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ISFD N° 39 - Profesorado de Historia - Comisión 2° Año (2023)

GEOGRAFÍA I - Prof. María del Carmen Fosco.

La Geografía es compleja (un poquito de


Epistemología)

En esta ocasión, lo que vamos a hacer es tratar de resumir lo que es la epistemología de la


geografía contemporánea, más que nada para ordenar un poco las ideas respecto a la geografía.
Primero que nada, la primera aclaración que tenemos que hacer es que estamos todos de
acuerdo en que la geografía es algo muy complejo, y es algo muy complejo por un montón de
cuestiones.

En primer lugar, y creo que es algo bastante familiar por los imaginarios que operan sobre
ella: creo que a todos nos ha pasado el momento de llegar a casa y decir “mamá, papá, soy
geógrafo”, lo primero que dicen es “ay, qué lindo” y “bueno, decime, ¿cuál es la capital de…?”,
automáticamente, o “¿Cuál es la bandera de…? O “¿Dónde queda tal cosa…?”, como si nosotros
fuéramos una guía Filcar, o una especie de ayuda memoria de la humanidad.

En ese sentido, hay muchos imaginarios que opinan sobre la geografía, y que hacen que, hoy
por hoy, por la concepción misma de la geografía resulte bastante difícil de hacer comprender
los enfoques en los cuales se la estudia hoy.

En segundo lugar, lo que nosotros vamos a tener en cuenta es que esa complejidad también
emana de las dificultades que se vinculan con poder establecer el objeto de estudio. A lo largo
del desarrollo de la geografía, siempre se ha atribuido como objeto de estudio ya sea el espacio,
obviamente, la relación hombre-medio, la descripción de los paisajes, la descripción de los

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viajes; es como que (el objeto de estudio) siempre fue cambiando: “la geografía sirve para…”, y
puede servir desde el análisis de toda la tierra hasta el análisis de aprenderse de memoria cuáles
son las banderas de los más de 200 países que tenemos en la actualidad.

Entonces esa definición (o indefinición) del objeto de estudio es lo que también la convierte en
algo complejo. Hagamos el ejercicio en nuestra casa: preguntemos a cualquiera qué es lo que
estudia la geografía, a ver qué nos dice.

En tercer lugar, lo que tenemos que tener en cuenta es que también esa complejidad deviene
de la pluralidad de enfoques y corrientes que vamos a encontrar dentro de la geografía. Vamos a
tener, por ejemplo, geografías cuantitativas, estas geografías ya más tradicionales; geografías
críticas, geografías renovadas, modernas, deterministas, etcétera. Va a haber muchísimos
enfoques, muchísimas corrientes, y eso va a hacer que se vuelva muy complejo poder pensar en
la geografía, lo cual tampoco es lo único, o lo último, que contribuye con esa complejidad,
porque lo otro que va a derivar de esto es, precisamente, la cantidad de ramificaciones, o la
cantidad de subcampos que tiene la geografía propiamente dicha.

No está de más pensar cuando nosotros vemos lo que es el plan de estudios de un profesorado,
o lo que es un plan de estudios ya sea terciario o universitario, vamos a tener geografía humana,
geografía de la población, geografía social, política, económica, etc., vamos a tener una serie de
materias que son representativas de cada uno de los subcampos de la geografía.

También otro de los factores que va a profundizar esa complejidad es la variedad conceptual
que tiene la geografía. Cuando uno habla de geografía (por la variedad conceptual y su
polisemia) puede mencionar tanto paisaje, como territorio, como región, o espacio, espacio
geográfico, ambiente, el lugar, lo que son las redes: tenemos un sinfín de conceptos, a través de
los cuales podemos referirnos prácticamente a una misma cuestión. Rogério Haesbaert lo
trabaja como la constelación de conceptos que va a tener la geografía, y le va a dar un significado
bastante particular.

Pero, en principio, lo que tenemos que tener en cuenta es que esta variedad de conceptual va a
atribuirle a la geografía una complejidad aún mayor, porque cada uno de estos conceptos resulta
ser polisémico (va a tener múltiples significados) según lo que exista de por medio, es decir, que
va a generar todo un entramado de significados y significantes en función de los intereses
puestos en juego, del intelectual que piensa en esa geografía, e incluso cuáles son las pujas de
poder y las intencionalidades que se ponen en el medio. Por lo tanto, cada uno de esos
conceptos, y cada uno de todos los conceptos previos que venimos viendo, van a terminar
resultando en una complejidad cada vez más profunda.

