Acustica Del Habla Hilda Furmanski

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Actstica del Habla HI lenguaje en las lenguas fnicas se transmite actsticamente, aunque se puedan describir correlatos articulatorios para los sonidos del habla. Un nifio con implante coclear no tiene audicién normal, pero si recibe los estimulos adecuados y el medio en el que se desenvuelve lo favorece, puede potenciar funcionalmente sus habilidades auditivas para la percepci6n de los sonidos del habla (Ling, 1989). En el caso de los nifios implantados tempranamente, la infor macién que el implante coclear les ofrece, les da la posibilidad de adquitir el lengusje, con la terapia adecuada, usando la via.auditiva pata la decodificacién. Cuando se trata de nifios implantados a, eda- des més avanzadas, la percepcién auditiva del habla fevorece la com: prensién del lenguaje sumando pistas auditivas.a la decodificacion, por lectura labial y permite, junto con el entrenamiento adecuado, utilizar dicha informacién para mejorar la comunicacién. Tara poder ayudar a que un nifio con implante co¢lear pueda aprender a percibir los sonidos de! habla, es necesario conocer las caracteristicas acdsticas de los sonidos de la lengua de su entoro; de lo contrario dificiimente se pueden imaginar las razones por las cua- les presenta dificulzad para la percepcién de determinados sonidos con el dispositive y menos atin es posible instrumentar algiin cami- rio para facilitarle el acceso a los mismos. En ef habla, no todas las frecuencias son igualmente importan- tes ni acartean el mismo tipo de informacién (Kent y Read, 1992; Ladefoged, 1996). a En el conocitmiento acerca de los aspectos actsticos de la len- gua, es necesario diferenciar para su estudio los aspectos suprasegmentales los aspectos segmentales del habla (Ling, 1976; Ling, 1989), Aspectos suprasegmentales Los rasgos suprasegmentales 0 prosédicos son aquellos aspectos del habla que conocemos como acento, entonacién y ritmo, El acceso 8 la percepcié del conjunto de estos rasgos esté direc- tamente relacionado con las cualidades de Ia vor del niio con defi- ciencia auditiva En el castellano rioplatense, estas propiedades del habla:se mani- fiestan acisticamente por la frecuencia de vibracién de las cuerdas vo- Gales frecuencia fundamental o Fy, la duracién de los fonos y de las pausas [a intensidad de ls sonidos y por Is estructura de os formantes. La relacion entre estas caractersticas acsticas a través de varios fonos Ppone de manifesto los rags proséidicos es dec que los suprasegmientos conforman patrones sobre la base de las variaciones de dichos rasgos actsticos (Massone y Borzone de Manrique, 1985) El andlisis particular de cada uno de los aspectos supraseginienta- 1e$ nos permite conocer Is informacién necesaria para la percepci6n, de los mismo. Acento El acento se manifesta acfsticamente por vatiaciones de la fre- cuencia fundamental, a duracién, [a intensidad y modificaciones en la estructura de los formantes (Massone y Borzone de Manrique, 1985) _ : Frecuencia fundamentat Es la frecuencia de vibraci6n de las euerdas vocales: Los valores promedio de frecuencia fundamental son de alrededor de 125 Hz para Ja voz masculina, 250 Hz para la vor femenina y 350 Hz para la voz de-un nifio, Dichos valores pueden tomarse como referencia aunque ¢ preciso considerar que existen variaciones segtin la edad, la altura, Ja contextura Fisica, [a influencia hormonal, etc. Las osclaciones que pueden dar como consecuencia los patrones de acento fluctian en el rango de una a dos octavas (Borzone de Manrique, 1980). las vocales ténicas tienen por lo general una frecuencia funda- :mental mayor que las vocales étonas (Borzone de Mansique, Signor y Massone, 1982) Los nifias con implante-codleardsponen de informacién acerca de la frecuencis fundamental Duractén Es un aspecto Hisico ineludible en todo acto de habla, dado que 1 Giscurso se desarrolla en el tiempo. Las vorales tnicas tienen en Iineas generales uns duracién mayor ue las vocales atonas (Borzone de Manrique, Signorini y Massone, 1982). De tods sefial acistica qué un nifio con implante pueda detec- tf, pertibiré el tiempo de su emision asi coma también las variacio nes temporales corespondientes a los segmentos y pausas. El apro- vvechamiento de las pistas acisticas acerca de la duracién dependeré de-le resolucién temporal que el nifio pueda desarzolae Intensidad Las vocales aventuadas usualmente tienen mayor intensidad que las no acentuadas (Borzone de Manrique, Signorini y Massone, 1982). guns Codees en ios ————— Un nitfo con implante coclear tiene la posibilidad de percibir sonidos de intensidades muy bajas y aunque su