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TRIBUNAL

ROL
CARATULADO
CUADERNO

DEDUCE RECURSO DE APELACIÓN

S.J.L. EN LO CIVIL DE ( °)

..........................., por la parte demandada, en autos sobre liquidación forzosa,


caratulados “................. con ...........................”, ROL ………….., a S.S.
respetuosamente digo:

Que, encontrándome dentro de plazo, vengo en interponer recurso de apelación en


contra de las sentencias dictadas con fecha ...................... de .....................-una, la que
rechazó oposición a la liquidación forzosa y la otra, que decretó la liquidación-, por
cuanto se tratan de fallos agraviantes para mi representado al rechazar la oposición a
la liquidación opuesta en autos para luego proceder a dictar la resolución de liquidación
forzosa, con el objeto que lo someta a tramitación, elevando los autos a la Ilustrísima
Corte de Apelaciones de ......................, para que en definitiva revoque las sentencias
recurridas, enmendándolas conforme a Derecho, en atención los fundamentos de
hecho y de derecho que a continuación se señalan, con expresa condenación en
costas, expresando en primer término, los vicios procesales constitutivos del agravio
que se reclama, para luego exponer respecto del agravio que importa lo resolutivo del
fallo propiamente tal, haciendo presente que este recurso se interpone interpone
extensivamente tanto a la sentencia del juicio de oposición, como a la resolución de
liquidación forzosa de ..........................., entendiéndose que en conformidad a lo
dispuesto en artículo 129 de la Ley 20.720, se debió dictar una sola sentencia. Con el
objeto de no quedar en la indefensión, debemos recurrir de esta manera. De lo
contrario, no queda más que concluir que la jueza de 1°grado no dio cumplimiento a lo
ordenado en el artículo 129 de la Ley 20.720, esto es, indicar en la resolución de
liquidación las consideraciones de hecho y de derecho que sirven de fundamento para
el rechazo de las excepciones opuestas por el deudor:

I. INFRACCIONES A LAS NORMAS DEL DEBIDO PROCESO Y REGLAS DE


LA SANA CRÍTICA.

1.- Omisión de citación a la audiencia de prueba


1.1. Con fecha ...................... se llevó a cabo audiencia inicial en la que esta parte
interpuso escrito de oposición, señalando las excepciones opuestas y defensas
invocadas, sus fundamentos de hecho y de derecho; ofreciendo todos los medios de
prueba de los que nos hicimos valer y acompañamos toda la prueba documental
pertinente, de conformidad al artículo 121 de la Ley 20.720. En dicha audiencia, la
demandada realizó una breve relación verbal de su escrito de oposición, otorgándosele
traslado al demandante de autos. Luego de ello, el Tribunal estableció que de
conformidad al artículo 124 de la Ley referida existieron hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos, los que requerían ser probados para una adecuada
resolución de la controversia, recibiendo la causa a prueba y fijando los siguientes
puntos sobre los cuales debió recaer:
a) Efectividad de existir litispendencia, respecto de este juicio y los procesos seguidos
ante el ..................... Juzgados Civiles de esta ciudad; ROLES: ..................... y ROL:
.....................;
b) Efectividad de ser nula la obligación emanada del pagaré suscrito el
día .....................;
c) Efectividad de haberse pagado el impuesto de timbres y estampillas, respecto del
pagaré antes aludido.
1.2. Con fecha ...................... se llevó a efecto audiencia inicial de continuación
donde se realizó el examen de admisibilidad de las pruebas ofrecidas por la parte
demandada (prueba documental y otros medios de prueba consistentes en tener a la
vista los procesos ROL: ...................... y ...................... seguidos ante el ......................
Juzgados Civil de ...................... respectivamente). A continuación, la parte
demandante, ................. , ofreció únicamente prueba documental que fue acompañada
al día siguiente del término de la audiencia, dejando el debate sobre la admisibilidad y
pertinencia sobre dichas pruebas para realizarse y resolverse antes de la audiencia de
prueba, según lo dispuesto en la letra c) del artículo 124 de la Ley 20.720.
1.3. El Tribunal a-quo vulneró las normas legales e infringió la garantía del debido
proceso, previsto y sancionado en el artículo 19 N°3 inciso 5 o de la Constitución Política
de la República, al violar el justo y racional procedimiento que otorga garantías a las
partes e impide la arbitrariedad del juez, al omitir citar partes a la audiencia de prueba
consagrada en el N°3 del artículo 124 relacionado a los trámites probatorios de la Ley
20.720, que reza: “...Una vez decretada la oposición el Tribunal competente: 3)
Citará a las partes a una audiencia de prueba, la que deberá tener lugar al quinto
día siguiente, debiendo indicar la fecha y la hora de celebración. Las partes se
entenderán notificadas en ese mismo acto...”. A su vez el artículo 126 de la misma
Ley trata sobre la audiencia de prueba propiamente tal, preceptuando dicho artículo
“...A la hora decretada y con las partes que asistan, se rendirá la prueba
declarada admisible, en el siguiente orden: Confesional y testimonial, iniciándose
por la ofrecida por el deudor (...) concluida la recepción de la prueba, las partes
formularán verbal y brevemente, las observaciones que el examen de la misma
les sugiera, de un modo preciso y concreto. La audiencia de prueba terminará
con la firma de un acta por los asistentes, el juez y el secretario del Tribunal.
Desde aquel momento las partes asistentes y las que no hayan asistido se
entenderán citadas y notificadas de pleno derecho a la audiencia de fallo, la que
deberá celebrarse al décimo día contado desde el término de la audiencia de
prueba, existan o no diligencias pendientes, debiendo el Tribunal fijar su hora de
inicio.”
1.4. El juez de primera instancia yerra al sostener que la audiencia de prueba sólo
tiene por objeto producir prueba confesional y testimonial y que resultaría inoficiosa
realizar dicha audiencia. Con esto, el Tribunal excede sus facultades jurisdiccionales al
modificar y crear un procedimiento distinto al establecido en la ley, omitiendo un trámite
esencial y que se refiere a normas de orden público, inalterables por las partes y por el
Tribunal. En este sentido el tratadista Hernando Devis Echandía refiere en relación al
principio del interés público de la función de la prueba, indicando “...Siendo el fin de la
prueba llevar la certeza a la mente del juez para que pueda fallar conforme a justicia,
hay un interés público indudable y manifiesto en la función que desempeña en el
proceso, como lo hay en éste, en la acción y en la jurisdicción, a pesar de que cada
parte persiga con ella su propio beneficio y la defensa de su pretensión o excepción. Es
decir, con la prueba sucede lo mismo que con la acción: primordialmente ambas
protegen el interés público y general ( interés del Estado) en la declaración o
realización de los derechos o su satisfacción coactiva por la vía jurisdiccional del
proceso, y cuando existe litigio, en la debida y legal composición del mismo; sólo
secundariamente o en forma mediata persiguen la protección del interés privado de la
parte en obtener la declaración, la realización o la satisfacción coactiva de su derecho,
es decir, el éxito de su pretensión o excepción. (...) Además la prueba puede
considerarse desde un doble punto de vista: como el resultado del ejercicio del derecho
subjetivo de probar, ya explicado, y como acto procesal, o, mejor dicho, como conjunto
de actos procesales que constituyen una etapa necesaria del proceso y que forman
parte de éste, ya que sin ellos no puede existir sentencia, y, por lo tanto, el proceso no
podría ser completo ni cumplir su función. Vista desde el segundo aspecto, resalta
también claramente el interés público que en ella radica. El carácter dispositivo que rija
en un país para el proceso civil no modifica esta conclusión, pues el que la prueba
deba originarse en la actividad de parte no significa que deje de tener su función
propia, como sucede precisamente con la acción, ni que pierda su naturaleza de acto
procesal...” (Hernando Devis Echandía, "Teoría general de la prueba judicial" Volumen
I, página 119 y 120.). Dentro de los principios formativos del procedimiento y la prueba
existe el principio de orden consecutivo legal, discrecional y convencional. Esto dice
relación a quien debe determinar o establecer la secuencia o cadena de actos que se
desenvuelven progresivamente a través de las distintas fases del procedimiento. En
Chile, se aplica el orden consecutivo legal, esto es, la ley es la que se encarga de
establecer la secuencia o fases de actos y no como lo pretende el Tribunal a-quo, quien
se lo entrega a sí mismo o a las partes, convirtiéndolo en un orden consecutivo
discrecional o convencional respectivamente. Por lo tanto, en nuestro ordenamiento
jurídico la preeminencia del orden consecutivo legal se manifiesta en el establecimiento
de plazos fatales y en la producción de la prueba. Siguiendo esta misma línea, el
profesor argentino Adolfo Alvarado Velloso señala que respecto del impulso procesal
se relaciona éste a la serie procedimental y a la estructura lógica del proceso, sostiene
él .que el proceso es una serie consecuencia! de instancias bilaterales, esto es, el
conjunto de cosas relacionadas entre sí y que se suceden unas a otras (...) Se trata,
simplemente de una secuencia de ciertos elementos invariables que están siempre
colocados en un mismo orden y que, por ello, es plenamente entendible para quien la
ve o lee. En el lenguaje del proceso la serie es lógica y se compone de numerosos
actos sucesivos relacionados entre sí que pueden ser agrupados en cuatro grandes
etapas: afirmación-negación- confirmación-alegación. Lo que interesa remarcar de esta
particular serie es que cualquiera de sus etapas es siempre imprescindible precedente
de la que le sigue, y a su turno esta es, su necesaria consecuencia. En otras palabras,
es una secuencia consecuencia” (Adolfo Alvarado Velloso, "Lecciones de derecho
Procesal Civil", página 48.)
1.5. Además, la omisión de citar a las partes a la audiencia de prueba trae consigo
una afectación directa al principio formativo del proceso de la bilateralidad de la
audiencia, al impedir a esta parte observar la admisibilidad y producción de la prueba
de la contraria. Couture señala que “El procedimiento de la prueba no es sino una
manifestación particular del contradictorio. Como no se concibe el proceso sin debate,
tampoco se puede concebir que una parte produzca una prueba sin una rigurosa
fiscalización del juez y del adversario...”4. (Eduardo j. Couture "Fundamentos del
Derecho Procesal Civil" Tomo I. Página 229.) La única posibilidad cierta de que el
Tribunal no cite a las partes a la audiencia de prueba es, tal como lo dice el artículo 124
N°1 de la Ley 20.720, que la causa no se haya recibido a prueba.

