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GLORIA Y MAGESTAD.
OBSERVACIONES
DE
D I R I G I D A S AL S A C E R D O T E C X I S T ~ F I L O .
SE DEDICAN
AL MESIAS JESUCRISTO,
HIJO DE DIOS, HlJO DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA, HlJO DE DAVID,
E N T R E S TOMOS.
TOMO 1.
LONDRES :
LO PUBLICA R. ACKERMANN, STRAND,
Y E N S V ESTABLECIMIENTO E N MEQICO:
ABIMIIMO
1826.
LONDRES :
:SO POR CARLOS WOOD.
)pin%Coiirt, Fleet Street.
Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testirqonio
de Dios.
(S. JUAN, ep. r. v, 9).
ESTA EDICION.
TOMO 1.
PARTE 1.
P W =
Dictamen qse pura la impresion de esta obra, di6 el M. R. P.
h.Pablo de la Concepcion ...............:. ........................ xvif
Analisis de esta Obra .................................................. xxvii
Dedicatoria RI Mesias .................................................x-
Prólogo en que se reprueba por el autor el escrito que corria
con el título de Compendio .......................................xxxvii
Se responde al primer reparo que se presenta contra la obra gor
razon de su novedad ...................................... .
. ...... xxxix
Se eoplica la diversidad que hay de cveencias, y se man9esta no
re* esta obra opuesta 6 la creencia 6 f e de la Iglesia ............ xliii
Pirrafo Página
1. Sobre In letra de la santa Esm'tura .............................. 1
2. Admiralle armonia de toda la santa Escritura en el asunto
de esta Obru ......................................................
2
X IN DICE RAZONADO.
Plrrnio PBgíur
5. Examen y confrontacion de los intkzpretes con la misma le-
tra de la Escritura .....................
.........................
3
6. El resultado de este examen es conocer, que no hay peligro
alguno en entender 6 la letra lo que leemos en la Escri-
tura, sin que nos espante el argumento de atribuir 6 Dios
en este caso manos, pies, y otros miembros .............
4
7. El peligro donde verdaderamente debe temerse y encontrarse
es en los intérpretes, cuando estos se aparten del sentido
propio y obvio que presenta la letra aegun todo 8u contesto 5
10. Se demuestra, que jamus se ha &@nado error 6 herejía al-
guna de esta literal inteligencia ..............................
7
12. E l sentido literal es la arma mas poderosa que ha usado y
debe usar la Iglesia y santos doctores conira loa h e r e
......................................... . . . .
todos 8
21. Odgenes para desgracia suya no sigui6 el sentido propio y
literal segun su contesto ;sino el grosero y gramatical,
en que no habld el Espfrihc Santo .............................
16
22. Se esplica la eapresion de S. Pablo que dice : que la letra
mata, y el espíritu viviñca ..................................
16
28. Dase rason, por quk muchas cosns segun este eentido literal
... . .. .. ... . .... ...
gu&n sin poder entenderse. .. .. . .. . ... . ... 19
31. De la autoridad estrínseca sobre la letra de k eagroda E8m'-
tura, y cual deba ser el funágmento de esta autoridad 22...
34. Sobre la autoridad de loa santos padres, y á qué limitaciones
deba sugetqrse en algunos casos ......... .....................
24
39. Doctrina del Sr. Bowet sobre este asusto ........................
26
41. Sistema sobre la segunda venida del Señor ......................
28
47. Medio de ercaminar la rectitud de estos sistemas .... ..........
.. 31
53. Comienza el autor 6 proponer su sistema ........................
36
56. Se allanan algclnaa d;&ultadea, que desde luego se presentan
contra su sistema. ..... . ......................................
. .:. 37
59. Disertacion sobre los Milenarios, sus diversas doctriwe y
..........:. ... .... ................. ....... . ...... ... . .
clases . . . , , 39
64. E l punto de los Mlenarios, aunque ha sido tocado por mu-
chos, ninguno ha tratado de él plenamente y 6 fo ndo... 41
67. En ningunü de 108 cuatro concilios m a n o s se halla d e 3 6
cion ulguna de la Iglesia contra los Milenarios ............
43
70. Tampoco en el florentino, Lnteranente /Y, y T'dcntino.. 46 ..
INDICY RAZONADO. Xi
I'irrdo PBgtoa
71. Sin fundamento se o6jetnn loe pdabraa que el concilio Cons-
tantinopolitanoañadio al símbolo Niceno ................... 46
74. La falta de kc distinnnnon
debida en km diueraaa c h e u y doc-
trinaa de Milenarioa, es el origen de mirarse reprobada
la doctrina de tantos uantoa doctores Milenarios... ......... 49
78. IrR primera clase que merece conocerse y reprobarae eu la
de los Milmrioa herejes ....................................... 51
80. La segunda es la de loe Judioa ó Rubinos, y loa Judairantea
como Nepae, y Apolindr ........................................ 53
82. La tercera claee la forman varonea muy catdlicoa, y dignos
de nuestro respeto por la pureza de m vida y aanidad de
au doctrina.............................. ,......................... 55
87. Supueata la d k c i o n debida, no hay fundamento sino iqjuria
en comprender bqjo una misma sentencia de condenacion
6 loa Milenario8 inicuoa, y á loa piadoaos y santos ......... 67
90. Proceden con manijesta alvcinacion loa que objetan la auto-
ridad de los suntocl padres contra el sistema milena+o
que propone el autor.. ........................................... 69
91. Doctrina de S. Dionisio Algandrjno ............................ 60
94. Doctrina de S. Epganio ............................................. 62
96. Doctrina de S. Jer6nimo.. ............................................64
98. Doctrina de S. Aguatin .............................................. 65
100. Doctrina de S. Basilio.. .................................
......... 67
102. El sistema de los Judaizantes comenzó 6 turbar la intelijen-
cia de la Eecritura sobre la vesida del Me& ............. 68
103. h doctores catdlicoa no hicieron un ercamen formal y cir-
cunntanciado del Milenariumo, por estar jurtamente ocu-
pa& en mayor aaunto, cual era el error de loa Arrianos 69
107. Se hace ver, que el reino milenario cual lo p r w i e r o n loa
primeros padres no es fabuloso, sino muy findado ...... 7 1
11 1. Esplicacion que se pretende dar ordinariamente al cap. xx
del Apourlipsia ...................................................74
113. E l cap. xix del mismo libro (intimamente conerco con el x x )
se opone á la esplicacion comun ............................. 75
116. Se tratan tres principales aucesoa contenidoe en el citado
cap. xx .............................................................78
123. La W o n del demonio en nuestro tiempo es infundada,. ..... 82
127. Esplicacion de [as sillas y de loa que ertaban sentadoa en ellua 85
xii INDICE RAZONADO.
PPrnfo PUm
128. Resurreccion de los mártires de JesuMisto vista por S. Juan -
como anteriw ó la de los demas hombres.. ...................
86
133. La resurreccion de los mártires supone la venida de la bestia 88
143. E8aminase si será una sola y 6 un mismo tiempo la resurrec-
don de la carne.. .................................................96
146. .Los tdstos que alegan los tedlogos que creen aimultánea la
resurreccion solo prueban que todos hemos de resucitar,
pero no dicen que á un miamo tiempo ........................ 96
162. Es indubitable que algunos santoa ya han resucitado .......... 100
163. Po* testim~nioaautdnticos del Apocalipeis consta, que la re-
surreccion & algunos ha de preceder á la resurreccion
gewal.. ................. .
. ..................................101 -
158. Segundo instrumento sobre lo mhmo, tomado de lo carta que
escribid S. Pablo 6 los Tesalonicenses........................106 ,
161. Tercer instrumento tomado del evangelio de S . Mateo.. ....... 107
162. Esplicaciofi que algunos quieren dar á estoa testimonios.. ..... 108
186. Cuarto instrumento tomado del cap. xv de la carta que el
apostol escribió ó los Corintioa.. ..............................124
188. Contradiccionesconsiguientes 6 la inteligencia que ordinaria-
mente dan á estos testos. .....................................126
200. Se conjrma con otros testimonios que la resurreccion no ha
de ser simultdnea ...............................................150
206. Disertacion sobre el simbolo de S. Atanasio, en la que se
trata del juicio de vivos.. .....................................136
215. Segun la comun inteligencia no pueden conciliarse algunas
espresiones de ,dicho simbolo .................................. 140
217. ~ i v e r s a sinteligencias de los doctores de la palabra vivos del
simbolo apostólico. ..............................................142
223. Con no admitir la palabra vivos en su sentido literal se abre
lu pumta d los incrddulos, para que interpreten á su
arbitrio los demas articulas del simbolo ......................146
226. Es de grande importancia j j a r el verdadero sentido de la
pnlabra en cuestion .............................................. 148
228. Se desata una dijeultad tomada del evangelio de S. Mateo. .. 160
235. Se ofrece otra solucion al miamo testo ........................... 166
24 1. Se esplica un paaqje de la carta segundu del apostol S. Pedro 160
246. El fuego que preceder6 al Señor en su segundo venida es
muy diverso del que hobrá en el juicio universal .......... 163
INDICE RAZONADO .
PARTE 11.
~atnfo pgglna
1. L a estfhta de Daniel ................................................ 167
5. Division que hacen ordinariamente los intdqwetes de loe rei-
nos jgurados en los metales de la estátua ..................171
9. Imperio de los Babilonios y Caldeos.............................. 173
10. E l segundo imperio pretenden sea el de los Persus ........... 174.
11. El imperio tercero los Griegos .................................... 175
12. E l cuarto loe Romanos............................................. 176
.
13 Se propone otra diviaion de estos cuatro reinos ............ 177
14. E l reinoprime*ojigurado en la cabeza de oro de la estótua
es el de los Babilonios ó Caldeos ................................
178
.
17 E l segundoJigurado por el pecho y brazos de plata el de los
Griegos ...........................................................
181
.
20 E l tercero el Romano ......................... .. ....................
183
.
24 El cuarto la cwliaion 6 conjunto de imperiw todos inde-
pendientes cual vemos hoy ....................................
186
.
36 Caido de la piedra eobre los pies de la estíha ..................
192
.
36 Eeplicacion ordinaria de la mido de esta piedra, y reparos
contra eatn esplicacion.......................................... 193
.
49 N o puede acomodarse á ln Iglesia lo que se dice del quinto
reino ................................................................
202
52. Rejiem'ones utilfeimas sobre este quinto reino.................. 204
54 . Nado tienen que temer los verdaderos Jieles del estableci-
miento de este nuevo reino....................................... 206
58. Las cuatro .bestias de Daniel ..................................... 210
.
63 Esplicacion ordinaria de dichas cuatro bestias..................213
.
74 S e propone otra esplicacion nueua .................................
221
78. E ~ á m e nde las bestiaa por lo reepectivo d la religion .........
224
81. L a bestia primera representa la iddotría ........................
226
82. La predhcion apostdlica cwta el vuele d la iddatría ......... e26
.
84 Lo segunda bertia e8 el mahomcripmo .......................... m
90. La tercera es elfalso d t i a n h o .................................
331
99. L a cuaria es el deismo .............................................
237
106. Muerte de h cuarta bestia .............................. ............
244
116. El A n h ' d t o ..........................................................
260
I l 7. Zdeaa que los doctores non dan del Antimhto ..................
261
xiv L N U I C U R A Z O N A DO .
P Ardo PAgini
119. El auponer u1 Anticiisfo como unu persona singulur. es el
orígen de las infund<rdas noticias que de él tenemos...... 252
126. Patria (5 origen que asignan al Antierkto ........................ 257
136. Su reinado en Babüonia ............................................. 264
138. ~aalacionde su &te 6 J m a l é n ..............................267
149. Monarqufa univerml del A~ticriuto........................... 273
155. Se propone otro sistema del A n t i h t o ...........................277
169. E l A n t i d t o no es una per80Aa singular sino un cuerpo moral. 279
.
.
161. Definicion del Anticristo ............... ........................281
167. Zdeaa que la santa Escritura non da del AntiCri8t0............ 284
177. E l comun sistema de los doctorea no se u c o d con lo que
dice el capftula xiii del A p a l i p i a ........................
290
185. Suponiendo al Anticriuto como un cuerpo moral. se entiende
con facilidad lo que no8 dicen las Eacrituraa ...............297
191. Uddcimo cuerno de la cuarta bestia ..............................301
194. Henenria y repentina curacion de una de las aiete cabeza de la
bestia................................................................
303
197. Terrible golpe que esperamos descargue el brazo de Dios .
aobre la bestia.....................................................305
193. S s p r m r a n esplicar las espresionea enigmática del c ~ ~ f r u l o.
vii del Apocalipsis.............................................. 306
203. W t e s coneecuenciaa que deben temerae de las ordinarias
ideas que se forman del Anticristo ...........................309
210. La bestia de dos cuernos que fabamente se cree ser una
peraona singular ...................................................313
216. E n la bestia bicwne (que deberá ser un cuerpo moral) está
signt@ado nuestro sacerdocio.................................317
.
228 Cardeter. nombre y nrimero del nombre de la beatia ............327
351. No es el camino para interpretar el nombre de la bestia el
que hun emprendido muchos intdrpretes .....................329
238. Se propone con maa fundamento otro camino.....................333
250. De la inteligencia ordinaria del Apocal+sll nacen coneecuen-
cias d@les de eoplicarse .......................................341
988. La muger sobre la destia ..........................................
347
262. Algunos quieren que la mugerproatituta sea la antigua Roma . 350
264. Diicultades que presenta esta primera opinion................350
271. Segunda opinion aobre el miamo m n t o ...........................356
.
276. Se rechasa esta segundu opiniorp como infundada ............... 358
PPrnlo Phgin.
...
282. E l crimen de la prostituta no es lo idolatria........... ...... 364
288. El abuso que 108 herejes han hecho de las espresiones del Apo-
calipsis contra la iglesia romana no tu motivo para no
indagar la ve~dod ........................................... 369
293. Responde el autor á la hnica d@ultad que ae le presenta m-
bre la opinion que abraza del Antictiato ..................373
..
296. Se toca el primer punto de la dijcultad.. .............. .. ..... 376
303. Se examina y discute el segundo punto de la misma dijcultad. 382
308. S e esplica el sentido en que habló S. Pablo del templo de Dios. 386
313. Economía jnjnitamente sábia de Dio8 en dejarnos muchaa co-
sas oscura8 hasta que llegue ei tiempo de su inteligen-
cia, y presentarnos otraa con la mayor sencillez y claridad. 390
317. Anotacion primera sobre unas pdakaa tomadas de la epktola
de S. Juan ..................... .................................. 394
318. &8puesta d esta nota ............................................... 394
319. Segunda anotacion sobre unaa palabras tomada del Apoca-
lipais..............
........................... ............... 395
320. Respuesta 6 esta nota... ... ..... .................. .................395
321. R n delAnticristo ................................. ................. 397
327. Por medio de una parábola se rechaza la infundada aplicacion
que re hace del capitulo xix del Apocalipsis al arcangel
. . . . .. . ..
S. Miguel.. .. .. .. ...... ... .......... .. ....,....,. . ..... 401
344. Por consentimiento unánime de todos loa doctores, ae concede
L un espacio de tiempo deapues del Anticrkto para la ge-
cucion de algunas cosaa de que habla la Escritura .........413
345. Primer atceso, la conversion de los Judioa ............... .. 414
346. Segundo, descubrimiento del arca, el tabernáculo y el dtur
.. . .... . . . . ...
del incieneo..... . ............. .. ... ........... .. . .. 416
348. Reparticion de la tierra prometida 6 los tribua de laradl ...... 4 1;
. . . . . .. .. .. . . . ..
349. Destruccion de Gog.. ... . .. .... . . ... .. ... . ......... . 418
362. La destrerccion del Antictiato no puede separarse de la venida
de Jesucristo ........................ ..................
..... ... .. 421
363. E l tiempo que se concede despues del Antictiato, debe forzo-
samente concederse despues de la venida de J e m d t o . 422
356. Eadmen del mpitulo xxiv de S. Mateo. .. ... .. ..... ...........423
361. S e l j n del A n t i h t o se separa de la veni& del Señor, se
siguen muchos inconvenrenrentes ................................ 428
366. Ex, el cwto eap& que conceden despues del /En del Anti-
xvi I N D I C E RAZONADO.
PLd0 PIgina
cristo no se erplican bien el desengaño de loa muchoa que
lo aigujeron, la vuelta & los obispos dbperm, %c. %c. 430
379. Tampoco pueden entenderse loa efectos del golpe que la pie-
dra ha de &r 6 lw pies de la estátua... ....................
438
385. haumen de todo lo dicho .......................................
441
390. Apdndice que conjrma la doctrina y sistema del autor .........
444
DICTAMEN
QUE PBM LA IMPRESION DE EBTA OBRA, DI^ EN CADIZ
EL ANO DE 1812,
Desolatione desolata est omnis tema : quitr nullua est qui reco-
gitet corde. -Jerern. xii, 11.
OBSERVACIONES
SOBRE
TOMO 1. C
xxxiv DEDICATORIA.
PRIMER REPARO.
El primero y mas ruidoso de todos ea la novedad.
Esta (dicen como temblando, y sin duda con óptimtr
intencion) en puntos que pertenecen de algun modo
á la religion, como es la inteligencia y esplicacion d e
la Escritura santa, siempre se ha mirado, y siempre
debe mirarse con recelo y desecharse como peligro ;
mucho mas en este siglo en que hay tantas nove-
dades, y en que apenas se gusta de otra cosa que de
k novedad, &c.
RESPUESTA.
S E G U N D O REPARO.
RESPUESTA.
...
cogitationum unusquisque in suo sensu abuodet. - Ad h.
xiv, 1, 5.
lJROLOGO. X ~ V
TERCER P9PABQ.
Pocos años há salió á luz en italiano una o h
intitulada : sgwnda 4paaa de la &le& cuyo airtor
se llama & n d i a P q i á Como en la obra preamtq
cuyo titulo es: Lq, yenida del Mesias en gloria~y
mgestad: se leen oosw muy semejantea á las,que se
leen en aquella (aunque propuestas y seguidas, de
otro modo diverso), es muy de temm, que ambas
tgfigqn una misma suerte; esto es, que esta Última
a- pues@ luego como lo fu6 aquella en el lndice
PROLOQO. xlvii
m. Por seria 10 mas acertado obviar
cop tiempo 6 este inconveniente, oprimiéndola en la
cuna, y haciéirdoh pasar desde el vientre al sepul-
m* sin discrecion ni misericordia.
RESPUESTA.
R D P O ~ Iel~ &no
~yyo Dios ep conocido de ú&w bs si&$
pwteriores, dlci~qdo: p poy el B h cTe ábralArHp, d
gios inauditos par eepaoio de dos mii &os: qae ente pe-
blode &os, este pueblo santo tuviese en medio de si h eete
d o Mesías por quien tantos sigloe babia sospirado : que
lo viese por sus propios ojos con todo el espkndor de sus
virtudes : que oyese su vóz y sus palabras de vida, siempw
admirado, suspenso y como encantado, de las palabrcrs &
gracia que salian de su bocar: qne admuaee sus obras
prodigioeas, diciendo y confesando que: bien lo ha Aecho
tedo : á los sordos loa ha hecho oir, y á los mudos l
b
Mar? : que recibiese de su bondad toda suerte de ben&
cios, y de bendcios continuos así espirituales como corpo-
da,h.; y que con todo eilo no lo recibiese : con todo
eso lo desconociese : con todo eso lo persiguieae con el ma-
p r furor : con todo eso lo m i m e como M seductor, como
un inlcuo, y como tania anunciado Isaías, lo hubiese con
los d v a d m contado$: con todo eso, en ñn, lo pidiese 4 -
podes m s ptira el,suplicio de h cm%? Cierto que han
aaoedido en esta nueiitra tierra cosas verdaderamente in-
ueibw al paso que ciertas y de la suprema evidencia.
Mas de este sumo mal, infinitamente funesto y lamenta-
ble (prosepia yo discurriendo) ¿ qui6n seria la verdade=.
causa ? i Serian acaso los publicanos, los peoadores, lae
meretrices, por no poder sufrir la santidad de su vida, ni
la pureza y perfeccion de su doctrinal Parece que m :
pues e1 evangelio mismo nos asegura que : se acercdan á
GLORIA Y MAGESTAD.
PARTE PRIMERA :
QUE CONTIENE ALGUNOS PREPARATIVOS NECESARIOS
PARA UNA JUSTA OBSERVACION.
CAPITULO 1.
DE LA LETRA DE LA SANTA ESCfllTURA.
PARRAFO 11.
10. i Pues eo han errado tantos, os oigo replicar, no
han mido en el peligro y perecido ea 61, por haber enten-
dido la Esoritura así oomo suena segun la letra? i No ha
sido para muchos de gravisimo ewhndalo el sentido literal
de la Escritura? Os digo, amigo, resueltamente que no y
otra remr y otras cien veees os digo que no. Los errores
que ban adoptado tanto, asi herejes, como no herejes, no
han n@o jamás del sentido literal de la Bscritura, antes
han nacido evidentemente de todo lo contrario: esto es,
de haberse apartado de este sentido, de haber entendido
6 pretendido entender &a oosa diversa de lo que muestra
la letila, de haber creido 6 pensado que hay 6 puede haber
algun error en la letra, y con este pensamiento haber -
quitado 6 afiadido alguna cosa, ya oontraria, ya ajena y
distante de la misma letra. Leed aon ateneion la historia
de las herejías, por cualquier autor de los muohos que han
escrito sobre este asunto, y os vereis precisado 6 con-
fesar, que no ha habido una sola originada del sentido
obvio y literal de la Escritura, hablo del origen wr-
PARRAFO 111.
21. Cuanto 6 los católicos y píos, que alguna vea erra-
ron, 6 mnoho 6 poco, decimos casi lo mismo que de loa he-
rejes ; mas con esta grande y notable diferencia, que hace
toda su apología ; que si en algo erraron alguna ves, su er-
ror w> fu6 de oorazon, sino de entendimiento, y cuando iie-
gamn B conocerlo, lo retractaron al punto con verdad y aim-
pkidad. Mas ei buscamos con mediana atenoion el verda-
dero origen de estos errores, lejos de hallarlo en la letra 6
sentido literal de la Escritura, 4b hallamos siempre 6 casi
simtpre en todo lo oontrario, Todw los errores que ee
, dialectica taceat : pk.
Aufer argumenta, ubi fidea q u ~ r i t u rjam
artoribue creditur, tiun dialecticim. -;.Amb.
) ili autem Bdeetrm Itoir su&rit, t$t tibi aimt ethnicw, et bu-
blicanae. -M&. xviü, 17.
16 LA VENIDA D R L MESIAS
PARRAFO IV.
24. Pues j no ea verdadera aquella sentencia del Após-
tol y doctor de las gentes, la letra mata, y el espfritu vi-
aijicat? ;,No es verdad, segun esta sentencia, que In
Escritura divina, entendida 4 la letra, mata al pobre simple
que la entieude asi; mas vivifica al sabio y espiritual
que la entiende espiritualmente? Os respondo, sefior, con
toda cortesía, que lo que dice S. Pablo, es una verdad, y
una verdad de grande importancia : mas no lo es, sino una
falsedad grosera y aun ridfcula, la interpretacion que aca-
bais de darle.
25. L a letra de que habla el Apóstol, como puede ver
cualquiera que tuviese ojos, no es otra que la ley graba-
da con letras sobre piedras$, que Dios di6 á su pue-
blo por medio de Moisés. Esta letra, 6 esta ley escrita,
comparada con la ley de gracia, dice el santo, que mata.
;Por qué? No solamente porque mandaba con rigor y
con amenazas tembles, ya de muerte, ya de otros castigos
y calamidades: no aolamente porque aquella ley descu-
bribmuchas cosas que de suyo eran pecado, las cuales,
aunque habian hasta entónces reinado en el mundo, no
todas se habian imputado, no habiendo ley espresa que
PARRAFO 1.
31. En la inteligencia y esplicaciou de muchisimos In-
gares de los Profetas, y casi únicamente en aqaellos que
de algun modo pertenecen áadiiestto asunto principal, es
facilísimo notar, que los intérpretes de la Escritora, ha-
biendo buscado y seguido por un uiamento el sentido lite-
ral, ó el que llaman can este nombre ; no ~iéndolesposible
llevar muy adelante dicho sentido, se acojen dn breve á la
pura alegoría, pretendiendo que este es 'el sentido á que
se dirije especialmente el Espíritu santo. Si les pr6gun-
tamos con qué razon, y sobre qu6 fdndamenb nos asegu-
ran que aquel es el sentido literal, a o obstante que B los
dos 6 tres pasos se ven precisados B dejado ; y que aquel
otro degbrico 6 fignrado es el que intenta eapodalmente
el Espíritu santo, &c., nos remiten por teda respuesta áI la
autoridad puramente estrínseca : esto es, que otras aatignos
doctores los entendieron y esplicaron así. Este argumento
tomado de la autoridad, que en otros asuntos de dogma
y de moral puede y debe mirarse como bueno y lejítimo,
en el asunto de que hablamos no parece tan justo. Así
como sin agraviar á los doctores mas modernos, les pode-
mos pedir riuon de su inteligencia, cuando esta no se con-
forma con la letra del testo ; así del mismo modo podemos
pedirla á los antiguos : porque al fin la autoridad de estos,
por grande y respetable que sea, no puede fundarse sobre
si misma. Este es un privilegio muy grande, que úuica-
mente pertenece á Dios. Debe pues fundarse esta auto-
ridad, ó en la Escritura misma, si esta lo dice claramente,
L A V E N I D A DBL MESIAS. 23
ó en la tradicion universal, inmemorial, cierta, constante,
6 en alguna decisiou de la Igleeia congregada en el Espi-
ritu santo, 6 finalmente en alguna buena y sólida razori.
32. Todo esto s n sustancia es lo que decia S. Agustin
4 S. Jerónimo en aquella celebre disputa epistolar que tu-
vieron estos dos grandes doctores sobre la verdadera inte-
iigencia del capítulo segundo de la epístola de S. Pablo á los
Ghlatas. Las razones que producia S. Agustin, g con
que impugnaba el sentimiento d e S. Jeróairno, parecian
cidsimas y eñcacísimas : tanto que el mismo S. Jerbnimo,
no hallando modo de eludir su fuerza, antes confesindofa
tácitamente, se acojió POE Gltimo recurso B la autoridad
estrínseca, alegando en su favor la autoridad de S. Juan
Crisóstomo, de Orige$es, y de algunos otros padres griegos
que habian sido de su misma opinion : 6 lo cual respoude
S. Angustin con estas palabras, diguas de toda considera-
cion. Te conjieso, que el estimay infalible 6 u n escritor
ea un honor, que aprendi á tributarlo solamente á los
libros llamados canónicos ; pero si en otros escritos hallo
algo que me parezca contrario á la verdad, sin embarazo
digo, 6 que el c6digo está errado, 6 que el intérprete no
p m t r b e l sentido, 6 que yo no he podido entenderlo. Sea
cual fuere la santidad y doctrina de los autores, siempre
los leo bajo el concepto, & no creer que sea verdadero lo
gm dicen, porque ellos así lo juzgan ;sino porque me lo
persuaden ó con la autoridad de algun testo canónico, ó
con alguna razon de peso*.
PARRAFO IV.
51. Sin apartarnos mucho de aquella propiedad, que
pide una semejanza, podemos considerar á toda la Biblia
sagrada como un cielo grande y hermosísimo, adornado
por el espíritu de Dios con tanta variedad y magnificencia,
que parece imposible abrir los ojos, sin que quede orreba-
tada la atencion. Esta vista primera, así en general y en
confuso, escita naturalmente la curiosidad ó el deseo de
saber, i qué cosas son aquellas, qué significan, cómo se en-
tienden, qué conexion 6 enlace tienen las unas con las
otras, y á qué fin determinado se encaminan todas? Esci-
tada esa curiosidad, lo primero que se ofrece naturalmente
es ir á buscar en los libros lo que han pensado y ensefiado
los doctores : cómo han esplicado aquellas cosas : y qué Iiices
nos han dejado para su verdadera y plena inteligencia.
T O M O 1. D
34 LA VENIDA DEL. M E S I A S
Que cbm non invenisset, ubi requiesceret pes ejus, reversa est
ad eum arcam.-.Gen. viii, 9.
EN GLORIA Y MAOEBTAD. 36
me direis, que para proponer otro nuevo sistema, habia de
haber impugnado el antiguo en toda forma, y demostrado
sn insuficiencia. Yo tambien lo habia pensado así; mas
despnes me ha pareoido mejor tomar otro camiuo mas corto,
y sin comparacion menos molesto. Quiero decir: pro-
puestos los dos sistemas, y quitados algunos embarazos al se-
gundo, entrar desde luego 4 la obaervacion de algunos fe-
nómenos particulares, pidiendo al uno y al otro uoa obser-
v&on justa y clara. Asi se. ahomuá miicho trabajo, y al
mismo tiempo se podrá ver de una sola ojeada, cual de lds
dds sistemas es el mejor, 6 cual debe ser el único ; porque
es e<wa clara, que aquel sistema será el mejor, que esplique
mejor los fenbmenos ; aquel deberá mirarse como úako, ed
M e únicamente se pudiesen Bien esplicar.
Uagarií t& la Iglesia con todos sur individues 6 un estado tan gra&
de rantidad y perfeccion, que en dla re podrán ventear plenamente
te las profecías, que hablan del reino del M e s h . Por lo cual in-
titula su obra de repo Christi in t e m a consummato, que otros llaman
Ciapie Prophetmm. A'l sMtema queda plenamente destruido consola
&@&&olade la cizaña, la bual re vb en el euangelio riempre m&-
&a con el trigo, y haciando kiempre daño, hasta la siega*. A q a e
re p h m reguir este &tema, ni en mucho ni e s poco, me ha parecido
citárlo a p f , rolamentepara que re vea lo que sintid un sábio como erre
sobre la inteligencia de las profecfas que se halla en los intdrpreter
de la Escritura. E n este sentido me conformo con kl.
C A P I T U L O IV.
SISTEMA GENERAL.
M. Jesucristo volverá del cielo á la tierra, cuaudo llegue
su tiempo, cuando lleguen aquellos tiempoa y momentos,
que puso el P a d r e en su propio poder*. Vendrá acom-
pdado, no solamente de sus ángeles, sino tambien de sus
santos ya resucitados : de aquellos digo, que serán juzga-
dos dignos de aquel siglo, y de la resurreccion de los
ARTICULO 1.
f i á ~ n e ndel primer punto.
66. i Iar Iglesia ha decidido ya este pudo ? i H a con.
denado 4 los Milenarios ? i Ha hablado sobre este asunto
alguna palabra? Esta noticia, que no hallamos en auüwea
grava y de primera clase, por ejemplo, en los citados pom
4 la hallamos no obstante en otros de clase inferior: los
enaips por el mismo caso que eon de clase inferior, ya por
m precio intrínawo, ya por su pooo volben, andan eh
manos de todos, y pueden ocasionar un verdadero esoáu-
dalo. Entre estos autores, unos eitan nn concilio, y otros
otro. Los mas nos remitan al concilio romano, celebrado
en tiempo de S. Dámaso. E m p d m o s aquí.
67. S. Dámeeo celebró ea Roma, no uno solo, sino
caatro aoncilios. i En ooal de ellos se decidi6 el punto de
que hablamos? Lae mtaa de atas concilios, en espedicil de
los ires primeros, las tenemos hasta aora, y se puedea vhr
en Labbé, en Dumesnil, en Fleuri, &c. El primer con-
40 de S. Dámaso fné el &o de 370, y en él se condenó
ii Ursacio, y 8 Valente, ostinados y peligrosísimoa Arrianos.
ZQ segundo fué el efio de 372, y en él Sné depuesto Ad*
-ncio de Milán, antecesor de S. Ambrosio, y se decidi6
k consnetanciaiidad del Espfritu santo. El W e r o fiié el
&o ds 375, y en él se condenó 8 Apdinár y Timoteo, do
&@pub, no por Milen-, qw de esto no 9e &la m a
sola palabra, sino porqae ensetiaban, q w Jesucristo tro ha&
h08 tenido entendimiento humano, 6 alma racrional humana ;
&o que la divinidad habia suplido la Wta del alma. %tan:
godpe-eneefiaban, qse J a u e p de Cristo d a del Cielm;
y por oonsipiente de natrireleaa diversa de ianne&-a:~que
deepnea de la resurreecion este cuerpo se habii digipado,
qre&aiido Jesucnato h b r e en aparienoia, no en realidd.
6uart.o concilio fué el afio de 3813, de ougm aotaa no
coruta .abroltctamerte, como dice Dnmesd, y lo mismo
44 LA VENIDA DEL M E S I A S
ARTICULO Ir.
Diversas clases de Milenarios, y Ea conducta de sus
impugnadores.
PARRAFO 11.
78. Trea clase8 de Milenarios debemos distinguir, dando
B cada uno lo que es propio suyo, sin lo cual parece impo-
sible, no digo entender la Escritura divina, pero ni aun
mirarla: porque estas tres clases, juntas y mezcladas entre
si, como se hallan comunmente en las impugnaciones, for-
Qui solurn ea, quae aunt carnis, sapiunt. -S. Just in Dial. cont.
Triph. v. jn.
t Ergo audiendi non sunt, qui mille annorum regnum terrennm
eaee confirmant, qui cum Cerintho , haeretico sentiunt.-A*. S-.
lib. vi. Bibl. Sta. una. ed not. 347.
E 2
m L A VENIDA DEL MBSIAS
PARRAFO IV.
91. El mas antiguo de estos es S. Dionisio Alejandkino,
que escribió hcia la mitad del tercer siglo. Este santo
doctor escribió una obra dividida en dos libros, que intitnló
de las promesas. E n ella impupb, así los errores groseA
ros de Cerinto, como pricipalmente un libro, que andaba
entónces en manos de todos, cuyo autor era un obispo d e
Africa llamado Nepos. Mas en esta impugnacion, j cual
fu6 su asunto principal, ó Gnico ? i Qué es lo que realmente
impugnó y convenció de falso ? Aunque no nos ha quedado
ni el libro de Nepos, ni e l de S. Dionisio, mas por tal cual
fragmento de este bltimo, que nos conservó Eusebio en el
libro séptimo de su historia, capítulo veinte, se ve eviden-
temente. que S. Dionisio no tuvo en mira otra cosa, que
los escesos ridículos de Nepos, y sus pretensiones particu-
lares sobre la circuncision, y la observancia de la ley de
Moisés ; á que se afíadian otros errores muy parecidos B
los de Cerinto. Sus palabras son las siguientes. M-
habidndose presentado una obra, segun algunos, elocuen-
tbima, cuya doctrina, como tengo dicho, aseguran se^
muy recóndita, y que- encierra grandes misterios; y ha-
biendo despreciado sus doctores la Ley y los Profetas, de-
pravado los escritos de los Ap6stoles, sin querer obedecer
al evangelio ; y no dejando que nuestros hernranos t a l vez
los mas sencillos d ignorantes discurran sobre la admira-
ble y verdaderanaente divina venida del Señor, de nuestra
resurreccion, de nuestra union y compañia que hardmos ¿í
Dios, y de nuestra semejanza con su naturaleza inmortal ;
sino que han procurado persuadirles, que el reino de
. Dios nos ofrece unos premios terrenos, cuales solemos
q e r a r de los hombres en esta vida; hemos creido de la
EN GLORIA Y MAQBSTAD. 61
mayor necesidad apurar todo nuestro esfuerzo contra este
hombre llamado Nepos, como si estuviera presente *.
92. Y a conoceis por estas palabras, que es lo que decia
Nepos, y lo que S. Dionisio se propone para impugnar.
Si quereis aora ver con mas claridad toda la sustancia de
esta impugnacion, y por consiguiente la sustancia del libro
de Nepos, leed á S. Jerónimo sobre Isaias, que hablando
de S. Dionisio dice asi : contra el cual el varon elocuen-
tísirno Dionisio, 0bi3po de la iglesia de Alejandria, es-
cribió u n elegante libro burlándose de la fábula de los
mil afios: de la Jerusaldn de oro guarnecida de piedras
preciosas en la tierra : de la reparacion del templo : de
los srscrijtcios sangrientos: de la observancia del sábado :
de le. afrentosa circumision : casamientos : partos :
educacion de los hijos : delicias de los banqurtes : servi-
dumbre de todas las naciones : nuevas guerras, ejkrcitos
y triunfos : la matanza de los vencidos, y de la muerte de
centenares de pecadores : &c. .t.
Verum cum opus scriptum nobis objectum sit, illudque, ut qui-
busdam placet, ad persuadendum vaientissimum, cumque doctores
ejns sectz legem, et prophetas pro nihilo putent, evangelica sequi
nqligant, Apostolorum epistolas depravent, hujus tamen operis
d~trinam,u t dixi, tamquam inagnum aliquod, et ahstrusum mys-
terium asseverant complectentem. Cumque fratres nostros
aliquando simpliciores, et magis imperitos de suhlimi, et admirando
opere, ve1 giorioai, verbque divini Domini nostri adventus, ve1
nos- A mortuiv resurrectionis, cum Domino conjunctionis, eonso-
eiationisque, et ad ejus immortalem naturam assimilationis, non
diqoando cogitare sinant : sed illis persuadere conentur in regno
Dei objecta, et mortalia przmia, quaies ab hominibus in hac vita
spectare solemiis, tandem futura; nobis certe necessum arbitror
adversus istum, quem dico Nepotem, perinde ac si przstb adesse
wuta ratíone disceptare. -Dionis.
t Adversuri quem vir eloquentissimus Dionisius Alexandrinz Ec-
clesb Poatifex, elegantem scripsit librum, irridens miiie annorum
fabulam, et auream, atque gemmatam in terris Jerusalem, inutaurs-
tionem templi, hostiarum sanguinem, otium sabbati, circuncisionis
injuriam, nuptiau, partus, liberorum educationem, epularum delicias
et cunctarum gentium servitutem, rursusque bella, exercitus, et
thmpbos, et superatorum neces, mortemque centenarii peccatoris,
&c. -Hier. in Isai. ad Pref. lib. 18.
&2 LA VENIDA DEL MESIAS
PARRAFO V.
106. Vengámos ya 4 lo mas inmediato. Concédase en
buena Bora, os oigo decir, que los antiguos padres Mileea-
rios, y los otros doctores catblicos y pios, no adoptaron los
errores groseros de Cerinto, ni las ideas insufribles de los
j u d b y judaizantes. A lo menos es innegable, por sus
mismos escritos, que creyeron y ensefiaron y sostuvieron
-
esta proposicion :
Despues de la venida del Señor, que esperarnos en gloria
y majestad, habrá todavia un grande espacio de tiempo,
uto es, mil años, ó indeterminados, 6 determinados, hasta
la resurreccion y juicio universal.
107. Y esto i quién no ve, volveis 4 decir, que es no
solo una fábiila, sino un error positivo y manifiesto? A lo
cual yo confieso que no tengo que responder sino estas dos
palabras : j como y de donde podrémos saber, que esto es
no solo una fábula, sino un error positivo y manifiesto ? La
proposicion añrma ciertamente una cosa no pasada ni pre-
sente, sino futura : y todos sabemos de cierto, que aunque
lo ya pasado y lo presente puede llegar naturalmente á la
noticia y ciencia del hombre ; mas no lo futuro, porque
esto pertenece únicamente 4 la ciencia de Dios. Conque
si Dios mismo, que habló p o r sus Profetas *, y que es el
\
que solo puede saber lo futuro, me dice clara y espresa-
mente en la Escritura que me presenta la Iglesia, lo mismo
que aíirma dicha proposicion, en este caso, i no har6 muy
mal en no creerlo ? i No haré muy mal en ponerlo en duda ?
i No haré muy mal en esperar para creerlo, que primero
me lo permitan los que nada pueden saber de lo futuro ?
No har6 muy mal en añrmar, aunque lo &en otros, que
lo que contiene la proposicion es una fhbula, y es un error ?
i Con qué razon, y sobre qu6 fundamento podré afirmarlo ?
Porque así les parece algunos dias ha á los intérpretes y b
los teólogos, en el sistema que han abrazado. Débil fun-
.t. Vide fol. prcsc.
m L A VBNIDA DEL M B S l A 8
damento es este mirado en sí mismo sin otro aditamento,
Sabemos bien que no son infalibles, sino mando se fundan
sólidamente sobre prme piedra *. La teología no tiene
otro fondaneto, ni lo puede tener, que la Escritura divina.
&clarada auténtica por la Iglesia, quc es columna y apoyo
de la verdad+: faera de algnnas pocas cosas, que muque
no constan espresamente de ella, están sblidamente fanaa-
daa sobre una tradicion cierta, constante y universal, como
ya queda dicho. Esto pues es lo que hace al caso, w la
autoridad puramente humana. No se habla aqui de le
autoridad infalible de la Iglesia, congregada en el Espíritn
santo, que cuando esta habla, ya se sabe que todos los par- .
ticulares debemos callar.
108. Muéstrese, pnes, algun lugar de la Escritura, al-
guna tradicion cierta, constante y universal, alguna decision
de la Iglesia que condene por errónea 6 fabulosa nuestra
proposicion, y al punto la condenarémos tambien nosotros,
reduciendo á cautiverio el entendimiento, en obsequio
de la fe $. Mas mostrar por toda prueba la autoridad de
algunos doctores particulares, y esta sumamente equívoca;
pnes los doctores que se citan, como acabamos de ver, no
se atrevieron tí condenar lo que dicha proposicion dice y
afirma, sino los abusos que se le aÍiadieron : atreverse des-
pnes de esto á dar la sentencia general contra todo el con-
junto, como si ya quedase todo convencido de error, fábula,
delirio, suefio, &.c., parece que esta conducta no pmeba
otra cosa, sino que no quieren examinar de propósito, ni
aun siquiera.oir can paciencia una proposicion que pone en
gran riesgo, 6 por mejor decir, destruye enteramente todo
su sistema. i Pensais que si hnbiese alguna palabra defi-
nitiva 6 de la Escritura, ó de la Iglesia, se la babian de tener
oculta sin producirla ? i Pensais que hab'i6ndose atrevido
alganos aiitores, sin duda por inadvertencia, no por malicia,
A R T I C U L O 111.
La erplicacion qur (se pretende dar al capítulo xr da1
Apocalipris.
PARRAM) 1.
111. Como la proposicion amba dicha se lee espresa en
téminos formales en este capitulo del Apocalipsis, pareoe
claro, que quien niega aquella groposicion, quien la conde
na de fábiila y error, deberá baeer 10 mismo con ei testo de
este capitnlo, 6 si esto no, d e b d á lo menos esplicar d e
otro modo el testo sagrado ; maa coa una esplicacioo tan
,
natutal, tan genuina, tan seguida, tan clata, que nos deje
plenamente satisfechos y aonrencidas de que es otra casa
muy diversa la que afirma el testo sagrado, de la que &-
ma la proposicioii. Esta es pues la gran dificultad, en cu-
ya resolucion no ignorais lo que han trabajado en todos
tiempos grandes ingenios. Si el fruto ha correspondido al
trabajo, lo podreis solamente saber despues que hayais viste
y examinado la esplicacion, confrontándola fielmente con el
testo, y con todo su contesto, que es lo que ya vamoe
B hacer.
112. Los intérpretes del Apocalipsis (lo mismo digo de
todos los que han impugnado á los Milenarios) para facili-
tar de algun modo la esplicacion de una empresa tan Ardua,
se preparan prudentemente con dos diligencias, sin las
cuales todo estaba perdido. La primera es negar resuelba-
mente que en el chpítulo xix se habla de la venida del Sefior
en gloria y magestad, que esperamos todos los cristianos.
Esta diligencia, aunque bien importante, como despues ve-
rémos, no basta por sí sola: así es menester pasar á la se-
gunda, que es la principal, para poder fundar sobre ella
toda la esplicacion. Esta segunda diligencia consiste en
separar prácticamente el capítulo xx, no solo del capitulo
xix, sino de todos los demás, considertindolo como una pieza
aparte, 6 como una isla, que aunque vecina A otrae tierras,
nada comunica con ellas. S i estas dos suposiciones (qae
así lo parecen pues no se prueban) se admiten como ciertas,
ó se dejasen pasar como tolerables, no hay duda que la di-
hultad no seria tan grave, ni tan a c i l alguna solmion.
Mas si se lee el testo sagrado seguidamente con todo su
contesto, jserá posible admitir ni aun sufrir semqiantes
suposiciohes?
PARRAFO 11.
113. Ya sabeis, sefior, el gran suceso contenido en ,el
capitulo xix del Apociilipsis desde el versículo 11 hasta el
h. Es 4 saber, la venida del cielo á la tierra de un per-
sonage singular, terrible y admirable por todos sus aspectos.
76 L A VENIDA DEL ME81A8
Viene 4 la frente de todos los ejércitos que hay en el cieb,
y se representa como sentado en un caballo blanco, con una
espada, no en la mano, ni en la cintura, sino en la boca :
con muchas ooronas sobre sn cabeza: con vestido, 6 manto
*
real rociado, 6 manchado con sangre : en el cual se leen
por varias partes estas palabras : Rey de reyes, y Sehr
de seiiores?. En suma: el nombre de este personage es
este : Verbo de Dios S. Otras muchas cosas particulares se
dicen aquí, que vos mismo podeis leer y considerar. E n
conseaiiencia pues de la venida del cielo á la tierra de este
gran personage, se sigue inmediatamente no tanto la bata-
lla con la bestia, 6 Anticristo, y con todos los reyes de la
tierra, congregadospara pelear con el que estaba sentado
en el caballo S, cuanto el destrozo y ruina entera y total
de todos ellos, y de todo su misterio de iniquidad: y asi se
concluye todo el capitulo con estas palabras : estos dos
fueron lanzados vivos en un estanque de fuego ardiendo
y de azufre. Y los otros murieron con la espada, que
sale de la boca del que estaba sentado en el caballo:
y se hartaron todas las aves de las carnes de ellosll.
114. Nuestros doctores llegando á este lugar del Apoca-
lipsis no pueden disimular del todo el grande embarazo en
que se hallan. Si el ersonage de que se habla es Jesu- .
?
cristo mismo, como lo parece por todas sus sefias. no solo
viene directamente contra el Anticristo, sino tambien aun-
que indirectamente contra el sistema que habian abrazado.
i Por qué ? Porque despues de destruido el Anticristo se
sigue el capitulo xx, y en él muchas y grandes cosas, todas
PARRAFO IV.
1% Primeramente: si los mil afios de que habla S.
Juan en este lugar, y lo fepite seis veces, no significan
otra cosa que todo el tiempo que duráre la iglesia, 6 desde
el dia de la encarnacion del hijo de Dios, 6 desde el dia
de su muerte hasta el Anticristo, uosotros nos hallámos
actualmente en este tiempo feliz. Aora bien : i y vos
creis, amigo Cristbfilo, que en este nuestro siglo, lo mismo
digo de los pasados, esta el dragon, serpiente antigua, que
es el diablo y Satanást, atado con una gran cadena, en-
cerrado 6 encarcelado en el abismo, cerrada y sellada la
puerta de su carcel, pata que no engaAe mas 6 las gentes?
Si lo creis así, porque así 19 hall6is escrito en graesos
volúmenes, permitidme que os diga con llaneza, que seis b
muy tímido, ó deinasiado bueno. Si creis con los autores
de la primera sentencia que esta prision del diablo con todas
las circunstancias que se espreean en el testo sagrado, su-
cedió el dia de la encarnacion del hijo de Dios, teneis
contra vos nada menos que toda la historia del evangelio
en donde lo hallareis tan suelto, tan libre, tan dnefio de
sus acciones, que entre otras muchas cosas, pudo buscar
y hallar 6 Cristo en el desierto: pudo llevarlo al piná-
PARRAFO V.
128. Sigue inmediatamente el testo sagrado diciendo:
y las almas de los degollados por el testimonio de Jesus,
y por lu palabra de Dios, y los que no adoraron la
bestia. .. y uivieron, y reinaron con Cristo mil años. Loe
otros muertos no entraron en vida hasta que se cumplie-
son los mil años. Esta es la primeru resurreccion s.
Sedebitis et vos super sedes duodecim, juJic8ntea duodecim tri-
b w Israel. -Mat. xix, 28.
.t Temquam leorugiens...quaxens quem devoret.-Pet'gp. 1, v, 8.
f animad decoiiatomm propter testimonium Jeau, et propter
verbum Dei, et qui non adoraverunt Bestiam... et vixemnt, et regna-
verunt cum Christo mille annis. Ceteri mortuorum non uSerant,
donec consummentur mille ami. Haec est rwurrectio ptimw
-A'. xx, 4,s.
BN GLORIA Y MAGBBTADI 87
129. La espüaaoion que hallemos en loa intérpretes, la
hallamos ordinariamente acompaúada de una ciraunstancia
bien singular, que no a6 que se le haya afíadido jamas B la
esplicacion de ningun otro Iugnr de la Escritura. Quiero
decir: que se halla rcompafiada de la aprobacion, y elogio
de ser mas clara que la luz. Mas este elogio no parece
tan claro, ni tan nnivoco, que no pueda admitir dos senti-
dos bien diferentes. E! primer sentido puede ser este: las
cosas que se dicen sobre este testo, son verdades mas cla-
ras que la luz, El segundo sentido es este : las verdades
que se dicen sobre este testo, son las mismas de que el
testo habla, y esta es una verdad mas clara que la luz.
E n el primer sentido creo firmemente, que el elogio es jus-
tísirno, así como creo (por ejemplo) que todas 6 las mas
de las oosas, que dice S. Gregorio en sus esposiciones so-
bre Ezequiel, sobre Job, &c. son unas verdades mas cla-
ras que la luz ; mas en el segundo sentido, que es el que
hace al caso, y el que solo hemos menester, el elogio no
puede ser mas impropio, ni mas impertinente.
I 130. Esplicome : yo creo firmemente con todos los fie-
les cristianos, que las almas resucitan (si se quiere hablar
así por una locuoion metafórica) que resucitan, digo, 6 por
el bautismo, 6 por la penitencia de la muerte del pecado B
la vida de la gracia. Creo que las almas de los martirea,
y de todos los demas santos aunque no hayau padecido
1
martirio, están con Criato en el cielo, allí gozan de la
vision beatífica. Creo gue todos los fieles que mueren en
gracia de Dios, van B gozar de la misma felicidad, segun el
l mérito de cada uno, despues de haber pagado en el purga-
tono todas las deudas que de aquí llevaron. Item, creo,
que todas las almas que han ido 6 han de ir al cielo,
volverán á su tiempo á tomar sus propios cuerpos, resuci-
tando, no ya metafóricametite, sino real y verdaderamente
para una vida eternamente feliz. Creo en fin, que las
almas de los malos no van al cielo despues de la muerte,
sino al infierno, ni resucitarhn para la vida, sino para la
muerte eterna, que la Escritura llama muerte segunda.
Todo esto es certísimo, y mas claro que la luz.
.88 LA VBNIDA DEL MRSIAS
JS1. i Y que ? i Luego estaa son las verdades que q u f
i e revelau al discipulo amado por una vision tan estraordi-
naria ? i Luego son estos los misterios ocultos que aquí se
nos descubren en tono de profeeia? Cuando S. Juan tuvo
esta viaion cincuenta 6 sesenta afios despues de la mnerte
de cristo, y venida del Espiritu santo, j ignorsba acam
estas verdades ? i Se ignoraban en la Iglesia d e Cristo ?
i No las sabian, y creían todos los fieles ? i Era alguno ad-
-mitido al bautismo, 6 á la commion de los fieles, sin la m-
ticia y fe de estas verdades ? Pues si tuda la Iglesia estaba
en esto : todo la Iglesia dilatada ya en aquel tiempo por
.casi toda la tierra, vivia, se sustentaba y crecia con la fe
de estas verdades : si estas verdades er& todo su consuela
y esperanza, i qué cosa mas impropia so puede imaginar,
que una revelacion nueva do las mismas verdades, y una
no tan clara, sino oscurísima, en términos equivocas, y de-
bajo de metáforas, símbolos y figuras, quo es necesario adi-
vinar ? Cierto que no es este el modo con que ha hablado
el Espíritu Santo en cosas pertenecientes á la fe y á las
costumbres, que miran á la propagacion de la doctrina
cristiana*, ni se hallará algun ejemplar en toda la Escritura.
132. No es esto lo mas. Si el capítulo xx del Apoca-
lipsis no contiene otras cosas que aquellas verdades y mis-
terios que quieren los doctores, debia S. Juan haber omi-
tido una eircnnstancia gravísima, que en este caso parece,
ya no solo superflua, sino del todo impertinente. Tal vez
por esta razon se toman la libertad de omitirla, 6 mnarla
sin atencioo los que nos dan la esplicacion mas clara que la
luz. Ved aqui la circunstancia gravísima de que he10 ;
y las almas de los degollados por el testimonio de J e s w
y por la palabra de Dios, y los que no udoraron la bestia,
ni u su imújen, ni recibieron su marca en sus frentes..,
y vivierot~y reinaron con Cristo mil a5os.t..
133. De manera, que los resuaitados y reinantes con
* In rebuv fidei, et morum ad zedificationem doctriiiae christianz
pertinentibus.-Conc. l'kid. aec. 4.
.t. Et animas decollatoruin propter testimonium.Jesu, et propter
verbum Dei, et qui non adoraverunt bestiarn neque baginem ejnb
EN GLORIA Y MAOSBTAD. al
Cristo de que aquí se habla, no son solamente los degolla-
dos 6 los mhrtires ; sino tambien espresamente los que no
adoraron á la bestia ni á su imagen, ni tomaron su carácter
en la frente, ni en lae manos, de todo lo cual se habla en
el capítulo xiii del Apocalipsis. De aquí se sigue eviden-
temente que el misterio de la primera resurreccion, de que
vamos hablando, debe suceder no antes, sino despues de
Ir bestia. Luego es un misterio no pasado, ni presente,
sino muy futuro : pues la bestia, que por confesion de los
mismos intérpretes es el Anticristo, e s 6 todavia por venir.
Luego realmente no se habla en este lugar de aquellas
verdades que se quisieran sustituir: esto es, de lo resur-
reccion metafbrica 4 la vida de la gracia, y de la gloria de
las almas que salen de pecado, 6 que salen de este mundo
sin pecado, pues pasan por alto una circunstancia agravan-
tísima, que destruye infaiiblemente toda su esplicacion.
S. Juan sedala claramente el tiempo preciso de esta pri-
mera resurreccion, 6 la supone evidentemente, diciendo :
los degollados por Cristo, y los que no adoraron 6 la bestia,
estos vivieron y reinaron con Cristo mil ados : los demas
muertos no vivieron entbncea ; pero vivirán pasados los mil
a6os ;los otros muertos (son SUS palabras) no entraron en
d a , has& que se cumplieron mil &S*. Con que supone
el amado discípulo, que cuando se verifique la primera re-
surreccion, ya la bestia ha venido al mundo, y tambien ha
salido del mundo: supone que ya ha sucedido la batalla, y
tambien el triunfo de los que por amor de Cristo no quisie-
ron adorarla Ú obedecerla.
134. Asi como cuando se dice en Daniel que b s tres
jóvenes hebreos que reusaron adorar la estatua de oro de
sesenta codos de a l t u r a t , como mandaba 4 todos el' rey
Nabucodonosór, fueron arrojados á un horno de fuego;
mas salieron sin lesion alguna, h.:si esta proposicion es
nec aceeperunt characterem ejus, in frontibus suis, et vixerunt, et
\ regnaverunt cum Christo miiie annis.-Apoc. xx, 4.
Ceteri mortuorum non vixerunt donec consummentur mille
annis.-Apoc. xx, 5.
f Altitudime cubitomm sexaginta.-Dun. iii, 1.
90 L A V E N I D A D E L MBSIAB
SEGUNDA DIFICULTAD.
LA RESURRECCION D E LA CdRNE, SIMULTANEA Y UNICA.
DISERTACION.
PARRAFO 1.
143. EN fin, Cristófilo, hemos salido con vida de entre
aquella nube densa y tenebrosa, cuyo aspecto era horrible,
donde tuvimos el valor 6 la temeridad de entrar, y donde
nos hemos detenido tal vez mucho mas de lo que era me-
nester. Hemos examinado de cerca las materias diversas
de que se componia. Hemos separado con gran trabajo
las unas d e las otras, certificados de que en esta mezcla y
nnion consistia únicamente su oscuridad, y su semblante
temble. No hay para que temerla aora. Ella se irá des-
vaneciendo, tanto mas presto, cuanto mas de cerca la fub-
remos mírando, y cuanto la mirhremos con nienos miedo.
144. Nos quedan aora que practicar las mismas-diligen-
cias con otra nube semejante, que tiene con esta una gran-
disima relacion : comunica con ella por varias partes, le aya-
da, la sostiene, y es recíprocamente sostenida y ayudada :
acrecentándose notablemente con esta union la oscuridad y
el terror. Esta es la resumeccion de la carne simultanea
y tinica. Porque si es cierto y averiguado que la resur-
reccion de la carne, que creemos y esperamos todos los
cristianos como un artículo esencial y fundamental de nues-
tra santa religion, ha de suceder en todos los individuos del
linaje humano, simultaneamente y una sola vez, es decir
una sola vez, y en un mismo instante y momento : con esto
solo quedan convencidos de error formal todos los antiguos
Wilenarios, sin distincion alguna : todos sin distincion se
96 L A V E N I D A DEL M E S I A S
pueden y deben condenar, y á ninguno de ellos se puede
dar en conciencia el nombre de inocuo. Con esto solo
debe mirarse con gran recelo, como una pieza engafiosa y
peligrosísima, el capítulo xx del Apocalipsis. Y con esto
solo, nuestro sistema cae al punto á tierra, á lo menos por
una de sus partes: y abierta esta brecha, es ya facilisimo
saquearlo, y arruinarlo del todo. Pero i será esto cierto ?
i Será tan cierto, tan seguro, tan indubitable, que un hom-
bre católico, timorato y pío, capaz de hacer algunas re-
flexiones, no pueda prudentemente dudarlo, ni aun siquiera
examinarlo á la luz de las escrituras? Esto es lo que voy
'ya á proponer 4 vuestra consideracion.
146. Sé que los teólogos que tocan este punto (que no
son todos ni creo que muchos) están por la parte aíir-
mativa : mas tarnbieo sé con la misma certidumbre, que
no lo prueban : á lo menos se esplican poqufsimo, y esto
muy de prisa, sobre el punto particular de ser simultanea-
mente y una sola vez. Algunos dicen, 6 suponen sin pro-
barlo, que esta asercion es una consecuencia de fe. Otros
mas animosos aiiaden resultamente, qne es un artículo de
fe. Si les pregnntamos en qué se fundan para sacar s61i-
damente una consecuencia de fe 6 para hacer uu nuevo
articulo de fe, que no hallámos en nuestro símbolo ; nos
responden con una gran muchedumbre de lugares de
la Escritura santa, de los cuales las dos partes prueban
claramente que ha de haber resurreccion de la carne,
y nada mas, y la otra tercera parte prueba contra su
propia asercion. Si os pareciere que viento, 6 que pon-
dero, bien fácil cosa os será salir de la duda, registrando
los teblogos que os pareciere. E n cualquiera biblioteca ha-
llareis con que satisfacer vuestra curiosidad. Los principa-
les lugares de la Escritura que se alegan á fdvor, son los
siguientes. Asi el hombre cuando durmiere, no resucitará,
hasta que el cielo sea consumido: en el último dia he de
resucitar de la tierra* : vívirán tus muertos, mis muertos
* Horno cúm dormient, non resurget, donec atteratur Coelum. ...
in novisnimo die de terra eurrecturus sum.-Job xiv, 12. et xix, 25.
EN GLORIA Y MAOBSTAD. 97
+erucitarh: d s s p e r h y dad alabauza los que morais
en el polvo * : de lu resurreccion de los muertos i no ha-
+
beis leido las palabras que Dios os dice ? E n verdad,
en verdad os digo : que viene la hora, y aora es cuando
Ios muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la
oyeren vivirún: todos los que están en los sepulcros,
oirán la voz del Hijo de Dios. Y los que hicieron bien
irán á resurreccion de vida : mas los que hicieron m 1
á resurreccion de juicio. Resucitará t u hermano, dijo
el Señor. Murta le dice: bien sé que resucitará en la
resurreccion en el último diaf. T o d a la vision de los
huesos del capítulo x x x v i i d e &eyuiel. L o s muertos q u e
resucitaron E l í a s y Eliseo, los malvados d e quienes s e
dice : por eso no se levantarán los impios en el juicio§.
Los muertos q u e resucitó el Sefior. El mismo Sefior q u e
resucitó como primicia de los que dzcermenll, (de quien
dijo David), ni permitirás que t u santo vea Ea corrup-
c i o n q : y lo q u e afirma S. P a b l o : en un momento, an ,un
abrir de ojos, en la $nal trompeta: pues la trompeta
sonará, y los muertos resucitarún incorruptibles**.
146. E s t e Gltimo lugar tiene alguna apariencia: B su
tiempo verémos q u e es solo apariencia, examinando todo
el contesto.
mveat mortui tui, interfecti mei resurpnt : expergiscimini, et
laudate qui habitafis in pulvere.-hni. xxvi, 19.
t De resurrectione autem mortuoruln non legistis quod dictum
eet B Deo dicente vobis ?-Mat. xxii, 31.
f Amen, amen dico vobis : quia venit hora, et nunc est, quando
mortui aiidient vocem Filii Dei : et qui audi~rint,vivent ... Ornnes,
qui in monurnentis sunt, audiente voceui Filii Dei : et procedent qui
bona fecerunt, in reaurrectionem vitz : qui verb mala egerunt, in
resurrectionern judicii ...Resurget frater tuus. Dicit ei Martha :
Scio quia resurget in resurrectione in novissimo die -Jwn.v. 25,
28, 29, et xi, 23, 24.
Ide6 non resurgent impii in judicio.-Pa. i, 5.
11 Primitie dormientium.-Cor. i, 15, et 20.
T Nec dabis sanctum tuum videre corruptionem. -Pa. xv, 10.
** In momento, in ictu oculi, in novisima tuba : canet enim tuba,
et rnortui resurgent incorrupti.-Ep. 1 ad Cm.xv, 52.
T O M O 1. H
98 L A V E N I D A D E L MESIAS
PARRAFO 111.
156. Primer instrumento. E n primer lugar, debemos
traer á la memoria, y considerar de nuevo con mayor
- atencion, todo lo que queda ya observado en la disertacion
precedente, artículo iii, sobre el testo celebérrimo del
capitulo xx del Apocalipsis : á lo cual nada tenémos que
afiadir, ni que quitar, por mas que clamen y porfien los
doctores, de que allí no se habla'de verdadera y propia
resurreccion de los cuerpos, sino de una resurreccion es-
piritual de las almas á la gracia, y á la gloria, h. P o r
mas que tligan confusamente que lo contrario es un error,
un siiefio, un peligro, una fábula de los Milenarios: por
mas que pretendan, que la esplicacion que dan al testo
sagrado (y que ya observámos con asombro) es mas clara
que la luz : por mas que quieran persuadirnos, que la prision
del diablo ya sucedió, y que el Rey de los reyes no es
Jesucristo sino S. Miguel &c. si no nos traen otra novedad,
si no producen otras razoues, nos tenémos á lo dicho;
ciertos y seguros de que el testo sagrado mirado por todos
sus aspectos con todas sus circunstancias que preceden,
que acompafian, y que siguen hasta el fin del capitulo y
aun hasta el fin de toda la ~rofecía,es un instrumento
auténtico y fiel, en q;e consta clarísimamente de la pro-
mesa de Dios, con que se obliga á resucitar otros muchos
santos antes de la general resurreccion. Por consiguiente
es este un instrumento precioso que no podemos, ni debe-
mos disimular.
* Rectuiii judicium judicemus.
EN G L O R I A Y M A G R S T A D . 105
157. Si os parece aora que el repetir y volver 4 hacer
mencion de este lugar de la Escritura, es por falta 6 esca-
sez de otros instrumentos, os digo amigablemente, que
no pensais bien. Este lugar de la Escritura es nu instru-
mento claro y auténtico, que no podemos ni queremos disi-
mular. Fuera de él hay algunos otros igualmente autén-
ticos y claros, que vamos aora á producir : y todos ellos
forman, á mi parecer, como una prueba evidente, 6 una
certidumbre mas que moral de la promesa divina.
PARlUFO IV.
158. Segundo instrumento. E l apbstol S. Pablo escri-
biendo á los Tesalonicenses, les dice: Tampoco queremos,
hermanos, que ignoreis, acerca de los que duermen, para
que no os entristezcais como los otros, que no tienen
esperanza. Porque si creemos que Jesus murió y resu-
citó ; así tambien Dios traerá con Jesus á aquellor'qzcs
durmieron por él. Esto pues os decimos en palabra del
Señor (sigue la promesa de Dios), que nosotros que vivi-
mos, que hemos quedado aquí para la venida del S&r,
no nos adelantarémos a los que durmieron. Porque el
mismo Señor con mandato, y con voz de arcánjal, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo : y los que murie-
ron .en Cristo, resucitarán los primeros. Despues,
nosotros, los que vivimos, los que quedamos aquí, serémos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes á recibir á
Cristo en los aires ; y así estarkmos para siempre con-el
Señor. Por tanto consolaos los unos con los otros con
estas palabras *.
* Nolumus autem vos ignorare, fratreu, de dormientibus, ut non
contristemini sicut et czteri, qiii spem non liabeiit. Si eoim rredi-
mus qubd Jesus. mortuus est, et resurrexit: itaet Deus eos, qui
dormierunt per Jesum adducet cum eo. Hoc enim vobis diciinus in
verbo Domini, quia nos qui vivimus, qui re~iduisuiniis in adventum
Domini, non p r ~ r e n i e m u s eou qui dormierunt. Quoniam ipse
Dominus in jussu, et in voce Archangeli, et in tuba Dei, descendet
de C e l o : et ~nortiii,q ~ i in
i Christo sunt, resurgent priiiii. Deinde
iitjs, qui vivimtia, qoi rcliiiquimui, sirnul rapiernur cum illis iii niibi-
106 LA VENIDA DEL MBSIAS
-
pata ciendum praali~uncum illo, qui sedebat in equo, et cum exer-
citu ejw. Apc. xix, 19.
m LA VENIDA D E L MPSIAP
solamente 4 la fe estéril y sin vida, sino 4 las obras propias
d e la fe, que es la piedad y la caridad : en suma, despues
de haber convertido en reino propio de Dios, y digno d e
este nombre, todos los diversos reinos de los hombres : pa-
ra esto, prosigue el Apóstol, es necesario que el mismo hijo
reine efectivamente hasta sujetar todos los enemigos, y po-
ner* todos debajo de sus pies* : cuando todas las cosas
estuvieren ya sujetas 6 este verdadero y legitimo rey,
entónces podr4 ofrecer el reino 4 su Padre de un modo
digno de Diost.
279. Porque no se piense aora, como se quiete dar 4 en-
tender, que todo esto se ha hecho, y se puede pleoamente
concluir por la predicacion del evangelio que empezaron
los Apóstoles, se deben notar y reparar bien dos cosas prin-
cipales. Primera : que aquí no se habla de la conversion
4 la fe de los principados y potestades de la tierra, antes
por el contrario se habla claramente de la evacuacion de
todo principado y de toda potestad$ : y es cierto y sabido
de todos los cristianos, que la predicacion del evangelio
está tan lejos de tirar, ni aun indiiectamente 4 esta evacua-
cion, que antes es uno de sus puntos capitales el sujetar-
nos mas 4 todo principado y potestad, y el asegurar mas á
los mismos principados y potestades con nuestra obediencia
y fidelidad. A esto no solo nos exorta, sino que nos obliga
indispeiisablemente (por estas palabras) : pagad al Cesar
lo que es del Cesar: y á Dios lo que es de Dios§. Toda
alma estk sometida á las potestades superiores. Porque
no hay potestad sino de Dios :y las que son, de Dios
PARRAFO VII.
181. Todo lo que acabamos de observar en el testo de
S. Pablo, lo hallarnos de la misma manera y con e l mismo
órden, aunque con alguna mayor estension y claridad, en
el capitulo xx del Apocalipsis. Hagámos brevemente el
confronto de todo, 6 paralelo de ambos testos, que puede
sernos de grande importancia para aclarar un poco' mas
nuestras ideas. Primeramente S. Pablo habla en este
Omnia anima potestatibus sublimioribua subdita sit : Non eet
enim poteatss nisi B Deo : quae autem sunt, B Deo ordinata sunt.-
Ad Ron>. xiii, l.
) Subjecti igitur estote omni humana creatura propter Deum :
aive regi, quasi praxellenti : sive ducibus.... Deum timete : regem
-
honoriiicate &c. 1 Ep. Pet. ii, 13, 14, et 17.
$ NoMeima autem &mica destruetur mors.- 1 ad Cor.XV, 26. .
Fiet sermo, qui scriptus est.:. .. 2 Ubi eet mora victoria tua?
-
iubi eat mom stimulus tuue ? 1 ad Cor. xv, 64, e# 65.
122 LA VENIDA- DBL MESIAS
PARRAFO VIII.
186. Cuarto instrumento. El cuarto instrumento que
presentamos en la promesa de Dios, de que vamos hablan-
do, se halla rejistrado en el mismo capitulo xv 4cia el h'
del versículo 51, donde el Apóstol nos pide toda nuestra
atencioo, como que va á revelarnos ún misterio oculto, y
de sumo interés para los que quieran aprovecharse de la
noticia.
Hk aqui, os digo, un misterio : todos ciertamente re-
-
* Noviesima autem inimica destruetur mora. 1 ad Cw.xv, 26.
9 Et dedit mare mortuoa, qui in eo erant : ... et judicatum est de
-
singulis secundhm open ipsorum. Et infernus, et mor8 missi sunt
in stagnum ignis. Apoc. xx, 13, 14.
m'tarémos, mas no todos serdmos mudador en un momen-
to, en un abrir de ojo, en l a j i n a l trompeta :pues la
trompeta sonará, y los muertos resucitaránincorruptibles :
y nosotros serémos mudados*.
187. O s causará grande admiracion que yo cite este
testo 4 mi favor, cuando parece tan claro contra mí. La
misma admimcion tengo yo de ver que los doctores citen
este mismo testo á su favor, despues de haber concedido,
aunque con tan gran economía, que los santos realmente
rekwitarán primero que el resto de los hombres. La in-
telijeiicia que dan á este Gltimo lugar de S. Pablo, es bien
dificil componerla con aquella concesion. N o obsfante con-
vienen todos, como es necesario, en su sistema, que el
Apbstol habla aqui de la resureccion universal. Mas jse-
rá cierto esto? i El Apóstol habla aquí de la resurreccion
nniversal ? i Con qué razon se puede esto asegurar, cuando
todo el contesto clama y da gritos contra esta inteligeu-
cia? Os atrevereis 4 decir, i que S. Pablo, el Apóstol y
maestro de las gentes, 6 el Espiritu Santo que hablaba
por su boca, se contradice B sí mismo? Pues no hay re-
medio, si quereis que hable aquí de la resiirreccion nniver-
sal, debereis conoeder, que cae irremisiblemente en dos-
b tres contradicciones manifiestas. Vedlas aqui.
P R I M E R A CONTRADICCION.
188. Si S. Pablo habla aquí de la resurreccion nniver-
sal, todos los hombres sin diitincion, buenos y malos,
&les é infieles, &,c., deben resucitar en un mismo momen-
to, en un abrir y cerrar de ojos?: luego es falso lo
que dice á los Tesalonicenses : y los que murieron en CrZs-
to resucitarán los primeros$: y si no, componedme es-
tas doa proposiciones.
&e mysterium vobis dico : Omnes quidem reeurgemua, sed non
omnes immntabimnr. In momento, in ictu oculi, in noviseima tuba :
canet enim tuba, et mortui resurgent incorrupti: et nos immuta-
Vimur.-l ad Cw.xv, 61, et 62.
+ In momento, in ictu oculi. -Vide fol. prac.
1 Mortui, qui iri Christo aunt, resurgent primi.-1 nd !Z!hes. iv, 16.
1% .LA VBNIDA DEL YESIAS
SEGUNDA OONTRADICCION.
191. S i S. Pablo habla aquí de la resnrreccion uni-
versal, todos los hombres sin distincion deben resucitar en
un momento, en un abrir de ojo$: luego antes de este mo-
mento, todos sin distincion deben estar muertos; pues solo
los muertos pueden resucitar : luego no hay, ni puede haber
talos vivos, que se levanten en las nubes d recibir d Cristo
en campafiia de los santos ya resucitados, juntamente con
ellos. Y si no, componedme estas dos proposiciones.
102, Primera : Todos los hombres sin distincion, de-
ben resuciiar en un mismo punto y momento: por una
consecuencia necesaria. todos sin distincion deben estar
realmente muertos, antes que suceda esta resurreccioa
instanthnea.
193. Segunda : Despues de la resurreceion de los san-
tos, algunos hombres, no muertos sino vivos, que todavia
no han pasado por la muerte, se juntarán con dichos san-
tos ya resucitados, y junto con ellos subirán en las nubes
á recibir h Cristo.
TERCERA CONTBADICCION.
. 194. Si S. Pablo habla aquí de la resurreocion uni-
vemal, todos los hombres, sin distincion de buenos y ma-
los, de espiritualea y carnales, puros é impuros,. &o., de-
berán resucitar incorruptos ea un mniento, en utr - abrir
de ojo, en la p n a l trompeta : pues la trompeta sonar&,
y los muertos resucitarán incorruptibles i luego todos :
luego todos sin distincion poseerán desde aquel momento
la incorrupcion 6 la incorruptela : luego es falso lo'que dice
'
* Vide snpra. + Vide aupra. 1 Vide s u p .
5 In momento, in ictn ocnli, in novissima tuba: canet enim tuba,
et mwhii resnrgent incomxyti. -1 ad Cor. m,51.
BN GLORIA Y MAOESTAD. En
el mismo Apbstol en el versiculo~precedente: Mas digo es-
to, hernuinos: que la carne y la sangre no pueden poseer
el reina de Dios : ni la corrupcion poseerá la incorrupti-
Zilidad*. Direis, no obstante, que tambien los malos, por
ioicuos y perversos que sean, han de resucitar incorruptos,
participar de la incorruptela ;pues una vez sus cuerpos re-
socitados, sus cuerpos no han de volver 6 resolverse, ni
B convertirse en polvo, sino que han de perseverar ente-
ros, unidos siempre con sus tristes y miserables almas.
Bien, i y esto quereis llamar iucorrupcion 6 incormptela?
Cierto que no es este el sentir del Apbstol, cuando nos
asegura formalmente, y aun nos amenaza de que la car-
rrs y sangre no pueden poseer el reino d. Dios :ni la cor-
nig>ciotr poseerá E a inwmuptibilidad. Pues i qué quiere
decir esta espresion tan singular? Lo que quiere decir ma-
nifiestamente es, que una persona, cualquiera que sea sin
eeoepcion alguna, qae tuviese el coraeon 6 las costumbres
corrompidas, y perseverare en esta cormpcion hasta la
muerte, no tiene que esperar en la resurreccion un cuerpo
puro, sntíl, ágil, é impasible. &sucitará si ; mas no para
la vida, sino para lo que llama S. Juan muerte segunda :
no para el gozo propio de la incarruptela, sino par el d+
lor y miserias, propios de la corrupcion. Así, aquel cuer-
po no se consumirá jamas, y al mismo tiempo jamas ten-
drá parte alguna en los efectos de la incorrupcion ; antes
sentirá eternamente lor efectos propisirnos de la corrupcion,
que son la pesadez, fealdad, la inmundicia, la fetidez, y so-
bre todo, el dolor. Esto supuesto, componedme aora ek
h a dos proposiciones.
196. Primra : Todos los hombres .sin distincion re-
mcitarán incorruptos, pues la trompeta sonará, y los muer-
tos resucitarán incowuptiblest.
Hoc autem dico fratres, quia caro et sanguis regnum Dei pos-
sidere non possnnt : neqne cormptio incormptelam poseidehit. -
1bd Cor. m,60.
) Canet enim tuba, et mortui reaurgent incorrupti.- 1 ad Co*.
xv, 62.
m LA V E N I D A D E L MBSIAB
-
5 In momento,-in ictu oculi,- 1 ad Cor. XV, 62.
11 Ecce myatefium vobis dico. 1 rd Cpr. sv, 61.
TOMO 1. K
?a .LA VRNlDA D E L MESIAS
PARRAFO IX.
200. Me quedabzói todavia a l p o s otros instrumentos
que presentar ; mas veo que me alargo demasiado. N o
obstante los muestro, como con el dedo, sefialando los lu-
gares, donde pueden hallarse, y pidiendo una juiciosa re-
flexion. Primeramente. en el salmo primero leo estas pa-
labras : P o r eso no se levantarán los implos en eljuicio :
ni los pecadores en el concilio de los justos*. Este testo
10 hallo citado b favor de la resurreccion, á un mismo
fiempo y una vez :mas ignoro con que razon: esto prueba,
dicen, que no hay mas que un solo juicio, y por consiguien-
te una sola resurreccion. Lo contrario parece que s e
infiere mánifiestamente: porque si los impios y pecadores
no han de resucitar en el juicio y coucilio de los justos ;
luego, 6 no han de resucitar jamaa (lo que es contra la
fe), 6 ha de haber otro juicio en que resuciten:
por consiguiente otra resurreccion. Segundo, en el capi-
tulo xx del evangelio d e S. Lucas, versiculos 35 y 36 leo
estas palabras del Sefior: Mad los que serán juzgados
dignos de aquel siglo, y de la resurreccion de los muertos,
ni se casarán, ni serán dados en caeamiento :porque no
podrán y a mas morir :p o r cuanto son iguales á los án-
jeles, 4 heos son de Dios, cuundo son hijos de la resur-
reccionz. Si en toda la Escritura divina no hubiera otro
8
TERCERA DIFICULTAD.
Nam sicut anima rationaiis et caro unm este horno, ita Deus,
et horno iinus este Ch&tus.-Id. ib.
+ Nota. -La paridad solamente se llama impropia, por cuanto
no es perfectamente cabal la semejanza : pues los estremos carne y
alma jamas pueden concebirse separados; y no así los estrernos Dior
y hombre : pues, no suponiendose la encarnacion, muy bien puede
atar el uno sin el otro.
158 LA V E N I D A DEL MESIAB
PARRAFO 111.
235. Si quereisno obstante que este lngnr del evangelio
no sea una verdadera parábola : si qnereis que sea una
profecia, una noticia, una descripcion, a 4 de la venida del
&ihr, como del joicio universal: yo estoy muy lejos
da emyeharme mucho, por la parte contraria ; eeto seria
enúar en una disputa embarazosa y de poquísima 6 ninguna
utÍüdad. Si yo la llamo partíbola, es porque la hallo puesta
entre otras parhbolas, y porque leido el testo con todo
su contesto, me parece todo dicho por semejanza, no por
propiedad: ni parme verosimil, que el juicio universai se
haya de reducir á aquello poco que aquí dice el Seiior, ni
que todos 1- buenos por una parte, y todos los malos por
otw, hayan de ser juzgados y sentenciados sdo por la
razon que aU se apunta: ni tampoco que los unos y los
otros hayan de deeir en realidad aquellas palabras : ;Seiior,
mndo te vimos hambriento, 6 sediento &a. * ? y que el
M o r les haya de responder : en cuanto lo hicisteis á uno
¿a cstos mís pequeñitos, á mi me lo hicisteis, y en cuanto
no lo hicisteis, tai á mí lo hicisteis t.
236. Con todo eso, yo estoy pronto ti concederos sobre
este punto particular todo cuanto quisiereis. No sea esto
una parábola, sino una prokcia que anuncia directamente
la renida rtel Sefior, y el juicio universal. Aun con esta
emcesion cuita y liberal,- i qu6 cosa se puede adelantar?
Jesucristo dice, que mando venga entóncess so senterá
m el troao de masestad: eutónces se congregarán delante
de él Ins gentes: entbnces separarti los buenos de 10s
malos, p o n i d o aquellos á SS diestra, y estos á su sinies-
Domine, quando te vidimus esurientem, aut sitientem,' &c. -
Mat. xxv, 44.
t Quanciiu fecistis uni ex his fratribus meis minimis, mihi fecistis.
Qumndih non fe&&, uni de minorisus hia, nec mihi fecietie.-
&t. XXV, 40, et 45.
f Chm autem venerit.
-
5 tunc, &c. Videfol.prcec
1
s LA VENIDA DEL MESIAS
tra : entbnces alabará 4 los unos, y los llamará 4 la vida
eterna, y reprenderá h los otros, condenándolos al fuego
eterno. Bien: todo esto es cierto, y todo se concede sin
dificultad ;mas, j, qué consecuencia pensais sacar de aqui ?
i Luego cuando venga Jesucristo en gloria y magestad, su-
cederán luego al punto todas estas cosas ? ¿ Luego en aquel
dia (que los profetas, y S. Pedro y S. Pablo, llaman el dia
del Sefior, y que segun vuestra estrafia inteligencia debera
ser un dia ordinario de diez 6 doce horas) luego en .este dia
no habrh que hacer otras cosas, sino solo estas ? i Y las q u e
anuncian para ose mismo dia casi todos los Profetas, y las
que anuncian, muchos, y tal vez los mas de los Salmos : y
las que anuncia el Apocalipsis en los tres Gltimos capitu!os,
estas no podran tener lugar en aquel dia, estas deberhn ser
escluidas por la palabra entonces ? Cierto que es esta una
consecuencia 6 un modo de discurrir bien singuiar.
237. Como si dijeramos: mil lugares de la Escritura
anuncian clara y espresamente mil cosas grandes y admi-
rables, que deben suceder en el dia del Sefior, despues q u e
venga á la tierra en gloria y magestad. Aora, entre estos
lugares hay uno que hablando de la venida del SeSor, pone
luego el juicio universal, sin hacer mencion de otra cosa
intermedia ; pues dice, cuando viniere, &c. :luego despws
que venga el Sefior no hay otra cosa que hacer, sino d
juicio universal : luego esas mil cosas que anuncian esos
mil lugares de la Escritura, por claras y espresas que pa-
rezcan, deberán echarse á otros sentidos, por impropios y
violentos que sean ; pues no hay tiempo para que sucedan
despues de la venida del Sefior. Por consiguiente la pala-
bra entbnces, deber4 esplicar mil lugares claros de la Es-
critura, y no ser esplicada por ellos. Consecuencia durí-
sima y despbtica, contra la que claman y dan gritos todas
las leyes de la justicia.
238. Pues i qub sentido propio, verdadero y conforme ti
las Escrituras, le podrémos dar h la palabra enthces, y 4
todo el testo del evangelio? Para responder en breve 4
esta pregunta, no me ocurre otro modo mas ffhcil que el
uso de alguna semejanza 6 ejemplo, que suele valer mucho
mas que un prolijo discurso. Leed el capitulo nueve del
Génesis y hallareis allí (versiculo veinte) que cuando Noé
salio del arca despues del diluvio, comenzó á labrar la
tierra y plantb una viña, y bebiendo el vino se embriagó +.
Oid aora mi bella inteligencia de estos palabras. No6
salió del arca al amanecer del dia 27 de Abril, y junto con
él todos sus prisioneros, y habiendo en primer lugar adora-
do á Dios ofreciéndole su sacrificio, se puso luego á labrar
la tierra por no estar ocioso : aquella misma mafíana,
ayudado de sus tres hijos, plantó una viíia, 4 la tarde hizo
su vendimia, y antes de anochecer ya estaba borracho.
i Qué os parece, amigo, de mi inteligencia ? i Hallais que
reprender en ella guardando consecuencia ? Consideradlo
bien.
239. Y o no negar6 que es bien reprensible, por idmita-
mente grosera. Cualquiera que Iee seguidamente este
lugar del Génesis, conoce al punto que el historiador sa-
grado va 4 referir directamente y de propósito lo que su-
cedió por ocasion de la embriaguez de Noé : esto es, las
bendiciones y maldiciones (Ó por hablar con mas propiedad)
las predicciones y profecias que pronunció, ya en pro, ya
en contra de su posteridad, á favor de sus dos hijos, Sen,
Japhet, y en contra de Can, y mucho mas de su nieto
Caanán. Para referir todo esto de un modo claro y cir-
ouastanciado, como buen historiador, era necesario decir,
primero, en breve, que el justo Noé en cierta ocasion
ae propasó inocentemente en la bebida, y realmente se em-
briagó: segando, que ya en aquel tiempo habia vino en el
mundo : tercero, que tambien habia vifia : cuarto, que esta
viíia no era de las antidilnvianas, sino que el mismo Noé la
habii plantado por sus manos. D e todo esto era necesario
hacer mencion como en un bnvismo compendio, para
* Ccepit No6 vir agricola exercbre terram, et plantavit vineam.
-
Bibensque vinum inebriaus est. Gen. ix, 20, et 21.
158 LA VENIDA DEL M B S I A S
referir lo que el mismo No6 habló en profecía, luego que
despertó de su sueño. Apliquémos aora la eeaiejanza:
Jesucristo en esta especie de partibola va directamente á
dar una doctrina : va á exortar 4 los hombres á las obras
de misericordia con sus prbjimos : este es su asunto prin-
cipal. Para que esta exortacion tmga mejor efecto, lea
da una idea general del juicio universal, proponiéndoles con
suma viveza y naturalidad, así el premio como el castigo
que deben esperar los que hacen 6 no hacen obras de
misericordia. Mas para dar esta idea general del
juicio universal para contraer esta idea general 4 suin-
tento partictilar, le era necesaria alguna preparacion :
le era necesario decir en breve, y como de paro, que él
mismo habia de venir otra vez á la tierra en gloria y
magestad, que cuando viniese, entbnces se habia de sentar
en el sólio de su magestad, que habia de congregar todae
las gentes en su presencia, h. M=' todo esto que aquí
apunta el Sefíor brevemente, i sucederá luego al punto que
llegue á la tierra? ¿,Todo se ejecutará en el espacio
de doce 6 de veinte y cuatro horas ? Pues j c6mo se
cumplirán lae Eecritzsraa* ? i Cómo se podrán verificar
tantris otras cosas que hay en la Escritura, reservadas vi-
siblemente para aquel mismo dia 6 tiempo, que debe co-
menzar en la venida del Sefior ? i Estas tambien no son
dictadas por el mismo Espirita de verdad ?
240. En suma: todas las espresiones y palabras del
testo del evangelio, de que hablamos, son verdaderas, son
propias, son naturales y perfectamente acomodadas B su
...
fin. Cuando viniere se sentará ent6nces-1- ; y entóncu
serán todae lar gentes uyzsntadasS, y apartorá los una
de los otros5 : entónces dirá, &c. 11 Del miamo modo son
Quomodo ergo implebuntur 8cripturae.-Mat. xxvi, 54.
...
C m autem venerit tunc sedebit.-Mal. xxv, 31.
-
1Tunc congregabuntur. Id. ib. 32.
5 Tunc separabit.-Id. ib.
11 Tunc dicet, &c.-Id. 34.
EN'GLORIA Y MAG E S T A D . 159
verdaderos, y deben verificarse en aquel mismo,dia todos
los anuncios de los Profetas, y todas cuantas cosas hay en
el antiguo y nuevo Testamento, claramente reservadas para
este dia. Para concordar a o q unas cosas con otras, para
entenderlas todas con gran fachidad, y para darles á todas,
y 4 cada una de ellas, el lugar que les pertenece, solo falta
una cosa, segun parece, del todo necesaria : es á saber, que
no estrechémos tanto el dia de1 Sefior, como lo hace el
iitema ordinario, sino que le démos, sin temor alguno,
toda aquella grandeza y estension que le es tan debida,
segun lm Escriturae*. Con esto solo tendrémos tiempo
para todo.
* IJecundum scriptum.
CAPITULO IX.
ULTIMA DIFICULTAD.
ADICION.
243. Por lo que acabamos de decir no pretendemos ne-
gar que haya de haber fuego del cielo en la venida miama
del Sefior ; pues así lo ballámos espreso an algunos lugares
de la Escritura, especialmente en el aalmo xcvi. Fuego
irá delante de kl, y abrasará al rededor á sus enenrigos-
Alumbran sus r e l á q a g o s la redondez de la tierra : vi&
los la tierra, y fué c o n m i d a . Los montes como cera se
derritieron 6 la vista del Señor: á la vista del S&
toda la tierra*. Este testo, en especial las Gltimas pala-
bras, parece que suenan 4 un diluvio universal de fuego,
que debe preceder inmediatamente á la venida del Sefior ;
mas es bien advertir lo primero, que estas Gltimas palabras
á la wMta del S&r t o d a la tkrra, que son las que tienen
mas apariencia, no se leen asi en las otras versiones, sino
de toda la tierra: y así tienen otro sentido diverso: no es
teda la tierra la que fluye como cera, & Ia vista y
presencia del Sefior ; sino los moutes son los que fluyen en
presenoia del Seííor de toda la tierra?: dice la parafiasis
caldea. De la presencia del scrmblante del Señor toda la
tierra$ : dice la antiquísima version arábiga. Fuera de
que esta es conocidamente una espresion figurada como la
del aalmo siguiente : Los rios aplaudirán con palmadas :
juntamente los mondes se alegrarán á la vista del Sefíor :
prqw vino á juzgar la tierras : y la del salmo cxiii : O
montes, saltasteis de gozo como carneros ; y vosotros, co-
llados, como corderos de ovejas((.
