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ESTANDAR 5. GRUPO A.

PREGUNTA 1

EXPLICA LAS DIFERENCIAS ENTRE LA ECONOMÍA Y LA


ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL PALEOLÍTICO Y EL NEOLÍTICO, Y LAS
CAUSAS DEL CAMBIO

En la Península Ibérica, los restos humanos más antiguos asociados al


Paleolítico están datados en torno a 1.4 - 1.3 millones de años a. C., en
Atapuerca (Burgos) y la Cuenca del Guadix (Granada)., el utillaje lítico es aún
muy tosco (bifaces, choppers...). Ya en el Paleolítico Superior, 40 mil años a. C
hay restos de ‘Homo sapiens’, que son considerados humanos
anatómicamente modernos.

El Neolítico es un período posterior, con una cronología para la Península


Ibérica entre el 5.600 y el 3 mil a.C. Tuvo una implantación mayor en la zona
levantina y sur, debido a la presión demográfica tras el cambio climático del
Mesolítico. La técnica de la piedra pulimentada sirvió para la fabricación de
nuevos útiles adaptados a la “revolución” que se vivía, y se desarrolló la
cerámica para almacenar alimentos.

Las características de ambos períodos en cuanto a organización económica y


social son muy diferentes, siendo las principales diferencias:

- Las sociedades paleolíticas vivían básicamente de la caza, la pesca, el


carroñeo y la recolección. Practicaban una economía depredadora que
dependía de lo que el medio ambiente les ofrecía. Por eso se organizaban en
grupos nómadas que se desplazaban de forma estacional, siguiendo las
migraciones de los animales y habitando en cobijos provisionales junto a ríos.
En cambio, en el Neolítico se produjo un cambio trascendental, ya que los
seres humanos comenzaron a generar su propio alimento (economía
productora) tras aprender a cultivar las plantas (agricultura) y a domesticar los
animales (ganadería). La necesidad de vivir junto a los cultivos y controlar el
ganado dio lugar a un aumento de la población, disminuyendo los
desplazamientos, lo que impulsó el sedentarismo y la aparición de los primeros
poblados estables.

- Sobre la organización social, en el Paleolítico los individuos se reunían en


pequeños grupos con una organización muy elemental, sin apenas diferencias
sociales de importancia: pues su reducido tamaño y la necesidad de
cooperación para la caza reforzaban la cohesión interna y la igualdad. En el
Neolítico, fruto de la modificación en los modos de subsistencia, existió cada
vez más complejidad en la división social (sacerdotes, guerreros,
agricultores...), con diferencias de riqueza (propiedad privada) y de poder.

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