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ISFD N° 39 - Profesorado de Historia - Comisión 2° Año (2023)

GEOGRAFÍA I - Prof. María del Carmen Fosco.

Conceptos de la geografía: Territorio y territorialidad


Primero, tenemos que tener en cuenta que esta palabra responde etimológicamente a dos
términos distintos: uno que significa tierra, y el otro que significa la acción que se realiza sobre
ella. Por lo tanto, cuando nosotros hablemos del territorio, tenemos que considerar que esta
palabra responde al encuentro entre la tierra y una acción, y cuando nosotros pensemos en un
territorio tenemos que tener bien claro que estamos hablando de un agente, una acción y un
sustrato que se interrelacionan.

Tenemos que tener en cuenta que, con el surgimiento de los estados-nación modernos, la idea
del territorio y la idea de Estado van a estar vinculadas de forma muy estrecha, y eso se va a ver
reflejado dentro del campo de investigación de la geografía política y de la geopolítica, por lo que
se puede llegar a afirmar que el territorio en la modernidad es el concepto integrador por
excelencia dentro de lo que es el campo de la geografía.

El “regreso” del territorio


El concepto del territorio va a decaer luego de la segunda guerra mundial. Pero, con el
advenimiento de los nuevos enfoques críticos, tanto en la geografía política, como en la
geopolítica y otros campos también de investigación en la geografía, este concepto volverá a
aparecer con gran intensidad, teniendo un nuevo repertorio de significantes, al momento de
pensarlo como una herramienta de análisis de la geografía.

En este sentido, vamos a tener una primera noción, que es la que va a estar vinculada al
terreno como sustrato (meramente como sustrato) y, en segundo lugar, siempre dentro de estos
enfoques tradicionales, vamos a tener la idea del territorio como algo que representa a la
superficie que ocupa, ya sea una especie de animal o el ser humano, es decir:

 el territorio como “terreno”


 el territorio como “espacio ocupado”

En la segunda noción nosotros vamos a tener la idea de lo que es territorialidad: la acción que
se ejerce sobre el territorio en función de un objetivo específico que en este caso, si nos vamos al
reino animal, sería satisfacer las necesidades alimentarias, por ejemplo. Sin embargo, a partir de
los años 80, con la aparición de los enfoques críticos, ya sean enfoque radical o enfoque
humanístico, vamos a ver que la palabra territorio, y la acción asociada, que es la territorialidad,
van a empezar a tener nuevas formas de pensarse, y nuevas formas de interpretarse. En este
sentido, nosotros vamos a trabajar algunas definiciones que nos van a permitir acercarnos más
al territorio, y nos van a permitir entender qué significa la idea de territorialidad.

Les propongo entonces, a continuación, abordar cinco concepciones de territorialidad de


distintos autores.

 la primera de todas ellas que vamos a trabajar es la del geógrafo francés Claude Raffestin, que
es un pensamiento que va a estar muy influenciado por la obra de Michel Foucault, por lo tanto
su noción de territorialidad va a tener un gran componente que va a estar basado en la idea de las
relaciones de poder. De hecho, su libro principal se llama Por una geografía del poder, que es el
que vamos a referir brevemente. Lo primero que nos va a aportar Raffestin es, que cuando
pensamos en espacio y en territorio no tenemos que pensar en dos conceptos que son
equivalentes, sino que tenemos que centrarnos en la idea de que uno precede al otro. En este caso,
para Raffestin, el espacio va a preceder al territorio: el espacio va a ser una superficie
(sustrato), hasta que aparezca la idea de controlarlo (la acción de apropiarse de una
determinada posición del espacio), y esto es lo que va a generar tanto al territorio como, a su
vez, a la territorialidad. En este sentido, el geógrafo francés va a entender a la territorialidad
como una serie de actos y decisiones, que pueden ser tanto individuales o colectivos, que se
desarrollen sobre un recorte específico, pero que no tienen que ser siempre vinculantes con la idea
del estado. Acá empieza a plantear que lo que se hizo tradicionalmente con el estudio geográfico
es pensar en la relación entre estado y territorio como si fuera una especie de fetiche, como algo

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que ya está dado (es decir, naturalizado, tomando la idea de Marx) Luego procede a criticar
precisamente a ese fetichismo estatal: por como esconder detrás de esa máscara (detrás de un
cierto sesgo de “ingenuidad”) cuáles son todas las relaciones de poder que se dan entre el Estado y
el territorio; y poner de manifiesto que no es únicamente el Estado quién puede ejercer relaciones
de poder y, por ende, generar territorialidad, sino que también puede ser cualquier tipo de actor
social, ya sea individual o colectivo.

