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Cruzada en jeans; Thea Beckman

1. Salto en el tiempo

Rudolf Hefting se encuentra en el laboratorio del doctor Simiak


contemplándolo, especialmente una maquina enorme que cubría todo un
muro del laboratorio, al mírala se sentía tan insignificante, jamás habría
imaginado que la maquina tenía tamaña extensión. Cuando supo que solo
enviaban animales a través del transmisor de materia se ofreció para ser el
primer humano transportado hacia otros tiempos. El doctor le explicó todos
los pasos a seguir, así y todo Rudolf quiso viajar.

2. Perdido

Rudolf creía que lo habían transportado al catorce de junio de mil


doscientos doce donde se realizaba un torneo en Montgivray, Francia.
Después de haber contado no sabe hasta que numero se dio cuenta de que
ya había llegado a un lugar pero no sabia a donde. Se halló en un camino
marcado por profundas rodadas y sobre una piedra plana. Para luego no
equivocarse de lugar Rudolf dibujó dos círculos alrededor de sus pies uno
amarillo y otro negro. Descendió por la ladera y al girar en una curva
distinguió un valle y en lo lejano Montgivray. Aunque no se lo podía creer
estaba en Francia y en la Edad Media. oyó un ruido y no podía ver lo que
sucedía pues una curva no lo dejaba ver, decido ir y vio a tres hombres
peleando 2 en caballos contra 1 a pie. Rudolf tomo el cuchillo que tenía y
lanzo un cuchillazo a uno de los que estaba a caballo. El otro salteador
quiso pegarle a Rudolf pero este se corrió y recibió solo un golpe en el
hombro. El salteador huye a galope, dejando a su compañero herido.
Después de un tiempo termino la pelea saliendo vencedor el chico que iba a
pie. Y Rudolf ayudo al hombre a mover el cadáver del salteador de la ladera.
El muchacho y Rudolf se dirigieron por un sendero hacia un prado sobre la
ladera. El joven, muy generoso, le ofreció a Rudolf pan y carne y de su bota
un líquido avinagrado y picante. Se presento, él era Leonardo Fibonacci de
Pisa. Leonardo hablaba rápidamente y Rudolf no comprendía, pues no sabía
hablar ni francés ni latín, pero luego comprendió que no era ni italiano. Era
algo como holandés o alemán, pero a Rudolf no le resultaba familiar.
Leonardo había viajado durante muchas semanas, se dirigía a Bolonia, y
hasta entonces no había tenido dificultades. Dijo tantas cosas de las cuales
Rudolf pudo entender muy poco. Rudolf tratando de hablar como Leonardo le
explicó que iba al torneo de Montgivray y señalo la ciudad. Leonardo le dijo
que aquella ciudad no era Montgivray sino Espira. Rudolf reconoció a lo
lejos la punta de una iglesia, lo cual había visitado con sus padres hace ya 3
años. Rudolf se dio cuenta que no estaba en Francia sino en Alemania. Lo
único que no había fallado era la fecha. Como los dos eran estudiantes
comenzaron a comparar. Rudolf le enseño a ocupar los números Arabes a
Leonardo. Cuando Rudolf miró la hora eran ya las 4:30 horas, debía
marcharse. En señal de amistad Rudolf le dio a Leonardo los rotuladores y
Leonardo le dio a Rudolf una cadena en la cual colgaba la virgen. Cuando se
iban a marchar de ahí Rudolf vio cientos de cabezas, tal vez millares, no
podía contarlas. Cuando vio la señal que indicaba la piedra se dirigió
rápidamente a ella. Sobre la piedra había un niño y cuando ya eran pasadas
las cinco el niño no estaba, había perdido su oportunidad. Había muchos
niños muertos. Leonardo le dijo que era la cruzada de los niños.

