones
y realizar la composición g ◦ f , sin la necesidad de que el codominio de f sea igual al dominio de g. La
relación compuesta g ◦ f resulta ser también una función cuyo dominio está determinado como sigue:
dom(g ◦ f ) = a : a ∈ dom(f ) y f (a) ∈ dom(g) . (6.1)
La igualdad (6.1) se debe a lo siguiente: para que a esté en el dominio de g ◦ f debe ocurrir que existe
c tal que c = g(f (a)). Para que esta última ecuación tenga sentido, a debe pertenecer al dominio de
f mientras que f (a) debe pertenecer al dominio de g. Es claro ahora que podemos escribir el dominio
de la composición de funciones g ◦ f como sigue:
La igualdad en (6.1) es utilizada para hallar el dominio de una composición de funciones en general,
cuando no imponemos la restricción de que el codominio de f sea igual al dominio de g.
Observamos a partir de la definición que que la relación inversa R−1 es el conjunto de parejas
ordenadas que se obtiene invirtiendo el orden de las parejas que pertenecen a R. Cuando f es una
función, podemos considerar la relación inversa f −1 , que no necesariamente será una función. Dejamos
como ejercicio al lector demostrar que para una función f , la relación inversa f −1 es una función (cuyo
dominio no necesariamente es igual al codominio de f ) si y solo si f es inyectiva.
Ejemplo 6.1.15
1. Si R = (1, a), (1, b), (2, a), (3, c) y S = (a, 3), (a, 0), (d, 4), (e, 2) , entonces
S ◦ R = (1, 3), (1, 0), (2, 3), (2, 0) ,
R ◦ S = (a, c), (e, a) ,
R−1 = (a, 1), (b, 1), (a, 2), (c, 3) .
d
c
b
a
1 2 3 4 5 6 7
1
a b c d
Ejercicios
1. Halle el dominio y la imagen de cada relación descrita a continuación:
Definición 6.2.1
Una relación R en A es llamada
Se suele utilizar el símbolo ∼ para representar relaciones de equivalencia. Así, usaremos de ahora
en adelante la notación a ∼ b para indicar que a está relacionado con b y a ̸∼ b para indicar que a no
está relacionado con b.
Ejemplo 6.2.2
Definición 6.2.3
Sean ∼ una relación de equivalencia en A y a ∈ A. A la clase de a bajo ∼, [a], la llamamos
clase de equivalencia de a módulo ∼.
La clase de equivalencia de a bajo ∼ es, por definición, el conjunto [a] = b ∈ A : a ∼ b . Se deja
como ejercicio al lector verificar que para una relación de equivalencia ∼ en A y a ∈ A se tiene
[a] = b ∈ A : b ∼ a .
Ejemplo 6.2.4
Consideremos
la relación de congruencia módulo 2 en los enteros. La clase de equivalencia de
0 es [0] = 2k : k ∈ Z , y la clase de equivalencia de 1 es [1] = 2k + 1 : k ∈ Z . Así, [0]
es el conjunto de todos los enteros pares mientras que [1] es el conjunto de todos los enteros
impares. Como bien sabemos, todo entero es par o impar, pero no los dos a la vez, lo que puede
traducirse en las siguientes igualdades: Z = [0] ∪ [1] y [0] ∩ [1] = ∅.
¿Qué ocurre con las clases de equivalencia de los otros enteros? Por ejemplo, para el 3 tenemos:
[3] = b ∈ Z : b ≡ 3 (mod 2)
= b ∈ Z : b − 3 = 2k, para algún k ∈ Z
= b ∈ Z : b = 2k + 3, para algún k ∈ Z
= 2k + 3 : k ∈ Z ,
pero resulta este también es el conjunto de los enteros impares, es decir, [3] = [1]. De manera
más general tenemos que si n es cualquier entero impar, entonces [n] = [1], y si n es par, entonces
[n] = [0].
Por lo tanto, para la relación de congruencia módulo 2 en Z, hay solamente dos clases de
equivalencia diferentes, que son, además, disjuntas, y su unión da todo el conjunto de los enteros.
El siguiente lema caracteriza la condición para que las clases de equivalencia de a y b sean iguales.
Lema 6.2.5
Sea ∼ una relación de equivalencia en A. Para a, b ∈ A tenemos que [a] = [b] si y solo si a ∼ b.
Demostración. Supongamos que [a] = [b]. Observemos que b ∈ [b] ya que b ∼ b (por la reflexi-
vidad de ∼). Luego b ∈ [a], lo que implica que a ∼ b.
6.2. RELACIONES DE EQUIVALENCIA 215
Ejemplo 6.2.6
Podemos aplicar el Lema 6.2.5 al caso de la congruencia módulo 2 en los enteros para comprobar,
por ejemplo, que si dos números son impares, entonces sus clases de equivalencia son iguales.
En efecto, sean n y m enteros impares. Lo que tenemos que hacer para aplicar el Lema 6.2.5 es
mostrar que n ≡ m (mod 2), y para esto, escribimos n = 2k + 1 y m = 2l + 1, para algunos
enteros k y l. Entonces
n − m = (2k + 1) − (2l + 1) = 2(k − l),
lo cual muestra que n ≡ m (mod 2). De forma similar se prueba que los enteros pares tienen la
misma clase de equivalencia.
Las siguientes son las propiedades más importantes de las clases de equivalencia asociadas a una
relación de equivalencia ∼.
Teorema 6.2.7
Sea ∼ una relación de equivalencia en A, donde A es no vacío. Entonces:
a) Para todo a ∈ A, [a] ̸= ∅.
b) Si a, b ∈ A, entonces [a] = [b] o [a] ∩ [b] = ∅.
[
c) A = [a].
a∈A
b) Sean a, b ∈ A y supongamos que [a] ∩ [b] ̸= ∅. Mostremos que [a] = [b]. En efecto, sea
c ∈ [a] ∩ [b]. Entonces a ∼ c y b ∼ c. Por simetría c ∼ b, y luego por transitividad se tiene
a ∼ b. Por el Lema 6.2.5 se sigue que [a] = [b].
