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La unidad del flujo luminoso es el lumen, el cual corresponde a una potencia de 1/680
vatios emitidos a la longitud de onda de 555 nanómetros, que es donde el ojo humano
presenta la máxima sensibilidad.
La intensidad luminosa de una fuente de luz sólo se puede expresar referida a una
determinada dirección y contenida en un ángulo sólido. (Figura 35).
Fig. 36
Con estas curvas se puede calcular el nivel de iluminación proporcionado por la lámpara en
una determinada dirección y a una distancia dada. Para ello se utiliza la denominada "ley de
la inversa del cuadrado de la distancia" (ver más adelante el punto 2). Fig. 36
Luminancia (Candelas/m2)
La luminancia, o brillo fotométrico, es la magnitud que sirve para expresar el brillo de las
fuentes de luz o de los objetos iluminados y es la que determina la sensación visual
producida por dichos objetos. Esta magnitud es de gran importancia para evaluar el grado
de deslumbramiento, como veremos más adelante.
Se define como la intensidad luminosa por unidad de superficie aparente de una fuente de
luz primaria (que produce la luz) o secundaria (que refleja la luz).
La luminancia se puede expresar en Candelas/m2 o en Candelas/cm2 (una Candela/cm2 =
104 Candelas/m2).
Fig. 36
Como se ha dicho, la luminancia debe considerarse como la intensidad luminosa por unidad
de superficie aparente. La superficie aparente es la proyección de la superficie real sobre
un plano perpendicular a la dirección de la mirada. Así pues, el valor de la superficie
aparente será igual al de la superficie real multiplicado por el coseno del ángulo que forma
la línea de visión con la perpendicular a dicha superficie real. (Figura 36). Por lo tanto, la
expresión general de la luminancia de una superficie será:
Las leyes utilizadas con mayor frecuencia en luminotecnia son dos: la llamada "ley de la
inversa del cuadrado de la distancia" y la "ley del coseno".
Esta ley dice que el nivel de iluminación, proporcionado por una fuente luz en una
dirección determinada, es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia a la que se
encuentra la fuente respecto al plano considerado, por ejemplo, el plano de trabajo.
Ejemplo:
Supongamos una fuente de luz que tiene una intensidad luminosa de 200 candelas en una
determinada dirección (datos que proporciona el fabricante).
Primero debemos de estudiar el puesto de trabajo, la precisión que requiere las tareas a
realizar, la cantidad de trabajo, la movilidad del trabajador, etc.
Debemos de eliminar los reflejos molestos que dificultan la percepción de los detalles, así
como los brillos excesivos o las sombras oscuras
El mantenimiento periódico de las instalaciones del alumbrado es bastante importante,
debido a que tenemos que evitar el envejecimiento de la luminaria, la acumulación de
polvo, etc., ya que puede reducirse el nivel de iluminación de los que teníamos establecido.
NIVELES DE ILUMINACIÓN
En cada una de las actividades que se realicen en una empresa, el nivel de iluminación debe
ser específico para cada una de las actividades.
El nivel de iluminación, se mide con un luxómetro que convierte la energía luminosa en
una señal eléctrica, que posteriormente se amplifica y permite una fácil lectura en una
escala de lux calibrada. Al elegir un cierto nivel de iluminación para un puesto de trabajo
determinado, deberá de estudiarse lo siguiente:
Hay varias magnitudes de iluminación que se utilizan, las más básicas son las siguientes:
- Flujo luminosos.- energía luminosa emitida por una fuente de luz durante una unidad
de tiempo(lumen)
- Intensidad luminosa.- flujo luminoso emitido en una dirección determinada por una
luz que no tiene una distribución uniforme (candela)
- Nivel de iluminación.- nivel de iluminación de una superficie de un metro cuadrado
que recibe un flujo luminoso de un lumen(lux=lm/m2
- Luminancia o brillo fotometrico: se define para una superficie en una dirección
determinada, y es la relación entre la intensidad luminosa y la superficie vista por un
observador situado en la misma dirección.(cd/m2
- Contraste.- diferencia de Luminancia entre un objeto y su entorno o entre diferentes
partes de un objeto
- Reflectancia.- proporción de la luz que es reflejada por una superficie. Es una cantidad
no dimensional. Su valor varía entre 0 y .1
DISTRIBUCIÓN DE LA LUZ
Los factores esenciales en las condiciones que afectan a la visión son la distribución de la
luz y el contraste de luminancias. Es preferible tener una buena iluminación general en vez
de una iluminación localizada. Para evitar deslumbramientos deberemos distribuir los
accesorios lo más uniformemente posible.
En el deslumbramiento influyen los siguientes factores:
- Luminancia de la fuente de luz.- la máxima luminancia tolerable por observación
directa es de 7.500 cd/m2.
