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DESPUÉS DEL
LATIFUNDIO, ¿QUE?

Gonzalo Arroyo*
Centro de Estudios Agrarios (CEA)
Universidad Católica de Chile.

Se dice, y con razón, que uno de los grandes éxitos Debs considerar los objetivos que se trazan las fuerzas
de la Unidad Popular es haber logrado terminar con políticas que lo impulsan. (Resulta obvio que también
el latifundio en 1972. En estos momentos la cantidad podríi hacerse desde la perspectiva contraria, de los
total de tierra expropiada por CORA alcanza a unos que se oponen a ella por tener objetivos distintos). Sin
8,9 millones de has., de las cuales cerca de 5,3 millones embargo, para clarificar estos objetivos hay que tomar
han sido expropiadas por el actual Gobierno en el plazo en cuenta las diferencias entre los objetivos políticos
de sólo 20 meses. El total de tierra regada transferida explícitos e implícitos. Por ejemplo, la legislación de
al "área reformada" de la agricultura asciende a las reforma agraria promulgada por la administración Ales-
660.00 has., alrededor de un 39% de la superficie irri- sandri no fue respaldada por una voluntad política de
gada del país'. Demás está decir que en proporción a llevarla a la práctica y más bien fue una concesión ins-
la superficie del país, la reforma agraria chilena es una pirada por conveniencias políticas ajenas a la agricultura
de las más significativas de las emprendidas por vía legal, (Alianza para el Progreso) a. La administración Frei uti-
es decir, no ejecutada como consecuencia de una revo- lizó ¡nicialmente la misma legislación para iniciar un pro-
lución triunfante que quiebra la institucionalidad vi- ceso más drástico que luego fue sancionado por una
gente. Otro rasgo que la destaca es el bajo costo so- legislación cuyos objetivos políticos explícitos contem-
cial con que ha sido realizada: basta comparar el nú- plaban una "más justa distribución de la propiedad de la
mero reducido de hechos de sangre desde que se inició tierra" "para aumentar la producción y la productividad
el proceso en 1965 con los miles caídos en México y re- agrícola" y a la vez para transformar al campesinado
cordar que la producción, a pesar de los inevitables en una "fuerza social de carácter dinámico que partici-
desajustes a corto plazo en un proceso masivo —rasgo pe activamente en el progreso económico, social y cívico
que la diferencia de otras experiencias como la bolivia- del país" 3. Sin embargo, la práctica de ese gobierno llevó
na o la de varios países socialistas— ha logrado mante- a poner más énfasis en el primero de los objetivos —au-
nerse sin deterioros muy apreciables. mento de producción y productividad— que en el se-
Sin embargo, está claro hoy que el proceso de re- gundo —movilización campesina—, con la consecuencia
forma agraria no está terminado por el mero hecho de que el efecto distributivo y movilizador de la reforma
haber liquidado al latifundio. Sin entrar todavía en la se morigeró en aras del impulso dado no al pequeño sector
cuestión del significado real del latifundio, su desapari- reformado, sino paradojalmcnte a la empresa mediana y
ción plantea nuevos desafíos a los responsables de la grande que adquirió una eficiencia de tipo capitalista.
conducción del proceso. En la situación política actual El objetivo implícito, y el más significativo, era la mo-
la reforma agraria no puede avaluarse soto en términos dernización cíe la agricultura mediana y grande en apoyo
de hectáreas expropiadas sino en cuanto a su capacidad de un proceso de desarrollo industrial dependiente del
de desarrollar la producción, de reordenar las relaciones capitalismo extranjero. Esta modernización conlleva ne-
productivas en el sector reformado, de liberar de la cesariamente la marginalización de sectores crecientes de
explotación y movilizar al mayor número de campesi- asalariados (inquilinos y voluntarios) expulsados por la
nos y productores en apoyo de un proceso que busca la máquina del fundo moderno hacia la agricultura mini-
transición hacia el socialismo. Esta reestructuración de la fundista que recibe el peso de nuevos contingentes do
agricultura ni por asomo podría considerarse en forma mano de obra cesante y subcmpleada *,
independiente del proceso anti-imperialista y anti-mono-
pólico desarrollado en el resto de la economía y de la
sociedad global.
Objetivos políticos de la Unidad Popular
Objetivos políticos explícitos e implícitos El programa agrario de la Unidad Popular se ins-
cribe dentro del objetivo estratégico general: iniciar la
La evaluación del actual proceso de reforma agra-
1
ria no puede detenerse en los puros aspectos técnicos. 1
Ley 15.020 de Reforma Agraria.
Mensaje al Congreso Nacional del ex Presidente Freí, al presentar
• Síntesis de una ponencia presentada en el X Congreso Latino- el Proyecto de Ley de Reforma Agraria. 22 noviembLC de 19b6,
1
americano de Sociología (Santiago • Chile • agosto 1972). Santiago. Chile.
Análisis de las expropiaciones de IC1RA; comprende las expro- * Una etapa sonflicilva en la Reforma Agraria. Gonzalo Arroyo y
piaciones hasta agosto 1972. Sergio Gómez en Revista "Mensaje" N1? 183-184 (ocl.-nov. 1969).
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Hacia la superación de una etapa

transición al socialismo s. Por lo tanto la reforma agra- agraria y la necesidad de sumar fuerzas a los que se mo-
ria no puede concebirse separadamente de los cambios vilizan en apoyo de los cambios estructurales, no sólo
económicos, sociales y políticos globales fomentados por en el campo sino también en la minería, la industria y
el actual Gobierno e impulsados por la clase trabaja- las finanzas, que definen el programa anti-imperialista
dora y sus aliados. Específicamente los objetivos son: y anti-monopólico de la Unidad Popular'.
aceleración, profundización y extensión del proceso de Ahora bien, la práctica de la reforma agraria en el
reforma agraria, es decir, el fin del latifundio (definido año y medio de Gobierno Popular lleva a la constata-
como todo predio que excede la cabida máxima de 80 ción que el énfasis principal ha sido puesto en la lucha
has. de riego básicas); organización del área reformada; contra el latifundio. Los otros objetivos explícitos, al
incorporación de pequeños y medianos campesinos al menos en esta etapa, tendieron a pasar a un piano se-
proceso, etc. Sin embargo, el desarrollo mismo del pro- cundario y en algunos casos —por ejemplo la organiza-
ceso llevó a explicitar nuevos objetivos: la "batalla por ción del área reformada— no dieron lugar a defini-
la producción" destinada a solucionar problemas de dis- ciones suficientemente claras y programáticas que hu-
minución de divisas y de aumento de demanda —especial- biesen permitido orientar y a la vez encauzar la movili-
mente de productos agropecuarios— causado por la po- zación campesina. Por esto último se constata que sec-
lítica redistributiva de ingresos promovida por el Go- tores significativos del campesinado han sido atraídos
bierno, la "reestructuración del sector agrario" que per- por consignas políticas planteadas por la oposición y
mite centralizar la autoridad bajo el Ministro y el Comité en menor escala por las de grupos de izquierda que
Nacional agrario, planificar socialmente la agricultura no reconocen la conducción política de la Unidad Po-
y eliminar la burocracia y el paralelismo de funciones en pular y que han impulsado "tomas de fundo" en forma
organismos del agro'. Indudablemente, estos objetivos indiscriminada.
