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MENSAJE DEL CÓDIGO CIVIL

El ejecutivo se dirige al Congreso proponiendo la aprobación del Código Civil.

Inicia señalando la necesidad de codificar las leyes de los pueblos modernos. En este
sentido, con los avances de la sociedad, se requiere refundir la masa confusa de
elementos diversos, incoherentes y contradictorios, para darles consistencia y armonía en
favor del orden social. También, se destaca que esta obra es semejante a los ensayos
hechos hace un siglo, por parte de otras naciones ilustradas por la ciencia y por una larga
experiencia, sin embargo, con base en los códigos modernos, no se perdió de vista las
circunstancias peculiares de nuestro país, salvo en lo que estas no presentaban obstáculos
reales.

Se hace una reseña de las innovaciones más importantes y trascendentales:

 La costumbre deja de tener fuerza de ley

 No se fijaron reglas uniformes y minuciosas en cuanto al tiempo para determinar el


momento en que nacen y expiran los derechos y las obligaciones.

 Se establecen reglas absolutas o presunciones de derecho acerca del nacimiento y


extinción de la personalidad. En cuanto a la muerte presunta, se copió la
legislación de otros pueblos, pero con diferencias substanciales, como la
disminución del tiempo de la posesión provisoria en los bienes del desaparecido,
toda vez que estas no deben durar más que lo necesario para proteger
racionalmente los derechos privados que puedan hallarse en conflicto con los
intereses de la sociedad. Del mismo modo, se considera que hay mayor facilidad y
rapidez para comunicarse con países distantes y, a su vez, ha crecido
proporcionalmente la probabilidad del desaparecimiento de una persona. No
obstante, se reconocen presunciones legales en circunstancias extraordinarias.

 La promesa de matrimonio mutuamente aceptada no produce obligación civil, sino


que es un hecho que se somete al honor y la conciencia de las partes.

 La autoridad eclesiástica se conserva el derecho de decisión sobre la validez del


matrimonio y se reconocen como impedimentos para contraerlo los declarados
tales por la Iglesia Católica. Esto se refiere a que el matrimonio válido ante la
Iglesia, lo es también ante la ley, con los límites del poder temporal cuando se
nieguen los efectos civiles perniciosos a un matrimonio, aunque lo permita la
autoridad eclesiástica, por consideraciones de otro orden.

 Se conserva la potestad marital, manteniendo la clasificación de bienes dotales y


parafernales, organizando y ampliando en pro de la mujer, el beneficio de la
separación de bienes, minorado la desigualdad de los efectos civiles del divorcio
entre los dos consortes, regularizado la sociedad de gananciales, y garantizado la
conservación de los bienes raíces de la mujer en manos del marido.

 La filiación es legítima, natural o ilegítima. Se admite una especie de legitimación


con un matrimonio posterior a la concepción, combinando las reglas del derecho
romano, el canónico y el código civil francés. A grandes rasgos, se reconocen los
dos principios de legitimación otorgada por instrumento público y legitimación
voluntariamente concebida y aceptada, exceptuándose los dos casos: el hijo
concebido antes del matrimonio y nacido en él, y el hijo natural (ilegítimo que ha
sido antes reconocido formal y voluntariamente por el padre o madre) que quedan
legitimados ipso jure por el matrimonio subsecuente. En rigor, es necesario que se
notifique y acepte formalmente la legitimación, mediante un acto auténtico que
establezca los derechos y obligaciones recíprocas de los legitimados y legitimantes.
De igual forma, se sujetan a formalidades análogas el reconocimiento voluntario
de los hijos habidos fuera del matrimonio, que toman la denominación legal de
hijos naturales. A los ilegítimos, que no obtienen reconocimiento espontáneo de su
padre o madre, solo tienen derecho a pedir alimentos con la confesión del padre.

Se comprende que, en esa época, las relaciones extramatrimoniales eran un tema


prohibido y había gran influencia de la religión.

 La mayoría de edad, a los 25 años, emancipa por el ministerio de la ley al hijo de


familia. Se exime del usufructo del padre sobre bienes del hijo, de todo lo que éste
adquiera en el ejercicio de una profesión, oficio, industria, y se les reviste de una
verdadera y casi independiente personalidad, que se extiende a los menores
emancipados mientras se hallan bajo curaduría.

 Se definen las especies de guardas, las causas que inhabilitan o excusan de ejercer
estos cargos, sus facultades administrativas, sus deberes, sus emolumentos y sus
responsabilidades.

 En cuanto al dominio, uso y goce de los bienes, la tradición del dominio de bienes
raíces y de los demás derechos reales constituidos en ellos, menos los de
servidumbre, deberá hacerse por inscripción en un Registro Conservatorio.

 Existe la posesión regular (sin violencia ni clandestinidad, con justo título y buena
fe) e irregular (sin alguno de estos requisitos). La posesión regular está en el
camino de la prescripción adquisitiva.

 Se conserva la sustitución fideicomisaria, y se prohíben dos o más usufructos o


fideicomisos sucesivos.
 En la sucesión intestada, el derecho de representación cabe en la descendencia
legítima del representado, descendiendo a todos los grados. Se mejora la suerte
del cónyuge sobreviviente y de los hijos naturales.

 La mutación de la propiedad en los inmuebles se perfecciona por instrumento


público y se consuma con la inscripción en el Registro Conservatorio.

 Se abole el privilegio de los menores para ser restituidos in integrum contra sus
actos y contratos.

 En la prueba de las obligaciones, se requiere escrituración de todo contrato que


versa sobre un objeto que excede de cierta cuantía.

 El censo se somete a reglas que lo hacen divisible junto con el inmueble que
afectan, y el censo constituido sobre inmuebles cuyo valor excede al de los
capitales impuestos, permite reducirlo a una parte indeterminada, exonerando de
toda responsabilidad lo restante.

 Los miembros de una sociedad colectiva responden por el valor total de las
obligaciones que a nombre de ella se contraen.

 Se simplifica el arreglo de la prelación de créditos.

 La prescripción de 30 años continuos rechaza todos los créditos, todos los


privilegios, todas las acciones reales, y debe alegarse por el que pretende gozar de
su beneficio.

 Se hacen obligatorios los instrumentos públicos y privados para ciertos actos y


contratos en que antes no se exigía.

De lo anterior, se desprende que existe un principio del Matrimonio Canónico,


toda vez que el Código Civil fue promulgado antes de la separación entre la Iglesia
y el Estado.

Otro principio que se puede distinguir es la “Protección a la propiedad privada”, en


la que la propiedad toma gran importancia, principalmente porque en la época, la
mayor fuente de riqueza eran los bienes raíces.

Del mismo modo, se observa un principio de “Libre circulación de los bienes”, toda
vez que el legislador quiere que los bienes circulen, como una forma de
crecimiento del mercado y crecimiento económico.

Finalmente, está el principio de la “Buena fe”, en que al legislador le importa que


las relaciones jurídicas se den de buena fe, como elemento moralizador.
Se puede concluir que Andrés Bello se esmeró profundamente en crear un código
eficiente, basado en códigos de sociedad modernos de aquella época, adecuándolo a las
necesidades del país en vista de todas aquellas falencias y dificultades que embarazaban
la administración de justicia en materia civil, generando mayor confianza y veneración a la
legislación. Sin embargo, señala que la obra no es perfecta, y que la práctica descubrirá sin
duda defectos en la ejecución, que la legislatura podrá corregir a futuro.

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