- Ubicación de la fuente de luz.- el deslumbramiento se produce cuando la fuente de luz
se encuentra en un ángulo de 45 grados con respecto a la línea de visión del observador.
- Distribución de luminancias entre diferentes objetos y superficies.- cuando mayores
sea la diferencia de luminancia entre objetos situados en el campo de visión, más brillo
se crearán y mayor será el deterioro de la capacidad de ver provocado por los efectos
ocasionados en los procesos de adaptación de la visión
- Tiempo de exposición.- incluso la fuente de luz de baja luminancia pueden provocar
deslumbramientos si se prolonga demasiado la exposición.
SISTEMAS DE ILUMINACIÓN
Como es sabido, cuando un rayo de luz incide sobre una superficie especular se refleja en
ella de manera que el ángulo del rayo de luz incidente es igual al del rayo de luz reflejado.
En la reflexión de la luz interviene mucho la naturaleza de la superficie reflectante. Según
sea esta superficie se pueden distinguir las siguientes clases de reflexión: (Figura 5).
Se produce en las superficies pulidas; en ellas el ángulo del rayo de luz incidente sobre
dicha superficie es igual al rayo de la luz reflejada. El ejemplo más habitual lo constituyen
los espejos. En algunas luminarias se incorpora este tipo de reflectores, que pueden estar
construidos con: aluminio anodizado, acero inoxidable, vidrios o plásticos aluminizados o
plateados, etc.
Reflexión difusa
Cuando una superficie no está pulimentada o está compuesta por finas partículas
reflectantes se produce una reflexión difusa. Cada una de las partículas puede actuar como
un minúsculo reflector especular, pero como la superficie de cada una de ellas está
orientada en direcciones diferentes la luz se refleja en diferentes ángulos.
Las superficies de yeso o escayola y el papel mate producen una reflexión totalmente
difusa. Estas superficies se emplean a menudo para conseguir una iluminación indirecta por
reflexión.
Reflexión mixta
Existen muchos materiales que producen una reflexión compuesta, es decir, que no es
completamente especular ni completamente difusa, sino una combinación de ambas. Por
ejemplo, un reflector difuso recubierto con una fina capa de barniz transparente se
comporta como un reflector casi difuso bajo pequeños ángulos de incidencia de la luz y
como reflector casi especular bajo grandes ángulos de incidencia .Fig 37
Fig. 37
1. La percepción de luminancias.
Fig. 38
Otro aspecto importante que debemos considerar es que, en condiciones normales, un
aumento de luminancia conlleva una mejora del rendimiento visual. Esta mejora crece hasta
un punto en el que ya no aumenta más aunque siga aumentando la luminancia.
La mejora se manifiesta sobre todo cuando se ejecutan trabajos minuciosos o de poco
contraste. Sin embargo, en tareas visuales bien contrastadas y que no precisan la percepción
de detalles finos, el rendimiento visual máximo se consigue con niveles moderados de
luminancia.
Para una tarea dada, el aumento de luminancia se puede conseguir incrementando el nivel
de iluminación. Este es el fundamento de las tablas de alumbrado, donde para cada tarea se
estima el nivel mínimo de iluminación necesario para alcanzar el máximo rendimiento
visual.
La mayor parte de la información visual que recibimos no se debe a la luminancia sino a las
variaciones de luminancia que detecta el ojo en el campo visual, es decir, el contraste de
luminancias.
La sensibilidad del ojo a la detección del contraste también aumenta con la "luminancia de
adaptación". En general, esta sensibilidad crece hasta llegar a una luminancia media del
fondo de unas 100 Cd/m2. Naturalmente, esta luminancia depende tanto del nivel de
iluminación como de la reflectancia de las superficies del entorno.
Aunque después se verá con mayor detenimiento, conviene adelantar que el contraste de la
tarea se puede ver afectado negativamente en los siguientes casos:
Para garantizar una buena percepción del color es necesario tener en cuenta lo siguiente:
a) El nivel de luminancia de adaptación debe ser suficientemente elevado,
para permitir la "visión fotópica" del ojo, responsable de la visión en
color. (Se requieren varias Cd/m2).
b) Que las lámparas utilizadas emitan la luz en un espectro continuo (típica
de la emisión del llamado "cuerpo negro" a elevada temperatura).
c) Que la tonalidad de la luz no se aleje mucho de la tonalidad de la luz
natural.
EL ENTORNO VISUAL
El equilibrio de luminancias
Como es sabido, la "luminancia de adaptación" del ojo está determinada por la luminancia
existente en el campo visual. Las percepciones del contraste, del color y, en general, el
rendimiento visual, aumentan con "la luminancia de adaptación".
