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Las siguientes notas fueron extraídas, por J. B. Barreto A., del texto que tiene esta referencia:
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CONTENIDO
PRESENTACIÓN 8
INFORMACIÓN PRELIMINAR 9
INTRODUCCIÓN 10
1 La representación gráfica del lenguaje 10
1.2 Tipos básicos de la escritura 10
1.3 Los orígenes de la escritura alfabética 11
1.4 Relaciones entre el código oral y el código escrito 11
1.5 Constituyentes de los sistemas de escritura 11
2 La ortografía 12
2.1 Un conjunto de normas y una disciplina lingüística 12
2.2 Un sistema convencional estructurado 12
2.3 Las reglas ortográficas 12
2.4 Los ideales ortográficos 12
2.5 Funciones de la ortografía 13
2.6 Origen y evolución de los sistemas ortográficos 13
2.7 Las reformas ortográficas 13
2.8 La importancia social de la ortografía 13
3 La ortografía del español 14
3.1 Origen y evolución del sistema ortográfico del español 14
3.2 Criterios de la configuración del sistema ortográfico del español 14
3.2.1 Adecuación entre grafía y pronunciación 15
3.2.2 Correspondencia biunívoca entre grafemas y fonemas 15
3.2.3 Etimología 15
3.2.4 Uso constante 15
3.2.5 Diferenciación de homónimos 15
3.2.6 Analogía. 15
3.2.7 Unidad ortográfica 15
3.3 Constituyentes del sistema ortográfico del español 16
1 Fonemas y grafemas 17
2 Sonidos y fonemas 17
3 La caracterización de los fonemas distintivos 18
3.1.1 Por la ausencia o presencia de los obstáculos a la salida del aire 18
3.1.2 Por la acción de las cuerdas vocales 18
4 Los fonemas del español 19
4.1 Los fonemas vocálicos 19
4.2 Los fonemas consonánticos. Subsistemas consonánticos del español 19
5 Los grafemas en español 19
2
5.1 Definición de grafema 19
5.2 Grafema sinónimo de letra 20
5.3 Los rasgos de las letras 20
5.4 El alfabeto o abecedario 20
6 Correspondencia entre fonemas y grafemas en español 21
6.1 La representación gráfica de los fonemas vocálicos 21
6.1.1 Los sistemas vocálicos representados siempre por el mismo grafema 21
6.1.2 Fonemas vocálicos representados por distintos grafemas 22
6.2 La representación grafica de los fonemas consonánticos 23
6.2.1 Fonemas consonánticos representados siempre por el mismo fonema o dígrafo 23
6.2.2 Fonemas consonánticos representativos por más de un grafema o dígrafo 23
6.3 Grafemas especiales 27
6.4 Valores fonológicos de los grafemas y dígrafos del español 28
6.5 Fenómenos ortográficos que afectan a determinadas secuencias de grafemas 28
6.5.1. Secuencias de vocales 28
6.5.2 Secuencias de consonantes 29
3
2.1 La tilde 40
2.2 La diéresis 40
3 Signos de puntuación 40
3.1 Posiciones de los signos de puntuación 41
3.2 La puntuación y las disciplinas lingüísticas 41
3.2.1 Puntuación y sintaxis 41
3.2.2 Puntuación y prosodia 41
3.2.3 Puntuación, prosodia y sintaxis (conclusión) 41
3.3 La puntuación a través de la historia 42
3.4. Uso de los signos de puntuación 43
3.4.1 El punto 43
3.4.2 La coma 44
3.4.3 Punto y coma 49
3.4.4 Los dos puntos 50
3.4.5 Los paréntesis 51
3.4.6 Los corchetes 52
3.4.7 La raya 53
3.4.8 Las comillas 55
3.4.9 Los signos de interrogación y de exclamación 56
3.4.10 Los puntos suspensivos 58
4 Los signos auxiliares 59
4.1 Los guiones 59
4.1.1 Guion 59
4.1.2 Guion bajo 63
4.2 Barras 63
4.2.1 Barra o vírgula 63
4.2.2 Barra doble 64
4.2.3 Barra inversa 64
4.2.4 Barra vertical o pleca 64
4.2.5 Doble barra vertical o pleca doble 64
4.3 Antilambda o diple 64
4.3.1 Como signo simple 64
4.3.2 Como signo doble 65
4.4 Llave 65
4.5 Apóstrofo 65
4.6 Asterissco 66
4.7 Flecha 66
4.8 signo de párrafo 67
4.9 Signo de párrafo 67
4
4.1.1 La mayúscula condicionada por la puntuación 70
4.1.2 Mayúscula versal 70
4.2 Para marcar los nombres propios y las expresiones denominativas 70
4.2.1 Caracterización del nombre propio frente al nombre común 70
4.2.2 Nombres propios genuinos y expresiones denominativas 71
4.2.3 La delimitación del nombre propio 71
4.2.4 Uso de mayúsculas y minúsculas en nombres y denominaciones 71
4.2.4.1 Personas 71
4.2.4.2 Personajes de ficción 72
4.2.4.3 Deidades y otros seres de ámbito religioso 72
4.2.4.4 Seres mitológicos y fabulosos 73
4.2.4.5 Animales y plantas 73
4.2.4.6 Lugares 73
4.2.4.7 Entidades 74
4.2.4.8 Denominaciones relacionadas con la actividad intelectual o cultural del hombre 74
4.2.4.9 Denominaciones propias de ámbitos científicos 76
4.2.4.10 Referencias temporales, cronológicas o históricas 77
4.2.4.11 Objetos o productos de la actividad humana 77
4.2.4.12 Varios (deportes, impuestos y tasas, notas musicales y lenguas) 78
4.3 Para lograr siglas 78
4.4 Para favorecer la legibilidad 78
4.5 La llamada mayúscula diacrítica 79
4.6 La mayúscula de relevancia 79
4.7 La mayúscula en los números romanos 79
5 Uso de mayúsculas especiales 79
5.1 Publicidad y diseño gráfico 79
5.2 Marcas comerciales 79
5.3 Nuevas tecnologías de la comunicación 79
5
3.2.2 Formación 87
3.2.3 Femenino 88
3.2.4 Plural 88
3.2.5 Ortografía y otras normas de escritura 89
3.3 Siglas y acrónimos 90
3.3.1 Formación 90
3.3.2 Lectura 90
3.3.3 Plural 91
3.3.4 Ortografía y otras normas de escritura 91
3.4 Las abreviaciones y las nuevas tecnologías de la comunicación 92
4 Los símbolos 92
4.1 Lectura 92
4.2 Formación 92
4.3 Plural 93
4.4 Ortografía y otras normas de escritura 93
SEGUNDA PARTE
ORTOGRAFÍA DE EXPRESIONES QUE PLANTEAN DIFICULTADES
ESPECÍFICAS
CAPÍPUTLO VI
LA ORTOGRAFÍA FE LAS EXPRESIONES PROCEDENTES DE OTRAS LENGUAS
1 Préstamo lingüístico 94
2 La ortografía de los extranjerismos y latinismos 94
2.1 Extranjerismos 94
2.2 Latinismos 95
2.2.1 Latín como préstamo 95
2.2.2 Latinismos crudos y latinismos adaptados 96
2.2.3 Locuciones latinas y dichos o citas en latín 96
2.3 Grafías ajenas al sistema ortográfico tradicional del español 97
3 Las transcripciones de voces procedentes de lenguas que no utilizan el alfabeto latino
en su escritura 98
6
2.2.2 Adaptación de antropónimos extranjeros 103
2.3 La acentuación gráfica de los antropónimos 103
2.4 Alfabetización de los antropónimos 103
3 Topónimos 104
3.1 Topónimos hispánicos 104
3.1.1 La ortografía de los topónimos hispánicos 104
3.1.2 Formas cooficiales 104
3.2 Topónimos extranjeros 104
3.2.1 Formas tradicionales, formas autónomas y cambios de denominación 104
3.2.2 Transferencia, traducción e hispanización de topónimos 105
3.2.3 Acentuación y diacríticos en los topónimos extranjeros 105
4 Las transcripciones de nombres propios procedentes de lenguas que no utilizan el
alfabeto latino en su escritura 105
5 La ortografía de los derivados de nombres propios extranjeros 105
CAPÍTULO VIII
LA ORTOGRAFÍA DE LAS EXPRESIONES NUMÉRICAS
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PRESENTACIÓN
La RAE acoge la ortografía como medio para conservar la unidad del idioma. La preparación
de esta obra académica se adelanta bajo el signo de la renovación y de la perfección.
La nueva edición establece su autonomía en estrecha relación con los sistemas convencionales
del sistema oral. En medio de todos los cambios, la ortografía se ha convertido en un valor de
mayor importancia.
La presente edición presenta unos caracteres que la hacen más sólida, exhaustiva, razonada y
moderna. Es coherente, exhaustiva y simple. Esta ortografía es exhaustiva y explícita, a la vez
que evita los tecnicismos, pero tiene casuística fina y detallada; al ser minuciosa, hace
extensivo el texto.
Su carácter razonado permite explicar sus fundamentos, ya sea cuando se refiere a los
principios, ya sea como cuando hace su aplicación.
Esta ortografía es didáctica porque sigue el orden de la codificación desde el fonema a la letra.
Además, es una ortografía panhispánica porque es fruto de la trabajo conjunto de las veintidós
academias, que integran la Asociación de Academias de la lengua española. Por eso, es una
“obra concebida y realizada desde la unidad y para la unidad.”
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INFORMACIÓN PRELIMINAR
Primera parte: principios y normas generales del sistema ortográfico. Son cinco capítulos en
los que explica el (I) uso de las letras o grafemas, (II) la tilde, (III) signos ortográficos, (IV)
letras mayúsculas y minúsculas, (V) unidades léxicas (incluidas las abreviaciones), unión y
separación de palabras escritas.
Además: nómina de los textos citados, texto base, información adicional y advertencias sobre
lo correcto de la escritura de tales términos incorrectos.
Fuente esencial: bancos de datos ofrecidos por el Diccionario de la Real Academia española:
DRAE, Corpus de Referencia del Español Actual (CREA); fuente alterna: Corpus Diacrónico
del Diccionario Español (CORDE) y obras no incluidas en el Corpus, ediciones digitales de
los principales diarios españoles e hispanoamericanos. También, ejemplos inventados para el
caso, que no llevan comillas.
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INTRODUCCIÓN
Comprende los siguientes puntos: de la oralidad a la escritura, tipos básicos de escritura, los
orígenes de la escritura alfabética, relaciones entre código oral y escrito, constituyentes de los
sistemas de la escritura
1.1 De la oralidad a escritura. Los sistemas o códigos de las lenguas son po esencia orales a
los cuales se llegaron en el transcurso de muchos siglos. El habla es capacidad innata y
universal en el ser humano; en cambio, la comunicación escrita es un fenómeno cultural,
restringido, pues solo llegan a escribir quienes han superado un proceso de alfabetización.
Los siglos vividos por la humanidad sin escritura fueron copados por la memoria individual y
colectiva, ayudada por el canto, la poesía o los variados sistemas de representación pictórico-
simbólica existentes en casi todas las culturas. De todas maneras, los sistemas de
comunicación oral exigen la creación de otro sistema como es el de la escritura, que en
principio es ilimitada y permanente, literal y sin intermediarios.
1.2 Tipos básicos de la escritura. Este sistema de comunicación humana traduce a términos
visuales, mediante signos gráficos, divididos en tres sistemas: ideográfico, silábico y
alfabético.
En el sistema ideográfico, los signos gráficos, denominados de ordinario ideogramas, las ideas
o conceptos se presentan en forma directa, independiente de su pronunciación y de la
articulación en el habla. Es estable, independiente de los cambios en el habla de todas las
lenguas y de sus matices; su desventaja se da en la exigencia de un número grande de signos
gráficos y del enorme esfuerzo que exige su aprendizaje. El chino es el mejor ejemplo actual
de escritura de base ideográfica; los números de cualquier lengua son ideogramas en cierto
modo, porque representan directamente conceptos, no las palabras; por eso es posible su uso
interlingüístico.
Los sistemas silábico y alfabético usan los signos gráficos para traducir el sonido del signo
lingüístico. En el silábico, cada signo gráfico representa una sílaba diferente de la cadena
hablada y su cantidad es muy inferior a la de signos ideográficos, los cuales pueden ser varios
miles. El amárico, lengua oficial de Etiopía, utiliza silabarios para su representación escrita; el
japonés utiliza el sistema mixto de tipo ideográfico-silábico.
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En la escritura alfabética, los signos gráficos representan cada uno de los sonidos distintivos
mínimos, llamados fonemas, con los que se articula la lengua oral. Este sistema, el alfabético,
es mejor que el silábico, porque en la escritura de cada sílaba distingue los componentes
consonánticos de los vocálicos; así, reduce a pocos signos y su aprendizaje es fácil, tanto que
lo usan la mayoría de las lenguas vigentes. Entre los lenguajes alfabéticos, existe el grupo
especial de las lenguas semitas, que solo usan las consonantes, y son el hebreo y el árabe; por
otro lado, las vocales usadas por los otros idiomas son muy pocas.
1.3 Los orígenes de la escritura alfabética. Los sistemas alfabéticos derivan de un mismo
modelo, surgido en el segundo milenio antes de Cristo en el Oriente Próximo, y dio origen al
sistema singular denominado el alfabético semítico, conformado con sonidos que representan
fonemas consonánticos; el mejor de todos fue el usado por los fenicios, oriundos del actual
Líbano. Ellos en el último milenio antes de Cristo se extendieron por todo el litoral
mediterráneo.
El alfabeto fenicio, compuesto por veintidós signos, es el origen de los alfabetos griego, latino
y cirílico (San Cirilo, 827.869): su creador a partir del griego, y usado hoy en el ruso),
también el hebreo y árabe derivan de la antigua escritura aramea, descendiente ésta de la
fenicia.
Los griegos, entre el siglo X y VIII a. C. crearon el primer sistema completo de la escritura
alfabética, con fonemas consonánticos y vocálicos (para los fenicios eran consonánticos,
inexistentes en griego); además, crearon uno nuevo conservando el mismo orden de los
fenicios y dándoles nombres nuevos. En cuanto a la dirección de la escritura, iniciaron como
los fenicios de derecha a izquierda y de orientación alterna, devolviéndose como los bueyes y
denominada bustrófedon (hebreo y árabe actuales); luego, la cambiaron al sistema actual: de
izquierda a derecha, sin devolverse.
El griego actual viene del jónico, usado en el costado occidental del Asia Menor, el cual se
extendió a toda Grecia, hacia siglo iv antes de Cristo; de este se derivó el cirílico. La variante
occidental, sin embargo, dio origen al etrusco, que es la fuente del alfabeto latino, en el que
escriben las lenguas románicas (español), germánicas y una parte de las lenguas eslavas
(nordeste europeo).
1.4 Relaciones entre el código oral y el código escrito. La invención de la escritura origina
la comunicación lingüística en dos modalidades: oral mediante elementos fónicos por el aires
en ondas sonoras percibidas acústicamente por el receptor: oyente; escrita mediante elemen-
tos gráficos plasmados en elementos materiales que los percibe visiblemente por el receptor:
lector.
Los dos códigos son interdependientes; cada uno con elementos propios para trasmitir lo que
piensa el emisor y pueda interpretar el receptor.
1.5 Constituyentes de los sistemas de escritura. Son los grafemas o unidades gráficas
mínimas, sucesivas, individuales y distintivas de los que se sirve la escritura de una lengua.
Las grafemas o letras, más los signos ortográficos: diacríticos, de puntuación (signos
auxiliares, espacio blanco, mayúscula y minúscula, abreviaciones y símbolos [números], tipo
de letra [redonda, cursiva, negrita, etc.]).
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El acento prosódico o timbre vocálico sirve para facilitar su correcta interpretación de
oraciones enunciativas, interrogativas y exclamativas, carácter especial de fragmentos,
estructura del texto, jerarquía de sus partes, ahorro de espacio…
2 LA ORTOGRAFÍA
2.1 Un conjunto de normas y una disciplina lingüística. Ortografía: recta escritura, es una
disciplina lingüística de carácter aplicado que describe y explica cuáles son los elementos bá-
sicos de la escritura de una lengua y las convenciones normativas en cada caso. Su dimensión
es sincrónica en cuanto precisa las normas vigentes; también, puede ser una disciplina
diacrónica en cuanto presenta su evolución a través de la historia de un idioma.
La caligrafía es el arte o técnica que busca conseguir una escritura manual bella y bien
formada, según diferentes estilos.
La ortografía comparte el carácter normativo con la ortología (ortoepía) que fija las normas de
la pronunciación culta de las unidades lingüísticas, que pueden variar según el área
geográfica; hay influencia mutua entre ortografía y ortología.
Las lenguas usan sistemas gráficos variados; por ejemplo, la tilde en español se usa según
determinadas reglas; en otras lenguas, el húngaro, para las vocales…
2.3 Las reglas ortográficas. Una vez establecidas las reglas todos los usuarios de la misma
lengua han de usarlos siempre. En español el fonema b se representa con la b en bueno, v en
vaso, w en wagneriano; se escriben con tilde las palabras esdrújulas, el adverbio sí; se
escriben con b los verbos terminados en bir, menos hervir, servir vivir y sus derivados.
2.4 Los ideales ortográficos. Los ideales ortográficos difícilmente se cumplen en la práctica.
Sin embargo, se ha respetar el principio de coherencia con elaboración de reglas generales,
que se pueden modificar por razones históricas o etimológicas.
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Las ortografías han de se exhaustivas en la indicación de todas posibilidades del idioma
respectivo para favorecer la unidad. Ejemplo de normas exhaustivas: término, termino y
terminó.
2.6 Origen y evolución de los sistemas ortográficos. Las normas están implícitas en la
propia práctica de la escritura, que depende del idioma originario escrito, y se adapta a la
nueva lengua. Para el caso del español viene del griego y del latín y se van consolidando con
la aparición de las primeras gramáticas. Un factor clave ha sido la aparición de la imprenta, a
mediados del siglo XV; desde entonces el protagonismo de la ortografía aumenta cada vez
más, en relación con la etimología y la pronunciación.
El criterio ortográfico ha sido más o menos constante; sin embargo, se ha dado la pugna entre
los que quieren conservar la tradición y los partidarios de los ajustes más acordes a la época.
Los diccionarios han sido la gran ayuda para fijar, consultar y conservar la ortografía. La
educación sobre la corrección del idioma escrito de origen estatal desde el siglo XIX en
búsqueda de la unidad lingüística ha conducido a leyes específicas de fijación ortográfica.
2.7 Las reformas ortográficas. Pueden ser de tipo innovador o reformista a partir de lo
existente; con frecuencia, parten desde el sentido de la coherencia interna de orden
cuantitativo y cualitativo, siempre buscando la correspondencia biónica entre fonemas y
grafemas.
En general, se recomienda evitar reformas maximalistas cuando hay una ortografía estable
conocida y aceptada por los habitantes alfabetizados. Conviene tener en cuenta sus pros y
contras para procede manera prudente y acertada.
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La ortografía, además, es un bien social porque así la lengua alcanza la máxima expresión de
unidad en medio de tantas variaciones geográficas, sociales y situacionales y facilita las
relaciones sociales, políticas y económicas. Se requiere, en consecuencia, la alfabetización de
todos los miembros.
La sociedad valora como faltas los errores ortográficos y sanciona a las personas por sus
deficiencias ortográficas con la restricción de su promoción académica y profesional.
Este apartado contempla estos puntos: origen y evolución del sistema ortográfico del español
(criterios en su configuración ortográfica, etimología, uso constante, diferenciación, analogía,
unidad ortográfica) y constituyente del sistema ortográfico.
3.1 Origen y evolución del sistema ortográfico del español. La escritura es alfabética,
aprovecha los caracteres latinos y se escribe de izquierda a derecha.
Con la evolución del latín al romance surgieron /ñ/, /ch/ y /ll/ y /rr/ (fonema vibrante
múltiple); además, la /j/. Todo a partir del siglo XI. Alfonso X, el Sabio (1252-1284)
estableció el uso del español en todos los textos oficiales. Desde entonces empezó la
ortografía y se consolida durante el Renacimiento. Primera gramática castellana de Antonio
de Nebrija, 1492; dedicada a la ortografía. En 1517, el mismo autor: Reglas de ortographía en
la lengua castellana.
En 1713, un grupo de ilustrados con don Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de
Villena, crea la Real Academia Española, para fijar “las voces y vocablos de la lengua
castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza.” El año siguiente el rey Felipe X
aprueba su constitución y la coloca bajo su amparo y protección. El Diccionario de
autoridades, 1639, crea su propio modelo ortográfico. La ortografía en 1741 indica que la
pronunciación es la base de ortografía; luego, escribir con la letra más natural y propia del
idioma (prima la b sobre la v, la sobre la k y la q); en 1754 añade el último criterio: el de la
analogía, según la palabra simple originaria.
3.2 Criterios de la configuración del sistema ortográfico del español. Son indispensables
para la fijación de las normas generales y particulares. Los criterios aparecen a continuación.
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3.2.1 Adecuación entre grafía y pronunciación. Principio fundamental para todos los sistemas
ortográficos de condición alfabética. Así: “el criterio fonológico determina que debe
escribirse lo que se pronuncia y pronunciarse lo que se escribe.” Esto facilita, por ejemplo,
simplificar ciertos grupos consonánticos etimológicos; por ejemplo: posguerra en lugar de
postguerra, oscuro en lugar de obscuro; aunque permite fláccido y flácido, halar y jalar.
Las reglas particulares que afectan a palabras concretas se busca limitar los grafemas
superfluos: folclore de folklore, biquini de bikini, valquiria de valkiria; sin embargo, algunas
de estas palabras se pueden escribir de dos maneras: folclore/folklore, biquini/bikini,
póquer/póker, volframio/wolframio…
3.2.3 Etimología. Se ha tratado de conservar los étimos (raíz o vocablo original) del cual se
origina el término español. Así el grupo ps se sigue escribiendo sin pronunciarlo: psicología,
psiquiatría, psoriaris…
3.2.4 Uso constante. Consiste en que dado que se dieron cambios en relación con el origen
etimológico, en razón del uso secular, se prefiere este: maravilla a pesar de que el término
latino era mirabilia, abogado de advocatus; el uso de la h sin existir en su origen: hueso,
huérfano, huevo, etc.
El uso ha actuado como árbitro entre los referentes, pronunciación y etimología: scriptura:
escritura, sancto: santo. En el lado contrario del griego: psych: alma, produce en español
psique, psicosis, psiquiatra, psicología, psicoanálisis…; otras son supresiones: psalmus:
salmo, psalterion: salterio.
3.2.5 Diferenciación de homónimos. El criterio antihomonímico busca que cada término sólo
tenga un significado para evitar confusión en el lector, que ciertamente existen en el español.
Este criterio se aplica a algunos términos como valido/válido, basto/vasto, grabar/gravar,
huso/uso, ingerir/injerir, encima/enzima.
La tilde diacrítica es una aplicación del criterio antihomonímico, entre una palabra átona y
otra tónica: el/él, de/dé, mi/mí.
3.2.6 Analogía. El principio de analogía indica que las variantes flexivas (femeninos, plurales
o formas verbales) y las derivadas han de tener idéntica configuración: hambre, hambruna,
hambrón, hambrear…Solo se alteran las grafías de las formas flexivas: pez/peces,
actriz/actrices; escoger/escojo/escoja.
3.2.7 Unidad ortográfica. Todo se ha de supeditar el criterio de unidad, algo clave para
cualquier sistema ortográfico, independiente de la pronunciación que puede variar. En
cualquier sistema geográfico ha de tener la primacía, independientemente de la pronunciación.
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Así, cada término se ha de escribir conservando las consonantes oficiales del idioma, aunque
su pronunciación sea diferente.
3.3 Constituyentes del sistema ortográfico del español. El sistema ortográfico está
construido por una serie de signos y recursos gráficos que determinan su valor y regulan su
empleo; algunos de los cuales son compartidos por varias lenguas. Estos son:
- Dos signos diacríticos: tilde y diéresis sobre el dígrafo gu que tiene valor fónico y debe
pronunciarse.
- Un grupo limitado de signos de puntuación que delimitan las unidades de sentido; coma,
punto y coma, punto, dos puntos coma; ¿?, ¡!, puntos suspensivos; comillas, paréntesis, rayas
y corchetes.
- Conjunto abierto de signos auxiliares (guión, barra, llave, apóstrofo, asterisco…) de valor y
función diversos.
- Espacio en blanco para delimitar los límites de cada término, y las unidades lingüísticas
mayores (enunciados, párrafos) para facilitar la colocación y distribución de los distintos
elementos del texto escrito.
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PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I
LA REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS FONEMAS: EL USO DE LAS LETRAS
O GRAFEMAS
Los principales temas son los siguientes: Fonemas y grafemas, sonidos y fonemas, y la
caracterización de los fonemas: los rasgos distintivos. Todo como un avance para la
comprensión apropiada de los mismos.
1 FONEMAS Y GRAFEMAS
“La escritura es una técnica que permite reproducir gráficamente el componente fónico del
lenguaje” (p. 40).
2 SONIDOS Y FONEMAS
La lingüística establece diferencia precisa entre los sonidos caracterizados como unidades
fónicas ba en loba y los fonemas, como la b, l que son categorías mentales o abstractas.
Los fonemas se identifican por sonidos opuestos entre sí: b es sonoro porque las cuerdas
vocales vibran; p el sonido es sordo, por cuanto no hay vibración, debido a que se juntan los
labios impidiendo la salida del aire: bala/pala, coba/copa, beso/peso.
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3.1 Rasgos distintivos de los fonemas del español. La articulación de los sonidos es muy
amplia; de esta, cada idioma selecciona los propios para su emisión; estos se organizan según
la presencia a ausencia de obstáculos a la salida del aire.
3.1.2 Por la acción de las cuerdas vocales. Los fonemas pueden ser sonoros y sordos:
a) Sonoros: el aire al salir hace vibrar las cuerdas vocales.
b) Sordos: cuando sale la columna de aire atraviesa la glotis sin que vibren las cuerdas.
Los fonemas vocales son sonoros; los fonemas consonánticos hay sonoros como la /d/ y
sordos la /t/.
3.1.3 El modo y lugar de la articulación. Se relaciona con la cavidad oral y la posición de los
órganos articulatorios durante la emisión de la voz del fonema correspondiente.
Grado de abertura de la cavidad oral: cerradas o altas: i/u; medias: e/o; abierta o baja: a.
// Consonantes. Estos fonemas pueden ser sordos o sonoros, y se distinguen tanto por su modo
como por el lugar de su articulación.
//Consonantes. Estos fonemasueden ser fonemas sordos y sonoros; además, hay otra clase de
fonemas.
- Por el modo de articulación: fricativos:/f/ y /j/: oclusivos: /p/ y /k/; los africados, el aire al
salir produce ruido de fricción: /ch); orales. /b/ e /y/; nasales: /m/ y /ñ/; laterales: /l/ y /ll/;
vibrantes: /r/ y /rr/. Los fonemas fricativos, oclusivos y africados pertenecen al grupo de las
consonantes obstruyentes; los nasales, laterales y vibrantes al de las sonantes.
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4 LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
4.1 Los fonemas vocálicos. Apertura cerrada o alta: i, u; apertura media: e, o; apertura
abierta: a. El contexto fónico da lugar a signos lingüísticos diferentes: paso, peso, piso, poso y
puso. A causa de los tipos de secuencias vocálicas dentro de una palabra (hiato, diptongos y
triptongos) es habitual clasificar las vocales solo en abiertas (a, e, o) y en cerradas (i, u).
Subsistemas consonánticos del español: los fenómenos del seseo, ceceo y yeísmo. No todos
los diecinueve fonemas descritos existen en el ámbito universal del español. Hay un
subsistema de dieciocho consonantes, debido a la pronunciación de z y s: seseo; además, otros
pronuncian igual la ll y la y: yeísmo. En razón de la pronunciación del seseo (z: s y c) y del
yeísmo (/ll/ y /y/: ye), se reduce a diecisiete fonemas para la mayoría de los hispanohablantes.
El yeísmo está presente en la mayor parte de los hispanohablantes; así pronuncian igual:
callado/cayado, callo/cayo, halla/haya, polla/poya, valla/vaya; los rioplatenses todas las
anteriores palabras las escriben con y. El yeísmo “goza de total aceptación en la norma culta
de todo el ámbito hispánico” (p. 60).
Este apartado comprende los siguientes temas: definición de grafema, grafema sinónimo de
letra, rasgos distintivos de las letras y el alfabeto o abecedario.