3. La tormenta

La gente de la ciudad de Espira alertada por las campanas cierra sus


puertas para no dejar entrar a la gran cantidad de niños de la cruzada. Ya
que temen que arrasen con sus pertenencias, pues estaban hambrientos.
Entonces los niños arman su campamento a orillas del río Rin. A su llegada
Rudolf y Leonardo son confundidos con los niños de la cruzada y no pueden
entrar en la ciudad de Espira. Deciden acampar junto con los niños, antes de
dormir Rudolf salva a muchos niños que se estaban bañando, de morir
ahogados. Mientras en la ciudad un sacerdote trataba de convencer a los
habitantes de Espira que los niños necesitaban su ayuda. Durante la noche
se desató una tormenta. Y un rayo cayó sobre la torre de una pequeña
iglesia, desatando un incendio en la ciudad de Espira. Durante la tormenta
Rudolf conoce a María y decide cuidarla. Al terminar la tormenta los
ciudadanos, motivados por el sacerdote decidieron ofrecer alimento a los
niños. Cuando los niños se empezaban a retirar, Rudolf y Leonardo
decidieron irse con ellos.

4. El rey de Jerusalén

Después de caminar todo el día. Rudolf hizo más amigos Frank, Peter, Hanz
y Bertho, después de comer con ellos Frank acompaño a Rudolf a hablar con
Nicolás. Al llegar a él descubrió que estaba acompañado por un grupo de
niños nobles bien vestidos y alimentados junto a una hoguera, un carromato
con toldo y una carpa. Rudolf se presento y juntos organizaron una mejor
forma de emprender el viaje con cazadores, pescadores, guardias,
exploradores, enfermeros y cocineros. Al plantear esto Rudolf fue apoyado
por Fredo y Carolus sus nuevos amigos. Rudolf se sorprendió al oír que
Carolus sería nombrado rey de Jerusalén y que Hilda seria su esposa. Esa
noche Carolus nombro a Rudolf primer escudero.

5. Refriega con un jabalí

Los niños siguieron su camino de la manera que Rudolf había propuesto.


Pasaron por la ciudad de Estrasburgo donde les dieron comida y
alojamiento, pues se hizo muy conocida la historia de Espira, luego pasaron
por la selva negra. Bertho fue atacado por un jabalí por salar a Carolus y
desde ese entonces la caza de jabalí estuvo prohibida para los niños.

6. El milagro del pan

Por fin llegaron a Rottweil, pero en la ciudad le negaron la entrada pues no


creían lo sucedido en Espira. Solo le permitieron la entrada a los enfermos
más graves. Con astucia Rudolf cambio el poco dinero holandés que tenía
por mucho dinero del siglo XIII y mando a Gardulfo el panadero a hacer 800
hogazas lo más grandes posibles. Rudolf organizo todo de tal manera que a
la mañana siguiente las hogazas estaban listas. Cuando los niños se dirigían
con los panes desde la ciudad al campamento, los habitantes de Rottweil
comentaban que un ángel les había preparado las hogazas a los niños. Esa
noche Rudolf también descubrió que había una epidemia de muerte
escarlata.

7. La muerte escarlata

Esa misma mañana fueron obligados a abandonar la comarca de Rottweil y


llegaron cerca del lago Constanza, armaron un hospital separado de los
niños sanos. Cada vez que uno moría se quemaba rápidamente todo lo que
utilizo y al cadáver también. Los niños sanos para no enfermarse debían
bañarse constantemente y tomaban agua de hiervas para fortalecerse.
Murieron muchos niños y había muchos enfermos, pero de todas maneras
debían partir al día siguiente por orden de Dom Augustus.

8. El hereje

Después que se mejoraron los niños enfermos y los frailes, el ejército de


niños comenzó a avanzar por valles entre las montañas acercándose a la
cordillera. Rudolf ordenó dedicar unos días para reunir provisiones antes de
entrar en el valle que conducía al macizo de Karwendel. Los niños
comenzaron a hacer pescado y carne ahumada y tortillas de grano. Habían
pasado algunos días y Rudolf propuso a los frailes y a Nicolás que debían
sacrificar a los dos bueyes, esto los enojo mucho y Nicolás y Dom Anselmus
después de una larga discusión con Rudolf lo acusaron de ser un hereje,
fijando para esa noche su juicio.