1.6. La jueza de primer grado dispuso en su sentencia de fecha...................


"...Atendido que la única prueba ofrecida se rindió en la instancia antes
expresada, se omitió citar a las partes a una audiencia de prueba, decisión que se
tomó frente a las partes del proceso, según consta a fojas........... 386, decisión
que no fue recurrida de manera alguna...”. Lo sentenciado no puede ser aceptado
toda vez que confunde dentro de un sistema dispositivo que las partes pueden disponer
de trámites esenciales establecidos dentro de un proceso, siendo, y como ya se ha
dicho el impulso procesal le correspondía al Tribunal, quién es el único llamado a citar
a audiencia probatoria. A mayor abundamiento, la única oportunidad procesal que ha
tenido esta parte de acusar el vicio cometido por el Tribunal es mediante el presente
recurso ya que con fecha ...................... se dictó resolución que citó a audiencia de fallo
para el día ......................, haciendo de manifiesto el vicio reclamado, con la
imposibilidad de recurrir de dicha resolución al fijar audiencia de fallo para 24 horas con
posterioridad a la publicidad ésta. No sólo soslayó el imperativo legal de citar a
audiencia de prueba, sino que también no respetó los plazos legales consagrados en
los artículos 124 y 126 de la referida ley, de quinto día, desde el término de la audiencia
inicial, para celebrar la audiencia de prueba y finalizada ésta, de décimo día para
realizar la audiencia de fallo.
1.7. Es importante hacer presente S.S. Iltma. que ésta parte también se vio
perjudicada frente a la omisión de audiencia de prueba de ejercer el derecho a realizar
las observaciones a la prueba de manera verbal, precisa y concreta como se indica en
la norma pertinente.
2.- Infracción al contradictorio o principio de bilateralidad de audiencia
2.1. El desorden en la dirección del debate, como se ha expuesto a lo largo de esta
presentación, se manifestó en el absurdo procesal que con
fecha ...................... ......................, la Jueza ......................resolvió diecisiete
presentaciones hechas por las partes en las que en algunas dio traslado y en otras tuvo
por acompañados documentos, con citación. Sin embargo, antes de vencido los plazos
legales para que las partes ejerzan sus derechos respecto de lo ya resuelto por S.S. la
magistrado ya había dictado sentencia definitiva, haciendo con esto ineficaz e inútil lo
que puedan decir los contradictores, vulnerando una vez más el principio de
bilateralidad de la audiencia consagrado y reconocido constitucionalmente ya que
impidió al menos que esta parte ejerciera sus derechos conforme lo permite el
ordenamiento jurídico.
2.2. Sumado a lo anterior, y siguiendo la misma línea de los argumentos de la
omisión de la audiencia de prueba, el Juez dictó sentencia definitiva, rechazando el
juicio de oposición del deudor, y con esto, afectó, irremediablemente, los derechos
procesales de esta parte que fueron ejercidos oportunamente y de los que no se hizo
cargo. En efecto, el artículo 124 de la Ley 20.720 señala en sus letras A) y C) la
procedencia y oportunidad acerca de la admisibilidad de las pruebas ofrecidas. El
demandado al acompañar su prueba se le realizó en audiencia inicial examen de
admisibilidad y pertinencia de aquellas que debiesen ser incorporadas legalmente. Sin
embargo, no ocurrió lo mismo con la prueba ofrecida y singularizada por el demandante
en autos, toda vez que, con fecha ......................, esta parte presentó escrito solicitando
se desestime la prueba del actor por manifiestamente impertinente, cuestión que debió
ser resuelta antes de la audiencia de prueba según la letra C) del artículo ya señalado.
El juez de primera instancia se pronunció respecto de este escrito dos días antes de la
audiencia de fallo, señalado que se resolverá en su oportunidad, no resolviendo
finalmente dicha presentación o entendiendo quizás que tal escrito es resuelto como
consecuencia del rechazo del juicio de oposición, afectando consecuente y
nuevamente la ritualidad del proceso el que debe siempre entenderse como justo y
racional. Es más, nunca el juez en todo el proceso, lo que se manifestó en su
sentencia, dictó una resolución que se pronunciara respecto de la admisibilidad y
pertinencia de la prueba de la actora, ignorando imperativo legal.
2.3. El referido principio es tratado por el profesor Adolfo Alvarado Velloso quien
indica “Cada parte tiene el irrestricto derecho de ser oída respecto de lo afirmado y
confirmado por la otra. En otras palabras: igualdad de ocasiones de instancias de las
partes. Si esto no se respeta habrá una simple apariencia de proceso, pero nunca un
verdadero proceso...”. Asimismo, el tratadista Eduardo J. Couture señala”.. .El juicio
Civil, dentro de esta fórmula, reposa sobre lo que llamaremos la bilateralidad de
audiencia; nadie puede ser condenado sin ser oído; no hay juicio que se siga a
espaldas de la parte a quien eventualmente perjudica, y no hay sentencia válida si no
se han dado a las dos partes, por igual, las garantías de defensa necesarias...”6
3.- Afectación a las reglas de la Sana Crítica: Principios de la lógica (Falta de
motivación de la Sentencia y Falta de razón suficiente)
6
Eduardo J. Couture, "Estudios de derecho Procesal Civil" (Volumen I), La Constitución
y el proceso Civil, Página 241.
3.1. La Sentencia recurrida señala en el párrafo 7 de los Vistos que “...Asimismo, y
de conformidad a lo dispuesto en el artículo 124 N°2 de la Ley N°20.720, la oponente y
deudora de autos ofreció prueba a rendir en la respectiva audiencia, ofreciéndose, en
definitiva, únicamente prueba documental, correspondiente a aquellos documentos
acompañados al segundo otrosí de fojas........... 349...”
3.2. La jueza de primera instancia ignoró que esta parte en escrito de oposición de
fecha................... y en audiencia inicial ofreció como otros medios de prueba que se
oficie al 20° y Juzgado Civil de ...................... para que remitan los antecedentes,
escritos y resoluciones de las causas Rol……………., respectivamente, con el objeto
de tener a la vista la información requerida, prueba que luego del examen de
admisibilidad realizado fue aceptada mediante resolución en audiencia inicial de
continuación de fecha................... que señaló respecto de la prueba ofrecida por la
parte demandada "... En cuanto a los oficios, el tribunal resuelve que serán tramitados y
requeridos de forma interna por el mismo juzgado...”. Con lo anterior, faltó el tribunal a-
quo a la exigencia legal sobre las reglas de la sana crítica de motivar la sentencia y dar
un razonamiento lógico de las pruebas que se han aportado al proceso. Esta parte no
sólo ofreció prueba documental sino también solicitó oficios con el objeto de que se
tengan a la vista dos procesos civiles con el objeto de justificar las alegaciones
referidas a una de las excepciones planteadas, sin embargo, el juez nada dijo en toda
su sentencia acerca de éste medio de prueba también ofrecido por esta parte y que se
traduce en documental que debe ser incorporada siguiendo los procesos orales
mediante su lectura.
3.3. Los hechos descritos dan cuenta que el Juez a-quo no valoró los procesos que el
mismo ordenó tener a la vista, por lo que no pudo haber motivado la sentencia en esta
parte, habiendo infringido en su convicción a las reglas de la lógica por falta de razón
suficiente, no existiendo razones que justifiquen su argumento al no hacerse cargo de
prueba que fue declarada admisible. En el mismo sentido Taruffo expresa “...motivar
los hechos significa explicitar, con la forma de una argumentación justificativa, el
razonamiento que permite atribuir una eficacia determinada a cada medio de prueba y
que, sobre esta base, fundamenta la elección a favor de la hipótesis sobre el hecho de
que, con las pruebas disponibles, tiene un grado de confirmación lógica más elevado.
Esto supone que la motivación debe dar cuenta de los datos empíricos asumidos como
elementos de prueba, de las inferencias que partiendo de ellos se han formulado y de
los criterios utilizados para extraer sus conclusiones probatorias; del mismo modo, la
motivación debe dar cuenta también de los criterios con lo que se justifica Ia valoración
conjunta de los distintos elementos de prueba, así como de las razones que
fundamentan la elección final para que la hipótesis sobre el hecho esté justificada...”
(
Michele Taruffo, "La prueba de los hechos" página 436). A su vez, señala el profesor
Javier Maturana Baeza que “...no basta el señalamiento de los hechos probados y los
medios de prueba utilizados, sino que se requiere del análisis de cada prueba, incluso
de las desestimadas, de forma de hacer reproducible el razonamiento probatorio
efectuado por el juez. Por ello, en la motivación deben expresarse las razones y
máximas utilizadas, para de este modo evitar la discrecionalidad y permitir el
control...”8. El mismo autor dice en relación al principio de la lógica, en especial, la regla
de razón suficiente que todo conocimiento debe estar suficientemente fundado, lo que
llevado al ámbito judicial implica una exigencia de motivación de la sentencia, aspecto
esencial de la sana crítica...” (Javier Maturana Baeza, "Sana Crítica, Un Sistema de
Valoración Racional de la Prueba", página 294.)