5.1 Definición de grafema. Si los fonemas son unidades mínimas distintivas en el plano
fónico, los grafemas son unidades mínimas distintivas en el plano de la escritura. Ejemplos:
vasta y hasta, casta y pasta. Si la pronunciación o fonación es igual, la escritura es distinta:
basto/vasto, encima/enzima, aya/haya; no obstante, hay palabras, aceptadas por el uso, que
con el mismo significado escritas de manera distinta: alhelí/alelí, ácimo/ázimo,
endibia/endivia, hégira/héjira.
Los fonemas son unidades gráficas mínimas de carácter secuencial; los signos ortográficos
diacríticos, tilde y diéresi; no se consideran grafemas: plato/plató, pingue/pingüe; estos se
escriben sobre los grafemas.
1
En esta lista faltan: x, w, k. Hasta aquí no encuentro explicación.
19
5.2 Grafema sinónimo de letra. El grafema es nombre especializado que reciben los signos
gráficos de un solo grafema, llamado comúnmente letra; esta corresponde a un signo gráfico
simple. Si hay dos es dígrafo; si tres, trígrafo; si cuatro: tetrágrafo. En español, solo hay
dígrafos, en italiano trígrafos/gli: moglie: molle; en alemán hay tetrágrafos/tsch: Deutsch
(dóich).
En español, la ch y la ll no son dígrafos; tampoco, rr, qu, gu. La h, que no representa fonema
alguno y carece del correlato fónico, salvo en ciertos vocablos extranjeros hachís o hámster,
queda excluida de la categoría de letra; lo mismo la x, que de ordinario representa. A lo
anterior, se agrega la existencia de la x, que normalmente no representa fonema, sino la
secuencia de dos fonemas. Por tanto, solo deben considerarse letras los grafemas, o unidades
mínimas de carácter secuencial y valor distintivo empleadas en la escritura de una lengua.
5.3 Los rasgos distintivos de las letras. Son rasgos distintivos entre sí, en configuración es
diferentes: mayúsculas y minúsculas, con diferencia solo por tamaño, o por tamaño y rasgos
diferentes (A, a). Los rasgos distintivos pueden ser trazos rectos (verticales, horizontales u
oblicuos) o curvos (abiertos o cerrados) en núcleo o cuerpo central; también por la presencia
de ascendentes o descendentes. Ejemplos: i minúscula es un trazo recto vertical con punto
sobrescrito; p: anillo con prolongación descendente a la izquierda; d: anillo con prolongación
ascendente a la derecha.
La caligrafía individual es peculiar de cada escritor, con la claridad suficiente, que debe ser
reconocible por cualquier atento. En la mecánica o tipográfica hay infinidad de modelos
exactos o fijos.
5.4 El alfabeto o abecedario. Alfabeto de las primeras letras de la serie griega; abecedario de
las cuatro primeras letras de la serie latina. Para el español y lenguas romances mejor
denominar abecedario.
a, A b,B c, C d, D e, E f, F g, G h, H i, I
a be ce de e efe ge hache i
j, J k, K l, L m, M n, N ñ, Ñ o, O p, P q, Q
jota ka ele eme ene eñe o pe cu
r, R s, S t, T u, U v, V w, W x, X y, Y z, Z
ere ese te u uve uve doble equis ye zeta
Las letras y dígrafos: el status de la ch y ll. Se consideran grafemas solo los signos gráficos
simples. Además de las veintisiete letras indicadas arriba, hay cinco dígrafos: ch (abochornar,
chapa); ll (lluvia, rollo); gu (guiño, pliegue), qu que representa el fonema k (esquina, queso);
rr (arroz, tierra).
20
consideran letras del abecedario los signos simples, aunque también existen combinaciones de
grafemas para algunos de sus fonemas.
Origen del abecedario español. Es el alfabeto latino, que desciende del griego a través de los
etruscos, que emplearon c ante e/i, la k ante a, y la k ante o/u.
El alfabeto latino estaba formado por estas veintiuna letras, de las que se ofrece la forma
mayúscula: A, B, C, D, E, F, G, H, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X. La conquista de Grecia
por Roma, s. II a. C., aumentó el abecedario a veintitrés: Y, Z.
Los nombres de las letras. Por influencia etrusca sus nombres son fonéticos, o sea, a partir del
sonido característico, con ayuda del fonema /e/ principalmente; otras como la k es la a; la h es
hache, la j es jota, a partir de iota; la v es la u/ve consonante; la w es la ve doble.
Letras con varios nombres. La b: be larga, grande o alta; la v: uve, ve, ve corta, chica,
chiquita, pequeña, baja; la w: ve doble, doble ve, (doble u: calco del nombre inglés: double u),
doble uve. La denominación más extendía: be larga y ve corta.
La y: ye es el nombre único que es recomendado para todo el ámbito hispánico, desde 1869,
en vez del tradicional: i griega.
En las lenguas de escritura alfabética, los grafemas representan gráficamente los fonemas; lo
ideal, un grafema representa un fonema, ya que en español hay un alto grado de adecuación
entre unidades fónicas y gráficas, por la simplicidad de su sistema fonológico. Sin embargo
hay algunas desviaciones: veintisiete grafemas y cinco dígrafos para representar 24 unidades
fonológicas; además, la /h/ no representa ningún fonema, y la /x/ que, en la mayoría de las
veces, tiene una secuencia de dos fonemas.
6.1 La representación gráfica de los fonemas vocálicos. Son cinco fonemas con cinco
grafemas, que unidos antes o después a la h no suena: hacha, hebra, horno; alhaja, brahmán,
cohecho, rehogar; bah, eh, oh, sah; alhelí/alelí.
6.1.1 Los sistemas vocálicos representados siempre por el mismo grafema. Los fonemas a
(acoger, raro, puerta), e (esmero, comer, corte), o (oler, prole, ancho), cada uno es
representado por un solo grafema.
21
6.1.2 Fonemas vocálicos representados por distintos grafemas. El sistema vocálico por cinco
fonemas: a, e, i, o, u, representados en siete grafemas distintos, porque la i y la u pueden
aparecer representados por dos grafemas distintos (i, y; u, ü).
- Representación gráfica del fonema /i/. La i de ordinario representa el fonema /i/ y puede
aparecer en cualquier posición: islote, ion, pino, tierno, casi; también, acompañando la /h/: hi,
ih: hijo, cohibir, menhir, mihrab. Las palabras que empiezan por /i/ se escriben con /h/,
excepto: ion, iodo/yodo, iota y las palabras formadas con la raíz griega: iatro (médico):
iatrogenia, iatrogénico.
El fonema i representa el grafema, pero, puede ser reemplazada por la y en algunos casos.
Las palabras que se inician con hie, ie se pronuncian como si fuera y, y se escriben de ambas
maneras, más con y en el español americano: hiedra/yedra, hierba/yerba, hierbajo/yerbajo,
hierbal/yerbal, hierbatero/yerbatero, hierbaluisa / yerbaluisa, hiebasal / yerbasal, hierbería /
yerbería, deshierbar/desyerbar, iatrogenia/yatrogenia, hiero/yero, hierra/yerra, yodo/iodo.
El uso de la letra /y/ para el fonema /i/: cuando se trata de conjunción copulativa: madero y
hierro. La y se cambia por e en estos casos: aguja e hilo; canta e, insistiéndole; e Inés se fue;
no se transforma en e en estos casos: madera y hierro, agua y hielo, alfa i iota; diptongo e/y
hiato, moléculas e/y iones; en cambio, se dice y se escribe así: ¿Y Inés?
La /o/ se cambia por /u/ cuando la palabra siguiente empieza por o/ho: siete u ocho, vertical u
horizontal; con cifras que empiezan por o: setecientos u ochocientos.
La /i/ cambia por la /y/ cuando va al final de la palabra: ay, Bombay, carey, fray, ley, yóquey,
buey, jagüey, Uruguay. Si la i es final es tónica: agnusdéi, Haway, Hanoi, bonsay, jai,
bonsái/bonsay, paipái/paipay, samurái/samuray, tipói/tipoy, cuy/cui; curri, dandi, derbi,
panti, sexi, penalti, sexi… cati (de Catalina), Dani de Daniel, Mari de María, Toni de
Antonio, derbi de derby, panti de panty.
Otros vocablos: aymara, greyser, licra, byte (bait), yersey, esprays, gay/gais, yoquey/yoqueis,
sesentaiocho, Otros escritos correctos: buey/bueyes, convoy/convoyes, virrey/virreyes.
- Representación gráfica del fonema /u/: Esta puede ser representada así: u/ü, además la w. El
fonema /u/ puede estar en cualquier posición: uniforme, úvula, punta, cuerda, tribu, tú.
22
El uso de la u con diéresis: ü se escribe para que se pronuncie en estas palabras: cigüeña,
vergüenza, agüita, pingüino; cuando la u aparece sin diéresis, apenas es un signo gráfico y no
fonema: guerra, juguete, merengue, guitarra, águila, grogui.
Se da la posibilidad de palabras que se escriben con hu y con gu: hueso, huevo, ahuecar,
chihuahua, parihuela.. Casi todas estas palabras son préstamos de las lenguas amerindias:
huaca/guaca, mariguana/marihuana, enagua/nagua.
El uso del fonema w para representar el fonema u. Usado en palabras prestadas, típicamente,
del inglés: sandwich, waterpolo, web, welter, wéstern, taekwondo, wau, kiwi, washingtoniano,
kuwaití. Mejor decir güiski.
6.2.2 Fonemas consonánticos representativos por más de un grafema o dígrafo. El fonema /b/
se representa por estas letras: /b, v, w/. Ejemplos de cambio de la /p/ por la /b/: lupus, lobo;
abad, abbas, obviar de obviare, subversión de subersio; otras se cambiaron: barrer de vérrere,
boda de vota2.
2
Notas orientadoras sobre el uso de la letra b (p. 94-96).
23
Uso de la w para representar el fonema /b/. Inexistente en latín. Wamba: bamba, Wifredo:
Bifredo, Witisa: Bitisa, wolfronio: bolfronio, Wagneriano: bagneriano, Wesfalia: Besfalia.
Weimar: Beimar, Kowalski: Kobalski, Van der Weyden: Banderbeiden,
Representación gráfica de la /g/. Puede ser representada con estas formas: /g/ /gu/ /gü/:
amígdala, dogma, zigzag, pedigüeño, pingüino. Como dígrafo /gu/: burgués, guerra, alguien,
guisar, lobreguez, seguir, sigo, averiguar; con diéresis en la /ü/: averigüe, Itagüí, Togüí; otras
posibilidades: gloria, grande, legítimo.
Representación gráfica del fonema /j/. Para representarlo se emplean dos letras: j, g, y
ocasionalmente por la letra x.
En cualquier posición: jabalí, jeta, jirafa, jocoso, júbilo, trabajar, objeto, boj, carcaj, reloj. El
uso de la /g/ solo antes de e//e/ /e /i/: gente, girar, alergia, gente y jefe, jinete y gitano; de
ordinario, depende de la etimología, del préstamo de otras lenguas: higiene del francés, pero
jirafa no obedece al italiano (girafa), no conserva su procedencia. La duda se resuelve
consultando al diccionario y al cuadro presentado por el texto base3.
Los extranjerismos con j se deben pronunciar como vienen y escribirlos en cursiva: gigoló,
gin, ginseng, manager, jazz, je. Si se decide acogerlo en español se ha de escribir como se
pronuncia: bluyín, yacussi, yincana, como las antiguas aceptadas: yute, trayectoria, apoyatura,
jade, jungla,
Hay casos en que un mismo extranjerismo se escribe de dos maneras jersey: jersey y yerséy;
los mismo pyama se ha adaptado así: pijama en España y piyama en América, banjo/banyo,
soja/soya.
Variantes de palabras con j antes de /e/ /i/: ajigolón mejor agigolón (prisa, ajetreo), Jenízaro,
mejor que genízaro; jerbo, mejor que gerbo; jiennense (de Jaén) mejor que giennense; giga
mejor que jiga; gineta mejor que jineta; hégira mejor que héjira; pagel mejor que pajel.
El uso de le letra x para representar el fonema j. La x se usó hasta principios del siglo XIX;
exactamente, 1815, cuando la ortografía académica suprimió: crucifixo, mexila, exemplo por
crucifijo, mejilla, ejemplo. Pero, quedan algunos: México, Oaxaca, Texas y sus derivados;
también antropónimos como Ximena: Jimena, Mexía: Mejía. El término prójimo significa
cualquier persona, miembro del género humano, y próximo significa cercano, vecino.
· C antes de las vocales a, o, u: casa, pescar, contra, oculto, o al final de voces onoma-
topéyicas: clic, crac, tictac, cómic, frac, chic.
· El dígrafo qu antes de /e/, /i/: querer, quimera. Aquí la u del dígrafo carece de valor fónico.
Boca/boquiabierto, chocar/choque, delincuente/delinquir, Turquía/turco. Otros usos: crac
(crack), críquet (cricket), níquel (níkel: al.), tique o tiquete (ticket).
· Uso de la letra k para representar el fonema k (excluida del español entre 1815 y 1869,
siendo reemplazada por c o qu). Hoy la k se emplea en todas las posiciones, en especial, para
3
Notas orientadoras para el uso de la j ante e, i (p. 103) y de la g antes de e, i (p. 104-106).
24
resolver el préstamo de vocablos de diferentes lenguas; del inglés (bikini, kayak, kril,
vikingo…), del alemán (búnker, káiser, del francés (anorak, kiosco), del ruso (katiuska,
vodka), del vasco (euskera), del japonés (harakiri, kamikase, kimono), del árabe (kif, kurdo),
del hebreo (kibutz, kipá), del turco (kilim); además de derivados de diferentes idiomas:
cacatúa (del malayo), canguro (francés), cinc o zink (alemán: Zink), cococha (del euscaro),
disquete (del inglés: dischette), esmoking (del inglés: smoking).
Se recomienda escribir: alaskeño, skenazi, bikini, caqui, Catar, catarí, criptón, cuáquero,
euskera, folclor (e), harakiri, Irak, kamikaze, kimono, kinesiología, koiné, kurdo, mikado,
musaka, neoyorquino, pakistaní, pekinés, póker, polca, querosén, querosone, quiosco,
telekinesia/telequinesia, Tanganica, Turquestán, uzbeco, vodka.
La representación gráfica del fonema /rr/. Puede ser representado de dos maneras: con la letra
r y con el dígrafo rr; en posición inicial con sonido de rr así: rama, rebotar, risueño, roca,
rueda; también después de consonante: alrededor, enredo, honrado, israelí, exrepresentante.
Cuando forma de una sílaba suena el fonema vibrante simple (b, c, d, f, g, h, p. t): sobre,
escribir, drama, cofre, vinagre, patria; pero cuando va con prefijo se emplea suena como /rr/:
subrayar, ciudadrealeño (Ciudad Real), posromántico.
La representación gráfica del fonema y. Este fonema tiene un solo modo de representación
grafica para la minoría hispanohablante, que incluye también el fonema /ll/, utilizado solo por
los yeístas; estos tienen facilidad de distinguirlos y de escribirlos bien. Los yeístas, en cambio,
tienen dificultad para la escritura. No obstante, es bueno ver algunas notas orientadoras 4.
Palabras que representan variantes con ll y con y. Empezó a presentarse a finales de la Edad
Media y de manera desde el siglo XVI. Estas son las variantes más frecuentes:
La representación gráfica del fonema z. Quienes cecean tienen facilidad para distinguirla
(grupos andaluces y canarios).
Norma general:
(a) La zeta se usa antes de /a/, /o/, /u/: zapato, alcanzar, zorro, razonable, azufre, zurdo, ante
consonante: amanezca, azteca, brizna, gazpacho, jazmín, juzgar; también, en la posición
final: ajedrez, cáliz, feliz, luz.
(b) Se emplea la ce antes de vocales /e/, /i/: ceder, hacer, cianuro, gracias.
4
Notas orientadoras sobre el uso de la letra y con valor consonántico (p. 120-121).
25
- Las grafías de los compuestos, derivados y formas flexivas de palabras que incluyan el
fonema /z/ p /c/ según corresponda: arroz, arrozal, arroces, arrocería; bostezar, bostezó,
bostece, bostecemos; cáliz, cálices, caliceforme; dulce, dulcería, dulzón, endulzar; feliz,
felices, felicidad, felicísimo; hacer, hacía, hizo, haz; vencer, vencido, venzo, venzamos; voz,
vozarrón, vocecilla, vocero, vocinglero.
- Representación gráfica del fonema /s/. Grafemas que representan el fonema /s/ en todo el
ámbito hispánico: las letras s y x. El fonema /s/ puede aparecer para representado por el
grafema /s/ en cualquier posición: saber piso, estrella, además. La s inicial que viene de los
otros idiomas, se le acompaña con una vocal: escáner del inglés scanner, escena del latín
scena; algunos empiezan con s inicial: Sri Lanka, statu quo del latín.
- Grafemas que representan el fonema /s/ en las áreas de seseo: c (ante e, i) y z. Este existe
para la mayoría hispanohablante que lo origina problemas para la escritura. Ayuda tener las
siguientes indicaciones5.
- Palabras que presentan variantes con s, z, c ante e, i. Hay palabras que admiten en su
escritura grafías con s, z, c ante e, i por tener el mismo sonido para tales hispanohablantes.
Algunos ejemplos de términos conocidos: basuco/bazuco, bisnieto/biznieto, casabe/cazabe,
cascorvo/cazcorvo, cebiche/ceviche, sebiche/seviche (palto de pescado), crisneja/crizneja,
Curasao/Curazao, Cusco,/Cuzco, manicero/manigero, mescolanza/mezcolanza, pardusco/
parduzco, pretencioso/pretensioso, sábila/zábila, santafecino/santafesino, cemita/semita
(harina, pan o bollo), verdusco/verduzco, sapote/zapote, sonso/zonzo, suncho/zuncho,
6.3 Grafemas especiales. El español incluye dos grafemas especiales, por motivos distintos:
letra h que no representa ningún fonema, y la letra x, que no representa un fonema sino una
secuencia de dos fonemas.
5
Notas orientadoras sobre el uso s para los hablantes que sesean o cecean (p. 129-131).
Notas orientadoras sobre el uso de la letra c ante e, i para hablantes que sesean o cecean (p.133-136).
Notas orientadoras sobre el sufijo –ción (p. 136-137).
Notas orientadoras sobre el uso de la letra z para hablantes que sesean o cecean (p. 137-139).
26
La letra h. No representa fonema y en la mayoría es grafema; por eso, se le llama “hache
muda”, en oposición a unos casos en los que se habla de “hache aspirada”.
- La h muda. En la mayoría de los casos se conserva por razones etimológicas o por tradición.
En latín la h era aspirada en la época clásica; después se la consideró muda, permaneciendo en
la escritura y así pasó al español: anhelare/anhelar, hodie/hoy, hernia/hernia, nihil/nihilismo.
Otro origen desde la fe del latín: fácere/hacer, farina/harina, ferire/herir, formica/hormiga.
También, aparece la h por etimología proveniente del griego como hemi-, hidro-, hiper-...:
hemiciclo, hidroavión, hipermercado.
Otras son razones historiográficas: hueso, huevo, deshuesar; en otras palabras se omitió como
de hibernus/invierno, reprehéndere/reprender; en otros casos, admite la doble posibilidad:
alelí/alelí, aprender/aprehender (con diferente significado.
- La h aspirada. Buena parte de la hache es préstamo de otras lenguas, en los que ella es
aspirada; pero, en español, dejó ser aspirada. Sin embargo, algunas son aspiradas como dírhan
(moneda), hachís, harma (grupo irregular marroquí); del alemán: hámster (roedor), Hanoi,
Haway, Hegel, Helsinki, Honololú. La h aspirada se asimila a menudo a la j y de hecho alguna
se escriben con j: jaca, jalear, jamelgo de famelicus, juerga, jalar en vez de halar (América).
- La letra x, según el lugar que ocupe dentro de la palabra presenta estos valores fónicos:
(a) en posición intervocálica presenta los fonemas /k+s/: axila, examen, exhibir, relax; por
razones etimológicas se escribe excepcional con cs en lugar de x en estas palabras: facsímil,
facsia, Fuchs, macsura, blocs, cómics, anoraks, yaks.
6
Notas orientadoras sobre el uso de la letra h (p. 146-149).
27
(b) En posición final de la sílaba: excombatiente, excusa, expulsar, mixto, yuxtaponer (en
estas la x se pronuncia como s)
(c) En posición inicial de palabra, representa el fonema /s/: xenofobia, xerocopia, xilófono. En
caso de duda, consultar al buen diccionario o en notas orientadoras7.
6.4 Valores fonológicos de los grafemas y dígrafos del español. Resumen en sendos
cuadros de los valores fonológicos correspondientes a cada uno de los grafemas y de los
dígrafos (p. 161-166).
6.5.1 Secuencias de vocales. Estas pueden ser: aa, ee, ii, oo, uu. A continuación su estudio.
- Secuencia aa: El Aaiún, Isaac, Aarón; en los elementos compositivos extra, infra, meta,
para, supra, tetra, ultra antepuestos a palabras que empiezan por a; son válidas las grafías:
contralmirante, contratacar, frente al uso de la doble aa. En cambio, es indispensable
contraamoral para evitar confusión.
- Secuencia ee. Unas palabras son siempre con ee las formas de conjugación como lee, posee,
provee y todos los vocablos de su familia; lo mismo los resultantes del sufijo ero/era, eo/ea:
obleero, fideero; lo mismo, los topónimos: neerlandés. Se pueden escribir de con e o ee las
voces formadas por los prefijos o elementos compositivos terminados en –e, como pre-, re-,
requete-, sobre-, tele-, vice-: reelegir/relegir; los elementos compositivos terminados en –e:
sobreesdrújula/sobresdrújula; los compuestos por palabras terminadas en –e: maestreescuela/
maestrescuela. En general, se puede simplificar; pero, no en los siguientes: reestablecerse,
reevaluar, reemitir, porque escritos con una sola e tiene significado distinto: restablecerse,
remitir, revaluar. Los plurales es mejor escribirlos con una sola e: telespectadores, telesquí,
rompesquinas.
- Secuencia ii: sufijos que inician por i; entre ellos: -í, -ismo, -ista, -ita, -itochií, chiísmo,
chiíta, priísta, Rociíto. Los superlativos terminados en –ísimo: friísimo, imiísimo; en cambio
de amplio es amplísimo, de limpio es limpísimo.
Puede escribirse con ii o con i los prefijos o elementos compositivos terminados en –i como
anti, di-, mini- multi-, pluri-, poli-, semi-, toxi-.
7
Normas orientadoras sobre el uso de la letra x, p. 154-56).
28
- Secuencia -oo-, para elementos compositivos de origen griego: zoo-, noo- y –oo-: soófago,
protozoo, noosfera/noosfera, oosfera; croo, croó, incoo, incoó, loo, loó. Los prefijos o
elementos compositivos: auto-, electro-, macro-… pueden ir con oo o con o:
gemanooriental/germanoriental, prooccidental/proccidental.
- Secuencias de dos vocales iguales separadas por una h muda: albahaca, azahar,
pita-haya/pitajaya… así se ha de escribir y pronunciar: contrahacer, causahabiente,
matahambre; dehesa, vehemente; mejor reprensión, aprehender y aprender; nihilidad,
antihigiénico, antihistámico; bien: cohombro, cohonestar, moho, prohombre, ricohombre,
alcohol.
6.5.2 Secuencias de consonantes. Son ellas: ll, rr y cc; conviene conocer su aplicación.
CAPÍTULO II
8
Notas orientadoras para la reducción de secuencias de dos vocales iguales en palabras prefijadas y compuestas
(p. 171-72).
9
Notas orientadoras sobre palabras terminadas en –cción (p. 175-76)
29
El presente capítulo ofrece estos puntos: el acento prosódico y su representación gráfica, el
acento prosódico y el acento gráfico. Estos dos últimos puntos con algunas subdivisiones.
Adelante en su estudio cuidadoso.
Cada palabra pronunciada destaca una o dos sílabas en su acentuación. El acento es un rasgo
prosódico o acento prosódico que da énfasis a una sílaba sobre las otras de la palabra. En la
práctica solo unas lenguas, como el español, dan cuenta gráfica del acento prosódico, según
determinadas reglas, en el cual se señala de forma regular y práctica de manera exhaustiva.
La forma propia del español es la rayita oblicua (´) sobre una vocal con la cual indica que tal
sílaba lleva el acento prósodico. Este signo se denomina tilde, acento ortográfico u orto-
gráfico; tal signo permite reflejar o conocer la acentuación de cualquier palabra española, así
se vea por primera vez y nunca se haya escuchado.
En seguida, se explica la naturaleza del acento prosódico español, sus funciones y unidades
lingüísticas a las que afecta, junto con los principios sobre el sistema de normas que regulan
su presentación gráfica.
2 EL ACENTO PROSÓDICO
Este tema analiza los siguientes puntos: características y funciones de la acentuación gráfica,
la sílaba acentuada de cada palabra. Conviene precisar estos conceptos.
2.1.1 La caracterización fonética. Indica que se da relieve a determinada sílaba, con respecto a
las demás de una palabra. A la fonética le corresponde determinar qué características del
sonido son las alteradas, en otras palabras, sílabas tónicas y sílabas átonas.
El énfasis del sonido, esto es, intensidad o fuerza espiratoria: acento de intensidad; en español,
lo característico es la elevación del tono: aumento de la duración o de la intensidad.
2.1.2 La caracterización fonológica. El francés y el finés tienen acento agudo (al final de cada
vocablo), y el latín se determina por factores distintos del español. Este, junto con el inglés y
el italiano, su acento es libre, porque puede ser en cualquiera de las sílabas hasta en la anterior
a la antepenúltima sílaba. Además, por el acento, en el español se distinguen dos palabras de
que identifican realidades distintas (práctico, practico, practicó); también diferencia del acento
prosódico (para de detener y para preposición), sí (afirmativo), si (condicional),
2.1.3 Funciones del acento prosódico. Están las siguientes: función contrastiva (como de
comer y como conjunción): duermo tan bien como como; función distintiva en cantó y canto;
función culminativa: Si te acuerdas, Díselo. Por todas estas variables, se hizo apropiado el
sistema de reglas para la acentuación.
30
2.1.4 Acento con y sin representación ortográfica. Se denomina acento léxico o primario y
aparece en las siguientes palabras, como ejemplo: Té, casa, triciclo, imposible, recuérdaselo.
En las palabras de más de tres sílabas pueden existir uno o dos acentos: hipermercado, dásela,
dibújaselo, El acento sintáctico o máximo en sílabas subrayadas: En los meses de junio y
agosto. Disminuye la actividad de la empresa.
El acento enfático se presenta en discurso oral político o periodístico, que de ordinario recaen
en el primario o léxico: La responsabilidad del Gobierno… El carácter internacional del
conflicto. Ofrécele un refresco (se entiendo uno solo).
Los acentos secundario, sintáctico y enfático o expresivo no tienen carácter distintivo fono-
lógico en principio en español, porque dependen de la intención del comunicador. Por eso, el
sistema ortográfico está diseñado para cuenta solo del acento léxico primario.
2.2 Unidad lingüística sobre la que recae el acento prosódico: la sílaba. La mayoría de las
lenguas, incluso el español, realiza los rasgos prosódicos sobre la sílaba, superior al fonema;
aunque alguna vez puede ser sobre un fonema; por ejemplo, pla.ne.ta.rio; e.so.
2.2.2 Secuencias vocálicas. Dentro de una palabra puede darse secuencia de dos hasta cinco
vocales seguidas: vien-to, re.í.as, en.tre.o.í.ais. En cuanto a la pronunciación, es posible
hacerlo en tres vocales seguidas como máximo; cuando dos vocales seguidas se pronuncian
dentro de una misma sílaba, forman lo que se llama diptongo: co.pia, mies, deu.da, bue.no,
au.llar; pero si cada vocal se pronuncia aparte, tal secuencia se llama hiato: ma.es.tro, fe-o,
ca-bí.a, a-cen.tú.a. Cuando tres vocales pertenecen a una misma sílaba, se llama triptongo:
Pa.ra.guay, a.nun.ciéis.
Una vocal abierta: a, e, o seguida de un vocal cerrada átona: i, u.: an.cia.no, pien.so, vio,
cuan.to, sue.lo, ai.re, hay, de.béis, es.toy, au.lli.do, Eu.ge.nio, es.ta.dou.ni.den.se.
Sin embargo, en algunas regiones pueden darse pronunciaciones con hiato: con.fi.é frente a
lim.pié, pi.a.no frente a mar.cia.no, ac.tu.ó frente a a.guó.