tienen en cuenta la necesidad de desarrollar una alianza
7
—dada la correlación de fuerzas políticas— con la me- Discurso del Presidente Salvador Atiende del 24 de julio de 1972.
Informe Coyunlural del Agro, Boletín N? 4, Centro de Estudios
diana empresa capitalista que sobrevive a la reforma Agrarios, Universidad Católica de Chile.
1
"El Problema de IB Reforma Agraria y la experiencia chilena".
"Programa Básico de la Unidad Popular" y "20 Medidos Bastí Exposición del señor (acques Choncho!, Ministro de Agricultura,
del Programa Agrario". en el Symposium: Transición al socialismo y la experiencia chi-
" Declaración de El Arrayán. Febrero 1972. lena. CESO-CEREN.
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De lo anterior se llega a ta conclusión que la politica bre todo pecuaria, por habitante y consecuentemente un
actual es esencialmente una política aittilatijundista. Sur- incremento de importaciones de trigo, carne y leche para
gen inmediatamente algunas preguntas: ahora que el la- satisfacer una demanda creciente *.
tifundio ya ha sido prácticamente eliminado, ¿qué polí- La pregunta salta a la mente de cualquier observa-
tica deberá impulsarse hacia adelante? ¿asegura esto el dor. ¿Por qué un país dotado de recursos agrícolas su-
desaparecimiento de la dominación capitalista en la agri- ficientes para alimentar una población varias veces ma-
cultura? y por lo tanío ¿hay luz verde para iniciar la yor no ha sido capaz de elevar la producción para ali-
construcción en el área reformada —que alcanza un 36% mentar a los escasos 10 millones que hoy lo pueblan?
de tierras equivalentes de riego básico—- de nuevas re- Podríamos sintetizar las respuestas en (res tipos de inter-
laciones de producción en que el campesino liberado pretación: 1) la causa sería la baja tasa de retorno al
de una explotación secular pueda contribuir eficazmente capital invertido en la agricultura, 2) la estructura rí-
a la batalla de la producción para beneficio de lodo gida de la tenencia de la tierra y 3) el desarrollo desigual
el país? Preguntas que llevan B un cuestionamiento más del capitalismo dependiente en la agricultura con SU3
de fondo: el hecho de que la política agraria se haya consiguientes desajustes productivos y contradicciones
centrado en la lucha contra el latifundio ¿no estaría re- sociales. Hay que notar que cada una de estas respuestas
vclnndo una opción teórica implícita no necesariamente revela posiciones teóricas y metodológicas diferentes o
coherente con los objetivos explícitos de la política agra- .i| msnos con énfasis diferentes en aquellos elementos
ria y con el objetivo estratégico fundamental de la Uni- identificados como claves para explicar el estancamiento
dad Popular de iniciar la construcción del socialismo? del desarrollo agrícola. No está demás decir que las "teo-
En otras palabras, esta práctica antilatifundista su- rías" del desarrollo rural son más bien hipótesis bastante
pondría implícitamente que el atraso de la agricultura incipientes y que una d; las razones es que el proceso
chilena y la explotación actual del campesinado puedan agrícola y rural es do una complejidad abismante. E.i el
resolverse sobre todo eliminando el latifundio. Esta su- se entrelazan factores climatÉricos, ecológicos y cultu-
posición descansaría sin duda sobre una manera deter- rales, además de los económicos, jurídicos y político^
minada de interpretar el carácter real de la agricultura que debieran entrar en cunlquter análisis. En los párra-
chilena y se fundaría en una opción metodológica y teó- fos siguientes expondremos esquemáticamente las doi
rica determinada. Parece indispensable que en esta etapa primeras interpretaciones como punto de referencia a la
post-latifundaria de la reforma agraria en que deben tra- tercera.
zarse nuevas políticas se aclare previamente a fondo
cuáles son las opciones teóricas posibles respecto al ca-
rácter de nuestra agricultura y las causas de su estan- La interpretación capitalista
camiento a partir de la década de los 30. Sólo entonces
será posible determinar políticas que permitan al país Ln primera hipótesis acerca del estancamiento de
avanzar hacia el socialismo, proceso global en que la re- la agricultura atribuye la causa principal a la baja tasa
forma agraria impulsada por el campesinado, debs hacer de retorno del capital invertido en la agricultura en re-
una contribución importante que aún no se ha logrado lación al invertido en la industria —protegida y fomen-
debidamente. tada por el Estado— y en las actividades financieras y
especulativas. La falta de incentivos financieros a los
agricultores impediría una asignación eficiente y por lo
¿Cuál es la causa de! estancamiento agrícola? tanto la maximización del producto agrícola*.
Esta escuela de interpretación tiene variantes pero
El país debe importar este año productos agrope- se insiste en que las políticas de precios, subsidios, cré-
cuarios en cantidades superiores a los US$ 300 millo- ditos y tasas cambiarías fueron discriminatorias contra
nes. Es sin duda una carga onerosa sobre la Balanza Co- la agricultura que sobrellevó en gran parte el peso de
mercial, especialmente en un período en que el precio una expansión industrial —por lo demás débil— induci-
del cobre ha bajado en el mercado internacional. Pero da por los gobiernos a partir del Frente Popular. Esta
es más oneroso aún para la economía del país que debe política de sustitución de importaciones de productos
distraer, de divisas destinadas a inversiones productivas, manufacturados mediante el desarrollo de la industria
una cantidad apreciable para consumo de la población. nacional habría llevado también a desatender las inver-
Sin embargo, esta situación se viene arrastrando siones en obras de infraestructura agraria que dentro de
desde fines de la década de los 30 cuando Chile aún una economía capitalista pueden ser sólo emprendidas
tenía una balanza comercial favorable y exportaba pro- por el Estado, dada su lenta maduración.
ductos que hoy debe importar. No es necesario analizar Finalmente, los precios agrícolas fijados hacia abajo
aquí las políticas económicas de los últimos treinta años para evitar abultar el índice del costo de la vida en un
(precios, créditos, inversiones) que en mayor o menor país de inflación secular, habrían sido objeto de un efec-
grado fueron discriminatorias contra ta agricultura; re- to depresivo adicional al introducirse en el país impor-
sulta claro que los sucesivos gobiernos favorecieron ne- taciones de alimentos competitivos con los producidos en
tamente a la industria nacional (dependiente del extran- el país. En la práctica éstos eran subvencionados por una
jero), al sector terciario de comercio y finanzas e indi- política carnbiaria en que la moneda nacional, salvo en
rectamente a actividades especulativas.