Ahora bien, para que el "rendimiento visual" sea efectivo en la ejecución de una tarea es
necesario que la "luminancia de adaptación" no sea muy diferente a la luminancia de la
tarea, entendiendo por luminancia de la tarea principalmente la luminancia del fondo sobre
el que contrastan los objetos o detalles que se visualizan.
En la práctica, se aplican los siguientes criterios para asegurar el equilibrio de luminancias
en el campo visual:
a) La luminancia del entorno inmediato a la tarea debe ser inferior a la
luminancia de la tarea pero no inferior a 1/3 de la misma. (Otros autores
consideran que el equilibrio de luminancias se logra siempre que la
luminancia del entorno inmediato esté comprendida entre 1/3 y 3 veces la
luminancia de la tarea).
b) La luminancia del entorno alejado debe estar comprendida entre 1/10 y 10
veces la luminancia de la tarea.
Por lo que se refiere a las luminancias recomendadas para las paredes, su valor óptimo se
puede considerar casi independiente de la luminancia de los objetos existentes en el local.
El valor óptimo se sitúa en unas 100 Cd/m2 cuando el nivel de iluminación está
comprendido entre 500 y 2.000 lux.
2. El deslumbramiento
Otro de los factores importantes del entorno que puede perturbar la percepción y el
rendimiento visual es el deslumbramiento. Vamos a profundizar sobre el fenómeno del
deslumbramiento.
En general, se puede producir deslumbramiento cuando:
a) La luminancia de los objetos del entorno (principalmente luminarias y ventanas)
es excesiva en relación con la luminancia general existente en el entorno
(deslumbramiento directo).
Ahora bien, en cualquiera de los dos casos, el deslumbramiento puede revestir dos formas
distintas, aunque habitualmente se presentan juntas:
El deslumbramiento perturbador.- Cuyo efecto es reducir la percepción del
contraste y por tanto, el rendimiento visual (sin que ello provoque necesariamente
disconfort).
a) El deslumbramiento perturbador
Tiene lugar habitualmente cuando una fuente de alta luminancia se percibe en las
proximidades de la línea de visión. (Pequeñas fuentes de muy alta luminancia o fuentes
extensas de relativamente alta luminancia). Existen dos efectos que causan este tipo de
deslumbramiento: el efecto de adaptación y el efecto de velo.
b) Deslumbramiento molesto
El deslumbramiento molesto se experimenta como una sensación de disconfort que tiende a
ir aumentando con el tiempo y causa fatiga visual. En los locales de oficina el
deslumbramiento molesto resulta más habitual que el perturbador. Este tipo de
deslumbramiento es producido por las fuentes luminosas situadas dentro del campo visual.
El grado de deslumbramiento molesto depende de los siguientes parámetros (Figura 41):
La sensación de deslumbramiento aumenta con los tres primeros factores y disminuye con
los otros. Estos parámetros son los que intervienen en los procedimientos de estimación de
la sensación o grado de deslumbramiento.
Fig. 41
La C.I.E. define el llamado índice UGR (unified glare rating) para determinar la sensación
de deslumbramiento:
Cuanto mayor sea el índice UGR mayor será la sensación de deslumbramiento (menor
calidad). En función del tipo de actividad se recomienda un límite máximo para dicho
índice.
P. Ejemplo.-
Para controlar el deslumbramiento originado por las luminarias existen otros criterios. Uno
de los más utilizados es el sistema C.I.E. de curvas de deslumbramiento (Figura 42).
Cada una de las curvas determina la luminancia máxima admisible cuando la luminaria se
percibe desde distintos ángulos (para ángulos g mayores de 45º). En este procedimiento es
preciso seleccionar la curva, del citado conjunto, que habrá de utilizarse para el control del
deslumbramiento de las luminarias.
Estas curvas suelen darse para dos grados de calidad: "Grado I" para un control moderado
del deslumbramiento y "Grado II" cuando se requiere un control más estricto.
Fig. 42
Ejemplo:
Si elegimos un "Grado II" de calidad para nuestra instalación y el nivel de iluminación
requerido es de 500 lux, la curva límite de deslumbramiento que debe servirnos de
referencia es la señalada en la figura 9 con trazo grueso.
Esta curva marca la luminancia máxima admisible para una luminaria vista bajo diferentes
ángulos. Por ejemplo, cuando es vista bajo un ángulo g de 65º la luminancia máxima
admisible es de unas 2. 000 Cd/m2.
Otros factores importantes del medio ambiente que pueden influir en el "rendimiento
visual" son: la tonalidad de la luz y la composición de su espectro cromático.