4.- Afectación a las reglas de la sana crítica: Infracción a los principios de la


lógica (Falta de Razón suficiente, Falta de motivación de la sentencia, No
contradicción)
4.1. La sentencia recurrida en sus considerandos tercero y cuarto esgrime lo
siguiente:
“TERCERO: Que la aludida objeción se recibió a prueba a fojas........... , no
rindiéndose prueba alguna respecto a la objeción.
CUARTO: Que la alegación de falsedad o falta de integridad no ha sido acreditada
de manera alguna, motivo suficiente para rechazar la alegación en estudio. (...)
Que, a lo anterior, se agrega que lo realizado por el demandado en el fondo, el
comparar el valor del documento impugnado con el certificado por ellos
acompañado, cuestión que no corresponde a una objeción documental, sino más
bien a una observación relativa al valor probatorio de los aludidos documentos,
facultad privativa de esta juez. Que, por lo anterior, no cabe más que rechazar la
objeción formulada, como se dirá al resolver...”

4.2. Al tenor de lo resuelto se evidencian una serie de infracciones a las reglas de la


sana crítica: Se infringe el principio lógico de no contradicción al señalar que respecto
de la objeción que se recibió a prueba a fojas........... , no se rindió prueba alguna
indicando que no se da por acreditada la alegación de falsedad o falta de integridad del
documento presentado por la contraria a fojas........... fue acompañado por esta parte
con fecha ......................, documento público probatorio consistente en el certificado de
término de giro de la actividad de don ..........................., emitido por el Servicio de
Impuestos Internos con folio N°………………, timbrado por el mismo servicio como
comprobante de transacción electrónica y timbre de igual institución de la Dirección
Regional de Rancagua, jefe del grupo de asistencia contribuyentes, también
acompañado previamente en el escrito de oposición de fecha................... del mismo
año. Al mismo tiempo, la magistrada Sra. ............., reconoció haber comparado dicho
documento con el impugnado, para luego decir en su considerando undécimo que no
va ponderar dicho documento rolante también a fojas........... por carecer de
fecha................... que dé cuenta de la época de su expedición. De lo anterior, se
concluye que la magistrado de primera instancia infringe todo razonamiento lógico al
manifestar que por un lado no se presentó dicho documento, que, por otro, compara
dicho documento para luego también decir que no lo pondera (no lo valora).
A su vez, infringe el principio de razón suficiente y de falta de motivación en su
sentencia, toda vez que decide arbitrariamente no valorarlo, teniendo la obligación de
hacerlo e incluso cuando lo desestime.
Resulta aún más contradictorio el razonamiento que emplea el Tribunal recurrido
cuando a fojas........... , con fecha ......................, resuelve en relación al documento de
la contraria cuestionado por esta parte que “...atendido que el timbraje de boleta de
honorarios no implica necesariamente el pago del impuesto contenido en el artículo
42N°2 de la Ley de La Renta, requisito indispensable para otorgar al eventual fallido la
calidad de “empresa deudora”, no ha lugar...” a dar curso a la demanda de liquidación
forzosa. Sin embargo, en virtud al mismo documento acompañado en la demanda de
liquidación forzosa por la demandante y rechazado por el Tribunal, señaló a
fojas........... “que no pudiendo imponérsele a la adora una obligación imposible de
cumplir...”, da curso a la acción interpuesta en contra de mi representado y así valorarlo
positivamente en la sentencia. De esta manera, el mismo documento que rechazó para
acreditar la calidad de empresa deudora de mi representado, luego lo aceptó para
otorgarle dicha calidad, y así rechazar la objeción realizada por esta parte y la
excepción alegada en relación a lo mismo. Javier Maturana Baeza indica en relación al
principio de no contradicción que: Es imposible que dos juicios contradictorios o
contrarios sean verdaderos a la vez. Los juicios contrarios son juicios que se oponen al
ser idénticos en todo, salvo que uno es positivo y otro es negativo. Así, por ejemplo, el
juicio que afirma que: “A es B” es contrario con el juicio que niega tal enunciado, es
decir, que afirma que: “A no es B” ...”Asimismo, Rodrigo Cerda San Martín dice
“...cuando un juez motiva sus resoluciones debe hacerlo coherentemente. Todos los
argumentos que sustenten la sentencia deben ser compatibles entre sí. No se puede
afirmar y negar, a la vez, un hecho de una cosa o un mismo sujeto, pues los
argumentos contradictorios se excluyen mutuamente, siendo imposible sacar una
conclusión válida de ellos. Si afirmo algo de una cosa o de un sujeto no puede negarlo
a la vez, porque cualquiera de los dos enunciados sería falso y, por ende, falsa la
conclusión...”10 11 10 (Javier Maturana Baeza, "Sana Crítica, Un Sistema de Valoración
Racional de la Prueba", páginas 243 y 244. 11 Rodrigo Cerda San Martín, "Valoración
de la prueba. Sana Crítica", página 45.). Dice el tratadista Eduardo Couture que “son
las reglas del correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a
la experiencia del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los
principios lógicos en que debe apoyarse la sentencia”. En particular se atenta contra el
principio de la lógica, en que, si el razonamiento efectuado no obedece a las reglas de
la lógica formal, se habla de razonamientos incorrectos o falacias.
5.- Infracción a las reglas de la Sana Crítica; Reglas de la lógica: Falta de razón
suficiente:
5.1. La sentencia definitiva recurrida en su considerando undécimo párrafo tercero
indica que “...Asimismo, al darse curso al juicio, esta juez ponderó los
antecedentes y estimó que, atendido el mérito del proceso, en especial el
certificado de fojas........... y la calidad de representante legal del fallido respecto
de la sociedad ............., necesariamente se daban los presupuestos del artículo
2°N°13 de la Ley 20.720, resolución que de ninguna manera fue controvertida o
recurrida...”.
5.2. Respecto de los antecedentes ponderados por la Sra. Jueza ............. a lo largo
del proceso existe un análisis valorativo contradictorio del mismo documento, de forma
positiva y negativa al mismo tiempo, valorándolo negativamente a fojas........... al
resolver que . .atendido que el timbraje de boleta de honorarios no implica
necesariamente el pago del impuesto contenido en el artículo 42N°2 de la Ley de La
Renta, requisito indispensable para otorgar al eventual fallido la calidad de “empresa
deudora”, no ha lugar...” a dar curso a la demanda de liquidación forzosa. Luego el
mismo documento es valorado positivamente en resolución a fojas...........“que no
pudiendo imponérsele a la actora una obligación imposible de cumplir...”, da curso a la
acción interpuesta en contra de mi representado. Siendo precisamente el documento
acompañado a fojas........... respecto del cual existen valoraciones que se contradicen
entre sí y como consecuencia se anulan, el cual la magistrada tuvo en especial
consideración para acreditar la calidad de empresa deudora de mi representado. Lo
anterior, al no poder concluirse como verdadero no puede constituir razón suficiente de
lo resuelto, toda vez que, frente a una premisa falsa, la conclusión no puede resultar
verdadera.

