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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ MU 1924/2020 - ECLI:ES:TSJMU:2020:1924


Id Cendoj: 30030330022020100444
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Murcia
Sección: 2
Fecha: 05/10/2020
Nº de Recurso: 243/2019
Nº de Resolución: 447/2020
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: LEONOR ALONSO DIAZ-MARTA
Tipo de Resolución: Sentencia

T.S.J.MURCIA SALA 2 CON/AD


MURCIA
SENTENCIA: 00447/2020
UNIDAD PROCESAL DE APOYO DIRECTO
N56820
PALACIO DE JUSTICIA, RONDA DE GARAY, 5 -DIR3:J00008051
Teléfono: Fax:
Correo electrónico:
UP3
N.I.G: 30030 45 3 2018 0000431
Procedimiento: AP RECURSO DE APELACION 0000243 /2019
Sobre: FUNCION PUBLICA
De D./ña. Domingo , Erica , Edemiro , Estela , Eliseo , Emilio , Fátima , Eugenio , Flor , Florinda ,
Ezequiel , Darío , Gracia , Guadalupe , Felipe , Hortensia , Inocencia , Florentino , Fulgencio , Josefina
, Gaspar , Germán , Gonzalo , Lorenza , Lucía , Magdalena , Ignacio , Mariola , Íñigo , Fructuoso ,
Mercedes , Sabina , Milagrosa , Jon , Mónica , Nicolasa
Representación D./Dª. JOSE ESCUDERO GIRONA
Contra D./Dª. Laureano , AYUNTAMIENTO DE MURCIA AYUNTAMIENTO DE MURCA
Representación D./Dª. MIGUEL CANO MATENCIO , JOSE LUIS MARTINEZ GARCIA , , , , , , ,
ROLLO DE APELACIÓN Núm. 243/2019
SENTENCIA Núm. 447/2020
LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MURCIA
SECCIÓN SEGUNDA
Compuesta por los Iltmos. Sres.:
D.ª Leonor Alonso Díaz-Marta
Presidente
D. José María Pérez-Crespo Payá

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JURISPRUDENCIA

D.ª Pilar Rubio Berná


Magistrados
ha pronunciado
EN NOMBRE DEL REY
la siguiente
S E N T E N C I A n.º 447/20
En Murcia, a cinco de octubre de dos mil veinte.
En el rollo de apelación n.º 243/19 seguido por interposición de recurso de apelación contra la sentencia
n.º 19/19, de 5 de febrero, del Juzgado de lo Contencioso Administrativo n.º 4 de Murcia, dictada en el
procedimiento abreviado n.º 64/2018, en cuantía indeterminada, figura como parte apelante D. Fructuoso , D.ª
Mónica , D. Jesús Luis , D. Fulgencio , D. Gaspar , D.ª Inocencia , D.ª Hortensia , D.ª Josefina , D. Darío ,
D. Ezequiel , Gracia , D. Domingo , D. Íñigo , D. Felipe , D. Germán , D. Gonzalo , D.ª Lorenza , D.ª Mariola ,
D.ª Milagrosa , D.ª Florinda , D.ª Sabina , D. Ignacio , D.ª Mercedes , D.ª Lucía , D. Florentino , D.ª Nicolasa
, D.ª Guadalupe , D.ª Flor , D. Edemiro , D. Eliseo , D.ª Erica , D.ª Estela , D. Jon , D. Emilio , D.ª Fátima y D.
Eugenio ( NUM000 ), representados todos ellos por el Procurador D. José Escudero Girona y defendidos por
el Letrado D. Luis Francisco de La Torre de La Hera, y como parte apelada el Excmo. Ayuntamiento de Murcia
representado y defendido por el Letrado de sus Servicios Jurídicos y D. Laureano , representado y defendido
por el Ldo. D. Miguel Cano Matencio, sobre Bases Generales de las convocatorias extraordinarias de la Oferta
de Empleo Público 2015, correspondientes a la consolidación de empleo temporal de plazas ocupadas por
funcionarios interinos.
Siendo Ponente la Magistrada Ilma. Sra. D.ª Leonor Alonso Díaz-Marta, quien expresa el parecer de la Sala.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO


ÚNICO. - Presentado el recurso de apelación referido, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo n.º 4 de
Murcia lo admitió a trámite y después de dar traslado del mismo a la parte apelada para que formalizara su
oposición, remitió los autos junto con los escritos presentados a la Sala, que designó Magistrada ponente
y acordó que quedaran los autos pendientes para dictar sentencia; señalándose para que tuviera lugar la
votación y fallo el día 25 de septiembre de 2020.

II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO. - La sentencia apelada desestima el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la
representación de los recurrentes, contra la Resolución del Ayuntamiento de Murcia de 1 de diciembre de
2017 (BORM 19 de Diciembre de 2017) por la que se convocan las Bases generales que han regir en las
Convocatorias Extraordinarias de la Oferta de Empleo Público 2015, correspondientes a la consolidación de
empleo temporal de plazas ocupadas por funcionarios interinos del Excmo. Ayuntamiento de Murcia.
Comienza la sentencia desestimando por extemporáneo la alegación previa realizada en la vista oral referida
a que se había producido la caducidad de la Oferta Pública de Empleo objeto del presente procedimiento
( artículo 70 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público). Señalando que, además, se trataría de una cuestión de
fondo que debía de haberse puesto de manifiesto en la demanda.
Rechaza también la alegación de vulneración del art. 56 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, que regula los
requisitos generales para poder participar en los procesos selectivos por cuanto, dice, la Base Tercera A) de
las Bases Generales habrían añadido 3 requisitos más a los previstos en la norma. Y se basa para ello en lo
dicho por la Administración en su contestación a la demanda en el acto del juicio:
- Respecto del requisito de "estar en posesión del Título indicado en las bases específicas de cada
convocatoria". Dicho requisito de las Bases no hace sino recoger el previsto en el art. 56.1.e) del EBEP, que
señala "Poseer la titulación exigida", por lo que no se puede estar vulnerando dicha norma.
Lo que se impugna son unas Bases Generales ( art. 15.3 del Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, por el
que se aprueba el Reglamento General de Ingreso del Personal al servicio de la Administración General del
Estado), y que la titulación específica que se exija para cada convocatoria en concreto habrá de recogerse,
evidentemente, en las Bases específicas de cada una de ellas, tal y como se ha hecho. Si el actor no está de

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acuerdo con la titulación exigida para alguna concreta convocatoria podrá impugnar las Bases específicas o
convocatoria en concreto de que se trate.
- Respecto a "poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas de la plaza a la que aspira", el
referido art. 56.1.b) recoge expresamente el requisito de "poseer la capacidad funcional para el desempeño
de las tareas", tareas que serán, evidentemente, las propias de la plaza a la que aspire. La posibilidad de exigir
un reconocimiento médico para comprobar tal capacidad funcional (que se recoge en el mismo apartado de
las Bases) está expresamente contemplada en el art. 61.5 EBEP.
- Respecto de " Cualquier otro requisito que, por el tipo de plaza, se considere necesario para su ingreso y se
recoja en las bases específicas", también en este caso las Bases Generales se limitan a recoger lo que permite
el art. 56.3 EBEP. Ninguna vulneración de la Ley se produce en la previsión de las Bases Generales sobre reserva
de plazas para ser cubiertas entre personas con discapacidad (4 últimos párrafos de la Base primera), pues no
hacen sino recoger lo previsto al respecto en el art. 59 EBEP, que es lo que decía además la oferta de empleo
público de 2015. Habrá que estar, como es lógico, a lo que prevea la concreta convocatoria.
Por todo lo expuesto, entiende la sentencia apelada que procede la desestimación del motivo de impugnación
alegado por la parte actora.
Rechaza igualmente la sentencia la alegación referida a que respecto al Tribunal de selección se señala como
norma incompatible con el EBEP y, por tanto, inaplicable tras la entrada en vigor el Real Decreto 364/1995, el
art. 30 establece, en relación con la selección del personal laboral, que los órganos de selección se constituirán
en cada convocatoria y deberán estar formados por un número impar de miembros, uno de los cuales, al
menos, será designado a propuesta de la representación de los trabajadores. Se adhiere la sentencia apelada
a la desestimación en la contestación a la demanda por parte de la Administración, que señaló que en nada
vulnera la Ley la Base Cuarta, referida al Tribunal, pues dicha Base Cuarta recoge textualmente las previsiones
contenidas al respecto en el art. 60 del EBEP, incluido el párrafo que indica que " la pertenencia a los órganos de
selección será siempre a título individual, no pudiendo ostentarse ésta en representación o por cuenta de nadie".
Y en todo caso, el Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento General de
Ingreso del Personal al Servicio de la Administración General del Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo
y Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles de la Administración General del Estado, sigue siendo
aplicable con carácter supletorio al personal del resto de Administraciones Públicas ( art. 1.3), evidentemente,
en aquello que no contradiga o se oponga a lo previsto en el EBEP (disposición derogatoria de éste último)
A la alegación de la actora de que el proceso selectivo que definen las Bases Generales en su Base Quinta
vulnera los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir en el acceso a la función pública, al
favorecer a los interinos, y en concreto a los del Ayuntamiento de Murcia respecto al resto de aspirantes, siendo
desproporcionados los méritos exigidos, y que ha de considerarse nula la posibilidad de exención de la segunda
parte de la fase de oposición, señala la sentencia apelada que para valorar las Bases Aprobadas es preciso
tener en cuenta que se refieren a convocatorias extraordinarias para consolidación de empleo temporal. Así
se dice expresamente en el propio Título y Base primera de las mismas. Y ello se debe a la concurrencia de
circunstancias anómalas y excepcionales que llevaron a la previsión de estos procesos de consolidación de
plazas ocupadas por personal interino y laboral, por primera y única vez, en la Oferta de Empleo Público de 2015,
y a la aprobación de las Bases Generales que deben regir su ejecución. El concurso-oposición, como sistema
selectivo, está expresamente admitido por los arts. 61.6 EBEP y 91.2 de la Ley 7/1985, de Bases del Régimen
Local debiendo recordar que es competencia de cada Corporación Local la selección de sus funcionarios, con
excepción de los funcionarios con habilitación de carácter nacional ( art. 100 LBRL), por lo que el Ayuntamiento
de Murcia, en virtud de la autonomía local y su potestad de autoorganización, está legitimado para decidir las
bases y condiciones que deben regir dicha selección, siempre, claro está, dentro de los márgenes o límites
que marca la ley.
Respecto al mérito de la experiencia que se valora en la fase de concurso, la sentencia da la razón a la
Administración demandada que es conforme a ley, pues no nos encontramos ante lo que se ha denominado
"pruebas restringidas", en las que sólo pueden tomar parte aquellos en quienes concurran determinadas
condiciones (normalmente una vinculación previa con la Administración), excluyendo la participación de
terceros, sino ante turnos de acceso libre, es decir, en los que se puede presentar cualquier persona, aunque no
tenga ninguna experiencia previa en la Administración. Si bien, quien tenga esa experiencia podrá tener ventaja
respecto a quien no la tiene, como es normal y consustancial a cualquier concurso oposición en el que se valora
la experiencia como mérito y la valoración como mérito de la experiencia previa, incluso como único mérito
en la fase de concurso el Tribunal Constitucional lo ha declarado perfectamente compatible con el principio
constitucional de igualdad y demás que rigen el acceso a la función pública en numerosísimas sentencias.