I p i s ante ipsum precedet, et inflamabit in circuitu inimicos
ejns. Iiiuxerunt fulgura ejns orbi terrae; et commota est terra.
Montes sicut cera fluxetunt B facie Domini : B facie Domini omnis
tema, &c. -Ps.xcvi, 3, 4, et 5.
.f. A presentia Domini dominatoris omnis terre. -Id.
f A conepectu faciei Domini terrz totius.- lb.
Flumina plaudent manu, simul montes exultabunt. A conspec-
tu Domini : quoniam venit judicare tenam.- Pu.xcvii, 5, et 9.
11 Montes exultastis sicut arietes, et colles sicut agni oviutn.-
A. cxiii, 6.
M 2 \
164 LA V E N I D A DEL MESIAS
SOBRE LA
-
PROFECIA DE DANIEL, Y VENIPlA DEL ANTICRISTO.
PARRAFO 1.
3. Propongo este punto, en primer lugar, por ser una
de las mas ilustres profecías que se hallan en toda la di-
vina Escritura, cuyo perfecto cumplimiento, esceptuando
la última circunstancia, vemos ya con nuestros propios ojos, .
y debieramos mirar con una religiosa admiracion. RRpre-
séntase aquí el Profeta de Dios, debajo de la figura de una
estátna grande y de aspecto terrible, compuesta de cuatro
diferentes metales, cuatro reinos 6 imperios grandes y. cé-
lebres, quo en diversos tiempos habian de aflijir al mhndo
y dominarlo. A cada uuo de ellos se le pone su distintivo
propio g peculiar, para que por él pueda conocerse con
toda certidumbre. Represéntase del mismo modo el fin y
término de todos estos reinos, el cual debe suceder con la
caida de cierta piedra, qne por si misma, sin que nadie la
tire, se ha de desprender de un monte, y volar directa-
tnente Bcia los pies do la estátua ; á cuyo golpe terrible é
imprÓnso, se quebrantan al punto, y se desmenuzan, no
solamente los pies, sobre quiones cae, sino junto con ellos.
todas las otras partes do la estátua, reduciéndose toda elia
B una leve ceniza que desaparece con el viento. En con-
iiecriencia de este gran suceso, la piedra misma que hiri6
la estátua, crece y se hace un monte tan grande, que ocupa
y cubre toda la tierra.
Iü, 6 Rey, v e h , y te pareció como una grande ertá-
tua: aquella erdbtua grande, y de mucha altura estaba
170 LA V E N I D A DEL MESIAS
PARRAFO 11.
6. La admiracion que siempre me ha caiisado esta repar-
ticion, en que veo que todos convienen, 6 lo menos cuanto
B la sustancia, me ha hecho tambien pensar muchísimas
veces cual puede haber sido la verdadera causa que ha
Tu es ergo caput aureum. Et post te consurget regnum aiiud
minna te argenteum : et regnum tertiurn aliud aereum, quod impe-
rabit uníveraz teme. Et regnum quartum erit velut fernun, &c.-
Dan.ii, 38, 39, et 40.
obligado 4 los doctores 4 unirse en este parecer, no obrt-
tante que lo repugna tanto, no solo la Escritura divina,
sino tambien la historia y la espenencia misma. Os diré,
amigo, simplemente lo que se me ofrece : tal vez lo toma..
rás á mal, mas i quikn podrá detener la palabra una vez
concebida * ? La causa en sustancia, y guardada toda
aquella proporoion que se debe guardar en la semejanza,
me parece la misma que tuvo Herodes para degollar 4 los
inocentes : quiero decir, el miedo y pavor del reino d e
Cristo. Este reino con todas las circunstancias tan claras
y tan individuales, que sefiala esta profecía, y que se halla
en millares de otras, como irémos observando, este reino,
digo, no lo pueden suliir en su sistema: los turba, los
asusta, y tal vez los hace entrar en cierta especie de furor,
el cual, aunque religioso y santo, no por eso deja de oca-
sionar la muerte 4 muchos inocentes: esto es, 4 tantos
lugares de la escritura, á quienes se quita con tan mani-
fiesta violencia su sentido propio y literal, con que solo
pueden vivir.
- 7. Este reino, vuelvo ti decir, repugna temblemeate 4
todas sus ideas. No es posible admitirlo sino en sentido
metafórico, 6 piiramente espiritual. Aun mi es necesario
llegar 4 algunos malos pasos, y ver el modo ó de pasarlos,
6 de evitarlos ; lo cual tambien repugna á las mismas ideas,
tómese el partido que se tomare. Por ejemplo: el tiempo
en que debe comenzar el último reino, que segun espresa
la profecía, debe ser cuando la estatua caiga al golpe de
la piedra, y se reduzca toda 4 polvo y ceniza : y esto tam-
poco se puede componer, ni aun en sentido espiritual, con
las ideas ordinarias. i Qué se hará pues, para poder salir de
un embarazo tan temble? No se ha hallado otro espedi-
ente, por mas que se ha buscado por los mayores ingenios,
que invertir un poco el órden de los cuatro reinos figurados
en la estatua, repartirlos de modo que no hagan mucho
dafío: olvidar del todo, como si no se viesen, algunas cir-
* Forsitan molest6 accipies, j sed conceptum aermonem tenere
-
quis potent ? Job. iv, 2.
cunstancias bien notables, y con esto u preparando insensi-
blemente el camino para colocar el quinto reino, donde
pareciere menos inc6mod0, y para espiritualizarlo del todo.
Pienso. que apenas ehtendereis lo que acabo de decir;
mas m tardaré. mucho en esplicarme.
8. Otra cosa quisiera deciros en el asunto, muy seme-
jante á un enigma. Paréceme, que nuestros doctores han
contado los cuatro reinos que figura la estátua, en esta for-
ma : pnmero, cuarto, tercero, segundo. Esplicome : en el
primer reino no hay dificultad ni tampoco interes de con-
sideracion : claramente lo sefiala el Profeta, y es el Gnico
que señala por su propio nombre, diciendo, que es aquel
reino celeberrimo fundado por Nabucodonosor, y de
quien 61 mismo era actualmente la cabeza : t ú pues eres la
cabeza de oro. Conocido este primer reino, antes de cono-
cer perfectamente los do3 siguientes, parece que les arre-
batb toda la atencion lo que se dice del cuarto, figurándose
que era, sin duda aIguna, el imperio romano, así por tal
cual seña equivoca que pudieron acomodarle, como por la
persnacion en que estaban (falsa á la verdad) de que el im-
peno romano habia de durar hasta el fin del mundo. Cre-
yendo pues buenamente que ya tienen conocidos dos reinos,
esto es, el pnmero y el cuarto, faltaba conocer los dos in-
termedios ; mas como entre el imperio romano, y el que
fundó Nabuco, no se hallaba otro claro y cierto que el
de los Griegos, pareció un bueu espediente dividir e1 pri-
mero por dos partes bien desiguales, llamando la parte me-
nor del reino de los Babilonios 6 Caldeos, y 4 la otra mayor
el reino de los Persas. Así se empezó á hacer en el siglo
de Teodosio el grande, cuando el imperio romano estaba en
tanta grandeza y esplendor, que parecia incorruptible y
eterno, y así ha corrido hasta nuestros tiempos por las razo-
nes que luego verémos: con lo cual sale bien la cuenta
enigmática : uno, cuatro, tres, dos.
9. Considerémos aora brevemente el órden de estos -
cuatro reinos como se halla en los doctores, mas sin perder
de vista el testo de la profecia. El primer reino, dicen, e s
174 L A V E N I D A D E L MESIAS
el de los Babilonios 6 Caldeos, cuyo fundador fué Nabuco
á quien succedilb su hijo Evilmerodac, y 4 este Baitasar,
en quien el reino tuvo h. Lo mas comun es confundir 4
Evilmerodac con Baltasar, haciendo de los dos una sola
persona, y en caso que esto sea verdad, que parece muy
lejos de serlo, solo hubo dos reyes, padre é híjo en el
primer reino. i Que reino tan corto ! i Parece que debia
durar mucho mas siendo de oro, y oro óptimo ! La cabeza
(dice el testo) era de oro muy puro. A m pregunto yo :
2 este primer reino 4 quien llaman de los Babilonios 6 Cal-
deos se limitó solamente 4 la Caldea? Es evidente que no ;
en la Caldea estaba la córte del reino, que era la gran
ciudad de Babilonia; mas su dominacion se estendia á
todos cuantos reinos particulares, principados y seííoríos
Babia entónces en d Asia, entrando en este número todo el
Egipto. Sin recurrir 4 la historia profana, la misma
Escritura divina nos lo dice claramente en profecía, y en
historia. Todos los pueblos de la Síria, Mesopotamia,
Palestina, Tiro, Egipto, las Arabias, h.,eran conquistados
por Nabuco ; la Media y la Persia, aunque tuviesen sus
príncipes particulares é inmediatos, mas todas reconocian
al gran rey de Babilonia por príncipe supremo, y como B
tal le obedecian y tributaban vasallaje. Los cautivos que
sacó este principe de Jerusalen y Judea, no solo fueron
conducidos á Babilonia y 4 otras ciudades de Caldea, sino
tambien 4 la Media y 4 la Persia, como 4 provincias del
imperio. De los que fueron á la Media nos habla todo el
libro de Estér (si acaso es cierto que Asuero era rey de
Media). De los que fueron h Persia nos dice dos palabras
el libro segundo de los Macabeos : Cuando nuestros%pa-
dres (son sus palabras) fueron llevados á la Persia
Todas estas noticias nos servirán bien presto. Pasémos
adelante.
10. El segundo reino, figurado en el pecho y brazos de
plata de la estátua, dicen que fuh el de los Persas, los
cuales unidos con los Medos, bajo las dos cabezas de Dario
Medo y Ciro Persa, conquistaron á Babilonia, y hechos
EN G L O R I A Y MAOESTAD. 175
duefios del imperio se coronaron uno despues de otro en la
miama ciudad de Babilonia. No se detienen mucho en
una gran dificultad que luego salta 4 los ojos, es 4 saber,
que este nuevo reino (que llaman de los Persas, para distin-
guirlo del de los Caldeos) 6 crecib y se hizo mucho mayor
por ta agregacion de los Bíedos y Persas, 6 á 10 menoa
q d 6 trrn grande como estaba, si esta agregacion ,no se
hizo entónces, sino que ya estaba hecha en tiempo de
Naboco ; y no obstante la profecla dice, que el segundo
reino será menor que el primero : y ckspues de ti se levan-
tará otro ... menor que tu, de plata. A esta gran di6-
culfad responden en breve diciendo : que el .verdadero
sentido de estas palabras es, que el segundo reino será
menor, no en estension, ni en geóte, sino en valor y gloria
militar. Y como si esto mismo, aun prescindiendo de la
suma violencia de este sentido, no se pudiese revocar en
duda, y convencer de falso; pasan adelante con gran satia-
faccion: tanto, que un intérprete de los mas clásicos se
pone de propósito tí probar con grande aparato de erudicion,
que la Persia fué antiguamente muy rica en minas de
plata, y por eso es aquí simbolizada por este metal. Y la
Caldea que no tenia minas de oro, ¿por qué se simboliza
por el oro ?
11. E l tercer reino, figurado en el vientre y muslos de
bronce de la estátua, quieren que sea el de los Griegos,
fundado por Alejandro. i Mas como? i Al remo de los
Griegos conocidamente el menor de todos, le competa el
distintivo particular que sefiala el Profeta al tercer
reino, esto es, que mandará sobre toda la tierra * ? Direb
necesariamente que si, haciendome observar por todo fun-
damento aquellas palabras de la Escritura que hablando de
Alejandro dice : ea116 la tierra delante de kl; mas lo
primero : estas palabras hablan de Alejandro, no del reino
de los Griegos ; ni de Alejandro se puede decir con pro-
piedad que fundó el reino de los Griegos, sino que destru-
pb el de los Persas. Lo segundo : estas palabras de la
Quod imperabit universse terrse ? -Dan. ii, 39.
176 L A VENIDA DEL MESIAS
PARRAW 111.
13. A u n q u e el órden que voy á proponer, y la esplicacion
que voy a dar, m e parece justa en todas sus partes, como
enteramente conforme con la profecia, y con la historia, to-
davia, p o r q u e n o tengo razon alguna p a r a fiarme d e mi
dictámen, l o sujeto de b u e n a fe á cualquier exámen, p o r
rígido q u e sea, con tal q u e n o p a s e de aquellos I í t e s jus-
tos que prescribe la verdadera crítica. E s t o mismo protes-
SEGUNDO REINO.
PARRAFO IV.
17. El segundo reino figurado el pecho y b m o s d e
plata de la estátua decimos que no puede ser otro, que el
de los Griegos: así por el distintivo particular que
pone el Profeta al segundo reino, de ser menor que el pri-
mero, como por su misma constitucion: es decir, por com-
ponerse todo de pecho y brazos. En el pecho podemoe
considerar el reino principal de los Griegos, que despues m
Uam6 de Siria, y en los brazos las dos ramas que se esten-
dieron de los mismos Griegos, una hasta la Macedonia en
Zuropa, y otra hasta Egipto en Africa, donde fundaron dos
reinos particdarea del todo independientes. Este reino,
pnes, 6 este imperio oélebfe de los Griegos no lo podemoe
mirar como ya formado en los dias de Alejjlndro: este no
hizo otra cosa que destruir, no edificar. Apenas podemos
Et post te consurget regnum alind minw te srgenteum.-
Dan. u, 39.
181 L A VENIDA DEL M E S I A S
decir con alguna propiedad, que abrib las zanjas, y pnm
una fi otra p i e h para que sobre ella se levantase de+
pues el ediüaio. 1
TERCBR REINO.
PARRAFO V,
20. El teroer reino 6 imperio célebre, figurado en e l
vientre y muslos de bronce de la estátua, es evidentemente
el romano. La circunstancia 6 distmtivo particuiar
el cual mandará á toda la tierra, no solo es notablemea&%
agravante, sino que lo hace mudar de especie, y casi lo s e
fiala por su propio nombre. i De qué otro imperio se puede
decir con verdad que dominó sobre toda la tierra conocida,
aino del romano? Considerad este imperio en tiempo de
Augusto, 6 de Trajano, 6 d e Constantino, 6 de Teodosio :
lo vereis tan p d e , y de una tan vasta capacidad, que en-
cierra dentro de su vientre todos cuantos reinos, principa-
do8 y potgstades se conocian entbnces en el mundo viejo,
esto es en Asia, Africa y Europa, sin quedar libres aun
bis islas del mar. Considerad el metal mismo que lo figu-
ra, que es el bronce, no solo duro y fortisimo, sino tam-
bim sonoro : porque no solo sujetb tantos y tan diversos
pueblos con la dureza y fuerza de sus armas, sino tam-
bien qnizh mucho mas con el sonido y éco de su nom-
bre. El Profeta dice del tercer reino, que será de bronce
haata los musl~s: el vientre y los muslos de cobre : otro
distintivo claro del imperio romano que tantos tiempos es-
tuvo dividido en imper'io de oriente y occidente.
21. Llegando aquí, seíior, paréceme que os veo sou
184 L A V E N I D A DEL MESIAS I
-
en Francia, ya en Alemania, hasta nuestros tiempos.
Bien : j y 4 una reliquia, y reliquia tan pequefia, le que-
reis dar el nombre tan grande y tan sonoro, como de ver-
dadero imperio romano ? Esta reliquia ¿ quereie que
todavia uno de los cuatro reinos célebres de que habla la
profeoía? Mirad, amigo, no os equivoqueis.
22. De este modo debereis decir, que todavia dura y
persevera hasta nuestros dias el imperio célebre de los Ba-
bilonios y Persas, sefialando como con la mano aquella
gran reliquia en que domina el Sofi, y que se llama reino
de Persia. De este modo debereis decir, que persevera
hasta nuestros dias el imperio célebre de los Griegos, se-
ííalando otra reliquia mucho mayor en que d o h a el gran
Sefíor de,Constantiuopla ; mas estas reliquias no son, amigo
mio, los reinos 6 imperios célebres de que habla la pro-
fecía. Estos imperios celebres se acabaron ya; si queda
alguna reliquia, esa reliquia no es imperio, ni merece con
alguna propiedad este nombre. Si quereis, no obstante,
dar el nombre de imperio romano 4 esa reliquia que queda
en Alemania, yo no contradigo, antes me conformo con el
uso comun ; mas no por eso dejo de conocer que para el
asunto de que hablamos, es este un uombre ó titulo in-
formarse desde el quipto siglo de la =a erlstiaaei, c o n b
*ttp9i~q qup rlaman de los bárbaros, loa oualea c p m ,m
tprrep* iypetuwo y' universal, inwHlr\rm, g tumbrwon
t&as las provincias del imperio romado: 6, tig&md~,la
eeairijpqq dp que usa la profecia, aai Gamo 4 hiem,dmu
y q4raak hdas 1- o o w por duras que san, asi esta
mqwtud iqnupoerable de gentes unas por el nr;en@, ataso
el wcidente, oasi nada dejaron que no quekrsntaq
domasep, y desplsnuwsn : Y el cuarto reino earb amo
el hierro. Al qus e8 hierro d ~ s m m w ay dZQicr
tabas las cioaao, w fd e r m w r l i , y qWa.ni&rá Q tm-4~
aetqe*. &te w el primer dietktiva. Es e a a m d
weei de este destrozo ccaei univmd, estPs miamos gent~
se dividigron eqfre st tpdo -el tems, y formaroa etitne
todau un reino 6 imperio del todo nueva, diferentíih Ba
los otros tres. i Cual es este ? Es el mismo que =M-
mente vemos, y que hemos visto muohos siglos ha. Y
este es el segundo distintivo. El reino rec& dividido.
WIi reino será dividido : nn reino de muchas cabe=: un '
teiao compiresto de muchos reinos particulares, todos inde-
pendientes : un reino onpas partes confinan entre sí, como
lo8 dedos en los pies : comercian entre si, se camunicaa,
se ayudan mútuamente ; pero jamas se unen de un moda
que formen una misma masa. l$ una palabra: afas
partes componen up todo, y al mismo tiempo conser-
van escrupirlosamente su division, y su total indepen-
dencia.
25. Los tres primeroa reinos de la esktua, aunque c m -
pqpstos de diferentes partes, b de diferentes prwblos y na-
ciones, todas elias se reirnisin bajo una sola cabeza, 6 Si
b moral, á quien reconocian, y á cuyas brdenes se movian.
El reino cuarto no es asi. Se compone, es verdad, de
mvcbss partes diversas entre sí, de muchos reinos, repú-
blicas, principados y sefiorios ; pero cada anal es aparte :
es una pieza, que se mueve por si misma con movimiento
Et regnum quartum eet velut ferrum. Quomodo ferrum com-
minuit, et domst omnia, sic comminuet, et conteret omnia haec.-
Dan. ii, 40.
EN GLORIA Y MAOESTAD. 18?
'
pailtionler : es absoluta é independiente : reComm su ea-
beza propia y peculiar. No obstante esta diviaion, no oba-
tante este movimiento particular de cada una, todas. ellas
ama rennea al fin, casi sin advertirlo, 6 á lo menos sin poder
weútlllo, en nnos mismo$ prinmpios, en unos mismos m-
tereaes, en unas mismas leyes generalea, neceaariae pana
la conservacion de todo el compuesto, y de tsdas y d a
mrs & las parta que lo componen. Estas principiar y
leyes general- ile reduoen ti una sola palabra, que todo
le aomprende, y todo lo es+ con suma propiedad 3 s9-
to es, el equilibrio propieirno, y n m e d i o para que,las
partes no ee destruyan, antes ae sostengan mutnamente por
e l k b r m g e d de t o d a ; y ad se conserva indemne to-
ab el compuesto en La misma divieian 6 independencia de
aae partas. Sin esto pudiera con razon temerse, que algu-
na de las partea oon la agregacion de otras se hiciese tan
gpande, que dominase sobre todm, y ya teniamoa en este
~afo otm mino 6 imperio,' semejwte á los tres primtwos,
el onelfalsific8ra ciertamente la profecía. Mas m hay que
temerlo: la profecfa se cumplirá infaliblemente; porque
W o s ba bablado: y las partes mismas que compoaen eete
toQo tiiugnlar, tendrán buen cuidado, como hasta aora lo
te~idn, de mantener su independencia, y conqervarse
divjdidao. EiI reirao rerá dividido.
26. D b e maa el Profeta de Dios, y este es el tercer
distintivo, que este cuarto reino, aunque nacido, de venq
& Aierro: de aquel hierro fortisimo que á fuerza de gol-
pes reiterados babia hecho vomitar á la estátua, todo cuaqto
B&ia devorado, y encerraba en su vientre : aunque su ori?
gep y raiz f w e el hierro mismo ; no por eso seria s61i-
do y duro wpio el hierro, sino parte sblido, y pgr@ que;
kmbe. Esto significa, dice él mismo, estar mepclado el
bietro con la greda en los dedos d s los pies : Y los de&
& loo pies en parte de hierro, y en parte de barro co-
d o i. en parte e l reino será jrme, y en parte quebradi-
m. i Y qué otra oosa nos ha mostrado hasta aora lo ea-
p r b c i a ? En la a g h i o n y movimiento de todas las par-
180 L A V E N I D A DEL MBSIAS
tes de este reino, en el choque casi continuo de utw oon
otras : en los golpes teniblea que se han dado entre sí,
ninguna otra cosa ha sucedido, eino que lo que era de
hierro, ha quedado sólido y d q ; y lo que era de greda,
ha padecido necesariamente algunas quiebras, uniéndoee
despues, ya con una, ya con otra, segun la mayor 6 me-
fuema de la parte chocante.
27. Mas las partes sólidas, 6 loa reinan particalares,
lejos de nniree entre si, despues de los golpes que se ium
dado, por eso mismo se han endurecido y consolidado mas,
y han quedado mas divididos .y mas independientes. i Que
guerras tan sangrientasy tan obstinadas ! i Qu6 batailas por
mar y por tierrá ! i Qub máquinas ! i Qu6 invenciones1
i Qué preparativos ! i Qué gatos ! Parecia muchaa v e e a
que las partes del reino se iban 4 destniir infaiiblemeote.
Parecia que alguna 6 algunas de ellas crecerian notable-
mente, convirtiendo 4 las otraa en su propia sustancia; mas
el efecto mostraba bien preato la verdad de la profecía;
El reino serh dividido, & parte$-, y en parte q & ~
dizo.
28. Finalmente, concluye el profeta eefialando el hl-
timo distintivo : estm partes 6 reinos particulares, que com-
ponen el cuarto reino 6 imperio célebre, se unirán muchas
veces entre si con aquella especie de union, que parece
la mas'estrecha é indisoluble, cual es el matrimonio ; mas
no por eso dejarán de quedar tan divididas, como estaban
antes. Se mezclarán por medio de parentelas, t ~ a sno re
unirán el uno con el otro. Este distintivo parece tan cla-
ro, y tan conforme con el evento, que no ha menester otra
esplicacion que una mediana noticia de la historie. Quién
vi6, por ejemplo, 4 Felipe 11, rey de Espafia, sontraer
matrimonio con la reina propietaria de Inglaterra, peMlaRa
sin duda, que aquellos dos reinos, duros y sólidos, se- iban
tí unir entre si para, formar entre los dos un so10 mino ;
mas 4 pocos dias mostró el suceso todo lo contraria Que-
daron aquellos reinos tan divididos como antes, y mucho
mas que antes. De este modo podemos discurrir por iwu-
EN G L O R I A Y MAOBSTAD. ' 188
merables uniones de estas, que nos ofrece la btena, y m
ion de este lugar.
29. En suma: desde qne se fundó este cuarto reino,
se fmd6 dividido. Las partes que lo componen, aunqne
todas tienen nn mismo origen, que es el hierro* ;
aunque todas confinan entre si, mmo confinan los de-
dos en los pies, divididas empezaion, y divididas han
perseverado sin interrupoion. No se ha podido hasta
aora, ni ae podrá jamm hacer de todas ellas un reino 6 un
imperio, semejante 4 los tres primeros, que reconozca y se
aujete &;unasola cabeza. El reino será dividido se me*...
c&& por asdio da parentelas, nurs no se unirán el uno
oon el otro :6 como leen las otras versiones, no se -ir&
arto (5 eao otro, 6 sl uno cm el otro*.
30. Porque el conocimieoto de este reino cuarto nos
ea absolutamente necesario para poder entender la ~egunda
y principal parte de la profecía, 6 donde ella se dirije,
pawce necesario tener presente, lo que sobre esto se haila
en loa docrtores, y el modo con que pretenden acomodar al
imperio romano los cuatro distintivos de que acabamos de
hablar. Con esto podremos fácilmente comparar una espli-
cmion con otra, y pesada8 ambas en fiel balanza, haoer
ana prudente eleccion.
P R I Y R R DISTINTIVO.
31. El cuarto reino será c m el hierro. A1 modo que
el hierro desmenuza, y doma todas las cosas, aoí deme-
rusurrá y quebrantará á todos estos. Esta semejanza, di-
oen, le cuadra perfectamente solo al imperio romano, el
d creció, y se engrandecio tanto como sabemos, que-
brantando y domando todos 10s otros reinos, pueblos y na-
oiones, como el hierro doma y quebranta todas lae o-
* De plaatMo fem. -Dan. ii, 41.
.t. R e p m diviium erit, ...commiscebuntur qiudem humano semi:
adhmrebnii0aibi.1 [ieawt #diZupnt] non edharebit hoc
ird hoc, ve1 alter ad alterun.-Dan. ii, 41, et 43.
&m . L A VENIDA D E L MESIhS
sosas: Si esto es verdad 6 ,no, lo pueden decidir los ql
tuvieren siificiente noticia de la historia mmana. A a o w
iros nos parece claro, que los dos verbos quebrantar $des-
mnuzar, h M d o de los Bdmanos y de sus coequbhe,
son muy impropios ;y su verdadero signihadano toncaecdi
& los hecbos. i Con qué propiedad, ni con que racon .m
pide decir de los Romanus que hjetaron h lae o t m p&
&S á en dominacion B. fuerza de dmos golpes de marti-
Ab ? Qué i los quebrantaron, qué los desmenasaron, qué
los molieron, alnwdo que el hierro desmenuza, y donua tader
kur coscrs? Otra idea muy diversa nos da la histotia, y
rnm la misma EsoRtnra divina nos dice, hablado ¿e loP
Romanos, conm era~poderososen fuerza, y que mian en
todo lo que se les pedia : y que cwmtos se llegaron á d w ,
.
M i a n ajustado con ello#, ami~tad..y habian conquistado
itoda la regiorb por su consejo y paciencia *. Cotejad a-
ttu áltimas palabras : poseyeron los Romanos todo lugar coa
~ i consejo
i y prndeneia; oon aquellas otras, todo lo pms
b r o n golpeando, quebrantando, desmenueando, molimdo ;
y vereis qné *reacia y qué conttatiedad. i C!uaub
jor b compete todo esto á aquella innumet~Me-rndtitddd
bárrbaras, que acometieron por todas partes al mismo i m p
n o romano y lo destruyeron ? De estos si que podemos &
oir con toda verdad y propiedad : todo lo domaron, lo que-
brantaron, lo desmenuzaron, lo molieron, a l modo que el
~ o . d s s t n e n u z ay, doma ~ & las
s omm: y tambbn, b e
todo k poseyeron, sin mas gradencia ni comrrjo, q d s u
propio faror, y su propia y n a k d b~bárie. Ama, 6
go, si este primer distintivo del cuarto reiuo qm &a
-
qne mostraba algma aparienuia, se I d a mirado de ~~EACU,
iaecomodable al imperio romano, i 4116 pensais aeib db
woi3 &es? ',! 1 1
TERCER DISTINTIVO.
33. En parte el reino será jirme, y en parte quebra-
dizo. Esto se verificó, segun unos, cuando el imperio m-
mano se dividió en imperio de oriente y de occidente.
Esto se verificó, segun otros, que son los mas, en tiempo
d e las guerras civiles entre Mario y Sila, entre Cesar y
Pompeyo, entre Augusto y Antbnio. En ese tiempo el
imperio romano fué como un reino dividido.
. . COARTO DISTINTIVO.. I .
84. Se ~ i a r l i por
n medio de parentelas, mai no se
unir& el uno cbn el otro. Esto se verificó, segun unds,
cuando César y Pompeyo se reconciliaron é hicieron a d -
gos ;y para que la amistad h e s e durable, Pompeyo le di6
B César su hija en matrhonio. Lo mismo hizo despues
Augastb con Antonio : y no obstante estos casamientos,
dehpre íué adbladte 1a division y Ia discordia. Yo no me
detengo en M e r nuevas retleiiones sobre la acomodacion
de estos tres bltinios distintivos, porque algo hemos de
dejar 4 los lectores. Me contento solamente con pedir 4
&dos los intárpretes de la Escritura, y 4 &ros muchos es-
critores que han tocado este punto, que me, sefialen qn el
imperio romano, y esto con distinciori y claridad, los pies
y dedos de la estátua, en parte de hierrob en ~ds
6arro cocido ; de modo, que Cbdae ella#estén (jhntbll, Iba-
m LA V E N I D A D E L MESIAS
existentes, y en atado de recibir todos á un mismo tiempo
el golpe de cierta piedra, que debe caer sobre ellos, y ha-
cerlos polvo. Este es, se6or mio, el gran trabajo, la gran
dificultad, -el sumo embarazo. Lo que hasta aqui hemos '
PRIMERA DIFICULTAD.
38. Si la piedra de qse habla la profecía se deapren-
di6 ya del monte, y cay6 6 bajó sobre esta nuestra tierra
en tiempo de Augusto, debib haber bajado 6 caido, di-
recta 6 indirectamente sobre los pies y dedos de la gran-
de estátna, y desmenuzarlos B ellos en primer lugar: por-
que esta circunstancia de la profecía, tan particular y tan
ruidosa, debe significar dgun suceso particular. Se pre-
gunta, pues, i qué pies y dedos pueden ser estoa, parte de
hierro y parte de greda que habia en el mundo en tiempo
de Augusto, b sea en el mismo imperio romano, 6 en el
imperio del diablo, los cuales quebrantb la piedra con su
golpe ?
SEGUNDA DIFICULTAD.
89. Los cuatro metales de la estátua, oro, plata, bron-
BN GLORIA Y MABXBTAD. 195
ce, y hierro, iñguraban cuatro reinos solo metafórioos 6
espirituales, 6 cuatro reinos materiales, corporales, visibles,
que iL3ioament.e htibitui de aparecer en el mundo ? Si lo
primero : i p r a que nos cansamos, y se han c a d o tanto
los doctores en buscar estos remos entre loe Caldeos, Per-
sas, Griegos y Romanos? i Nd ha sido este un trabajo
perdido ? Si lo eegundo : L estos reinos materiales, corpo-
rales. visibles, de que solamente se habla, debia haber que-
brantado y deamenniado ya la piedra; w 4 reinos meta-
foricos y espirituales de qne no se habla: quebrantar& y
acabar& t& los reinos, dice la profecía hablando de la
piedra, y luego afiade : quebrantará el Aicrre, el barro,
al cobre, la pluta, y el oro. Parece un modo de esplicar
la santa EBGntura bien facil y cómodo : tomar la mitad de
un testo en un sentido, y la otra mitad en otro tan diverso
y distante, cuanto lo es el oriente del occidente. Mientras
se responde 6 estas dos diñcultades de aignn modo, siquie-
ra peroeptible, yo voy 4 satisfacer 6 otra, 6 4 mostrar el
eqnivoao en que se funda.
EXAMEN U B LA PIBDRA.
PARRAFO VIII.
40. La piedra de que habla esta profecla, nos diceir con
suma razon. es evidentemente el mismo Jesucristo hijo d6
Dios é hijo de la Virgen. Del mismo modo es evidente,
que esta piedra preciosa ya bajó del monte, 6 del cielo, al
vientre & la virgen en el siglo de Augusto, cuando el
impeho romano estaba en su mayor grandeza y esplendor.
Del mismo mudo ee evidente, que en consecuencia de esta
bajada, en e2 vientre de & virgen, aunque lio luego al
pnnto. como paree que lo da 4 entender la profecía, laas
poco 4 poco se ha ido arruinando el imperio del diablo, el
cdal estaba en los iniperios de bs hombres, y era sostenido
pot ellos. C m 10 cual tambien es evidente que POCO 4
poco ba idd creciendo la misma piedra, y ha llenado c ~ s i
bdo el mundo pm medio de la prcdicacion del evangelio,
y ei;itablwi&nto del cristianismo. Todo esto en sustancia
o 2
196 LA VBNIDA DEL MESIAS
+
=
Ut iniqub agerent, laboraverunt. -
Jerem. ix, 5.
-
Ut vitam habeant, et abundantiha habeant. Joan. x, 10.
f m u a homini~non venit anima perdere, sed salvare. - h c .
&, 66.
5 Calamum quassatum nen conteret, et linum fumigans non ex-
-
tinguet. Zsai. xlii, 3.
EN GLORIA Y MAGBSTAD. !N1
sufrimiento y del silencio, baje segunda vez con el mayor
estruendo, espanto y rigor imaginable, y se encamine direo-
, tamente Bcia los pies de la grande esiáiua. El Señor como
fuerte saldrá, c o m uaron guerrero despertará su celo:
voceará, y g r i t a r á : sobre sus enemigos se esforzará.
Calld siempre, estuve en silencio, sufrí, hablard conro la
que está de p a r t o : destruirt, y deuorard al mismo tiem-
po*. h t 6 n c e s se cumplirá con toda plenitud Ia segunda
parte de aquella sentencia : el que cayere sobre esta pie-
dra será quebrantado : y sobre quiem ella cayere 20 des-
menuzará: y entbnces se cumplirá del mismo modo la se-
gunda parte de nuestra profecia, cuya observacion y verda-
dera inteligencia nos ha tenido hasta aquí suspensos y ocu-
pad- : cuando sin mano alguna ee desgajb del monte una
pbdra: d hirib á la esthtm en sw piss de hierro, y ds
barro, y los dsanrenuzb, &c.t
48. No tenemos, pues, razon algnna para confundir un
misterio con otro. Aunque la piedra en si es una misma,
esto es, Cristo Jesus, mas las venidas, 6 caidas, 6 bajadas
ti esta nuestra tierra son ciertamente dos muy diversas en-
tre si, y tan de fe divina la una como la otra. Asi, lo que
no se verificó, ni pudo verificarse en la primera, se veriñca-
rá infaliblemente en la segunda. Esto es lo que andan
huyendo los doctores, sin duda, para no eaponer su sistema
S m peligro tan evidente. Esto los ha obligado 6 invertir
e l 6rden de los reinos, dando al de los Griegos el lugar y
e l distintivo que no es suyo, ni puede competerle ; que es
este : el cual mandará toda la tierra ; y dándole al impe-
rio romano el Gltimo lugar, para que se halle presente 6 lo
CONOLUSION.
52. La séria consideracion de este gran fenbmeno, des-
pues de observado con tanta exactitud, podria ser utilisi-
ma, en primer lugar para aquellas personas religiosas y
pias, que lejos de conteutarse con apariencias, ni deleitar-
se con discursos ingeniosos y artificides, buscan solamente
la verdad, no pudiendo descansar en otra cosa. Mucho
mas titil pudiera ser respecto de otras personas, de que
tanto abunda nuestro siglo, que afectan un soberano des-
precio de las Escrituras, en especial de las profecias ; di-
ciendo ya pbblicamente, que no son otra cosa que pala-
bras al aire, sin otro sentido que el que quieren darle los
intérpretes. Unas y otras podrian quedar, en la considera-
cion de esta sola profecia, y en el confronto de ella con
la historia, penetradas del mas religioso temor, y del maa
profundo respeto ti Dios y su palabra.
53. Desde Nabucodonosbr hasta el dia de hoy, esto
es, por un espacio de mas de dos mil trescientos afios,
* Oportet autem illum regnare, donec ponat amnee inimicoa eub
-
pedibus ejus. 1 Paul. ad Cw.xv, 25.
EN G L O R I A Y MAGES'FAD. 205
w ha venido verificando puntualmente lo que comprende
y anuncia esta antiquísima profecia. Todo el mundo ha'vb
to por sus ojos las grandes revoluciones que han sucedi-
do para que la estátua se formase y se completase des-
de la cabeza hasta los pies. La vemos y a formada y com-
pleta, segun la profecia, sin que haya faltado la meuor
circunstancia. Lo formal de la eatátua, es decir, el impe-
no y la dominacion, que primero estuvo en la cabeza, se
ha ido bajando á vista de todos, por medio de grandes
revoluciones, de la cabeza al pecho y brazos : del pecho y
brazos al vientre y muslos : del vientre y muslos á las pier-
nas, pies y dedos, donde actualmente se halla. No falta ya si-
no la bltima bpoca, 6 la mas grande revolucion, que nos
annncia esta misma profecia con quien concuerdan perfm-
tamente otras muchisimas, que en adelante irémos obser-
vando. Mas esta bltima ¿por qué no se recibe como se ha-
lla? Quien ha dicho la verdad en tantos y tan diversos
sucesos que vemos plenamente verificados, podrá dejar
de decirla en uno solo que queda por verificarse ? ¿Por
qué, pues, se mira este suceso con tanta indiferencia?
i Por qué se afecta no conocerlo ? i Por qué se pretende
equivocar y confundir la caída de la piedra sobre los pies
de la estatua, y el fin y término de todo imperio y domi-
nacion, con lo que sucedió en la primera venidad quieta y
pacifica del hijo de Dios?
54. N o se, amigo, i que es lo que tememos, qué es lo
que nos obliga 4 volver las espaldas tan de repente, y
recurrir 4 cosas tan pasadas, y tan agenas de todo el con-
testo ! ¿ Acaso tememos la caida 6 bajada de la piedra, /la
venida del Sefior en gloria y magestad? Mas este temor
no compete á los siervos de Cristo, 4 los fieles de Cristo,
...
B los amadores de Cristo :.porque la caridod echa fuera
...
e2 temor *. Estos por el contrario deben desear en esta
vida, y clamar dia y noohe con el profeta : i O si rompie-
T O M O 1.
FENOMENO 11.
PARRAFO 11.
61. Veia de noche en mi vision, y hé aqui los cuatro
vientos del cielo combatian el en mar grande. Y cuatro
grandes bestias subian de la mar diversas entre si. La
primera como leona, y tenia álas de águila; mientras yo
la miraba le fueron arrancudas las álas, y se alzó &
tierra y se tuvo sobre sus pies como un hombre, y se le
di6 corazon de hombre. Y vi otra bestia semejante á un
oso, que se paró á un lado: y tenia en su boca tres ór-
denes de dientes, y decianle así: Levántate, come carnes
en abundancia. Despues de esto estaba mirando, y hb
aqui como un leopardo, y tenia sobre si cuatro álas co-
mo de ave, y tenia cuatro cabezas la bestia, y le fuk
dado el poder. Despues de esto miraba yo en la vision
de la noche, y hé aqui una cuarta bestia espantosa, y
prodijiosa, y fuerte en estremo, tenia grandes dientes.de
hierro, comia y despedazaba, y lo que le sobraba lo ho-
llaba con sus pies: y era desemejante á las otras bestias,
que yo habia visto antes de ella, y tenia diez astas. Con-
templaba las astas, y hé otra asta peyuefia, que nació de
enmedio de ellas: y de las primeras astas fueron, arran-
cadas tres delante de ella, y en aquella asta habia o$,
EN G L O R I A Y MAGESTAU. . 213
como ojos d e hombre, y bocas, que h a b l a b a cosas grpn-
des, &c.*
62. Este es e l testo d e l a primera p a r t e d e l a profecía :
considerémos aora l a esplicacion comun de los intérpre-
tes.
63. La primera bestia, dice el Profeta, era semejante á
una leona cou álas d e águila. A esta bestia, añade, la
estuve mirando c o n atencion, hasta q u e ví q u e l a arranca-
ban las álas, la levantaron d e tierra, ella s e puso en pie
como hombre y s e l e di6 corazon d e hombre.
64. E s t a primera bestia, nos dice l a esplicacion, cor-
responde á l a cabeza d e o r o d e l a estátua, 6 al primer
imperio de los Caldeos : se representa e n figura de leona
con álas, p o r s u generosidad, valor é intrepidez, y por l a
suma ligereza con q u e hizo s u s conquistas. Lo demas q u e
se dice d e esta leona, esto es, q u e l a arrancaron las álas,
que la levantaron d e l a tierra, q u e s e puso e n pie como
hombre, y se l e di6 corazon d e hombre, n o significa o t r a
cosa sino aquel célebre y justisimo castigo q u e dió el S e -
fior 6 Nabuco, primer monarca d e este primer reino, qui-
tándole por f u e r z a las álas, esto es, e l reino mismo, tras-
terio, sino que estos tres primeros imperios, asi como todas
las cosas caducas de este mundo, tuvieron su tiempo de
vida fijo y limitado desde la eternidad por la providencia.
Leed otra vez el testo y juzgad: y vi, que habia si&
muerta la bestia, y habia perecido su cuerpo, y habia si-
do entregado al fuego para ser quemado : Y que á las
otras bestias se les habia tambien quitado el poder, y se
les Rabian señalado tiempos de vida.
73. E l poco caso que se hace. 6 que se afecta hacer de
este testo, omitiéndolo unos como cosa de poco momento,
dándole otros la inaudita esplicacion que acabais de oír,
;os parece, amigo, que será sin misterio ? Por mas que se
quiera disimular, es visible y claro, que debe poner en
gran cuidado lo que aquí se dice sobre el fin de las bestias,
conocidamente incompatible con las ideas ordinarias. Por-
que ¿qué quiere decir, que muerta la cuarta bestia, queda-
darán las tres primeras sin potestad, pero con vida? ¿ Qué
quiere decir lo que se ariade poco despues, esto es, que la
potestad, reino, 6 imperio, se dé al que acaba de llegar en
las nubes, como Hijo de Hombre, y junto con él á todo el
pueblo de los santos del Altísimo? i Qué quiere decir que
la potestad, reino 6 imperio que se da entónces 4 Cristo y
4 sus santos, comprende todo cuanto está debaio de todo
el cielo*? Todo esto es necesario que ponga en gran cui-
dado 4 los que piensau y dan por supuesto que el $efior ha
de venir 4 la tierra por muy breve tiempo para volverse
luego : que 4 su venida ha de hallar resilcitado á todo el li-
nage humano : que luego al punto ha de hacer su juicio de
vivos y muertos, y antes de anochecer se ha de volver al
cielo con todos RUS santos, &c. Por tanto no hay otro re-
medio mas oportuno, que 6 despreciar este cuidado, no
dándose por entendidos de estas menudencias, 6 darles al-
guna especie de esplicacion, la primera que ocurra, que el
pio y benigno lector les pasará por todo.
PARRAFO 111.
74. Habiendo visto y considerado lo que sobre este mis-
terio nos dicen los doctores, y quedando poco 6 nada sa-
tisfechos de su esplicacion,' es bien que busquémos
btra mas verosímil, que se conforme enteramente con el
testo sagrado, y con el contesto de la profecia. Yo voy á
pmponer una que me parece tal. Si despues de bien mi-
rada y examinada intrínseca y estrínsecamente, no se ha-
lláre digna de particular atencion, ni proporcionada á la
grandeza de las metáforas que usa aqui el Espiritu Santo,
fácil cosa es desecharla y reprobarla, poniéndola en ,el nú-
mero de tantas otras, que en otros asuntos semejantes han
merecido esta censura. Asi como yo no admito, antes ten-
go por impropia, por violenta, por falsa é improbable, la
esplicacion que hasta ahora se ha dado á estas bestias me-
tafóricas, así del mismo modo cualquiera es libre y perfec-
tamente libre para admitir la qiie voy á proponer. Esta yo
no puedo probarla con evidencia, con la autoridad de la di-
vina Escritura, porque se trata de una metáfora oscura, que
la Escritura misma no esplica; como suele hberlo 6011,otras
metáforas. Así, solo la propongo como una mera sospe-
cha vehementfsima, y á mi parecer fundada en buenas ra-
zones de congruencia, cuyo exámen y decision no me toca
h mi, sino al que leyere. Aun en caso de reprobarse, 6 no
admitirse esta esplicacion, no por eso perderá alguna cosa
sustancial nuestro sistema general, pues sea de estas bes-
tias lo que yo pienso, 6 sea otra cosa diferente que hasta
aora no se ha pensado, á lo menos es evidente que todo
ello se encamina, y todo se concluye perfectamente en la
segunda parte de esta profecia, que es la que hace inme-
diatamente á mi asunto principal.
75. Y, primeramente, yo no puedo convenir en que e'
222 L A VENIDA D E L MB61AS
misterio de Iris cuatro bestias sea al mismo que el de los
cuatro metales de lo estátua, si 4 lo menos no se considera
este íiltirno por otro aspecto muy diverso, Ó no se le afiade
alguna circunstancia sustancial y gravisima, que lo haga mudar
de especie absolutamente. El Profeta mismo dice de si,
acabando de referir esta Gltima vision, versículo quince :
se horrorizó mi espiritu, yo Daniel fui consternado de
estas cosas, y me conturbaron las visiones de mi cabeza *.
Si hubiese visto el mismo misterio, i qué razon habia para
horrorizarse y conturbarse? i Este misterio no lo sabia
muchos afios antes ? i No se lo habia revelado Dios en su
juventud ? El mismo no se lo habia esplicado individual-
mente á Nabuco, sin dar muestra de horror ni conturba-
cion? Pues i por qué se horroriza y conturba en otra vision
del mismo misterio ? Luego 6 el misterio no es el mismo,
6 á lo menos en esta segunda vision se le mostr6 el mis-
terio por otro aspecto muy diverso, y él vi6 otras cosas d e
mayor consecuencia, capaces de conturbar y horrorizar á un
Profeta, en aquel tiempo ya viejo y acostumbrado á gran-
des visiones. Fuera de esto, 4 poca reflexion que se haga,
comparando los cuatro metales.con las cuatro bestias, se
halla una diferencia tan sensible, cuanto diñere un cuerpo
muerto de un cuerpo vivo, 6 cuanto va de una estátua
inmóvil y fria, 4 un viviente que se mueve y obra.
76. N o por eso decimos, que las cuatro bestias no sim-
bolicen cuatro reinos, y los mismos reinos de la estátua, si
asi se quiere, pues espresamente se le dijo,al Profeta en
medio de la vision : Estas cuatro bestias grandes son cua-
tro reinos, que ss levantarán de la tierra t . Lo q u e
únicamente decimos es, que simbolizan los cuatro reinos
mirados por otro aspecto diversísimo del que se miran en
la estátua. En esta se miran los reinos solamente por su
Horruit spiritus meus, ego Daniel territus snm in his, et visi-
onea capitis mei conturbaverunt me. -Dan. vii, 15.
+ HE quatuor besti~magnz, quatuor sunt rcgna, q u e consur-
-
gent de terra Dan. id. id. 17.
EN G L O R I A Y MACESTAD. 223
aspecto material, es decir, por lo que toca 4 lo fisico y
material de ellos mismos, sin respecto 6 relacion con lo
espiritual. En las bestias al contrario, se miran los reinos
por el aspecto formal : esto es, en cuanto dicen relacion á
lo espiritual, como la dicen todos por precision. Mas clyo :
en el misterio-de la estátua se prescinde absolutamente de
la religion de los reinos, ni hay setíal alguna en toda la
profecia de donde poder inferir alguna relacion 6 respecto,
6 comercio de los reinos mismos con la divinidad. Solo se
habla de grandezas materiales, de conquistas, de pleitos,
de dominacion de unos hombres sobre otros, de fuerza, de
violencia, de destrozos, de enemistades, de amistades,
de casamientos, &c. y todo ello figurado por metales de la
tierra, por si mismos frios é inertes ; mas en el misterio de
las bestias no es asi : se divisan algunas sefiales nada
equívocag de religion, 6 de relacion á la divinidad : v. g. el
coramn de hombre, que se le da 4 la primera bestia, las
blasfemias contra el verdadero Dios, la persecucion de sus
santos, la opresion y hnmillacion de estos mismos, el con-
sejo en fin, g tribunal estraordinario que se junta, en que
preside el Anciano de dias, para juzgar una causa tan
grave que parece por todas sus sefias uba causa de religion,
que inmediatamente pertenece á Dios.
$7.E n suma, en el misterio de la estátua solamente se
habla de los reinos por la parte que estos tienen de tierra,
b de terrenos, sin otro respeoto 6 relacion, que 4 la tierra
misma ; mas en el misterio de las bestias ya se repre-
sentan estos reinos con espiritu y con vida, por el respecto
y relacion que dicen á la divinidad ; pero con espíritu y
vida de bestias salvages y feroces, porque este respecto y
relacion 4 la divinidad no se endereza á darle el culto y
honor que le es debido ; sino antes á quitarle este culto, y
á privarle de aquel honor. Estas dos cosas de que vamos
hablando parecen necesarias y esenciales en un reino cual-
quiera que sea: esto es, lo material y terreno, que es todo
lo que pertenece al gobierno político y civil, y lo formal ó
espiritual, que pertenece á la religion.
224 L A V E N I D A D E L MESIAS
ESPLICACION DE L A P R I M E R A B E S T I A .
PARRAFO IV.
81. La primera como leona, y tenia ákcs de águila;
mientras yo la miraba, le fueron arrancadas las álas, y
se a l . de tierra, y se tuvo sobre sus pies como un hom-
S
bre, y se le dio corazon de honbbre*.
Esta primera bestia, 6 esta leona con álas de águi-
la, parece un símbolo propio y natural de la primera y
mas antigua de todas las falsas religiones : quiero decir, de
la idolatría. Represbntase aqui esta falsa religion como
una leona terrible, 4 la cual, aunque de suyo ligera, se le ,
afiaden 4las de Bguila, con que queda no solo capaz de cor-
rer con ligereza, sino de volar con rapidez y velocidad : es-
presiones todas propísimaa para denotar, ya la rapidez con
que vol6 la idolatría, y se estendió por toda la tierra; ya
tambien los estragos horribles que hizo en poco tiempo
en todos sus habitadores, sujetándolos tí su duro, tiránico
y cruel imperio. Aun el pequefio pueblo de Dios, aun la
ciudad santa, aun el templo mismo, lugar el mas respe-
table el mas segrado que habia entónces sobre Ia tier-
ra, no fueron inaccesibles 4 sus álas de águila, ni respe-
tados de su voracidad : y fué bien necesaria la yroteccion
constante, y los esfuerzos continuos de un brazo omnipo-
tente, para poder salvar algunas reliquias, y en ellas la
Iglesia de Dios vivo, 6 la verdaderareligion. Toda la Es-
critura divina nos da testimonio de esta verdad.
82. N o quedó en esto solo la vision. Prosiguió el
Prcfeta contemplando esta bestia hasta otro tiempo en que
vió que le arrancaban las Blas, la levantaban de la tier-
ra, la pouian sobre sus pies como hombre, y le daban co-
razon de hombre. Veis aquí puntualmente lo que sucedió
en el mundo al comenzar la época feliz de la vocacion de
Prima quasi lecena, et alas habebat aquilce : aspiciebam donec
evulsee aunt alce ejus, et sublata est de terra, et super pedes quasi
horno atetit, et cor hominis datum est ei. -Dan. aii, 4.
TOMO 1. Q
aa6 LA V E N I D A D E L MBSIAS
S E G U N D A BESTIA.
TERCERA BESTIA.
PARRAFO Vi.
90. Despues de esto estaba mirando, y hé aquí comos
un leopardo, y tenia sobre sí cuatro lilas como de ave, y
tenia cuatro cabezas la bestia, y le fuk dado el poder$.
La tercera bestia era semejaute á un pardo 6 tigre,
en cuya piel 6 superficie esterior se nota alguna especie
de hermosura por la variedad de colores. E n esta bestia
se veían cuatro alas, como de ave, y tambien cuatro cabe-
zas, y se le di6 potestad. Todas estas sefíales y dis-
tinciones parece que nos muestran como con la mano, y
nos convidan á reparar con mas atencion lo mismo que
tenemos á l a vista. Esta tercera bestia, sefior, (i quien lo
creyera!) esta tercera bestia es el cristianismo. No penseis
Aiiamm quoque bestiarum ablata esset potestas. -Dan. rii, 12.
f Et replebitur majestate ejua omnis tema : fiat, fiat. Pa.-
M,19.
1 Quia repleta est terra scientifi Domini, sicut aquze maris ope-
-
rientes. Zadí . xi, 9.
5 Post hac aspiciebam, et ecce alis quasi pardus, et alas habebat
-
qnasi avis, quatuor super se, et quatuor capita erant in bestia,. e t
poteataa data est ei. Dan. vii, 6.
m LA VENIDA DEL MBSIAB
CONCLUSION.
ARTICULO 1.
OrGen del Anticristo.
126. S e debe suponer como una verdad, por si cono-
cida, que ningun hombre guede saber el origen del An-
ticristo sin revelacion espresa de Dios ; así como ninguno
pudiera saber que ha de haber el Anticristo, si Dios no
hubiera dignado revelarlo. Los autores mismos que
hacen venir al Anticristo de los Judios, y de la tribu de
Dan, se hacen cargo tácitamente de la verdad de esta su-
posicion. Así, no satisfechos con la mera autoridad estrín-
seca, que en estos asuntos nada prueba, sefialen el funda-
mento d e la Revelacion divina, citando tres lugares de la
Escritnra, los finitos que han podido hallar : veámosld.
m.El primero es el capítulo cuarenta y nueve del
Cénesis, en qae bendiciendo Jacob B sna hijos, y llegandb
4 Dan. le dice estas palabras (versículo diez y seis): bu*
juzgamí 6 nr pueblo como cualquiera otra tribu en Israel.
&a Iaic culebra en el camino, ceraste en la senda, que -
.nrcrds krr pezuñas del caballo, para que caiga hcia
atrás su ginete. Tu SALUD esperark, Seiior*. De esta
profecía de Jacob se sigue lejitiinamente esta consecuen-
cia Luego el Anticristo ha de nacer de la tribu de ,Dan,
Dan judicahit populum suum sicut et alia tribus in Israel,
fiat Dan coluber iu via, cerastes in wmita, mordens ungulas elii, ut
d a t ascensor ejus retrb. SALUTARE tuum expectabo Domine. -
Gen. xlix, 16, 17, et 18.
T O M O 1. S
868 L A VENIDA DEL BIEi5lAS
kego ~bade sor jdio 6 bebréo. Si alguno se airevi ese á
dgar una o o m u e n c i a tan just a, ;qué se bara coa 6l? Se
le .mostrará, dicen, la a u t d d a d de los santos padres que
e n t e d e r o n unáounemeirte esta profecia del Anticristo, .y
al &&cristo la acomodaron; y esto deberá bastar, aunque
el testo no lo d i tan claramente. Bien: pero si en este
punto no hay tal consentimiento unánime de los santos pa-
dres: si solo algunos pocos tocaron este putlto: si entre
estos pocos algunos entendieron la profecía de otro modo:
si aquellos mismos que la acomodaron al Anticristo, ni ha-
blaron asertivamente, sino por modo de mera conjetura :
en este caso, !,no sertí licito negar aquella consecuencia?
Pues, sefior mio, a i es. Los padres que tocaron este pun-
to, conjeturaron dos cosas diversas, sin empeííarse mucho
.por la una, ni por la otra parte. Unos sospecharon que se
hablaba del Anticristo: otro mas literalmente pensaron
que se hablaba de Sanson: S. Jerónimo es uno de estos
íiltimos, á quien han seguido muchísimos intérpretes, entre
ellos Lira, el Tostado, Pereira, Ddrio, &c.
128. Aora, si se mira el testo con alguna atencion par-
tieular, además de hallarse oscurisimo (como casi todas Ins
.profec:h del santo patriarca, enderezadas á sus otros hijos,
las cuales, tal vez no han tenido hasta aora su iperfecto
cumplimiento, mas lo tendrán íí su tiempo) si se mira el
Wto, digo, con particular atencion, se concibe mucha me-
nor dificultad en acomodarlo á Sanson, que en a c o m o d ~ o
til~bnticristo: porque al fin sabemos de cierto (por la mis-
mo Escritura, que Sanson, aquel hombm tan sirtgular, tan
estraordinario, tan único, fué de la tribu de Dan: qbemps
que juzgó á su pueblo, como anuncia la profecia*: sa-
bemos en suma, otros sucesos particulares de la vi& de
.Qanm, que tienen gran semejanza con Lo que dice la,pro-
feefa, Siendo esto así, ¿qué necesidad tenemos de recurrir
ara el cumplimiento de la profecía 4 otra cosa futura, in-
.L itamente incierta, de la que por otra parte nada cons-
.ta, como es el origen del Anticristo?
Dan judicabit populum suum. -Id. 16.
UN G L O R I A Y MABBSTAD. . ZB8
ieb). Bl segundo lugar de la &dura que se alega para
probar el origen del Anticiisto de la tribu de Dan, y por
consiguiente de los Jndios, es el capítulo ootavo de Zere-
mtos, ea donde ge leen estas palabras, vemiculo 16: Bes-
da Dan ha sido oido d b g d o di los cabdlos de U: a la
awz de Isr -lindos guerreros da U se &remeció toda la
f i n t a . Y vinieron, y Bavwmoa la tierra, y cuanto Ia-
6ia en &: & ciudad y s w moradores*. Y o convido 6
eoilquha que sepa leer, ii que lea este capitulo octavo de
-h. Despues que lo haya leido con niediana aten-
&a, kt preguntaré: ;de qué misterio se habla en $1? ;Y
al punto me responderá sin que le quede duda, ni aun
sospecha de duda, que se habla manitiestamente de la
ven& de Nabuco contra Jerusalén. Se dice, que desde
Dan se oye el relincho de los caballos, y la voz y euM$to
formidable de armas y de soldados, porque la ciudad de
Dan, la c d antes se Becia Luis-t, fué conquista de seis-
cientolr bombres de la tribu de Dan, que le pusieron el
nambre d e M padre, y habitaran en ella hasta d dia de su
dmwio$. Y esta ciudad de Dan era la primera Aoia
el narte, por donde debia e n h r necesariamente el ejér-
oito d d e o . Este es todo el misterio de esta profecía, cla-
n> y paipable. Los espositores mismos lo entienden así en
w propio b a r ; aunque no dejan muchos de aáadir (no se
erbe para qn6) que en sentido alegbrico se e~tiende,6 pqe-
de entenderse todo esto del Anticristo: con la coa1 adaer-
ten+ parece, que pretenden una de dos cosas (si acaso
m aw iae dns 6 un mismo tiempo); 6 que el origen del
.BPticristo.de la tribu de Dan es una verdad bien com-
pnobada por otra parte: 6 que el sentido alegórico es un
amn& A discrecion: de modo que con cualquier testo d e
A R T I C U L O 11.
ARTICULO 111.
ARTICULO IV.
Monarquia universd de€ Anticristo.
169. Pues este hombre tan singular, este misero ju-
dio, este mago, wte seductor insigne, viéndose eu el tro-
no de Israél recibido por Mesfas, amado y adorado de to-
das,las tribus, entrará luego en los pensamientos do suje-
tar á su dominacion, no solamente las naciones circunve-
cinas, sino todos los reinos, principados y sefiorios: todos
los pueblos, tribus y lenguas de todo el orbe de la tier-
ra ; sin duda para verificar en sí mismo aquellas profecias
q u e anuncian esta grandeza del verdadero Mesias, hijo de
David. Para poner en egeciicion un proyecto como este, de-
berá enviar por todas las partes del mundo, ya predica-
doras, llenos de celo ; ya egércitos innumerables y fortísi-
mos, acompafiados y sostenidos por todas las lejiones de
T O M O 1. T
974 LA VENIDA D E L M E S I A S
T 2
276 L A VENIDA DEL MEBIAS
solo dice, qoe esta potestad se le dará 4 la bestia de que
se va hablando : y esta bestia por todas sus sefias y contra-
se9as está infinitamente distante de simbolizar un rey, una
persona singular 6 una cabeza de monarquía. Segundo
equivoco : El testo no dice que todos los habitadores de la
tierra adorarán 6 esta bestia con adoracion formal de latría
como 4 Dios ; solo dice simplemente que la adorarán* : y
todos sabemos que es licito adorar 4 una criatura, mas no
es licito adorarla como á Dios. Nuestro padre Abrahan,
por ejemplo. adoró á los jueces de la ciudad de Heth;
Leuantóse Abrahan (se dice en el Genesis) y se inclinó
al pueble de la tierra, es á saber, á los hijos de R e t h t .
i O, cuan lejos estuvo el padre de todos los creyentes de
adorar otro Dios que al Dios de Abrahan ! Este pdnto lo
tocamos aora con tanta brevedad, así por ser facilísimo de
comprenderse solo con insinuarlo, como porque luego h e
mos de volver 4 él, cuando considerémos la bestia del
Apocrilipsie.
153. Entre tanto, para no creer esta monarquía nniver-
sal que no conata de la misma Revelacion, nos puede ayu-
dar mucho otra msa que consta de la misma Revelacion : es
decir, la estatua de cuatro metales que dejamos observadaen
el fenómeno primero : alií se habla de solas cuatro monar-
quías, ó reinos 6 imperios célebres que habrá en nuestra
tierra, y el último de todos se lleva hasta la caida de la
piedra, 6 basta la venida segunda del Mesías, como alll pro-
bamos. Aora, si hera de estos cuatro imperios, hubiese
de haber otro, y este mayor que todos los cuatro, no solo
divididos, sino juntos, parece naturai, que se dijese d e él
alguna paiabra, y no se pasase tan en silencio un suceso
tan maravilloso. Demhs de esto, la piedra debe caer di-
rectamente sobre los pies y dedos de -la grande eatátua, ee
decir, sobre el cuarto y último remo dividido en muchos, y
oonvertirlo en polvo junto con toda la estatua. Conque
Et adoravernut erun. -Id id. ib.
t S u m i t Abraham, et adoiavit popuium teme, filioe videlicet
Heth. - h.xxiii, 7.
EN GLORIA Y YAGESTAD. 277
eede cuarto reino deberá estar existente y entero, cuando
venga el Sefior : porque de otra suerte la piedra errará el
golpe, y la profecia no podrá cumplirse. Si este reino está,
existente y entero hasta la venida del Sefior, j adonde rei-
nará el Anticristo ? j Como podrá ser monarca wivenial
de toda la tierra? Dicen, que toda los reyes de la tierra,
sin dejar da serlo, se le sujetarán 4 su voluntad, 6 él los
sujetará por fuerza, y le servirán con todo su poder. Para
lo cual alegan el capitulo xvii del Apocalipsis, donde ha-
blhndose de los diez reyes, se dice : B t o s tienen un rnisrno
designio, y darhn su fuerza y poder 6 la bestia. Porque
.
Dios ha puesto en sw corazones.. que den ru reino (i la
bestia*. Mas esta bestia de que se habla, B quien los re-
yes darán su poteetad, no por fuma, sino voluntariamente;
como se infiere claramente del mismo teeto, esta beetie;
i será acaso otro rey como ellos, 6 algun hombre individuo
y singuiar?
154. Esto era necesario que se probase antee con bue-
nas razones : y esta debia ser como base hndamental, puxt
pqder elevar seguramente un edificio tan vasto, como e8
una monarquía universal sobre toda tribu, y pueblo, y len-
gua, y nacion. Porque si el hticristo con que estamos
amenazados, no ha de ser un hombre individuo y singular,
sino otra cosa muy diversa, con esto solo desaparece la
monarquía universal, con esto solo quedan falsificadas to-
das las noticias de que bemos hablado, y con esto solo
se desvanece enteramente nuestro fantasma.
SISTEMA.
159. Segun todas las sefias y contrasefias que nos dan
las santas Escrituras, y otras nada equivocas que nos ofre-
In parabola. -Zsaf. xiv. -f Ezeq. xxviii, et xxxviii.
f Dan. vii, et xi. 5 Zachar. xi. '
ce el tiempo, que suele ser el mejor intérprete de las prs
fecias, el Anticristo 6 el contra-Cristo, de que estamos tae
amenazados para los tiempos inmediatos á la venida del
Sefior, no es otra cosa que un cuerpo moral, compuesto
de innumerables individuos, diversos y distantes entre si:
pero todos unidos moralmente, y animados d e no mismo
espíritu, contra el Señor, y contra su Cristo Este *.
cuerpo moral, despoes que haya crecido cuanto debe o r e
cer por la agregacion de innumerables individuos; despues
que se vea faexte, robusto y provisto con abundancia d e
todas las armas necesarias; deepues que se vea en estado
'
de no temer las potencias de la tierra, por ser ya cotas
sus partes principales: este cuerpo, digo, en este estado
será el verddero y único Anticristo que nos anuncian las
Escrituras. Peleara este cuerpo Anticristiano con el mayor
furor, y con toda suerte de armas contra el cuerpo m h
tico de Cristo, que en aquellos tiempos se Ballará s n m ~
mente debilitado: hará en él los mayores y mas lam-
tables estragos: y si no acaba de destruirlo enteramente,
no será por falta de voluntad, ni por falta de empefio,
sino por falta de tiempo; pues segun la promesa del Se-
.
fior, aquellos dias serán abreviados.. Y si nofwsen abre-
d o s aquellos dias, ninguna carne seria salvat. . Por
.tanto, se hallará nuestro Anticristo, c w d o menos lo pien-
se; en el ñn y término de sus dias, y en el principio .de¡
dia del Sefior. Se hallará con Cristo mismo que ya bajo
del cielo con aquella grandeza, majestad y potenoia teai-
ble y admirable con .que se describe en el capítulo xix del
Apocalipsis, en S. Pablo, en el Evangelio, en los Sdmoa,
y en casi todos los Profetas, como lo verémos en su lngar.
160. Para examinar este sistema, y asegursnios de su
bondad, no hemos menester otra cosa que leer con me-
diana atencion aquellos lugares de la Escritura, donde se
habla del Anticristo, y de aquella Gltima tribulacion; es-
* Adversbs Dominum, et adversbe Christum ejue. -P A .ii, 2:
t Breviabuntur diea illi. ..Et nisi breviati fuiasent $ea illi; non
,
-
fieret salva omnis caro. Mat. xxiv, 22. . ..
EN G L O R I A Y MAOBBTAD. 281
peoialmente aquellos pmos donde se habla, no de paeo y
como por incidencia, sino determinadamente y de piopómto.
Si toda estos lugares se entienden bien, y se esplican fa-
cilmente en un cuerpo moral, sin ser neoesario usar de
violencia, ni de discursos artificiales: si nada se eaplica de
un modo siquiera perceptible en una persona singular,
d n esto solo deberá darse por oonclnida nuestra disputa.
DEFINICION D E L ANTICRISTO.
PARRAFO V.
167. Si leemos toda la Escritura divina, con intencion
determinada de buscar en ella al Anticriéto, y entender
á .fondo este grande é importante misterio, me parece,
seiíor.mio, y estoy íntimamente persuadido, que en n i n p e ,
-
* Et nunc Antichristi multi facti sunt. 1 Jwn.u, 18.
-
t Myeterium jam operatur iniquitatis 2 <id %a. ii, 7.
EN GLORIA Y MAOESTAD. 285
otra parte p o d h o s hallar tantas noticias, ni tan daras, ni
tan ordenadas, ni tan circunstanciadtu, como en el último
libro d e la Escritura, que es el Apocalipsis de S. Juan.
Este libro divino, digan otros lo que quieran, es una
profecía admirable, dirijida toda manifiestamente 4 los
tiempos inmediatos 4 la venida del Sefior. E n ella se
anuncian todas las cosas principales que la han de preceder
inmediatamente. En ella se anuncia de un modo el mas
~iiagsfficola misma venida del Seííor en gloria y magestad.
En ella ee auuncian los sucesos admirables y estupendos
qne han de acompafiar esta venida, y que la han de seguir.
E1 titulo del libro muestra bien 4 donde se endereza todo,,
y cupl es su argumento, su asunto, y su fin determinado.
-
Apocal;PM de Jesucristo. Revelacracron de Jesucristo.
168. Este titulo hasta aora se ha tomado solamente en
sentido activo, como si solamente significase una revelecion
qne Jesucristo hace 4 otro de algunas cosas ocultas 6 futu-
ras ; mas yo leo estas mismas palabras reoel& de
k m r i s t o , y las leo muchísimas veces en las espistolas de
S. Pedro y S. Pablo, y jamas las hallo en sentido activo,
sino siempre en sentido pasivo ; ni admiten otro estas :
reuelacion 6 manifestacion del misnw Jesucristo en el dia
grande de su segunda venida. Solo una vez, dice S. Pa-
blo, 4 otro propósito que recibió el evangelio que predi-,
.. ...
caba, PO . de hombre &no p o r revelacion de Jem-
misto *. Fuera de esta vez, la palabra revelacion de Je-
rucrirto, siempre siempre nigni6ca la venida del Sefior que
estámas esperando. En el dia del advenimiento, 6 en el
diu de Za manifestacion de Jesrc+isto, son dos palabras
ordinarias de que usan promiscuamente los Apostoles, como
qw &@can una misma cosa : i por que, pues, no podrán
t e ~ este
r mismo sentido verdadero y propisimo, en el
título d e un libro enderezado todo 4 la venida b 4 la reve-
lacion del miamo Jesucristo ?
169. Digo que este libro divino se endereza todo 4
-
Neque ...ab homine ... sed per revelationem Jeau-Chrieti. Ad
Galat. i, 12. .
'
286 L A V E N I D A DEL MESIAS
la venida del Sefior : lo cual aunque en gran
- parte lo con-
ceden los espositores, sin serles posible dejar de conceder-
lo ; has en el todo no parece que pueden segun sus prin-
cipios. Por tanto, se han esforzado en todos tiempos, unos
par un camino, y otros por otro, á verificar algunas 6 mn-
chas profecias de este libro en los sucesos ya pasados de la
Iglesia, pensictndo que todo debe estar dli anunciado, aun-
que debajo de metáforas oscuras. Mas eatoa mismos
esfuerzos de hombres tan grandes, y el poco 6 ningun
efedo que han producido, parecen una prueba la mis
luminosa de que en la realidad nada hay en este Ebro de lo
que se ha buscado, ni de lo que se pretende haber hallado.
Una profecia, despnes que ha tenido su cumplimiento, no
ha menester esfuerzos ni discursos ingeni~sospara hacerse
sentir : el suceso mismo, comparado con la profecía, per-
suade clara y eficazmente que de él se hablaba, y fi él se
enderezaba.
170. Es verdad que trayéndose fi la memoria algunos
grandes sucesos que se han visto en el mundo, despues
que se escribib el Apocalipsis, nos hacen observar aqtlelioo
lugares de este libro, donde pretenden que están anunoia-
dos. Nos muestran, por ejemplo, ya la predicacion de los
Apbstoles, y propagacion del cristianismo ; ya las persecu-
ciones de la IgleMa, y la muchedumbre de mártires qne
demamaron su eangre y dieron sn vida por Cristo ; ya d.
esoándalo y tribulacion homble de las herejías ; ya t8mbien
la fundacion y propagacion del mahometismo ; y nas remi-
ten para.todo esto al capítulo vi, haciéndonos observar lo
que se dice en la apertura de los cuatro primeros eeilos del
libro.
171. Nos muestran la conturbaaion y decadencia del
ikaperio romano ; la h p c i o n de los bárbaros 4 todas m
pravincias; la presa y destruccion de Roma, capital del
imperio, &c. : y nos remiten unos 4 las plagas del capitulcc
viii y ix, otros fi las fialm del capítulo xvi, y todos A la
meretriz y su castigo del capítulo xrii y xviii. Nos mues-
tran la fundacion de las religiones mendicantes, y los &m
E N G L O R I A Y MAGESTAD. 281
servicios que han hecho 4. la Iglesia y al mundo;. y nos
remiten á las siete tubas ó trompetas del mpítulo v i i i
y is.
172. Mas si por asegurarnos de la verdad, vamm B leer
estos lugares á que nos remiten: si teniendo presentes to-
dos eston sucesos ya pasados, los confrontámos con el testo
d e la profecía, y <ron todo su contesto, nos hallámos en &
aiete necesidad de confesar ingenuamente, que la prdéda
no ha tenido hasta aora su cumplimiento; pues aquellos
sucesos que se le han querido acomodar por los mayores
ingenios, son manifiestamente fuera del caso : son ajenos y
dihtlsimos del testo y contesto de la profecía: he sidb
n e c e s a h para acomodarse, no solamente el artificio y el
ingenio, sino mucho mas la fuerza y la violencia declarada:
y ahn queda todavia manifiesta la improporcion y la insu6~
c h c i a , pues han quedado fuera, se han olvidado y pasado
por alto muchas circunstancias esenciales b gravisimas, q ~ e
no se dejaron acomodar. Esto se ve con los ojos, me
perece, en loa doctores mas respetables por o t r a parte,
por $u elocuencia y erudicion; especialmente lo podeii
observar en aquellos que han esplicado el Apocalipsis con
mayor diision, como son Luis de Alcazar, Tirino, Alápide,
W a u i o , C a h e t ; tambien (si esto me es permitido) el
dpientisimo Momefior Bosuet, de cuyo sistema h a b l a d
mas adelante.
173. Es, pues, amigo mio, no solamente probable, sino
visible y casi evidente, que el Apocalipsis de S. Juan, sin
&Mar por aorq de los tres j>rimeros aapitulos, m una pro-
f d a admirable, edderezada toda inmediatamente B'la ve.
nida 6 6 k revelacion de Jesucristo. Laa palabra8 mismas
con que empieza esta profecía despues de la salutacioo ó
las Iglesias,'hacen una prueba bien sensible de esta verdad :
He aquí (dice S. Juan) que viene con las nubes, y le w r b
dodo ojo, y los que le traspamrron. Y se herirtía id
pechos ad verle tohos ba Z b g e s de la tierra*.
-':*$cce veuit cum nubibus, et videbit eum omnis oculus, et qui eum
pupugerunt. Et plangent ee auper eum omnee tribús Lrm.-@.i, T.
288 LA VXNIDA DEL M E S I A S
174. Dicho todo esto como de paso, y no fuera de pro-
pósito, pues nos ha de servir no pocas veces en adelante,
volvámos al Anticriato. Como esta profecia del Apoca-
lipsis, segun acabamos de decir, tiene por objeto primario
y p ~ c i p a la
l revelacion de Jesucristo, 6 su venida en gloria
y mageatad, se recojen en ella, se unen, ee esplican, y se
eclaran con admirable sabiduría, todas cuantas cosas hay
en las Escrituras pertenecientes 4 esta revelacion 6 4 esta
venida del ~efioi. No es menester grande ingenio, ni
mucho estudio, para advertir en el Apocalipsis aquellas
frecuentírrimas y vivisimas alusiones á toda la Eecritara.
S e ven alusiones clarísimas 4 los libros de MoisBs, espe-
cialmente al Exodo : al libro de Josué, al de los Jueces, B
los Salmos, 4 los Profetas, y entre ellos con singularidad y
con mas fiecnencia 4 los cuatro Profetas mayores, Ieafas,
Jeremías, Ezequiél, y Daniel ; tomando de ellos no sola-
mente los misterios, sino las espresiones, y muchas veces
las palabras mismas, como observarémos en adelante.
175. Pues como la tribulacion del Anticristo por confe-
sion de todos debe ser uno de los sucesos principallsimos,
6 el principal de todos, que ha de preceder -ed$tamente
4 la venida 6 revelacion de Jesucristo, ea consiguiente que
en esta admirable profecía se recojan todas las noticias del
Anticristo, que se hallan como esparcidas en toda la Escri-
tura divina : y en efecto así es. Aqui se recojen todas, y
todas se unen como en un punto de vista : aquí se ordenan,
ee esplican, y se aclaran con otras mas individnales, que
no se hallan en otra parte. Siendo esto así, como lo iré-
mos viendo, y como &no se atreve formalmente 4 ne-
@o, aunque tiren algunos 4 prescindir de ello, busquemos
ya al Anticristo en esta última profecía,
176. Casi todos los intérpretes del Apocalipsis convienen
entre sí, como en una verdad general, que la bestia. tem-
ble de siete cabezas y diez cuernos, de que tanto se habis
en esta profecia, cuya descripcion en toda forma se lee en
el capítulo xiii, y cuyo fin en el xix, es el Anticristo mis-
mo, de quien hemos oido que ven&. Pues mta bestia, y
EN G L O R I A Y MAGBSTAD. 289
todas las cosas particulares que se dicen de ella, ;como se
podrán acomodar, como se podrhn concebir, si se habla de
una persona individual y singular? Consultad sobre esto
los doctores mas sabios é ingeniosos que han esplicado el
Apocalipsis. En ellos mismos hallareis la prueba mas con-
vincente de la imposibilidad de esta acomodacion ; pues no
obstaute su ingenio y sabiduría, que nadie les disputa, ve-
re& claramente la dificultad y embarazo con que proceden,
y la gran confusion y oscuridad en que nos dejan. La sola
descnpcion de la bestia, anque no se considerase otra
cosa, parece inacomodable á una persona singular: re-
párese.
APOCALIPSIS, CAPITULO X I I I .
PARRAFO VI.
177. La esplicacion de este gran misterio, que se halla
comunmente en los espositores, y eu algunos te610gos in-
signes, parece sin duda otro misterio mayor ó mas impene-
trable : para mi 6 lo menos lo es tanto, que ya he perdido
la esperanza de entenderla. Dicen primeramente y en ge-
neral, que la bestia de que aqui se habla, no es otra cosa
que el Anticristo, cuyo reinado y principales operaciones
se nos anuncian por esta metáfora terrible. Mas como este
Anticnsto debe ser en su sistema una persona individuo y
singular, les es necesario acomodar 4 esta persona siete ca-
be=, y esplicar lo que esto significa : es necesario acomo-
darle al mismo tiempo diez cuernos, todos coronados:
y es necesario acomodarle otras particularidades que se leen
en el testo sagrado. Y o solo busco por ahora la esplica-
cion de solas tres, sin cuya inteligencia todas las demas me
parecen inaccesibles. Primera, las siete cabezas do la bestia.
Segunda, sus diez cuernos. Tercera, la cabeza herida de
muertex, y su milagrosa ciiracion.
pita ejus nomina blasphemia. Et bestia quam vidi, similis erat par-
do, et pedes ejus sicut pedes ursi, et oa ejus aicut os leonis. Et de-
dit illi draco virtutem suam, et potestatem magnam. Et vidiunumde
capitibua suis quasi occisum in mortem : et plaga mortia ejus curata
=t. Et admirata est univena terra post bestiam. Et adoravenuit
draconem, qui dedit potestatem beatiz : et adoraverunt bestiam, di-
centes: Quis similis bestiz: et qvis poterit pugnare cum ea?
datum est ei os loquens magna, et blasphemias : et data est ei po-
testas facere menses quadraginta duos. Et aperuit os suum in b b
phemias ad Deum, blasphemare nomen ejus, et tabernaeulum ejns,
et eos qui in celo habitant. Et est datum illi bellum facere cum
Sanctis, et vincere eos. Et data est illi potestas in omnem tribum,
et populum, e t linguam, et gentem : Et adoraverunt eam omne6 qui l
inhabitant terram : quorum non sunt scripta nomina in Libro vitz
Agni, qui occisus est ab origine mundi. Si quin habet aurem, audiat.
-Apoc. xiii, nó I uaque ad 9.
* Quasi oc.rEsiim in mortem. - 16. v . 3.
R N G L O R I A Y MAGBRTAD. 291
178. Cushto 4 lo primero, nos aseguran que la bestia en
general es el Anticristo ; mas como este Anticristo ha de
ser un monarca universal de toda la tierra : como para lle-
gar 4 esta grandeza ha de hacer p e r r a formal 4 todos los
reyes, que en aquel tiempo, dicen, serán solos diez en todo
el orbe : como de estos diez ha de matar tres, y los otros
siete los ha de sujetar 4 su dominacion: por eso estos siete
reyes, súbditos ya del Anticristo y sujetos á su imperio, se
representan en la bestia como cabezas suyas : tenia (so di-
ee e n el Apocdipsis) siete cabezas.
179. Aora, estos tres reyes muertos por el Anticristo, y
estos siete vencidos y sujetos 4 su dominacion, debe de ser
una noticia indubitable, y constar espresamente de la Re-
velacion, pues sobre ella se funda la esplicacion de las siete
cabezas de la bestia. No obstante, si leemos el lugar úni-
c o d e la Escritura, 4 donde nos remiten, nos quedámos
con disgnsto y desconsuelo de no hallar en él tal noticia, 6
de no hallarla como la esplicacion la habia menester : una
circunstancia que es la única que podia servirle, esa es
puntualmente la que falta en el testo. Esplícome. Hallá-
mos en el capitulo vii de Daniel una bestia temble con diez
cuernos. los cuales figuran otros tantos reyes, como allí
mismo se dice: hallámos que entre estos diez cuernos,
sale otro pequefio al principio ; mas, que con el tiempo cre-
ce y se hace mayor que todos ; hallámos, que á la presen-
cia de este último cuerno ya crecido y robusto, caen y son
arrancados tres de los diez: lo cual, como se esplica allí
mismo, quiere decir, que este cuerno 6 esta potencia humi-
llar4 tres reyes*, y humillar no es lo mismo que matar :
buscamos despues de esto lo que debe suceder con los otros
siete reges que quedan, y no hallhmos que se hable de ellos
n i una sola palabra. i Como, pues, se asegura sobre este
solo fundamento, y se asegura con tanta formalidad, que el
Anticnsto matará tres reyes, y sujetara á su dominacion
los otros siete? El testo solo dice, que este último cuerno
PARRAFO VII.
185. Figurémonos aora de otro modo diverso al Anti-
cristo 6 contra-Cristo que esperamos, 6 por mejor decir,
tememos, no ya como un triste Judio, recibido de sus her-
manos por su rey y Mesías, no ya como un monarca uni-
versal de toda la tierra, ni tampoco como una persona sin-
gular, sino como un gran cuerpo moral, compuesto de
millares de personas diversas y distintas entre sí, mas todas
unidas y de acuerdo para ciertos fines ; todas animadas de
aquel espíritu fuerte, inquieto, audaz y terrible, que divide
á Jesus ; todas armadas, y ya como en 6rden de batalla,
contra el Señor, y contra su Cristo : en este Anticristo,
así considerado, se entienden al pronto con gran facilidad
todas las cosas, qiie para los tiempos últimos nos anuncian
en general las Escrituras, y se entiende en particular todo
el misterio de la bestia de que vamos hablando.
186. E n este Anticristo se comprende bien, lo primero,
la metáfora. de siete cabezas en una bestia: se concibe,
digo, como siete cabezas diversas entre si, 6 siete falsas
religiones que pueden entrar en una misma idea ó proyecto
particular, se unirán para esto en un solo cuerpo, esto es,
para hacer guerra en toda forma al cuerpo y Cristo, y á
Cristo mismo, no en alguna parte determinada do la tierra,
sino en toda ella y á un mismo tiempo. S e comprende
bien lo segundo, la metáfora de los diez cuernos todos
coronados : y se concibe sin dificultad, como diez ó mas
reyes, 6 por seduccion 6 por malicia, pueden entrar en el
mismo sistema ó misterio de iniquidad, prestando á la
bestia, compuesta ya de siete, toda su autoridad y potes-
tad + : ayudándolalpara aquella empresa del mismo modo
* Et potestatem suaui bestiz tradent. - Apcrc. xvii, 13.
que ayudan sus cuernos á un toro para herir y hacerse
temer. S e concibe en fin, como una de las siete cabezas,
ó una de las siete bestias unidas, puede recibir algiin golpe
mortal, y no obstante ser cnrada la llaga metafórica por la
caridad y solicitud, industrias y lágrimas de sus hermana.
Todo esto se concibe sin dificultad : y si no podemos ase-
gurarlo con toda certidumbre, podemos á lo menos sospe-
charlo, como sumamente verosímil ; y de la sospecha vehe-
mente pasar á una mas atenta y mas vigilante observacion.
Esto es lo que yo pretendo en todo este escrito, y lo que
tantas veces nos encarga el evangelio. Velad pues ...
para que seais dignos de evitar todas estas cosas, que han
de ser, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre*.
187. Para no repetir aquí lo que queda dicho en otm
parte, sería conveniente y aun necesario leer otra vez todo
el párrafo vii del fenómeno antecedente, trayendo tambien
á la memoria lo que dijimos sobre las cuatro bestias de
Daniel. Estas cuatro bestias tienen una relacion tan
estrecha con la bestia del Apocalipsis, que q a s parece
identidad que parentesco. El misterio es seguramente el
mismo sin diferencia sustancial : de modo, que aquellas
cuatro una vez conocidas, nos abren la inteligencia de esta
iiltima: y esta bltima conocida por aquellas cuatro, las
esplica mas, las aclara mas, y les da un cierto aire de
viveza tan natural, que parece imposible moralmente des-
conocerlas : por consiguiente, tambien parece imposible,
moralmente hablando, distingair el un misterio del otro.
Y o á lo menos no hallo otra diferencia, sino que el Profeta
toma á las bestias cada una de por si, mirando 4 cada una
separadamente desde su nacimiento, y siguiéndola en
espíritu desde su tiempo hasta otro ; S. Juan por el con-
trario las toma todas juntas, y unidas en un mismo cuerpo,
como que solamente las considera en el estado de madurez
y perfeccion brutal, que han de tener en los óltimos tiem-
pos : pues estos óltimos tiempos son el asunto inmediato y
* Vigilate itaque ...ut digni habeamini fugere ista owia, quz
-
futura sunt, et etare ante Fiium Hominis. Luc. xxi, 36.
EN G L O R I A Y MAGBSTAD. 298
único de sc profecía. En lo demas el Profeta y el Apostol
van perfectamente conformes.
188. S. Juan dice, que la bestia que vi&, tenia siete
cabezas*, que es lo mismo que deoir, ni eB que otra cosa
se pueda decir mas natural, que á siete bestias divenias
l
entre si, las vi6 unidas en un mismo cuerpo, y animadas de
un mismo espiritu. Daniel. aunque solo nombra cuatro,
mas estiza cuatro son siete en la realidad, pues la tercera
que es el pardo, se compone de cuatro .l.: y estas cuatro -
con las dos primeras, leona p oso, y con la última terrible
hacen siete. S. Juan dice de su bestia, que era semejante
á un pardo con boca de leon y pies de oso S : conque la
compara al mismo tiempo, y la asemeja al leon, oso y
pardo. Estas son puntualmente las tres primeras bestias
de Daniel : mejor dirémos las seis primeras, pues en' el
pardo se incluyen cuatro, escondidas y cubiertas con una
misma piel, que no se conocen, si no sacaran fuera las
cabezas. A la bestia que falta no se le halla semejanza
con las otras bestias conocidas, y por eso no se le pone
nombre, ni en el Apocalipsis, ni en Daniel: solo dice este
Profeta, que no tenia semejanza alguna con las otras:
y era desemejante á las otras bestias, que yo habia visto
antes de ella.
189. S. Juan dice de su bestia, que la vi6 salir del mar 5 :
lo mismo dioe Daniel de sus cuatro bestias, y casi con las
mismas palabras (1. S. Juan nos representa su bestia con
diez cuernos todos coronadosq: lo mismo en sustancia
hace Daniel, con sola esta diferencia, que pone los diez
cuernos en la cabeza de la última bestia, porque B esta la
considera en si misma, y como separada de las otras ; mas
\
EL CUERNO UNDECIMO.
PARRAFO VIII.
191. Hasta aquí parece que van conformes las dos pro-
fecías, no hallándose entre ellas otra diferencia, como aca-
bamos de decir, sino que la una considera todas las bestias
en un cuerpo, y la otra las considera divididas. Fuera de
esto, es fácil notar otra diferencia que pudiera causar algun
embarazo. Si el misterio de las cuatro bestias de Daniel
(se puede oponer) es lo mismo en sustancia que el del Apo-
calipsis, ¿por qué S. Juan no hace mencion alguna do
aquel cnerno insigne, que hace tanto ruido en la cabeza do
la cuarta bestia, siendo este un suceso tan notable, que los
doctores piensan comunmente que este cuerno es el Anti-
cristo mismo? A esta dificultad se responde, lo primero,
que aunque el misterio sea en sustancia el mismo, no por
eso es preciso que en ambos lugares se noten todas sus cir-
cunstancias: esto es frecuentisimo en todas las profecías
que miran á un mismo objeto. En unas se apuntan unas
circunstancias que faltau eu otras: y al contrario aun en
los cuatro evangelios se ve practicada casi coutinuamente
esta economía. Lo segundo que se respondo es, que este
mismo silencio del Apocalipsis respecto del undécimo
cnerno, es una pmeba clara y sensible, de que este cuerno
no es el Anticristo; pues hablando S. Juan de propósito
del Anticristo, dando tantas noticias y tan individuales de
esta gran tribulacion, con todo eso, omite este suceso parti-
cular, como si fuese ageno del Anticristo, 6 no tan esencial
al misterio de iniquidad. Síguese de aqui, que si este
cnerno bltimo, 6 este rey, ó esta potencia es propiamente
el Anticristo : luego no es la bestia del Apocalipsis : y si
esta bestia es el Anticristo, como parece innegable por el
contesto de toda la profecía : luego no es el cuerno undé-
cimo de que se habla en Daniel.