5.3. A su vez, la magistrado señaló que frente a la resolución que declaró que se
daban los presupuestos del artículo 2°N°13 de la Ley 20.720 no fue controvertida ni
recurrida por esta parte, agregó en el párrafo cuarto del mismo considerando que :
“...Que así las cosas, encontrándose firme la resolución que dio curso a la
presente acción, estima esta juez que pretender atacar, vía excepciones respecto
de los títulos, un elemento de admisibilidad, no resulta pertinente, razón por la
cual la aludida excepción será rechazada...”. Debe tenerse en cuenta S.S. Iltma. que
la resolución que valoró positivamente el documento presentado a fojas........... fue
dictada con fecha ......................, notificada mediante el artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil con fecha ...................... del mismo año, la que citó a las partes a
una audiencia inicial para el quinto día hábil después de notificada y que de
conformidad al artículo 120 letra d) es la única y exclusiva oportunidad procesal que
tiene el deudor para oponerse a la demanda de Liquidación mediante escrito de
oposición, el que debe señalar cuáles serán las excepciones opuestas y defensas
invocadas. Pretender que el deudor haya recurrido o contravenido con anterioridad a lo
resuelto por el Tribunal a-quo, es establecer una carga procesal que la ley no
contempla.
5.4. La magistrado ............. incurre en un razonamiento ¡lógico al señalar que el
deudor no habría contravenido ni recurrido una resolución de la cual no tuvo
conocimiento sino hasta cinco días antes de la celebración de la audiencia inicial, razón
por la que consideró que la resolución que dio curso a la acción se encontraba firme y
que no podría ser atacada, desconociendo así que el mismo artículo 129 N°2 de la Ley
20.720 establece que la resolución de liquidación debe determinar si el deudor es una
empresa deudora, constituyendo por ende, un elemento central del debate.
5.5. En cuanto a lo dogmático de los argumentos esgrimidos en este punto, referidos
a las reglas de la sana crítica, se reproducen enteramente los expuestos en los puntos
anteriores.
6.- Infracción a las Reglas de la Sana Crítica: Falta de razón suficiente; falta de
motivación de la sentencia:
6.1. Consta en la sentencia en los considerandos octavo y noveno que el juez a- quo
señaló cuales fueron las pruebas documentales rendidas por las partes, sin embargo,
no hace referencia alguna de la conexión subjetiva que hizo éste de cada uno de los
elementos probatorios con lo que tuvo por acreditado o desestimado, por lo que no
permite el control externo de su valoración. En efecto, Ia lltma Corte de Apelaciones de
...................... en relación a esta materia señaló “...que la tarea de valorar las
probanzas, quizás la más importante, propia y natural de cuantas obligaciones tiene el
órgano jurisdiccional, es mucho más que la mera enunciación o enumeración de las
que se rindieron en determinado juicio. Se trata de una labor de orden intelectual
mediante la cual el magistrado analiza, aprecia y pondera las diversas evidencias
rendidas, y a partir de ellas alcanza una conclusión. Ello importa que deben
estamparse los fundamentos que sirvan para aceptar o rechazar cada una de ellas y
las razones que han servido para dar preferencias a algunas probanzas por sobre otras
que sean contradictorias, o respecto de las cuales haya alguna discordancia...” 12 13. De
igual manera Rodrigo Cerda San Martín expresa que “...La simple relación de los
documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de
los intervinientes no sustituye en caso alguno la fundamentación...”. Siguiendo la
misma lógica Maturana Baeza al tratar la fundamentación como razonamiento
justificatorio reproducible. Superación de la mera transcripción de las pruebas, refiere
que Ia fundamentación ha de constituir un razonamiento justificativo que permita unir
las pruebas con los hechos probados sin que exista un salto lógico. En otras palabras,
la motivación ha de justificar el paso de las pruebas a los hechos, de forma que sea
reproducible el razonamiento efectuado en base a la prueba. Así, con la exigencia de la
fundamentación se busca permitir la reproducción del razonamiento empleado por el
juez en su sentencia, como reconoce la sentencia de la Corte Suprema 14 citada por
Cortez al señalar que: “...se pretende por el legislador, en consecuencia, que quien
lea el fallo esté en condiciones de rehacer el curso de las reflexiones de su autor,
pudiendo reconocer la concatenación de las razones que lo han movido a
convencerse de ésta o aquella conclusión... ”
6.2. Es más, la jueza no solamente no realiza la conexión entre la prueba aportada al
proceso por las partes y los hechos que dio por acreditados, sino que ni siquiera
mencionó en alguna parte de su fallo cuales fueron los puntos de prueba que debían
acreditarse por el demandante y demandado.
7.- Actividad probatoria del juez: Infracción a las normas del debido proceso:
7.1. La sentencia señala en el considerando cuarto: “...Que la alegación de falsedad
o falta de integridad no ha sido acreditada de manera algún motivo suficiente para
rechazar la alegación en estudio.
12 13
Sentencia lltma. Corte de Apelaciones de ......................, Rol N2701-2005 Rodrigo Cerda San Martín,
"Valoración de la prueba. Sana Crítica", página 106 (citando al profesor Humberto Nogueira)
14
Sentencia de la Exma. Corte Suprema, Rol N23118-2005, considerando sexto. Sentencia pronunciada por la 2°

Sala y redactada por el Ministro Enrique Cury U.