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Esto no supone una diferencia de trato irracional o arbitraria entre concursantes, ni ha traspasado el límite
de lo tolerable, llegando a convertirse en un requisito que excluya la posibilidad de concurrencia de terceros
( SSTC 60/1994, 11/1996, 83/2000). Así, la Base que recoge la valoración de tal mérito respeta tales límites,
tanto en la puntuación que se le otorga, como en la diferenciación que recoge entre la experiencia previa en
el Ayuntamiento de Murcia o en otras Administraciones, que es proporcionada y adecuada a la finalidad que
se persigue, que es la celebración de unos procesos extraordinarios de consolidación. La puntuación que se
otorga a la fase de concurso es de 40 puntos sobre 100, por lo que dicha puntuación no es determinante,
por sí misma, del resultado del proceso selectivo, que es lo que exige, como límite, el art. 61.3 EBEP. La
obtención del máximo posible de puntos no supone, por sí solo, ni aprobar el proceso selectivo (en todo caso
será necesario aprobar la fase de oposición - fase quinta apartado 1)-, que sí es eliminatoria) ni, desde luego,
obtener plaza. No excluye la concurrencia de terceros. Supone un porcentaje que, aunque relevante, es legal y,
desde luego, no es infrecuente, máxime en procesos de consolidación de empleo temporal en los que resulta
lógico y proporcionado que el mérito a valorar sea el de la experiencia previa. Insiste en que establecer la
experiencia previa como único mérito computable no es ilegal, conforme a la doctrina de TC; es adecuado
a la finalidad de la convocatoria y entra dentro del poder de decisión de la Administración convocante, sin
que además se discuta este concreto aspecto de contrario. La fase de concurso es previa a la de oposición,
y se configura como no eliminatoria, tal y como prevé la norma ( art. 4 RD 896/1991). No se exige una
determinada puntuación en la fase de concurso para poder acceder a la de oposición, que es el elemento que
el TC ha censurado en alguna sentencia (STC 27/2012, que se cita en demanda). La puntuación máxima que
se puede obtener en fase de concurso es de 40 puntos. Pero ello no supone que necesariamente todos los
funcionarios interinos del Ayuntamiento, o de otras Administraciones, vayan a partir con tal puntuación, pues
dependerá del período de tiempo que acrediten como tales, y no todos, ni mucho menos, tienen antigüedad
para poder obtener esos 4 puntos. Habrá funcionarios interinos que partan con mucha menos puntuación .
Así, las Bases puntúan a razón de 0.30 puntos por mes, lo que significa que para obtener la totalidad de los
4 puntos (que no es determinante del proceso selectivo) se precisarán más de 11 años de experiencia previa
como interino. La Base discutida también valora la experiencia previa obtenida en otras Administraciones
Públicas distintas al Ayuntamiento de Murcia, si bien con una puntuación menor, que resulta proporcionada y
se justifica por la finalidad de consolidación perseguida por estas convocatorias extraordinarias. El mérito se
define en condiciones generales y abstractas, sin que se esté primando a personas concretas. En definitiva,
es un concurso-oposición de acceso libre, que, en su fase de concurso, otorga relevancia como mérito a la
experiencia previa, y dentro de ella, pero no exclusivamente, a la experiencia como funcionario interino en
el Ayuntamiento convocante, justificado por la excepcionalidad de la situación existente y con la finalidad
de consolidar y reducir el empleo temporal existente en este Ayuntamiento. Pero esa valoración respeta los
límites fijados por la jurisprudencia constitucional, siendo la relevancia cuantitativa otorgada a dicho mérito
proporcionada, adecuada a tal fin, no excluyente de terceros, y en atención a ello, perfectamente amparable
dentro de los límites de lo tolerable, utilizando la terminología de dicha jurisprudencia.
Sobre la impugnación de la posibilidad de eximirse de realizar la segunda parte del ejercicio de la fase de
oposición, por aquellos aspirantes que reúnan los requisitos fijados, también da la razón la sentencia apelada a
la Administración demandada y parte codemandada cuando señalaron que tal medida se justifica igualmente
en la finalidad excepcional de las convocatorias extraordinarias que se regirán por las Bases, que es la de
consolidar plazas desempeñadas por personal temporal. La misma no excluye la necesidad de aprobar la
fase de oposición, que es eliminatoria, y en concreto de la necesidad de aprobar la primera parte de la misma
(cuestionario tipo test sobre contenidos teóricos), que debe realizarse en todo caso por todos los aspirantes.
Por lo tanto, siempre existirá una prueba de conocimientos teóricos que hay que aprobar. La primera fase, que
hay que hacer necesariamente, se valora de 0 a 30 puntos. La segunda parte, que es de la que cabría eximirse,
se valora también de 0 a 30 puntos. Pero quien se acoja a tal excepción por reunir los requisitos exigidos
sólo obtendrá 15 de los treinta puntos posibles. En la medida en que para superar la fase de oposición se
necesita obtener como mínimo de 30 puntos en total, quien se acoja a la exención necesitará 15 puntos más
para obtener el aprobado, esto es, necesitará aprobar la primera prueba y obtener, como mínimo, 15 puntos
más, pues en caso contrario quedará eliminado. La decisión de eximirse o no de la prueba debe tomarse al
finalizar la fase de oposición, pero antes de hacer la primera prueba (cuestionario tipo test), lo que favorece
la objetividad, pues impide hacer tal elección una vez conocida la nota, mayor o menor, obtenida en dicho
cuestionario. Si alguien opta por la exención, y en el tipo test obtiene menos de 15 puntos (de los 30 posibles),
ya no podrá obtener el aprobado pues en la segunda parte ya sólo podrá optar a 15 de los 30 puntos posibles.
Entraña por tanto una posible ventaja, pero también un posible riesgo para quienes se acojan a tal posibilidad.
Y, en todo caso, supone renunciar a 15 de los 30 puntos posibles en esta parte, pudiendo verse superado
por otros aspirantes que sí realicen el ejercicio. Los requisitos exigidos para poder optar a la exención son
proporcionados, establecidos con carácter general, y se justifican por el conocimiento práctico de las tareas a
desarrollar que por el desempeño de su trabajo tienen los que reúnen tales requisitos, conocimiento práctico

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que es precisamente lo que trata de acreditarse con la segunda parte del ejercicio de la fase de oposición. Tal
posibilidad no es determinante, por sí, para superar el proceso selectivo. Se trata, en definitiva, de una previsión
adecuada a la finalidad de las convocatorias, proporcional, justificada y que no vulnera norma alguna, por lo
que no concurre motivo que pueda justificar su anulación.
La aprobación de las Bases Generales por el Ayuntamiento, en el ejercicio de su potestad de autoorganización y
dentro de los límites que marca la ley, excluye el motivo de impugnación relativo a la existencia de arbitrariedad
que también se alega en demanda. Igualmente, la parte actora alegó que las Bases vulneran los principios
rectores del EBEP, limitándose a enumerar cuáles son, pero sin decir por qué razón ni qué concreto apartado
de las mismas los estarían vulnerando. Respecto del principio relativo a la adecuación entre el contenido de
los procesos selectivos y las funciones y tareas a desarrollar, se nos dice por qué se entiende vulnerado este
principio en las Bases generales (debe querer decir la sentencia no se nos dice), siendo además ésta una
cuestión que se concreta en las Bases específicas de cada convocatoria. Las pruebas previstas en las Bases
generales son adecuadas para comprobar los conocimientos y aptitudes necesarias para las tareas que se
desarrollarán en las plazas convocadas. Se impugnó el hecho de que en la primera parte del ejercicio de la fase
de oposición no penalicen las preguntas erróneas ni las no contestadas, por considerarlo desproporcionado y
contrario al principio de igualdad, pero la sentencia lo rechaza porque no existe norma que obligue a establecer
penalización a las preguntas erróneas en el tipo test, por lo que ello queda dentro del ámbito de decisión de
la Administración convocante, que con ello no vulnera norma alguna. Y ninguna vulneración del principio de
igualdad supone una previsión que, obviamente, se aplicará a todos los aspirantes por igual.
Con respecto a que las Bases incumplen lo previsto en diversos preceptos del Decreto Legislativo 1/2001 por
el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Función Pública de la Región de Murcia, señala que dicha
Ley no resulta de aplicación a los entes locales, sino únicamente al personal de la Administración Regional.
Tampoco aquí se dice qué concretos apartados de las Bases estarían vulnerando tales preceptos, ni se ofrece
argumento alguno sobre tal supuesta vulneración.
También la parte actora alegó que las ofertas de empleo público objeto del recurso incumplen lo estipulado
en el RD 364/1995. No es objeto de este recurso ninguna oferta de empleo público. No se dice en qué pueda
consistir ese incumplimiento ni a qué apartado de las bases se refiere.
Tampoco concurre la alegada falta de motivación de las Bases, al recoger con claridad y detalle el objeto de la
misma, normativa en base a la cual se adoptan y contenido de las mismas, con explicación detallada de todos
y cada uno de sus contenidos preceptivos.
La parte actora también alegó que es contrario al principio de igualdad el párrafo del apartado b de la Base
quinta según el cual "si se originara incompatibilidad horaria en la práctica de los ejercicios de distintas pruebas
selectivas, los aspirantes deberán optar por uno sólo de ellos". Dicha Base se limita a prevenir una hipotética
situación, y la solución que ofrece no vulnera norma alguna que impida tal solución. Por el contrario, se estima
que es una solución adecuada al principio de igualdad, que se podría ver comprometido si se permitiera hacer
a unos aspirantes la prueba en un momento distinto al previsto para todos los demás aspirantes. Se discute
que las bases generales dejen al arbitrio de la Administración que la segunda fase de la oposición consista en
una prueba práctica o en un supuesto práctico. Evidentemente tal decisión corresponde a la Administración
convocante.
En todo caso las Bases no dejan plena libertad para optar por una u otra, pues, según indican expresamente, se
podrá optar por la prueba práctica "cuando por la naturaleza de las funciones correspondientes se considere
imprescindible tal prueba práctica". En los Acuerdos posteriores al de aprobación de las Bases generales se
deberá concretar esta segunda parte de la fase de oposición. Si los recurrentes no están de acuerdo con la
modalidad elegida para alguna de las convocatorias, deberán impugnar el Acuerdo que las haya aprobado
y justificar por qué considera inadecuado el sistema elegido. Se alega de manera genérica una supuesta
vulneración de principios tales como el de jerarquía normativa, publicidad de las normas, o de seguridad
jurídica, sin ofrecer mayor argumento o concreción, vulneración que evidentemente niega el Juzgador por todas
las razones ya expuestas.
SEGUNDO. - La parte apelante basa su recurso en los siguientes argumentos:
1.- Ausencia de valoración de la prueba realizada en el presente procedimiento. Nada dice la sentencia de
la prueba aportada como documental en el presente procedimiento. Además, previamente a exponer la falta
de valoración de la prueba, considera que debe tenerse en cuenta por parte de la Sala que se trata de
un procedimiento de Impugnación de Bases Generales y modificaciones posteriores (denominadas Bases
Específicas por la propia Administración en diversos aspectos de la vista), que fue ampliado al inicio de la
vista y sobre lo que no se opuso la Administración demandada. Es más, la prueba fue mencionada por la parte
actora, y la Administración alude a esa prueba aportada que no ha sido valorada por el Juzgador de instancia.