Triptongos: secuencias de tres vocales dentro la misma sílaba; comprende vocal abierta,
precedida o seguida de vocal cerrada: es.tu.diáis, viei, ra, ra.dioi.só.to.po, U.ru.guay,
a.tes.ti.guéis. En zonas como la caribeña, mexicana y andina, la secuencia de tres vocales
puede ser pronunciada como una sola silaba: con.fiéis, am.plíais,
31
Hiatos: secuencia de dos vocales que se pronuncian en sílabas distintas. Desde el punto de
vista articulatorio se producen estas combinaciones vocálicas:
(a) Vocal cerrada tónica (i, u) precedida o seguida de vocal abierta átona (a, e, o): po.dí.a, rí.o,
puú.a, pun.tú.e, flú.or, ra.íz, ta.húr, fe.hú.cho, fi.no.ú.grio.
(b) Vocales abiertas (a, e, o): ca.er, a.ho.go, ro.er, te.a.tro, bar.ba.co.a.
De ordinario cada palabra tiene una sola sílaba tonica: ca.si, me.sa, tri.bu, fo.so, su.pe.
En cuanto al acento y las sílabas con núcleo vocálico complejo, la vocal abierta (a, e, o) junto
a una cerrada, es más intensa, tensionada y durable que la cerrada; por eso, la vocal abierta es
más perceptible: rufián, pienso, violencia. Si dos cerradas (i, u), resalta la que recibe el acento
que por lo general es la segunda: fui, ruido, diurno, veintiún, diurético, ciudad, juicioso.
Las palabras átonas son las palabras clíticas (inclinadas), que se apoyan en otra palabra
anterior o posterior: Se lo dijo, desde la ventana. Las clíticas al apoyarse en otra palabra, se
llaman proclíticas; si la palabra átona forma parte del grupo acentual con la palabra que la
precede, se llama enclítica. Así son los pronombres personales pospuestos: Déselo.
La mayoría de las palabras átonas son monosílabas y unas cuantas disílabas y trisílabas.
Las siguientes palabras son átonas: los artículos el, la, los, las; los posesivos antepuestos: mi,
tu, nuestro/a, os/as; vuestro/a, os/as; los adverbios tan, medio, aun; algunos sustantivos usa-
dos como fórmula de tratamiento antepuestos a nombres propios: don, doña, fray, sor, san,
santo, (Doña Luisa, santo Tomás); los pronombres personales me, te, se, lo/s, la/s, le/s;
también, en la mayoría de los relativos: la casa donde vivo, quien lo hace la paga, venga
cuando quiera; las conjunciones: aunque, como, con algunas excepciones; las preposiciones
contra y para.
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Palabras tónicas que pasan a ser átonas en expresiones pluriverbales: a) el primero de dos
antropónimos: José Luis; de dos topónimos complejos: Buenos Aires, Puerto Príncipe, Nueva
York; b) primer elemento de numerales complejos: treinta dos mil, cuarenta y siete, vigésimo
primero; también de ciertas locuciones: patas arriba, mientras tanto, medio ambiente, ¡Dios
mío!, medio ambiente, arco iris, vía crucis… c) algunos adjetivos, sustantivos y verbos
antepuestos: buena mujer, doctora Flores; puede irse, capitán; el capitán Ochoa.
(a) Agudas u oxítonas, acentuadas en última sílaba: bondad, considerar, iglú, además,
mirarán.
(b) Graves, llanas o paroxítonas, acentuadas en la penúltima sílaba: resta, callejeros, hacen,
inútil, azúcar.
La mayor parte de las palabras son llanas, la mitad son agudas y las esdrújulas son casi una
excepción.
Hay términos derivados que cambian de acentuación respecto de su término original canguro
(del francés con acento agudo), anfetamina (del inglés esdrújulo). También hay vocablos con
doble acentuación aceptada: alvéolo/alveolo, dínamo/dinamo, chofer/chofer,
Las palabras con más de una acentuación prosódica, quiere decir que se pronuncian con más
de una acentuación: rubéola/rubeola, maníaco//maniaco, Kósovo/Kosovo; en este caso, cada
uno sigue lo que articula en lengua oral. Si existe un caso de acentuación triple: bustrófedon,
bustrofedon, bustrofedón; aquí se usa más la antietimológica es la esdrújula; pues, era llana en
latín y en griego, aguda.
Las palabras heredadas del latín clásico se denominan palabras patrimoniales, como de auris:
oreja; y del cultismo que se derivan del griego o del latín de otras épocas: aurícula pasa al
español con el cultismo aurícula. Son pocas las voces patrimoniales de doble acentuación:
pabilo de papilus: pabilo, pábilo; faseolus pasa al español con estas posibilidades: frijol/fríjol,
frejol/fréjol. El cambio de acentuación se presenta en los préstamos de otras lenguas:
folíolo/foliolo, pecíolo/peciolo, austríaco/austriaco, maníaco/maniaco, nigromancía/ nigro-
mancia, quiromancía/quiromancia; los tecnicismos: ósmosis/osmosis, médula/ medula, hemi-
plejía/hemiplejia, búmeran/bumerán, Malí/Mali, anófeles/anofeles, vídeo/video, daiquirí/ dai-
quiri, actuar/actúo, averiguar/averiguo, expatrío/expatrio, palían/palian, adecúan/adecuan,
evacúa/evacua, cíclope/ciclope, cónclave/conclave. La Real Academia, de ordinario, se
inclina por el uso mayoritario.
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Este tema ofrece estos temas para el español: sistema de acentuación gráfica, principios de la
acentuación gráfica, funciones de la tilde y reglas de acentuación gráfica.
3.1 El sistema de acentuación gráfica del español. Facilita distinguir las palabras:
remo/remó, límite/limité, célebre/celebre; la oposición de palabras átonas a las tónicas: te/té,
de/dé, tu/tú…; así se puede leer acertadamente al verlas por primera vez, que no sucede por
ejemplo en el inglés, o es muy limitado como el italiano. Es sistema útil y eficaz, que requiere
conocer y aplicar de manera apropiada.
La acentuación gráfica cuenta con el signo diacrítico, denominado tilde, acento gráfico u
ortográfico y el conjunto de reglas específicas. La tilde es esta (´) y se denomina acento
agudo; se escribe sobre la vocal, cuya la sílaba es tónica: colibrí, árbol, cólera.
Los gramáticos griegos alejandrinos, siglo III a. C., acento agudo (´): ascenso del tono;
acento grave (`): ascenso pequeño; acento circunflejo (^): elevación y descenso de la voz. El
latín, tenía acento que afectaba la penúltima o la antepenúltima sílaba; si la penúltima sílaba
era larga, esta recibía el acento y la palabra era llana: auriga; si la penúltima era breve el
acento recaía en la anterior y la palabra era esdrújula: modicus. Solo, hacia el siglo IV d. C.,
algunos gramáticos adoptaron los signos acentuales griegos. Alrededor del siglo XV, por el
influjo del movimiento humanista, algunas lenguas europeas adoptaron el sistema griego de
acentuación; la primera fue el italiano, especialmente en las palabras acentuadas en la última
sílaba. En la segunda década del siglo XVI se empleaban de forma irregular los acentos en los
escritos franceses, siguiendo la pauta italiana.
En la mitad del mismo XVI aparecen signos acentuales en algunas palabras españolas; en el
siglo XVII se generaliza el uso tales signos diacríticos en sus tres características. A partir del
siglo XVIII se generaliza el uso del acento agudo en el Diccionario de Autoridades (1726); el
acento grave solo para las vocales; el acento grave en las vocales que seguían a la ch, x. Se
aplica el principio de economía consistente en usar solo la tilde en algunas palabras, por
ejemplo, en las palabras esdrújulas.
3.2 Principios por los que se rige el sistema de acentuación gráfica del español. Su
finalidad es indicar la sílaba tónica de todas las palabras. Así establecen estos principios, con
sus aplicaciones:
a) Solo las palabras tónicas son susceptibles de llevar tilde. Por consiguiente, la o, entre
números 2 o 3, no lleva tilde; excepción, más, cuando es adv. adj. o pr…; distinta de la
conjunción adversativa mas: pero. También hay prefijos sin tilde y sueltos con tilde:
supermercado, gasolina súper.
b) El sistema acentual no busca hacer distinción entre palabras tónicas (sust. adj, verb. y adv.)
y átonas (art., prep. conj.). No todas las palabras tónicas se escriben con tilde y los hablantes
nativos la pronuncian bien de manera espontánea: Él vino de Italia; el vino de Italia.
c) La unidad para aplicar las reglas en cada palabra aislada: planta, los, y, miran, tríptico,
Villarrodrigo, veintiséis, donjuán, arcoíris, puercoespín, porque, díselo, corrreveidele,
plenamente. Asimismo, hay varias palabras unidas que forman unidad léxica en el sentido
conceptual: Juan Pedro, Villa París, treinta y dos, político-administrativo, ojo de buey, arco
iris, puerco espín, por que, se lo dices. Se escriben así: vigésimo primero, teórico-práctico, el
trayecto Bogotá-La Dorada-Valledupar; no afecta la ortografía en la partición de la palabra al
34
final del renglón: taxí-metro, musico- terapia. Si se escribe el habla popular, se aplica la
ortografía, así: Usté, me cuenta su puerca vida. Otro uso de la tilde se requiere en expli-
caciones como las palabras terminadas en –ción, - ónimo, -ogo.
d) El sistema refleja solo el acento gráfico o primario, no los demás: acentos secundarios,
acentos sintácticos o máximos y acentos expresivos o enfáticos: práctico, practico, practicó.
e) En cada palabra solo aparece una tilde. La mayoría de las palabras solo tiene un acento
léxico: bien, extender, ramaje, mecánico, neonatología, repítenoslo. Los adverbios terminados
en –mente tienen dos sílabas tónicas porque el adjetivo tiene la propia: cortésmente,
rápidamente; si el adjetivo lleva tilde, esta aparece en el adverbio: hábilmente.
f) La tilde solo se escribe sobre el grafema vocálico. Este el núcleo de la de la sílaba tónica,
normalmente las letras a, e, i, o, u; excepcionalmente también en y: Aýna (municipio español),
Laýna (apellido). También en grafías desusadas: otrosý, Ýñigo, Ýscar, desque lo ý metieron
(Berceo, c. 1236).
g) La tilde sobre la vocal indica que ella misma tiene el acento prosódico de esa palabra: tú,
arnés, también, mástil, espía, súbito, expresámoslo. Si una palabra carece de tilde, no
significa que también carece de acento prosódico.
j) Las reglas de acentuación por sí no indican la articulación en una o dos sílabas. Así, cuento
y cruento sin signo diacrítico; esto de indicarlo, es solo aplicable en los textos poéticos. La
razón básica es que apenas hay un solo significado de cuento y de cruento. Pero, sí hay la tilde
sistemática en batería, confíe, hastío, desvaído, cafeína, oído, la cual permite identificar el
hiato, escribirlo y pronunciarlo de manera apropiada.
35
Solo las palabras llanas que terminan en y llevan tilde: yóquey, póney.
Entre las palabras, hay unas con más de una acentuación en dos vocales diferentes:
adecue/adecúe, alveolo/alvéolo, chofer/chófer, futbol/fútbol, Kosovo/Kósovo, periodo/perío-
do. Con vocales cerradas, solo estas: buitre/buítre, fluido/fluído.
Estas palabras reciben siempre el acento en la misma vocal y sin tilde: guie, fie, truhan, liais y
otras similares. Por lo anterior, es válida la supresión de la tilde para solo y para los
pronombres demostrativos.
3.3.1. La función prosódica. Está marcada por la tilde escrita sobre la vocal respectiva;
entonces, toda palabra escrita con tilde es una palabra prosódicamente acentuada, sea,
monosílaba o polisílaba: mí, dé, qué, recibí, fútbol, príncipe, estúdiatelo.
Sin embargo, hay palabras tónicas sin tilde, por el principio de economía.
3.3.2. La función diacrítica. Consiste en escribir palabras con tilde para distinguir dos
significados: tú (pronombre) y tu (adjetivo), dé y de, quién y quien, cuándo y cuando, etc.; la
tilde se escribe para precisar una distinción indispensable, ya que cada una pertenece a una
categoría gramatical diferente.
3.4 Las reglas de acentuación gráfica. Comprende reglas generales, acentuación gráfica de
las palabras con secuencias generales, tilde diacrítica y tilde en aún/aun.
- Llanas: se escriben con tilde cuando terminan en consonante distinta de n y s, o ch: ángel,
referéndum, tóner, Tíbet, tórax, lápiz, crómlech; cuando termina en más de un grafema
consonántico: cíborg, wésterm, clárens, bíceps, fórceps, récords.
- Esdrújulas y sobresdrújulas: siempre se escriben con tilde: análisis, cóselo, hábitat, rápido,
recítaselo, imagínesemelas.
3.4.2 Acentuación gráfica de las palabras con secuencias vocálicas. Se toman según la
articulación mayoritaria de cada combinación vocálica; en todo caso sobre la vocal más
perceptible y sobre la que se pronuncia con más intensidad; también, más duración; si son
cerradas, se escribe la tilde sobre la segunda.
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- Palabras con diptongo ortográfico. Diptongo es la secuencia de dos vocales de una misma
sílaba; abierta y cerrada átona: estabais, hacia, diario, afeitar, viento, pie, doy, guion, aunar,
aquario, actuado, reunir, sueño, estadounidense, antiguo. Otras palabras con dos vocales
cerradas distintas: ciudad, diurno, viuda, cuidar, ruido, huir, muy; por consiguiente, las
siguientes palabras lie, guion, truhan y hui se deben escribir sin tilde.
Desde esta nueva publicación, se suprime lo establecido en 1999. Ahora queda así: crio, crie,
criais, crieis, fio, fie, fiais, flui, fluis (de fluir); guio, guie, guiais (de guiar); lio, lie, liais (de
liar); pio, pio, piais (de piar); rie, rio, riais (de reír); sustantivos como guion, ion, ruan,
truhan.
La acentuación gráfica de las palabras con diptongo: rufián, bonsái, recién, estéis, desvió,
averigüé, licuó, derruí, interviú. Las llanas terminadas en consonante distinta de n, s llevan
tilde: estiércol, máuser, huésped, médiums, sóviets, yóquey. Igualmente, las esdrújulas llevan
tilde: diálogo, ciénega, áulico, demiúrgico, lingüística.
En los diptongos, la tilde se escribe según estas pautas: (a) la tilde va sobre la vocal abierta:
mediático, diéresis, acción, acuático, después, licuó, camináis, alféizar, Hanoi, Cáucaso,
terapéutico. (b) Cuando van dos vocales cerradas, se escribe sobre la última: veintiún,
jesuítico, acuífero.
Palabras con triptongos (tres vocales) ortográficos. Las palabras monosilábicas no llevan tilde,
y las demás, si son agudas, entonces, llevan tilde: buey, guau, confiáis, despreciéis, dioico,
anunciáis, apacigüéis; las llanas, no llevan tilde, si terminan en vocal, n, s: vieira, dioico,
escorpioide, guaucho, hioides.
- Palabras con hiato. Dos vocales seguidas que pertenecen a distinta sílaba forman hiato. Las
palabras con hiato se acentúan gráficamente según estas reglas:
(a) Vocal cerrada tónica, precedida o seguida por vocal abierta, se escribe tilde en la vocal
cerrada tónica: serías, sabíais, desvíen, mío, cacatúa, actúe, búhos, caídas, reído, oído,
transeúnte, finoúgrio, raíz, reír, oír, laúd, tahúr; tíos, día, Rocío llevan tilde por contener
hiato de vocal cerrada tónica y abierta átona.
b) Las palabras que incluyen cualquier otro tipo de hiato siguen las reglas generales de
acentuación: Jaén, traerás, acordeón, peleó, Noé, rehén, chií; otras palabras también siguen
reglas generales: caer, baobab, soez, alcohol; bóer, Sáez, africáns, paella, vean, ahora,
anchoa, museo, poetas, chiita; esdrújulas: aéreo, línea, océano, caótico, coágulo, teórico,
héroe, zoólogo.
3.4.3 La tilde diacrítica. Se emplea para distinguir uno de los dos significados. Típicamente
son monosílabos: el/él, de/dé, si/sí, quien/quién…; las polisílabas se emplean con tilde cuando
tienen significado interrogativo o exclamativo: ¡cómo!, ¿cuándo?, ¡dónde!, ¿quiénes?. Su uso
es limitado, debido a su carácter extraordinario.10
Escritura con tilde por ser interrogativos o exclamativos: qué, cuál, qué, dónde, adónde,
cómo; pueden ser precedidos por preposición y conjunción (y, hasta…); también pueden tener
10
Tabla 1. Tilde diacrítica en monosílabos (p. 243-4).
37
tilde diacrítica preguntas retóricas que no requieren respuesta: cuántas veces he vivido solo sin
la compañía de un gato. O en título de un libro: Quiénes somos. Dónde acudir en caso de
emergencia.
Exclamaciones indirectas: Hay que ver cuánto has aprendido: Ahora entiendo para qué me
citó el amigo Pomponio. Venga usted a Tunja y vera qué frío. Me di cuenta de cuánto lo
recordaba.
En determinadas locuciones o expresiones: ¿A mí qué? ¿Qué tal? ¿De cuándo acá…? ¡Dónde
va a parar! ¡Cómo no! ¡Deja de pensar en el qué dirán! ¡Si qué ni para qué lo tiró por la
ventana! ¡Lo preguntó no sé quién! ¡Le dieron un susto ni para qué! Pasó por no sé cuántas
manos antes de que lo compraras.
Cuando funcionan como relativos: Conozco la chica con quien trabajas. Lo hará como
resulte más conveniente. Quien la había convencido era su hermano Petronio. Está que no
cabe de gozo. No tenemos que hacerlo si no queremos. Miente tanto como habla. ¡Como si
fuera fácil consentirlo. Fue donde sus tíos a llamar por teléfono. ¿A que no sabes quién ha
venido? En sus novelas reproduce la realidad tal cual. Cada quien es libre de pensar lo que
quiera. Salgo a pasear con él de vez en cuando.
Escritura con tilde y sin tilde. Puede haber diferencia sustancial o no haberla: Se ha olvidado
de quién/quien lo cuidó en su infancia. La discusión depende cuántos/cuantos participen en el
proyecto. No olvides el lugar de donde/dónde viene. Me gusta cómo/como habla.11
La tilde diacrítica en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos (p. 269). No deben
llevar tilde porque son palabras llanas. Pero, llevan tilde en estos ejemplos: Trabaja sólo tres
días a la semana (aquí indica únicamente; si no llevara tilde significa que trabaja aislado.
¿Por qué compraron aquéllos (sujeto de la oración) libros usados? Si no llevara tilde
indicaría que “aquellos” es el determinante de los muebles, no pronombre. A partir de esta
ortografía nueva se puede prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble
interpretación, que en la práctica se puede entender con la ayuda del contexto interpretativo; si
no, se recomienda cambiar la redacción.
38
3.4.4 La tilde diacrítica en aún/aun. Los dos son adverbios de distintas clases. Se usa con tilde
cuando significa todavía con valor temporal (aún me gusta esta canción) o con valor
ponderativo o intensivo (a menudo con oraciones de sentido comparativo, acompañado de
adv. más, mejor, peor…). Ejemplos: No te quejes, aún has tenido suerte. Es más interesante
aún de lo que esperábamos. Es aún más simpático que su hermano.
El adverbio aun es normalmente átono, y se debe escribir sin tilde en estos casos: cuando tiene
el mismo de hasta, incluso, también, siquiera: Aun los niños saben que eso no se hace. Ni aun
su padre logró convencerlo; en oraciones con paráfrasis con aunque, a pesar de, tanto en la
locución conjuntiva aun, como seguido de gerundio, participio, de un adverbio o de grupo
preposicional (Continuó hablando, aun cuando nadie lo escuchaba; aun heridos, consiguieron
ponerse a salvo; se casó en él aun con la oposición de sus padres).
–Las formas verbales se someten a las reglas de acentuación, llevando tilde según
corresponda en cada caso: ayudándome, tráigannoslas, diciéndoselo.
- Varias palabras complejas formadas por varias palabras unidas con guion: franco-alemán,
teórico-práctico, escuela-taller, avión-hospital, Bogotá-Honda-Barranquilla, Seúl-88.
- Expresiones complejas formadas por varias palabras independientes: piel roja, Nueva Delhi,
hombre rana, ocho mil, vigésimo noveno, boca arriba, marcha atrás, José María, arco iris;
también, se pueden convertir en compuestos univerbales, y las reglas de acentuación se apli-
can sobre la palabra compuesta resultante: Josemaría, vigesimocuarto, vía crucis, arcoíris.
CAPITULO III
EL USO DE LOS SIGNOS ORTOGRÁFICOS
El presente capítulo analiza los signos ortográficos, signos diacríticos, signos de puntuación y
los signos auxiliares.
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1 LOS SIGNOS ORTOGRÁFICOS
El tema se relaciona con las marcas gráficas, que sin ser letras o números, se escriben para
facilitar la recta lectura e interpretación. El inventario actual comprende un conjunto
heterogéneo de elementos de diverso tipo y función.
2 SIGNOS DIACRÍTICOS
Estos signos ortográficos escritos sobre el grafema para indicar rasgo o valor distintivo. Los
únicos vigentes son la tilde (´) y la diéresis (¨) escritos sobre vocal mayúscula o minúscula.
2.1 La tilde, acento gráfico u ortográfico es una rayita oblicua (´) colocada sobre la vocal, la
convierte en tónica, es decir, lleva el acento prosódico de la palabra: códice, lápiz, té.
2.2 La diéresis, crema (¨): separación, división. Dos usos posibles: (a) cuando la u tiene valor
fónico propio, y debe pronunciarse cuando la g va antes y después aparece la e o la i:
lengüeta, pingüino; con el dígrafo no suena: gue: higuera, gui: seguir. (b) En textos poéticos
se puede colocar sobre uno de los elementos de secuencia vocálica para indicar que cada de
las vocales forma sílaba distinta. Se utiliza solo en textos poéticos para efectos métricos.
.
3 SIGNOS DE PUNTUACIÓN
El presente tema contempla los siguientes puntos: funciones de los signos de puntuación, la
puntuación y disciplina lingüística, la puntuación a través de la historia y los usos de los
signos de puntuación. Estos conceptos son de continua aplicación.
Los signos de puntuación manifiestan las relaciones sintácticas y lógicas, evitan las
ambigüedades y señala el carácter especial de citas, incisos, intervenciones de los interlocu-
tores… La mayoría de los signos de puntuación usos no lingüísticos, aparte de la ortografía,
como la intención del escritor.
3.1 Funciones de los signos de puntuación. La transmisión óptima del mensaje que es objeto
de comunicación. El sistema ortográfico dispone de signos que desempeñan estas funciones:
3.1.1 Indicar los límites de las unidades lingüísticas, casi siempre paralelas a las unidades
fónicas. Si vienes por la mañana, verás a Luisa. Si vienes, por la mañana verás a Luisa.
40
Comos se puede ver la presencia de los signos de puntuación es obligatoria y tiene carácter
distintivo, pues las diferencias sintáctica ofrecen cambios de significado.
3.1.2 Indicar la modalidad de los enunciados: enunciativa: Hace frío; interrogativa: ¿Hace
frío?; exclamativa: ¡Hace frío! También los puntos suspensivos pueden expresar duda del
hablante si Petronio viene: Petronio asegura que vendrá…
3.1.3 Indicar la omisión de una parte del enunciado. Además de lo anterior indicado, se puede
mencionar una tercera y es la de los puntos suspensivos, cuando con estos se omite una parte
del enunciado. Ejemplos: Se presentó con un aspecto…. Hay un clima… Ha progresado tanto
en….
También, entre los usos de la coma, se puede dar la suspensión de una palabra con la
presencia de la coma: Mi primo Pomponio estudia poco y mi prima Dositea, lo mismo.
3.2.1 Puntuación y sintaxis. El uso de estos signos aporta información gramatical relevante
para interpretar correctamente el escrito, y superar la sintaxis, en el ámbito textual, pues, sirve
para dividir y relacionar unidades discursivas: enunciado, párrafo y texto: No quiero ni debo
insistir. / No quiero (ni debo) insistir. Dije que aprendería inglés en tres meses y lo he
conseguido. / Dije que aprendería inglés en tres meses. Y lo he conseguido.
a) Pausa. Esta, unida al acento, determina el ritmo del enunciado; puede ser obligatoria y
opcional según la intención del comunicador.
La puntuación y los elementos prosódicos son paralelos sin llegar a ser reflejo mutuo; sí, de
las unidades sintácticas y semánticas.
3.3 La puntuación a través de la historia. Largo y lento proceso desde un sistema sencillo
hasta el complejo, que es el actual. Desde el siglo III a. C. los filólogos alejandrinos,
Aristófanes de Bizancio, iniciaron la segmentación rítmica y prosódica, primero el verso y
luego la prosa, con el sistema ternario de puntuación, heredado en la construcción latina.
Consistía en la colocación del punto, así: distinctio: punto alto (·) para hacer pausa
41
prolongada y marcaba un periodo, o sea, una unidad con sentido completo; punto medio o
media distinctio (.) el cual separaba unidades menores que el periodo; el punto bajo o
subdistinctio que separaba comas o incisos.
Entonces la información era por lectura en voz alta, por carencia de copias y presencia de
analfabetismo; así, la puntuación era un auxilio. Además, la puntuación obedecía
requerimientos de retórica para propiciar armonía y belleza al discurso.
Del sistema ternario se pasó al binario: pausa fuerte para entre unidades autónomas de sentido
y otro para pausa débil separadora de unidades no autónomas (Antonio de Nebrija, siglo XV).
Aldo Manuzzio, Epitome orthograpniae, propone seis signos: coma, punto y coma, dos
puntos, punto, interrogación y paréntesis. La primera obra española puntuación es de Alejo
Venegas, 1531, en un tratado de ortografía, con seis signos: colon (.), paréntesis ( ), vírgula
(/), interrogante (?), coma y artículo; estos dos últimos con la misma forma (:).
El sistema sigue creciendo, hasta que aparece la Real Academia Española en su Diccionario
de Autoridades (1726), que ofrece ocho signos: coma o inciso, punto, punto y coma, dos
puntos, interrogante, admiración, paréntesis, diéresis (aquí considerado signo ortográfico
diacrítico). Además, el proemio regula estos signos: apóstrofo y división o raya. La Ortografía
de 1741 agrega comillas y signo equivalente a puntos suspensivos; la Ortografía de 1754:
signos de apertura de interrogación y exclamación; la ortografía de 1815 incorpora los
corchetes como variantes de los paréntesis; a partir de 1880 se establece la distinción entre
guion y raya, ya que hasta entonces solo se usaba el primero.
Hoy los signos de puntuación «no solo indican la división de la cláusula, sino el sentido de
ella»; pero, el peso de tradición grecolatina queda patente a la vinculación clásica de los
signos de puntuación con la entonación.
3.4. Uso de los signos de puntuación. Se analizan los siguientes: punto, coma, punto y coma.
3.4.1 El punto (.) Se escribe en la parte baja, pegado a la palabra o cifra precedente. Usos más
importantes:
(a) Usos lingüísticos: signo de puntuación; también abreviativo: Sra. n.°, pág,, EE:UU. (ver
cap.V).
(b) Usos no lingüísticos. Expresiones numéricas, ver cap. VIII; fecha y hora, 5.1 y 5.2.
42
a) Títulos (La ciencia de la vida) y subtítulos:
Manual de escritura manual
Un tratado propio de la escritura manuscrita
Sin embargo, cuando el texto es largo, se tiende a escribir el punto al final de la dedicatoria; y
todos los puntos cuando hay uno o dos párrafos.
e) En eslóganes, si aparecen aislados y son único texto en una línea no llevan punto final:
Bogotá, Atenas suramericana
f) En enumeraciones en forma de lista: Se escribe punto tras el número o letra que encabeza
cada elemento:
Lo mismo si se emplea números, con punto; si son signos de carácter topográfico debe el
signo escogido y un espacio antes del texto. Otros datos, adelante.
g) En índices, no se escribe punto al final de cada línea:
que (conjunción)
alternancia que – en las comparativas de desigualdad 45.5.2c
graficado 40.5.4
43
Concurrencia con otros signos: se deben escribir, como se puede observar: hasta el
momento12. Otro ejemplo con suspensivos: manicomio…13. En cambio, la nota tiene otro
tratamiento14
En el sistema inglés siempre se sitúa tras el signo de puntuación, sea cual sea.15
3.4.2 La coma (,). Delimita unidades lingüísticas inferiores al enunciado. Dada la variedad de
contextos en los que aparece y la diversidad de usos, la colma plantea más dudas. Su origen
está en la vírgula (/) y después curvo (,). Además de ser signo de puntuación se emplea como
separador decimal en expresiones numéricas escritas (Cap. V).
