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Organización Pública Nacional y Supranacional

La Comunidad Internacional y el Derecho Internacional Público

La Comunidad Internacional
En 1648, posterior a la Guerra de los 30 años, con la firma de la Paz de Westfalia
se consolida el sistema de Estados soberanos e independientes. Es por ello que
en ese marco y con la participación principalmente de los Estados europeos, se
establecen alianzas para mantener el equilibrio entre éstos y evitar la
preponderancia de uno sobre otros.

Podemos destacar a la Paz de Westfalia como el inicio de la era


moderna, porque posterior a ella comienza a generalizarse el
sistema de Estado-nación en Europa, en lugar del feudalismo,
cuya organización basada en la tierra favorecía una estructura
piramidal, con escasa o nula participación civil y que extendía su
poder a través de la anexión de territorios.

Sin embargo, el equilibrio propuesto con la paz de Westfalia era débil ya que no
poseía ninguna estructura institucional que lo sustentara:
“Era extremadamente descentralizado, por ser la costumbre su
expresión normativa más importante y porque la satisfacción de
algunos intereses comunes se canalizaba por la vía de tratados
que no establecían instituciones permanentes” (Barboza, 2008).

Pero como veremos a continuación y como podrán observar en los videos de la


Profesora Hortensia D.T. Gutiérrez Posse, la comunidad internacional comienza a
complejizarse e institucionalizarse.

En 1815, con la firma del Tratado de París y del Congreso de Viena se configura la
primera comunidad internacional, que relativizaba el poder de los Estados y
promovía un objetivo común como la paz europea, con la participación de las
potencias europeas. No obstante ello, Gran Bretaña se opuso a la intervención en
los asuntos internos de los Estados y favorecieron la creación de un sistema más
laxo como lo fue el Concierto Europeo, en el cual se convocaban conferencias
para abordar cuestiones relevantes para Europa.

Según Diez de Velasco (2002) en el período comprendido entre


1815 y 1914 “la sociedad internacional asiste al desarrollo de dos
fenómenos que al confluir van a posibilitar el nacimiento de las
organizaciones internacionales modernas: el de las conferencias
internacionales y el del establecimiento de estructuras
institucionales permanentes” (Diez de Velasco, 2002:40).
Posteriormente y como consecuencia de la Primera
Guerra Mundial, se abre paso a una importante tentativa
de organización internacional: la Sociedad de las
Naciones (https://www.youtube.com/watch?
v=fH0lBqseIH4) (1919).

Basada en una propuesta del presidente de los Estados


Unidos, Woodrow Wilson, pretendía establecer un
espacio donde participaran todos los Estados del
mundo. La idea principal era generar un espacio de
diálogo con el objeto de garantizar la paz, fomentar la
cooperación y el desarrollo social y cultural.

Entre los principios que se proponía se destaca:

Respeto a la independencia política y la integridad


territorial de los países miembros.
En caso de conflicto entre los Estados, las diferencias
deberían solucionarse de forma pacífica, acogiéndose al
derecho internacional.

Esta organización de carácter general y con cierta universalidad, ya que incluía a


otros Estados por fuera de Europa, entró en vigor el 10 de enero de 1920. Entre
los países fundadores se encuentran: Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil,
Canadá, Checoslovaquia, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca,
El Salvador, España, Francia, Grecia, Guatemala, Haití, Honduras, India Británica,
Imperio Japonés, Liberia, Nicaragua, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá,
Paraguay, Persia, Perú, Portugal, Reino de Yugoslavia, Gran Bretaña, Rumanía,
Siam, Suecia, Suiza, Unión Sudafricana, Uruguay y Venezuela.

Posteriormente se adherirán 18 Estados más, entre los que se destacan Alemania


(1926) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1934).

Por su parte, EEUU, a pesar de haber sido el gobierno de Wilson el que


propusiera la creación de este organismo, no será miembro de la misma debido a
la negativa de su Senado, el cual promovía una política aislacionista para las
relaciones internacionales.
La República Argentina denunciará a la Sociedad de las Naciones
en 1932 por la falta de ejecución de la universalidad. En la primera
reunión de la Sociedad de las Naciones (1919), Argentina
propone:

1. Que el carácter de Estado sea condición automática para


ser miembro –con el objeto de garantizar la universalidad-
2. El arbitraje obligatorio –solución pacífica de las
controversias-
3. Que los pueblos coloniales tengan voz, pero no voto.
Ninguna de las tres se incorpora por las características e
intereses de las potencias que integraban la Sociedad y
provoca la salida de Argentina

Con lo anterior se creó el primer organismo internacional, que se diferenciaba del


Concierto Europeo por haber sido creado mediante un acuerdo multilateral
(Tratado de Versalles), poseer una sede en Ginebra y una estructura institucional
técnica que configuraba una burocracia independiente de los Estados, así como
trabajar por mandatos en lo relativo al bienestar y desarrollo de los pueblos.
En cuanto a su organización institucional, se encontraba
conformada por 3 órganos principales:

La Asamblea que estaba integrada por todos los Estados


miembros, que poseían un voto y celebraban reuniones
anuales.