audicién no sea nor- mal, puede aprender a conformar un tango de intensidades a partic de lz informacién provista por su implante y por la estimulacién orien- tada al aprovechamiento méximo de su avdicién y al desarrollo de sus habilidades auditivas. Fl uso de las pistas de intensidad estaré determinado por las diferencias mfnimas de sonoridad que el nito aprenda a establecer. Estructura de formantes ‘Los formantes son las frecuencias naturales de resonancia del tracto vocal, Las vocales constituyen los sonidos més intensos de la Jengua y conllevan la mayor parte de la informacién acerca de los suprasegmentos En la Tabla 1 se muestra el pats6n ideal de formantes de las cin- co vorales bésicas del espafiol ioplatense. En las vocales acentuadas, la estructura de formantes es més cercana a la forma ideal o target (Massone y Borzone de Manzique, 1985), es decir a las caracteristicas de dicha vocal producida en forma aislada. Las variaciones en el patr6n de formantes es otra de las pis- ‘tas actisticas acerca del acento, Ls nifios con implante cotlear tienen acceso a la informacién de los formantes de las vocales y por lo tanto pueden hacer uso de dichas pistas para la percepei6n de l'aechtucion. “Tabla 1. Patrén de formantes las vocals dl espafol roplatense F, (a) Fi) F, ia) Tar 358 730 2570 fot 528 897 2723 fal 908 1451 2670 fel 442 2310 2879 Aid 310 2530 3327, | Entonacién 1a entonacion se manifiesta a través de las vatiaciones en los contornos de frecuencia fundamental (Signorini, Borzone de Manrique y Valenti, 1987). Las diferentes curvas tonales conforman patrones acerca de ls entonacién en las frases y nos permiten saber entre otras cosas el modo de las frases (declarativa, interrogativa, exclamativa, desiderativa, etc.) Una vatiaci6n en la entonacin puede decimos, por ejemplo, si tun comentario fue dicho en serio o en broma, aportando informa- cién importante acerca de la intenci6n del hablante Tor ejemplo, en la frase: Qué lindo le queda ese vestidol”, de- ppendiendo del contomo de entonacién que se emplee en su emisién, una posibilidad es que trate de un comentario donde efectivamente se est alabando a la mujer que lleva la prenda; otra alternativa, en cambio, se interpretarfa como itonia dado que fo que la persona quie- re significar es que el vestido no le queda nada bien. Tal como fue expuesto para el acento, los nifios con implante coclear disponen de informacién acerca de la frecuencia Fundamen- tal y sus variaciones para ser utlizada para la percepcién de los con- tornos de entonacién, Ritmo EI ritmo consiste en la repeticin periédica de cierta clase de movimiento. Este puede tener que ver con las slabes o con el acen- to. El castellino tiene isocronismo acentual a diferencia de otras Jenguas que tienen isocroaismo silébico, lo cual implica que las repe- ticiones periddicas estén proporcionadas por ef acento, La durecién de las sflabas tiene que ser ajustada para que quepan dentro del mis- ‘mo intervalo de tiempo, con lo cval hay silabas que quedan compri- ‘midas en el discurso. En el castellano rioplatense, el ritmo esté dado | Inlante Coders en iin Por a duacién de los segmentosy de las pausas (Borzone de Menrique, Signotini y Massone, 1988; Massone y Borzone de Manrique, 1985; ‘Massone, Borzone de Mantique y Signorini, 1983; Massone, Signotini y Borzone de Manrique, 1982) y sabemos que el parémetro de dura- tién puede ser accesible para los nifios con implante coclear Segtin lo expuesto, mucha de la informacion aedstica necesaria Y Suficiente pata discriminer los aspectos prosédicos del habla se ubi- ‘ca en el tango de frecuencias bajas, por debajo de fos 1000 Hiz. Esto quiere decir que se trata de informacién disponible para la enorme mayorfa de nifios con hipoacusias, incluyendo a aquellos que mues twan s6lo audicién en el extreme izquierdo del audiograma, si cuen- tan con el equipamiento necesaro y la estimulacién adecuada en los ‘perfodos criticas (Ling 1964; Ling y Ling, 1978) Cuando el canal receptive del lenguaje hablado es exclusivamente visual a través de la lecture labial, el nifio no puede desarrollar la realimentacién necesaria para poder manejar los elementos suprasegmentales del habla, ya que no existe informacién visual para los mismos. Esto es ast dado que no hay refesentes visuzles para el acento, ls entonacién ni el ritmo del habla (Furmanski, 1998; Ling, 1989) Les aspectos suprasegmentales © prosédicos del habla van a dar- le Ia calidad @ la voz a un nifio.con deficiencia auditiva. No sblo permiten discriminar frases interrogativas, exclamativas y declarativas, zo slo oftecen !a posbilided de discriminar los acentos de las pala bras y el ritmo del habla, sino