Las cifras hablan elocuentemente: el crecimiento * Plan de Desarrolla Agropecuario 1965-1980. Texto 2? Edlclún
de la producción agropecuaria fue de 1,8% anual mien- ODEPA cap. |.
tras la población aumentó en tasas muy superiores. Esto • Essays on Ihc Chilcan Economy. Mumalakis and Reynolds, 1965,
cap. J. Economlc opportuniilcs ¡n fhc world oí agrlcullure, T. V.
ha determinado una disminución de la producción, so- Schullz.
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dos breves etapas, fue sobrevalorada en relación al cam- De este modo, el retraso agrícola de Chile se expli-
bio libre •» caría en gran parte por la subsistencia del latifundio y
Todo lo anterior habría contribuido poderosamente de su versión más moderna, el fundo, que acapara gran
a reducir los incentivos a la inversión privada a largo parte de la tierra del país al iniciarse la reforma agraria
y aún mediano plazo en la agricultura y los capitales en 1965. Se trata además de establecer que la empresa
se habrían desplazado hacia actividades más rentables. pequeña y mediana tendría ventajas en eficiencia pro-
Nótese que puede haber posibles divergencias en la ductiva sobre la gran empresa ".
base empírica que sustenta a este análisis hecho desde Precisamente la reforma agraria se concibe como la
un enfoque económico marginalista. Pero hay coinciden- forma de corregir la defectuosa estructura de tenencia
cias en qua la solución al problema agrario consiste más de la tierra y por lo mismo de crear condiciones para
que todo en políticas adecuadas de precios agrícolas, de un desarrollo de la agricultura adecuado a las necesida-
insumos, de infraestructura, de tasas cambiarías e im- des alimenticias del país. Además, hace justicia al cam-
portaciones agrícolas, etc. La reforma agraria se acepta pesino injustamente desposeído de la propiedad de la
sólo en cuanto contribuye a la eficiencia de la produc- tierra. De ahí que dentro de esta concepción la reforma
ción agrícola, eliminando al empresario ineficiente y agraria es ante todo una medida redtstríbutiva porque
poco dado a la innovación tecnológica. El problema de lleva a una modernización de la agricultura mediante
la estructura global de la economía y de la sociedad, que el desaparecimiento del latifundio y la constitución de
determina una cierta distribución del poder con las una estructura de tenencia más equilibrada. No queda
consiguientes contradicciones entre clases sociales no tie- claramente determinada la nueva forma de tenencia que
ne mayor cabida en este análisis preferentemente m¡- reemplazará al latifundio: propiedad individual familiar,
ciosocial. Asimismo, los sistemas de tenencia de la tierra propiedad cooperativa son propuestas por sus ventajas
no se consideran sino bajo el ángulo del tamaño o ex- propias ".
tensión de tierra de la empresa individual y no se llega Poca referencia se hace en este análisis a las rela-
a conclusiones claras respecto a la relación existente entre ciones entre la agricultura y el resto de la economía,
tamaño y eficiencia productiva. sobre todo en lo que se refiere al efecto del capitalismo
monopólico sobre la estructura productiva de la agri-
cultura. Si estas relaciones son estudiadas, es más bien
La interpretación reformista para señalar que el efecto redistributivo de la reforma
agraria permite abrir nuevos mercados en el campo para
La segunda interpretación calificada a veces como la producción industrial. No es difícil detectar detrás de
"sociológica" pone el énfasis no tanto en el análisis este análisis una cierta concepción que ha sido calificada
económico de la agricultura estancada sino en la de "agrarista": una visión poco realista que cae en la
estructura de tenencia caracterizada por la predo- tentación de considerar la agricultura como un mundo
minancia del complejo latifundio - minifundio que da lu- cerrado en sí mismo, cuyos problemas se originan dentro
gar a una deficiente producción y a una estratificación de ella y se resuelven allí mediante la reforma agraria
social rígida que perpetúa la explotación secular del sin necesidad de cambios estructurales en el resto de la
campesino. En particular se centra el análisis en el lati- sociedad I!.
fundista incapaz de responder al desafío de una demanda
creciente de alimentos mediante una utilización más in-
tensiva de los recursos de tierra y agua disponibles; sus Hacia una interpretación socialista
valores culturales darían más importancia al prestigio
social y al consumo suntuario que a la inversión y a La tercera hipótesis sobre la causa del estancamien-
la ganancia que mueve a los empresarios de tipo schum- to de la agricultura usa un enfoque más amplio que
peteriano a arriesgar en nuevos productos, a introducir los anteriores, retoma muchos de sus elementos situándo-
técnicas modernas, etc. ". los dentro de la estructura económica, política e ideo-
Algunas variantes de esta escuela de interpretación lógica global del país, y confiriéndoles así una nueva
ven en la hacienda o latifundio el resabio de un pasado significación '". La incapacidad del sector agrícola para
feudal que habría sido importado de España en tiempos aumentar la producción y satisfacer la demonda de ali-
de la colonia B, El inquilinaje da lugar a una agricultura mentos, las políticas de precios y de cambios que perju-
de subsistencia o economía campesina en las tierras de dican a la agricultura, la incapacidad del latifundista
regalía y goce, pero también provee de mano de obra para producir eficientemente, los sistemas de tenencia
barata para el trabajo extensivo de la gran superficie de que determinan una concentración de la tierra y del
tierra que controla el hacendado. Entre éste y los inqui- agua, la modernización de las empresas grandes y los
linos se da una relación de explotación-dependencia que sistemas de comercialización acompañados de la conse-
no se limita a lo económico sino abarca el conjunto de cuente marginación del empleo de masas campesinas
relaciones sociales y políticas de una sociedad rural de 13
valores tradicionales cuyo centro dominante es el ha> 14
Informe CIDA. Cap. 11.