 el segundo autor que vamos a trabajar es Marcelo Lopes de Souza, un geógrafo brasileño que
va a plantear la idea de trabajar el territorio como un componente estratégico, que se va a
constituir en el escenario de todo tipo de luchas sociales. En este sentido, tanto el territorio como
la territorialidad van a conformar algún espacio delimitado por, precisamente, estas luchas
constitutivas; y las relaciones de poder van a conformar un entramado que va a determinar
cuál es el territorio y cómo se ejerce la territorialidad. De Souza, al mismo tiempo, va a hacer una
pequeña crítica hacia el trabajo de Raffestin: va a decir que, a pesar de su enfoque crítico, él aún
no termina de profundizar sobre la idea del espacio como un lugar en donde se producen
conflictos y se deciden los intereses de los distintos actores sociales, sino que a pesar de plantear
esta idea de espacio y territorio (quién es primero, qué fue segundo) siempre se limita a una
noción de sustrato que a pensar más en lo que se pone en juego dentro de ese territorio. Sin
embargo de lo que el autor va a afirmar es que los territorios existen pero qué no son fijos, sino
que son construidos, y también son deconstruidos: es un proceso que da origen a territorios,
tanto como los destruye. Y algo en este sentido resulta muy particular, es que de Souza va a
decir que, con el advenimiento de la globalización, con una nueva oleada globalizadora (ya a
partir del último tercio del siglo 20), va a decir que el Estado va a tener cada vez una posibilidad
menor de funcionar como actor, o como un gestor, dentro de las relaciones de poder que
configuran la territorialidad, es decir, que dentro de todo esta fluidez que trae consigo la
globalización, el Estado es alguien más: no es el actor principal. Por eso para de Souza, tanto
territorio como territorialidad son definidos por y a partir de las relaciones de poder, y no son
exclusivos de los estados nacionales, sino que es un producto que puede ser resultante de
cualquier actor social dentro de una lucha por un determinado espacio.

 en tercer lugar lo vamos a tener a Robert Sack, al que se ha encuadrado dentro de un enfoque
humanístico de la geografía. Va a proponer, en el año 1986, que la territorialidad precede al
territorio. Esto sería a la inversa de Raffestin: existe la superficie terrestre, pero las acciones que
los distintos actores sociales ejercen sobre el espacio, para controlar y o satisfacer cualquier tipo
de necesidades, crean territorialidad, y esta territorialidad genera a su vez al territorio. Lo que
lo que trata de hacer Sack dentro de su obra es tratar de desnaturalizar la relación entre la gente y
el terreno, y proponer una nueva noción que hasta el momento no se ha tenido en cuenta, que es
la de la temporalidad: no es sólo tener una idea fija en un momento determinado, sino pensar
que esto es un recorrido; que un territorio no emerge como resultante de un contexto dado, en un
momento dado, sino que es el producto de un proceso que puede venir de una lucha de meses, de
años, o de siglos; pero que no es algo que sea inmediato o instantáneo, sino que es resultante de
procesos de larga data. En esta misma línea de lo que dice es que lo que es constitutivo de la
territorialidad, y del territorio, es precisamente la voluntad de control: hasta el momento en el
que no aparece la voluntad de control, todos los espacios geográficos no tienen una territorialidad
o un territorio inherente, sino que es la voluntad de control la que hace que se creen estas
formaciones específicas. Otro aporte interesante es que va a decir que, dentro de lo que es el
territorio, no necesariamente existe como única posibilidad de ejercer el control sobre esa
porción, la idea de la aplicación de la fuerza coercitiva; sino que pueden existir otras
alternativas vinculadas más con lo que es la publicidad, la estrategia, incluso con el prestigio o
la autoridad moral. Ya no es únicamente aquel que controla el territorio, el que lo hace por
métodos coercitivos.

 en cuarto lugar, el autor que vamos a traer para el análisis es el geógrafo argentino Alberto
Cignoli, quien en 2011 propone una nueva forma de interpretar la territorialidad, que va a estar
caracterizada como prácticas sociales, que se caracterizan por la apropiación y por la
transformación de un espacio determinado. Cignoli va a decir que esta apropiación y esta
transformación no tienen un resultado neutro, sino que se van a caracterizar a su vez por cuatro
elementos principales. Estas cuatro características principales van a ser: en primer lugar lo que es
el ejercicio de soberanía, algo ya bastante tradicional cuando uno refiere a esa idea de estado
antigua y a los elementos constitutivos. En segundo lugar, va a decir que esta territorialidad tiene
como característica la idea de límite inherente y es la soberanía dentro de una porción, que es la
delimitación. La tercera que es la intención de dominio: para que exista territorialidad, tiene que
haber una intención de controlar esa superficie. Por último, algo que hace porque pone de
manifiesto el enfoque posmoderno que tiene el geógrafo argentino, es que esta territorialidad trae
consigo la idea de pertenencia, la idea del espacio vivido, de dialéctica socio-espacial (que en su
momento había propuesto Edward Soja). Lo que hace es darle a aquellos que ejercen las