que acarrean informacién imprescindi- be acerca del estado de énimo, estado de salud, sexo, nacionalidad, ‘edad aproximada del hablante y sobre todo contribuyen a la com. prension de los mensajes, de las intenciones comunicativas y pro- vveen pistas sobre la estructura sintéctica, es decir, paricipan en los Aspectos seménticos, pragméticos y sintécticos del lenguaje. Como ejemplo, al reslzar acdsticamente una determinada pala- bra dentro de una frase, podemos también darle a esa frase un signi- Ficado completamente diferente, En la oracién: “El balance tiene que ser escrito con Igpiz para poder corregirfécilmente los errores", de- dein det | pendiendo del énfasis puesto en una u otra palabra, el significado cambia sustancialmente. Si es una oracién declarativa donde no se tealza acdsticamente ninguna palabra en particular, el mensaje es que alguien le indica a otra persona el modo en el que tiene que ser escrito el balance; pero si se enfatiza la palabra “lépiz" y la emisién es; “El balance tiene que ser escrito con lépiz para poder corregir fécilmente los ecrores", marcando una pausa més prolongada des- pués de dicha palabra, no se trata de una indicacién sino de una ma- nifestaciGn de enojo, deco que la persona que debia haber escrito el balance con lépiz lo hizo evidentemente con otro elemento. (Otro ejemplo donde la variacién en el patron suprasegmental da como resultado un significado completamente distinto se presenta en Ia oraci6n: “Yo voy a llevar el auto al taller”, En un caso, la inten- ciém del hablante es informatle @ otra persona une Futura accién; en ‘tro caso: *Yo voy a llevar el auto al taller’, si se enfatiza la palabra “yo, se entiende que el hablante est4 sugiriendo que solamente él sex6 quien leve el auto al tales, slo él y ninguna otra persona més. Como se deduce, la prosodia no es un mero condimento a las ‘expresiones sino que es un conjunto de elementos con cierta organi 2zacién que aporta informacion de gran utilidad pata la comprensién del lengua uso inapropiado de pausas, una entonacién incorrec- ‘ta 0 una frecuencia fundamental impropia, hacen dificultesa la com- prensién del mensaje'y de la intencionalided del hablante (Massone y Borzone de Manrique, 1985). tay La petcepei6n‘de te prosodia en los nifios catididatos a implante ccoclear es muy variada antes dela citugfa. Muchos nifios llegan a ser implantados sin haber logrado la percepcién de los aspectos suprasegmentales del habla gon sus audifonos ya sea por un diagnés- tico tardio, Uta intervencién inapropiada, amplificacién. insuficiente o Falta de audici6n funcionalmente jitil atin con el equipamiento 6ptimo. Dado que la informacién actistice necesaria para la eapeacin de Jos aspectos suprasegmentales del habla se halla bisicamente en fre- cuencias por debajo de los 1000 Hz, los nifios con implante pueden on acceder a las caracterisicas actstica de la prosodia del habla, lo cual Je permitid alos nifios ms pequeiios obtener una éptima calidad de voz ¥ 2 los nos implantades a edades més avanzada la posibilidad de tomar informacién para mejorar las caacterstcas de su habla en condiciones adecuadas de tratamiento Algunos nifios que han tenido fa ampliicacién y Ja terapia ade- cada llegan al momento del implante coclear eon una prosodia rela- tivamente aceptable en términos acisticos. Pero el habla de los ni- fos sordos que no ban utilizado el canal auditivo para la adquisicion del lengua y por lo tanto no han generado ninguna realimentacién actstica de sus producciones, en general carece de la utiizacién ade- cuada de pausas, la ubicacién de acentos es inapropiada y el ritmo y Ja entonacién son inadecuados (Tobey, 1998). Todo esto puede dat como consecuencia una gran dificultad para la comprensiéa de sus ‘mensajes para una persona no entrenada en Ja comunicacién con estos nifios. Esto serd asf por mis que la articulacin sea extremada- mente cuidada, dado que la carga de informacién de los aspectos pros6dicos del habla falta casi por completo. Es preciso recordar la diferencia entre percibir los aspectos suprasegmentales del habla durante los primeros afios de vida y el acceso a dicha informacién una vez pasados los perfodos eriticos. En caso de tener acceso a edades tempranas 2 la percepeién de la prosodia, las cualidaces de la voz de los nifos con implante coclear son muy naturales en cuanto a los aspectos suprasegmentales y le realimentacién de las propias producciones se establece casi espon- téneamente. En cambio, cuando se trata de nifios cuyo canal auclti- vo se habilta a edades més avanzadas, se pueden observar moditica- ciones en las caraceristices de la voz de leves a importantes, depen- diendo de cada