¿Paradigmas o tradiciones?
Antes que nada, vale una aclaración: no sé si se ha notado que no uso mucho la palabra
paradigma. Si bien no me voy a poner a revisar la teoría de Thomas Kuhn en profundidad, es
necesario entender que hay una diferencia fundamental entre lo que son las Ciencias Sociales y
las Ciencias Naturales.

En el campo de las Ciencias Naturales, cuando se habla de un paradigma es una teoría


científica validada por aquellos que la investigan en su momento, que no deja de tener disputas
internas, pero que a su vez sirve para explicar cómo funciona determinada porción del campo
científico que se está intentando explicar. Si cada uno de esos paradigmas tiene un valor de
concepto específico, tiene una serie de teorías que le sustentan, pero tiene un problema: cuando
ese paradigma no llega a explicar, o no alcanza para explicar todo lo que está ocurriendo en ese
contexto, se va debilitando y se va rompiendo, hasta que es finalmente reemplazado por un
nuevo paradigma como, por ejemplo, ocurrió con lo que es la Evolución, o en la manera en que
se piensa la astronomía, si es que pasamos del geocentrismo al heliocentrismo, hasta las teorías
actuales del Big-Bang, que también están (actualmente) siendo puestas en discusión.

En ese sentido, cuando hablamos de un paradigma en Ciencias Naturales la aparición de un


nuevo paradigma elimina automáticamente al anterior: lo reemplaza con nuevos conceptos,
nuevas teorías, y hace que el otro quede en el olvido.

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Ahí está la diferencia fundamental con las Ciencias Sociales, porque la aparición, la “ruptura”
de un paradigma, no implica necesariamente la desaparición de éste, sino que pasa a tener una
coexistencia con todo el bagaje conceptual y teórico del anterior. Por lo tanto, cuando hablamos
de las Ciencias Sociales, se refiere por lo general mucho más en lo que son tradiciones o
corrientes, antes que hablar de paradigmas porque hoy, en la actualidad, a pesar de que hemos
tenido una gran cantidad de distintos enfoques de pensar la geografía, ninguno de ellos ha sido
invalidado, ninguno de ellos ha dejado de ser utilizado, sino que simplemente coexisten todos en
simultáneo, con mayor o menor validez.

La epistemología de la geografía contemporánea


Una vez hechas todas estas aclaraciones, creo que es necesario ordenarnos un poco como para
poder arrancar a pensar en lo que es la epistemología de la geografía contemporánea. Vamos a
hacer un recorrido breve (prometí que iba a ser breve).

Entonces, tenemos que partir de un punto en el cual hablamos de la institucionalización de la


geografía, que es el momento en el cual este campo de estudio se introduce a nivel académico y a
nivel escolar, y pasa a ser parte de las agendas no sólo educativas, sino también pasa a ser parte
de las agendas de gobierno. Es el momento en el cual se piensa a la geografía como una
herramienta para poder conocer el territorio mismo y, a su vez, hacer valer ese conocimiento
sobre el territorio.

Si se sitúa la fecha, aproximadamente a partir del año 1850 y desde allí en adelante, donde
vamos a tener un tipo de geografía, la que se va a conocer como la geografía tradicional.

Las geografías tradicionales


En las geografías tradicionales (que yo empleó la referencia de que son como el Boca-River de
la geografía) vienen vinculadas respecto de un pequeño conflicto que es la guerra franco-
prusiana.

Vamos a tener, por un lado, lo que después sería Alemania (Prusia) y por el otro a Francia.
Ambos países, lanzados no sólo en el proceso industrial, sino también lanzados a buscar
territorios en otros lugares del mundo (si quieren ver los vídeos de áfrica sobre colonización,
bienvenidos). Pero vamos a tener que (posteriormente) se van a formar una escuela alemana de
geografía y una escuela francesa de geografía.