9. El tribunal de los niños

Cuando llegaron todos los niños y comenzó el juicio Dom Anselmus acuso a
Rudolf de diferentes cosas y los niños apoyaban a Rudolf mayormente. En
un momento en que ya nada se podía hacer por Rudolf apareció Dom
Thaddeus y lo ayudo diciendo que aquella marca que Rudolf tenia en el
brazo era una cicatriz de Dios que representaba a la santísima trinidad (la
cual era realmente una mordida de perro). Finalmente Nicolás se acerca a
Rudolf miro la cicatriz en su brazo y se arrodillo ante él. Rudolf lo levanto y
en un abrazo le dijo que de ahora en adelante serian amigos.

10. El Karwendel

El campamento se levantó temprano y cuando estaban listos para partir


Fredo con otros cientos de chicos se fueron de regreso a casa pues no
quisieron seguir con la cruzada. Una vez que ellos se fueron, la cruzada
comenzó el ascenso por la garganta del monte Karwendel. Mas de 7000
niños se pusieron en camino por el estrecho sendero. El ascenso fue muy
lento y no libre de accidentes. A pesar de que la garganta tenia 10 Km el
grupo bajo una constante lluvia demoro todo el día en subirla. Al salir de la
garganta se encontraron con un amplio valle, donde instalaron su
campamento, esa noche producto del cansancio apenas comieron y se
quedaron dormidos, sin lograr establecer un cerco de vigilancia.

11. El secuestro

Rudolf se despertó por la agitación del campamento. Habían sido atacados


por jinetes del conde de Romhild, el cual exigía 50 niños como peaje. Rudolf
se salvo gracias a la ayuda de Dom Thaddeus que lo escondió bajo su
habito. Los jinetes apresaron a mas de50 niños, los ataron y se los llevaron
al castillo. Rudolf no pudo aceptar la perdida de Frank, Peter, Bertho, Frieda,
Wilhelm, Carl y Ludwig quienes eran prácticamente la columna vertebral de
la cruzada y elaboró un plan para a ir en su rescate. Sin darle muchos
detalles encargo a Carolus que reuniera 15 niños valientes y fuertes
dispuestos a acompañarlos. Partieron 3 horas antes del anochecer y con
algunos elementos que habían recolectado. Todo ese plan fue elaborado en
el más estricto secreto.

12. El ataque de los demonios

Los niños avanzaron rápidamente y esperaron cerca del castillo. Cuando


faltaba poco para el amanecer los niños se colocaron un cuerno en la
cabeza, se vistieron con un faldón de hierva y pintaron rayas negras en sus
cuerpos, se veían espeluznantes. Rudolf preparo con carbón vegetal, heces
de ave y la cabeza de las cerillas una bomba fétida que estallo a momento
del ataque. Los pequeños demonios corrieron haciendo extraños ruidos
hacia el patio de armas. Donde exigieron la entrega de los niños sagrados.
El conde, temeroso, entrega a los 52 niños que había secuestrado, los
diablos los guiaron fuera del castillo y comenzaron su huida. Los 52
prisioneros con sus raptores se internaron rápidamente en el bosque y solo
se detuvieron a recoger las vestimentas de los diablos. Permanecieron
ocultos en el bosque hasta el anochecer. A la noche siguiente se unieron a
la cruzada, donde ya los daban por perdidos.
13. Los Alpes