Ibidem. Cap. 17.
cendado latifundista. 11
Por ejemplo, la obra colectiva: Reformas Agrarias en América
11
Latina de Osear Delgado. F. C. E.. México, 1969.
10
Mamalakis op. elt., pág. 130-175. La teoría que sustenta este enfoque remonta a algunos teóricos
clásicos como Karl KMlHkj (La cuestión agraria), Lenin (El de-
" Por ejemplo, las Interpretaciones de! Plan de Desarrollo Agro- sarrollo del capitalismo en Rusia y otros), y es retomada poi
pecuario. 65-80 ODE!*A y el Informe del CIDA: Tenencia de IB algunos economistas del área socialista como Chezanov y Te-
tierra y desarrollo iodo.económico del sector agrícola, Santiago, picht. En nuestro país existen pocos estudios en esta perspec-
1966. tiva, señalando con excepción algunos ensayos de Rafael Bata-
u
La posición de A. C. Frank en El Desarrollo del Subdesa- liona y la Investigación de ). C. Marín (Asalariados rurales en
rrollo y las posiciones contrapuestas de Hernán Ramírez Ne- Chile, en la Revista Latinoamericana de Sociología, 69/72, pág.
cochca, Luis Vítale, Kalkl Glauser. 317-341).
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crecientes, la organización sindical de empresarios y


campesinos antagónicos, las huelgas y tomas de fundo,
ele, todos son fenómenos que sólo adquieren real signifi-
cación dentro de la dinámica del desarrollo capitalista
dependiente.
Por esto se tratará de bosquejar un marco histó-
rico del desarrollo del capitalismo agrario. No cabe
aquí entrar a detallar la polémica sobre si la hacienda
—que se hizo predominante en el siglo XVIII— se
origina de un pasado feudal o surge estimulada por el
desarrollo de mercados para el trigo chileno en Lima y
más tarde en California y Australia 17. Las investigacio-
nes de Góngora hacen rechazar la hipótesis del pasado
feudal y los ensayos de Gunder Frank sobre la época
colonial y republicana introducen acertadamente el con-
cepto de sistema económico mundial, distinguiendo en
él una metrópolis dominante y una periferia depen-
diente ".
El capitalismo que se consolida en Europa en el
siglo XIX penetra en América bajo el liderazgo impe-
rialista de Gran Bretaña, liderazgo que sólo cede a
Estados Unidos después de la II Guerra Mundial. La
economía dependiente de Chile se organiza para satis-
facer necesidades de las sucesivas metrópolis: oro y plata,
trigo, salitre, cobre y otros. Es decir, lo propio de la Modernizar la agricultura
economía chilena hasta la crisis de 1930, según el tér-
mino de Pinto, es el "desarrollo hacia afuera" ",
¿Cuáles serán los rasgos de la sociedad rural que
se desarrollan en la época pre-capitalista? Una vez que
la disminución de metales preciosos hizo decaer la en- derecho a cultivar un pedazo en parte de pago, pro-
comienda, la hacienda fue Ja institución dominante en la ducción agrícola y ganadera de baja tecnología para
colonia. Su característica económica principal es la que el consumo interno de centros urbanos que crecen con
permite al latifundista extraer un excedente elevado —a relativa lentitud, exportaciones de ciertos rubros: cue-
pesar del trabajo extensivo de la tierra y de baja produc- ros, sebos, trigo, frutas. En el siglo XIX- estas exporta-
tividad— mediante la explotación de la tierra abundante ciones estimulan fuertemente a los terratenientes a abrir
y del trabajo campesino. A los campesinos se les ceden tierras vírgenes y a construir obras de regadío, que
derechos sobre un pedazo de tierra —la regalía— donde prácticamente agotan la posibilidad de ampliar (en el
se organiza una economía campesina de subsistencia," sentido extensivo) la superficie cultivada mediante in-
pero están a su vez obligados a suministrar a la hacien- versiones privadas. La agricultura cumple así con una
da su fuerza de trabajo para la producción comercial en función de apoyo al modelo exportador impuesto por el
las mejores tierras. Relacionados a la hacienda existen capitalismo mundial dominante.
los predios de pequeña producción mercantil que pueden En la segunda mitad del siglo pasado, en las sali-
provenir de la fragmentación de la hacienda, de la divi- treras, en el carbón, en los puertos, surge un prole-
sión por herencia, etc. En ellos, pequeños propietarios, tariado que se organiza en forma extra-legal y forma los
arrendatarios, medieros, etc., disponen de escasa tierra primeros partidos de militancia obrera y más tarde de
y otros recursos para sobrevivir, pero cumplen la función inspiración socialista. En la ciudad, a la sombra de uu
de proporcionar mano de obra a la hacienda en perío- Estado relativamente fuerte por su control de la exporta-
dos estacionales. Las comunidades del norte y de los ción, se admite en los años 20 las reivindicaciones de
mapuches en el sur pueden asimilarse a esta agricultura grupos de clase media que deben ser aceptadas por los
de pequeña producción mercantil. viejos grupos conservadores y liberales. Mientras tanto
A partir de la sociedad colonial, más adelante en en el campo el peón no parece despertar en esa sociedad
el siglo XIX y en el actual hasta la década de los 30, regida por la hacienda. El hacendado no sólo somete
esos rasgos fundamentales de la sociedad rural se man- al inquilino al poder jerárquicamente institucionalizado
tienen ¡ncambiados: mano de obra asalariada pero con dentro del fundo, sino también extiende un poder difuso
hacia el minifundista y las comunidades rurales, mediante
11
C. F. Kalki Glauscr. op. cli. C. Assadourlan; Modos de produc- su control del crédito, de la comercialización y su in-
ción. Capitalismo y SuhctcuirroHo en América Latina, en Cua-
dernos de la Realidad Nacional, N? 7; Ruy Mauro Marini, Dia- fluencia en la administración del poder político y ju-
léctica de la dependencia: la economía exportadora en Sociedad dicial y en la dictación de las leyes ".
y Desarrollo N» 1; O. Sunkel, El marco del proceso de desa-
rrullo y subdesarrollo. Cuadernos ILPES, serie IE, N? 1; Celso Sólo después de la crisis de 1930-32 que afecta el
Furtudo, La economía latinoamericana desde la conquista Ibé-
rica hasta la revolución cubana. Ed. Universitaria. Santiago, sistema capitalista mundial y cuyas repercuciones en la
1969. periferia subdesarrollada como Chile son aún más fuer-
'* Mario Góngora: Orígenes de los inquirirlos en Chile Central, Ed. tes, hay lugar para una nueva fase de dominación ca-
Universitaria.
