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estigaciones 13 Vrsula Margarita Albrecht El modelo educativo en E/ nuevo gobierno de Sancho: Castellani y la educaci6n a la luz del pensamiento catédlico See ena oe ae Laeducacion esun procesosingularen elque eT progreso en todos Tos campos —politico, econé- la teciproca comunién de as personas est lle- dra er sentido eapiritual. ‘educacion puede ser cconsiderada un verdadero postolado. [J La ceducacion se sitiaplenamenteen el horizonte delactilincion delamor, depende deellayen goin medida, contibuye a consteuda, Jv Paso, «Educacions! La cdlucacion ct el lessrollo del ger huang. imperfecto,intencionalmente drigido teal- sar el ideal de perfeccion humana to mejor posible Assit QUESS. J. sObjeto dela filosotia de la educacions Lereducecin een debe moray por cuanto nos Heraa la petteccin que es nuestro destin um deer secial, por cuanto, merced a ella, devohe: tos oslsenelicios ecibidos dela colectividad Lbwadebrcvco en as democracias, por cua to habilita al civdadano pata efercer la soberania. ¥ por fin, respecto del hombre at- senting, rum deberde parotma yd sentiment, pporqueel pueblo quevive en los ampamentos del audio o amarrado en las picotas de la oligarsqua necesita exe bautisino de lus Jost Manvel Estaana,sLa educacions™ Vivimos en una época de cambios ¢ incertidum- bores, en que las diferencias existentes entre las naciones, en cuanto al progreso en todos los érde nes yal nivel de vida de sus habitantes, son nororias ya globalisacidn parece tendera anular las identi- dades culturales. Debemos recordar, entonces, que la educacion es Ia base de todo pueblo que busque En. ta alas Familias all Papa Juan Pablo I, 1994 Ao dela Buenos Aires, Claretiana, 1994, p. 57 Filosofia de la Educacion Resonate, eap-1, pp. 34 » Discurso pronunciado en la dstebucton de prermios del (Colegio Modelo del Sid el 19 deabril de 1867; en Diss Buenos Aires, Ediciones Estrada, Clisicos Argentinos, 1946, ico, social y cultural y que no se logra dicho progreso si, partlelamente, no existe una base moral sélida. Elfundamento dela educacisn no esti en fa sabi- durla libresca, sino en la espiritual, en la del alma, y data os la verdadera sapiencia humana. Es justamen- te a esta indole a la que apunta el padre Leonardo Castellani, hombre profundamente religioso y filo séficamente politico por naturalera que, en su libro Elev gobierno de Sancho, reseata la esencia cardi ca como base de toda formacion humana, El piadoso e intelectual Castellani, que supo reise de si mismo y con el pueblo, del cual también se sintié parte, consigue ahuyentar de su libro, merced ‘su visin cristiana clel mundo, los fantasmas ce la soberbia y del egoismo. Apela a la risa yn ironia, recursos asociados con In intencién moralizadora y didactica desde épocas ativicas, para burlarse de los sofistas con tempori- neos y para ensefiamnos a reftnos con él, por medio de personajes caricaturizados en.cuadros donde la agudeza critica se presenta ataviada de humor. Las imagenes que presenta nos ayudan a encon- trarmos, como argentinos, en esa insula nacional ya gorar de ella, al mostramos lo absurdo de esa reali dad. Como diria Escarpit: «En nuestro mundo tenso hasta el punto de romperse, no hay nada que pueda sobrevivir a una excesiva seriedad. El humor es el Linico remedio que distiende los nervios del mundo sin adormecerlo, le da su libertad de espiritu sin volverlo loco y pone en manos de los hombres, sin aplastarlos, el peso de su propio destino» Podemos optar porreirnos, con el padre Castellani, de lo «otro», de lo «absurdo», refugiandonos en el distanciamiento que el ridiculo nos provoca, obien, ‘con una lectura mis profunda y cristiana, recono- 4 Castellani, Leonardo, El nuevo sobiema de Sancho, p.33. De aqui en mas NCS. 97 El subrayado es nueste. 