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Nuevos Procesos de Metropolización Del Territorio - Montejano Escamilla, Jorge Alberto
Nuevos Procesos de Metropolización Del Territorio - Montejano Escamilla, Jorge Alberto
Revista de temas
contemporáneos sobre lugares, política y
cultura
E-ISSN: 2007-560X
espacialidadesrevista@gmail.com
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Cuajimalpa
México
Montejano Escamilla, Jorge Alberto
Nuevos procesos de metropolización del territorio
Espacialidades. Revista de temas contemporáneos sobre lugares, política y cultura, vol.
3, núm. 2, julio-diciembre, 2013, pp. 36-66
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa
Distrito Federal, México
*
JORGE ALBERTO MONTEJANO ESCAMILLA
Resumen
Abstract
*
Doctor en Urbanismo por la Universitat Politécnica de Catalunya. Profesor-investigador en el Centro de Inves-
tigacin en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. (CentroGeo), Contoy 137, esq. Chemax, col.
Lomas de Padierna, Delegación Tlalpan, C.P. 14240, México, D.F. <www.centrogeo.org.mx>. Tel. (52) 55 2615-
2508. C.e.: <jmontejano@centrogeo.org.mx>.
El presente trabajo es parte de la investigacin doctoral “Metropolizacin del territorio y regiones urba-
nas intermedias: el caso del ámbito central del Camp de Tarragona 1977-2008”.
cotidiana, la cultura, etc.”. Es decir, un pro- lazos que mantenían unidos a los distintos
ceso por el cual se preservan determina- grupos urbanos, pasando de un sistema
das situaciones de intercambios (no sólo vertical a uno con mayor tendencia hori-
económicos) bajo estructuras y escalas zontal (figura 1).3 Indovina destaca como
completamente distintas y en contextos características de estos territorios metropo-
completamente nuevos. lizados— una nueva tendencia a la distri-
La metropolización no se relaciona bución del potencial productivo en espa-
solamente con una dimensión urbana, sino cios exurbanos (donde las ciudades
que se presenta como un proceso que pierden ciertas actividades); una distribu-
permea distintos espectros de la vida, co- ción en el territorio de numerosos polos
mo los ámbitos social, económico, ecológi- especializados; la emergencia de flujos
co, político y administrativo. Indovina ar- pluridireccionales de pendulismo obligado
gumenta que si por área metropolitana se (residencia-trabajo y residencia-estudios);
entiende a un territorio conformado por la aparición de una movilidad no laboral
partes integradas entre sí funcionalmente, multidireccional (compras en los centros
la metropolización del territorio emerge comerciales periféricos) y una tendencia a
como el proceso observado a partir de esa la redensificación de las zonas ya urbani-
integración. Sin embargo, añade, el con- zadas. Apunta que “el nuevo mosaico de la
cepto de metropolización adquiere una metropolización se caracteriza por la inte-
connotación distinta debido a que, a pesar gracin en un contexto de dispersin” (In-
de la preexistencia de áreas y regiones dovina, 2007: 22).
metropolitanas, existe una tendencia actual
a que el conjunto del territorio se organice
mediante dichas áreas o regiones metropo-
litanas, situación que no ocurría en el pa-
sado. Probablemente el elemento más sig-
nificativo de la exposición de Indovina para
describir los efectos de la metropolización
sea el conjunto de transformaciones en las
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jerarquías territoriales, pasando de unas Como sistema jerárquico vertical se entiende al
esquema arbóreo. Como sistema jerárquico hori-
hard a unas soft (Indovina, 2007: 24), es zontal se entiende al esquema de celosía o lattice,
cuya representación de jerarquías ordenadas sería
decir, transformándose gradualmente los una red, y una de la disolución de jerarquías, el
rizoma.
Este esquema que explica distintas relaciones jerárquicas entre distintas regiones metropolitanas o entre una misma a lo
largo del tiempo. Las jerarquías se transforman debido a los nuevos procesos de metropolización.
Las transformaciones que se aprecian en esta imagen reflejan varios de los procesos que los agentes metropolizantes tie-
nen sobre el territorio, como la expulsión de industria banal a espacios exurbanos, la insularización de espacios naturales,
etc.
Esta imagen muestra las nuevas piezas con algún componente tecnológico asentadas sobre la autopista B-30. Además de
reflejar la idea de una localización dispersa en el conjunto del territorio, estas piezas (junto con nuevos servicios al consumo)
conforman nuevas centralidades al concentrarse territorialmente, provocando mayor movilidad en todo el conjunto del territo-
rio.