192. E l Anticristo, seiíor mio, no es ni puede ser un
cuerno solo de la bestia, ni aun todos juntos. El Anti-
m2 LA VENIDA DEL MESIAS
PARRAFO IX.
194. Y o debo suponer, y supongo por aora, amigo
mio, que ya teneis ideas bastante justas de la cuarta
bestia de Daniel, y de los males que en ella se compren-
den y anuncian al misero linage de Adán. Del mismo
modo debo suponer, que no sois tan corto de vista, que
no veais ó no conozcais en medio de tantas sefias, que esta
misma bestia cuarta de Daniel la tenemos ya nacida y
existente en el mundo, aunque todavia cubierta con no sé
qué piel finísima, agradable á todos los sentidos, que disi-
mula no poco su ferocidad natural. No obstante, por poco
que se mire, es bien fácil reparar en ella cierta cualidad
peculiar que resalta sobre su misma piel, que no le es
posible encubrir del todo, y parece su propio y natural
carácter: quiero decir, el ódio formal á Cristo y 4 su cuer-
po. A las otras religiones, sean las que fueren, cúbranse ó
no se cubran con el nombre de Cristianos, las mira con
suma indiferencia, no les ódia, no las injuria, no las insulta;
antes muchas veces las lisonjea con fingidos elogios. 'Bus-
cad la verdadera razon de esta diferencia; me parece que
la hallareis al punto: es á saber, que todas las otras reli-
giones, por falsas y ridiculas que sean, no le incomodan
de modo alguno: no son capaces de hacerle resistencia,
antes pueden ayudarle con servicios may oportunos. Las
puede muy bien unir consigo, formar con ellas un mismo
304 LA VENIDA DRL MESIAS
cuerpo, y hacer que este cuerpo se anime de aquel espí-
ritu temble que á ella le agita. En esto no aparece re-
pugnancia ni dificultad.
195. La dificultad y repugnancia es-en unir á su cuer-
po el cuerpo de Cristo, y á su espíritu altivo y orgulloso,
el espiritu dulce y pacífico de Cristo. Esto sería lo mismo
que unir la luz con las tinieblas, la verdad con la m e n h ,
y á Cristo. con Belial. Esto sería animar un mismo
cuerpo con dos espíritus infinitamente diversos, opuestos
y contrarios, como son uno que quiere á Jesus, otro
que lo rechaza: uno que lo ata, otro que lo desata:
uno que lo ama, otro que lo aborrece. No habiendo,
pues, repugnancia alguna ni gran dificultad, en que la bes-
tia cuarta una consigo las otras bestias, ó un nGmero su-
ñciente de individuos de todas ellas, y haciéndose por otra
parte las diligencias que para esto so hacen, podemos ya
profetizar sin ser profetas, que finalmente lo conseguirá, y
que llegará tiempo en que vea el mundo entera y per-
fecta una bestia mostruosa compuesta de siete, conforme la
describe S. Juan en el capitulo xiii de su profecía. Con
esta idea sencilla y clara, se concibe al punto como pueda
suceder naturalmente la circunstancia particular de que
habla S. Juan, diciendo que vi6 una de sus cabezas con@
herida de muerte: y fué curada su herida mortal, &c. :
y como esta bestia compuesta ya de siete, pueda recibir M
golpe terrible en una de sus cabezas, y sanar despues de
algun tiempo con asombro de toda la tierra.
196. Imaginad para esto, que alguna de las bestias
unidas no se acomode bien con aquella mezcla: que le de.
sagraden y le causen un verdadero enfado alguna ó m i -
c h a ~de aquellas ideas ciertamente bestiales: que resiita
de algun modo, 6 no quiera dejarse gobernar de aquel es-
piritu inquieto y tumultuoso, que debe animar á todo el
cuerpo: que eu fin, descontenta y desengafiada, de
muestras de querer oir la verdad, de querer para esto
desatarse de aquel cuerpo y de aquel espíritu que lo ama
y se desata efectivamente: veis aquí con esto solo alterada
EN GLORIA Y HACESTAD. 805
y desconcertada toda la bestia, y como en peligro de per-
derlo todo. Veis aqui puestos en movimiento la tierra y
el infierno, para haber modo de curar aquella llaga, y re-
mediar aquel mal. Veis aqui puestas en mayor y mas
acelerado movimiento todas aquellas máquinas ingeniosas,
que hasta aora se han movido, y no cesan de moverse,
para volver á unir al cuerpo comun aquella cabeza que ya
casi muere, (muere, digo, respecto del cuerpo de iniqui-
dad). Si esto se consigue, ya tenemos hecho el milagro
que debe admirar á toda la tierra, y llenarla de nuevo es-
panto y temblor, haciendo decir á sus habitadores: Quikn
hay seméjante á la bestia? i Y quikn podrá lidiar con
ella? Esta cabeza herida puede ser veronimilmente alguna
de las cuatro del falso Cristianismo, por ejemplo, la se-
gunda; mas esto no es posible asegurarlo, porque como
puede ser una, puede ser otra.
197. Yo me inclino mas por ciertas sefiales (llevando
el misterio por otra via que creo mas recta) a pensar 6
sospechar, que este golpe duro y terrible lo ha de reci-
bir de la mano omnipotente de Dios vivo la cabeza mas
culpada de todas, la mas impía, la mas audaz, la que
mueve, 6 ha de mover toda la máquina, y parece que es-
to deberá sucedir ácia los principios de la impía union.
Dios tiene medios 6 modos que no somos capaces de pre-
veer. Acaso este golpe temble se lo dará por medio de
aquellos tres reyes que han de ser humillados por el cuer-
no undécimo, y acaso esta humillacion de estos tres reyes
será una resulta de su fidelidad y celo por la defensa de
la religion.
- Y acaso, en fin, esta misma humillacion de
tres reyes Cristianos y píos, que podian hacer alguna opo-
sicion, será todo el bálsamo necesario y eficaz para curar
aquella herida. En todo esto no se ve repugnancia, ni em-
barazo, ni inverosimilitud alguna, pues en este caso, pa-
rece una consecuencia necesaria, que herida la cabeza
principal de la bestia se disuelva al punto. y desaparezca
por algun tiempo todo aquel cuerpo de iniquidad: que las
otras cabezas se separen iinas de otros, y que se escondan
T O M O 1. X
donde pudieren, mientras se pone en cura formal la cabeza
enferma: ea decir, mientras la 6losofia ayudada de todo el io-
fierno, halla modo de remediar aquel mal, volviendo á traba- ,
jar de nuevo sobre fundamentos mas sólidos y mas infernales.
198. Así se entiende de algun modo otro testo 6 enigma
oscurísimo del capitulo xvii del Apocalipsis : .La bestia que
has visto, se le dice á S. Juan, fd,y no es, y s&Tá del
abismo, k irá en muerte: y se maravillarán los morado-
4.88 de la tierra, aquellos, cuyos nombres no esthn en e2
libro de la vida desde la creacion del mundo, cuando
veas la bestia que era, y no es... Y la bestia que era, y
no es :y ella es la octava: y no es de las siete. # Para..
mejor y mas clara inteligencia de este enigma, conviene te-
ner presente una cosa fácil de observar en muchísimas pro-
fecfas : es á saber, que muchas veces hablan los Profetas
de un suceso futuro, como si lo tuviesen presente, como Q
ellos mismos se hallasen presentes en aquel tiempo mismo
en que han de auceder, y fuesen testigos oculares. No me
detengo en citar ejemplares, por ser esto tan frecuente y
tan obvio, que cualquiera lo puede reparar : lo cual snpues-
to, podemos aora imaginar, que aquellas palabras enigma%
ticas se las dice el angel á S. Juan en aquel espacio de
tiempo que debe correr entre la herida de la bestia y sn
curacion, como si hubiesen sido testigos oculares de aquel
golpe mortal. En este tiempo y en estas circunstancias, ae
veriñca, lo primero : que la bestia fué, y no es+ : porque
el golpe terrible que cayó sobre la cabeza principal, debib
necesariamente asustar las otras, y este susto repentino 6
inesperado debi6 naturalmente hacerlas huir, y separarse
las unas de las otras : por consiguiente disolver todo aquel
cuerpo que ellas formaban con su union.
R B P L E X IONES.
PARRAFO X.
203. Volviendo aora á nuestro propbsito, lo que Q lo
menos podemos concluir legítimamente de todo lo que he-,
mos dicho sobre la bestia del Apocalipsis, es esto: que
siendo esta bestia, por confesion de casi todos los dootores,
el Anticristo que esperamos : que anunciándose por esta
metafora terrible y admiuable, tantas cosas, tan nuevas, tan
grandes y tan estupendas, que deben suceder en aquellos
tiempos en toda nuestra tierra : debe ser este Anticristo
que esperamos, alguna otra cosa infinitamente diversa, y
mayor sin comparacion de lo que puede ser un hombre,
individuo y singular: aunque este se imagine y se fhja un
monarca aniversal de todo el orbe, como quien finje en su
imaginacion un fantasmti terrible que la misma imaginacion
lo desvanece y aniquila. N o hay duda que en estos tiem-
pos tenebrosos se verá ya un rey, ya otro, ya muchos Q un
mismo tiempo en varias partes del orbe, perseguir cmel-
mente al pequefio cuerpo de Cristo con guerra formal y
declarada; mas ni este rey, ni el otro, ni todo8 juntos s e
rán otra cosa en realidad, que los cuernos de la bestia, 6
las armm del Anticristo: así como en un toro, por ejem-
plo, ni el primer cuerno, ni el otro, ni los dos juntos son
el toro, sino solamente las armas con que esta bestia fe-
rocisima acomete, hiere, mata, y hace temblar Q los que
la miran. Esto es c!arísimo, y no necesita de mas espli-
cacion.
204. S i esperamos ver este hombre singular, este judio,
este monarca universal, este dios de todas las naciones:
si esperarnos ver cumplido en este hombre todo lo que se
dice de la bestia, y lo que por tantas otras partes nos anun-
cian las Escrituras, es muy de temer que suceda todo lo
que está escrito así cona está escrito, y que su hticristo
no parezca, y que lo estémos esperando aun despues de
8lfl L A VENI'DA DEL WESIAS
l
PARRAFO XI.
210. Y vi otra bestia que subia de la tierra, y que
tenia dos cuernos semejantes á los del cordero, mas ha-
blaba como el dragon. y egercia todo el poder de la pri-
mera bestia en SU presencia: k hizo que la tierra y sus
moradores adorasen á la primera bestia, cuya herida
mortal fué curada. E hizo grarides nraravillas, de ma-
nera que aunfuego hacia descender del cielo á la tierra &
la vista de los hombres. Y engañh á los moradores de la
tierra con los prodigios que se le permitieron hacer delante
de la bestia, diciendo á los moradores de ha tierra, que
hagan la jigura de la bestia, que tiene la herida &
espada, y vivih. Y le fué dado que comunicase éspiritu
á lajigura de la bestia, y que hable lajigura de la bestia:
y que haga que sean muertos iodos aquellos que t ~ oado-
r a r e n l a $ y u r a d e la'bestia. Y á todos los hombres, pe-
queiios, y g r a n d e s , ricos. y pobres, libres, y siervos L r á
t e n e r una s&2 e n s u muno derecha, Ó en sus frentes.' Y
que ninguno pueda c o m p r a r , Ó vender, s i n o a q u e l q&
iienc la seiáal, ó nombre d e la bestia, Ó e l nhmero &.su
nombre, A q u í hay s u b i d u n a . Q u i e n tiene inteligencia
m l c u l e e l níímero d e la bestia. P o r q u e es nfinwro de
hombre: y e l número de ella seiscientos s e s e n t a y seis'.
211. Esta bestia de d o s cuernos, n a dicen con gran
mzon los intérpretes d e l Apocalipsis, que sera el psendo-
profeta del Anticristo. Mas asi como hacen al Anticristo,
6 lo conciben como u n a persona individua y singular, ad
del mismo modo hacen, ó conciben á s u f&o profeta.
Muchos piensan que este será a l g u n obispo apóstata, pare
ciéndolea v e r en eus dos cuernos como de cordero, mi
símbolo propio d e la mitra. P u e s este h o m b r e nuevo, y
eatraordinario, sere t o d a la confianza y todo el amor del
Anticristo : siempre l o t e n d r á 4 su lado e n calidad de su
consejero, y de su Profeta, y l o llevará consigo e n toda
sus espediciones. A la confianza del soberano correspon-
derh el fiel ministro, y fervoroso misionero, c o n servicios
reales, y de s u m a importancia: pues y a c o n su elocuencia
* Erit enim tunc tnbulatio magna, quelis non fuit al>initio mundi
usque modb, neque fiet. Et nisi breviati fuisaent di- illi, noh fieret
salva omnis caro. -Mat. xxiv, 21 et 22.
-
4- Inimicos crucia Christi. Ad Philip. iii, 18.
t+. iii. 17. 5 Mar. xxiv, 12.
EN G L O R I A Y MAGPSTAD. 3%
mercenarios. Si, los habrá : ni se puede creer menos de
!a bondad y providencia del sumo pastor ; mas estos pas-
t o r e s buenos serán tan pocos, y tan poco atendidos, res-
p e c t o de los otros, como lo fué Elias respecto de los profe-
tas de su tiempo, que unos y otros resistieron obstinada-
m e n t e y persiguieron á los profetas de Dios : m o s y otros
hicieron intítil su celo, é infrutuosa su predicacion : unos y
otros fueron la causa inmediata, asi de la corrupcion de
Israél, como de la ruina de Jerusaléu.
223. Si todavia os parece diñcil de creer, que el sacer-
d o c i o cristiano de aquellos tiempos sea el tínicamente figu-
rado e n la terrible bestia de dos cuernos, reparad con nueva
atencion en todas las palabras y espresiones de la profecia;
p u e s ninguna puede estar de mas. Dice S. Juan, que
vi6 esta bestia salir 6 levantarse de la tierra*; que tenia
d o s cuernos como de cordero f- ; pero que su voz 6 modo
d e hablar era no de cordero sencillo 6 iuocente, sino de un
maligno y astuto dragon-f :'dice mas que con esta aparien-
cia d e cordero manso y pacifico, y con la realidad de
d r a g o n , persuadió á todos los habitadores de la tierra, que
adorasen 6 se rindiesen y tomasen partido por la primera
bestia : que para este ñn hizo grandes sefiales 6 milagros,
t o d o s aparentes y fingidos, con los cuales, y al mismo tiempo
con su voz de dragon, 6 con sus palabras seductivas,
engafib B toda la tierra: que obligó en fin á todos los habi-
tadores de la tierra á traer ptíblicamente en la frente b en
la mano el carácter de la primera bestia, s6 pena de no
p o d e r comprar ni vender, &c. Decidme aora, amigo, con
sinceridad, i á quien pueden competir todas estas cosas,
piénsese como se pensare, sino á un sacerdocio inicuo y
perverso, como lo será el de los últimos tiempos? Los
doctores mismos lo reconocen asi, lo conceden en parte : y
e s t a parte una vez concedida, nos pone en derecho de
p e d i r el todo. No hallando otra cosa á que poder acomo-
-
Et vidi aliam bestiam ascendentem de terra. Apoc. xiii, 11.
-
.t. Et habebat cornua duo similia agni. Apoc. xiii, 11.
3 Et loquebstur eicut draco. -Id. id.
u 2
324 LA VENIDA DEL MESIAS
1 .................................................................... 001
0....................................................................o00
C.....................................................................100
L .....................................................................
050
E....................................................................000
S.....................................................................000
A ..................................................................... 000
V ..................................................................... 005
G..................................................................... 000
V .....................................................................005
S .....................................................................000
T.................................................................... 000
v....................................................................005
S ........;............................................................ 000
-
Suma...... 666
1.....................................................................
001
C .....................................................................
100
v .....................................................................005
S.....................................................................000
-
Suma...... 666
REFLEXION.
i
BN GLORIA Y YAGESTAD. 341
6 casi toda, en las antiguas persecuciones de la Iglesia y
en sus perseguidores : especialmente todo cuanto se dice
deshe el capitulo xii hasta el xx inclusive: esto es, la
.mujer vestida de sol, los misterios de la bestia, tantos y
tan grandes : las phialas, la meretriz, la venida del Rey
d e los reyes con todos los ejércitos del cielo, la ruina en-
tera de la bestia, la prison del diablo, la vida y reino
de los degollados, por mil arios, &c., todo esto, dicen, se
verificb en la Gltima persecucion de Diocleciano, y en Dio-
cleciano mismo. Este emperador, prosiguen diciendo, es
el que viene aqui significado y anunciado en una bestia ter-
rible de siete cabezas y diez cuernos.
250. Si preguntamos, i qué significan en un mismo em-
perador siete cabezas ? nos responden, que significan siete
emperadores, que ya juntamente con Diocleciano, ya des-
pnes de su muerte, persiguieron 4 la Iglesia de Cristo,
continuando la misma persecucion. Estos fueron Diocle-
ciano, Maximiaoo, Galerio, Maximino, Severo, Majencio
y Licinio. Reparad aqui dos cosas importantes. Pri-
mera : que en esta lista falta Constancia Cloro, el cual fné
emperador juntamente con Diocleciano, Maximiano, y
Galerio: y dominó en las provincias mas occidentales del
imperio, esto es, Espsfia, Francia, Inglaterra, &o, i Por
qué, pnes, se omite este emperador? ¿Acaso porque no
quiso admitir el edicto de persecucion ni persiguio 4 la
Iglesia en su departamento con persecucion formal, y de-
clarada? Si, amigo, por esto: porque esto no puede com-
ponerse bien con lo que dice el testo sagrado de la bestia:
.Yle fué dado poder sobre toda tribu, y p d l o , y lengua,
y nacz'on: y le adoraron todos los moradores &. la
tierra.. .*. Segundo reparo : si las siete cabezas de la
.bestia signiíican los siete emperadores que persiguieron 4
la Iglesia junto con Diocleciano, y despnes de Diocleoiaao
continuando la persecucion : luego durb muchísimo mas de
Et data eet illi potestaa in omnem tribam, et popnlnm,. et lin-
guam, et gentem : Et adoraverunt eam omnee qui inhabitant terram.
- Apoc..xiii 7 et 8.
342 LA VENlDA D E L MES118
-
* Ascendens ... super pullum fiiium asinz. Zachar. ix, 9.
t H z c nou cognoverunt discipuii ejus priinhm : sed quando glo-
rificatus ast Jesus, tunc recordati sunt, quia h z c enui acripta de eo,
et h z c fecerunt ei.- Joan. xii, 16.
40.
f Dico vobis, quia si hi tacuerint, lapides clamabunt. - Luc. xb,
EN GLORIA Y MAGBSTAD. '345
tendiese. Mas esta falta de inteligencia (si asi se puede
llamar) fué una de las culpas gravisimas del sacerdocio, el
cual teniendo en sus manos las Escrituras (en este asunto
clarísimas, no enigmáticas ni metafóricas) y pddiendo con-
frontarlas con lo quetenian delante de sus ojos, no quisieron
hacerlo, porque los ceg6 su malicia 6 iniquidad*. Esta
iniquidad y malicia, juntamente con las falsas ideas tam-
bien culpables que tenian de su Mesias, fueron la verda-
dera cauw de que no lo conociesen, ni advirtiesen el
cumplimiento pleno de muchas profecías en aquella per-
sona admirable que tenian presente. Todo esto que
acabamos de decir, parece claro que no compete á los
Cristianos en tiempo de la persecucion de Diocleciano,
respecto de la inteligencia de las metáforas y enigmas, de
que está lleno el Apocalipsis, al tiempo que florecían tan-
tos doctores santísimos y sapientísimos. Fuera de que, aun
hablando de solos los discípulos, no se puede decir que
se verificó la profecia sin que estos la conociesen á tiempo :
pues aunque no la conocieron sino dos meses despues,
entbnces era puntualmente cuando importaba esta noticia,
para confirmar mas su predicacion, mostrando a los Judios,
asi la profecia, como su pleno cumplimiento, de que toda
Jerusalen era testigo.
255. E l mismo autor, como tan sabio y tan sensato,
no solamente penetró bien la disparidad, sino que tuvo la
bondad de no disimularlo, hacibndonos el gran bien de
confesar ingenuamente sits verdaderos sentimientos. Asf,
dice aquí, y lo repite tres 6 euatro veces en otras partes,
que la inteligencia 6 sentido que él procura dar al Apoca-
lipsis en su sistema, no impide ni se opone 4 otro sentido
escondido y ocultot, que puede tener toda la profecía:
en el cual sentido se verScar4 cuando sea su tiempo.
Esta confesion, digna ciertamente de un verdadero sábio,
le hace un grande honor al grm Bosuet, y al Apocalipsis
un servicio de suma importancia. Esta profecía admirable
Excacevit enim illos malitia eorum.
+ Au sens caché.
- Sap. ii, 21.
946 ,LA VENIDA D E L M E S I A S
ee verificará toda B su tiempo e? esta sentido escondido*:
Por consiguiente, aai el sentido en ,que la esplica este
miemo sábio, como el sentido en que se ha erplicado hasta
aqiií, no son verdaderw sentidon, sino acomodatioios, ni
pueden impedir que se verifique en el sentido oculto
,Ae la profecíat: esto es, en su prapio y natural. sentido.
266. La retlexion general que acabamos de hacer so-
bre este sistema, la podeis aplicar con mm$a mayor m n
al estrafio sistema del doctísimo Arduino, el cual ccm no
menor aparato de erudicion y de ingenio, pretende acomo-
dar todo el Apocalipsis á la destroccion de Jerusalén por
los Romanos. Y esta misma retlexiop general la podeis
estender oon grán facilidad á cualquiera otra sistema que
reconozca en el Apocalipsis una profeda enderezada in-
mediatamente á la segunda venidrt del S e f i ~ r ~ o m ~ r e n d i -
das las otras principales que la han de preceda, acompa-
fiar y seguir, como lo persuadeu eficazmente todas las
sefialeiJ, las notos, las 'circunstancias, las locuciones y alu-
siones de la misma profscia, deude.4 principio hasta el ñn,
y como lo reconocen y confiesan, á lo menos en la mayor
parte, caai todos los doctores.
257. Por blliino (y esto es lo principal 8 que debemos
atender) : i qué froto real y s6lido podrémos esperar de to-
.das eatas ingeniosa acomodacionea? Yo no dudo de la
óptima intencion de sus autoree, p comprendo bien el ñn
honesto, religioso y pio, que se propusieron oontra el abuso
enorme que hcian del Apocalipeis' al- berejes de su
tiempo ;.mas coa todas estas buenas y optimas inteoeiones,
las resultas pueden ser muy perjddicieles. Sj las cosas tan
grandes que se noe anuncian gn eata profecía, tan confor-
mes wn los evangelios, y con ,otras níudbas Escritdnis: si
estas cosas grandes, oapaees por si sdas .Be infirndir en
.quien cree y coneidmt, un santo y religioso temor: si estas
cosas ya se veriíicaron en los primeras siglos de Iglesia :
luego ya nada te~nemosque temer4 Iuega podrémos vivir
..
A . .* ,
+ Dans ce sens cachd. .t. Dans le sena cachk.
0
K N GLORIA Y MABBSTAD. 347
sitl cuidado, respecto de ohos anuncios tnstm; luego po-
drémos dormir seguramente; luego ya no habrá en ade-
lante oosa de consideracion que pueda interrumpir nuestro
.
falso reposo ; Inego.. i Qub consecuencias! Estas parece-
rán todavia mas funestas por lo que vamos á observar.
LA M U G E R S O B R E LA BESTIA.
PARRAFO X N .
258. Cansado me tieue el Anticrieto, y todavia no está
concluido. Como este terrible misterio se debe componer
de tentaa piezas difereqtes, no parece menos d&il ionsi-
derarlas todas, que omitir algunas de las mas principales
despues de conocidas. La pieza que aora vamos á obser-
var, es por una parte tan delicada en sí misma, y por otra
parte de tan dificil acceso, por otros impedimentos estrín-
secos, que la operacion se hace embarazose, y poco menos
que imposible. Yo la omitiera toda d e buena gana, si no
temiera hacer traiciop á la verdad. Si el que la conoce por
doo de Dios no se atreve á decirla, g no la dice por respe-
to puramente humano, i le valdrá esta escusa delaste de la
'
suma verdad? Si el centineh viere venir h espada, y
no sowre la booilua; y elpuebh no se guardare, y vinie-
re la espada, quitprs la vitia á alguno de ellos : este
tal en setdad en su mlpa fub swprendido ; nsas yo de-
mandaré su salpgre de ollano del esntinela*. Este temor
pie obliga á no omitir del todo wte punto, y 4 decir sobre
él cuatro palabras, Si mtaa ,cuatro palabras os parecieren
mal, ó PO convenientes, en vuestrajmano 4 el borrarlas
ó arrancarlas, que yo me confsrmaré wn vuestra sentencia,
wla la c&&ou iadispeasable de que en este caso to-
cárá 6 x08, y na h mi, r ~ p o n d e rÚ Dios.
259. El suceso de que voy á hablar parece la últime
SEGUNDA OPINION.
-
t Super bestiam coccinesm, plenam nominihns b l a s p h d , ha-
bentem capita septem, et comua decem. Apoc. xvii, 3.
EN GLORIA Y MAGEBTAD. 361
maravillado de grande udmiracion*. Si, como se pre-
tende, estar sentada la muger sobre la bestia, no significa
otra cosa, que la supuesta alianza y amistad entre Roma
idblatra y el Anticristo, parece que el amado discípulo no
tuvo razon para tan grande admiracion. i Qué maravilla
a,q ue una ciudad idólatra é inicua favorezca y ayude a
un enemigo de Cristo ?
278. Nadie nos dice lo que significa en realidad, y
propiedad, la embriaguez de la muger, que 4 S. Juan se
hizo tan notable : vi (son sus palabras) aquella muyer em-
briagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los
mártires de Jesus?. Solamente nos acuerdan por toda
esplicacion, que en Roma se derramó antiguamente mucha
sangre de Cristianos, y suponen que será lo mismo cuando
vuelva 6 ser idólatra, y se una en amistad con el Anticristo.
Mas j esto basta para llamarla ébria? Lo que produce la
ebriedad, y la ebriedad misma, j son acaso dos cosas inse-
parables? No puede concebirse muy bien la una sin la
otra? Cierto que si no hay aquí o& misterio, la palabra
dbria parece la cosa mas impropria del mundo. Y o no
puedo creer, ni tengo por creible, que la profecía solamente
hable de lo material de Roma, 6 de sus piedras y tierra
que recibieron la sangre de los mártires ; pues la ebriedad
no puede competer á una cosa inanimada, aunque esté
llena de lo que causa la ebriedad. i Quién ha llamado ja-
más ébria de vino á una ciudad, solo porque tiene mucho
dentro de sus muros? Mas se podrá llamar propiamente
ébria de vino, si sus habitadores hacen de este vino un uso
inmoderado y escesivo, de modo que produzca en ellos
aquel efecto que se llama embriaguez: esto es, que los
desvanezca, que los turbe, que les impida el uso recto de
SU razon.
279. Lo mismo, 'pues, decimos á proporcion de la
* Et miratus sum cum vidissern iíiam, admiratione magna.-
Id. 6.
t Et vidi mulierem ebriam de sanguine sanctorum, et de sanguine ,
-
* Fiii sunt nequam. Math. xiii, 38:
BN GLORIA Y YAOBSTAD. m%
brios: no es menester para ests q w los nuevos enaperodo-
res destierren de Roma la religion cristiana, 6 introdwaa
<le nuevo la idolatría. Todas estas ideas eetraáaa, hdm
estas snposicionea imaginarias, son en realidad unas vanas
consolatoriaa, que no pueden ser sino de sumo perjnioio
para Rama, si se fia en eliae. E l gran trabajo es (y tra-
bajo digno de llanto inconsolable) que la profecía se cumpli-
rá, segun parece, por a t o Irtismr,: quiera decir, porque
nuestra buena madre ae fiar4 mas ÚZe lo que debiera de pa-
iabras consolatorias, no queneado sdvertif qw nacen sola-
mente del respeto y amor 'de sus fieles súbditos, los cuales
ban mirado, y miran como un punto de piedad y aun de
religion, el beatifiwla 8 toda horas, y de todos modos.
Oh si nos fuese posible decirle al oido, de modo que apro-
vechase, aquellm palabras que decia Dios á su es-
posa, hablo solamede en este punb particular: Pueblo
nio, los qus te Uamw bie~aventurado,esos mismos te en-
g&n, y nraban el camino de tw pwos*.
2490. No sefiora, no madre nuestra: no caareis &a vea
en el delito de idolaáría. No es esta ciertamente la forni-
eacion, que aqui m as aniipcia: no os debe dar esto cuida-
do alguno : e&í muy lejos de vos, no menos que del testo
y coeteeto de toda la terriMe profeda. Vnestra fe no fal-
tará, y en esto os di- la verdad tados vuestros doctores ;
pero mirad, setiora, que sin f&ar vuestra fe, puede muy
bien f a l b a l p dia vuesísa fidelidad ; sin faltar vuestra fe,
puede muy bien verificarse en vos dgun dia otra especie
de fowicaaion tan metafórka conio la fornicacim de los
ídoloa de la primera esposa de D i o s , mas no menos &mi-
*le m sus cliviaoq 40s. ai menos peligrosa para vos, ní
menos funesta para vuestros fieles hijos, ni tampoco menos
digna de castigo, y de na caetigo tento mayor cuanto son
mayores vuestras obligaciones, y mayor el honor y g-de-
zq verdadera tí que os ha sublimado vuestro esposo,.el cual
DOS ANOTACIONES.
PRIMERAS.
317. E n el párrafo iv se traen aquellas palabras .de la
epístola primera de S. Juan, espíritu, que divide á Jeszts,
como la propia definicion del Anticristo, y se dice, que es-
tas palabras no suenan otra cosa en su propio y natural
sentido, que la apostasla verdadera de la religion Cristiana
quo antes se profesaba. No obstante, desde el phrrafo vii
se empieza li hablar de una bestia de siete cabezas, como
que ésta es el verdadero Anticristo ; mas entre estas siete
cabezas, solo cinco hay á quienes pueda competir el divi-
dir á Jesus, 6 la apostasía, pues las otras dos, que son el
Mahometismo y la idolatría, como no tienen atadura al-
guna con Jesus, tampoco pueden desatarlo, 6 desatarse de
él. O estas dos cabezas de la bestia no vienen al caso, 6
no es justa la deficion.
RESPUESTA.
318. E n varias partes de este fenómeno hemos adver-
tido, que la espresion dividir á Jesus, no solamente la
tomamos en sentido pasivo, sino tambien y principalmente
en sentido activo. El dividir á Jesus, en sentido pasivo
será como el fondo del Anticristo, y como la primera dili-
.jencia necesaria, para que sobre este fondo se forme todo
el Anticristo; mas dospues de formado enteramente, des-
pues de unidas en un cuerpo todas sus diferentes piezas, el
dividir á Jesus será principalmente en sentido activo, pro-
curando desatarlo de todos cuantos se hallaren en el mnndo
atados de algun modo con él, y haciendo para esto una
guerra viva al cuerpo del Cristianismo y á Cristo mismo.
Por eso S. Pablo pone primeramente la apostasía, y des-
pues la revelacion del hombre de pecado, como que la
apostasía es el primer paso necesario para que el Anticristo
se forme enteramente y se rebele, 6 declare pbblicamente.
Aora, para hacer esta guerra Q Cristo con buen suceso
en todas las partes del mnndo, le será absolutamente ne-
M N GLORIA Y WAGHSTAD. 395
cesario al cuerpo de apóstatas, fuera de las cinco cabezas
que salieron de entre nosotros*, y ya están unidas, unir
tambien otras dos mas: esto es, muchísimos individuos '
PARABOLA.
PARRAFO 1.
327. E n cierta ciudad principal, como nos lo aseguran
testigos fidedignos, se exit6 los afios pasados una celebre
controversia. La cuestion era: " si el papa Pio V I
habia ido verdaderamente en su propia persona 4 la cbr-
te de Viena y pasado por esa misma ciudad. Lo que al
principio pareció una mera diversion, 6 una de aquellas su-
tilezas de escuela, que en otros tiempos fueron tan del gus-
to de los hombres ociosos, se vi6 pasar en pocos dias 4
un empefio formal y declarado. Los queostaban por la par-
te afirmativa (que 4 los principios eran los mas) no ale-
gaban otra razon 4 su favor, que el testimonio de sus ojos,
y de sus oidos: pareci6ndoles9que en una cuestion de &-
cho, y no de derecho, no podia haber otra razon mas efi-
caz, ni.mas conveniente, ni mas decisiva. "
3.20. Esta raeon, lejos de convencer 4 los contrarios, era
recibida con sumo desprecio, y tratada de insuficiente, de
Qui,font trop ardiment des traditiones, et des articles de foi,
des conjechires de quelqaes'Pbns.- h , p r e f . sur PApoc. n h .
TOMO 1. 2 D
m LA VBNIDA DBL MESIAS
débil, y tambien de grosera; y por eso indigna de un bom-
bre racional. Decian, y en esto insistian, qns el tesümo-
nio de los sentidos, no siempre es seguro : que puede fa-
cilmente engafiar aun á los mas cuerdos, pues tantaa ve-
ces los ha engafíado : que el angel S. aafael no era hombre,
y por hombre lo tuvo el Sto. Tobías : que Cristo no era
fantasma,y por fantasma lo tuvieron sus discipulos cuando
lo vieron andar sobre laa aguas eo el mar de Galilea : que
el mismo Cristo no era hortelano, y por hortelano lo tu-
vo su StA.discípula María Magdalena : de estos ejempla-
res citaban muchí~imoscoa facilidad.
$29. Es verdad, afiadian, que el viaje de Pio VI 6 la
&te de Viena, fné un suceso tan pfíblieo y ruidoso, que
no lo ignoraron 10s ciegos, ni los sordos : aquellos porque
lo oyeron, estos porque lo vieron. Es verdad que muchísi-
mas ciudades de Alemania y de Italia, y entre ellas la nues-
tra, 10 recibieron con pfíblicas aclamaciones, le hincaron la
rodilla, y recibieron su bendicion. Muchas personas ecle-
siásticas y seculares, le besaron el pie, lo adoraron como
Q vicario de Jesucristo, le hablaroo, y oyeron sn vol. Tan-
bien es verdad que los avisos pbblicos, y .las cartas d e los
prtioulares, casi no hablaban de otra cosa, &c. : mas todo
a t o i qué importa (prosegillan diciendo) todo esto i qué
prueba ? i Ka pudo haber sido todo esto una apariencia?
j, No pudo muy bien haber sucedido, que esa persona que
tados vieron, y qae á todos pareció la persona misma del
Papa, no lo fuese en la realidad ? Pues en efecto, concluian,
qsi fué. Pareció tí todos i a persona misma del Papa; mas
bdos se alucinaron, y se engafiaron : porque no era sino
uemiaistro suyo, un príncipe de su c&te, revestido d e su-
antoridad, de sus ornamentos, y aun de su propia Qtm.
Era el papa Pio V I ea aierto sentido; mas en otro senti-
do no lo era. Era,el Papa $gurada y sinz66Zicannentemas
no lo era$sica y reslmsie. Era el Papa en virtud; mas
ao lo era en persona. ,
,330. Preguntados estos doctores con qué raeon, y so-
bre qné fundamento se atrevian á hvmau una especie t a ~ .
EN G L O R I A Y MAGEBTAD. 403
estraíía contra el testimonio de los ojos del mondo, y aun
de los suyos propios, no se les pudo por entónces sacar
otra respuesta, sino esta sola : i qué necesidad hay de que
el Papa mismo se mneva de Roma, y haga un viaje tan
dilatado, cuando le es tan facil el tratar y concluir cual-
quier negocio, por grave que sea, por medio de algun mi-
nistro suyo, de dgun nuncio 6 enviado estraordinario ;dám
dole su autoridad y plenipotencia? Aunque realmente no se
les oía otra respuesta por mas qne se desease y se les pie
diese; mas despues se ha sabido con plena certidumbre la
. ..
verdadera y iínica ramn que los movia, que era.. . ;Pero
dejémosla por aora oculta hasta que eila se revele por sí
misma. Por abreviar : el efecto de esta gran disputa, fu6,
que habiéndose sabido que algunos doctores de gran fama
favorecian de algun modo la parte negativa, esto bastó pre
ra que poco á poco. y casi insensiblemente fuese prevale
ciendo esta opinion ; y se fué mirando la parte afirmativa
como una estulticia, oomo una necedad, oomo groseíía,
como un error, como un suefio. De modo que ya hoy dia
apenas se halla en dioha ciudad quien no tenga por una
verdadera fábula el viaje del papa Pío VI en su propiá
persona á la córte de Viena.
APLIDADION.
PARRAFO II.
831. Un escritor antiguo, ,y de grande autoridad entre
los Cristianos, refiere prolijamente con todas sus circunstan-
cias, las mas individuales, un suceso de que él mhmo fué
tatigo ocular. Este escritot dlebre es aquel misma, rl
Uual hu dado testimonio de la palcrbra de Diee, testi-
m a i o de Jesucristo, de todas las cosas qzcc vi6*. 'Su
relacion es como se sigue. Concluidos los 42 meses que
debe durar la tribulacion horrible, cual no fué desde el
Qui testimonium perhibuit verbo Dei, et teslimoniurn $eeu
Christi, quaecumque vidit. - A p . i, 2.
2 0 2
"a . LA V E N I D A . D E L MESIAY
H~V,
Qualis non fuit ab initio mundi usque modb, neque fiet.
21.
-Mat.
+ Et vocatitr nomen ejua Verbum Dei. - A ' . xix, 13.
Rex r-, et Dominas dominantium; -Id id. 16.
EN GLORIA Y ,MAQBSTAD. 405
dos BUS efircitos, que tenian congre~gadospara hacer guei-
ni al Rey de los reyes. La funcion se dwidió desde el
primer encuentro. L a bestia fué presa en primer lugar,'y
con ella el pseudoprofeta, 6 la segunda bestia de dos
cuernos, que era la que hacia los milagros, y la que habia
seducido á los habitantes de la tierra, haciéndoles tomar el
carácter de la primera bestia, 6 declarárse por ella. Estas
dos bestias, y todo lo que en ellas se comprende, fueron
arrojadas vivas en un grande estanque de fuego, que arde
y se alimenta con azufre. La demhs muchedumbre fu6
muerta con la espada del Rey de los reyes, que salia de
su boca, y todas laa aves se hartaron este dia con sus
carnes. Oigámos á la letra el testo de S. Juan, que dice:
Y ví el cielo abierto, y pareció un caballo blanco :y
el que estaba sentado sobre Ll, era llamudo Re1 y Veraz,
el cual con justicia juzga, y pelea. Y sus ojos eran como
llama de fuego, y en su cabeza muchas coronas, y tenia
un nombre escrito, que - ninguno ha conocido sino él mis-
nro. Y vestia yna ropa teñida en sangre : y su nombre
es llamado el Verbo de Dios. Y le seguian las huestes
que hay en el cielo, en caballos blancos, vestidos todo8 de
lino jinísimo blanco, y limpio. Y salía de su boca una
espada de dos jilos para herir con ella á las gentes. Y
él mismo las regirá ron vara de hierro : y él pisa el lagar
Qel vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. Y
tiene en su vestidura, y en su muslo escrito: Rey de
reyes, y S e h r de señores. Y vi un angel, que estaba en
el sol, y clamó en voz altn, diciendo á todas las aves, que
volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos á la
grande cena de Dios: P a r a comer carnes de reyes, y
carnes.de tribunos, y carnes de poderosos,' y carnes de,
caballos, y de los que en ellos cabalgan, y carnes de todos,
libi;es, y esclavos, y pequeños, y grandes. Y vi la bestia,
y los reyes de la tierra, y las huestes de ellos congregadas
para pelear con el que estaba sentado sobre el caballo,
y con su hueste. Y fué presa la bestia, y con ella el
fulso profeta: que hizo en su presenciu las señales con
406 L A V B N I D A ' D E L 'MESIAS'
que Mis engaña& á los que recibieron la marca de la
bestia, y adorarea su i d j e n . E s t o r dos ficeron h a d o a
vivos en un e r t a q u e de fuego ardiendo, y de anrfie : Y
los otros murieron con la espada, qw sale de la boca del
qsu, estabasentado sobre e l caballo : Y se hrtaros todas
las aves de lar carnes & ellosr.
834. Sobro esta relacion, q u e todos tenemos por *u-
bitde, se escitó muchos dias h a una disputa muy seme-
jante á la pasada, y parece cierto q u e ha producido el mis-
mo efecto. En los primeros siglos de la Iglesia se pensa-
ba, y creia buenamente, lo primen, : que la persona admi-
rablo de q u e aqui se habla no era, no podia ser o t r a que
el mismo Jesucristo H i j o de Dios, 6 Hijo de la virgen, en
s u propia persona y magestad. Se pensaba y creia l o se-
gundo: q u e toda esta vision tan magnífica, representada
PARRAFO IV.
; 352. S. Pablo escribiendo 4 los Tesalonicenses, actnal-
mente alborotados por la voz que se habia esparcido entre
ellos de que ya instaba el dia del Sefior, les declara en pri-
mer lugar, que aquella era una voz falsa sin fundamento
alguno, y no os dejeis seducir de nadie en manera algu-
na*: porque el dia del Sefior no vendrá si primero no se
verifican dos cosas principalisimas que deben preceder tí
este dia. La primera la apostada?. La segunda, la re-
velacion 6 manifestacion del hombre de pecado 6 del Anti-
cristo. De este, pues, dice en términos formales, que ne-
gado su tiempo el Señor Jesucristo lo mat. con el espi-
Ne quis vos seducat uiio modo. -2 ad Thea. ii, 31
t -
Discessio. 2 ad Thea. ii, 3.
42s %A VENfDA DEL R E S i A S
R E S U M E N Y CONCLUSION.
PARRANI VII.
'
385. Deseára, sefior, si esto fqese posible, que quedáse-
mos de acuerdo, 6 que 4 lo menos nos formásemos una idea
clara y precisa de todas las cosas que acabamos de observar
en este fenómeno. Nuestra disputa, segun parece, no
consiste en la sustancia de la cosa misma, sino solamente
en una circunstancia que se cree gravisima por una p otra
Quem Dominue Jesus interficiet apiritu oris siii, et dwtruet
illustratione adventtie sui eum. -2 d Z48r. ii, 8.
442 . LA .VENIDA D E L M E S I A S
APENDICE.
390. Cualquiera que lea las observaciones que acabamos
de hacer sobre este fenómeno, by no tenga por otra parte
LONDRE)?
IMPRESO POR C A U O S WOOU.
Poppin's Coort, Fleet Street.
VENIDA D E L MESIAS
EN
GLORIA Y MAGESTAD.
OBSERVACIONES h
m ~ ( y i * O .
C
DE
SE DEDICAN
AL MESIAS JESUCRISTO,
HUO DE DIOS, HlJO DI LA BANTISIMA VIBGEN MARIA, HlJO DE DAVIU.
HIJO DE ABRAHAN.
EN T R E S TOMOS.
TOMO 11.
LONDRES :
LO PUBLICA R. ACKERMANN, STRAND,
Y B N IIU SBTABLBCIYIEtUTO S N YSBICO:
AaImuwO
TOMO 11.
PARTE 1.
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......................................
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PCmL Pqim
163. U l o g o entra Dior, el Meoh # Sidn 109 ............................
168. ~ e n ' o n e r dcl McMI. y gmdhm pwmem
caoqwcor*u&dSióa .......................................113
176- Doa kpdhmt01que pecatan lor &cterer, para probn
que no rrró Sián rntihricl. 6 rr a d p a &gniM 118 .........
177. S I d d p ~ ¡ t ~ ~ f ~ ~ o , y ~ e w k r & .11.9. .............
181. Se ctwider~el regurdo i ~ ~ e n t queo ,er d rcprdio &
x i ...............................................................
1
s
182. Se -pata lo.yfludsds & erte i m p d b a t o e-
el + l & Iakir, que er el piner inrhrmmte ea
que ln doct~~ee
l pretenden # w o k l o . . .m. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
198. &? d #&Urdo ~ t t ~e8 d ~ 0 &e&
Jrreiaiu ......................................................
; 132
201. H ~ d e q u e h a d l el . te* u i a m & I a c a r & J r d á ,
'tino de Imdl .....................................................133
204. h 3 t e ~ & r e d p s r g s ~ r o , p en
u dnirnetritorck
colaíckhpebiisRndQ6ñ0T ................................. 1%
908. íha~o.ipscco, w o d d m aaridaii,lorJudia,conie
hrcrrrdrikryrecor,p+iwdorndrrrareate&m& ...... 139
212. Parecer & kr &ctorm mbk eUe amnto ........................144
216. La & lor iathyweter aunque e8 nsy wm y
ankahdecslo, r e ~ & ~ ~ & w r&e& &
pfdade Exquid ............................................116
221. &m$malodichomnwMIrcpC~,riaidobpii*ar
i a e M d m , & m u c h p v a t ~ ~ q u e ~ e ~ a n c n l olb~0& a
222. SS pra- & upn& wfirio* ..................................
161
m. Tcresn r e f i h.....................................................
16!2
224. Cnuta wplrlm ......................................................
162
m. Quinta y $&ha r e f l e h ...........................................
lb4
230. F&em VI,& igk& W a a ..................;.. ............
169
m. Prerrpuertoa naccmrim pim f'u- idcci de lo
pe &ww h palabra iglesia c h t h ~ ...................
160
236. L a i g k k m c i r ~ i p r e a r u a a d i ~ , ~ d o r p n r t & :
loporre a d h y lo prir,a .....................................
162
m. lfsclb e& dircrccl'en re e k , qus d h h¿hrd.-
n n t e # k r ha parirado el gbs;mw Q b parte acíiscr &
Ia @ha ......................................................
163
vi INDIOR BAZONIDO.
Plrnlo ryr
m. b~pan& prru891 b e c k 6 8th pdue~'l.rIiedi*a8
a p b u k r d br igkn'a p u e n t e ........................,......
166
914. Rrommn w~)jnnarnu idea^ con am teoto & S. PidJ. -16f .......
246. &.L?xamine u t e lugar del a p r d ........,........................
12P9
m. Jliummh de pronsror w n t e n i h en u t e te& ........e....... 169
M.&tadUcreciondeprornmuma+mtakcpriawrcin&kr
................................................. ..
170
9 8 6 . & ~ 8 ~ e ~ h d o c b r u . o b r d k ~ . ~
,rbf igklo ......................................... .........
, 176
267. .utorpnpone~dwo aualodm como diw hntw a i U d
. t . r g o r o . & . ~ M ~ d s6- l ~
.rstiw.da~ k@ I d .................... ..........................
177
264. E ~ N n a d a rartm .cinco proponoponcio~r re pregunta u Dior
'tendrd iarwpacilimce ci, udum 1lor J u d k el @m
que by tiene kr igluia . p erente... ..,........................
181
266. ~ c e l d e ~ d i r m rCimportanter
ro +.$ledona (li'rifidar pw un
&ctw.9ntigcio y s & e h 4 la8 g m I d # crrftianm ...........
183
268. &Un&ue & IQl &di01 wii& wm dicho &olorJg~ m
&don y ~ d w e ~noanr/ -a ........................
186
274. .El que lm J.& cbinb mmw Mkr m d e ~ no ~ s
p.lrsb.pus ru pecodo er -8Ie .........................106
277. &a dc iOr Judiw rnersprc mar bien nuerha cbnqm-
.. 191
.&m q w w ~ r t m . i n d i p a d o n............. ..............
278. iWwJc*dn ~Ulm<rdgmando rc W u p k twe&m.de lu
pnter .........................................................
191
279. Se prm&e ciiarifatcudos que ui mma iiu , p M d l , ne o&-
teate ru imdulidod, pnwn pwrPr,* an' 10 #&.&u
.Judiw un smhrcp de N actual p s r t i ~ ~y~ mtir#c&n.
'a 198
967. Pam q a t CM re pn~enkmkrr marro parta que coic
t h el-capituloxi del aportd 8. PabbJ que er el h o r
d d @ n b u a & l b ) a r g u ~ ~ m t ~ I9& ......
991. R . p c W &e& capihdoah S. Pabk 201 ......................
304. U J h .sbramaoian robe d tem & Ida4 M o por
S. Pablo ............................................... .
210
3 1 4 . 9 s ~ t h a m t n I b r ~ d n : ~ d ~ ~ í o 1
.orfm psdm y dni#r&&wm ...............................
218
335. Se re?prirdc d dicha oqiecioa .......................................
. 218
.
I W
319.
m b
El a&&stio
INDIOB RAZONADO
!
l
~ s r ( JUJ
.~
l
a i ~ . ~ + c * ~ ~ p a t a i ~ ~ e c i nw
pkin hacer, del por qué no i n t la -&
~
o n p e ~ e
~ ~
226
PARTE II .
.
1. FndfR#?Rb Prn. & mUgM VGJ~¡& del id ........................
288
3. i h p h e h tmmn de Iw doctwci ................................ 290
.
8 lkjkvionprimmr contra e ~ t acrplMon; ..................... 296
1B. ilqkzkm wgun& ................. ................................. 296
11. Rdpedoh ......................................................297
12. Rcpca'on m a l a .......................................................298
16. Se- otw c~#icacion de elte admjr(l&kJUCCJO ........... m
viii INDlCIl RAZONADO.
I1LrirJo P@ni
26. C m e#a erplicaciorp w procuran collforrnar l w ver#m 1 y 2 ,
del capitulo xii del Apoccrliprir ............................
306
39. V e r m 3 y 4 del cnpitulo citado ....................................
317
43. fiplonacion del verro qitinto .................................521
63. PmJccta c o h n c i c i de lar profeciar de Daniel y S. Jwm
69. Se procigue rnan$eatando erta armonia.. .... . . . .... . . .
.. . . .. . . . .. 331
66. Sobre el libro que abre el C w d m .................................
336
67. Eck libro er el Tertamrnto nuevo y etemo de Dior, en el cual
ertd el Unijdnito del Padre corutituiih Ry y Señor de
todo.................................................................
337
69. Jríbilo uniuerral del Conrjo ando al abrirre el libro.. 340.......
73. Ftiga de ln m u g e ó la &dad .................................
343
79. Batdla de S. bfigsrel con el dragonpor cawa de la muger... 346
87. E n el C o n r ~ mpremo
o de Di01 re quita h lor hombrer el poder
de que han abwado ............................................
362
88. Comiensan 6 mlir del mprerno Conaqio repetidiir drdaer
contra la t i m ....................... ...... .................
. . 353
91. E l dragon entabla un juicio ante el rupnnio j w r contra k
w g e r , y prerenta una fwrnidablc batalla ..................
366
M. Vencido el dragon ckrcinde prccipitndo d lo t i m ............
3ó8
96. Aplicacion de lor capitular xii de Daniel y del A p w l i p N d
erta d e b r e contiendo...........................................
369
101. Aclamacion de goso en lor cielo8 por el triunfo de S. Miguel 365
105. E l d r a p n p e r e e d la nuger ....................................
366
107. Lo m u g e huye con lor dor aiar que la da Dior ... ...............
367
111. Sobre lo que ertw dor o h * i un... ......... ............
...... 370
1 17. Dercripcion del rio que rale & la boca del dragvn, y cmm-
nancia de lor tertoa del Esodo y A ' . ................
376
122. Igualmente ae cmbina con lor tertor citador el cnpitulo vii de
Miquh...... ... .....,...... .. .. ....................
.. . 381
- 123. La roledad de la muger regun lar Ermrmhrrru,el lugar ¿e IU
retiro, y lo que Diar huró allí con &... ... ..................
383
142. El dmgon no pudiendo dañar 6 la muger, conuierte rvplror
contra lorjeler h$or de Abrahan. ............................
397
149. La vocacion k loa Judioa r n d un medio oportunknno p r a
lu conamacinn y aumenío de la IgIcn'a ......................
402
153. El tabernáculo de David ........... . ... ...........................
. 404
I N D I C B RAZONADO . ix
H ~ ~ B D Puna
156. SeriridD upiritual m que lor doctare8 eaplim, Mdiriariamentc
l2 r ~ e o b ~ del&bern&nrlo
on ............................
408
1s- I g k r f . p m n t e no pu;dc r m el tabemdculo que re pro-
tKlc rertituir......................................................410
100. del racndorio perteneciente d la tribu de Lcaiy
el ~ p e r t e n e c ¡ e n t e4 la familia de David ................ 411
166. Elno entender el modo con que i a m ~ n a ~deben m& no ea
. + c k t e.motiaopara nepdw ...............................416
.
169 Hprian m ' ! i o de la Igleria co&egudo en Jmrmlín .... 418
174. &@n'oner &e lo rerpuerta que di6 JCmcrUto 6 JUJ U-
prior, que le preguntekn. cuando # d a la rerthcion del
mn ' odel Inndl ................................................... 421
1'19. ~ ~ ~ ~ l ~ rathfactoria
o n p o de m l w tertor de Suntiap y pro-
f& & Amór .....................................................425
108. Druc otra inteligencia mar funda& d dicho terto de San-
tiago ............................................................... 432
194. Se con/nna todo lo dicho con otror lugorcr de la r a p & EJ-
critum. riendo elprimero el mpirulo U & Inaior ......... 43R
196. E1 wndo el capitulo i de S. LULW ..............................439
M6. E l tmro el ralmo exxxii ..........................................446
209. Ultima o&m1~1'onen que Iqrgamente re dircute el capi-
tulo xvi de IaaJa~ ................................................449
219 . 7 k r reflemoner quef1~1'litanb inteligencia de dicho capitub 467
2!27. Conel& primera que nace de todo lo erperto ............... 464
t 231. íhchaion rejpnda ..l.............................................. 467
239. M i r e n ó epílogo de lar lugarea citador da la mnta Ea&-
.
tum.............................................................473
9(9 E! monte Si6n r d r e lar montea................................. 478
2b3. Erplicueion mnun de lor doctorer & ertaap"fmCCI~ ...........480
268. DjlOcailtadcr muy grande8 que prerenta el uerw 4 & I ~ a i y a~
3 de MiquCaJ. riguienAo la erplicacion de lor doctorcr.... 483
268. Dutinguiendo. coino deben dutinguirre. lor dor t i e m p del
M e c h , re dewanccen lar rk~cultt~der ....................... 489
.
286 S¿+me la doctrina del autor con el mi~moconterto del
capitulo ii & Imiaa............................................ 499
306. Conterto de diipuéor.................................................. 611
310. i&poh501) &l &m0 X ~ V~ U i@mm C el # u ~ ~ ~ ~ o ... ~ 616
u c J ~ o
X INDIGB RAZONADO.
Pbmil w-
324. Intererustea re*-a mku el uer- 6 &l h a rokno 693
337. J e d d n , ctutigor, nr padon, rir mina y r u & t w r a
grindcga...........L.. ....
........ , .. .. ... ........ 690
340. Se sponc un lugar de Daniel que *rece opmi~audpltirw
gkwiom utado da J d w a i h . ................ ... .......,.
360. Importa mucho dltingmit d j n dcl mwndo y el* del +... 638
363. &#ioa8e w, kyor & J d que tanbimporacb mntmio
d la htmrraeion ds J m d m .......... .....................640
360. C ü c h p f d de Tobicir.. ..,.,..,,... ............... .. .... 644
364. íhncowhnciam e o t m m u c k p f d w y Tobirr............ 648
LA
GLORIA Y MAGESTAD.
FENOMENO V.
- LOS JUDIOS.
.
arrancaré de su tierra que les di*. .Segundo : los con-
sidera como restituidos con sumo honor, y con grandes
ventajas 4 la dignidad de pueblo de Dios, aunque ya
debajo de otro testamento se'mpiterno. He aquí que yo. ..
108 uolver6 á cate lugar, y hark que Aabiten con$adamente
m 61. Y serán mi pueblo, y yo serk su Dios.. Y h a r k .
con ellos un pacto eterno t...Tercero : los considera como
una esposa de Dios, tan amada en otros tiempos, cuya
desolacion, cuyo trabajo, cuya aflicciony cuyo llanto mueven
en fin el corezon del esposo, el cual desenojado y aplacado,
la llama 4 s s antigua dignidad, la recibe con sumo agrado,
se olvida de todo lo pasado, la restituye todos sus honores,
y abriendo sus teaoros la wlma de nuevos y mayores dones,
la viate de nuevas galas, la adorna con nuevas é inesti-
mables joyas, mas preciosas, sin comparacion, que las que
babia perdido$. Cuarto en fin : los considera come re-
sucitados, como que aquellos huesos secos y áridos, espar-
cidos por toda la tierra, se vuelven 4 unir entre sí por
virtud-divina, cada uno á su coyuntura) : se cubren otra
vez de carne, de nervios y de piel, y se les introduce de
nuevo aquel espiritu de vida, de qúe tmuitos siglos han
.estado privados. Eshs tres estados de los judios, correa-
ponden perfectamente 4 los tres estados de la vida del santo
Job, ia cual pedemos decir ó mirar, como una figura, 6
como una historia en cifra de las mudanzas principales del
pueblo de Dios.
7. Sobre los dos primeros estados, nada tenemos que
observar de nuevo. Los doctores los tienen observados con
bastante prolijidad. Como en ello no hay interes alguno
-
Et p h t s b o ew, et non evellam. Jerem. xxiv, 6. Et pliuitabo
ea super lrumum euem : et non eveilam eos ultra de terra &a q u m
- dedi eia. -Amos ix, 16.
9 Ecce ego ...reducam eos ad locum istnm, et habitare eoa faciam
confidenter. Et erunt mihi in populum, et ego ero eis in Deum ...
Et fefiam eia pactum sempitemum, &c.-Jerem. xxxii, 37, 38, 40.
f I d . xl, &; Oseea ii, 18 ; Miq. vii.
5 Unumquodque MI junctnram suam.-Eseq. xxxvii, 7.
EN GLORIA Y MAOEBTAi). 5
que ae ponga por medio, tampoco hay diíianltad alguna
en tomar en su propio y natnral sentido todas aquellas Es-
crituras que hablan de ellos, 6 en historia, 6 en profecia.
Has el temer estado no es asi. Eete no puede goear del
mismo privilegio, o del mismo derecho. Las Escritum que
hablan de él, aunque sean igualmente mas claras y espre-
sivas que Las que hablan del primero y segundo atado,
no por eso se deben ni pueden entender del mismo modo,
y en el mismo sentido propio y natural. i Por qué raeon ?
Porquese oponen, porque repugnan, porque perjudican.
porque destruyen, porque aniquilan el vulgar sistema. En
muna, La razon verdadera no se produce, porque no es
necesario: son cosas estas que ae deben suponer, y no
probar. La observacion, p&, exacta y fiel de este &er
estado de loa judios en los cuatro aspectos amba dichos,.en
que los considera la divina Escritura, es lo que aora llama
, toda nneetrs atencion. El punto ea ciertamente gravísimo,
y puede ser de suma utilidad, no menos para los pobres é
infelices judioa, que para el verdadero y sólido bien de
mncbog cristianos que quiaieren entrar dentro de si, y dar
,lugar á Arias reflexiones.
8. No estrafieis, sefior, si en este punto, como en causa
tan propia, me eaplico con alguna mas libertad; ni os
admllwi, si acaso me 'propaso en alguna palabra menos
civil : mirad por ama, no tanto B loa accidentes, cuanto B
la mtam:ia, que es lo que pricipalmente debe rnirar'un-
hombre racional. Soy cristiano, es verdad, y reconozco
con el mayor agradecimiento de que soy capaz, este sumo
beneficio que he recibido de la bondad de Dios; mas no.
por eso dejo de ser judio, ni me avergiienm de serlo.
Como cristiano soy deudor 4 los cristianos de cualquiera
tribu, ó pueblo, 6 gente, 6 nacion que estos sean': mas
eomo cristiano judio, soy -bien deudor con partidar
obligacion á aquellos infelices hombres, que son mis deudos
segun la carne, que son los israelitas, de los cuales es la'
adopcioa de los hGos, y la gloria, y la alianza, y la legis-
lacion, y el culto, y las promeaaa : cuyos padres son'los
dd ~
b, d de&dtrdc
h ~t d h Crbtb h
CaPd"'. .
0. Si las msee qde vby d decit, despues de bien era-
mitiadea con toda aqnena entereza, nctitud y jnsticia que
p i d ~uk~iiaunto tan sérío, no se haliaren plenametite con-
formes d lae $anta Bctittirea (regla única en cosas toda-
v i a f b ~ ) m ) ~ iaer4jaataj+bienmeretidalamw
e ~ ,
W c h que se diere contra mí. En este ceilo, p mismo,
deqmes de convencido, pedir6 ata jnstia sentencia, f yo
d o seré el tijerentot. U edmo 6g y conliw~cosa ver&¿.
qué puedo m r en macho 6 ien poco, m todo 6 en parte, d
tambien &, ean @al 6 rnap wttidamh, que estoy may
lejos de q b m perseverar M momento en el error, den-
pneu de mmido'. d 6 h testimonio mi coachda ri,
d Bpfultw m t o t ...
DrSeURSO PREVIO. 1
n bUu adii#rici-
EO srtado f u t m d& 108 jdbor ~ g r ra
rrcnts m los doctores cnrticmor. 1
10. EN 8s6e p t o particdar de qaa h d h bato Isr
lhcrituraa, p m e que ha euoedido t i vsrior dootorea
tiaaob, b mismo que saceúlió antiguamente A aaestrois
mbincm, 6 dmtom b e h Qaiero decir: que haMsi de
la voeacion fritura de los jndioe, con la misma fnolded B
idkrencia oon que a t o e bablan de la v d o n & lee
gentes, no dbetrrete que se qeejah de ellas, y loa reprap-
d a mn rason de esQ fdta Can o o m i d d l e .
11, Iai clocboies Wreor an la k c i o a de rai &tu-
Qoi mat c a p a t i m d d a n t amcm : Qmi mnt knaüta,
qooroui doptio eet filioram, et gloria, et testamentum, et iegblatb,
et obsequium, et promiasa: Quorum patrea, et ex quibua est Ch&
tus, mcundhm carnem, &e. -Ad h.k, 3,4,6.
t %timoniam miiil prhibehte mmciantih did tb Spiritu mncto.
- A d k . ix, 1.
debian e~comtrarno pocae veces (y no despreciar ni
disimular), lo que en ellaa m dice y anuncia en contra del
mimo pueblo bebreo, y en favor de las gentes. Debian
emcontrar y no disimular el rigor y severidad e e h m a X I UI
qns d b a a m e n d o el mimo pueblo de Dios, el mis-
mo pueblo ianto. Debian contrpr y reparar en ello coi
un smto y religioso temor, que este mismo pueblo santo,
no obtmte que vivia y se sustentaba con la fe y espe-
ren5a del Mesíse, babia de ser cuando este vinieoe al
mundo, so mayor y mps c r a d enemigo: que lo W i de
reprober, que lo hob'i de pereegnir, y lo havi de hacer
mmir en lo ignominia y tormento de la c m . Debian'en-
oontrar y reparsr en d o con temor y temblor, que por esb
eauno delito, el pueblo finieo de Dios habia de dejar de
serlo: habia de ser esparcido écia toda los vientos, para
que hese en todas partea el desprecio, el ódio y la ffibda
de todas las naciones : entrando en su lugar otro pueblo de
Dios, llamado y recojido de entre las mismas naciones que
se peneaban reprobedas. D e b i i en suma, encontrar y no
clirimalor, que la verdadera esposa de Dios hab'ia de ier
arrojada de del esposo, con suma ignominia y con
suma mmn, llevando consigo no otra coaa que el peeo
ame de sne i n i q u k h k : entrado en su lugar otra
nueva que se habia de llevar toda lae ateaoiona, y toda
bs carió06 del tqoao.
l.% S t a s oasss y otra# iemejantee, era neamario B in-
evitable que encontrasen nuestra d o c t a en ~ la lecojoa &
sae Eecntnees, +menteen loa Profetrisy en los S a h o i ;
aiar todar estm c m qae encontraban, eran para eiios, y lo
hasta ama, coino Iarrpdabrar de un libro re&*;
eonw lo q w ertá ebcrito deatro de un libro (pmigue el
Profeta) p~lbetoen manos de quien sabe leer: se le dirá:
.Luaquf ;y mpderti: Nopu&,porqw ahí ulla8ot.
Sicut verba Iibri iiignati.- Irai. d ,11.
t Lege btum : et rerpondebit : Non poiium, iignstum ert enim -
Id. xnx, 1l.
8 LA VENIDA DEL YHIM
A R T I C U L O 1.
PRIMER ASPECi'O.
...
Chm hbitavtxit pophid meun Israel qnmi~hnbee,nt opijritta
.
tati..m.. amper. eei, p
i dese& fbmat, et.pwtm-ti, et mga
popdw qui est -.es en-, -u¡ pecliidae cepit, et
-
a s e habitator umbilici terrte, &c. Ecmh. xxxvüi, 14, 16, et 12.
.t Vailir muititudinii Gog. -Ecech. &x, 11.
Et scient, quia ego Dominus Deue eorum, eb qubd transtu-
lerim eos in nationes, et congregaverim eos super terram suam, et
non dereliquerim que'mquam ex eie ibi. Et non sbscondam ultra
faciem meam ab ein, eb qubd efiderim apiritum meum super om-
-
nem domum Israel, ait DornUIus Deua. Ezeoh. d , 28 el 29.
Sa De todo esto parece que se sigue legitimamente,
que .des de la espedicim de Gog, ya se les habrá alzado
el dmtierro B taloe los bijos de Israél : ya habrán salido, 6
Dios los bnbrá d o de entre las naciones, donde el
Dios 108tiene desterredos : ya los habrá congtegado
y r%rtablecido en su misma tierra, porque los transportd
á lor Racionsr (dice el mismo Sr.) y los congregud sobre
su t i m a : y todo esto en gracia de Dios y llenos de su
di+@ espíritu: porqus Rs derramado mi espirítu sobre
tosla la cada de Imdl. Esta sola profecía, aunque no
hubiera otra, jno bastaba para creer, que el destierro pre- v
s e n b de los Judios ea un castigo no perpétuo, sino tem-
poral? Con tqdo eso, en el sistema de los doctores cris-
tianos no basta ni puede bastar. Aunque el embarazo es
terrible, no por eso ea h p e r a b l e . Debe, pues, decirse,
e o n d d h en algo, por esceso de benignidad, que
aunque la profmia habla de loe Judios, 6 de los bijos de
M 1 ea pmd, mas m habla solamente de ellos. i Pues
de qmkmm stros? Habla tambien y principalmente de los
Crietianai de todos lo8 pueblos, tribus, y lenguas; los
cuales, ea los tiempos tembles del Anticristo, huirán de
sas ~ ~ v paises,
o ya se congregarán en la Palestina.
En la P ~ ~! Ij h u cristianos, perseguidos del Anti-
cristo 6 aas minutnnr, se ban ido á refnjiar A la Palestina!
~6e ben ooogregaéo en-la Palestina, donde suponen la
córáe 6 r e s i d e d i del monarca universal que los persigue !
No os admireia, sefíor, porque esto debe suceder, segun
noe lo a q m a n , por órden espies8 de Dios, 6 por provi-
...
dencia particdar, eon estas palabras transporté b las
Mcionar, y los eongreguk sobre su tierra*.
8.Si qumie aora saber los designios de Dios en una
providencia tan estraordinaria, si qnereis saber para que
ñu congregará Dios en la Palestina tantos cristianos de
todas las gentea, pueblos y lenguas, entrando tambien en
PARRAFO 1.
39. Desde el primer Profeta se empieza ya 4 divisar
este gran misterio. Habiendo annnciado Moysés, evi
palabra del Señor, á todo Israél los diveisos castigos con
que Dioa 14amenazaba, si w eran fieles 4 sus leyes:
habiéndoles profetizado los diferentes estados de calamidad
y k r i a eatrema en que habian de caer por su iniquidad :
habiéndoles dicho con la mayor claridad é individualidad
el estado mismo en que se ven hoy dia, y en que los ha
visto todo el mundo, despuea de la muerte de su Mesias :
esto es, desterrados de su phtria, dispersos entre todas las
naciones, despreciados, aborrecidos, perseguidos, mirados
como la hez de la plebe, y como la risa y fábula de todaa
las gentes, &c. ; despuea de todo esto, llegando al capítulo
ux del Deuteronomio, les dice así.
Cuando vinieren, pues, sobre tí todaa estas cosas, la
bmdicion 6 la maldicion, que hepuesto delante de tí, y te
arrepintieres en t u corazon en medio de todar las gentes,
por las cuales te habrá esparcido el Señor .Dios tuyo, y
te convirtieres a d l y obedeciera á m a ~ m i e n t o con
s
tus e s , da todo t u corazon, y & toda t u ánima, como
yo hoy te lo intimo: El Señor Dios tuyo te harb volver
& t u cautiverio, y tendrhmisericordía de tí, y te congre-
gará & nuevo ale todos los pueblos b los q w te irabia
esparcido antes. Aun cuando hubierea i d o arrojado
haata los polos de cielo, de allí te r m r á el,SbCiw Dios
tuyo, y te t o a ~ ~ r ád , introducirá en la Tierra, que
poseyeron tus padres, y la disfrutarás: y dándote su
b e n d i c h , te Irarb que seas en mayor número que fueron
tus padres. El S&r Dios tuyo, circuncidarb t u cora-
zon, y el corazon de tue descendientes : para que ama al
Señor Dios tuyo de todo t u corazon, y de toda tu al^,
a8 LA VBNIDA DBL MBBIAS
para quepredúu vimr. Y aonwrtirá todm estea 4-
diciones contra tw ewmigos, y contra aqneih que ta
a b o r r ~ e nypc*ue~. MQ. tk te conwrtirár, y o i r h
& voz &l Señor Dior tuyo *.
40. Eeta promeaa ei ea de Dios, 6 se ha oumplido ya
plenamente, 6 si no se ha cumplido, ea necesario que a e
aumpia al- dia, porque k no puede faltar 4 m pa-
labra: no ss Dios oairo al U r e , pura qw mienta : ni
coaw el w o ' & l -re, parta que m mude. i Dijo, p u s , y
rio lo hara ? i Aabl6, y ro & ocrmplirát ? Que no se haya
svmplido haata sara, peioaers evidente d ouaiquieru que
teniendo pmemb el tieab srrgredo dime u m ojeada
buave d toda ia l b d u r a , y 4 toda la iktoria. Podrá
decuoe, yeareaüdadeediae6 semsinlia, qw t d o esto
ee ouinpli6 y8 en k p o de C!b, caendo volvieron de
Babiicwir W e e poom con Z e n > W : ni hay otra eauii-
vidad, wi otra ~ueih4 qie recurrir. Ama, es evidente
per el mismo tasto y por toda la Ihuitara, que enthma
no ee ou1npli6h proinem de Dioe. Vedlo alaro.
41. Primero: eeta promerm no W a aieitPaieate eon
C b ergo venerint super te omnee aemonea isti, benedictio.
eive mdedíctio, quam propomii in mnapectu tuo : et ductua paeni-
tudine cordis tui in universia gentihne, in qnas dkpereerit te Dominun
Dcai anis, et r c v e r ~fue&
~ ~ sd eam, et obedieris ejm imperiis,
a h í #o h d e p8sEipie dbi, cum floiii hds, in toto eode tuo, et in
. mm m: mdueet DOOP~QUB
t ~ t sni &m tutu Wqitatam -, ac ,
mieerebitur tui, et ruranm cengrslli$it te de &p o p b , inQWE
te ante dispenit. Si ad cardines coeli fuerie dissipatua, inde te
retmhet Dominus Deun tuus, et Basumet, atqut: introducet k Terram,
qmm possedenint patres tui, et obtinebii eam : et benedicena tibi
m- imneri .benea .f&t qu&mfaeinnt pahse tui. C i m c i d e t
l&bup D e u cor.tutlpl, et coi &tui : at düigrs Domi-
num Dcum tuiim b toto eorde tuo, et in t o b u h a ~IU, ut @
vivere. Omnes autem maledictionee hea convertet euper ,birnicw
tuos, et eoe qui oderunt te, et persequuntur. Tu autem r e v d r i e ,
et audiea vocem'DominiDei tui: &c.-Deuter. m,ab 1 usque ad 8.
f Non eet Deue quasi homo, nt mentiatur : nec nt filius hominis,
ut ,nsuktur. < M e?p,et non foeiet ? J Locutm eat, et non
-
iqpplebit ! N6m.xxii, 19.
pep sodo tribu, ni eon dos 6 tres, sino con todo Israél en
m a l , y <ron todas sus triiu ; asi como la amenaza de
diipmion y cautiverio con todos habla, y oon todo11 se ha
oamplido y ae eatá omnpiiido. Los que volvieron de
Bebkmk como se dice individaalnamte en el libro primero
de &has, 8010 eran de la tribu de Jadb y Benjamin, aon
rrlgpm>s peoos de I s v í ; luego por e& solo capitulo,
wuique no hubiese otros, la promesa de Diob no se eamplió
en aquel tiempo ; por eoneigmsnte no era este el sueeso
Be que haBla. S q p d o y prineipai: Dios promete en -
tewin.e fd~, que, cuamdo loa recoja coa sn brazo
omUipotante d e todas los pueblos y nttcioaes, adonde 61
mismo loa hpbia eoparcido por mi delitos, les c i r e n U
d aoruwrn, en piimex @m, para que de esta suerte amen
6 ea Dioe oon todo w mramn y con toda su *a, y
p.edan vivir en adebnte aaa vide eabmnatnral y divina:
E1Sbáor LXw tuyo t i r d r á t r corazcm, y el cwamn
&hu~:pcrtaqwati#raiB&Diostup
de todo tu CoTazon, y de toda tu dma, para que
&ir. Caoqne proaete al Be$or una cllmmcion de
mrazum, geaeni á todo I d l , cuando lo mmja de entre
lm naeioaes, y lo introdnzaa de nuevo en la tierra de SM
p d m ~ :y eeta c h m e i o n de ooramn ¿cuando ha sace-
a?;i8atw>emlavwlt.de Babibia? Ined la dae
l i b a i p s d e M n ~ y N a b e m l u , ~ W tablosontrerio.
ia
Leed dagag pira aeeguiaree mes el captelo TÜ de los
Hechos de )os ApópColer, y h a k e i s al r.yS1 que S. Esbewui
ileno lel Bpirita Santo los reprende en pábüco conulio, y
Im da en eara con la inckmimion del cmamn, d de
&cm, -o de sr podres. Duros & crwaiic (lee dice). d
id& de comwms, y de*, &ros resutia
& t a p e ai Bpfritcr Santo: ~ o n ovaw#rat~pedrea, arf
Canbierr vosotros*. Conque hasta la muerte de S. & t t ~ 8 0
no bbia enaedido en Israél tal c i r c u n e n de coramn. Y
despues scB i de donde la pedr6mo11 IUKW?
* Dnrb cervice, et incircnmcieis cordibus et a~ribus,vos aemper
Spiiihii 6ancto resistitis:.sicut patres ceatri, ita et v o s . - h . vii, 61.
28 LA VENIDA DEL YE81A8
4% SfgPeee de aquí, que la pmmem de que vamos
hablando, es de Dios miamo, como no se duda : si hado
aara no ha tenido su cumplimiento, como tampoco se puede
dudar, deberémos confesar de buena fe, que alguna vez
lo ha de tener. Deberémos, digo, confesar, que loa míseros
judios dispersos tantos siglos ha entre las naciones, han de
aer algun dia llamados, recogidos y congregados por el
braeo omnipotente de Dios vivo, enten d o d e estuvieren, y
quisieren 6 no las potestades de la tierra: Aun cuando
hubierea sido arrojado h t a los polos del cielo, de dí te
.t. racará el Señor Dios tuyo, y han de ser del mismo modo
introducidos y plantados de nuevo establemente en aqueHa
miama tierra que fué la herencia y la poseaion de sus
padres: y te tomará é infroducira en la tierra, que
poseyeron tus padres, y la disfrutar&. P m que esto
ea claro, y lo fuera sin duda en cualquiera otro asunto de
menos inter4s ; mas en el asunto presente no lo es tanto
que. no se pueda ffíciimente oscurecer con alguna brillante
ducinn.
48. Puede pues oponerse, lo que oponen modernamenb
aigunoe sábios. como una eolucion riin répiica, no d o
d lugar del Deutemnomio, que aotnalmente co&ramos,
sino generalmente B todas laa profecías favorables B loa
judios, que Basta aom no se han vedhado en dos. Con-
fiesanestos sábios, que muchas, 6 las mas de las profeolas
que tienen promesas de Dios B favor de la casa de Jaoob,
no se verificaron ni pudieron haberse verificado en la
vuelta de Babilonia. Esta misma confaion la haoen todoa
los intérpretes de la Escritura, d lo menos tácitamente;
pues, no obstante los grandes esfueraos que pnwuran
hacer, para acomodar e~taaprofecías 4 la vuelta de Babi-
lonia, casi siempre se ven precisados, aun los mas literales,
4 recurrir por último refugio A la pura alegoría. ConFiesan
mas : (y esto prudentísimamente con todos los dootores
eclesiásticos mas sábios y mas sensatos de nuestro siglo)
que el sentido puramente alegórico y espiritual realmente
no satisfme B quien desea la verdad, y solo en ella puede
BN QLOElA Y ' MAGESTAD. !al
descaoesr. Eeta seganda confeaion es ciertamente digna
de estimateion ; maa por esto mismo se hace mas estraíia en
estos sábios, que e n lugar de ver la verdad que por aí
misma ee manifiesta, en lugar de confesarla y descansar en
ella, e n lugar de dar 4 Dios la gloria y honra que 1 e . e ~
tan debida, creyendo y esperando que harb infaiiblemente
lo que tiene prometido, abran otro camino tal vez mas
dificil, mas incómodo, mas incapaz de contentar d quien
desea la verdad, que el camino ordinario de la pura alegoría.
i Qu&camino ee este? E s el decir en general, y sin espli-
carse mucho, que las promesas de Dios hechas 4 los Judios t
I
por la boca de los Profetas, especialmente aquellas
grande6 y estraordinarias que hasta aora no se han veriñ-
cado, m heron absolutas, sino condicionadas : por tanto,
el no hebease verificado, ha sido culpa de los Judios misma,
por no haber veri6codo la condicion.
44. Preguntadlea aora, aunque os tengan por importuno,
fú6 la condioion? y vereis les consecuencias que
d e aqoi se siguen. Segun ineináan, la condicion fa&, s i
eran fielea B Dioe y observaban sus santas 1ey.a : si recibian
4 se Mesh con honor: si lo oian, si lo obedeoian, &C. i O
que c í a n m m t o tPo importante 1 No ee puede negar
qae en eate c m no ee hubieran visto loa Jndior, ni se
rierrui en el atado de miseria estrema en que se han visto,
y w ven a h ! @a16 hubieras atendido á mis manda-
h t o r :les dice el Sefior por Isaiae : tu paz hubiera sido
ooau> un rio, y tu justicia corno remolinos del mar. Y
h h r a sido t u posteridad como la arena, y los hijos de
tu raio cono aus pedrezuelar : no hubiera perecido, ni
fuera barrodo su d e de mi presencia*. Mas : en
este caso no hubiera sido necesario ingerir en buen olivo,
rrunes de oleastro silvestre en lugar
- de lae ramas naturalea
de olivo, que re secaron por su iniquidad, y fueron cor-
Utinnm attendieses mandata mea: facta fuiaet aicut flumen
p u tna, et justitia tua sicut gurgiter, maris. Et fuheet quasi arena
semen tunm, et stirps uteri tui ut lapadiejus : non interket et non
-
M i , attritum nomen ejus B facie me& Zaoi. xlviii, 18, 19.
LA VBUIDA DBL MEBIAS
Quia veni,
18k. 1, 2.
et non erat vir : voc.v¡, et non eirt qui endiret. -
t Met. n i , 41.
1 Yidens civitatem, flevit enper iilam. - h c . xix, 41.
Qoie dier ultionis hi eunt, nt impleantur omnia, qile aeripta
s ..
~ t . Et cadent in ore giadii : et captivi ducentur in omnea gentu,
&c. -Luc. u i , 22, 24.
8s LA VENIDA DBL HEMAS
hubieran preoedidu estos delitos d i los Judioe, ya Dios b
hubiera sacado de su destierro, de su tribnlacíon, y de su
miseria estremada? i Conque si no hubieran precedido
estos delitos, no obstante hubieran sido castigados, dester-
rados y atribulados ? Y si no, i como podia Dios sacarlos
de su destierro, de su tribulacion, de su miseria? Luego
apn verificada la condicion que se pretende, no podia Dios
m p l i r l e s RUS p r o m d , mejor dirémos no podia haber
Beoho .Diae tales promesas no solo inútiles, sino implica-
torias. .Ved aquí en este caso como debian ser las pm-
mesas de Dios.. . Os prometo sacaros de vuestro cautiverio
y destierro : os prometo volveros tí vuestra p8tria : os pro-
meto l i b m s de bdas vuestras tribulaciones, y colmaros
de nuevos y mayores bienes, &c.; mas todo esto debajo
de la condiaion indispensable de que no habeis de cometer
aqiiellos mismos delitos, por los cuales habeis de ser
deaterrados, humillados y atribulados.. . i Que implicacion !
Aun en el hombre mcui rústico, apenas se pudiera areer.. .
La condicion, pues, de laa promesas de Dios, de. que
vamos hablando, no pudo ser la inocencia de los Judios,
sino su penitencia. Esta condicion seíída espresamente
el testo de Moisés, y esta se&alan expresa 6 thitamente
lns o h profecías : (por estas palabras) Cuando winisrm
..
pues sobre ti todar e s t a cosas,. y te arrephatwrea an tu
cwazon enmedio de todas las gentes, por laB cuales te
hdbrá esparcido el S & Dios tuyo, y te conuirtiercs h
dl.. . EZ Se- Dios *t te hará uoluer de tu cautiverio,
y tendrá misericordia' de ti, y corcgregará de nuevo de
todos los pvebtos, á los que te Rabia erparcido aretea... Y
te tomará, E introducir& en la tierra que pozayaron b
y la dbfrutarh*.
a Chm ergo venerint super te omnes sermones isti, ... et ductus
pmnitudine cordiii tui in universis gentibus, in qim divperserit te
Dominue Dew tuus, .et reverens fueria ad eum, &c., reducet Domi-
nm Dem tuiis cnptintstem t o a , ac mieerebitur tui, et rursum con-
gregabit te de cvnctis populis, in quos te ante dispersit ... Et aesumet,
atque introducet in Terram, quam poeeederunt patres tui, et obtine-
-
bis, eam : &c. Dnrterm. xxx, 1,2, 3, 5.
48. ñ s indubitable, ni yo puedo pretender otra cosa, que
las promesas de Dios grandes y estraordinaiias beche á
los Judios, que leemos en los profetas, no se veriñcarán de
modo alguno, si primero no se veriha la coodicion con que
solo i e hicieron, y con que solo se pueden hacer. - . Airf-
mismo es igualmente indubitable, que se verificarán con
toda plenitud, cuando se verifique la coodicion; pues lo
contrario repugna infinitamente 4 la mñnita veracidad y
.
santidad de Dios ;. j Y dudais, señor, que esta condicion
n d B indispensable se ha de veriticar a l p dia? j Lo
ha dudado jamáe alguno? j No está este punto clarisima-
mente anaaciado, no una, sino muchlsimas vecea en ios
hf-, en 6. Pablo, y aun en los evangelios ? i No oon-
vienen en esde punto general todos los doctores cristianos ?
61. todo esto es verdad ; mas llegando al cumplimiento de
las promesas de Dios, entbnces ya es otra cosa, entbnces se
lea ve retirar al punto la mano, como qae aquello es dema-
siado para los viles y pbrfidos Judios : entbnces vienen bien
los diversos sentidos de la Escritura : entónoes deben enten-
d e n e Moyés y los profet6s. en sentido alegórico, especial-
.
mente intentado p o r el f i p í r i t u Santo : eotónces . . En
suma, si son buenas y justas las ideas, que sobre estas cosas
nos dan los doctores, laa promesas condicionadas de nn Dios
idbitamente santo vienen todas á reduohe á la ven&
tion d e la mndioion, y nada mas : esto es, á que los Judios
abrirán un dia los ojos ; se volverán de todo oonreon á
Dios ; reeonooerán B su verdadero Medas ; llorarán con
maigo llanto su ceguedad y dureza pasada ; y la Iglesia
loa recibirá en su seno, pooo antes de acabarse el mundo: .
y esto apenasr.
49. Si les decís aora que esta es la condioion y no
el condicionado : si les representais con toda aortesia, que
una vez puesta la condimon que Dios les pide de su parte,
se debe necesariamente seguir lo que está de la parte de
Dios; a t o es, el pleno cumplimiento de sus promesas: os
' Vix in muna fine Judeew quos invenerit, suscipikt. -Greg. ir,
de Mor. c. iv.
TOMO Ir. D
rerponderh unoe, oon mmblaate lleno da kdigracion, que,
los Jodios se han beoha mdignoi de todo bien ; otros, que
he pmmecu~ode Dios ao hablan con dloe, sino con las
p t e s cristianes, que &m el verd.dan Ieraél de Dios:
otros, qiie los promesae de Dios no pueden entendeme,
-un lo latra que mata, sino en otro sentido alegó& y
-pirita1 : otros, que reaimente se curnpliráio en los Jadioe
mismos, ouando se convieiten B Cristo; porque entbaces.
entrando en la Iglesia, p o d h tambien entrar en el cielo
que ee la verdadea tierra ale pmmirion : otros, en fin; y
.
gravísimw doctores os dirán, que si: que los Judios, 6 los
bijos de Israbl en general, vo!vel$P otra ve5 á estableoene
de noevo en aquella misma t i e m por la que tanto suapi-
ran f míis eeto eerá siguiendo al Aoticoirto, que ha de ser
judio de la tribu de Dan, y ha de ser creido y recibido de
ellos, como su verdadero Mesias: Y ni acaso, w podienh
contener, vueetra justa indignacion, tuviereis la imprudencia
de preguntarles, i d e donde han sacado ann especie taa
estaóa, tan fabulosa, tan rídicula, y por t a indigoa
~ de
hombres taa oueicdoe? Ea muy probable que la respuesta
no sea otra, que la que m dib en otros tiempos, en plem
'
wncilio al p h i p e Nicodemos: j Ercw #ti tadian Ga-
WO*?
50. Mas digmlo que dijeran, el regtableaimiento de hm
Jdios, 6 de todas lm tribns de Jacob, en aquella m 6
*rra opys, de la que fueron mojados por sas delitos, mi
u ~ i ce p a t a olora,
~ tan espresa, tan repetida de la Escritura
de la verdad, como lo es ea conversion, y mmo lo es en dis.
persion y cantiverio actual. de qne todo el mundo es teetigo
ocular ; pues el mismo espiritu de verdad que anunció esto
segundo, ariuncia tambien lo primero, y con la misma pro-
piedad y alaridad. Casi no hay prolta. desde Moisés
basta Malaquiae, que no toqne de algun modo estoa t3cs
puntos capitales. Primero.: el destierro, disperaion y cau-
tiverio de Tsrakl entre todoe loa pueblos y naciones, aon
SEGUNDO INSTRUMENTO.
1
PARRAM) 11.
63. Sucederti: que en aquel dia krirú el SsMr des&
al cauce del rio (el Eufrates) hasta el torrente de Egipto,
y vosotros, hijos de Israil, sereis congregados uno á uno,
Y sucederá: Que en aquel dia resonará una grapde
trompeta, y vendrán los qw se Mian perdido da tierra
de los Asidos, y los que habitan sido echados en tierra de
Egipto, y adorarán al Seiior en el santo monte en Jeru-
ralh*.
Et e n t : In die illa percutiet Dominun ab aireo fluminia [ulEw-
fksrea] unque ad torrentem Bgypti, et vos congrepbimini nnna. et
unns filii IsMl. Ei erit : In die illa claqetur in tuba magna, et.
B N ai~OitIA Y b f A G m T A D . n
Pid 8obw este testo de Isaias debemos hacer do8 obser-
vaoionea principales, que parecen de suma. importancia.
M, aunque nos detengamos un minuto mas, 6 salgamoe
dos 6 tres pasos fuera del asunto principal, deberá mirarse
esie defecto como del todo ineecuaable.
PRIMERA OBSBBVAOION.
55. Los limites de la tierra de promision, que se6aia
esta profecía, son, ain duda alguna, mucho mas Bmplios
que loa que poseyeron jamás loa hijos de Iaraél : y no o b
ta&e son precisamente los mismoa que se leen espresos en
a Escritura autántica de la donacion que him Dios B nues-
tro santo y venerabie padre Abmbáu, oomo consta clara-
mente por estas palabras : En aquel dia concertó el S&r
diama con Abrdún, diciendo : A tu posteridad dar6
d a tierra isde el rw de Egipto hada el grande rio
Eufratss + Conque no habiendo poseido jamáa los hijos
de Abrahán toda aquella porcion de tierra, que Dios lee
pmmetiS, podrbmvs ,esperar de la bondad y santidad del
aismo Dios, que llegsiá tiempo en que le posean. .iCuan-
do ? Cuando herir&el Señor dssds el cauce del r i o haata
.
el -torrente de Egipto.. Cuando rsronará una gran&
troapeta, y vendr6n los que-seh a b k perdido* pues ...
como dice S. Pablo, los dones y uoccrcion de Dios son
inmutables $.