S
c) Puesto que [a] ⊆ A, para todo a ∈ A, resulta que a∈A [a] ⊆ A. Veamos que se satisface
[
la contenencia contraria. En efecto, si x ∈ A, entonces x ∈ [x], y claramente x ∈ [a].
a∈A
[
Por lo tanto A ⊆ [a]. Esto termina la demostración.
a∈A
QED
Ejemplo 6.2.8
tomar como elementos para formar un conjunto (técnicamente, una familia de conjuntos), a
saber [0], [1] . Tenemos una terminología para este conjunto en general.
Definición 6.2.9
Sea ∼ una relación de equivalencia en un conjunto no vacío A. El conjunto cuyos elementos son
precisamente las diferentes las clases de equivalencia [a], donde a ∈ A es llamado el conjunto
cociente de A módulo ∼ y se denota A/∼:
A/∼= [a] : a ∈ A .
Ejemplo 6.2.10
Definición 6.2.11
Sea ∼ una relación de equivalencia en A. Un conjunto de representantes módulo ∼ es un
conjunto X que satisface las siguientes condiciones:
a) X ⊆ A.
b) Para todo a ∈ A, existe x ∈ X tal que x ∼ a.
c) Para cualesquiera x, y ∈ X, si x ̸= y, entonces x ̸∼ y.
Ejemplo 6.2.12
representante que pertenece al intervalo [0, 1). Para demostrar esto, dado cualquier x ∈ R,
sea m el mayor entero que es menor o igual que x (m es llamado la parte entera de x).
Entonces se tiene la cadena de desigualdades siguiente:
m ≤ x < x + 1,
de donde
0 ≤ x − m < 1.
Si y := x − m, entonces x − y = m ∈ Z, y así y es un representante de la clase [x] y
tenemos que 0 ≤ y < 1.
Teorema 6.2.13
Si ∼ es una relación
de equivalencia en A y X es un conjunto de representantes módulo ∼,
entonces A/∼= [x] : x ∈ X . Más aún, los conjuntos A/∼ y X son equipotentes, es decir,
existe una función biyectiva entre estos dos conjuntos.
Demostración. Primero probamos que los conjuntos A/∼ y X son equipotentes. Consideremos
la función f : X → A/ ∼ definida por f (x) = [x], para todo x ∈ X. Afirmamos que f es
biyectiva. Para probar que f es inyectiva, supongamos que f (x) = f (y), donde x, y ∈ X.
Entonces [x] = [y], así que por el Lema 6.2.5 se sigue que x ∼ y; pero, por ser X un conjunto
de representantes módulo ∼, no puede ser x ̸= y. Se sigue así que x = y y hemos mostrado que
f es inyectiva.
Ahora, para probar que f es sobreyectiva, tomemos un elemento arbitrario en A/∼. Este ele-
mento tiene la forma [a] para algún a ∈ A. Como X es un conjunto de representantes módulo
∼, existe x ∈ X tal que x ∼ a. Luego f (x) = [x] = [a]. Esto muestra que f es sobre y así hemos
demostrado que f es biyectiva.
Finalmente, como f es sobre, se sigue que A/ ∼= f (X) = [x] : x ∈ X . Esto termina la
prueba. QED
Ejercicios
1. En cada literal que sigue se define una relación en el conjunto de los enteros. Decida en cada caso
si la relación dada es reflexiva, simétrica o transitiva.
a) R = (x, y) : x + y < 3 .
b) S = (x, y) : x | y .
c) T = (x, y) : x + y es par .
d ) U = (x, y) : x = y o x = −y .
e) V = (x, y) : x + y es par y x es un múltiplo de y .
f ) W = (x, y) : y = x + 1 .
2. Sea R una relación en un conjunto A. Demuestre cada una de las siguientes afirmaciones:
a) R es reflexiva si y solo si IA ⊆ R.
b) R es simétrica si y solo si R−1 ⊆ R.
c) R es transitiva si y solo si R ◦ R ⊆ R.
3. Demuestre que si R es una relación de equivalencia en A, entonces R ◦ R = R.
218 CAPÍTULO 6. RELACIONES
P1 P4
P2 P3
6.3 Particiones
La idea de una partición de un conjunto A es bastante intuitiva: consiste en dividir el conjunto
A en partes. Estas partes son subconjuntos de A, deben ser no vacías, su unión debe dar todo A, y
dos partes diferentes no pueden tener elementos en común. La Figura 6.1 ilustra una partición de un
conjunto.
Definición 6.3.1
Sea A un conjunto no vacío. Una partición de A es una familia P de subconjuntos de A que
cumple las siguientes condiciones:
a) P ̸= ∅, para todo P ∈ P.
b) Si P, Q ∈ P, entonces P = Q o P ∩ Q = ∅.
S
c) A = P.
P ∈P
Q1 Q9 P4
Q4
P1
Q6
Q2
Q10
Q7
Q5
P2 Q3 Q11 P3
Q8
Ejemplo 6.3.2
1. La colección {1}, {2, 3}, {4, 5, 6} es una partición del conjunto 1, 2, 3, 4, 5, 6 .
2. Si A es un conjunto no vacío, entonces A es una partición de A con un solo bloque, el
mismo conjunto A.
3. La colección {a} : a ∈ A también es una partición de A.
4. El contenido del Teorema 6.2.7 dice precisamente que para una relación de equivalencia ∼
en un conjunto A, la colección de las clases de equivalencia [a], con a ∈ A, es una partición
del conjunto A.
La definición que sigue nos da una forma de ordenar las particiones de un conjunto.
Definición 6.3.3
Sean P y Q particiones de un conjunto no vacío A. Decimos que Q es un refinamiento de P,
lo que simbolizamos P ≼ Q, si para todo Q ∈ Q existe P ∈ P tal que Q ⊆ P .
Ejemplo 6.3.4
1. La colección {1}, {2, 3}, {4, 5, 6} esuna partición del conjunto 1, 2, 3, 4, 5, 6 . La si-
guiente partición es un refinamiento: {1}, {2}, {3}, {4}, {5, 6} .
2. Si A es un conjunto no vacío, entonces la partición {a} : a ∈ A es refinamiento de
cualquier otra partición de A.
Teorema 6.3.5
Sea A un conjunto. Entonces la relación ≼ entre particiones de A es reflexiva, antisimétrica y
transitiva.