" A. Finio: Chile un caso de desarrollo frustrado. Ed. Universita- pitalista en la agricultura: se extiende el capitalismo
ria, Santiago. Chile.
30
Raúl Urzúa: La demanda campesina. Ed. universidad Católica, * Alejandro Scheíman; La economía campesina. CESO, Santiago,
Santiago. 1972.
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agrario que había penetrado lentamente en el siglo an- Políticas alternativas para superar el estancamiento
terior para afianzarse en la década de los 60 y sobre todo
durante la administración Frei. La política de "desa- Si se acepta la hipótesis interpretativa del estan-
rrollo hacia adentro" diseñada para escapar a la depen- camiento agrícola como consecuencia del desarrollo de-
dencia tan desastrosamente constatada en la deflación de sigual del capitalismo dependiente en el cual se inserta
1932 lleva al Estado controlado por la oligarquía nacio- nuestro país, queda una segunda pregunta que hacerse.
nal a fomentar el crecimiento de la industria nacional ¿Qué política de desarrollo rural podrá superar la situa-
e indirectamente a perjudicar la agricultura. La baja tasa ción actual?
de retorno en la década de los 40 desestimula la reinver- La escuela capitalista propone políticas adecuadas de
sión del excedente de la agricultura en la misma agri- precios agrícolas, de insiinios. de inversiones y de lasas
cultura. Esta reinversión podría haber contribuido a au- cambiarías sin referencia alguna a la dinámica de dete-
mentar su productividad y por lo tanto a mantener una rioro del desarrollo capitalista dependiente. No es cues-
balanza comercial favorable con el extranjero M . tión de desdeñar el uso de dichas políticas pero inser-
Pero los latifundistas se defienden a costa de los tadas en un programa cuyo objetivo, de acuerdo con
inquilinos y voluntarios; el estudio de Mamalakis mues- la fuerza política real con que se cuenta, es transformar
tra que el peso del "choque entre sectores" industrial la estructura global que genera el estancamiento en per-
y agrícola, que perjudica al segundo, lo sobrelleva el juicio del campesinado y de la población total.
asalariado agrícola cuyos salarios reales disminuyen en La escuela reformista propone la reforma agraria
relación al ingreso de! empresario ™. Con todo, esto crea para acabar con la rígida estructura de tenencia de
condiciones para el ocaso del latifundio y del hacenda- tierra y agua que a su modo de ver impide a la oferta
do y el surgimiento del fundo moderno. agrícola responder adecuadamente a la demanda de ali-
Nótese que el desarrollo del sistema capitalista mentos y productos agrícolas. Sin embargo, la reforma
mundial que lleva a la polarización entre países desa- agraria no es un fin en sí misma, sirve en cuanto con-
rrollados y subdesarrollados tiene también su equiva- tribuye a un proceso global de transformaciones estruc-
lente en el país. El capitalismo dependiente de los paí- turales que solucionen no sólo el estancamiento agríco-
ses de América Latina condiciona el desarrollo interno la y la explotación del campesinado sino también la
de los distintos sectores de la economía que crecen dependencia interna y externa de nuestra economía del
en forma desigual™. Los mecanismos de dominación capitalismo mundial. Las reformas pLirciules de estruc-
externa del capitalismo mundial, como son el deterioro turas no son necesariamente revolucionarias, pues el sis-
de los términos del intercambio —materias primas cuyos tema dominante puede desvirtuarlas y tornarlas funcio-
precios bajan en relación a los de los productos manu- nales a la consolidación del mismo sistema; por ejem-
facturados e industriales—, la captación de excedentes plo, modernizando un sector de la agricultura —el de la
medíante inversiones en los países periféricos y otros, empresa multifumiliar que subsiste después de las expro-
tienen su réplica dentro de la economía subdesarrolla- piaciones— en el cual consolidan su dominación las re-
da. Ya bastante se dijo en la interpretación capitalista laciones de producción capitalistas desplazando a formas
sobre la forma en que operan los mecanismos de pre- de producción con supervivencias pre-capitalistas como
cios, subsidios, inversiones, cambios, etc., determinan- las que imperaban en la agricultura latifundaña, tal como
do un deterioro del sector agrario. Sin embargo, no se se inició en Chite. Es precisamente el caso de la reforma
habló allí de la dinámica capitalista de la ganancia, agraria de Frei como lo demuestra el surgimiento de una
expresada en la ley del valor-trabajo que explica ese burguesía agrícola que introduce innovaciones tecnoló-
proceso de desarrollo desigual B . gicas considerables: uso extendido de abono, herbicidas,
semillas mejoradas, técnicas de cultivo, aparte de la me-
A pesar de esta insuficiencia teórica la hipótesis ca-
canización introducida desde el siglo pasado pero exten-
pitalista parece sin embargo tomar más en cuenta los
dida sobre todo en la década de los 50. El manejo que se
datos empíricos que la interpretación reformista cuyo ca-
hace del crédito obtenido en términos favorables, del
rácter es más ideológico". Esta última se centra en la
mismo Gobierno que inicia la reforma agraria pero que
rigidez institucional de la agricultura y en particular de la
además invierte en infraestructura lechera, ganadera y
tenencia de la tierra que impide a la oferta agrícola res-
de comercialización, le permite aumentar la productivi-
ponder con prontitud a una demanda creciente. Es induda-
dad pero también consolidar su dominación económica
ble que los mismos latifundistas respondieron adecuada-
del sector, no sólo a través de la tierra sino también en
mente en el siglo pasado a los estímulos de mercados de
cooperativas agrícolas, industrias de transformación, etc.
trigo en Australia y Zelandia y también en el país y para
El desaparecimiento del latifundio que elimina al empre-
eso por iniciativa propia extendieron el área cultivada y
sario ausentista y tradicional la favorece netamente, con
regada. ¿Por qué no podrían haberlo hecho de nuevo
ta] que el proceso de expropiaciones no avanzase de tal
en los años 40?
modo que ya no tuviese ningún predio agrícola desde el
cual operar y que conservase su cuota predominante de
'•' Aranda y Martínez: La industria y la agricultura en el desarro- poder en la distribución del crédito, en la comerciali-
llo económico chileno, rn Chile Hoy. Ed. Siglo XX!, 1970, pp.
116-151. zación, en los servicios técnicos y profesionales.
» o p . elt.