La tonalidad de la luz emitida por una lámpara y su capacidad de reproducir el color son
cosas distintas. La capacidad de una lámpara para reproducir el color se conoce como
"rendimiento en color" (Ra) de la lámpara. Este rendimiento en color se suele expresar en
una escala de uno a cien, en la que el valor 100 corresponde a un rendimiento en color igual
al obtenido con la luz natural. Por su parte, la tonalidad de su luz se expresa mediante la
llamada "temperatura de color" (Tc) en grados Kelvin. Ambos parámetros son atributos de
cada tipo de lámpara.
- Existen tablas de alumbrado donde se indica el rendimiento en color (Ra) necesario para
cada tipo de tarea. A este respecto se puede consultar la "Guía técnica para la evaluación y
prevención de los riesgos relativos a la utilización de los lugares de trabajo" editada por el
I.N.S.H.T. (1999).
1. Las lámparas
Los principales parámetros que nos interesa considerar para comparar las características de
los diferentes tipos de lámparas, a los efectos de su adecuación a la tarea realizada, son:
Fig. 43
Fig. 44
Las lámparas fluorescentes tienen una eficiencia energética mucho más elevada que las
lámparas incandescentes (unos 80 lúmenes/vatio) y su vida media también es bastante
mayor (en torno a las 8.000 horas).
La capacidad de reproducción cromática no es tan grande como en las incandescentes, su
rendimiento en color, Ra, suele estar comprendido entre 70 y 90, según el modelo de
lámpara, que suele ser suficiente para la mayoría de las aplicaciones. Hay que tener en
cuenta que la luz emitida por estas lámparas es una combinación de espectro cromático
continuo y un espectro cromático discontinuo. Fig. 45.
Fig. 45
El flujo de luz emitido por las lámparas fluorescentes (como en todas las lámparas de
descarga alimentadas con corriente alterna) fluctúa con una frecuencia igual al doble de la
frecuencia de la red eléctrica, que es de 50 Hz en Europa. Esto puede dar lugar a parpadeos
y efectos estroboscopios que deben ser atenuados mediante el empleo de montajes
compensados o con dispositivos electrónicos auxiliares que convierten la corriente eléctrica
de 50 Hz en otra de varios miles de Hz. Mediante el empleo de lámparas fluorescentes se
pueden diseñar con facilidad sistemas de iluminación homogéneos y con niveles de brillo
moderados, que producen poco deslumbramiento.
Fig. 46
La eficiencia energética de las lámparas de mercurio y su vida media son similares a las de
las lámparas fluorescentes, pero se pueden fabricar para potencias más elevadas.
La luz emitida presenta un aspecto cromático discontinuo que se traduce en una capacidad
reducida de reproducción de los colores. (Fig. 47).
Fig. 47
Con el fin de mejorar el rendimiento en color se recubre la ampolla exterior de vidrio con
una capa de polvo corrector. En otro tipo de lámparas la ampolla de vidrio contiene un
filamento incandescente conectado al tubo de descarga. Estas lámparas, denominadas de
luz mezcla, también proporcionan un mayor rendimiento en color.
Fig. 48
Las lámparas de sodio de baja presión tienen la mayor eficiencia de todas las lámparas
conocidas (hasta 200 lúmenes/vatio) pero, a cambio, emiten solamente luz monocromática,
es decir, no permiten distinguir los colores. La aplicación de estas lámparas se limita a las
actividades donde es necesario iluminar grandes espacios pero no se requiere la apreciación
de los colores. Su vida media es de unas 7.000 horas.
Por lo que se refiere al otro tipo de lámparas, las de sodio de alta presión, su eficiencia
energética no es tan elevada como en las de baja presión (unos 100 lúmenes/vatio), pero a
cambio el espectro cromático emitido permite una cierta distinción, aunque limitada, de los
colores. (Fig. 49). Estas lámparas se fabrican para potencias mayores que las de sodio de
baja presión y su vida media está comprendida entre 4.000 y 8.000 horas. Se emplean
principalmente en alumbrado de exteriores: áreas industriales, alumbrado público, etc.
Fig. 49
2. Las luminarias
La elección del tipo de luminaria constituye otro aspecto importante en el proceso de diseño
de la iluminación. Mediante los elementos que integran la luminaria es posible distribuir
adecuadamente el flujo de luz de las lámparas y determinar la proporción de luz directa o
indirecta requerida. De forma análoga, las luminarias permiten ocultar el cuerpo brillante de
las lámparas evitando así el deslumbramiento.
Fig. 50
Las luminarias también pueden ir equipadas con elementos difusores que dispersan la luz y
reducen los reflejos de velo originados en las superficies pulidas de la tarea o del entorno.
Finalmente, a través de los reflectores las luminarias pueden concentrar en un haz más o
menos estrecho el flujo luminoso procedente de las lámparas.
Las luminarias pueden ser clasificadas de varias formas. Si consideramos la relación entre
el flujo luminoso directo e indirecto, las luminarias pueden emitir la luz de forma directa,
semi-directa, uniforme, directa-indirecta, semi-indirecta e indirecta. (Fig. 50).