1975: 66). Ello da la pauta para señalar las propias tecnologías de la información y
que estos procesos ocurren con mucho la comunicación.6.
mayor intensidad en nodos más potentes Creo que en un nivel local, la metro-
que en ciudades intermedias (no signifi- polización del territorio refleja principalmen-
cando que ello no ocurra), precisamente te un fenómeno universal caracterizado por
por albergar una gran fuerza centrífuga la dispersión de concentraciones de un
inicial, dada por sus infraestructuras y, en creciente número de habitantes y activida-
una posterior etapa, una mayor fuerza des en torno a un área urbana en constan-
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centrípeta selectiva. te expansión, posibilitada por una red ma-
En un nivel mundial, regional y nacio- terial e inmaterial de flujos de bienes e
nal, la metropolización del territorio refleja información en la que las propias aglome-
un fenómeno universal caracterizado por la raciones se convierten en nodos de esta
concentración de un creciente número de red y donde existe una tendencia también
habitantes en áreas urbanas vastas y creciente a orientar la producción en servi-
abiertas, interconectadas entre sí a través cios avanzados y a una mayor movilidad
de una red material e inmaterial de flujos mediante la utilización de las propias tec-
de bienes e información en la que las pro- nologías de la información y la comunica-
pias aglomeraciones se convierten en no- ción.
dos de esta red y donde existe una ten- Pareciera que ambas definiciones
dencia también creciente a orientar la son idénticas; aunque en realidad no lo
producción en servicios avanzados y a una son, en el sentido en que al fenómeno de
mayor movilidad mediante la utilización de la dispersión a una escala mundial, regio-
nal y nacional no se le puede juzgar en
términos de transformaciones físicas, sino
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meramente en términos estructurales y
Pensemos que las ciudades crecen en tamaño,
población, industria y servicios hasta convertirse en sistémicos. A la escala mayor le corres-
entes atractivos. Al rebasar determinado umbral
(masa crítica), se entremezclan dos tipos de fuer- pondería un tratamiento más cercano a la
zas: la primera, que hacía atractiva la ciudad y, una
segunda, de repulsión por disfunciones endógenas
definición de la mundialización o la regio-
(congestión, elevación de la renta, etc.). La tenden- nalización, precisamente porque la carac-
cia a la expulsión se dará de manera selectiva. Se
quedarán en la ciudad los de mayor nivel de renta, terística que más impacta es la concentra-
las actividades más redituables y las indispensa-
bles. La fuerza centrípeta que provoca la “devolu- ción del poder y los nodos que se generan
cin al campo” de personas y bienes es directa-
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mente proporcional al poder y tamaño que ejerza la Definición propia basada en cita de Di Mèo (2008:
ciudad en cuestión. 1).
en la red. A la escala menor, la de una re- las relaciones jerárquicas se han transfor-
gión metropolitana, las características que mado y donde existe un doble proceso de
más impactan son la dispersión física so- la concentración-dispersión (Ascher, 1995;
bre el territorio, la fragmentación y un rápi- Castells, 1997; Corboz, 2001; Gandelso-
do consumo del suelo, en tanto que el po- nas, 2007; Indovina, 1990; Sassen, 1998,
der de concentración se mantiene 1999; Secchi, 2005; Veltz, 1997). Es el re-
mediante la formación de clusters y me- trato de la no ciudad, o la anticiudad, ca-
diante su función como nodo a nivel mayor. racterizada por el desmoronamiento o la
disolución de lo urbano en favor de la ciu-
Imagen colectiva del territorio metropoliza- dad dispersa, en un universo de casas uni-
do o la “ciudad genérica”
familiares aisladas o adosadas, donde se
desprecia a la calle como lugar de encuen-
Ya Ascher (1995) advertía que los
tro y donde se abusa del automóvil (Web-
procesos de metropolización son diferentes
ber, 1968; Choay, 1994; Delgado, 2004;
en cada sitio. En el sudeste asiático sigue
Koolhaas, 1994; Mitchell, 2001; Panerai,
una urbanización clásica alimentada por la
1986). Es una ciudad multiplicada donde
emigración campo-ciudad; en Gran Breta-
confluyen formas urbanas híbridas y donde
ña y Alemania se da por una anexión de
se suceden multiplicidades de flujos, nue-
ciudades periféricas; en Estados Unidos se
vas maneras de habitar y nuevas centrali-
da un “alargamiento” de las distancias re-
dades (Muñoz, 2008); una ciudad sin cen-
corridas: los trabajadores de las metrópolis
tro ni límites definidos (Dematteis, 1998;
colonizan nuevas zonas rurales y peque-
Fishman, 1987; Ingersoll, 2006; Soja,
ñas ciudades periféricas; en Francia, a di-
1992, 1995, 2000; Portas, 2009)7 tendiente
ferencia de Estados Unidos, los suburbios
a formar una estructura reticular donde los
son valorizados, sin embargo, algunas ciu-
nodos se convierten en puntos de atrac-
dades ya conocen el proceso de gentrifica-
ción de actividades (Dematteis, 1994; Cas-
ción de algunos barrios centrales; etcétera.