220 CAPÍTULO 6. RELACIONES
El Teorema 6.2.7 puede interpretarse ahora diciendo que si ∼ es una relación de equivalencia en un
conjunto no vacío A, entonces el conjunto cociente A/∼ es una partición de A. Ahora veremos cómo, a
partir de una partición P de un conjunto A, podemos crear una relación de equivalencia cuyas clases
de equivalencia coinciden con los bloques de P. Esto es intuitivamente claro: si queremos definir una
relación de equivalencia cuyas clases de equivalencia sean los bloques de P, entonces dos elementos
pertenecientes a un mismo bloque deben estar relacionados, y elementos en bloques diferentes no
pueden estar relacionados. Precisamente, definamos ∼ de la siguiente manera, donde a, b ∈ A:
Teorema 6.3.6
La relación ∼ es una relación de equivalencia en A. Además, las clases de equivalencia módulo
∼ son precisamente los bloques de la partición P, esto es, A/∼= P.
Demostración. Sea a ∈ A. Entonces existe P ∈ P tal que a ∈ P puesto que P es una partición
de A. De aquí se sigue que a ∼ a. Esto muestra que ∼ es reflexiva.
Si a ∼ b, entonces a, b ∈ P para algún P ∈ P. Entonces b, a ∈ P y así b ∼ a, lo que muestra que
∼ es simétrica.
Si a ∼ b y b ∼ c, entonces existen P, Q ∈ P tales que a, b ∈ P y b, c ∈ Q. Luego b ∈ P ∩ Q,
lo cual implica que P ∩ Q ̸= ∅, y como P es una partición de A, necesariamente P = Q. Así,
a, c ∈ P y por lo tanto a ∼ c. Esto muestra que ∼ es transitiva.
Hemos mostrado que ∼ es una relación de equivalencia en A. Veamos ahora que A/∼= P. Un
elemento típico de A/∼P tiene la forma [a], donde a ∈ A. Como P es una partición de A, existe
P ∈ P tal que a ∈ P . Afirmamos que [a] = P . Una vez probado esto, se tendrá que [a] ∈ P.
En efecto, si x ∈ P , entonces tenemos que a, x ∈ P , así que por la definición de ∼ tenemos que
a ∼ x, lo que muestra que x ∈ [a]. Así, P ⊆ [a]. Por otro lado, si x ∈ [a], entonces a ∼ x, lo que
significa que a, x ∈ P , y en particular, x ∈ P . Hemos mostrado así que [a] = P .
Ahora, para mostrar que P ⊆ A/∼P , tomemos P ∈ P. Como P ̸= ∅, existe p ∈ P . Se deja como
ejercicio probar que [p] = P , de donde se sigue que P ∈ A/∼. Así termina la prueba. QED
Ejemplo 6.3.7
2. Sea A = 1, 2, 3, 4 . Si queremos definir una relación de equivalencia ∼ en A para que las
clases de equivalencia sean precisamente 1, 2 y 3, 4 , podemos considerar el conjunto
de parejas ordenadas siguiente:
(1, 1), (2, 2), (3, 3), (4, 4), (1, 2), (2, 1), (3, 4), (4, 3) .
Este conjunto de parejas ordenadas define una relación de equivalencia. El siguiente dia-
grama representa esta relación de equivalencia:
1 2 3 4
a) x ∼1 y si y solo si x, y ≤ 2 o x, y ≥ 3.
b) x ∼2 y si y solo si x, y ∈ 1, 2 o x, y ∈ 3, 4 .
c) x ∼3 y si y solo si x y y tiene paridades diferentes y xy ̸= 6.
Ejercicios
1. Considere la colección Br r∈R de subconjuntos de R2 , donde Br = (x, y) : y = x + r , para
cada r ∈ R. Muestre que esta colección es una partición de R2 . Describa geométricamente los
bloques de esta partición. Halle además una relación de equivalencia correspondiente a dicha
partición.
2. Defina relaciones de equivalencia diferentes a la del Teorema 6.3.6, que correspondan a las par-
ticiones de los conjuntos que presentamos a continuación.
a) La partición del conjunto 1, 2, 3, 4, 5, 6 que consta de los bloques 1 , 2, 3 , 4, 5, 6
el conjunto de los números naturales, la partición formada por los bloques 1 y
b) En
2, 3, . . . .
222 CAPÍTULO 6. RELACIONES
c) En un conjunto cualquiera A, la partición {a} : a ∈ A .
d ) En Z, la partición cuyos bloques son Z+ , Z− y 0 .
3. Suponga que Pi i∈I es una partición de A y Qj j∈J es una partición de B. Pruebe que
Pi × Qj (i,j)∈I×J es una partición de A × B.
4. Sean f : A → B una función sobreyectiva y Bj j∈J una partición de B. Muestre que la colección
de imágenes inversas f −1 (Bj ) j∈J es una partición de A.
5. Sean f : A → B una función inyectiva y Pi i∈I una partición de A. Muestre que f (Pi ) i∈I es
una partición de f (A).
6. Sean P y Q
particiones de un conjunto A tales que Q es un refinamiento de P. Para cada P ∈ P
sea TP = Q ∈ Q : Q ⊆ P . Demuestre que la colección TS P : P ∈ P es una partición de Q.
Demuestre, además, que para cada P ∈ P se tiene que P = Q∈TP Q.
Definición 6.4.1
Sean A y B conjuntos y ∼ una relación de equivalencia en A. Una función f : A → B se dice que
es constante en cada clase de equivalencia módulo ∼ si para todo a ∈ A, la restricción
de f a [a], f |[a] : [a] → B es una función constante.
Ejemplo 6.4.2
f
A
1 B
2 a
3 b
4 c
5 d
6
7
Lema 6.4.3
Si f : A → B es una función y ∼ es una relación de equivalencia en A, entonces las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
a) f : A → B es constante en cada clase de equivalencia módulo ∼.
Definición 6.4.4
Sea ∼ una relación de equivalencia en un conjunto no vacío A. Definimos la función cociente
π : A → A/∼ mediante π(a) = [a], para todo a ∈ A.
Ejemplo 6.4.5
π
A
1
A/ ∼
2
3 [1]
4 [2]
5 [3]
6
7
Es claro que la función cociente π : A → A/∼ es constante en cada clase de equivalencia módulo
∼. Además, π es sobreyectiva (se deja como ejercicio verificar estos hechos).
Teorema 6.4.6
Sea f : A → B una función constante en cada clase de equivalencia módulo ∼. Entonces existe
una única función fˆ : (A/∼) → B tal que f = fˆ ◦ π.
