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Trabajo de escritura

Lourdes Bischof

Con la fuerza de mil watts, tus rayos acariciaban mi esponjosidad.

Siempre te mire con asombro, con admiración. Y es que siempre todos te quisieron más a
vos que a mí. ¿Cómo podrían ellos preferir a una triste nube gris antes que a la brillante
estrella gaseosa?

Tu salida cada mañana iluminaba el trayecto de los niños para ir a su colegio, mimaba a las
plantas quienes dichosas producían su propio alimento.

Yo solo era una inspiración para los más tristes y solitarios, para los escritores frustrados
que no se cansaban de escribir relatos de desamor.

Mi amor por vos lo oculte en lo alto del armario. Jure nunca decirlo, intente ignorar su
existencia por completo. Tanta frustración acumulaba mi materia y me descargaba pintando
con agua toda la ciudad.

La gente salía rápidamente a guardar la ropa que había colgado, los jóvenes se ponían sus
auriculares y disfrutaban del espectáculo, mientras que los más elegantes y amargados se
quejaban de la humedad y de que el agua estaba arruinando sus finos trajes. Y mientras
tanto, yo lloraba.

Crecida a pasos inexplicables, no puedo encontrar palabras para describir de manera


delicada el amor que sentía por esa hermosa estrella, solo soy una nube no correspondida.
No todos los que sufrimos por desamor somos poetas, no esperen un relato estremecedor.

Nunca conocí a alguien como vos, Solis. Verte disparando a través del cielo era mi
actividad favorita. Tal vez ser una simple nube era una bendición disfrazada. Podia ver mi
reflejo en tus ojos.

Espero algún dia poder contemplar de cerca tus hermosas manchas y destellos solares,
cuando la distancia emocional entre vos y yo no sea tan grande y la guerra se lleve su parte.

Puedo saborearlo, mi corazón se está rompiendo. Supongo que va a ser otra mañana
lluviosa para la ciudad.

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