tells, 1997; Veltz, 1997; Webber, 1968) de-
Sin embargo, existe una visión com-
viniendo en una estructura policéntrica
partida sobre los efectos recientes de la
metropolización. La imagen colectiva de la
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Nuno Portas (2009) hace una aportación muy inte-
mayoría de los territorios metropolizados resante sobre esta visión de la ciudad dispersa en
el sentido del límite, al señalar que mientras la ciu-
es la de un espacio fragmentado y polari- dad tradicional acepta o rechaza las tramas urba-
zado, especializado y discontinuo, donde nas, la ciudad dispersa no tiene esa posibilidad de
elección.
(Gottmann, 1964; Boeri et al., 1993; Hall, que se desarrolla en un ciberespacio (Mit-
1997). chell, 2001; Echeverría, 1995; 1999) y una
Es un nuevo territorio donde prima lo ciudad de infraestructuras (Infrastructural
individual sobre lo colectivo; la reconstruc- City) que permite la enorme movilidad ex-
ción sobre la construcción; la antiforma so- urbana y la aparición de una ciudad de la
bre la forma; el vacío sobre el lleno; lo simulación (Sim City) formada caótica-
posmoderno sobre lo moderno (Harvey, mente a lo largo de la carretera y cuya
1990), donde se verifica la compresión del esencia es la de grandes espacios y pro-
espacio mediante un aumento en las velo- gramas complejos (productivos y comercia-
cidades y un decremento en las distancias, les), dispuestos de determinada manera
a la vez que acontece un alargamiento de para darse a notar con antelación, debido
los desplazamientos urbanos cotidianos al aumento de las velocidades represen-
(Ascher, 1995; Echeverría, 1995; 1999; tada magistralmente por el strip o cinta de
Sassen, 1999; Secchi, 2005; Veltz, 1997), Las Vegas (Venturi, 1978).
posibilitado por una ciudad de bits (Bit City)
Fig. 4. Vista aérea del proyecto de Mckeown, en el suburbio llamado San Francisco Heights, San Francisco, California.
Fig. 5. Área residencial en, irónicamente, “Centreville”, Virginia. Forma suburbana y exurbana relacionada con el concepto
de “Sprawl” y que se caracteriza por su baja densidad y abuso de la accesibilidad automotriz.
Es un fenómeno muy complejo de explicar, banos son percibidos con mucha dificultad
difícilmente reconocible en pocas palabras (Ascher, 2004, Lefébvre, 1971, Secchi,
y conceptos, debido a que rebasa (¿reba- 2005). Es un fenmeno en el que “se pue-
saba?) los medios tradicionales de análisis de comprobar un abuso de términos como
y los instrumentos tradicionales de la pla- ‘complejidad’ y ‘fragmento’, passepartout
neación, ejemplificado por un estado de buenos para explicarlo todo, o mejor
agnosis en la que la incertidumbre sobre ‘biombos’ para no explicar nada” (Indovina
cómo abordar el tema de la dispersión se 2007, 20).
convierte en el leitmotiv y los cambios ur-
existe bajo una estética carente de estilo… Strip en Las Vegas, no a una cinta urbana
el estilo de la ciudad genérica. Es evidente de cualquier otra latitud.11 Entonces, nos
que todos los casos exurbanos comparten encontramos de nuevo frente a lo que Guy
una situación común: las infraestructuras Di Méo (2008) considera una tensión entre
ya no responden más a una necesidad es- procesos específicos o genéricos, previa-
pecífica, sino que emergen como estrate- mente identificados por Jordi Borja y Ma-
gias de competitividad interregional (Kool- nuel Castells (1997) en su discusión sobre
haas, 1994). Lo que comparten en común lo local y lo global y, anteriormente, por
la mayoría de los territorios metropolizados Manuel de Solà-Morales (1997) en su Con-
europeos o estadounidense es “la relacin tra el modelo de metrópolis universal:
que existe entre el rápido desarrollo exur- “Rem Koolhaas no se pregunta si la ciudad
bano, la decadencia de las ciudades ¿no elimina, hoy día, el concepto de identi-
céntricas y la obsolescencia del entorno dad?”. En efecto, si la identidad de la ciu-
suburbano construido” (Castells, 1997). Sin dad deriva del aspecto material de su his-
embargo, todas estas características que toria, del contexto patrimonial específico
representan genéricamente la nueva reali- que proporciona, se puede pensar, con
dad territorial lo describen todo a la vez, Koolhaas, que “esta memoria identitaria ya
pero, al mismo tiempo, no describen nada no tendrá vigencia” (Di Méo, 2008: 4).