La coma como signo delimitador aísla unidades inferiores al enunciado como la oración:
Aunque te moleste, tienes que escucharlo; o el grupo sintáctico: Mamurrio, el serio, no se
encuentra. La coma tiene mayor protagonismo en el plano del enunciado y sus
contribuyentes.
En la cadena hablada la coma indica una pausa breve o débil, aunque la pausa puede darse sin
la presencia de la coma, como sucede entre el sujeto y el predicado.
Se presenta una delimitación (a) opcional: Salimos ambos al campo, pero (,) empezó a llover
a cántaros. A las doce del día (,) podemos recorrer la ciudad; su omisión no puede
considerarse incorrecta.
(b) obligatoria o distintiva porque suele modificar las relaciones sintácticas: Lo hizo,
desgraciadamente (considero lamentable que lo hiciera). Lo hizo desgraciadamente (juicio:
lo hizo muy mal). En la práctica, no todas las ambigüedades pueden aclararse con la coma.
El uso de la coma frente a otros signos delimitadores, en especial, frente al punto y coma.
Ejemplo: No tenía buen aspecto, su cara presentaba golpes, su pelo estaba sucio, había
adelgazado, no obstante, en cuanto lo vi en la calle, lo reconocí. / Mejor, esta puntuación: No
tenía buen aspecto: su cara presentaba golpes, su pelo estaba sucio, había adelgazado… No
obstante, en cuanto lo vi en la calle, lo reconocí.
12
Es un ejemplo para mayor comprensión.
13
Un segundo ejemplo, después de suspensivos.
14
Un nuevo ejemplo para la nota.
15
Es un ejemplo del sistema inglés. Este tiene la desventaja de no distinguir si la nota se refiere solo a la palabra
o a todo el párrafo. Algunos editores la subsanan «colocando la nota conforme al sistema anterior la llamada de
la nota con un signo de sierre de comillas o paréntesis» (p. 300).
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- Para delimitar incisos y unidades con alto grado de independencia. Inciso en sentido amplio
y con estructuras explicativas: La dedicación de las hormigas, modelo de laboriosidad, es la
mejor muestra de su identidad. También, con estructuras absolutas: Los pasajeros,
enterándose de la suspensión del vuelo, reclamaron la devolución del costo de su pasaje.
También, cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión de algo dicho: Todos mis
compañeros, incluido mi amigo especial, me eligieron como el mejor del curso.
Además de la coma, se emplea la raya y los paréntesis para aislar la información incidental.
Su uso es subjetivo, o puede deberse a factores contextuales….
· Cuando el sujeto se abre con un inciso: Mis amigos, como tú lo sabes, me regalaron un
balón.
· Cuando el sujeto esta constituido por dos miembros unidos mediante conjunciones
distributivas (bien…bien, ora, etc.): Los pretendientes, interesados en su cariño, o bien
marcharon a otra ciudad, o bien tontos, se enamoraron de otra chica.
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c) Coma y complemento circunstancial. Este puede aparecer delimitado por la coma cuando
precede al verbo. Cuando el complemento es extenso: En esos tiempos de dura competencia
social, la pobreza era el denominador común. Cuando el complemento introduce referencias:
En los comienzos de abril de 2012, la universidad colombiana experimenta reacciones
antigubernamentales de carácter violento y sanguinario. Cuando se inserta un enunciado
complejo: El maestro Aquiles, hombre de grandes obras de construcción de diferentes estilos
me comentó que, en estos días, no puede aparecer nuestro proyecto. Cuando se quiere aislar
una información circunstancial de otra de mayor relevancia: Por las mañanas, no hace nada
y, por las tardes descansa plácidamente en su hermoso lecho.
También pueden aislarse los complementos circunstanciales que aparecen en posición final
sin coma: El doctor me ha recomendado que descanse todo lo que pueda hasta ese día.
e) Coma y complementos que afectan a toda la oración: De ordinario, el perro mueve la cola
porque está contento. En cuanto a ti, no quiero volver a saludarte en la vida. Lo ideal, en lo
que se refiere a la calidad de vida, es vivir en el campo.
- Para delimitar unidades coordinadas: En casa tienen diez gatos, cincuenta perros, cien
gallinas, doscientos patos y un papagayo.
b) Coma y coordinación adversativa: pero, mas, aunque sino (que): Sabía que era difícil el
examen, pero (mas) se arriesgó a presentarlo antes de tiempo. Está bien, pero que demasiado
bien. ¿Quién sino mi amigo ha de saberlo? Pedro no puede hacer otra cosa sino esperar
ahora y siempre. Perdone la impertinencia, pero ¿cuál es su edad?
b) Coma y subordinadas de relativo, Encabezadas por elemento relativo que puede ser un
pronombre: que, quien, cuanto, el cual: Estoy leyendo una obra suya, que me parece muy
buena; por un determinante posesivo: Él, cuyo conocimiento valoras, quiere colaborarte; por
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un adverbio (donde, adonde, como, cuando, cuanto): Es hoy cuando anuncian las sanciones
para todo el gremio.
Oraciones con antecedente expreso en oraciones de relativo explicativas: Este hermoso lugar,
donde cada vez se ve la maravilla de la creación. Pero, no se aíslan oraciones de relativo
expecificativas: La comunidad por quien trabajamos es una maravilla. En cambio, si se usa la
coma cuando el antecedente es un pronombre personal sujeto: Yo estuve en una celebración,
observé que participaron muchos vecinos. Uso de la coma tras el relativo complejo «el cual»:
El «fumador y Fuma Dora» subieron al avión, dentro del cual estaba prohibido fumar.
Oraciones de relativo sin antecedente; en ellas no se escribe coma: Quien esté interesado
puede venir a ver la exposición de pintura. Pero, si funcionan como complemento circuns-
tancial, pueden ser delimitadas por la coma: Cuando salí por la esquina, me encontré
Tripudio, el caminante.
g) Coma tras relativos y conjunciones subordinantes: Me parece que, en ese tiempo, todo era
maravilla. Baburrio es un gran estudiante que, además, trabaja en instalaciones eléctricas.
b) Cuando aparecen en medio de las secuencias: Mi nombre es Aquiles. Nadie, sin embargo,
nadie me llama con ese nombre.
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c) Los conectores se escriben entre comas precedidos de un nuevo subordinante: como sí,
cuando, aunque; también de conjunción coordinante: y, pero. Y, sin embargo, te escucho. Y,
entonces, Emelina, se enteró de que su amiga por ningún motivo dejaría su trabajo.
- Para marcar elisiones verbales. Se escribe la coma para separar el sujeto de los comple-
mentos verbales cuando el verbo es elidido o suspendido: Su vecino rico es formal; su vecino
pobre, trabajador. En 1615, Cervantes publicó la segunda parte del Quijote, y Tirso de
Molina, Don Gil de las calzas verdes. Los estudiantes del Colegio, por el zaguán. Veinte por
cinco, cien.
La coma puede marcar la coma de un segmento mayor que el verbo: Tancredo estudia en
Medellín, y su primo Arnulfo, en Cartagena.
Ejemplos con elisión verbal las construcciones nominales bimembres propias de muchos
refranes: Ojo por ojo, diente por diente. Perro ladrador, poco mordedor. A lo hecho, pecho.
a) Coma después de la palabra que se acaba de mencionar: Se compró la mejor moto que
había en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en el garaje.
c) No se escribe coma, sino dos puntos, tras las fórmulas de saludo en las cartas y
documentos: Querido Pomponio: ¿Cómo estás?
d) Se separan mediante coma el nombre de una colección y el número de volumen
correspondiente: Biblioteca de Autores Literarios, 30; Colección Los Analfabetas, 50.
Concurrencia de la coma con otros signos. La coma no se junta con los signos delimitadores
principales: punto, punto y coma, dos puntos, pero sí con los delimitadores de segundo
discurso: paréntesis, raya, comillas, puntos suspensivos…; va siempre después de estos:
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3.4.3 Punto y coma (;). Signo de puntuación que se compone de punto superpuesto a una
coma. Se denominó inicialmente semicolon y en el español lo introdujo el gramático español
Felipe Mey, en 1606, con el nombre colon imperfecto; al principio fue difícil usarlo porque
tenía el mismo valor de los dos puntos.
a) El punto y coma como signo delimitador. Separa unidades básicas con sentido de pausa
mayor que la de la coma y menor que la del punto dentro de un enunciado.
El punto y coma se usa como jerarquizador de la información, porque aclara las relaciones de
los elementos que forman el texto: El jardín característico, el contorno especial y la
vecindad; además, la biblioteca, los pasillos y el comedor. Como indicador de la vinculación
semántica establecida por el escritor, entre unidades lingüísticas, según el grado de depen-
dencia y de relevancia. Esto se puede ver en el ejemplo anterior.
- Entre oraciones yuxtapuestas, para separarlas porque son independientes: Puede irse a
descansar; el ejercicio quedó terminado. Al enterararse de su accidente, salieron a buscarlo;
aún se encontraba inconsciente cuando llegaron al sitio de la tragedia. En estos ejemplos
podría usarse el punto y seguido; este sería aplicable, si el vínculo es débil; cuando es sólido
se usa el punto y coma.
Lo propio es que para textos cortos su usa la coma y para escritos largos es mejor usar el
punto y coma.
- Ante conectores. Posibilidades: coma, punto y coma, punto. Ejemplo aplicable: Toda
mercancía que era llevada al mercado, estaba sometida a estricto control; por consiguiente,
su distribución era muy lenta e incómoda. El punto es recomendable cuando los periodos son
muy extensos: Cuando las lluvias escasean, la vegetación se seca y los cultivos se vuelven un
erial.
3.4.4 Los dos puntos (:). Figura compuesta por un punto superpuesto a otro que se emplea
como signo de puntuación. Va pegado a la sílaba inmediatamente anterior y está separado por
un espacio en blanco de la palabra o signo siguiente. Por regla general, se escribe minúscula
tras los dos puntos que anuncian enumeración o establecen relaciones semánticas. En cambio,
se escribe mayúscula, cuando va luego cita textual o en ciertos textos epistolares.
Los dos puntos se usan en contextos numéricos, exactamente, como símbolo de la operación
matemática de la división y como separador de horas y minutos.
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a) Los dos puntos como signo delimitador. Estos completan el grupo de los signos
delimitadores, en el que figuran también el punto, la coma, y el punto y coma. El Emperador
Julio César escribió tajantemente: “vine, vi y vencí.” A ese joven no sé que le pasa: poco
viene a clase, y cuando asiste, se la pasa durmiendo o usando el celular. Le ofrecemos
muchas ventajas en este plan: teléfono, Internet, televisión…; todo dentro de la más avanzada
tecnología.
b) Usos de los dos puntos. Estos aparecen en contextos bien delimitados, que se detallan en
estos apartados:
Se puede anticipar la enumeración, cerrarla con los dos puntos y escribir el concepto que los
englobe de manera atinada: Veraz, serena y optimista: así ha de ser cualquier personalidad
verdadera.
- En el discurso directo. Trascripción literal del mensaje de otra persona. Anoche cuando
dormía llamó Leovigildo y me dijo: ¿Cuánto hace que nos conocemos?
- En oraciones yuxtapuestas. Entre causa y efecto: Pedro Labrador se quedó sin trabajo: no
puede educar bien a sus hijos. Conclusión, Hubo un conflicto grande en la ciudad: varios
heridos y daños en las edificaciones. Verificación y explicación de la oración anterior (La
tarea es grande: cinco textos de autores clásicos, cuatro ejemplos referidos al mismo tema y
el comentario sobre diez páginas de su obra monumental). Oposición (Presentación sin
mucho entusiasmo: reclamo airado y vulgar). En este último ejemplo, se pueden cambiar los
dos puntos por el punto y coma.
- Con conectores. Se usan cuando inicia el discurso directo. Empezamos el ejercicio: trazamos
una línea, enseguida escribimos el texto en referencia y lo terminamos con punto y seguido.
También se escriben dos puntos antes de algunos conectores discursivos para detener el
discurso con intención enfática o explicativa (a saber, es decir, esto es, o sea). Me siento mal
por servir: o sea, me gusta colaborar en lo que sea necesario.
50
Muy amable señor mío:
Le agradeceré que me haga el favor solicitado en la entrevista del año pasado.
Querido Pomponio:
¿Cómo le fue en las vacaciones anuales? Supongo que todo fue de maravilla.
CERTIFICA:
Que don/D. Tiburcio Pérez Oso participó juiciosamente en el Curso de Horticultura…
También, se escriben dos puntos después de gerundios como considerando y resultando más
la conjunción, cuando preceden a las razones que respaldan un fallo o dictamen:
CONSIDERANDO:
Que el artículo 22 222 de la Constitución…
c) Concurrencia con otros signos. Como el punto que sierra la abreviatura. En la celebración
del cumpleaños de algunos compañeros los jóvenes gritaron, aplaudieron, comieron,
jugaron, etc.: pasaron un tiempo inolvidable.
Los dos puntos también pueden concurrir con los signos de interrogación y de exclamación,
los puntos suspensivos, comillas, paréntesis, corchetes y rayas; pero suscita dudas, porque los
dos puntos se escriben después de estos signos. «No lo supongas. Los triunfos se recuerdan
siempre…: el primer amor por ejemplo».
a) Los paréntesis como signo delimitador. Función principal es la de que las unidades
lingüísticas por ellos separadas (palabras, grupos sintácticos, oraciones, enunciados o
párrafos) no son parte central del escrito sino complementaria de diverso tipo. Estos son los
tres usos principales:
También, se puede usar la coma; pero, esta indica menos aislamiento de los conceptos.
51
Margarita. ¡Todo lleno de hermosas flores! (con un manojo de rosas en la mano derecha y
la izquierda levantada).
b) Usos auxiliares de los paréntesis. Presentan usos de muy variada naturaleza. Para
diferentes opciones: Se necesita mesero (a). En obras de carácter lingüístico: aren(a)+oso:
arenoso. Para desarrollar abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas: Imp(eratori)
Caes(ari). En estos casos es mejor usar los corchetes. En la trascripción de citas; se usan tres
puntos entre paréntesis: «Me sentí demasiado ofendido (…) y luego reclamé a mi
interlocutor». Las letras o números usados como elementos de una clasificación: (a)/a)/a.,
(b)/b)/b. Se puede alternar con la raya con topos o boliches. En todos siempre se deja un
espacio en blanco. En fórmulas matemáticas o químicas para aislar operaciones, enmarcarlas,
para las que se usan corchetes.
- Los delimitadores principales (punto, coma, punto y coma, y dos puntos) se escriben
siempre después del paréntesis de cierre. Se llama Hersilia (si no me equivoco). Sobran los
signos de puntuación innecesarios.
- Cuando concurren dos signos dobles, se cierra primero el último creado y luego el otro. (La
preocupación del ¿por qué no oyó?). ¿Cuántos países integran lo OEA (Organización de
Estados Americanos)?
- Cada texto tiene su propia puntuación, independiente del enunciado principal: La manía de
Arquelao de coleccionar todo lo que encuentra (afiches, monedas, billetes, llaveros,
carteras…) ha convertido su hogar en depósito de cosas desechables.
3.4.6 Los corchetes ([]). Signo ortográfico doble, usado en ciertos textos, en forma análoga al
uso del paréntesis para ofrecer información complementaria o aclaratoria. Los propios son los
rectangulares; a veces, se usan los angulares para referirse a las antilambdas o diples (< >).
Los corchetes van unidos al primero y último carácter, separados de los elementos
precedentes y posteriores; el texto interno se inicia con minúscula: El encuentro fue todo un
acontecimiento [sin ser algo exagerado]. Además, parecía que […] era la muestra de su
profunda amistad.
- Los corchetes como signo delimitador. Cuando se emplean para aislar unidades lingüísticas
en las que se ofrece información complementaria o aclaratoria; en estos textos se reemplaza a
los paréntesis, y en citas textuales sirven para ofrecer comentarios o aclaraciones; si el texto
original tiene aclaraciones específicas, es propio usar los paréntesis.
52
b) En la trascripción de textos para presentar cualquier interpolación o modificación,
enmiendas, desarrollo de abreviaturas: El libro del millón de mentiras se imprime el A[nno]
D[omini] de 1500.
e) Cuando se omite parte de un texto, con puntos suspensivos: Los estudios de la naturaleza
[…] permiten ofrecer información de gran utilidad para toda la Humanidad.
- Concurrencia con otros signos de puntuación. Se aplican las mismas pautas indicadas para
los paréntesis.
3.4.7 La raya (–). No se ha de evitar confundirla en su forma con el guion ordinario (-) o con
el guion bajo (_); tampoco confundirla en sus funciones; ciertamente, su distinción con el
guion empezó en 1880.
a) La raya como signo delimitador. Esta se puede emplear, como signo simple o doble,
separada del carácter siguiente y anterior; excepto, el siguiente es signo de puntuación: Diez
más tres – no importa lo que se sume – son trece.
c) En incisos incluidos en otros incisos. Si el Señor desea más información sobre su trabajo
(incluida la bibliografía – en varias lenguas –) se la puede facilitar de inmediato.
Cuando el personaje continúa después del comentario, debe aparecer el signo de puntuación
respectivo: Estoy de acuerdo – agregó Severino-; lo haré, pero que sea esta la última que
usted me lo pide.
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e) Otros usos de la raya. También se usa una sola raya, como las intervenciones en un diálogo
y en otras funciones de carácter auxiliar.
En las novelas, se escribe así, sin dejar espacio entre renglón y renglón.
f) En las enumeraciones en forma de lista. Se deja un espacio entre la raya y el texto; puede
cerrarse con coma, excepto el último, o se puede prescindir de los signos de puntuación:
En las dos formas, se escribe con minúscula para nombres comunes, y mayúscula para
nombres propios.
Cuando los elementos son complejos por extensión o por puntuación interna, también se
escribe con minúscula inicial:
Cuando llegue por primera vez a una ciudad, siga estas recomendaciones:
– conservar la serenidad;
– acudir una autoridad policial, que encuentra a mano;
– recordar la dirección de destino, y establecer dirección donde se encuentre;
– precisar si se encuentra cerca para ir a pie;
– abordar un público individual e indicar la dirección de destino.
Si la relación se compone de enunciados completos se mejor iniciar cada texto con raya o con
número u otro signo tipográfico seguido de punto o paréntesis y con mayúscula inicial.
g) Raya precedida del punto (. –). Se conserva en los epígrafes internos de un libro, si el texto
que sigue comienza en la misma línea: Género de los sustantivos. –Por el género, en español
los sustantivos se dividen en masculinos y femeninos.
En la edición de libros teatrales con el fin separar de cada personaje:
Magda: – ¿Cómo te llamas?
Melindro: – Fácil. Mi nombre está en el diccionario de patronímicos.
54
- Concurrencia con otros signos. Cuando se acompañan con otros signos de puntuación, se
aplican las reglas como con los paréntesis.
3.4.8 Las comillas. Signo ortográfico doble compuesto de diferentes tipos: angulares, latinas o
españolas que van centradas, las inglesas y las simples que van en la parte alta del renglón.
Uso: primero, las angulares; luego, las inglesas; últimas: las simples: – «Perceo me dijo: ¡Qué
vehículo – lacra – se ha comprado Teotiste!»
Las comillas siempre van pegadas al primer y último carácter; cuando va un signo de
puntuación, se escribe a continuación si espacio. Las comillas se escriben antes de una letra
capitular (grandota…).
- Las comillas como signo delimitador. Se usan para citar textos de otro escritor o creador.
a) Para marcar el carácter especial de una palabra o expresión. Puede ser para llamar la
atención del lector sobre algo especial; típico cuando es impropia, vulgar, procede de otra
lengua o con un sentido especial: «¡Pingo!» Cuando quiera comer algo especial de maíz
busque las «arepas» de Carepa, Boyacá, que son las jamás soñadas. Incluso, este «negocio»
ya maúlla bien.
En textos impresos en letra redonda es mejor escribir en cursiva los extranjerismos, que
entrecomillados. En titulares de prensa, se puede escribir la letra redonda con la comilla
simple. No se escribe entre comillas, ni con resalte tipográfico los nombres propios, las siglas
o acrónimos de otras lenguas. Más información en el capítulo VI; los vulgarismos, en lugar de
comillas, es preferible escribirlos en cursiva.
b) En usos metalingüísticos. Cuando se dice algo de ellos: El término «averígüelo» tiene tilde
y diéresis, y el verbo «averiguar» tiene acentuación en la última sílaba. Se cambia el texto a
cursiva o a redonda, para facilitar su caracterización.
En las obras de carácter lingüístico se emplean las comillas simples para enmarcar los
términos o expresiones citados: El término agricultura procede los términos latinos ager, agri
‘campo’ y de cultura ‘cultivo, crianza’.
En expresiones denominativas (títulos y apodos). Cuando se cita el título de un artículo,
cuento, poema, capítulo de un libro o cualquier parte interna de una publicación. Los títulos
de obras independientes pueden escribirse con cursiva o comillas angulares. También, se es-
criben con resalte tipográfico (cursiva…); en cambio, no se escriben entre comillas los
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cuadros, fotografías, esculturas, piezas musicales, discos, espectáculos, programas de radio o
televisión, etc. Las meninas, Don Quijote, Los miserables…
En los títulos de libros que contienen el título de otra obra se recomienda escribirlo entre
comillas: El tiempo en «Cien años de soledad» es una obra de gran valor literario.
Conviene citar entre comillas los títulos de ponencias, discursos, exposiciones, etc. para
delimitar su extensión: Se clausuró el encuentro sobre la obra denominada «Feroz Paloma»,
Se suele escribir entre comillas los apodos y alias, intercalados entre el nombre y el apellido:
Simplicio «El Tigre» León es un gran futbolista.
- Concurrencia con otros signos. Se han de seguir estas pautas: los delimitadores principales
(coma, punto y coma, dos puntos, punto) van siempre después de las comillas de cierre: «A
Dios rogando, y con el mazo dando». En el cierre, se sigue el orden iniciado en sentido
contrario, incluidos los signos de admiración o de interrogación, a no ser que aparezcan estos
fuera de ellas: ¡Es cierto que el eterno amigo ha dicho «hasta siempre»!
En interrogativas: las directas se escriben con los dos signos, tanto para saber información
como para comunicación. ¿Se encuentra aquí Pericles? ¿Por qué trabaja tanto? Se pueden
omitir en título, capítulo y sección de una obra: Cómo escribir bien en español; pero, también
se puede escribir con los signos respectivos.
Se pueden omitir los signos interrogativos, cuando no se formula una verdadera pregunta;
esto, a pesar de que se suelen escribir: Dónde podemos descansar mejor que en esta hermosa
campiña de nuestra tierra.
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En exclamativas: ¡Ay!, ¡qué problema! ¡Cómo nos hemos entusiasmado en el estudio del
español! Si embargo, es frecuente y admisible prescindir de los signos de exclamación en
exclamaciones inequívocamente exclamativas.
Cuando concurren varias preguntas o exclamaciones: ¿Quién era? ¿De dónde venía? ¿Por
qué se fue tan pronto? ¡Qué emoción! ¡Todo me sale bien! ¡Siempre tendré éxito!
Exclamaciones breves repetidas: ¡Hi, hi, hi, hi! ¡Ja, ja, ja, ja!
a) Para expresar duda con interrogación y sorpresa con admiración, no exenta de ironía: Sería
noble (?) que al final resultara con nada. Ha logrado graduarse a los sesenta años (!).
b) Con sentido interrogativo y exclamativo a la vez (inicio con ¿, y finalización con!: ¡Pero
cómo? ¡Ya regresó el viajero? o ¿Pero cómo! ¿Ya regresó el viajero! Preferiblemente,
abriendo y cerrando con ambos: ¿¡Qué estás soñando en este tiempo!? o ¡¿Qué estás soñando
en este tiempo?!
- Concurrencia con otros signos. Pueden hacerlo con todos los signos de puntuación, menos
con el punto. Pautas para su uso:
Suspender punto, después del cierre, y el enunciado siguiente ha de comenzar con mayúscula:
¡Qué hermoso! La vida nos sonríe a toda hora.
Dos opciones ante la combinación de signos delimitadores dobles: (a) Lo ha convencido (al
fin) para que estudie derecho matrimonial. (b) ¿En verdad, ha comentado que está
«amargado y triste» por el fracaso empresarial?
57
3.4.10 Los puntos suspensivos (…). Son puntos consecutivos sin espacio entre sí. Acogidos
por la Academia en 1841. La línea de puntos se emplea para indicar la supresión de uno o de
varios renglones: Todas las cosas se me ocurren en este momento…. Pero solo atiendo las
verdaderamente importantes.
Los puntos suspensivos tienen varios usos y aplicaciones como se puede ver en lo siguiente:
- Los puntos como indicadores de modalidad y omisión. La omisión. La omisión indica cierta
intención del escritos o actor; también, la conveniencia de suspender una secuencia textual.
Estos son sus usos principales:
a) Pausa transitoria que expresa duda, temor o vacilación: Si te preguntan en la puerta…
Espero que traigan buenas noticias sobre el empleo… No sé…; pero pronto viajaré lejos.
b) Enunciado en suspenso para crear expectación: Si la gente supiera… Acudiría en masa.
c) Demorar el enunciado simplemente para enfatizar el mensaje y producir interés: La cosa es
estudiar… o se puede perder el curso.
d) En diálogos aparecen silencios significativos: –Tenía que decir esto y no algo distinto,
—‗— ¿Cómo es posible que me digas esto?....— Lo demás no le importa a nadie.
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Los signos auxiliares constituyen el universo de carácter accesorio con funciones muy
diversas, diferentes de las funciones de los signos diacríticos y de puntuación. Se ofrece el
estudio de los signos de carácter general, y otros de origen técnico, que se dan en el uso diario
por la universalización de las herramientas informáticas junto con las tecnologías de la
información y de la comunicación, como es el caso del guion bajo y la barra inversa.
Dos tipos: el propiamente dicho (-) y el bajo (_). Este no está bien ubicado en el nivel preciso.
4.1.1 Guion. Este es un signo auxiliar en forma de pequeña línea horizontal (-), cuatro veces
menos que la raya (—) y dos veces menos que menos (–). Dos funciones principales:
- Como división de palabra al final de la línea indicando que hay un fragmento de palabra, el
cual debe unirse al que inicia el renglón siguiente, teniendo en cuenta estas pautas:
a) División silábica (te-/léfono, telé-/ fono, teléfo-/ no); o como signo de unión de palabras u
otros elementos gráficos independientes. Toda sílaba ha de tener al menos una vocal: a.zul,
com.post, ré.cords. Los grupos pr, br, tr, dr, cr, kr, gr, fr, pl, bl, cl, kl, gl, fl son inseparables y
forman una sola sílaba con la vocal: cons.tru.yen, abs.tra.to, tungs.te.no, angs.trom, paí.ses,
subi.ríais, zoó.logo, abo.len.go, ile.gi.ble. hi.dra.tan.te, ga.llo, aba.rro.te. Hay casos en los
que puede haber una frontera silábica entre prefijación y composición: ciber.ro.man.ce, hiper.
rea.lis.ta, in,ter./re.la.ción, super-/ra.tón, anti./rro.bo, auto-/rre.gu.la.ble, bajo./rre.lie .ve.
La x es siempre inicio de palabra: ane-/xionar, bo-/xeo, inex-/perto, mix-/to. Las que contie-
nen h: adhe-/sivo, inhi-/birse, trans-/humancia, pro-/híben, in-/humano, des-/hidratado,
co-/habitación, brah-/manismo, óh-/mico; dir-/ham, Mo-/hamed.
. Los nombres propios extranjeros se dividen como los nombres españoles: troks.quis.ta,
faulk.ne.ria.no, was.hing.to.nia.no, bee.tho.ve.nia.no.
· Las siglas escritas enteramente en mayúscula no deben dividirse; en cambio, sí los acróni-
mos incorporados al español: Unes.co, Ba.nes.to, afo.re.
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· La expresión compuesta, unida por guion, se divide por este al final de la línea y se agrega
guion al comienzo de la otra línea: crédito-vivienda, queda así: crédito- -vivienda; pero el
guion al comienzo de la línea siguiente es innecesario al escribir antropónimos y topónimos
compuestos: Ruiz- Jiménez; se debe escribir siempre de esta manera.
· La expresión escrita con apóstrofo de términos antiguos o son reflejo de la lengua oral, no
debe coincidir con el final de línea: d’aquella.
· Es preferible no dividir al final de línea expresiones por dos elementos relacionados con
barra: precio/calidad; si hay que dividir una dirección electrónica se hace coincidir con la / y
no agregar nada, para evitar confusión.
· Las expresiones numéricas, en romanos o arábigos, hay que hacerla coincidir con la barra
separadora, sin agregar guion ni otro signo.
d) Recomendaciones ortotipográficas:
· No dejar al final o principio de línea dos sílabas iguales: que que- rían seguir; tampo- co
comer demasiado.