66. Direii auaao que esto se veriña5 en los dias de
renient qui perditi fueraut de terra Aasyrionim, et qui ejecti erant
-
in Terra Egypti. et adorabunt Dominum in monte aancto in Jem-
d e m . Irai. xxvii, 12 et 13.
In illo die pepigit Domino8 f d u a cnm Abrahatu, dicena : Se-
-
mim tu0 h b o termm hanc P flnvio -ti
mignnm Euphratem. Gen. xv, 18.
usqne ad fiuvhim
PARRAFO 111.
76. Bi inetrtunento que sa sigue es una conñrmacion y
ai mimo .ti- una esplicacion del antecedente. En 61
ro .minoiacEaiamenta áa vaeaaios futura de todo Israél, y
sa verdadera eoaPereioa don que se ha de hacer bonmble
y ghnioio en los o j w de Dioe, y digno de su dileccisn.
Ea aenaeoutmia de lo c d , le promete el h í í o r para as-
b tismpo dos o ~ s a emuy parecidas á las cEas hitimas, que
atabPiwar de abservx, 6 por decir mejor las mimas con
pdabma mre eqmivae. Y aora esto &e el S e i i tu
Ctiadn,ó J d , y t a J ' r , 6 Iuradl :No tenias, po+
que te r d i d , y te Zkniil por tu noarbrsr mio eres tá
parare6 por las aguas. contigo estarb, y no t e
tas tioa : catando oduvierss por el fuago. no te
qrriiocári ni & l h airdw6 en t i : Porque yo e1 8s-
tu Dios, el ~ ~ l tdet eIsraél tu 8&ador, tiá per reacate
t q e á &+te, 6 i W p , y 6 S e a por tC. Desde qw fs
hiciste digno & h r a en mis e, y glo;ioso: yo t e a&,
y yo dar6 hombres por ti, y pueblos por t u alma. No
iemau, porque yo estoy contigo : da1 oriente traerd krr
coa, y del occidente te congregaré. Diré id Apuilen :
&;y a¿ A b a j e ; No lo estorires: trae mi. Aijos 1
&os, y mis lijus de los estrenws de la tierra*.
-
1 Quotiea volui congregare íilioa tuos, quemadmudum @IUI
convegat pullos suos mb alas, et noluisti ? díat. xxiü, 37.
t Voe semper Spiiitui Seacto resistitia, aicnt patrea vesM, ita et
vos. -A&. fi,61.
1Ad Israel autem, dicit : Tota die arpoadi mimw m e u ad popa-
lum non credentem, et contmdicenkm,-Ad. h. x, 21.
p Liberabit pauperem potente : et pauperem, cui non erat ad-
fatm. Farcet pauperi et inopi :et mimaa paapenmi dols krciet.
Ex m d s , et iniquitsta h e t &M eonnm : et honoiabiie nomen
eomm coram il1o.- Pa. Ixxi, 12, 13 et 14.
EN OLORlA Y MAGESTAD. S
hauta d tOrrcnte de W p t s y wméroa, hijos de I d ,
screis congregtrd08 una 6 uno:) y veteis, 6 mi parecer, el
miwo misterio : y para aertificarnos mas, atended a lo que
se signe : .Ve? O d e traer4 tzcr wo8, y del Qoeilsnk
h o t m p g a ~ d . Diré a l Aquilsn : Da; y al A k p : No
la eata*bes: trw mis hifis dc Zsjos, y Aijai de lor
esttanios cle Iri tierra. Pars dar lugar ti árintei~hijos 6
hijee que trae cae su braso omnipoteete de todos las can-
tm riaatw, biea seis n n i n e h desembancar primeso Ea
posada, daade par elloa queWes tmuhs y p e b que lo
ocupaban*. Así se lee anuncia á estoe en el salmo ix:
m e i u eute-n&, ó nachua, h la d i e r r n &t &t.-.. 6 .
eemo leen los 70, y la d o n arábfge: u e h n sster-
tos puGMor de la tierra de 4. De todo esk, ea haiia~á
moehisimo en ?das, ei m lee sin preocnpicion, eepecid
mede desde el mphlo r l b t a el h.
PAIIBAPO IY.
80: P yo congreqarl las nfipiarsde mi re&h de to-
dar las tierras, á donde los kubiere echado ; y los hm¿
volver ¿ nu campo#; y crecerh, y se mulriplicarsn.
Y Icvautart mbre elbs paafores, y los apacentarán: de
allf crdclrmta no tendrán miedo, ni se asmbrarár, ; y de
r u ntánem no wrá buscad@n+m, dice el &ñar$.
81. Bastan estas ttltimas palabras para oomprehaer al
punto,.que ni se habla aqui de la vuelta de Babilonia,
ni tampoco paede tener lugar ki alegoría de la Iglesia pre-
m&. C w estp advertencia, proseguid legendo J testa de
Jeremk6. Mnd q u visrm hr d i 4 ; r . a i c a J S e i h ; y
h b o hoeines pro te, et popnloe pre anima tp r -1roi. xlüi, 4.
-
?. M b i t i s gmtei de tsm illiull. A. u,la
Et ego conpgubo rdiquh gregla m& de omnibus teirin, d
qnss ejecero eoa i h c : et eonvertam e08 ed rma su8 : cC cmeent, ct
muhiplicabaatar. Bt a d t s b o s a p a i m, et pcrilceat eos :
non fmmid.bmt ukh, et non pvebnot : et mUas qiusmtur ex
-
numero, dicit Duminus. Jer-. xxiii. 3 st 4.
60 LA VENIDA DEL MBBIAI
+ Nolo enim roe ignorare fratree mysterium hoc (ot non sitia
T O M O 11. F
66 L A V E N I D A DEL MBSIAS
l I
ARTICULO 11.
S E G U N D O ASPECTO.
SE CONSDERAN LOS JUDIOS DE8PUES DE LA MUERTS DEL
MESUS COMO DEBCONOCLDOS DE SU DIOS. Y HORROB DE
PUEBLO BUYO; Y SE P R E G U N T A AQUI, SI ESTE CASTIGO
T E N D R A FIN, O NO.
PARRAFO 1.
94. Todos saben que le descendenoia del jmto Abrahán
por Isaeo, y Jacob, fné maa de dos mil afioa le única entre
toda0 las uaciooeo de la.tiem, que conooiere y adorne d
v d a d e r o Dios, la 6nica emogida de Dios, conaagrada B
Dios, anide 4 Dios, la ánica q w entrese en comer& y io-
ciedad con Dios, que reaibieie leyes, y omemonias .de
Dios, que tratase oon Dios,. que- m e &obligue4 Dios, y d
quien el mismo Dios se obligase. La única, en suma, que
~~ llamame oon verdad puebio de Di- ; Solo oa
corrocf & oorotroe de todos los linagea & la t h a * , lea
deoia el mimo .Dios por el prolta .Amk .
8a Del.mismo modo saben todos, que. este pueblo de
Dios, tan distiPgaido, tan honrado, tan amsdo, dan b d
oiado, fue eiempre por la mayor y máxima parte .d. .w
doro, el mas b$ei, e1 mes ingrato d e todos los. pwbbk
Para conservar este pueblo, para imtruirio, pane ilustrarlq
para santificarlo, , l qob prodigios no hiao el Sefior, qué e s
meos, qu8 providencias, qué beneñcios, qué promesas, qué
amenazas, que castigos ! Pem todo en vaw, y tan en vano,
que el mismo Dios se quejaba continuamente por sus P m
fe-, como un buen padre, que ya no halla que hacer para
para corregir un hijo perverso.. ,jQuk es lo qw debí hacer 1
VERSO XI.
101. Y 8 e d en aquel dia: & t e n d e r á e l Seiáor s u ma-
no segunda wx; para p o r e e r el r e s t o da su pueblo, q u e
quedar& de 10.8 Asrsio8, y da Egspto, y ds Fetros, y &
Etiópicr, y de Elhm, y de S e n n a u r , y de k t h , y d e ltiu
islas del m a r . Y alzar&h a n d e r a á la3 naciones, y con-
g r e g a r á los frcgitivos de Imaél, y recojerá los disparaos
d e Juda de los cuatro plagas d e la tierra. Y s e r á qui-
tada la emulacion de Efruim, y p e r e c e r á n los enemigos
ds Judb: Bfraim no envidiará Ir Jud6, y Judá n o pe-
l e a r & c o n t ~ aEfraim. Y vo€ÜZarán6 los hombros de los
Filirtdw pw mar, &e.*
1012. Os parecerá rin dada primera vista, que esta
profecía que aeabah de leer con vuestros ojos no pide
interpretacibn, bastando leerla para entenderla; y no
obstante esta ea una de las muchas profecias, que no
pueden ppaar sin pandes precauaionea ; no puede ralir al
público, sin haber entrado en el crisol, y dejado en 61 todo
lo que se .time por e m r i a ; no sea que se entienda como
oe lee, y oon eeto solo ee desconcierien, 6 se pongan en
peligro a l g u n ~madidas. Para witer, pues, este gran
peLipo, debe interpmtnme le pmfecla, diciendo resnelta-
m e que annqne e n antido literal anuncia la salida de
, M i o n i n , y en este d d o i e wriflc6 entóncea, m m, en
todo, B. 40 ~ l m en e parte; mss ea otro seatido mas alto .t.
TOMO 11.
-
f In noviae*o diemn inteiiigetia n Jarnn. xxx, 24.
G
Slfíor: &r& el Dios de toda kur poovrntelar de Iurcdl y
e l h awán mi p o l o *.
117. Bariich: Y wentaré con ella otra aliptuu rem-
piterna, para que yo l a rca 6 ellos Dios, y ellos h mí me
s w c pueblo; y rio rumoueré jcMws á mi pueblo, á Ior hi-
jea de I s d l , de la tierru que b r di t.
U). Este t a t o clama á r o c a pidiendo una atenoian
parti~uler.
Equiel : a t o dice el Señor Dioa : YOos congrega-
r&&los pwblor, y as reuniré de lar tierras, en que ha-
bris rido dbperror, y os dará la tierra de Iardl Y Isr ...
dami un solo coraaom, y sn mpíritw nuevo polzdrd en sur
ent& ;y quitar&di la carns I elloo el coraaon ds pie-
dra, y ha dart corezon da carne :Para qus anden en ailis
mandamientos, y g u a r í n mir juicios, y los cumplan ;y
h nd M aem puubb. y y~ &r aea 6 ellod Dios $.
119. Del mismo: Y sabrhn que yo roy el Safior, cwndo
q d r a n f á r e las cadena del yuyo de elha, y bs libráre
du &a mano de lar que lor dominan. , Y so ssrán tnss
eapuwtos h la presa de las gentes, ni ser& devwados de
lao bestias & la tierra; r i m que mormán coqíados sin
..
ringun espanto. Y sabrán pus yo el S& a r e su Dios
con ellw, y ellos e a de~ L r d l rerhn mi #€a: & el
&%mDios 5.
In tempore illo, dicit Domintu : Ero Deus univeniia cognationi-
b u Israel, et ipsi erunt mihi in popn1um.-Jerem. u x i , 1.
St Et statuarn i l h testthentnm altenun 'sempitemum, ut sirn íllis
ia Demn, e8 ipsi emnt mihi in pepulum: et non m& 8mpühr
popuiiun meum, alion Israel, B t e m ,qnam dedi i 1 l i n . - h A E, 26.
1 H s c dicit Dominiin Deua : Congregaba voe de populii, et adu-
nabor de teme, in quibus disperei eetie, daboqne vobis humum Is-
rael ...Et dabo ek cor unum, et spiritum novum tribnam in visceri-
a~ eorum : et auferam coi lapideum de carne eonun, et dabo eis
eor carneum : Ut in pmceptia meii ambulent, et judicia mea eiib
todiant, faciantque ea: et sint mihi in populum, et ego iiim eis in
Deum. -Eceq. xi, 17, 19. 20.
5 Et acient quia egb Dominlis, chm contrivero cat8n.e jugi eo-
tum, et eruero e a de manu imperantium eibi. Et non ernnt d t r a
in rapinam in gentibus, neque bestlae terrm dworabont eoa : sed ba-
120. Del mismo: Per ciranto os sacard de &t+e las
gente#, y o& r e e e j c ~ áde to&u lás ti erras;^ os condl~~~'rt?
á veedtra tierra. Y d ~ a m a r dsobre wsotmu agua p r a ;
y as prnijlcareir de toirs brrcsbt.aa iancundidar.. Y mcr .
fa+& m.lu'.tiBira, que di,'.& utiestroa ,pudra ! y seteia
nipiteblo, y yo uerl vuestrri Dio@.
121. Del mismo: He aquí yo tomard 6 los LCjm de
Israéldc en medie. de los k~c#'oncs,6 do& frcrorr :- y los
reco;pe+éde todcrs purtsr, y lor r c d t r c w d b su tierra. Y
l o r Rarl wta nrnúD6\om sola en la tierra en los montes de
~sraéi,g será 8010 un rey que IOd mande 6 todos:... y
ellos uerán mi pueblo, y yo les serd m Dios. Y mi siervo
David ssrii rey sobre ellosf.
123. Zacarías. He aqul yo scrlaarl & mi pare&& de las
tierras del Oriente, y de las tierras &E Oocidsnle. Y
los condercitd, y morarán en medio de Jerusalh: y serán
mi p~eblo,y yo Isd ssrd su Diou en v e r M y en justicia S.
128.-Seria bien observar aquí de paso, que Zacaxian
profetisó'despues de la vuelta de Babilonia; ooma tam-
bien, los que volvieron de Babilonia, volvieron de las tidr-
ras del Oriente, mas no'& 1td:tGrraírdel &cidente.
T E R C E R ASPECTO.
* Omnia autem nadeet aperta snnt ocalis @a. -A¿ Heb. ir, 13.
9 Luc. xxi, 24.
f Et alias oren habeo, q u ~ enon dunt ex hoc ovili : et illae oportet
me adducere ... Jorin. Y, 16.
-
Q Ut filioa Dei, qui erant diipersi, congreRaret in unum. J m .
si, 62.
11 Quorurn patres, et ex quibus eat Christus secunddm camem.-
A¿ Rom. ix, 6.
H
!a . LA VENIDA DBL íUB81AS
amparada*, oprimida aora de tristeza, sumergida en un
profindo y amarguisimo llanto, B vista de la felicidad del
paeblo de las gentes, que han ocupado su puesto, suspira
v ~e lamenta dioiendo : que su Dios la ha desamparado del I
todo, que la ha abandonado, que la ha echado en un per-
petuo olvido, como si nunca la hubiera conocido : Y dGo
Ston : Me ha desamparado el Señor, y el S& se ha
olvidado de mi t. Esta misma queja y lamento se lee en
el capítulo xxxvii, ver. 11de Eeequiel : ellos dicen : Se&
r a s nueatros hueros, y pereció nuestra esperanza, y
hemos rido cortad01 $. Mas así como alli.10~consuela .el
Sefior con las promesas y esperanza cierta, de que los
bnesoi eecos y kridos, y esparcidos por el campo, volverán
unirse entre sí, cada uno h su coyuntura, se cubrirán de
carne, de nervios, y piel, y se les dará otra v a el espíritu
de vida ; así los consuela en este lagar con promesas toda-
via mayores, y oon espresiones llenas de amor y de ternura.
Sion se lamenta diciendo : me ha desamparado el Señor,
y el Señor se ha olvidado de mf : y el S e h r le responde
al punto estas palabras, solo dignas de una infinita bondad :
i Coma puede olvidar la mugm h su chiquito, sin compa-
d&erre del hijo da sur entrañas ? y s i ella le olvidáre,
pero yo no me olvidard & t i 5.
140. Desde este ver. xv, basta el fin del capítulo se ve
claramente, mn poder dudado, que habla el Meaias, no con
otra persona, sino finicamente con la mima Sioo, llorosa
y attigida, y que todo cuanto habla, son palabras de con-
suelo, de esperanza, de amor ; meaclando tantas y tan gran-
des promesas, que su misma grandeza las ha hecho increi-
Verk vidna ... et desolata - 1 ad 7Tm. v, 6.
t Et dixit Sion : Dereliquit me Domines, et Dominm oblitun est
mei. -&l. xlix, 14.
f Ipmi dieant : Araerunt m a ooatra, et periit spes noatre, e t abs-
-
ciiei eumus. Eseq. uxvii, 11.
5 J Nunquid oblivisci potest mnlier iufantem suum, ut non mise-
reatur filio uten sni? et si illa oblita fuerit, ego -en non oblivia-
-
car tui. h i . xlu, 16.
EN GLORIA Y MAQRSTAD. 98
bles. Para hacer digno concepto de estas cosas, y poder
obmar1as con mas exactitud, se hace necesario copiar
aquí todo el testo, B lo menos desde el ver. 14 poni6ndolo
B la vista del que lee.
Y dco S i m : Me ha desamparado el S&r, y el Señor
se ha o l & Be~ mi *.
141. Esta es la queja y el lamento de Sion, á vista de la
felicidad de las gentes que oonpan sn puesto, B la cual
queja le responde el Sefior inmediatamente con a t a s
paiabras.
i Como p d olvidar la mvger á chiquito, sin c m -
padsarse &l i5ijo de r w entrañus? y si ella le oluidáre.
p r o yo no re oluidard de tí. He aquf que te he grcrba-
do en mis vuanas : tus muras están siempre delante &
mis ojos. Vinieron tus reedijcadorea : las que te des-
truían. y asolrbaff, se irán f w r a & tí. A h tus ojos al
r s i d o r , y mira, taios estos se Aan congregado, 6 t i
vínieron: vivo yo, dice el S e h r , que de todos estos sertía
vestida corno de vestidura da honra, y te los rodear&
como una esposa. Porque tus desiertos, y tus soledades.
y la tierra de tu ruina, aora rerán angostos para los
nnaichs moradores, y serán echados lsjos los que te sor-
bian. Aun dirán en tus oidos loe hijas de tu esterilidad:
Angosto es para mí el lugar, h m e espacio para que yo
M i t e . Y d i r h en tu c o r m : ,j Quidn nui eagsndró
tutor ? yo estdril, y ain parir, echuda di mi #tia, y
cautiua ; y ertos quisn los Mó ? yo dera~)~parada y
a&: ¿ y estor en donde estaban? Esto dice el Señor
Dios : He aquf que yo alzar4 mi mano b las gentes, y á los
pueblos levantark mi bandera. Y traerán á tus hijos en
b r m , y á tus hijas Ilkvarán sobre los hombros. Y reyes
rcrán<losque te alimenten, y reinas tus nodrizas: con el
rostro inclinardo h t a la tierra te adorar&, y lamerón
el polvo de tus pies. Y sabrás que yo soy el S&r, sobre
el cual no se avergonzarán los que le aguardan. ,j Por
ventura será quitada la presa al fuerte? i 6 lo que
Vide fol. praec. ,
94 L A VBlIDA D R L M H W I A N
-
In Apoetolatum circumciaionb. A¿ Calat. ii, 8.
f Et e p dixi: In vacuum labomvi sin&cauaa, et van8 fortitu-
-
dlnem meam conanmpsi Iwi. xlix, 4.
f In lapidem autem $enaionis. et in petmm acandaii ...in Ir-
-
que- et in rninam habitantibus Jemalem. M.viii, 14.
5 Ergo judicium meum eum Domino, et opua meum cnm Deo
meo ... et g l o ~ ~ in s oeulli Domini, et Deas meue factuii
ert forsitudo mea- Imi. xk, 4, et 6.
H 2
lo0 L A VENIDA 'DEL MEBIAH l
150. Pasa luego inmediatamente 4 r&M el O O M ~ O ~ ~ I
que le da su Padre en medio de tanha afliociom ; prome-
tiéndole en lugar de Israél que se perdia por so incredu-
lidad, otro pueblo mayor y mejor; el cual se debia saoar
de entre la8 naciones de la tierra. Dios me dioe, aííade el
MesPas, poco es que sean mi siervo solamente, 6 mi en*
do para despertar 6 llamar les tribus de Jaoob, y oonver-
tir las heces de Israél ; en falta de estos, seréis aore la 1~
de las gentes, y llevarás mi salud haata los eetremos de ¡a
tierra*: Estas Iiltimes palabm, paralos Judios lee mas
terribles, les trajo 4 la memoria el apostol S. Pabb, caao-
do desesperanzado de su oonveision, en que tnnto babia
trabajado, se despidib de elloa, diciéndoles: A wmtros
convenia que se hablase prinnero la palabra & Dior :mas
porque la desechais, y os juzgak indignos da la vida
eterna, dude este punto nos volveréma8 á los Gentilrs.
Porque el Se* así nos lo mand6 : Yo te he p w t o para
lumbre de las gentu, para que seas en salud h a d a el cabo
de h t i m a ? . Y en otra parte, capitab Utimo, v..%.
Pues os hago saber tí vosotrar que á los Gentiles es en-
viada esta salud & Dios, y ellos oirás$. En coneecoen-
cia de esto, prosigae el Mealas anunciando loa deotos
admirables de la vocacion de les gentes, y el fruto oopioso
que se recogeria de entre ellas; los reyea y príncipes que
reconocerian al verdadero Dios, y le adorarim ; y la miJ-
titod de pueblos, naoionee y lenguas, que vendriao de lae
cuqtro plagas de la tierra, la unidad de una Iglasia, de un
cullo, y de uua religíon : Lor reya vsrdrn, y M .levaatar&
Et dixit : Pamm eat ut ria -mihi servus ad ruscitand~e ~ b a e
Jacob, et fiecea IeraSl convertendse. Ecce dedi te in lucem gentinm,
-
nt sin sal- mea usque ad extremum' teme. Zwi. xlix, 6.
f Vobii oportebat primhm loqni .verbum Dei : sed quoniam re-
peiiitie illud, et indignos vw judicatie ieternae vi-, ecce converti-
mur ad gentea. Sic enim yrrecepit nobis Dominu: Posui te.in
lucem gentium, ut sis in eelutern q u e ad extremum terris. -Act.
xiii, 46, et 47.
1 Notum ergo rit vobis, quonism gentibue mbaum eet hac d u -
-
tsre Dei, et ipsi audient. Id. xxviii, S.
, lor pdndpea, y adorartía por el Ssfior, porque es &l, y
por el h t o de Isrdl, que te ercogió. He aquí como
una v&bn de kjoc, y otros del Aquilón, y del mar, y
a q n e h da la tiarra del wdiodiaf.
161. En esb tiempo, paes, y en estas circunstancias ea
que se mira cromo presente, y en que se supone ya propa-
gada la fe, y eetableoida entre iaa gentes la Iglesia de
Dios :en eaie tiempo en que se mira, generaknente hablan-
do, todo el ouerpo de la &on i s d t i c a , como no con-
gmgado 4 1s r o a de sa Mesh ; y por conniguiente c o k
no suya. ni digno de sí ; nar I a r d l no se congregarh:
en este tiempo, ruelvo 4t deoir, es cuando llora y se lamenta
Sibu, 6 el Espíritu de Dios en persona suya : con gemidos 4
inssplicablast, de que su Medaa mismo la.ha abandonado %
LA IGLESIA CRISTIANA.
#
--
uaateotado y educado* ?
MI.P d m o e aquí un momento. Eetas palabras i q a k
Iaa dirá, 6 d quién puedem competer? i Acaso d la Igl&
oriaiaaa, O la esposa a o t d del verdadero Dios? i NO
mis h impropiedad y la mpgnanoia? Le esporo aotnal
PO p d e m ha podido jamaa decir con verdad: yo sderil,
y .inparir, echa& de mi páttia, y c a u t k ; ...
...
6y w&a Pues si eeto m, compete l e modo algano
B la eoposa actual ; luego w m habla coa elin de modo al-
p o ; luego re babla con su anteoeaore. Ao hay medio
en- estas dos ooeer. Sabema de oierb que D b aslo
ba tenido dos esponas. La primara la apartb de d por
jmtm rasenes, con indignacion y m grande h t:ia se.
pnda que entró ea eu lugar, ea la que aora reina ; & eitr
no le competen las palabras de que hnblamoe ; luego B 1s
prímwa: luego esta misma es la que iaa dirá algm dia, 4
vimte de los iwamerablea hijos de Dios que le han n ~ i b
en el tiempo mismo de a a esterilidad.
160. Signeee de aquí, lo primero: que esta au+
qma. de Dios, actuaimente estéril, desturrada, cautiva,
&Pida y d a , ha de salir algon dia de M estado mtual,
ha de salir de su deshrro, de su cautiverio, de su mledad,
de su esterilidad: ha de ser llamada otra vea, y m u t a á;
m antigua dignidad. Y si no, j~u-do, m i o&o podrá
decir estas palabras? Y dirás en ttr corazon i Q& me
engendró eutor ? yo ertkril, y n'nparir, echada de mipátriu,
Et dices in corde tno : ¿Quin gennit mihi isioa ? ego sterilis, e l
non pariens, trsnsmigraia, et captiva : et iat& J qub enutrivit t sgo
-
dsrtituts et sola : et &ti 2 ubi erant ? I d . xiix, 21.
-
9 In indipatioue, et in ira gmdi. Jcrenu. xxi, 6.
y d i t u ; yertos ~ q u i 6 n l o r d y? o h p a r e r b y m & :
y ertot j ea donde estabas ? Siguese lo segundo : que to-
da loa bija de Dios que ben nacido, y en adelante nacieren
y ie oongregaren de entre las gentes, tadoa son en la reaii-
dad bijos de aquella piknera esposa ; pues B ella se ban da
atribuir, B eüa se han de agregar, á ella han de reconooei
'
por madre, y le han de servir de ornamento y de gloria :
vivo yo,-dice el S . , que de todos ertos reráa vestidcr
unno da vsstidrsra de honra, y te los rodcatós como una
.pow*
16l. Se puede aora temer, no sin gran fundamento, que
atas amas que acabo de deck oe cauaen alguna gran nove=
dad, y tal r w alguna eapecie de esoándalo, parecienhe
(aunque todavia muy confoso) que ya me acew al preck
pioio, y que al fin como judio, no estoy muy lajas dejo&
m. No, amigo mio, no temaia donde no hay que temer:
no 4 s uno de a q o e l h de quienes se dim en el salmo xiii,
aUí t d l d l Q n dd miedo, &mds no habia wtiw dd tenor*.
Estoy muy leja y ogeaisinio de esta estaltioia Lo que es
jadaisar, y Io que ánicamente merece este nombre, no ig.
non>. Aá, creo íirmemente como una verdad de fe, de&
eida en el primer concilio de la Iglesia, que la oiioancisioa
y las otras observanciae pnramente legales de la ley de
Idoiaes, no obligan de modo alguno 4 loa Cristianos, ni son
necesarias, ni aun conducentes para la salud; rw creenos
m rúduor por la gracia del Seibr J ~ ~ ~ ~ r i uE i
t ocme;
t.
aignna cosa contraria 4 esta verdad, es lo que Gnicamente
se Hama jndaimr. Si fuera de esto hay otre cora que m e
re- este odioso nombre, yo la ignoro absolutamente, ni
me parece posible sefialarla. En consecuencia de a t o , hap
breia reparado ya, 6 debereis repararlo, que cuando digo
que la casa de Jacob, la cual fue antiguamente pueblo de
l
Dior y espoils suya, y ya aora no lo ea; lo volverá B ser en
algun tiempo ; no hablo de otro modo que como habla la
n ü p trepidaverunt timore, ubi non erat timor.-
t Sed per g r a b Domini Jeeu Chriati credimw J&.
xv* 11.
-
PI.xiii, 6.
Acr.
108 L A V B N I D A DEL MESIAS
-
Quin salun ex Judaeia est. Jwn. iv, B.
) ¿Tu ea Maginter in Iiraiil, et haec ignoras? tu uutem &m
olerster mes, insertw ea in illiu, et sociue radicis, et pinguedinis
oEve f a c h i s es. -Joan. iii, 13, et nd R m .xi. 17.
$ Noli gloriari advenhs ramoa : Qubd si gioriarii, non tu radicem
- fd. ib., v. 18.
portan, m d radix te.
m LA VENIDA DEL YBSlAB
Qaia veni,
Iri. 1,2.
et non erat vir : rmvi, et non erat qui audiret. -
t Quaeeiemt me qni anrk non interrogabant, inveuerunt qui noh
pienmt me. Dixi : ñcce ego, eece ngo ad gentem, quae non in-
*ab.X:nomen mwm. (Ali lsrael antem dicit) Expandi manw mem
-
adie ui ppohnincmiulum, &c. I d . kv,1,2.
1l2 LA VGNIDA DEL MEBIAB
&úor tí quien 'ha sido rwelodo ? i Quién de nosotros
'
(como si dijera)' creyó 4 sus propios oidos ? i Y 'el brezo
del Señor (6 lo que es lo mismo) el Verbo de Dios 6
el Mesías, quién lo conoció? Lo oimos B el mismo que
nos habl6 palabras' de jvida, y no lo creimos, ni lo coao-
cimoe siquiera por la voz, como debiamos c o n d o segun
lar &i?'turtau, de lo cual se quejaba él mismo, diciendo:
i P o r qué no entendeis erte mi lengwjet? Oimos des-
pues á sus discípulos, y lejos de creerlos los despreciamos,
y aun los perseguimos del mismo -modo. H,emos oido ha-
blar de él en todm las partes del mundo, donde hemos ea-
tado dispersos, por espacio de tantos siglos; y no hemos
oreido jamas B nuestros oidos. Lo vimos con nuestros ojos
cuando fuk vMto en la tierra, y conversb con lo8 M r u $ ,
y tampoco creimos á nuestroe ojos. no viendo en él aquella
grandeza y majestad mundana, que nos habiamos figurado,
-y que
- nos habian anunciado nuestros doctores. Lc viaros,
y no era de mirar, y le e c k menor. Despreciado,
y el postrero de los Junnbrea, varon ds dolores, y que
sabe &,trabajos; y como ercondido su rostro y depre-
ciado, p o r lo que no hicimos aprecio de él... norotros le
reputamos como leproso, y herido & Dios, y humiUado.
Mai élfué llagado p o r nueatras iniquidades, quebrantada
fu6 p o r nuestros pecodos: ...Todos nomtros c m ~ V ~ J ~ Q I
nos estraviamos, cada una se desvió por ru eamino; y
cargó el S& sobre é l la iniquidad ds todar noratma 5.. .
Y o no tengo tiempo para detenerme en esta obsetvmimes
1 Quin credidit auditni nosho ? ¿ et brechium Domini cui reve-
latum est ? -M. liii, 1.
+ -
Qusre loquelam meun non cognoeeids ? Jwn. d i . 43.
f In terris viaw eat, et cum hominibus conversatus est. - Bar.
iii, 38.
Vidimus eum, et non erat aspectw, et denideravimiui eam :
Denpectum, e.t noviunimum virorum, virum dolorum, et scientem in-
firmitatem : et quasi absconditw vultus ejue et despectua, unde nec
reputavimus eum... nos putavimus eum q w i leproqum, et peraui-
sum B Deo et humiiiatnm. lpse sutem mineratus cat propter ini-
quitmtea nosfias. attntus eat prapter scelers nootra... Omma nos
ptbid~~), qué puede hacer malqniera con solo una
pam ¿e atench.
168. Entre t a n b masa y tan diversar como dice el
Meshs 4 Sibn en e& kga canversacim, se deben notar
especiPhncoSe qaellaa que b n 4 nueetro propósito ac-
hal : edo.-, 1an qqae son de consoelo y esperanza, y con-
treaen $ñuea promeua eatraordinana. Por ejemplo, estas
qoe aquf apunto, como por muestra de otras muchisiinee,
de1 todo semejwtes, que pudiera mostrsr. ,S
PBIMBB IMPBDIMBNTO.
El repudio de Sibn.
181. El w g n d o k p d m a n L o se pretende es06rr de par-
b de 8i6n m m . % dioen, ii6 pusde rolvar B stm .rc
pon da Dk. t Por qnB ? Parque e s non ospooa repotaol
da, y r c p a eo todí fdlae, aomo preraiibia laley.
Pregiiitd aomdedoodecsartaeole repudio, y orredem
por toda reepua~taal capitulo 1, de M a a , y al q i h l e Bi
de Jmemím. Estoa non lea 6nica idriaeaCor que re
hm podido hdar ssi todos lan amhivoe. E x a h é m d o e
--yiepPradeaienQ,
i62. C m t o id prkriartramsda que a el primg ter-
daal0 del capítulo 1, de Isaiar, m debe'obserour en piPer
liigu, que este orpltnlo mo p.6den rsprntse de m d e
.IgaiDo, ain una Bmmikta riobmia, ckl eap6talo arteee-
dente; porque DO eoo &e -toa (inema, sino uno mlo
el que en d o s w trata. Km bmas obscnado poco ha, lo
qae ae trata en i d o et cqiátdo xiix. Homm notado, que
quien habla eo todo él, desde la p k m h t a la ú h n a
palabro( IM el Meilsr mime, o el h p W u de Dior en per-
ieao #ya. Hemoe notedo en pdUiouiar, que +era
LaYo aoo todos tos pebloe de la tiem, y 4 ertos no lee
Labh de otia coma, qoe de s i primera venida y de tallv
eua readtaa: Uegando al ver. 14 vuelve l a ojos y toda su
d o n 4 otra perte: e& u á Bibn, que aüí mirimo se
q m a e n t a como abendonada de Dia, y de su M&, di-
ciendo en medio de su llanto: Me ha tiamparado 61
8sñor. y el Sdíw r e A a olvidado dr nf*. Se baoe cargo
de la mora de M dobr : dn maeitras lar menos equívocas
de mqmmim y de bmum : y mmo olvidado de todo otco
*i, emphm luep B oona~lada,y proeigw hoMando ani
eih Qempe pulabms de oonsaelo haata d fin del capítnb.
308. lb ribie y ohbimo pot todo el canfeeto, q a e m b
h u n o del MeePr 6 W n , no re termina aquí, ni se di-
oier(ie40troaraato,má,otrapanooa ElmiranoYa$as
prosigne e l mimo h i p n o en el @tulo l. 8olameote
ee nota esia peqmda dif- de ningmn momento para
el ~wao: que aoabando de hablar a m la madre Sión en el
capftilo x h ; en el 1, se vaeivo 4 rashijos mmo si eatuvie-
mm alll premteo, y les hsbe eritsr dos preguntps: pri-
mera: ,j Qub üb6b de @o0 er ate, (6 coa1 es mte) por
ddyodaoGMávacstr<rcn<rd*st?8egaada:~6qu~
mmi acradorá: q r h asib vendido$? De estm &a
pleáantes, a se separan de todo el contesto, 6 si no qaie-
rsii miiuee como pgmtas, es bien &a1 coeoloir, que
Diri. ba repdkdo d Sibn y ha d i d o B m bgoe por
&os ; mar ateirdido todo el aontesto, coino debe aten-
dsrse, m coewlnp evidentemente todo lo contrario: a t o
a,qas M)bi hrbido ial repadio de la d r e , ni tal venta
& ni +. Lar qas miran sa atado eotti91 de &andono.
de ab.tkiedú, de d u m b w , y todo ello tan prolongado,
e h.oalo 6 p e n d o aaí : mas jcon qu6 -o, dice
Dtneiiquit me Ddnus, et Damiaiu oblitris est m u - u.
&x, 14.
t Quia est hic [seu qurilis eat hic] l i h r repudii mrtrls vestrae,
quo diiiri eam ? - B. 1 1 .
1A u t q & e i t ~ r m a , a t ñ ~ m ~ - U a q .
el M o r : Si he *odiado verdaderamente B vuestm
m&, donde está el libro 6. W l o de repudio que le di al
deepedida da mi casa? i Quién tiene este libélo? ;Qnibo
lo ha visto jamás* ?
184. Naturalmente salta aquí B los ojos la a b i o n at
capitulo u i v del Denteronomio. Mandaba la ley, qiie si
alguno descontento devan legítima muger quisiese repudi-
orla (lo cual como esplicó despues el Mesias mismo. m16
ie permitib B los Judios (diciéndoles) por la: dureza de
vuestros C O T ( I I C ~no ~ ~lo) hiciese, ni pudiese hacerlo sin
dar B la muger antes de despedirla un libélo 6 una escri-
tan auténtica, en que declarase que aquella muger que-
daba libre : que el contrato matrimonial quedaba disuelto :
que él cedia de todo su derecho: por consiguiente, que
aquella muger podii m e conotro, segun su voluntad.
A esta ley alude aquf manifiestamente el Sefior, cuando
hablando con todos los hijos de 55611, les pregunta por el
libro 6 escritura de repudio que di6 B sn madre al despe-
dirla de su caaa. Como si dijera : es verdad que yo eché.
de mi casa B ruestiP madre en el momento de mi indignu-
cion, por la enormidad de sus deiitos ; mas no es lo mismo
ecbprla de casa que repudiarlo. Si cuando la eche de
ossa no le di libélo de repudio, como está mandado en
vueetra ley. con esto solo di B entender, que no la echaba
para siempre : que no cedía de mi derecho : que no disol-
via el matrimonio : que ella no quedaba libra para despo-
sana con otro Dios, sino del todo sujeta B mi dominio.
Por consiguiente que podia llamarla otm vea, y que en
efecto mi intencion era llamarla cuando me pareciese,
cuando hubiese sufrido sn doble confusion, cuando hubiese
recibido q n su mérito$. Tampooo oa he rendido d
os otros, prosigue el Seiíor, y si no que comparezca el
comprador : muestre la escritura de contrato, 6 mi recibo,
del precio que di6 : ,j 6 quién ea mi acreedor, 4 quidn, os
Ubi supra.
f Ad duritiam cordii veatris.-11101. xix, 8.
-
Duplicia pro omnibas pecccrtis anie. Zmi. xl, 2.
b wendido ? Si os he vendido, ha sido devalde, ha sido
rin pm&; lo cual M) merece coa propiedad el nombre
d e venta. Por eeo les dico en el mlmo xli, 12 y 18:
Nor entregaste como m g a s de vianda: y nos espar-
cirte entre ku &u. Vendiste tu pueblo sin
precio *.
185. Todo este misterio conforme lo ramoir viendo ea
el testo de Isaípe, la leemos mae en breve, y pintado ooo
colores mos vivos y mas &ros en el Roíeta mas lacóni-
m, que por eco miamo parece el mas osoaro de todoe.
Mandó D i s al profeta Oséas que buacase una muger,
d de M amigo, y adúlterat :que se desposase con
ella, y la amaae: así como el S&r ama 6 los buos da
Lrdl, y rUor vvcluen los ojos 6 dioser agenos, y aman el
orujo de las uvas$. Haiiada esta muger sin gran diñ-
coltad, hecho el contrato y desposado con ella, el profeta
tuvo orden de Dioe de apartarla de sí, y de ponerla en las
manos, no libélo de repudio, aino otra eapeoie de libéb
mucho mas breve, 6 una deciaraciua formai en estas
precisas palabrati : Díchos dias me agwr&rás :no forni-
car&, ni te duuposar6.s con otro: y tambien yo fe aguar-
davl & ti$ El Profeta mismo esplica luego al punto el
enigma, diciendo.
Porque m11chos dias rrtáran h hww ds Iwaél sin
r#y, y rin pfndpd, y sin. sacti>cio, y rin altar, y a b ~
efód, y sin teratner : Y de- de cuto volverhm los kjbt
& Israél, y b w c a r h a l S& SU D h , y 6 Dwid w
rey :y se acercarhn con t~ al S&r, y 6 rur bhw8
en eljín d i lor diarjj.
A R T I C U L O IV.
CUARTO AIPECTO.
-
et id& quia ego Dominus l ~ u h r snm,
Bsq. sxivii, 06 1 wqvr a¿ 14. .
s e&feci. ait Dominus Deus.
vutrtror padrea: y morarán en eUa ellos, y sus hijos, y
Lor bipw dc aw hijm por siempre :y David mi siervo será
p r í w p e de ellos perpetuamente. Y hard con ellos alianza
de paz, alianza eterna tendrán ellos: y los cimentaré, y
aulfiplicard, y pondrd mi santijcaoion en medio de ellos
por r k p r e . Y estará mi tabernáculo entre ellos :g yo
mrd nr Dios, y ellos serán mi pueblo. Y rabrán las
gentes que yo soy el Señor el santijcador de I s r d l ,
manda srtuuiere mi santijcacion en medio de ellos per-
ptwmente*.
Et faetus est sermo Domini ad me, dicena ; Et tu fili hominie,
sume tibi lignum nnum : (seu virgnm) et scrihe super illud : Judm,
et dlii I d 1 n o u i ejua :... Et djunge i h , unum sd alterum tibi in
lignum unum : et erunt in unionem in manu tua. Chm autani diie
r i n t ad te 6% populi tui, loquentee : Nonne indicas n o b i quid in hi
t i b i velis ? Loqueris ad eoa : H i ~ cdicit Dominus Deus : Ecce ego
aesumam lignum Joaeph, quod eet in manu Ephraim, et tribus Israel
qna s m t eí edfunctm : et dabo eas pariter cum l i o Juda, et faciam
em in ligoam unum: et erunt unum in mana qjm. Erunt nutem
Egm, super qum s c r i p r i a in manu tus, in oculie eorum. Et diccs
4 eoa 8 H~BC dicit Dominus Deus : Ecce ego asrumam Blios Sara41
de medio nationum, ad quaa a b i e ~ n:t et congregabo e w undiqne.
e t adducam eos ad humum suam. Et faciam eos in gentem unam iu
tema in montihus LraEl, et rex unos erit omnibus imperan8 : et non
erunt ultm dnm genten, nec dividentur amplibs in duo regna. Neqne
polluentur ultra In idolie rnis, et obominirtionihua suis, ct cunctim
iniquitktibus suis : et advoa eoa faciam de univenis d i b u , in qui.
bw pecc~verunt,et mundabo eou : et e m t mihi populus, et ego era
eis Deus. Et servus meus David rex super eos, et pastor unua eri(
omuium eorum : in judiciis meis ambulabunt, et mandata mea cuato-
dient, et facient ea. Et habitabunt super terram, quam dedi s e n o
meo Jncob, in que habitaberunt patres vestri : et kabitabunt super
e8m ipsi, et 0lii eorum, et 6lii filiorum eorum uaque in sempiternum :
et David suvus meuc princepr eorum in perpetuum. Et percutiam
illk foeduv pecia, pactum sempiternum erit eis i et fundabo eoe, et
multiplicaba, et dabo eancti6cationem m e m in medio eorum in por,
petuum. Et erit tabemaculum meum in eis : et ero eia Deus, et ipsi
ernnt mihi pupulue. Et scient gentes quim ego Dominus ~anctificator
Isr&l, chm fuerit sanctificatio mea in medio eorum in perpetnum. -
E*. xxnii, b l b cupe a l 28.
144 1.A VENIDA DISI, M K S I A S
PARRAFO 1.
212. Habeis leido, sefior mio, toda esta célebre pro-
fecia : y aunque debo pensar que la habeis leido con gran-
de atencion, y con no menor admiracion, yo os suplico
que volvais h leerlo. no digo solamente dos ú tres veces,
;ino doscientas 6 trescientas. Estoy cierto, que mienirae
mas la leyereis, hallareis mas que entender, g entendereir
mejor. Esta es una de aquellas muchas profecías, verda-
deramente terribles y admirables, en que el Espiritu Santo
se esplica de un modo tan sefioril, tan decisivo, tan da-
ro, tan circunstanciado, que nada queda que hacer al inge-
nio humano. Todos los esfuerzos que este hiciere en con-
tra, no servirbn para otra cosa, que para dar á conocer su
pequefiez é insuficiencia. E n cuantos autores he podido
ver sobre este punto, hallo manifiestas sefiales de embarazq .y
temor, que no les es posible disimular del todo, por mas
jue lo pretenden. Empiezan t i engolfarse al principio con
gran suavidad, como que el mar es16 quieto, y los esco-
llos, aunque no se ignorau, no se ven tan cerca que ame-
naze peligro ; mas apenas han navegado algunas pocas mi-
llas: apenas han pasado algunos pocos verslcuios de la
profecia, cuando se hallan rodeados de escollos tembles,
que impiden el paso, y amenazan con un naufragio inevi-
table.
213. Empiezan á acomodar la profecía á los Judioa en
el tiempo de la cautividad de Babilonia. Estos son, d i q ,
los huesos secos y hndos, esparcidos por el campo : y oe.
tos mismos huesos, vestidos de nérvios, de carne y de piel.
A quienes se introduce de nuevo el eepiritu de vida, son
los mismos Jndios que volvieron de Bribilonia Mas como
es imposible (cuanto pnede estenderse esta palabra) seguir,
esta acomodacion, y llevar adelante esta,idea sin que pe-,
rezca y se aniqui!e entre tantos escollos, ved lo que hacen
para librarla del inminente n a u f ~ i o . Paréceme que haré
m GLORIA Y Y A G B ~ T A U . 145
un gran SBnicio 6 la verdad, en deeoubrir 6 no dieimutsr
. este a&io. in primero: dar maestra de no ver te1
pdigro ni tales escollos, 6 4 lo menos no temerlos ; pues
delante del enemiga no ea bneno moetrer flaqueza. Lo
segmdo : oomo, no obaante esta intrepidez, el peligro se
re cierto 6 inevitable, si ee da nn paso mas adelante : para
no dar este paso mas, y al mismo tiempo para no volver
abrás con deshonor, ved la ingeniosidad. Finjen (digá-
moslo aei para eaplicarrios con toda propiedad) finjen grác-
ticamente haber deacubierto.un enemigo terrible, B quien
es preciso presentar la batalla : por consiguiente es nece-
sario madar de rumbo, porque este asunto es, sin compa-
raaion mae interesante que los cautivos de Babilonia. Ee-
te enemigo terrible, que obliga 4 mudar enteramente de
rumbo, i cual ea ? Ea aquel error antiquísimo de la sectrr
d e los Saduceoe, que d h n que no hay rssurreccion, 6
quienes siguieron algunoe herejes de be mes ignorantes y
groseros del primero y segundo siglo. Este e m r tan per-
judicial ea preciso combatir aquí haata destruirlo y aniqni-
larlo. Por tanto, dejados aparte ion cautivos de Babilonia,
y aon ellos toda ia pmfecia. con todos ens escoilos, se ve
convertir en un momento toda la eipiieacion en una eon-
traveraia fonnal sobre la resarreccion de la aarne : preten-
diendo probar y corrobmr este.arllodo eeencial de nues-
tra.religioncon este lugar de la Eeciitura.
214. No falta .q&n pare nn poco mas adelante, y aa-
que de anta misma profeúa no solamente la verdad de la
resmreacion, .sino t a m b i otra notiBia bien singular : es b
srrber, qae poco antes de la reaurreccion u n i v e d tendrán
Brden los Bogeles de recoger todos los hnesoe, partículas y
twmitaa de todos los merfDs, esparcidos en todo el orbe,
y ool~doeirloatedon al gran campo de Senaar, donde esta-
ba situada Beb'inia, y donde el profeta Ezequiel tuvo es-
ta viaion. i Para qn6? pare que todos los hijor de Adan
mnciten un un mnl8nt0, en un abrir del(& ; y p u e h
desde allí encnminaiulP.todos juntos, y Uegar presto d valle
de Josafat, que es ,viaje de pocos dias, y entóncos s e d
TOMO 11. L
mpiDboineibrsve, ppeias tebdríuiqoe - 4 oonrerni
b i r , $a
IU6. Fh vetdsd que d oomun de los dootoiiea no pam
tsn adelante, ni admite, ni aprueba un derpropbuio tan m-
kmme : w trmbkn es verdad qw el oomnn de loa doa-
bis is d m a t e y is t i e t a e muoiw pBI tic lo que era
menester, en la rema-ion de la oíune & esta
1
dlebie profecia, o o m si en ella ao hubiese misturio di-
recto 8 inmedhto, y por eso digno & sun primeras aten-
oiencu. De aquí se sigue, que oomo ya fatigados de una
dirpata tan grave, pasan con sama lipresm, y d no p&
qoefia dbtruioia, por lo que resta de 114 profeoía ; selialap-
do algunsccaor solo en p e r a l y oonfosamet~te,iuponien-
¿o atraa rin p n w en probadas, y omitiendo del todo
IIU laas iaet.Deiaies, como si ñwsen de ninguna impor-
bircii.
216. Aunque eato que acabo de decir me pereoe la pu-
m verdad (oomo lo puede examinar por sí mismo el que
p e d m po copFrono) w por pieneo acusar de nula fe
B los intérpmtee de la ficritura. No ignoro la grande y
notable diferencia que hay entre una oiPla fe y uoa ma-
la ca-, fiudada en na priacipio Mso, que ne tiene ino-
~ veniadm. Lo primero supone m&&,
a a a t e m n t ~por
d m o y dolo ; lo q a n d o rolo arguye impoteaoia. En
este principio, pues, en este supuesto no ventndeilo, en este
d m a no bneno, está todo el mal. 2 Qué otra caia me es
pesisibie beaer, oioaiido veo que una prohia (6 ciento Q
mil) falsificaformalmenta, derttuye, aniquilemi prkipio, mi
mpuedto, mi &tema, que yo tengo.por h b o , y por aoo-
dguhte por indubitable ? N e p la profeda, 6 anuicark
de la Btblii sagrada, no es IWe. h m o d a r l a toda, 6 grea
paite de ella, tí ioa cautivoi de Babiiooia, ea imposible r
porque los escollos que impiden el paw, ion tantos y toa
amidos entre sl, aaaiitsb so0 las espresiones y palabm de
que se compone k misma profeoh. Alegorisarla toQ 6 a
la mems al* parte considerable, paiece una empreie
mmameote íudna binasequibleal ingeniohumano. Puea en
e&e'ocmñiato, en esd.m t d o o , en estm oirctmstewior h
c ~ ~ ~ ~j C U E I hu8 ? i pertido Se podd tolllaf para
salvar de dgun modo, y librar del naufragio mminde, '
el principio, el sapoato y el sisíurna? Discnmd, amiso,
camate deaaais mertra ingenio ; y yo me atrevo gi p d e -
tizar, que no hallar& otra oora mejor que lo que ya está
discnriido. Quiero decir, direitllae en primer lugar (mu-
cho 6 poco, s q p n el arácter del autor, mas siempre con
rnu- de na giwdlimo celo) 4 probar y conñmar, y m
bom aoa esta profeoía nuestro irtioulo de fa sobre la re-
m d o n de la oarne. Ea segando lagar, para dar rum
prneb. red de sinoendad y bu- fe, conf'eiwr frawemen-
te, que di& p f a o i a w tiene por obje4o. directo iniirs.
dinto, 1 i nnmnaEaioa de loe muerttn, que oreemoa y es-
p e ~ m o todoe
s lar Crktiams ; sino que es una pora mste
fora 6 senssjanea, tomada de lo verdadera remrreacion qw
ha de eaoeder, para ssplicar h mutided de las Judioa en
Babilonia, y annnciar la salida de esta eautividsd : y &un-
bien (eonque de paso, y en sentido deghrioo) la cautividad
del liiage humano por el pecado, y la liberacion par
Cristo de eoQ misma cauhidad.
917. Err bmsa lagar, coa#, si arta fwn la vedaden
intelige~~cia de la metúfom, como si esta inteligencia q.6
dme ya probada, y demosheda, oomo si no la repngnia,
aaierb.msate dodo el tedo ragredo volver d ioristir de nis-
voenbdiqm0ldehiaearreociaa; w p p o r q w i a p m
mire dimehmmte 4 ia rermmeoion de la o9me; ai-
no poipae esta m d n de la cune iw LiGae mani.
tiertamaah de la mUnii profeah ; peo no wáia Dia de
ana meciaora tmmh de ia resurrecoim, ei no hubieii ds
h b a a v a r d P d e r a ~ 0 . :pwr Mdir~bnprnlaloiAciar*
to por medio de barúr, qw no COlUtM de cierto*. Que
1 á a h que nnm ausr tan rc~dadezwy tm buenas en d
sefn tan fiiera del o u ~ >1 Y la espüoPoion de ta @&
i donde atá?i N o se hab'i e m p d 4 acomodar 4 loa
a a h m de Babiloaia? i P a qué, puea, no tm paigme
eab acamodaoion, b i a dejarla enterameate ooncluid.?
' ;.Aoao porque lo impidieron los S a d u m s enemigos de la
r w u h ? Bien: mas ya.eetos Sadriueaa han quedado
v d d w en la disputa, han enmudaido del todo, hpii
desaparecido. Parece ys tiempo oportpno para re*
quietameate te eeplicacion que se babia a a a i e d . i 0
qrie petiaion tan impartuna ! i Cámo es posible eegiiiir: la
eeplieacien de um profecía tan difnsa despues de las fit@
de una betalla tan re6idaf Bastará, pues, decir en
general, en pocas palabras, y desde oierta distanda, que
las huesos 4ridos y secos de que se r e lleno todo el
campo, son los Judios en el tiempo de Ir cautividad d e
Babilonia; y estos mismos huesos vestidos de nhrvios,
de carne y de piel, en qnienee se introduce de nuevo el
eopíritu de vida, son los mismos Judios que salieren de B&
bilonia y volvieron á su pátria. Luego vwémos, como aun
esto poco que aquí se dice tan en general, es incompati-
ble oon la esplicacioa de 1 a ' ~ o rquea se lee en la miB-
me profeda.
218. Por lo que toca á la segunda parte, que ea la
prheipl, y la mru lleno de eeoollos, la esplicacion es'igaal-
meate fácil y breve, y mncbo mai fhcil y breve por Lo
que en ella re omite, que es m i todo. [as dos vaiu 6
oebos que unidos entre el forman ano solo, el mal se po-
ne estable y perpetuamente en la mino de un solo rey,
d quieo da el nombre de David, i qué ugnihan ? S i -
han, dicen, en mlido literal, que deapues de la vtmEtp de
Babilonia, lar dos c m 6minor diverroa de I d l , y de Ju-
d4, se un* tmtre.d bajo de un miamo pddpe deac&iidiente
de David : el c d , mmo tambiin dioen y d e a a n , 'no
v e d e ser otro que Zorababél (m obdinte'queZúrobrbél
ni f d rey, ni prínoipe, ni tavo cetro, ni vara, ni autori-
dad algune independiente). Bajo de esfe príncipe, ndi quie
ren dar 4 entender, aunque oon voz may baja, que auca
deria esta union de las reinos de I8iaB1 y Judá : siendo
muy veroalmil, afiaden, que algunos individuos & todaa las
otrrs die3 tribas voldesen jnntoe conha Jadios, y se q p
gmen 4 la oaaa y reino de ~ i d á . Y si nada de eato oaa-
dio, como ea cierto que d a c h , por oonferion ineri-
tabie de los miemos doctores, pues lo contradice m&
'
-ente ka k t o r i a sagrada y todo ed ooateab de la pd'
aio : 6 d a de edo cuadre, eigoitica, en rsntido Idrgórico
rrpscialmtmte intentado por J Epírittr S a t o , que J d O
6 I d 1 , u t o m, loa Judioa y loa Ge~tilescle unirían en
una m k I g l h bajo un mimo rey, hijo de David, el
aaal remPn0 mbre tod- ellm por la fe di loa crqmta.
'
PARRAM) 11. .
m. El exeneii prolijo, y la impngnaaion formal de
espeoie de e e p l i d n que eoabámos de oir, seria cuawlo
meaos ua trabajo infitil. Despues de leida y ooneideda
la pmfech, toda am -dad y con rmcillre de wrason,
neaeridad tenbmor de otro e x b e n , ni ¿e otra impclg-
iiation ? La p m W a misma no solo habla, Biao que eapre-
eri dmbmo.tiempo el aentido en que .habla: pmpe.enig-
mos, y al punto los m w l v e : uaa de mstáforrie, y las ea-.
p h . Con esh q i i i abre un m i n o recto, fácil y
b a ; y. am ella Dimin oierra todo otro camino ó renda di-
reme, que podiero tomeree, No deja arbitrio, ni erperanm
por nbgano de loa treiata y dos rumbos: 6 habeia de pe-
sur por el camino que hallair abierto ; 6 babeiis de volvems
4 m e s h casa rennncioodo el empello iníilil de esplicar la
@mia de otra manera diversa, de la que e h se aplica
d n i mis-.
169 i i A VENIDA DEL MBOIh9
PRLMBBA BBFLBXION.
221. La re~nrreaciende la aaine ea noa d a d , y una
de las vhrdadea 6 artícalos de fe csenoia)es y eiindawab.
lea del Cristianismo. Esta verdad e s a tan sólidamenteaue-
gurada en todas las Eecntmsr del antiguo y nuevo Testa-
meato, que mas parece una verdadera injnstiaia, que un
servicio real, querer asegurarla cou puntales poatizoa y c b
bilísimoe en d : Puss ri re kry naurreecion de mwrtoa,
dloe S. Pablo, den,poco Cristo wncitó. Y si Crioto no
resucitó, luego vana nzccstra predkosrOn, y t d h ea
uana vuestra fe: Y sones a&~irnohilad& por f&as
testigos de Diou :porque d h m testi.roriio contra Dios
&kmdo, que resucit6 6 Crirto, d cual no raucitó, si loo
muertos M) r(M1LeiW. Porque si lor múuartor no reuucitan,
tampoco Crirde naicit6. Y m Cristo no re-16, vana
as m a t r a f e , parque cmr eatais en aasrtros pecados. Y
per consiguimte tslmbim los que dtmnicron en Crirto
hn #t. La profecía que pora consideramos, no ee
Nunquid Deo potest comperari horno, etism chm perfecta?fue.
rit -
scientis I Job xxii, 2.
t Si autem resnrrectio mortuorum non est : neque Chriatun re-
snmxit. S i autem Christua non resurrexit, inanis eat ergo p d i -
clrtio noatra, inanie est et fides veetra: Invenimur alttem et falsi
o&mma.de modo elguiro. por CopC&n de loo mimnoa do*
m d la r e s d de Aoemwrba: ea una pura metá-
fora, qpe tiene por objeto reai otro mkterio muy divem
del cual cií, b&la por s a q j a u z c r , no por propiedad. &ia
lnirteno particular ne wklo y ie eepliso alaramante ep 1.
Priuaa profeda; aeí, debia d o r a m e este mirte3.io de
prop6sit0, y B fondo, M d i d r e e teoto a .gudlíu otrai
WMa, de ku pw traen mtad 8tm+ms, no pro+
dea. Debia erpmiirariie en p e h r lugar, iqiiB miateno ar
e&e tan grande, & qaien poda competer um toda p+
dd, *'U lar Bmifurau, u m meffim ian mmva, y ion
mqnüka, de que el miirno Dioe m h e para anunciarlo?
Debia exsminane en segundo lugar, j de qub tiempos er
babh aquí, ai ya p d o r , 6 todari. futuro#? Ambas ooam
debian e s t u d i i en la misma profeda, a t e n d i d a d todo
su contesto, y B toda sus espresiones y eeplicaciones, sin
omitir alguna : atendiido del nbismo niodq 6 todo lo que
precede eo be tres capitulo8 nntecedentei, y d todo lo que
m eigie en lor oaoe +011b Por todo lo mal se ve
tan olaro, aá el mirterio, como el tiempo, que su
ulruidad p r a m que ha b h o cerrar loa ojoa, 6 vdrmlom
PEi otra parte.
SEGUNDA BHILBXION.
222 La metamra de lor bueror, ea sar gnu nwuW
sobre h del cOIIp0, y 8- eS a t ~ e - , d adh
vos de Dios m amen entre ol, w cubren de nénioo, de
carne y piel, y &iben de nuevo el espúitu de vido. h.,
no tiene alguna significacion arbitraria, que ee haya dejado
B nuestro ingenio, ni es iIgriAi enigma oscuro, de que ee
noe pida la wluciw. El mismo Eephitu de verdad que
TBBOYEA RPFLUXION.
%B.Los tiempor de qme habla esta PrOfeM..m puedea
rarlos d e la amiividad de Babiknia, y vnelta á Jeraiaea.
22 teeto mismo y talo el contesto, y 19 gnudeaa de lag
metáforss, h.,oo solo repugnan eeta in0eligsncia, Bi.o
que la contradicen formelmente, casi d cada palabra: mtm
desde el versícdo 16 hasta el fin. Esta parece la verda-
dera raw>n por qub los mtérpretes apenas tocan ligera-
mente y a m o de muy lejes, esta segunda parte de h pro-
&da; y a l p o s , aun de los mas dihaos, la omiten toda.
Cierto que no habia necerided de huta prisa, ai n d a hu-
bien qae temer-
CUARTA BBPLBXION.
W .LOd h u e w áridoi y seoos, y rscas en e s t ~ de.
que se ve Ueno el campo, me dicen loa doctores que no
significan otra cosa en liferui, que los Jadiii oawti-
vos en Babilonia: y los mismos huesos unidos entre sí :
cada uno 6 ac coyuntura, que despues de vestidos de nér-
vios, carne' y piel, reciben de nuevo el espíritu de vida, &c.
tampoco significan otra ooea, an el h o rsrrtealo-.litd,
q & e h W a o s J & g ~ a i$eiideBabitoiiiayvueheni
m pbt& D e qd se mpe, digo yo, rima cuwemuenci.
dga dura; pero j o s h h a 6 inneqpbb: es 4 saber,que aun
Bespee de reriñcodi la salida de Babiid, y vueltu &
hm cnatiroq 4 m pbaie, el airapo d i d ~q ~d a toduia
h d e h-, enrarglrannhwo ...y#abs c r , ~ h r d . ~ ) ,
wsi trato como lo e6tabsn antes de emb ameao. j Por
paél Pmqria sabssios .deogeib que los cautiwm, qme, sic
dsjar de aedo, BICiaran de Babilonia y vohieron á m p&ie
fmeron eoaa am~tro, respmto de mil: fueroa p o q w ,
respedo de bs cps m volrieran: y ata, m ml.Pieab
odipgadowwa toda 1s cwea be Jaoob, 6 coa todra ear
deae tribus, ¿a qiie brbk maai6eakmate la p f & di-
&do: ~ ~ t o r A w m IQoaukdsu 3 Iarr6Iea: a i n ~ a u n
reepecto de sola la caea de Judá, 6 de loa Judias pro+
mente dicbos, que eran los pmpioe cautivos da Babilaaia.
Esta casa de Jndá mnqae solo se componia de dos tribua,
Iudá J BBqdmio, y del wceuario saoerdmio, pertsne-
de* & la iribti de Levl, m era tan pequefía, que no con-
tane dguaos millones de os. El nfimero preciso yo
iia lo sb: mes se p.ede hoilmente computar por lo que ee
dice en el í i i segunáo del Paralipómemn, oapituio xvii ;
eato es, qaa em tiempo de Joeafat, tenia este rey, bejo
einca capitmes generales, un millon, aiento y setenta mil
soldados, tbera de otros mn&aimos que gnardabrrn loa
predios 6 plsaae hertcs : Todos atas estabmr prontos 6
ku brdsrru dd ry, rin contar o t m , qru, k d i a pvesio en
lcrr ciudadea muradas, por todo J d * . El n h m de
individuos entre hombrea, mugeres y ni608 que resultare
del obmputo, ae puede aomparar con el námero de indivi-
dcras a h e hombres, mugerea y niños que d e r o n de Ba-
Momia, J vdrieroe á la Jndea: loa caelee como se dice en
d libro primero de Esdm, capitulo eegundo, solo llegar04
4 cnarcmía y das mil. Luego estos que volvieron 4 su ph-
tris, aun hablando solamente de la cma de Jud4, heroa
Hi omnes erant ad manam m&, exceptis aliis, quoa pmnerat
m uibibw.murCle, in universo Juda -2 PmJip. xvii, 19.
k m de J d ? T h utar hucror la cam de I d 1 M.
Imego mi Im brwrsor áridos, que se visten de némor. omm
y piei, y +roiasn, mn loa que ralen de Bddenia y v ~ c l v m
, Bmup0itri.,annopretendsnloi¿oc~; Losqueeo&
de Babiloais. 6 del lugar de m dsrtierro, ni vuelven tí ni
+a, d e M n quedar en el dado y d o i o n de huecion
á d o a y =coa. Lego riendo eatos, poco mui 6 menos,
caaomil,rerpeato de criatro(6 16 iequiemdeommnta)
d eau~poq.cr vi6 Eneqaial qued6 meeaukente c d tan
lleaodehnerwiridory~comoerCsbaantsr kisgb
mundo al Profeta lei &e 6 toda los basa= en pd:
Htraror sscor, oid & palaika del SIZbr. dice d 8a
ñor Dios 6 wtot ha-: He aprf yo hurb enttcrr a
varotww srpfritr, y eiairek... sob se haMa oon aa
jmfía& de rqidloi hue~oa,m con todos: solo un pniíado
Be dla vdvió B ra pábiri, quedendo la y m-
pmb, no DO& de h osia de J.nob, sino t.irbien & k
a a 8 de Judi, en 6. d d - A todo erQ ie aúadii,
b que & d e el ProLkt (reo. 10) hrbluido da toda loa
hieear: a n r a r g r e a i I i l l s n , & e & & & l c ~ . fi
6 uber, que despues de vertidor de n b d , terne y piel,
entró si, eElas sqhitu, y wivir+on: y se Icarrtara~&re
nupiar tm egkeito nrimoro cm sstrsiro. Cnareda y
&m mii personan antie h o m h , mugerea, n h , i m W o
&umm&e, qwae aaspoakdemncboi miilomm, inac-
reoca aon aignna prqiedd el nombre de un sgérdu
anmemm an ertrcnno? C d e r e d b bien: p esta solo,
iiin pmandiendo de oíroa mil embamzos, or M entru
a a h msaor en grandes rorpoalis. No me detenga
m~ ea erta iaBexion, porque erpan, tmQi ate pudo
pitai, aaar de propómito y mis B h d o en el Mmem dp
h o : por aota O1 bnm sntsRasclbr poca paZab+cu.
Q U I N T A Y U L T I M A REFLEXION.
2%
-
Sed per tumurem mimi sd prapheta confinxit. M . d i ,
enmtro phdpdee es e1 l i k d : ato es, el v d d e r o . á
ip ie &be atender a r t e toda ; poer aob esta puede &m
dar una vedad, y saipbleaer un dogma. El iiegnndo ea el
.iegóiico : esto es, el figurado ; porque alegoría y fipm
aignifuul una Qirmr cosa. El terasra ei el anegbgico,
que mas peiteoeoe al eielo, que 4 la tierra El cuaño es
el bPpdbgieo 6 moral, por Ins b w m y~exelenteu dootrinaa,
que se pueden sacar de toda las Escrituras, para arregle
mastraa oostumbms y santiBcai noestra vida. Ini dos
menos son el erpiritaal 6 mídoo, y el acomo-
daticio. &te úitimo no ignoreiii lo qae sipi608: esta es,
mmodrr 4 Pedro lo que realmente no es de Pdm, siao
de Pablo.
Fuera de estor wii sentidos, queda todavir otro no
~ ~ a b l ele cuai, ; -que no se nombra, no por e ~ ,
deja de mame en Iau oaaaiones, como que es d QPB e&
modo de todos: este es d.que yo limo aentido miato, -que
4 todoa loa comprende, y de todos se sirre. i Qnb mayar
o o d i d a d , que poder entender una misma @ida, que
dertroge emtmamente mi sisfema, p h en un metido, paiZe
en otro, parte en timo b seie al míamo tiempo ? No aba-
tante esta gran oomodidad, que es ikü concebir en el een-
tido misto, yo me atrevo 4 decir, que para entender esta
profecla ¿e q i e hablamos, y o t m muy mejantea, no bao-
tan todos los sentidos (m todos los ingenios) junta y uaidor
entre si. Paieee necesario, demas de erto, echm mmno del
áltimo recurso, tacil é indektible mbre todo1; parece, di-
go, n&o B UievitrMe omitir y pasar por albaiuobbimcirr
cosas, que rairten iarenciMemente a todea los sentidor, y
son aquelha p t w h e n t e que son inaasdablea con el
sistema Por ejemplo : estas desde el ver. 21. He u#
' yetocnarb6loshjardsIsddesnnediodelas~,
& don& fueron: y los recogerti de todas partes, y 10s
dm'ré 6 m ttisnrr. Y l a hwd una naiorr sola en lar
tierra en los wwntcs & Israél, y será sole un ry.que-loa
..
' mands á todos :. Y mi siervo Danid aerá rey aobte elbe,
-
y uno rolo ser&el pastor de todos ellos : en m'$juicios an-
W n , .y . ~ d a d n y, cumplirha nis mmukdmtchi ...
Y Roriid mi &wo wrb prínctp de ello1 perpetramente.
Y Lcir4 mn ellw a l k a da p,, &mza derna tsndrcíP,
dlor ...Y ~ t mid taberrrácwb entre dlor: y yo d su
Dior, y dlor wrhn mi pueblo. Y s&&n lar g,entcs que
ya my 3 S&, d s a a t @ h & l d l , cuan&
i 6d $ W C h 6iB d i 0 d6 BUOS p~#p?tUa-
~ r t ~ V hn~
meab f .
228. De estas pooae reflexiones que acabamos de k,
y de muchísimas otras que puede hacer ooaiquiera aon
gran hilidad, ia conclanion sea : que m laprofecia de que
bnblanm (lo miamo digo de cnalquiera otrae) no puede en-
tenderse seguidamente en este sentido, ni en el oúo, ni en
todor juntoil; ia debedmos entender en aquel sentido
únioo, obvio, naturai -y iemiilo, que moeutra ia misma
profmía, repugne 6 no repugne d nmtraa miaerabler ideas.
Si Dioti ha hablado, él io hará aunque d noeotros nos pa-
resoa dííiail 6 imposible. 1wo pucs, y no b hará?
i Habl6, y m lo currplirá t ? ;Para qué, pues, nos canaa-
moil infitilmente en b w a r otroa caminos diñoiles é imprao-
tioebles, cuando tenémos a t e fácil, llano y eegum ? i A o w
porqae no pueden pasar por esta camino oiertaa ideas P
Lnego esta ea una prueba evidente, no de que el camino
m mes bueno, Uso de que estas idea no son buenas, sino
de contrabando, pues no pueden pasar segurarneute por el
d o real. Y si mn de contrabando, lwgo las deberé-
mos dejar, obedeoiéndo fielmente h las órdenes del rey
suPmmi, y - t i v a d o nusrtro sñtdimienio ar, &oquh
ds h fs. Con esto rolo, ya nada teBérnoa que temer; el
nnminn queda Gl, llano y seguro ; y ia profecía que re
iiaigioeba tan obeoura, ie ve al punto llena de claridad, y
re entiende toda entara, d e d e la primera hasta la última
. palabra.
229. No puedo detenerme mas en este punto partioular,
Esech. xxxvii, 21, 22,24 usqne ad 28. Vide fol. 143.
et non M e t ? h m ent,
t i Duit 90, et non implebit ? -
N1m. xxiii, 19.
porque me llaman oan gr~~~inetanoie otro8 moabos de igual
6 mayor importanaia, que timen oon a t e ana gran rela-
cion, y que por coPeigoiente deben aolaraclo y fortifido
mas. Todos elloa perteneoen y m eaonminnn directa é
inmediatamente B un mbmo asunto prinoip$: eeto es, d la
correumacion dd gran misterio de Dios, que enoierrnn en si
lm antes Escrituras, 6 d la revelacion de naestro Gefíor
Jesucristo, 6 4 su venida segunda en gloria y mogestad, que
todos creemos y espemmoa.
FENOYENO VI.
LA IGLESIA CRISTIANA.
230. Los dos puntos capitales, que aora vamos B exami-
minar, esto es, la Iglesia cristiana> y la cautividad de
Babilonia, no mereoen tanto .el nombre de fenómeoos
ouanto de antifenómenos, 6 de velos, 6 de nubes, 8 de im-
pedimentos para la observaoion de los verdaderos fenbme-
nos. Estas son aquellas dos grandos y antigua fortalezao
que han servido y sirven como de refugio y ailo contra
toda clase de enem*. A ellas se acojen fiecuentísima-
mente los intérpretes de la Escritura, y en ellas aseguran 4
sn parecer invenciblemente todas sus ideas sobre la segun-
da venida del Mesías ; haciendo desde aqni tanto fuego, o
por mejor decir, tanto mido para auyemtar las ideas ene-
migas, que el paso queda, a no cerrado absolutamente, á
10 menos sumamente diñcil y m i impraoticable.
231. Y a habreis reparado en todo el fenómeno ante-
+te la gran diñonltad y trabajo con que hemos cami-
nado, sibndonos neaesario casi B cada paso abNnos oamino
B lñerza de btacos, y disputar largo tiempo mbre uri pai-
mo de tierro, ya con la una, ya con la otra forblera, ya
con ambee B un mismo tiempo; pues como el paso fre-
cuente entre eetaa dos g m m k fortaienas nos en inevi-
table, por estár sit.das 4 la una y 4 la otra parte del
c h o -1 que deseamos seguir, cie hace ya necesario de- .
jar por a l p tiempo toda otra ocupacion, y convertir to-
das nuestras atencionse 4 las fortaleaae miaiaaa, como si
fuesen en la realidad dos grandes fenbmenos, dignos de la
m a atenta y mas prolija observacion. Con esto, examina-
das oada ano de por sí; examinadas de propóeito, sin di- .
vertimos B otra oosa; examinadas de cerca cnanto non reB
permitido, podrémos mber de &ir& si son inespugnabLes 6
m LA VENIDA DBL YB81AS
PARRArn 1.
233. Antes de acortamos 4 .esta fortaleza sagrada, y
digna de nuestro m profundo respeto, para que podámos
eniendernos bien, y proceder sin confusion, y aun sin 80s:
pecha de temor, 'debemos indispensablemente presuponer
dos cosas indispensables. Primera :- la nocion, 6 la idea
dara de todo lo.que se significa y comprende,en esta.pala-
bra, ,Iglesia cristiana: es decir, lo que hay de cierto'y de fe
d i i a en este panfo: lo cual deberá mirarse como una
breve, ainoéra y religiosa confesion de nuestra fe. Segun-
da : la nocion 6 la idea igualmente clara del sentido, y. da
los términos en que' solamentp pensamos hablar. Sin estas
aos nociones parece moralmente imposible cerrar del todo
la puerta 4 sutilezas, 6 equívocos, ó eobmae, ya directos,
ya retlejos, que puedan hilmente incomodamos, enredar-
nos y aun o p ~ o a .
PBIMEBA N0010N.
253. Ia Iglesia cristiana 6 católica, que ea de la que
hablo (ni p e d o bablor. de otra, pueci B. esta mlamente
reeonowopor terdadeila.igiesia.de'Grieta), la Iglsera cric
tipna, P p , fhdada por.el Mealaa.mi&o, por el Hijo de
DPoe, por el Hombre Dios, regada con su sangre, y fe-
cundada aon su Espíritn, &c. es la verdadera y fidioa Igle-
sR de Di& vivo, en esta nuestra tierra. Esta es, como
diae el A p t o l , c d r n n ~y apoyo &!la u e r d d f : la de-
pooitkk & & n + ~ ~ t i b lfiel
e . ~de la verdad, 4 quien toca ea-
seáarla q u n la reeibi6 : 4 quien toca por consiguiente el
jniaio y sentencia definitiva, sobre el real y verdadero sen-
tido de les santas Erieritnraa : y lo que ella harenuelto, en-
sefiado y mandado en estos asuntos, y lo que resolviere,
eaee6ue y mandare en adelante, oomo verdad de fe, debe
ser recibida de tados sin contradicion ni disputa. Esta
Iglesia es santa, y merece este nombre con toda proprie-
dad, no solamente por la santidad de Dios 4 quien eatá
consegrada, y 4 quien se encamina directamente, sino tam-
Bien por. la santidad del espíritu que la une y anima : por
lo nantidad de su fundamento y de su cabeaa, que es Cris-
to mismo: por la santidad de su culto, de sus saoramen-
toa, de mi morai, de sus leyes: y en snmn, porque solo
dentro de ella se puede bailar aquella justicia y santidad,
que hace B los hombres hijos de Dios. Y si hvos, t m
bien kr&os: herederos verdaderamente di Dios, y
coherederos de Cristo t.
'234. Enta Iglesia ea católica b universal, porque siendo
esencialmente una, comprende y abarca dentro de sí todoa
los pueblos, tribua y ienguas, que han querido y quisieren
entrar en adelante, y agregarse 4 elIa. A ninguna n k n
escluyo, ni 4 ninguno de sus individuos, ni aun 6.108 vileq
y dseros Judios : los cuales sin la fe, que es el estado en
que actualmente se hallan, son miiados del Dioe de sua
como cualquiera otra nacion b h l , y lo eerian
eternamente si no hubiesen de salir do este estado infelw,
como ciertamente . B de reqm.lar EscriturQs. Por- .
que en J k r i o t o ni la circwr~isionu d s . algo, ni e l pra-
%.-a,
+ a i . , , ~et.Bra*:
~*
-
ct f i a ~ m . d W b . l d f h tii, 16.
biersdar qoiibii, ]Dei, cabi#lsr
U I W ~ Chriati.
TOMO 11.
-A¿ Ron. piii, 17.
Y
LA VENIDA DE& MBéIIAB
pt& dM fa qW &6 pW CUridcrd*. f8 pUY8.6
iaoormpia ea 1.que haoe d o-: esta es la que LMe bi-
jos verdaderos de Abrabán: eda w la que wmatitaye el
renladero Cristiaoimio, 6 ia d a d e r a Igleeio cnitmna, en
Bonds no hay Qecrttl y J d o , eircyncbitm y prc,pucio,
gBRbaro,yScikr, h , y l i b r e : w C r U j o s r ~ a n
t&+.
m. Esta i g l d ee e e í n t i u ~apostblicm,
~ y taaib'mre
diae con propisdad romana : ponlne toda la mtoridmd p ju-
rirdioaiw, 6 poteatad espiritual la prw el Hiju de D&
signo ea i i p i apóstolen, y sobre todoe en el prfnoipe de
abi S. Pedro, toda entá y e s t d hasta que 81 venga ea
ras legltimor reo, que son ioa Obirpos, y sobre todo
en el suossor del principe de loa Apostda &n Pedro,
que er ei obispo de Romo, al onai IbaIodos ioa oa-
tólicos el gap, 6 padre comun, 6 el eano pontíñoe, y d
quien reconocemor por vioaria de Ciisto en la tierra, y m
beaa visiile de la vetd.dera y universal Igiesia. Por con-
sipieate recolicx>einoe B ente obirpo de &a por el veii-
dadero oentro de naidad, B d d e debe~nencaminarse, y
lBagar y comunicar con 61 todar las KBBUI qae prrten de la
&cinterewia de todo el oi$e mistimo; y Loa que no m
encaminaren 4 este centro, ni comunic8ieli con b1, VM
ckgtame~~~te deeviadoa, y no pertenecen B la nniilad'esen-
tial del cuerpo de Cristo, 6 B la vedatiera Igl- orietians.
~ coma habia aqni que decir, 1- o u a b 6 se dib
O t r mil
p t a n hesta aora, 6 no son de este lugu; BasQn e-
p r s , que ron Las mhncidea para UMoDsEesion de fe.
PABRAPO II.
239. Supuestos y entendidas bien todas estas cosas, oidme
aora, amigo, coa menos escrhpulo y con mas atencion. La
primera proposicion que voy 4 anticipar, no hay duda que ,
os parecerá increible, improbable, y como un despropósito
d e los mas solemnes que se han adelantado jamás. No
obstante, con vuestra licencia, B lo menos presunta, yo me
atwvo 4 adelantarla y tambiin B probarla.
PROPOBICION.
240. " Esta palabra santa y venerable Iglesia cristiana,
en la boca y pluma de los doctoree cristianos, es no pocas
veces en ciertos pnntos particulares, una palabra muy equí-
voca,, que tiene mucho de sofisma, aunque muy oculto y
muy díairnulado!'
341. Deseo esplicarme con todh claridad, de modo que
cualquiera me entienda, sin que eea necesaria otra esplica-
cion,' que la que suenan y significan obvia y literalmente las
palabras, las cuales no tienen, 6 no deben tener otro uso,
que manifestar el concepto de la mente. Ya veis, pues, en
primer lugar, qae la proposicion no es universal, sino oon-
traida espresamente B ciertos puntos particulares. Si me
pregnntais aora, qué puntos particulares son estos, os res-
pondo en breve, que son todos aquellos lugares de la divina
Escritura conocidamente favorables B los Judios, en que se
tawi ohra y distintamente anuncios alegres, promesas mag-
nüicas, estraordinariaa, nuevas, admirables, que hace el
mismo Dios B Si&, h J e ~ ~ d tin la, casa de Jmob : y
esto no como quiera, no indeteminadamente, no 4 bulto y
en confuso, sino espresamente á Sibn, estdril, y sin parir,
...
echada de su phtria, y cautiva ; desamparada y sola : ...
como mugsr desamparada y angustiada de espiritu 4 ...
8i60, considerada como muger repudiada des& la juven-
tud* :B Jerusalén destrnida y mncolcada de las g n t e s : 4
la oasa de Jacob, esparcida á todos los vientos, y hecha el
ludibrio de todas las naciones : laa cuales promesas sabemos
con toda certidumbre no haberse verificado jamáa.
242. Estos lugares de la Escritura verdaderamente in-
nnmerables y clarísimos, se procuran todos acomodar, en
cuanto es posible al ingenio humano, B la Iglesia cristiana
(hablo en el sentido mismo en que hablan los doctores) esto
a,en el estado presente; comprendidos eu este estado
presente todos los 17 siglos que han pasado desde los após-
toles hasta el día de hoy ; pues no reconocen, ni los parece
posible, otro estado mejor, por mas que lo. anuncien las
Escrituras. Asl pues, Si6n, cuando se habla de ella en
bueno: es decir, cuando se habla de ella, no como muger
repudiada desde lajutmtud. ni como rnuger clesamparada
y aborrecula.t; sino en o m t o d a de eos ilagas, Ila-
mada de su Dios, recibidp. acariciada, sublimada, ensal-
zada, significa la Iglesia cristiana presente. Jerusalén, no
en cuanto destruida y conculcada, sino en cuanto reedib-
cada y honrada de todas las naciones, significa la Iglesia
cristiana presente. Y la casa de Isra61, ó de Jacob, no en
cuanto ventilada tícia todos los rumbos, con indignacios, y
con grande Sra, sino en cuanto mojida por el bram omni-
potente de su Dios c m grandes pie*, no puede signi-
ficar otra cosa que la Iglesia cristiana en el estado pre-
sente.
...
Sterilis, et non p a r i a , tnrnamigrata, et captiva : destieta, et
...
sola: ut mulier derelicta, et m ~ r e n sepiritu ..:et eicut uxor ab
adolescentia abjecta.-Iad. xlix, 21, et vi& liv, 6.
t Non ut uxor ab adolescentia abjecta, ncc ut mulier derelicta,
-
et odio habita, &c. Vide ?#u¡. iiv, 6, et Ir, Lb.
M.B a d e no obstante, y con, suma frecuencia, que
epo medio de la acomodacion que se iba haciendo del testo
sagrado B la Iglesia cristiana pmeate, se enooentra con al-
gano 6 muoboa ernbarrrros, que cierran el oamino é impiden
el paso absolutamente. Pues en a t e caso, i qu6 remedio ?
El w&o ea prooto y facilísimo. i Qué cosa mas fácil
que dar un vuelo mental de la tierra al cielo, y dar par
acomodado allá lo que por acá es imposible ? Efectivamente
así se baaq 6 aei se pprooaPa hacer, en cuanto se puede ;
porque la Igieaia t r b f a n t e y h militante (añaden y pon-
deran), son una misma iglesia, sin otra bifereoeia que estár
la una en el puerto, y la o- ea la mer. Bien : y si lo que
dice el testo sagrado tampoco le puede competer de modo
alguno á la iglesia triunfante : si 4 esta repugna visiblemente
tanto 6 mas que 4 la iglesia militante lo que se le quisiora
acomoder, en eate caso, no raro sino contiuao, i que se
hará? El embaraza, aunque grande y contboo, no por eso
ea irremediable. Deberá, pues, en este osso freoueatísimo
esplicarae el testo del modo posible. Si no puede espli-
e a m &e
t- en este mntido, ni en el otro, ni en
muchos juntos ; b deberá omitirse del todo, como cwa de
poco momento, 6 tocame apenan per la snperíicie, que es
casi b mismo que omitirlo. Todo es permitido en le prác-
rica, oon tal que no se piense en lo que suenan 9 sigaifrcan,
en su propio y naturai sentido, estas y semejantespalabras:
Hih, Jerusalén, I s d l , Jn#B, la casa de Jacob, lae tribus
d e ~ s d l el
, tabem8culo de David, &c. Son estas cosas
demasiado grandes para los pequefios, vilea y péríidos
Jadior.
PARRAFO III.
244. El fundamento ánioo en que estriba todo este modo
de pensar, y de interpretar la8 profeclaa, es (segun preten-
den) la doctrina espresa y clara del apostol 8. Pablo, el
cual en varias pdrtes de sus escritoe nos asegura formal-
M6 LA VBWIDA DBL MBBIAI
mente, 6 ineoloa en e& mmo n m verdad esencial y íimb
mental del Cristianiio, que los hijos verdaderos de Abra-
bán, con quienes hablan ha promeum, no cion loa que dea-
aienden de él eegun la catw 6 la natmpleca, ilino los que
dencienden eegun el espkitu : que estos últimos 8031 todos
loe creyentes de cualquiera nacion que sean : que lor qw
ron de la fe, loa tolsr son h$ar ¿¿ Abrahh* : que en-
e a b e w hay distincii alguna de Judio y Griego, de b8irhio
y Sciia, de libre y esclavo: prsrto qw uno niaw as J
SeCiot ¿¿ todos, rioo para con todod lar qur le inoown.
Porque todo aqwl que inuocare el d r e da1 &hr, #ir4
d o t . Y en otra parte: Porque en J d t o ni la cir-
cunciuitm ucrb algo, ni el prspuBio, sino Lfe que obra por
mri&d S. Supuesta esta doctrina tan repetid. del Apea-
tol y maeetro de 1w genbeo, que r b p n Cristisno pwde
ignorar, argumentan d. Iss promesas que ae leen en lar
Eecrituine para despues de la venida del M e i h , hablan
solamente, segun S. Pablo, oon los hijos. verdadenm ds
Abrahhn: esto es, no w n los hijos, mgan la auw, aino
oon los hijos aegm el eaplritn : porque M, todor lor qcw
son ¿¿ Israü, estor ron Inuzslitaa: Ni los qw ron liaaja
de Abr&n, todos ron &oI§. Estos hija verdaderos de
Abrahán. wgun el miamo Apostol, eon todos los creyenter
de todas las naciones, sin distincion alguna de Judio y
Griego, de cucuncirion y prepucio, de libre y esclavo, de
bárbaro y no bárbaro, b.: los que son dsfe, los tdar ron
WOIde Abrahhn: luego las promesas q ~ see leen en lar
Emritarae para despues de la venida del M e s h , hablan eo-
lamenta w n los creyentes de todaa las naciones, ein d S
-
t Si dlii Abrsbee estia, opera Abrehas facite. J m . vüi, 39.
172 LA VENIDA DBL M E S X A ~
mas apropianie 4 sí miamos, para ser mas ricos tambien, lo
que para otros tiempoe está prometido B otros pobre& que
ama se halian en estrema miseria, no parece obra propia
del juuto Abrsbún *.
'
piedra, y m leo dB el aorüson de m e . C d o loa huesos
secos y áridos tm lllllll~entre sí, m 4 ~ t a de ~ 1carne, nérvios
y.piel, y se lea introdotce el espíritu de vida. Cuan&
despierte de en profundo sueño: ouaudo abra sas ojoe
llenas de iágrhas : e u d o reoonoraca d su Yeaigs, 6 quien
tantos siglos ha a t a d o amando, y juntamente aborreciendo,
deseando y deteatando : ouando, em h,aea lavada y blrn-
qweada, con aquella agua pura y limpia que ee le promete
en el oapítulo -vi, ver. 25 de Esequiel : Por manto ar
sacar4 de entre lai gentu, y os r e q e t 6 de todaa lcrr
tisrrod, y os conducir4 h v w t r a tierra. Y dsrmaard
&e oosotror agua pura, y or puriJcwsis dc t o d a
vwrtrar inmundicia : y pondrd rni srpiritu en d i o de
vosotros: cosas todas que leemos hnentlimamente
en h wcritura da los profstar.
264. i Pero cuando aerhn estar cosas ? 0 8 oigo deeir
oen especie de llriaion 6,de frialdad entrema. 2 Cwurdo 80-
r&n estar corcrs? i Es creible que estas cosas se puedan ve-.
ri6car jamee ! i Que m puedan v d u u así como se lee
en las b r i t u r e s ? i Que puedan veriíioarse en los viles Ju.
diosBen loo pérñdos Jodios, en los ciegos, duros y ostiodos
JadiosZ No se puede negar, amigo, que peoaaie como
hombre prudente. Ea oiertísimo que, para les honbrer
coua sr esta que no@ rsr * ;mes j os atrevemis B decir
que tsmbien es impooible 6 din'i, para Di- t ? Si pa-
tmrú uwa da&ü en aquel tiarpo 6 kn & h;r reüquier
L s s t s ptrebb, 2-0 serb &fld6 nuojoo$? Y en
OMO que Dios d m o dijese y p r d e a e todo b que con-
ti- nuestra hipóteei, j seria spficmnte iaaon para dudarlo,
el que para los hombres cosa es esta que ilo puede ser?