Ejemplo 6.4.7
fˆ
A/ ∼ B
a
[1]
[2] b
c
[3]
d
Ejercicios
1. Sea f : A → B una función. Defina una relación ∼ en A como sigue: a ∼ b si y solo si f (a) = f (b).
a) Demuestre que ∼ es una relación de equivalencia.
b) Demuestre que f es constante en cada clase de equivalencia módulo ∼.
c) Demuestre que la función inducida fˆ : (A/∼) → B es inyectiva.
2. Sea f : A → B una función y sea ∼ la relación de equivalencia en A definida mediante a ∼ b si y
solo si f (a) = f (b). Sea ∼′ una relación de equivalencia en A, y definamos P y P ′ las particiones
asociadas a ∼ y ∼′ , respectivamente. Demuestre que f es constante en cada clase de equivalencia
módulo ∼′ si y solo si P ′ es un refinamiento de P.
3. En el plano R2 consideremos la circunferencia de radio 1 y centro en el origen C = (x, y) ∈ R2 :
x2 + y 2 = 1 . Sea X = R2 ∖ (0, 0) . Definamos una relación en X como sigue: (x, y) ∼ (w, z)
si y solo si existe t ∈ R tal que (w, z) = (tx, ty).
a) Muestre que ∼ es una relación de equivalencia en X.
b) Pruebe que si A es un conjunto cualquiera y f : X → A es una función constante en
cada clase de equivalencia módulo ∼, entonces existe una función g : C → A tal que
g(−x, y) = g(x, y) para todo (x, y) ∈ C y tal que
!
x y
f (x, y) = g p ,p ,
x2 + y 2 x2 + y 2
para todo (x, y) ∈ X.
4. Sean A y B conjuntos, ∼ y ∼′ relaciones de equivalencia en A y B, respectivamente. Sea f : A →
B una función que satisface la siguiente condición: para a, b ∈ A, si a ∼ b, entonces f (a) ∼ f (b).
Demuestre que existe una única función fˆ : (A/∼) → (B/∼′ ) tal que el siguiente diagrama es
conmutativo:
f
A B
π π′
fˆ
A/∼ B/∼′
lo que significa precisamente que π ′ ◦ f = fˆ◦ π, donde π y π ′ son las funciones cociente asociadas
a ∼ y ∼′ , respectivamente.
226 CAPÍTULO 6. RELACIONES
Apéndice A
Forma normal disyuntiva
En este apéndice abordaremos el problema de determinara una forma proposicional cuya tabla de
verdad sea dada. Para esto recurriremos a las formas normales.
Definición A.1.1
Una conjunción elemental es una forma proposicional de la forma α1 ∧ α2 ∧ . . . ∧ αn en donde
cada αi es una letra proposicional o la negación de una letra proposicional, sin que se repitan
las letras proposicionales.
Ejemplo A.1.2
2. En este ejemplo vamos a hallar una forma proposicional α cuya tabla de verdad sea la
siguiente:
227
228 APÉNDICE A. FORMA NORMAL DISYUNTIVA
P Q R α
V V V F
V V F V
V F V F
V F F V
F V V F
F V F F
F F V F
F F F F
En el ejemplo anterior notamos que no hubo necesidad de incluir la letra R en la forma proposicional
α. Una conjunción elemental en la que aparezcan todas las letras proposicionales en consideración la
llamaremos conjunción elemental plena (CEP). De esta forma, una CEP es una forma proposicional
que es verdadera únicamente en una fila de su tabla de verdad, y es falsa en todas las demás filas.
Ejemplo A.1.3
Ejercicios
1. Escriba todas las CEP’s posibles para dos letras proposicionales, luego para tres letras proposi-
cionales, y después para cuatro letras proposicionales.
2. Escriba todas las conjunciones elementales posibles con dos letras proposicionales, luego con tres
letras proposicionales, y finalmente con cuatro letras proposicionales.
Definición A.2.1
Una forma proposicional del estilo β1 ∨ β2 ∨ . . . ∨ βn es llamada una forma normal disyuntiva
(FND) si cada βj es una conjunción elemental. Una FND β1 ∨ β2 ∨ . . . ∨ βn es llamada un
forma normal disyuntiva plena (FNDP) si cada βj es una CEP. Exigimos además que las
A.2. FORMA NORMAL DISYUNTIVA 229
Una sola letra proposicional P es una FNDP si y solo si P es la única letra proposicional en
consideración. De manera más general, una conjunción elemental es FNDP siempre que sus letras
proposicionales sean todas las letras proposicionales en consideración.
Ejemplo A.2.2
Con respecto a la tabla de verdad de esta forma proposicional podemos predecir que será
verdadera solamente en los siguientes tres casos:
P Q R α
V V V F
V V F F
V F V F
V F F V
F V V F
F V F F
F F V V
F F F V
Como lo observamos en el ejemplo anterior, una FNDP será verdadera en algunas filas de la tabla
de verdad, y será falsa en todas las demás. Las filas en las que es verdadera están determinadas por
las CEP presentes en la FNDP. Esta observación nos sirve para resolver de manera sistemática el
problema de hallar una forma proposicional α que tenga una tabla de verdad dada (que no sea una
falacia), como lo mostramos en el siguiente ejemplo.
Ejemplo A.2.3
Queremos determinar una forma proposicional α cuya tabla de verdad sea la que se muestra a
continuación:
230 APÉNDICE A. FORMA NORMAL DISYUNTIVA
P Q R α
V V V F
V V F V
V F V F
V F F F
F V V V
F V F V
F F V F
F F F F
La primera V en la tabla de α aparece cuando P y Q son verdaderas y R es falsa, y esto lleva
a la conjunción elemental P ∧ Q ∧ ¬R; la segunda V en la tabla de α da lugar a la conjunción
elemental ¬P ∧ Q ∧ R; y la tercera V en la tabla de α da lugar a la conjunción elemental
¬P ∧ Q ∧ ¬R. Por lo tanto, una forma proposicional que tiene la tabla de verdad dada es