El ejercito continuo su camino por las montañas de Karwendel un camino


dificultado por la constante lluvia, las fieras, los aludes, las serpientes y la
neumonía. Wilhelm perdió la vida debido al ataque de un oso. Con muchas
dificultades llegaron a la cumbre y comenzaron el descenso hasta el valle
de Inn que era ancho, bastante llano y fértil. Allí se encontraba la ciudad de
Innsbruck donde fueron recibidos hospitalariamente. Los niños por primera
vez en mucho tiempo tomaron leche y comieron verduras. Afortunadamente
el sol volvió a alumbrar, los niños secaron sus vestidos y pudieron
descansar. Vendieron sus ovejas a cambio de jamón y embutidos. Una vez
que hubieron descansado se pusieron en marcha y comenzaron a escalar
montañas escarpadas por senderos tortuosos. Tras alcanzar una altísima
cumbre descendieron a otro valle, fértil y bañado por un río espumoso que
los llevo hasta la ciudad de Bolzano. Los habitantes de Bolzano se
maravillaron al ver a los 7000 niños que habían cruzado u n infierno y ahora
cantaban felices.

14. La batalla del valle del Po

Después de descansar los niños siguieron el río Isarco que los llevo
nuevamente a las montañas que esta vez eran mas bajas y no estaban tan
próximas. Al cabo de una semana llegaron a un magnifico lago entre las
montañas, era el lago Garda. Rudolf recordaba este lugar de las vacaciones
con sus padres, se sorprendía de lo diferente que era en el siglo XX.
Siguieron caminando bajo el ardiente sol. Los sufrimientos, las dificultades
encontradas en el camino había cambiado a aquellos niños que salieron
cantando y orando desde Colonia en la cruzada, en 2 meses se habían
convertido en una banda de implacables ladrones y de seguros soldados que
nada temían. Tras caminar varios días por tierras áridas llegaron al pequeño
río Oglio donde levantaron su campamento y se refrescaron.
Repentinamente fueron atacados por granjeros lombardos. Los niños se
organizaron de tal forma y pelearon con tal fuerza, que después de la lucha
los granjeros huyeron gritando. Se desato un incendio y los chicos debieron
acampar al otro lado del río. Al otro día encontraron 26 cadáveres de
adultos y 32 de niños. Hanz había desaparecido. Cuando supusieron en
marcha constituían un tropel de casi 7000 sucios y salvajes seres humanos
en ruta hacia tierra santa.

15. La última voluntad del rey

Pasaron el río Po y llegaron a los Apeninos. Frente a esta nueva cordillera


estuvo a punto de producirse una nueva rebelión. Dom Anselmus trato de
calmar a los niños, pero no pudo lograrlo. Cuando Dom Augustus los trataba
de convencer llego Frank diciendo que Carolus estaba enfermo. Debido a
esto los niños empezaron a montar el campamento y comenzaron a
atenderlo. Rudolf se dio cuenta que tenia apendicitis y en la edad media esa
era una enfermedad mortal. Los últimos deseos de Carolus fueron que
Bertho fuera montero mayor y que Rudolf fuera el futuro rey de Jerusalén. Al
día siguiente Carolus se despidió de sus súbditos. Aquella tarde tuvo lugar
el entierro. La ceremonia fue emocionante, todos los niños hicieron una
larga fila para verlo por ultima vez. Fue un funeral digno de un rey, hubo
flores, un oficio religioso, cánticos y una enorme cruz tallada. Nuevamente
comenzaron su camino por las montañas. El camino fue tranquilo y Dom
Augustus comenzó a portarse de una forma curiosa, se negó a dormir en la
carpa y caminaba en la retaguardia de la formación.

16. ¡Por fin, el mar!

Al cabo de 5 días llegaron a Génova donde no se les permitió la entrada,


pero se les ofrecio un camino alternativo para llegar al mar. Ya en la playa
los niños se mostraron muy entusiasmados muchos ni siquiera imaginaban
la inmensidad del mar. Se levanto el campamento y Nicolás se interno en su
carpa porque debía ayunar y rezar pues al día siguiente haría el milagro.
Rudolf descubrió a Dom Augustus y a Dom Anselmus discutiendo. Dom
Anselmus mando a Rudolf a preocuparse del alimento de los niños. Rudolf
se dio cuenta que el alimento no era una preocupación pues los niños
podían valerse por sí mismos. Al rato fue a buscar a Dom Augustus para
enterarse de lo que sucedía y lo encontró rezando en un matorral cercano al
campamento. Entre llantos el fraile le contó a Rudolf la verdad de aquella
cruzada. Él y Anselmus no eran realmente frailes, sino un par de villanos que
habían engañado a Nicolás haciéndole creer que era un elegido de dios para
realizar esta cruzada y en realidad Augustus y Anselmus lo único que quería
era vender a los niños como esclavos para hacerse ricos. Rudolf le comenta
esto a Leonardo el cual parte con Hilda a la ciudad de Génova.