Atendiendo a la amplitud del haz luminoso emitido pueden clasificarse en intensivas, semi-
intensivas, dispersoras, semi-extensivas, extensivas e hiper-extensivas. (Fig.51).
Fig. 51
Fig. 52
Finalmente, una vez trazado el perfil básico de la luminaria requerida es posible elegir entre
los diferentes modelos existentes en el mercado atendiendo a otros criterios: el grado de
deslumbramiento que provocan, su apariencia estética, etc.
Cuando se considera la distribución espacial del flujo luminoso proporcionado por las
luminarias, la iluminación puede ser: directa, semi-directa, uniforme, semi-indirecta e
indirecta.
Iluminación directa
Con este tipo de iluminación todo el flujo luminoso se dirige directamente a la zona que se
desea iluminar (Fig. 53). En la práctica no se suele obtener una iluminación totalmente
directa, dado que casi siempre existe una componente indirecta procedente de la reflexión
de la luz en las paredes y techo de la sala.
Iluminación semi-directa
En este caso la mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia la zona que se desea iluminar
pero una pequeña parte se envía hacia el techo o las paredes con el fin de obtener una cierta
componente de iluminación indirecta.
Con este sistema las sombras no son tan duras como en el caso de la iluminación directa y
se reduce el riesgo de deslumbramiento y el desequilibrio de luminancias entre la zona de
trabajo con respecto al techo y las paredes.
Un sistema de iluminación directa puede transformarse en un sistema de iluminación semi-
directa añadiendo a las luminarias una placa o pantalla difusora de vidrio o plástico.
El sistema de iluminación semi-directa es muy utilizado en locales de oficina y de talleres
en general.
Iluminación uniforme
Con este sistema de iluminación el flujo luminoso se distribuye en todas las direcciones de
manera que un parte de él llega directamente a la tarea mientras el resto se refleja en el
techo y las paredes.
La combinación de luz directa e indirecta que se obtiene produce sombras muy suaves. En
general el efecto producido por este sistema de iluminación es agradable, dado que
proporciona una distribución armoniosa de luminancias en todo el campo visual. Este tipo
de iluminación también está indicado para locales de oficina y otras actividades diversas.
Fig. 53
Iluminación semi-indirecta
En este caso sólo una pequeña parte del flujo luminoso se dirige directamente hacia abajo,
en tanto que la mayor parte del mismo sufre varias reflexiones en el techo y las paredes
antes de iluminar cualquier zona.
Con este sistema se obtiene una buena calidad de iluminación, con sombras muy suaves y
prácticamente sin riesgo de deslumbramiento. No obstante, el rendimiento obtenido es bajo
porque una parte importante del flujo luminoso es absorbido por el techo y las paredes. Esto
obliga a que dichas superficies se recubran con pinturas muy claras, que reflejen bien la luz.
En las actividades que requieran una buena percepción de la textura y del relieve de los
objetos no es recomendable este tipo de iluminación debido a la ausencia casi total de
sombras, necesarias para favorecer la percepción de los objetos en sus tres dimensiones.
Iluminación indirecta
En este tipo de iluminación todo el flujo luminoso se dirige hacia el techo, quedando las
luminarias totalmente ocultas. El observador no ve ningún objeto luminoso, únicamente
aprecia las áreas iluminadas. Las sombras desaparecen casi por completo y también todo
riesgo de deslumbramiento.
Esta forma de iluminación es la que presenta una menor eficiencia energética; su utilización
suele quedar reservada a los lugares donde no se requieran niveles relevantes de
iluminación pero sea importante conseguir un ambiente relajante y agradable.
Para la medida de los niveles de iluminación se debe emplear un luxómetro con las
siguientes características:
1. Equipado con una célula fotosensible con corrección de coseno. Esto es necesario para
evitar los errores debidos al ángulo de incidencia de la luz sobre dicha célula.
Procedimiento de medida
Procedimiento de medida
Las medidas de luminancia deben ser efectuadas en las condiciones reales de trabajo.
- En los locales de trabajo con ventanas, utilizados de día y de noche, se debe medir en las
dos situaciones.
- El luminancímetro debe estar situado a la altura de los ojos del trabajador y enfocarse
hacia las fuentes de luz, los reflejos o las superficies cuya luminancia se quiere medir.
- Tarea visual
- Entorno inmediato a la tarea
- Plano general del fondo de la tarea
- Planos verticales frente al observador
- Techos
- Luminarias y ventanas
- El resultado de la medición debe ir acompañado de su grado de incertidumbre, por
ejemplo: 540 ± 5 Cd/m2.
