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Resumen Relacion Odontologo Paciente
Resumen Relacion Odontologo Paciente
LA ENTREVISTA
La entrevista en el área médica se produce dentro de un proceso denominado relación médico-paciente, esta
relación permite al enfermo satisfacer su deseo y necesidad de salud, y al médico, cumplir con una de sus funciones
sociales más importantes que es la de curar.
Un objetivo primario es descubrir los detalles acerca de la preocupación del paciente, explorar sus
expectativas y demostrar interés genuino, curiosidad y camaradería. Es importante identificar las preocupaciones,
creerles y tratar de localizarlas, lo cual podrá optimizar la capacidad de ser de ayuda.
En el trayecto de la carrera tendrán contacto con pacientes. Nunca olviden que cada vez, los pacientes tienen
una experiencia con ustedes y que es importante para ellos.
*Trato al paciente
El médico debe ser capaz de hacer sentir cómodo al paciente, ganar su confianza para lograr que exponga su
problema de salud. La confidencialidad, que es importante en todos los aspectos del cuidado, es otro elemento
esencial. El paciente debe proveer información. Es importante identificar a todos en la habitación para asegurar
que el paciente se encuentre cómodo y que quiera que los demás participen en la visita. Se puede pedir a los
padres, esposo, u otras personas que salgan de la habitación para poder tener una discusión confidencial con el
paciente.
*Conducción de la entrevista
El diálogo tendrá utilidad si el médico sabe conducirlo, y será tomando en cuenta la personalidad del
paciente, su estado de ánimo y su cultura. El médico se dedicará a obtener datos para la historia clínica.
*Técnica de interrogatorio
No se deben influir las respuestas del paciente por el tipo de pregunta que se le formula. No se debe
preguntar afirmando o negando la respuesta.
Se deben hacer anotaciones breves frente al paciente sólo para recordar los aspectos principales, ya que se
puede inhibir cuando nota que sus problemas van quedando registrados en la historia clínica.
*El lenguaje
La actitud, la expresión del rostro, el tono de voz y la capacidad de mantener contacto ocular son elementos
que se deben usar para enriquecer la relación médico-paciente. No se logra una buena comunicación si el paciente
ve que el clínico está distraído, desinteresado, con prisa o lo interrumpen con llamadas telefónicas.
*Buscar conexión
Formalidad rígida puede cohibir al paciente; una actitud muy casual puede fallar para que haya confidencia.
No ser descuidado con las palabras, considerar restricciones intelectuales y emocionales en relación a cómo se
hacen las preguntas y al brindar información.
Al INICIO saludar al paciente. Si es la primera vez, presentarse, preguntar al paciente como le gusta que le
llamen. Esta introducción forma la fundación del resto de la interacción.
*Información al paciente
El odontólogo debe de explicarle al paciente lo que tiene, cual es su diagnóstico, pronóstico y las diferentes
alternativas de su plan de tratamiento. Si se emiten recetas, deben de ser claras y fáciles de entender. Es
importante ser prudente en la manera de dar un diagnóstico y un pronóstico malo o desfavorable, no debe de
producir angustia o alarma al paciente.
a) Ansiedad: suele ser difusa, aparece sin desencadenantes concretos. Surge más despacio y tarda más
en resolverse. Síntomas pueden ser dificultad para conciliar el sueño, pesadillas, polaquiuria (aumento
del número de micciones durante el día, suele ser en escasa cantidad y refleja irritación o inflamación
del tracto urinario), palpitaciones, cansancio, dolores y molestias inespecíficas, parestesias,
sudoración, temblores, sensación de ahogo, escalofríos, rubefacción, mareos y disnea.
b) Miedo: suele ser a algo concreto, lo desencadenan sucesos u objetos específicos, es agudo y tiende a
aparecer con rapidez. Hay una reacción emocional, suele manifestarse como intranquilidad,
problemas gastrointestinales y cefaleas.
• Depresión: situación crónica de estado de ánimo decaído.Situación frecuente que afecta a más del 20% de
pacientes con enfermedades importantes, en particular oncológicas y cardiovasculares. Es una reacción
psicológica frecuente a una pérdida de cualquier tipo: salud, un ser querido, relaciones personales,
autonomía, autoestima, economía, laborales, trastornos hormonales (como tiroideos).