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Manifiesta que, con posterioridad a las Bases Generales frente a las que se interpuso demanda, existen
actos posteriores cuya conexión con las Bases Generales es íntima e intrínseca, como son los documentos
aportados en fase de prueba, como requisitos, temarios y pruebas de acceso de diversas convocatorias de
plazas de consolidación de empleo temporal que la Administración demandada simplemente hace alusión a
que no son objeto del presente recurso, siendo incongruente con la admisión de la prueba con posterioridad
si consideraba que no iba a ser objeto del procedimiento. Y modificaciones de algunos puntos de las bases.
Corrección de errores de la oferta de empleo público, resolución de 23 de noviembre de 2018 referente a la
convocatoria para proveer varias plazas.
En todo caso, ante la ampliación de la demanda expuesta haciendo alusión a las modificaciones de las Bases,
hubo de alegarse indefensión por la Administración demandada, lo que no se hizo en ningún momento, sino
que se limitó a exponer que el objeto eran las Bases Generales, y que los documentos aportados se trataban
de Bases Específicas y no eran objeto del procedimiento.
Trascribe el art. 78 de la LJCA, para señalar que en el presente supuesto se hizo alusión a la ampliación de
la demanda, y no fue impugnada ni por la Administración demandada ni por los codemandados, y no existió
advertencia alguna del Juzgador de Instancia, por lo que no alcanza a entender cómo mantiene como objeto del
procedimiento únicamente las Bases Generales al existir modificaciones posteriores que no son susceptibles
de impugnación y frente a las cuales únicamente cabe ampliación de la demanda inicialmente interpuesta.
Asimismo, no solo no se ha valorado la prueba aportada, sino que tampoco se ha tenido en cuenta la prueba
aportada por la Administración demandada que aportó varios documentos.
Por consiguiente, la prueba efectuada (documental) por ambas partes acredita de manera fehaciente que el
objeto del procedimiento no son únicamente las Bases Generales, sino que deben incluirse sus modificaciones
posteriores tal y como se hizo constar en el acto de la vista y que al versar la sentencia únicamente en
responder a lo expuesto en la demanda respecto a las Bases Generales los recurrentes se han visto claramente
perjudicados porque no se ajusta a la realidad de los hechos en el momento de la vista, por lo que no entiende
que la sentencia en lo que respecta a la valoración de la prueba, ha quedado obsoleta y no se pronunciado
sobre aspectos fundamentales de la misma.
2.- Caducidad, como cuestión de orden público procesal. Asimismo, a la vista de la sentencia dictada destaca
defecto o incongruencia en el fundamento de derecho segundo.
Se muestra disconforme con lo expuesto en dicho fundamento, ya que, en primer lugar, no es extemporánea
la alegación, debiendo recordar que la demanda fue interpuesta el pasado 7 de febrero de 2018, y por aquel
entonces no habían transcurrido los 3 años que exige el artículo 70 del EBEP respecto a la caducidad de la
Oferta de Empleo Público; y en segundo lugar, al tratarse de una cuestión de orden público procesal, hubo
de ser resuelta en sentencia, por lo que la Sala debe pronunciarse sobre dicha caducidad de dicha Oferta de
Empleo Público. A este respecto trae a colación la STSJ del País Vasco Sala de lo Contencioso-Administrativo,
sec. 3ª, de 24-02-2000, nº 202/2000, rec. 1973/1996.
Conforme a la doctrina del Tribunal Supremo , dice la parte apelante que no es requisito la previa impugnación
de la oferta de empleo público para impugnar las ulteriores bases generales o particulares ( STS Secc. 7ª,
1/4/2009).
Por lo que entiende que la Sala debe pronunciarse respecto a la caducidad alegada.
3.- Falta de resolución en cuanto al fondo. Incongruencia omisiva. Alega defecto o incongruencia en el
fundamento de derecho tercero. Simplemente se alude a que los principios están bien aplicados por ser objeto
de impugnación únicamente las Bases Generales. Se ha limitado a transcribir íntegramente lo expuesto por
el Ayuntamiento demandado, por lo que no se ha entrado a resolver sobre el fondo, perjudicando a la parte
recurrente. Además, en ninguna de las publicaciones se deja claro si la actual Bolsa de Trabajo desaparece,
siendo este otro perjuicio más para los recurrentes, ya que si se publica una nueva Bolsa, teniendo en cuenta los
criterios expuestos en las Bases, dejaría fuera de cualquier opción a todos y cada uno de ellos (concretamente
más a los que desempeñan un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Murcia).
3 .- Por otro lado, considera que la sentencia no ha tenido en cuenta la prueba practicada en las actuaciones y
se han aplicado incorrectamente las normas de derecho sustantivo afectando a la pretensión objeto de debate.
Pues considera que existen medios de prueba suficientes, sin que haya desvirtuado lo expuesto en la demanda.
Reitera que se vulneran los principios de mérito, capacidad e igualdad, ya que se ofertan plazas sin existir
igualdad de condiciones al cargo público ofertado conforme señala el artículo 23.
Considera sobradamente acreditado que no todos los aspirantes disponen de las mismas oportunidades. Ser
funcionario interino del Excmo. Ayuntamiento de Murcia, garantiza 0,30 puntos por mes trabajado, mientras

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que si no lo es son 0,10 puntos por mes trabajado. Ser funcionario interino del Ayuntamiento de Murcia,
garantiza eximirse de la segunda parte del examen de la fase de oposición, y además les otorgan 15 puntos, en
contraposición a los apelantes que para poder sacar 15 puntos en la segunda parte del Examen deben realizar
el mismo y que el Tribunal les otorgue dicha puntuación. Ello demuestra que se basa en criterios subjetivos, sin
que sea suficiente para ello el carácter extraordinario alegado de contrario. Añade que, pese a lo manifestado
por el Ayuntamiento, se vulnera la doctrina de los actos propios, pues es muy elevado el número de funcionarios
interinos del Ayuntamiento, lo que hace inviable acceder en condiciones de igualdad a la plaza por parte de
mis representados.
2.- Asimismo en el fundamento de derecho sexto de la sentencia, señala que confunde el Juzgador lo
manifestado en demanda con lo contestado por la Administración demandada, y cita la STS 25 de abril de 2012,
que reenviaba a la sentencia del Tribunal Constitucional Sala 2ª, S 27-09-1993, n.º 281/1993, rec. 2736/1990.
Según el Tribunal Constitucional, en las bases de convocatoria a las que se refería la sentencia objeto del
recurso de amparo, no respetaron el principio de igualdad, puesto que enjuiciaban a los concursantes en
función del ayuntamiento en el que habían adquirido determinada experiencia y no a partir de la experiencia
misma.
Los procesos de consolidación son procesos selectivos abiertos y, por tanto, de libre concurrencia. Se
rigen por el sistema de concurso-oposición, pudiendo valorarse el tiempo de servicios prestados en las
Administraciones públicas y la experiencia en puestos de trabajo objeto de la convocatoria, destacando
que el propio EBEP, en su Disposición Transitoria 4.ª, establece que se trate de puestos desempeñados
interina o temporalmente con anterioridad al 1-1-2005 (lo que implica que a fecha del presente recurso dichos
funcionarios lleven 14 años en el desempeño del puesto, por lo que a pesar de reiterar que están amparados
en el EBEP, se descentran de la vulneración al principio de igualdad ya que la mayoría (por no decir todos) los
funcionarios interinos que pertenecen al Excmo. Ayuntamiento de Murcia van a poder adquirir su plaza sin
respetarse el principio de igualdad, mérito y capacidad con el resto de aspirantes.
En relación a los procedimientos de consolidación y su vulneración al principio de igualdad, hace alusión
a la sentencia del Tribunal Constitucional Pleno, S 01-03-2012, n.º 27/2012, de 28 de marzo de 2012, rec.
5742/2001.
Incurre en error el Juzgado al exponer que la puntuación de 40 puntos sobre 100 no es determinante.
Se incumple, además, la Disposición Transitoria Cuarta del Texto Refundido del Estatuto Básico del Empleado
Público, aprobado por Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre (TREBEP), en lo concerniente a que
las plazas objeto de la convocatoria de consolidación "estén dotadas presupuestariamente y se encuentren
desempeñadas interina o temporalmente con anterioridad a 1 de enero de 2005". El incumplimiento de este
requisito es flagrante, porque la oferta incluyó como consolidables todas y cada una de las plazas ocupadas por
interinos en el Ayuntamiento a esa fecha, y no solo las "de carácter estructural correspondientes a sus distintos
cuerpos, escalas o categorías, que estén dotados presupuestariamente y se encuentren desempeñados
interina o temporalmente con anterioridad a 1 de enero de 2005", de tal manera que existen plazas que no
cumplen dicho requisito temporal, por haber sido creadas posteriormente y, no obstante, se incluyen en el
proceso de consolidación a desarrollar mediante las Bases Generales recurridas.
Las Bases indican que "al regular un procedimiento extraordinario de consolidación de empleo temporal,
será de aplicación lo dispuesto en el art. 39 de la Ley 50/1998, de 30 de diciembre de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social", sin citar ni aplicar, como procede, la vigente Disposición Transitoria Cuarta
del TREBEP.
Dicha norma ( art. 39 de la Ley 50/1998, de 30 de diciembre, Ley "de acompañamiento" a los PGE del Estado
para 1999), establece criterios sobre los procesos de consolidación, pero carece de límite temporal. Norma que
si bien no está derogada por la Disposición Derogatoria única, apartado f), del TREBEP, al menos sí abrogada
por el contenido de la mencionada Disposición Transitoria Cuarta del mismo Texto Refundido que sí establece
límites estrictos en cuanto a que sean plazas estructurales, dotadas presupuestariamente, y que se encuentren
desempeñadas interina o temporalmente con anterioridad a 1 de enero de 2005.
Tampoco cumplen la Disposición Transitoria Cuarta del TREBEP las Bases Generales objeto de este recurso,
por cuanto no se encuentra justificado el carácter "estructural" de las plazas afectadas por el proceso de
consolidación que, dado su carácter extraordinario y excepcional con arreglo al TREBEP, resulta indispensable.
Las plazas deben figurar en plantilla y estar dotadas presupuestariamente, cuestión ni siquiera mencionada
en las Bases Generales que únicamente se remiten a los términos de la oferta de empleo de 2015, donde, con
igual ausencia, únicamente consta una enumeración de todas las plazas, las 242 existentes hasta la fecha

7
JURISPRUDENCIA

ocupadas por interinos, pero sin indicar, especificar o discriminar cuáles de esas 242 cumplen los requisitos
establecidos en la Disposición Transitoria Cuarta del TREBEP.
Continuando con lo expuesto anteriormente incurre en error el Juzgado que ha dictado la sentencia ya se puede
constatar con la prueba documental aportada por la Administración demandada ("documento número tres")
que habla de 881 interinos del Ayuntamiento de Murcia que comporta un 33% del personal del Ayuntamiento en
el año 2017 y que optan a los 40 puntos, ya que, como también fue expuesto por parte de la Administración en
fase de alegaciones (página 11 de la Instructa) donde habla de un elevado número de interinos en el año 2010
que son en la actualidad 9 años de experiencia casi los 11 años requeridos para optar a los 40 puntos otorgados
por capacidad, y vuelve a traer a colación que este tipo de Convocatorias de consolidación de empleo solo
pueden realizarse cuando se trate de puestos desempeñados interina o temporalmente con anterioridad al
1-1-2005, por lo que han sobrepasado los 11 años requeridos para alcanzar los 40 puntos. Mientras que para
funcionarios de otra Administración Pública es necesario que tengan una experiencia de 33 años, que es muy
improbable que pueda acceder nadie de los opositores que no pertenecen al Ayuntamiento y menos aún mis
representados.
Por lo tanto, se opone a que sea admisible el mérito de la capacidad por el mero hecho de no ser excluyente, ya
que con dicha puntuación en la fase de concurso, resulta prácticamente improbable que no acceda a la plaza
ya que como mínimo dispone de 15 puntos en la fase de oposición.
3.- Con respecto al fundamento de derecho séptimo, alega que incurren en error tanto el Juzgador como la
Administración ya que si acudimos a las Bases Generales no habiéndose modificado, se expone claramente
que la exención se determina una vez finalizada la fase de concurso. Por lo que genera confusión al Juzgador
la Administración demandada en un concepto determinante, ya si la decisión de eximirse se realiza una vez
finalizada la fase de oposición, se entiende que ya ha realizado el examen y sabe su puntuación para decidir
si se exime o no de la 2.ª parte.
Asimismo, al margen del error patente, aplicando la lógica -dice-está clara la vulneración al principio de
igualdad, mérito y capacidad, pues si un funcionario interino sabe de antemano que dispone de los 40 puntos
una vez publicada la calificación de la fase de concurso, y asimismo sabe el temario del cuestionario tipo test
que consta publicado desde hace bastante tiempo, no corre riesgo alguno de solicitar la exención, máxime
cuando el temario es bastante sencillo y accesible para funcionarios interinos que llevan tantos años en el
Ayuntamiento.
Asimismo, las preguntas del tipo test erróneas no invalidan, por lo que puede cumplimentar el mismo en su
integridad y, con un poco de suerte, dispondrá de los 15 puntos del tipo test a los que serán añadidos 15 puntos
más obteniendo una puntuación de 70 puntos que nunca podrán alcanzar los apelantes, ni muchos de los
opositores.
A continuación, formula la parte apelante diversas hipótesis sobre distintos tipos de test (fácil o difícil) y
distintas formas de corrección (a la alta o a la baja). Y añade que el no descontar las respuestas erróneas es
nulo de pleno derecho.
A ese tipo test debe añadirse una 2.ª parte basada en la resolución de un supuesto práctico o prueba práctica,
propuesto por el Tribunal pudiendo estar compuesto de un tipo test, un examen escrito o una prueba práctica, y
aunque posteriormente se ha querido "maquillar" los requisitos mediante BORM de 23 de Noviembre de 2018,
no solo se exime sino que se le adjudican 15 puntos sin hacer la parte práctica.
4.- En referencia al fundamento de derecho octavo de la sentencia, que reproduce, se remite a la prohibición
de arbitrariedad reflejada en el artículo 9.2 de la CE. Y al margen de lo expuesto en la demanda, fue expuesto
en la vista, atendiendo a las modificaciones efectuadas de las Bases, que existe un alto pragmatismo porque
pretenden consolidar a interinos que forman parte del Ayuntamiento de Murcia, impidiendo el acceso a las
plazas al resto de aspirantes.
Debe tenerse en cuenta que la modificación efectuada mediante BORM el pasado 23 de noviembre de 2018,
si bien amplia el ámbito de funcionarios a los que se les concede un 0,30 puntos por mes trabajado en la fase
de concurso, mantiene una discriminación respecto a funcionarios ajenos al Excmo. Ayuntamiento de Murcia
a los que únicamente puntúa con un 0,10 puntos por mes trabajado. Excluyendo de dicha fase de concurso a
aspirantes que no pueden puntuar en dichos méritos, como son la mayoría de los apelantes.
Asimismo, en la modificación efectuada mediante BORM el pasado 23 de noviembre de 2018, si bien amplia el
ámbito de funcionarios a los que se les eximirse de la 2.ª parte del ejercicio en la fase de oposición, mantiene
una discriminación respecto a funcionarios que deben realizar ambos ejercicios.