Iluminación uniforme
Luminancia optima
Ausencia de brillos deslumbrantes
Condiciones de contraste adecuadas
Colores correctos
Ausencia de luces intermitentes o efectos estroboscopios
Primero debemos de estudiar el puesto de trabajo, la precisión que requiere las tareas a
realizar, la cantidad de trabajo, la movilidad del trabajador, etc.
Debemos de eliminar los reflejos molestos que dificultan la percepción de los detalles, así
como los brillos excesivos o las sombras oscuras
El mantenimiento periódico de las instalaciones del alumbrado es bastante importante,
debido a que tenemos que evitar el envejecimiento de la iluminaría, la acumulación de
polvo, etc., ya que puede reducirse el nivel de iluminación de los que teníamos establecido.
NIVELES DE ILUMINACIÓN
En cada una de las actividades que se realicen en una empresa, el nivel de iluminación debe
ser específico para cada una de las actividades.
El nivel de iluminación, se mide con un luxómetro que convierte la energía luminosa en
una señal eléctrica, que posteriormente se amplifica y permite una fácil lectura en una
escala de lux calibrada. Al elegir un cierto nivel de iluminación para un puesto de trabajo
determinado, deberá de estudiarse lo siguiente:
DISTRIBUCIÓN DE LA LUZ
Los factores esenciales en las condiciones que afectan a la visión son la distribución de la
luz y el contraste de luminancias. Es preferible tener una buena iluminación general en vez
de una iluminación localizada. Para evitar deslumbramientos deberemos distribuir los
accesorios lo más uniformemente posible.
En el deslumbramiento influyen los siguientes factores:
- Luminancia de la fuente de luz.- la máxima luminancia tolerable por observación
directa es de 7.500 cd/m2.
- Ubicación de la fuente de luz.- el deslumbramiento se produce cuando la fuente de luz
se encuentra en un ángulo de 45 grados con respecto a la línea de visión del observador.
- Distribución de luminancias entre diferentes objetos y superficies.- cuando mayores
sea la diferencia de luminancia entre objetos situados en el campo de visión, más brillo
se crearan y mayor será el deterioro de la capacidad de ver provocado por los efectos
ocasionados en los procesos de adaptación de la visión.
- Tiempo de exposición.- incluso la fuente de luz de baja luminancia pueden provocar
deslumbramientos si se prolonga demasiado la exposición.
SISTEMAS DE ILUMINACIÓN
Iluminación
Incrementar el uso de la luz natural.
Usar colores claros para las paredes y techos cuando se requieran mayores niveles de
iluminación.
Iluminar los pasillos, escaleras, rampas y demás áreas donde pueda haber gente.
Iluminar el área de trabajo y minimizar los cambios de luminosidad.
Proporcionar suficiente iluminación a los trabajadores, de forma que puedan trabajar en
todo momento de manera eficiente y confortable.
Proporcionar iluminación localizada para los trabajos de inspección o precisión.
¿POR QUÉ?
La luz natural es la fuente mejor y más barata de iluminación. El uso de la luz natural
reduce los costes de energía.
¿CÓMO?
1. Limpie las ventanas y quitar los obstáculos que impidan la entrada de la luz natural.
2. Cambie el lugar de trabajo o la localización de las máquinas de forma que el
trabajador tenga más luz natural.
3. Agrande el tamaño de las ventanas o practicar ventanas a mayor altura con el fin de
aprovechar más la luz natural.
4. Instale interruptores independientes para las diferentes luminarias eléctricas o para
las diversas filas de luminarias de manera que parte de la iluminación pueda ser
apagada cuando haya suficiente luz natural en el puesto de trabajo cerca de las
ventanas.
5. Instale claraboyas con materiales semitransparentes a intervalos apropiados. Estas
claraboyas pueden ser instaladas en el techo reemplazando simplemente algunos
paneles de la cubierta con paneles plásticos traslúcidos.
Combine la luz natural con luz artificial para mejorar la iluminación del puesto de
trabajo.
Sea cuidadoso, las ventanas y claraboyas proporcionan calor en tiempo cálido (y
pérdidas de calor en tiempo frío).
En climas calurosos oriente las ventanas y aberturas lejos de la radiación solar
directa o protéjalas de dicha radiación.
PUNTOS A RECORDAR
El uso de la luz natural reduce su factura eléctrica y es beneficioso para el medio ambiente.
PUNTO DE COMPROBACIÓN: Usar colores claros para las paredes y techos
cuando se requieran mayores niveles de iluminación.
¿POR QUÉ?
La elección del color para las paredes y los techos es de gran importancia pues los
diferentes colores tienen distintas reflectancias. El blanco tiene la reflectancia más alta (del
orden del 90 %), mientras que los colores oscuros tienen porcentajes muchos menores.