15
Javier Maturana Baeza, "Sana Crítica. Un Sistema de Valoración racional de la prueba". Página 547.

Que a mayor abundamiento cabe señalar que el documento impugnado corresponde a


uno obtenido a partir de la página web del servicio de impuestos internos, documento
que, requerido por esta juez a través del portal www.sii.cl arrojó idéntico certificado...”.
Con lo anterior la jueza Sra. ............. reconoce que realizó una actividad probatoria
para alcanzar una determinada convicción. Ajuicio de la recurrente lo hecho por la
magistrado constituye una abierta y grave vulneración a las normas del debido proceso
consagradas constitucionalmente ya que ésta hizo las veces de juez investigador, sin
estar facultado siquiera legalmente para actuar de oficio y cuando ya se habían fijado
los puntos de prueba. De tal manera, el juez infringió la prohibición de aplicar
conocimientos privados sobre los hechos, tal como lo sostiene Devis Echandía, quien
dice que dicho principio “...se refiere a la necesidad de que los hechos sobre los
cuales debe fundarse la decisión judicial, estén demostrados con pruebas
aportadas al proceso por cualquiera de los interesados o por el juez, sólo si tiene
facultades para ello, sin que dicho funcionario pueda suplirlas con el
conocimiento personal o privado que tenga sobre ellos, porque sería desconocer
la publicidad y la contradicción indispensable para la validez de todo medio
probatorio (...) si bien el juez es libre en la formación del propio convencimiento
final, no lo es en cuanto a las fuentes de que se sirve para el caso: la prueba debe
ser la fuente y base de la sentencia y su vinculación...” ( Hernando Devis Echandía,
"Teoría General de la Prueba Judicial" Volumen I, páginas 115 y 116.)
. No cabe más que pensar que la magistrada en el silencio del proceso se sentó
frente a su computador, ingresó a una página web, introdujo los datos del demandado y
buscó lo que para ella parecía pertinente para corroborar documentos que le merecían
duda y así desestimar las alegaciones de la defensa. Todo tribunal dentro de un justo y
racional procedimiento debe ser imparcial, impartial e independiente. Imparcial donde
no exista un prejuzgamiento respecto de una de las partes inclinando la balanza hacia
la otra; impartial que el juez no es parte, sino que es aquel tercero que ostenta
autoridad y que debe heterocomponer el conflicto, e independiente, que no recibe
órdenes de las partes y otros poderes en relación a su función jurisdiccional. En el
presente caso la jueza de primer grado sale de aquel deber jurisdiccional que le otorga
autoridad para ponerse al lado de una de las partes, subsidiándola en su falta de
prueba y así lesiona gravemente la igualdad de las partes en el proceso, toda vez que,
no fue posible ni siquiera controlar aquella actividad probatoria realizada por el juez
fuera de un marco regulatorio legal. Lo anterior no es un cuestionamiento a la actividad
probatoria de oficio, sino que a la investigación privada de un juez como ente
persecutor.
7.2. Asimismo, en el considerando décimo primero en el párrafo final de la sentencia
definitiva dispone: “...dejando constancia esta juez del hecho de haber solicitado a
los representantes del demandado en la audiencia de fojas........... 381, la copia de
las declaraciones de impuestos de su representado al alegar éstos que el
sr. ............. no tributaba según lo dispuesto en el artículo 42N°2 de la Ley de la
Renta, al ser el demandado el único que tenía en sus manos la posibilidad de
demostrar la forma en la que tributa, atendida la respuesta del Sil, que corre a
fojas..........., respondiendo los representante del demandado que aquel no
aportaría al proceso dichos antecedentes..La magistrada insiste en realizar
actividades probatorias fuera de todo marco legal pretendiendo utilizar a los
representantes del demandado como objetos de prueba, mediante un interrogatorio
requiriendo a esta parte que acompañara las declaraciones de impuestos, ya que a su
juicio seríamos los únicos que podíamos establecer si el Sr. ............. es empresa
deudora o no. Con lo anterior, el Tribunal invierte la carga probatoria ordenándole al
demandado lo que debe probar el demandante de acompañar los antecedentes que
deben ser puestos a disposición por éste. Vulnerando nuevamente los principios de la
lógica, especialmente el de no contradicción, al pedir las declaraciones de impuestos,
señalando que era la única posibilidad de demostrar que tiene la calidad del artículo 42
N°2 de la ley de la renta, mediante su tributación. Sin embargo, se contradice en la
misma sentencia y en el mismo considerando (párrafo tres), cuando dice “asimismo al
darse curso al juicio, esta juez ponderó los antecedentes y estimó que, atendido al
mérito del proceso en especial al certificado de fojas........... 305 y, la calidad de
representante legal del fallido, respecto de la sociedad ............., necesariamente se
daban los presupuestos del artículo 2 N°13 de la Ley 20.720...”. Asimismo, vuelve la
magistrado a infringir el principio de imparcialidad e impartialidad ya explicitado a lo
largo de esta presentación, valorando negativamente la respuesta de los
representantes del Sr. .............. El Código Civil en su artículo 1698 preceptúa que
“incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega ésta o aquellas...".
Señala Hugo Botto Oakley que “...resulta ya claro que la tesis que acepta sin más la
vigencia de las cargas dinámicas probatorias no puede coexistir con la norma del
artículo 1698 del Código Civil (...) en definitiva: la ley- y sólo la ley, nunca la
jurisprudencia- es la que regula todo lo referente a la incumbencia confirmatoria a fin de
dar total y objetiva seguridad a la actividad que los jueces cumplen al sentenciar,
evitando así que ellos puedan alterar las reglas del onus probandi a discreción y una
vez que el pleito a finalizado. En otras palabras y recurrentemente: cambiar las reglas
del juego después de que el juego terminó, convirtiendo en ganador al claro perdedor
según las normas tenidas en cuenta por los jugadores durante todo el desarrollo del
certamen, no sólo es actitud tramposa, sino que, en el proceso, viola la garantía de la
defensa en juicio. ¡Por mucho empeño justiciero que ostente el juez actuante” (Adolfo
Alvarado Velloso, "Lecciones de derecho procesal Civil". Adaptado a la legislación chilena por Hugo
Botto Oakley, página 465.18 Rodrigo Cerda San Martín, "Valoración de la prueba. Sana Crítica",

páginas 28 y 29. legítima, lógica, motivada y congruente...”) Los que tuvieron las siguientes
manifestaciones:

8.- Omisión que impide conocer el sistema valorativo de la prueba realizado por
el juez:
No sólo el juez infringió lo dispuesto por el artículo 126 inciso final de la Ley 20.720
que obliga a que las pruebas rendidas dentro del presente procedimiento se apreciaran
por el Tribunal de acuerdo a las reglas de la sana crítica, las que "... deben entenderse
como la ponderación acuciosa, imparcial y orientada con los datos científicos y morales
pertinentes a la materia, que acarrea una correcta aplicación de los parámetros de la
sana crítica y la adecuada motivación de las conclusiones probatorias y el efecto de
que en las decisiones judiciales no resulten puros actos de voluntad o fruto de meras
impresiones de los jueces, sino que sean consecuencia de la consideración racional de
las pruebas, exteriorizadas como una explicación racional sobre por qué se concluyó y
se decidió de esa manera (y no de otra), explicación que deberá ser comprensible y
compartíble por cualquier tercera persona, también mediante el uso razón sino que
además, no mencionó en ningún ápice de su sentencia la frase sacramental o el
mantra probatorio “..este Tribunal ha arribado a la convicción en mérito de la prueba del
proceso valorando las aportadas de conformidad a las reglas de la sana crítica, esto es,
no infringiendo los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados..”.
Conclusiones:
1.- Los vicios antes reclamados infringen abiertamente la garantía consagrada en el
artículo 19 N°3 inciso 5 de la Constitución Política de la República, esto es, el justo y
racional procedimiento, entendiéndose por debido proceso “...el pleno derecho a la
jurisdicción que, como tal, es imprescriptible, irrenunciable y no afectable por las
causas extintivas de las obligaciones ni por sentencia; que tal derecho implica el libre
acceso al tribunal, la posibilidad plena de audiencia, la determinación previa del lugar
del juicio, el derecho del reo de explicarse en su propia lengua, la obtención de un
procedimiento público, eficaz, sin dilaciones y adecuado a la naturaleza del caso
justiciable, la seguridad de contar con asistencia letrada, eficiente desde el momento
mismo de la imputación, la plena posibilidad de probar con la utilización de todos los
medios legales procedentes y pertinentes, que la sentencia sea dictada por un juez
objetivo, en forma completa,
I. - Falta de audiencia de prueba.
2- Falta al principio contradictorio.
3.- Falta a las reglas de la Sana Crítica: Principios de la lógica - Principio de no
Contradicción-Principio de razón suficiente- Motivación de la sentencia.
Se hace presente a S.S. Iltma. que todos estos vicios anulan el presente proceso y,
por ende, su sentencia, Solicitando a S.S. Iltma. hacer uso de las facultades que le son
propias de garantizar un proceso legalmente tramitado establecidas en nuestro
ordenamiento jurídico.

