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Las abejas son insectos increíblemente importantes cuyos servicios de polinización

ayudan a las plantas a producir algunos de nuestros alimentos más comunes, como los
arándanos y la calabaza, y a mantener los ecosistemas funcionando y saludables.
Desafortunadamente, muchas especies se encuentran en verdaderos problemas
debido al uso de pesticidas en la agricultura, la pérdida de hábitat y el cambio
climático.
La polinización es un proceso fundamental para los ecosistemas, esencial para la
producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 % de las
plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. Y el 75 % de los
cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Por ello
los polinizadores como las abejas contribuyen directamente a la seguridad alimentaria.
Además, son fundamentales para proteger la biodiversidad
Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes,
están, cada vez más, amenazados por los efectos de la actividad humana. Casi el 35 %
de los polinizadores invertebrados –en particular las abejas y las mariposas–. Y
alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados –como los murciélagos– están en
peligro de extinción. Disminuyen de manera alarmante debido principalmente a
prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, plaguicidas, especies
exóticas invasoras, enfermedades, plagas y el cambio climático.
Debemos proteger a las abejas y a otros polinizadores ya que tienen el potencial para
acabar con el hambre.
Los agricultores y los responsables de las políticas tienen un papel importante en la
protección de nuestros polinizadores

Los polinizadores son esenciales en nuestro ambiente ya que son los animales que
transportan el polen de una flor a otra, ayudando en su reproducción a más del 80% de
las plantas con flores del mundo.

Todos nos alimentamos gracias a los polinizadores. En México, el 88% de las 145
especies cuyo fruto o semilla cultivamos y comemos como el chile, mango, calabaza,
frijol o jitomate, dependen de los polinizadores para su producción. Y a nivel mundial,
el 80% de los cultivos de los que obtenemos alimentos, bebidas, medicinas, tintas y
fibras, dependen también de los polinizadores.

Sin embargo, las poblaciones de algunos polinizadores, sobre todo insectos, como las
abejas, enfrentan graves amenazas que abaten sus poblaciones. Sufren
envenenamientos causados por el uso de insecticidas y herbicidas en cultivos, jardines
y áreas verdes. Además, desafían la pérdida de hábitat por la agricultura, ganadería y
el desarrollo de zonas habitacionales.

Para ayudar a los polinizadores a afrontar estas amenazas todos podemos contribuir,
creando un jardín para polinizadores con plantas nativas y sin insecticidas. No importa
su tamaño, puede ser en un balcón, algunas macetas en tu ventana o un pequeño
patio, sólo es necesario incluir las plantas que los polinizadores requieren para su dieta
y otras en donde se puedan reproducir.

En México existen más de 20,000 especies de plantas con flores; 1,800 especies de
mariposas y polillas, más de 6 mil especies de abejas, avispas y hormigas, 57 de
colibríes, una docena de murciélagos y cientos de escarabajos, todas ellas, especies
dispuestas a polinizar. Además, aprenderán cómo hacer una selección adecuada de
especies de plantas para generar un hábitat amigable con los polinizadores.

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