17. Consejo en la playa

Rudolf le pide a Frank a Peter que convoquen a los jefes de las diversas
secciones de vigilantes. Al instante se reunieron alrededor de unos 100
niños. Rudolf los lleva a la playa y les cuenta todo lo sucedido, a los niños
se les hace difícil creer en lo que les estaban contando. Para corroborar su
historia Rudolf mando a buscar a Augustus. Cuando lo encontraron lo
llevaron al consejo, él estaba muy asustado, pero Rudolf lo conforto
diciéndole que los niños respetan a un pecador arrepentido. Al escuchar el
relato de la voz de Augustus comprendieron que aquella historia era cierta.
Esa noche Rudolf durmió muy inquieto.

18. El ajuste de cuentas


Esa mañana el sol alumbró temprano a los niños que aun dormían. Los niños
esperaban ansiosos el medio día. Al sonar las campanas de Génova todos
estaban reunidos junto al mar. Cuando Nicolás salió de su tienda con sus
blancas vestiduras y su cabello rubio parecía el ángel Gabriel, avanzo por un
corredor humano que se cerraba tras el y sus guardias. Al llegar al mar
ordeno que se abrieran las aguas 3 veces sin respuesta. Los niños
decepcionados intentaron agredirlo, pero los vigilantes que ya sabían todo
lograron protegerlo. Anselmus que había llegado con 3 piratas fue
desenmascarado por Rudolf delante de todos los niños. Estos se
abalanzaron sobre Anselmus y lo hicieron pedazos.2 piratas lograron
escapar, pero el tercero no corrió la misma suerte.

19. ¿Pervive el sueño?

Al día siguiente llegaron Leonardo y don Thaddeus acompañados de


soldados y un grupo de distinguidos señores de la ciudad de Génova. Les
comunicaron que el consejo de la ciudad había determinado que los niños
volvieran a sus lugares de origen y que los párrocos recolectaran alimento y
vestimenta para los niños. Hilda fue invitada por el duque de Génova a
permanecer bajo su protección en su mansión. Augustus no fue apresado,
pero fue amenazado de muerte si volvía a la región. el ejercito de niños
comenzó a separarse. Algunos al mando de Augustus volvieron a sus
hogares, otros optaron por quedarse en Génova y la mayoría al mando de
Nicolás siguieron con la cruzada. Recorrieron hermosos parajes cantando,
cazando, pescando, sin prisa y disfrutando de su libertad. Algunos se
quedaban allí para formar comunidades de 100 o 200 niños. Cuando
recorrían regiones escasamente pobladas robaban animales, recogían el
grano de los campos y robaban fruta. Pero cuando se acercaban a una
ciudad cambiaban su actitud a la de unos niños piadosos. Al llegar a Pisa
Leonardo abandono la cruzada para quedarse con su familia. La cruzada
siguió su camino formada por unos 1500 niños que alcanzaron la provincia
de Umbría a fines de septiembre.