II. AGRAVIO POR RECHAZO DE LA EXCEPCIONES OPUESTAS


8. Del rechazo de la Excepción del N°3 del artículo 464 del Código del
Procedimiento Civil.
8.1 Estimamos del todo agraviante lo resuelto al respecto del rechazo de la excepción
de litis pendencia opuesta, considerando que según se lee en los considerandos
Décimo Segundo y Décimo Tercero de la sentencia recurrida, que señalan:
“DÉCIMO SEGUNDO: Que, del mismo modo, la deudora opuso la excepción de Litis
pendencia, fundada en la existencia de la causa Rol N° …………., del Juzgado Civil de
......................, invocando la conexidad entre dicha causa y citando, además, otros dos
procesos en donde se tramitan las liquidaciones de las Sociedades ............. Mineras
S.A. ………….
DECIMO TERCERO: Que sobre el particular, estima esta juez que no se da el
supuesto relativo a que el fallo en uno de los procesos vaya a producir efectos sobre el
otro, puesto que los únicos efectos que podrían darse, dicen relación con aspectos que
escapan del fondo de la discusión, como lo es, la determinación del total de lo
adeudado, en fase administrativa, dependiendo dicha situación de si en una de las
causas concúrsales se pagaren los pagarés que fundan este proceso, situación que no
implica que deba existir un único procedimiento concursal o que no pudieran
perseguirse las causas garantizadas por más de un deudor, como expresamente lo
autoriza el artículo 146 de la Ley 20.720. En cuanto a la causa ejecutiva del Juzgado
Civil, seguida en contra del demandado de autos, por mandato legal y de rechazarse
las excepciones aquí opuestas, deberá, necesariamente, dictarse la respectiva
resolución de liquidación, la cual, de pleno derecho, acumulará a sí todas las causas
que se tramitaran respecto del fallido, evento en el cual, los autos rol N°............., serán
acumulados a este proceso, no dándose, en consecuencia, el efecto alegado por el
deudor, relativo a que existiría litispendencia, razón por la cual no cabe más que
rechazar dicha excepción."
8.2. Apelamos de ellas en primer término, por falta de fundamentos toda vez que el
análisis se limita a razonar respecto del efectos que produciría el acoger la excepción,
sin señalar más razones para su rechazo (por ejemplo, si concurre o no la excepción
del modo planteado). Luego, resulta contradictoria, toda vez que, si razona sobre los
efectos que acarrearía acogerla, dicha conclusión debe nacer de la convicción de
concurrencia en la especie, lo que debió conducir entonces, a su acogida. De otro
modo, no resulta lógico que el sentenciador se pronuncie sobre los efectos que
importaría el acoger la excepción si es que estima que los presupuestos no concurren
pues se trata de una cuestión que debe -por lógica- resolverse previamente a razonar
sobre sus consecuencias. Anunciamos de todos modos, nuestro completo desacuerdo
respecto de lo sostenido en la sentencia, en específico, en cuanto a sostener el
rechazo en el artículo 146 de la ley 20.720, toda vez que dicha norma se refiere en
específico a los juicios ejecutivos, en circunstancias que esta parte alegó la litis
pendencia por conexidad, respecto de un juicio ejecutivo y dos procesos de liquidación,
tal como se lee en la sentencia.
Traemos a colación la sentencia dictada por la Excelentísima Corte Suprema, Rol
de Ingreso N° 41.175-2016, en que trata la excepción de litis pendencia por conexidad,
que resulta ilustrativo del asunto planteado:
“4°.- Que en lo que estrictamente incumbe a las materias que fundan el recurso de
casación deducido por la ejecutada, para desestimar la excepción de litis pendencia los
jueces concluyen que entre este procedimiento ejecutivo y el juicio concursal no
concurre el primer requisito contemplado en el artículo 111 del Código de
Procedimiento Civil -Ia “identidad legal de persona’’- ya que los ejecutados en estos
antecedentes son la Sociedad Agrícola Campusano Limitada y don Alejandro Barros
Aldunate mientras que en la quiebra la fallida es Exportadora Aconcagua Limitada, es
decir, se trata de dos personas jurídicamente distintas. A su tumo, rechazan la
excepción en relación al juicio indemnizatorio Rol C-7.937-2012 del 16° Juzgado Civil
de Santiago tanto por falta de prueba que acreditara la procedencia de la litis
pendencia cuanto por la inconcurrencia de los presupuestos de la institución, atendido
que dicho juicio correspondería a una acción de indemnización de perjuicios, a
diferencia del presente que en el que se persigue obtener el pago de una deuda que
consta por escritura pública mediante un juicio ejecutivo.
5°. - Que acerca de la litis pendencia, la jurisprudencia ha señalado que ella “tiene
lugar cuando se promueve ante un tribunal el mismo negocio ya ventilado ante él u otro
y, por consiguiente, supone que hay identidad de partes, de objeto y de causa de pedir
entre la primera y la segunda demanda; y su propósito es el de evitar que se dicten
fallos contradictorios o incompatibles en desmedro de la buena administración de
justicia, como el prevenir y resguardar la autoridad de la cosa juzgada”. (R.D.J., T. 78,
sec. 2, pág.184.).
Sus requisitos son, por consiguiente, la existencia de dos pleitos en coetánea
tramitación -aun cuando sus respectivos estadios procesales no sean coincidentes- y,
además, los mismos presupuestos que nutren el instituto de la cosa juzgada: identidad
legal de partes, de objeto pedido y causa de pedir. Incluso, en doctrina se suma a la
anterior la denominada litis pendencia por conexidad, asociada al caso en que, pese
a no concurrir la referida triple identidad, existe entre los juicios una relación tal que,
siguiendo los términos reglados en el número 3 del artículo 92 del Código de
Procedimiento Civil como hipótesis normativa del incidente de acumulación de autos, el
fallo que se pronuncie en uno deba producir la excepción de cosa juzgada en otro.
6°. - Que, en la especie, la demandada vincula la vulneración del artículo 464 No 3 y
177 del Código de Procedimiento Civil con los artículos 1514 y 1515 del Código Civil
relativos a la solidaridad.
El examen efectuado por los jueces se circunscribió al requisito de la identidad entre
el procedimiento concursal y la actual acción ejecutiva de obligación de dar fundada en
una escritura de reconocimiento de deuda, para concluir que tal presupuesto no
concurría.
Ahora bien, razón lleva la recurrente cuando afirma que la identidad de personas no
se circunscribe a una igualdad física, pues desde siempre la doctrina ha precisado que
esta exigencia alude a una similitud que debe ser jurídica y no simplemente física. Sin
embargo, entre el actual procedimiento y el juicio de quiebra no puede estimarse que
las ejecutadas compartan una misma identidad jurídica con la fallida por el hecho de
ser deudores de una misma obligación. Por de pronto, el título que funda este juicio
de cobro no son los pagarés que la adora invocó para verificar su acreencia en la
quiebra de la sociedad Exportadora Aconcagua Limitada, sino que una escritura de
reconocimiento de deuda otorgada por las ejecutadas, de modo que la fuente de la
obligación no es la misma, cuestión que desde luego permite descartar el argumento
que enarbola la recurrente para sostener su identidad jurídica con la fallida. Pero
sucede además que tampoco hay identidad respecto del objeto perseguido en ambos
procesos, pues cada cual persigue un beneficio jurídico distinto, ya que en el juicio de
quiebras el objeto perseguido es el pago universal de las deudas que tiene el
fallido mediante la liquidación de sus bienes, conforme a las normas sobre prelación de
créditos, existiendo interés público en tal declaración, en tanto, en el juicio ejecutivo,
lo es el pago -idealmente- íntegro mediante la realización de los bienes del deudor
(diferenciación sobre la cual esta Corte ya ha tenido ocasión de pronunciarse, entre
otras, en la sentencia dictada en los autos rol No 330-2011), lo que también viene a
demostrar que la ejecutada no puede ostentar una misma identidad jurídica con la
fallida’
Siendo así, los sentenciadores no han incurrido en error de derecho al desestimar la
excepción de litis pendencia opuesta por la deudora, pues no sólo no existe identidad
de personas, sino que tampoco la hay en el objeto pedido en cada caso.
A su tumo, las razones dadas por los sentenciadores resultan suficientes para
desechar también la alegada litis pendencia en relación al juicio indemnizatorio Rol C-
7.937-2012 del 16° Juzgado Civil de Santiago, tanto por falta de prueba como porque
de conformidad a los dichos de la propia ejecutada no es posible encontrar
coincidencia en ninguno de los tres elementos a que se refiere el artículo 177 del
Código de Procedimiento Civil. ”
8.3 La sentencia recién transcrita, establece sin lugar a dudas tres aspectos de vital
relevancia para la resolución de la excepción de litispendencia opuesta;
El primero de ellos, el reconocimiento indiscutible por parte de la Corte de la litis
pendencia por conexidad como excepción, instituto también arraigado en la Doctrina.
Así, a modo de ejemplo, el profesor Adolfo Alvarado Velloso, en su libro “Lecciones de
Derecho Procesal Civil” señala que: “toda pretensión procesal implica la afirmación de
la existencia de una relación jurídica, por lo que permite ser descompuesta en sus
distintos elementos que la integran: Los sujetos; el objeto y la causa” (Lecciones de
Derecho Procesal Civil", Adolfo Alvarado Velloso, pág. 107, editorial PuntoLex, Argentina)
Pues bien, al existir distintas pretensiones en causas diversas, deberán
necesariamente realizarse el ejercicio de comparación de sus elementos, toda vez que,
si en diversos procesos existe la misma causa de pedir y el mismo objeto pretendido,
necesariamente estamos frente a una fuerte vinculación mixta de objeto y causa, que
deben tratarse y fallarse en una misma sentencia o resolverse y esperar la otra, con
el objeto de no dañar la institución de la cosa juzgada. Dice el mismo académico que
“por obvias razones que hacen la convivencia pacífica y armoniosa de los integrantes
de una comunidad dada, es menester que una vez resuelta por la autoridad una
pretensión litigiosa, su decisión sea definitiva, impidiéndose así reabrir útilmente la
discusión que la originó; del mismo modo, no resulta bueno para el mantenimiento de la
paz social la COEXISTENCIA de dos demandas con base en la misma exacta
pretensión, pues podría ocurrir eventualmente que ellas obtuvieren sendas decisiones
contradictorias, con la consiguiente creación de un caos jurídico; por similares razones,
siempre que una misma causa de pedir sea el sustento de dos o más
pretensiones (concurrentes o antagónicas), deben ser necesariamente tramitadas
y decididas en un solo procedimiento. La anteriores son el fundamento de un
principio legislativo superior y metaprocesal: LA SEGURIDAD JURÍDICA” (Lecciones de
Derecho Procesal Civil", Adolfo Alvarado Velloso, pág. 111, editorial PuntoLex, Argentina.)