Ejercicios
1. Escriba todas las FND para dos letras proposicionales, y luego para tres letras proposicionales.
2. Halle una forma proposicional α cuya tabla de verdad sea la que se muestra a continuación:
P Q R α
V V V V
V V F F
V F V F
V F F V
F V V V
F V F F
F F V V
F F F F
Ejemplo A.3.1
Para hallar una FNDP equivalente a (P ∨ ¬Q) → R realizamos primero su tabla de verdad, y
a cada V que aparezca le asociamos su correspondiente CEP, como se muestra a continuación:
P Q R (P ∨ ¬Q) → R CEP
V V V V P ∧Q∧R
V V F F
V F V V P ∧ ¬Q ∧ R
V F F F
F V V V ¬P ∧ Q ∧ R
F V F V ¬P ∧ Q ∧ ¬R
F F V V ¬P ∧ ¬Q ∧ R
F F F F
El inconveniente que se presenta con el método del Ejemplo A.3.1 es que tenemos que realizar
la tabla de verdad de la forma proposicional dada. Por fortuna, podemos utilizar equivalencias para
resolver este problema. Por medio de DAC y DAE, todos los condicionales y bicondicionales pueden
llevarse a conjunciones y disyunciones. Usando luego las propiedades distributivas podemos llegar a
una FND, y finalmente a una FNDP, como se muestra en el siguiente ejemplo.
Ejemplo A.3.2
(P → Q) ∧ R ⇐⇒ (¬P ∨ Q) ∧ R (DAC)
⇐⇒ (¬P ∧ R) ∨ (Q ∧ R) (Dist)
Hasta este punto hemos logrado hallar una FND equivalente a (P → Q) ∧ R; pero esta
no es una FNDP porque por ejemplo, la letra Q no aparece en la conjunción elemental
¬P ∧ R. Para hacer que aparezcan las letras que hacen falta hacemos uso de la siguiente
equivalencia: si α y β son formas proposicionales, entonces
α ⇐⇒ (α ∧ β) ∨ (α ∧ ¬β).
Q ∧ R ⇐⇒ (Q ∧ R ∧ P ) ∨ (Q ∧ R ∧ ¬P ).
Resulta lo siguiente:
Ejercicios
1. Suponga que se consideran 4 letras proposicionales P, Q, R y S. Halle una forma normal disyuntiva
plena equivalente a cada forma proposicional dada.
2. Halle una FNDP a partir de la siguiente forma proposicional (considere solo dos letras proposi-
cionales P y Q):
P → (Q → P ).
Concluya, sin hacer la tabla de verdad, que P → (Q → P ) es una tautología.
3. Explique bajo qué condición una FNDP es tautología.
Apéndice B
El sistema de los números reales
En este apéndice presentamos los elementos básicos de las estructuras algebraica y del orden en el
conjunto de los números reales.
3. Neutro para la suma: Existe un número real 0, llamado cero, tal que 0 + a = a + 0 = a, para
todo número real a.
4. Existencia de inversos aditivos: Para cada número real a existe un número real −a llamado el
inverso aditivo de a, tal que a + (−a) = (−a) + a = 0.
7. Neutro para el producto: Existe un número real 1, llamado uno, tal que a · 1 = 1 · a = a, para
todo número real a.
8. Existencia de inversos multiplicativos: Para cada número real a diferente de 0, existe un número
real denotado a−1 y llamado el inverso multiplicativo de a, tal que a−1 a = aa−1 = 1.
9. Propiedad distributiva: Si a, b y c son número reales, entonces a(b+c) = ab+ac, y (b+c)a = bc+ba.
La asociatividad de la suma nos permite escribir una suma de tres elementos a, b y c sin ambigüedad
como a + b + c. No no importa la forma en que se asocien los sumandos, el resultado será el mismo. De
manera más general, si a1 , a2 , . . . , an son números reales, entonces podemos escribir sin ambigüedad la
suma a1 +a2 +· · ·+an , es decir, no importa la forma en que se asocien con paréntesis estos sumandos, el
233
234 APÉNDICE B. EL SISTEMA DE LOS NÚMEROS REALES
Pn
resultado de la suma siempre será el mismo. Usamos la notación de sumatoria i=1 ai para representar
la suma a1 + a2 + . . . + an .
Si combinamos la propiedad asociativa con la conmutativa, por un lado tenemos que si a1 , a2 , . . . , an
son números reales, entonces no hay ambigüedad en la escritura de la suma a1 + a2 + · · · + an (por la
propiedad asociativa), pero la conmutativa nos permite cambiar de orden los elementos en esta suma.
Por ejemplo, a1 + a2 + a3 + a4 es igual a a3 + a2 + a4 + a1 .
Las observaciones anteriores acerca de la asociatividad y conmutatividad de la suma valen de
Yn
manera análoga para el producto. La notación de productoria ai se puede definir inductivamente
i=1
como sigue:
1
Y
1. ai = a1 ,
i=1
n+1 n
!
Y Y
2. ai = ai an+1 .
i=1 i=1
Las potencias positivas (naturales) de un número real a se pueden definir inductivamente como sigue:
1. a1 = a,
2. an+1 = an · a.
Si a es un número real diferente de cero, entonces se define a0 = 1 y las potencias enteras negativas de
a como sigue:
a−n = (a−1 )n ,
donde n es natural.
A continuación probaremos algunas propiedades elementales de los números reales, a partir de
las propiedades descritas anteriormente. Notaremos que, al principio, las demostraciones pueden ser
ligeramente tediosas por el hecho de usar de manera estricta las propiedades básicas, pero a medida
que se vaya desarrollando la teoría se facilitará también la escritura de los argumentos.
Teorema B.1.1
Sean a y b números reales. Entonces:
1. La ecuación a + x = b tiene una única solución para x en los reales.
2. Si a ̸= 0, entonces la ecuación ay = b tiene una única solución para y en los reales.
Demostración. 1. Existencia. Por las propiedades de los números reales sabemos que a tiene
asociado su inverso aditivo −a, y podemos sumar −a con b para obtener un número real,
así que tiene sentido la expresión (−a) + b. Entonces, sea x0 = (−a) + b. Comprobamos
que x0 es solución de la ecuación a + x = b. En efecto,
a + x0 = a + ((−a) + b)
= (a + (−a)) + b (Asociativa)
=0+b (Inverso aditivo)
=b (Neutro de la suma).