Cosa d d i m a es twm m e s contra el aguijm.
255. No es esto lo mas. Cuando conceden loa docto-
res, cano b conceden Bodas con gran benignidad, que los
* Apud horninea impmsibiie cet. -Mam. x, 27.
-
t Apud Deum. T i Murc. x, 27. ,
3 S i videbitar ti6ci.h in o d i a rtliq- popd'hqjui m cliebus
ülia, i n u m q u i d k d meisBiñeilcuitf-2kk -6.
110 L A VBNlDA DBL M I S I A S
PARTE PBIMBBA.
968. " Se p k m comunmeote anbe los CrirtirPom. qw
dDiordeAbrabún, de Isirae y Jacob, el eaalapd6re
t i a t o en lo irrocenoia y juaticio de estor tres patiirimas, que
qaiso ser llamado eternmnte con a t e nombre, diciendo:
a t e sr ni nombre para a k p ' e , y cste sr ni anrcoricil
pOr 9 - h y 9 6 ~ # U C h:t que Di- iU6üihl9Ilb
verp3 y ñeL sn t& sus palabra, hs abandonado etcrn,
mente la descendencia de estos justoti. Se pie- que la
urojó de rl para siempre, por aquel gran delito que m e
tiersn cu8odo claauron ; Cruci$&, crucii ... S&
aomtros, y sobre nwrtrar f i j a .acr .w &angre$. 88
piensa que ede delito m irremisible; ein que pueda v.lar-
lea el aastigw y peaitencia durísima de tantos e i g h , ni a m
a q d o misma sangre de infinito valor que elloa dermpa-
mn, sin saber lo que hacian. S e pEeaea, que este DMs
granda 6 i h i t o , cuyoe juicios aunqae inescraCabler (rU1
s i i i k r g o m),verdaderos justos en ri nrisrnorg, no tietm
ya dgmos designios, dignoe de sa graodeae, sobre eiitoe
-
repniit Deus plebem sruun, p i m prarciiat. -A¿ h.xi, b 2.
t In rnundmn dt63101pi m..rb 15.
3 Mat. d.
rJija;.mbWi8.Pablo, y .B. ),bé)n#rporqueIbr&uc~
l y a t f ~ i i i d i g n o r d e ü r ~ d m ucutaprrde
i,~
m s ~ s a o ás los gsntiled ;ywqur el s&r ad .lo aurr-
dé*. No ~~ esta obatioacion genemi de toda la ~ s r
~ O E ,no dejaron de salvarse algunas reliquias, .lyun la
d8cdon ds la gracia, ... y lm drmas fueron ~dgador:dd
C O ~ W mtú
) d t o t :dánddw Dios sn castigo de su mi+
..
dad. ojos para que no vetan, y oqjw pana qrc ru, oigan
h t o hoy dM$.
PARTE TERCERA.
m. Im incredulidad presente do los Jndios, m oba-
tinadon, so dnrere, su oquedad en medio de tan gru
Iai, y el eatado aiagalar em que por eiito m halim, es an
teobmew> bien estmordioario, y aomo uh eniffmo 6 mL.
brio mrs digno de una atenta -coaaideiicion, da uua
ipebasiderada i n d i p i o n . Porque el coaocimi~blb &
gran mistario, dende sa priacipio harta su h,puede
mr disime tí todos los cneyentes de todar lar naciones, y t ~
q w no deseo otra cosa qae vuestro verdadero bien, quien,
d s t c u b este misterio y revelaros este secreto porque
ao tsais a6blor en vorotra, miumor :para que moderem
vwdra nimia conhnea, que puede facilmente pasar 9i
-0% y ann tí temeridad, y deis legar tí un santo y
religi010 temor. Sabed, hermanos, qae la cepedad pre-
-80 de los Jadios oon todas sus consecuencias, ee un niis
tsrie grande. unido e s t w c b f s i e n t e con el misterio no
menon grande de vuestra rocacion : de modo que aqael
primero depeode'de ente segundo, y durará tanto, cuanto
srte ckimre. Es á saber, has) que entre la plenitud de
I r gentes ; no oierto, todas, eino las que han de eatrar,
&m kr pmiencia y eieccion de Diob: Porque me&
am lor.lYalncPdor, mtu poom IOI eacoyidmt: hada que ya
no re iuiie entre las genbe q&n quiera entrar :* hasta que
Ipn que^ ataban dentro se vayan saliendo, y los que que-
daren se vayan resfriando en la caridad, por la abn,
deocia de la iniquidad : hasta que en fin, se llenen loa
tiempos de IRS naciones.
278. " Idegado ente tiempo y concluido este miatedo,
tiene determinado elmisericordioea y justo Dios, de llunar
& loa .Judioe, y iecojer todas itna reliquias con gran& pis-
&S, ad como está escrito, anunciado y prometido en
Escrituras. Porque no es posible citar aquí todoa los la-
gares de las Escrituras que hablan de gato, baatar& por
)
- -hfd.m,
Ut non sitb vobb IpiY upimtes. Ib. m.S.
M d t i enim sunt rocrti, pand ver¿ cid. 16.
m LA VBNlDA DBL M881A8
PARTB TBROEBA.
289. H w no qwiero, hermanos, que ignoreir este &
terio (porque no sea+ sábios en vosotros mimos) que k
ceguedad 'ha vemido en parte 6 Isradl, hasta que haya en-
trado la plenitud & lcrs gentes, y que así todo I s r d se
salvaee, corro esth e m i t o : Vendrh de Sión ( 6 6 Si6n)
el libertador, que deuterrará la impiedad de Jacob. Y
esta ser& mi alianza con ellos : cuando quitáre sus paca-
dos. En verdad, sequn el evangelio, son enemigos por
cawa de vosotros : mas segun la eleceion son muy amados
por causa úe rus padres. Pues los dones y vocacioff ds
Dios son inrnutabler *.
REFLEXIONES.
PBBPUBOTA.
816.3a obr<ill tiempo8 aonfie#, h c r u n e a b q u ~a t a
&on me hmm m*; mas Qwriendo luego aacar
aqa& ~ M a e a c l a , CWy di8tinWmtte (y lo
de& ea& dia sus) qne Is rqmgñ.ba toda el aima, como
d fuese una injuria S Dim, 6 una falta d e respeto á w
vemeidud. por taipetor pummente hnmanoe, y atas no
tante pmM08, cuanto negathm : d@ negativos, porque
mmque las idean de que hablamos no ea hallan oidamenta
sS) bdwdms; mrst.mpbcosebeHeaespma y h d -
mmts osatdicbaa me pmebas, y monss orpaee de d-
truirlas, ni aun siquiera de hacerles algana directa y fonnai
apodicioa. No obaunte: oomo e& agarnento r a q u e
paramente negativo, puede facilmente ocasionar algtin
m b m n o 6 a l p n e m p u l a (grada 6 peqaefio w p n
di*ems complexioues) noe ee neoenario e t a m i d o de
daroa, y de& sobre 61 tres 6 onatro palabras.
816. I'h ima8 debe- oonsideier aquí. h primera,
es un heoho de que M, se p e d e dudw. l[r eqp~lida,ea la
causa 6 el o r i p verdadero de este mimo heabo. El heaho
es, que ni IOB antigaaa pdm de la fgleda, ni loa otro8
doctores eclesiáaticoi, que han escrito despues, ban tratado
-te punto particular de que hablamos, de pmpómto y b
bndo. I U i n g ~ oque yo sepa, be mitudo el misterio
entero de la v ~ b i ade iaa gentes, desde w verdadem
prtacipia hasta w vedadere fin : haoi6mddse aarga, digo,
de todo lo que hay wbm wto en las EMiitaias, 8d d d
antigue, como del a m o Testamenta : eepüoando de m
modb olmo y wtad d i e h lagarar: comparando loa uwci
aan loa atirts! htendiendo $ todo sa aontsrto y q o w
diendo b la$ di6cultsdea, h.
817. ñ6it naa aofmefmoaiP n*nrl, tampodo M, han
aplicado tí ezbmmar de tema aquelloa hpmm de la eseir&
tom, tantos y tan notabb que b a b b del dstade fhtaro &
toa Judios, y de 10.8 p d e s dd&fdO#que Dios time toda-
via mbm elloa. 0 c a l i l e tuturo delos Jtidioa paieeb
absoiutaments inqmable d d misterio eatsro y complete
de la vocacion de bu gentes. EB verdad qae muchos to-
caa el pnto de le cow&tahde 1~ Judim, y Jgawa dan
tal cual befid nada equfvbcs, be brber dhinedo todo el
mirtaio, e$pecidnwatemande llegan 4 &#toa lagama mm
&la qae w ea podble disimuia?! raas dgaa todo b
que yo puedo alcanair, me parece que apenas lo tocan par
la aüpcrliait, y sietilpre cm nippriess, con tanta mdife
b a i a , coa tanto &qpsto, que es de ahortirio d
hmbm menes Alexhw. Coadesan m pd, @obm
alpm de OBW h c m ,que alñ sis eaaieiraa grandds u h
6erio1: mss no nos dioen; qué misterios sm, ai de qPe
persopas ee habla, ni pria qué tiempos, h-
818. Miiohlsieies veaes hablan como en auposieion : es
decir, como si fuese cierta é indubitable alguna supaedcion
implícita, sobre que p d e n manifiestamente, b como Q
esta implicita suposicion q d h ya probada y sóiidameo-
te aeegurada Mas no ea diñcil conocer, que realmemte
estOn muy lejos de entrar en el exámen de la miema aapO-
micion, ni aun aiquiera de confeliar que roced den sobre ella
Suponen, por ejemplo (para tmplimoa un poco inm) qw
la iglesia crbtiana debe durar indefectiblemente hasta el
60, b hasta que ya no haya hombre# vivos y viadores en
esta wertra tiem Esta suposicion ea cieriisima y de fe
divina. Al miamo tiempo auponeo, aunque impkitamente
ein eeplicarae mucho, que la Igleaia cristiana deberá
siempre es* y permanecer en las genter, wmo está aoR,
sin novedad aiguna Suponen demaa de esto, que
Judios conservados de Dios entre las naciones, sin c~nfnn*
d h e oon elles, oon una providencia tan admirable, atub
alguna v a llamados del mismo Dios, y re convertirán de
todo oorason d su lüeeias, que aora no quieren reoonooer.
Naa en lo eaposicion implícita, qae ninguno piensa exami-
nar de cerca, de que la Igleaia estará fempm entre I s i
gentea, como lo está aora, m guardan bien de entrar en el
examen prolijo y esacto de aquelloa miamoa lqareu~de ia
Esonkua, con qoe estableoen la aonvemion futura de loa
Judios : m o b de los cuales, mirador de aema parece q w
destroyeo y aniquilan en Mplicita enpoaicion. Todo esto
qrre acabo de deoir me purece la pura verdad, sin quedarme
sobre ello algaaa dada 6 aoapecha r a o i o d Cualquiera
que t n h algana práotica, entenderá al punto lo que
quiero de& : quien no la tuviere, quién sabe lo que podrá
entender.
319. S i d o , poes, emie hecho cierto é innegable, ea
preciso que esto haya dependido de algun principio, 6 de
a l m a cauea legitima y jiaeta; con la cual loa doctoree se
puedan no soleaieote eaausar, einoij&&at p h m m e d ~
*te de Dio8 y de los h d r e r . Porque pensar que
hombres tan cuerdos, tan pios, tan santos han procedido enn
eetos asnntos, 6 por pasion, 6 por algnn otro afmto menos
ordenado, lo tengo por un pensamiento injusto y formal-
mente temerario. i Cual, pues, habrá sido la verdadera
o8wa del eilencio de los doctorea eoleaiástioos, espeoial-
mente de los antiguos padres, mbm el misterio entero y
completo de la vocacion de las gentea ; ccuno tambienaobre
el gran misterio de la vooacion futura de loa Judioe? Esto
es lo que voy aora ti proponer. Y pore no detenerme en
prebmbnioe inútiles, me parece que no hay que buscar ata
verdadera causa, sino en ia misma vocaoion de los santos
doctores, 6 en el ministerio propio 6 inmediato 4 que fue-
ron llamados. Hablo en primer lugar y principalmente de
los antiguos, y á proporcion de todos los otros, que en
diversa tiempos han servido 4 la iglesia con sus escritos.
820. Los antiguos padres fueron en ea tiempo aqnella
lengua erudita, 6 de disciplma y enseiíanea, qw despues de
loe apóstoles dió el Se6or h la nuew plebe, 4 la nueva di-
bota, ti la nueva eaposa, ti aquella de quien decia 8. Pedro,
queen dgun tiempo erau no pueblo, nas a r a mis pueblo
& Dios + : y S. Pablo d a n d o á Osem : Wamard pueblo
mio, al que no ara mi puabb : y a d o , a2 que no ara
arnodor2 y qru &amó ic~werieordia,al que no habia aaE
canzado mkricordia t. Así : el oficio 6 ministerio pro-
pio de esbs santos doctores, no era otro que servir con
todaa.sus fuemas y talentos B eeta nneva dilecta, atender
en todo d su mayor utilidad, y mirar con verdadero celo y
continuada vigilancia por todos sus intereses. Debian, en
primer' lugar, darle ideas justas del verdadero Dios, qnitán-
dole al mismo tiempo y proourando borrarle del todo aqoe-
ilm ideas miserables en que 8e habia criado, de sus dioser
-
o Qai prnhu er( dhbolo, et rPgelti Y w - M d , u r , 41
t Beeunddm memurnm domtianie Chriati. 4 4 &m, ir, f .
BN GLORIA Y MABBBTAB. m
respondi- hlmeDte3 & a j a d o coii ellos, y mnPndo
siempre en sa tra%o la m a p gloria de Dios en ia utili-
dad de la Iglesia.
822. Es verdad que muahos de estos fieles y celosos
ministros, especialmente los mae cblebrao, no ee contenta-
ron m esto sola Habiendo registrado cuidadosamente
todm lea qoiae y joyas preoioeae, que ea hallaban en los te-
m108 de la primera esposa (los cuales habian quedado en
poder de la que habia ocupsdo su puesto) les pamió en-
gulaoar B esta con toda elles : areyendo buenamente que
arrojada aquella por sus pvísimoa deiitos, debia ya mí-
rarse como realmente muerto, y aepoltada su kc tbrra del
doido. Por conaigaiente, que aquella gala6 perla&
todm B la nueva esposa, y p d i esta de todse se-
gun su voluntad. Entre eUaa no hay duda que se hallaban
olgonaa que le amaban bien y le veni- jtuitoe 4 por taw
to v i a claro, que pan ella oe habian heabo y gocu-
dado; otraa oe ballaboa de no moy diñoil aoomodtwii;
can un poco de trabajo B industria, ee podiao hacer wrvir.
La gran difkrultad estaba en otraa muohleimae (las mar y
mejores) que llegando B la prueba se hallaban visiblemente
deoproparúionadaa, y por eso ineervibles. i Qué m
pues con e&os ? Dejarlae dobladas sin algmi nso, no pue=
de ser, pueo al ñn no se hicieron ein gran aarierd4 ni m
giwdamn para qw no Unieeea Ea d o , pwa,
broerias mrvS todas del modo posible. Esto que inten-
tprop a i g m pocos de 1- -06, l a mar bgeabma y
'
ehuentas, lo b a ~prchsepido con mayor empe6o olmr
mnoboe dooto- h d o a del miemo oeio por la gioria y
d ide ia nneva dileota. Mes deepoee de tantan y tan
b p i o e a e diligencias, es bien f c i eonooer 91 punto por
vuior i e h infalibk, que aquellas mn golps pstadae,
M ~opiíu : q.e M se bicierou realmente p& el um qaa
se lea quiere dar, eino qw son aooBoao8ee um i o d h J
oon artificio.
323. Mas volviendo P nuestro prop6sito actual, es cier-
t f s i o qae los antigua padres, aonw maestroe y PoIaietFos
!$S4 LA VENIDA DEL MESIAS
de le Iglesia preeente, lhmrrdos de Dios para aquel minis-
terio, no miraron otra coso que su mayar servicio y ntik
dad. Se ve freouentemente que caai siempre ea todos me
escritoe, trayeado 4 considereoion varios Iugaree de la Es-
critura anta (ya de profeein, ya Cunbien de historia) y ha-
blando sobre ellos, prescinden absolutamente del verdadero
historial y literal sentido de aquellos l u p m de la Escritura
sobre que hablan, declinando :luego B sentidos moralea y
puramente místicos, para bulicar en ellos alguna mayor uti-
lidad y edificacion de loa fieles. Aaí les decia 4 estos San
Ilgnstin; Porque si m10 q w r b entender a t o literd-
mente, muy poco 6 ningun fruto t a c c r r h de lar Isccio-
na diuinas*.
324. Siendo esto mi, i06mo era posible que loa celoros
y prudentíhos-padres hablasen una sola palabra en favor
de la primera eapom de Dioa? 1Como era posible que m
divirtiesen otras coma, que podian eer en aquellos tiem-
pos perjudiciales ? i Como era posible que se atreviesen 4
anunciar proeperidadea 4 la primera espoe en presencia de
la que ocupaba su puesto ? i Como era posible que no te-
miesen digirla, desconsolarla, desanimarla y aun reetnaria
en la caridad ? i Como era poaible por consiguiente' que
no procnraeen interpretar 6 acomodar les Eacriturrrs todo 4
m favor, B eu-ediñcmion, 4 eu utilidad? . Lo contrario bu-
b i i sido, atendidas las circunsiaa.ciuu, una cuma impm-
dencia. i Por que ? Porque en las circansCanciaa en que
se hallaban los antiguos doctores, no habia ragan alguna
para esporar de.esto alguna utiiiiad : hubieran hecbo m9s
dafio que provecho. En aqaeilos primeros tiempos.estaba
la esposa en en juventud, y como. joven en sus primeros
amores y fervores. Asl. era necesario confirmarla en ellos,
no amedtentpla con ameníi&as importunas : era necesaria
animarla maa y m-, so desanimarla: nutrirla con alimea-
toa de vide, proporcionados 4 en edad y B en complexion
Si enim hoc t a n h voIumus inteliigere, quod sonat in litterr,
urt panam, aut propC nullam cedificationem in divini lectíonibus
mpiemns.- Dia. A g . r m . ci, & rmp.
BW ~ M R ~ YA MAOBSTAD. 926
delbada, no aoii alimentos dXoiIss de digerir, aun d las
peisoaes muy robustas. Era neceaub alegrarla sir el S6
iów. y dilatarle el cineson para que creciese cada dia mas
en námero y fervor, no descondarla y desanimarla oon
anuncios trietes y amargee, que por entónces no podian te-
ner, sino péeimae conseoaei~ciaa.
$@ti.Ad lo penaaron sin duda, y así lo practicaron los
eantos y prudentes doctores. Tan lejos estuvieron de ha-
blar una palabra favorable h la antigua esposa de Dios, que
rntes por el contrario, ee nota facillsimamente en todos sus
ewrsitoe, que siempre que se ofrece alguna ocasion (y no po-
cae veces sin ooasion alguna) hablan mal de ello, y dicen
sin faltar 4 la verdad todo el mal posible: ya ponderatido
sus d p s delitos, sus infidelidades, sus aduiterios : ya
trayendo 4 a a o s i d d o n el mal recibimiento que h i i 6 su
M d m , y la bárbara crueldad con que lo trat6 : ya repren-
M o w ingratitad, su dureza, BU obstinacion- presente,
%a. Y todo esto jpaia qué ? Pata que sirva de leccion,
de esaanniento y de edihaaion de la e p s a actual, y esta
se .nime y d m o r i e a mas en egercicio de todas las virtu-
des oanhriiw, correagoadiendo fidelíaimamente d su vota-
&o. Por estu razan no se esplibaron los prudentísimos
padres, ni aun mqnieta tocaron muchos puntos vedadera-
mente BelieBdoa y críticos, temiendo laa commencias le&
ti- y jostaa qae natnialmente debiun i n f e h , lea cudes
por entónces parecinn mas propies para lar desfruccion,
tppura 4s edijoacion. Por esta ramu hablaroa tan poco,
y esto em términos muy generaba, de la regando venida
del SeBor, sin descender 6 tantas otras cosaa partiouiares,
que sobre seto hay en las EeoRturee. Por esta raeon ja-
m b a e esplioamn clara y distintamente sobre el j&io de vi-
roa Por esta rasan, el Antiahto con qae edemos m e -
nasados para los idtimos tiempos, les parecib que no podia
saür de lrts gentes ein gran deshonor de éetaa, y ~ M U S
lo de los hieles ; por tanto debii ealir de 1011Judioci, debi.
ser m i d o y reoibii de e c r h : debia ser un monaroe 6-
T O M O 11. Q
renul, que con todo su poder hiciese La res amgrimia
guerra á la Iglesia, 6 4 la nueva dileotu. Por esta mam
el cuarto reino de la gran estátua f d el romano, y 1a pie-
dm ya bajó del monte al vientre & ia Virgm, y eatbncea
destrnyb la eat4tna, destruyendo 6 empezando á destruir el
imperio del diablo, y formando otro nwvo imperio : esto en,
la Iglesia preeente 6 la nueva esposa. Por esta razon en
-6, hasta aora no sabemog bien qué ep lo qus pedimos
4 Sefior por aquellas palabras : Venga el tu reinq. ( V b
m la ano@cion siguiente.)
826. Debo aora satiefacer en breve B esta rbplioa, 6 a&
monicion que ee me puede hacer, pues ya se me ba hecho.
Aunque estas idean, oigo decir, fueeen realmente buenas y
jnstfsimae, aunque fuesen tan conformes 4 las EIcritarar,
wmo ciertamente lo pmwen, debia yo no obstante, y to&
6el cristiaoo, observar el miamo silencio, y proceder con b
priema prudencia y cimunspeaoion con que en estos asuntae
han procedido los doctores, no negando espresa y formai-
mente lo que esttí dechrdo en la Escritura de wr&d,
lo c d ea cierto que no ea permitido ; mas interpretaadolo
de algsn modo PO imposible ni dificil A favor de la nueva
d h t a , paea al fin es nuestra eefiora, nuestra reina, nuestra
madre, 4 quiea teirém~etantas y tan grandes o b l i g a c i o ~ :
In antigaa espoea de Dios infiel y adliltera, y por esto tan
justamente Bc~amparadzy abotrsoukl, debe cantentr)riie
m que sns diquiaa mrecogidas hcia el ñn de los si-
glas, y egregadie mimriaordioaamente h la iglesia de las
genées. Tanto nue dicen que deberia yo proceder en a t e
modo cortés y prudente, cuanto debo mirarme como un
hbte Jadio que no tengo otra esperanmi, ni @o temrla
de aaiud, sino en cuanto be sido llamado y agregado B ia
muera plebe, 6 mero pueblo de Dioa, &c.
837. Dos d e q o r tengo que dar 4 esta admwicurn, ..
loa males se deben mirar oomo dos diiparidadea, 6 oamo
doi raxmss que tengo propine y peaalirires, qne DO tuvieroa
otros em~toies. Por eatas dor rownem (M, dirididag tino
BW GLORIA Y MAGRSTAD. m7
juntP J d d n a eahg á) c m que no debo pordar el aileo-
rpe elbs guardaron, ni proaeder oon la m- cirmiib.
p-an y prudencia con que ellos procedieron.
PRIMERA RAZON.
320. Yo soy un cristiano y un catblico, por la gracia y
misericordia de Dios ; mas no por eso dejo de ser Jndio :
eil, aunque pertenemo imnediatamente B la -pasa actaal,
y lm ~ o z c yovenero por mi sefiora y madre, no por eab
dejo de peshecer de algnn modo propio y natatel d la e,
posa siitijjua de Dios, madre ~ ~ m de nntodos los creyentes;
w par eso puedo olvidarla, ni dejar de amarla con ternura
(sin temer qne por esto me llamen judabante) ;no por eeto
@o negar ein impiedad 4 esta madre mia, aunque por la
premate tan daribonrado y envilecida. En esta oanaidem
don, ique mucho que no goarde aquel silencio, que par
justísimas cnasas han guardado otros eiicritoreal iQu6
mncho que mire por el consoelo, y por el verdadero bien de
ssta madre infelia, actualmente condati& da t m p t d ,
8in nirapa ccnzsuslo*! i Que muaho que pretenda he-
rider B su favor tantas escrituras auténticae y claras, qaé
suelen ser ordimariamente todo el caudal de las v i a d ~ s l
Faera de estu, no dejo de temer ser oompwndido en
equella queja 8mprguieima del M d s , el c d , en el oapC
tu10 Ii de Idas, mirnndo 4 esta paupércula en el estado de
viadez, de soledad y desamparo en que aora se halla, aba-
tida y aam c o n f n n d i con el polvo, )e da Is mano, lleno de
eompbn y de ternura, diciendde : AZtats, &ata, btb
tats, Jeru&úBro, que &&te da la nsne &E 'S& 3 c&&
de mr (ra: h t a el fd d a d e& dorsudste bebhk, 3(
bchk b t a lar ksessi.. L w .como mirando 4 tedh
partes, y como estrafíando la indiferencia y frialdad de
O. Tempeatste condaa, absqne ulla comolatione. - I d liv, 11.
t Elevare, e l e m , c o n s u p Jemaaim, qna bibbti de maau DO-
-
mini ealicem irae ejm : ueqye ad fnndnm caiich mpaU M L i at
potrti aaqne d fmcea. m.li, 17.
Q2
traptos b&t, rerpeato de su propia madre, w lamenta de
silos, y los oulpa y repremde, diciendo : No hay q k la
-tenga h eUa (b no time qrcisn &a guie) de todos loa-hyos
quemge&; yno hay quiun la tome por lo mano de
todos h GOI, que d*.
SEGUNDA RAZON.
SS9. La mgunda ramn de d i s p d a d , muoho mas mme-
diata 6 mm seaiible, es el tiempo mismo en qw nos hallá-
m-, infinitamente diverso del tiempo de los antiguos pa-
drea, y B pioporcion del de los otros escritores eclesiásticos.
Eo cuya oonsideracion dknrro así. Yo aunque Judio del
linage de Abrahán, soy por la bondad de Dios un Cristiano,
UR católico, un hijo, un súbdito de la espoaa de Dios, que
aatualmente reina; luego debo servirla con todas mis fw-
y talentoa : no puramente con cortesías y palabras eeté-
rile~,sino muobo mar con servicios d e a y oprbnoe,
segun los tiempos y circunstancias; luego segun estos
tiempos y circruietanciaa debo no lisonjearla vanamente,
rioo decirla oon toda reverencia la verdad pura; luego
debo atender en mis obsequios y sorvicios, no ya B lo que
.enotros tiempos y circunetaoaiaa le pudo haber sido conva
nionte y útil : v. g. en los tiempos de su juventud y prime
m amores, &o 4 lo que entiendo le es útil, oonveniente y
aun necesario en el estado presenta Esta es una regla de
verdadera prudencia que dicta la recta raeon, y que el
Espíritu Santo no dejó de enseharnoa en particular : Te
&u krs coa01 tienen au tiaapo, y por nu arpaeios paran
todar ellcu d&io del cielo. Hay tiempo & nacer, y
...
tiempo ds morir .lfeapo tia matar, y tiempo ds sanar.
!lbmi de derribar, y tiempo ds eda$car.. .
lümp di
aauar, y tiempo tia habliart.
Non eit qui vustentet eam (sen non est dnctor ei) ex o m n h
bllir, quoi genuit : et non wt qui apprehendst mannm ejus u omni-
-
bu filiic, quoi enutrivit. h.li, 18.
t Ornnia tempus habent, et suia apatiis tranaetmt univena anb m-
EN GLORIA Y MAOBBTAD. m
S30. Aora: yo no puedo saber lo que se p e d entre
loa dbim sobre la oportunidad de atas ideas. Lo que 4
mí me parece es lo que finicamente p e d o decir; remitién-
dome enteramente 4 su juicio y disorecioo. A mi me pp.
reoe, hablando en verdad, y simplicidad & corazon, que
en estos mantos ya es pasado el tiempo de callar 6 de p w c
cindir, que fué el tiempo de loa antiguos padres, y de los
doctores que les sucedieron, y que ya nos hall8moa en los
tiempos de hablar. La revelacion 6, aanifestacion de
aquellas cosas, que en otros tiempos hubieran eido pooo
convenientes, y aun da6osas 4 la joven esposa, aora en
estos tiempos parecen ya convenientes, y casi absoluta-
mente necesarias. Cualquiera que lo dudare, w tiene otm
cosa quo hacer, sino abrir los ojos y mirar. Con esta sola
diligencia podrá fácilmente salir de toda duda.
331. i Cbmo es posible confondii los tiempos pilesenh
con los pasados: los tiempos de la juventud de la esposa,
con los de la mayor edad : los tiempos de inocencia y de
simplicidad, con los tiempos de sagacidad y aun de malicia :
los tiempos de amor y de fervor, con los tiempos que ya
parece amenazan, prenunciados por 8. Pablo : vendr6n
tiernpm peligrosos*, de tibieza; y aun de frio en la cari-
dad ;porque r e multiplkarh la iniquidad, dice el apodo
mbmo, se rerfriar6 la caridad de mudos.t.: y en otra
parte: tardándose el Esposo, comenzaron 6 cabecear, y se
durmieron todas? (lae virgenest) Pues mudadas ya las
circunstancias en que se hallaban los santos padres, en esta
sensualidad, en esta delioa.deza y pompa mundana, en esta
diitraccion, en esta mfiolencia, descuido y aun tédio formal
- .
lo. Tempui mcendi, et tempus moriendi ... Tempua occidendi, s t
...
tempus sanandi. Tempns dertruendi, et tempns edificandi Tem-
-
puri tscendi, et tempus loquendi. Eccl. iii, 1, 2, 3, f .
-
Instabunt tempora periculoas. 2 ad Zim. ii, 5.
7 Qnoniam a b d b i t iniquitaa, drigeacet charitss multoniin. -
M&. xxiv, 12.
-
Moram uitem faciente Spomo, dormitrvemt omnea et dormis-
rant. Id. n r , 6.
m LA VENIDA DBL M101AS
\
..
Chm fuerit finita vindwiia. levabnat voeem sniai, atqae IrP-
dabunt : cbm glorificotm fuerit Dominw, hinnient de mari. -Id
xxiv, 13, 14.
t h p u m caelonun prmdicetio Evangeli eot et notitia d p t u -
r w m , quas dueir rd vitan.-&. Hruon lib. ü, am.in eq. xiii.
Mar.
887. Aors : todoci ~ O Eque son llamados 4 este reino, mon
d mismo tiempo obiigadoa fi poner de sa parte ciertas con=
dinones iadispeneables, comprendidas Codea en estas dos
$abran : fe y jastioia, 6 segun se esplica S. Pablo fe q w
obra pw caridad*. Los que obsmaren fielmente estas
doe lepe con toda su estension pueden mirarse ya como
bijoo del mino, y esperar para su ti~mposer herederas ver-
daderamente & Dios, y coheradtros & Cristot. Mas
oo podrán decir que ya están en posesion de esta herencia;
mteu deberin Iempm vivir en solicitad, en vigilancia, en
temm y temblor, teniendo presente aquella sentencia del
Señor: el que perseverare h t a el #m, cste ser&salvo$.
Por eso el mismo Sefior, pregunt&ndole los ' F a M m :
i C u d o vendrá el reino & Dios 5 ? les di6 aquella divina
mpaeeta : e1 reino dd Dim es16 dsntro & vomtror (l. ...
Como m dijera: pensad en haceros dignos' del reino de
Db, oon lo que está dentro de v w t m s p de vuestra
parte; DO en inquirir curibsamente mando vendrá. Eata
jnstiaia 6 dispoaicion pare el reino de Dios, este oonvite ai
&o, esta predicacion de la fe y justicia necesaria para
ecmaegoirlo, no es ciertameute'el reino mismo, y si se llama
reino, es solamente en sentido latisirno ; así como se llama
tsaiplo 6 palaoio un e d i i i o que se está haciendo. La no-
tic@ de este reino ya la tenémoa por la predicacion de los
Apóstoles : lo que se nos pide de nuestra parte no lo igno-
ramoe : por consiguiente creemos este reino, lo esperamos '
y. d k o s : si lo creemos, esperamos y deseamos, luego
todavia no lo tenemos : l n ~ g opodémos y debemos pedirlo
con aquellas divinas palabras venga e1 tu reino: luego
podé~mosy debemos esperar que 4 su tiempo se nos con-
* FEder, q m per charitatem operatnr.-Ad Gol. v, 6.
.t Haredea quidem Dei, coheredea autem Chriab- Ad h.
a,17.
1 Qui autem pemveraverit mque in finem, hic aalvus erit.-
Mat. xxiv, 13.
() interrogatus autem B Pharisaiii : Qiurndo venit regnum Dei ?
- Lac. mii, m.
-
11 Re(lnum Dei iiitm roa eit. h. xvii, 21.
d e & l o q w pedisor. Dicmiqw esto d r á ea el
oielo deepuee de la generd r m m e a h , y ñu del m u d a :
mas si ler l h d u r e a dicea alara y cspmmments, maw
tantas reoea hemos obwroado, qae d en ata nnm-
tra tierra, i á quien deberémos creer? El g l p k edm
ooiail diciendo : sucederá en la tierra, a t o es, sn 1ú tienr '
rb lar qw &en ; esto m, en el cielo, ;son paiabras que
deben hacer poca i m p k 4 quien les consid.rn de csrai,
yisscoPErontaoonIssEociitliios1
388. En suma, el reino & Dios, 6 el raino de b a aidw,
no ha venido hmia mp, y por eio pedimos nora que r*
p. Lo que bmicamente be v e d o ea la noticia, h iak
oim, la fe, el convite, el evangelio del re&, son las can-
dicionee arn'ba dichas. Tudo esto nos trajo el M& eii
ao primera venida: lo demas lo esperamos pma la
p o d a : la pisdra que h b i a h i c b lir eatcrkra, re biza un
gran& monte, 6 h d i 6 toda la tierra*. S1 tu¿e lo q ~ e
nos dicen lar Eecritarsr del reino de Dios, debe ver-
ailá en el cielo, parece que debimumm pedir, ir mmoboe
6 ser llevados al cielo, al reino de Dior ; no que el &o
de Dios viniese A nuestra tierra, A nosotros. En este mi+
mo caso el maeetro bueno nos hubiera enseMdo otras p.-
labras con qne pedir. Y asi concluyo con el doc&
padre Maldonado, que el oerdadsto sentido tu d que iic
s i n h Teojhto y Ruperto, cuando a$rman: qwi M I h -
ina reino de Dior aquel en que haciendo de .au enemigos
e6cabel de m8 pies reinarh en todas partes, y wrá, en
erprerion ds S. P d l o , el todo en todas lar aoaaa.t.: puao
aunque achialnrsnte en toda8 partes bina ;no d a k m
. . qw reina, porque no lo hace en pez, oino en guerra, 6 la
frente ds enemigor y de rebe& que le rcsioten. Poro,
mbyugaclos nu contrark, libres ya ars amigar y conde-
nad~ aus enemigos, su imperio será completo. Que eafe
sea el verdadero sentido, se colije claranoente, - asi del
h p i s antem, qni permserat atatuem, factus eat mona mrgnaii.
c t implevit universam t e m . - D a n . ii, 35.
.1. Ut sit Deui omnia in mnibua.-1 sd Cw. xv, 28.
aN G L O R I A Y MIGESTAD. 235
testo ya citado &lApostol, coma de que aquí p e d i m
que venga á nasotros, m nuestro reino, sino e l de Dios.
a t o no dignijca, pues, que Dios reine e n nuestros cora-
zones, 6 que nouotros reinemos con los bienaventurador
(que cs nuestra p~incipa2 peticion) ; sino que Dios reine
absolutamente y libre d e contrarios: p o r eso decimos,
venga el tu reino* : como hijor que al rey nuestro p a d r e
b deseaaw e l reino p a e í j c o y la victoria de s u s enemigos,
no para nuestro reino, sino para e l suyo. Deseanos,
p t w , que venga, como dedeun que venga Jesucristo lo8
pb ununt. lbto es lo que yo d i o , ni mas ni meiioe.
porqwlaoUionsrwmpamd~+: d~~pmeadeteQe+.
to, pteguntando el miamo Profeta: J cwido r i cui*plit&
mtrr marauillrr t ? le respondió ai punto levantando hr
manos al cielo, y jurando por el que riempre viva di&m
do, que en tiempo, y tiempos, y mitad de tiempo$ Y
ooncluye inmediatamente su respuesta, 6 la esplica y .*la-
m didondo: que todaa aquellas cosps de que acaba de ha-
blar, tendsán su perfecto cumplimiento auando 8 0 oomplete
6 concluya enteramente ladiapersioo del pueblo santo hecha
por la mano de Dios 5. Estas palabras combidaa con
aquellaa otras del capitulo x : he uenido 6 rplortrartr &a
COMS que han de acontecer h tu puablo en lor Úliinor diar,
porque la uwion es aun para dias, parecen la verdadera
Uave de todos los misterios del capítuio U y xii de este
Profeta, los cuales mbterios se veriñcaráu y entenderán
perfectamente, cuando se acaben loa trabajos de los hija
de Israél, y cuando tenga fin en destierro, sn dispemion
y oautiverio. De un modo semejante podhoa dincurrir
en lo que toca B lar amenazas terribles que se lean ea las
santas Escrituras contra Babilonia, como ver6mos tuea
adelanta.
~~
qw estaban qaioieptos año6 habia desde NabnaodoooiiR,
les dealar6 por el contrario en tkririinos formalea, que
d.biii pagar al G6sw lo q i e e n del ChP. -o tí D&
lo qne era d e Dios, y él mismo pagó sai tiboto *. Poco
-la, a t a i l a oema de Jemsaibn, donde iba M-,
tae dsaiaró sieo <ronsur dircbpulae y amigos que la eeguian,
8 que iban en la p e w i o n de que luego se l ~ ~ ~ y ~ t d w d
el reino da Dios +: re declaró, digo, con aquella parúbok
admirable y elarIeims que se lee en el oapítalo s k .del
Evanjelb de 8. L-s : Un hombre noble fui tí rrna
hierra distante para.&bir al16 un reino, y ad- I
ueroe 3. Con lo mal lea di6 bien claro B conocer, qae lo
que ellos pensaban y esperaban, aunque eepraso en las
Eecrituraa, e a t A to&via muy lejoe. Qne primara se
&&an onniplir atrae m o h e s Escrituras, ignalmente alami
y esprew, que hablaban de au p i o n , de se moerte y de .
todas sus coaescuenciao : Mas primero sr aimcstsr, que 61
p d z a a mucha, y que osa reproboldo de &a 9enm.a-
cionQ.
360. Finalmente, muerto el Meeías, gloriñusuio y m-
citado, no por eeto ee acabb, ni mitigb lo d d u m b r e y
cautividad de las hija de Ieraél ; antei esta se a p ó
w , y m hizo mee dura sin camparacion en aastigo de
heber repobado 4 w Mesiaa, como lo anamiaban las Es-
critura, y mmo el mismo Be6or lo habia predicho poma
Mat. xxii.
+ Qubd confestim regnnm Dei manifestaretur. - h c . xix, 11.
f Horno quidam nobilis abiit in regionem longinquam accipere
-
sibi n p u m , et reverti. Id. 12.
5 Prirnhm autem oportet illum multa pati, et npmbd P g e ~ h
tione hec, &C. - Id. 17, 26.
d k &ea ia Porque ertoe son diar de vengan-
ua para que.# cumplur) todas los casas, qw ettán e k -
.
ter,. Y oeeriin - 4,$lfi de srpada : y uer6n llcvados m
oavtivstio 6 t o d a h.naciowr, kc *.
En efecto, pooos
&a d e s p w de la muerte del Maias, fueron otra vez
arrojados de Jerusalbn y de Judea, por loa Romanos: el
teanplo y la oiudad fueron deetroidos desde los cimientor :
p su cautiverio, y so servidumbre, sus angustias, sus tribu-
laciones, no solo siguieron como antes ; sino que crecieron
y se agravaron notablemente, y despues acá no han dejado
de oreoer, ,y 4 tiempas agravarse mas en todas lae naoiaaes.
961. Mag esta wutividad presepte, esta servidumbre en
que ve todo el mundo B los Judiosdespues
. . de la destruccion
ds Jerusalén por loa Romanos, no puede llamarse oon
propiedad una cautividad y servidumbre nueva, aunque se
considerasen solamen@ los que entónces habitaban en la
Judéa, que era una pwte bien peqoefia respecto de la que
ep aquel tiempo ee llmaba dispersion de las doce tribu# :
aun.hablando, digo, de estos solos, parece cierto que los
Bomapos no hicier~notra cosa en la realidad, sino revocar
la licencia que les ha& dado el rey Ciro, Dario, y Arta-
jerjes, para edificar el terhplo de su Dios, y vivir en Jem-
salén , y en Judea A4 como Dios movib el corazoq de
estos príycipes para que concediesen pquella licencia, asl
movió despues el c o w n B Vespasiano y Tito, y mucho
mar 4 Ad jaao para que la revocasen del todo, confirmando
el primer decreto de Naboco, y haciéndolo egecutar sin
miseRoordia
362, Aqaella licenciy de Ciro, anunciada p9r el Espíritu
Swto doscientos años antes .t. habia sido sin duda conve-
niente y F n necesaria ; ya para que se diese 4 Dios vio0 el
culto debido en s u pnto templo ; ya para que no se per-
m e s e . el pueblo de Dios entre la idolatría é i n i q u i d d ~
Quia dies ultionea hi iunt, ut impleantur omnia, quae scnpta
sunt .: Et cadent in ore gladii : et captivi ducentur in omnea gentes,
&C.
,,
- Id. mi, E, 24.
t M.d v .
!m LA VBWIDA DBL Y881AS
¿e Babilonia; ya tambien y principalmente para que
pudiese haber ti w tiempo ea la tierra santa un cuerpo
mnliiderable de la nacion y del sacerdocio, el cual, 6 reci-
bieum al Mesías que &taba ya cerca, 6 le reprobase y
pusiese en una cms, pues uno y otro estremo se debia
dejar en su libertad.
PARRAFO IV.
363. Lo que acabamos de decir sumariamente tocante
B los sucesos principales de los hijos de Israbl, desde el
principio de su destierro, dispersion y cautiverio, hasta 18
presente, nos parece que es la pura verdad. No se hall8
á lo menos otra idea ni en la Historia sagrada, ni tampoco
en la profana Las diez tribus que fueron llevadas tí
Asiria y Media por Salmanasár, rey de Ninive, ea cierti-
&o 4 quien quiera mirarlo, que hasta nora no han vuelto
de au destierro ; y si n6 digase cuando : y no obstante, las
profecias anuncian y asegaran clorlsimamente que han de
volver. h otras dos tribus de Judb y Benjamín, que
fueron del mismo modo llevadas cautivas B Babilonia por
Nabucodonosbr, volvieron es verdad B Jernsalén y Jndéa
(no todos sus individuos, sino una parte bien peqnefia res-
pecto del todo) ;mas aun estos pocos que quedaron, volvie-
ron tan cautivos como habian ido : vivieron en Jerusalén y
Judéa, en la mbma opresion y servidumbre en que queda-
ban en Babilonia y Caldea, los que no volvieroa. En
suma, no volvieron de Babiionia, ni vivieron en Jernsalbn
y Judéa, oomo anuncian las profecias.
364. Esto áltimo es tan claro, que para convencerse
basta una simple leccion de las Eaorituras. Y para acabar
de convencerse plenamente, sin que quede duda ni sospecha
de lo contrario, besCa leer con algun examen lo que sobre
estas c o m nos dicen los dootores. Despues de un sumo
'empefio, diligencia, estudio y meditacion, como hombres
llenos de ciencia, de erudicion y de ingenio, ai fin se ven
en la necwidad inevitable d e confeear, a-l e e p r e s ~\
mente y todos implicitammte, que es una empresa no solo
dificil, sino imposible al ingenio hnmano, el acomodar 6 .
veri6car ias profeciaa en la vuelta de Babiionia, que s a o e
di6 en tiempo de Ciro. Si a t o fuese posible de .algun mo-
do, cos egto solo quedaba ahorrado todo el trabaj'o. No
habia necesidad en este caso de deja. el sentido obvio y li-
teral, y acojerse 4 cada paso B aquellos recursos frios, y
B la verdad mal seguros, de que tantas veces hemos ha-
blado.
365. Porque la confrontaoion de las profecias con la
historia ea un punto de sama importanoia en el asunto que
tratámos; aunque ya quedan notadas muchas de estas
cosas en todo el fenómeno de los Judios, especialmente en
el aspecto ii, párrafo iv, todavia me parece neoesario apun-
tar en breve, y poner B la vista algunas de estas profeoias, \
U.
Q Conhivit Dominail b.eiuiim impiomm, virgam dominuitinm.
Sr, 6.
-
,II In fremitu c o n c u l d i terram : in furore obiitupefrcics genh.
le mida de la.piedra sobm l a pies de la estétaa ; y iá esb
dude todo el oapítaio xix del Apocalipsle. Csn e& idse,
vol& d leer el testo d e Oeeas, y m e pareGe que lo enten-
der& sin difimltad : se congregarha en uno loa hvas L
Judó,jlosh$oade I w d : yrs&gi&nnssolacabeza,
ydit.&rL&tisiwr: prmgradeeeeE&&J8eraMZ.
Becusad la dig~esion,y volvámos B tomar el hilo que deja-
m08 auelto.
375. En Joel ae dioe, hablando c ~ toda n I d 1 en gme-
ral : os +M4- lor 6, que ooaUb\la la>rgesta, al
p @ n , y iQ roya, y la m g a :mi eg4rcito terriblk, qus
y o e n d contra aorokor*. Los cuales años no son otros,
sino aquellos mismos q u e iea anPwis el miamo Profeta en
el capitulo anteaedente, v. 4, por estas palabras : Lo que
dsjó la omga, couó la laugorta, y lo que &j6 la langorta,
comió el pulgm, y lo qw dpib el pul+ comió la roya*to.
Y eetos &se6 tiempo8 de tibdacim y calamidades, signiñ-
cados por esta espresiones tan naturalea y tan viva, ei
oierto que basta aorn no s e lo8 ha vuelto el Sefíor como
aqd se loa promete.
$76. En Am6s se dioe, capitulo ix : lor plantar6 &I
m tierra: y nunca mas los arrancar&de nr tisrra, qw
lee di, dice e l S&r$. En Abdlas ee d i v. 17; la cuua
ds Jd poseerá 6 los que la h b i a n poseido§. En Mi-
q u e u se dim : Segun los dias de t u rrrlula de la tierra &
e p t o , le l h r d ver maravillas. Lo ver& h g e n t e y
...
serún confundidas cm todo su poder : al S& Dipr
Egresm es in sdutem populi tui, in dutem cum CMsto tno ...
Maledisisti sceptria ejua, capiti beiiatonun ejw, venientibw ut turbo
-
nd cüspergendnm me. H&. iii, 12, 13, 14.
Et reddun vobi aunos, quoe comedit locaata, bruchw, et eruca:
-
fortitutio mes magna, qusm mmi in vos. Joel. Ü, 26.
+ Residnum meae comedit locnsta, et residuum locustae cornedit
bruchns,'et residmim brnchi comedit d i g o , &C. -Id. i, 4.
1 Et plantsbo eos mper h-um s u m : et non eveliam eoa dtra
-
de terra sus, quam dedi ele, diiit Dommua. AIROI. ix, 16.
5 Possidebit domua Jacob eoa, qui se possedemt. -Abd. i, 17.
nueltto r e a p t a d a , y te temerbe. 8i SoFolb.r M d b :
Lcrs reliqwisr de IsraCl no h r á n injrutiei<r, ni W
mentira, y no rerh hallada en h boca I eUor h p a m p
&-.t.: y hablando con la madre Si6o, le dice, v. 19: Rb
aquf yo matará h todos aquellos, que te aJ#mon en aquel
tiempo :y salwarb ir la q w cojeaba : y recgsrá rrqlrdlc
que habk rido desechada :y lor pondrá por loor, y por
renombre en toda la tierra & la confruh d. e l l a $ .
Finalmente, en Z a c k , que profetizó despues de le vuelta
de Babilonia, se dice, eapitdo Ev, versioillo 11: mor&
en ella, y no ser& mar anatema: sino que rspo14tb J a n t
ralén rin recelo§. De estas cosas halltueia d d a paco em
los Profetas todos, empezando deade Moisés.
377. Aora, decidme, amigo, oan sinaerided y verdad :
i qué os parece de estas profecías ? S n p n g h o s por m
momenta que no hnhiese otras en toda la Escritura divine,
sino estas pocas que aqd hemos apuhdo. Aun bablando
de estas soias, i será posible verificarlas en aqueiloe poooa
eaclavos que volvieron, con licencia de Ciro, de Babilonia
B la Judea ? Reflexionad, sefior mio, a t e punto capital con
toda vuestra atencion y con todo vuestra juicio. Yo espe-
raré con paciencia vuestra respuesta. Entre tanto debeia
contentaros de que yo saque como legítimas y fomoaas
aquellas c-onsecuenciae, que me quedaron suepenmas cm el
phrrafo u.
Secundbm dies egreasionia tuae de wrs -ti ostendam ei
mirabiiia Videbunt gentes, et confundentur super omni fortitndine
sus:... Dorninnrn Deiim non- formidbunt, et timebunt ta -
Mich. vii, lb, 16, 17.
t Reliquiae Israel non facient iniquihtem, nec l g u e n t m m&
-
uum, et non invenietnr in ore ewum lingua delou. Sllgd. iii, 13.
f Ecce ego interficb omnca, qui aíñixernnt te ia tempom ilia :
et sdvabo elaudicantem : et eam, qnaa ejecta fuerat, con~rcgebo:et
ponam eoe in laudem, et in nomen in omni tema confuionis eornm,
&c.-Id. 19.
5 Et hahitabunt in ea, et anathema non erit amplihi : mi debit
-
Jerusslem aecum &h. xiv, 11.
m PriPstr:,Irego ha cautividad y datierro y diiper-
.i.nde .los hiue de Iaméi, de que hablan las p r o f h , no
pnederer la qrie padecieron solar dos tribus en tiempo de
ñabueodondr. . Seguada : luego lo vuelta de la cautivi-
dad, deetierio y diapersion de loe biw de I d 1 de que ba-
blm las profeclns, no puede ser la vuelta de algunos indi-
viduos de eolna dos tribus, que sucedió en tiempo de Ciro,
y con aa licencia y beneplbito ; macbo mas cuando dichai
p r o 6 1no.nombran 4 Babilonia, sino que a010 diien em
geaecP1. que volverán de t& lclr tisrrar, de Otisrtr y
W m t e , de krs cuatro plagar de ia tierra, &c. Tar-
oeirr.cronmcuencia : luego eata vuelta y todas las cosas, ad
generales como particuiarss ,queoe dicen de eüa, no se hpn ,'
*eriWa haata aora. Cuarta : en fm, luego une de tiles :
6 les profetas erraron, 6 Dios no es veraz, 6 todas se han
de v e r i l h en aigun tiempo, ni mas ni menos como están
&b. Yo suscribo 4 esto tercero, y dejo lo primen, y
la seg~ndod qnien lo quisiere.
PARRAFO V.
819. Lo que has@ aquí hemos dicho de loa caativoa de
B.bilonia podemos decir de Babilonia misma' h a pro-
fech que hay contra ella son tan terribles, tan admim
bles, tan enfáticas, y segun parece, tan egecutiras, que por
eso mismo es claro 6 innegable, que no se ban cumplido
hasta la presente las qiie hay en h o r de los cantiros. Yo
me imagino (y me sujeto en esto de buena fe al extímen
y.j"cio de los sábios) que la %bilonia ~ o n t r aquien ha-
b l a ~d i i t a é inmediemente ZC,/ Profetas, es una Babilo-
nia meul general que p a r t i m b quiero decir: aei'como los
cautivos; en cuyo favor se habla tanto y de tantas mane-
ras, no pueden limitarse d4 'modo alguno tí aquellos solw
que I k 6 4 Babilooia Nabncodonosór, y que volvieron tí
la Judea con licencia de Ciro, como acabamoe de probar ;
uaí la Bibilonia contra quien se habla, tompoao puede li-
mitanie L aquella sola 6 individua Babiloiii., que fa4 en
ebor üazmp lo @tal del primer imperio del mando. PP-
rece que loa h f e t r s de Dios no hioisaon otta aose, que
tocarlonnoylootrodepreo: como un correo, que&-
gaads & una aiadad iatemda, deja ea ell.atgmiea órde-
neu del prímoipe, que le pertenecen hundatemente ; nias
no para, ni re detiene en ella, sino q w al punto pass
delante heeta el fin y término de w miaiion. De este
modo parme que lo hiceron loa ProEsb de &s. No pa-
diendo parar oomo en término iiltimo, ni en aquelloa coa-
tivos de BabsloaiP, ni tampoeo en aqnelia Babilonh, a m o
que .no eran el objeto primario y direato &e su misiom,
aneqne toaaron lo uno y b otro; maa m se d e t u v h m
*&o : pasaton pgr ambes cosae como por objetos inter-
medios, haste. dejar enteramente destroida Babilonia (m
toda la estemi011de ata paiabra) y aw hermanos en pha
na y pefeota libewtad.
580. El a d c t e r propio del profeta Inaitu, es aedarm
casi siempre por las coaaa bltimee, como que eran estas su
principal minieterio, y ea particular vooaoion: Con upi-
ritu grande vió lor últimos t h p o a , y alentó 6 loa qw
Uorabm en S&*, dice la misma Escritura. Así, se re
eete Profeta ocupado casi siempre, desde el prinoipio
hasta el ñn, en las oosae últimas, sin olvidame de e h ,
aun cuando pareoe que d e ó i i distraer10 tantos otro0 aam-
tos de que irata. Con estas coma idtimas oonswla h u s p
demente B Sibn y B sus miserables hijos en lm t r i b n l h
nes que Bl mismo lee anuncia. De manera, que a n m p
boa machos puntos perbeoientea al estado en su tiempo
del pueblo de Dios, ya ~"qrendiendo,ya ame-o, ya
exortando, ya inetrnyendo) b.,y siempre con una vivaga
y elegancia admirable; a%ps hatila no pocas veces d e la
primera venida del Medas, ( su vida, de sus virtud-,
de su doctrina, de sus tormenros, de so pasion y de m
muerte; annqne habla del estado infelicisimo en que qne-
* Spiritu magno vidit ultima, et coneolatus eet lugentea in Sion.
Eccli. xlviii, 27.
-
daría . I d 1 despues de la muerta del Metúas, y en mn-
eecaenaia de haberio reprobado ; aunque habla alara y es-
pmmmente de la vocacion de las gentes en lugar de Israbl,
8GC. ; maa en estos y oiros moehor puntos que toca es
obeervac qw eaei niempre se pasa insensiblemente. y
de un vuelo suave dcia donde b llama su propia vocaaion,
6 el aspírita que lo gobernaba, que ma lo último.
881. Esto que decimos en general de toda la profeoía
de Isaias, m hsoe mas notable, y oasi ee tma con las
manos, cuando habla de Bdibnia al captítulo aia Por
w p l o : le pone pol titolo : Carga & BabilonM, que vió
*
I w k :y todo el eapítdo (eseeptPadoa dos 6 tres r e d -
enlas mando mas) es absolutamente inacomodable B la anti-
gna Babilonia : todo él se endereza visiblemente B lo filti-
m, O Q ~ Opuadenerlo quien tuviere ojos. Lo mismo 8-
de con el oapftalo n v en que sigue lo miama mete& En
todo 61 dice de Babilonia y de su rey c m tan gnrndes,
tan estraordineries y tan riueva~, que es imposible aoomo-
darlos 4 aquella Babilonia, y 4 su rey Baltasar. Los espo-
aitores maa literales, despue~de haberse fatigado no poco
en dicha acomodacion, lo confiesan esf aunque de peso y en
confuso; y mochos son de parecer, que aquf se habla de1
Aotiorkto, bajo del rey de Babilonia (y por eso tal vea
la haoen m m t de Babilonia, y empecer 4 reynar en ella,
aomo dijipips en el fenbmew iii, artímlo ii). Is verdad ea,
qae no se habla aqui de cosas ya pasada, sino de coaas
i~wabomayores y todevia fiitnm. Aunque no hubiera otra
conttaseña que l a últimas pahbran aon que se concluye la
profeoía, este solo bastaba para compmnder todo el mi&-
no: &te m e1 amuqjo (dice el Betíor), qus ocotúé sobre
toslQ la tierra, y &a m la maao atendida d i r e t& ilars
Mcroilest. Del capítulo xl$i del mismo Iealas, en que
vaelve a hablar de Babilonia, decimos lo mismo y mucho
-
tam ut ChristUn01, non erubarcnt : glorificet wbm Deuui in bto
nomina 1'Pat. ir, 16, 16.
TOMO 11. T
274 LA V E N I D A D E L MEEllAY
6 . m apasionados
~ pbr Roma, se ven en la neoeaidod ineri-
iable de oonf'esar y conceder en a t e punto la puraverdad.
Lo que se debe notar principalmente sobre a t o &lugarm
del Apocalipsis, es el reclamo, ó la al& clarísima que
hacen 4 todas iaa profeotas que hay contra Babilonia. To-
das mn limados aquí : todaa se baca comparecer : todas
ion obligadas d mrvir contra la nueva Babiionia. No rolo
se traen laa espresione8 vivas de los Profetas, sino tal ver
sus mismas pelabrae, como luego veremos. Y es bien Ml
notar, que el amado discípulo se sirve puntorrlmente de
aquellas palabras y espresiones vivisimas de loa profetas,
que no tuvieron logar ni pudieron tenerlo en la ontigaa
Babilonia. Para que no se piense que querémos eer crei-
don sobre nneatra palabra, sersi bien poner aquí dganoe
ejemplares.
RElSüMRN O CONCLUPON.
PARRAFO 1.
2. Para poder obeervor erte gran fen6meno oon toda
exactitud y con cooocimieoto de caulie, aeria may condu-
cente saber primero, y tener como 4 la vista laa varias in-
teligencias 6 eaplicaciones, que hada a m se le han dado,
mirándolas todas con la atenoion y formalidad que cada QINN
pide. Beria del mismo modo conducente, si esto faese, po-
sible, entender bien lo que en realidad nos quieren deak,
oombinando unas con otras, y todas con el testo- swa-
do, de modo qoe remoltase de esta combinacioo algun todo
creible. 6 verosirnil, y perceptible.
3. Todo lo que sobre estos misterios se halla en los
doctores, se reduce 6 tres opinionee 6 tres modos de dis-
onmr, 6 á tres sendas diversas, por donde se bao dado el-
gunoe pasos, aunque no muchos. La primera, frecoentísi-
ma en toda clase de escritnrars eclesi4sticaa, especialmente
panegirista, dice 6 supone, que la muger vestida del sol,
&c. de que aquf se habla, es la santísima V i n María
Madre de Cristo. En esta supoeicion que ninguno ha
TERUBRA REPLEXION.
PARRAFO IV.
16. AnN todas amas, debemos ieaer muy prenwte, sin
idtidar lo ánico que hay en esta profeda dlebre de dan, y
perceptibte tí caalqaiera que lea ; ea 4.saber : que ioda dh
d b d e ia primera.h h la tíltima palabra, es una aictáfwq
b uaa padboia, 6 usa semepasa. *Los sucesos qme m
anuncian ea ella .tienen todo el aire.de grandes, weror y
eetraotdmarios, á proporcion.de la d a d y -->de
Isci -semjmc~smn que son anoinciados; mm por
m i m o se nos preseatan coma urna e a i p a s impeoetraMsr.
.I,a panrona,.4 e l sujeto, 6 el ouerpa moral de quien ae hDr
%la, y de quien se dicen tantan cósoe paiticulrres, ea ai-
-te alguna cosa nal, tí la cual le conviene bien, aanqPe ~
l
&lo !pw ~ m e j a w a ,#O por pvopbhd, el nombre de mpi
'muger, y t d b ldll
~ atrae cosas particuleree que dicen de
ella ;*mmtodas'edtasmsas partiaalarse mn tui m e W & k
como ella mima. Asi como la palabra mnger ea una aPsU
h ~ 6 - t t a e - ~ e i sds ,la es el a01 de que ae re rsrtido:
asi lo es la luna que tiend C e a wpies :.asf loxu h -de
do- 4.treUai : así io es.el cielo doada - a p m eata gran
d: a ~loi e s su prefíeo,auu ddowa, su parto, &o,
17. En e ~ t arnpoaieion vinible y manifieota, se coeoib
sk pinto, que para comprender bien 1- mma .portioularer
-
que m dioen de esta muger, es neoesario conocer primero
mn.irieas oleras, qa6 muger es eeta, 6 qu8 os lo que aqui
m oai presenta bajo la aemejama de una muger. Si esto
no m eomoce, B lo menon aom una cer- moral, muabp
mar Q se entiende en esti mnger otEP waa diverea de lo
que en realidad 5gaiñca, rerá moralmente imposible espii-
OPT de un modo clan, y perceptible toda esta profecía.
C.da paao que se diere oomo sobre un supuesto falso eerá
ao~gaientementepaso falso. Al contrario, si una ver ae
omoce dieha mnger, todo lo demas quedará accesible, todo
se podrá ya esplicar de un .modo segnido y naturril, sin
artificio ni violencia, aunque por otrae razones y circune
taneías aocidentales cueste algm kpbeja.
18. Aora, pues, oomo sobre el verdadero mgeificedo de
esta muger ha habido y puede haber en adelante divereas
opiniones 6 dimsoe sistemae, ¿como podrbmos conocer
cual de e k es el verdadero, 6 si hay alguno entre eUoa
que lo e-? A esta pregnnta yo no puedo responder otra
amm sino que $entro de nosotros miarnos tenema todo#,
por don del Criador, cierta balan~anatural, bastante justa
en sí (qw suele llemerse sentido aomnn, 6 lumbre de
m)en la c d podemos peaal, iip gran diíioultd, estas
dioenm opiaiooes 6 Uetemae, y saber por erte medio el
pem y valor inirínseco de cada nm. La nperacion ea
&id y simple ;puee solo consiste en oonfrontnr y comparar
atentamente el sirtem~, cualquiera que sea, can el testo
Wsmo y aon tocls m oonterto :. y tambitm, ei eeto ae puede
ria grave inoómsdo, con oíme Escrituras <que.bngan oaa
esta alguna relocim. Si d e l a , puesto en esta balanza,
y ohanada con atcaioion, u:hdodo fdtq ento m10 mtn
basta para mhrie, w diga como mab, nino. eomo..no
heno. Al contna*: rite8. hrdln:en.4a b 6 h n ~ s L a o L
aspSem&zme al.- ¿e h p a o f e o C a o o a ~ ~ ~ o o n t e i t a x
si todo 10 esplioa sin' omitir ' h a sola palabra : si todo lo
esplica sin .violencia alguna, de un modo seguido,.facil,
olaro y perceptible : si, en suma, todo lo esplica d e un
modo plenamente oonforme 4 otros muchísimos lugares d e
'
la divina Escritura, á la cual alude visiblemente toda esta
profecia, &c. ; en este caso cualquier juez imparcial deber&
dar, segun lo alegado y probado, una sentencia favorable ;
pues esta es la mayor prueba, que puadedar de su bondad
un sistema, en cualquier asunto que sea.
19. Yo no me atreveré t i asegurar, como una .verdad,
que la muger que voy á proponer, es preci~&ante la
misma de que habla la profecia. Lo que si me atrevo 8
asegurar, es, que en este sistema, la profecia se entiende
al punto toda entera : toda entera se puede esplicar.segui-
damente sin embarazo alguno : todas sus metáforas, todas
sus espresionea, y aun todas sus palabras, sin omitir una
sola, le competen 4 dicha muger, segun las Escrituras :ni
se concibe otra cosn diversa á quien puedan competer con
igual propiedad. Si esto es así 6 no, solo psdrá saberse,
despues que el sistema mismo y toda la esplicacion de la
profecia, que voy á proponer, hayan.entrado en la fiel
balanza, y se hayan pesado y obsemado con la mayor y
mas esonipulosa exactitud. A
SISTBMA.
20. .Lamuger, de que habla San Jnm en todo el capí-
tulo 'xiidel Apocalipsis, es aquella misma de quien se habla
para su tiempo en. otros muchísimos lugares de la divina
Eecritura, que deben ir saliendo en todo este discurso.
E s aquella misma á quien se dice por ejemplo : el S&
te llamó como á muger desamparada, y augustiada de es-
piritu, y como á muger, que es repudiada $esde la juven-
tud, dijo tu Dios. P o r un mommto, por un poco te des-
ampark, mas yo te .recojeré con grandes pisdades. . En el
mownto de mi indignacion escondí por un poco de ti m i
cara, mas con .eterna misericordia rnc he comptadscido da
de tl :dijo el SaíÍorl tu Rsdsntor. lFsto ssr para .rníwmo
BN GLORIA Y MAGBSTAD. 303
en lor dias de Noé;6 gwieti juré, que 'yo no traeria.nuis.
&uagua & Noé sobre la tierra: así juré, que no me
enojar4 contigo, ni te reprenderé. Porque los montes
srrán connunridos, y los collados se estremecerán : mas mi
misericordia no se .apartará ds t f , y la alianza de mi
paz no se moverá: dvo el Señor compasivo de ti.
Pobrecilla combatida de la tempestad, sin ningun'con-
suelo. Mira que yo pondrd por &den tus piedras, y te
cimentaré sobre zajros ...
Y serás cimentada en;justicM*.
Es aquella misma á quien se dice : Levántate, escltardcsts
Jerusalén : porque ha venido tu 'lumbre, y la gloria &l
Señor ha nacido sobre tí. Porque he aquí que las tinie-
blas cubrirán la tierra, y la oscuridad los pueblos .i has
sobre tí nacerá el Seiíor, y su gloria se verá en t í ..;
Porque fuiste desamparada, y aborrecida, 'y no'habicr
quien por tí pasase, te pondré por 'lozania de los siglos t.
Es aquella misma tí quien se dice : Porque te cerraré la
cicatriz, y te sanar¿ & tus heridas, dice el Señor. Por-.
que te llamaron, ó Sián, la echada á f w r a : Esta la quc
.
no tenia quien la bwcare $ Ee aquella misma'á quien se
Ut mulierem derelictam et maerentem apiritu vocavit te Domi-
nus, et uxorem ab adolencentia abjectam, dicit Deua tunn.'Ad punc-
tum in modico dereliqui te, et in miserationibua magnia congGgabo
te. In momento indignationis abscondi faciem meam parumper h te,
et in midericordia sempiterna misemis aum tui : dixit redemptor
tuus Dominus. Sicut in diebna No¿! istud mihi ent, cui juravi ne
inducerem ques N& uitrh iluprs terram : sic juravi u t non irasear
tibi, et non &repern te. MonW enim coinmovebuntur, et coliei
contremiacent : misericordia autem mea non recedet A te, et faedus
pacis me= non movebitur : dixit miserator tuua Dominus. Pauper-
cula tempestate convuisa, absque uiia consolatione. Ecce ego
...
sternam per ordiiem iapides tuos, et fundaho te in saphiris Et in
j ~ t i c hfundaberiii.- Zmi. liv, 6, wque ud 11, st 14.
f Surge, Uuminare Jerusirlem : qnia venit lumen tuum, et gloria
Domini super te orta eet. Quia ecce tanebna operient terram, et
d i g o populos : super te autem orietur Dominus, et gloria ejus in te
...
videbitur Pro eo qubd fuisti derelicta, et odio-habita, et.non erat
304 L A V E N I D A DEL HESIAS
h.: hmndute,*JemQldl, di ia /iil)ica dd luto¡ y de ta
d t r a t a a h t o ; y vístete.9 hermosura, y la honra
a q n k gloria sempiterna,. que te viene de. Dios. Te
rodslvi Diss con.un mantaforrado.de jwticia* y pondrá
robre.tu cabar<r un b m t i i l o de honrar eterna. P o r q w
Dlor .vnmt+arri su reqlandor en ti, h todos los que están
-e *.
cbl cielo Es, en suma, la antigua esposa d e
Dias, 6 la cana de Jaaob, arrojada de si, en cuanto esposa,
por. su iniquidad y enorme ingratitud, para el tiempo e n
que B. ihuneda 6 su dignidad, y restituida en todos sus
honores, segun queda dicho y probado en el fen6meno v,
ut. 9. En esta mnger y en este tiempo se'verificsu8n
plsnbimamente toder i a ~cosas que anuncia esta profecia,
y tan- otms que atan anunoiadas bajo tantas y tan
mapi6cm1 pintariu. Este es el sistema
21. Para,veraorn si está de acuerdo con la profecía,
paem necemh w p i r el órden de toda ella, esplicando
uno pm uno -todos los 18 . r d c d i o s que la componen : y
pacr m g a r ~ h v d a d , yclaridad, paréceme bien dividir to-
da k m* en .algnnas artículos, comprendiendo en
cada m, ya don, ya tren rerslcnlos, y tal vez uno solo,
negmnLanwmidd
ARTICULO 1.
SE ESPLICA EN ESTE SISTEMA TODO EL CAP. XII DEL APO-
CALIPSIS, VER. 1 Y Z.
toda la tierra, dice e1 S&r : dor partes & ella sertín &-
persas, y perecerbn: y la tercera parte qrredarfi en dila.
Ypasark por fuego la tei-cera parte, y los putiflcard
como se quema la plata, y los actisolard, como ea acriro-
lado el oro. El invocarti mi nombre, y yo le oirk. Dird:
pueblo mio eres ; y dl dirá : Señor Dios mio *. Dije que
los no sellados con el sello de Dios vivo serbn !as dw
terceras partes, y afiadí, cuando menos, porque me pa-
rece muy natural y muy conforme B otros lugares de la
Escritura, que en lo prueba del fuego de la tribulacion, par
donde ha de pasar esta terc0i.a parte, qnede mucha escoria,
6 estaño, que no pertenece al oro fino. Así se lo anuncia
Dios por Iseim: volveré mi mano sobre tí, y d o l a r é tu
escoria hasta lo puro, y yuitard de tí todo t u eatafiot.
Y en otra parte se dice claramente, que despnes que pase
por la prueba, saldd dieeniado (6 dejando en el hego de
dier, uno, 6 como piensan otros, sacando solamente uno de
diez) : se multiplicar& la que habia sido dasamparada en
medio de k tierra. Y todavia en ella la decima pmte,
y se convertir&,y servir¶ muutra c m terebinto, y
como encina, que estienda sus ramos : tinage santo será,
lo que quedáre en elta$. Lo mismo se dice en el capitulo
lxv, ver. 8.
88. Parece, pues, sumamente rerosirnil. que las dos ter-
ceras partes de la casa de Jacob persigan con todas sus
faerzaa 4 la otra parte que ha creido ; así como lo bici*
ARTICULO 111.
@ Eslcierthimo
., qae ente. 'betamento nnevo y eterao
de Dios, tan a n u d o .ea h antiguas Eeontarar, aetá ya
hecho mnohos tiempos ha; está Gmiado k e v o c a b l e ~ t s ;
está sellado y asegurado por dor c a a r i n f a h , ea:Inr
mahw es im@b que Dios fdtag: eato eq, ooói la
palabra de Dios, y cón ia sangra del Cor#ewi, uan ia san-
...
Qui secundhm proposihim vocati aunt snncti ut at ipea pri-
mogenitw in multb fmtribua4-Ad i&m..viii, 9, B.'
-
.t Ex ipo, et per ipaum, et in ipao. Ad Roa. xi, 36..
1Nam quor yremivit,. et pdentinavit eonfarma feri h a g k b
N i i d.. Si.sutem íiiii, et heredes : heredea qilidem Dei, c o b r e .
des autem Chnati... Qui ethm proprio F i o euo non pepercit, sed
pro nobb omnibus tmlidit illum : 4 queanodo non etiam cvrn illo
omnia nobii donevit ? -Ad h. viii, 29, l7,32. ..
6 Per ditsii m i m m o b i i quibus imposeibile at melltifi..mum.
-Ad H&. vi, 18.
EN GLORIA Y MAOBSTAD. 889
gre del Hombre Dioe, la sangre del nueuo (y eterno) Tes-
tanunto*, asl como el antiguo Testamento que era sola-
mente p o r aZgun tiempo, y como ayo que nos condujo á
Crbto, se selló y aseguró con la sangte de animales:
Porque dPoMds habiendo leido á todo el.pueblo todo el
d a m i e n t o de la ley: tomando sangre de becerros, y
de m m h da ~ cabrío con agua, y con lana b&rtneja, y con
hisopo; roció al misma libro, y tambien á todo el pueblo, .
diciendo: Esta es la nangre del Testamento que Dios or
ha mandadot. Mas aunque este Testamento de Dios,
nuevo y eterno, está ciertamente hecho : aunque está fir-
mado y asegurado irrevocablemente; parece del mismo
modo oierto 6 indubitable, que todavia no se ha abierto,
sino que est4 cerrado y sellado, hasta que llegue el tiempa
de abrirse. Lo que aora Hamamos Testamento nuevo,
esto es, las iiuevas Escritnras, can6nicas, auténticas, divi-
nas, que se han hecho despues del Mesias, no son, pro-
piamente hablando, el Testamento inismo, eon solamente
la noticia, el anuncio, el convite general que se hace (i to-
dos los pueblos tribus y lenguas, para que concurran todos
los que qnisieren 4 la gran cena, y procuren entrar en
parte del Testamento nuevo y eterno de Dios; verificando
cada uno en si mismo aquellas dos candicionea que se
piden á todos, y,4 cada ano en particnlsr ; esto es, fe y
justicia. . Esta,nuevas Escrituras se llaman con mayor
propiedad : E1 &angelio del reino, que es el nombre que
di6 el Mesias 4 la mikm .y predicaeion de los apóstolee:
Evangelio, 6 annncie, 6 buenas nueva del reino, el oual
reino es todo lo que contiene d Testamento mismo: N o
hay, pues, rmon alguna para codundir la Wticia de estár
ya hecho el Teetamento de Dios, nuevo y eterno, con el
-
Z
ARTICULO IV.
ARTICULO V.
CAPITULO XII, VBRSICULOS 7, 8 y 8.
Y hubo 'una grande batalla y sus
en el cielo : Miguel
angeles lidiaban con el dragon, y lidiaba el dragon y sns
angeles : If no preuaiecieron estos, y nunca mas fud ha-
Uado su lugar en el cielo. Y fué lanzado fuera aquel
grande dragon, aquella antigua serpiente, que u llama
diablo y Satanás, que engaña h todo el mundo: y fu6
arrojado en tierra, y sus angeles fueron lanzador con
21*.
79. Esta baíalla célebre entre S. Miguel y sus Qnge-
les, y el dragon y los suyos, parece clarísimo por todo el
testo sagrado, y por todo su contesto, que debe suceder
despues del parto r;o menoa célebre do la mnger veatida
del sol, y despues que el hijo másculo, que Aabia de regir
todas las gentes con vara de hierro, haya volado B Dios,
TOMO 11.
-
Altisaimi, &c. Dan. vii, 26, 27.
2A
predmpre: dwp.erqueel Hijodel H ~ ~ . b m , b s l C s r -
dero iupreopo m praaentn en d i d o jmkio, y reaibe d libro
¿emanodeDiosmbmo,&O., m t e y m p d p a ( m d A p -
d p b , qiia de este mimo Consejo y juicio rapreaw em-
pienn iuego á salir, y proeignen diendo, hd. ia d
dd Sefior, nueras, iepetidas y ceQ coatiams brdeila con-
tia la t i e m : contia la bestia en especial : coatra los a-
d o r e ~de la bestia : conira los que iraen ya en h frene ó
en les manos su cadoter, 6 sa nombre, 6 el número de sa
nombm : todo lo cual, como quede notado en otra parte,
no es otra aosa que el Mniego 6 h fermsl npbebpsfa, De
aste Ooneejo ó juicio se ven salir primeramente, d o m e
m win abriendo, los siete sellos del libro. aqueilos ride
miatenos. cuya inteligencia, aunque la i p n , por la awyw
parte; mas DO ignoro que son verdadems males. y r d s
deras plagas, para wtos que moraban sobre la t i e r a * .
De erte Consejo 6 juicio se ven salir aquellos ouatm
ángelea, que estaban sobre los cuatro cSnguloe ds la
tierra... 6 quienes era dado poder ddar 6 la t h ,
y h la mar-t..
80. De este Consejo 6 jaioio, despues de abiei(a el 61-
timo sello del libro, y habiendo precedido m silencio co-
mo de medii hora, se ven salir luego inmediatemente mete
hge1es, 4 quienes les fueron dadas siete trumpetar S, 6
auyo sonido y B c n p vocea aucceaivas van su-ado y
efectu4ndose en la tierra aqnellan siete plagas horri- de
que se habla ea los capítulos xiii y ix y perte del x. De
=te Conaejo 6 juicio se re d i r un angel con M maeasri-
río e a la mano lleno de bmaa de fuego, las o u a h a m j a
sobre la tierra: y f u m k c h truenos, y m s , y te-
abmpagos y terremoto granda§. Poco despnes se v m m-
...
* Hii qui hsbitant super ter=.- i'¡¡ &. xi, 10.
9 Stentes super quatuor anguios te- ... quibus datum et n o a n
-
tem, et m8I.i. Id. vil, 1.2.
-
f Quikr dirtaa iunt septam tuba. Id. M,2.
9 Bt hchaint tonimia, et roeen, et Aiipa, et teme i ~ l t r emrg-
-
nm. za. ni,;
6.
bik~a,~aealümiantooiM,sñ r~~aor~ldcz(IRtrclr~io+
pt.ada+bdc&Bd&&hindigdndssuf+a$:
la que m re ya en aqud tiempo, mutada mbre la bestia,
y no ob.tante llena de presanoion y eaguridPd ~aabiPia
dioiendo dentro de su oorawn : Yo srtoy sentade reina :
y no rey, vi& : y no ver& llanto 5. De todo lo eeJ
re babh difusamede en lon dos capítulos xvii y xPüi y
parte d d xix. En suma, de este Consejo 6 juicio rupmm
se reo m a l i r tanta^, taa uuevas, iat~inaudiúu 6rdeees ldwr
tra la tierra, que cualqniarp hw paede observar ficilmenk,
ei lee eon cuidado el divino libro del Apocalipia, d e d o d
mpítuio iv en qme se abre el Come& y empieea k aUiea
hasta el xisr on que se ve bajar del ciedo .ep ma pro+ p-
soma el b y de los reges.
90. Supuesha y advertidas biem cates dos oerdPdae, em-
te a,e1 act$emqw tienen bdavia 4 Dios bs dogsJes nm~
l a , y el C o w j o 6 j&io estrsordiepiio que ee Iia de .hY
en los tiempos de que hablámos, oon esto d o qmda
y lima la goteligencia de misterio partiaadir. L
bet$la de & Migael y sae bgeles, con el d q p y iei
suyos, debe de ser ano aoneeooencio muy isrbmPl del
taPo nuevo O que ha pasado Ir, mnger dequea $daim gpig
91. Ya hemos viste Beede d e l a n l e ü l a i a o e
* Plsgss septem noviedmas : Qnoniam in íliis conaummata eetira
O&.--Apc. xv, 1.
$ 1% et &ndite se* phidss irae Dd ín terrsai.-A'.
%vi, l.
1 Venit in memoriarn ente D e m , dare iiii cdiaem v h i in-
tionin irae ejus. -Apoc. xvi, 19.
5 Sedeo regina: et vidua non eum: et luctum non vidello.-
&oc. d i , 7.
2 ~ 2
lm.temera 6 inqmetades dsl dragop, al ver. unir tpi spl
nor&d,en quolia m i a u muger, 4 q u k hti eitbaaai
habia aUrado.aon el mayor desprecio. a t
p e sospecha 7
temoiss.crscen y se aumentan hert. 1eg.i al-8 p
do, J vetia malmente pre- y ya para +. Eamm
visto 188 diligandan que haae, y l a apedientes qw & E
UII
(beciendo entnu 4 todo el mriaido ea srrs p r o ~ wk-,
y tocando al arma por todan paitei oaatra esta m-)
para impedir. d d e sus principios laa resaltan temí de
su prefiez y de su parto. Hemos visto sua dereos y e,
hemos iníititee para devorar el parto miamo, ~sque m
le ea ponible el impedirlo : ei, decir, para que la mriger des-
pues del parto se arrepienta de lo hecho, para qoe alegae
y renuncie, desconotca y olvide enteramente el finito 6
mo de su vientre, que acaba de dar B luz entre tantas
angustias. Hemos visto que le muger, no obstante h a-
tifioioe y las violencias del dragon, parió un hijo venm,
q t t ~&&a de regir t& las gantss coi, vara & h:
que este hijo suyo vol6 al panto B Dios, y se -16
delante de Dios y de su trono: que alli recibib de su mano
un libro c e d o y senado: que lo abrió alli mismo con ad-
miraoion y jábilo plenisimo de todo el universo, 8tc. He
moe visto, err fin, que la muger deepaeii del parto, qaa
dando viotoriora de tantos enemigos, se retira del mundo,
y se encamina 4 la soledad.
92. Paes ea este conflicto tan importuno y terrible,
i qué d o ? En la tierra ninguno apareoe. Todoe ae
han tomadado, y todos se han frastmdo. N o hay, pess,
otra eepertma, que aoadir al aielo, i Al aielo? i El dra-
gan acudir al &lo oontra una rnuger m a n i ñ s l ~ t e ' p r o -
tegida del delo ? i Contra una muger que ha oreido. y qae
ha confesado públicamente su fe? Si: dice el b p n , J
&lo. No noe queda ya otra áncora que arrojw al msr,
para evitar el cierto naiifiagio. Al cielo, al tnbmal 1
jwto Juez. Hasta aora se han oido y despachado 8 naes- 1
tro favor todan lae acusacionesque hemos hecho wntn mtn
muga (lo cual no ignora Dios), que ha sido en todos tiemp-
E1 GtORIA Y YABBBTAD. 8M
pos.lemm~,Ism ingrata, Ea.marvilyparnnrede
talan ien mugeres. Pnede ser q ~ seamos e oidoi y a t d
des tamb'mn e l t i vec. No .perdámos tiempo : v m m al
d o : prewntgmos contra ella nuevas aonraoioma: y si e+
tse no ae admiten, preiientBmos jmtae, sin olvidar una sok,
kBes las antigoru, que son gravbimaa y casi in6nitas.
Comolado un momento con estos peneamienm, y liaon-
j e d o con es- eciperposae, m encamina al puato para el
&lo, +do de todos sas ángel-, p abandonado por en-
tbncea todo otm interes- Como el que lleva no.sufre dila-
oiones, ninguna oba cosa es capa5 de dete~erlo,ni aun de
divertirlo. No obstante que heUo mudado en el cielo todo
el teatro ; no obstante que halla otro nuevo tribnnal p juioio,
wyas psertas h i l a cerradai; no por eso se turba, ni
pierde -el Snimo ni laa eeperaneae se presenta atua
puertas pidiendo audiencia, y pretendiendo con aquel or-
gullo y audácia que ea su propio carácter, que m le.dB en-
t d a , como siempre, para proponer y hacer valer sus aou-
eaohes; y tambien, si acaso esto le es posible, para io-
v d i p r lo que allí m trata. No peuseis, mfior, que este
ea alguno de aqueilw vanos fantasmas que ñnje la imagina-
oion, y que .se,de&necen mas presto de lo que se forma-
n>a De mas de ser una cona n a t u d k a , en que por
otra parte no se halla repugnancia algune, todo esto lo
ver& claro en el artículo siguiente, y bien eqreum.
m Estando pues, el dragon y w s aogelee, como tumul-
tuando, digámoslo así, 6 como batiendo atrevidamente laa
paertes de aquel noevo jaicio, se levanta por orden de
DÍos el príncipe grande S. Miguel, seguido de innume--
&lea ángeles, y aaie fnern 4 reprimir aquella audácia :
Y m. q u e 1 tiempo, se le dice 4 Deniel, capitulo xü, se
btiantcrrá Miguel, príncipe grande, pus ea el &fmor &
ion hijar ds t u pueblo. De este tedo hablaréirnos luego,
El dngon furioso pretende entrar de grado Ó por fuerza :
S. Miguel le reriste condantemonte. El dragon clama 4
@ea vooea ser d o .en juicio, pues trae aousaoiones
368 LA VBNIUA DBL I U I I A 6
A R T I C U L O VI.
--
parea el Cortho, de que m habla en el capitulo xiv, son
buena prueba de que no faltarán en aquellos tiempos Fa-
raoner, 6 Herodes, que s m r i í i d n & aun pasiontm la
gre de los inocentes.
104. Este gran sucwo de la convenion de, Israúl y
de la batalla de S;Miguel, debe ser sin duda de p o d e s
amtmuencias, y produoir alguna grande y estraiía novedad.
Las vooea que se oyen en el cielo, luego deapuea de. 1.
batalla, muestran ciarísimamente que van luego B segairse
oomu muy grandes, y de surno goza para loa habitanta del
cielo ; por lo cual r e g m j m , cblos, los que morais en e&:
aunque por otra parte van tambien d seguirse por breve '
tiempo otras cosas no menos grandes, mas de samo trc
bajo y tribulacion para los-hbitdores de la tierra. Así,
coaokyen con las mismas vooes diciendo : Ay & la tisrru,
y & la mar, porque dsdcendió el. diablo á vosotra con
grande fra, sabiendo, que tiene poco iiempo. I a a coma
'
que deben tuego seguirse en la tierra, por la ira grande
con que baja el dragon despues de vencido, se notan bre-
vísimamente en lo que resta de este capitulo ; y despues
mai en peiticuler y mas por estenso en los dete oapítdos
siguientes.
LA VENIDA DEL M B R I A B
ARTICULO VII. m
~y~dnniaayon#perasacarla&elaoperba
y lerridnmbre, no ya de solo Egipto, sino de In, ourtro
plagas de la tierra, y para paeerla segunda vez : Y rsr&
en taqud d k : 3htcrirbrá el Ssrtor sn mano ragiriiae eez
para poner el rmto de su pueblo* :y p m pae salgrr de
su actnal servidumbre, y pueda huir ooo mas facilidad, le
dará tambiem o t m doe áias como de águila grande con que
pada volar otra vea B la eol& : le dar4 otra dos oon-
dadores muy memejantea P Moiiigs' y h a , y prqmaio-
& el nuevo miniiteR'e.
111. Qué h, 6 qaB oand<wtorea Seii60 ertoo, m l e
podbmoe asegurar de aierto, sino cuando mas por via de
wngruenoia, 6 de sospechas annqae reementísimee. La
+era &la6 el primer andriotor pareoe &damente ei
profeta Eb. Lo que de &le s a escrito en el E c
-
,
ea Yalaquíaa y e i el Evangeiio, es un fuedame& que
-de la pura ven>eimílitud, y casi toca ea la evidaooio.
Este hombre entraordinario eatá todavio vive, sin beber
pwado por la muerte, por donde d& pasar en
tiempo. Está ~sierwadoáaicamenle, segun las Ewrihmao,
pma bien de loa Judioe, ó de los hija de I m d en general :
tida a , o o m se dice en el Eaieriástioo : para aplacar da
h dr2 gsirotr para mmmcilMr d esrarr;oir dd padreeen
d &o, y restitnh lar t r i k dr Jaoob.1.. Lo m i m o en
sustancia se d i en Malaqufea : He aquí yo os enuWI*i cd
profeta Eiáas, antes qae vmga el dia grande y :reme&
dsl SsTOw. Y cowrrtirá el cemzon ds h pudra 6 los
+,y d oeraeon de dos hijw á nrs pcPdrea$. Todo lo
qoe mn6rm6 y aplicó mas el ~ i j ode Dios diciepdo:
ElLBd en uerdad ha de usnit, y rcstableesrá todaa l a
-
ETiar qnidem ventnnis est, et d t u e t omnia. Mat. xrii, 1 1.
.t @timan ab Adun, Enoch.-ltp. Jrds,ver. 14.
f ~mbnlavit~ue cum Deo, et non ipparuit: quh tdit elun Deua.
f Wec etiam acddit mnn h.] --Qm.v. 24.
5 Translatus est in peradisum. E d . xliv. 16.
1 Adceadit L g b per turbinem in caclum.-4 &g. S, 11. .
Hénoeh p M Deo, et imwlatnr a t in p.l.dmum, n t d a g g .
tibus poenitentiam. -fiel¡. xtir, 16.
2e2
.8?2 .I.A V ~ N I D A U. K L M H S I A B
ARTICULO VIII.