20. En una trampa

Al llegar al lago Trasimeno el conde Ludovico se hallaba en guerra contra la


ciudad de Perusa y estaba amenazado por la revelion de sus campesinos.
Ludovico vio en estos 1500 niños, un ejercito que podía protegerlo y
mediante engaños apreso a Nicolás, Rufus y Mathilda. Al comienzo de la
mañana se vieron rodeados por campesinos armados y por un ejercito de
caballeros, en ese instante fueron notificados que debían pelear por
Ludovico para salvar a sus amigos que estaban aprisionados en el castillo.
Rudolf con su habitual inteligencia logro parlamentar con un oficial de
Perusa que dejo pasar a los niños que según Rudolf estaban muy
indefensos. Cuando estaban a mitad de la retirada Ludovico se dio cuenta y
mando a su ejercito al ataque quedando atrapados algunos niños en medio
del combate. Rudolf quedo herido así como mucho otros niños. Después de
una encarnizada lucha Ludovico fue vencido. En las mazmorras del castillo
encontraron a todos los rehenes asesinados. Con desesperación Rudolf
busco a María y Peter que finalmente encontró junto a una hoguera.

21. La tumba de San Nicolás

Reanudaron su camino, volver era tan absurdo como seguir adelante, tras
muchas semanas de viaje los chicos alcanzaron la costa del mar Adriático
donde los atacó otro plaga, la malaria. Una noche vieron llegar a un jinete
corriendo, era Leonardo que volvía. Cuando él estaba en Pisa un mercader
les contó a sus padres que había sido asesinado el jefe de la cruzada en la
batalla de Trasimeno, lo que lo motivó a volver. Caminaban a través de la
Umbría hasta llegar al reino de Sicilia y de allí se sentaron en la antigua
ciudad de Bari, ciudad que impresionó mucho a Rudolf por lo cosmopolita de
sus habitantes. Allí visitaron la tumba de San Nicolás, quien fue obispo y
cuido a los niños pobres y desamparados, de los marineros y los viajeros en
apuros. Llevó felicidad y alegría a la vida de muchos y extendió su mano
protectora sobre niños de todas clases. A este Santo hoy lo conocemos
como Santa Claus.

22. Mensaje del futuro

Después se dirigieron a Brindisi. El obispo al ver que de treinta mil niños


pasaron a ser solo mil impulsó al pueblo a que se mostrara misericordioso
con los niños. Aunque no los aceptaron eso no les importo, pero lo que si les
preocupaba era tener algo para comer, además el otoño ya se acercaba.
Fueron alojados en las ruinas de una antigua abadía que les protegió
mientras caían intensas lluvias. Un día de sol mientras Rudolf y Leonardo
conversaban, Leonardo le mostró a Rudolf una extraña caja de aluminio.
Rudolf, sorprendido porque ese era un material de la época, abrió la caja
rápidamente y encontró dentro un mensaje del doctor Simiak en el que le
decían que lo estaban tratando de regresar al siglo XX. Al percatarse que lo
estaban buscando Rudolf encargó a los niños que si alguno de ellos
encontraba una cajita como esa se la trajeran inmediatamente, sin olvidar
el lugar exacto donde lo habían encontrado. A la mañana siguiente fueron
recibidos por el obispo Adriano, Leonardo, Rudolf y Dom. Thaddeus. El
obispo les comentó que había mercaderes y capitanes dispuestos a
trasladarlos a la república de Venecia para que allí pudieran quedarse o
seguir el viaje hacia sus hogares. A los jefes de la cruzada les encanto la
noticia. Comenzaron a hacer planes. Pensando en que Rudolf volvería con
sus padres Leonardo planteó su interés por María, estaba en eso cuando
Frank apareció con otra cajita, se la entregó a Rudolf y le mostró el lugar
exacto donde la había encontrado. Rudolf contesto el mensaje, puso la
cajita en el lugar exacto y espero a que se tele transportara. Sabiendo lo
que venía Rudolf se despidió de sus amigos.

23. ¿Funcionara?

Rudolf muy temprano llego al lugar indicado y espero impacientemente que


sucediera su tele transportación. Comenzó una procesión que venia hacia
él, de entre la multitud sentía las voces de sus amigos que lo llamaban, pero
el no quería escucharlos. Cuando la procesión estaba a punto de arrollarlo
se ennegreció todo a su alrededor y sin darse cuenta fue tele transportado.
En el laboratorio lo esperaban junto a los científicos su padre y su madre.
Finalmente Rudolf estaba en casa.

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