Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Con las monarquías absolutas del siglo XVI se inició un proceso de centralización y afirmación del poder real por encima
de otros estamentos e instituciones. No obstante, la monarquía tuvo que aceptar las normas e instituciones tradicionales, debido
a que las resistencias a la centralización todavía eran importantes.
Los monarcas tuvieron que reconocer gran parte de los privilegios de los diferentes estamentos, en especial de la nobleza, y tampoco
pudieron ignorar a las cortes, los parlamentos o los estados generales, instituciones que eran necesarias para aprobar determinadas
leyes y proposiciones, por lo que los reyes debían aceptar sus prerrogativas y derechos, sobre todo cuando pretendían recabar más impuestos
o préstamos para sufragar los cuantiosos gastos del estado. Por tanto, las monarquías absolutas del siglo XVI y principios del XVII no
pudieron superar los límites ni romper los pactos que imponía la tradición o la realidad de sus territorios, pero iniciaron un proceso decisivo
hacia la centralización del poder.” Extraído de Autores Varios “Historia 2º año CBU” Ed. Monteverde.
“Vender mucho y comprar poco” fue la solución encontrada por Colbert, Ministro de Hacienda de Luis XIV, para evitar la
salida de oro y plata de Francia. Con ese objeto, se protegió los stocks de metales preciosos, y se concedió privilegios a la
producción nacional, para evitar la competencia extranjera, a través de gravámenes o prohibiciones para las exportaciones de
materias primas y las importaciones de productos manufacturados. Con el fin de aumentar el comercio interior, se redujo los
peajes y se mejoró las comunicaciones. Para competir favorablemente en el exterior, se desarrolló la marina mercante y las
compañías de comercio. Colbert afirmaba que: “las compañías de comercio son los ejércitos del rey; las manufacturas, sus
reservas, y el comercio, una guerra de dinero”.
El mercantilismo solo pudo tener resultados positivos en aquellos Estados fuertemente centralizados, capaces de eliminar los
particularismos y llevar adelante una política económica coherente y con una voluntad de unificación nacional. También fueron
decisivos la existencia de un amplio sector de producción y el apoyo de los grupos empresariales a la política dirigista.
Adaptado de Autores Varios “Historia II” Ed. Santillana.