" La perspectiva teórica está dada por la obra de Franz Hinke- De ahí que, de acuerdo con la lógica de la ganancia
lammen: Dialéctica del desarrollo desigual, en Cuadernos de la y de la acumulación capitalista, esta burguesía capta la
Realidad Nacional N? b. Theodonio Dos Sanios: Contradiccio- necesidad de organizarse para mantener y aumentar su
nes del Imperialismo contemporáneo, su sociedad y desarrollo,
N° 1 y Ruy Mauro Matlnl, op. ele. profundizando las intuido poder. Por eso se las arregla para que la legislación de
nes de A. G. Frank. sindicalización campesina promulgada en 1966, que por
" Lcliü Basso habla de la lógica de la ganancia y del desarrollo
de fuerzas productivas en: La utilización de la legalidad para
la transición al socialismo. Symposium CESOCEREN, 1971. Plan de desarrollo agropecuario 1965-1980, ODEPA, Cap. 1.
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lo demás permite el paralelismo sindical con la consi- agricultura que contribuya al proceso hacia el socialismo.
guiente división del proletariado rural emergente, con- Si esta posibilidad no es real, ¿cómo comprender el sen-
temple también la sindicalización empresarial que se tido de los dos proyectos de ley de la oposición de de-
organiza en forma unitaria en el país, y acude a una recha y de centro que rebajan en la práctica la cabida
ideología gremial i st a y aparentemente apolítica. Se en- máxima a 50 y 40 hs. de riego básicas a cambio de la
carga de reforzar técnicamente a la antigua Sociedad inexpropiabilidad, garantizada por la Constitución, de
Nacional de Agricultura, de buscar alianza con sectores los predios menores de ese tamaño?
campesinos medios, fundando además una confedera-
ción sindical apatronada y últimamente creando sindica-
tos de pequeños productores. Trata de influir en el sec-
tor reformado atrayendo a asentados y apoyando fuerte- El real carácter de la agricultura chilena
mente a la Centra] Única Campesina —no afiliada a la
CUT— que se constituye con Confederaciones importantes Lo visto anteriormente no debe llevar a la falsa
de asalariados agrícolas y de asentados afectos a la de- conclusión que la reforma agraria no es necesaria y que
mocracia cristiana. También actúa en los Colegios Pro- el fin del latifundio no es un paso adelante a pesar de
fesionales (Agrónomos, Abogados, etc.) y busca alian- que una política reformista contribuye aún más a la pe-
zas en otros frentes como son las organizaciones indus- netración del capilalismo en la agricultura. En efecto, el
triales, de comercio, etc. Esta burguesía agraria para- desarrollo capitalista dependiente está sometido a con-
dojalmente surge fortalecida y movilizada de una refor- tradicciones que se agudizan en la medida en que alcanza
ma agraria que sin embargo ha logrado destruir al lati- madurez. Al avanzar el capitalismo genera los antago-
fundio. nismos entre la burguesía y el proletariado que surge
como agente revolucionario y a la vez libera fuerzas pro-
De ahí que la etapa post-latifundaria del desarrollo ductivas que tienden a la socialización. Contra la lógica
rural que se inicia, no puede partir de la premisa refor- de la ganancia que es el motor del capitalismo agrario
mista que la mera transformación de la tenencia de la se opone dialécticamente y desde adentro una lógica del
tierra suprime la causa del estancamiento agrícola y de desarrollo agrícola que apunta ya a un comienzo de
la explotación. Al contrario, el robustecimiento del ca- socialización.
pitalismo agrario puede llevar a una super-explotación
del asalariado semt-proletario (140.000) y quizás más Esto es más cierto cuando la reforma agraria se
aún del pequeño productor de subsistencia (280.000) y inscribe dentro del objetivo estratégico general de ini-
del trabajador ocasional subproletario (170.000) entre ciar la transición al socialismo y existe un Gobierno
los cuales cunde el desempleo11. apoyado por partidos de la clase trabajadora cuyo pro-
grama concreto contempla la socialización de sectores
La mera destrucción del latifundio puede garantizar
importantes de la minería, la industria, la banca y la
el desarrollo capitalista del sector dominante de la
distribución. El proceso de reforma agraria en su etapa
agricultura. Esto impulsa a Gutelman a afirmar, yendo
post-latifundaria tiene como objetivos programáticos la
demasiado lejos, que cualquiera reforma agraria, sea cual
organización del área reformada, la batalla de la pro-
sea su alcance y magnitud, es una medida burguesa en
ducción que alivie la balanza comercial y provea de
su esencia y jamás conduce al socialismo ". Según él ésta
alimentos a la población y 9a acumulación de fuerzas
tiene como finalidad económica crear las condiciones pa-
campesinas lideradas por la vanguardia obrera y cam-
ra un mejor desarrollo capitalista en la agricultura y en
pesina para luchar por los cambios estructurales en fa-
los demás sectores de la economía: los intereses econó-
vor de una sociedad socialista que logre independencia
micos del capitalista (agrario e industrial) vencerían a
de la explotación del capitalismo mundial.
los contrapuestos del latifundista parasitario que frena
el desarrollo capitalista. De este modo se contribuiría Sin embargo, lo que parece claro en un nivel de
aún más al desarrollo desigual de la economía capita- abstracción propio del concepto teórico de modo de pro-
lista cuyos mecanismos fundamentales señalados por la ducción capitalista no resulta nada de claro cuando se
teoría del valor, que generan transferencias de plusvalía trata de hacer el mismo análisis en la agricultura con-
de los sectores más atrasados hacia los sectores moder- creta de la formación social chilena. Quedan varias in-
nos, no serían siquiera tocados por la reforma agraria M. terrogantes a las que sólo una investigación más aca-
La intuición de fondo de Gutelman es válida: J" la bada podría dar respuesta. Trataremos de esquematizar
reforma agraria como medida reformista, aislada y par- algunos de estos puntos que deben ser esclarecidos antes
cial tiende más bien a consolidar el sistema capitalista de poder formular en forma rigurosa, políticas econó-
que a debilitarlo. La destrucción del latifundio podría micas y sociales que permitan el avance de la agricul-
llevar en Chile a la consolidación del capitalismo agra- tura, dentro de un proceso de socialización revolucio-
rio, en vez de lograr el surgimiento robusto de una nueva nario.
r
Si se acepta la hipótesis general del desarrollo de-
- Ver un proceso semejante en el artículo de Rodolfo Stavenhn- sigual del capitalismo dependiente, se sigue inmediata-
gen: Margino! i dad y participación en la reforma agraria mexica-
na, en la Revista latinoamericana de sociología 69/2, pág. 249- mente que existe una diferenciación del sector agrícola.