en particular. Si el análisis es producto de
un reduccionismo de las dinámicas que no
suceden en la ciudad tradicional (baja den-
sidad, baja movilidad, etc.), entonces el
análisis es válido como diferenciador entre
el nuevo tejido exurbano y el tejido urbano
tradicional, pero no lo será si es que se
pretenden encontrar diferencias entre dis-
tintos casos exurbanos.
Por ejemplo, el fenómeno del Strip de
Las Vegas es un fenómeno posmoderno y
paradigma de la universalidad de los cam-
bios físicos; pero, al mismo tiempo, sola-
11
Lo mismo sucedería con los parques temáticos
mente es citado para describir al propio de Walt Disney o la aparición de la vivienda disper-
sa en Los Ángeles.
Fig. 8. Sección oeste de Las Vegas, Nevada. La aplica- Fig. 9. Fortuna Foothills, Arizona. No importa el locus; la
ción de las mismas recetas urbanísticas para territorios malla especulativa (gridron) puede ser aplicada en cual-
tan distintos (un bosque, un desierto) producen la sensa- quier situación.
ción de una homogenización del territorio, sólo distingui-
bles entre sí por su medio natural (entorno).
A pesar de esto, es verdad que co-
Creo que un elemento que invaria- mienzan a aparecer más similitudes de te-
blemente contaría a favor de las descrip- rritorios metropolizados entre regiones que
ciones genéricas de Koolhaas de la ciudad han compartido lazos históricos, de inter-
contemporánea es que un urbanista o cambio de bienes e ideas, una topografía
geógrafo entrenado en la detección de similar o una región en común. Creo que
formas urbanas seguramente identificaría ello supondría, si no la desaparición del
con facilidad y rapidez fotografías satelita- concepto de locus, sí una ampliación ge-
les de metrópolis conocidas (por ejemplo, ográfica de su definición (las zonas margi-
Berlín y el río Spree; Londres y el Támesis; nales en México comparten, como mínimo,
Barcelona con la traza de Cerdá, Manhat- materiales edilicios, formas y procesos de
tan y su retícula, etc.); sin embargo, tendrá ocupación ilegal del territorio). Así, deter-
problemas al distinguir entre las zonas ex- minados asentamientos pueden ser com-
urbanas de Kansas City y el condado de parados entre Norteamérica e Inglaterra,
Orange en Los Ángeles, o entre Savigny- entre Francia y España, o entre España y
sur-Ore (Île de France) y algunas zonas Portugal (por ejemplo, la ciudad mediterrá-
residenciales de Fráncfort. nea).
En algunos casos, se encontrarán pa- recer para dar paso a autopistas y nudos
trones comunes en el proceso de metropo- viarios, donde se localizarán empresas
lización como el caso de los litorales del manufactureras de productos de consumo
sur de Europa (procesos de litoralización); mundial, o la sustitución del denso tejido
en otros se encontrarán patrones comunes histórico en favor de rascacielos en ciuda-
en cuanto a densidad y formas de organi- des asiáticas).
zación territorial. Si observamos con aten- Esta estandarización no sólo es im-
ción, la tesis de Koolhaas sobre la homo- puesta, sino autoimpuesta, con miras a
genización del paisaje es perfectamente reproducir los modelos económicos mun-
válida si pensamos que ha existido una diales. Sin embargo, la “diferencia” empie-
estandarización en los procesos producti- za a emerger de entre lo “genérico” y co-
vos y en los hábitos de consumo a nivel mienza a percibirse mucho más fácilmente
mundial, produciendo asentamientos muy gracias a las nuevas tecnologías de telede-
similares mutuamente, los cuales atienden tección y fotografía satelital. Ahora más
a una demanda muy parecida entre sí, que nunca, es posible estudiar y comenzar
desplazando en muchas ocasiones los a clasificar los distintos tipos de territorios
modos de producción artesanal que con- exurbanos que, aún compartiendo vínculos
vertían los paisajes en elementos exclusi- globales intangibles (a nivel económico,
vos de la cultura local (por ejemplo, los político y social) se presentan en cada sitio
arrozales en Vietnam o la producción de como una variante local.