El Consejo que tenía miembros permanentes y no


permanentes. Entre los permanentes estuvieron las
principales potencias vencedoras de la guerra (Francia,
Gran Bretaña, Italia y Japón) y los no permanentes surgían
de la elección entre el resto de los miembros de la
Sociedad. Esta configuración se modificaba conforme las
decisiones políticas de sus miembros. Esta lógica luego se
reproducirá en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde
las potencias se asegurarán un gran poder en la toma de
decisiones de la OI.

La Secretaría Permanente dirigida por un Secretario


General elegido por mayoría de los miembros del Consejo,
que tenía por objeto la administración de la Sociedad de
las Naciones.

Tanto la Asamblea como el Consejo se regían por la regla de unanimidad, un voto


y un veto por cada miembro. Sólo en algunas situaciones de “procedimiento” se
podía utilizar la regla de la mayoría.

Como podrán ver en los análisis que harán sobre otros


organismos internacionales (OI), la forma de denominar los
órganos que conforman los OI serán muy similares.
A la Sociedad de las Naciones debemos sumarle otros dos organismos que se
crean en el marco del Tratado de Versalles: la Corte Permanente de Justicia
Internacional y la Organización Internacional de Trabajo
(https://www.youtube.com/watch?v=VzXwkDHtRXc) (OIT).

La primera de ellas, introducirá la solución pacífica de las controversias, mientras


que la segunda regulará la legislación laboral a nivel mundial, con participación
de la sociedad civil a través de representantes de los trabajadores y los
empresarios.

A pesar de los avances que ha implicado, será la Segunda Guerra Mundial la que
determinará el fin de la Sociedad de las Naciones debido a su incapacidad para
frenar el estallido de la guerra. Este fracaso, sin embargo no detendrá las
intenciones de constituir otros organismos, más bien todo lo contrario.

En medio de los enfrentamientos armados, los Estados acordaron promover una


organización mejor estructurada y más eficaz, como lo es la Organización de las
Naciones Unidas (https://www.youtube.com/watch?v=Zb-z6a1LZRQ) (ONU). Este
organismo internacional se encuentra inspirado en su predecesora pero difiere en
cuanto a su estructura, competencias y funcionamiento, teniendo entre sus
características ser universal (en tanto participación de los Estados), general (en
relación con sus objetivos) y compleja institucionalmente, así como los Estados
comienzan a ceder soberanía a favor de la Organización permitiéndole tomar
decisiones en pos del mantenimiento de la paz. La Sociedad de las Naciones
tiene dos logros importantes: ser el primer organismo internacional de la era
moderna y el antecedente de la ONU.

En consecuencia, podemos coincidir con Diez de Velasco (2002)


que existe una espectacular proliferación de los organismos
internacionales, que ha implicado la creación de organismos
técnicos a nivel internacional, pero también la creación de
organismos regionales.

La proliferación de los OI será posterior a 1945, con el fin de la


Segunda Guerra Mundial, y alcanzará una gran expansión con el
Fin de la Guerra Fría (1989). La creación de estas organizaciones
favorecerá la institucionalización de la comunidad internacional y
la interdependencia entre los Estados.

Cuando nos referimos a interdependencia, nos referimos a que los lazos y


vinculaciones entre los países son mucho más estrechas, provocando –por
ejemplo- que las crisis afecten a una mayor cantidad de países y de manera más
profunda.

Tal como plantea el texto de Rosa Riquelme Cortado (2007), que tienen para
analizar en la siguiente clase:

“las Organizaciones han venido a institucionalizar parcialmente la


sociedad internacional. Su mera existencia propicia una dinámica
de actuaciones colectivas y suscita hábitos de negociación y
acuerdo que a la larga provocan una evolución expansiva de las
competencias e intereses comunes y una marginación de los
Estados que no están dispuestos a implicarse en el sistema”.

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