5 Excarpit, Robert El humor, Buenos Aires, Eudeba, 1962 (Gem Moy Se 2002 4 cemos en Tos fipos y eburhmom de nosotros mic ‘endo el peso de nuestro destino y aceptando nuestra responsabilidad, como seres hte manos, de intentar cambiar algo de nuestro micromundo para, asl, poder encontrar finalmen- te nuestra islentidadl nacional El pensamiento de Leonardo Castellani acerca de In educacion —ast como el de Juan Bautista Alberdi, José M, Estrada, eincluso el cel jesuita Ismael Quiles Se)= jento para la reconstruccion de nos” nos y de nuestro pueblo, En este trabajo ntaré ahondar en dicha reflexién, mostrando el modelo nacional de estos hombres, para quienes 1a religion y la educacion son los pilares esenciales, en tanto que los valores deben sera columna verte bral de la edlucaciGn con una proyeccidn nacional mos, pero a Noticia sobre El nuevo gobierno de Sancho La primera edicién aparecié en el aito 1942; la se. gunda, aumentada, en 1944 y la tercera, también jumentada,en 1965; luego siguieron una cuarta y ‘una guinea, En as tres primeras ediciones figura como autor Cidle Hamete (h), Recondemos el eapitulo no- eno de la primera parte de El ingeniosohidalgo Don Quijote de la Mancha, donde Cervantes dice: Exandoyoundia en Alcanade Toledo, lees un muchacho avender unos eartpacesypope- Ueevgjs aun senderol fom un cartpacio de Tor quel Kee} vendi, yl com carhteres que conoci ser arbigos [ula suerte me deparo {umincérretey¢ dijoll.} quedeca: Hivoria de don Quijote de la Mancina, esto por Cide HoineteBenengel histriador artigo? Del mismo modo, Jeronimo del Rey doctor en ‘Teologia por Roma, en Filosofia por Paris yen Polite ca por Londres y Pavia manifiesta serel autor de la teaduecidn directa del aribigo del texto de la obra (NGS, p. 7. Esto se explica por el estilo lidico del padre Leonardo Castellani, De hecho, el nombre mismo ddl libro alude a los capleulos XUV, 10%, Ly ut de la segunda parte del Quijote ‘Alo largo de la obra que nos ocupa, vemos mis de ‘una semefanza con la que dio en llamarse la primera © Cervantes Saavedra, Miguel de, Don Quijote dela Manca, Barcelona, RBA, 1994, cap. IX, pp. 167-8, voll. Deaqut en. suid DOM, novela capaiiol; entre tas observamos, por ejenv plo, el nombre de ambas insulas, Barataria y Agathviurica, y las {Ormaulas del comienzo de todos Jos capitulos del libro del padre Castellani que paro- dian el estilo cervantino: Apenas hubo el rubicundo Apolo aromado _susofiolienta ybonachona fa por lbs puertasy balcones de Punta del Este[.J(NGS, p.33) ‘Apenas hubo el ubicundo Apolo filed dul- sceimente as pueraty ventana del Univers.) (NGS, p39) Apenas asomé el rubicundo Febo por las puertnsy baleonesde Orientecon elin mani- esto de iluminar con sus rayos et historico sconwento de la marcha de San Lorenzo [..) (NOS, p. 51) En estos ejemplos, el autor no sélo parodia el esti- Jo, sino que le da euna vuelta de tuetca» mas yen un lenguaje crollo En el libro se nos presentan distintos caracteres na- cionales (el tanguista, el maestro, el fildsofo, el pprofetor de Poesia, el sbelotodisimo, los cortesanos, la muchacha moderna) y también diferentes temas (la informacisn, la cruz de guerra, la cobardia, la re- forma de la enseftanza), No son temas generales ni ipos» genéricos, sino temas y «tiposs argentinos, en los cuales los lectores podemos identificara persona- jes de aquella época, pero también a muchos de la actual. Esto nos permite pensar que éste no es un tento que reflejalacrtiea de un momento hist6rico, sino la critica de un modo de ser argentino; ¢s una visidn viva, y por ello el texto se convierte en un libro wigente. Leonardo Castellani hace una caracterizacion, ca ppitulo por capitulo, que en una primera impresion ppodtriamos confundir y catalogur de «superficial 0 ‘sgraciosay; sin embargo, no hace mas que ahondar ‘en nuestra identidad nacional, con una miscara en falsa escuadra. Hubiera sido muy duro que nos pre- sentara un libro con tamafas eritias y estampas sin ces pincelada de humor. Es justo decir que, depen