Las paredes y techos de color claro permiten un ahorro energético dado que proporcionan
un mayor nivel de iluminación en el local con menor cantidad de luminarias.
Los techos y paredes claros hacen que los locales sean más confortables. Esto ayuda a crear
un medio ambiente que conduce a una mayor eficiencia en el trabajo.
Las superficies con tonos claros son esenciales para las tareas de precisión e inspección que
requieran un reconocimiento fiel del color.
¿CÓMO?
1. Proporcione una reflexión adecuada de la luz mediante el uso de colores muy claros
para el techo (80 - 90% de reflectancia) y un tono pálido para las paredes (50 -
85%).
2. Evite que existan grandes diferencias de luminosidad en las paredes y los techos.
3. No utilice materiales o pinturas cuya superficie cause reflejos o brillos, a fin de
prevenir el deslumbramiento indirecto.
4. Use una combinación de techo blanco y luminarias con aberturas en su parte
superior, de manera que parte de la luz se dirija hacia el techo y sea reflejada en él.
Este sistema proporciona una buena distribución de la iluminación general.
Limpie las paredes y techos con regularidad dado que el polvo y la suciedad
absorben una gran cantidad de la luz.
Las luminarias con aberturas superiores no sólo permiten la iluminación del techo,
también proporcionan una mejor distribución de la iluminación y una menor
acumulación de suciedad que las luminarias cerradas.
PUNTOS A RECORDAR
Las paredes y techos de color claro crean un ambiente de trabajo efectivo y confortable
Fig. 54.
Antes
Después
Fig. 54
Los colores claros en las paredes y techos mejoran las condiciones de iluminación y la
atmósfera del lugar de trabajo.
¿POR QUÉ?
En muchas ocasiones la luz natural no llega a las escaleras. En necesario prestar una
atención especial a estas áreas.
Una iluminación suficiente en estas áreas puede prevenir el daño a los productos y
materiales.
¿CÓMO?
PUNTOS A RECORDAR
Una buena iluminación en escaleras y pasillos puede prevenir los accidentes en los
trabajadores y visitantes, reduce el daño a los productos y mejora la imagen de la empresa.
Fig. 55 y 56
La buena iluminación de escaleras y pasillos previene los accidentes y reduce el daño de los
productos.
Fig. 55
¿POR QUÉ?
El cambio de visión de un lugar iluminado a otro oscuro demanda una adaptación de los
ojos que requiere un tiempo y produce fatiga.
Las sombras duras en la superficie de trabajo pueden ser la causa de una pobre calidad en el
trabajo, baja productividad, esfuerzo visual, fatiga y accidentes. Elimine las sombras.
¿CÓMO?
¿POR QUÉ?
Una iluminación suficiente reduce los errores en la tarea, lo que contribuye también ayuda
a reducir los riesgos de accidente.
Una iluminación adecuada y de buena calidad ayuda a los trabajadores a visualizar los
elementos de trabajo de forma rápida y con el detalle requerido por la tarea.
¿CÓMO?
PUNTOS A RECORDAR
Proporcione una iluminación suficiente y de buena calidad a un coste mínimo. Hay
varias formas de mejorar la iluminación. Fig. 58
Fig. 58
Fig. 59
¿POR QUÉ?
Se requiere una mayor iluminación para el trabajo de precisión o de inspección que para el
trabajo normal de producción o de oficina.
Una iluminación localizada, adecuadamente situada, mejora en gran medida la seguridad e
eficiencia del trabajo de inspección o de precisión.
¿CÓMO?
PUNTOS A RECORDAR
Fig. 61
Fig. 62
Fig. 63
¿POR QUÉ?
¿CÓMO?
PUNTOS A RECORDAR
La reflexión de la luz producida por las superficies brillantes provoca fatiga ocular y bajo
rendimiento. Elimine los reflejos perturbadores del campo de visión de trabajo. Fig. 65, 66
y 67
El deslumbramiento por reflejos causado por una superficie pulida reduce la visibilidad
Fig. 67.
PUNTO DE COMPROBACIÓN: Elegir un fondo apropiado de la tarea visual para
realizar trabajos que requieran una atención continua e importante.
¿POR QUÉ?
Las tareas visuales que requieren el mantenimiento de una atención importante son
realizadas con un menor esfuerzo si su entorno está libre de distracciones visuales.
Los trabajadores que realizan montajes críticos o trabajos de precisión pueden ser distraídos
seriamente por las operaciones realizadas en las inmediaciones, tales como máquinas o
partes de ellas en movimiento, o los movimientos de las manos de otro trabajador situado
enfrente. Con medidas muy sencillas se pueden prevenir tales distracciones.
¿CÓMO?
1. Sitúe una pantalla que proporcione un plano visual de fondo tras la zona de
operación de manera que proteja a los ojos de distracciones.
