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Textos filosóficos 8

Segundo comentario (Heidegger: Ser y tiempo, parágrafo 7)

Julio Iván Salazar González, no. de cuenta: 315153389

Hacia el final del parágrafo 7 de Ser y Tiempo, Heisegger declara contundentemente:

Ontología y fenomenología no son distintas disciplinas pertenecientes con otras a la filosofía. Estos

dos nombres caracterizan a la filosofía por su objeto y por su método. La filosofía es la ontología

universal y fenomenológica que parte de la hermenéutica del “ser ahí”, la que, a su vez, como

analítica de la existencia, ata el cabo del hilo conductor de toda cuestión filosófica allí donde toda

cuestión filosófica surge y retorna1.

En principio, estas palabras de Heidegger son particularmente difíciles de descifrar, pero si

tomamos en cuenta su desarrollo gestado en las páginas anteriores resulta más o menos sencillo

comprenderlas. Empecemos con la primera declaración, Heidegger no quiere decir exactamente

que fenomenología y ontología sean completamente una y la misma cosa, sino que de contenido

son la misma cosa, es decir, tienen el mismo objeto de estudio y buscan comprender el mismo

fenómeno, en este caso, buscan entender y estudiar el sentido general del ser, tomándolo

fundamentalmente como aquello que está presente en todos los entes2. La hermenéutica del “ser

ahí” tiene que ver con una onto-ontología, esto es, una disciplina (si se me permite usar el término)

que estudie no sólo a la ontología misma, sino a la ontología en su relación con el ser, en este

sentido, la definición meta-filosófica de Heidegger apunta a que la filosofía parte de una

interpretación general de las cosas, una interpretación general del ser que a la vez se vuelve

particular (porque tiene un momento y un lugar particulares) sin dejar de tomar en cuenta el todo,

así como la suma de sus partes. Así pues, toda cuestión filosófica se debe analizar en un momento

1
Heidegger, Martin, Ser y tiempo, p. 49.
2
Ibíd., p. 48.
2

particular del tiempo, sin tomar en cuenta la totalidad tanto de la cuestión en particular como la

del tiempo. Así, la ontología y la fenomenología, en tanto contenido, tienen como objeto el ser

dividido en el todo y sus partes, partes espaciotemporales. Pero, de forma, la diferencia

fundamental entre la ontología y la fenomenología contribuye una vez más a una filosofía de la

filosofía que Heidegger nos plantea: mientras que la ontología es el objeto de la filosofía, la

fenomenología es el método de esta.

Considero relevante esta cita por dos razones: 1) porque expresa de manera breve y

profunda la concepción particular que tiene Heidegger de la filosofía en todo su conjunto, y es la

que lo estará acompañando a lo largo de todo el libro de Ser y Tiempo. 2) Además de lo anterior,

el pasaje logra una síntesis de dos de las ideas más importantes que Heidegger explica y reitera a

lo largo del parágrafo: a) cuando hablamos de ontología no se habla de una disciplina particular,

sino, grosso modo, de un qué de las cosas. B) Que la forma de tratar estas cuestiones es la

fenomenología, que es, en principio, “el concepto de un método”3.

Bibliografía:

Heidegger, Martin. Ser y tiempo. Trad. José Gaos. Ciudad de México: Fondo de Cultura

Económica, 1951.

3
Ibíd., pp. 37-38.

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