· Después del punto y seguido, no dejar una sola sílaba: … malos hábitos de alimentación.
Co- memos hasta la hartura.
· La última línea de un párrafo no debe tener palabras de menos cinco caracteres, sin contar el
signo puntuación del cierre.
· En el mismo párrafo, evitar la división de palabras con guión más de tres líneas consecu-
tivas.
Además, evitar la división de palabras al final de línea de texto muy breves de carácter
informativo. No utilizar división palabras en elementos de titulación, se cual sea su dispo-
sición en el texto, ni en subtítulos y rotulación tanto televisiva como cinematográfica; ni en
cartelería y señalización viaria y de tráfico.
- Como signo de unión entre palabras u otros elementos. La escritura de las palabras
compuestas es univerbal: agridulce, sordomudo, enhorabuena, correveidile; aunque existen
unidades léxicas pluriverbales: año luz, llave inglesa, hombre rana, perro guía, ciencia
ficción…
El sentido dual de guion facilita su empleo con términos que tienen significado de unión y a la
vez de independencia: Amistad Hispano-Árabe, Sala de Contencioso-Administrativo. Cuando
se quita el guion indica la existencia de fusión: afroamericano, paternofilial.
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- Para unir nombres propios. A continuación aparecen las distintas posibilidades.
· Nombres de pilas. Los nombres compuestos se escriben sin guion: José Luis, Juan Antonio,
Joel Epaminondas, Juan Emeterio, Héctor Adrián.
- Para unir dos o más adjetivos. Cuando tienen relación sin que medie entre ellos nexo alguno:
Literatura infantil-juvenil, conflicto árabe-israelí; se pueden sustituir por otras con sentido
equivalente: literatura infantil y juvenil. Si embargo, hay adjetivos modificados con termi-
nación en –o: arabo (por árabe), boco (bucal), morfo- (por morfológico), psico (por
psicológico); estos se usa como independientes (anglo, hispano) o como compuestos con
guion: árabe-israelí, bucodental, y mejor bucal-dental..
- Para unir dos o más sustantivos. Si se usa para mostrar unidad semántica:
61
- Para unir elementos de grupos sintácticos u oraciones. Sirve para unir un grupo sintáctico o
una oración cuando el conjunto se presenta un concepto complejo unitario: ser-para-sí y ser-
para-otro; yo-sé-lo-que-quiero para los demás y para mí mismo.
· Uso del guion para evitar la contigüidad de mayúsculas con minúscula: mini-PC, anti-
OTAN.
· Cuando el prefijo se une con palabra con mayúscula inicial: pro-Mandela, pos-Picasso. Pero
si da origen a un nombre propio se ha de suspender el guion: Sudamérica, Superratón.
· En términos científicos su utiliza el guion tras las letras alfabéticas griegas usadas como
prefijos: a-amilasa/alfaamilasa, B-talasemia/betatalasemia; o también, amilasa a, talasemia
B.
. Se usa el guion unido a una cifra: sub-21, DC-10, M-21, super-8, omega-3…
· Por excepción el guion separa el prefijo de su base cuando se quiere enfatizar: El personaje
X se siente tan especial que todo lo considera pre-hecho y pre-determinado. También se usa
para establecer la adecuada interpretación de la pieza léxica: Los enamorados co-operan en el
crecimiento de su amor.
. Cuando se escriben dos o más palabras prefijadas, se puede omitir todas las menciones: El
aspecto pre-, sin-, y postclásico del español…Cuando la base es pluriverbal, se prescinde del
guion: Procedimientos anti y pro vivencia religiosa que mueven el mundo.
a) Nexo en expresiones numéricas. Norma ISO 8601 del 27-7-1968; el número telefónico es
preferible escribir el guion (320-389-90-72) en vez de dejar espacios en blanco (320 389 90
62); el guion es conector entre números arábigos o romanos: las páginas 25-80, durante los
siglos xii-xvi; 20-40%, años 1988-1999; de manera abreviada: Violencia colombiana entre los
años 1950-2012.
b) Separador de sílabas. En el ámbito didáctico y lingüístico, para dar énfasis a un escrito: co-
mu-ni-ca-ción, in-for-me, trans-subs-tan-cia-ción. Para reflejar la pronunciación entrecortada:
mu-mucha gente duerme en el viaje.
62
c) Indicador de segmentos de palabra. En posición inicial: anti-, sub-. En posición final: -illa,
-izar, -sfera; sufijos: -crata (demócrata), -fobo (xenófobo), -mano (melómano). En el interior
de la palabra: -ec-(pececito), -il- (adormilarse), -ar- (humareda).
4.1.2 Guion bajo ( ). Se escribe en la línea baja de la escritura; no como esta:_. No se emplea
en la escritura general; solo, en él ámbito de las nuevas tecnologías, con dos funciones:
- En la informática para reemplazar el espacio de indicadores como nombres de archivos,
direcciones de correo electrónico o de páginas web, que si se dejara espacio indicaría romper
la integridad.
- En dispositivos que no admiten el uso de formatos tipográficos, cuyo guion bajo para
englobar palabra o palabras que debería aparecer en cursiva, como signo envolvente: ¿Puede
prestar (_) Hamlet (_) a mi familia?
Varios signos auxiliares, constituidos por trazos rectos, inclinados o verticales: barra: /; barra
doble: //, barra inversa: \; barra vertical o pleca: |; y doble barra vertical o pleca doble: ||.
4.2.1 Barra o vírgula. Línea inclinada que desciende de derecha a izquierda. Es signo simple
para indicar el final de línea, o para unir palabras u otros elementos.
- Como signo abreviativo. Aunque las abreviaturas se sierran con punto, se da la barra como
signo de abreviación: c/ por calle, v/ por visto; más productividad en la abreviación de
expresiones pluriverbales: c/c por cuenta corriente.
- Como indicador de final de línea: en versos poéticos: ¡Oh gloria inmarcesible!/ ¡Oh júbilo
inmortal/ El surco de dolores/ El bien germina ya! En las transcripciones o colofones de
textos antiguos para establecer el cambio de línea: AQUÍ YACEN / LOS DESECHOS DE
UN / PERSONAJE INÚTIL. En las obras de ortografía para señalar el final de línea: Los
términos escritos todo con mayúscula sostenida no se dividen; tampoco, las iniciales de
títulos.
- Como indicador de unión o relación entre palabras u otros elementos. Para expresar división,
proporción y mera relación entre elementos, sustituyendo a una preposición: 180 km/h,
salario mínimo $630/mes, Decreto 300/2012 del 20 de marzo, Para expresar en breve
disyunción, para dos o más opciones: Estimado/a amigo/a, Señor/a; también, Señor(a);
también, pianistas o acordeonistas; tareas completas/tareas completadas.
- Otros usos de la barra. Para separar dígitos de día, mes y año: 13/4/2012. En informática:
http:/www.acadecademiaperuanadelalengua.org/peruanismos/principal. En matemáticas se
usa como signo de división: 15/3; como expresión de quebrados o fracciones: 3/8 (tres octa-
vos). En matemáticas, la barra se ha de escribir sin espacios. En obras lingüísticas se escribe
como signo doble para representar los fonemas en las transcripciones fonológicas: /en`klabe/.
4.2.2 Barra doble (//). Antes del uso del guion, la barra doble se empleó para señalar división
de palabras de fin de línea. En la actualidad es signo auxiliar de función separadora:
63
· Para indicar el cambio de párrafo o de página en las ediciones de textos antiguos, para copiar
su forma original; otro procedimiento es escribir corchetes para el cambio de página.
4.2.3 Barra inversa (\): antibarra o contrabarra. Signo simple cuyo uso casi exclusivo en el
ámbito informático, en lenguaje de información. Se escribe siempre sin espacio junto a los
elementos jerarquizados. C:\DRIVERS\audio\
· En matemáticas se usa como signo doble para hincar el valor absoluto de la expresión
encerrada: |ab| = |a|·|b|.
4.2.5 Doble barra vertical o pleca doble (||). Se emplea solo en contextos técnicos, en especial,
de carácter lingüístico o filológico. Se usa como signo simple, precedido y seguido de
espacio:
· En obras lingüísticas, en contraste con barra vertical, para indicar pausa mayor: Había
pasado todo el año,| mucho tiempo.|| Nadie se acordaba.
· En textos poéticos, señala la cesura o pausa interior del verso determinada por el ritmo: En
todo tiempo || el invierno demoledor. Es frecuente usar la cesura entre hemistiquios, mediante
un espacio un tanto mayor: Noche serena, tranquila colmada de ilusiones.
Se la denomina así por ser similar a la de la forma mayúscula de la letra griega lambda (Λ).
Son dos ángulos que convergen a la izquierda (<) o a la derecha (>). Puede usarse como signo
simple o doble, para apertura (<) o para sierre (>).
4.3.1 Como signo simple. Se usa en el ámbito del saber muy concreto:
· En matemáticas, el signo de cierre indica o variable que le precede es mayor que la que le
sigue (5>3), mientras que el signo apertura indica lo contrario (1<x).
. En lingüística histórica, el signo de cierre indica que la palabra que le precede da origen a la
que sigue (vetulum > viejo), y el signo de apertura indica que la palabra anterior deriva de la
que sigue (cabildo < capitulum).
64
4.3.2 Como signo doble. Encierra parentéticamente fragmentos de palabras o palabras
completas; por esto, se llaman también paréntesis angulares o corchetes angulares. Usos:
· Ediciones críticas de textos antiguos los desarrollan, introduciendo los diples, paréntesis o
corchetes angulares para caracterizar las omisiones: P<ri>mer, feb<r>ero; si fuere omitido
un vocablo.
Signo en forma de arco o ballesta, formado por dos líneas sinuosas que al unirse forman una
pequeña punta o vértice en el centro, una de apertura y otra de cierre. Usos:
Naturales
Enteros {Negativos
Números reales {Racionales {Fraccionarios
Irracionales
. Como signo doble para encerrar las alternativas posibles en cierto texto.
Me propngo dormir
{que he de dormir} todas las noches.
Apenas se usa en el español actual. Se usa para señalar gráficamente la supresión de sonidos,
principalmente vocálicos, en determinados sonidos fónicos; se usó en el español antiguo; hoy
en usos filológicos o literarios con dos aplicaciones fundamentales:
· Ediciones actuales no modernizadas de textos antiguos, sobre todo poéticos, elisión de vocal
final de ciertas palabras (determinantes, preposiciones, conjunciones, pronombres): d’aquel,
qu’es, d’aquella planeta, metida’n.
· Reflejo en la escritura de la supresión de sonidos: m’mataron. Esto cuando el autor quiere
reproducir el habla popular o vulgar de sus personajes. No debe utilizarse para apócopes ni
aféresis, ni por las elisiones producidas en interior de la palabra, por ser incorrectos (creío).
65
Usos incorrectos del apóstrofo: Omisión de dígitos del siglo: promoción ’97; en la expresión
de cifras en las décadas: los 30’s; copiar del inglés el plural de una sigla seguida de
minúscula: DVD’s; como signo separador de la hora: las 20’30 h; como separador decimal en
las expresiones numéricas: 45’761.
Conserva cierta vigencia en la actualidad como llamada como nota, con valor diacrítico, como
función delimitadora, indicador de omisión y de resalte tipográfico.
· Como llamada de nota. Se emplea en un texto manuscrito para indicar que es necesario
interpolar una nota como glosa, acotación, advertencia, o un fragmento de texto olvidado. Es
llamada de nota habitual en fórmulas o notas numéricas, por ser inconfundible en medio de
cifras y letras.
. Con valor diacrítico. En formularios electrónicos precediendo a los campos que necesitan
cumplimentarse en forma obligatoria. Cuando precede a una referencia bibliográfica para
distinguir las obras citadas de las consultadas. En lingüística, antepuesta a una construcción
para calificarla de agramatical: *¿Doy a tú? En lingüística histórica, para indicar que es un
vocablo hipotético: * bava. Antepuesto o pospuesto a una palabra aparecida en el texto de un
diccionario, glosario o diccionario para indicar su presencia en tal publicación.
· Como indicador de omisión. Se usan hasta tres asteriscos para suspender vocablos malso-
nantes o que han entrado en desuso. Hoy se usan más los puntos suspensivos.
· Como indicador de rescate tipográfico como signo doble para delimitar la palabra o
expresión que debería aparecer en negrita para resaltar lo que interesa: Te dijo que no he
tenido *nada* que pueda interesar en la vida; para encerrar las palabras con resalte u otro
tipo de letra.
Se emplea especialmente para llamara la atención del lector sobre el elemento gráfico o el
lugar del texto señalado. Hoy se emplea en texto de carácter general con estas funciones:
· En tablas, diagramas, mapas conceptuales, cuadros sinópticos u otro fragmento de texto para
indicar implicación, secuenciación lógica o cronológica, relaciones causa-efecto, derivación…
66
· En los carteles o indicaciones indica la dirección para llegar a un lugar.
Signo formado por dos barras verticales en paralelo, cuya parte superior izquierda tiene un
pequeño arco o semicírculo.
Hoy no se usa en los textos impresos, fuera de ediciones facsímiles o arcaizantes. Sí, en las
aplicaciones informáticas, como signo no imprimible al final del párrafo en la pantalla de
visualización.
En obras de referencias o manuales se emplea como símbolo auxiliar, para indicar que la
información siguiente es de carácter complementario o adicional.
Aparece como dos eses enlazadas, en los primeros textos impresos, con frecuencia, precedido
y seguido de punto. Usado primero al principio y al final del párrafo; luego, solo en los
encabezamientos y elementos de titulación, señalando comienzo de capítulo, sección o
apartado.
CAPÍTULO IV
EL USO DE LAS LETRAS MINÚSCULAS Y MAYÚSCULAS
67
Comprende los siguientes temas: el origen de la distinción entre minúsculas y mayúsculas,
uso de minúsculas y mayúsculas, cuestiones formales, funciones y usos de la mayúscula;
finalmente, uso de las mayúsculas y minúsculas en ámbitos especiales. ¡Cuestión mayúscula!
Todas las lenguas que emplean en su escritura el alfabeto latino, como el español, pueden
adoptar dos configuraciones de las letras: mayúsculas y minúsculas; esto es útil, pues en otros
idiomas, como el árabe y el hebreo, no existe tal distinción. Las mayúsculas difieren de las
minúsculas no solo en el dibujo sino en su tamaño.
Las mayúsculas son muy antiguas y las minúsculas son relativamente recientes. Los romanos
solo contaban con las letras capitales o mayúsculas, elegantes o cuadradas, usadas en las
inscripciones monumentales y en sus escritos. Luego, aparecieron la capital clásica o rústica y
la cursiva (s. II d. C.). Esta, la cursiva, se escribe en dos presentaciones: mayúscula y
minúscula, con trazos ascendentes y descendentes, que favorecen la ligazón de las letras,
disminuyen el esfuerzo y facilitan tanto la rapidez como la comodidad en la escritura; además,
la cursiva conserva la mayúscula clásica.
Un poco más tarde, s. IV de C., aparece la letra uncial (uncialis: tamaño de una pulgada). Es
fundamentalmente mayúscula y su uso es de carácter suntuario, librario y litúrgico. Forma
redondeada y con rasgos cortos que apenas sobresalen por encima o debajo de la línea de
escritura y conserva la referencia bilineal propias de la capitales clásicas.
A partir del siglo V de C. se usa la semiuncial, que cada vez se asemeja a la minúscula cursiva
con cuatro líneas de referencia, con claros trazos ascendentes y descendentes.
En el siglo VIII de C. aparecen escrituras nacionales hasta proliferar estos tipos: insular,
gótica, visigótica, merovingia, etc. El renacimiento carolingio (s. VIII – IX de C.) destaca la
letra carolina, clase suelta, redondeada y armónica que se mantiene hasta cuando aparece la
imprenta y se adopta como modelo tipográfico. Con los otros modelos de diferente origen dio
como fruto el modelo tipográfico más difundo hoy, quedando las mayúsculas como herencia
de las capitales monumentales romanas.
El uso de mayúsculas y minúsculas no afecta el plano fónico. El alemán tiene uso maximalista
de las mayúsculas para todos los sustantivos; en tanto, que el inglés es intermedio y el
español, cada vez más, la minusculización. Hoy todo es convencional en cada lengua y está
sujeto a cambio frecuente; pero, también está el peso de la tradición y la intención de quien
escribe, junto con el contexto de la aparición del escrito.
Las normas, sobre la escritura de la mayúscula, aparecen en este capítulo de modo claro y
sencillo en el mayor número de casos, sin llegar hasta la indicación para cada caso; pero, la
mayúscula es la forma marcada y excepcional. En caso de duda, conviene seguir la
recomendación general de utilizar preferentemente la minúscula.
3 CUESTIONES FORMALES
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Este tema comprende la morfología de las mayúsculas, mayúscula inicial y mayúscula en
palabras, enunciados o textos completos; además, mayúsculas y los signos diacríticos.
A B C D F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z
La mayúscula de las letras i, j carece de punto propio en su forma minúscula. Sin embargo, en
escritura a mano, unos escriben punto para facilitar su lectura; tal práctica no es censurable.
Los dígrafos ch, ll, qu en el escrito solo es mayúscula la primera letra, así: Chipichape, Lleras,
Quibdo; pero las dos letras van en mayúscula si la palabra toda va en mayúscula sostenida.
Cuando los dígrafos forman parte de una sigla hay que proceder así con Partido Social
Chileno: PSCh; y este así: INSTITUTO PERUANO DE CIENCIA Y HUMANISMO: IPCH.
Existe una letra llamada versalita (diminutivo de versal) para minúscula y mayúscula, de
carácter híbrido, de igual forma, pero la minúscula va en tamaño más pequeño. Se emplea
para resaltar palabras o elementos del texto, un término, nombre de autores o de personajes en
obras teatrales. Ver cap. VII, parágrafo 2.
3.3 La mayúscula y los signos diacríticos. La tilde y la diéresis son para mayúsculas y
minúsculas: CÓRDOBA, AMBIGÜEDAD, TOGÜÍ. Incluso, en el campo tipográfico hoy
versátil y se ha de escribir siempre como en los ejemplos anteriores. Excepción, en las siglas
se omite la acentuación: Escuela Nacional de Ángeles Íntegros: ENAI.
4.1 Para delimitar las unidades textuales principales. Este punto trata la minúscula
condicionada por la puntuación, y la mayúscula versal.
69
plano oral, se dan pausas muy marcadas. Así se escribe: la primera letra (el dígrafo, solo la
primera letra), después o antes de otro signo contiguo (¿?, ¡!...); excepto, antes de signos
suspensivos: Apareció cansado. ¡Qué impresionante!...y era la primera llegada a casa.
Minúscula cuando van primero las cifras: 200 víctimas mortales, 120 municipios inundados.
Uniformidad de acuerdo con el uso internacional de los símbolos: Sube el precio del kW (así).
En cambio, las siglas de protocolo de acceso a las páginas electrónicas y las antecedentes van
en minúscula: http, https y la que antecede a nombre en Internet: http://www.asale. Todo se ha
de escribir como aparece en el informe escrito.
La palabra que sigue a suspensivos va en minúscula si coincide con el cierre del enunciado: El
personaje es muy poco…inteligente. Interrogativas y exclamativas: ¿Qué hacer por mi vida?,
necesito preguntarme todos los días. Pero, ¡qué muchacho tan atrevido!, pareció decirme.
4.1.2. Mayúscula versal. Se usó en la letra inicial de cada verso hasta el siglo XIX, pero
carece de uso en la actualidad; solo se usa si el autor lo pide expresamente y en la copia de
textos clásicos. También, se acepta en los acrósticos para mostrar la palabra o frase clave.
4.2 Para marcar los nombres propios y las expresiones denominativas. Para la distinción
del nombre propio de los demás nombres, los comunes.
4.2.1 Caracterización del nombre propio frente al nombre común. Esto porque designa a seres
únicos, animados o inanimados: personas, animales, lugares geográficos, instituciones, obras
de creación, acontecimientos, etc. Los nombres propios carecen de significado léxico y por
eso no aparecen en los diccionarios, no tienen sinónimos ni antónimos y son intraducibles,
aunque tengan equivalentes en otras lenguas (Juan, Giovanni, John, Jean, Sean, Ivan…). En
cambio, los nombres comunes poseen rasgos semánticos que permiten formar clase para sacar
derivaciones.
Los apodos (El Rata) y títulos antonomásticos (El Libertador) son identificativos, pero no
están vacíos de significado léxico. Hay sustantivos (sol, luna, primavera, martes, julio…) que
tienen significado único; sin embargo, a excepción de los puntos cardinales, se escriben con
minúscula. Mayor precisión en el 4.2.4.
70
Cuando los nombres se emplean para nombrar personas se escriben con mayúscula: Ángel,
Caridad…el Libertador, Ciudad Bolívar, el Canal (Canal de Panamá), el Golfo (de México),
la Biblioteca (Nacional), la Real (Academia Española). Los personajes en las fábulas y
cuentos: Doña Liebre, Ciempiés, don Síncope.
El uso del nombre propio como nombre común. Tomarse un jerez, ser un judas, un rioja;
tener una celestina, un quijote, un cabrales, unos quevedos (lentes), un panamá, un potosí.
Visité las dos Córdobas, la española y la argentina.
4.2.3 La delimitación del nombre propio. Si es pluriverbal, solo sustantivos y adjetivos con
mayúscula inicial; se excluyen artículos, conjunciones y preposiciones (a, de, en, para, por).
- El artículo en los nombres propios. En principio, los nombres propios no llevan artículo,
pero algunos topónimos los incorporan en su identificación; pero se puede incorporar para
expresar un calificativo especial: El Manizales del alma, la gran Celia Cruz. Estuve en el
Amazonas o en la Patagonia, el Orinoco. En los apodos y sobrenombres: la Faraona, el
Cordobés, el Greco, los Estados Unidos, la península de la Guajira.
71
Seudónimos. Los usan escritores y artistas en el ejercicio de sus actividades, en lugar de su
propio nombre. Azorín (José Martínez Ruiz), Rubén Darío (Félix Rubén García Sarmiento), el
Pobrecito Hablador (Mariano José Larra).
La escritura con mayúscula inicial es obligatoria solo en las abreviaturas: Dª, Dra. Fr. Lic. Sr.
Sto. Ud.
Cuando don o san forman parte de una denominación se escribe con mayúscula inicial: San
Cristóbal de las Casas (ciudad de México), Don Benito, San Fermín (festividad de
Pamplona), Doña Bárbara (novela venezolana).
Títulos y cargos. Los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o
empleos de cualquier rango (civiles, militares, religiosos, públicos y privados) se deben
escribir con minúscula inicial por ser nombres comunes: El rey reina, pero no manda. El papa
es la máxima autoridad del catolicismo, y visitará la India. El presidente del Gobierno
Colombiano. El arzobispo de Popayán visita las comunidades parroquiales. Presidirá la
junta el director general de Telefónica.
Profesiones. Con minúscula inicial por ser sustantivos comunes: El trabajo fue atendido, por
el médico, el abogado, la ingeniera Euclides…; lo mismo, adjetivos y sustantivos que
expresan nacionalidad o procedencia geográfica, pueblos, etnias: la cultura mochica, los
ciudadanos sudafricanos, los otomanos, los romanos.
4.2.4.2 Personajes de ficción. Se escriben con mayúscula inicial los personajes de ficción:
Juanita la Larga, Harry Potter, Mafalda, Caperucita Roja, el Gato con Botas, la Ratica
Presumida.
4.2.4.3 Deidades y otros seres de ámbito religioso. Mayúscula inicial para dioses, profetas y
otros seres o entes del ámbito religioso: Alá, Jehová, Jesucristo, Mahoma, Quetzalcóatl,
Hemayá, Kukalkán, el Espíritu Santo, Satanás, Lucifer, Odín, Júpiter, Minerva. Tanto los
apelativos antonomásticos como las advocaciones, lo mismo: el Señor, el Creador, el
Todopoderoso, el Gran Arquitecto, el Salvador, la Virgen, la Purísima, el Inolvidable, el
Maligno, la Virgen de Fátima, Nuestra Señora del Rosario, el Cristo de la Agonía, el Buda de
la Luz Ilimitada.
El sustantivo “dios” entendido como ser supremo se escribe con mayúscula inicial: Cuando
Dios crea el cielo y la tierra… Así en estos giros: (uso metafórico) Se cree un Dios. No hay
más dios que Alá; ¡Oh dioses, velad por ella! El dios Viracachá. La diosa Atenea. Los
pronombres personales referidos a Dios o la Virgen se escriben con minúscula.
72
4.2.4.4 Seres mitológicos y fabulosos. Los nombres mitológicos o fabulosos se escriben con
mayúscula inicial, por ser nombres propios: Polifemo, Pegaso, Clío; no así los comunes
genéricos y los fabulosos: una ninfa, una fauna, una sirena; gólem (en la mitología judía,
figura humana hecha de arcilla a que se le insufla la vida), krakem (monstruo de la mitología
escandinava).
4.2.4.5 Animales y plantas. Chita, Bucéfalo, Pluto (aquí se escriben con en cursiva, como
ejemplos, pero, en el escrito van letra normal y no entre comillas). La nomenclatura
internacional de las plantas se escribe en latín y mayúscula inicial para el género y minúscula
para la especie: Felis silvestris catus (gato común europeo), Pinus pinaster (pino resinero o
pino negral). Los nombres científicos con artículo precedente, y cursiva luego: el Homo
sapiens.
Los nombres españoles que indican los taxones zoológicos y botánicos superiores al género
van en minúscula: orden coleópteros, familia coctáceas, clase insectos. El escarabajo pelo-
tero es un coleóptero. El orden Coleóptora agrupa el mayor número de especies de la clase
Insecta.
Los nombres vernáculos de animales y plantas van con minúscula: el águila, la ballena. Las
razas de animales se escriben lo mismo: gato siamés, perro dálmata, pastor alemán, vaca
frisona.
4.2.4.6 Lugares. En relación con los continentes, países y ciudades, se emplea la mayúscula
inicial: América, Toledo, La Paz, El Escorial. Alternativas estilísticas: La Ciudad Eterna
(Roma), el Nuevo Mundo (América, De Efe (México D.F,), Marpla (por Mar del Plata).
Topónimos imaginarios: Atlántida, los Campos Elíseos, Macondo. Topónimos usados como
sustantivos comunes genérico: Este chico vale un potosí. Nueva Cork es una babilonia.
Áreas geopolíticas: Occidente, Hispanoamérica, el Cono Sur, los Países Andinos, Oriente
Medio. Accidentes geográficos: el Lago Titicaca, el río Magdalena, los Andes, etc. Regiones
naturales y ecorregiones: la Orinoquia (Orinoquía), los Llanos Orientales, el Pacífico; con
minúscula, las regiones comunes: el desierto del Pacífico, la cuenca Mediterránea, la Costa,
la Sierra Nevada. Comarcas: el azafrán de la Mancha.
Edificios y monumentos: el Partenón, el Palacio San Carlos, el Arco del Triunfo, la torre
Eiffel, la catedral de Santiago, la Bombonera.
Estancias y recintos de edificios: el despacho oval de la Casa Blanca, el oratorio del Palacio
de Gobierno, el Salón de los Pasos Perdidos (en el Capitolio de la Habana).
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Puertos, aeropuertos y estaciones: el aeropuerto de Barajas, Tu tren sale de la estación de
Punta Chica.
Calles y espacios urbanos: la calle Guayaquil, la avenida Caracas, la calle de la Vuelta del
Perro.
Entidades con mayúscula colectiva o institucional. Entre ellas: La Administración, las Cortes,
el Congreso, la Iglesia, la Universidad, el Parlamento. Representantes de la Iglesia ortodoxa
y de la Iglesia católica se reunieron en el Vaticano. Los Gobiernos venezolano y ecuatoriano
firmaron convenio,
Poderes del Estado: El Poder Judicial notificó el cese al magistrado. La propuesta del
Ejecutivo francés tuvo una fría acogida.
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Subdivisiones o secciones de libros y documentos, solo la mayúscula inicial y entre comillas:
El capítulo L contiene este tema: «el uso correcto de la tilde», de gran aplicación.
Libros sagrados y rezos u oraciones, con mayúscula inicial, pero no el artículo: la Biblia, el
Corán, los Hechos de los Apóstoles; Yo confieso, Bendita sea tu pureza; pero de esta manera:
Rezo un padrenuestro, el tedeum, dos avemarías, el sanctus, el magnificat. Se puso a rezar el
Yo pecador.
Ponencias, discursos y conferencias: La lucha contra el cambio económico; La ley del talión.
La ideología de Goya a través de sus obras.
Disciplinas científicas. Ramas del conocimiento, todo con minúscula: La física nuclear
progresa mucho. La psicología infantil es muy complicada. La morfología es importante. Se
escribe con mayúscula inicial cuando designen estudios o materias regladas: Estudia
Matemáticas y Física. Su amigo estudia Filología Inglesa.