● La escuela alemana va a ser denominada como el determinismo geográfico, su principal


exponente va a ser Friedrich Ratzel (recordemos que en ese momento el sustento
filosófico en auge era el positivismo, y como el positivismo ha planteado este concepto
de orden y progreso, y lo que va a proponer es la búsqueda de leyes generales que
permitan explicar los campos científicos). El determinismo va a tratar de establecer
generalidades dentro del territorio. Eso va a servir precisamente a los imperialismos, en
este caso el alemán (que lo desarrollaremos en otro espacio, porque podríamos estar
horas hablando), vamos a tener como regla, por ejemplo, lo que van a decir es que las
sociedades que se desarrollan en latitudes más bajas, es decir en zonas donde haga más
calor van a tender a ser más toscas, y van a tender a tener menor desarrollo; así como,
digamos, tratando de crear un imaginario de cierto salvajismo (valga la utilización del
concepto), y que eso va a legitimar su expansionismo.
● Por el lado lo que es el posibilismo geográfico que es la escuela francesa de geografía, su
principal representante va a ser Paul Vidal de la Blache, y lo que va a decir es algo
muy similar a la escuela alemana, pero bastante enmascarado dentro de varias
“sutilezas”.

¿Y por qué digo que siempre es el River-Boca? En ese entonces la guerra franco-prusiana tuvo
un ganador, que fue Prusia (que después sería se convertiría en el estado alemán), y eso hizo
que la teoría geográfica alemana no intente esconder bajo ningún concepto el carácter
expansionista de su geografía; mientras que la escuela francesa, al salir derrotada de ese

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conflicto, va a “enmascarar” sus estudios sobre la geografía (y sobre otros estados,
principalmente) bajo una máscara de un enfoque más “civilizatorio”, es decir, “existen distintas
sociedades y nuestra meta de la tierra es tratar de equiparar unas con otras.” Básicamente, si
lo pensamos, están diciendo lo mismo pero una de una forma más sutil que la otra. En este
sentido, recordemos que la escuela alemana de geografía es la que va a conformar lo que se
conoce como la geografía política, mientras que la escuela francesa de geografía va a ser la que
conforme a la geografía regional. Así que, si pensamos, ambas hoy por hoy se siguen estudiando,
y son subcampos propios de la geografía. Estas dos van a ser lo que conforman el periodo de las
geografías consideradas tradicionales.

Geografías renovadas: el cuantitativismo


Vamos a tener una segunda etapa, luego de la segunda guerra mundial. Todo este carácter
expansionista, por más enmascarado que sea, no quedó en el olvido pero si quedó escondido: ya
no estaba bien visto el expansionismo territorial como una forma de pensar la geografía,
entonces estos enfoques van a quedar en el olvido y lo que van a empezar a surgir son geografías
renovadas: tratar de buscar nuevas alternativas de pensar el territorio, de estudiar el territorio, y
de producir algo que realmente generará un desarrollo de las sociedades.

Pensemos que, en ese momento, va a estar comenzando la etapa del desarrollismo, que va a
estar comenzando la etapa de las planificaciones, con el impulso dado por el plan Marshall; el
desarrollo, tanto en América como en Europa (la recuperación en la posguerra).

La idea, lo que se va a formar en el campo geográfico, es lo que se encuadraría dentro de las


geografías de la escuela anglosajona, y también la escuela de geografía norteamericana; que lo
que van a configurar es una nueva corriente llamada cuantitativista, van a estar enmarcadas en
el neopositivismo, y lo que van a tratar de hacer es estudiar el espacio, y a partir de ahí intentar
obtener cuáles son las particularidades de este espacio, y cómo poder modelizar, cómo poder
sistematizar el espacio, para pensar (de la mejor manera) cómo puede desarrollarse.

Esto va a tener un exponente, o quizás el máximo exponente en este sentido, va a ser Fred K.
Schaefer, un geógrafo norteamericano (que no va a ver lista su publicación porque fallece
antes), es el primero en pensar, y en exponer, cuáles son estas nuevas lógicas dentro de la
escuela norteamericana. No obstante, hay que destacar que todas estas ideas cuantitativas se
remiten a las primeras formulaciones de Walter Christaller, que va a ser un geógrafo alemán
que también va a sistematizar el territorio a través de un modelo basado en hexágonos, en donde
las distancias van a ser las que les permitan a los geógrafos poder optimizar la utilización del
espacio, con todas las relaciones y los flujos que se desarrollan sobre él.