8.4. Como hemos señalado reiteradamente en este proceso, el título de que se vale la
actora para verificar su crédito en el procedimiento concursal del ............. Mineras S.A.
y de Pampa Camarones S.A. (seguidos ante el 20° Juzgado Civil de ...................... en
causa Rol ...................... y Rol C-8480-2016, del 16° Juzgado Civil, respectivamente)
es exactamente el mismo en que funda la acción de liquidación forzosa de autos.
Sin lugar a dudas el objeto perseguido en la presente causa y las individualizadas
en el número anterior -tenidas a la vista por S.S. al fallar la oposición rechazada-, es el
mismo.
Resulta evidente también que aquellos y este proceso de liquidación se encuentran
íntimamente vinculados respecto de ................. Limitada, en cuanto a su causa
(pagaré que funda la acción autos y que sirvió para verificar créditos en las
liquidaciones comentadas) así como respecto del objeto, existiendo entonces una
visible relación objetivo casual entre uno y otro juicio
8.5 Recordemos además que en escrito presentado en esta causa con
fecha ...................... 07 de marzo de este año, la contraria da cuenta de un pago parcial
del mismo crédito, por la suma $116.902.647 (ciento dieciséis millones, novecientos
dos mil seiscientos cuarenta y siete pesos), recibido en la liquidación de Pampa
Camarones S.A., tal como lo recoge la sentencia impugnada en el número 5 del
considerando Octavo.
Resulta clara entonces, la necesidad de resolver estos procesos antes de disponer
la liquidación de mi representado, todo con el objeto de evitar sentencias
contradictorias y aún más, evitar un enriquecimiento ilícito de la actora, toda vez que el
no acoger la excepción de litis pendencia opuesta, allana el camino para que se
obtenga el pago de un mismo crédito (causa) en dos o tres procesos diversos, de
coetánea tramitación.