2. Coloque una división entre puestos de trabajo vecinos, cuando las operaciones
realizadas en uno de ellos distraigan a los trabajadores que realizan sus operaciones
en el otro. Análogamente, sitúe una división de sobremesa entre los trabajadores que
realizan operaciones en el mismo banco o mesa de trabajo.
3. Si fuera preciso ver claramente la silueta de pequeños objetos planos, use una
pantalla difusora de vidrio o plástico iluminada desde atrás por lámparas o
reflectores.
4. Evite las sombras proyectadas sobre un objeto contra un fondo luminoso, coloque
las fuentes de luz de manera que ésta incida desde arriba o desde los laterales del
trabajador, en lugar de venir desde atrás de la tarea visual.
Un soporte apropiado sobre el que colocar un elemento de trabajo con una clara
separación de los otros elementos, a menudo ayuda a obtener una visión clara del
elemento de trabajo.
Evite el trabajo prolongado en una zona de luz situada en medio de un entorno
oscuro. En tales casos, sobreviene la fatiga de los ojos dado que se ven obligados a
continuos reajustes cada vez que el trabajador mira más allá de la zona de trabajo
brillantemente iluminada.
Las divisiones situadas entre puestos y trabajadores vecinos no deberían dificultar la
comunicación entre los trabajadores. Por ejemplo, las divisiones de sobremesa
deberían ser lo suficientemente bajas como para permitir algún contacto visual y
verbal entre los trabajadores.
PUNTOS A RECORDAR
Fig. 67
Fig. 68
Eliminación con la ayuda de una pantalla de elementos que distraen la atención.
PUNTO DE COMPROBACIÓN: Limpiar las ventanas y realizar el mantenimiento de
las fuentes de luz.
¿POR QUÉ?
¿CÓMO?
1. Haga que la limpieza de las ventanas y luminarias constituya una parte habitual de
las actividades semanales. Asigne la responsabilidad de la limpieza a una persona
entrenada que también comprenda el peligro de los accidentes por choque eléctrico.
2. Asegure que el personal de mantenimiento tenga a su disposición utensilios de
limpieza adecuados y escaleras para alcanzar a las luminarias y ventanas.
3. Incorpore al programa de mantenimiento el reemplazamiento de las lámparas y
tubos fluorescentes agotados. Anime a los trabajadores a que informen a las
personas encargadas del mantenimiento sobre los problemas de iluminación y sobre
las lámparas fundidas o agotadas. 4. En la medida de lo posible, emplee luminarias
que tengan aberturas en su parte superior, dado que estas aberturas permiten la
circulación del aire caliente por convección, ayudando a mantener limpios los
reflectores.
PUNTOS A RECORDAR
Fig. 68
La limpieza de las ventanas y el buen mantenimiento de las fuentes de luz ayudan a
incrementar la iluminación.
AMBIENTE TÉRMICO
Microclima laboral
El ser humano controla su balance térmico a través del hipotálamo, que actúa como un
termostato y que recibe la información acerca de las condiciones de temperatura externas e
internas mediante los termorreceptores que se hallan distribuidos por la piel y,
probablemente, en los músculos, pulmones y médula espinal. Las personas pueden soportar
grandes diferencias de temperatura entre el exterior y su organismo, mientras que la
temperatura interna del cuerpo varía entre los 36°C y los 38°C.
Los receptores de frío comienzan a funcionar si la temperatura de un área de la piel desciende,
aproximadamente, a una velocidad mayor de 0,004°C/s. Los del calor comienzan a percibir
las sensaciones si la temperatura en un área de la piel se incrementa a una velocidad mayor,
aproximadamente, de 0,001°C/s.
Fig. 69
Fig. 71
La ventilación industrial se refiere al conjunto de tecnologías que se utilizan para
neutralizar y eliminar la presencia de calor, polvo, humo, gases, condensaciones, olores,
etc. en los lugares de trabajo, que puedan resultar nocivos para la salud de los trabajadores.
Muchas de estas partículas disueltas en la atmósfera no pueden ser evacuadas al exterior
porque pueden dañar el medio ambiente.
En esos casos surge la necesidad, de reciclar estas partículas para disminuir las emisiones
nocivas al exterior, o en su caso, proceder a su recuperación para reincorporarlas al proceso
productivo. Ello se consigue mediante un equipo adecuado de captación y filtración. Según
sean las partículas, sus componentes y las cantidades generadas exigen soluciones técnicas
específicas.
Para evitar que los vapores y humos se disipen por todo el recinto de las naves industriales
se realiza la instalación de campanas adaptadas al mismo foco de producción de residuos
para su total captación. El caudal procedente de la zona de captación se conduce hacia el
filtro correspondiente según el producto e instalación, donde se separan las partículas del
aire limpio.