caso en particular (Nevins y Chute, 1996). Hl uso de Ia audicién para el monitoreo de las propias producciones en los ni- fos implantados en edad escolar requiere de entrenamiento y, sobre todo en los adolescentes, no siempre se logra incorporar el canal au- ditivo para la realimentacion de fas propias producciones y por Jo tanto no se observan mejoras demasiado significativas en las cuali- dades dela vox Aspectos segmentales Incluimos el andlisis de fonemas de la lengua cuya clasificacion piimaria es en vocdlicos y consondnticas. Los aspectos segmentales del habla estén directamente vincula- dos con la inteligibildad en la produccién del habla. Es necesario realizar un anélisis minucioso de cada uno de fos fonemas de la lengva a fin de conocer exactamente cul es la infor- ‘maciOn actstica requerida para la identificacién de los miemos, Vocales Los valores de formantes hellados para las vocales del espafiol sioplatense (Aronson, Rufines, Furmanski y Estienne, 2001) pueden observarse en la Tabla 1. Viendo la composicin frecuencial de los diferentes formantes de cada una de las vocales, podemos concluir que /u/-/0/ son las vvocales con mayor informacion en frecuencias bajas y que /i/-/e/ son as que. poseen mayores componentes de frecuencias agudas. La concentracién dé informacién para /a/ en cambio tiende més hacia la zona de frecuencias medias. Las vocales /a/ y /o/ son las més intenses (Borzone de Manrique, 1980; Guirao y Manrique, 1975). Cada vocal tiene formantes diferentes dado que el tracto vocal adopta configuraciones distintas para la produccién de las mismas. Esto hace que la frecuencia originads en las cuerdas vocals restene més en determinadas zonas del tracto que en otras. 1a informacién sonora necesaria para el reconocimiento de las vocales es diferente segin la vocal de que se trate. Si bien, la infor macién de F, es suficente para la deteccién de las vocales, F es im- prescindible para la identificacién de las mismas. Para las vocales posteriores la informacién de las frecuencias bajas y medias puede ser suficiente pero para las vocales anteriores, es preciso contar con pte Caan ios tuna buena resolucién frecuencial en frecuencias alts (Ling y Ling, 1978). Teniendo en cuenta la distibucidn de los valoes de ls tres pri= ‘eros formantes de las vocales el espectro Frecuencial requerido para el reconocimiento de las cinco vocales del castellano se ubica entre los 800 He y los 4.000 Hz aproximadamente La percepein de las vocales es fundamental dado que acartean informaci6n seferida a los aspectos prosédicos del habla y también pistas acerca de las consonantes adyacentes ‘Muchos nifios legan al momento de la cirugia para el implante coclear con informacién suficiente para la deteccién de todas las vvocales, algunos con acceso a la identificacién de las vocales poste- siores pero sin informacién suficiente para la identificacién de todas Jas vocales, La minotfa tiene posiilided de reconocer las cineo voca les sin dificultad a una distancia no mayor que la distancia conversacional usual. Los nifos en mejores condiciones de percep- ci6n auditive preimplante presentan sélo dificultad con la identifica ‘én de las vocales ms agudas. ‘Aquellos nifios que no han utilizedo el canal auditive para la percepci6n de las vocales y que han aprendido formalmente la pro: duccién articulada de las mismas utilizando la lectura labial, pueden percibit bésicamente los parémetros visuales de apertura oral y de la acciGn mandibular. Dado que esta informacin es muy limitada, es ppoco probable que hayan logrado una produccién acisticamente in- ‘eligible para una persona sin entrenamiento especific. Un nifio con implante coclear tiene acceso a toda la informa- cidn acdstica acerca de los formantes de las vocales. Esta es la razén por la cual los nifios implantados tempranamente, cuando tienen ti ‘tratamiento apropiado, aprenden a percibir y a producir las vocales de ucia manera muy apropiad. A un nifio pequeiio no se le enseia a adoptar una configuraci6n determinada con sus éiganos fonosrticulatotios. E) nifo intenta reproducir el modelo actstico del adulto y Jogra entonces la forma necesaria del tracto vocal para que su emision sea reconocida acisticamente, os nifos mayores, cuando han aprendido 2 product las vocales sobre Ia base de patrones visuals y propioceptivos, una vez implan- tados sequieren de entrenamiento para poder incorporar la informa- cién auditivs para mejorar en menor @ mayor medida, de acuerdo con sus posbildades, la produerin de las vocales. Los resultados en cuanto a la produceién de las vocales son de todos modos muy variables (Ertmer, Kirk, Seghal, Riley y Osberger, 1997; Tobey, Geers, Brenner, 1994) y no es posible generalizar, Consonantes H anilisis de los sonidos consonénticos es més complejo dada la cantidad de fonemas y las diferencias entre los mismes (Borzane de Manrique, 1980}. 