-
Sicut verba libn signati. Zaai. xxix, 1 1 .
t In ...
die illa magnui erit plauctus in Jerusalem Et planget
terra: familiae et familiae seorsum... et planget eum plmctn
quasi super unigenitum, et dolebunt auper eum, u t doleri solet in
-
morte primogeniti. Zachr. xii, 1 1 , 12, 10.
f ¿ Quid iunt plagz iatae in medio manuum tuarum i -
Zicchr.
xiii, 6.
1 Hie plegatue sum in domo eorum, qui diligebant me (sive in
domo dilectie mete).- Zd. ib.
EN GLORIA Y MABBBTAD. 396
lar gentes, y ar recqjsrd de todas las tierras, y os condu-
cir¿ 6 vwstra tisrra. Y derramar4 sobre vosotros agua
pura, y os purijcareis de todas vuestrqs inmundicias ...
Y os daré un corazon nuevo, y pondri un espfritu nuevo
en -dio de vosotros :y quitar6 el coraum de piedra ds
vuestra wme, y os dark cwazon de carne. Y pondrd
mi espíritu en medio de vosotros, &c.+ : Alli les dará el
Sefior aquellos pastores buenos y escelentes, que se les
prometen por Oseas, y por Jeremiaa, los cuales les darán
el pasto conveniente de doctrina, d e insímccion y de exor-
tacion, de aliento, de fervor, para que ninguno d e sus in-
dividuos desfallezca y se eche menos en el níimero: Y les
...
dar&sus uiñadores del mismo lugar Y levantar&sobre
ellos pastoree, y los apacentarán :de allf adelante no
tendrán miedo, ni es asmbrarbn; y de su número na
osrb buscado ningunot. E ~ t o spastores parece serán ws
mismas álaa, que la han de conducir ti la soledad: en
donde tenia un lugar apargado de Dios, para que allf
lu alimentasen mi1 doscientw y sesen~adias. AUi se
santificará con aquella peifmta santificacion que se le
tiene anunciada y prometida pars deapnea de la resurreo-
oion metafórica de los huesos tuidos y =os : y pondrl mi
santiJiccreion en medio de ellos por siempret. Allí der-
ramará sobre ella el Padre celestial con inñnita bondad
y pmfúsion espíritu ds gracia y de waciong: y junto
ARTICULO ULTIMO.
VRRSICULOS 18.
17
Y se airó el drayon contra la rnuger: y re fud6 hacer
guerra contra los otros de 8 U linage, que guardan los
mndamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jem-
cristo. Y se paró sobre la arenu de la mar t.
142. Este Gltimo euceso que anuncia aqui S. Juan, pa-
rece la consecuencia tambien última, 6 la resulta ñnal de
la vocacion y aeuncion de las reliquias de Jacob. No ha-
biendo el dragon podido impedir el parto de la muger, ni
tampoco devorarlo : no habiendo deepnes de esto podido
EL TABERNACULO D E DAVID.
DIROURSO PREVIO.
m, 6. . - . . -
Conveneruntque Aportoli, et senioren ridere deverbo hoc. Aor.
.,... a . . . - , , .
t Sugen8Petrnsdiritadeqg,-~~t.x~,7. , . ,,,. . ,,
f Et qui novit eorde Q.w, wtimqpisw perhibuit, dena ivis Spi-
ritam Ssnctum, mcut et nobii. Et nihil d i i e v i t inter nw et iUw,
fide p d c a cords
~ ~ rorum. Nunc ergo, ¿ quid tentetia Deum, impo-
2 e 2
&a LA VENIDA DBL HB81AB
PRIMERO.
194. Isaías hablando del Mesias, dice de 61 entre otras
cosas: se ~ n t a r ásobre el sblio de David, y sobre su rei-
no : para ujanzarlo y consoZidarlo enjuicio y en jwsticia,
desde aora y para siempre :el =lo del Señor dc las egér-
citos liará esto$. Si se compara este testo con el de
Ambs, citado por S. Jucobo, y se pelran en balanza fiel,
parece imposible haliar entre ellos alguna diferencia digna
de consideracion. Isaías dice, que el Mesias, como hijo de
David, B quien están hechas las promesas, se sentará al-
* Lapia autem, qui percusaerat atatuam, ftictue est mone magnnr,
et implevit uairsrsam temm.- D.n. ii, 86.
t Et judidum redebit, ut rukmtur potentia, et eonDsratpr, et d k
perurt ueque in finem. Regnum autem, et poteatas, et magnitud0
regni, quae eet iubtei mne eaalum, de* papula mctoiam Utizrimi.
-fin. v¡i, 86, e?.
1 Super solium David, et super regnnm ejua nedebit : u t ronlr-
-
met iiiud, et corroboret in jtidicio et jiutitia, uno& et q u e in
sempitciaum : ieliu Deriai uarcituum haiet hae. lri.k, 7.
m GLORIA Y MAQRLITLD. 489
ptdiasbbreuu161ioy~bmeirt9ndp a r a ~ r i a a d of
danoborarh en jM& y cm jmtioia. S. Jmbq citando eh
geaeraltar palabras de los Profstas, y en particuiar la
prohcía de Amós, diw : que .el Mesias mismo, que ya e&
Mnces se habk ido al cielo, volver&4 la tierra algun dia,
y reedificará el tabernhculo de Dovid que cay6, leveatán-
dalo del polvo de la t i m a donde estB sepultado, y p
es* serdi despuea. Amós dice, qoe eh aquel dia* (d
eaal &a se determina con aqriellas tres palebraa, dst-
pues de e a 0 uolveré) el Sefior rebucitad, y levantes9
de ta tierra el tabernácuk de David, qw cayó: el mismo
que my6, que ee arruiuá, que m disolvió, $c., y lo edi-
flcará de nuevo, c o m en los antiguo&.
195. Por estas íiltimaa palabras yo no pienso decir (tií
se me podrá atrjbuir un tal deepiropbeita sin una maaiti&-
h injmeticia) que d w h o del M e h d , de que hablo, seid
6 podrh ser, como eh los dias antiguos ;haciendo caer la
palabra lcemo s o h el modo, y no precisamente aobre 16
sustancia. Y e piensa p tengo pot cierto esto segunde.
Si mis Julios han peneado, y piensan hasta aora lo prime-
t'6,d alguna otiar m e bebejante, ciertamente han erradb
p perran lea lo maa srt6hcid de sus Escritdras ; mas este
y ottds Mores Bemejante&,mloifiestamente groseros, se le6
podrian fkicilmeate~~ con sus mimas escrituras, aia
datlee eqnella tespwesta dura y tumible, y nb menos dura
y terriblb qne inril tbndda : mego todo.
SEBUNDO.
M.La preMía de I e h , de qtke empsamos á ha-
blar, la hallhmos espreeamehte citada eh el evangeliat.
i Por quién ? Por el angel B. Gabriel, enviado astraordina-
iir de Dioa 6 la eaiiíhia V l r p , elegida piira Madre Ilei
Hombre Dioa. Entre 1an cosas qiie el auge1 le piomete
de parte de Mbd, dha de Bllai~eii lb que ktlhtietle y dnu~lcia
especialmente la profecia de Tsaías: y le dará el &íior
4.a L A V E N I D A DEL M E B l k @
TERCERO.
206. En el ralao oxxxi ha& Darid (pr* y rey) &
h proseecr qae Dior le tenia hecii, o o n c r i d a c a jna-
mmb,da que el Me& a L,ee eentsria den di.en a
h b r e a o ; y p a r o m y m ~ i m . B a d e ,qoaeiib
p.me- de Dios ee m d a d q e ao faltará, ni qatxkd
firstdri: Juró el & d a d á D a d , y na a0prii ds
erpdi*k:&fi.trio & t w vidlnpadd w b s tr tnm6=.
Bdepromesade ~ c r o n 6 n w d . c u u ~quién ~ &
hable1 i H e b l a d ü % o b w b a y & l ~ ~ t i o r ~ ~ Q J a d i . B
hbla directa 6 iodirstQaisnte & CrYlo Jesns? Los iiis-
&en 6 rufonwi comorrsmente, que ht pronem &
Dino hable 1-1 C iudiatsmante de Salomóo, y de la
reyes que siguieron M JeeodPs b. Sedeoíae, don& cayó
. ei bono de *id, y h e d e cuya época no es ha vaeito 4
ver ea nuestra h; y ,ymh t M e Iiebie del M&
en1 rei4ido .)egórico y espiritual. N o ob- yo me
Pbrrrro.&deoir, qae la p o m a s de Dioli, c o d d con
+ameato, hibh titeralmcate, dPreetm6-i de
d o et Mesías; no de Saloesa. ni, de loa atrios q s s de
Jadá. La razon en que me fiado ee.el eap. ii ds Lae A&
d s loe Apbntder, &de el ver. 95 h a d 3k. M í se lee,
q.eSi'I?Leitro eoelmimcrdk&~Penceoaefes,4 l a h &
k& akrl &u+,u a b n d ~de d ip l e n k a i s l r t e el Bb
pfritu Santo, y hablando phblicamente en medio de hnwa.
lés no de p p i a cienoin (que ee la tenia) sine~cono.dEr-
pfritu Santo lar daba que hablaren$, hieo aquel primer
Juravit Dominue David veritatem, et non f m h b i t u r m.:de
h C h OBtRB.bUi popoaunrpa ~adan. tinm.-p8. aJrnri; 11. l
t hioradieitcrtia.-bonii, 16.
$. PmntSpii&m-&hbaloqiP.illis,.-Id. &4.
s e m o d h h y . a W d b a qm ooaaiiillá ti CFlato m
de t ~ w
mil*.
207. En &e p r i m e r ~ b s p r e b b B l o s J u d i . s c o n
tres l q p e r de los S h o e de Barid tres wmbdea prapiar
y peculiarea del m h u Meaiar ~ Jesuczbta hijo de UaoiQ
u s g w b cama. Fiisem : que nqndmima Jesuo, posL.
n>ro:orp o b w ysa pdobrau... qne elbs mismos hsbieo
reprebode y condenado riocueda p tres d k antes,p.siík
&la en mur &o.t., replioerle imhip resiichb, mg~orlei
Esen-; dele oud, él miilaa y tde&lmlotn#: apljir
tolps y alo os orsr, tes*s oeulaawi.; pew 1, lreew
vista daepws de reuui(ado, ipú una d a , s k mu.hlairu
veces, por cuarda.&: habiai c o d o y bebido coa 6l:
LebUln oido su voa : imbm msibiP)O alu iPL101uachm. y
mandatos aotee de pe*m p o ~ ael c i d a Y era imporPble
s e p m eeto, y segpa. IPB Eso- querd inñeroe le mtn-
siese m i h Oe imw demlro de eL$ Para &e lee c i h d
reiJo nsli~ieXY : y.aQe*lIu.bebien npi! oevne.repoaar6
e n e p u ~ ( # a , Rouq~enaciljclrBéd a h a e n e l iiylferiPo:
~ " t b bqJW . b t)(lQ b 4 0 t V w h $
prueba, qae wúv.p&hae, DO pueden,hablar de la persona
&me& Davidi puü~esta bbia d o quitado nirthoa
dgloa a*s, y au sepalare, era t b h h cowcido de talos,
m qw 4 amgii~ome le hubiese pasado par el penaamienh
qoe I h i d hubiese roeo~itado~aotee ds esperisaeotar la.-
mpcioo : Varona jyrriransr,réum G t o &roa con h r -
, d.
tad dal p a t r i a m a ~ l b i d que y fi& curlhwd:y
su sspudcro ettd~ntrenvuduas Rastu al dicr do hyji. Ia
Circiter tria mi1ia.- Id. ib. 41.
t ...
Potens in opere, et sermone snapendentes in 1igno.-Lec.
xxig 19; etA& v, 30,
1Jwxtr quod impwibile e a t ten4 il)um,ab eo.-&. ii,,24.
5 Ineiiper et caro mea requiescet in s p . Qwniaw nDIp de&
mptionem. -
qaai uimam memn in i n f m . : aac Wi ~ . t n vidare
Fa. M, 9, 10.
&m
11 Vin fratres, liceat au-r94 ros de EatiswhaIkrRa;
w wr-
-
Mico de nqeella verdad : puo lo cae1 les cita e l idmo cx
d#endo, que 00 puede hablar del oirmo David: Parpw
Dooid no rubió 6 lar &lw: y dice oor todo ero: &e d
Saña* 6 mi &ñor :Siéntate h mi disrtt~~.3mta que
~ r enemigou
s por t d n # & turpiu*. Lo te& r
lee prueba, que este m i s s o Jemii, qae h a b i mudada y
subido al cielo, debia vdrer algan diaá esta w b o tierra,
slgmi ia Bianturas, y ocnper entówei el troao de Darid
su Padre. Para & lai cita el ealmo oxxxi, afisdiealo
erprwame~teuna cirmmdmciu notable, que no ee íicito
dlimnlar. Es B sabor: que perri esto último se pmpera el
mismo profeia David, bpbkdo de entemano cm el ~ l w n,
de k remrmxion del M& su hijo : Sisirdopiu Pwfgta,
y tabiendb p etmj u r a m e n t o le Rabia Dioa jurada, que
dafrorto de au Coinas re stiitaria robrG su trmo: Prc-
viéndolo habló & la rssurreccion &l Cristo, que ni jk?
*ado en el sepulcro, ni ni carne vi6 corrupciont.
208. De estos tres lagares de los Salmos que cito
S. Pedro, como el Espíritu S a n t o Icr daba (B aun ap6e
toles) que hablauen$, yo solo necesito estas dos connecneo-
cies, que me parecen legítimas y justas por todos saa as-
pectos. Primera: así como los dos primeros lugares cita-
dos del salmo SI, y del d m o oix, hablan literal, inmediata
y tinicamente de Cristo, el uno de sa reaorteccion, el otro
de m arcension 4 loa cielos ; así el teroero, que dice : dd
PARRAPY) VI.
~~LTIMO
ABBBRVAC~ON.
209. Esta última observacion deberá ser inevitablemente
algo mas difnsa que todas' les que han preceulido en este
fenómeno ; ya por los varios puntoe qae comprende ; ya
por la dificnltad mes que ordinaria en aolararloe y onllloe
entre si ; ya tambien porque sa union y pie- inteligenaia
nos parece de gran importancia.
210. El capítulo xvi de Isaías empieza con esta miste-
riosa oracion : Envia, Señor, sl Cordero dominador & la
De fmctu ventRe tui ponsm super eedem tu-.-P#. cxxxi,
11.
+ Juravit Dominus David reribtem, et non fnietrsbitur : dq
fructu ventrb tui ponsm supar sedm tuam. -Id. id.
'POMO 11, 2c
i
II) LA VENIDA DBL YBBIAS
#&va, la loi p k h d d d s r i r r t o el d e . & dc Ai@a dr ,
**. Edae palsbrda, y h i m l a que sipea hasta el
rersMpb & no hay Bode que son owhirísiisa4, no sohmemte
obosid- en d oiiemas, sino mnm d d e r a d e r , cen todo
r amtesto, que eb el que d e a&ir el.v&ro IieeCido.
y aalsrrr k oons mas m u m . Ni w Oonoce por e k
mi- egn ideas cleree, de <)a6 &te& me W, ri dc q&
Oiempcn, ni B qué pophsite m dieen. La eqdiaacietr qae
BiHa en los id8ipieb. ao&m simplemento qwe ao me
mthñme. Di- todos 10%que be podido toaultar, que
el Piaaata haee iqd wa edpeoie de parénbsia 6 bmdsha
~
digrerian. Qliieren deoir, que como acda de hablar can-
. tra Moáb en k d o el aepttdo anteoedeeta q w time per
lí4mila: Cwga de Hdbt, y t0d.h proeigae en el pre
mta, m L vino B le menabria coa ata d d ,la &h
rinda Rut, Moabita, lo c d dejando w pátria, ae rino 1
la J d m , siguiende 9i srr swgra Ncdemii y deepves de
*n üempo se casó am Bow,y fa4 viaabaela de Darid: '
Y Bom srgendtb de Rart á Ob6d. Y Obád engendró 6
J w e . Y Jw8e engendró 4 David el rey S. 1PCordBnh
el profeta de Rut, Moabita, visabuela de David, se acordó
por consiguiente del M& hijo de David, y por David hjo
tambien de Rnt. Con este recnerdo, lleno de fe, de espe-
ranza y de un ardientisimo deseo, pide A Dios que envie
ouaotu a e k s d C o i d a que debe dominar espirithahaente
Id tierra, y qae la envie I la piedra del a r t o : sdto m,
dicen, da M&b 6 da la hrsbia P-a, donde r k h los
M6abitas, y da^& erCBiba situada k antigaa atndad de
Piecra; ho potq~eel Medas lmbiese de -ir &ente
de la Arábia, 6 de la tierra de Moáb; aiw almdiendo,
dicen, d la patria de Wat, m progenitora, &a, Si QM-
w.-1 8 a . ~ d4.,
f -
Defecit, qni concuk8b.t tamrm. Id. ib.
1 Profectiqueceiitmmetati sunt in campertnbua Moab, ubi trruu
Jordanem Jericho sita est. -Núm. uii, 1.
4 In quo Moyaea ascendit, et Bdit Dei hmreditatem.-2 Mac.
ii, 4.
-
11 Jubente Domino. D d . x e i v , 5.
9 Divino m p o n m ad se fado. -2 Mack U, 4.
Tertresnk, el k b m d c d e y el e h ; pobtizudo d e
...
pade abl f f i r Q+ r d ¿ e d el lagsr. Ibrfo
qprsmmIU1 D i U e d a ~ g r drlpmdd0,y.s s ~ Erra-
&e propicio. Y errtólias aadamí el 8& uhs -,
y aparacub Ia tnagrstad del S&w, y W r á nuiie. amo
ae ma.ifeataba tí 60ULs*. Temra: qiis ouando todo
Israél, prófigo de Egipto, mmducido ya por Jospé, pasó
el Jordb, oomo habia p e d o el nu Rojo, 4luego al
pmúa en ei vaile fertilbimo de Aobbr, ea dode rie empePb
4 dilatar i u oorwn, y 4 abrirse sur eipetariuis een ia mi-
e
l- toma de Jencb. Tode lo Eul nos puede traer
á b i h e d e 4 la i r n o r i a lo qee ya qaedo obeirodo em ei
b h e w an(eoedeute, art. viü, oaando bablemoa de la
huida á la eoledad de aquella muge &rica, a qaíen
dekm dame dos 61or cb gr& 6 g d 4 , para que &
al &siarto b ru htgar, en cdondc sr guardada par a,
tiempo, y do8 tierrpo., y Za r r i t d da un t n p o , de L
~~ Ba la mrpiemtet; 6 a m o a6ade Idas ap el
iagítr de que vamoe hablado : & &z ptvreneisdcl &&mi-
der. muger qw h ~ ale Mirto, 6 su Irgar, así
a m o ha de ir ¿irectatuente al ruile de Aohbn, segu b
promete Dioi p r O& (cap. P), mi debe p a r s ew
ves por lo Gsnr de M d b , y detiensise ea eY.algas paao
& *, W- p d gM d a h p k l m ~gC ~ O
salió de Egipto. Bin ato, j como podA v&ficarse la ~ n > -
bis de Jeremías ? Por e&, pues, se le eoonaeja á Mcnib
de parCe de h, que R. cierre otra ves sus puertes á a&
amger que vKoe huyendo ; sino que la reoiba oon hmnmi-
dad, y la esconda dentro de ait.
In sermone Domini.. . Qubd ipotna erit locus, donec eongreget
Deus congregationem populi, et propitius fiat: Et tunc h i n n s
oetendet hrec, et apparebit majestss Domini, et nubes erit, o k u t et
-
Mqsi m a n ~ b a t n r . 3 Reg. ni, 9 ; et 2 M(~ch. ii, 7,8.
t Alae duae squilae rnapae, ut vdaret in dcserturn in locum sum.
ubi alitur per tempits, et tempoy, et dimidium tempmis, h hcie
-
serpentis. Apoc. xii, 14.
f Habitabnnt apud te profugi mei : Moab, ebo latibdum eorum
-
4 facie vashtoris. I'i. xvi, 4.
EN BLORIA Y MAGBSTAD. 4bie
m. Coa entes tree advertenoiaa m entiende ya sin di-
fculhd el óltimo venicmlo de *tesis de Isalas. Des- .
pues de atas cosas, aonclnye d Profeta, se preparará en
misericordia un sólio, que seda el mismo aólio 6 taberná-
oulo de David, p en BI se sentará. el que debe sentarse,
...
y M eentat6 m w d a d juzgará y &mandar& juicio, y
dará prontamente 6 cada uno lo que es justo*. Dos
cosas de grande importamia t e n h s aqni qoe oonsiderar,
y e e h da a o pequefia utilidad el considerarlas en juicio y
e n juslPeia. Ptimera: este s6iio 6 tabem8cuIo de David
de que q d se Babla, j para qniea se deberá preparar?
z Qué persona os esta, que despuee de preparado este sólio
deberá seatarse en 61 ( q o n estm palabras)? en verdad.. .
jazgarb y demandaré juicio. Segonda: j d m o 6 con
qué aoeas, p&viae, aonvenientee 6 aeceearías, ea deberá
hacer eita ppnocian ?
221. Cuado O lo primero, soponen los intérpretes (y
digo suponen, poqae hablan ea el asunto como de una
cosa que no aeaesita de prueba: por cansiguiente haMm
can una suma velocidad, sin haoeree cargo de las grandes
diheltadee qae p i e 0 8 dicba mpsicim) : suponen, digo,
qae aquí no hey otm misbrío, t h o anunciar el reinado
dd saito rey Eiitquías. que es am> de los tree myee de
Judé que canoniza la Bsciiturat. Para Eeequíae, puea,
y para a s sricesoree, se prepara. ditea, e1 e6üo de Dlwid
de que habia I d a s en este iagar. Este bueo rey se sea-
hr6 sobre Ll en verdad: este buscará 6 egercitará oon sus
silbditos el juicio y la justicia : dará prontamente á c&
rlre b que es justo. Para saber aora d e cierto si esta
suposicion M bien fundada 6 no, se pregaota : i esta pre-
paracioa del sblio de David, de que aqlri se h a h . cuando
ee hizo? Sin dada debió hacerse despues qcre se veiifioó
pienecaente lo qee se enancia eo los tres vereicmlos que
Et preparabitur in misericordia s d u m , et sedebit super Uud
in veritate in tabernaculo David, judicms et quaerens judicium; et'
velociter reddens qnod justum eat. -Zsai. xvi, 6.
4 Reg. xviii, 3 ; Rralip. xxxi ; Eccli. xlix.
460 LA VBNIDA DEL MRSIAB
E t crit [rex bte] ... aicut rivi aquarum in siti, et umbra petm
prominentin in tema deeerta. Non csligabunt oculi videntiurn, et
aures audientium diiiinter auscultabunt. Et cor atuitonim inteiii-
g& u, et liPgua balborum veloeiter loquetur, et plaiab. Non
-
vocribihir ultrh is, qui imipiena est, @cepa : neque huduknhu
oppeiiabitur major, &c. h i . xrxü, 2,3, 4.5.
464 LA V E N I D A D E L YBSIAB
PRIMERA 0 0 N G L U l l O N .
l
!227. En este tiempo de que habiámae, en que los pr6-
fugos de Dios, que vienen bnyendo de la prsscllcia del da- ,
SBQUNDA OONCLUSION.
281. Con estos prótiigos de Dios que llegan B lta tierrai
de MoM, buscando en ella lugar en que se escondan L la
presewia del destruidw, b (lo que' parece un mismo
m i M o ) con la raager,del cap. xii del Apocdlipsk, que
...
huye 4 la solbdad, tí ar lugar aparejada de Dios e* ...
cllande es ptedada por un tiempo, y dos t i e q o s , y la
d d d de un tiempo,, & la presenciu de la se).picnte, empe:
m& ir ievantafbe de la tieita, y 4 prepararse ea toda.fonha
el tabeta8aal0, 6 a 6 h de David, que cdyBi Esta erieecion
del solio de David y d b es verosirni1 ui creible que suceda
en un momento, en un abrir & g o , como'ls resni.roccibfi
de los muertos, la cual no necesita de esta prepílracioti,
bastaado*uii,h&& de la' voluntad del que,ea Omhipotetia.
Mas con las criaturas libr& obra el Omnipotente aon
R E S U M E N Y CONOLUSION.
2433. Lo que acabámos de observar en este áltimo pár-S
d o , corresponde pedectamente á todo cuanto queda ob-
servado en todo este fenómeno. Corresponde, lo primero,
al testo de Amós, y al de S. Jacobo que lo ciia: En aquel
dia levantar6 el tcrbemcrculo da David, qwr cayó : y repa-
rard los portillos de sus tnuror, y repararé lo que habia
caido : y lo reedgcaré como en los dias antiguos*.
240. Corresponde. lo segundo, al test6 de Sofooias y,
...
Bíiqnées: lh aquel dia reuniré aquella que cojeaba: y,
recojerdá aquella que ya habia desechado, y a m i d a y ...
reinará el Señor sobre ellos en el monte de Sión, desde
...
aora y haata en el 6910 y vendrtí él primer imperio, el
reino de la hija de Jerusalén t .
241. Corresponde, lo tercero, al testo de Isaias, que
EL MONTE S I O N S O B R E L O S MONTES.
T E S T O DE IBAIAS, C A P I T U L O 11.
2ú9. Palabra, que vi6 Isafas. RVo ds A d r sobre
Judá, y Jerusalén. Y en los últimos dias cztará prepa-
rado el numte de la caua del S e k r en la c~umbrede IOI
montes, y se elauruá sobre loa c d l d o s , y coc~wíinÚ CI
talas l a gentes. E irhn muchar pwblos, y d i r h :
Venid, y s u b á w al monte &l Sefior, y á la caua del
Dioa & Jacob, y rros enseñará rur camiru>s, y &kiar
en sua senderos: porque de S i h saldrb Ir by, y la pa&a-
Qrada1 Señor & Jerwaldn. Yjuzgará á lar nacionu, y
convencerá b rnuchoa pueblos ; y de sur espadcrs forja&
arados, y de rur lanzar hoces : no alzará la ecrpada una
M& contra otra naeion, ni se ensayarán rias para
la guerra*.
250. Lo mismo y casi con las mismas palabras se lee en
el cap. iv de Miquéas : En los últimoa diQ. el monte de 10
casa de Dior ser&findado sobre la cima de lo8 montes, y
* Verbum, quod vidit IB~SM,flliuii Amos, super Judani et Jernu-
l a . Et erit in novic.aiiis diebua pmparatna mona d o m b Domini
in verties montium, et elevabitur auper colles, et fluent ad eum
omnei gentes. Et ibunt populi multi, et dicent : Venite, et mcen-
damm ad montem Domini, et ad domurn Dei Jacob, et docebit nos
viaa anas, et ambulabimns in semitk ejue : quia de Sion &bit lcx,
et rerbum Domini de Jemaiem. Et judicabit gentes, es q e t
populos muitas : et eonflabnnt gladios snae in romeres, et lanceu
eurs in faices : non levabit gens contra p t e m gladiurn, nec u e r -
-
cebunhv ultia d pmlium. rmi. ü, sb 1 wpuc aR 4.
e ~ a h d sobre
a los coüodor :y correrh h Ll los pwblar.
Y se qpresurarán mucbaz gsntss, y dirán : Venid, su&
mos al -te del Señor, y á la casa del Dios & Jacob:
y nos emL*íQrá 'á caminos, y rnorcharknos en sus vere-
dar : porque de Sibn r&rh lo &y, y lo palabra da1
Señor ds Jerwalcn. Y juzgar6 entre mucha pueblar,
y castigará b nacio~clpoderoras hasta lejos :y conver-
tirón sus espadas en rqjas & arados, y rur h a s en
azadones: no empuñar6 espada gente contra genie; ni
re s w y a r á n mas para hacer gucrra. Y cuda uno re
aentarh deba* & m vid, y debajo de su higuera, y no
habrá quien cawa temor: pues lo ha pronuncia& por rsr
boca el S&r de los egércitos .. *. .
251. Los interpretes de la Escritura, llegando 4 tocar
estas dos profectas, en primer lugar se rien mucho de la
grosería de nuestros Ratrinos, los cuales entendieron estas
aosarr con una estrema materialidad, diciendo, que en la ve-
nida del Mesiae crecería fisicameote el monte Sibo, elevhn-
dom sobre todos los otros montes y collndos vecinos h Je-
msal4n. No nos metámos aora B averiguar si esta inteli-
gencia es tan absurda, que solo merezca la risa y el des-
precio, no sea que se piense que la qoerémos adoptar. No
obstante, ae padiera aquf preguntar, lo primero : la elevrir
cion hica y material del monte Sión, ;es alguna empresa
imposible, 6 muy d i i i l al que elevó, en el principio, loa
montes de la tierra? Lo segundo : j se opone esta fisioa
1x1norusirno dierum erit mons domQe Domini praepamtnr in
vertice montium, et sublimis super coiiee : et fluent d eum pbpuli.
Et propembunt gentes muitae, et dicent : Venite, aecendamua ad
moutem Domini, et ed domum Dei Jacub : et docebit nos de vib
sille, et ibimae in semitis e j u : quie de Sion egrrdietur lex, et ver-
bum Domini de Jerndem. Et judicnbit inter populus multa, &
corripiet gentes fortes u q u e in longinquum ; et concident giadior
suog in vomeres, et hsiitaa eum in ligonee : non sumet gene advershr
gentem gladium , et non discent uitm belliigerere. E t sedebit vir
s u b t u vitem su-, et s u b t u ficum suam, et non erit qd deterreat :
quia os Domini w c i t u u m looutaun eat, &c.-Mi. iv, .6-1 wqw
#ti 4.
480 LA VENIDA DEI; MBSIAS
TOMO 11. 2 I
402 LA V E N I D A DBL MYSIAS
fluir Iss geates y p~ebloedoia lo alto del monte Sióo*.
S i d o esto, dicen, eontra la naturaleza de los fluidos, los
cuales naturalmente bajan, no suben : corren lijeramente
de lo alto Bcia lo bajo, no al oontrario; Con la cual Qmi-
litud ae anuncia, que las gentes y los pueblos de todo el
brbe veodrian B la Iglesia de Cristo, no bajando, k ni-
biendo: no siguiendo las mclmaaiooes de la naliirPlezm,
sino peleando contra ellas, y esperando con ía divina gracia
toda su opoaicion y resisteocia. Vnelvo 6 decir, qne todo
esto es uun verdad mas clara qae la Ins; g la obwordencia
de esta verdad mn las profedas fuera sin duda macho m=
luminosa, si la suposicion en que estriba fuera tambien al-
guna verdad. Qaiem decir, si el fluir Bcia lo alto fntse
noa maravilla tan contraria á la natoraleaa, que @ore ríese
de mil maneras practicnda contiunamente por la misma na-
tunileza. i Quién ignora, por ejemplo, que nuestra m g r e
fluye natoralmente no solo de la cabeea hasta los pies, sino
tambien desde los pies hasta la cabeza? Quién ignora que
los jugos del mas alto cedro del Líbano fluyen naturalmente
desde la rafe hasta lo mas alto d e lae ramas? ;Qaiéo ,
ignora que el rocío y aun l a lluvias mae copiosos no pudia
ran Buir de lo alto ácia lo bajo, si primero no hrrbiemen
fluido de lo bajo Bcia lo alto, &c.? Conque el fluir lea
gentes, por senscjanza, Bcia lo alto de un monte, M) ea un
milagro tan nuevo, que meresoa especial reparo. Le pa-
labraJuir, que es la que da ooasion á dicho repro, ae
halla en los L X X sin misterio algano, puee leen +le-
mente vendrán : y Pagnini y Vatablo leen correrár junta-
mente ; que no suena otra cosa, que un gran concurso de
todas las gentes al monte de la casa dsl Sefior, lo cual.está
anunciado en el saimo Ixxxv : Todas lar g a t a , m a r
hiciste, vendrán, y te adorarán, Señor, y glorijicarán t u
nombre-t :y en Daniel : todos lospueblos, tribus, y lenguas
Et flneut sd eum omnen genten ... et fluent ad eum papali.-
Imi. ii, 2 ; et Mch. ir, 1.
t Omnes gentes, quaseumquefecisti, venient, et u i o n b ~ coma
t
-
ts, Domine: et gioridcabnnt nomen tuum. PI. lxxxr, 9.
E N QLORIA Y MAGESTAU. 483
b servirun á &le. Y mucho mas clam en Zacadiis : Y to-
dos los que quedaren de todaa las gentes que vinieron
c.mtra Jerusalkn, subirán de año en año á adorar a l Rey,
que es el Serior de los egkrcitos, &c.+
357. Mas vo!viendo 4 lo mas inmediato h interesante,
parece claro que la acomodacion de nuestras profecias á la
Iglesia presente, y la gran facilidad con que esta se co-
mienza, DO dura mucho. Apenas llega B tocar los conibes
del ver. 4, donde ea preciso parar rin poco, pues aquí se
presenta cierto embarazo, no menos importuno que insu-
perable. Perece imposible dar un paso mas adelante, rii
primero no se trabaja en alianarlo de algun modo.
PARRAFO 111.
%S.Prhmmmente : yo 0 0 0 de~buena ~ fe mn todos
los dodom~,e$ CruciaPoe, como Judios a la i o t e w
g e u d de estas dos pnSdes, y de otraa miuejmtea, 6 en
le que aitY tienen de general : q u i m decir, que en ellm
re habla mnniktamente y ooo evidmin de loa tiempoo del
M e s h : Y en h ú & k d~ k &d... Y acaecerá:
Ea &a G l t h a dior. Esto tu (dioei toQa loa Judios y
Cniitianw, y toda oon roma rason) sato a, en $1 tiempo
&l M a h , m el da CrUto*. Mas este. a t o es, si no ee
esplica mm, pare- muy eqdvoco por muy general. El
tiempo del M&, el tiempo de Cristo (segan todas lar
E a n i t u ~antiguas
~, y nuevas, y eegan todos loa principia
faniamentales del Cristianismo) no es uno solo, sino doe
tiempos illsmtammte diversos entre si: ano que ya paeó y
que pexmvere hasta aom en sris efectos, .ciertammte gran-
d a y admirables ; oteo que to8.via no ha Uegado ; pero
que se cree y espera, con fe y esperanza divina : el cual
tiempo segundo parece .todavia mas grande y admirable,
...
-
Et erit in novimiib diebun Et erit: In noviesirno dierum.
[Id eat, tempore Messis : tempoie Christi]. I d . ii, 2 ; et Mich.
iv, l .
m L A VENIDA DBL MESlA8
qp las miamea Eocntntas, que se endemsan 4 él mrni-
fiestamente, y en él se brminan. Este ea el tiempo de qae
tmto hablan los Profetar, d o diceo : en aquel dio :n
aqwl tiampo :en los filtinuir dias r en el otro .ig& :en
e¡ siglo urnturo. Este en el tiempo de ve tanto bablnn
ap sus epíatolaa S. Pedro y S. Pablo, diQén¿o frecocníí-
mmunente : para J dia de n n ~ i mQcIser Jkiswairio* :
en el dicr dd advenimiento de nusdro &r.. .t (n d
dia) cuando apuredere $1 (en el &a) & su v d a , j &
as reino§. Y este es el tiempo mimo de que iunQ bablo
en parábolas, y án ellar, el mismo Mesías, a m o se p n d
ver en los evangelios.
269. El primer tiempo del Mesías, de que bablan las
profecíae, ciertamente ya está verificado, y el mundo ha
gozado, gom, y puede gozar á satisfaccioo de sus efectos
admirablee: mas con todo eso, las profecías m, se hau
veriñcado plenamente; pues no salo b e b k del prima
tiempo del lüesías, sino tambien, y mucho mas del regrindo
tiempo. que todavia ae espera. Eslo cs taa evidente 7 tan
olaro, que segun les diversos principios ó sbbmas, se hrn
sacado doe dirershimsa moeecaenceis: y aunque la mi
mas funesta que la otra, no por eao dejan d e ser ambas
dos ilegítimm y fahan.
PRIMERA GONSEOUBNCIA.
270. u Luego el Medas no ha venido, pues 1m profe
d a s ciertamente no se han verificado. Si no ha r e d o el
Mesías, luego no ha llegado su tiempo, y debémoe es-
perarlo."
SEGUNDA CONSHCUBNC[A.
...
Comminuet autem, et eonaumet univena regna hmc lapis m-
k m qui percusserat statuam, f a c m est mona magnw, et iihplevit
-
univemsm temm. Dan. U, 44,36.
t Advemhs Dominum, et advershs Chhtnm ejru. -A&. iv, S.
...
1Et vidi, quoniun interfecb eraet beatia A i i i qooque ba-
h.6, 11, 12.
-
h m ablata eleet potes-, et tempora v i t e constituta erirent Ui.
EN GLORIA Y MAGBSTAD. M
wntarse de la tierra junto con ellos, subiendo en las nubes
á recibir 6 Criato en los aires *.
m. a t a s reliquias de las gentea y pueblos q w queda-
rán vivas despues de la venida del Sefior, es cierto é in-
negable por laa Eacnturas, que no podrán ser muahee, sino
pocas (pocas, digo, camparadas con los millonea que cubren
la tierra) asl como fueron poca8 y poquísimas, es á saber,
o&, las que qnedaron despues del diluvio : Y así como
en los dias de Nod (dice el mismo Sefior), así ser6 tarnbien
la venida del Hijo del Hombret. Láase entre otraa Ea-
citoras, todo el cap. xxiv de Isdas, y se hallarán notician
bien claras 6 individualeo de lo que debe suceder en la
.tierra con la venida del Sefior: y por lo que hace B nuea-
tro propósito actual, rephese con especialidad en estas
palabras: Lloró la tierra, y cayó, y desfalleció : cayó
el orbe, y desfallecil la alteza del pueblo de la tierra. Y
la tierra fud injcionada por sus moradores: porque tras-
pasaron las leyes, mudaron el derecho, rompieron la
alianza sempiterna. Por _esto la maldicion devorará la
tierra, y pecarán los moradores de ella ; y por esto da-
rhn en locuras los que moran en ella, y quedarán pocos
...
liombres Porque estas coaas aerhn en medio de la
tierra, en medio de los pueblos: w m si algunas pocas
aceitunas que quedaron, se sacudieren de la oliva ; y ai-
gvnos rebuacos, despues de acabada la vendimia. Estos
levantarán su voz, y darán ulabanza : cuanda fuere el
Señor glorijicado, alzarán la griteríu desde el w r $ .
In nubihus obvihm Chriato in niira. -1 ad mel.iv, 16.
.t Sicut nutem in diebui N&, ita erit e&sdvenhie Nii Hominhs. -
Mat. xxiv, 37.
1 Luxit, et defluxit terra, ct infirmata est : defluxit orbie, infir-
mata est altitudo populi terrp. Et terra infecta ret ab habitatoribw
suis : quia transgressi sunt lqee, mutavemt jus, diesipaverunt fce-
due wmpitemum. Propter hoc maledictio vorabit terram, et pecr
cabunt habitatoree ejus : idebque imqient cultorea ejus, et relin-
quentur hominea pauci ... Quia hrec erunt in medio te=, in medie
~opulorum: guomodb ui paucse olivee, qure remonaerut, excu.
tiantur ex olea: et -i, chm fuerit finitp rindemis. Hi Ievpbm$
TOMO 11. 2 K
408 LA VBNlDA D E L YUSIAS
285. De ester mliquiu de la genter y pueblos, que
quedareo vivas, cuando vendrá el Señor mi Dio., y todar
l a m n t o e c m ¿¡...M & e n Zicarler: Ytodor h a q w
qudaren da todas kir g e n t u que viniwon coulra Jervrs
Ilr. srbitór, & aiia en aña 6 adorar al Rey, que u d
Sañot & los egsrcitw*, porque en este tiempo, d k poco
antes, el mismo Sefior nei$ Bey sobre toda la tierra: (y
añade que) an a q w l dia uno so& rcrb el Saióor, y wlo
mr6 w nombre t.
28A Pues eo este dia (decimos en aooclusion) en e~&
tiempo segundo del M e s h , se v e ~ c a r á npleon y peifecta-
mente, iin faltarlea ni un punto, ni un tilde$, las profe-
cim de que vamos hablando, y todas las demás q u e - ~ ose
imn verificado en el primer tiempo. Entónces, llegado el
dim de su virtud, y volvkydo del oido á la tierra, dcsprru
de h h r recibido e1 reino, evacuará perfectamente en
'
primer lugar todo principado, poteutad y virtud 5 : arguirP,
oonsgii0, castigará severlsimamente h las gentes y poe- '
Mos, segun su m6rito: Y juzgará 6 br nciciaiwr, y oor-
..
omcrrá 6 mwhm puebla. y c~irtigarh6 u r c h
&ranu hasta IQjosU. Y en ooiuieouenoia de este juicio,
de enta oorreccion; de este castigo, los que quedaren viva
J m postedad, por maaboa eiglos. arrojarán de mí poa 6r-
den de so soberano todas UM annss, como una carga in-
tolerable y ya del todo inhtil, bajo el peclfico Salomón : ias
oonrsrtirán todas en imtramentos de egricdtura : y ya
vocem suam, atque hndsbnnt: d m glorificatu fuerit Dominns,
hinnient da mui, &C.- fm.nh,4. b, 613, 14.
...
V e s i a Dominui I)cri m m , emnaique m i CM co om-
nes qui reliqui fuerint de univenh gentibua, quae venerunt coa-
Jenisalem, meendent mb mno in mium, ut dorent regem, Dumi
1'
+
-
num exercituam. Z a c k . Av, 5, 16.
Et erit Dominua Rex mipa omwai tcma : in dic iiia erit Db
mtmu uniis, et e i t nomen dus un-. --.
f Jota annm, iut unw F.
g !ad Cm.xr, 24.
- ffat. v, 18.
9.
PARAAM) IV.
EL CONTESTO DE ESTAS PROFEDIAS.
285. Pera aeagurarnos mas en el coaooimienb de 108
tiempos, ~ 0 toda
9 aquella eeguridad que p u d e pedir en
estos neiintos la maa rígida crítica, aipBinoa primeramente
el contefto de Isaíoe, que el dc Nqtwpa lo seguidmos á
su tiempo. Si la cosa no e6 8~ la ralid8d como peaso-
mos, serQ. morabente imposible no encontrar en todo 81
camino algun embarazo que nos baga detener el p w .
B h si no encootrámos embaraq aiguno ; si todo lo'baJl8-
moa quieto, pacíñco. seguido y llauo, esta será una sefial
moralmente indefectible de que el camino ea bueno : no
solo bueno, sino el o a m b verdrPdem y el camino recto;
pues todas las sendas por donde se ha pretendido caminar,
se hallan P ceda paso lleniw de obstáaubs comidamente
iosyperables. Esta & r ~ ,digo, una s e a nrrnalmente in-
defectible, de que los clos ProfktPe hablan del eegundo
tiempo del Mesias; no del primero.
286. Habiendo hecho Isafas, hasta el versiculo 5, un
ooapendio bietisimo y admiible de\ la fdioided de aque-
ftos tiempos, convida en primer lugar tí toda la casa de
Jacob, diciéndole inmediamente: Casa de Jacob, venid, y
camineou~en la Zumbze del Señor*. Luego, volviéndose
d Dios, y hablande son él hasta el v W n b 10, r&re en
heoe ha jmtae raernies qw ha tenido para arroja de si P
se antiguo pueblo, para deaeomcerlo y olvidado por tantos
* b u s Jseob, vepite, et ruubulepue in uirnine DoaiiPi.- twi.
ii, 6.
2~ 2
M0 LA V E N I D & D E L MBSIAS
l1
Bglw : Pues a r q r o l ~át et u pirsblo la cara da J d : por-
l
que se h e llenado como en otro t k p o (u h raber, de
mpersticion ¿ iniquidad, como lee Pagnini) y ari no Ior
p e r d (6 ~ no ZOI perdonar&, &c.+) Despues de este
paréntesis, bien importante, endereza otra vez la p d a b m
4 la casa de Jacob, diciéndole en el nombre del Señor lo
que se sigue hasta el fin del capitulo : E n t r a en la pcM.
y en las ,aberturar de la tierra escóndete de la presencia
espantosa del Seiíor, y de la gloria de su rnclgutadt. Este
mismo consejo se le da, 6 esto mismo se anuvia como cosa
que debe suceder en algun tiempo en el mismo cap. =vi.
ver. lO de Isaias : Anda, pueblo r i o , entra en tus apo-
sentos, cierra tuspuertar t r a s tf, escóndete un poco por
un momento, hasta que pase la indignacion. Porqnc
~
1
1
he aquí que el S&r saldrá de su lugar, p a r a visitar la
maldad del morador de la tierra contra 41; y descu-
brirá la tierra su sangre, y no cubrirá & aquí adc-
lntrte 6 sus muertor S.
287. Dado este consejo, pasa luego 4 representar con
la mayor viveza, lo que deber4 suceder en nuestra tierra 1
con la venida del Sefior. E s 4 saber : la destruccion d e
los imperios, reinos 6 potestades : la ruina entera de toda
la' impiedad : la bumillacion de los soberbios: el temor y
temblor con que estarán eutónces los hombrea mas altivos,
y mas llenos de si: en suma, la angustia y tnbnlacioa de
todos los pueblos, tribus y lenguas, que debe preceder B la
quietud y paz de la tierra.
Projecinti enim popnlum tunm, domnm Jicvb : quin replcti
annt nt o i i i [icilicet superstitione et iniquit~e], ne e g o dimittr
eis [seu non parees eia], &c.-Inai. ii, 6, 9.
t Ingredere in petram, et abscondere in f o s humo
~ B fwie timo-
ria Domini, et & gloria mejestatis ejus.- Id. ii, 10.
f Vade, popnlui me-, intra in cubiculfi t u,claude -tia tu. m.
per te, abscondere modicrlm d momentum, dona perh.naeit h-
dignatio. Ecce enim Dominua effredietnr de loco suo, ut visita
iniquitatem habitatoria tema contra cum: et revelabit tema an-
guinem snum, et non operiet nltrh interfeetos snm.-Id. X X ~ ,
20,21.
BN G L O R I A Y MAGBSTAD. Sol
l
Los ojos altivor del hombre han sido abatidos, y encor-
vada será la altivez de los varones ; y s o b el Señor ser&
(
enaalacrdo en aquel dia. Porque el dia del Señor de loa
egércitos será sobre todo soberbio, y altivo, y sobre todo
'
arrogante ; y será abatido. Y sobre todos los 'cedros del
I
...
Líbano altos, y erguidos y sobre todos los collados eb-
vados. Y sobre toda torre eminente, y sobre todo muro
fort$ccrdo, y sobre todas las naves de TarsL, y robre
todo lo que es hermoso h la vista*.
288. Todas estas espresiones metaf6rioaa tau vivas y
magnificas de que u a este Profeta, diciendo espresamente
que son cosas todas reservadas para el dia del Sedot,
cuando re leucultáre para herir la tierrat, es bien facii
decir, huyendo de la diñcultad, que se verificaron en la
destruccion de Jerusalén y Judéa por Nabucodonos6r;
mas el probar eato de algun modo razonable, conforme al
testo y al contesto, no parece tan facil. Aun mirado solo
el testo no se halla proporcion alguna entre aquel suceso y
estas espresiones: aquel fué particular b Jerusalén y Ju-
d6a; estas son visiblemente generales d toda la tierra:
porque el dia del Señor de los egércitos será sobre todo
soberbio, y altivo, y sobre todo arrogante.. . robre todos
los cedros del Líbano altos, y erguidos ... sobre todos los
montes altos, y sobre todos los collados elevados ...
sobre
todo muro fortijcado ... sobre toda torre ... sobre todcrs
las naves de Tarsis.
289. Estaa últimas palabras, aunque no se considerasen
las otras, bastaban para conocer, que no se habla nqui de
Nabucodonosór, ni contra Jerusalbn y Judéa. i Qué na-
Oculi sublimes hominis humiliati sunt, et incurvabitur altitudo
riromm : exaltabitur autem Dominus iolas in die illa. Qnia diea
. Domini exercituum super omnem superbum, el exceleum, et e u p r
omnem a r r o p t e m : et humiliabitnr. Et super omnea cedros Li-
...
bani subliines, et erecta8 et super omnes colles elevatoa. Et su-
per omnem turrim excelsam, et super omnem murum inunitum.
Et super omnes naves narnis, e t super omne, qnod viau puichtum
e&.-lmi. ii, 11, 12, 13, 14, 16, et 17.
7 Chm eurrexerit percutere terrsm.-lb. ii, 19, 21.
m LA VENIDA D B L Y B B I I E
PARRAM) VI.
$06. El profeta Yiqnesi, despues de haber anunciado
hasta el ver. 6 el miateno general que anuncia Ieaísi, y
cwi mn las mism.s palabras, lbva el &teno mismo par
atm oamino pa&nlk, mirando en él Lnicarnente lo Que
pertenence al estado í ü t m de su pueblo. Digo fí~toro,m
solameate reapeeto de los tiempos de euta Prefeta, Bino
tambien respecte de neestips tiempos ; pues las c m qw
luego anuncia ciertamente no se han verificado hasta el dia
de hoy : En aquel dia (prosigue diciendo luego inmediata-
mente) : E n aquel dia, dice el Señor, reunir¿ aquel1 1 que
ooje<rbo: y recojsrd tí aquella qw ya habia da&, y
a$+: y * c s m r & p a r aswOduor 6 la que oojsaba :y h
que era a$ijida, para formar un pueblo rehvrts: y rei-
nar&d Señor sobre enos en el monte & Si6n, des& aora
.
y h t a en el siglo.. y vendrá el primer imperio, el
..
In die ilL suscita60 tabernaeulum David, quo cecidit. et r e
sedicabo illudsicut in diebuw antiquis. -Amor, ix, 11.
t Inlaudem, et in nomen in omni terra. -Soph. iii, 19.
1 Rex Israel Dominus in medio tui, non timebii malum ultra. In
die iiia dicetur Jerusalem : Noli timere : Siori, non dissolvannir uianua
tuse. Dominua Deus tuus in medio tui, fortif ipae aalvabit : gau-
debit super te in latitia. silebit in dilectione su., exultabit super te
in laude, &c. -Soph. iii, 16, 16, 17.
TOMO 11. 2 L
614 LA V I N I D A D W L WBSIAS
-
d e sí porjustjsiimas causas. Coarto :reinará el Señor rabie
las reliqoias de esta claodicante en el monte Sitia, d d e
entónces h u t a en el siglo; ni la arrojar4 otra re3 de d.
Qninto : vendrá la potestad primera, 6 el reino de la hije d e
JerosalBn, &c. Aora, en toda esta n p ~ s c i o oregaidri ;se
re mmtigii alguno de muchos dus, 6 tiempos, 6 B p o c ~ di-.
versas ? i No se ve por el contrario, que todo habla
damente de aquel mismo dia, 6 tiempo, 6 época
de que empieza 4 hablar, diciendo : acaecer&: h loc Ui-
n w di-? Conque si este dia 6 tiempo es el tiempo pri-
PARRAFO VII.
310. La inteligencia de este salmo parece clara y facili-
rime, si re combina lo que en 61 re dice, con lo que acabá-
mos de observar en las do# profecfaa de Isaíae y Miqnéas.
Todo m i n a naturalmente áoii nn mieterio, y un m b o
tiempo. Y annque para mi propósito actual b i a b a la
. o b r e d m de dos 6 tres versiculoi de este ralmo, me
parece oonreniente observarlo todo, ya por ser brerisimo,
puea solo tiene doce vetsioulos (6 por mejor de&, diez,
riendo los dos Gltimos repeticion de lo que ya se ha tliebo),
ya porque ea interesante en si mismo, ya porque au inteli-
gencia abre el sentido de otros muchos saImor, y de o t m
muairlaimas profecias.
B8POSIGION D B L S A L M O X L V .
El Dios nuestro es refugio, y fuerza: ayudador en lau
tribulacioms, que hun dado con nomtroi robremanerta.
Por eso no t c n e r h s mientras que sea conmovida k~
tierra, y trasladados los montu al medio del mar ...*
311. i Quién habla en esta i De qn6 tiempo
6 para qa6 tiempo se habla en ella! Los doctore6 oriatia-
nos (segun su sistema, ó empefio formal de acomodarlo todo
en cuanto es posible d la Iglesia presente) dicen por cansi-
guiente que aquí habfa la Iglesia, cuando pasados los S06
años de la persecncion, quedó.victeriesa de todos m8 ese-
Deus noster refufium, et rirtuu: adjutor in tnbulationibur-
qum invenernnt. nos nimia. Proptema non tirnabimns, dum turbe,
2
-
bitur k m : et trrnrferenku montrr in cor nurt. Pa.xlr, 3,s.
~ 2
516 LA VBNIDA DBL MB81A8
9 A f ~ i formidii
e
-
tei in fortitudiie ejun. P8.xlv, 4.
Domini, ct ig% i n a j e dar, ah m-
-
=&t percutere k m . I m i ii, 19,21.
&se turbo Domini, furor egmdieni, procall. in ~ p r k
impiorum conquicscet. Non svertet h m &&m,
-
donee ficist et compleat cogitationem cordia bui. Jcnn..m,
93,24.
) In novissimo dierum inteUigetia ea.-M. ib. .M
6 que lee, .phamente e n W o de lo que eigni-
ñr>.n propia y rigorosamente en frase de la Edtora, esta
J mmqjuitam erpremonea : m do Lltimo de las di- : en lor
&ti& dWs : 4 aquel &a :en aquel tíempo :para el di&
¿b n w i h f f i r , &c. : de Im cuales espresiones usan fre-
cuentemente en sas epístolas S. Pedro y S. Pablo, cuando
hbhm de la venida del Se6or en gloria y magestad.
Vemicalo 5. El fnpatu del rio alegrará la ciudad dd
.Dim: mat@có ar tobsrnbculo el Altísimo*.
. W. Pem enteades bien estas palabras, que 4 primera
tiLf.parece que no vienen al caso, yo no hallo otro mejor
ioUaqmte qne la Parpfiasis Caldéa; la cual, asi entre loe
Jndioe como entre los Cristianos, se ha mirado siempre con
e~ízaordkiarPompeto. A lo menos es oierto, que ru auto-
ridad pera mes, ssgun parece. que la de cunlquier dodor
partMnlar. Este, paee, esplica así este vezCaulo : las puc-
blo. o- &u, y ars arroyos vsndrh, y alsgrarán la ciu-
dad de Dior, y orarán m la cara dd santuario del Señor,
en Cer tabe-s dd Altisimo.
319. En esta ideligenaia conouerda este testo cou innu-
merable@ otros de qne están llenas las Eeciitnras: entre
el100tún el tedo de I d a s : correrán 6 él (al monte Sión)
t& &ugentsr. Con el de Miqaéaa: y eorrer6n á él lor
pwrblor. Con el de Z d a s : Y los que quedaran
da t& l a gentes que vinieron contra Jerwalén, subirhn
&año sn año b adomr al Ray, q w e s d S & r d a l o s
+~&tor+. Con lo que m le dice B Jerusalén en todo el
aapítalo Ir de Isaías, máximamente desde el remiculo 4 :
t w huos vendrhn de lejos, y t w hGor del lado w Icvanta-
rhn. Entónces uerás, y te enriquecerás, y tu corazon ss
w a v i l l a r á y e~aachurá,cuañdo M convirtiere á tí la
mahdumbre del mar, y la fortabzu de las ncrcionss
Piuminis impetar ketiticat civitakm Dei : sanctificavit taberna-
-
cnlum suum Alt~sirnns. P8.xlv, 6.
.t .Et omnes qui reliqui fusrint er univemk jptibue, qua, vene-
runt con- J d m , asecndant ab anno, in innum, ut adorent
Regem, Dominum exercituum. - Zuda*. xiv, 16.
ff40 LA \'BNIDA DEL MBBlAS
-
mantea in fortitudh ejm.-- Pa. xiv, 4.
p Dedit voaeni mim, mota eit t8m P8. Av, f . .
-
11 Et percntiet te- virg$ o* rni, et apkitu lubkrrP. A-
incer6cict impium. I d d,4.
lrUtioipr~pemtirtprc#.i&~dr,L(C.
BN G L O R I A Y YAOBSTAD. e?
hace el Profeta, del v a o t o , conmocion y oo~turbaoionde
toda la superficie de la tierra, .por estaa palabras: Tata&
r#rte s e r á qmbrantada la tiarta :: dwnmiccatia crtrra-
mente erra la tierra: c a n m w a robremamra d la
tierra, rarb agitada n mymucha &a t i e r r a como un &ia-
gcrdo, y sertí.quitada c m o tianda da una nech ; y la
agoviará ar maldad, y caerá, y no volverá .á I s u a n M e * .
Ninguno qoe lea eete capítulo puede ignorar, que aquí .no
se h d a de lo materialde noeitro globo en que habiiámor;
aino de BUS habitdores que han oorrompido su superficie
eon :su iniquidad, y la corromperán todiria moobo mas.
De esta mpedicie de la tiarm e m p h hablpalo d e d e las
primeras palabraa : He aquí que e l Señor &dar& la
tierra, y la dsrpqjará, y uJgirá a l aglscto di ella, y 8s-
p d r á s u a rico+adol.sst :y .aquí mismo dice, que deipuee
b es. an'iion, agitaoion y corunocion de la ruperfiois de
la tierra, qoedarbn en dle alganao reliquias del linage
humano: yqu&ríin-poeo. bmbru...eome dj dpuu
poma aceitunas, que quedoven, s a t a c u a i u n n &la o€iwaj
y dguno8 +cot. dmpwc.de d a d a k v d i d a . E~tor
hudar&n su ooz, y dar& alabaiila: mando fusc.e el
&úor g&ri$cado, alzarán la gritería & d e si nar $.
8&L. Habiende, paes, s d d o este movimiento, 4-
taoioe. y oonturbaciqn de la super6cie de la hrm,
S i h con todm rus preciosas reliquias diiieodo llena de un
sagrado jubilo y penetrada del mae vivo reoomcimiento :
Confractione confringetur terra, contritione conkretur terra,
commntione commovebitur tema, agitatiune agitabitur terra sicut
ehrimi, et auferetur quasi tabernarulum uniua noctis : et gravabit
eam iniquitm s u , et c o m e t , et non adjiciet. ut resngpt. - l'i.
m v , 19.20.
1. Ecce Dominus d i i p a b i t terram, et nudabit eam, et aíüiget fic
&m ejiu, et disperget
- - -
habitatores ejus. Zaai. xxiv, 1.
.
f ~t reiiiquentur hominea p u k . .quomodó si pauca! . o l i v ~ ,
quas remanrenint, excutiantur ex olea: et mcemi, cilin fuwit finita
a l L A V E N I D A DEL M E S I A S
r w r t r o amparador el Dior da ~ - b * .
332. El Seóor de las virtudea (este nombre se le do ai
Mesin en varias partei de h Esoritnra, por ejemplo en d
d m o xx.) E i Sefior de les Wtades eati ya coa ~0.0-
y nos ha liamado, iluminado, perdonado y recibido enQ?
sua .briwrel Di d e Jaoob.
388. Luego, mirando el ostedo actual de l a tierra,
comparándolo con toda loa tiempor ya paaadoe. e k t n -
mente oscuros y teoebroaos en mi comparacien, movida id
residuo de las gentes, B ver, admirar y alabar al comm
Sefior, por íantos prodigios nuevos 6 inauditos que hi
obrado en n u e r h tierra con su preseocia: uno de los
cuales, y el mm admirable y estimable entre todos. es h
paz universal, la cual se anuncia y dercnbe por esbu
breves y espreaivas pal'brris del,.
Versiculo 9. Vmid, y - ved l a obrar da2 Ssñor, lo+ m-
v i l b que p w o sobre la t h : Qw a p t a las gwctrai
h t a la m t r e d a t i ds la tirrra. Harb trizas el m,
y quebrará lar amMs: y quemará alfuego lar A+.
848. El confronto de este testo oon el de Idas y Mi-
qubas, forma, segun perece, su propia y legitima espliee-
cioo, 4 la cual nada teirémor que afiadir, ptmmadidae en
wrdad, que no puede admitir o h , wgun lor Endturus.
Si con esta idea clara g sencilla se leen inmediatamate
los salmos siguientes, podrán servir de mayor confirmacion,
y facilitar la inteligencia de otros muchos salmos y de
otraa mucbhimee profecías. Especialmente se entenderá
a1 pnnto, solo con leerlo, todo el salmo lxxv muy reme-
jante al d v , aunque con noticias todaria mas particuInrea:
Conocido es Dior m la JtrrMa :-ea I n d es granda ru
-
rados loe tgrmimi, qaeda redmído ih misnm a a e d o m
34l. Mor =tea de remover mte equivoco w serP fr
R de propbito advertir aqai una incoaseaaemcia bka a w
table en que caea, wgan paieas, lea mejores inférpre0eJ
de la hritura. De manera, que a q ~ ~ U omhws. s qile p
a otra nwvi JamumUm, ipr
ra quitarnos toda e a p e ~ s de
pon= delante erta prOr~cíade D a d , enton h o e rr
sregown eu varias partes, que el bntiargtojipdio de h
tribudeDmedifioarádenwvo4Jeriusk.yepedhpae
drá la oóite de su ímperio universal. De I. g m d e a ~ de
este iiaperio iie paede í a c i k t e S e r i r manía mwá ea
aqaellos tieaipor la grandeza, ia ~~ la riqum y L
megoifioenoia de sa &rte. Mas ea erte m, j como que-
daráIpprofecía de D d ? O qoeduá fiürificds, ó ei
argumento tomado de esta profeda no ea leo ooamlo~ente
como se habii bna@nadb. El profeta diae apresamente,
que La ruina y desoleoion actaai de J a i d n , qrie ya
ouenta mas de 17 aiglor, perseverad h t a la cowomricioP
y el íin* : por otra parte, el Antiorirto aon todo 8 6 imperio
universal, no puede aobmvivir 4 esta aawumaukm y fin,
oomo es necesario que confiesen todes ;luego &c. ...
342. Hecha esta adrsrtenoia de paao, vang4mos ya L
lo qw mpa importa, que es le reepueata al á a k argii-
mento que ~frece,4 lo menos, una gran apariencia. De
dos modos ee puede responder, u w por Ilnea otro
por iinen curva, 6 por algun corto rodeo. A1111qaeal
primero basta por si solo, no por eso ~némoapor inul
el segundo; antes podrá ayodarnos no poco para le mejor
y mas fácil inteligencia, ani de e ~ t ecomo
, de otms puntos
muy semejantes. Este segundo modo, pues, se rediice
proponer una duda: en forma de consulta, y pedir su reso-
hcion. Esta duda es bestnnte obvia en la lectura de la
Escritura, y aunque comprende muchos caeos particulares,
Et usque ad consummationem, et finem peneverabit desoiatio.-
Dan. ir, 27.
4
-
de e l b ) & la repara& que 8e haga pw propio podar :
porque +usa ds concluidor aetenta a f b la D(u~> ju-
dOiCQ 88 reparará, y al $n del riglo volverá 6 r e ~ -
rarse; esto por elpoder de Dios, & sr f& ~a
que parece inporible al liorib+a.
866. Os considero, seííor, iieoo de admirado11 al ver
v e uno de los maa aabioa y maa juiciosos espontores, wn-
ceda franaamente otra Jerusalén todavm f a h , dicieado :
al $n dsl riglo volver& tí rutaurarae. C m i a m&
mas vuestra admiracion, N se conaidera, 'que esíe mismo
aitar, asi como loa otrw, nbga abaoluteneote como arLa
8 implitmtoria otra nueva Jemsal6n, cuando liega 4 la eb
plicacion de aquellos logarea de la Escritura, t a n h y tan
claros, donde se anuncia, se promete, y se habla de ella,
como si ya erietiese. i Luego se contradicen unos hom-
breí tan sabios y tan advertidoe ? No, eefior mio, m se
contradicen, antes van conformes cuanto es posible en sa
sistema. Es verdad que niegan como a b a d a aquella Je-
rusalbn de que hablan tanto las Eecritom : mas no niegan,
EN G L O R I A Y MAQESTAU. ua
antes conceden liberalísimamente otra Jerasalbn de que
las mismas Escriturae m hablan palabra. i Cual es esta ?
Es la que edificará el Antioriato jadio paru corte de su
imperio universal. Así lo dicen eapresamente sobre el
cap. xrxi, ver. filt. de Jeremiae : sobre el cap. xxxviii de
E5equiel: sobre el oap. u de Daniel, &.c., y d lo dicen
implioitnmente en otras maohas partes, hablando siempre
que ocurre en esta enposicion.
357. Maa aun permitida por nn momento esta euposi-
'
cion, 6 esta snpnesta Jerusaién, ,; cumo podrán decirse de
ella aqnellaa palabras del autor citado : al # n del siylo
volver6 tí rsstwrarse ; nias esto por el poder de mor, ii
quien es facil lo que parece intpoable al hombre? La
potencia que suponen en su Anticristo, toda diabáiii, i se
podd tambien llamar potencia diuina? Mes: el miemo
autor sobre el cap. ir de D m e l habl8ndo de la Jerasalén
que destruyeron los Romanos, dice d!ciertamente esta
desolacion del templo y ciudad jeroroli~itanaperseverará
no por pocw añor, como aquella ds la Caldda, sino hasta
e l p n del mundo y de b s siglos. i Como pvdrémoa com-
poner enta propoeicion con aquella otra : al Jin del siglo
uolucrá 6 r a k u r a r r s ? Finalmente, concluye este aábio
con esta temble mntencia : T d e n la ciudad de Jeru-
sdán a t a r á sujeta á un perpetwo imatma. Y no oba-
tante, en Jeremlas ee leen estas palabras : He aquí que
tienen los diaa, dice el S&or ; y rerá ed$eada al Señor
jum&+.
...
lo ciudard no será arrancada, m deatruida por siempre
Y en ZnorvIss capítulo último se leen eetsr:
morarán cn elha, y no ser& rnar anatema: sino que repo-
sará Jerwalén sin retel~f-. Conque de la misma Jern-
salén se yuedm con verdad decir estaa dos cosas.
Ecce diea veniunt, dicit Dominns : et adificabitur civitan D+
...
mino non evelletur, et non deetruetur ultra in perpetuum. -
Jercm. xxxi, 38.40. ,
? Et habitsbnnt in ea,.et anathema non erit ampliits : sed sedebit
Jemdem aecura. - Zach. xiv, 11.
-
544 LA VBWIDA D E L M E S I A S
TOBIAB, C A P I T U L O X I I I .
980. Jwuadh, ciudad de Dior, el Señor ta oartig6 por
Iru obras de tus manos. Alaba al S&or ea tus bianaa, y
bendice al Dios de lor siglar, para que d # q w en t í n
tahern&&, y malva (i tí todos lar cauticror, y te gocar
por todos lor sigla de lar e los. BriUwár con luz rar-
plondscisnte: y todos lor thninos da la tierra te adwrc-
h. Vendrán á tí lrrr na&m de %a; y traysrdo
b,& a h en rí al SaZior, y tendrán tu t h por
santwrio. Porque dentro de ti inooca*du el +
mombre. Bfalditor serlin los que te deapreciaren: y
s d r coAdsnador todos lor que te b h f m r s r , : y 6
benditw Zor qw te edijcareu. Y tú te alagrcuár eu i~
hvos. porque talos r e d n beditoa, y M m n i r h n con el
S&. B ~ u e n t u r a d o ctodru lor que te aman, y loa
BN GLORIA Y'MAGEBTAD. 565
que ss gozan. de tu paz. Alma mia, bendice al Scfior,
' '
'
Jenisalem, civitw Dei, castigirvit te Dominus in operibns da-
nuum tinrnai. Confitbre Domino in bonis tuis, et benedio Deum
saeerilarnm, ut W c e t m te tabernacuium suum, u t revocet d-
t e omnes captivoa, et gsudeas in omnim seecula d o r u m . Luoc
splendidh fulgehk : et omnes f i n a terrae adorabunt te. Notioner
ex longinquo ad te venient : et munera deferentes, adorebunt in te
Dominnm, et terram tuam in sanctificationem hahehunt. Nomen
enim m q n u m invocabunt in te. Maiedicti e m t q@ contemprerint
te : et c o n d e n i d v u n t OIQIICS qni blasphemaverint te : henedic-
tiqne erunt 'qui aediticcrverint te. Tu dutem lretaberie in m i s tub,
quonimn omnea benedicentur, et congregabuntur ad Dominum.
Beati omnea qui diiignnt te, et qui pudent super pace h. Anima
mes, benedic Dominum, quoniam liberavit Jerusalem civitatem
suam b cunctia tribuiationibus ejus, Dominna Dena noster. Beatus
ero, ri foerint reliqnie remini; mei ad videndam claritrtem Jeru-
d e m . Portas Jenisdem u saphiro, et amaragdo d i ú n b u n t u r :
et m Iapide pretioao omnis circuitus murwum ejus. Ex iapide %
:
bajo que leerla. Conque el entenderla 6 no en-.
oombte solamente en admitir 6 no admitir aqoella de
Los intérpretes pretenden, que no hay n e c e s i d a d de J.
idea para entender la profecia : por tanto han becito i-
mayores &e= imaginables para darle por orra
alguna espliiaion. Si lo han conseguido. 6 no, lo
facilmente juzgar cualquiera que lea dicha espLikm !
la confronte fielmente con la profecia.
3iB. Dicen en general, y esto de mii modo d i h i h
ain pmeba alguna, que toda esta prdecia, esceptuaido r
cuatro. primem lineas, no puede admitir otro seatido qac
el alegórico, mezclado con el anagógico, pues Tobfas come
profete hieo lo mismo, dicen, que hacen otros piofebrc;
1
wto ea, mirar al mismo tiempo l a i g l d a d - M 7
triunfante, hablar de ambas bajo el nombre y figum de
Jernsalén. En este supuesto, la espii&n -
n e a d a de
tres sentidos, y aun estos no slcanaan para todo. El pá
mer sentido ea el literal ; mas este solo sirve parp kis ca,
tro primeraa lineas. i Por que? Porque estan cuatro pri-
meras iineas son contrarias á Jerusalén. En ellas se anob
cia su castigo, su mina, su esterminio, todo lo cual ae reri-
6c6 plenamente pocos d o s despues. El segundo sentido
-
-
ee el alegbriw, que debe luego entrar en lagar del titerai.
i Por qo6 tan presto ? Porque pasadas estas cuatro limas
contrnrias tí Jerusalén, se empieza luego á hablar en m 1
favor, y se dicen de ella 6 se le prometen tantas y
cosas, que ni se han verificado, ni es posible que ee Vd-
quen jarnaa en el sistema ordinario ; pam son . . l te
incómodas, no hay tiempo dosde colocarlas. &e(, d b
acomodarse en cuanto se pueda h la Iglesia pre-e. El
tercer sentido que debe suplir abundantemente tod- la
defectos del segundo es el anagbgco. ;Por qué ? Por-
que el alegórico, 6 la acomodacion á la Iglesia p-b,
BN GLORIA Y MAQBSTAD.. 647
enas paede llegar 4 una pequefia dibtancia, @a la
i d q u e d a como ineervible, y se +de luego de vista.
or tanto, es necesario para no volver airás, tomar p r o n h
ente Blas de aguiia grande, y dar un vuelo hasta lo maa
t o del cielo, para acomodar alld lo que por ao8 no es po-
ble- Mas como tampoco ea p o d l e acomodar allb al-
una parte considerable y seguida de la profecía, ea nece-
ario en la eeplioaoion subir y bajar' continuamente : subir
u a n d o acá no se puede mas : bajar cuando a116 mas no
e puede. Y como en las profecías estan memladae, se-
:urr d i i n , las cosas de ia Iglesia militante, con las de la
riunfante, es necesario por consiguiente subir y bajar, en
r+r w e n t o , en un drir de do, casi & cada palabra. A
d u e debe alnadiirse, que despnes de un trabajo tan grande,
queda visible aoá y allá la violencia é impropiedad de 1 ~ s
acomodaciones.
363. Si dejámos aora por un momento la algarabía io-
&moda é ininteligible del triple sentido, wn esto solo QfI-
tendémos al punto toetr le pmfeoia, distinguiendo en ella
clarísimamente sus dos puntos capitales: esto ea, lo que
hay en oontra, y lo que hay d favor de la mima Jerusa-
lén. Enteildémos Lo primero : como desde el pripcipio ee
anuncia á esta oiudad ingrata y delincuente aquel osiitigo
bomble, que vino s ~ b r eella pocos &as despnes, y la dis-
persion y oautiverio del residuo.de Israél:. aPto o$ del r e i
n o de Judá, Entendbmos lo segando : que hablando c m
la mkma Jerusalén castigada y deatruida, ae le anuncia
por órdcn del Señor, para 0b08 tiempos, que ciertapsnte
no imn llegado, toda aquella magestad, esplendor, y &-
ria, que se puede wlegir de estas solas palabras aunque
no hubiese ottas: Brillaráo con luz reapkmdecisnte: y
todos los término6 da la, tierra te adorán*. Estas p$a-
bras y todas las que siguen hasta el fin, jcon quién bablan
6 4 qnien se dicen? i No ek maniñesto que ae dicen á la
mimna Jemsalbn castigada y destruida por sus iniquidades,
Luce 'uplendidd fulgebis : et omnes finen t e m adorsbunt te.-
Taa..xiii, 13.
-548 .&A VENIDA 81111MESIAS
oon quien se e m p h a B hablar y se pro8igne h a b l a d o a;
intempcion? i No es madesto que.*dicen B la m&!
J e r a ~ l é a ,t i quien 8e anuncia sn crrstigo inmmente y rir
oa total? Si este castigo y roba no habla dj con La Igb-
&
I miiiiante ni con la trihnfaate, i con qué @o se po#
esegnrrir, que todrs I r , cow prbsperas, que siguen hmr.
diniamente, w hablan ya de Jerusalén castigada y d e ,
truida, &o cod 4 Iglesia ya militante. ya t r i m a h . k
Pedid. rebor, para esto alguna buena rama. y si no
~
responden sino por la misma cuestion me parece qoe teb 1
dreis que esperar la reepuesta, hasta el dia & Za e f 6
dad. Amen.
~
Il
984. Con esta profecfa de Tobias concuerdan peñecb ,
mente entre otras innumerables profecias, todo el capítulo
lx de Maa : todo el capitulo r de B.RÉ~: los capitalos
l
u ~ y t xxxi do Jeremías: el capítulo último de Zacarías, 1
h.:todo lo cual lo hace servir S. Juan en el capitulo ui
do sn Apooaiipsia. IQ profecia de Baruch, por ser breve
y notabls. me parece bien ponerla aquí: De8nirdate, Jm-
r a b , & la túnica bs luto, y & tu maltratanüm& r y
vfrtets la hermomra, y lo honra de aquello gloria m-
piterna. que te viene & Dios. Te rodeará Dios con u r
arito forrado de justicia, y pondrb 8obre tu cabeza rrii
bonetillo de honra eterna. Porque Dio8 aostrarh rr
rcriplandor en tí, h todas los que eatbn debajo del ci&.
1
Porque para siempre llamará Dios tu nombre: La pas
ds la jsuticia, y la honra d¿ la piedad. Levántate, Je- )
msdn, y ponte en lo alto ;y mira áGi4 k1 Oriente; y m
tur hi,joa congregad01 dadda el 801 Orienta &:a al O&-
dente, h la p a h b r a d¿l Ganto 98zátuhe en la fiscnwia
da a o 8 . Porque 8aiictOu di2 tí á pie ~~euad08 par la
enemigos: a ~ el d S h r te ZW traer& levantados con
h r a como hijos dsl reino. Porque Dios ha detcfiü-
nado abatir todo numte.emp&o, y las n>cas utabh,y
llenar lor vallea al igwl de lo tierra: p a r a que ea-
Imaél con d i l i g d para honra da Dios. Aun las #el- .
vm, y todo brbol suave dieron wmbra b I8raél por w-
e
EN GLORIA Y YAOBSTAD.
. . 549
- d 0 1 i a n t o de Did. Pbrqw ir-tí l&u b I d 1 cor re-
.l. g o c i j o en la I d e & cu nwrgertad, con la m u k r d i a ,
-_- Y con la jwticip, qup.ybne & ¿le.
i-:
LONDRES:
IMPWESO POR CANLOS WOOD.
hppingnC a n . Rect S l m t .
V E N I D A D E L MESIAS
RN
GLORIA Y MAGESTAD.
OBSERVACIONES
DE --Lae*~rs-,
- Zt
JUAN JOSAFAT BEN-EZRA,
SE DBDICAN
AL MESlAS JESUCRISTO,
HIJO DE DIOB, HIJO D E L A BANTISIMA V I R ü g N MARIA. HIJO DE DAVID.
HWO DR ABRAHAN.
EN T R E S TOMOS.
TOMO 111,
CQY
LONDRES :
IAO PUBLICA R. ACKERMANN, B'SRAND,
T EN I
il E8TABLECIYIENTO EN MEOICO:
AUYI8MO
EN COWMBIA. E N BUENOS AYHEB, CHILE. PEHL', Y GUATEMALA.
1896.
LONDREB:
JMPRgSO POR C A H M S W000,
Popp1n.i Coiirt. Ficet S t m t .
INDICE RAZONADO
DEL
TOMO 111.
Phab p+
l. Ycn¡&.del señor, rsgun ku 6rwikra8, &rpw8 & e8tadls-
ok d grasds erpocie rk k p o que de& csiowrrs ~s
d i c h 8 e a i & y k r e ~ ~ ....................... 6
4. R a n r m c c i a n d r ~ n a r m a t ~ q u i e ~ p f i w ó n J S s i i w e n
IY ummda .........
rh..... .........,.................... . 7
.m.... i...
a 3
iv I N D I C B RAZONADO.
P M , P
45. No m genrina~lar erplieacioner que algunm mtdrpreter dan
al cap. ixv de Iraia ...........................................
57. E l a p t d S. Pablo citando erte terfo de Iaaia~da 6 entender,
que JUJ promerar as a m i r 6 n qn el reinado gloriaro de
Jerunialo .........................................................
60. E l g l o k terrápueo padecid una grandirima mutacion en el
............................................................
diluvio..
66. Por la nbma cawa mfnd tambien en el cielo una gmnde
mutacion..........................................................
68. Dwerridad de l a eafacionea del año por erta cawa ............
72. 4 Como perecerán por el @ego de que habla S. Pedro lar
cielw y & tierra que hoy ron.? .................................
74. Rcrritucion del ege de la t i m a 6 JU nntipo lugar ............
75. Coilrccuenciru erpanfaMI de eata reutitucion del ege ...........
82. ElfUCgo que habr6 en la venida del Señor no rer6 wniaerral,
rino pue rerá rdamenfe contra JUJ cnemigor .....v...... ...
89. Perada la horrible tempertad del diagrande del Señor, apa-
recuhn cielo y t i m a rehoaadar y muy m j m d o r ........
93. La conmocion 6 turbacion del dia grande del Señor no debe
durar menor de cuarenta y cinco dim ........................
96. La ciudad mnla que bqja del cielo ................................
101. Doct+;na de lar infdrpretea sobre u t e particular ...............
106. Superfa la cornun imlerpretacion de ~ O dockrea,
J no pueden
eaplicarre rin videncia va* tsilw de la aagra& Eacri-
htra ..................................................................
100. Se in@ de loa pauagea de b E~rrihrm.que lg m t a ciudod
no bqjaró el dia del juicio uniaeraal; dno el de la venida
glwiora del ~ & o ranter de lo rerurreccion general.. .....
110. Aunque no puedan erplicarre mucha cara8 mdguienter 6
& vmida de la renta ciudiad, no por ero deber6 ponerae
en d u h el artero ................................................
1 14. Se p r o w m responder congeturalmente algunar preguntar
sobre la ranta ciudad, a e d o la primera -aobreru dirncn-
rion y ertructum.. ...............................:................
116. Como re-enienderhn &mtrer dime~('0nerque @o S. Juun ?
118. Sobre ku P u u t a y 6ngeler que erl6n en elku ..................
123. Soére loa que heditarón en dicha aanta ciudad ...................
1 N D I C E RAZON ADO. V
Plmb Pyo.
126. Sobre kr aiaor, que aubirán 6 cncoñlrrir 6 Jeaucriato ..........
94
195. Sobre n' a c o m H r 6 n d Jeaucriato todor lw bienoaentumdor,
b damente dgunor ............................................
99
143. Rcrucitarón tambienpara au ignominia algumm hombrer de
..
~nngnet ~ l d o d ................................... .......
106
1W.SaIida del den'erto de la muger y au nuevo derpermio 110.........
165. úu erparicioracr que comunmcnte hacen lar doctow del Cdn-
tico de l w Ciínticar aunque ron muy piadortu, no roa con-
fonm; al verdadero rentido literal..................
.. 113 ...
165. Muírtraae la verdadera inteligencia & erie Cántico ............
121
170. Abandono y converaion de I m d l anum'ada por Im'tu en el
....... .............................................,......
cap. vi 124
171. Por muchw r a p d w tertor acorder ae hace ver quien er la
verdadera erpow de que hablan lasprofettnr ................
125
193. Dmin'oa & la tierra rantu entre krr reliquitnr de l~ docc tri-
bw, la nueva Jerurddn y .u nueuo tempb ..................
140
199. La divi& & k tierra tn0,netida por Eeequiel para lw íilti-
noar t i e m p e8 muy diverm de la que re hizo por Jonrd. 142
203. Admitido ectaflrtura reparticion re ve ckrrumente la aoli&x
y vndod del plan y &tema prermte ................... ,.
, ,,, 146
204. La ciudad que dercribe Exequiel er muy d w u m de kr que
pinta S. Juan ....................................... ... .........
146
2Q6. h f t r t u r a Jmualén & Eeequiel er tambim muy diaerra de
la Jccwddn antigua ............................................
148
216. Dsrmpcim del nuevo templo, y B1@ulta&r en que re hallan
&S inthpreter por erta &rcripopoon.. .........................
162
221. Cuarenta añw dupuer de laflrndacion de la Zgluia durabas
todcaia lar racriiciw antiguw ............................
166 ..
224. Con & dertruccion del templopor Iw Rumanw ceraron lw
ram@iou antiguw.. ..........................................
166
235. Eitw r a m i w no re oflecu6n durante la (;9.Ieria prerente 166
139. En el templo sumo & la flrtum Jerwalln re colocarán el
altar, el tabem6cuio y el arw... .............................
166
M.d Con q u d f i re ertablecerdn erttu mtu en el templo nuevo? 167
241. Se alkrnan dgu)>o9 embaraxw y d&wlta&r obaitu que re
- prercntan contra erte &tema ..................................
168
246. Dicho &tema w conjrma con aIgeinor tertu & kr M t u m
dwim ....................
...
..........,. . . . 171
a4
vi I N D I O E RAZONADO.
w.
248. Y d r t n a e en p d ~~ y en que re d@wno¡en ba la,
p*mrruwc~ de Jmcucrkh, S. Juan Bauti~tay Elii ......
172
864. Se r e m el panamiento 6 & m a del P. AntonU Tkpa....178
269. &n&o de kugmtb. ..............................................
183
261. Bendicion de lar genter anunciada ,por l w p f e t w ............
184
374. Blucha lupnw & l w ~ l i c r r a r p a conh-r r ~ arte
bndicimy r e i d & ~ i c i r y p s , ~ n q w p w c a b r s < i o i c
ciliure oon ku N e c i a , r i p i a d o el r U t m d-
gar .................................................................
190
281. Inútilmm#a re b w mta conoiliacion, ri na re u& & A-
rano .................................................................
194
283. Modo facil de concordar lor dicierw lugarer de k &M
Ercritun variarido rduments el pkm ........................
196
288. Mediw p p i w para oonanaar b pus y l a j u ~ Z ¡ ~m & e( rei-
na& felis que e@w ........................................
201
9 9 . Primero : la prermcia dc Jemcrirto ............................
202
291. Sepado r la a w d del dragon ata& p a el a@ y cnwi-
*o& en el a b h ...............................................
209
294. TUWW:h wnion & la jwticiay & &pus que pOrecuún
en u& reino & J e h .....................................
206
298. Ss acaber6 la multitud y dimdded de I ~ ~ U L no U , puedad
rino un d o idiomo j y erie rerá d cuorto medio que coa-
remar&lofLlicwkrd que nor promethoe.. ...................
207
306. Jnuralén r d el centro c m u n Bonds c o m n m X n ted.r lor
gata .............................................................
ale
312. E n erta ciudod principlwntejlwmerbr lo d a d mútua g
la horpitaüdad ...................................................
216
316. La p u r m adorable de JewnZlto re acjonf ver +M ves
& lor peregrinw que concuwen en Jmuralíil.... ..........
21f
921. EJ verm'mil que tambien verán clarommte lor dipuzador de
km pueblw. el inlfrrno donde eatdn cncamckidor lor ane-
mi- de Jewcruto ...........................................
891
328. Se cotuface d variar preguntar y d@cultodm con lo rencilla
erponrponcion
de una pmolbdu ......................................
227
34 1. Derpusr & roilfeaar el outw JU ignoran& d i ~ ~ f i M a i o
para dar un pormenor & uie reinado gloriooo, puenta
m idem.t&r cualir dlar rmn, procur&jtn* m
tertw dr h i r u m aunla... ......................
234
INDICM R J ~ Z O N A D O . u ii
. P A h Pwna
346. lcFn da lar mil d w , &m dsl ¿rapa y conncyc&r &
................................................... 239
e& libertad..
362. Caura de la dcoodcrcio b corrupdon & Im genter a, u e er-
ra& fururo s... . ................................M3
367. Con(Mwh.de u t e mimo arunto..................................-24.6
360. Se propone contn al #tema del autor un w p n r t o . que l w
contmnb cmn indiwlubls.....................................246
364. %J wrpvsrtor del argumento prqprrrto.. ...................... 248 .
371. 4 Quién er Gog y qugn er Magog? ...............................
252
377. La erpedin'p de Gog & que habb Esquicl er muy dmerm
S. Juan ..................................... 266
de b qwe dercnrcnbe
381. No er una coro indubituble, que haya de r e unívuwl eljtrego
que regun el A p o c a l w bqjard del clslo contra lor ui-
uientu ..............................................................
268
393. Dumcnpcrpcron &l juicio)nul regun el mongeluta S. Jwr.. 260 ...
386. Algutuu cvertioner robre el ert<uJodd u&uw mundo de#-
puer dc la reiurrcccion gencml.. ..............................
263
391. Dmerrm o p i k r robe crts w n t o .............................
266
398. Se abraso y re conJrma con algunw lugarer & la Erm'tum
b renten& que @m, que kr t i m a quedar6 muy m+
m& .................................................................
269
400. Sobre el lcypr adonde irdn l wju m... .........................
270
407. El cielo er un l u p r indeJnido dmdc Dior mamprta iu
gWa ...............................................................
274
41 8. Se erplico un tuto &l Aportd, queparece denotar, que el
cielo es un aer&dm y &terminado lugar .................
277
426. Igualmente re etplicon ohw tertor de la Ercncntumrobre el
mimo orunto.., .................................................
182
427. Donde e ~ t dJeru~rirtocon k u bienauenturado8 red el lugar
que deba Ramaroe cielo ;y JemctUlo con iu corte no ertd
precbado d ocupar un punto Jjo y determinodo 283 ..........
431. Ideo general de la bienawenturanza e t m derpum &l juicio
uniowral ........................................................
287
436. Eatmcion y grandeza del reino de lor cielw .....................
290
445. Sadre.h habitanter & lor cwerpor celerter ......................
293
45 1. Toda la grandeza y hmarura del vníverro a& la huenma
de Jeuudrto y de nrr rantw ................. . ............
290
.m.
VIII I N D I C B RAZONADO.
P W PQlni
469. A u q e Jemcrkto con nr mntw podrá rcriair & d e quiera.
nuertra tierra r d el lugar pnpnmkgia& &&fiar6 .u
cdrte................................................................
303
464. lSobre lmp6raulw que murieron rin kutumo ...................
308
466. Nuertm tierra derpuer &l juicio uniuerml quedar6 convertida
en un parauo .....................................................
309
473. LM idear del wtorrobre erta renoollclllClonygrandcta & nuer-
tra, t i m a ron co@mer 6 ku de ottw mbiw muy rer-
pctaMt?r...........................................................
313
V E N I D A D E L MESIAS
GLORIA Y MAGESTAD.
..
grands dia de la ira de dos. sí p o r cierto, dio da1 Dios
.
Todopoderoso.. y de la ira di1 Cordero *. Se llama en
numa, por abreviar, dia del Señor .t.: y se dice en Isaías :
Porque el dia del S& de los egércitos ser& sobre todo
soberbio, y altivo, y sobre todo arrogante ; y será aba-
tido.. . Y entrardrn en las cmernas de las p&, y en
lar profundidadea di la tierra por cawa de la presencia
formidable del Señor, y de la gloria de su rnagestad.
cuando re levantare para herir la tierra$. Todo lo
cual lo compreode D ~ i e gn i estas breva palabras : cuando
rin mano alguna re dsrgqjó del monte una piedra :¿ hiri6
& la estatua en rwr pies de hierro, y de barro, y 108 der-
-uzó§: como qneda suficientemente esplicado en el
Fenbmeno 1, y tambien en el X.