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JURISPRUDENCIA

Entiende que las Bases publicadas son nulas de pleno derecho ya que estas bases son lo que coloquialmente
se conocen como reserva "ad personam", y que el Tribunal Supremo ha rechazado ( STS de 8 de abril de 2011,
rec. 4964/2009).
Reitera la vulneración en la falta de valoración de la prueba, ya que no se tienen en cuenta las modificaciones
que la Administración demandada denomina "Bases Específicas", al objeto de conseguir que en sentencia no
se haga alusión a las mismas.
Reitera la alegación de vulneración del principio de jerarquía normativa, no solo en relación a lo expuesto en
la demanda, sino que, a pesar de la modificación de las bases, es clara y patente la desigualdad, ya que el
principio de jerarquía normativa es la ordenación jerárquica o escalonada de las normas jurídicas de modo
que las normas de rango inferior no pueden contradecir ni vulnerar lo establecido por una norma de rango
superior, siendo de superioridad de la Constitución sobre cualquier otra norma jurídica. Y además en el presente
supuesto se vulnera el Estatuto Básico del Empleado Público.
Añade que se vulnera el principio de seguridad y confianza jurídica.
En primer lugar, por lo que hace a la buena o mala fe, y la confianza legítima, la Administración y el Sindicato
no actúan de buena fe al haber configurado unas bases que les benefician únicamente a ellos.
5.- Por último, alude a hechos expuestos que no se mencionan en la sentencia, reiterando la alegación de falta
de la valoración de la prueba y la incongruencia omisiva, ya que las Bases y posteriores modificaciones no
respetan otros principios relevantes, como son: principio de congruencia, principio de transparencia y principio
de buena administración.
TERCERO. - El Ayuntamiento de Murcia se opone al recurso por los siguientes motivos:
1.- Como cuestión previa alega la falta de representación procesal de los apelantes, pues, dice, no consta que
los apelantes hayan conferido su representación a procurador, exigida por el art. 23.2 LJCA para su actuación
ante la Sala que debe resolver el presente recurso, en cuanto órgano colegiado.
2.- Tras exponer cuál es el acto recurrido y cuáles son otros actos distintos del recurrido para efectuar una
adecuada delimitación del objeto del recurso, y resolver la primera cuestión planteada en la apelación, expone
los acuerdos que se han ido dictando desde el primero recurrido de 1 de diciembre de 2017, el de 6 de
julio de 2018 que aprueba los requisitos, temarios y pruebas de acceso de diversas convocatorias de plazas,
otro acuerdo de 9 de noviembre de 2018 que aprueba los requisitos, temarios y pruebas de acceso de las
restantes convocatorias de consolidación de empleo y que incluye alguna modificación de las bases generales,
y el anuncio en el BOE de 5 de diciembre de 2018 de diversas convocatorias aprobadas con apertura del
plazo para presentar las solicitudes o instancias. Tras dicha exposición, se opone a la alegación de la parte
apelante referida a la incongruencia omisiva de la sentencia e incorrecta valoración de la prueba en relación a
la supuesta ampliación del recurso a los actos posteriores, señalando que no concurre ninguno de los defectos
alegados:
1) El recurso se interpuso inicialmente, tal y como consta en la demanda, frente el Acuerdo de 1 de diciembre de
2017, que aprobó las Bases Generales. No consta que por el Juzgador, en ningún momento del procedimiento
ni de la vista, se haya acordado, conforme al art. 36 LJCA, la ampliación del recurso a alguno de los actos,
de aprobación de Bases Específicas y de modificación de algún aspecto de las Generales. Una cosa es que el
apelante pudiera aportar como prueba, y se le admitiera, copia de tales Acuerdos posteriores, y otra cosa muy
distinta es que esa admisión como prueba de tales documentos, si se produjo, signifique o suponga que el
recurso quede ampliado a tales Acuerdos posteriores, ampliación que, salvo error, no consta que se acordara.
De hecho, si se refirió a tales Acuerdos, posteriores al impugnado, en el acto de la vista, fue precisamente para
dejar claro que no constituían el objeto de este recurso.
2) No consta que el apelante presentara escrito solicitado la ampliación del recurso a tales actos. Pero es que,
incluso si se hubiera solicitado en forma en el propio acto de la vista, celebrada el pasado 9 de enero de 2019,
tal solicitud de ampliación habría sido inadmisible por extemporánea en lo referido al menos al Acuerdo de 6
de julio de 2018, pues conforme al art. 36 LJCA tal ampliación hay que solicitarla " dentro del plazo que señala
el artículo 46", esto es, de dos meses desde su publicación. Y si dicho acto se publicó en el BORM de 20-7-2018,
es claro que, aún si se hubiera solicitado en forma tal ampliación en el propio acto de la vista, que se celebró
en enero de 2019, tal solicitud sería inadmisible por extemporánea.
3) Además, carece de relevancia tal cuestión, pues la recurrente no argumentó, ni en demanda ni en la vista,
motivo alguno de impugnación que se refiriera, específicamente, al contenido de tales Bases Específicas.

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JURISPRUDENCIA

Nada se argumenta de contrario respecto en qué medida los documentos que se aportaran como prueba,
correspondientes a esos Acuerdos posteriores, hayan podido valorarse inadecuadamente en orden a lo
decidido por la sentencia, pues tales Acuerdos, en cuanto establecían esos requisitos específicos, temarios
y pruebas concretas de cada Convocatoria, en nada se discutieron de contrario y en nada afectaban a las
cuestiones de fondo que se discutían, que estaban referidas en las Bases Generales impugnadas. No se ha
acreditado, por tanto, porque no concurre, la alegada errónea valoración de tal prueba.
Lo mismo cabe decir de la modificación de algunos aspectos concretos de las Bases Generales que se contenía
también en el posterior Acuerdo de 9 de noviembre de 2018. Ningún argumento específico adicional hizo el
recurrente frente a los concretos y puntuales aspectos que fueron modificados.
Lo que sí cabría alegar es que, al no haberse ampliado el recurso al nuevo Acuerdo de 9-11-2018 en lo que se
refiere a la modificación de los referidos apartados de las Bases, tales concretos apartados ya no podrían ser
objeto de discusión en el presente procedimiento, pues los contenidos en las Bases aprobadas en el Acuerdo
de 1-12-2017, que sí se impugna, fueron sustituidos posteriormente por las modificaciones aprobadas en el
posterior Acuerdo de 9-11-2018, que no se ha impugnado y ha quedado por tanto consentido y firme.
3.- Con respecto a la caducidad de la Oferta de Empleo Público en la que insiste la parte apelante, señala que
tal pretensión fue correctamente rechazada en sentencia, puesto que no había sido previamente planteada ni
en vía administrativa ni en demanda, y, además, con motivo de la impugnación de un acto (Bases Generales
aprobadas el 1-12-17) que ni se pronunciaban ni podían pronunciarse sobre esta cuestión.
Si los recurrentes pretenden que se declare la caducidad de la OEP de 2015, tendrán que ejercer tal pretensión
primero en vía administrativa, de tal forma que el Ayuntamiento tenga oportunidad de pronunciarse sobre tal
cuestión, y en su caso, recurrir la decisión que al respecto adopte. De hecho, es lo que han hecho varios de los
recurrentes, que ya han interpuesto recurso contencioso sobre esta cuestión que se tramita como PA 119(2019
ante el Juzgado de lo contencioso administrativo n.º 3 de Murcia).
2) Además, con carácter subsidiario, tal caducidad de la OEP en ningún caso se habría producido, pues el plazo
de tres años previsto en el art. 70 EBEP que se alega de contrario, no había transcurrido desde la publicación
de la OEP de 2015 en el BORM de 24-12-2015, hasta que se aprobaron y publicaron las diversas convocatorias
en los BORM de 20-7-2018 y 23-11-2018, o incluso hasta que se publicó en el BOE de 5-12-2018 el anuncio
de dichas convocatorias.
Y hoy resulta claro en la jurisprudencia que el cómputo de dicho plazo de tres años debe hacerse desde que
se publica la OEP hasta que se aprueban las diversas convocatorias en ejecución de la misma, y no hasta que
finalizan los procesos selectivos de dichas convocatorias. Y en este caso todas las Convocatorias de las plazas
ofertadas en aquella OEP se aprobaron (e incluso, como hemos visto, se publicaron) antes del transcurso
de esos tres años. Se remite a la sentencia de fecha 23-6-2016 dictada por el Juzgado de lo Contencioso
Administrativo n.º 2 de Lugo.
4.- En cuanto a los demás motivos contenidos en el recurso de apelación, más que suponer una crítica razonada
de la sentencia, que, como es bien sabido, es lo que constituye el objeto del recurso, realmente suponen reiterar
algunos de los motivos de impugnación que ya se alegaron en primera instancia y que son perfectamente
analizados y desestimados en sentencia, por lo que procede la confirmación de ésta última.
Cita, respecto de la apelación la sentencia del TSJ Castilla la Mancha de 4-6-18 (rec.de apelación 443/16).
Pero con la finalidad de agotar su derecho de defensa, expone los argumentos para desvirtuar los motivos del
recurso de apelación.
Así, en primer lugar, rechaza un motivo alegado por primera vez en la apelación, como es que las plazas que
se ofertan en las diversas convocatorias no cumplían los cumplían los requisitos previstos en la Disposición
Transitoria 4.ª del TREBEP, ni en lo referido a estar desempeñadas interinamente con anterioridad a 1 de
enero de 2005, ni en lo referido a que se trate de plazas de carácter estructural. Al no haberse alegado con
anterioridad, el Ayuntamiento sostiene que no pudo argumentar ni aportar prueba sobre esta cuestión, ni la
sentencia se pronunció al respecto. No es admisible introducir en la apelación elementos ni motivos nuevos;
debe limitarse a una crítica de la sentencia.
Añade que a nadie se le escapa que dicho motivo de impugnación no se estaría refiriendo a las Bases Generales
que son objeto de este recurso, sino al propio acto aprobatorio de la OEP de 2015, que se aprobó por Acuerdo de
Junta de Gobierno de 11 de diciembre de 2015 y se publicó en el BORM de 24-12-2015, y que, evidentemente, no
es objeto de este recurso. Es decir, con este nuevo y extemporáneo motivo de impugnación se estaría tratando
realmente de impugnar el contenido de la OEP de 2015 con ocasión de un recurso que se dirige contra un Acto
administrativo distinto de el de su aprobación, como es la aprobación de las Bases Generales, que constituyen