1a clasificacién tradicional de consonantes las contrapone por ios pardmetros de modo de articulaci6n, sonorided y punto articulatorio, ‘Modo de articulacién 1a informacién acdstica acerca del modo articulatorio se ubica para muchas consonantes por debajo y/o alrededor de Jos 1000 Hz (Massone y Borzone de Manrique, 1981); esto permite la identifica. cin de las consonantes nasales, semivocales, liquidas y aproximantes y el acceso parcial a algunas consonantes ocusivas y- fates; Pala las consonantes oclusivas més agudas, la mayor parte de la ficativas y et tnico fonema africado del castellano rioplatense (/$/), es pre- ‘iso contar con informacion de frecuencias més altas (Furmanski, 1993; Ling, 1976; Ling y Ling, 1973; Martinez Celdrén, 1996). Sonoridad Las pistas acisticas necesarias para discriminar consonantes Sor das de sonoras se basan fundamentalmente en patrones de duracién ro ‘elintensided (Borzone de Manriqiue y Guniekian, 1980)'y por lo tanto son de ffeil acceso para cualquier nifio con pérdida auditiva debida. mente equipado y estimulado, Punto. de articulacién El punto articulatorio delas:consonantes es el pardimetro de més dificultosa percepeisn, dado que las pista acdsticas para la identift- cacifin de los: diferentes puntos articulatorios son levadas fundamen- talmente por las transiciones de los segundos y terceros formantes de las voeales y'son débiles en intensidad (Borzone de Manrique y Gorlekian, 1980). Esta informacién es muchas veces enmascarads por elruido ambiental con lo cual se difculta ain més su audibilidad. or lo tanto es necesario que'e nifio tenga muy buena audicién fun cioval en Jas frecuencias agudas, por fo menos hasta 4000 Hz para poder identificar los puntos de articulacisn de las diferentes conso- nantes (Furmanski, 1998; Ling, 1976; Ling y Ling, 1978; Martinex Celdrén, 1996).. © « Los nifios candidatos 2 implante cocleer Hlegan al momento de Is evaluacién preimplante en situaciones diferentes con rele cién a Ja audibifidad de les consonantes. Muchos nifios que han tenido eetimulacion-auditiva previa han Jegado a desatrollar sola- mente la percepcién de patrones de duracién e intensidad, Por lo tanto tienen-acceso a muchas pistas acerca de 1a sonoridad ya algunas:sqbzeel modo de-articulacién. En el otro extremo, algunos nifios-en ‘mejores condiciones, perciten auditivamente muchas de Jas pistas nevesarias para la percepcisn de las consonantes, pero tienen dificultad en el acceso # las consonantes mas débiles en Intensidad, a las consonantes de altas frecuencias y obviamente a Jas pistaé acerca de los puntos de articulacién, que compensan empleando el canal vista BI nivel de sntligiilided en el habla de los nihos qisom im- plantados, en el momento de la cirugia, es proporcional al acceso a la informaci6n acdstica sobre las consonantes que han tenido a través del equipamiento-y al abordaje terapéutica implementado. sense ‘Cuando un nifio no he utilized el canal auclitive para la. per~ cepei6n de las consonantes'y ha aprendido formalmente Ja produe- cin articuleda de les mismas utilizando fumdementalmente la lec- ura Inbisl, puede perc bfsicamente los pandmetros visuales de ugar de contacto de lor éxgancs fonoarticulatorios en las consonan- tes anteriores, pero hay cualidades imperceptible a través de I vie sin como la nasalidad o la vibracién de las cuerdas vocales en Jas ‘onsonantes sonoras. Esta esla.raz6n por le cual presentan confi- siones y dificultades en Ia decodificacion de los mensajes'y es el rnismo motivo por el cual presentan tantas desviaciones, omisiones "y sustituciones en su producciGn, lo cual difculta la inteigibilidad de su habla. ‘Aun siifo con implante coclear, le resulta accesible a informa: cin de précticamente la totaldad de los parémetros iecestrios para Ja identificacién de las consonantes y-se-ven relativamente limita- doe para la percepeién de los mismos en situaciones acdsticamente és complejas tales como anibientes muy ruidosos, comprensién del habla telefGnica, escucha de I television 0 grabsciones, las Investigaciones muestran progresos sigificativos en la pro- dduceién de las ceracteristicas de sonioridad, modo y punto articulatorio de las consonantes con. el uso del implante coclear (Chin y Kitk, 2000; Kink, Diefendorf, Riley y Osberger, 1995). ‘Tal como para Jos aspectos suprasegmentales y para las vocales, 1a sitacion para los nis implantados’s edades tempranas es de franca ventaja dado que logran incorporer los diferentes