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Movimientos o tendencias políticas o ideológicas. Son nombres comunes: neoliberalismo,
comunismo, sandinismo, socialismo, peronismo.
Principios, idearios y doctrinas políticas: el principio de no intervención, la doctrina Monroe,
la doctrina Estrada.
Religiones. Son nombres comunes y se escriben con minúscula: budismo, catolicismo, islán,
islamismo, judaísmo, cristianismo, cristiandad.
Los signos del Zodiaco. Se escriben con mayúscula: Acuario, Leo, Taurus, Géminis, etc.
Puntos cardinales, van con minúscula como nombres comunes, pero con mayúscula cuando
forman parte de un nombre propio: Corea del Sur, hemisferio sur, América del Norte, Europa
del Este. Los símbolos de los puntos cardinales, con mayúscula: N, S, E, O, W (wuest), NO.
Hemisferios y líneas imaginarias: ecuador, elíptica, trópico de Capricornio, paralelo 38, el
círculo polar ártico, el hemisferio oriental.
Polos geográficos: los meridianos son grandes círculos que ciñen el globo terráqueo pasando
por el polo norte y por el polo sur. Ártico (Polo Norte) y la Antártica/da (Polo Sur). Vientos,
con minúscula: austro, bóreas, céfiro, levante, poniente.
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Enfermedades, con minúscula: cáncer, diabetes, esqui-zofrenia, gripe, sida, enferemedad de
Alzheiner, enfermedad de Parkinson, síndrome de Down, mal de Chagas. Trabaja en una
fundación para la investigación del alzheiner.
Medicamentos: Me dolía tanto una muela que tocó tomarme un Nolotil. Para que no se
infecte la herida tápesela con curita de Curitas.
Festividades civiles, militares o religiosas, con mayúscula inicial: Navidad, Año Nuevo, el Día
de la Madre, el Día Internacional de la Mujer, la Cruz de Mayo, el Janucá (festividad judía),
Fiesta del Sacrificio o Fiesta Grande (festividad musulmana), el Adviento, Semana Santa, la
Pascua, Ramadán (si es específicamente el período religioso, no simplemente el mes). Pasará
las navidades en la playa.
Objetos cuyo nombre procede de su inventor o descubridor, de la persona que los popularizó:
braille, boicot, cártet, un motor diesel, un fusil máuser, macadam, quevedos, un bunsen, el
mechero de Bunsen.
Marcas comerciales: ¿Has visto el último anuncio de Coca-Cola? Acaba de salir el último
híbrido de Toyota. Un Nokia 3210. Me ha regalado unos zapatos Manolo Blaknik, no
soñados. ¿Tienes un clínex? Me instalaron el Windows Vista. Lo he buscado en Google.
77
Variedades de frutos y otros productos: uva moscatel, manzana reineta, queso feta, apalca,
queso pera, vino de Rioja, un tequila, bermudas, bikini, atolón, oporto, coñac.
Comidas y bebidas: dulce de leche, sancocho de bocachico, carajillo, peras bella Elena.
Monedas: balboas, quetzal, soles. Las pesetas han sido sustituidas por los euros. Los
símbolos de las monedas establecidos con carácter internacional: DOP (peso chileno), CLP
(peso chileno), EUR (euro europeo), USD (dólar estadounidense).
4.2.4.12 Varios (deportes, impuestos y tasas, notas musicales y lenguas). Deportes: ciclismo,
tenis, pelota vasca, gimnasia rítmica, natación. Campeonato Mundial de Fútbol, Federación
Internacional de Tenis. Impuestos y tasas: impuesto sobre el valor añadido, impuesto sobre la
renta; la siglas van con mayúsculas: IVA, SENA, COLFONDOS.
Notas musicales: de, re, mi, sol, la, si; en el sistema anglosajón, se emplean las letras
mayúsculas para las notas, así: C (do), E (mi), F (fa). G (sol), A (la), B (si); lo mismo, con
alguna variante en alemán.
Lenguas, siempre con minúscula inicial: El español es la lengua más estudiada en todas
partes después del inglés.
Colores, con minúscula: El naranja me queda bien, con chaqueta gris perla, con mis ojos azul
cobalto. El amarillo de Nápoles, azul de Prusia, blanco de China, pardo de Van Dyck.
78
f) En textos de carácter informativo: SE PROHÍBE DEPOSITAR BASURAS EN LA VÍA
PUBLICA.
g) Términos como NOTA, POSDATA, AVISO: Pago de recibos solo martes y viernes.
h) Textos jurídicos y administrativos —decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o
instancias— se inician con verbos que indican finalidad o introducción: CERTIFICA,
EXPONE, SOLICITA, CONSIDERANDO.
i) Términos de alusión en forma breve: La Universidad Autónoma de Madrid, en adelante la
UNIVERSIDAD. J. Perezón, en adelante el DEMANDANTE.
j) Los textos de golosinas en cómics y viñetas gráficas.
4.5 La llamada mayúscula diacrítica. Empleo de acepciones que designan una entidad o
colectividad: Estado, Gobierno, Iglesia, Parlamento, etc.; esto como excepción a la
prohibición del uso de la mayúscula.
4.6 La mayúscula de relevancia. Su uso responde al deseo del escritor de dar relevancia, con
cierto valor sacralizador y dignificador; posiblemente, derivado del uso monumental, dado a
los dignatarios (majestad, rey, papa, duque, presidente, ministro, etc.). Se especialmente en
texto carácter religioso, político, militar, etc. (sacramento, eucaristía, misa, nación, patria,
bandera…), conceptos claves de un escrito, Se recomienda evitar o restringir el uso de
mayúscula.
4.7 La mayúscula en los números romanos. Tradición del uso de la mayúscula, por los de
las letras capitales, es mejor que la minúscula. Ver c. VIII.
5.1 Publicidad y diseño gráfico. En esto, no solo es relevante la información sino también la
forma y la apariencia del mensaje para llamar la atención del receptor y asegurar su eficacia
comunicativa, o simplemente producir un efecto estético o artístico. Todo con sentido práctico
y mesura, para aprovechar recursos estilísticos, siempre favorables al cultivo del idioma.
5.2 Marcas comerciales. Para crear identidad, asegurar fijación y ser rentable: CubaSí,
QualitaNet, Mas Vital; la e de prefijo en e- de electrónico, i- de Internet: eDReams, iBanesto,
iPod; también, con minúscula: serox, adidas, pero en el interior recuperan su mayúscula
Adidas, Serox.
CAPÍTULO V
79
El presente capítulo comprende los siguientes temas: palabra y unidad léxica, unión y
separación de elementos de la escritura, las abreviaturas y los símbolos. ¡Estudio interesante!
El término palabra designa la unidad lingüística más usada, distinta del morfema, del
sintagma y del grupo sintáctico. Su representación gráfica es continua, entre dos blancos o
signos ortográficos, con acentuación específica y significado propio, de ordinario, con
posibilidad flexible, al principio y al final (unos por número y géneros; otros por número,
género, persona y tiempo). Por su parte, los artículos, la mayoría de las preposiciones y las
conjunciones son átonas y carecen de significado propiamente léxico.
Por otra, hay expresiones integradas por varias palabras: arco iris, ojo de buey, de prisa, tal
vez. Estas palabras han alcanzado significado propio y son una unidad léxica: unidades
léxicas pluriverbales, llamadas locuciones en sentido amplio; estas pueden llegar a una grafía
simplificada (campo santo > camposanto, tela de araña > telaraña, a Dios > adiós, de prisa
> deprisa, tal vez > talvez, etc.). Su proceso transformativo es lento. Hay secuencias que
pueden suscitar dudas: adondequiera/adonde quiera, sino/si no, sobretodo/sobre todo, etc.
Este tema ofrece los siguientes puntos: la escritura de formas y de expresiones complejas, de
palabras con sufijos y prefijos, de expresiones onomatopéyicas, secuencias en la escritura de
una o más palabras, junto con las contracciones de al y del. Todo hay que precisarlo bien.
El estilo continuo ofrecía alguna estética y menor espacio, pero era difícil su lectura; por eso,
antes de la imprenta existían lectores públicos, bien entrenados, para su proclamación.
Los escritos manuscritos aparecen desde el siglo VI d. C. Los espacios en blanco los inician
los monasterios británicos e irlandeses, que perciben con más facilidad el texto latino. Solo se
impone en Europa, siglo XII, cuando ya es costumbre separar las palabras; a esto contribuye
también la cultura árabe que en sus escritos se separan las palabras. El sistema se afianza en el
renacimiento, siglo XV; así la actividad de escribir se hace individual y silenciosa.
La delimitación de las palabras es tarea ortográficamente relevante dado que hay textos
difíciles de establecer su separación. En los siguientes apartados, se abordan sus dificultades.
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milhojas, morfosintaxis, vaivén, filocomunista, cardiocirujano, padrenuestro, avemaría,
caradura…; el primer componente puede ser modificado o se incorpora una vocal.
Tales vocablos quedan como vocablos simples, con único acento léxico al que le corresponde
el de la segunda raíz; pero, si el segundo elemento es de origen griego, a menudo, el acento va
en el primer elemento: cinéfilo; el segundo elemento expresa los rasgos de género, número,
persona, tiempo… Evítese escribir elementos separados, pues, lo ideal es escribirlos unidos.
Hay palabras pluriverbales que conservan su separación: cabeza rapada, media naranja, mesa
redonda, piel roja, llave inglesa, cama nido, casa cuartel, hombre rana, sofá cama, cabeza
de chorlito, caballo de batalla, salto de cama, tela de araña, ojo de buey. Cada término
conserva su acentuación, género y número (cabezas rapadas, pieles rojas…); cuando se trata
de estructuras apositivas formadas por dos sustantivos, solo el primero de ellos que actúa
como núcleo pasa a plural y el segundo queda invariable: hombres rana, sofás cama cabezas
de chorlito, saltos de cama, telas de araña, ojos de buey,
Entre expresiones complejas se alude a las siguientes, unidas con guion: teórico-práctico,
árabe-israelí, escuela-taller, coste-beneficio, etc. En estos términos, cada palabra conserva su
integridad formal y a veces su acento prosódico. Su uso apropiado, se verá adelante.
2.1.1 Nombres propios compuestos. Se comportan como si fueran simples, pero la costumbre
mayoritaria los escribe por separado; pero su fusión no es censurable, incluso, en plural:
josemarías, anabelenes, etc.
2.1.3 Adverbios en –mente. Esta terminación viene de mens, mentis: mente (ánimo,
intención), conserva su tonicidad heredada y se escribe en una sola palabra: tiernamente,
ágilmente, trágicamente: Mis estudios me convencían más ilusoria que realmente, a medida
que iba avanzando en ellos, con aire de satisfacción.
2.1.4 Formas verbales con pronombres clíticos. El término clítico alude a elementos átonos
que carecen de independencia prosódica., y se acomodan al acento de la palabra contigua. Los
pronombres clíticos son: me, nos, te, os, lo(s), la(s), le(s), se: Me los envía, se los mando
pronto, y les pone cadenas amorosas. ¡Claro!, si no se me ha olvidado, en fecha convenida.
2.2 La escritura de palabras con sufijos y prefijos. Estos son afijos para formar palabras,
cuyo proceso se denomina derivación. Los sufijos, se unen por detrás: dormitorio, noviazgo,
rapidísimo; los prefijos, por delante: antivida, desatar, reabrir, superamable.
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Algunos afijos los usan los hablantes para formar nuevas palabras y se denomina
productividad. Los términos bolinche, colorinche y sotobarba indican escaso rendimiento; en
cambio, con el sufijo -cion otros forman sustantivos de acción a partir de verbos:
argumentación, fundición, invitación…; o con el prefijo de sentido privativo-negativo in-:
incapaz, imberbe, ilegal.
2.2.1 La escritura de palabras con sufijos. El resultado de la unión de una base y un sufijo se
da en una sola palabra: abordaje, alimenticio, angelote, anunciación, bibliotecario, tontería.
La identificación del respectivo afijo es propia y no para más: -ción, dedicación; -ería,
sastrería; -ero, panadero.
2.2.2 La escritura de palabras con prefijos. Como tal el prefijo, que es átono, va delante y se
escribe con guion para caracterizarlo en obras de contenido lingüístico y no más: des-hecho,
in-dependiente, hiper-mercado, mul-tigrado, pluri-celular, vice-presidente. En el escrito
normal va unido: antiácido, coarrendatario, contraindicación, excombatiente, interplane-
tario, proabortista, revender, sobrecarga, superespía, ultraligero...
Lista de los prefijos más productivos en el español actual en la formación de léxico común:
a- (privación o negación): amoral.
ante- (anterioridad en espacio y tiempo): antebrazo, anteponer.
anti- (opuesto, contrario): anticristo, antivirus.
archi- (superioridad, preeminencia, sumamente): archiduque, archiconocido.
auto- (de o por uno mismo): autorretrato, autocensura.
co- (conjuntamente con otro): coexistir, copropietario.
contra- (posición opuesta o enfrentada, opuesto/contrario): contraportada, contraatacar.
cuasi- (casi, no totalmente): cuasidelito, cuasiautomático.
de(s)- (negación o carencia, cesación o acción contraria): desempleo, descoser.
dis- (negación o contrariedad): disconforme, discapacitado.
entre- (en medio o e posición intermedia, a medias, entre sí): entrecerrar, entreplanta.
e- (que fue y ya no es): exnovio, exsecretario.
extra- (fuera de, en grado sumo): extrauterino, extrasuave.
hiper- (superioridad): hipertensión, hiperactivo.
hipo- (inferioridad o escasez): hipocalórico, hipotenso.
infra- (debajo de o por debajo de): infrahumano, infravalorar.
inter- (en medio o en posición intermedia, reciprocidad, relación mutua o ámbito común):
interdental, internacional.
intra- (dentro o en el interior): intravenoso, intramuros.
macro- (grande o muy grande): macroeconomía, macroconcierto.
maxi- (grande o muy grande): maxipantalla, maxiproceso.
mega- (muy grande o grande): megaempresa, megatienda.
micro- (muy pequeño): microbús, microchip.
mini- (pequeño): minibar, miniserie.
neo- (nuevo o reciente): neocatólico, neoliberalismo.
para- (similar o paralelo, pero al margen): paramilitar, paranormal.
pos(t)- (posterior en el tiempo y (menos) en el espacio): posguerra, postsoviético.
pre- (anterioridad en el espacio o en el tiempo): precontrato, prematrimonial.
pro- (por o en vez de, a o a favor de, hacia delante): provida, proactivo.
(p)seudo- (falso): (p)seudoproblema, (p)seudoprofeta.
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re- (detrás de. hacia atrás, acción repetida, intensificación): relisto, requemar.
retro- (hacía atrás): retropropulsión, retrovisor.
semi- (medio, a medias o no del todo): semidiós, semidesnudo.
sobre- (encima de o por encima de, en grado sumo o en exceso): sobrevolar, sobrecargar.
sub- (debajo o por debajo, insuficientemente): subsuelo, subarrendar.
super- (encima de o por encima de): superíndice, superpotencia.
supra- (encima o por encima de): supranacional, suprarrenal.
tele- (a distancia): telebanco, telemando.
tra(n)s- (detrás de, al otro lado de o través de): trastienda, tra(n)sandino.
ultra- (más allá de, extremadamente): ultrasonido, ultraligero.
vice- (en vez de o que hace las veces de): vicedirector, vicepresidente.
Hay otros prefijos cuantitativos iniciados por multi-: multimillonario; pluri-: plurilingüe,
poli-: polideportivo; mono- o uni-: monoparental, unilateral; bi- o di-: bisexualidad, dígrafo;
tri-: triciclo, tridimensional; cuatro-, tetra-: cuatricolor, tetrasílabo; penta- (cinco), hexa-
(seis), repta- (siete), octo- (siete), enea- (nueve), deca- (diez); endeca- (once), dodeca- (doce);
estos son los más usados. Otros, para formar múltiplos o submúltiplos: deca- (diez), hecto-
(cien), kilo o kili- (mil), mega- (un millón), giga- (mil millones), tera- (un billón); entre los
multiplicativos: deci- (diez), centi- (cien), mili- (mil), micro- (un millón), nano- (mil
millones) o pico- (un billón)…. Mas información en la p. 535.
Los prefijos se escriben unidos al término, sin más; solo se escribe el prefijo y guion cuando
la palabra inicia por mayúscula: anti-ALCA, anti-Mussolini; también se ha de emplear el
guion cuando la base es un número: sub-21, super-8. Existen los prefijos separables: ex alto
cargo, anti pena de muerte, pro derechos humanos; también, pre Segunda Guerra Mundial,
super en forma, vice primer ministro.
Con super-: superordenador, superbien, super-8. Eso está super de moda ahora.
Uso prefijal de la preposición sin (del latín: sine): carencia, o privación de la que procede
sinhueso (lengua), sinrazón (falta de razón o de lógica), sinsabor (pesar o disgusto),
sinsentido (cosa absurda o carente de de sentido) y sinvivir (inquietud o desasón), y sustan-
tivos cuantitativos sinfín y sinnúmero (infinidad, cantidad incaculable). Otros: sinsustancia,
sinigual, simpapeles, simpar, sintecho, sintierra.
Uso prefijal del adverbio no: prefijo privativo antepuesto a sustantivos de origen verbal: no/
intervención, proliferación, existencia, renovación, violencia, fumador, ficción; estos
términos empleados en periodismo, muy probablemente por influjo del ingles y francés, en los
cuales funciona como elemento non-, como muy productivo. En español, tiene tonicidad: Ese
hombre, no despreciable por sus conocimientos...
83
Coordinación de prefijos: anti- y pro, extra- e intra, pre y pos(t). Ejemplos: crecimiento pre- y
posnatal, estructuras bi- y trimembres.
2.4 Secuencias que pueden escribirse en una o más palabras. Varias palabras escritas
siempre de la misma manera y con el mismo significado, se denominan locuciones y se
clasifican de acuerdo con las funciones sintácticas que pueden desempeñar: carta blanca
(autorización para actuar libremente), cal y canto (mezcla de piedras y argamasa para
construir), fuera de juego (posición antirreglamentaria de un jugador), mala pata (mala
suerte); locuciones adjetivas: de cuidado (sospechoso), sin fin (ilimitado); locuciones
adverbiales: a la fuerza (contra la voluntad), contra reloj/contrarreloj (con suma urgencia);
locuciones verbales: hacer las paces (reconciliarse); interjectivas: Dios mío! (para expresar
dolor o angustia). El uso de dos grafías diferentes no significado cambio de significado.
2.4.1 Secuencias que se escriben en una o más formas con sentido idéntico. Ejemplos de las
más aconsejables: a cal y canto (para que no se pueda entrar o salir), a machamartillo (con
más fuerza que martillo), a maltraer (maltratar y mortificar); a matacaballo (muy de prisa), a
rajatabla (estrictamente), a tocateja (en efectivo), a vuelapluma (muy de prisa), aguanieve
(agua caída con nieve), alrededor ( en torno a algo), altamar (mar distante de la costa);
altorrelieve (figuras salidas más de la mitad de su bulto), aposta (adrede), aprisa (rápido),
arcoiris (arco formado por los rayos del sol en las gotas de lluvia), asimismo (también),
bajorrelieve (cuando los figuras resaltan poco del plano), bienvenido, -da (recibido con
agrado), bocabajo (con el vientre hacia el suelo), bocarriba (con la espalda hacia el suelo);
buenaventura (buena suerte o adivinación), cal y canto (América), camposanto (cementerio
católico), caradura (sinvergüenza), casaquinta, cielorraso, contrarreloj, cubalibre, deprisa,
dizque (al parecer, supuestamente), donjuán, enfrente, enhorabuena, enseguida, entremedias
(intermedios), entretanto, exlibris (sello en libro para indicar el propietario); fueraborda o
fuerabordo, guardia civil/guardiacivil, guardiamarina (alumno de los dos últimos años en su
estudio), hierbabuena, mal humor, librecambio, maleducado, medialuna, medianoche, medio-
ambiente, nomás/no más, Nochebuena, Nochevieja (última noche del año), padrenuestro,
pavorreal/pavo real, Perogrullo, puercoespín, quintaesencia, sanseacabó (teminado el asun-
to), sobremanera, tal vez/talvez, tosferina.
2.4.2 Secuencias escritas en una o más palabras con distinto valor. Aguadulce (cocción de
agua y panela), agua dulce (agua sin sabor). Aguadura enfermedad de las caballerías), agua
dura (contiene carbonatos y bicarbonatos de calcio magnesio). Aparte (caso aparte, un aparte
de la casa), aparte, adv (los puso aparte). La lanza le atravesó el corazón de parte a parte
(sust.). Apropósito (breve pieza teatral de circunstancias) sustantivo; a propósito (adecuado,
adrede y por cierto): A propósito, ¿quieres compartir nuestra celebración. Avemaría: plegaria
católica dirigida a la Virgen; dos palabras si es pieza musical, asombro, saludo: el Ave María
de Schubert, Ave María Purísima… ¡Ave María, cuanta gente hay aquí!
Contrarreloj (prueba): Ganó la contrarreloj; locución adverbial: Vinieron hasta aquí contra
reloj. Demás (lo otro, lo restante) como adjetivo o pronombre indefinido: Lo demás poco
importa. De más (locución: demasiado, de sobra): Me duele la cabeza porque he estudiado de
84
más. Entorno (ambiente, lo que rodea): Reside en un entorno plácido y sereno; en torno (a)
(locución, alrededor, aproximadamente, sobre o cerca de): En torno a la hora del almuerzo.
Entrambos (ambos), pronombre o adjetivo poco usado: Tomó el paquete con entrambos
brazos. Secuencia: Entre ambos amigos hay buena amistad. Exabrupto (sustantivo; dicho
inesperado e inconveniente): Amargado por la vida, escribió un exabrupto a su hermana.
Locución latina (de repente): Entró Perceo, ex abrupto, y amenazó a todos los asistentes.
Malentendido (sustantivo: mala interpretación o equivocación en el entendimiento de algo):
Se presentó un malentendido; secuencia del adverbio mal y del participio entendido: Dio un
gesto mal entendido que lo hizo despreciable.
Porciento (porcentaje o tanto por ciento): El negocio ha subido el porciento de utilidades. Por
ciento: Los precios han subido un diez por ciento. Pormenor (detalle o aspecto secundario de
un asunto): Me comento todos los pormenores del problema con su vecino. Locución por
menor: Su negocio vende más al por menor. (Tiempo futuro) porvenir: Esa familia tiene un
gran porvenir; (locución adjetiva): Los días por venir de este crudo invierno serán pasables.
Quehacer (tarea, ocupación). Su principal quehacer diario era dormir; (relativo que o
conjunción que y el verbo hacer): Tenía que hacer el almuerzo. Hoy hay mucho que hacer.
Sinfín (afinidad): Sosígenes tenía un sinfín de problemas. Locución adjetiva que significa
ilimitado o una correa: Leticia, tenía una tristeza sin fin, pero, hacía ejercicio en una cinta sin
fin. Sinrazón (sustantivo: cosa fuera de la razonable): Simplicio actúa sinrazón en sus cosas;
preposición sin y sustantivo: Torcuato se enfada sin razón alguna. Sinsabor (sustantivo: pesar
o disgusto): Quería quitarle, a mi amigo Cantalicio, el sinsabor de la derrota; preposición
sin y sustantivo sabor: Me regalaron unas frutas muy hermosas pero sin sabor.
Sinsentido (cosa absurda y sin explicación: sustantivo: Lo hecho por mis amigos fue un
verdadero sinsentido; preposición sin y sustantivo sentido: La amiga Clara decía cosas sin
sentido. Sinvergüenza (inmoral, descarado: sustantivo): El amigo Olimpio es un
sinvergüenza; preposición sin y sustantivo vergüenza: La gente irresponsable cuenta sus
errores sin vergüenza. Sobretodo (prenda de vestir): Cogió el sobretodo y lo llevó a la
espalda; locución adverbial: sobre todo: El pastorcito mentiroso sobre todo ríe feliz.
. A dónde/adónde: ¿a qué destino/ a qué lugar?; a donde /adonde. Ambas son correctas.
.(A)donde, como, cuando, quien, con la terminación quiera forman unos relativos,
denominados inespecíficos y significan cualquiera que sea, sea cual sea, el lugar/la manera/el
momento/la persona, se escriben siempre en una sola palabra; estos, seguidos del relativo que,
se escriben en una sola palabra: Había decidido seguirla adondequiera que fuese.
Comoquiera que el empleo es escaso, la demanda de estudios es lo mismo. Dondequiera y
comoquiera que llueva hay inundaciones sorpresivas. Me dio una carta con elogiosas
recomendaciones, que era dirigida a quienquiera que me ofreciera trabajo. En cambio, en
otro contexto van en dos palabras: A donde quiera ir yo, puedo hacerlo. Está bien,
Epaminondas, como quiera, lo negociamos. Cuando quiera yo estudiar con mis amigos, tengo
posibilidad de ponerlo en práctica. Quien quiera trabajar en su casa, puede hacerlo.
. Conque / con que. Conque es conjunción ilativa que significa así que, de modo que se
escribe en una sola palabra: El licor es muy adictivo, ¡conque mucho cuidado! ¡Conque es
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usted el que persigue! ¡Conque esas tenemos! Con que: Agachó la cabeza con que (con lo
que) indicaba su culpa. Este es el libro con que estudiaba en la universidad.
· Por qué. Esta secuencia corresponde a la preposición por y al interrogativo qué, propio de
interrogaciones directas (¿Por qué?): Amigo, Epagras, lo que no entiendo es por qué no me
comentaron esto? También, las interrogaciones indirectas: No podemos entender por qué ese
amigo es tan descuidado. Porqué/porqués es sustantivo masculino que significa causa, razón
o motivo, escrito como comienzo de la oración subordinada: El joven Cienfuegos deja el
estudio sin averiguar el porqué de su frustración. Todos los porqués los sabremos después.
· Porque: conjunción causal con la que introducen las oraciones subordinadas: Me fui a
dormir porque estaba trasnochado. Por que (preposición por y conjunción que): Pepita
deliraba por que su nieto llegara pronto. Cuando la oración subordinada lleva el verbo en
subjuntivo e introduce una causa orientada hacia el futuro admite por que y porque.
Sino (sustantivo masculino: finalidad o destino): ¿Qué raro sino tiene esa comunidad?
Conjunción sino: No es lo que aparenta ese personaje sino lo que es en realidad. Si
conjunción y no adverbio de negación: La gente opina que si no es mejor que se retire antes
de ser excluido de nuestra institución.
2.5 Amalgamas gráficas: las contracciones al y del. Las amalgamas graficas entre
preposiciones y artículos, demostrativos o pronombres, como reflejo de lo oral en lo escrito:
antel, desdel, dello, desta, entrellos, sobrel, etc; también, de la preposición de con los
adverbios aquí, acá, hoy, donde: dacá, dallí, doy. La norma ortográfica del español se acepta
al y del, excepto en nombres empezado por El: Saqué una prenda de El Corte Inglés; apenas,
se acepta la trascripción del habla popular o rural para caracterizar personajes.
Estas son formas de representación concisa de las unidades léxicas, para escribir brevemente
representaciones complejas. Bajo este nombre se escriben abreviaturas, siglas y acrónimos; a
continuación, aparecen las normas para su formación.
Este punto contiene los siguientes temas: origen de las abreviaturas gráficas, abreviaturas,
siglas y acrónimos, las abreviaciones y las nuevas tecnologías de la comunicación. ¡Buen
estudio y aprendizaje!
Las siglas existieron en textos romanos antiguos, en los nombres propios con una sola letra
(Titus: T), o añadiendo una letra si fuese necesario: TI:Tiberius; C·M·F (clarissimae
memoriae femina): mujer de ilustre recuerdo: E. S. C.: ex Senatus consultus; SPQR: Senatus
Populusque Romanus (el Senado y el pueblo de Roma). En inscripciones y siglas, podía
aparecer un punto a media altura, separando las iniciales propias de las diferentes palabras.
En la Edad Media, se utilizaron sobre todo para abreviar nombres propios, cargos y títulos.
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En la actualidad, se usa para abreviar nombres de instituciones, empresas y términos
complejos. Ciertas siglas, una vez redactadas se convierten en términos ordinarios hasta con
derivados: uguetista de la UGT, Unión General de Trabajadores; priista del PRI, Partido
Revolucionario Institucional, un partido político mexicano. De esta clase: radar radio
detecting and ranking) o laser (light amplification by stimulated of radiation).