• El paciente silencioso: estos pacientes se avergüenzan con facilidad, otros se vuelven hostiles y silenciosos
cuando surge el miedo a la enfermedad. Los pacientes pueden estar deprimidos debido a una respuesta
primaria a la enfermedad o respuesta secundaria. Habitualmente presentan otros signos de depresión, como
se puede ver en su actitud, expresión facial y postura. Se le puede preguntar al paciente “¿qué es lo que le
preocupa?, recuerde así que, el silencio permite al paciente reflexionar un momento. Algunos problemas
pueden ser dolorosos y sensible que el silencio se vuelve necesario y debe ser permitido. El comportamiento
del paciente, uso de manos, expresiones faciales u ojos llorosos ayudarán a interpretar el momento.
• El paciente hablador: estos pacientes dominan la entrevista, las respuestas a todas las preguntas son largas,
todas las respuestas son muy detalladas. Deben evitarse las preguntas abiertas, los facilitadores y el silencio,
ya que animan al paciente a seguir hablando. A este tipo de pacientes se les podría decir: “Me gustaría saber
más acerca de…, pero tenemos poco tiempo y necesito formularle algunas preguntas concretas. Por favor,
responda directamente”.
• El paciente seductor: uno de los tipos de pacientes más difíciles de entrevistar. Muchos de ellos tienen
trastornos de personalidad (histriónica, narcisista) y tienen fantasías de desarrollar una relación íntima con
su médico. Habitualmente halagan de forma inoportuna al entrevistador para conseguir su atención. Es
necesario mantener siempre la distancia profesional. Puede ser necesario decir: “gracias por sus amables
halagos, pero para que pueda ayudarle debemos mantener una relación estrictamente profesional. Espero
que lo entienda”.
• El paciente enfadado: los pacientes enfadados, odiosos u hostiles son frecuentes. Algunos hacen comentarios
humillantes o son sarcásticos, mientras que otros son exigentes, agresivos y descaradamente hostiles. El
entrevistador debe comprender que estas reacciones son las respuestas del paciente a la enfermedad y no
necesariamente a él. Debe evitarse la hostilidad recíproca, ya que puede surgir una lucha de poderes.
Algunas veces los pacientes más enojados son los que más te necesitan. Por su puesto que puede ser
intimidante. Confróntelo. Está bien decir, “parece que está enojado. Por favor podría decirme ¿por qué?,
quiero escucharlo.” Hable suavemente y trate no argumentar el punto. A veces puede ser que la emoción
del paciente esté relacionada a usted o a la visita. Evite estar a la defensiva, pero reconozca el problema.
Solo cuando sea necesario, discúlpese y pregunte como mejorar las cosas. Explore los sentimientos. En
ocasiones, nada parecerá ayudar. Está bien reagendar la visita o sugerir un profesional diferente.
Después, no dude hablar acerca del episodio con algún colega de confianza. Eso ayuda. Discutir el incidente
podría llevar al conocimiento de conductas y ayudará a prevenir que vuelva a ocurrir. Se pueden explorar
mejores formas de responder.
• El paciente paranoide: piensan que hay un plan enrevesado y que todo el mundo habla constantemente de ellos.
Las palabras suelen ser amenazadoras para estos pacientes y no deben usarse porque tienden a producir más
desconfianza. Los delirios del paciente son irracionales.
• El paciente adulador:
intenta agradar al entrevistador. Estos pacientes creen que deben responder
correctamente para satisfacer al entrevistador. Piensan que, si responden a una pregunta de forma que
provoque desaprobación, el entrevistador los abandonará. Estos pacientes tienen sentimientos intensos de
posible rechazo. Hay que reconocer que la ansiedad es la causa del comportamiento del paciente y procurar
no responder a este comportamiento. Se debe reconocer la tendencia del paciente a intentar agradar e
insistirle en la importancia de ser preciso.
• Llanto y momentos de compasión: La gente va a llorar. Deje que las emociones procedan al ritmo del paciente.
Renueve el interrogatorio cuando el paciente esté listo. Si sospecha que el paciente se está reprimiendo,
darle permiso. Ofrezca un pañuelo o simplemente diga “Parece que se siente triste. Está bien que llore”.
Nombre la emoción. Sea directo acerca de una circunstancia tierna, pero sea gentil, no muy agresivo o
insistente. No dude en decir lo que siente por el paciente, que lamenta lo que le ha pasado, y que usted sabe
que fue doloroso. A veces tocar la mano o incluso un abrazo es permitido. A veces, una preocupación – una
relación familiar difícil, por ejemplo – debe ser confrontada.
BIBLIOGRAFÍA
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