rasgos actis- ‘cos de las consonantes-para fa construccién del sistema fonolgico de una manera similar a un nifio con. audici6n, normal, siempre y cuando cienten con el abordaje apropiado, os nitos miyores que har aprendide Formalmente la produc ‘cin articulada de las consonantes, han conformado patrones visuz- les cinestésicos. Una vez inplantado, pueden incegrar con mucho entrenamiento y-dependiendo de as aptitudes personales, alguna informacién acerca de la actistica de las consonantes como para me- jorar la eoduecién de las isms. Percepcién del habla a informacién que puede obtenerse a través del canal auditiva ts significativamente superior a la que puede registrarse con el etm pleo de otros canales de recepcién (Ling, 1976, 1989), adn para nifios con audicién muy pobre, siempre y cuando cuenten con el ‘equipamiento y el abordaje adecuado. Para los nifios que no pueden ser implantados tempranamente, cuanto mejor es el aprovechamiento de la audicién previo a la realizacién del implante, mayor experiencia auditiva tienen para beneficiarse con el uso del dispositivo implanta- do. Los métodos compensatorios que emplean exclusivamente la vision y cl tacto intentan ayudar al nifio a producir habla actstica- mente inteligible, pero para lograr esta habilidad el nifio debe contar con un sistema de realimentaci6n permanente al que solamente puede acceder a través del sentido de la audicién. La recepcién antecede siempre a la produccién; el nino puede primero discriminar las diferencias de los fonemas entre si y sélo des- ppués de esto logra produciros en su Jenguaje expresivo, En [a estructuracién de! sistema fonoldgico, la audici6n juega un Papel primordial. De todos modos, aiin a un nifio sin deficiencia auditiva no le basta con tener audicién normal, Debe contar no sola- mente con un sistema auditivo que funcione normalmente sino y especialmente conn sistema nervioso central que pueda organizer Ja informacién sohora que tecibe a’ través de los érganos de la audi- cién, de modo tal que pueda ir estableciendo las distinciones y as0- ciaciones necesarias para que e! sistema fonolégico se establezca y se estabilice. Los nfs que presentan una deficiencia en su audicién no cuen- tan en principio con un érgano de la audicién en perfecto estado pero pot Jo general sf con un sistema nervioso central que- si se dan las condiciones necesarias- puede ir estableciendo las diferencias re- 4queridas entce los sonidos para que el sistema fonolégico llegue a conformarse. Si en cambio se priva al nif de la exposicén a estim- los sonoros o sila estimolacién que recibe es inadeevaa, su cerebro no desotcallaré un sistema que funcione en exe sentido, La discriminacién de los sonidos del habla no es un proceso que mio potee en forma innata, ¢s en el transcurso de la exposicion al lenguaje del medio que lo rodea, en el transcurso mismo de la adqui- sicin del lenguaje que el nifio desarrolla la capacidad pata percibir los indices acdsticos necesarios para hacer distinciones lingiisticamente importantes (Furmanski, 1993) Fonemas los fonemas son las unidades mfnimas que diferencian a las pala- bras por su significado, A modo de ejemplo /bes0/ y /peso/ son dos palabras distntas dado que el primer fonema en cada una es diferente NNo todios los nifics utilizan los mismos elementos pars poder dferen- iar Jos fonemas entre si, ni siquiera los nifios con audicién normal. Se denominan piss acistcas a aquellos rasgos que se emplean para la iden- tificacién de les distintos fonemas. El hecho de que existan pistas acti ticas significa que no toda la informacién acéstica que contienen los fonemas es necesara para el reconocimiento de los mismos (Fry, 1982) Hay mucha informacién redundante en el habla que @ un individuo sin patologia auditiva le resulta dtilen situaciones donde la discrtsinacion se dificulta, por ejemplo en una conversaciGn telefénica 0 al escuchar un secreto. Ahora bien, lo redundante de la informacion acustica es sumamente importante si pensamos en un nifo con deficiencia auditiva asistido por un dispositivo artifical, ya que si bien no recite la totalidad de la informacin sonora de las palabras, tiene la postilidad de extraer detetminados rasgos de los fonemas que le sean iitiles para la discrimi- niacin’ de las mismas, La percepcién de los sonidos del habla no depende sélo de lo que nuestro oido es fisicamente capaz de percibir, sino y sobre todo de las diferencias sonoras a que las que aprendemos a reaccionar desde Ja més temprana infancia, sets Coreen tee — Un nifio pequefio con una deficencia auditiva no pierde la capac dad para organizar el sistem fonolfgico, slo que no tiene disponible la informacién