¿Qué es lo que va a pasar con la geografía cuantitativa? Lo que van a decir los geógrafos es
“bueno, también estamos proponiendo una nueva forma de pensar el espacio, pero nos
estamos olvidando de cuál es el actor principal. Tenemos modelos, tenemos estadísticas,
tenemos sistemas, tenemos todo tipo de análisis que nos permiten interpretar el espacio, para
proyectar qué es lo que puede pasar sobre el espacio (recordemos la idea de la planificación
económica y el desarrollismo), pero nos estamos olvidando del actor principal que se
desempeña sobre el espacio geográfico, que son precisamente las sociedades”.

Geografías críticas
No podemos planificar el espacio como si fuese una abstracción, en donde el ser humano es
una estadística más. Ese comienzo de esa crítica va a ser lo que va a dar paso, a partir de la
década de los 70, a lo que se va a conocer como las geografías críticas. Y acá, por lo general, se
tiende a confundir geografía crítica con geografía radical, y no es lo mismo, son dos cosas
distintas: las geografías críticas son un grupo de geografías; y la geografía radical es una
geografía en sí misma.

Como dijimos, a partir de los años 70 van a aparecer las geografías críticas que van a tener
tres geografías o tres enfoques principales:

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● la geografía radical, cuyo sustento filosófico va a estar basado en lo que es el
materialismo histórico, muy vinculado a lo que es el marxismo, pensando sobre el
territorio y cómo se producen las relaciones entre las sociedades. Aparecen conceptos
tales como segregación espacial, desarrollo desigual, centro y periferia. Va a empezar a
partir del año 70 y lo vamos a tener hasta la actualidad, y va a estudiar cuáles son las
diferencias que producen, sobre el espacio geográfico, las relaciones vinculadas con el
capitalismo.
● por otro lado, la geografía humanística, que es el segundo enfoque, va a poner como
actor principal de todo al ser humano por sobre el espacio, y va a intentar recuperar ese
rol primordial dentro de los estudios de la geografía, es decir poner al hombre como
actor principal y analizar todas sus producciones sobre el espacio, desde la escala macro
hasta lo más íntimo en lo que se puede pensar. Está muy vinculada con lo que es la
fenomenología y con lo que es el existencialismo como sustento filosófico que le pueden
aportar a este enfoque.
● y el último que va a aparecer a partir de los años 90, es el que nosotros conocemos
como las geografías posmodernas, que son las que van a ir de la mano del giro espacial
de las ciencias sociales, y del giro cultural de la geografía, en donde nuestra geografía lo
que va a hacer es inclinarse hacia el lado de los estudios más vinculados con las
manifestaciones socioculturales sobre el territorio. Este es el último enfoque, al menos
por ahora, el cual cada vez está ampliando más.

Y, como les dije antes, esto no quita que todos los enfoques anteriores sigan coexistiendo. Las
geografías posmodernas, dentro de los cuales podemos mencionar sólo como ejemplo a
Edward Soja, o si se quiere a Rogério Haesbaert, como antes dije; incluso las últimas
producciones de David Harvey, sólo como referencia (recordemos que Harvey pasó por etapas
cuantitativas, radicales y posmodernas). Entonces, la idea es pensar dos etapas, dos momentos
epistemológicos:

● una geografía tradicional, que enmarca el determinismo y el posibilismo.

● y otro, el momento de las geografías renovadas, que enmarcan al cuantitativismo y a las


geografías críticas; y a su vez, en las geografías críticas, que enmarcan lo radical, lo
humanístico y las geografías posmodernas.

Este es el entramado de complejidad que nosotros tenemos hoy en la geografía, así que los
invito a que piensen y que reflexionemos, y que profundicemos, sobre cada una de las corrientes
para poder interpretar mucho mejor de qué es lo que hablamos cuando hablamos de geografía, y
desde qué enfoque nos paramos al momento de pensar en geografía, al momento de hacer
geografía y, fundamentalmente, al momento de enseñar la geografía.

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