Unicidad. Supongamos que x1 y x2 son números reales que satisfacen la ecuación a+x = b,
es decir, que a + x1 = b y a + x2 = b. Veamos que x1 = x2 . Notemos que podemos igualar
B.1. ESTRUCTURA ALGEBRAICA 235
a + x1 = a + x2 y tenemos
ax0 = a(a−1 b)
= (aa−1 )b (Asociativa)
=1·b (Inverso multiplicativo)
=b (Neutro de la multiplicación)
ax1 = ax2 ⇒ a−1 (ax1 ) = a−1 (ax2 ) (Multiplicando por a−1 a ambos lados)
⇒ (a−1 a)x1 = (a−1 a)x2 (Asociativa)
⇒ 1 · x1 = 1 · x2 (Inverso multiplicativo)
⇒ x1 = x2 (Neutro para la multiplicación)
Utilizando las operaciones de suma y multiplicación podemos definir la resta y división, respecti-
vamente.
Definición B.1.2
Sean a y b números reales. Se define la resta o diferencia a − b mediante la ecuación
a − b := a + (−b).
a
Si b ̸= 0, se define el cociente mediante la siguiente ecuación:
b
a
:= ab−1 .
b
Lo que dice la definición anterior es que la resta a − b se logra sumándole a a el inverso aditivo de
b. La división a/b se logra multiplicando a a por el inverso multiplicativo de b, siempre que b ̸= 0.
El Teorema B.1.1 nos dice que a partir de una ecuación de la forma a + x = b podemos escribir
b
x = (−a) + b = b − a, y que a partir de una ecuación del tipo ax = b, podemos escribir x = a−1 b = ,
a
suponiendo que a ̸= 0.
236 APÉNDICE B. EL SISTEMA DE LOS NÚMEROS REALES
Notemos que si a es un número real, entonces 0 − a = 0 + (−a) = −a, y si a ̸= 0, entonces
1/a = 1 · a−1 = a−1 , de modo que 1/a es el inverso multiplicativo de a.
Teorema B.1.3
Para todo número real a se cumple que a0 = 0.
a + a0 = a · 1 + a0 = a(1 + 0) = a · 1 = a,
El Teorema B.1.3 nos ayuda a justificar por qué no se puede realizar la división por 0, es decir, que
el inverso multiplicativo de 0 no puede existir. En efecto, si existiera el inverso multiplicativo de 0, es
decir 0−1 , este cumpliría que 0−1 · 0 = 1, pero el Teorema B.1.3 dice que todo número multiplicado
por 0 da cero, así que 0−1 · 0 = 0 y se concluiría que 1 = 0, lo cual es absurdo.
1. Si a + b = a + c, entonces b = c.
2. Si ab = ac y a ̸= 0, entonces b = c.
Las leyes de cancelación nos permiten cancelar un mismo sumando que aparece a ambos lados de
una igualdad, o cancelar un mismo factor que aparece a ambos lados de una ecuación, siempre que ese
factor sea diferente de cero. A continuación probamos la regla de los signos.
Finalizamos la sección con la prueba de una de las propiedades algebraicas más utilizadas.
Teorema B.1.6
Sean a y b números reales. Si ab = 0, entonces a = 0 o b = 0.
Ejercicios
1. Sean a y b números reales. Muestre que −(a − b) = b − a.
2. Si a, b, c y d son números reales con b y d diferentes de cero, pruebe que
a c ad + bc
+ = .
b d bd
Tricotomía: Si a y b son números reales, entones se cumple una y solamente una de las siguientes
afirmaciones: a < b, o a = b, o a > b.
El axioma de tricotomía del orden nos dice es siempre que se consideren dos números reales
arbitrarios a y b, hay cabida a tres casos: a < b, o a = b, o b < a.
Monotonicidad de la suma: Sean a y b número reales. Si a < b y c es cualquier número real,
entonces a + c < b + c. En símbolos
Esta propiedad quiere decir que a una desigualdad a < b se le puede sumar a ambos lados una
misma cantidad c, sin cambiar el sentido de la desigualdad.
Esta propiedad también se cumple si se resta c a ambos lados de la desigualdad a < b. Esto se
debe precisamente a que restar c es equivalente a sumar el inverso aditivo de c.
Monotonicidad del producto: Sean a, b y c números reales. Si a < b y c > 0, entonces ac < bc.
En símbolos
∀a∀b∀c[(a < b ∧ c > 0) → ac < bd].
Esta propiedad nos dice que que en una desigualdad a < b podemos multiplicar a ambos lados
por una cantidad c mayor que cero y no cambia el sentido de la desigualdad.
B.2. ESTRUCTURA DE ORDEN 239
Transitividad: Sean a, b, c números reales. Si a < b y b < c, entonces a < c. En símbolos
Ahora un poco de notación. Se utiliza la notación a < b < c para abreviar que a < b y b < c. Así,
el axioma de transitividad nos dice que de a < b < c se sigue que a < c. De forma similar se escribe
a < b < c < d para abreviar que a < b, y b < c, y c < d. Esto aplica de manera similar para otras
cadenas de desigualdades como a < b < c < d < e, a < b < c < d < e < f , etc. La notación a ≤ b se
lee “a es menor o igual que b”, y significa que a < b o a = b. En símbolos
a ≤ b ⇐⇒ (a < b ∨ a = b).
La notación a ≥ b se lee “a es mayor o igual que b”, y significa que a > b o a = b. En símbolos
a ≥ b ⇐⇒ (a > b ∨ a = b).
Definición B.2.1
Un número real a es llamado positivo si a > 0; a es llamado negativo si a < 0; a es llamado
no negativo si a ≥ 0.
La monotonicidad del producto se expresa ahora diciendo que en una desigualdad a < b podemos
multiplicar a ambos lados por un número positivo c, y no cambia el sentido de la desigualdad.
A continuación probaremos varias propiedades del orden de los reales y desigualdades a partir de
los axiomas del orden y las conceptos definidos.
Teorema B.2.2
Sea a un número real. Si a es positivo, entonces −a es negativo. Similarmente, si a es negativo,
entonces −a es positivo.