275. En efecto, coexisten en él diversas relaciones de produc-
:i
M. Guldman: Reforma Agraria, desarrollo del capitalismo y
transición at socialismo. Symposíum C ESO-CE R EN. ción de las cuales una es dominante, la capitalista. Se
"' Hay criticas justas a esta teoría de Guldman; no es claro que podría adelantar una hipótesis que distingue entre las
la burguesía patronal sacrificaría sin más a la fracción lati-
fundista perteneciente con lodo a la clase dominante. El hecho siguientes relaciones productivas: economía campesina:
histórico es que en América Latina la burguesía se ha opuesto especialmente en regalías y goce de fundos y aún asen-
Invariablemente a las reformas agrarias, las cuales han triunfa-
do Impulsadas por el campesinado, o por grupos políticos o tamientos en que el productor no es dueño de la tierra,
militares progresistas. pero sí puede poseer los instrumentos de trabajo, enviar
" Criticas de Ruy Mauro Marini y A. G. Frank a M. Gutelman
en Svmposium CESO-CEREN. una parte de su producción ni mercado. Además vende
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parte de su fuerza de trabajo al primero": la economía de políticas de distribución que discriminen contra los
minifundism o pequeña agricultura mercantil: se diferen- sectores asalariados y de pequeños productores. Final-
cia de la anterior en que el productor es propietario de la mente, el consumo puede ser determinado por el sector
tierra o al menos la controla mediante arrendamiento agrícola dominante capaz de acaparamiento, de especu-
y aparcería, no contrata fuerza de trabajo asalariada lación: el caso del ganado vendido en Argentina a pesar
(utiliza la mano de obra familiar), comercializa parte de la escasez en el país o del trigo dado de alimento á
de su producción y vende ocasionalmente su fuerza de los cerdos debido a un bajo precio, muestra cómo puede
trabajo; la hacienda tradicional no perdura después de la ejercerse esta dominación.
primera etapa de la reforma agraria; la empresa capita- Sobre los mecanismos de dominación —que no se re-
lista moderna que se caracteriza por Ja racionalidad eco- ducen a la mera explotación de la fuerza de trabajo—
nómica de la ganancia que motiva al empresario, la hay poca investigación realizada de acuerdo a la dife-
contratación de fuerza de trabajo asalariado y perma- renciación existente en la agricultura chilena. Se cono-
nente, el aumento de productividad mediante la intro- cen algunos modelos tri-sectoriales —sector capitalista,
ducción de nuevas técnicas e insumos, etc., que permi- sector reformado, sector de subsistencia— para los cua-
ten aumentar la plusvalía y el beneficio. Sin embargo, les se han llegado a estimar algunas variables: las de
el fundo moderno conserva rasgos precapitalistas al per- riego básicas (tierra/trabajador; capital/trabajador; Pro-
durar en él prácticas de pagar el salario no sólo en ducto Bruto/trabajador; Excedente Bruto/trabajador; re-
dinero sino en derecho a cultivar un pedazo de tierra muneración a la fuerza de trabajo y al capitalista) ".
—la regalía de! ¡nquitir.o— que es fuertemente reivin- Sin embargo, algunos estudios más elaborados llegan con
dicado por las organizaciones sindicales y aún se exten- notable atraso y después que la estructura agrícola ha
dería con frecuencia al "voluntario" permanente H ; la evolucionado, o se hacen en base a estimaciones tan
explotación familiar y la explotación mediana deben dis- amplias que sus resultados no (ienen precisión. En suma,
tinguirse del fundo o empresa multifarniliar grande cuya el conocimiento del carácter de estas relaciones de do-
cabida máxima sería de 80 has. de riego básicas; final- minación en la distribución, en el intercambio y en el con-
mente, el sector reformado cuyo carácter no está aún sumo ha sido escasamente estudiado, lo que dificulta
determinado, pues aunque se propugnan fórmulas coope- ta aplicación exitosa de políticas agrarias de acuerdo a
rativas o comunitarias de organización, subsisten goces los objetivos buscados por el Gobierno y las fuerzas po-
individuales en asentamientos, comités campesinos, CE- líticas que lo apoyan.
RAS y aún Centros de Producción y es posible que
exista una tendencia a regresar a la explotación indivi-
dual entre campesinos, cuyo grado de conciencia social
no se compatibiliza con una organización más sociali- Caracterización de las clases en la agricultura
zada M.
Debe también tomarse en cuenta que la estructura
Resulta claro que la formación social de la agricul- productiva de la agricultura chilena determina una es-
tura chilena es heterogénea y compleja. No se debe desa- tructura de clases compleja, la que sufre nuevas dife-
tender el hecho que aunque las relaciones de producción renciaciones a medida que avanza el proceso de desa-
capitalistas ejercen una dominación sobre el resto, ésta rrollo desigual. Si se analiza en su pureza el modo de
no se efectúa sólo por el mero hecho que la burguesía producción capitalista se pueden distinguir sólo dos cla-
agraria controle la mejor tierra y la mayor cuota pro- ses antagónicas: burguesía y proletariado. Sin embargo en
porcional de capital en instalaciones y maquinarias y por una formación social coexisten diversos modos de pro-
lo tanto genera el excedente más alto. Existen otras for- ducción, uno siendo dominante, otros supervivencias de
mas de dominación fuera de la unidad productiva, por épocas anteriores y otros como anticipaciones de la so-
ejemplo en la agroindustria, que pueden transformarse ciedad futura. Marx distingue tres clases en la Europa
en obstáculo al desarrollo de las fuerzas productivas en del siglo XIX: latifundistas, burguesía y proletariado;
el resto de la agricultura. Se trata también de las rela- esto aplicado a la agricultura se complica.
ciones de intercambio comercial (comercialización, ser-
vicios financieros, transformación de productos agro- Es de suma importancia en el caso de la reforma
pecuarios, etc.) donde un grupo puede controlar coope- agraria chilena llegar a cierta precisión en el análisis de
rativas agrícolas, instalaciones frigoríficas, mataderos, clases. No se trata solamente de enumerar los estratos
etc. y puede actuar especulativamente en épocas de es- de acuerdo al censo agropecuario: por ejemplo produc-
casez. También existen relaciones de distribución en cier- tores independientes (distinguiendo arbitrariamente en
ta medida en manos del Estado que mediante políticas gran, mediana y pequeña explotación y minifundistas
macroeconómicas de precios, impuestos, subsidios e in- sólo un términos de cabida en hectáreas básicas); tra-
sumos, etc., regula el excedente producido dentro de la bajadores del sector reformado (asentados y socios, tra-
agricultura y en el total de la economía. Siendo así la bajadores de CERAS, Comités y Centros de Produc-
planificación social un proyecto no realizado —hay inten- ción); asalariados permanentes (voluntarios, inquilinos y
tos como el de los Consejos Comunales Campesinos que obreros); asalariados ocasionales y empleados.