tapetes en India, que comienzan a desapa-
Taxonomía de las formas del crecimien- En este mismo sentido, Muñoz agrega que:
to metropolitano12
Las tipologías estructurales del cre- ámbito catalán, ha sido legada a una si-
cimiento urbano sirvieron para entender, guiente generación, en la que diversos au-
simplificadamente, los procesos de expan- tores, entre ellos el grupo de investigación
sión de la ciudad moderna, la cual crecía de la Escuela Técnica Superior de Arqui-
por lógicas de proximidad y contigüidad, tectura del Vallés (Barcelona), dirigido por
mediante extensiones que en su momento Antonio Font, ha desarrollado una profusa
se denominaron “paquetes”. A pesar del investigación en la materia y de las cuales
esfuerzo realizado, actualmente se han emanan nuevas modalidades que permiten
sucedido dinámicas de crecimiento en terri- explicar algunas de las situaciones que
torios mucho más extensos, a mayor velo- reiteradamente acontecen en el conjunto
cidad y con resultados formales que reba- de territorios exurbanos.
san las tipologías estructurales propuestas. Este grupo propone un neologismo
Muchas de las tipologías estructura- denominado “territorios morfolgicos”, que
les del crecimiento que sirvieron para des- se utiliza en lugar de “tejidos urbanos”, en
cribir el ámbito urbano se repiten en un un afán por distinguirlo de un concepto uti-
ámbito exurbano. Basta mirar los ensan- lizado tradicionalmente para vincularlo a
ches en las ciudades intermedias, los polí- los elementos que constituyen a la ciudad
gonos en núcleos del interior o la emer- compacta o tradicional, ya que los segun-
gencia de paquetes o pedazos de ciudad- dos se suceden en un ámbito de una ma-
jardín que, en su conjunto, forman parte de yor escala, heterogeneidad y discontinui-
un territorio metropolizado. Pero a esta es- dad espacial, además de albergar
cala mayor, de fragmentos edificados “materiales morfolgicos” que integran al-
donde tanto el ritmo como las pautas edili- gunas de las formas de crecimiento tradi-
cias y la relación parcela-tipología ya no cionales con otras formas innovadoras
pueden analizarse bajo ninguna lógica de (Font, 2004, 336).
contigüidad, se volvió necesaria una Se hace hincapié en que las modali-
nueva categoría de tipologías estructurales dades representativas de estos territorios
que explicaran las múltiples formas que morfológicos no son procesos de creci-
configuran la exurbe. miento (dispersión, difusión, polarización,
La “estafeta” del estudio de las tipo- etc.), sino la materialización física derivada
logías del crecimiento urbano (ahora exur- de los procesos y que estos territorios mor-
bano o de una urbanidad extendida) en el fológicos básicamente están constituidos
Territorios morfológicos
Los territorios morfológicos propues-
tos por Antonio Font y representativos de
una nueva realidad territorial en Europa
meridional han sido identificados bajo las
siguientes características:
Agregación. Denominación dada al
territorio morfológico representativo de la
ciudad compacta tradicional, pero desarro-
llado bajo lógicas posindustriales de desa-
rrollo, donde tanto la mezcla de usos del
suelo como las densidades y escala de
proyecto difieren substancialmente de los
ensanches tradicionales. Fig. 16. Nuevos asentamientos: Universidad Nova de
Lisboa, Facultade de Ciências e Tecnología, Almada,
Lisboa
Fig. 20. Ocupaciones puntuales, Sir de Reus, España. Fig. 21. Polarizaciones lineales, Toulouse, Francia.
gesta de forma diferente y arroja territorios de clasificar estas nuevas formas de ocu-
metropolizados diferenciados, se ha en- pación territorial. El empeño de un grupo
listado una serie de agentes metropolizan- de investigadores de la forma urbana en
tes mundiales como motores de estas tras- Cataluña en clasificar y explicar la nueva
formaciones territoriales, que hacen de forma y procesos edilicios, debe de servir-
este proceso de crecimiento un proceso nos como base para el desarrollo de ulte-
diferenciado y estrechamente ligado a la riores estudios de la forma urbana locales,
dispersión actual de las actividades en el atendiendo a formas particulares de ocu-
territorio. Se han puesto de relieve las se- pación del suelo que nos permitan enten-
mejanzas en un plano general, enfatizado derlos y tomar ventaja de ellos.
diferencias locales y señalado la necesidad
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