S. Pues concluidos los tiempos y momentos, que puro
el P a d r e en ru proprio poder 11 : esiando todo el orbe de
19 tjerra, y la Iglesia miama, exeptuando algunoir pocos
individuos, ...y asf como en los dias de Noé... y fué
en los dias de Lot q, llegará finalmente aquel dia de que
tanto se habla en los Profetas, en los Evaugelios, en los
eooritas de los ApOetoles, y mas de propúsito, y con no-
ticias y circunstancias las qaa individuales, en la Gltima
profecia canónica, que es el Apocalipsis de San Juan :
volved, digo, del cielo 4 la tierra el Hombre Dios, y se
Ssp. vi, 2.
I f Et nunc regas intellifite: enidirnini qui judicah m-
Pt.ii, 10. .*
e,
oaatip, h.,todo lo cual supone el jaioio que
&be preaeder. M, todos l a reyes 6 principes soberanos
(aean pemonaa perticalareri, 6 caaipoe moralea) son otros
tanta jueces de s u respectivos dominios; á cuyo bien y
falicidad deben velar, dando d todos y d cada uno, lo que
insrsce segm sus obm, 6 ma de premio á de oaatigo, y
procurando siempre nii buen órden, y una buena armonía
en todo el cuerpo del estado.
16. 8.0- : como loll reyer y soberanos de la tierra no
pueden juzgado todo por st mismos, porqae e d e idni-
tamente la limitacion dd hombre; la r9eon. nataral, -la
esperiencia y la necedad lea ha ensefiado, ds tiempos
arrtigm, aquel bptimo espediente que acowejb d Moya&
s u megro Jetro: ee B saber : repartir entre muohos, teme-
rosos de Dior, en quikes w ha& verdad, y que abwrsz-
can h auariciu*, aquel jaicio que redde en ellos, dando
L cada iino aquella parte determinada, 6 por tiempo deter-
minado b indeterminado, q u n su voluntad; maa con ia
aaildw, idbpenaable de que todos reconozcan an de-
penden&, pnea el juicio no es suyo, sino prestado, y todos
w teunan al fin en un solo punto 6 centro de unidad : esto
es, en el soberano miamo, de quien todoi reoib'ion 1.
poroion de juicio, que cada uno tiene, 6 ia potestad de
jusgar dentro de los límites de su jnriadiccion. Estoa
aonjmcea aon, propiamente bablaado, los cu-reinantes, y
los que forman jnntamente con el rey el reino activo, 6 la
parto activa del reino, qae ea la prinoipal. Esta paqce la
verdadera idea sencilla y clara de un rey, y de una mo-
narquía: y esta parece del mimo modo (guardando la
debida pkparcion) la verdadera idea del juicio de Cristo
qne nos anuncian para su tiempo las Escrituras.
16. &te juicio IIO puede ser un juicio paeajero, ni limi-
tado B alganas horas, dias, ni años ; como quien se aienta
sir un fribUna1, y examinada y swtanaiada la causa de an
Timenbs Deun. in quib~urit rnritiu, et qui odarint a d t i u n .
-W. d, 41.
TOMO 111. C
m LA VENIDA D B L LIBBlAS
d. fa r i e m i a dehitha. Ests idse, tooiwdr..o11~)
fvrnerte de m pPiBbd. del evpibeh, no es h~jubr,
qae .m nceemitr~ de Q= mar, abeiQ o a e W . - Bi
jmoio de Cristo deab que eiapiers rn d d k d6 -podar+,
4 ar el diiide BU v d i em gloria y mrigeetpd, debe esr ri
jiiiob tam penmuieete y tan eterno oo~aoel 1IiLIDIo Ckhta.
samo Cristo en m W d e rey bade mx eterno ; p e a
m reiw ha de ser eterno, y no tsnd*á #a rsr miico-t.;aaá
h de ger e t e m ea d a d de jues; pues.el jai& ea
e i e . o i o l . l ~ : r € ~ c ú d r s y o ~ a l a j u t w i a r.Ni
$.
podeooicebi nn rey 6 m h m , ooeo rey 6 a-
iobamo, sin aopaebllee junto eoo 61 y en 61 m b o ; . ei
juicio Q L poteatd de jiiapr, de ordenr, d e mandar, de
regir y gobarnar, %o. Cristo cuando vino la primere ree,
m viPO cietfbimambOte como my: p r e o w i g i a t e m
-o juei : ni hoy m t d Irie ~ Ewrihws mfipm, .ni--
los Xhaagelios, m en loa d h s de los Aphtoler una tiole
p l i h e , que pemiada 6 indique de al- modo erta idea ;
antes por el contrW4 todo a ~ indica r y persaide &a i h ~
j&nitamente diversir. Por reimmirlo todo en una pdabr~
(que ciertamente vale por d) e1 m ~ m oSefior nos lo ess.
garb ad espresamente oon la mayor f o d i d d y daridtul,
que puede caber en el asunto. (Diciéndonos :)...no s n d
Diar SU &€#o d mando parajuzgar al m d , u& pava
qus si mundo se salvs psr dis. Conque ea -a dived&
ma jnsgei al mundo o ~ m smy 6 como jues, 6 d a r aomo
salvador y mdenbr d los que orepree en 61, y lo cmy8rmi
h Bl, y conformaren sus o b m con su fe, que es la veda-
dera cremo*, sin la cual no puede haber d a d .
17. Mes cuando venga la segunda vez (que creemos y
eeperámos con ansia todos lo8 que le amámos), ven& rip
Pa. cix, 3.
In 8ie v k t d a r~~~~-F'irda
tCn@ regni non erit u.-E b . Caiur. et vi& h.
d.. i, 3&
1 Honor re@ judicium di1igit.-PJ. xcviii, 4.
Q Non enim mLit Deus Fiiiam auum in mundum, ut jadieet
mundam, sed nt saivetw m d n i psi ipr~m.-Jorr. iii, 17.
apda eoiiro (dioe S. Ianaa;).. . u&&, & p 4
~
W m ncibiia d &w*. Bar oor~&iePte v W .ww
M@,porque d Padrs... tado 62jaicio ha dade al E ~ Q . . .
Y 4 diópo&r t& & z a r juioio, p y u c cr =e da1 Bar
be f. En esta p p b s h l d t e m&midmmte el m-
qwpto niieyp y etsnsa de Db,WWJ que ao 41 reiii;aaaje,4
*sito mhrasaente el Padre ,sa d Hijo, y pow en sur
mmoe todo el j e a : y wto pmqus rre.hip Couihre, p em
auanto hombre, b alió poder & k t r juicio, penqw
.
a j o del Hombre.. Y diób (dice Daniel) la po#utad, y la
b r a , y el reino: y tQdos los pucblor, t d w , y l m $ w
Ik sarWrán 6 él: ru potsrtad sr pofsrtad rtarna, qtrr ru
w&quitada: y ru rstno, que no rwé dsrhrido$.
18. Este j&io de Crbb re ve fraoaeaüabmenta eu
tnlm laa Escritmrae, nu 40 srnto, reob y jostleimo ; niP4 *
aumwente magnlfioo, admirabie y lleno de todai aq&
perkoioiles y eweleaoiui qne no ba tenido jamás, ni ha
el jnicio de loe patos b o m b M, m @e
podido tentener
de Criato en el wlmo ix, oomo una ooso n w a 6 inaudita
en todo el orbe de la tierra: Preparó w trono para
juicio: Y dZ m ~ m o juzgará la redondez de la tierra ,en
equidad. juzgar& lor pwblw wnjwticias. Y en $08 qal-
me =Y J wviiaoo clhpridadae Lodar las a M t o r a ~aun , Ana
kaoimalea 6 insepsiidee, á alegrarse y regocijame, no sdq
poque vime, rino espresamente porque viene 4 juzgar la
tkirra. Alégrense los cielos, y rsgocíjue la tierra, con-
Iwéoare el mar, y su plenitud : Ss gogwbs los c a m p ,
-
Et fscium ert, ut d u e t , accepto regno. Luc. xix, 16.
t ...
Enim Pater ... omne judicium dedit Wlio Et poteatatem dedit
-
ei judicium facere, quia Wliaa Hominis est. Joan. v, 2!2 et 27.
f Rt potcstatem dedit ei judicinm hcere, quia Fllius Hominia esc.. .
Et dedit ei potestatem, et honorem, et reginm: et omnea populi,
tribus, et lingum ipsi servient : potestan ejw, poteitw aterna, qua
non d m t m : et rylnum ejiis qnod non cormmpetnr. Joun. r,-
27; et Dan. vii, 14.
-
riro por*.
. Lm fbr (dioen) rimeOiii db, prmmm
renr y
dkmm, sibrgnaderya¿mirdh(Spioporoiaia)deR
6 r & l r e y M , y p o r e s o ~ o ~ ~ ~ J
@ d d ~ o I h i d , q m h b J e r b .Eailav~iaaedek
a t d - e c h Bat.V* aWa, Hadn, de Cristo, y ea b
flor e) mismo Crirto. M w mem&m (&he an auUgw
icbgik, 6 q&m.tdos .6 lor mam sucribea, en eI mimo
&teha) por kruure & k r d dsfd entsnddRner qw er
&a VL-gendbtaMas&r pwnotucconmta s r l g w m z ~
kdlo; ypor$iwal&hrSakador, quediceenel cús-
h ; d e I b r chfiiaorr " Y o j o r ddcump, y jrliriaeklor
4." & h e artar Jor, prsr, pdel tranoo y r e &
k d w Aemmtad por mediode~IIísriaVhym, y m ella
rkaammí el srpb.itu i l f f i r , h.t.
S.Yo no me opongo, ni pedo opaneme Bn impiedad
.$levemdsdde hdivLnqneqpfnosdlae 6moa acuenls
isilts rmto do- con oaamob de erter piimeras paiaimn~
Idel rp. xi de Iieiar, que lctnaimente obren8~10~.&tu
w- t
e una verdad i n d i t a b l e : d saber, que Cristo
;nsriá & la B d m m a V i Maria, la anal era & la
w r g r r r d ds D a d $ . Rata vedad debemos saber y eiear
fr ' ' ente todos 1- ~%J&DOS : j m v d a d de
6 aiertn 6 mdirbitablq es )e mima qae se annnem,
6 de que se hiMp en estar primerea pdebm de Ir profecía?
,Esbihple pregunta pide natniilmeate sspeni, y desea
wr q e d s a,solo mtagbtka, sino rarrieml, bien fim-
dada, &us, & Prtitioioe de paro i'~epM0(que llamúnoo
Et egredietnr virp de d i c e Jesse, et flos de d i c e ejni Mccn-
det.-1'. xi, l.
QV i da d i c e Je&. Sanetam Mariirm Virgínem bteW
v,qrie nalbur hrbait dbi frocicem &mmitem, et bonia
Dominam ralvatonm, qui dicit in cmdco canticonun : Ego floa
m p l , et iiliam condlinm. Super hunc igitur dorem qni de
tmnco et rodice J m pcr Mariam W e m repma conwrget, et
requiesat yiritns Domini, &c.-S. H g m . in Im'.
$ Virgo regia Davidice Stirpio.-&=t. h. Serm. 1 & N 8 W .
iacmd, y ~ ~ #el
t p m 8 i i l i D d o a q p J O L I B ~ d m ~ 4qiu
soíima, que merece oon propieami el neaPbre de á a p e
b, 6 de prepotencia teo- Despea de hrrber &do
y meditado la prefmía entera, &da oan el cqkalo ambse-
&nte 7 el +ieate (que todo debe e n b u en.ooaiidea-
oioa), así oomo se hsllo W h m e a t e viola& y llep4 de
faladedes palpaMea la acomoda&on que re pmtende b a r
4 la &$e& preseote, así M> sa sabe d qa6 prapóiito rieoe
aqui el nacimiento de Clnito de la &ata Virgw IILaris.
Aunque IW ateodiese ónioameate h la prinvere olahala de
ate @talo, separhdola enterame& da todo b qa
p d e , y de t d o lo que sigue, que ea lo sano b qw
p d e eitaode~ela indulpwia en entos ammtoi ; aun mí
hintaligenoia vulgar no puede r ~ m011. y :a
~ se re @
peaente de sayo un inoohvdepte gahim0,\6,uoo aoiue
oaencia intolerable. . 4
m. 61 lo vara de que a@ ae haLla (@em oponer
slgaa kioi$ddo) er ~eslrente-O hiaoa-V-
María; laego mgnn este lsgar de ia e e o h , &tono
owi6 de la Santa Viqem M&, ni íúata pudo rer v d h
Madre de CrPeto. i Por que ? 4 Papua espnnwsabe m
dice, que la Bor debia nmer, no de Ja vam, sino irimedi.-
tamente de la Fsirr, así cano la vcua mieiia, ni p~la rara;
NMr6tma0d~1~dsla~&J~d,ydsm~aia~ubir
m*. C~onque6 la Sssh Víqph María no t e ~ mar s
parte en h g8neraoion de Oriste, que ia que d k mta
prafmla; eeto es, niiyolia; 6 lo Santa V e n M d a no
viene r i p i h d a aqol por la vara; y a ae qaiem qm
wsga s i p i b d a por la rara, e a ú neoesario alteraii m
testo tan claro, alíadiendole libremente dos palabra8 para
que diga lo que se pretende, y leerlo ad: y & ac raig (M ,
-
1 Congregentur w, quae aub cm10 mnt, in locm un- :
apprruit anda. Cm. i, 9. 1
borta entórioes sobre la tierra, de iaa cuales no nos ba que-
dado monumnto alguno. Perecib toda la belleza, toda
la fertilidad, la disposicion y órden admirable con que
Dioa la habia criado, para el hombre justo é inocente, no
para el ingrato y pecador.
., 39. Si hablámos aora del cielo 6 de los cielos, de que
tambien habla S. Pedro, diciendo : Cierto ellos ignoran -
volunlariamente, qw los cialor eran primerasuata, y la
tierra de agua, y por agua estaba asentada por paZabra
de h : por Iar cwlcr coma a q ~ e mundo l de entónar
ptreci6 anegado en agua. Mas los cielos, que ron cuna, y
la tierra, &c. *; de este cielo 6 cielos decirnos lo mismo que
acabhmtx de decir de nuestra tierra: esto es, que peieaib
en el dilovio el cielo 6 cielbe que habia antes de esta
hpoca 6 de este gran suceso. i Qué cielo 6 qoh cielos eran
eetos? No olro, ni otros (en mi pobre juicio) que toda la
atmósfera, que circunda nuestro globo como parte suya
esencial, la cual atmósfera en el c o m a modo de hablar d,e
las Escrituras canbnioae, y tambien de todas las naciones
así bBrbaras, oomo civilieadas, se llama general y univer-
salmenta cielo. Y como, este cielo, 6 esta atmósfera se
dinde y divemiíica en tantos c i i i d i e n t e s , cuantos son
los pueblos, tribus y lengtiae, que pueblan de norte 4 sur
toda la latitud de la tierra: mi como cualquiera puede
darle el nombre de cielo en singular 4 aquel clima parti-
cular en que habita ; asf puede con la mima verdad y pro-
piedad 1Iampr cielos en plural 4 todos los otros climas diver-
stpimos, donde habitan o t m naciones.
40. Estos climas, b estas diferentes partes de la stmós.
fera de la tierra son sin duda en mi opinion los cieloa de
que habla S. Pedro : porque no hay en la naturaleza otros
cielos de quien- ae pueda con verdad decir que perecieron
en el diluvio. Estos de que hablúmoa, si perecieron en el
h t e t enim eos hoc volentes, qubd cali erant prihe, et tema de
qua, et per aqnam consiiteas Dei verbo : Per quae, illc tunc mun-
das aqub i n m h periit. Cali autem, qui nunc sunt, et tem,
&c.-2 Pe#. iii, 6, 6. e# 7 .
d i h i ~ rm a a d ~ . e d i b e n q * e p & 6 t r t i a r r :
m&&, no ahmhm, m deid- se d e b r h h n , ea
m i 8 d á m 6 6 h t m d ; unnoimddleta1raleaam
bmaae ame y rolnrtlrimo, qw deq~ueade QML gnve en-
feimedd, ya no parece el mismo que -m?m aatigua
ioba-, uum baaum w)ersr, w agitidad, m fosreos se
van e m v d d a ea mm dsai estiieiw t hqasca, ea una
plsler~lq~eariareamoheroinlMsi4otd.
U . Hadr el & I d o an)reial pmmm w que rm-
~,passlicb~,asaiahlaratUl6eCBieylac)ola
gaeaaaaiarkrmtuabm, h s b i a ~ ~ c a e i ~
sstdfe W e o ea qae hebis u a b de kis n i a w s del Oiisdar,
flW6 m m># OOlMta de d p niCf3üB @e,
y doareal, cap de dtmm natsMamede 60dm
e o e ~ ;rstes teaéaias pm c o n b w fhadaaianto padi%*o,
~ e s , t a , ~ ~ d e bambiuni; l o rp l a d
wapkmeobewsonfbiba, sino l a ~ a d b p e s i o i u u d e
hr tieno y de SS Mss k&bde llegado d a
&pelBabrmAe,~preee~*~,gn,~;se~
tierre, mep, y em&sth,y kda posab en cota afOmaeibn y
tktmnoierto ha&a d dia de hoy. Se alteró ie BU-
de l a k , oci.ppndo ~ e g a a i ~ e a 8 6 n i o ebe6eala s
p i a e i á e u n a g n s ~ d e l o c p e s a d s e e r a u nabntimme
asido; lo o d pare- elera á m9lqmeirqw h e m e w n
irn8oleates iaoea el ¿den y &pesioioa dib laa ides del mar,
especia1mmte el de les del Archipielago, que hra itwo
desoeupdo y like b 6pe~aatea 0011- ; lo e d parece
del mismo modo o l m y evidanb por las BiiTdQo praba~-
dcnm madnas, qae e n m ~ cada n dia loa ~oariaaoa,aan
en ha paisea mes lejano8 del mar. Se eleei8 -bien, y
p r 'le h e causa general (qee pmgoildrémoa d SE
tiempo) tede kr ahbiñera db )e tierm, pasadle g e d -
mente todos los oümaa 4 oieloa aiferentes, de la benigaidad
d rigor ; de la t e m p b m B Is iate&e ;de la wifi~l~li-
Qdqubtrrypaai6ca. QkbquiekiQg msdaace40Joo~
tinop.
42. Asl que, el sposbl S. Pedro W am Ibmiwi ien
r o p m p i o r y n s t i i i o l a r ~ d i j o :latkma y bo siebr
qiieeM~da~*peneQerepparlopalahisde
Uiq+pordagua*. M e que los cielor y la t i e t ~ q w
aora ron (&r&mde .inf&ra 41 los aatidilaviaaom) peaw
oemQ tambien O w tiempo ; ya no por el agua, sino por el
frisgot : viniendo en su lagar otms nuevos qiie'eroedair en
bondad y peuféc&o~,,.&-fieles como moral, B .bspremn@
y &os; psro uptdmm segun rur promam, oUIor
nuroor y t h nwuq, en ir qqws nora kr jwrricia. En
sumo, d oomo wtOI &loa y tierra pamter, sieudo ea i u
.auatoncia los nriypae que los que había anta del dilrsario,
ata oo obnhnte, divemisimos en m orden, en ro diapo&
&n, en su hawaepre, .m ,$m efeotoi; mi los sielor g
tierra nueva que aperámoa, aunque iieon en eurtPaoie loa
mirunnr que aora, serán idiniteoiente diveaos en todo lo
demb. Eeta me p~reoe4 mí la verdadera inteligencia, y
la únioa que puede ed& el testo de B. Pedro ;lo o d
S-*. paa4-4 o(rp o b a 0 m h ~ r t o n t e .
43. Los Mieuor do. y meva tierr~gne erpet4mcM
(di- d e prbipe de los spbrtoler) los ape* wgu~
.bp r ~ m e s ode ~ DiOrS. M- .&M P U ) de~Dlioi, jde
.donde oooitan, 6 dende se Ulan olaram y espreras? Si
msiseBipDor oop oaidedo todas I&soritWos rsepdrrs, m
bdsr ellss rro ballhoe otro -1 que el aap. lxr de l[rsiar,
el irei, .dende m ~uelve4 heeer de lo que re habia diaho
:qn el antgoedente. Ee rerdad,qw en el cap. xxi del App
oalipsis, se babla tíunbien nugdicamemte de eetoe nuevos
cidos y oueva tierra.; mas, lo primen, : S. Pedro no podia
,siter al Bpooalipsb de S. Juan, que oiertamente mesori-
bi6 awbos dios decipaee de su muerte. Lo mguuda:
B. Juaq, mgm ms coofinu~selaaioneci 4 toda la ~ r b m ,
dude aqeí magnihwnente 4 este lugar de Iaaíaa. Aora :
Coeli erant priha, et tema... ille tunc mundua q u & inundbtua
p d t . -2 Pet. iii, 6 et 6.
t CQii .nikm, qui n m e a ~ t t, t terre d e m verbo rcpasiti sant,
ipineiwrrri.-2Pet. iü, 7 .
t &ewuih p o u h ipriu srcpscwwa. - 2 Pd. iü. 13.
40 L A V B N t D A DPL Y H B l A R
en t d a a lea Fhhmaw b a y o t ~ ~ i y p r d ~ d d
aawten cspfwmehb Ls proaeas de ouovos~aMor:y
nueva tierra, que este cap. h b Imfu, pama alar, qee
b este lagar nos &te S. Pedro y tambien S. J w a ; y
p~reeedel mismo modo al-, que para entender biw el
testo concisa de S. Pedro. y t a m k el de 8. Jae, dsbb
rémm eetudiar piimen, d testa de IsPbas, donde se bJL
como en su propia fuente, las pipmeiias d e Dm. d. qrie
nora bablámos. Bdm W a o H a s t . y eridmtewnte
con la Jerusrtlén futura, y oea las reliquias d e bm
Judias, oomo es fadl rcr y sompreoder al punto, mi per
todo )a que precede en este mismo cap. IXV, como .por
todo cuento se dise en los 16 oapLtolas smbcedeuba. h
tiernos, pues, al exkmen atento 6 imparda1 de eote iwbe-
menta fmdameotal de las promews de D h a .
poir~~
pro i.--uiiddrn.
*,S
t Qaomodo ni inveniatur gran- in botro, et dicatai : Ne diaai-
pa íiind, quoniam bapiedictio est : rie foa'im propter sernos meoa,
ut n m dibpdun totom. % e d u m de Jacob saiperi, et de Judr
p o d b & a m o U c a ~ d~hmdbbphtsrnchClimei,
: etmni
irS h b h b m t ibi, &e.-¡m'. Isv, 8, rt 9.
..
48 LA V E N I D A DBL MEBIAS
e .
.
sS. En aquelloe tiempor (ea loa cuales unno dibs
S. Pedro habitará la jmtkia) no morirá ninguno antes de
la edad madwa, diBe Iaalaa : si aigooo manen, de oien
años, m dirá que ba muerto aun joven : ri en esta edae
morietre pecador, será maldito entóncas, como lo er nora, y
como es necesario que ecta en todo tiempo. De d o d a re
colije manifiestamente. que aun en medio & tanta jeiiioia
y conocimiento del Sefior, que en aquel sigb ventan,
mundará toda nuestra tierra, así oomo lar ogwu &l nm,
que la cubren*, no por eso f d t d n del todo el pecado y
los pecadores; puea al fin, todoa mdn entóncas tan librea
como lo son aora, y todos poddm bacer un uso bugoo 6
d o de su libre alvedrio. El llanto, y el clamor, p i b
sigae Idas, qae nora mn tan úecuBatea en toda clasb de
genten, w m oirbo, 6 m oirán roilsima vez ea qdloi
tiempoti felices. El que ed&m una casa, vivirá en db:
el que plantare un.hrbol6 una vifía, gomrá de sus frutos :
no sucederá entónces lo 'que tantas veces ha sucedidi en
los siglos anteriores; esto es, que quien no ha edificado
tina casa, ni plantado una vióa, se haga dnefio y poseedor
de ella, 6 por prepotencia 6 por derecho que llaman de
conquista. Los diaa de mi pueblo, prosigue el Sefior. se-
rán ipales 6 mapores que los del &rbolque ha plantado, y
el trabajo de sus menos lo verá envejecerse delante de sus
ojos. Mis eiicogidos no trabajarán en aquellos tiempos
inátilmente, ni engendrarán hijos para la ewlavitud y mal-
dicion ; antes &rún una generacion bendita del Sefior, y
S& hijos y nietoa como elloa, h. Porque mí conw (ae
diee'en Baruc) Porque mí como fd mcartro pearamiento
al &acarriaros de Dios: diez tmtw mas le bwcareú,
cuando ds nuevo w convirtierair. Porque el que w envió
l w da^. 41 mimo w tracrá & nuevo un r a y e 0 ssnipi-
t a m con vwstra raludt. Es verdad que todas estas
Yieut aquae miuie operientea.-1-i. xi, 9.
t Simt enim fuit senm veiteraut errareth hDm : deeisri tiatum
iterhm mnrertenteii n q n k t i s eum. Qni enim indurit mb& mal+
ipse rnnum dducet vobi nempiternam jucandicitem erun d n t a
reitrx-Bar. iv, 28, et 29.
. *
EN GLORIA Y MAOEBTAD. 49
o- y otras riemej~uibs,dificilea de numerar por eu pro-
digiosa multitud, ae dioea e ~ p r e e adire~~ta
~ y whda-
mente de J e d b n fuhra, y de les reliquk precioasa de
los Judioa ; mas por otra mudos lugares de la Ewritnra
y del mismo Ieaias, que ya hemos apuntado, pareo0 olaro,
que lsll reliquias de todos los otroe puebhm, bibus y
lenpm, participarán abundgntfs'ieote de t h atoe
bienes naturales y sobrenatarales, que primariamente se
prometen 4 las reliquias de Abrahán, de fsaeo y de 3-b;
ni loa Judios ~ o m en s este asunto tan avároa, que lo que-
h x m todo para nosotros, con la esolusva de todas las
gen- Aquella qw llaman by de repreaaüa (tal vez n a
a e d a . p e m reprimir de dgun modo b4mrbarie de oisrtos
harobes indignos de &nombre, y nuiqdipm del nanb16
de beaire fmows) generekmte hmblamb, pmwediame-
tralaente opuata el Espírita de Cntto.
. . .
TOMO 111.
SIGUE EL MISMO ASUNTO CONGERJRA SOBRE B T O S NUEVOS
CIELOS Y NUEVA TIERRA.
"
mamo uam de in arsas principales del diluvio uaiwetd :
w M m n lar ccdarairrs &# cbb. Y h u i ll- mhn
la twrra murata diaa y ammda # r h e i t . ; QaC
quieren deoir estaa úItinnaa palabras? Y a no me mab
awa (ni baae esto B mi popóaito) ea b que bam d i d o 6
paeede otros sobre este oiunbo pdoribr. Como mte er
un arunb de mslill +oa (cuando so W eolamen4a dd
modo, y no de la de lo qoa d i obramente la .
Lidoria ssgrackt) coelqniera es liBig pru pmsar s o b e csk
moda, g proponer )o qw ha )enea& á los mtdigeabes.
W.Y o pieupo, ppee (y esta es mi opiaioa), qiae lo que
en el cap. vii, ver. 11del BBnasis'll~mala híetoria mgnib
cataratas del cielo, no es otra cosa que la que en el cap. i,
ver. 6. llama #matnsnto sr aisdia ds h p: el mal
~ d i d u s i g a a r B G ( ~ sE
wl ~
fOdOlodm
me figm m uma miuo(lq pr rm&am, una aoni.
tzincbera, 6 como un limite, justo y preciso, que puso Diei
en la atmósfera misma de naeetiio giobo. Ba & de e h ,
pairt que M IM agoss i d k i o n i i , esto ea, les q m continuar
pp8nle smben y bajan ei la p t e inGanor 7 -SIL de h
abanóshra, subieaan mas d. ni laa snperioms, ertranr,
mente rarificcib, que ocupa un eq>aoio ria c o m p n c h
mayor, p u b bajar &as abajo ain epren, mandato del
Criador. Así aoosidem, y me parer>e que reo en ei gbeo
que M t o dos atmósfenis : una alta solrarate dos 6 íms
millas, y esta siempre ama, t d i n , ~ ~ ) n f nllena~ . , Bo m
I pores salihos, sulfkrecis, bihmiioros, & a, las cuhri,
mesoltidos con l a vapom aeueos, subea y bejan pti.pt-
tuaawnte: ot-a mie d ü l , d h 300, 6 400 legaas ( p n e
hash a t a distancia pe bm obeareado d g m a s
boredea) la md goza de una wm8 quietud, ciariiil 4
d i i n i d a d , siP que ileguen 4 ella, m perkrben so q t h t d
Rupti sunt omnea fontea abyesi magna.-Gen. vii, 11.
t Et ea- caeli apeitae aunt. Et h t a est pluvia super
ter- quadraginta diebua, et quadraginta noctihua.-Gen. vii, 11
et 12.
kwlos la& t u r w n h bouibler y cantim~aade la m in-
&or. ~ $ m a m W ocm d i o de br qpa, 6 whu
ataratas del oielo qae &viden las aguar s a p m k e ~de &e
Liiferiom, eetrtvieron oemb absolatameple, coa0 lo
eetáp mre, haata el dilovio u n i d de Noé, en el.que
abriemn por &dea de y c o n d por ~ el miamo ,
érdem 6 W t o de,Dioe, las agua ruperiorea aayemn
sataraLbentepor rn propio peno, y aydama 4 laa inferiorea
R oubrir enteasmente todo nuestro globa, aif C Q ~ Dlo oic
b n al prbciio, antes que Dios d i r i d i las aguati de
lae aguas, pae ea todo b que dice la historia sagcidq.
Las qne han imaginada qne el finnaaiento en medio da tq
<rgws, gne divide lao qpm de lrrs ag~os,es el firmamento
del cielo, b aquel especia inmeuso que ooupap he eetrellas
fijes, p a m e cierto qua re han enga6ado ftioamente. En
el &tema celsete entipo no bay que esperar obrie ideas.
Tan cierto ee q w ia d a fisdca iotluye no pocas ve- ep
.laimteligencig p o o juata
~ de la Escritura aatúa.
68. Le aegunda oonee~nenoiaque debió segoirse neae-
sarianiente de la inelinaoiop del eje de la tierra (sobre cuyo
supueato vamw baidando) fné, q~ el cicculo 6 I b a equi-
nocoial, que baeta ent6ncer babia sido una miaa4 wn le
eclíptica, se dividiese en dos, y que esta fíltima cortaae 4
la primer;a doe puntos diametralmente opneetoa, que lla-
mámoa d a : esto es, en el primer grado de &ea, y stp
el primero de L i b . Pe lo oqel resaltó gqg,ques. a ~ b
40 mkase ya directamente al sol por su ecuador, aino wltt
-te dos ditu aada aíio, el 21 de IZO y el 22 de Sep
b b r e ; pwqsntanda aiempre en todos loa demás dios del
d o , nwvos puntoo de su anper6cie al rayo direoto del sol.
iY de tquí que resnltó ? Resultámn neoesariamente las
ambo wtaoiones, que lla~námosprimavera, verano, otofio,
é invierno : las cuales, &de Zor dias ds No&,hada el del
S&, han eido, son y serán la ruina de la salud del h a -
&e, y como un castigo, 6 pestilencia universal, qw ba
acortado nuestros dias, y loe ha hecho penoelsimoa, y eun
casi Úrsqhiblecl.
$6 LA VONIUA DYL Y RllALl
m. i h e i r w Mi anbi del diluvio eki c d m aíe-
aioaes ? No, amigo, .no Iaa babia, segun yo p b m y
ban p e n d o enter de mi dgmoo otros aiitons grave@,m-
IigiorcM y pkn. ( V m entre otilos d rdigkmúimo y &
gente autor del eipectkula de Ia oaturoleae, tom. vi, di
don de Nápolea, deade ia .pagina 256.) Ea vedad que
m u c b o t r a M) han querido ad@tor esta opYToo, p
ciéndolm que d muad.0 debia.baber estado siempre c a e
está aorta; unas tambien es verdad que les raaoneo que
oponen son dhbiles, orcurss, inconcluyeniea, y tal rss
prueban todo lo oontrario. Como es un asunto figoo de
congetura, no hará mal aiogono en segair arta 6
aquella opiniop: oada um ahirds m w sentido+. Yo
soy de pare- qae antee del diluvio univenel de Noe, no
habia estaa cuatro estaciones del afio, que en lo preaente
son nuestra turbaoion y nueatra ruina; sino que nuestro
globo gogoba siempre de un perpeb equiaoodo. En esta
hipbtesi, que no pienso, ni puedo probar b t a la euidsricia,
porque esto es sobre mie faenas y s o b ati p p 6 " t o
'mtual : en eeta hipótesis digo, todo rse ea fácil, y me pe-
reoe que lo entiendo todo; asl lan obeewaaiooee de.loa
naturalistas, como todo lo qae leo en las-iontas llacrhm.
70. En este hipótesi, lo primero: todos loa &u, y
aun t d o a los almulos paralelos al eouador, awque dner-
sos entre si, debia coda uno ser aiempre n n i k o e oou*
mismo : lo mismo en el mes de Mam, que en el de Junio ;
y lo mismo en esh, que en hptiembre y Dioiembre. Lo
segundo : la atmbsféra de kr t i e r ~ a ,siendo en todas parbsa
uniforme, debia en todas partes estar quieta, no c i e i t ~-a
aquella quietud que tiene el nombre de inercia, 6 de in-
movilidad, como esta qeieto un pefiaaco 6 ao monte en el
lugar que Dios le ha eefialado, sino con aqueiie espeoie de
quietnd natural y respectiva, que compete 4. un fluido
cuando no es agitado violentamente por aIgmna cansa
estema. que la obligue á perder su paz, su quietud, ó lo
! PARRAFO 41,
':'B.'
Volvámos aora dos pasos atrás. S. Pedro en el
Iagrri citado dice espresamente, que aquel antiguo mundo
antediviano pereció anegado en agua: y que este pre-
sente, que le mcedió 6 entró en su lugar, perecerá (del
mismo modo y en el mismo sentido) por el fuego. Lor
&los, que son aora, y la tierra, por la misma palabra
se'~uardan,reservados p a r a el fuego. De aqui se sigue
iegitiinamente, lo primero: que del mismo modo, y en el
mismo sentido verdadero, eii que aquel antiguo mundo pe-
reció por el agua, este presente pereced por el fuego. Se
oipe legí(imaaeote, la mgmh : que aá oeino aqwl mp
tispo mundo e0 pmxió en la autaseirl, sYo sdeneote .p
b aooiddal: esto .s. se M 0 l l ~ 6bodietiwntu, iurlbn*
dose & &a en rJ, p spueaedo &qmmdel.&iwb,
aoppe otro mride noevo divedirno d e 4
apuwe on Lorbre d q u e s de sw larga e d k m d a d ; d
esta murdie que aora es, tan- psreoed an b spiBir
ainiporelfoego,siaoqawiiemwhubsolaaaitededa
Liep; r e c o w por eete d i o so anqpm d.l. y
rdriendo. 4 spcil.eoer, íai vem con &ea m+m, a a
toda .qaella hermoou~y peafeceion. w n que relió d p m
eipio de ias mixm de eu Ciiador. a t a última c m -
aPs#ia cm p a r 4 4 primers vista, poao b- y aea
positivameiPto ilegítima y mala: maa ai qwdm h a W
buena y óptima, comiderad las pa$h.as g.0 oa s+er b
aediPtemeote eo el mispo tato de 8. Pedro: e r p e r h
ugum nrrpronwrar, d a s nusvos y i w a mama, m 141
qw mera L jwticia.
78. Conque los nuevw cielo8 y amava tima, ó dd
, mando nuevo que apeiBiiPos despuw del pmmtb, &k
wc iiP oomparacion mejor qw al preeemte, J esto M) sola.
meate en lo mor4 sino tambisli en lo fLico y makiW.
En b moral, porqrs en B1 habitará I.justiaia* (las d e s
pdabriui genaroke no se pueden decir aon vedad ni dsl
mundo p-te ni m u l o menoa dal antiguo). T e m k
en lo físico y material, porque el mundo nuevo que espe-
rámos, lo esperámos, segue las pmmesaa de Dios ; y estas
promesas que solo constan del cap. Ixv de IIsfaa W a n
er+ y olaramate da ana boPdad moral, y -bien floica
y materiaL
74. Eeta gran mudapzaqua eeperiunor de naeatro m u d ~
presente de mal en biep, me parece á mí, segun mi sistema,
que debe comenzar por donde caznenzó ea tiempo de N&,
de bien en mal. Quiero decir, por la restituticm del eje
de la tierra 4 aquel mismo eitio don* estebe aubr del
diluvio, 6 lo q i e ss lo mismo, por ia mtim de la eclíptica
oon el earpdor; da la auai uubn 6 ideatidiel, eiil oomo no
v e d e haber un perpeho eqoiaoccio, así no paedeir faltar
bs cnetro estaciows del afio; las onalor, estaoio~~ee esa
-
emmigas ~>eirpetu~s 6 implacables do la salud del hombre.
Pbr oondgmiente : no se concibe d p a f U natrirel,
gnnla, e s t r a r d i n m , y digna de o a nwra tierrs,
y cielos. No ee halla oamo pusdea e d m e e
d v m na(rrm1nrtmta nn un c n a k d a p , ks vidas
l q a n de km hombres, que se acabaron aon el dilavio; m
m o pusdan Peníhm h t s i ohas e o ~ ~-Mes s 7
~nsgiifñoar,que eoke d a felicidad natnd, a a e m m
ya de la justicia, se leen fieauentemente en los p m h ñ ~ ~
de Dios. Al c a d o : si d p e r p e t ~egniooocio
~ viielre
b nriwtm tima, desterradre para siempre las auabo este-
aiones coemigar, todo queda llano y tiroiiísimo de oorna
bine e q h .
&iow ...
loco Hoc primhm intelllgwlta, qubd omnL prophetk
Seriptnro: propris interpirtidone non fit. Non enim voluntata
-k d a t . eat .üquando prophetia : red Spiritu k c t o inspirad
h t i mnt Dei Lomines.-2 Pet. i, 18, 19,20 et 31.
...
e. &mt difectb emkiones fulgunim et ad certum lo- i d
lient -Sop. o, 22.
+ Quomqdb ri p m m ofirae, que remsaeerunt, Lxcutiantur ex
@lea:et =mi, L P ~fuerit finita vindemia.-lmi. xxiv, 13.
m w o 111. P
acsa ld rokrbdr k lor i n j e h i y abatid la arrogaWa
& Ik f'b*b
8e, ,h. J d w h b.Lee : Ha rqd4 qlra d 6mhUino üel
&6Ok, id j h B t #iipstaPos~c b t6w6scad dsrhdíZ, .k h
&a rlre lo, i9npí~8.poaar&r..srt da &time & 108 d h
sntant&t& bdw edras q-b
8R ,3311Malaquía se dMd : Pbrqiw k aqui wnd* mii
dieaneduwvdo-: ~l&idrsbrrbior, jtoib.
b.~Il6¡k~i~clad8ktkW -1I U yl~abrrrrci*ii
d diu pus dsbs &ni+, d h el sbiíik de dDi rgrraittu, &I
dpjbr de& ni icW ai
84% Par abreviar: dn el Iibrd de kSaLidarfo se ilice:
Sucdofbrrká i t a d s r b , yariir~rráddarcricñurr
perr la de &S sm&pm.&Y .lulmgn. i n a -
d e ~ c o l n o b l a ~ y ~ n í c otedsriarn n U
h t f a tos i ~ I n S n d~b d a h a t ~
.l
a rirw da db.
&y&, y carie de Irn dn?o bien a h r s d o da & r+
nS6ir aw+a&e, y raurtSrin 6 i y c v dtwto. Y h Ya
apdreiai kriuardr q m m g r d , ra k m ó r a d con-,
&a .ldbldl iyua iYsl mar, y Jor wrrrdrhitjriotw u n
f w k BI e u p f d u I v i d .e h t w d i coirtra dl#r y
como derbdlke db v i h t o dar j wu niqridd
reducir&á yerno toda la tierra, y la maliaio. i r a a t e
br dh.4 dd h p o d m d 8 d § .
'
-
cnli, Princepe pacia, &c.-r~m. ix, 6.
t Visio, et prophetia. Dan. ix, 24.
-
1 Dominus regnavit, decorem indutue est. PJ. xcii, 1.
5 V i est enim sermo Dei, et eficax, et penetrabilior omni
gladio ancipiti :...et discretor cogitationum, et intentionum cordis.
- Ad Hebr. iv. 12.
m LA VBNIDA DYL MMSIAS
02. Camo &e nueva tierra y uuevoe cielos, & que ya
henos~lkgado,y en que ya nas h-01) en esplrih, oom-
m d a tambien nuevos snoeoos, b nuevai misterios pirr-
prcioaados tí un sigla del todo nuevo, no nos es poaibte
considerarlos todas eri un mimo lugar. Los Profetas mis- ,
moe, hapiradar por el Jbpiritu Santo, no lo hioieron d. 1
l
Deberémos, pues, considerar separadamente, si n6 todoa
estos misterios, 4 lo menos algunoe de los principales, de
donde se pueden inferir lqjftirnamenta otros infinitos. 1
98. Aunque %e al principio del párrafo ir, que es in-
oierto cuanto tiempo durará el dia grande y hornible d e la
venida del S&m, 6 lo que es lo mismo, la eonmooion.
conturbacion y agitaoion de nuestro globo, palabras todas
de que usa Isdaa, cap. xiv ; mas habiendo aora leído con
mayor reflexion el cap. xii del pfdeta Daniel, me pareee
oierto que no puede dorar menos que el espaoie de 45 dias
naturales. Cualquiera que lee este oapítulo conoce al
punto, sin poder dudarlo, que todo ea una pmfbcla endere-
zada 5 los iiltimos tiempos bien inmediatos ila venida del
Seóm, pues en él se anuncian iinicarnente estos dos puntas
capitales. Primero : la vooasion y oonversion do loa Judíos.
k g u n d o : la tentaeion y tribolaoion antioriutiaaa entre 1-
gentes. De esta dice el profeta, 6 el Iingel que habla oon
él, que durará en toda su fueqm 1290 dias, que hacen 48
maies: Y L s d s el bkmpe en que fuere qaitado d m r i -
j c i o perpetuo, y fuera p e a k la aborninaaion para de-
k n , será mil dorabntos y m ~ d dias*: a loa euales
d i concluidos (sin duda en el principio del di. del Sefier)
dde estas palabras, que sigarpre ea boa mirado oaao un
enigma indisoluble: Biaaawnturcido el que eupra, J llega
PARRAPO 1.
98. HABIBNDO perecido en la venida del Sefior la tierra
y &lo, pson aora, ó del modo que acabámos de espli-
m, 6 de aignn otro modo que se hgllare mejor y mas con-
forme B las Escrituras : habiendo entrado en su lugar,
soqrrn rw promasae, otra nueva tierra y nnevos cielos,
otro globo terr4queo del todo nuevo : lo primero que se
pwsenta 4 nuestra consideracion, es el Rey mismo que
acaba d e llegar á nuestra tierra de una distante: &S-
pues & haber recibido el reino: que acaba de llegar por
algunos dias, segun las Escrituras, en la gloria de su Pa-
drs con a w hgelcs* :que acaba de llegar entre millares
de rw suntost : entre los resplandores de los santos$ :
contra ltm auciams de su pueblo, y contra w p r i d p e s § :
6 ser glor~cadoea rus santosll. Todo lo cual, como de-
oiaró el mismo Sefior, se entiende de aquellos solos santos,
qus serón juegados dignos de aquel *lo, y de la resur-
rscrcion de los muerto88 :loa aaalea todos deben oomponer
la cótte, 6 el r e h aotivo del grande y sumo Rey, que
como tal, tiene en su vestidura, y en su mwlo escrito .-
Rey & reyea, y Señor & aciiorer*. Esta cítrte dei Hijo
natural de Dioa, del Hijo del Hombre, del Hijo de la
Virgen, del Hijo de David, del Hijo de Abrabh, 6 del
Hombre Dios, que segun lae Escnturoi del nuevo y anti-
guo Teatameuto, debe bqjar algqn dia con el rey miamo
del cielo B nuestra tierra, p a r a que habite ia gloria sn
ella*, es lo que llama 01 apostol S. Juan, la ciudad a n t a
y nueva de Jerusalén, que bqa del cielq, 6 con otm nom-
bm la erporpi, qwe tiene d C d r o pofl q o w S.
97. & vnrdad qae a t e graa a u m lo ~ W I Qel amado
díscipulo en el cap. xxi luego inmediatamente despuee que
aoaba de hablar en el cap. xx de La resarreccion y juicio
uqivsrgal. Es@ oireow- awidental, que iprimm
vista parece favorabls al sisténw vulgar, er o ~ e d e
1s que ha ocsiionsdo el &e equíwoo & qre hs~p
hablarémw. Mas, i qué importa c d r a el asaiito gaosiol
y ~wtoncid,d a n y palpable, ~ s oiwu-
a
accidqpkrl? S. Juan obaerva y sigrie en erk mime l u p ,
e! rni4mo 6rden y mbtado que ha observado eaaatnntsauste
e9 0u pmfeclq ; e6 4 oeber, wasdo da@6 trer. 6 mm m k
t(Wioe wwunen en nn mismo tiempo, lari divide b iepwq
e\ qno del otro i bbk del una, oomci ri hubke Btm, y
btc\k Ueva basta ou fia. Cwduido Qte, uoelre
~ & ~ a~trb,
o y tomoPdn el atro. lo I k i r del m k o moda
W o a tju: g d R s l u a & & . ~Yqa8biieihibia-
49r w abswg erte mbma &den? E& hhq y * M e
ael 4pocdipeis, desde el priaaipio hare al tia. M f a d e
siwq y wria coev~ierrtíoinos; ebpmrrh b o ' ; oip coyq
sbwacioa p csnociinieiito no c-iba oomp p.ed. nn-
t w d e w bieq este Ubno divina, que eompiende r tan
DQAo Wl!lúipp@QCWM J' QR -de@ m i s h h r *mien-
tes todos, 4 lo menos desde el cap. iv, B la revelacion de
Jesucrista, 6 L qae ea lo iai.an, ism s.g9nda renida en
gloria y mageatad.
HW QLORIA Y H A O B S T A D . 95
96. No siperéis, amigo C r i d ñ l o , que yo oe diga aquí
ooias gnndea y estmordinariris, nnevaa y a u m oidae,
sohe la gloria eíema de esta prieoa ebpte, 6 de e* aaata
y nueva Jerusalén, que debe bajar del cielo algon día 4
uoestra tierra: ni tampoeo b b r e lo que peHeseoe d lo
esterior de ella. Todaa estas oosae ron inhitamento
mayoree qne yo: no oierto contra mi ram, 5 quien no
&den ni chooan de modo alguao r eho e u ~ e 6umi
ruaa esoasa y limitada, y muy agenas y lejanar de &da la
esfera de eu aotividad. De toda* ellar habla 8. Pabb
auendo &a, &tando el e a p hriv de Iraloe: Anter
srfb escrita r Que ojo no vi6, ni oreja oyó, ni en ce*am
de hambre arbió, lo qne pvepar6 Diss pera squeilsaqw
le aman*. Así, m pienro deteneme en estaq eeses que
no entiendo, ni pertenecen 4 mi asunto principal.
99. Convengo de buena fe con todos los interpretes del
Apoaalipaia, en que e e b oip. axi esta limo de meaferas
6 semejamuw, así aomo lo o ~ t 4todo el libro divioa y id- ,
nnVoble del mumo Apaaalipsie ; maa estas rnetáforer 6 se-
mejaste~,digo yo, lsigoiflcan algo, ú nada? 18ipi0ccia
alguna ama p d o u k r y dekmi.edg, ieel y verdadem r 6
son vaqlae abrolatamente $e toda Hgnifkwion determinada
J parthular? Fsta mas peilicnlaii y determinada, ei@&
sacia neoesari&nente per a t a r aemejaaeai, 2 qn4 cosa a ?
1 @a W(UQ puumnb alep5riea y eapiiftaal, y esa ai orr- .
tojo de Qdm l a Ingeniar r 6 ea t a m k ~ t e r i a l6 cab
poral, visible y patpable ? i Phta oosa detemhadr, virible
6 no visible (sea por ama le qne fbew) ha bajado gq del
cielo 4 la tierra! Si no ha bajado hasta aora, somo pmeoe~
*
ddente, bajad mal p verdadaremente algun dla? j Es-
eoa bs b b w a rRvar y dadotee tdavia, y babi(Piá
con elles gn aaestrs hnn ? Deepires que baje, 1a&rh
badar las genter t p haym p d a d e ea tedo n u e a h o*,
00 ya en finbb!e inri? 4 18 h q y P W (b 18~qRQ el 10
Sed me& ieriptun eab : Qu&i d o o non vidid, ase aurie -di-
vit, m e &oCOI homtnh ueendit, qme pmpunvit Brw %a, qui dili-
gunt i l b . - 1 d Bw. ii, 9.
76 LA VENIDA D E L M E S I A S
universze terrs.
~xi~ltatione -Pa. xlvü, 3,
que el dio d d juhio y m n d o a unmire4 tetlw lu
a k i r de lw justas vendráu aaiCrU(o 4 eiiebtra tbrn% y
feiipdo sue H o s s 9 e i p a t formarán en el a h b encima
dd pbqmñb, y al m i m o bmpo p d s b o taile de Jom-
fo4 mas espeoie de eirtdad, íí narumr th a#&atroi. d
calrl m6teotto,6 niamm de oi&. w vdveth al &lo d
m b di@ datas de .waber.
104, ¿ N o es aeta, amigo d o , la idea gen#a y d
M i v d m e n t e nalbida 2 Mm eita idem general i w a
e v i d u w s & falae l 4 No eo h t d a b i e oao k
m, qw -*este abmwBma, m todo su mntmta
y etM todrr i u á e a p d e s y pahbm l Veia *mi dgaiei,
goooo e j e a p b por l a a* oa será fhoil d d y
observar mucbísimorr otroi.
QUINTO. X d , V 6 i . 2.)
(q.
Ik d i o de w plwa, L una, y de lu otra p r t e
y de
d d r i o e l h t b o l d e lo&, qwdtídocsf*utas,en c&nns
ror f r d o : y 1- hqjad dsl 6rbd p a r a sanidad & lor
gente8 *.
1W.Lo mismo w lee en Esequiel, y rus Acy'crs para
medicintat. Ea el juicio nniversal, 6 despues del juicio y
iaemeccion universal, al14 em el cielo, i q d wo pueden
ya tener eetoii hojas medicinales para sanidad L las
genta ? Laa diversas espliicionee 6 acomodaubnes in-
gerrioeae que han p r o c d o d i r 4 todas estas cosas, podrlaa
tal ver deleitar B quien gnrtase de conceptos predioablea ;
mpe, parece impoeible, qoe puedan s a t i s h r 4 quien bucm
en las Escrituias la verdad.
108. De estan pocaa'retlexionea que acab4moo de heoer,
parece claro (y este es el punto capital del caal depende la
inteligencia de toda esta profecia) parece, digo, claro, que
lo oiudad ianta de qae hablómon, debe bojar dgun dia reai
y verdadenunente de1 cielo 4 nuestra tim : ria cierto el
dia del j&io y r e w m i o n miversal, sino el dia de 1s ve-
nida del Sefíor, entre iriliure~& au uantoa. 1hba esta-
b h m e y como fundame &lidamente, con reg+ de todu
& tierra, como cbrte 6 aólio del gmnde y mmo Rey $. E l
mismo Señor en el cap. iii del Apocalipsis, mucho antes
que S. Juan viese bajar del cielo esta ciudad eanta, dice
eaím palabras, que &man 6 suponen el mismo punto
capital : 6 qufen u-he.. .escribird robre él el nombre de
mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Diar, la nueva
Jerwaién, que dscsndib &l delo & mi Dioa 5.
In medio platese ejna, et ex utraque parte flumhie i i i u m vitae,
Irffereru ~c~ duodecim, per menea singulos reddens fructum
ruum, et folia @ni ad sanitatem gentium. - A p . xxii, 2.
-
.t Et folia ejus ad medicinam. Erep. xivii, 12.
f Quis eivitaa eat msgni regia.- Matb. v, 36.
,...
5 Qui.vicerit seribam super eum nomen Dei mei, et numen ci-
v h t h Dei mei novae Jenisalem, quae descendit de celo d Deo meo.
- A ' . iii, 12.
EN GLORIA Y MAOILTAD. 88
109. Venidaesta celestial Jarudbn B n w s t r a tierra, que;
dar0 el reino del &iSw *, y al Ssiior será el rey sobre t o h
Ltismt; moqrzsldiamosoloaerá el S&r, y amo rolo
mrá m nombre$. Entáwee, dice David : d r a r á n un svpra
sencia todas las familias de h gentes. Por cuanto di~L
S& ea d rsiño :y 61 mimo re en@weará de krs gentes 5.
Bntónces se veriñcará lo que se dice en el salmo xcv. Con-
m h q s e toda la tierra & aar presencia.: Decid,en &m na-
ceoneb, que el Señor reinó. Porque enderea6 la redorodkz
de la tierra, que no ser&conmovida: juzgurh Eos,peblor ,
con equidúrd)l. Entbnces, como se lee en Ieaias, se pon-
drá roja & luna, y se costfundirá el sol cuMdo reináre el
Saiior de iba qá-citol ea el monte de SibdL, y en Jerwa- .
lén. y fuete glwijEcado dslonte de sus aaeioffarc(l. l b
tóocea..Sre.
PBIMEBA.
114. a t a ciudad que ha de bajar del cielo 4. -noesira
tierra. i será una ciudad material. con toda la estructura y
cümenhn, que m leen erprewe en la profeola ?
115. Be respoade que ai: ni hay necesidad ni ~BU)B
dgana que w r o b b e d aiegoNerla ni 4 e r p i n t ~ h l a ,
bato q w quede reduoida P paras linieblar ana cose ton
h. Ia figura caadrada 6 ciibics, y lan tma dimensioam
geom6trieaa de loPgiQd, latitud y prefandidad 6 eoli8eg
PO a~mpeten0ierbmmt.e P oosaa puramente eapiritualea,
sino d cosas materialee 6 corporales. El espLritu ni tiem
6 p r a ni diienaioner Esta santa ciudad es sin duda para
bbitscioo, no de espíritus purae, sino de personas c o ~ ~ -
puestas de espíriia y auerpo : esto es, de los millares
millones de santos que vienen con Criato pa reaucitados.
Si e r h han de ser materiales 6 caipoiales, i por q d no
rerá tambien sn habitacion ? Muchísimos autores graves
menten y añmm lo mimo que yo, aon d a lo difaencia
acaidentnl del sitio donde la &dad debe colocarse ; copio
ri este sitio se hubiese dejado B nuestra voluntad. Al-
p o r , como buenos geómetrps, bPn calculado, que despues
de la resurreccion universai podrán habitar cbmodamente
en dicha ciudad material todos los que se bao de salvar.
Quie non liect homini 1oqui.-2 ad Cm.xii, 4.
LA V E N I D A DBL MBBIAS. 8'7
Mas este námero i les puede ser de algun modo conocido?
i Por qn6 principios? Es verdad que aunque admiten la
ciudad material, no la quieren en nuestra tierra donde la
pone la Escritura, sino a114 en un cielo sólido, . que se han
imaginado muy superior 4 todo el universo, y al que lla- .
maron antiguamente primer mbvil, y el mas inmediato B
loa espacios imaginarios. Si en este oielo imaginado no -
BBQUNDA. I
-
ikmt4F611 #I #RI. 3 &vQn ahbma: e w u h fwrs J
Sraor ghr@csda, dwmín la p i k & daYk d m. Par)
-$a (sa djoe á eetan ~isooaap6ikJer y raeatcar dg eata
ameva tienal g l & d d S* d d Y k 8 8 ea &
i J D I d d m n , r l ~ e d d ~ ~ d e I a e d L
ht6rab&laliulrciQ61P/-kigkaiedrl
jurtot. No ignora q~lstodPs mtis aa procai~a
aooeodru(de~Sf~álaprimer~venideLO~
4 á la mision de sns doce ap6etoleri fado. el m&$;
qp b irnprop@d 6 iispd#idi a$"
de e* pWadidja
.; Uqw d tsbninw wbb Wrmwm. cr Pr l& 8.
-+ kvabsat v o w v a i u m , 8tew 1 W b h ~:tchm gl9ri6Waa fue&
Dominus, hinnient de msri. h p t o t bq in daatnpici g l o w
~ i p i n n m: iir insalis muia nomen Bmini Dei luoal. A $&bus
~ l 4 n 4 i ~ w~loriruo
t e ~lowdes
-, -
jvti lioj. xriP, 14, ui, 16
In munaum aniveruum. M m .xvi, l&
Má. L e n ~ & ~ a d a i m 6 8 y ~ 6~ d d ,
¿eataabrk6oui*,b~cU~arRq,6kquerlo
l a e a r b q n e r e n d r é . a a 6 b 4 a i s r b r t ~ ,ie
erihdw 7 pkipristsata b i i e a b r r a o r , j d aa~a
tedoe aoantes m habrán *m iuatm eabáices, 6 ha*
esitisdo á la d e , eio v i a alguna?
m.@n d b d i ~ ~a8cin, w y amiforme de toda,
cunteo-atksab&pPdo, 6emgsmdcLempab
,*it pmxm ebia y P O
- pe.8. J ~ i r d o a p n .
del~HidobarLloblosmá*deC~&
gelhio~6 m u d m vhddamme, pw d hiiwionw de
h g p m l o p d a h a I D í v 8 * , gdebeqneaeiada-
nrrm6iaBeatia; naqabpe~erfoabdamnwmnsneangiie
ahethmeiik. Eo rPsae EisiaCa o l ~ ~ elt cap. e vi,
rar. B. Lo gimn ai. el 0.p. di, ver. 9, b t a el %m.
Eetoe Irigeree qrre &o pide yo B adquiera qne sepa lees,
que b laa y e x h por sí misma; pues ya no puedo
detenerme tanto en estae cosas particulares, visibles y aa-
eeWblee á &deel m n n . 91. BaMo Mia del dmd o ,
iñkhnücv p.s~ejemplo r p o r q u e r i creentos que f e m mur36
q r e m i t ó ; crsf t a d i e n Boa traerá cm Jesur á aquetlos,
que dWmiBraa por $€t. EP Isekre ae ve la miama idea, 6
el miemo misterio perticular: mis awHm ireaud&:
diie 13ios: mkupmdiaos y dgd.* a Ibs qwe mor& en
el poluo :porque tu todo ss wdo de luz, y h ter tierra &
Propter testimonirim Jwn, et propter erbum Dei. -Apoc.
h,4.
+ Si enim eredimua qnbn Jesm morthm eet, e t iesurrexit : itrr et
Dsns~eed,qu?daimisrantper&m,
iv, 13.
adüncet cum eo. - ad
1 7Xcr.
H2
11)O LA V I N I D A UBL Y B I I ñ S
...
* Qui sunt Christi... qui domierunt per Jesum.. . qui carnem
s n m crucifixerunt cum vidia et concupiacentiia.-1 ad Cor. xv, 23 ;
ct 1 ad me#.iv, 13; ct ad Calar. v, 24.
t Quibm d i u s non ermt mundus. -Ad. Hebr. xi, S.
1Caeteri morhiorum non vixerunt, donec consummentur miiie
-
mni. Apoc. u,5.
106 LA VBNIDA DEL MEBIAS
I
m y o m m&a, m& iIh dude eqasllee hdmbtw, qr~sh-
)unparsrtowtsrrwenlatierrrr&lorrtia~s*! mbP
bios, altivm, ielpinaaos J cindes, Queabraurdd de la po-
testad, que se im di6 da arriba, y oiridáadose de que eran
I
hombres mmejantsr B norofror, rujetos 6 padecer .t., hicie-
ron gemir ai linege humano. Oplimmron iajnstamemta y
!
persiguieron t i d e m e n t e O. los mtbs del Aldsimo 3 h i i
ron darramer ieresrameate Ror de lágrima, y taaiWh
tosrentes de earrgre inocente, b.
145, D e la reuumcioe de esta y o W d~llle$ülW,
~ &&
tamente con lor mayorea santoa, se dbce en Danid! Y ate I
Qui pawruat t
8
- m m in ttrn vitedittm.dErrmh.
xxxii, 24.
.) S i a nobh m bila Yldr &. J d r d . V, 17.
$ Et mdti de hir, qui dormidntin terrm pulvere, cdgkbaat :
slU io ritim st alil ia oppmbpide~,tit tidariH mpet.
Don. xii, 2.
9 wwtei tnrb.katu timore herrlbili, et minbPaDPr rir aabi
tione inspirate duh Gap. t, 2.
pRndrb en eda pcbmra rsepnaecioo, enim los mas
imicilot, aguda iniqnWimaa qae en umcioo pleao sea-
criaren ó m Ibdrir. lo rapobomn, y lo W a m hasta la
eruz,y .Mbasta eliiepdaro.
M7. DBJie amano, 0013~0 oierteineate se diae, que d
twb de M i ,que pusae el m- clam, d mas decisivo, y
pr eso el m- fmmidabte, puede eephcame de este modo :
r r d a t d s q p s I d s r q t t e d ~en e l p o i ~ o d d & t i c r t a ,
d a p d a d n : erto es, todor, que wr&n nmkbimau+.
1 0 amigo ! ;Y ea que bribu, lengua, pueblo 6 nacion, aun
ba mes nídk y gmma, podré~oeh a h eete modo de ha-
bl.r ? Oldme iwrr estas dos propoeioioaes. Primera : mtr-
dn msrt qw hWim m & tierra son CrMunos.
w: a m c b de e ~ t o sqw Mituu dn l<r tierra son
Mderrttznor. Ea- dm ptopwioioses boa verdaderas y
pwphmail r ahdid eora 4 oada una de dlas vtiestro aenti-
Ob 6 rwabo mto m, y hallar$is Baa proposioiom faisaa y
repqpmtss b i m p k r i a e .
145. No obstante, iare m@ah (y es praoiso o h con
pmkmie) qw la m u c h en fi.ese de la Escritura
8Qa&a, 4 lo meow al- ve& lo mismo que la palabra
cu&: para lo mal, d q u e a de haber hojeado toda la '
BiMm m g d n , me M s que1 hnim lugar del evangelio,
ea que diae Ciisto, hablando de su sangre, que será derrar-
sMda por muckos.f: aiendo por oíta parte cíwtísimo (a0a-
día oan razmn) qw la sangre de 'Cristo se demmb por to-
dos ; luego le palabra m o c b paade, y ean debe h a m e
elgoma ves por talod. Mas, lo primero : el Sefior no dijo
por muchas de eutos, sino simplemente p o r muchos: así es
visible la diferencia, b disparidad entre sas palabras, y las
de su profeta. Lo segundo : es ciertísimo y de fe divina,
que la sangre del Hombre Dios, de precio inhito,
&a- -.M*. *,
&undiun diea egreathb tum de tem -ti
lb.
ostendrm ai
.PARRAFO UI.
165. 1 Poes de qai6n se dicen estas paiabm, y tantas
m del todo seaejantee? i Quién cs e A esposa tan
santa, h qmen puedan aompeter, segun el testo y conteato .
de teeo el ohntioo divino, auaa alabaolmil tan granda, que. ,
-
hta ea iniqoibte (ar> coram me, dicit Domimi Dens. € Qwmadb
..
di& : Non sam pollub. ? Jum. ii, 32 st 23.
t Simnl.~h=isrriLasi-&Cdar.&5. . . .
A facie serpantia.- d p . xü, 14.
hiMo en sl ap.. liv, ver 6 de I& : Porque el SIfim k
l b r 6 coao á apger dcrtsapartada, y angwtiada di M-
*Y, .yrcomo & m y e r , qw es rcqpcrdiad4 desde la ju-
vadad, &ota Boa... Entoai paa-anrícic#roenl w d k
de N&, á q u b ~juré. qw. yo ao.t w r k m l w aguas
de Nd robre la tierra: ari jurd, q r y@yo W r d con-
tigo, ni t e repr-de. Lease ateiitaioente todo eete
onptt.de, y refldosnee eo juicio g en j~stiaiatodgo sus
aPwsiPPes
. y palabetu, y se bailará dar0 y paipable 19 que
noae haüa en eentido paramente wmodatioio y violen-
tísino, h que se mojen aqui toda las int6rpretu de,h
Eecritura sagrada.
1G7. Esta es aquella misma de quien se dice : AZzute,
& a t e , Isuántate, Jerur&, que bebiste & la mano del
Ssiiar el ,&ir; & rr ira: h t a el fp& del oaliz do*-
rnidero bebiojr, y hliair liasb l a heces+. Esta es
aqtieiia misma B quien se dice : $&te Be1 pduo, bván-
t d e ; a h t q t e , Jerwdea: w l t a Iaa atduraa de t u
cwsllo, cautivo &ja de Sión.... Porque fmute dPwtapa-
reda, y abwr.&, y no habia quien por p a r e , le
pondrk por loeanía (6 regocijo) de los siglos, para garo
en . g e w & .
y ganwach.. y pondrk en tu gobierno Icr
paz, y un tw presidentes la jurtitk..$. Parque ta
cerrar4 h cicatriz, y te amar¿ de tw he*, dice el,
ilb, e t i n t c ~ r p o i r i h , a i t ~qiiaaetarini-
~:
qaitm h d , st non a&: et p w a t m JJwh, e4 m mweddur:
q& propitim ero da,quor reliquaro. - J m . 1, OD.
I%(s LA V P N l D A DEL MPllAiB
-.
par te in leetitia, silebit in diiectione sus, exultabit supet te in
-
laude, &c. Soph. iii, 13, 16i.et 17. ' ,, .'
PARRAPr) IV.
178 Ph-nte: el esposo de este divino chtico,
que no puede rer otro sino el M e s h , el Hijo de David y
de A -, el Hijo de Dior, 6 el Hombre Diw 1e;dii bla
q o m v a r h veo- el nombre de hermana, junrioente oon
el de espata*. Esta eepregion Qngalar, i h quien puede
aompeter, oon toda verdad y propiedad, oino b la moger
w&la del ml, 6 B la espose antigua en sa nuevo derpom-
rio? h t a tambien le da al -so el nombre de bamam,
an el capitulo octavo verso primero. Diréiis cierímunente
qme Jesucristo llam6 hermanos, hermanas, y aun madre, S
d q a h que hiciese la voluntad de su Padre-t. Bien,
m yo preguoto aora: iJe~aoristo por estail palabras
d k b en aquellas circmtancias, negó acaso que era hijo
raddero, mgun lu naturaleza de la santa Virgen M&?
2 Negó qae a t a santísima y admirable criatek hacia la v e
Iuntad de su Pacbe? i Negó qne eran san parienta, 6 en
firocie ordinaria de la Ewritura, sus hermanos, loe que aoom-
Wban en a q w h &on 4 su eantísima Madre? Cierto
qoe no. Conque wtas palabras de Cristo, lo que prueban
Qoioaaante ee eato: qae la erpoea de qae hablámoa, ten-
dilá en aquellos tiempoir dcm verdaderoa tílaloa, por donde
umiecer el nombre de hermana que le da el espom, y a m
el de madre, que tambien le da en el capital0 tmo, vemo
once: lo ano por serlo en realidad, siendo ambos esposos
%os de Abrahan y Sara, de 1- y de Jacob : lo otro,
porque en aquel tiempo horá ya h espoaa, plena y perfh-
tnmeote, la voluntad del Padre oelestial, y de un modo
b t a elit6noes inaudito. &ei le dice y le anuncia para
a t e tiempo el mismo Espíritu de Dios: De allí adelante rro
m& llamada Desamparada... nras ser& ll(u& mi Vo-
.b&en ruta :...y en el ver. U,aímde : y . 1 d~ a -
r6r, pueblo santo, redj&hpor 81 Señor, &c. $
t
-
m- sponiu &d.iv, 9.
Quicumque enim f e a r i t volantrtem Patriii mei, qui in c a b
-
&we menr frater, et ioror, et mrter est. Mat. rii, M).
N<rnro~.berb .
uitA D d c h . . md roabaria Voluntu m& m
B N GLORIA Y MAOESTAD. E29
LO YBGUNDO.
1'19. Rosigiimos. A esta esposa, de que hablamos y
ea el tiempo y circunstancias que vamos diciendo, le com-
peten tinicamente con toda propiedad aquellas palabras :
la mz de la tórtola se ha oido en nuestra tierra *. La
voa 6 canto de \a tórtola, no parece otra .cosa, que un cou-
t i m o llanto y gemido trisiísimo ; y esta ha sido casi toda
la ocapacion de la esposa en todo el tiempo de su retiro y
sdedad; en el que el esposo le ha hablado á los oidos por
medio de sus conductores, y al corazon por sí mismo. Este
he sido, digo, el efecto inmediato y naturalisimo de estas
dos locuciones : esto es, llanto' y gemido continuo y amar-
guísimo. Sanada perfectamente de su ceguedad, sordera y
dureza pasada, que le .esttí anunciada hasta aquel tiempo,
en el cap. vi de lsaías, ver. 8, quitado de su corazon aquel
velo denso y tenebroso, de que habla S. Pablo en su se-
gunda carta 4 los de Corinto, bafiada al mismo tiempo, y
circundada, como de manto, de toda la luz celestial, que des-
ciende &l P a d r e de las lumbres-1: couocido en suma dis-
tintamente todo el misterio de su Mesías, y al Mesias mis-
mo, segun las Escrituras, &c. : ;qué otra cosa han de ha-
cer esta santas y preciosas reliquias, sino llorar y lamen-
tarse, imitando la voz y gemido de la tbrtola? Llorar, digo,
y gemir, ya pqr la memoria y recuerdo de todo lo pasado
antes del Mesias: yo por aquel esceso horrible de su pa-
sion, y moerte ignominiosa y dolorosisima, que se comple-
tó en la misma santa ciudad ; ya por un intimo agradeci-
&ento de la misericordia actual. que se hace con ellas ; ya
en fin, por un amor entrañable, y deseo ardientisimo del
rnierno Mesias. Este llanto y gemido está bien claramente
rnanciado para su tiempo, en la Escritura de la verdad.
l
LO CUARTO. l
LO Q U I N T O .
183. Finalmente : hagámos esta simple y brevísima re-
fiexion. El esposo de este dntico, siempre que habla con
2 Qum est ista, qum ~cendit per dwerturn aicut viquia fumi
ex aromatibns myrrhae, et thuris, et uoiverni pulverh pigmentarii t
- Can:. iii, 6.
+ Q u b pulchrze eunt mamms tum [seu amoree tui] soror mea
sponaa !... hortue conclueus, fons uignatus. Emieaionea tum para-
disus mdorum punicornm cum p0mONia fmctibaa. Cypri curn
nardo, unnias et erocus, fintula et Finnamomum cnm univereis l i i a
Libani, myrrhs et aloe cum omnibne primh unguentis Surge,...
Aquilo, et veni, Aueter, períia hortum meum, et 5uant aromata
i1lius.- Cant. ir, 10, 12, 13, 14, e: 16.
$ In odotem suaritatis euscipiam voe, chm eduxero vaa de populia,
st conplregarem vos de ter& in qm dispemi estis. &c.- Esed. xx,
41,.
K 2
139 L A V E N I D A DEL M E S I A S
PARRAW V.
lW.Esta idea generol que aquí propongo de la mte-
l¡pnsia lit-1 9 gepaina ds los Can-, me parecs tal
hobiando eimple y $ n ~ ~ a m e ~ t eLeed,. ami@. con esta
idea todo este e w a p i i o d i v b , y me atrevo 15 arieguram,
que PO ballaréb núa cosa nlss oatnual, ni mee seguida, ni
mas oiara, ni mas conforme a laa megnificaa erpreaioaas de
los Profetar y Salmos, tambien de m ~ h a aes~riturasdel
u e v o testamento. No hay duda que os parecerán oscuras
y dificiles muchas coaas particulares ; ya porque no enten-
deréis loego al punto la significacion verdadera de l a me-
táforas, 6 semejanzas admirables con que esplican e s b
cosas particulares ; ya tambien porque deepnes de haberl-
eqtendido geaeralmente y ea surtancia, ao podréh oon-
íraerias con facilidad al misterio y tiempa de que hablámos.
Cfrcurndebitte Deu diploMe jutitie, et imponet mitiam cbpi(i
honoris ata*. Deus enim oetepdet aplendorem suum 4i te, om@,
qui anb cm10 est, &c. -Bar. v, 2 e# 3.
186 LA V E N I D A DBL MESIAS
193. HABI
BNDO salido del desierto la muger solitaria,
como el alba al Isuantarre, hermosa como la lana, escoji-
da como el sol, terrible como urs egercito de e s c x a d r ~
ordenado.. .* como varita de humo de loa arómaa de mirra.
... .
y de incienso, y de todopolvo de p e r f u m e r ~ toda.. har-
. .
wwsa S.. apoyada sobre su anuuZ0 3.. habiendo celebra-
do su nuovo desposorio, oon otra nueva alianea, 6 pacto
sempiterno, con una solemnidad in6oitamente mayor que la
del desierto del monte Sinai, pacto, que inucrlídárou 1. .
habiendo ungido y coronado 4 su hermano y esposo, como
4 rey propio suyo, no obstante que viene coronado del Pa-
dre como rey universal de todo lo criado, &c. : se debe lue-
go seguir naturalmente, 6 dirémos mejor, necesariamente,
el cumplimiento pleno y perfecto de tantas y tan magnl6ca
promesas dcl Dios divino, y verdadero, fidelíaimo en todae
sus palabras, y santo en t o d a sw obras 8, que leemos
espresas y claras en la Escritura de la verdad : las cuales
manifiestamente no han teiiido hasta aoru, ni han podido
tener, segun la misma Escritura, su pleno y perfecto cum-
plimiento.
Quasi aurora consurgena, pulchra ut luna, electa ut aol, tembi-
-
ih ut cesttorum acies ordinata. Cant. vi, 9.
t Sicut virgula fumi ex aromatibus myrrhae, et thuria, et univer-
-
si pulveris pigmentarü Calir. Vi, 6.
1 Tota pulchra. - Can:. iv, 7.
6 Innixa auper dilectum auum.- Cant. viii, 5.
11 Pecturn, quod imtum fecerunt,- J m m . xxxi, 32.
In omnibus verbis sub : et aanctue in omnibua operibus anis.
- Ps. cxliv, 13,
L A V E N I D A D E L MEBIAB. 141.
194. Aunque estas promesas de que hablo, son poco
menos que innumerables ; mas en el tiempo y circaiistan-
cias en que ya nos hallámos en espíritu ; esto es, en el cie-
lo nuevo y nueva tierra, qne esperánios segYn rur prom-
'
sus*, Ias que se ofrecen luego inmediatamente 4 nuestra
connideracion, son estas .tres principales, de que dependen
6 se siguen naturalmente todas las otras, y que por esto mis-
mo son las mas oscuras (como dicen) y tal vez dijeran me-
jor, las mas repugnantes, las mas enemigas, las mas pejudi-
ciales al sistema vulgar.
195. Primera: la noeva diPision de la tierra santa entre
las doce tribus de Jacob, la cual no se ha visto jamás
nuwtra t i e r ~ . Segunda : la futura Jerusalén : no cierto
la que debe bajar del cielo 4 nuestra tierra, que ya consi-
derámos en el cap. vi; sino la que segun las Escrituras
debe eer todavia viadora, y como tal ciudad sacerdotal, ciu-
dad regia, y como la llama Jeremías, la princesa de las pro-
mncias.. . la señvra de las naciones t : capital y centro de
umdad, no solamente de las doce tribus de Jacob, sino
iambieo de todos ¡os habitadores viadores de toda nuestra
tierra. Tercera : el templo magnfficoy único en su espe-
cie de eeta nueva ciudad, y lo que en él, y solo en él, de-
berá hacerse en aquellos tiempos segun el mandamiento de
Dios mismo.
196. Estos tres pudos grav$3irnosJ de que hablan fre-
cuentemente los profetas (y de que todos tiran 4 pres-
cindir, temiendo la ruina total de su sistbma, sin atre-
verse no obstante 4 negarlos absolutamente, ni aun mucho
menos 4 impugnarlos directamente) estos tres puntos, digo,
debémos examinar en este capítulo con toda la brevedad
qne me fuere posible ; remitiendo para esto no pocas veces
4 los lectores, para no abusar de eu paciencia, B lo que so-
bre estas cosas y otras muy semejantes queda ya obaervado
en casi todo nuestro segundo tomo.
Seeundhm pmmissa ipsius expcctamus. -2 Pst. iii, 13.
t Principm pmNieiarnrn...domina gentum. - Wea.i, 1.
142 LA VENIDA DEL MBBIAS
t
-
I n ~ngnatiatemporum. Dan. ix, 25.
H z c dicit Dominus exercituum [sive Dominna Omnipotena] :
Reversus sum ad Sion [seii revertar ad Sion], et habitabo in m s
dio Jeriisalem : et .vocabitiir Jerusalem civitas veritatis, et mona
Domini exercituum, monn sanctificatus [sive sanchis] ... Si videhitur
W c i l e in oculis reliquiarum populi hujus in diebus illis, znuipquid
in oculis meis difficile erit ...? Ecce ego salvebo populiim meum de
(erra Oriepris, .et de terra OccesBa solie. Et a d d u q m eas, e t habita-
bunt in medio Jemralem. - Zmh. viii, 3, 6, 7, et 8.
Y acaecerá: (Poagae el Mti)cut cao erab d
deion entre lar gmtm, carsa de J d ,y I w d I : ad oa sal-
vurd, y ser& h d i c i o n *.
211. Seguid la leccion de este apítulo hasta el fin, y
me parece cierto que no hallarúis cosa alguna veri6cada
plenamente hmta el dia de hoy. Y m Ueeprgis basta el
cap. xiv, hallaréis (en el v. 8, h u t a el j n ) otra lhve, 6
otra señal mas cierta de Ion tiempos de que le halda : v. g.
morarán en ella, y no uurán num unatsma : sino qw repo-
wr& J e r u d d n nn recelot. Asegaradme la verdad de
esta 6ltima proposicion. en cnalquiera otro tiempo pacado,
bpremnte, fuera del siglo venhro, y yo dar6 d punto lar
manos como m, 6 d e error, 6 de ignoranoia.
215. Le gran dificultad y Cuica que se opone 4 esta J a
rnaalén de que babkmos, y de que hablan tanto las Escn-
caras, ea el testo de Daniel (cap. u, ver. dlt.) qae dioe de
Jerusalén deatrnida por los Romanos, despnes de la muerte
y reprobacion del Medas : durará la dssolacior, h t a Ia
c o n s u d o n y el fint. Maa esta fínica dificultad queda
ya resuelta mas qne suficientemente, asl por la línea curva.
como por Iheo recta en el fenómeno de JeroealBn, d lo qae
nada tengo que aliadir ni que quiiar. Me remito h él en-
teramente.
PARRAPO IV.
216. Yo no i p m C~iatófilo,que estos don puníoa queaoa-
bámos de considerar, aunque gravísimos, no non loa que os
dan mas cuidado, ni los que os pare& mas absurdoil, 6 .
mas repugnantes en toda eata larga profecfa de Ezequiel.
La nueva division de la tierra nanta entre las reliquias de
las doce tribus de Jacob, y la nueva Jerusalén en medio de
Et erit : sicut eratie maledictio in gentibus, domua ~ u k a et
, do-
mus Isrel : sic salvabo vos, et eritis benedictio. - Zach. viii, 13.
Et habitabunt in ea, et anathemanon erit amplihs : sed sedebit
Jemsalem secura. -Zach.,xiv. 11.
f Et wque sd consummationem et finem pmerembit durolado.-.
Dan. U. 27.
dk, fueron n vuestro perecer de a l p n modo tolsiableci,
eri otro tiempo futuro, si no se a6adiese por el miemo Pro-
feta, y con la mima, 6 niayor olaridad, otra tercera : a t o
es. el templo que desonbe con una exactitud y prolijidad
tan grande, que parece nimia, y mucho mas lo que pareoe
que anrincia y aun prescribe para aquellos tiempos en aquel
mismo templo : 4 saber, algunos 6 muohos de los antigoos
sacrificios y ceremonias.
217. Eete templo (de& oumo temblando) este noevo
templo con estos augusto8 aacriñcios y ceremonias, si se
quiere entender esto, masentido Ziterai, tiene gravtsimos in-
convenientes, los cuales han obligado en todos tiempos 4
los doctores cristianos, B prescindir absolutamente de este
aeotido literal, sin negarlo, 6 impugnarlo directamente : y
podéis aquí afiadir con la miama verdad. que estos inconve-
nientes los han obligado, no solamente B prescindir del m+
tido literal, sino tambien de la mayor y máxima parte de la
profmía de Ezequiel, tomada desde el cap. xxxvi hasta el
Jviii, que es el áltimo. Mas, i p ~qu6
i tantos temores en creer
y esperar lo que el mismo Dios, Santo, y Veraz, y Fiel en
toda rus palabras, tiene anunciado y prometido para otro
tiempo con tanta claridad? i Por qn6 tantoa temores, 6
CristóGl& donde no hay que temer? Dios mismo dice coo
toda la claridad imaginable: eso será entónces con estas y
las otras circunstancias particulares. El hombre dice, aun
comíesando que qaien habla aquí es Dios mismo : esto no
puede saceder. , i A quien creemos ! Dura pregunta por
cierto; pero necesaria no pocar, veces en los grandes con-
ftictoa ea que nos hallhos'huentemente.
218. Esto no pnede ser. os oigo replicar, porque aun
dado caso que se tolere otro nuevo templo de otra futura
Jerusalén, mas parecen del todo intolerables los sacrificioe,
ritos y ceremonias antigaas, que aparecen como resucitadas,
y como restablecidas de nuevo en este mismo templo. Lw
razon de esta repugnancia (proa~guisdiciendo) consiste y
se furnia en o m verdad, a saber, que los aotigooa sacnfi-
aior del templo antigua de Jmudén, y aun t o d a lw qw w
S
ofiaaisroa al verdadero Dios, desde el justo AMI, k a el
t
juato N&, y d e d e eite bwts UoisBs, eatán ya reprobador
por Dios miemo, oumo que fueron todos usas meros figurq
del mcrificio de Cnoto ea la crum, el oud una ves consuma-
do, debibroa luego oeear y desapareoar del todo lee cosair
qw lo figurahn, &o. Paréceme que no podre yo repren-
derme con justicia de no haber compendiado íielmen@
rueitro principal, 6 Gnioo argumento; ó de no beberle
dado toda aquella luz y esplendor que pueda admitir. Mar
adelaate procurar4 darle eo cuanto me fuere posible aigun
poco de mas claridad.
219. No me me* por a- en cuestiosse puramente
especulatirar y disputa realmente inútilee oow los te6b
gos escoláeticos, robre los antiguos sacrifioioe, porque esto
no hme B mi propbsito: v. g.: i si est. sacrificios están
formelmente proibidoa en 1s ley de gracia 6 no? i Si estan
proibidoi por alguna ley divina positiva, eepresa y clara, 6
no? i Si solamente son proibidos por ley eclesiástiaa, y
par cual ? i Si desprieo que se verificó lo que figuraban,
e i b ei, la mwrte de Criuto en la cruz, qoedhron, no sola-
mente muertos, sino mortíferos, como pretendia S. Jeró-
nimo ; 6 solamente muertos, c m defandia S. Aguatin c o a
tra d mismo S. J e h i m o ? i Si la Iglesia puede alguna
res d~pensaren ellos por justa6 osusae, 6 no puede ? i Si
estas ju8t.e causni Ian babrá. ó podd haber en algua
tiempo 6 no? Como qice hay autorea por upa y otra parte,
h.h.todas atan cwtiones, J oúus eeaejaotes, me pare-
cen inhtiles respealo del amote qw *ora tratámos.
220. Como ioi mt6t.pretea y teólogos hablan iolamente
s e p a su sistema : ea deeir : como hablan solamente de la
igleeia cristiana, conaiderada desde la primera B la segunda
renda del mimo G e b r : c m o deapues de es& eeguodg
+enida del Befior en gloria y magestad, ao reconocen q u n
su &tema, otro tiempo ú otro siglo infinitatsente diverso
del preeente, 6 lo qw as lo mumo, atro nueva tiem, 6
BU W B I A Y M A 9 W T A P . , 166
ajelo; no obstante qme esperbm esta graa -ve-
U.como dice 6. Pedro, wyun r w pnm~sas*: no de&
i ~ w rmararilIar%o.qde qoe hallen eii todas estas cosas de
.que actaaimente babl4mos (como en tantair o ú w que ya
bemos considenido) grandes, é insuperables diñeultades.
LIpi loi, que w, beblámos del estado presente de la Iglesia
crietium qiie L temdo y tedr4 hasta la venida gloriora
del Sefior ; los que eeperámoa, s q r sus promesas, otro
estado diversisinio; loa que e s p e r h otro siglo, o í u
tierra y cidos nuevas, en 108 que mora Lr j r r t i c i a t ; y
e& m segun ptiestros id- =bit+, sbo solaaae&e
segun uua pr-5; 110 ballámorj repugnancia ni dilul-
tad a l a n a que no desaparezca al primer soplo 6 B lu p&
mera re8exku. Vanos por partes.
PARRAFO v.
221. Ea primer lagar se pregunta: i los nmcrifieia y
d e d a legales que por institucion divina se debiina ofrecer
d verdadero Dios en el templo de Jemsaiéo, ea1811 a b
iutnJaeete praibidw en la Iglesia presemte? &cm tDdw
tpe si ; y p coo bdos digo y creo lo mismo. Se pre-
ganta mas, i & @bidas absolutamede y para Mernpm
p s alguna Jey, 6 divina, 6 eclesiástica positiva, dineicta,
apresa y el-? Parece cieatlsimo q3e no: p e i ni de la
a t c r h de las Aptotobs, m de los cOaones de la IgleYs
eoPda tal ley. ni jamás ba habido asmidad de slle Por
itra peste d m o s m i toda certidumbre, q a e mientras
&m5 al h p l o de Jeruirle;a, #estoea, cemn de 40 año&
des(>- de fvnBado h Igl& mistiana. ius sacrifiwrs Iege-
les protiguiéron como aiempre sim wwedad algana. kn
Cristianos que vivion en aquella ciudad, y loa q,ue a a n h
rle fue- loa Apósblea mismas y ,ama el Bpodol le las
jedes e n h b a n f~eanentementee n oqrd b m p b , ano es
templo del mrbdera Dim y e- de oraaien: . o h e n
S e n m b prmnissa ipilíus -2 Pet. Si, 13.
-
.t In qaúbm juslith h a b i i . Id. ib.
$ SLZ(und& vUIS -
ipiiu. M. ib. 8 ct d e Im'.ka, 17.
l.66 LA VENIDA DEL MES1All
PARRAFO VI.
226. No ignoro, 6 Cristóñio, lo que 4 todo esto rerpon-
dbin, ni tampoco ignoro los diversos modos sutiles, inje-
nioses, y tambien religiosos y píos cm que procur4ir pies-
d u aquí, 6 huir con honor del peeo enormísimo de la
aatorídad divina, que por otra parte respetáis, y no podbis
negar. Resp~n<lgis,pues, lo primero, brincando el sentido
literal aumiue con oierta edpeoie de deseonhrp, y aun
& raber S que mi 18 @e y prolija profecía de Eeeqniel,
aomo dgpnu otras, que parece que anuncian sacrificios
Iogaks p m otro hmpo futuro, de otra futura iernsalén,
solo miraron 4 la vuelta de Babilonia, y 4'aqueUa Jeruar-
lén y templo que e n t o m s se d%&, Mas yo reo qde
e r b sedtido que Ilamáb literal, no lo podéie seguir ni auri
sipie&&cuatro pasos, y vos mismo confes4ia ya tácita, ya
espresamente, que esta es una empreea absolutamente im-
posible, pdee se oponen 4 esta inteligeacia toda la historia
segrada, y aun vuestro sentido comun. Si fuese posible
acomodar d a s casae 4 aquella vuelta de Babilonia, con
esto solo estabe superada la grande y aun máxima dificul-
tad. Eo este caso no hubiera ramn algana para ponderar
taoto la gran dificultad y oecuridad de los nueve 6ltímos
aapltulos de Ezequiel, los cuales en si mismos eon clarisi-
mos. E n este cliso no habia para que recurtir 4 otros sen-
tidos, ni para que omitir lo mas, y aiin lo principal de esta
l e r p profeoia. En suma : j no e~plicar4algiino siquiera
este Mimo capítulo, esto es, como se ven&% en la vuelta
d e Babilonia, aquella tan clara y tan exaala division de
la tierra manta entre las doce tribus de Jacob? Esto 61-
+
-
ñPiLi$: immmrn nbominntia est mihi. Imi. i, 11 et 13.
Odomtunqire sat Dominas o d o m m~dbtis.- Qm. viii, 41.
habere dignatua eat munera pueri tuijueti Abril,
f Sicuti a c ~ p t a
et sncrificium Patriarchse noatri Abrahe. et quod tihi ohtulit sum*
-
mus Sacerdos tuus Melchisedec. Ez Canon. Misris.
Ut Deuu coleretur, et mens offereatili onlinaretnr nrl Deum. -
&v. !i!hom. l. ii, p. 102, art. iii.