completa. Lo mAs importante no es que el nifio pueda es- ccuchar todas as cualidades actisticas de los sonidos de la lengua, sino {ue Jos sonidos que perciba puedan constituirse en fonemas. Visemas Las unidades de articulacién minimas observables a través de la visién se denominan visemas (Fisher, 1968). Lamentablemente, los visemas son significativamente menos ef centes que Jos fonemas por varias razones. En primer lugar muchos sonidos del habla constituyen un mismo visema, por ejemplo /p,b, 0/ dado que la sonoridad y la nasaldad no se pueden visuelizar; por otra parte algunos sonidos del habla se producen en la profundidad de la ‘avided oral y no son Eiciles de decodifcar visualmente como ocurre con las consonantes velaes. Finalmente la coarticulacin afecta en gran medida la visbilidad de muchos sonidos; algunos visemas que pueden set identificados en forma aislada, se vuelven imperceptibles en el dis- curso conectado tal como sucede eon la consonante nasal en la palabra [emfermo] (enfermo), donde [1] y [f] se convierten en un solo visema. Los visemas constituyen aproximadamente la tercera parte de la cantidad total de foremas en una lengua (Erber, 1962). Esta es la razén por la eual a comprensin de los mensajes se reduce a alrededor del 30% en los nifios que utilizan la visidn como canal tinico para la decodificacion (Richards y Simses, 2001), ‘Aunque se puedan describ cestos conelatos articulatorios, el lenguaje hablado se transmite y se decodifica acdsticamente, Cuan- 0 vn nifio produce los sonidos del habla de manera deformada 0 intermitente, no es posible o es muy dificultoso reconstrir su men- saje y atin si intencién comunicativa en muchos casos. Incluso en un nifio con defciencia auditiva es evidente que el aspecto articulatorio no es el primordial; no puede sex suficiente para conatruir el sistema fonol6gico de Is lengua. En cambio, lo aprende formalmente con enormesfallas. Esto es asi porque el nifo intenta reproducir lo que percibe y la informacién que el nifio puede ecibira través de la visin es sumemente restringda. En principio, Ins posibilidades de percepcién visual se limiten a {as nociones espaciales acerca de los fonemas. Es posible observar el lugar de contacto de los érganos fonoarticulatotios que son visibles pero la percepcin de la sonoridad esté vedada, es sumamente limi- tada en cuanto al modo de articulacién y es parcial con relacién al punto articulatorio. Mientras que los modelos actsticos son redundantes y pert ten la realimentacién permanente, Jos modelos visuales son extre- madamente incompletes y no ofrecen posibilidad de monitoreo cons- tante. Otro argumento a favor de la percepcién auclitiva es que los fonemas se transmiten en la luz y en la oscuridad y en los 360° mientras que los visemas tienen que ser observados idealmente con interlocutor enfrentado al nifio con deficiencia auditiva y en un _ambiente iluminade Las alteraciones en el habla. de los nifios con deficiencia auditiva han sido objeto de numerosas descripciones. Entre los erozes mas comunes se citan: falta de coordinacién fono-respiratora, altura tonal excesivamente alta en la produccién de vocals, habla entrecortads, vor aspirada, vor ronca, voz nasalizada, frecuencias de formantes similares para vocales anteriores y posteriores, formantes de vocales, que tienden a la produccién de uns vocal neutra, falta de distin entre consonantes tordas y sonoras, dstorsin en las frecuencias de las transiciones foneméticas dada la imposibilidad de mover a con- ciencia los érganos fonoarticulatorios de una posicién a la otra con Ia rapidez necesari, ausencia de coarticulaciGn en el habla, azticula~ cién segmento a segmento (Ling, 1976; Osberget, Robbins, Lybolt, Kent y Peters, 1986; Smith, 1975; Tye-Murray, 1987; Tye-Murzay 1991) Todas estos trastornos son producto de la falta de utiizacién 0 del empleo rardio del canal auditivo pata la percepcién y por lo tanto panes Coders en nines ‘ para la produccn de los sonidos del abla y la imposibilidad de lo- frar el monitoseo auditive verbal La deteccién precoz, el equipamiento dptimo y un abordaje ade- cuado que contemple la primacta de le audicién como canal de recep- ‘i6n, reducirlan sin duda en gran medida tantas desviaciones en los patrones del habla, Un niffo con audicién disminuida y sin otra patologfa concomi- tante conserva intactos el resto de los elementos necesarios para la adquisici6n o el aprencizaje del lenguaje hablado. Si Is estimulacién se ha orientado, en un nifio muy pequefio, a Ja utilizacién del canal visual como Ja via principal para la decodificacién del lenguaje, es esperable que todas las alteraciones escriptas anteriormente aparezcan. No