10
JURISPRUDENCIA

su ejecución o desarrollo. Dicho acto de aprobación de la OEP de 2015 no fue recurrido y quedó consentido y
firme, sin que quepa plantear ahora tal discusión con motivo de la impugnación de un acto diferente.
Le parece evidente que tal motivo de impugnación se estaría refiriendo a la propia OEP de 2015 aprobada,
que es la que determinó cuáles eran esas plazas. No a las Bases Generales aprobadas con posterioridad en
ejecución de aquella, que no deciden ni se pronuncian sobre el número de plazas que podrán regirse por las
mismas.
La OEP de 2015 se pronunciaba claramente sobre el número de plazas ofertadas ocupadas por funcionarios
interinos, por personal laboral interino o por personal laboral indefinido no fijo que sería objeto de
consolidación, distinguiéndolas de las plazas de nueva creación. Si alguien quería discutir las características
de dichas plazas por considerar que no reunieran determinados requisitos para ello, aquel acto es que debió
recurrir. No ahora, al discutir unas Bases Generales que se limitan a establecer las reglas que regirán unos
procedimientos de consolidación de un número de plazas previamente decididos.
Incluso, aunque no pueda ser objeto de esta apelación el nuevo motivo invocado, la propia prueba documental
aportada por el Ayuntamiento, si bien para otro fin probatorio, también acreditó que las 242 plazas incluidas en
dicha oferta de 2015 tienen carácter estructural y permanente, correspondiéndose con puestos de trabajo fijos
e indefinidos incluidos en la estructura del Ayuntamiento, y dotados presupuestariamente de forma completa.
6.- Respecto a los restantes motivos de impugnación contenidos en el escrito de apelación, estos ya sí
reproducción sustancial de los que se alegaron ante el Juzgado, la sentencia da justa y pormenorizada
respuesta desestimatoria a todos ellos.
No termina de entender el Letrado del Ayuntamiento lo alegado de contrario respecto al pronunciamiento
contenido en el fundamento de derecho tercero de la sentencia, relativo al requisito previsto en las Bases de
"estar en posesión del Título indicado en las bases específicas de cada convocatoria". En cualquier caso, la
sentencia razona perfectamente cómo dicho requisito de las Bases Generales es perfectamente ajustado al
establecido en el art. 56.1.e) del EBEP, sin perjuicio de que deban ser las Bases Específicas las que determinen
cual es esa titulación específica exigida para cada convocatoria, según la Escala, subescala o categoría a que
se refiera, tal y como se ha hecho.
Hace referencia en este punto a una Bolsa de Trabajo que ni tiene que ver con las Bases que se impugnan ni
fue objeto de debate en autos.
7.- Vuelve a alegarse supuesta vulneración de los principios de mérito, capacidad e igualdad (si bien sin
concretar con claridad a qué concretos apartados de las Bases se refieren), en función de la valoración que se
hace de la experiencia previa para quienes sean funcionarios interinos del Ayuntamiento (a los que se estaría
dando prevalencia), o de otras Administraciones. Y en relación a la posibilidad de eximirse de la segunda prueba
de la fase de oposición por quienes reúnan determinados requisitos previos.
La sentencia acoge los argumentos que fueron alegados por el Ayuntamiento en el acto de la vista y concluye,
tras una adecuada valoración jurídica, la legalidad de las Bases impugnadas por no vulnerar ninguna de las
normas aplicables, que es lo único que puede ser objeto del presente recurso, más allá de otras opciones
posibles que pudieran resultar preferibles para los particulares intereses de los recurrentes.
No se discute de contrario en el recurso de apelación las circunstancias excepcionales, que fueron
debidamente alegadas y probadas por Ayuntamiento en la vista.
7.- Las Bases prevén como sistema selectivo el de concurso-oposición, con una fase de concurso previa a la
fase de oposición que no tiene carácter eliminatorio, siendo la puntuación máxima de esta fase de concurso
la de 40 puntos (sobre un total de 100). Y siendo el mérito a valorar el de la experiencia, en la forma en que
quedó redactada la Base por la modificación aprobada por el Acuerdo de Junta de Gobierno de 9-11-2018
(BORM 23-11-18).
La fase de oposición constará de un ejercicio único con dos partes, valorándose cada una de ellas de 0 a 30
puntos. Dicho ejercicio será eliminatorio y se calificará de 0 a 60 puntos (30 cada parte), siendo necesario
obtener un mínimo de 30 puntos entre las dos partes del citado ejercicio para poder continuar en el proceso
selectivo.
La primera parte de ese ejercicio único consistirá en un cuestionario tipo test que versará sobre los contenidos
recogidos en el temario general y parte del temario específico que se determinará en las bases de la
convocatoria específica (tal y como se ha hecho en los Acuerdos antes citados). Esos temarios, que se recogen
en tales Acuerdos, y que aquí no se discuten, se ajustan a lo previsto en el RD 896/1991 de Reglas Básicas y
Programas Mínimos del Procedimiento de Selección de los Funcionarios de Administración Local.

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JURISPRUDENCIA

La segunda parte de ese ejercicio único consistirá en la resolución de un supuesto práctico o prueba práctica,
según se determine en las bases (específicas) de la convocatoria, cuyo contenido se adecuará a la parte
específica del temario (cuyo número de temas se especifica en la Base según el grupo de titulación), que
guardarán relación con el puesto de trabajo objeto de la convocatoria, pudiendo estar compuesto esta segunda
parte, según se determine en las correspondientes bases (específicas) por: a) cuestionario tipo test sobre
un caso práctico; b) la resolución por escrito de un supuesto práctico a desarrollar; o c) una prueba práctica,
cuando por la naturaleza de las funciones correspondientes se considere imprescindible tal prueba práctica.
Téngase en cuenta que se trata de unas bases generales que regirán múltiples convocatorias de naturaleza
muy distinta, de ahí que permita estas opciones para que se puedan concretar en las Bases específicas según
la naturaleza de las plazas de que se trate.
Los Acuerdos posteriores al de aprobación de las Bases Generales han concretado los temarios generales y
específicos, así como en qué consistirá la segunda parte del ejercicio de la fase de oposición, para cada una
de las convocatorias.
Las Bases prevén la posibilidad de eximirse de realizar esta segunda parte del ejercicio único de la fase de
oposición (en ningún caso de la primera parte), " teniendo en cuenta su conocimiento acerca de los cometidos
específicos del temario desarrollados en su puesto de trabajo", a aquellos aspirantes que reúnan los requisitos
que se indican en la Base correspondiente, en la redacción dada respecto a alguno de ellos por la modificación
también aprobada en el Acuerdo de Junta de Gobierno de 9-11-2018.
Señala la Base que quienes opten por la exención de esta segunda parte del ejercicio deberán manifestarlo
una vez el Tribunal haga pública la calificación de la fase de concurso, siendo calificados, en este caso, con
15 puntos en esta segunda fase (sobre los treinta posibles).
En este punto el apelante incurre en una clara confusión en su escrito de apelación. Basta con leer las Bases
para comprobar que la decisión de eximirse de esta segunda parte del ejercicio la pueden tomar, quienes
reúnan los requisitos para ello, después de la fase de concurso, pero antes de iniciar la fase de oposición, esto
es, antes de realizar la primera prueba de la fase de oposición, que todos los aspirantes deben realizar. Es
decir, deben tomar esta decisión antes de realizar la prueba de conocimientos tipo test y antes por tanto de
conocer la nota que obtengan en el mismo.
8.- Partiendo de la concurrencia de las circunstancias excepcionales que quedaron justificadas en autos,
que son las que justifican las convocatorias extraordinarias que rigen las Bases, lo cierto es que las Bases
Generales que se impugnaban son ajustadas a Ley y no incurren en infracción alguna del ordenamiento jurídico,
que, como ya se ha dicho, es lo único que podía ser aquí objeto de enjuiciamiento, más allá de cuales puedan
ser las preferencias personales de un grupo de aspirantes.
El concurso-oposición, como sistema selectivo, está expresamente admitido por los arts. 61.6 EBEP y 91.2
de la Ley 7/1985, de Bases del Régimen Local (en adelante LBRL), debiendo recordar que es competencia de
cada Corporación Local la selección de sus funcionarios, con excepción de los funcionarios con habilitación
de carácter nacional ( art. 100 LBRL), por lo que el Ayuntamiento de Murcia, en virtud de la autonomía local y
su potestad de autoorganización, está legitimado para decidir las bases y condiciones que deben regir dicha
selección, siempre, claro está, dentro de los márgenes o límites que marca la ley.
Y las Bases Generales aprobadas por el Ayuntamiento para estas convocatorias extraordinarias se ajustan a
dichos límites.
Respecto al mérito de la experiencia que se valora en la fase de concurso, es conforme a ley por las siguientes
razones:
1) En primer lugar, hay que aclarar que no nos encontramos ante lo que se ha denominado "pruebas
restringidas", en las que sólo pueden tomar parte aquellos en quienes concurran determinadas condiciones
(normalmente una vinculación previa con la Administración), excluyendo la participación de terceros, y cuya
constitucionalidad ha sido admitida por el Tribunal Constitucional sólo en supuestos excepcionales y si se dan
determinados requisitos ( STC 27/1991, 27/2012 o 27/2012, entre otras).
En las convocatorias regidas por las Bases generales que aquí se impugnan nos encontramos, en todos los
casos, ante turnos de acceso libre, es decir, en los que se puede presentar cualquier persona, aunque no
tenga ninguna experiencia previa en la Administración. Si bien, quien tenga esa experiencia podrá tener ventaja
respecto a quien no la tiene, como es normal y consustancial a cualquier concurso oposición en el que se
valora la experiencia como mérito.
La publicación en el BOE de las distintas convocatorias y las propias Bases acreditan que nos encontramos
ante convocatorias de acceso libre.