@um d d d d e Crirda en ia pmwreate b:h&
eyuesa en h.BsERtura mima*. ,8i algntiu no obtante
p e r r i i d h ~qa6 eilb.*0 &l e& prb&
lo rente de Dias, y %q9e1 ai atmmdar(e, pos m pieme
s a t m en euQ &puta, m eeurm . m b b t a que inútil, pasi
pera mi pil.pbaito nade .importa.
2183. & segmdt pregunta m. eeta: i 10 qae f u 4 .
m
& una o- fotora, no puede jadás en niegmi c m perL
Ms ooeristir oon aquello mismo que 6gurabal Y o :no
U o en esto wp8gouncia algaaa, aitw me parete ama
oore biam obvia y bien fa41 de wder:; y aaigae.prdier*
producir aqul oe poeos ejemplaren (que no tardd:.maeho
e n apantar) me bada por aore el templo mismo de Jeioira-
h y sus legaba, 6 los saoiifioioi que eo 81 ae.ofreciah por
iastiiukn dirina el veuladero. Dios. A . q d ieqdo(desli
eoo todos) fOg figura de nneatra Iglesia. pmmute, y km
a d 4 que ~ en~él se ofreoian B Dwr, faerm figures d d
d c i o de CrietD e n la cm% Bien : yo caeo b iilermo,
y.10 teqo por indubitable ; maa ops todo eso, 96 de oicda,
que -te mismo templo, que tantos aglai bbia figmoelo
m u d a Iwi, soexistió con ello ya funda&, eatabie-
y.propegda en k, A f b y Enrepn, muy a m a dm -40
&os. Sb del mimo nodo, que aun habiendon, d a d o
pienisimamente el gcriñcio de CMto en la craa, loe d-
6ciie de aqaei templo ne cesan>n, sioo q ~ pP.oeigai&oa
s
Be oovedad a l p a ooi la m h solePi3ided, ..y eon l a
h a s . iummah~inltnidas y d a d m por el m-
Dios.
288. Dnéb sia dada, qne en. aquellos 40 a h s , ni $.
templo, ni ens saerifiaoa sigdcabaei.6 figurabas c o a &
guna futmn, pues L qae tador. sidos antes babien a;i@
6 ligarado, p no a a . futmo, sino peaente 6 pe-
d o ; por aosigmemte, ya errti 0-0 ii .no fuesen, $a.
todo .eso, d'qo 30; aqad.mismo tmpio qw taintee
& habia.6gud0, y ,ya no figaraba cosa futara, e x i d
set6arier : .era redme- templo de Dioe: sni ws ds
nroaion : loe Criatiem#i que tenien lar pri#oicu del u+
&u*, entraben e11.41, mbpn en 61, adorabeo en é i al wm
daduo Diw. Del obispe mismo Be J o s a k n , S. J&,
dioe su hietoria: 6 a t e s o b ia era peraitisb entrar al
Sancta Sanctorum. Si esto ea verdad, j d quk mtrribp
d templo este santo o b i i , si ya el templo era entónces
~CUEO si m faeae? Del mismo modo dieourri~os de los
d 6 c i o e . Lo que eetos habian i g n i b d o b figurado,
sstaba ya iaerihdo ple~sareste,y con todo loe &6&
prosigiiiho. siempre en bonor p oulto del verdeclero Di-
.&rotoque lw Remes dertruy6rpn.el bmplo; ni los C&
timos tuvieron jamhs eaorúpulo de oeistir B dbhoa e&
&ioa. A talo esto se puede atí& b que d i S. ulooe:
grsndo multitud ds lor ~aoerdot;,obede- tek
bias 6 h f e - t . Si estea sacei.dotas (6 aigwno de ellosi)
tenian &io, 6 miMstQrio en el templo, i. lo dejarían, 4
lo deberían dejar por haberse beaho Crbiiaoos? i Acaso
.diaiindaríeri .en el tea~plo,6 con Loe otros ewerdota po
<Aristiaws, que ellos lo eran ? Y A no lo dieimaleba~. lo
p d ciertamente lee seria ilíaito, j s e r i a privados d e
dabterio y aneojedoe del templo ? Nada de esto mi di*
el historiador sagrado, y parece iavenrsimil que no in&
algo, ei hubiera habido alguna novedad.
234. De todo lo cual, y de otras mil reíiexiones que ee
EPoil haoer sobre este asunto, me parece q u e podbmos cen-
doleir legítimamente, que ad d tempio de Jemaaién, wmr,
sus m@cios y demás legales, m> fueron solamente fiey-
m, 6 meras s i g m i i o n e a de lo .fntum, pues pudieron
pennaiieoer y p m m e m en su ser natui.nl (religioso y pk).
aun despues de Iiabenie limado entemnente lo que babiap
-do. Fuera de que yo no hallo repugnancia algano.
pi el p ~ a pm h b iiaBaaveeiente d e que tambin p m e
~eiea aquellos 40 &os, aun en caiidad de -6 no oi-
de muu todavia futuras, sino de cosas pmmntes y plena-
verifieades, como ~ c m d 0an.m
o premmh, y
mwtmndo otlmo con el dedo, así la ventad del fignrado,
oerno la W d a d de las figoias. Si todo esta pudo eip
W suceder, 2 por qué ~0 p o M saceder, 7 oüü
mapr alarid*d en otro tiempo?
S.
.Not e m h , 6CtieWii0, qae en este nuestra Iglesia
a& de k venida glorio=. del Sefior se hayan
de akeoer alguna vw al verdadero Dios los &itm
legakm de la antigaa : ni t a m p o penséis, por UD ado mo-
mento, que yo wy oapaz de avanzar tan mani%estaabaurdo.
LosfpioPetasda Dios que annwian tintaa veoes, y con tata
W d otra Jeninibn todavia futura y oiertamende da-
&m, otro templo (en parte, no ea todo aemejante d anti-'
p)y en eats templo afgoaos de loa antigaos aaedeies
(no tdue).; evidentemente no hablan de este tiempo, ni de
esb Igleeia preseate, ni de este &a de los hombres ; 6 en
d m a , no heblm de eeta tierra vieja, y cielos 6 climas viejos
en que me hallhmos desde el dilavio de Noú ; bablan 6ni-
eamnte de la tima y cielos nuwos, que esperiima segua
rus proine~d*: pues de otro modo w coritradijbrau entre
sí, y re maiarian unos 6 otror-1..
236. Ad como el aatigoo templo de Jeraaalén, y Jete-
seten misma, no pueden edlfiaarae, segun lm.Haciitnraa,
dea(ras durare este eiglo, 6 este tiempo de lm nacioaeie,
6 esta tiesa vieja en que vivímes. desde N&, sepudo
podre del lioage hoiriaw, h.;ad no hay gne temer por
a m &hos iiaoritlai ea el beapio de Jerusaién. i Qu4
@némos qae temer por aora, cuando sabemos de oierto, que
úern&n y sa templo p~~ d e s t r a i h ñ& Ea
e m m m m h y el$nS?
m. Be aquí ee idkm madhtameate fy eatD ea una
oerdderrr apología de ctmi toda los doatorea Cristianos que
b i s r s a i s a ñ o l r p r m f o c i , d m b e l ~ ~ vimtneldiade
,
: twiibfbile, d i o , rnmiñetttamente, q t e toda b a qw
eiyothios del @e y terribbe Bintistna dd km M i b
iQe,lao bao &ido otro +lo f.tiim, otro d i otro ee@
grande de tiempo entre la vemida gloriose d d Sefier, y
el juicio 6 resnrreocioo universal; ni tampoco por cona-
guimte otra nueva tierra y nuevo cielo, &., han tenido
tadsb rioumreaon pnm eepantaw W i e n , y tirm B buir,
6 púcindir de dsdo onaato leen en loa p r o h t a de Uos,
del* fatora, cb.sti Csiaiplo, de nus mmihioa, &a.
M a dssvadeaido ede .redadoro fantasma, 2 qeé
teaémem p que temer? i Quién mie ha pedido nPedro
dwiámen, 6 etteetro beaeplécib, para lo que Dios h d 6 no
hará, 6 p d r É hacer, 6 no, en otro rigio diverso, 6 a o4m
tbma del W o neeve, .cuyo gobierno no mn teca ? Harh
Dio$ míkmes todo wPnto quiiiiere, y todo con infinita di-
dbrla, q o h d y b o d d . Hará coma nueves) é m d b
LPetP el dia de hoy : d1ja d que ataba d a r d o en sl t m :
Hi qd, yo hago uuowcrs #& l u mas*. Hará eow,
que m lo+ioe cupacee aora ni oan de imaginar: y eotm
4e08s huá tsisbisn iadivkhmhate todas onmtaa ti-
an~eiad y prwietidse
~ para aquel tiempo p c n ? .&~w u
los Ptwfet as... en las d e 8 ea iqorible qw &a
fdie.1..
a891 Pdr oontigumte h a M en apneüos tiempos, y m
aquella noeoa.ti~na,ama ciudad llamada Jcxadéo, aapitnl
y m t m de bnide8, no solamente da lee doce tribne de
Jaoob, recogidas con gran& pie&&a, sino taabiea d e
todas las kibu, pueblos, y naciones d e todo noestro orbe,
como dirbmos 0 . ~ tiempo.0 Habla en eata ciudad capital
m W p l o dmguíh, oi mas ni menos como lo h r i b e
Eeequiel. Se depositará otra vez en aste noemo laaplo l
mi8ma ewe aagrsda dd ahtigno testamento, el bber-b
-
1. Et accepit coujugem auam. Et non cognbscebat c m , dome
peperit filium suum p r i m m . Met. i, U et 26.
-
f Sed acriptura quod factum non ait, ortaidit. S. H v .
-
$ Concept\is eet de Bpfiitoi Bimctb, prta ex M d a Vigiw. fi
#.%lb. Goru-t.
-
(1 Donec veniat. 1 a¿ Cw. xi, 26.
,
PRIMERO.
946. En el mimo 1, leo eetea palbsrrs : Haz bim, SI-
íw, á S i h tí^ buena voluntad, para que M adi$quen
lw muros de Jerwalén. birtóacss w a p t t u h s40tl&ia dr
justicia, ofrendcrs, y holocaustos : entónccs pondrán robra
tu altar óacerrw*. i Q u é sacriíicio de justicia puede ser
a, qne aoeptuá Dioe jaoiamegie con lae obiaciooes, ho-
keeuetos y bgcerros, cuando se &quen lo6 mares da Je-
rus0len 1 La respuesta 4 eata pregooia os pereaod ab dodi
a primera vista no muy diíioil : a o obrhnte, yo la busao y
no la h d o . Digo que no la U, porque lo poquísimo qw
bailo &e eate punto particular, no lo entiendo, y alin me
inbteiigible. Por epmplo :para qare rs edi$qoiu
...
¡es nnrnrr dg J ~ M ( Ma t~o u: el tmplo qae b f d t a
~ ú n w crorplarás
8 ..
nterijiciu dc jwtisia. Erto M :E4
&#si0 que se origina h un h hjwte y pío t.. i Los
rporos Jenisalbo, ee lo mismo que m templo ! i El iracri6
cio que procede de un ánimo justo y pio, no lo habia awp-
tado Dios antes que hubiese templo ea J e r n d h ? h
sacrificios de animales, merecen el nombre ilnetrq da eecri-
%os de justicia? Otros penetrendo bien Irr grao difioaltad
juagan (4 mi patcter t e m e r a b e a t e ) qua estan palabras
be atúidikroi d Sahno 1, los oantivoa de Bebilonia. Y a
~ t s noticia,
t i de qué b i n a fidedigna le b i n h? Y iipa-
que esto se permitiese, ¿que wrificio de justicia o f t e s i
ioo 6 Dioa los que volviéron de Babilonia? El mismo qae
antes sin novedad algnna. Otros, en fin, y los mas ee aco-
...
Rcce venit {Et quia poterit cogikre diem adventdr qjua, e:
quin stabit ad videndum eum ? Iprs mim quaai i@is codana, et q u b
ri herba fuiionum : Et redebit codana, et emundana aigentum,
e t purgabit ñlios Led, et colabit eoa qnwi nnnim, et qasni arpntum,
et mnat Domino otlbrentcr rreri6cia in jmtid.. Et p l m b i t D o n h e
aacrificium Juds et Jerasdem, sicut diea sreculi, et iicnt d anti-
-
qui. Mdad. fii, 1, 2,3, st 4.
1. Hie mt &, de quo reriptum &: Ecce slp mitto ingelnm
meum ante faciem m m , qni pmpenrblt viam tuam ante te.-&#
410, ct Luc. VEZ 4.
indhmb y d a r i a n e a b de lo mbim de 8. Jum h a -
tisti; el cual vino wme diee el evangelio; con el sspfritu, y
mrhod de E f he. S. Marcos empieto su evangelio con
i pmdiieacion d e S,Juan Bautista, para lo mal cita no s e
lrarente el te&o de Malquíaa, del que aora bablémos, sino
tambian e\ v d c u i o 8 del oap. xl de Isaíaa: Voz del que
cbirna en el h i e r t o : Aparejad el camina dd Seiior, en-
k a d en la soledad las S& de nuestre Diast. Eatn
sibs de S. Maroos del terio de Idas ee verdadera y ñei, no
irem que la dd testo del p r i veislculo
~ del cap. üi de
Ydquíaa, pues en ambos testos se anuncia la mhion de S.
Juan Bautieta (no cierto con el espfn'tu, y virtud de si
A, rino um el eqpíritu, y virtud de IUíae): así como es
oierb, que en ambos testos se manoia primariamente la
minion de mar, el c d veadr4 4 su tiempo, no en wpjritu
y virtud de Juan B a u t u t q amo este vino con el espfritu
y virtud de Elkzr.
250. i Y dudáis, Ciistb(ilo, que en ambos testos de Ma-
kquh y de Isaías, ae anuncian ambas miRianes de Elfas y
4s Juan ; del primero directa y primariamente, del segun-
doindirecta y woundaiiamente ? Leed todo el contesto de
u m y otro Profeta, y me persuado que con esto solo abd-
iáis loi ojos. El contesto de Malaquías lo acabhis de ieer
ea lo que sigue el ver. 1hasta el 5 : el contesto de Isatas lo
pedéii ver en lo que preeede y sigue al testo *calar
que cita S. Mame, que es el ver. 8 del dicho cap. xt
Bwta leer estos tres primeros veiriicoloa, para conocer al
ponto los tiempos de que habla a t e profeta directa 6 indi-
redamente; esto es, de 10s tiempos de la miaion futura de
Eiíae, y secundariá 6 indirectamente, de los tiempos ya pa-
sados de la mision de S. Juan, que aparecib en el mundo
c m sl.erpíritu y virtud de Elías $.
-
t Eiiw jam v h t , e4 non cognoverunt eum, sed f e c e m t ia eo
q\rrecnmq- vohoruat. Ma:. xvii, 12.
-
t Elia, quidem vmtunn emt, et restituetdom&, Id. ib; 11.
176 LA V B N I D A DEL MBSIAS 1
lo cual, proeigae S. Mateo, conooiéron los diecipuloi,';que
hableodo de Elíae, hablaba tambien de Juan: Entólrces
m w i i r o n los ducipulos, que de Juan el Bautista Zsr
Wia hablado*. kaí que el primer versfculo de Mala-'
qnias habla ciertamente de la predicacion de S. Joan, y al
miamo tiempo de la predicacion futura de Ellas : loa cuatro
r m f m l o s siguientes ya no pueden competer la los tiempos
de Juan, 6 B la primera venida del Sefiar, porque en estos
iiempoa no se verificb, ni se ha verificado hasta aora nada
..
de lo que anuncian : He apuC viene . i Y q u i h p o d d
psnrw (6 como leen los LXX, quién podrá resistir) en el
d k de su venida. y quidn se parará para mirarlo ? P o r -
que 42 ser6 conm fuego derretidor, &c. : y pur$cará h
Los hJosde Levi, y los ajnará como oro, y corno plata,
y ofrecerán al M o r sacrijicios con juetick. Y s w b
e , .t
a ~ ~ ' a d a b l &c.
265. Todas estas espreaiones parecen muy impropias, y
sgenaa sumamente de aquel modo dulce y pacifico, humilde
y ltaw, ,con que apareció el Sefior en la tierra la primera
ves, cuando vino en carne pasible. Entónces, kjos de
pmi6car B loa hijos de Levi, como se purifica el oro y la
plata, los dejó por la mayor parte en toda su inmundicia,
en la cual pereeveran hasta el dia de hoy. Entónces, no
ofreoiéron Q Dios sacrificios en justicia: entbnces, los
eacriíicios que ofrecian la Dios no le agradaban tanto como
en otros tiempos anteriores; y esto por la iniquidad y ma-
licia que abundaba casi universalmente en los hijos d e
Leoi, 8tc. Poned aora los ojos en la segunda venida del
Sefior, 4 la cual debe preceder la mision y predicarion de
Eiías: al punto entendéis con ideas claras todas e s h s
$-a
-
ris &itw jmti, arbs idelis. Imt. i, 26, et 26.
-
aunt Domino offmnter deis in justitis. M&a. iii, 3,
-
p Ntm at veten. dileete mi, servavi tibi, CW.vii, 13.
T O M O 111. N
178 L A VENIDA D R L M R S I A B
EN G L O R I A Y YAGESTAD. 181
m n t e hnrcarna falible, y segun cada uno abmndo en au
p r o p i o sentido *?
~
semine tuo omner gen-
f BBNBDICP~TUR te=- a))l)..xxii, .
18.
5 Ad Gelat. iii, 16.
mmaue, de ea Bsenudez,d e s u llaga &J pies y sanor,&,
dice él mismo eetm pahbraa oamo noa eonseotmnoia m ~ e
iaris en dgnn tiempo .de ra muerte y gssioe : Se acorda-
rán, y w convsrtirh al &ñor todo8 las idrminos de &
t#rra: Y adorarán ea su presencia todos las fanrilias &
las genter. Por cuanto del Snior sr el reino : y 41 mume
ro erusiíoreevá de las gentes*.
264. En el salmo lxxi se dice de Cristo : damtirará de
mar 6 mar, y &S& el rw haata los tkrninos & la r h -
des de la tierra Delante de 41 es postrará# los de E t 6
pia, y ars mmigoa lamerán la tierra. Lo/ r y e s & Ta-
&, y hs islas & o f m d doncs: los re & Arabia, y
de 8abá & tmrhnprsrentea: Y le Z a r h todw la
reyes de la tierra : taEas las naciow le servidn.. . tódo
e l dia lo bendecirán.. . Y ser& bendita en . di t o d a las,
tribvr de Za tisrra: todas lor gentes le engrandecsr&n ...
y rsrá muy Uena de M magastad todu la tisrra: as' sea,
ori r w t . En el salmo l u x v , ee dioe : Todas los gentea,
m4atar hiciste, amad&, y te adarardvr, 96fiOr, y g1ori&
dám tu d r e $.
265. Eo Isdm cap. si,ver. 9, ae dice : porqae la timcr
utá llena de la ciencia &l 9cñw, arf corno las aguas del
mnr, qw la cubra s.Y en el cap. Ixvi, ver. '23: aen-
'* Reminiscentur, et convertentur ad Dominurn universi finen
t-.' Et adorabunt in conspectu ejue universa familice gentium.
Qiioniam Domini es; wgnum : et ipse duminabitur gcntium. PI. -
xxi, 28, e: 29.
+ Dominabittu b mari usque ad mare ; et A dumine q a e d ter-
minoe orbb terrarum. Coram illo procident flthiopes : et inimici
ejns terram lingent. Reges Tharsis, et insula munera offerent :
r e p Arabtim, et Ssba dona adducent: Et adorabunt eum omnes
r q p term : omnes gentes gervient ei :.'.. tota die benedicent ei ...
E t benedieentur in ipso omnes t i b u s te- : omnes gentes magnifi-
-
cabunt enm.. . et replebitur mqjeirtste ejns omnia terre : fiat, fiat.
PI. kxi, 8.9, 10, 11, 16, 17 e: 19.
f Omneii gentes quascumqne fecisti, venient, et dorebunt comm
te, Domine : et glori&&nt nemen tnum. -PI. lxxxr, 9.
5 Qnia repleta est terra scientib Domini, sicut q u e maris ope-
rientes. -1rai. xi, 9.
186 LA V E N I D A DUL MESIAS
Unuaquisque sub vite sua, et aub ficu sua... et non erit qui de-
terrest. - 3 Reg. iv; 25, et Mic. iv, 4.
R N QLORIA Y MACESTAD. m3
mera pe&isian, que este tiempo f e k haya de ser anta.
de la venida gloriosa del SeRor, y considerémos atenta-
mente las oonsecuencias legítimas y necesarias que de aquí
se deberán seguir. Primera : luego antes de la venida del
Sefior (6 sea antes, 6 despaes del Anticristo) se habrán ya
rmificedo plena y perfe'ctamente todas las profecha poco
ha citadas, p otraa semejantes que pudieran citarse. Se-
gunda : luego antes de la venida del Sebor ya se habrán
aonvertido 4 61 todos los pueblos, todas las naciones, todas
las congregaciones, 6 femilias de toda la tierra. Tercera:
laego antes de la venida del M o r se babd llenado toda
nuestra t i e k de la ciencia, 6 conocimiento de'Dios, a d
como están llenos de agua todos los lugares que ocupa el
mar. Cuarta : luego antes de la venida del Se6or ya ha-
brán sido todos los pueblos, tribus y leogoas y todos sus
iadividoos, no solamente CNtiauos, mm Cristianos exelen-
tes (entrando tambien ou este n 6 m m todos los Judíos) :
por consiguiente la converaion de estos no puede dilatame
basta el fin del mundo, como vulgarmente se piensa con tan
poca 6 ninguna razon. Quinta: laego antes de la venida del
üe6or ya batirá habido un sigla, 6 un tiempo determinado 6 in-
determinado; pero muy grande, en qué todos los habitadores
de la tierra habrán servido y obedecido á Cristo, y todos ha-
brán sido fieles, jostas y santos, que es lo que anuncian las
profeoias. Sesta finalmeote: luego en este siglo, 6 tiempo
MiE, ya no habrá en todo nuestra tierra m idolatría, ni '
PARRAM) 111.
2'74. Para ver 1.dificultad ea toda su 1- coafront$mos
brevemiente mae p d e d a a con otras, p vemos m pueda
mordame entre d, en el sistema vulgar, los Profetas coa
loa Evangelios. Lo que anuncian los unos y los otros aobm
d punto particular de que aora bablámos, se puede f d -
mente reducir B eetae dos proposiciones :-
PRIMERA PROPOSIOION.
2/5. Antes de la venida del Setíor, que espedamos, en
gloria y magestad, se convertirán d 61 todos loa puebles,
tribu y lenguaa, todu las oognecioneii y familias de toda
la tierra: todas ador'arán al verdadaro Dios: todas eatra-
rQ en la iglesia de Cristo: todas se& benditeii en hl:
t o h lo amar& lo obedeceráo, lo servirán: todas todo al
dia le bsrrdsciránl*: todas raltarbn, ds owrhto y>or m
jnuticia .t.: todas vivirán en mutua pac, y en ooncordia ad-
,mirable, uniéndose finalmente y besandose la jueticia y la
pae, dos enemigos irreaonciliables hasta aora : t o h arroja-
rán de aí como del todo inútilee toda especie de annas
ofensivas y defensivas: ni se ensqartín nw para la
guerra$: todas en suma compondrán una grey mansa,
pacifica, inocente, bajo el cuidado y direccion de ua pastor
m~ma '
276. i No es eatn la idea que nos dan las profecías que
apuntámos en el p M o primero? Veamos aora la idea
que nos dan otras profecias, principalmente los Evange-
lios.
SEGUNDA PBOPOSICION.
2'77. Antes de la venida del Sefior, que esperámor, en
gio" y magestad (y en todo el tiempo que debe mediar
Tota die benedieent ei.- PI. M, 15.
t
-
Exultabunt justitih ejus.- Yide PI. cxliv. 7.
f Nec exercebuntw dtrh ad prmiium. Iwi. u, 4.
EN G L O R I A Y IWAGKSTAD. m
en- ao primera y segunda venida) aunque se predicará el
evangelio por todo al mundo* ; meii noitodaa las gentes
b recibirán, aino pocas, comparadas ceo la mucbedumbm.
Aun catre esiaa pocas qne mcibirán el evaugelio, no todm
lo observarán, cayendo frecuentemente el buen grano,
una paria... junto al camino... otra... sobre piedra ...
otra... entre eupinast : habrá entre ellae sin interrupcion
grandes y tembles escándalos, habrá herejías, habr4 cismcui,
habrá apostadas formales : babrá odios mutuos, emula-
ciones, envidiaa y guerras sangrientas, 6 inteiminabies :
babrh costumbres antievangbliwas,
- macbaa d e ellas, csales
ni aun cnrntre los gentiles$, y no pocas sentadas pacífica-
mente y miradas como justas, 6 4 lo menos wmo indife-
reates : babrá siempre una gran opoeicion y una guerra '
-
3 Neeinterp&es..-1 al C m T, 1.
Q J.claktiii fiucQibus. Mi. xiv, M.
-
11 Domine, salva nos, perimus. Mat. viii, 26.
Cfn L],gP pib velunt vnere m Chrieto Jean.-2 cid !&a. iii,
B.
81 me penacati mmt, ei v a )emequeninr.- Jorn. xv, 20.
ft Uqae mi meirem. -M&. xüi, 30.
102 LA VENIDA D E L Y B l l A S
de que habla.
995. Bn kise se &m del Medee indmWabIsmeii(e
pera sa wgonde venida (pes en la primera ni ba d i d o ,
mi be podido seioeder megun ha aaismar, pirsdiccioaes), qoa
jucgartí ti las n A 8 , y convencerá h mucliar puablas ;
y & nu wpadau fajmtín a d o s , y de sur lanzar ha#:
no &mi la e@ una r h amtra otra &, m 88
mmyarán c~arparala guarra$ Y en el oap. u. ver. 6
dice: será U a d nr m m h . . . Prheipa de pz. 9r
mtsndsrb nr imperio, y la paz no tcirdr6j6n (6 tlrinino) :
rs m t a r h m b r e d s d w de Doaid $, &c.
298. En Miquetía : kgartí entre mudos pueblor, y
a e t ymá ¿ uacionts pa&ro~(~b haata hfj01: y mtmrtirán
r u r ~ ~ r ~ & ~ ~ y a r r . 2 m r n a ~ s n ~ d o i i
PARRAm 1.
305. LLEGADO finalmente el reino de Dios 4 nuestra
tierra : renovada esta enteramente en lo ñsico, y en lo mo-
ral : relegado, encarcelado, y encadenado en el abismo el
.
tentador, que engaña tí todo el mundo.. para que no en-
gaiis rnaa 6 las gentes*: convertidas B Cristo las reliquias
de las gentes : instruidas, pacificadas, bautizadas las que
oo lo eran : santificadas todas p o r la sangre de su cruz? :
(6 del modo bien facil é inteligible que insinuámos ya, 6
de otro modo igualmente bueno 6 mejor, sobre lo que no
disputámos) para conservar en estas reliquias y en toda su
posteridad por mucbos siglos una fe pura, ona inocencia
de coetumbres, una devocion, un fervor muy semejante al
de nuestros padres Abraban, Gaac, y Jacob : uno de los
medios mas eficaces, parece que será, segun las Escrituras,
la peregrinacion B Jemsalén, entónces centro de unidad de
toda la tierra.
50g. De esta peregrinacion á la futura Jerusalén (via-
dora) hablan muchas veces los Profetas y Salmos, como de
una cosa frecuentísima en aquellos tiempos, 6 como de una
ley general B indispensable para todos los pueblos de la
tierra. Ved aquí algunos lugares de los mas claros, sobre
los cuales despues de bien considerados, podreis bacer las
mas serias reflexiones : como tombien sobre la inteligencia
Qui aeducit uaiversnm orbem... nt non ieduat unplius gentea.
- A ' . xii, 9 ; et n,3.
-
t Per iqpinern cm& ejus. Ad C h . i, 20.
LA VENIDA DRL MESIAS. 213
puramente acomodaticia y conocidamente violentisima que
ae les pretende dar en el sistema vulgar: en los últimos
d b (se lee en Isaias) estar& preparado el monte de la
ccua dcl Señor en la cumbre de los montes, y se elevar¿
sobre los collados, y corterán á é l todas las gentes. E
irán muchoa pueblos, y dirán: Venid, y d m o a al monta
del Seiior, y b la casa del Dios de Jacob, y nos enseñar&
air caminos, y andardmos en s w serder&: porque da
Sión saldrh la ley, y la palabra del Señor de Jerwddn*,
&c. Lo mismo se lee en Miqaem cap. iv, y lo mismo en
el Salmo ixxi todo entero, y en el lxiv y lxv, &c. En el
mismo Isaíaa cap. lx, le anuncia B Jerusalén evidentemente
futura, entre otras cosas, esta : Entonces u e r h , -y te enri-
queceráa, y t u wrazon se maravillará y eusatlcliar¿,
cuando se convirtiere h ti la muchedumbre del mar, y la
fortaleza de las naciones viniere & t í : Itwndacion d i ca-
nnslloa te cubrir&+.
307. Y en el cap. xlK .ee le habia anunciado ver. 21 :
dirás en t u corazon : ,j Quiún ve engendró estas ? yo e+
tdril, y sin purir, echada de mi patria, y cautiva; i
estos quidn los crió? yo desamparada y aola: i y es-
en donde estabanS? Y en el ver. 18 : vivo yo, dice el
SeRor, que de todos ertoa r e r h ueatida como de vestidura
de honra, y te los rodearás como una cspeea. Porque
tus desiertos. y tus soledades, y la tierra de t u ruina,
aora serán angostos para los muchos nurradores, y serán
I n i n ~ pvtes
a temlB.-Al*. ir, 9.
~@lhhtCd~~~kITB~~&,qU e l4
p fB. c i a ~ t ~ e e o r c r p
m q dicit Dominua : sic stabit mv m et M m av m t m a -
I d . lxvi, 22.
f Veniet oinis a u o ut adoret corun facie mei, dicit Daminiis.
Bt egredientnr, st videbuht c a b e n vivomm, qni proavaricati imt
in me : vermis eorum non meriehu, et ignh sonim mn extinguetu:
etuPatnsque d u t h t o m ririda omaieuni-I~uixvi,23et
24.
UN GLORIA Y MABERTAD. m
&o ñeieamdate imposible; amo de todas les gentes por
medio de algunos enviados de cada gente, 6 país, 6 reino,
faera de loa que quieren 6 pudieren ir por su propia devo-
aion 6 o ~ o s i d a d ,que no dejarán de rer innumerables:
4 M toda carne pana d o r a r anta mi rostro. Lo se-
gmdo : la vimion borribb del iniiento y de sus condenadocl
de qae ramos hablando: y serán h t a hartura dc vista 6
toda carne?. Lo tercero : que el lugar donde estarán en-
o a r c e k h eetor msignes delincuentes resuoitados eatónoer
para q d h o *, no eetará ditante, sino muy vecino P Je-
nudm. Esto anenaa obvia y naturalmente aqaeilas pa-
labm : md&&n, y a e r h .
32& Yo sospecho veheinentemente par otro lugar de4
niismo Idas, que esta homble carcel no será otra coma
que el d l e sombrío de T&t. veciuo B Jerasalén y con-
t i p o al raHe de Cedrbn. Este valb de Tofét fuú bien
célebre en atrcw tiempos, por loa horrores qae allí se eje-
optnnm y que tanto deshonraron al pueblo de Dios: esto
es. qm los padres y madres sacrificaban sus propios hijos
p(irdoi de un modo mellairno al idolo de Moloc. Dice
Tkiao cit.ndo al Abulense y 4 S. Jerónimo : que en unas
d á t - ~ O L L nistd ~ Lciroo ascua por f-O qire
Iúr oplicírbrm, ~ t i a nvivas 6 las n&s los ~acerdotu,
ailrrrlor8o entre tantu en voz mag d t a , y tocando con
el mayar ruido varia instrumentos mbic~d,para im-
+ir crm este arti_lfcioque al clamor y llanto de aqtuUos
rirwables infanta fuuc oído de sus padru y parientes,
6 qViCMI parsuadian, que por medio & arta muerta,
paraban aqu,ellos niños á mejor vida. &te Tofdt d in-
fenid carniceria estaba eta Qeanma 6 u& &wa, qw,
a ~ 4 &l8 V d 6 G d h : y del, d + c @8tS89W~ Je
t d pdobra latinu GBBNNA, qw el IN-
P i s a N o t . 'De este valle habla algunas veces Jeremías
In opprobrinm. -Dan. d,2.
t Siqpidern a v s emea Statm~,sed btis nh @e subsRIleZo m-
deati puemb in mmw d@ant, m e d o t i ¡ interim psallentibw
.
dtiuima roce, tubibque tyrnpmique.. pentrependbne, ne miiem-
2% L A VBNIDA DEL M E S l A B
Parábola.
390. Pocos a6os antes del nacimiento de Jesucristo,
euando ya todo el imperio romano, acabadas. las' guerras
civiles con la muerte de Antonio y de Cleopatra, habk
quedado en paz bajo Augusto, un pequefio Rabino, repu-
tado con ramo por el infimo, 6 por uno de los Infimos, se
poso h leer y estudiar con estudio formal los libros sagra-
dos : afiadiendo para eu mejor inteligencia el estudio no
menos principal de cuantos escritores b lejioctoree le fue-
m accesibles : habiendo perseverado en este estudio mas
de veinte aiios, entendió finalmente entre otras cosas tres
puntos capitales, 6 tres misterios gravibimos, que ya insta-
ban, 6 qne no podian tardar mncbo tiempo segun las Escri-
turas. Entendió 10 primero m n ideas claras, sin poder ya
dudarlo, que venido el Mesias (cuya venida ya mstaba,
conforme B las semanas de'~anie1,cap. ir) que el pueblo
de Dios, el pueblo santo, el pueblo hebreo, que tantos
siglos lo habia esperado y deseado, seria su mayor e n m t
go : que lo perseguiría, que lo reprobana, que lo trataria
como 4 uno de los mas micuos delincuentes. poniéndolo al
fin en el sup!icio infame y doloroso de la cruz t.
331. Entendió lo segundo: que por este sumo delito, y
mucho mas por su incredulidad y ostinacion, IsraBI mrja
reprobado de Dios, por la mayor y maxima parte: que el
-
Sacerdos Dei Altissirni. Cm. xiv, 18.
.t Pt. xxi ; Itai. liii ; Dan. ix.
Mesiae seria respecto del miemo Israél, en piedra de tro-
piezo, y en piedra ds escirndalo c í las dos casas de Isrdl,
en lazo y en ruiiur á los moradores de Jerusalén*: que
dejaria en fin de ser pueblo de Dios t.
352. Entendi6 lo tercero : que en lugar de Israél inicuo
y por eso incrédulo, que no quema congregarse, ni se con-
gregaria$, llamaria Dios B todae las gentes, tribus y len-
guas, de entre las cuaies (lan que oyesen y obedeciesen al
evangelio) sacaria otro Isra41, otro pueblo, otra igleeia su-
ya sin comparaoion mayor y mejor : que en esta iglesia 6
pueblo suyo, esparcido sobre la tierra (y o1 mismo tiempo
congregado en un solo cuerpo morai, y animado y gober-
nado de un mismo Espiritu de Dios) se le ofreceria por
t o d a partes $ un sacrificio de justicia limpio, y puro, é infi-
nitamente agradable al mismo Dios 11 : y que este sacrificio
.
no sena ya segun e l órden de Aaron.. rino segun el órúen
de iiíelquiseddc 8.
335. Sobre estos tres puntos capitales que babia eotcn-
dido con idean claras en la leccion y estudio de los libros
santos, escnbi6 nuestro Rabino uu opúsculo pobre y sim-
ple ; mas por eeo mismo tan convincenta, que aun loa mas
doctos y eruditos, que parwian ser laa ciolumreas -, no tia-
llaron modo alguno razonable, aunque lo buscaron con todo
el empefio posible, de impugnarlo directamente. i Por
qu4 ? Porque citaba fielmente en todo su contesto lugares
clarísimos de la Escritura santa, coiiierrzado dsrds i?fois¿~~;
y de todos lo8 Profitar .j--l-. Porque combinaba unos lugare~
In lepidem autem offenaionis, et in petram scandali duabus do-
mibns Isrsel, in laqueum, d in minan habitantibu Jem8dem.-
Id. viii, 14.
t D s n . i x ; O ~ . i s t 2 ;Iloi.Pi.
f Et Ln,e1 non congregabitur. - Imi. xlix, 6.
5 In omni loco.- Mslach. i, 11 ; et 1 ad !#%J. i, 8, &c &c.
1 Mdach. i, 1 1 .
9 Secundhm ordinm Aaron ... sed secundhm ordinem M&hise
-
dech. A¿ Helk. VE, 11 ; st Po. ex, 4.
** Qni vibautnr columnse este. -Ad CdBr. ii, 9.
-
tf I n c i p i e ~h Mope, et omnibus prophetis. l u c . xxiv, 27.
%QO LA VBWIDA DEL M E S I A S
coa otros y con esta c o m b i n o h bacia mas patente ia vet-
dad de Dios. Porque con esia verdad de Dios clara é
innegable coavebcie de arbitrarias, de impropias, ds vio-
lentas, y por coneignienie de falsas las inteligencias que se
pretendian dar B dicha lugares clarísimos de la Escritura
santa. Porque ......
334. No obstante ; como estas ideas, aunque concordes
perfecta y manifiestamente con las Escrituras, parecian dia-
metralmenta opuestas d las ideas vulgarmente recibidas, fué
como una consecaencia natural que se alborotasen no pocos
(unos maa, otros menos, aegun el talento y erudiciou de cada
ano.) D e c i ~ nloa mas (y los mewa cuerdos) j no es eBte
el lnfimo, b uno de, loa Lafimos entre todos nnesiros escri-
bes ? Pues i es creible que este ínfimo haya venido 4 des-
cubrir unos misterios tan grandes y tan nuevos, que ha*
aora se habian oaultado 4 nuestros dootisimos ? Y se escan-
dalizaban en el*. Otros, mas cuerdos 6 mag sagaces, m-
nociendo bien le diücoltad de combatir directam~nteIa sos-
tancia de aquel esorito (en el cual no hallaban otra cosa
que la Escritura misma fielmente aitada y combinada) se
convirtieron enteramente 6 las oircunstancias.
335. Empesamn desde luego B oprimir al pequefío au-
tor con preguntan no menos importunas, que imsorias, d
que ni 61, ni otro alguno era capaz de responder. Le pre-
guntaban v. g. j cómo sería este nuevo pueblo de Dios,
este nuevo Israél, ó esta nueva Iglesin compuesta de tan-
tas gentes, pueblos y lenguas? ¿ Cual sn órden, 6 sn ge-
rarquia: cual sena su ciudad capital, 6 el centro de unidad
de una iglesia tan vasta : cuales sus leyes, sus costambrea,
su disciplina, su culto esterior, su sacerdocio, sus eacrül-
cioa, sus ceremonias, &c. Le instaban algunos fuertemente
(y no pocos, tentándsle, pura poder1eacusar.t-), que se es-
plicase mas bobm la inteligencia literal que pretendia dar B
aqnel testo de Malaquias: no está mi voluiltd en varo-
...
Non est Uhi roladtes in v d m , et mnani non auscipicrrn de
manu veetra Ab ortu enim rolir -que 8d occoanrn, m a p u m cst
nomen menm in p a t i b ~ et
~ ,in omni loco iacridcnhu, et offertur no-
.m b i meo obLstio mun& : q t h megnum ajt nomen menm. in genti-
-
bns, dicit Dominns exercituum. Ma&ch. i, 10 st 11.
In omni loco. -Id. ib. 11.
f Couoiium me- ,-m et omnb v o h t e ~ ha.-I~ai.
Jvi, 10.
oouper su lugar. El modo y circunstancias particulares,
con que se obrará este gran misterio, yo no lo sé, porque
no lo haUo espreso y claro en las Escrituras sagradas.
838. Solo sé por ellas (proseguia diciendo), que el Me-
das, cuando venga, se ofrecerá á el miamo en sacrificio b
Dios su Padre por lo8 pecados de todo el mundo : si .ofre-
cfere 814 alma por elpecado (dice Isaias), verá una des-
cendencia muy duradera, y la voluntad del Señor ser&
prosperada p o r su mano *. Solo sé que esta descendencia
muy duradera, 6 lo que parece lo mismo, esta sucesion
cootinunda de hijos de Dios, engendrados por el Mesias mis-
mo con su muerte dolorosisima, con su sangre y con la efu-
sion de su divino Espíritu, serán tantos en toda la tierra, que
será imposible numerarlos y contarlos : i su gewracion quidn
h contará ?...aquel mismo justo mi siervo justijicarh á
muchos con s u ciencia, y d l Ziévará sobre sí los pecados da
.
ellos -t.. Este rociará suuchas gentes S. Solo sé por el
salmo cix que habiéndose ofrecido á si mismo por el peca-
do, será un Sacerdote eterno, y no ya segun el órden &
Aarón (sino), segun el brden de Melquisedlc 5, cuya obia-
oion 6 sacrificio fué el mas simple de todos, pues se redujo
todo á pan y vino.
339. De este modo respondia nuestro simple Rabino B
todas las simples preguntas que ue le haclan, y B todas la
dificultades que se le proponh. Y en efecto, i cómo era
posible que un hombre ordinario (y auuqoe hubiese sido de
una perfecta ciencia), pudiese responder treinta afios antes
del nacimiento de Jesucristo á tantae y tan divereas pre-
guntas sobre el modo de ser de nuestra Iglesia presente?
PARRAFO 1.
346. HEMOS llegado finalmente B la áltima, 6 dimos
mejor tí la penbltima época del gtobo que habitámos. D i e
penáltima época. porque despuea de esta que vamos B
considerar aora, nos queda todavia otra realmente eterna,
dsspueu dc la cual no hay otra. Hasta los oodhee de
esta Bpoca, mas sin tocarla, nos han aoompafiado y ayu-
dado infinito casi todos los antiguos Profetas. De a q d
para adelante no tenémos ya que consultarlos, porque
todos nos abandonan. Todos terminan sus profecias en el
reino de Dios y del Medas su Hijo, aquí en nuestra
tierra, sobre los vivos y viadores. Todos paran aquí, y
ninguno pasa adelante: como si este reino 6 juicio de
vivos b viadoree, hubiese de durar eternamente: como si
jiunas hubiese de haber en ese reino alguna novedad digna
de consideraoion, 6 alguna mudnnza sustancial. A lo
menos es ciertísimo, que sobre este punto particdar nada
ae aplican : ni nos dejan algana idea precisa y clara sobre
ei h úitimo de toda los vivo8 y viadores. 6 de toda gene-
racion y compcion.
347. Solamente el último de los Profetu canónicos,
que el apostd S. Juan, aquel ducípulo á q u h anrcrba
Juur*, sigue Basta su Lltimo íin este hilo, 6 esta gran-
diama cadena del +teno de Dios con loe hombres; la
sigae, d i o , basta la consumacion entera y perfech del
PARRAPO U.
355. Habiendo hallado en Zacarías el anillo que falte
en el testo dei Apocalipsis, unidlo aora con este mismo
testo en su propio lugar, y vereis con esto solo seguida y
continuada la cadena de todo el misterio. S. Juan nos
dijo, que despues de concluidos sus mil afies, se dará otra
vez libertad al dragob (el cual habr4 estado todo este
tiempo encerrado en el abismo, cerrada y sellada la puerta
de su cárcel, sin saber cosa alguna de todo cuanto debe
pasar en esos mil afios sobre la superficie de la tierra);
mas iio nos dice ni auii siquiera insinúa, por qué razon, 6
por quíi causa, b por qué culpa nueva del linage humano,
ae dará otra vez libertad 4 su mayor enemigo. Z a c d a s
sefiala claramente la razon, la causa, la verdadera culpm,
casi general h toda la tierra, de donde tendrán origen
otraa muchísimas por consecuencia necesaria : Este rerá
Ei post hzc oportet iiium solvi modico ternpore...Et cum con-
summati fuerint mille anni, solvetur Satanas de carcere auo, et exi-
bit, et iedncet gentes, &c. - A p . xx, 3, ct 7.
EN GLORIA Y HAGMTAD. 245
al p e d o & W t o , y este serh el pecado de t o d a las
gentes.
Xi6. Con estas palabras coucluye el Profeta su pequefia
oadena sin dar an paso mas adelante : sin decirnos una
sola yolabra sobre las resultas de este pecado general tí
todas las gentes ; mas el amado discipalo, que omite abso-
latamente este pecado (no sabémos por que razones) sefiala
al pnnto sus resultas y todas sus funestlsirnas consecueu-
cias : es 4 saber. la soltura del dragon y la nueva aeduc-
don de todo nuestro orbe : llevando luego desde aquí
-ido y continuado hasta su último fin, todo el miriterio
de Dios con loa hombres : Y cuando .fueten acabados 1w
mil aiior, ~ e r deaatado
á Satanós, y i a ~ r de
á rzc cárcel, y
engaiíara las gentes, que ertán en los cuatro Úngulus de la
tierra, h Gog, y á Magog, y lor congregará para bataila, '
cuyo ~ 4 r c r ea
o como la arena de la mar, &c.
337. Aora, amigo mio Cristbfilo, para que podámos
entendernos bien y formar una idea clara de estos mistenos,
imaginbmos aquí (vos de un modo y yo de otro, 6 si es
posible ambos de un mismo modo) imaginémos, digo, que
despoes de muchísimos siglos de paz, de inocencia, de
justicia y fervor, empiece 4 eutrar en las gentes, ya en este
pais, ya eu el otro, cierta especie de distraccion en lo que
toca al servicio de Dios. A esta distraccion deberá seguir
naturalmente un poco de tibieza: tí esta tibieza, un poco
de amor 4 la comodidad 6 sensualidad : tí esta comodidad
6 sensnaiidad aegair4 natarelmente el amor al lujo, tí la
vana ostentacion : á esta un poco de avaricia: 4 esta ava-
ricia no poca^ injusticias. Finalmente, 4 todos loa malos,
porque no se adviertan, deber&seguuw uua grande y bien
estudiada hipocraia. i NO es este el brden con que siem-
pre ha ido creciendo el mal moral de dia e a dia, en todas
las gentes, tribus y lenguas? La esperiencia de Iris cosas
ya pasadas nos instruye admuablemeute sobre lo que serhn
ó podrán Rer las venideras. ,j Qué es lo que fuh? (se dice
en el Eclesiastés) lo m h o , que ha de ser. ,j Qué es lo
246 L A VI(NII)II DEL MESIAL;
1
PARRAFO IV.
877. Aora: j este Gog y Magbg del Apocalipsis, es
acaso el mismo misterio de que habla difiisamente Eze-
qniél en sus dos capf talas xxxvin y xxxix ? Los intérpretes
es ciertísiio que asf lo suponen ; mas tambien es c i d s i -
mo, que no 8010 no prueban, pero ni aun siquiera dan
muestres de hallar en esto alguna dificultad. No obstante,
h diferencia y distsncia entre w o y otro misterio es tan
rieible, que basta una simple leccion de ambos lugares para
conocerla al punto lrin poder dudar. Primeramente. Los
tiempos de u w y otro misterio son evidentemente diver.
alsirnos. El misterio de Baequiél por oonfesion de todos,
y por confesiw necesaria, debe suceder mucho antes de
la venida del Se6or y aun antes del Anticristo, s e p otma
v b Escrituras, que qaedan ya obwrvdas especialmente
en el fenómeno viii, art. viii. A lo menos ea ciertIsime
por confesion de todos, que despues de destruida la mn-
cbedumbre de Gog, de que habla EzequiBI ; despoei de
sepultada en el valik de la muchedumbre de Cog. hcia ..
el Orisnte de la marq, debe quedar un tiempo grande 6
iiideterminado, pues los Judios ya restablecidos ea tierra
de sua padres, contra quiemes ha de ir esia gran m u c b
dombre, iacojerán los despojos de estoa enemigos: las
maos, el d o , y las lanzar, el arco, y l a sastas, y las
bácu&s de lm manos, y lar pica : y los quemarán een
fuego &te &s. Y no l&var&n laM de las campos, m
& oorttarh de Iw bosquss: porque quemarha üu arma
al fuego, &c.+ Mas en el iuieterio y testo de S. Juan i e
ve oira idea infinitamente divem: ya porque este mieterio
solo puede vedicarse mil añon (6 eean mil @los) dapues
In vaüe mnltitudiiie Gog...4 Orientem marb.-Exech. xxxix,
16, 11.
t Arma, clypeum, et hsstas, arcum, et segittos, et baculoe ma-
nnum, et contoa : et suecendent ea igni aeptem annb. Et non por-
tabunt ligna de regionibus, neque eucciQentde ealtibus : qwniam
-
ame inccendent igni, &c. Esech. xxxix, 9, et 10. .
!¿u6 LA VBNIDA U B L Y P S l A 8
de Lo venida del Sefior en gloria y magestad, despues de la
muerte de la bestia, prision del diablo, &c.; ya porque
I u e ~ o ,al punto, sin mediar otra cosa algauo, pone la re-
sumccion y juicio universal (y esplica ambas cosan con
atas palabras): Dios hizo descender fuego del cielo, y
.
los tragó.. Y v i un grande trono blanco *.
378. Lo segundo : el profeta Ezequiél habla solamente
de Gog, y con Gog, no con Magóg: antes este último
lo supone quieto B inmovil en su pais. M, dice de Ma-
g6g (y es la Gnica vez que lo nombra cuando B Gog lo
nombra once veces): enuiaré fuego sobre Magbg, y sobre
aquellos que moran en las islas sin recelo: y sabrán que
yo soy el Señor t. Mas S. Juan en su Gltimo misterio
nombra B los dos, á Gog y B Magóg : (esto es) lis gentes,
que están en los cuatro ángulos de la tierra S: las cuales
gentes (esto es): Gog y Magbg cercaran los reales de los
srurtos, y la ciudud amada. Y Dios hizo descender
fuago del cielo, y los tragó, &c.§
379. Lo tercero : el misterio de Ezequiél es evidente-
mente el mismo que anunciaron otros Profetas, como lo
dice el miamo Profeta espresamente en palabra del Señor,
hablando con Gog, por estas palabras : Esto dice el Señor.
ru Dios: T tÁ pues eres aquel de quien hablé en loo d i a
antiguos, por mano de mis siervos los Profctas de Israll,
que profetizhron en los diis & aquellos tiempos, que te
traeria sobre ellos. Y acaecerá en aquel dia, en el dicr
de la venida de Gog sobre la tierra de Isrcúl, dice el Se-
& Din, subirá mi indignacion en mi furor. Y a
Ep. ii, 3.
t In quibiu justicia habitirt. -2 Pstr. iii, 13.
S 2
$QB LA VENIDA DEL M B S I A S
Ehritnrar. Por h t o : no pienso entretenerme en diepu-
tae inátiles, que no convienen 4 la sustancie de mi asanto
particular. Lo mismo digo sobre el modo y circonstancioe
particularea que leemos en infinitos libm : las basoámoe
en el libro de la verdad y no las hallámoil. En los Profe-
tan ea oiertioimo que nada ee halla claro y espreso ; eecep
tuando soidente la seetsnoia del misterio. En loa evao-
gelii y en todas las Emriturae del nuevo Tatamento au-
oede lo mismo: pues lo poco que hay wbre e a b en d
cap. xxv del evangelio de S. Mateo, pareoe warnarepará-
bola, cuyo ña primario y principal es una doctrina impm-
iantbima, y aun muy necesaria 4 todos los o j e n t e s , cual
es la caridad oon el prójimo : (segan estas espresiones) qw
an w n t o lo iicistcis t í uno de tutor mis Aerracznos peqaia-
..
fiitor, tí mí lo hicietuia:. que en m m t o no lo hicutsis. ..
ni a mf lo ficiatsis, &c. + : wbre lu cual hahiámos en ei
cap. vüi de la primera parte.
383. No nos poeda pues otro lugar mae claro ni mes
espresivo que el capitulo xx del Apocalipsis, desde el ver.
7 hasta el ñn, en donde se habla ya con toda cleridad, así
de la resurreccion universal de todos los individaoe del
linage humano (por consiguiente de la muerte de todos,
que ya ha precedido, pues solamente pueden resucitar loa
que han p d o por la muerte) como del juicio universai de
todos, en que B todos y 4 cada uno ae le dará la hltirna
sentencia irrevocable y eterna. Como yo no soy capaz d e
representar estas coses con la propiedad y vio- con que
lo hace S. Juan, antes temo con gran razon obscurecer\aa
con mis espli~80ionea6 ponderacioaee ; leed, 6 Criet6iü0, el
testo entero de este Apostol y último Profeta, y leedio con
toda la atencion y reverenoia de que sois capas, y conten-
taos con él ; pues ciertamente no hay en toda la EsaPitura
santa cosa alguna sobre este pnnb, ni mas eepresa, ni mas
clara, ni mas viva, ni mas debida. Y vi un grunde trono
Qnamdiu fecistis uni er hii fratnbua meis minimis, mihi fecia-
...
tis... Quamdiu non fecistis nec mihi fecistb, &c.- Mat. xxv, 40 et
46.
EN GLORIA Y MAGBBTAD. m
hk#oo,.y wno qwe sstabo -fado a o k s dl, de cuya &ta
Luyó la t i a r a y el cido, y no fa¿ h l l d o el lugar de
suos.
' 384. Espmion admirable, Vivísima y propíriosa para de-
notar la g r a d a ~ ,la magestad, la soberanía infinita de
aquel trono, y del enpremo Príncipe qoe en él se sienta;
ante cuya presencia, b B cuya oieta quisiera huir y escon-
derse el cielo y la tierra, y t h s loa que en ellos habitnn ;
y no hallan dende : y no fud hazlado el lugar de ellos. Y
ví loc nwrtor, grande8 y pequeiios, que estaban en pis
& h t e I l trono, y füeron &rtoa loa libros :y fud abier-
to otro libro; q w ea sl de 14 vida :y fueron juzgad& los
nlrertoapor &S amas, que ataban eacritw m los libma,
ugun su8 drw. Y di6 & lnar los rpsusrtoa, que srtabau
sn.ella : y- la mwerte y el i@arno &m los nwntos, qua
srtdcrn en ellos : y fui h l r s juicio de cada uno de ellos
a.egun aua obras. Y el injerno y la muerte fueron amo-
jcrdoa en el estanque del fucgo. Esta er l&muerte segun-
da Y el que no fughaZZad~ercrito en el libro de la vida,
f L d Zanzado en el estanque del fuego*.
386. Yo creo firmemente con todas los fieles Cristianos
todo lo que aquí leo en su sentido propio, obvio y literal ;
mas no por em dejo de conocer mn poder dudarlo, que
aquí se ununcia finicamente la sustancia del misterior, no
su modo ni sus oirconstancias particulares. Sobre esto
modo y circnnetancias así del fin de todos los nvieaks via-
dores, como de la resurreccion de todos y juicio nniversál,
m.
Ea qomaeouenaia de estas dos primeras me pedís la
4 , h a (qw reqDiere capitulo aparte) es fí saber : que os
dh en h v o y segun las Escriturw una idea verdadera,
ol.rq sengble y pemptible á tpdos, lobre la felicidad y
I&naven:wza eterna que está prometida d los que se
selvada, prinaipalaiente despuea de la resarreccion uni-
vsreal; 6..cadq uno regun strs obrar * : no laato (dede oon
gran razoa) sobre 8 9 gloria y bienaventuran- eeetanoial,
que consiste en la fruitiva viaion de Dios y posesion del
samu bien, la cual es inefable B inesplicable ;cuanto sobre
aquella gloria y felioidad, que llamámoe accidental, la oual
compete á nuestra alme, no ya separada del cuerpo, aioo
unida con él estrechísimamente; no ya como puramente
racional 6 intelectual, sino bmbien como sensitiva, por
medio de los órganos del cuerpo ; no ya en fin como poro
espíritu, sino unido inseparablemente con aquel mismo
cwrpg.para el c d fue sriada.
890. i O a m i g ~mio ! ardw coaa me pides. i Quién es
e
f
-
Ne videret mortem. Ad Hel. xi, 6.
-
(Qni) quidem venturns eet, et restituet omnirr. Mat. xd, 1l.
-
$ Hodie meeum eris in Piuadiso. Lw. xldü, 43.
6 Ducendírndintua.-fiM-&
al dogma de fe divina, y- -bien 4 la reata mmn ihirni-,
nada con la lncenia de la h. Por ejemplo : Zií b aitás
& d e el delo, erto m, d d ¿ tu alta morada*, le dice
Salom6n $ Dios: y en el ver. 39 : Tú oirb desde e1 cielo,
mte es, dssdc tu Prme w a d o t . ; a t a habitacion de
Dioa h e y sublime, que cosa es? i Es acaso algun gran
pabio, 6 templo, 6 cielo material, 6 aigun lugar determi-
nado? ¿Acaso no l h yo el cielo y la tierra, dice el
S*$?
405. De eata mima habitacion de Dios sublime y &mi-
sima, habla el Apoetol cuando dice: El qw sole tiene in-
morfaZidad, y Mita uncr luz inaae(~iblcQ .Y en otra
parte: aunque no ertá Idjor & cada uno de romtror.
P W ~ W d l l R k 0 ~ m ' # t W 8 ,y --', y 80-
norll. Lo cual estaba ya dicho con viveza, elegancia,
propiedad, simplicidad y verdad, en el salmo cauviii.
Si subiera al &lo, td allf srtb :si d c s d i e r e al in$mo,
e u t h preuente. Si tomate mis d a r al salir el alba, y
M i t a r e en lar utremidade8 de la mar: Aun a116 ras
guiar&tu mano, y me asirá tu derecha. Y dge: Tal v a
ae d r h lar tinieblas: rnas la nock n n clareará en
mis plaesrea 8. Todo lo coa1 nos ensefia y predica aquel
atriboto de fe divina esencial B Dios, que es su inmensidad
-
tris. Et diri : Fomitan tensbrie concnlcabunt me : ét nox i l l o d
aario mea in deliciii meis. PI.cxxxviii, rlb 8 uque ari I l.
TOMO 111. T
6 ptemaoia real y verdadora en todo el universo, y en
Wu y en cada una de lsi partes que lo compomn. .
406. No obstante esta idea verdadera y de fe divina, y
m h r m e tambien t í . una raeon bien ordenada, os oigo
todavia replicar, que es preciso conocer y conceder a l p
l q a r determinado, íbico y real, B donde ee maniñeate 4
los bienaventdos la gloria de Dios. 6 Dios mismo con
toda su gloria, y B donde es- goceo p l e h a m e n t e d e
su vista, y sean plena y perfectamente felices, principal-
mente despues de la'reeurrecwion y juicio mirereal. &te
punto de gran importancia necesita de una gran connidero
oion. Entrémos en eiia.
PARRAFO 1V.
407. Es preciso admitir algun lugar determinado fisioo
y real, donde Dios ae manifieste con toda su glorie B 1011
joetos ya resuscitados, y donde estos lo vean eternamente
con vieion intuitiva y fcuitiva.
408. Esta propogiaion que os parece tan cierta, eo p w -
tualmeate lo que yo niego, fundado no solamente en las
Esarituraa q r 4 d a s , sino tambien en la raeon natural ilami-
nada con la lucerna de la h. Decis eiP duda, que a t o es
demasiado negar, pnes mite lugar determinado todos lo
admiten: y yo os renpondo, que padeceis eqaivocacioa.
E l lugsr determinado de que hablámae, ni lo admiten todoo,
ni mncboa, ni ninguno: solamente lo imaginan 6 se b
%aran: y wta figure 6 imq+n&cion es lo que 1- los
Bscetioos coeposicion de lugar; la cual es buena y cum&
centlsima en la meditaoion para fijar en aígana coim 6 lugar
determinado nu&tra inquieta, vaga, é incoastante Uoa-
giaaoion. Mas a t e lugar determinado ea ciertieimo que
la misma imaginaoion lo finge y compone B su modo, eeto
es, segun el talento 6 p t o de ceda uno. De esta com-
poaicion de ,lugar iuvo sin duda su origen 'aq& ia~agpa
de la gloria, que nos ofiecen ha pintores, buena en sí
misma, edificativa y suficiente respecto del grado de otacu-
ridad 6 ignoraooirr en que actualmente nos haüámoa. Mas
EN GLORIA Y MAOGBTAD. 226
eeQ imágen 6 esta lugar, evidentemente oompue~topor
noaoko~~ mismos (y que hemo~pedido prestado B Lis m e
j o m fimtas, mduriaaa y abgrias públicas, que bemos visto
y oido en nuestra tierra, y tal vea al capítulo iv del Apocs- 3
~i
vuestro ~enit,y por eso agenos y poco dignos de vuestra
atenoion y consideracion. Solo el punto perpeodicniar á
vuestra cabeza y todas sas cercanias es el lagar del cielo.
que os oontenta y satisface plenamente.
413. Aore bien : para que nos entendámoa mejor y
ahoir$mos muchas palabraa y disputas inbtites, yo os con-
vido, amigo aarísimo, 4 nn paseo que voy 4 haaer, y que
quisiera hacerlo en vuestra compaííia : paseo f a d , breví-
rimo y nada molesto. Os parecerá al prinoipio muy dSle-
tado, y no obstante lo hemos de hacer en p m s minutos.
Venid conmigo, Crist6fil0, sio miedo ni recelo. Vamos S
divertirnos por este mondo, dw8o.utta vuelta entera 6 todo
nuestro orbe terráqueo. No hay que temer enemigos, m
tempestades, ni peligros, ni incomodidaderi, por mar ni por
tierra. Este viage lo bemoa de hacer sin movemos mps
ralmente del lugar en que estámos. Nos basta noestra
sola imaghacion regnlada por la recta raeon, a p a mncia.
Para esto pongámos los ojon y considedmoa con alguna
atencion la figura que nos sale al encuentro en 1s foja
siguiente. Si esta es inbtil para vos mismo, pmde 8er
bien necesaria 15 tí lo menos conducente paro otraa pereodw
de otra clase pues d todos somos deudores.
U 4 . En medio de esta figura veis nuestro orbe ten&-
queo A B C D. En el piinto A en que nos hallámoa, me
habeie mostrado ya y me mostrais confiadamente el lugar
determinado, fisico y real, donde se debe mostrar á los
santos por toda la eternidad la gloria de Dios y Dios I
mismo: esto es, el punto A superior 6 todas las esírellas,
y .perpendicular al lugar en que nos hall4mos, i no es así?
E&mos aora del punto A al pon@ B. Habiendo llegado
&.estepunto, os hago aquí la pregunta, y os veo levantar
las manos y les ojos ácia otro aenit, mostrándome el lugar
determinado de que hablámos : esto es, el pnnto altísimo B
90 grados distan& del punto A. Sin hacer aquí reflexioa
alguna ni detenernos, pasémoe adelante, y caminémos otros
90 grados h . t a llegar al punto. C. Llegados 4 este pnnto
oa vuelvo 4 preguntar lo mismo que cm los inteoedentee,
y me rcrpondeis lo mi-, mostrándome por lugar deter-
minado de la gloria vuestro mnit octnal-: este ea, el altísimo
p t o C.
415. Mae advertid, amigo, que el.punto en que nos ha-
LLBmos es diametralmente opuesto al punto A de donde
pnrtímos tren minutos h a
416. En cl primer minuto me mostrasteis con ojoa y
manos el punto A : en el segando el pnnto B : en el ter-
cero el punto C antípoda del punto d.. S i caeiaáaies otro
minuto mas, me mostrarhb el punto D antípoda del punto
B por donde hemos pasado. ¿NOlo veis con vuestros
ojos. Podeis dejar de comprenderlo?
4L7. Siguese de aquí evidentemente, que. el lugar de-
terminado de qoe hablámos, debe eatár al miamo tiempo ea.
los cuatro punto& cardinales A B C D : por consiguiente
en todos los innumerabler puntos intermedios, pues no hny
mas.mmn para uno que para otro : y si esto es aaí, deberá
reducirse vuestro lugar determinado B toda la convexidad
inmensa, 6 4 toda la superficie estema de un cielo sólido,
que abraza dentro de sn conoavidad todo el universo.
Luego no hay tal lugar determinado, luego todo es una pura
imaginacion, 6 composicion de lugar, &c.
PARRAFO v.
418. Despues de todo esto que acab4mos de conside-
rar, veo, mi Cristbfilo, que todavia no quedais satisfecho.
Os hace todaviti gran fuerza un testo del Apostol, y dos 6
tres de los Profetas, los cuales decía (no se sabe con qné
ram)vieron en apíritir el puaiso celeotial, 6 el lugar de-
terminado donde Dios se manifiesta B sus Bngeles y san-
tos, &c. A esta peqnefia dfiultad me reconoaw, obligb
do, y confieao que debo responder de nn modo mmple,
claro y perceptible.
419. Eo primer lugar : el testo de S. Pablo hablando
de sus visiones y revelaciones, ea este : Conorco ti un hom-
bre en Crtbto, que catorce a h ha fud arrcbotado: dfys
en el cuerpo, no lo sb, 6 s i N r a del cuerpo, no €o 86, Dios
lo sabe, hcuta el tercer cielo. Y conozco 15 este tal hm-
.
bre.. que Jicl arrebatado al parabo *. De aquí ME-
chis con mas que mediana ligereza, que el paraiso cele+
ti& 6 el lugar determinado, Mao y real donde Di se
manifieste aora, y se maoüeatarh eternamente 4 los ángel-
y santos, &c. debe estar en el tercer cielo. Mas como os
avetgonzais ya de aquella multitad de eieloa sólidos, ama
sobre otros y todos trasparentes, que imaginaron los anti-
guos, ama veo que en lugar de elios imaginais solo tres,
los ¿cm primeros fluidos 6 Iiqiidos, y el tercero sólido. E1
primero ilamais aereo : cito es, tedo la atmósfm qae cir-
cunda por todas partes nuestro orbe tedqneo, y no hay
ya duda de que esta atmósfera se llama freonentemeilfe
cielo en la Escritura santa, aai como se le da este nombre
en todos los pueblos y naciones, cadu uno conforme 6 sw
lengua t. El segundo que llamais atareo i cual es este l
Es, deois, todo el espaaio inmenso é indefioido donde hbi-
tan y nadan la luna, el sol, los planetas, los cometas, lae
estrellas sin utímero, &c. El tercero superior 4 todos, es
el que llamais cielo empireo, wzs allú del cual no hay cara
alguna.
420. Mas todo esto, amigo- mio, i.que
. otro cosa es sino
suponer y afirmar sin prueba alguna lo mismo que diiutá-
Scio hominem in Christo, ante annos quatuordecim, aire in cor-
pore, nescio, sive extra corpus, neecio, Deua scit, raptum hujuamo-
di usque ad tertium ccelum. Et scio hujusrnodi hominem ... Quoniam
-
rirptus eet in pivarlisum. 2 ad Cor. xii, 2, 3 ei 4.
f ITnusquisquc secundhm lioguani suam.- Gen. x, 5.
EN GLORIA Y HAGBSTAD. !m
moe ? Nuestra presente controvemiameda finicamentesobre
un punto de apoyo : A saber, si hay en la naturalesa un
cielo sblido, altbimo, igneo, 6 sea Incido, superior 4 todo lo
criado material, en ouya e u p d c i e estema, 6 convexidad
inmensa 6 iomenaurable hnya un lngat determinado, 6 un
pereieo donde se rnanifieete h los bienaventurados Irr gloria
de Dios y Dios mismo. Y vos me respondeis distingrrien-
do tres cielos, aero, etereo, y emplreo : loa dos primeros
Buidos, y d tercero eólido. i Mas todo esto sobre que fun-
dsaiento ? i Sobre qu6 revelacion auténtioa y clara ? j, $obre
qab bueoa Mica? j, No os he negado ya vuestro cielo pla-
t h b o que llemaii ampireo ? i Con qn6 bu- rszonea lo
p b a i s de nnevo ? Solo con suponerlo, 6 imaginarlo, y dea-
pues añrmrlo.
4á!i. Fueni de eeto: hagámos aqal como de paso una
brevísima reflesion. El primer cielo, deds, que el aireo
6 L atmósfera de nueetro globo: pues mi se l l d h-
cuentisimanieate en la Escritura snnta : como cuando b
&e : Wbes del oielo. ., auw del cielo, &c. Y pemiai~,
amigo, que en todo el universo mundo no hay mas atm6s-
&m qae la nnestra? i Consultad este punto con loa qae
a b d n dgo de astronomía asica, y oa darán una gran liata
de otraa i~mmerableaatmósferas, 6 de otros cielo8 aeros
d o g m al nuestro. Primera : la atmbdera de la luna (si
e$ que la tiene, oomo prdtenden muchos modernos, y si la
time & d a tenaísima, segun mi pobre jrucio) : segunda, la
dd Venus, tercer cielo de.loa antiguos : tercera, la de Mer-
e& : cuarta la del Sol, qae p e c e indubitable; ni se ha
b b d o hasta aorafotracausa de las aororas boreales, 6 de
las austreales, que de todo hay en ambos hemisferios : quin-
Q, la de Marte : seata, de Jbptter : séptima, la de Satiimo.
A k cuales ae pueden aliadir dentro de nuestro sistema
planetario otrae nueve mas (si acaso no hay otras atmbafe-
m): cuatro de las lunas, que llaman satélites de Jhpiter, y .
cinco de Saturno : fnera de las grandes g prodigiosas atmbs-
ferJ de )aS cometas (cuyo número nadie sal>e) cuya prodi-
giora eatemk ee deja ver mando ae -0811 algo d &o
gbbo-
422. Si de aqnl sobimos mas amiba, por adquiera pun-
to que sea de este globo n ~ s s t t oen cuya s o p e h i e habitá-
mos ; ei moe metemoe oon aaertra conaideracioo en el mes-
.
m idmanso de las eabei4w q ~ 11Pmamcas e Qaa : 16DWs L
1 qu6 c m ao hrllimoe! O, qué inbidad de globoe qae
ePdaa en el eter, d a el nuestro, y qa6 m W o d de
aúnóaeraa anüogsr 4 nPertta atmóefera! De aqd se M e
por una ilacion raoional y jnrttima, qoe vuestros c&l#
a ü w y e-, 6 non uno d m o en h m i l b d a con diver-
soe nombms y bajo divexma aoasidsrebion, 6 son cieios eier-
temwte iofinitoe 4 iosumerablee. Y de vneatro temer
cielo d i d o , platónico y sppeiior 4 todas, 1qu6 qoersir qae
a diga, eeifmmo Criatbíilo, sino que es uu oielo suparaib
é iaieginwa, ?
&B. Coa la &&ion de v u d r o a tree oialos dm,
etereo, y 9-0, que me ha sido p i s o oir y meditar,
&e me habia dvidado del testo de S. W l o , sobre qoe em-
peaámos 4 discurrir. Bmpoodo, p w , 4 esta peqaeúo di-
fbadtad (y- eon 4 8 4 1 s que se toma ainaparieooiirde
isron de doa 6 treelogpn# de loa Profetas) que el doctor y
raertro de les gentea escribió una epidola 4 loa C r i s t h m
de Corinio, ciodsd en aqoel tiempo p d e y una de hr
principales de Ir Gheaa, y iie aoomodb pmdentíuimamede
(como siempm lo hacia en oíroa uunfoa indikemtm qoe no
pertenecien B au rmnltcnio) ie acomodó, digo, p r o d d i i a ,
mente al mododspensar de los misanos Corintior sobre su eig-
tema de los oielos. No pode¡ igoorar, a i sabeis algo de his-
tosh antigua, quo en la Greoia, donde tanto ñoreaieron 1 ~ a
artes y 1aa ciencias, hubo varia academias, y no en todar
se emefirban nnas mismas doctrinas, 6 se segnien una8 mis
mes opmionea, prínoipalmente sobre el aisteqa celeste. En
unas se ensefiaben 6 imaginaban siete cielos : en otras ocho,
y sobre el octavo los campos eliséoe : en otras nueve : en
otras once: y en otras solo tres, aunque &lides, Si en
BN GLORIA Y MAQPSTAD. m
Coriato ee sagaia ado á I h opioioiil, y sapanh dm el
tercero los campos elitkos, 6 el paraiso 6 su modo : i qeé
m a c h que el aapientíeimo y prudenibimo Apto1 les he-
blaee en en lenguage, ó segun ru propia opinioo? ;No
hsMb del mismo modo t i los Ateuieoses cuando la dijo : A
aquel 6, pvorotros 4dorais rin coisocwlq srs sl c p
yo,- anuncio*? i, No lea diae tí loa Rmneno~:dqw cs
pCrm en la fe (6 en la opinion) oobrsl&uadlo, no sr m
tsstdonu de opiniouu ...
orrda uno c i b d so nr
~ u b t ?
4% Fuera de qw ee oiertleimo y bien digno de aeab
tro c o u * , qae en asees purameité 6siors que ne
perfencmn a L religion, ni al dogma, ni 4 k, morel, toda
lei, &torea eagradoe babloraii &mpe como Wia el
gaeblo, y a t e hablaba oomo m hebiaba en o t m naoiooes:
ni el Espíritu aanto eruiefió jamáa alguna verdad de pruia
fiaoe B oiagam de m- Profetoe.. M que Loblaran de
los siebs y de los ouerpos aeliiiter. no oano son en I.
mddd, sino COOQO a p m n B nuaatroa ojos; lo aria1 ea
pm$o reaonooer y confesar, so pena de gravíaimoii mcon-
vepieatea. S.Jerbnimo &re el cap. xxvia de Jesemb,
estas ppiabraa : en k Escritura &ata 8s dicdn nu-
&wmtusagurLopUUonds49t(dl t h p o e n p u
r+en los lieolior; y no ragvn lo w i g b €a verdad ds la
sow$. Si esta sentenoia de aete sirpienthho doctor tu
.vsrdadea(oomo yo la tengo por tal) b es p k i p d y tai
vm Qieamente en an&de pura fisioa, en que el ~ ~ I I
Santo. qw ha616 por Isr ProJetrrs, ha obeervrdo siempre
Animalis antem horno non percipit ea, que sunt Spiritba Dei:
sutitia enim eot illi, et non pofcst intelligere: quk epyituüter
-
examinatur. 1 ad Ca.B, 14.
204 L A V E N I D A D E L MBSIAE
da Dios Padre*. Aora, este Hombre Dios, DO es como
un espíritu, 6 mas bien no a un puro espíritu, que el es-
píritu >u> tiene cama ni huesos? : es necesario que ocupe
Bsicamente algnn lugar determinado, digno de su grao-
&a. Del miamo modo la aantíaima vírgen M d a y los
otros wtos que resucitaron oon Cristo, deben ocupar
a e n lugar material y dortermiaado. F ~ t elugar j cual'
es? i Donde está? Mas: la ciudad santa y nueva de
Jernd6n, que algnn dia ha de bajar del cielo 4 nuestra
tierra, y que mtualmente ae est4 todavia e d i i n d o ds
.
vivar.. y escogidas p i e h a , donde cstb ? j En que
legar del &lo ee esta e d i f i o d o y oonstmyendo este gran
*cio ?
4S. A esta dikultad se responde en breve: que la
santa y oeleatial J e d e n se está editicando muchos dias
ha & vivas... y eucogidas piedras$, en el mismo lagar
donde eciih Jesrcrieto. Por consigaiente, la santísima
vírgen María, madre de este Hombre Dios, ya resucitada,
los otros santos qrie resucitamn junto con Crbto, y toda
la turba g r a n d i h a que ninguno podia cortar§, que han
entrado hasta aora, y entrarhn en adelante en le vida,
es& donde está Jeauoristo au mdentor y autor de su
s a k d eternal). Y Jesucristo mismo (volveis 4 d& .y
repiioar) i donde esta? Esto bltimo, Cristbíüo mio (si se
habla de algun lugar determinado, que es ei pwto ptm
tioular y bnico sobre que actualmente disputámos), esto
úitimo, vuelvo 4 decir, yo no lo sé, ni vos, ni ninguno de
cuantoa viven sobre la tierra. Solamente sé, y esto con
ciencia eiertíeima, que Jesucristo desde el dia de w ad-
mirable aaoeaeion 4 los cielos, ha estado, está actualmente
-
Qnem conetitair haemdem iiMleiwiiam,per qnem fecit et m-
cnk... propter quem m n b , et per qnmi omniq. AdHcb. i, 8 ; e;
ii. 10.
,
B .
288 L A V E N I D A DBL M E B I A S
-
niam videbimus eum ucuti est. Bt omnia, qui h.bet b c rpem in
eo, ssnctificst se, sicut et Ue ranctua eat. 1 Jmn.iii, 2, et 3.
JtA GLOBIA Y MABBBTAD. !m
formes 4 él, unos mas, otros menos, serán tambien here-
deros de Dios, y coherederos con el Hijo mayor, que es Je.
sucristo : Y si hijos, tatnbien herederos : herederos verda-
dcrarilcñte de Dios, y coherederos de Cristo :pero si pude-
con LI, para que reárnos tanrbien glorijcados con Ll*.
De aqui se sigue naturalmente, que siendo él Hermano
'
mayor heredero y Sefior de todas las cosas, sin escepcion
alguna, deberán tambien serlo 4 proporcion todos los co-
herederos. Es verdad que entre estos coherederos habrá
una iníinita diversidad. segun los méritos de cada ano.
Unos e e t h máximos, otras grandes, otros medianos, otros
menores, y los mas minimos: mas como la caridad, que es
d vinculo de la prfecciont, estar4 entboces en el grado
mas perfecto 4 que puede llegar, no habrá ni podrá ha-
ber entre tantos hijos de Dios, aquella fria palabra, mio,
y luyo ; sino que ser4 tuyo lo que es mio, y mio lo que es
tuyo ; lo que es de todos será de cada uno, y lo que es de
Cristo aerh de todos : Dios será todo m todos $.
435. Si go v. g. entro 'en la vida como lo espero, no
solamente me gozaré, por el grado infimo do gloria que se
me ha dado (conociendo bien qne es infinitamente superior
B mis peqneñisimos mbritos), sino tambien me gozaré en
g r a n manara$ de ver infinitos oboe superiores á mi, y
alabaré en todos y en cada uno, la infinita justicia, santi-
dad y liberalidad de Di- omnipotente : y por tant6 gozar6
da algun d o de lo que ellos gozan, y en cierto modo lo
haré propio mio. Esto mismo me sucederá, y con efectoa
sin comparacion mas vivos y mas fmitivos, viendo y con-
siderando la inmensa grandeza, dignidad y gloria del Hom-
bre Dios, mi Príncipe, mi b y y mi hermano mayor, P
quieo debo toda mi felioidad, y 4 quien amo con todo el
-
¿ Quia enim cognovit aenaum Domiii? ¿ Aut quia conailiarius
ejus fuit ? Ad &m. xi, 34.
t Nam expectetio creaturz, revelationem filiorum Dei cxpectat. -
Ad Aom. riii, 19.
-
f Plopter qaem winin, eC pcr clucin mmir. Ad H&. i, HA
EN GLORIA Y MABPBTAD. %E
f e o d i d a d y h d a d iafinih de Dios vivo y verdadem, 4
quien atbr6a10s, y se Bbisaian del mismo m& ea d dtm
océano a l t í s h y profnodisimo de ea(s mismo Dios ~becho
Hombre, de quien dice S. Juan: el Verbo fuá Ae&
crrrne.. .por qtien ron fddu~Id8 cosas, y p w a fatien 8-
todas tas cosar +.
447. Direia acaso, que todas eetra anPthmd iwliae-
&les aompnedaa de cuerpo y alma ríicknd (m aaaao bs
b y en otros orbes), no salemente deber p e i h b o a d
Hombre Diw Cristo Jesns, en cuanto R e y y €Mor b
todo. sino tambien en cuanto Redenbor. Mediador y Faoi-
ficsdur entre Dios y las orietaras ; así oomo lo ee y b será
respecto de b d o el tmap de A d h . Bien : i y qa6 dia-
onltad halláie en esto? i Que sabemos, ni me, ni yo, a¡
ninguno, m estas cristoias de que hablámos, anhlogea al
bombre, hen tenido, 6 antes 6 á lo menos &pues de la
muerte y r e s d o h del Hombre Dios, algone misiom
d i h a por el ministerio de los aageh y de algunos j u s b
ias'ines de cada globo, análogos B Enoc, 4 No6, 4 Abra-
hha, 4 Moisés, B David y a todoa los Profetas? ¿ QP6
spbémtw 6i Iiaa pecado b no han pecado, si atgruzos 6
machos? i QOg eabém~sai B todos se les ha anunciado b
salud eterna, con las condiciones necesarias para conse-
guida? c Que sabémos, &c... ? Conqne todaa estas in-
mmerabler ariatmas anhlogas al hombre (si aaaso lee hay)
pueden bien perteueEer al Hombre Dim Cristo Jesus, no
rotametite su cuanfo Rey 3 SeFior onivenal de toda lo
criado, sino tambien en cuanto Redentor, y Mediador, y
PacCawdot entre el Criador y sus ariaturas. Asf puede
entenderse obvia y naturalmente aquel testo no poco dificil
¿el Apostol, que bablando con los Profetas de la paaioo y
muerte dei Hombre Dios, dice : Porque en dl quiso hacer
morar toda plenitud : Y r e c e n c i b pvr U 6 sí msRo
todos las cosas, paciicando por h ~arrgrsde m m s ,
tanto lo que está en la tierra, como lo que esta en el
Verbnm caro frctum est... propter queg omoia. et par quem
o* -Joan. i, 14 4 et d h b r . ii, 10.
.
2%
. ... . . . :
LA V.ENIDA
i
m
D E L IIIBSIAB
-
Unusquhque in mo iensu abundet. Ad ñon.xiv, 6.
1. D u m est hic eermo, quis potest eum aurlire?-Jan. vi, 61.
1 Ciii maledixit Dominur. -Cm. v, 29.
..
Haem nniversorhm. propter quem omnle, et per quem ornnia
-TdsdH&. 4 2 ; ii;lO.
11 Quam dedit Deue filiis hominum. -Ecol. iii, 10.
T O M O 111. X
-real y hallado en la condicion como hombre* : a q d
naoió de la vírgen María de la srtirpe de David segun la
&me+-: aqui predicb, aquí enmfib, aqui padeció la mayor
afrenta y el mas injusto deshonor que m ha viato jamai,
muriendo desnudo en una infamo c m , como uno de los
hombres mas inicuos ; y con lor maivados fu6 contado$.
Luego aquí mismo se le debe restituir plena y pdecta-
mente todo su honor. Luego aqui mismo se debe mani-
feetar plena y perfectamente ru inocencia. su justicia, eu
bondad, su dignidad infinita y todo cuando puedan oom-
prender eetas dos palabras: Hombre Dios. Del miamo
modo dhurrlmoa de los coherederos.; principalmente de
los mayores y mhximos. Estos ' padecieron aquí por él :
aqui padecieron persecucion por la justicia : aqui fueron
perseguidos, deshonrados y atribulados, y muohísimos hasta
la muerte : aquí o6raron en justicia en medio de la general
iniquidad y corrupcion: aquí no a d r o n sur vi& haata
ia muerte§; aquí, &c. Lnego aqoi mismo, como en el
lugar de su paciencia, de su justicia y de sus tribulec-
por Crieto; deberán gozar eternamente el fruto msr qw
dntuplo de todo lo que aquí sembr4ron: A ia vasrlad sr
jurto y dyno ds Dios (como deaia Tertuliano), esaltar tí
lor ricrvos aUf mismo donde fueron a.vidor por rw
n d r e 1).
462. Lo segundo: la ciudad eanta y nueva de Jemm-
.
16n qae nora se ed%ca de oivcu.. y s r c o g h pidhs, ea
ciertisimo que algun di ha de bajar con Jesucristo miruao
del cielo d nnestre tierra y establecerse en ella sólidamente.
La Escritura santa asegura, que vendrá y habitará con los
Semetipsum ennanivit formam semi accipiens, in nimilitu-
-
dinem hominum fichu, et habitu invuitue ut horno. Ad Phib. .
ii, 7.
f Ex Vigine M&. de progeuie David iiecundum cunem.
-
f Et cum d e r r r t i s reputatua dt.
-
18al lüi, 12.
5 Non dilexerunt anima auas unque ad mortem. +c. xii, 11.
1) Siquidem est jutum, et Ueo dignam iiiuc quoqne exuitue fi-
-
muios ejus ubi sunt et afllicti in nomine ejua. Tertd. iib. iü d.
Mwc. cap. xxiv. ,
BN GLORIA Y MAGBNTAD. w?
bombrea : Vid aquí (dice S. Juan) el tabsrniieulo de D h
con los hembra, y morará con ellos, &c.+ ; mas m dice ni
inainúa.jamas, que esta babitacion de la ciudad santa en
nu&tra tierra, haya de ser solo por algan tiempo limitado,
ni que aiguna vez ha de dejar la tierra y volar 4 otra parte ;
iasi del teeto y oonteeto de todo cap. xxi y d, del Apooa-
lipeis ae~ool+ todo lo oontrario, y macho mes si se combinan
con otros lugares de la Escritura. Considered estos poaos :
hr Judéa uiempre será poblada; y Jerusalén en gimerczcion
y gerrarocion t. No r e d arrancado, ni destruidopor siem-
pre jairilar 3. &te e8 mi reposo por siglo de uiglo : aquí
norard, &c. 5 Se sentar¿ robre slsolio de David, y sobre
JU reino : para a$amarlo, y comolidarlo en juicio y en
S
jwrticia, desde aora y para siempre 11 : que fue la promesa
que hizo el angel á nuestra Sefiora, diciendola que 6 sn
Hijo Is dará el Señor Dios el trono de David ar padre :
y &&artí en la cosa de Jacob por risnapre, y no tcndrájn
JU reino 8.
&B. Estoa y otroe muchos lugares de la Ewritaia a n t a
.muy semejantes á ellos, parece que prueban obvia y nata-
ralmente 4 favor' de nuestro orbe. Para afirmar otra aosa
contraria 6 diversa, era necesario dgun fundamento +ti-
ro, divino, que eaplioase dichos lagpws en otro sentido : el
o d fundamento se basca en todaa las h r i t a r a s y no se
-
-
In domo Patria mei maneionea m u l a aunt, &c. Jom xiv, 0.
Jwn.cp. 1, iii, 7.
t Qui h i t justitiam, justue est.
t i m a se debe renovar, solamente para que sirva de habita-
cion B los páwulos incapaces de bien ni de mal personal, no
podré habitar en ella la justioia : luego m esta ba de babi-
tar en ella. su renovacion deberá ser para otros habitantes
iniiaitamente diversos. De estas testifiaan las Escrituras,
que son los que no quieren considerarse en el mstsnia
vulgar.
465. Fuera de los lugares que quedan.apuntadoe Bfavot
de nuestra tierra, y fuera de tantos otros de que abundan
h f e t a s y los salmos, considerad por fíltimo este solo,
qne por sa precision y claridad vale por mil : Los injustos
serhn rostiyados, y el linage de los impíos perecerh. Mas
108 jurtos heredarán la~tierra,y rnorarhn sobre ella por
&nprs*. Y poco antes se babia diaho en el mismo cal-
mo : los qw procedan mulignanrcnte, rerán esterdnados:
mau los q~ aguardan al M o r , ellos haredarán la ticvraí
Y aun & aquí 6 un poquito, no e r h l i d el p e c d o r ; y
buscarás el lugar de 41, y no lo hailarbsi Mas los mansos
heredarán la twrra, y se deleitarán en muclredumbre de
pazt. A lo cual aludió el maestro bheno del monte, di-
ciendo : Bienaventurados los mutuos ;p q w ellos posee-
r6n la tierra$.
466. A todo esto se debe añadir, que nuestra tierra aun
,
mirada cn el estado presente, no es tan deapreciable en Id
íkioo y natural, que no merezoa grandes ateoolones. No
hay duda que aora se hdlan en ella mezclados y confiindi-
dos entre si los bienes con los malee : resultando de esta
memla un todo 6 un conjunto poco agradabln. h dirémos me-
* Ocuius non vidit, nec auris aiidivit, nec in cor hominb mcendit,
-
qum prcepravit Deus iis, qui diligunt iiiunl. Imi. lxiv, 4 ; et 1td
Cor. ii, 9.
t Non sunt condieae purionee hojus tanparia ad f u ~ r p mglo-
riam, qupe revebbitur in nobk-Ad Rom.viii, 18.
-
$ Nalumus expoliari, sed aupervestiri. 2 ad Cor. v, 4.
i Ignorais, v. g., aquella sentencia saya que dice : ei reino
de Zor ciclos padece fuerza, y los que se lp hacen, lo arre-
batcur*? i Zgnoraie aquella otra: No todo el que me
dice, &ñor, Seiim,entrar6 en el reino de los &aloa ;&O
el que hace la voluntad de mi Padret, &c. ? i lgnorais
que la fe sola sin justicia 6 sir obras, no nos puede salvar:
Porque ad coma el cuerpo sin el erpiritu es m w t o , así
tambien h fo sin las obras es muerta$?
472. En suma, no pedhmos tiempo : la felicidad suma, ,
FIN D e LA OBRA.