Demostración. Sea a un número real y supongamos que a es positivo, es decir, a > 0. Por
la monotonicidad de la suma, podemos sumar el número −a a ambos lados para obtener que
(−a) + a > (−a) + 0, pero teniendo en cuenta que (−a) + a = 0 y que (−a) + 0 = −a, resulta
que 0 > −a, lo que quiere decir que −a es negativo. La otra parte del teorema se prueba de
manera análoga. QED
En la demostración anterior, cuando tenemos que a > 0, uno se encuentra tentado a multiplicar a
ambos lados por −1, teniendo en cuenta que al multiplicar por un número negativo cambia el sentido
de la desigualdad, así que obtenemos de manera inmediata que −a < 0. Pero esta es una propiedad
que aún no hemos demostrado (ver Teorema B.2.3 a continuación) y que, en consecuencia, no podemos
usar en este momento.
Teorema B.2.3
Sean a, b y c números reales. Si a < b y c es negativo, entonces ac > bc.
Demostración. Sean a, b y c números reales tales que a < b y c < 0. Por el Teorema B.2.2,
0 < −c. Luego, por monotonicidad del producto, obtenemos que (−c)a < (−c)b y se siguen los
siguientes pasos:
Teorema B.2.4
Sean a, b, x y y números reales tales que a < b y x < y. Entonces a + x < b + y. Si, además
a, b, x y y son positivos, entonces ax < by.
Este teorema nos dice que podemos sumar miembro a miembro desigualdades del mismo sentido,
y se mantiene el sentido de la desigualdad. También podemos multiplicar miembro a miembro las
desigualdades, conservando el mismo sentido, siempre y cuando todos los números involucrados sean
positivos.
La siguiente propiedad es muy utilizada a la hora de probar que dos cantidades son iguales.
Teorema B.2.5
Sean a y b números reales. Si a ≤ b y a ≥ b, entonces a = b.
Demostración. Por reducción al absurdo supongamos que a ̸= b. Por tricotomía quedan dos
casos por considerar: a < b o a > b.
Caso 1. a < b. Por hipótesis tenemos que a ≥ b, que es exactamente lo contrario a a < b.
Caso 2. a > b. De la hipótesis tenemos a ≤ b, que es exactamente lo contrario a a > b.
En cualquier caso se llega a una contradicción, por lo que concluimos que debe ser cierto que
a = b. QED
La siguiente propiedad es muy utilizada cuando se quiere porobar que una cantidad no negativa
realmente es igual a cero.
Proposición B.2.6
Sea a un número real no negativo. Supongamos que para todo número real positivo ϵ se cumple
que a < ϵ. Entonces a = 0.
Demostración. Puesto que a es nonegativo, tenemos que a ≥ 0. Solo nos falta probar que a ≤ 0
para poder aplicar el Teorema B.2 y así concluir que a = 0.
En efecto, por reducción al absurdo suponemos que a > 0. En la hipótesis podemos tomar ϵ = a
y así se tiene que a < a, lo cual es absurdo. Esto termina la prueba. QED
La siguiente es una propiedad elemental del orden de los reales que es muy utilizada para probar
desigualdades.
B.2. ESTRUCTURA DE ORDEN 241
Teorema B.2.7
A partir de la demostración del Teorema B.2.7 observemos que si a ̸= 0, entonces a2 > 0, es decir,
que solamente cuando a = 0 se cumple que a2 = 0.
Corolario B.2.8
El número 1 es positivo.
Demostración. Puesto que 1 ̸= 0, resulta que 12 > 0, pero como 12 = 1, obtenemos que
1 > 0. QED
Se deja como ejercicio al lector probar por inducción que todo número natural es positivo.
Si a es un número real y a ̸= 0, entonces su recíproco multiplicativo a−1 es diferente de cero
también, puesto que si fuera a−1 = 0 entonces tendríamos por un lado que a · a−1 = 1 y por otro
lado a · a−1 = a · 0 = 0, llevando esto a que 1 = 0, lo que es absurdo. Además, tenemos el siguiente
resultado, que afirma que el inverso multiplicativo de un número positivo también es positivo.
Teorema B.2.9
2
Demostración. Tenemos que a−1 ̸= 0, por lo que a−1 > 0. Luego
2 2
a−1 > 0 =⇒ a · a−1 >a·0 (Monot. del producto)
=⇒ a · a · a−1 > 0
−1
((a−1 )2 = a−1 · a−1 )
Corolario B.2.10
1
La fracción es positiva, para todo número natural n.
n
Mostramos a continuación un par de ejemplos de cómo se usa el Teorema B.2.7 para probar des-
igualdades.
Proposición B.2.11
1
Sea a un número real positivo. Entonces a + ≥ 2.
a
Este resultado dice que la suma de un número positivo con su inverso multiplicativo da, como
mínimo, 2.
Demostración. Sea a un número real positivo. Entonces (a − 1)2 ≥ 0 por el Teorema B.2.7 y
tenemos lo siguiente:
Ejercicios
1. Describa el significado de las siguientes expresiones simbólicas:
2. Realice una demostración de cada uno de los siguientes enunciados, donde a, b, c y d representan
números reales.
1
a) Si a y b son números reales, entonces a2 + b2 ≥ (a + b)2 .
2
2
a+b
b) Si a y b son números reales no negativos, entonces ab ≤ .
2
c) Si a y b son números reales positivos tales que a + b = 1, entonces
2 2
1 1 25
a+ + b+ ≥ .
a b 2
5. Sea a un número real tal que 0 < a < 1. Pruebe que para todo natural n se cumple an < 1.
(1 + x)n ≥ 1 + nx,
7. Sean x e y números reales. Pruebe que las siguientes proposiciones son equivalentes.
a) x ≤ y.
b) x < y + ϵ, para todo número real positivo ϵ.
8. Sean x e y números reales. Pruebe que las siguientes proposiciones son equivalentes.
Propiedad arquimediana: si x y y son números reales con x > 0, entonces existe un número natural
n tal que nx > y. En símbolos
Esta propiedad se interpreta a menudo de la siguiente manera: por muy pequeño que sea el valor
de x, siempre que sea positivo, con la suficiente cantidad de pasos n de longitud x, se puede superar
cualquier distancia y. El siguiente teorema nos da una primera equivalencia a la propiedad arquime-
diana.
Teorema B.3.1
La propiedad arquimediana es equivalente a la siguiente propiedad: para todo número real x
existe un número natural n tal que n > x.
Corolario B.3.2
Para todo real positivo ϵ, existe un natural n tal que 1/n < ϵ.
Este resultado se interpreta diciendo que existen números racionales (de la forma 1/n) arbitraria-
mente pequeños.