Criterios:
a) Para ser abreviatura necesita carecer de un mínimo de dos letras por palabra, pues el punto
reemplaza una letra, y se llama punto abreviativo.
b) La creación de una abreviatura requiere valorar su cortedad, claridad y utilidad.
c) La abreviatura resultante ha de ser de fácil identificación, ejemplo, b/lvr, mejor que br, para
abreviar a bulevar. Todo está sujeto a ciertas restricciones.
d) El uso de abreviaturas se restringe a ciertos contextos muy determinados: listas, fórmulas
de tratamiento, saludo o despedida, referencias e indicaciones escuetas. Ejemplo: dirección
postal (piso 3º dcha.) y no este aviso: Ingreso al salón por la puerta a la dcha.
e) Las abreviaturas de tratamientos solo deben usarse cuando van antes del nombre propio: S.
Luis, D. Perceo Cuadros, Sra. Pongutá. En topónimos, nunca: Sta. Rosa de Osos, D. Simón.
f) No escribir abreviaturas en unidades de medida, si la cantidad referida se escribe con
palabras veinte cts; si se puede, cuando se escriben cifras: 20 cts.
g) Los sustantivos numerales: millar, millón, billón, trillón y cuatrillón no tienen abreviaturas
convencionales. Se exceptúa el caso de m. a. como abreviatura de millones de años. La
información completa de abreviaturas en el Apéndice numerado al final del resumen.
3.2.1 Lectura. Ha de ser plena. Pero, las abreviaturas pluriverbales se pueden leer deletreando,
sin leer puntos o como palabras. Las siguientes así: S.A. (sociedad anónima), S.L. (sociedad
limitada), R. I. P (requiescat in pace/descanse en paz); pero hoy es más habitual leer ese a; ese
ele; rrip.
a) Truncamiento, suprimiendo letras finales: art. /artículo, cent. /centavo, sig. /siguiente. La
abreviatura debe terminar siempre en consonante y punto. Excepto: truncamiento extremo de
palabras que comienzan por vocal: a. /antes, a.C. /antes de Cristo, si el truncamiento comienza
por dígrafo, este debe quedar completo: fich. /fichero, párr. /párrafo, Vall. / Valladolid. Las
pluriverbales, en letra inicial: r. p. m. (revoluciones por minuto); s.e.u.o, (por salvo error u
omisión. Nunca emplear una sola letra para una sola palabra.
Por excepción, existen abreviaturas complejas por iniciales: F. C. (ferrocarril); f.e.m. (fuerza
electromotriz.
b) Por contracción, conservando solamente las letras más representativas, que facilite la
identificación: Alfz. /alférez, blvr. /bulevar, cta. /cuenta, dcha. /derecha, atte. /atentamente,
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Fdez. /Fernández, Entre las abreviaturas formadas por contracción están la letra o letras
finales voladas: n.º /número, M.ª por María, adm.ºr? por administrador.
También, hay abreviaturas formadas por contracción quedando solo la inicial y alguna letra/s
central/es más representativas, omitiendo la parte final: cp. /compárese, ms. /manuscrito,
pg. /página, tlf. /teléfono. En general, estas son menos claras que las que conservan el
segmento final.
3.2.4 Plural. Las abreviaturas que corresponden a formas verbales y a expresiones oracionales
son invariables: v.: véase/véanse. D. E. P: descanse/n en paz. En cambio, si son sustantivos y
adjetivos hay variación de número, según el método de la formación:
a) Si fue por truncamiento y termina en consonante, se añade –s para formar el plural: caps.
(capítulos), coords. (coordinadores), págs. (páginas), vols. (volúmenes). Hay abreviaturas con
plural irregular: cent. (centavo, centésimo) y cént. (céntimo), y su plural es: cts. En
abreviaturas con truncamiento extremo, el plural se dobla: ff. (folios), vv. (versos), ss.
(siguientes), FF. AA. (Fuerzas Armadas), EE. SS. (estaciones de servicio, AA. VV. (asociación
de vecinos). La repetición es herencia del latín.
c) Si las abreviaturas llevan una barra, en lugar de punto, como signo abreviativo, son
invariables en el plural: d/f por días fecha, g/p por giro(s) postale(s), ch/ por cheque(s).
3.2.5 Ortografía y otras normas de escritura. Comprende los siguientes puntos: signos
abreviativos: el punto y la barra, uso de la tilde en las abreviaturas y otras cuestiones.
- Signos abreviativos: el punto y la barra. Las abreviaturas españolas se sierran casi siempre
con punto, signo abreviativo por excelencia, que las distingue del siglas y símbolos; se escribe
así: Sr.ª. Las abreviaturas que no se sierran con punto son las que van barra: c/ por calle, b/n
por blanco y negro, d/f días por fecha, a/a aire acondicionado; la única abreviatura con
paréntesis es (a) alias, casi inusual.
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omite el punto abreviativo al final de las letras voladas: Es indispensable que delante de su
nombre aparezca la abreviatura Dª. Tampoco se omite el punto, al cierre del paréntesis o de
la raya, antecedido de punto: Los rayos gamma producen alteraciones celulares (cáncer,
mutaciones genéticas, etc. / con la raya: —cáncer, mutaciones genéticas, etc. —.
Como el punto abreviativo no es signo de puntuación, la palabra que sigue va con minúscula
inicial: La abreviatura q.b.s.m. tiene poco uso en la actualidad. Solo mayúscula cuando se
trata de nombre propio o expresión denominativa, o si es el comienzo de un enunciado.
- Uso de la tilde y las mayúsculas en las abreviaturas. Estas mantienen la tilde si la vocal si la
lleva la palabra plena: lám., por lámina, pról., por prólogo, Cía. por compañía. Dado que las
iniciales de nombres propios son abreviaturas, deben conservar la tilde correspondiente: M. Á.
Laína por Miguel Ángel Laína.
Las abreviaturas han de respetar la mayúscula del término de su origen: Bs. As. por Buenos
Aires, EE. UU. por Estados Unidos; mientras que las del léxico común van con minúscula:
fasc. por fascículo, c.e. por correo electrónico.
Grupo aparte son estas abreviaturas de fórmulas de tratamiento, escritas siempre con
mayúscula inicial, aunque las palabras correspondientes se escriben con minúscula: S. S. por
su santidad, Ilmo. por ilustrísimo, Ud. por usted, Sr. por señor, D. por don.
b) Cuando la abreviatura va precedida de una cifra, se escribe separada de esta por un espacio:
25 cts, 40 págs. Excepción, las referidas al vuelto y al recto de un folio que van pegadas:
(vuelto o izquierda del lector): 35 vº, (recto o derecha del lector): 35rº.
e) La abreviatura nunca debe quedar como único componente de una línea; si quedara sola,
entonces, se escribe la palabra completa: etc, propio: etcétera.
f) Como norma general la abreviatura se escribe en cursiva: et al., abreviatura del latín et alii,
R. S. V. P. (abreviatura del francés: Réspondez s`il vous plai; vs. abreviatura del inglés:
versus. Pero, debido a su uso frecuente, se pueden escribir en redonda, como sucede con las
indicaciones horarias: a. m.: ante meridiem, p. m.: post meridiem.
3.3 Siglas y acrónimos. Sigla es el signo lingüístico formado por las letras iniciales: ONU/
Organización de las Naciones Unidas. Se busca la reducción del texto y se aplica
especialmente al ámbito administrativo, político o científico-técnico. Su uso se recomienda en
89
lo más común y de fácil comprensión y es conveniente acompañarlo de la expresión
completa: BCE (Banco Central Europeo); puede ser en sentido inverso: el Banco Central
Europeo, BCE.
Hay siglas que permite leerlas como palabras como ONU, ovni, sida. Esta clase recibe el
nombre de acrónimos, porque se acomodan a patrones silábicos del español. Por tales
acrónimos: OVNI, SIDA, UNESCO, UNICEF, terminan por lexicalizarse y se incorporan al
español, como nombres comunes o propios: ovni, sida, Unesco, Unicef.
Pueden participar elementos no alfabéticos, cuando integran iniciales, cifras y otros signos:
MP3 (Moving Picture Experts Group version 3), 3D (tres dimensiones), 11-S (11 de
septiembre), I+D (Investigación y Desarrollo), E/LE (español como lengua extranjera), M19
(Movimiento 19 de Abril), G8 (grupo de los 8 [países más industrializados]). El guion ya no
se utiliza en estos acrónimos.
c) Si una sigla presenta segmento pronunciable junto a otro que no lo es, se lee por ambos
métodos: segmento pronunciable y se deletrea el otro: PSOE (Peso-e:Partido Socialista
Obrero Español), CD-ROM (cederrón) Compact dis Read-Only Memory: disco compacto de
solo lectura, CSIC [se-sik] Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
d) Siglas que, además de letra, incluyen cifras y otros signos se suelen deletrear y nombrar las
cifras: MP3, I+D [i más de].
90
Los acrónimos se leen como cualquier palabra: AFORE (Administración de Fondos para el
Retiro).
Las siglas que empiezan por s, se la agrega la e: es, en SGAE (Sociedad General de Autores
de España), STRAE (Sindicato de Trabajadores de la Aduana). Si la sigla es compleja se
puede leer la denominación completa: OMS: Organización Mundial de la Salud.
3.3.3 Plural. Como siglas y acrónimos no corresponden a nombres propios se pueden usar en
plural: onejés (organizaciones no gubernamentales, deeneís (documentos nacionales de
identidad), pesés (computadoras personales), ateéses (ayudantes técnicos sanitarios). Pero, no
se ha de usar el plural al escribirlas y evitar lo del modo inglés de añadir la s; lo propio es
escribir así: las ONG, los DNI, los PC, los ATC.
Los acrónimos lexicalizados, al ser palabras plenas, se pluralizan común y corriente, o sea,
añadiendo - s, - es; opas: oferta pública de adquisición, ovnis, pl. de ovni (objeto volador no
identificado), tacs (tomografía axial computarizada). Lo mismo de las siglas: cederrones,
elepés, oenegés.
3.3.4 Ortografía y otras normas de escritura. Las indicaciones son las siguientes:
a) Las siglas se escriben sin puntos ni blancos de separación, incluso cuando se integran en
textos escritos enteramente con mayúsculas: CALENDARIO FISCAL PARA EL PAGO DEL
IRPE.
b) Las siglas escritas en mayúsculas carecen de tilde: OTAN; en cambio, los acrónimos sí
llevan tilde: Fundéu: Fundación del Español Urgente, Codicén: Consejo Directivo Central.
c) Las siglas ilegibles como palabras normales se escriben en mayúscula: CD, DVD, ISBN,
FMI. Todo como reflejo de su característica especial. En cambio, los acrónimos se convierten
en palabras corrientes y se escriben con minúsculas.
d) El dígrafo que forma parte de una sigla, se escribe con mayúscula la primera letra:
COCh (Comíté Olímpico de Chile).
f) Las siglas no se dividen al final de la línea. Los acrónimos sí, en cuanto son palabras
corrientes: ra/dar, Unes/co, Uni/cef.
91
h) Las siglas y acrónimos de otras lenguas no se resalta y se escribe con la misma letra del
texto: El Director de la CIA me ha regalado un DVD con láser.
Estos sistemas prescinden de las vocales, de manera similar como los sistemas primitivos,
reducidos solo a las consonantes: dnd: dónde, tjt: tarjeta, hcr: hacer.
Así, se presentan hoy estas abreviaciones con cifras: to2: todos, q3: cutres, q˜: qué onda, d+:
demás. Se aceptan como para estos sistemas y no se han de trasladar a la lengua general.
4 LOS SÍMBOLOS
En general, los símbolos son fijados por instituciones de normalización y tienen validez
internacional como la ISO (International Organization for Standardization) para monedas,
idiomas. Lo mismo, para los libros de la Biblia: Gn/Génesis, Ex/Éxodo, Lv/Levitico. Hay
ámbitos en los que son obligatorios. Información completa en el Apéndice 2.
Los símbolos alfabetizables, constituidos por letras, se asemejan a las abreviaturas, pero no se
cierran con punto, nunca llevan tilde y son invariables en el plural.
4.1 Lectura. Se leen reproduciendo la palabra que designa en la lengua del texto: Fe se le
hierro, 45 kV: cuarenta y cinco kilovatios. En la fórmula, se deletrea: H²O/ache-dos-o.
Cuando ya existe un símbolo y se crea uno nuevo con la misma letra, entonces, se le agrega
una segunda en minúscula para evitar la confusión: P (phosphorus: fósforo); para crear el de
plomo (lat. Plumbum): Pb.
4.3 Plural. Los símbolos son invariables: 25 km, 2 C. El plural lo acomoda cada lengua; así
la secuencia 50 €, en español, se lee cincuenta euros, y no cincuenta euro.
92
4.4 Ortografía y otras normas de escritura. Entre ellas están las siguientes:
a) Los símbolos se escriben siempre sin punto: cg (centigramo). N (norte), He (helio), COP
(peso colombiano)?, Co (Corintios).
b) Los símbolos creados para uso internacional se escriben sin tilde, aunque la lleven en la
letra respectiva que aparece como identificación del mismo símbolo: a (área), lim (límite);
pero este sí cuando lleva diéresis: Ä del apellido del físico sueco: A°ngström, A. J.
c) Los símbolos tienen identificación fija, sea mayúscula o minúscula: N (Norte: punto
cardinal). Los elementos químicos van así: monolíteros en mayúscula (H, O), bilíteros (Ca,
Hg), trilíteros (Uuq). Los símbolos de las unidades de medida normalmente se escriben en
minúscula: g, ha, dm; salvo, los que tienen origen en el nombre propios de persona: N
(Newton), W por vatio (Hugo Wast).
Los códigos bilíteros y trilíteros establecidos por las entidades de normalización se escriben
todos en mayúscula: ARP símbolo del peso argentino; BCN, símbolo del aeropuerto de
Barcelona.
f) Los símbolos van pospuestos a la cifra que los cuantifica y separados por un espacio: 41 H,
20 %; exceptúan los números volados que van unidos: 20°, 50’, 27°C (veintisiete grados
Celsius).
g) Los símbolos monetarios no alfabetizables, en América se usa así: £ 3, $2000, por influjo
anglosajón, cuando sería al contrario como se escriben los demás símbolos: 20 €.
SEGUNDA PARTE
ORTOGRAFÍA DE EXPRESIONES QUE PLANTEAN DIFICULTADES ESPECÍFICAS
93
CAPÍTULO VI
LA ORTOGRAFÍA DE LAS EXPRESIONES PROCEDENTES DE OTRAS LENGUAS
1 EL PRÉSTAMO LINGÜÍSTICO
Un léxico se amplía cuando se adoptan voces de otros idiomas; la historia del español está
cargada de esta experiencia. Todo, dentro de la influencia política, económica y sociocultural.
Ejemplo especial es la absorción de arabismos durante el dominio musulmán, la entrada de
galicismos desde la Edad Media y más desde la Ilustración; italianismos durante el
Renacimiento, voces indígenas de América, anglicismos a partir del siglo XIX.
Los extranjerismos o préstamos sirven para nombrar realidades nuevas; por ejemplo, tomate
(del nahua tomatl), el galicismo bidé (del fr. bidet). Muchos por mimetismo, esnobismo; v. c.
jamón (fr. jamon derivado de pierna: jambe), en lugar de pernil del lat. perna: pierna.
Los extranjerismos son términos transcritos sin adaptación al sistema español en lo fonológico
y ortográfico. Los antiguos arabismos, galicismos, italianismos e indigenismos, etc., se han de
considerar voces españolas, unos ejemplos: jardín, alcalde, canalla (it. canaglia), maíz,
huracán (taíno). Hoy, se toman términos especialmente del inglés, un poco menos del francés;
tales términos, con el tiempo, acaban siendo adaptados a la grafía y fonología española. La
RAE y la Asociación procuran su mejor adaptación para bien general; especial, Diccionario
panhispánico de dudas, donde orienta sobre los extranjerismos superfluos.
En los apartados siguientes aparecen las normas específicas frente a los extranjerismos
adaptados y latinismos; además, trascripción de voces pertenecientes al alfabeto no latino.
Los puntos siguientes versan sobre extranjerismos, latinismos y grafías ajenas el sistema
ortográfico tradicional del español. Todo tiene interés especial.
2.1 Extranjerismos. Se analizan los crudos; además, locuciones, dichos o citas de otras
lenguas y los extranjerismos adaptados a la lengua de Cervantes.
- Extranjerismos crudos. Se usan como algo ocasional, por prurito de culto o por aprovechar
la capacidad de estas expresiones de relacionarlas con su referente o con el ámbito cultural de
su origen. Se tiende a transcribirlos con su grafía originaria y con pronunciación aproximada a
la misma: apartheid, ballet, blues, geisha, hooligan, jazz, pizza, rock, sherif, software, etc. De
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ordinario se trata de términos que son ajenos a la propia lengua o nuevos que son inexistentes
en el español.
Adaptación de tilde: ambigú, fr.: ambigú, bilster, ingl.: bíster, master, ingl: máster. Otros
términos se transcriben tal cual: set, box, kit; además, términos que se escriben como su
original y su pronunciación cambia: baffle, ingl.: bafle, gay, ingl: guey.
2.2 Latinismos. Se analizan los siguientes puntos: latín como lengua de préstamo, latinos
puros y adaptados, locuciones latinas y dichos o citas en latín. ¡Interesante información!
Al léxico heredado o patrimonial del español, se la han agregado términos de otras lenguas,
cuyo conjunto se denomina léxico adquirido, del cual forman parte también los cultismos,
procedentes de las lenguas clásicas (griego y latín), sin mayor transformación.
La incorporación de términos tomados las lenguas clásicas ha sido en todo tiempo, incluido el
actual, especialmente en el lenguaje científico y técnico: átomo, córnea, ecuación, misil,
placenta, tándem; los términos han pasado del latín al inglés, francés…y así han llegado al
español: video… Ahora aparecen los neocultismos: bicicleta, biopsia, claustrofobia,
helicóptero, leucocito… Así, el latín sin hablarse hoy es lengua madre del español; lo mismo
95
sucede con los demás idiomas modernos. Todos ellos se han ido acomodando a nuestro léxico
español. La RAE se preocupa de adaptar de manera autorizada diferentes novedades léxicas.
Hay latinismos usados en la terminología científica y técnica que desde otro idioma no
necesariamente latino ha entrado al español. Entre otros, estos: accésit, adenda, affidávit,
album, campus, depsidra, currículum, déficit, desiderátum, detritus, diplodocus, status,
eucaliptus, exabrupto, exlibris, exvoto, facsímil, factótum, hábitat, herpes, humus, lapsus,
memorándum, ómnibus, pandemonium, péplum, placet, podium, quid, quidam, referéndum,
réquiem, salárium, superávit, vademécum, etc.
Existe, también, un reducido grupo de latinismos, crudos y adaptados desde finales del siglo
XIX: exsequátur, quadrivium, quórum; desde 1815 la RAE establece que se escriba quórum
(ahora cuórum), esecuátur. Lo recomendable es que si se emplean los términos latinos se
escriban en cursiva o entre comillas.
2.2.3. Locuciones latinas y dichos o citas en latín. Las locuciones las usan los hablantes cultos
en los contextos específicos: académico, científico, jurídico y político. La mayoría es de
carácter adverbial o adjetivo:
ab initio: desde el principio, ad calendas graecas: para un momento que no llegará,
ad hoc (para esto, adecuado), ad infinitum: hasta el infinito,
ad libitum: a voluntad, ad nauseam: hasta la náusea,
ad quem/a quo: hasta el cual/desde el cual,
córpore insepulto: con el cuerpo sin sepultar, acto religioso sin cuerpo presente,
cum laude: con elogio, máxima calificación,
de facto: de hecho, sin reconocimiento legal, de iure: de derecho, legalmente,
ex abrupto: de repente, de improviso, ex aequo: en pie de igualdad, con igual mérito,
ex cátedra: desde la silla de Pedro, grosso modo: aproximadamente, a grandes rasgos,
honoris causa: reconocer méritos, in albis: en blanco,
in articulo mortis: a punto de morir, in extenso: por extenso, ampliamente,
in extremis: en el último momento, in illo tempore: en aquel tiempo, hace mucho tiempo,
in memoriam: en memoria/recuerdo, in pectore: en el pecho, elegido sin publicarse,
in situ: en el sitio, ipso facto: por el hecho mismo, inmediatamente,
manu militari: militarmente, motu proprio: voluntariamente, por propia iniciativa,
96
mutatis mutandis: lo cambiable, nemine discrepante: sin discrepar, unánimemente,
post mortem: después de la muerte, sine die: sin fijar fecha o plazo,
sine qua non: sin la cual no, sub iudice/judice: bajo juez, pendiente de resolución judic.
sui generis: de su género, singular, nihil obstat: nada se opone,
vade retro: ve atrás, retrocede, velis nolis: quieras o no quieras, a las buenas o las malas.
Locuciones de carácter nominal: alter ego: otro yo, que puede hacer las veces de alguien,
casus belli: caso o motivo de guerra, curriculum vitae: carrera de la vida, méritos personales,
delirium tremens: delirio tembloroso, deus ex machina: resolver algo de manera inesperada,
horror vacui: horror al vacío (tendencia a ocupar todo espacio con algo decorativo,
lapsus calami: error de pluma, lapsus linguae: error de lengua,
modus operandi: modo de actuar, numerus clausus: número cerrado, limitado cupo oficio,
peccata minuta: faltas pequeñas, rara avis: ave rara, alguien o algo difícil de encontrar,
rigor mortis: rigidez de la muerte, statu quo: estado en que está un asunto o cuestión,
vox populi: voz del pueblo, noticia que corre en boca de todos.
Las locuciones latinas se han de escribir en cursiva o entre comillas y sin acento gráfico. Pero,
esto no impide la aceptación de locuciones como latinismos adaptados al estilo español con
tilde según lo exige el español, a no ser que se trate de texto largo:
adlátere: alguien subordinado que siempre acompaña, subordinada,
a látere: al lado etcétera: término que sierra una lista que está incompleta,
exabrupto: dicho inesperado, ex abrupto, locución latina: de improviso,
exlibris: sello para indicar su dueño exvoto: objeto depositado en santuario por bien recibido,
verbigracia, locución latina: verbi gratia: por gracia de la palabra,
vía crucis: sufrimiento largo… via crucis: camino de la cruz: vía crucis, vía crucis,
sui generis: singular, peculiar, suigéneris (suijéneris).
2.3 Grafías ajenas al sistema ortográfico tradicional del español. Son las procedentes de
lenguas distintas del léxico patrimonial, venido del latín antiguo:
b) Las voces con la k, del malayo kakatuwa: cacatúa, del francés kangourou: canguro, del
alemán Zink: cinc o zinc, del inglés smoking: esmoquin, del sánscrito svástica: esvástica, (del
alemán Käppi, al francés: képi: quepis, del tagalo salakot: salacot… Una vez aceptada la k en
el español, entonces, es normal conservar la antigua k: anorak, búnker, kamikase, karaoke,
kayak, kilo, kiwi, okapi, ukelele…, bien como variante: bikini/biquini, kimono, kurdo/curdo,
moka/moca, musaka/musaca, póker/póquer…
c) Mayor ruptura si se cambia la qu por q sola, de los anglicismos kuark, quásar, de los
latinismos exequátur, quadrivium y quórum,.., en cambio, se escriben cuadro, cuarzo, cuota,
frecuencia, secuoya, etc.; hoy se escribe: cuórum, exequátur, cuásar, mejor cuadrivio que
cuadrivium,
97
e) El sonido fricativo sordo /sh/ no se puede pasar sin más al español; por eso, los tales
términos se escriben siempre en cursiva: establishment, flsh, show, shuar, sushi… Algunos
términos se han acomodado así: del inglés shoot/ chute, del árabe hashich/ hachís, del
quechua pishku: pisco, del hebreo ashkenazim: askenazi/askenazí.
f) Las voces de otras lenguas que empiezan por s + consonante, espontáneamente se le agrega
la /e/: italiano spaghetti: espagueti, inglés stándar: estándar, francés store: estor; para otras
consonantes como m: guaraní mbayá: embayá.
g) En algunos idiomas aparecen las /g/ y la /j/ en representación de la /y/: inglés banjio:
banyo, inglés junior: yúnior, inglés manager: mánayer; también se puede mantener la grafía
original y pronunciarlas según nuestro sistema español.
h) Muchos anglicismos terminan en /y/ que en español requiere otra vocal. Al escribirlas se
hace con esta /i/: todas inglesas poney/poni, ferry/ferri, panty/panti, sexy/sexi… Otros
cambios provenientes del inglés: geyser/géiser, pyjama/pijama o piyama.
i) Cuando en español va la /i/ después de otra vocal, entonces se pasa a la /y/: guirigay,
convoy, tepuy; lo mismo, de bonsái/bonsay, paipái/paipay, samurái/samuray. Este cambio
aunque las más usadas son las con /i.
j) La z antes de la /e/ y la /i/ en su origen se ha de conservar: nazi, razia, zéjel, zen, zepelín,
zeuma, zigurat, ziper. Pueden aparecer las variantes gráficas con c.
l) En español la secuencia /ll/ es un dígrafo y se sustituye por /l/: inglés baseball: béisbol/
beisbol, inglés drill/ dril, latín científico Salmonella: salmonela.
m) En español, la secuencia final inglesa ing se adapta con la supresión de la /g/: inglés
meeting: mitin, inglés pudding: pudin/pudín, inglés smoking: esmoquin, inglés camping:
campin, inglés catering: cáterin, inglés piercing: pirsin.
n) Las voces francesas con la secuencia final –age se adaptan con la antigua grafía – aje.
Bricolage: bricolaje, garage: garaje.
El préstamo de términos provenientes de lenguas, sin alfabeto latino (árabe, hebreo, cirílico) o
que carecen del sistema alfabético, tales como la escritura ideográfica o silábica (chino,
japonés), pide la adecuación al sistema español. Puede ser por transliteración según
equivalencia previamente establecida; difícil su pronunciación para los no expertos en las
voces transliterales.
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La transcripción intenta reproducir la sustancia fónica, previa aproximación a algunos
fonemas originales, proceso realizable por cualquier persona. Ejemplos de la Escuela de
Estudios Árabes de Granada, Hamas/Hamás. Ejemplo: la transliteración del árabe allah:
español y portugués Alá, catalán Al-lá, inglés, francés, italiano y alemán Allah, checo Alláh.
Las indicaciones más comunes son relativas a la correspondencia a entre fonema y grafema,
estudiadas en el cap. I §6. Estas son las más importantes:
a) Los sonidos vocálicos han de ser similares a los del español: siux y no sioux.
c) La /i/ final después de una vocal se suele mantener: Alxéi, Altái, bonsái, samurái.
d) La /j/ con valor vocálico debe convertirse en la /i/ latina: Liubliana no Ljublljana.
i) Cuando la grafía dj, j o g representen algo similar a nuestra /y/ debe sustituirse por la /y/:
Tayikistán y no Tajikistán o Tadjikistán, Yamal no Jamal, Yibuti no Djibouti, yincana no
gymkhana.
j) Cuando el grupo kh represente el fonema velar fricativo sordo /j/ debe escribirse j en
español: Bajtín y no Bakhtin, Jartum y no Khartum, sij y no sikh.
99
CAPÍTULO VII
LA ORTOGRAFÍA DE LOS NOMBRES PROPIOS
1 CONSIDERACIONES GENERALES
Los nombres propios son voces o expresiones para designar entidades u objetos únicos, se
escriben con mayúscula inicial y carecen de marca tipográfica especial. En general, siguen las
normas ortográficas que han sido definidas y fijadas por la tradición.
Los topónimos y andropónimos, con el paso del tiempo, son sometidos a cambios; tanto que
constituye una parcela del léxico muy permeable al préstamo. Así: Isabel/Ysabel,
Pero/Per/Pedro, Juan/Iván (eslava), Paula/Paola (italiano). Tales cambios son reflejos de los
cambios sociales y la ampliación del conocimiento del mundo. Las instituciones
normalizadas, como la Asociación de Academias de la Lengua Española se dedican a velar
por la corrección y adecuación a nuestro sistema ortográfico.
2 ANTROPÓNIMOS
Estos son los puntos fundamentales en análisis: antropónimos españoles y de otras lenguas, su
acentuación gráfica y su alfabetización. ¡Bien, por estas precisiones de aplicación apropiada!
2.1 Antropónimos españoles. Estos se forman por uno o dos nombres de pila y el primer
apellido de cada uno de los progenitores: Cenobia Llanos Cuevas, León Vaca Toro.
2.1.1 Nombres de pila. Los padres, por derecho irrenunciable, eligen libremente nombre/s de
sus hijos. Antes, de ordinario, se tomaba el nombre de los antepasados, o se escogía el nombre
según el del santo de día. Tendencia muy reciente es la de elegir el nombre por eufonía,
armonía gráfica o deseo de originalidad.