endo cel tema que aborda, pasa dela mera parodia. Aquijotesea a fa ironta aguda, hasta llegar al amabito deo grotesco, de loabsurdo, Elautor utiliza Ia para- doja iténica que se obtiene al poner en contacto el ‘mundo cotidinno con el mundo deliberadamente evestigaciones 15 Teducido af absurdo. Ta risa, envonces, se convient n muieca porque tomaunos conciencia de que nos estymos rienclo de nosotros mismos, como argenti- nos insertos dentro de una nacién, y no dle una ceiicatura, a pesar de que el autor exprese: Tanto el autor como dl traductor[.. consideran instil adver tir, y sin embargo advert, que no hay en fel libro} {J retrto de personas sino caricaruras de vicios,ca- ricaturas exageradas a lo Musiz 0 al modo del Hombre Que No Tuo Infancias (NGS, p. 7). Citi la guerta —no olvidemos el afio de la pri mera edicién=, el manejo de la informacion. por parte dle ln prensa, la comupeién, la ment. ntene ta erradicar esa duslidad que ha sabido dividir ln cultura argentina en scwilizackons y barbaries desde Ja publicacion de Facundo, de Domingo Faustino Sar- niente, y, como clice Juan Carlos Ronfermda en el logo, opone al. cierea"saludable” barbariea la in extranjerista y postiza que improvisa la clase ditigente deste la generaci6n del ochentas (NGS, p. 12). Para ello recurte « un estilo por momentos campechano» y por momentos «porteios, sin dejar de la lado una esencia intelectual y hondamente ‘moral, arraigada en su profunda fe cristiana (NGS, p. 12). Com ejemplo, nos basta con leer con aten- in parte de «Pragnnitica cn soneto de Don Quijote dela Mancha a su leal escudlero Sancho el Unico al ‘mandarloa reirla insula Agathurica» (NGS, p. 19 Pampa vibe hip cle la aurora, rnacia ser, scan no vende, delaindigen Amércs,seiora De todas formas, no olviclemos que en este libro siempre presente el caricter cristiano y pedago- cle Castellani por eso hemos elegido como tera del ensayo la educacidn, base moral fundamental para la eestucion cle In dignidad del hombre y su ‘entomno. Por dichas razones, consideramos necest- rio acotar nuestro anilisisa determinadlos capitulos, ue reflejan claramente la postura del autor, e El maestro: educacién, politica y religion En el capitulo cinco del Nuevo gobierno de Sancho «Elombre Encargado de Hacer los Libros Para las Escuelas Primariase, quien preten- ‘Nacional de Literatura por haber lizadto la unuformidad cle la Escuclar (NGS, p. 51). Gomme Man e202 Ti esta seccfon el padre Castellani, con su caracte ristico estilo, hace una celtiea profunda al sisterma ceclucativo, dejando que en el personaje de Pedro Recio Agiero recaiga la ironia, el humor en su fase critica intelectual: «..| la escuela primaia debe ser tuniforme en todo el pais y todos los maestros deben pensar, decir yensefiar las mismas cosas con las mis- ‘nus palabras» (NGS, p. 51). Ante lx incertidumnbre de Sancho, Pedro Recio ahonda en su explicacién, como proporsionalmente lo hard la aguda critica en elector despierto: Poraue de ese modo es posible que un Alto (Conse de Funconarossiuadoen a cabera de testa Insula pueda dew solo pesto haceces danzat a todas as escuela al son que quieea, aunque estén stuadasa diet ml leguasde dist tia -1ly con elle vamos ganando el wunciar ‘neha pla, yel poder de dae puesos alsa sanera de gobernat ala gente dest incon ls innumerable ventas pe dlagogicas yestticas de la wniformitcin, qe seguramente no esapan a Su Prominenca, (NGS, p52) Sancho lo entiende, pero no ve gloria alguna en el libro escrito por el maestro, que se presenta ante Su “Majestad dicfendo: «La vaca es un animal que tiene cola, cuatro patas, cuernos y cabeza. También da le- che, queso y manteca. Segin la Historia Natural la vvaca es animal ruriante. (Qué animal ran iti es la vacals (NGS, p. 51). Acesa duida, su secretario le contesta que la beati- tud de la obra reside en transmitir la ensefianza «

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