hasta ahora no han operado en la práctica sino en casos No parece conveniente usar un criterio meramente
excepcionales— permite probablemente influencias del cuantitativo para identificar a la burguesía agra-
sector dominante de la agricultura en la determinación ria. ¿Por qué 80 hectáreas sería el criterio para iden-
tificar a la gran burguesía? ¿Cómo se distingue entre
11
Schejman, op. clt. mediana y gran burguesía? Sí se habla de alianza po-
" J. C. Martín así lo estima, op. clt. p. 340. lítica con la mediana y no con la gran burguesía habría
n
R. Billaz y E. Maffel: La reforma agraria chilena y el camino
hacia el socialismo: algunas consideraciones, en Cuadernos de R. Billaz: Relación entre el trabajo, ta tierra y el capital en el
la Realidad Nacional N? 11. agro cbileno. 1971 (mlmco) -
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que utilizar métodos más rigurosos para caracterizar las política revolucionaria. Es necesario subrayar la impor-
clases en el campo. En el caso de la pequeña burguesía tancia de estas precisiones para fundamentar estrategias
la tarea es más simple: aquella que no utiliza traba- correctas de movilización a través de las organizaciones
jo asalariado, que no acumula capital y sólo gana su campesinas como sindicatos, cooperativas, consejos cam-
subsistencia. Corresponde bastante cercanamente al pe- pesinos.
queño productor de finca familiar. Finalmente, el problema metodológico más com-
Otra dificultad se encuentra en la caracterización plejo es la caracterización del trabajador del área refor-
del proletariado rural. Formalmente es aquel que vende mada. Complejo por la variedad de formas transitorias:
su fuerza de trabajo y vive de eso. Sin embargo, no exis- asentamientos, comités campesinos, CERAS, Centros de
te tal tipo de obrero en la agricultura chilena salvo en Producción y otras tenencias definitivas como las coo-
casos excepcionales: por ejemplo, existía en las empresas perativas mixtas y asignatarias. ¿Puede sin más identifi-
ganaderas de Magallanes hoy en el área social. En el carse el asentado con el proletariado? Parecería que no,
caso del trabajador permanente de fundo una pequeña porque se observa en el sector reformado una regresión
parte vive sólo de su salario. La mayoría goza de re- a la forma individual de producción —al menos en el
galías en tierras, talajes y otras y esto no sólo se limi- hecho no está excluido en los asentamientos ni al pa-
taría al inquilino sino también se extendería, según Ma- recer tampoco en los CERAS.
rín, al "voluntario" permanente. Es probable que sea Resulta evidente que la caracterización de clase y
una defensa contra la inflación del obrero hoy sindica- de conciencia política del trabajador reformado es de
lizado pero también puede revelar valores culturales muy suma importancia para determinar la forma que asu-
acendrados en la conciencia campesina y que son resa- mirá la nueva organización del área reformada. Si se
bios de la organización tradicional de la hacienda. Quizás atiende al contexto amplio político de sumar fuerzas al
la mejor caracterización del obrero permanente {inquili- proceso revolucionario liderado por los trabajadores, es
no y voluntario) es de semi-proletariado. importante proponer formas de organización que corres-
Un caso semejante se daría con el minifundisía quien pondan al grado de conciencia política de los campesinos
también vende su fuerza de trabajo debido a la exigüedad aún cuando estas formas no puedan caracterizarse como
de sus recursos de tierra y capital. La dificultad enton- socialistas. Parecería que dentro de esa perspectiva, la
ces es saber si se debe caracterizarlo como pequeña bur- cooperativa sea la forma más conveniente de asignar la
guesía o también como semi-proleiariado. tierra en la nueva fase de la reforma agraria: se debería
El obrero afuerino, trabajador ocasional y general- poner énfasis, no tanto en la colectivización de la tierra,
mente sub-empteado, podría a primera vista caracteri- sino en políticas macro-económicas (créditos, precios,
zarse como proletariado. Así lo han hecho Maffei y Mar- impuestos, etc.) de corte más socialista que por una
chetti en forma discutible"; aunque efectivamente el parte debiliten la dominación que hoy ejerce la bur-
afuerino no fuese más que un asalariado —lo que es guesía agraria y por otra incorporen al campesino del
discutible porque muchos de ellos pueden vivir en la pe- área reformada y al minifundista a un proceso en que
queña agricultura y son productores minifundistas parte ellos participen como pequeños productores asociados
del año— con todo quedaría abierta otra cuestión. La en cooperativas, contribuyendo al realce de la produc-
naturaleza de su trabajo ocasional, rotativo en distintos ción para su propio bienestar y el del país.
fundos, ¿permite adquirir un grado de conciencia de Terminado este largo ensayo sobre la caracterización
clase suficientemente alto? ¿No se estaría más bien ante de la agricultura chilena y sus clases, parece casi demás
el sub-proletariado agrícola marginalizado del trabajo es- agregar algo sobre la necesidad de hacer investigaciones
table en la producción agrícola? Parece que las clases no que resuelvan las numerosas cuestiones planteadas. En
se pueden caracterizar sin un análisis profundo de la cul- la etapa post-latifundaria de la reforma agraria en que
tura campesina sobre todo en referencia a la concien- se deben trazar cuidadosamente políticas macro-econó-
cia política. Es posible que existan categorías de campe- micas (precios, insumos, créditos, etc.) que logren esti-
sinos —los afuerinos— con una conciencia política ex- mular a pequeños y medianos productores en la batalla
plosiva pero no perseverante ni internalizada. Es pro- de la producción, en que los partidos y las organizacio-
bable que el asalariado permanente, pese a ser un semi- nes de trabajadores deben lograr con eficacia la movili-
proletariado, se acerque más, en la medida en que asu- zación campesina, en que los organismos del agro se
ma una práctica sindical y política, a una conciencia estructuren para corregir los vicios burocráticos y lograr
J5
la participación de los campesinos, estos puntos teóricos
Maffei y Murchetti: Estructura agraria y consejos campesino*, si- y empíricos deben ser cuidadosamente dilucidados.
tuación actual, análisis y estrategia, 1972. (mimeo).

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