Demostración. Supongamos que ϵ > 0. Entonces 1/ϵ > 0 y por la propiedad arquimediana
existe un número natural n tal que n > 1/ϵ, de donde se sigue que 1/n < ϵ. QED
Proposición B.3.3
Sea x un número real. Si x > 1, entonces existe un número natural n tal que
2
x>1+ .
n
Analizamos un poco el resultado de esta proposición antes de escribir su demostración. Sea x >
1. Para determinar el n que “nos sirve”, notamos que si queremos que se cumpla que x > 1 + n2 ,
equivalentemente lo que necesitamos es:
2 2
x>1+ ⇐⇒ x − 1 >
n n
B.3. LA PROPIEDAD ARQUIMEDIANA DE LOS NÚMEROS REALES 245
⇐⇒ n(x − 1) > 2
2
⇐⇒ n > .
x−1
Estos pasos que hemos hecho arriba se pueden “devolver”, de tal manera que bien podemos comenzar
con n > 2/(x − 1) y llegar a x > 1 + 2/n. Ahora, la propiedad arquimediana (más exactamente
2
el Teorema B.3.1) garantiza que existe un natural n tal que n > x−1 . Ahora podemos escribir la
demostración de la Proposición B.3.3.
Demostración. Sea x un número real tal que x > 1. Por la propiedad arquimediana existe un
2
natural n tal que n > x−1 . La división entre x − 1 se puede hacer porque por hipótesis x > 1,
así que x − 1 > 0. Luego tenemos que
2
n> =⇒ n(x − 1) > 2 (x − 1 es positivo)
x−1
2
=⇒ x − 1 > (n es positivo)
n
2
=⇒ x > 1 + .
n
Esto termina la demostración. QED
Ejercicios
1. Sea x y y números reales. Pruebe que las siguientes afirmaciones son equivalentes:
a) x ≤ y.
1
b) x < y + , para todo número natural n.
n
2. Pruebe cada uno de los siguientes enunciados, donde x y y son números reales.
Lo primero que haremos será un reducción del problema, es decir, mostrar que de un caso especial
se puede deducir el teorema general, y luego nos dedicaremos a demostrar el caso especial.
La reducción se logra como sigue: bajo las hipótesis del teorema de Cantor-Berstein, la composición
k : g ◦f : A → A es inyectiva, y luego existe una biyección entre los conjuntos A y k(A) (ver Sección 5.6,
Ejercicio 6). Ahora, la imagen de B bajo g es un subconjunto de A que además satisface lo siguiente:
k(A) ⊆ g(B) ⊆ A.
Lema C.1.2
Sean A, A1 y C conjuntos tales que A1 ⊆ C ⊆ A y supongamos que existe una biyección
k : A → A1 . Entonces existe una biyección entre A y C.
∞ ∞
Demostración. Comenzamos definiendo dos familias de conjuntos An n=0
y Cn n=0
de ma-
247
248 APÉNDICE C. EL TEOREMA DE CANTOR-BERSTEIN
y (
C0 = C,
Cn+1 = k(Cn ), para todo n ≥ 0.
Note que no hay ambigüedad en la definición de A1 , puesto que realmente A1 = k(A) por
hipótesis. Por inducción se prueba que An+1 ⊆ An , para todo n ≥ 0 (esto se deja como
ejercicio). Para cada n ≥ 0 definimos Dn = An ∖ Cn , y también definimos
∞
[
D= Dn , E = A ∖ D.
n=0
Esta función φ es la biyección buscada entre A y C (se deja como ejercicio la verificación de
que φ es biyectiva). QED
Ejemplo C.1.3
1. Consideremos los intervalos (0, 1) y [0, 1]. La función inclusión de (0, 1) en [0, 1] es una
función inyectiva. Para conseguir una función inyectiva de [0, 1] en (0, 1) basta con
encontrar una biyección lineal entre [0, 1] y el intervalo [1/3, 2/3]. Más precisamente,
f : [0, 1] → [1/3, 2/3] definida por f (x) = (1/3)x + 1/3, para todo x ∈ [0, 1]. Es fácil
ver que esta función es biyectiva, pero si consideramos g : [0, 1] → (0, 1) definida por
g(x) = (1/3)x + 1/3, para todo x ∈ [0, 1], la función g está bien definida puesto que
g(x) ∈ (0, 1), para todo x ∈ [0, 1], g no es sobre, pero sí es inyectiva y esta es la función
que buscábamos. Por el teorema de Cantor-Berstein existe una función biyectiva entre
(0, 1) y [0, 1].
2. Consideremos los intervalos (0, 1) y (1, ∞). Por un lado, la función f : (0, 1) → (1, ∞)
dada por f (x) = x + 1, para todo x ∈ (0, 1) es inyectiva, y la función g : (1, ∞) → (0, 1)
dada por g(x) = 1/x, para todo x ∈ (1, ∞), también es inyectiva. Se concluye que existe
una función biyectiva entre (0, 1) y (1, ∞), sin necesidad de mostrar tal función biyectiva.
C.1. ENUNCIADO Y DEMOSTRACIÓN 249
3. Consideremos el conjunto de los números enteros pares E = 2k : k ∈ Z . La función
inclusión de E en Z es inyectiva. Ahora, es claro que la función f : Z → E dada por
f (m) = 4m, para todo m ∈ Z es inyectiva (pero no es sobre). Se sigue, por el teorema de
Cantor-Berstein, que existe una función biyectiva entre E y Z.
Ejercicios
1. Para realizar este ejercicio, tenga en cuenta las notaciones usadas en la prueba del Lema C.1.2:
a) Pruebe que An+1 ⊆ An , para todo n ≥ 0.
b) Pruebe que k(Dn ) = Dn+1 , para todo n ≥ 0.
S∞
c) Pruebe que k(D) = n=1 Dn .
d ) Pruebe que C = k(D) ∪ E y que k(D) y E son disjuntos.
e) Pruebe que la función φ es biyectiva.
2. Utilizando el teorema de Cantor-Berstein, pruebe que existe una función biyectiva entre cada
par de conjuntos dados a continuación:
a) (0, 1) y [0, 1).
b) (0, 1) y (0, ∞).
c) (0, ∞) y [0, ∞).
d ) [1, ∞) y [1, ∞) ∖ N.
250 APÉNDICE C. EL TEOREMA DE CANTOR-BERSTEIN
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