En relación con la selección del nombre se han dado ciertas restricciones como la del Concilio
de Trento (1545-1563) de bautizar solo con nombres cristianos, proscripción de nombres
considerados subversivos por motivos políticos; también, porque busca salvaguardar la
dignidad de persona, evitando nombres risibles, degradantes y rechazables en tal ambiente.
Hoy se tiende hacia la libertad de elección, ampliación con nombres extranjeros sin
equivalencia en la propia lengua, nombres de personajes históricos o legendarios y nombres
comunes de gran valor. En todo caso, se han de conservar las normas ortográficas.
- La ortografía de los nombres de pila. Oscila entre los de grafía fija y variable:
Jenaro/Genaro, Elena/Helena. Por regla, los nombres tradicionales han de someterse la grafía
de la lengua original. Pero, puede darse una anomalía permisible: Ximena/Jimena,
Leyre/Leire; o la combinación gráfica-fónica ausente en las palabras patrimoniales:
Vladimiro, Cuauhtémoc.
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de la tonicidad del primer elemento facilita la fusión de las expresiones compuestas:
Mariángela, Marialuz, Josemaría, Juanjosé.
- El neologismo y los nombres de pila. La lista tradicional sale de la onomástica latina, con
incorporaciones germánicas, hebreas y griegas; estas últimas preferentemente del santoral.
Todo con la facilidad de la invención permanente, préstamos de otras lenguas e invención
permanentes, entre originalidad y exotismo. Por el lado de la creatividad: anagramas como
Airam de María, Noslen de Nelson, Alenia de Alejandro y Tania, Hécsil de Hétor y Silvia;
fusión de palabras: Yotuél de yo, tú y él; Masiosare, fragmento de: «Mas si osare un extraño
enemigo profanar con su planta tu suelo».
Otro recurso es el de asignar nombres comunes: Modesto, Severo, Patricia, Genaro de enero,
Patricia, Alba, Rosa…Camino, Carmen, Pilar, Pino, Viñas… Lo exigible es la adecuación a la
pronunciación y ortografía española para los antropónimos.
2.1.2 Nombres hipocorísticos. Estos son formas diminutivas, abreviadas o infantiles, que se
usan como designación cariñosa, familiar y eufeminística. Diminutivo: Anita; acronimia:
Maribel de María Isabel, acortamiento: Nando de Fernando, dislocación acentual: Míguel.
Nombres sin relación formal: Curro de Francisco, Goyo de Gregorio, Pepe por José, Beppe de
Giuseppe (italiano).
Otras posibilidades: hipocorístico por varios nombres como Tiana por Rubostiana o Tatiana;
Teo por Teófilo, Teodoro y Teodosio, Emma de Emmanuela, Marianela de María Manuela,
Elsa de Elísabeth. Hoy se dan verdaderos nombres de pila: Álex, Lola, Malena, Marina,
Michel, Sandra, Tina.
2.1.3 Apellidos. Se hereda de los padres para establecer su filiación, pero su cambio es
restringido. En el ámbito hispánico, se nombra el apellido de cada progenitor en el orden
paterno materno, pero muchas legislaciones permiten cambio y usar solo el apellido materno.
101
Los apellidos compuestos, como primer apellido (Juan Pérez-Gómez, frente a primero y
segundo apellido: Juan Pérez Gómez); puede estar formado por los conectores del, de la, etc.
con la ayuda de la y: Ramón Gómez de la Serna y Puig, Álvaro Pombo y García de los Ríos.
2.1.4 Los antropónimos y las lenguas cooficiales. En países hispanohablantes hay varias
lenguas oficiales: España, hay convivencia con el catalán, gallego y vasco. En España, si el
apellido está en las dos lenguas cooficiales, el interesado escoge el de su preferencia: Iciar
Beriguistán (cast.)/Iziar Beguiristain (cat.), Maruja Soto (ast.)/ Maruja Souto (gall.).
Lo más común es consevar la grafía original si procede del alfabeto latino; antes se prefería la
grafía española: Juan de Arco en vez de Jeane d’Arc, Tomás Moro en vez Thomas More…
La presión moderna es tan fuerte que los antiguos nombres traducidos se vuelven a su lengua
original: Pablo Casals / Pau Casals, Carlos Marx / Karl Marx.
102
c) Los nombres de santos, personajes bíblicos y personajes históricos o célebres, así: san Juan
Bautista, Herodes, Julio César, Alejandro Magno, Nicolás Copérnico, Miguel Ángel.
d) Los de los indios norteamericanos: Caballo Loco, Nube Roja, Pequeño Alce, Toro Sentado.
e) Los nombres propios, motivados, como apodos o apelativos y sobrenombres de personajes
históricos: Pepino el Breve, Iván el Terrible, La Reina Virgen, Catalina la Grande.
Los nombres extranjeros de personajes de ficción siguen un proceso similar a los personajes
reales: Edmundo Dantés, Margarita Gautier, Gregorio Samsa….; solo, si es verosímil.
Cuando van dos nombres seguidos se acentúa el segundo: José Luis, José Manuel; en cambio,
si conserva cada la acentuación gráfica: Jesús Ángel. Cuando se fusionen dos nombres, la
acentuación se aplica sobre el compuesto resultante: Marialuz, Juanjosé.
Las variantes coloquiales van aparte: Jose, Míguel, Ruben; su uso puede hasta considerarse
vulgar como en el caso de decir Jesús.
2.4 Alfabetización de los antropónimos. Indicaciones para que los organismos respectivos
apliquen de manera acertada. Su clasificación por orden alfabética es por el primer apellido,
luego el segundo apellido y finalmente, el nombre. Además, se ha aplicar lo siguiente:
a) La preposición y el artículo no se tienen en cuenta en la alfabetización: Amo González,
Pedro del; Torre Ibarra, Ramón de la; Diego Cortárzar, Ana de.
b) Si el elemento encabezador de un apellido es un artículo o los tratamientos san y santa,
estos se mantienen en su posición como si se tratase de un apellido independiente: San José,
Ángeles; Santa Ana, Omar; Santa María, Mercedes; Santaella, Alberto.
c) Ni apóstrofo ni guion de apellidos compuestos se tiene en cuenta en la alfabetización:
O’Donnel Leví, Ricardo; Gómez-Ferrer Lozano, Margarita; Gomiz del Moral, Paula.
d) Caundo la conjunción /y/ aparece entre dos apellidos se tiene en cuenta como segundo
elemento de la alfabetización: Aguirre y Gómez Pacheco, Ricardo; Pérez Romero, Lina.
e) Si el segundo apellido va encabezado por preposición o por preposición y artículo, estos
elementos se tienen en cuenta como segundo eje de la alfabetización: Gómez de la Iglesia,
Pericles, Torres de la Iglesia, Pía; Vaca del Corral, Zoila.
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así: Amaral, Jodo Dias do; del alemán es así: Gott, Johann von; del holandés: Laat, Rahel
van der. Otros elementos posibles: Ben Amí, Ahmed; Mckalahan, John; Ibn Abi, Ahmed.
3.1.1 La ortografía de los topónimos hispánicos. Estos se someten a las normas ortográficas
generales de manera ùnica, pero, hay con más de una grafía: Cusco/Cuzco, Xíloá/Jiloá.
Además, algunos tienen rasgos de la antigua grafía: Axarquía, Bayla, México, Ossa de
Montiel; otros son ajenos al español: Almorox, Guadalix, y América las terminaciones
consonánticas –t: Tezxiguat, -tl: Macuilxóchilt, -tz: Butzotz.
Los términos que en otros idiomas se escriben con guion, en español, es preferible sin él:
Ciudad Trujillo, Medina Sidonia, Puerta Vallarta, Zamora Chinchipe. Se mantiene el guion si
ha sido oficializado: Vélez-Málaga; lo mismo para la fusión de dos entidades: Lapiñen-
Ortilla; lo mismo con las lenguas cooficiales: Peñacerrada-Urizaharra, Victoria-Costeiz.
3.1.2 Formas cooficiales. Estas se sitúan en las siguientes autonomías: Cataluña, Comunidad
Valenciana, Galicia, Islas Baleares y el País Vasco con su lengua específica. El hablante elige
la expresión según la lengua de su preferencia y así se ha de escribir: Sangenjo, Saint Feliu de
Guixol.
3.2 Topónimos extranjeros. Se analizan las formas tradicionales y autóctonas, junto con los
cambios de denominación; otro aspecto contempla la transferencia, traducción e hispani-
zación; un tercero es la acentuación en los topónimos extranjeros. ¡Atención particular!
3.2.1 Formas tradicionales, formas autónomas y cambios de denominación. Cada lugar tiene
un nombre dado por los del mismo lugar: endónimo, y otro dado por los que se encuentran
distantes: exónimo. Así, Egipto es exónimo español que corresponde al endónimo egipcio
Misr, Arjantin es el exónimo turco de Argentina, Londino (grafía española) es el exónimo
griego de Londres, Afény (grafía española) es exónimo ruso de Atenas.
Los exónimos españoles pueden ser tanto una forma completamente alejada cualquier
endónimo: Filandia frente a Suomi, India frente a Bharat, como hispanización del endómino
respectivo: Milán por Milano, Nimega por Mijmegen, e incluso puede ser una traducción total
o parcial: Montenegro por Crna Gora, Nueva Jersey por New Jersey. Puede suceder la
conversión a través de un tercer idioma: Lepanto del italiano Lepanto, en griego (en grafía
española) Naúpactos.
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(Cuba), Meksika (México), Sili (Chile). Es lícito emplear Bielorrusia (no Belarus o Belarús),
Bombay (no Mumbai), Calcuta (no Kolkata), Esmirna (no Izmir), Peking (no Beijing).
A pesar de la tradición española, pueden ser modificados, en especial, los más usados, en
principio, por el cambio original ordenado de manera oficial por las autoridades respectivas,
no por afán periodístico o por interés novedoso. Ejemplos de cambios legales: Burkina Faso
por Alto Volta, Ghana por Costa de Oro, San Petesburgo por Leningrado, Sri Lanka por
Ceilán. Los nombres antiguos son válidos en documentos y referencias de carácter histórico.
3.2.3 Acentuación y diacríticos en los topónimos extranjeros. Todos los exónimos españoles
deben someterse a las normas de acentuación gráfica del español: Bangladés, Córcega,
Dublín, Oceanía, Túnez, Míchigan, Oregón, Ámsterdam, París, Orleans, Quebec, Berlín.
105
CAPÍTULO VIII
LA ORTOGRAFÍA DE LAS EXPRESIONES NUMÉRICAS
Los procedimientos primarios se relacionan con las partes del cuerpo, entre ellos los dedos de
manos y pies, de ahí se origina el sistema de cómputo quinario (cinco), decimales (diez) y
vigesimales (veinte); en el francés quedan rezagos de tal sistema: quatre- vigint. Otro sistema
es el duodecimal, descontando el pulgar con el que señala los demás dedos (4) x tres
(falanges) = 12; de este sistema sale la docena y algunas medidas de unidades inglesas, como
el pie, que equivale a doce pulgadas. También, hay otro sistema el sexagesimal (de base
sesenta), que utilizó Babilonia para elaborar el calendario y las mediciones astronómicas que
pervive hoy en el cómputo del tiempo (hora de sesenta minutos, minutos de sesenta
segundos), y la medición de los ángulos del la circunferencia.
Otra forma fue hecha sobre objetos recolectados (conchas, guijarros, granos…) y la marca
sobre ellos como muescas, tarjas existentes en la hacienda británica hasta el siglo XIX. Otros
sistemas: nudos, colores hasta los kippus de los incas para conteo, constancia de
acontecimientos y saberes relevantes para la comunidad.
En el sistema acumulativo de numeración cada signo tiene un valor fijo, sin importar la
ubicación y como tal sucede en la numeración romana; así, IV: 4, VI: 6. En cambio, hay otro
sistema en el que la ubicación es relevante para calcular el valor final; así en el 537 el 3
representa el valor de 30, porque ocupa el lugar de las decenas y ha de multiplicarse por 10;
en cambio en 23 el tres representa el valor de 3, porque ocupa el lugar de las unidades.
Las lenguas que usan el alfabeto latino existen dos modos de representar los números: la
romana heredada de la cultura latina, de uso decreciente hasta el mínimo; la arábiga,
introducida por los árabes del al-Ándaluz, la empleada hoy en la escritura de los números.
La numeración romana se basa en el empleo de siete letras del alfabeto latino con valor
numérico fijo; en cambio, la numeración arábiga cuenta con diez símbolos:
0.1.2.3.3.5.4.5.6.7.8.9; su valor cambia según sea su posición dentro del número representado.
2.1 Los números romanos. Símbolos: I: 1, V: 5, X: 10, L: 50, C: 100, D: 500, M: 1000. Este
sistema parece que proviene de los etruscos heredados de los sistemas primitivos de cómputo
a través de muescas o hendiduras hechas en determinados objetos y representadas con las
106
letras latinas mayúsculas: I, V, X. Este sistema es acumulativo, en el que cada signo
representa el mismo valor; más tarde se agregó la convención, de que el valor ciertos signos,
según su posición sumara o restara para indicar el valor total del número representado.
2.1.2 Uso actual de los números romanos. Estos han sido desplazados desde finales de la Edad
Media. Superviven hoy en ordinal en los siguientes contextos:
a) Monumentos o placas conmemorativas para indicar años; pero mejor, usar arábigos. A
veces aparece el punto a media altura para separar millares, centenas, decenas y unidades:
M·CM·XC·IC.
b) En publicaciones periódicas para señalar el año de vida de publicación: Año XXXV. Se
alterna con el arábigo.
c) Para indicar el siglo, junto con este término: siglo XXI; no se ha de usar números arábigos.
d) Para indicar dinastías en ciertas culturas, antepuesto al sustantivo: los faraones de XVIII
dinastía. Se alterna con la abreviatura ordinal propia: la 18ª dinastía.
e) En las series de papas, emperadores y reyes de igual nombre, siempre pospuestos: Juan
XXIII, Napoleón III y Felipe IV.
f) En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes, festivales, etc. siempre
antepuestos al nombre respectivo: IV Congreso Iberoamericano de Bioética. Se alterna con
los arábigos: 78º Campeonato Mundial de Ajedrez.
g) En la numeración de volúmenes, tomos, anexos, partes, libros, capítulos o cualquier
división de una obra; también, numeración de actos, cuadros o escenas en las piezas teatrales,
siempre pospuestos al sustantivo respectivo: tomo II, libro II… En muchos casos, se pueden
sustituir por ordinales antepuestos o pospuestos a las palabras: tomo 4º o 4º tomo; incluso
números cardinales pospuestos: tomo 4, libro 10, capitulo 8.
h) Uso de los romanos en las páginas preliminares; ha de ser siempre en mayúscula.
i) Indicación del mes en expresión abreviada: 13-VI-2012; mejor en arábigos: 13.6.12.
j) Medición de la intensidad o capacidad de destrucción de los terremotos: El sismo tuvo una
intensidad de grado IV en la escala modificada de Mercalli.
k) En España, para identificar las carreteras nacionales: Viaja en la N-VI.
2.1.3 Lectura de los números romanos. Fundamentalmente, con valor ordinal; pero los
excesivamente complejos o sencillos romanos o arábigos se puede leer en ordinales o
cardinales; pero si se usa solo como identificadores, solo cardinal: N-II: la ene dos.
107
En otros contextos, su lectura puede variar según el valor del número que representan:
a) Los números romanos que indican año se leen como cardinales: año MMXII (año dos mil
doce); pero, hasta diez puede leerse también como ordinal: año II (año dos o año segundo).
b) Los siglos hasta el diez se leen indistintamente, siglo III (siglo tres o tercero); del siglo XI
en adelante se lee siempre en cardinal: siglo XV (siglo quince), siglo XXI (siglo veintiuno).
c) Las series de papas y reyes, escritas siempre en romanos y para leer hasta 9 en ordinal, 10
(en ambos), de 11 en adelante siempre en cardinal: Luis XII (Luis doce), Benedicto XVI
(Benedicto dieciséis).
2.2 Los números arábigos. Origen en la India sobre la base decimal, en la que cada uno de
los primeros nueve números tenía una potencia de diez; así 637 se traduce a nuestro idioma:
siete unidades, tres decenas, seis centenas. Se seguía siempre un orden fijo: unidades,
decenas, centenas, millares…. De pronto se inició la omisión de sustantivos que indicaban la
potencia, porque se deducía de su posición; problema, el vacío: 507; los indios lo resolvieron
con el uso de la palabra vacío: zunya (sánscrito), precursora de nuestro cero (ital.: zero, del
latín medieval zephyrum); y este a su vez del árabe sifr: vacío, origen a la vez de cifra.
Ortografía de los números arábigos. Los números se escriben así: 2, 27, 247, 2528. De
cinco cifras en adelante se agrupan de tres en tres, empezando por la derecha, con pequeño
espacio en blanco, denominado en tipografía, espacio fino (algo menor que el ordinario). Este
espacio no se usa en documentos contables ni ningún otro escrito para evitar el risgo cambios
de cifras y valores.
- Los números enteros y el separador de millares. El espacio en blanco se deja solo después de
cuatro cifras, y se emplea punto o coma solo vale como marcador decimal. Por consiguiente,
no se emplea el espacio en blanco en estos casos:
a) En los números que designan años menores de cuatro cifras: años 70, 500, 9999, el 4000 a.
C. Pero sí, cuando se cuantifican años: 10 000, 100 000, 900 000 años.
b) En los números indicadores de páginas o de versos: 58 000 páginas, 13 000 versos. Pero se
puede dividir al dar estos datos: La enciclopedia Cumbre tiene 30 000 páginas.
c) Tampoco hay espacio en blanco en la numeración de textos legales o sus divisiones:
Apareció la Ley 18050; en el artículo 9991.
d) En la numeración de vías urbanas, códigos postales o apartados de correos: código postal
21001, apartado de correos 70050.
e) En los números de códigos o identificadores, signaturas, números de registro: Reg. 79652,
cc 20227961, Norma UNE 94570-3.
- Los números decimales y el separador decimal. Con el correr del tiempo se hizo necesario
rresentar las fracciones. Hoy existen dos: los quebrados y los números decimales.
Los matemáticos indios usaron los quebrados, situando el numerador en una línea y el
denominador en la línea inferior; pero los árabes aportaron la línea horizontal de separación:
ambas usables hoy, como el símbolo que denota división.
- La escritura de los números decimales se compone de una parte entera, corresponde a la
unidad con sus múltiplos y a una parte decimal que necesita ser bien caracterizada con el
símbolo punto/coma; la coma más en Colombia.
108
La expresión lingüística de los números decimales es primero la parte entera y luego la parte
decimal, unidas por la conjunción /y/ o por la preposición /con/. La expresión verbal de 0.8
puede ser: cero con ocho centésimas o cero unidades y ocho centésimas. También es habitual
decir: 8.010; se dice: ocho punto cero diez.
3 NUMERALES
Los números se pueden representar mediante símbolos o cifras y palabras. Así los números
indoarábigos de uso internacional se someten a la escritura correcta de cada lengua: veintiuno,
trescientos, nueve mil...; todo se ha de someter a las reglas generales de la ortografía española.
El análisis implica la ortografía de números cardinales y ordinales junto con la de los
numerales fraccionarios y multiplicativos. ¡A multiplicar conocimientos!
3.1 Ortografía de los numerales cardinales. Estos indican la cantidad en relación con la
serie de los números naturales, incluido el cero, que representa la ausencia de cantidad. De
ordinario funcionan como adjetivos (cuatro libros), pero también como pronombres (¿Cuántos
años tiene? – Tres.), o como sustantivos masculinos (Escribe el seis como el ocho). Algunas
denominaciones son solo sustantivos: millar, millón, millardo, billón, trillón y cuatrillón.
Hay variación de género en estos: un libro, una casa, y en los formados con el elemento
compositivos –cientos: trescientos/tas, veintiún, veintiuna.
Los cardinales de cero a quince, todas las decenas, cien(to), quinientos y mil son palabras
simples; los demás cardinales son complejos y se forman por fusión, yuxtaposición o
coordinación de cardinales simples.
Estos cardinales complejos: 16 a 19, 21 a 29 junto con las centenas, se escriben en una sola
palabra y la /i/ latina. A partir de 30 los cardinales son complejos; de 100 en adelante sin la
conjunción /y/: ciento diez, conservando lo indicado antes para los números respectivos. Sin
embargo, en América aparecen estas grafías: sesentaicinco, las cuales son minoritarias pero
válidas por la tendencia gráfica de la fusión; pero, el uso culto acoge la forma inicial.
Los usos dosmil, tresmil van en contravía del aprobado: dos mil, tres mil…; solo se acepta
cuando se usa como sustantivos lexicalizados: el pico tresmil, las alturas tresmiles… El
listado completo de los números aparece en las páginas, de la 671 a la 674. Hay que verlas.
3.2 Ortografía de los numerales ordinales. Estos expresan orden o sucesión en relación con
los números naturales, y no cuantifican al sustantivo respectivo dentro de un conjunto
ordenado de elementos de la misma clase. De ordinario van antepuestos, pero pueden ir
también pospuestos, con variación de género y número.
Los ordinales simples van del 1 al 9 y los correspondientes a las decenas: décimo,
vigésimo…, junto con los correspondientes a las centenas; también, son simples los relativos
a 1000 y a las potencias superiores: milésimo, millonésimo, bimillonésimo… Los restantes
son complejos y se generan por yuxtaposición o por fusión de las formas simples.
109
Los ordinales complejos es preferible escribir en grafías univerbales: vigesimoctavo,
trigesimoprimero, septuagsimoprimero… cuando se separan cada va indicando su genero:
cuadragésima séptima,
b) Susntantivos fraccionarios. Corresponden a las fracciones ½: mitad o medio, 1/3; los demás
van como los adjetivos: cuarto, quinto, sexto…veintiunava parte. Los sustantivos
fraccionarios correspondientes a 10, 100, 1000 y millón y sus múltiplos, en América
masculinos y femeninos: milésimo/a, millonésimo/a. Lista respectiva en páginas 680 y 681.
Excepto doble y triple los demás multiplicativos son esdrújulos: décuplo, cuádruplo, céntuplo.
Se usan solo los multiplicativos más bajos de la serie; a partir de nueve son inusitados, y en su
lugar se emplea el numeral cardinal con veces mayor o veces más.
110
c) Los números inferiores a cien que se expresan en dos palabras unidas por la conjunción y:
setenta y cinco minutos. No es propio escribir letras y cifras, y mejor en cifras para listados.
d) En textos no técnicos es mejor escribir con palabras no complejos referidos a unidades de
medidas: treinta kilómetros.
e) Fracciones fuera de contextos matemáticos: dos quintos de los amigos.
f) Números correspondientes a cantidades aproximadas: unos cuarenta años.
g) Número utilizados expresivamente o que forman parte de locuciones y frases hechas: unos
cuarenta y tantos. No pasa de tres cuartos…
h) Números correspondientes a fechas históricas o festividades: Celebramos el Dieciséis de
Septiembre. Fuimos a la plaza Dos de Mayo. También se usa así: calle del 20 de julio.
i) Los números de naipe: el seis de oro, el diez de picas.
4.3 Uso combinado de cifras y palabras. Escribir todas las cifras (10 580 491), o todo en
letras: cuatrocientos libros. Cifras con letras: 3 millares, 20 millones, 6,3 millardos, 12
billones de euros. No se usa para mil sino para millar. Escríbase 3.5/3,5 millones de pesos, o
tres millones y medio de pesos; no: 3 millones y medio de pesos.
5.1 La expresión de la hora. El sistema horario es duodecimal, doce horas, en tanto que las
horas son por el sistema sexagesimal (sesenta minutos), que a su vez se dividen en sesenta
segundos. Así es posible indicar la hora precisa de cualquier acontecimiento.
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amanece), mañana (desde la salida del sol hasta el mediodía), tarde (desde mediodía hasta la
puesta del sol), noche (desde la puesta del sol hasta medianoche).
La indicación de las principales fracciones horarias se hace así: en punto, y cuarto, y media y
menos cuarto. Cuando la hora se escribe en cifras se emplean las abreviaturas a. m. (ante
meridiem: antes del mediodía): 8 a. m.; y p. m. (post meridiem: después del medio dia): 7 p.
m. Para las doce de la mañana se recomienda m. (meridies: mediodía); para la medianoche se
recomienda 12 a. m.
5.1.2 Uso de palabras o cifras en la escritura de la hora. Se ha de utilizar palabras o cifras, sin
mezcla: las diez de la mañana o las 10:00; la combinación es menos recomendable. En textos
de carácter narrativo o discursivo es mejor con letra: la una menos veinte de la tarde, de la
mañana, de la madrugada.
En el modelo de las veinticuatro horas: La reunión tendrá lugar a las 18 h y luego del saludo.
5.2 La expresión de la fecha. Necesarios tres anclajes: día, mes y año del calendario
gregoriano.
5.2.1 Modelos de expresión de la fecha. Se precisan tres modelos apropiados para el conteo:
a) Modelo de orden ascendente, tradicional, predominante en el ámbito internacional y más
común en el mundo hispánico de día, mes y año. El recomendable para hispanohablantes.
b) Modelo de uso habitual en los Estados Unidos y en algunas de las áreas de su influencia:
mes, día y año: junio 14 de 2011: 6.14.2012. Desaconsejable a los hispanohablantes por crear
confusión entre día y mes.
c) Modelo de orden descendente: año, mes, día. Recomendado por la ISO para documentos de
carácter científico o técnico de circulación internacional: 2012.6.14 (por 14 de junio de 2012).
La ventaja está en su analogía con la expresión normalizada de la hora (horas, minutos y
segundos) y de permitir la ordenación automática de las fechas.
5.2.2 Uso de las palabras y cifras en la escritura de la fecha. El modelo descendente se escribe
siempre con cifras, los otros dos se pueden escribir con palabras, con cifras o combinado. El
sistema más común combina palabras (mes) y cifras (día y año): 14 de junio de 2012.
112
En documentos antiguos se escribían el día y el año con números romanos, que podían
aparecer en minúscula. Hoy restringido a monumentos y placas conmemorativas, estos
escritos siempre en mayúscula.
Válida la expresión abreviada así: 6-5-2000, 9/1/2001, 4.8.1999. También se puede omitir el
indicativo del siglo: 3-8-00. El mes se puede expresar en números arábigos o en romanos,
pero, hoy poco frecuente: 2.VI.12. Del número 1 al 9 se recomienda evitar el cero, a no ser
que se requiera por seguridad, o en formularios informatizados.
5.3 Otras expresiones cronológicas. Se relaciona con los siglos, las décadas y los años.
5.3.1 La expresión de los siglos. Estos se escriben con romanos. Cada calendario tiene origen
en hecho importante de la historia de la comunidad y su comienzo se denomina entonces era.
El calendario gregoriano pone como hecho relevante el nacimiento de Cristo: era cristiana o
era común por su empleo generalizado en el mundo occidental.
Lo sucedido antes del nacimiento de Cristo se denominado abreviado a. de C./a. C./a. de J. C.;
lo sucedido después: d. C. /d. J. C,/d. J. C.; otras formas: a. e. c. (antes de la era común), a. n.
e. (antes de nuestra era); d. n. e. (después de nuestra era), d. e. c. (después de la era común).
5.3.2 La expresión de las décadas. Década es un periodo de diez años o una decena: los años
veinte, la década de los treinta, los cuarenta. También se escribe con números: los años 50.
5.3.3 La expresión de los años. Siempre con arábigos, excepto en monumentos o en placas
conmemorativas. También se puede mencionar con las dos últimas cifras: en el año 11. En
datos antes de nuestra era se usan las abreviaturas ya indicadas (5.3.1).
5.4 La expresión de los porcentajes. Este término es la expresión de un tanto por ciento, o
número de unidades consideradas en relación de un total de cien. Su usa siempre la fórmula
por ciento o el símbolo % correspondiente a tal locución. En América: ciento por ciento,
escrito siempre en dos palabras. Por ciento puede acompañar a cifras y a palabras; el símbolo
% solo acompaña a cifras; se puede escribir así: un 0.5 por ciento; lo mejor es solo con
palabras: un cero cinco por ciento; 100% se puede leer cien por cien.
5.4.1 Uso de las palabras o cifras en la escritura de los porcentajes. Si es inferior a diez, se
puede escribir con cifras o con palabras: un siete por ciento: 7%, incluso para texto de carácter
financiero, administrativo y legal; la escritura con cifras es más frecuente.
5.4.2 Coordinación de porcentajes escritos con cifras. Entre el 85% y 90%, 98 y 10%, 20-30%
5.4.3 El tanto por mil. Textos de carácter estadístico o financiero: con palabras (por
mil/millar?) o con cifras. En la escritura se procede lo mismo que con los porcentajes.
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