se puede esperar que el nifio obtenga una buena calidad de voz sino se estimula la entrada nece- seria para que el nifio pueda obtener De todo ef mecanismo fonatorio, el Unico elemento diferente en um nifio con hipoacusia es Ja realimentacién actistica. Pero no existen complicaciones en el sistema respiratorio, ni en la coordina- ién entre fonacién y respracién. De modo tal que las alteraciones de todos esos patrones, se presentan como consecuencia del empleo de la visién y el tacto como canales principales para la ensefanza formal de la percepein y la prodvecién del habla Los nifios implantados tempranamente pueden empleat la in- formacién actistica que el implante coclear les provee para montar el sistema fonolégico, si el abordaje terapéutico estd dinigido en ese sen- tido, Dado que un nifio pequefio puede percibir con el implante coclear précticamente todas las caracterlsticas acisticas de los foneznas de la lengua, es esperable que construya el sistema fonol6gi- co de manera similar @ como lo realiza un nifio con audicién normal, con el desfasaje entre la edad cronoligica y la edad de lenguaje dada por el momento de lz realizacién del implante y con algunas diferen- cias propias por el hecho de acceder a los sonidos del habla a través de un dispositivo artificial. ea = Los nifios que son implantados a edades mnés avanzadas pueden utilizar a informacién acdstica de los sonidos del habla para mejorar su produccién en diferente proporcidn, dependiendo de factores ta- Jes como la edad, la experiencia auditiva previa y la capacidad de aprendizaje ‘Muchos nitios sordos implantados cerca de la adolescencia le- gan al implante con las desviaciones en el habla descriptas anterior- mente. Los padres de estos nifias confian a menudo en que el im- plante va a revertir esa situaciém y que su habla autométicamente adoptardé cualidades prosédicas naturales y gran inteligibilidad. En Jos nifios més grandes y sin experiencia aucitiva previa, dado que los aspectos suprasegmentales y segmentales del habla se han desarto- lado apoyéndose fundamentalmente en [a realimentacién propicceptiva y en la percepcién visual, es mds dificil lograr que la informacién actistica cumpla un papel preponderante en el habla motets Core enon ‘componente: dot habla en et easteliano rloplatense dstebuldos alrededor de fe ‘Sorentes bandas frecuenclles (acaptacion 6c Ling, 1989) 125 Hz 250 Hz ‘500 He 1000 Hz 2000 Hz, 4000 Hz 000 He: F, masculin F, femenina e infantil Bistas de sonoridad F, de las consonantes nasales F, de las vocales cerradas F, de las semivocales Fistas de modo articulatorio F, de las vocales semicerradas F, de las consonantes liquidas Ruido de explosion de las consonantes oclusivas en contexto con vocales posteriores Fistas de modo articulatorio Fyy Ryde /a/ F,de las vocales posteriores y de /w/ F,de las consonantes nasales Ruido de explosién de las consonantes oclusives Ruido fricativo Fistas principales de punto articulatorio Fstas accesorias de modo articulatorio de las vocales anteriores y de /3/ Ruido de explosin de las consonantes coclusivas y afticada Ruido fricativo Tistas accesorias de punto articulatorio F,de las vocales anteriores Ruido de explosion de las consonantes oclusivas y afrcada Ruido fricativo Ruido fricativo oa ] del Capitulo {tel caida deo ide del a ficial 1 fomaci que pure obteiene 3 tvs del eal ai supe ala qu pune epsarse con el emleo ce otss a Principios para la organizacién de un Plan de Trabajo Para desarrolla el plan de trabajo de cada nifto con implante coclear, €5 necesario definir inicialmente el programa y el tipo de abordaje que se va a implementar Asimismo se deben establecer las habilidades auditives a trabajar y los estimulos que van a utilizarse, determinando el nivel de dificuitad con que éstos se presentan para estructurar las actividades en orden de complejidad creciente Programa EL programa se establece fundamentalmente sobre la base de la edad de inicio del tratamiento. Los bets y nifios en edades tempra- ‘nai ‘antes de los 3 alos estén en condiciones de inciar con un pro- ‘afi’ para la’ adquisicién del lenguaje como la terapia auditive-ver- bal; en eambio los nifcs que inicizn su tratamiento y su estimulacion auditiva en edades escolares, sobre todo después de los 6 afios, se incluyen en un programa de habilitaciGn o rehabilitacién auditiva dependiendo del momento de la zparicién de la sordera, Los nifios de 4 y 5 afios, en general requieren una combinacion entre Jos dos tipos de programas y de acuerda con su evolucién se define, con el transcurso del tiempo, la tendencia del programa en el que pueden continuar.

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