8.6. Sumado a lo ya expresado, debemos mencionar que discurrimos de la sentencia


en tanto considera que lo resuelto es las liquidaciones antes mencionadas sólo dirá
relación con “aspectos que escapan al fondo de la discusión, como lo es, la
determinación del total de lo adeudado, en fase administrativa, dependiendo dicha
situación de si en una de las causas concúrsales se pagaren los pagarés que fundan
este proceso, situación que no implica que deba existir un único procedimiento
concursal o que no pudieran perseguirse las causas garantizadas por más de un
deudor1’
8.7. Yerra la sentencia en tanto considera que los pagos realizados en los procesos de
liquidación de las personas jurídicas -ya individualizados- escapan al fondo del asunto.
Si bien se razona, podrá concluirse que lo que tendrá mi representado es una
excepción perentoria (como sin dudas lo es el pago), capaz de enervar la acción la
acción, incidiendo de todas maneras y directamente en el fondo del asunto. Al efecto,
debemos tener presente que la litis pendencia busca anticipar los efectos que pueden
darse al dictarse fallos entre causas conexas; no se trata entonces de un problema que
deba resolverse al liquidar un crédito; en concreto, lo que se busca, es evitar
anticipadamente un enriquecimiento ilícito o incausado por parte del actor.
Máxime considerando que la acción de liquidación es de ultima ratio y de derecho
estricto en su ejercicio. No olvidemos que mi representado tiene la calidad de aval del
crédito que funda la acción, el que como hemos dicho reiteradamente, está
actualmente siendo pagado por su deudor directo.
Debe considerarse además S.S. que el ejercicio de la acción de autos, configura un
verdadero abuso del derecho, materializado por un abuso del proceso, que al decir del
profesor Lorenzo Gardella, “supone abusar del derecho a la jurisdicción, del derecho de
acceso a la justicia, del derecho a la acción, por ejemplo: a) El proceso innecesario,
como el cobro de un crédito que el deudor quiere satisfacer, b) El proceso claramente
infundado, donde es evidente desde su inicio la sinrazón de su autor. C) El proceso
desviado, como la solicitud de declaratoria de quiebra para forzar el cobro individual de
un crédito. D) El proceso excesivo, como la elección de la vía más amplia, lenta y
costosa cuando bastaría otra más breve”.
9. Del rechazo de la Excepción del N°7 del artículo 464 del Código del
Procedimiento Civil.
9.1. Del mismo modo resulta agraviante el rechazo de la excepción del N° 7 del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, cual es la falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza
ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado.
Dicha excepción fue opuesta fundada en que el título invocado que da origen a la
presente causa (pagaré), carece de mérito ejecutivo. En virtud de tal alegación, el
Tribunal a quo, fijó como punto de prueba N°3, la “efectividad de haberse pagado el
impuesto de timbres y estampillas, respecto del pagaré antes aludido”.
9.2. Sin embargo y pese a que el demandante no rindió probanza alguna tendiente a
acreditar el punto de prueba fijado el Tribunal, éste resolvió sin más:
“DÉCIMO SEXTO: Que finalmente, en cuanto a la excepción del N°7 del artículo 464
del Código de Procedimiento Civil, relativa a la falta de pago del impuesto de Timbres y
Estampillas, habiendo tenido a la vista está Juez el respectivo pagaré, el cual expresa,
en leyenda al costado, que el mismo tributo ha sido pagado, no cabe más que
rechazar, también, la excepción opuesta, como se dirá a continuación. ”
9.3. Sin dudas, resulta agraviante lo resuelto al respecto, además de ser del todo
contradictorio; no hay razón para que el Tribunal estime que el impuesto ha sido
pagado, sin acreditarse -como debió hacerse según el punto de prueba fijado- que éste
ha sido “efectivamente pagado”, toda vez además, que el pagaré no tiene la leyenda
señalada por el Tribunal en su sentencia, sino otra; señala literalmente el pagaré que
“El Impuesto de Timbres y Estampillas que grava este documento se paga por
ingresos mensuales de dinero en Tesorería según DL 3.475. Art 15n°2”, cosa muy
distinta a sostener que ha sido pagado.
Así, no hay certeza en el proceso -a falta de prueba de la actora- de que el impuesto
que se reclama impago haya sido con toda certeza enterado en arcas fiscales, no
pudiendo en consecuencia, oponerse en sede judicial, teniendo en cuenta lo dispuesto
en el artículo 26 del mismo cuerpo legal establece que: "los documentos que no
hubieren pagado los tributos a que se refiere el presente decreto ley, no podrán
hacerse valer ante las autoridades judiciales, administrativas y municipales, ni tendrán
mérito ejecutivo, mientras no se acredite el pago del impuesto con los reajustes,
intereses y sanciones que correspondan.
Lo dispuesto en el presente artículo no será aplicable respecto de los documentos cuyo
impuesto se paga por ingreso en dinero en Tesorería y que cumplan con los requisitos
que establece esta ley y el Servicio de Impuestos Internos:"
9.4. Considerando lo expuesto, esta parte estima que para efectos de poder hacer
exigible el título fundante de la acción, debió acreditar el demandante el pago efectivo
del impuesto correspondiente; en efecto, el inciso 2° del artículo 17 de Decreto Ley
previamente señalado, establece la forma de control del pago de dicho impuesto, del
que se lee nítidamente que éstos deben:
1. - Numerarse correlativamente en el Servicio de Impuestos Internos.
2. - Deben timbrarse por el Servicio de Impuestos Internos.
3. - Registrarse en el Servicio de Impuestos Internos.
Del simple análisis del pagaré y frente a la total falta de prueba del actor respecto del
punto de prueba fijado por el Tribunal, afirmar precisamente lo contrario a lo resuelto en
la sentencia recurrida, esto es que ante la ausencia del timbre de agua propio del
Servicio de Impuestos Internos, que no aparece incorporado al documento ni la
numeración de este último, es dable y lógico colegir todo lo contrario a lo resuelto por el
Tribunal a quo, es decir, que no fue presentado a registro ante dicha institución, por lo
tanto el documento acompañado por la contraria no pudo hacerse valer en juicio ni
tampoco tiene mérito ejecutivo por no acreditar el pago del impuesto señalado
anteriormente y por no cumplir con los requisitos exigidos para su uso legal
(numeración, timbraje y registro).
9.5. En suma, la sentencia contiene un severo error lógico que causa agravio a esta
parte, toda vez que fijando un punto de prueba preciso y determinado, que le incumbía
probar a la demandante, cual es como hemos dicho, la efectividad de haberse pagado
el impuesto de timbres y estampillas respecto del pagaré fundante de la acción
(instrumento que tuvo a la vista antes de fijar dicho hecho a probar), termina
resolviendo sin prueba alguna que dé cuenta del hecho, que el impuesto ha sido
pagado sirviéndose de la leyenda escrita en el propio pagaré, que como ya señalamos,
lisa y llanamente no dice lo que leyó la Juez a quo al resolver, sino aparece una
afirmación abstracta, que en ningún caso puede servir de base para afirmar un hecho
que además, ella misma y dentro de sus facultades jurisdiccionales, sometió a prueba,
punto que no fue demostrado de modo alguno por la contraria.
10. Del rechazo de la Excepción del N°7 del artículo 464 del Código del
Procedimiento Civil.
10.1 Haciendo presente a que todas las excepciones formuladas y respecto de cada
una de ellas, fueron interpuestas, en subsidio, de éstas, como defensas que autoriza el
artículo 122 inciso primero de la ley 20.720, relacionado a la letra d) del artículo 120 de
la misma ley, que señala que “(...)La oposición del Deudor sólo podrá fundarse en las
causales previstas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil", apelamos de
la sentencia que en cuestión, en tanto rechazó la excepción del N° 7 el artículo 464 del
Código del Procedimiento Civil esto es “Ia falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea
absolutamente, sea con relación al demandado”,
10.2. Lo anterior en atención a que la sentenciadora rechazó esta excepción dando
curso a la liquidación forzosa como Empresa Deudora de don ...........................,
fundada en una contradicción lógica (como ya se mencionó y analizó en el punto 7.2 de
esta presentación) contenida en la sentencia impugnada respecto del documento que
rola a fojas........... 305 -mismo documento que fue, tal como se reconoce en el fallo fue
“requerido por esta juez a través del portal www.sii”- debemos necesariamente agregar
en lo relacionado, que el agravio surge al estimar que mi representado ejercería
actualmente actividad lucrativa, estando dentro del supuesto del n°2 del artículo 42 del
Decreto Ley 824 del Ministerio de Hacienda de 1974, en relación al artículo 2 número
13 de la ley 20.720, no obstante, no encontrarse el demandado en esta hipótesis,
contradicha por el sólo mérito de documento público emanado del Servicio de
Impuestos Internos, Folio N°950462616, que da cuenta del término a su giro ya en el
año 2010.
10.3. Valga mencionar además, que dentro de sus razonamientos, el Tribunal
desestima la alegación por estimar que el “(...) el ser o no el fallido una empresa
deudora, tiene efectos relativos a una serie de aspectos, como lo son, por ejemplo, las
acciones paulianas, pero por cierto, nada dice relación dicha situación con los títulos
que sirven de fundamento para la acción.’’, errando nuevamente su análisis, en la
medida que se trata de un requisito de procesabilidad el hecho de hallarse en el
supuesto invocado por el actor al ejerces su acción, de tal manera que no sólo incide
de manera consecuencial en el proceso, sino esencialmente en la posibilidad de
accionar. De otra forma; antes de analizar si se dan los presupuestos del n°2 del
artículo 117 de la ley 20.720, debe insoslayablemente, establecerse que el demandado
efectivamente ostenta la calidad que se le imputa, en la especie el de empresa
deudora, circunstancia que no puede darse por acreditada a la luz de lo expresado
latamente a lo largo del presente recurso.
11. Finalmente S.S., apelamos respecto de la condena en costas contenida en la
resolución de rechazó la oposición opuesta, por estimar que esta parte tiene y tuvo
motivos plausibles para litigar, razón por la cual y al tenor de lo dispuesto en el artículo
144 del Código de Procedimiento Civil -y recordando que el presente no se trata de un
juicio ejecutivo- sumado a que la defensa se ha realizado en ejercicio de derecho
constitucional que la ampara, por en esta parte, resulta también agraviante lo resuelto
en tal sentido.
POR TANTO;
De acuerdo con lo expuesto, disposiciones citadas, y lo que prescriben los artículos 4,
128, 129 de la Ley 20.720, 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, y demás
normas pertinentes,
SOLICITO A US. se sirva tener por interpuesto recurso de apelación en contra de las
sentencias dictadas en autos con fecha ...................... -una, la que rechazó oposición a
la liquidación forzosa y la otra, que decretó la liquidación, notificada a esta parte en
igual fecha por el estado diario, tenerlo por interpuesto y concedérmelo, para ante el
Tribunal Superior jerárquico, elevándose los autos, a fin de que lo enmiende con
arreglo a derecho y declare, concretamente, que se revoca la parte resolutiva de la
sentencia referida, dejando tal decisión sin efecto, resolviendo en cambio, que se
acoge la oposición a la liquidación deducida por esta parte y se deje
consecuencialmente sin efecto la resolución de liquidación forzosa, por las razones y
fundamentos expuestos, con expresa condena en costas.

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