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Antes de avanzar te brindamos un consejo: aprende primero las reglas en sí, puesto que sirven a nivel
general. Luego enfócate en memorizar las excepciones. De esa manera irás de lo más complejo a lo más
sencillo.
En el español abundan los sustantivos que terminan en la partícula “tor”. De ellos podemos derivar otras
palabras con la misma categoría gramatical.
Para ello debemos remover la partícula y reemplazarla por “ción”. Como vemos, esta última comienza por
“c”. Así debe ser siempre que “tor” esté al final del término original:
Compositor – composición.
Inyector – inyección.
Suscriptor – suscripción.
En algunos casos la partícula estará antecedida por “c”. Si eso ocurre debemos aplicar la misma regla
anterior, por lo que se convertirá en dos letras iguales seguidas:
Conductor – conducción
Tractor – tracción.
Pero en otras ocasiones deberemos evitar repetir la “c”, y, en su lugar, escribir una “x”. Un ejemplo de esta
excepción se ve en “conexión”, que se desprende de “conector”.
En el español hay muchas palabras en forma singular que terminan en «z». Si las queremos pasar a plural
debemos sustituir esa letra por la «c», a la cual añadimos la partícula «es»:
Luz – luces.
Haz – haces.
Audaz – audaces.
Con verbos terminados en “zar” y delante de “e”
Nuestro idioma contiene también muchos verbos que terminan en “zar”. Evidentemente, en su forma
impersonal, o sea, antes de ser conjugados.
Ahora bien, existen algunos verbos resultantes de ese proceso de conjugación que nos obligan a añadir una
“c”. Esta situación se da cuando se cumplen tres condiciones:
El modo verbal es el subjuntivo o indicativo.
El tiempo verbal es presente, en el modo subjuntivo, o pretérito, en el indicativo.
La persona es la primera o la tercera del singular, en el modo subjuntivo; y solo la primera,
en el modo indicativo.
Desde luego, lo anterior puede sonar complejo si lo presentamos así. Por lo tanto, es mejor que pasemos a
ver unos ejemplos:
Analizar (verbo original) – analice (verbo conjugado, modo subjuntivo, tiempo presente,
primera y tercera persona del singular) – analicé (verbo conjugado, modo indicativo,
primera persona del singular).
Puntualizar (verbo original) – puntualice (verbo conjugado, modo subjuntivo, tiempo
presente, primera y tercera persona del singular) – puntualicé (verbo conjugado, modo
indicativo, primera persona del singular).
Con palabras que terminan en “imiento”
La terminación “imiento” puede estar precedida de muchas consonantes. Una de ellas es la “c”, con lo cual
queda “cimiento”. Nunca debemos colocar ni una “s” ni una “z”, o estaríamos cometiendo un error
ortográfico.
Podemos deducir sin demasiada dificultad que hay muchas palabras de este tipo dentro de nuestra lengua.
He aquí algunas:
Establecimiento.
Agradecimiento.
Yacimiento.
Con verbos que terminan en “er”
Entre los verbos del español, un porcentaje amplio cuenta con la terminación “er”. Muchas veces vienen
precedidos por la “c”:
Torcer.
Fallecer.
Amanecer.
Sin embargo, algunos casos tienen “s” en vez de “c”. Afortunadamente, representan la minoría:
Toser.
Ser.
Coser.
Descoser.
Con verbos que terminan en “ir”
Delante de verbos con al terminación “ir” puede haber una “c” en muchos casos, lo que da lugar a las
combinaciones “cir” y “ucir”. Como muestra tenemos los siguientes:
Conducir.
Seducir.
Zurcir.
Contra esta norma también encontraremos unas cuantas excepciones, entre las cuales la principal es el
verbo “asir”.
Las terminaciones “ncia” y “ncio” pueden ir precedida de dos vocales: “a” y “e”. En la mayoría de los casos
llevarán una “c” justo después de la “n”:
Presencio.
Cansancio.
Constancia.
Indolencia.
Tan solo en dos casos esa norma se ve imposibilitada: el sustantivo común “ansia” y el sustantivo propio
“Hortensia”.
Aquí nos topamos con unas terminaciones un tanto parecidas a las del apartado anterior. Aunque no es una
regla general, “icie”, “icio”, “icia” y “acia” tendrán casi siempre esa “c” intercalada entre las vocales:
Silicio.
Hacia.
Fenicia.
Planicie.
En cuanto a las excepciones, cabe destacar que son pocas. Como muestra tenemos cinco:
Asia.
Dionisio.
Eutanasia.
Anastasia.
Alisio.
Con diminutivos
En muchas lenguas existe la posibilidad de dar un sentido de pequeñez a un sustantivo. Para lograrlo se
modifica su forma con una terminación específica que le imprime ese carácter, con lo cual pasa a ser un
sustantivo diminutivo.
MAÍZ-LOMBRIZ-PERDIZ-PAZ-AVESTRUZ-VOZ-ACTRIZ-FEROZ
NARIZ- SOL-MUJER-RATÓN-CALLE-CORDÓN-AMOR-LÁPIZ-VIRGEN-VIEJO
ANCIA-UNCIÓN-CIÓN-CIAL-ENCIA-CIO-CIA-CIE
O I C E R A B I C A
D C E