12
JURISPRUDENCIA

2) Respecto a la valoración como mérito de la experiencia previa, incluso como único mérito en la fase de
concurso (lo que resulta justificado en un proceso extraordinario de consolidación y adecuado a su finalidad), el
Tribunal Constitucional lo ha declarado perfectamente compatible con el principio constitucional de igualdad y
demás que rigen el acceso a la función pública en numerosísimas sentencias, y cita entre otras, la STC 281/93,
o la STC 107/2003. En el mismo sentido se pronuncian otras muchas sentencias, como las SSTC 185/1994,
83/2000 o 111/2014.
Por lo tanto, la valoración de la experiencia previa como mérito recogida en las Bases que se impugnan
responde a los principios de mérito y capacidad, pues se refieren a la aptitud y cualidades demostradas en el
ejercicio de la función desarrollada, y no vulnera el principio de igualdad.
Es importante tener en cuenta que todos los funcionarios interinos que puedan beneficiarse, en mayor o menor
medida, de la valoración de ese mérito, han tenido que superar a su vez un proceso selectivo, conforme también
a los principios de igualdad, mérito y capacidad, para adquirir tal condición de funcionario interino, lo que
justifica aún más que tal condición pueda reconocerse como mérito.
La valoración de dicho mérito responde también a los principios de eficacia y eficiencia, que conforme al art.
69 EBEP deben ser el objetivo de la planificación de los recursos humanos en las Administraciones Públicas.
Eficacia, pues a ella contribuye la experiencia adquirida por el desempeño satisfactorio de las tareas propias
de las plazas convocadas. Y eficiencia, en la medida en que la valoración de este mérito permite aprovechar
los medios invertidos en la formación de quienes vienen desempeñando un puesto en la Administración.
3) El límite que establece la jurisprudencia constitucional, para que la valoración de la experiencia previa no
entre en colisión con los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, es que la relevancia
cuantitativa que se dé a esos servicios previos no suponga una diferencia de trato irracional o arbitraria entre
concursantes, ni haya traspasado el límite de lo tolerable, llegando a convertirse en un requisito que excluya la
posibilidad de concurrencia de terceros ( SSTC 60/1994, 11/1996, 83/2000, 107/2003).
En el caso de autos, la Base que recoge la valoración de tal mérito respeta tales límites, tanto en la puntuación
que se le otorga, como en la diferenciación que recoge entre la experiencia previa en el Ayuntamiento de Murcia
o en otras Administraciones, que es proporcionada y adecuada, como exige la jurisprudencia que hemos citado,
a la finalidad que se persigue, que es la celebración de unos procesos extraordinarios de consolidación que,
como tales, son excepcionales y justificados en las circunstancias antes explicadas.
Examina a continuación el Letrado del Ayuntamiento que:
a) La puntuación que se otorga a la fase de concurso es de 40 puntos sobre 100, por lo que dicha puntuación no
es determinante, por sí misma, del resultado del proceso selectivo, que es lo que exige, como límite, el art. 61.3
EBEP. La obtención del máximo posible de puntos no supone, por sí solo, ni aprobar el proceso selectivo (en
todo caso será necesario aprobar la fase de oposición -fase quinta apartado D-, que sí es eliminatoria) ni, desde
luego, obtener plaza. No excluye la concurrencia de terceros. Supone un porcentaje que, aunque relevante, es
legal y desde luego no es infrecuente, máxime en procesos de consolidación de empleo temporal en los que
resulta lógico y proporcionado que el mérito a valorar sea el de la experiencia previa. La decisión de establecer
la experiencia previa como único mérito computable no es ilegal, conforme a la Doctrina de TC, es adecuado
a la finalidad de la convocatoria y entra dentro del poder de decisión de la Administración convocante, sin que
además se discuta este concreto aspecto de contrario.
b) La fase de concurso es previa a la de oposición, y se configura como no eliminatoria, tal y como prevé la
norma ( art. 4 RD 896/1991). No se exige una determinada puntuación en la fase de concurso para poder
acceder a la de oposición, que es el elemento que el TC ha censurado en alguna sentencia (STC 27/2012, que
se cita en demanda y en apelación).
c) La puntuación máxima que se puede obtener en fase de concurso es de 40 puntos. Pero ello no supone
que necesariamente todos los funcionarios interinos del Ayuntamiento, o de otras Administraciones, vayan
a partir con tal puntuación, pues dependerá del período de tiempo que acrediten como tales, y no todos, ni
mucho menos, tienen antigüedad para poder obtener esos 4 puntos. Habrá funcionarios interinos que partan
con mucha menos puntuación.
Tal puntuación parece adecuada y proporcionada a la finalidad perseguida. Nótese por ejemplo que en el
supuesto resuelto por la STC 107/2003 se consideró adecuado a los principios constitucionales una valoración
de experiencia previa en la que, con 5 años se obtenía la totalidad de los 40 puntos que en la convocatoria
allí analizada se podían obtener por la misma. Nótese también que, en el supuesto resuelto por la citada
STC 107/2003, sólo se valoraba la experiencia previa obtenida en una concreta administración, la de la
Seguridad Social, y como personal laboral temporal o funcionario interino en el grupo D, ratificando el Tribunal
Constitucional su compatibilidad con nuestra norma fundamental en sede de recurso de amparo.

13
JURISPRUDENCIA

La diferencia de valoración de la experiencia según se trate del Ayuntamiento de Murcia o de otra


Administración Pública responde a la finalidad de los procesos extraordinarios convocados, por las
circunstancias, también extraordinarias, que los motivan. Tratándose de procesos de consolidación de empleo
temporal, motivados por la alta tasa de empleo temporal existente en el Ayuntamiento, resulta adecuado
y razonable a tal finalidad primar, de manera proporcionada, la experiencia adquirida por quienes vienen
desempeñando de manera satisfactoria sus funciones en plazas como las convocadas, siendo ello expresivo
del principio de mérito y capacidad. Para tales funcionarios sí está acreditado, además, que las funciones
desarrolladas interinamente se corresponden con las de plazas convocadas, cosa que no puede garantizarse
en el caso de la experiencia como funcionarios de otras administraciones públicas, en cuyo caso, no obstante,
también se valora la experiencia en plazas con cometidos similares a las plazas convocadas. Concurriendo
además en los interinos del Ayuntamiento un conocimiento de la organización y estructura del ente local y de
los cometidos específicos desarrollados en el mismo, indicativo de mérito y capacidad, que no concurre en
los trabajadores de otras administraciones.
Esta diferenciación, proporcionada a su fin y razonable, está avalada por la doctrina tanto judicial como del
Tribunal Constitucional (por ejemplo, en la STC 107/2003 antes citada).
En cuanto a la doctrina judicial, son numerosas las sentencias que han declarado ajustado a derecho dicha
diferenciación. Cita la del TSJ de Murcia núm. 611/2002, de 22 de junio, recurso número 845/2001, de la que
reproduce los fundamentos de derecho segundo y tercero, o la sentencia n.º 115/2004, de 18 de febrero, de la
Sala de lo contencioso administrativo del TSJ de Galicia de 28-9-2017.
d) La Base discutida también valora la experiencia previa obtenida en otras Administraciones Públicas distintas
al Ayuntamiento de Murcia, si bien con una puntuación menor, que resulta proporcionada y se justifica por la
finalidad de consolidación perseguida por estas convocatorias extraordinarias.
Es decir, habrá aspirantes que no sean interinos del Ayuntamiento de Murcia que podrán obtener también
puntuación en la fase de concurso, y que no necesariamente partirán de cero en este apartado.
Obviamente quienes no tengan experiencia previa en ninguna administración no podrán obtener puntuación
por este mérito, como en cualquier concurso oposición en la que se valore la experiencia previa en la
Administración.
No se trata por tanto de unas Bases que reserven una parte de la puntuación de la fase de méritos sólo a
quienes sean interinos de una concreta Administración, de tal forma que ese bloque de puntos ya no se pueda
obtener por nadie más. Personal de otras Administraciones puede optar también a la totalidad de los puntos de
la fase de concurso. Lo que el TC ha censurado en algunas sentencias ha sido precisamente que determinado
número de puntos (en concreto, el mayor número de puntos) correspondientes al mérito de la experiencia
previa se reserve exclusivamente para el personal de una concreta Administración, impidiendo que quienes
tengan experiencia previa en otras Administraciones puedan tener puntuación alguna en dicho apartado ( STC
281/93).
Téngase en cuenta por último, en relación a esta cuestión, que como consecuencia de la modificación
aprobada de las Bases en lo que se refiere e este mérito, lo que se valora no es la experiencia en un puesto de
trabajo concreto, de forma que sólo el concreto funcionario que lo ocupa lo pudiera obtener, sino en la escala,
subescala y categoría a la que se refiere la convocatoria, por lo que dicho mérito se establece con las debidas
condiciones de generalidad, sin que se esté primando a unas personas concretas.
e) El mérito se define en condiciones generales y abstractas, sin que se esté primando a personas concretas.
Cita al respecto la STC 67/1989.
f) En definitiva, no nos encontramos ante una prueba restringida, sino ante un concurso oposición, de acceso
libre, que, en su fase de concurso, otorga relevancia como mérito a la experiencia previa, y dentro de ella, pero
no exclusivamente, a la experiencia como funcionario interino en el Ayuntamiento convocante.
Resulta aplicable a este supuesto lo declarado por la STC 107/2003 (en cuyo supuesto sólo se valoraba la
experiencia como personal laboral temporal o funcionario interino del Grupo D de la Administración de la
Seguridad Social).
Añade que estas convocatorias extraordinarias de consolidación de empleo temporal que se rigen por las
Bases impugnadas (excepcionales, además de por sus causas, también porque sólo se han previsto por el
Ayuntamiento de Murcia en la oferta de empleo público 2015) encuentran amparo normativo (exigido en
determinados supuestos por el TC fundamentalmente para supuestos de pruebas restringidas), según señala
la propia Base primera, en el art. 39 de la Ley 50/1998 de 30 de diciembre de Medidas Fiscales, Administrativas
y del Orden Social, actualmente vigente y aplicable a los entes locales.

14
JURISPRUDENCIA

Las Bases objeto del presente recurso fueron además aprobadas por unanimidad en la Mesa General de
Negociación (FU-LA) según actas de los días 20 y 24 de noviembre de 2017, que se aportaron como prueba.
9.- Respecto a la posibilidad de eximirse de realizar la segunda parte del ejercicio de la fase de oposición, por
aquellos aspirantes que reúnan los requisitos a los que ya nos referimos, tal y como declara la sentencia, tal
previsión no vulnera norma legal alguna y es ajustada a derecho por las siguientes razones:
Dicha medida se justifica igualmente en la finalidad excepcional de las convocatorias extraordinarias que se
regirán por las Bases, que es la de consolidar plazas desempeñadas por personal temporal. Y tal medida
entiende que es adecuada y proporcional a la finalidad perseguida, pues:
1º. No excluye la necesidad de aprobar la fase de oposición, que es eliminatoria, y en concreto de la necesidad
de aprobar la primera parte de la misma. Por lo tanto, siempre existirá una prueba de conocimientos teóricos
que hay que aprobar.
2º. La decisión de eximirse o no de la prueba debe tomarse al finalizar la fase de concurso, pero antes de hacer
la primera prueba de la fase de oposición, lo que favorece la objetividad pues impide hacer tal elección una
vez conocida la nota, mayor o menor, obtenida en dicho cuestionario.
3º. Los requisitos exigidos para poder optar a la exención son proporcionados, establecidos con carácter
general, y se justifican por el conocimiento práctico de las tareas a desarrollar que por el desempeño de su
trabajo tienen los que reúnen tales requisitos, conocimiento práctico que es precisamente lo que trata de
acreditarse con la segunda parte del ejercicio de la fase de oposición.
4º. Tal posibilidad no es determinante, por sí, para superar el proceso selectivo. En el sistema selectivo
configurado es perfectamente posible que quienes tienen la condición de interino suspendan (no siendo por
tanto el único elemento determinante la experiencia previa), y es perfectamente posible que interinos de otras
Administraciones, o quienes no tienen tal relación previa, aprueben.
Ni supone que se tenga en cuenta la puntuación obtenida en la fase de concurso nuevamente en la fase de
oposición. Se trata, en definitiva, de una previsión adecuada a la finalidad de las convocatorias, proporcional,
justificada y que no vulnera norma alguna, por lo que no concurre motivo que pueda justificar su anulación.
10.- Todos estos argumentos, respaldados en la normativa y jurisprudencia, son los que se recogen en los
fundamentos de derecho 5.º a 7.º de la sentencia, acreditando de manera motivada y minuciosa la legalidad
del acto impugnado, y sin que de contario se haya aportado en apelación argumento alguno que desvirtúe uno
sólo de los razonamientos contenidos en aquella.
Algunos de los argumentos que se exponen de contrario se reducen a ser meras hipótesis o posibilidades no
probadas.
La afirmación que en algún momento hacen los apelantes de que el Tribunal calificador pueda fijar el umbral
de aprobados a la baja es ciencia ficción, pues las Bases dejan claro donde se obtiene el aprobado y el tribunal
actúa sujeto a las Bases.
Concluye que la lectura de la sentencia de las Bases acredita su motivación. Y por último, tanto en el suplico de
la demanda, como ahora en apelación, se solicita la anulación de la actividad administrativa recurrida, pero sin
concretar con claridad, respecto de qué concretos preceptos o apartados de las Bases se solicita tal nulidad.
El resto de codemandados arriba indicados, aunque personados en la apelación, no presentaron escrito
oponiéndose a la apelación.
CUARTO. - Se aceptan los hechos y fundamentos de derecho de la sentencia apelada, pues no se han
introducido ni acreditado en el recurso de apelación argumentos que contradigan los acertados fundamentos
que la sentencia contiene.
Como viene reiteradamente señalando esta Sala, el objeto del recurso de apelación está constituido por la
sentencia apelada. Es esencial, por tanto, hacer una crítica de la misma, rebatiendo sus argumentos, para
que dicho recurso pueda prosperar. Como señalan las sentencias de la Sala Tercera del Tribunal Supremo
de 26 de octubre de 1998 y 22 de junio de 1999, el recurso de apelación tiene por objeto la depuración de
un resultado procesal obtenido en la instancia, de tal modo que el escrito de alegaciones del apelante ha de
contener una crítica de la sentencia impugnada, que es la que debe servir de base para la pretensión sustitutoria
del pronunciamiento recaído en primera instancia. La jurisprudencia ( sentencias de 24 de noviembre de
1987, 5 de diciembre de 1988, 20 de diciembre de 1989, 5 de julio de 1991, 14 de abril de 1993), ha venido
reiterando que en el recurso de apelación se transmite al Tribunal "ad quem" la plena competencia para revisar
y decidir todas las cuestiones planteadas, por lo que no puede revisar de oficio los razonamientos de la
sentencia apelada, al margen de los motivos esgrimidos por el apelante como fundamento de su pretensión,