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territorialidades que constituyen un territorio específico el sentido de pertenencia una
identidad, una identificación propia con el territorio sobre el cual desenvuelven sus relaciones
de poder.

 por último, vamos a traer al análisis a la aproximación propuesta por Rogério, brasileño
contemporáneo, que es lo que va a introducir esta idea es que tenemos que pensar que tanto el
territorio como la territorialidad no son conceptos fijos, sino que por el contrario, son
totalmente flexibles, y son muy maleables en cuanto a la temporalidad en la cual se despliegan.
En este sentido, tenemos que tener en cuenta su flexibilidad, su mutabilidad y, por otro lado, el
hecho de que no necesariamente estos espacios tienen que ser contiguos: cuando nosotros
hablemos de territorios, no necesariamente tienen que ser atemporales, y no necesariamente
tienen que estar uno al lado del otro, sino que se va a dar un proceso que refiere mucho también a
la idea que planteaba Zygmunt Bauman con el concepto de fluidez (modernidad líquida):
pensar que tenemos multiterritorialidades, multiescalaridades (múltiples dimensiones escalares
de la espacialidad) que van a constituir territorios mutables, constantemente en cambio. Lo que
va a caracterizar a las territorialidades posmodernas es que son temporal y espacialmente
inestables: pueden cambiar, pueden aparecer, pueden desaparecer, pueden superponerse; y
pueden constituir un entramado de territorialidades (que es lo que el autor define como
multiterritorialidad), muy similar y también complementado a la vez por lo que Byung Chul
Han plantea cuando hablo de hiperculturalidades: la idea de pensar en una globalización que lo
que hizo fue darle una fluidez y una mutabilidad a los espacios, al mismo tiempo que a las
culturas. Por eso en la actualidad, cuando nosotros pensemos en (el concepto de) territorio, no
necesariamente tenemos que pensarlos como lo veíamos tradicionalmente en los mapas, sino que
podemos estar hablando de territorios móviles, de territorios en red, e incluso territorios
virtuales (y territorialidades virtuales) que van a constituir algo así como una especie de
archipiélago de territorialidades, que pueden entrecruzarse, como también actuar de manera
individual en distintas porciones de la superficie terrestre. Lo que sí es necesario remarcar es que
todas estas multiterritorialidades van a estar siempre constituidas por las sociedades. Lo que
nosotros podemos pensar es, sólo como ejemplo, en los alrededores de un partido de fútbol, o de
un recital o de un evento masivo; donde, si hacen un poco de reflexión sobre los procesos que
pasan, vamos a tener las territorialidades que ejercen por ejemplo las distintas facciones de la
barrabrava, territorialidades de aquellos que cuidan los autos, de los que venden comida, de los
que venden bebidas, las territorialidades que se conforman de acuerdo a un lugar en donde
ingrese una hinchada y en donde ingrese la otra, ya sea local o visitante. Y después, a una mayor
escala, pensar en las jurisdicciones que ejercen territorialidad sobre esa cancha en particular (ya
sea un municipio, una intendencia o departamento, sea provincia, o a nivel nacional). Haesbaert
va a retomar una idea que había propuesto Sack: que las territorialidades tienen distintas
gradaciones,

Inclusive el geógrafo norteamericano lo plantea, a modo de ejemplo, con el caso específico de


una cárcel, en donde se ejerce una territorialidad específica, vamos a tener distintos grados de
territorialidades en distintos territorios, como por ejemplo, las celdas de detención, celdas de
aislamiento, pabellones en donde se recluyen los presos peligrosos, otros a los que están en
recuperación, etc., buscando rediseñar la forma en que piensa en estos conceptos. Entonces, es
esa idea de pensar en la actualidad, y para la geografía, en el territorio como un concepto que
representa algo fundamental para lo que es el campo de la investigación geográfica. Hoy cuando
hablamos de territorio no tenemos que pensarlo como un elemento principal e indispensable
para entender cuáles son los procesos que se desarrollan sobre la superficie terrestre.

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