15
JURISPRUDENCIA

que requiere la individualización de los motivos opuestos, a fin de que puedan examinarse dentro de los límites
y en congruencia con los términos en que ésta venga ejercitada, sin que baste con que se reproduzcan los
fundamentos utilizados en la primera instancia, puesto que en el recurso de apelación lo que ha de ponerse
de manifiesto es la improcedencia de que se dictara la sentencia en el sentido en que se produjo. Por lo tanto,
los recursos de apelación deben contener una argumentación dirigida a combatir los razonamientos jurídicos
en los que se basa la sentencia de instancia. No es admisible, en esta fase del proceso, plantear sin más
el debate sobre los mismos términos en que lo fue en primera instancia, como si en ella no hubiera recaído
sentencia, pues con ello se desnaturaliza la función del recurso, ello sin perjuicio claro está de recordar que
el recurso de apelación es un "novum iudicium" (sentencia del TC 1998\101, de 18 de mayo), que permite la
revisión ex novo de los hechos y de las pruebas practicadas y, por consiguiente, valorar aquellos y éstas en
conciencia, pudiendo llegar a un pronunciamiento contrario al efectuado en la instancia ( auto del TC 122/98,
de 1 de junio y las varias sentencias del propio TC que allí se citan). Como sostiene el Tribunal Supremo, el
recurso de apelación transmite al Tribunal ad quem la plenitud de competencia para resolver y decidir todas
las cuestiones planteadas en la primera instancia, lo que significa un examen crítico de la sentencia apelada,
para llegar a la conclusión de si se aprecia o no en ella la errónea aplicación de una norma, la incongruencia,
"... la indebida o defectuosa apreciación de la prueba..." o cualesquiera otras razones que se invoquen para
obtener la revocación de la sentencia apelada ( STS de 17 de enero de 2000).
Antes de comenzar con el examen de los motivos o fundamentos del recurso de apelación, debemos rechazar
la alegación de falta de representación procesal de los apelante que, como cuestión previa, fue alegada por
el Letrado del Ayuntamiento demandado, ya que consta acreditado en las actuaciones que los apelantes han
conferido su representación al Procurador Sr. Escudero Girona, tras ser requeridos para ello mediante diligencia
de ordenación del Letrado del SCOP de 11 de diciembre de 2019, aportando los apoderamientos apud acta.
Por lo que tal alegación debe rechazarse.
QUINTO. - No puede desconocerse la dificultad que entraña una materia como la que nos ocupa, pero en este
caso dicha dificultad se ve acrecentada con cuestiones que se han introducido ex novo en la apelación y con
la confusión de cuál es el objeto del debate, en definitiva, cuál es el acto recurrido en primera instancia.
Decimos esto porque los apelantes aducen que existe incongruencia omisiva en la sentencia dictada, al
entender que el único acto administrativo impugnado es el acuerdo de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento
de Murcia de 1 de diciembre de 2017 por el que se aprobaron las "Bases Generales que han de regir en
las convocatorias extraordinarias de la Oferta de Empleo Público 2015, correspondiente a la Consolidación
de Empleo Temporal de plazas ocupadas por funcionarios interinos del Excmo. Ayuntamiento de Murcia",
publicado en el BORM de 19 de diciembre de 2017. Considera la parte apelante que no es este el único acto
recurrido, sino que también son objeto de impugnación las Bases Específicas y los documentos aportados en
fase de prueba, como son:
- Acuerdo de 6 de julio de 2018 de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia que aprueba los requisitos,
temarios y pruebas de acceso de diversas convocatorias de plazas correspondientes a consolidación
de empleo temporal de plazas ocupadas por funcionarios interinos y por personal laboral del Excmo.
Ayuntamiento de Murcia, de la OEP de 2015 (BORM de 20-07- 2018).
- Acuerdo de 9 de noviembre de 2018 de la misma Junta de Gobierno que aprueba también los requisitos,
temarios y pruebas de acceso de las convocatorias de otras plazas de consolidación (BORM de 23-11-2018),
y que también modifica algunos aspectos concretos de las Bases Generales.
- Resolución de 23 de noviembre de 2018 del Ayuntamiento de Murcia referente a la convocatoria para proveer
varias plazas.
Pues bien, dicha alegación debe rechazarse. La sentencia no incurre en incongruencia alguna porque estas
resoluciones no fueron recurridas, ni tampoco en el acto de la vista se amplió el recurso a ellas. Confunde
la parte apelante el que se admitiera esta prueba documental con lo que es la ampliación del recurso a
determinadas resoluciones. Los recurrentes, en el acto de la vista, nunca dijeron que se ampliaba el recurso
a estas resoluciones. Ni tampoco consta a lo largo del procedimiento, ni en el acto de la vista, que el
Juzgador de instancia acordara, de conformidad con el art. 36 de la Ley reguladora de la jurisdicción, la
ampliación del recurso a los actos posteriores antes mencionados. Que se admita una prueba documental
no supone en absoluto que se amplíe el recurso a los actos contenidos en dichos documentos. Y de hecho,
no consta resolución, ni por escrito ni in voce, a este respecto dictada por el Juzgado de instancia. Tampoco
es significativo, ni significa que el Ayuntamiento vaya contra sus propios actos, porque no impugnara dicha
documental. Añadamos a ello que, como señala el Letrado del Ayuntamiento, tampoco ha alegado la parte
apelante motivo concreto alguno por el que considere que las convocatorias publicados, los requisitos exigidos
o los temarios en ellas contenidos sean contarios a Derecho.

16
JURISPRUDENCIA

La sentencia apelada, como no podía ser de otra forma, solo da respuesta a los motivos de impugnación que se
refieren al Acuerdo de las Bases Generales impugnadas. Por lo que no incurre por este motivo en incongruencia
alguna, ni hay, por esta razón, una valoración errónea de la prueba aportada.
SEXTO. - La parte actora, en el acto de la vista, sí incluyó un nuevo motivo no alegado con anterioridad en su
demanda, cual es la caducidad de la Oferta Pública de Empleo de conformidad con el art. 70 del RDLeg. 5/2015,
de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público.
Y dicho motivo de impugnación debe ser rechazado puesto que, como decimos, y acertadamente recoge la
sentencia apelada, nunca fue alegado con anterioridad. Pero en cualquier caso, la propia parte reconoce que
cuando interpuso su recurso no habían transcurrido los tres años. Y lo más importantes es que dicho motivo
de impugnación nunca se hizo valer en la vía administrativa, siendo objeto de un recurso seguido en el Juzgado
de lo Contencioso- administrativo n.º 3 de Murcia (PA 119/19). Y el objeto de este recurso insistimos no es la
OEP sino las Bases Generales. Por lo que dicho motivo también debe rechazarse.
También se introduce ex novo en la apelación, sin que antes haya sido alegado ni discutido, la alegación referida
al incumplimiento de los requisitos previstos en la Disposición Transitoria Cuarta del TRLEBEP respecto a las
plazas ofertadas en la convocatoria. Dicho motivo no puede prosperar porque, además de que el mismo no
se mencionó ni en la demanda ni en el acto de la vista, es un motivo ajeno a las Bases Generales, que son el
acto recurrido, pues va referido al Acuerdo de la Junta de Gobierno de 11 de diciembre de 2015 por el que se
aprobó la Oferta de Empleo Público de dicho año, y que evidentemente no es objeto de este recuso, sino un acto
distinto de la aprobación de las Bases Generales, y, además, sería una impugnación claramente extemporánea,
pues fue en la propia OEP donde se determinaban cuáles eran las plazas que se incluían para ser cubiertas
por consolidación.
SÉPTIMO. - Entrando en el examen de los motivos alegados respecto de las Bases Generales objeto de
impugnación, entiende la parte apelante que las mismas vulneran los principios de mérito, capacidad e
igualdad al ofertarse plazas sin existir igualdad de condiciones y no tener todos los aspirantes las mismas
oportunidades. Es cierto que ser funcionario interino del Ayuntamiento de Murcia se valora con 0,30 puntos
por mes trabajado, y que ese trabajo prestado en otra administración concede al participante en el concurso
oposición 0,10 puntos. También es cierto, y se recoge en la sentencia apelada, que las Bases Generales
permiten, en la fase de oposición, concretamente en la segunda parte del ejercicio único, la posibilidad de
eximirse del mismo. Pero ya adelantamos que esta Sala, dado que se trata de una convocatoria extraordinaria
para la consolidación de empleo temporal con circunstancias excepcionales que justificaban la inclusión en
la OEP de 2015 de múltiples plazas vacantes ocupadas interinamente, considera, siguiendo la doctrina del
Tribunal Constitucional y la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que la valoración de la experiencia previa no
entra en colisión con los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, pues no hay un trato
irracional o arbitrario ni se sobrepasa el límite de lo tolerable, pese a la relevancia que adquiere en el proceso
selectivo la experiencia previa.
Así, las Bases prevén que el sistema selectivo es el de concurso-oposición, siendo de acceso libre, no se trata
de una oposición restringida; la fase de concurso no tiene carácter eliminatorio, y sí lo tiene la fase de oposición.
La fase de concurso, como decimos, según la Base Quinta, es previa a la de oposición y no tiene carácter
eliminatorio. La puntuación máxima que pude obtener en esta fase es de 40 puntos sobre un total de 100; y en
ella se valora la experiencia en plazas de la misma Categoría, pertenecientes a la misma Escala, Subescala,
Clase y Denominación de las plazas objeto de la convocatoria, como funcionario interino del Ayuntamiento
de Murcia, a razón de 0,30 puntos por mes. Y si la experiencia es en plazas del mismo grupo o subgrupo
de titulación de la Escala o Cuerpo, Subescala o Categoría provisiona, con cometidos similares a las plazas
convocadas, como funcionario de cualquier otra administración pública, a razón de 0,10 puntos por mes.
La fase de oposición, que es eliminatoria y se califica de 0 a 60 puntos, debiendo obtener un mínimo de
30 puntos entre las dos partes para continuar en el proceso selectivo, consta de una primera parte que es
responder a un cuestionario tipo test sobre los contenidos del temario, valorado de 0 a 30 puntos. Y una
segunda parte consistente en la resolución, según determinen las Bases Específicas de la convocatoria, de un
caso práctico, una prueba práctica o un cuestionario tipo test sobre un caso práctico, determinándose en las
correspondientes Bases Específicas qué tipo se realizará.
Las Bases prevén la posibilidad de eximirse de esta segunda parte del ejercicio único atendiendo a los
conocimientos acerca de los cometidos específicos del temario desarrollados en su puesto de trabajo. Pero
para ello el opositor tiene que cumplir una serie de requisitos: ser funcionario interino del Ayuntamiento
de Murcia, estar en servicio activo en plazas de la misma Categoría, pertenecientes a la misma Escala,
Subescala, Clase y Denominación de las plazas objeto de la convocatoria, y llevar prestando servicios como
funcionario interino de tres años ininterrumpidos en el Ayuntamiento de Murcia en plazas de la misma
Categoría, pertenecientes a la misma Escala, Subescala, Clase y Denominación de las plazas objeto de la

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JURISPRUDENCIA

convocatoria. Quienes opten por esta exención, pues es voluntaria, deberán hacerlo antes de iniciarse la fase
de oposición, y serán calificados con 15 puntos sobre los 30 posibles.
No dudamos de que es relevante la valoración que se hace de la experiencia previa. Sin embargo, esta
valoración no supone una diferencia de trato irracional o arbitrario, ni excluye la posibilidad de concurrencia de
terceros, como exige el Tribunal Constitucional en la sentencia 107/2003. Este trato de favor que se concede
a los interinos del Ayuntamiento de Murcia está ligado a la finalidad de tratar de normalizar la situación de
personas que se encuentran al servicio de la Administración pública, en concreto del Ayuntamiento de Murcia,
desde hace tiempo en una situación de interinidad. No cabe duda de que esa experiencia previa no está
desligada de los principios de mérito y capacidad, pues lógicamente los funcionarios interinos tienen que haber
demostrado previamente sus cualidades y su aptitud en el ejercicio de la función desarrollada; y han adquirido
más experiencia en el desempeño de las plazas convocadas. La puntuación de la fase de concurso de 40
sobre 100, como señala la sentencia apelada, no supone aprobar el proceso selectivo; se tiene que aprobar
también el ejercicio teórico, y no impide que concurran otros interinos de la Administración pública, ni terceros
sin experiencia previa. Tampoco se exige la existencia de una puntuación mínima en esta fase para poder
acceder a la oposición, lo que impediría acceder a aquellos interesados que carecen de experiencia previa.
Además, pese a lo manifestado en sus elucubraciones por la parte apelante, difícilmente todos los interinos
del Ayuntamiento de Murcia que participen en el concurso oposición vayan a obtener los 40 puntos, y el que
se diga que hay un elevado número de interinos en el año 2010 no quiere decir que todos los interinos que
vayan a participar tengan una experiencia de casi 11 años, que son los requeridos para optar a los 40 puntos
que como máximo se prevén para esta fase, pues dependerá del periodo de tiempo que acrediten que llevan
como interinos en la misma Categoría, pertenecientes a la misma Escala, Subescala, Clase y Denominación
de las plazas objeto de la convocatoria. Que sean puestos ocupados interinamente con anterioridad al 1 de
enero de 2005 no quiere decir que estén siendo ocupados por la misma persona desde esa fecha. Tampoco la
valoración de la experiencia como mérito ha sido considerada por el Tribunal Constitucional como contraria al
principio de igualdad, sino que se ha considerado como una cualidad susceptible de justificar una diferencia de
trato. En cualquier caso, como hemos indicado, la relevancia cuantitativa otorgada a la experiencia profesional
no se puede considerar desproporcionada o arbitraria, pues dicha valoración está en relación a la finalidad de
provisión de las plazas ocupadas interinamente, y tienen en cuenta el trabajo desempeñado en las mismas. El
Tribunal Supremo en sentencia de 24 de junio de 2019 señalaba respecto a la mayor puntuación según fuera
experiencia en la misma Administración o en otra diferente lo siguiente: no parece arbitrario atribuir distinta
puntuación a la experiencia previa en la Administración según se haya adquirido en la misma a la que pertenece
la plaza convocada o a otra diferente. Aun pudiendo haber elementos comunes entre una y otra, no cabe duda
de que no es el mismo el contexto organizativo y funcional correspondiente ni de que tampoco coinciden, en
principio, las competencias y funciones ni la normativa a aplicar. Por lo tanto, mediando esas diferencias no es
irrazonable que también difiera la puntuación.
El Tribunal Constitucional, en una sentencia de 1 de marzo de 2012 en la que se analiza el porqué de la
existencia de una fase de concurso y cómo debe puntuarse sin perjuicio de que no se impida que otras
personas opten igualmente al procedimiento selectivo, decía:
"Debe recordarse que en otras ocasiones, (...) se consideró a la luz de las concretas circunstancias del caso,
que el hecho de que la valoración de los servicios prestados alcanzara el 45 por 100 de la nota total, era acorde
con el art. 23.2, pero se llegó a dicha conclusión no solamente por «las especiales circunstancias creadas por
la puesta en marcha de la Administración autonómica, y a la necesidad de contar inmediatamente con personal
propio» que justificaba la desproporción en la valoración, sino también porque los participantes damnificados,
al menos contaban con la posibilidad de que sus «méritos personales se muestren en la fase de oposición»,
para cuyo acceso no se establecía nota de corte; un argumento similar se señaló en las SSTC 83/2000, de 27 de
marzo, FJ 4 y 107/2003, de 2 de junio , FJ 5, afirmándose en esta última que «la puntuación otorgada a quienes
poseían servicios previos computables, aunque es cierto que otorga una sustancial ventaja a estos aspirantes
(en mayor grado cuantos más años de servicios prestados acreditasen, con el máximo indicado), no excluye de la
competición a quienes, como la recurrente, carecen de dicho mérito, pese a que imponga a estos opositores 'por
libre', para situarse a igual nivel de puntuación que los opositores interinos, un nivel de conocimientos superior,
pero sin que ello signifique el establecimiento de un obstáculo insalvable que impida el acceso a la función
pública de quienes no han prestado servicios previamente en la Administración de la Seguridad Social».
En aquellas ocasiones se ponderó la posibilidad de que los participantes sin experiencia previa, si bien se veían
perjudicados, tenían la oportunidad de equilibrar su puntuación en la fase de oposición.
En el presente caso, la posibilidad de obtener 9,5 puntos por la experiencia profesional representa un porcentaje
claramente superior al 45 por 100 de la nota total de la fase de concurso: 14,5 puntos. Estas circunstancias
suponen primar sensiblemente a los participantes que contaran con servicios prestados en la Administración

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JURISPRUDENCIA

convocante, que se presenta desproporcionado, más aun cuando la fase de concurso se establece como
eliminatoria y existe una nota de corte que dificulta en exceso que los participantes sin experiencia profesional
puedan, siquiera, acceder a la fase de oposición, nota de corte que no existía en los supuestos antes señalados y
resueltos en las SSTC 67/1989, de 18 de abril y 83/2000, de 27 de marzo , en las que, como veíamos, se ponderaba
la posibilidad de que la ventaja con la que contaban los interinos se pudiera compensar con la posibilidad de
participar en la fase de oposición, aun con la necesidad de mostrar, por parte los participantes sin experiencia
profesional, mayores conocimientos."
Pues bien, esto último ocurre en el presente caso ya que los que carecen de experiencia pueden acreditar
mayores conocimientos teóricos que los interinos, y en estas Bases la fase de concurso no es eliminatoria ni
hay nota de corte y todos los participantes sin experiencia pueden acceder a la fase de oposición.
Por lo que se refiere a la posibilidad de exención de la segunda parte del ejercicio único de la fase de oposición
de aquellos interinos que cumplan los requisitos antes mencionados, debemos indicar que esa opción hay
que hacerla antes de pasar a la fase de oposición, y obtendría 15 puntos de los 30 posibles de dicho ejercicio.
Y en ningún caso podría ser seleccionado si no aprobara el test, puesto que este ejercicio se puntúa de 0 a
60, y cada una de las partes se puntúa de 0 a 30, siendo un ejercicio eliminatorio, y debiendo obtener como
mínimo 30 puntos en total en ese ejercicio. Como señala el Letrado del Ayuntamiento, es cierto que existe una
ventaja, pero también entraña un riesgo acogerse a tal posibilidad porque en esta fase puede verse superado
por aspirantes que realicen perfectamente el ejercicio.
La alegación que realiza sobre la no penalización de las respuestas incorrectas en el ejercicio teórico, tampoco
puede prosperar, en primer lugar porque no hay norma que exija que se penalicen las respuestas erróneas, y,
en cualquier caso, este criterio de valoración es igual para todos los opositores.
Al hilo de esta alegación, efectúa la parte apelante diversas elucubraciones carentes de prueba alguna y
referidas al modo de corregir al alza o a la baja, a la posible dificultad del test, a los cálculos sobre cuántos
son los interinos que entrarían y cuántos ajenos al Ayuntamiento, que carece absolutamente de base alguna,
y en los que esta Sala no va a entrar porque no son más que eso, meras elucubraciones.
También debe rechazarse la alegación de falta de motivación tanto de la sentencia como de las Bases, ya que
en la sentencia se da respuesta, pese a lo manifestado por los apelantes, a las cuestiones plateadas, es cierto
que remitiéndose en muchas ocasiones a la contestación a la demanda que en el acto de la vista efectuó el
Letrado del Ayuntamiento. Pero no por ello dejó de dar respuesta a las cuestiones planteadas. Tampoco las
Bases Generales pueden ser tachadas de falta de motivación, siendo evidente que en ellas se recoge cuál es el
objeto de la misma y la normativa tenida en cuenta, así como los requisitos generales de titulación, capacidad
funcional, etc., que, por otra parte, como señalaba la sentencia no solo no vulneran el art. 56.1.e) del EBEP,
sino que precisamente la Base Tercera de las Bases Generales recoge expresamente lo previsto en el citado
artículo.
Por último, se ha de indicar que al final del recurso de apelación la parte apelante habla de que las Bases
y sus modificaciones no respetan principios relevantes como el principio de jerarquía normativa, el principio
de seguridad y confianza jurídica, el principio de congruencia, principio de trasparencia, principio de buena
administración; sin concretar exactamente en qué aspectos concretos de las bases se vulneran dichos
principios. Únicamente al hablar de la congruencia vuelve a insistir en las puntuaciones de la fase de concurso
que ya ha sido rechazada más arriba.
OCTAVO. - En razón de todo ello, procede desestimar el recurso de apelación y confirmar la sentencia recurrida;
con expresa imposición de las costas de esta instancia de acuerdo con lo establecido en el art. 139 de la Ley
Jurisdiccional.
En atención a todo lo expuesto, Y POR LA AUTORIDAD QUE NOS CONFIERE LA CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN
ESPAÑOLA,

FALLAMOS
Desestimar el recurso de apelación 243/19, interpuesto por el Procurador D. José Escudero Girona, en nombre
y representación de las personas relacionadas en el encabezamiento de esta sentencia, contra la sentencia
n.º 19/19, de 5 de febrero, del Juzgado de lo Contencioso Administrativo n.º 4 de Murcia, dictada en el
procedimiento abreviado n.º 64/2018, que se confirma íntegramente; con imposición de costas a la parte
apelante.
La presente sentencia solo será susceptible de recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-
Administrativo del Tribunal Supremo, de conformidad con lo previsto en el art. 86.1 de la Ley reguladora de

19
JURISPRUDENCIA

la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, siempre y cuando el asunto presente interés casacional según lo


dispuesto en el art. 88 de la citada ley. El mencionado recurso de casación se preparará ante esta Sala en el
plazo de los 30 días siguientes a la notificación de esta sentencia y en la forma señalada en el art. 89.2 de
la LJCA.
En el caso previsto en el art. 86.3 podrá interponerse, en su caso, recurso de casación ante la Sección
correspondiente de esta Sala.
Así por esta nuestra sentencia, de la que se llevará certificación a los autos principales, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos.

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