Está en la página 1de 10

TEMA 7: LA PERCEPCIÓN DE LA PROFUNDIDAD Y EL TAMAÑO:

1.- Introducción:

Uno de los enfoques que han seguido los investigadores consiste en averiguar cuál es la información de
una imagen bidimensional la que nos permite percibir la profundidad en una escena. Este enfoque recibe
el nombre de enfoque de claves para la percepción de la profundidad.

En el estudio de la percepción, este enfoque se concentra en identificar la información de la imagen


retiniana que guarda cierta correlación con la profundidad de la escena. Por ejemplo, si un objeto cubre
parcialmente otro objeto, como ocurre en el ejemplo, podemos suponer que el objeto que se encuentra
parcialmente cubierto se encuentra a una distancia mayor que el objeto que lo está cubriendo.

Esta situación recibe el nombre de oclusión, que es una clave de que un objeto está delante de otro. Según
esta teoría, aprendemos la conexión entre esta clave y la profundidad a través de nuestra experiencia
anterior con el entorno.

Así, una vez que se ha producido esta aprendizaje, la asociación entre unas claves y la profundidad se
establece automáticamente de modo que, cuando estas claves están presentes, experimentamos el
mundo en tres dimensiones.

2.- Tipos de claves:

Se han identificado varios tipos de claves de profundidad de la escena, estas pueden dividirse en tres
grupos principales:

- Oculomotrices: claves basadas en nuestra capacidad de detectar la posición de nuestros ojos y


la tensión de los músculos oculares.
- Monoculares: claves que funcionan con un ojo.
- Binoculares: claves que dependen de los dos ojos.

2.1- Las claves oculomotrices:

La claves oculomotrices se crean mediante convergencia, es decir, el movimiento hacia dentro de los ojos
que se produce cuando miramos a un objeto cercano y mediante acomodación, que es el cambio en la
forma del cristalino que se produce cuando enfocamos objetos que se encuentran a diferentes distancias.

La idea en la que se apoyan estas claves es que podemos “sentir” el movimiento hacia dentro de los ojos
que se produce cuando los ojos convergen para mirar un objeto cercano, del mismo modo que también
sentimos la tensión de los músculos que cambian la forma del cristalino para enfocar un objeto cercano.

Estas sensaciones pueden ser explicadas mediante el siguientes experimento: las sensaciones que se
experimentan al acercar el dedo hacia la nariz están causas por el cambio de ángulo de convergencia que
se produce cuando los músculos de los ojos hacen que estos miren hacia dentro, y por el cambio de forma
que se produce en el cristalino cuando el ojo acomoda para enfocar un objeto cercano.

La convergencia y la acomodación indican que un objeto se encuentra cerca y son dos claves muy útiles
para una distancia de unos 40 cm, aunque la convergencia es la más eficaz de los dos.

2.2.- Las claves monoculares:

Estas claves funcionan sólo con un ojo. Incluyen la acomodación, que hemos explicado en el apartado
anterior, las claves pictóricas, que se refieren a la información sobre la profundidad que puede
representarse con una imagen bidimensional, y las claves basadas en el movimiento, que se apoyan en la
percepción de la profundidad creada por el movimiento.
Las claves pictóricas son fuentes de información sobre la profundidad que puede representarse en una
imagen bidimensional, como las ilustraciones de un libro.

• La oclusión, cuando un objeto oculta otro de la vista, el objeto que está oculto se ve más lejos.
Debemos de destacar que la oclusión no ofrece información sobre la distancia absoluta, tan solo
indica la distancia relativa, es decir, sabemos que el objeto que está parcialmente cubierto se
encuentra más lejos que el otro objeto, pero no conocemos la distancia exacta a la que se
encuentra. En la foto (a) podemos ver que la copa alargada se encuentra delante de la copa
redonda y del jarrón, sin embargo resulta difícil saber la distancia exacta entre los objetos si solo
conocemos la información sobre la oclusión.
• La altura relativa, cuanto más alto esté un objeto dentro de un campo visual, más distante se
percibe. Basándonos en la altura relativa, podemos juzgar que la copa redonda está más lejos
que el jarrón. De manera similar, en la figura debajo podemos ver que los hombres que tienen
los pies en una posición más alta parecen estar más lejos. Frente a esto podemos observar que
las nubes que están más bajas parecen estar más lejanas, esto explica que los objetos que están
encima del horizonte parecen estar más lejos si están en una posición más baja del campo visual.

• Las sombras proyectadas, ofrecen información sobre las localizaciones de estos objetos. Por
ejemplo la figura (b) si cambiamos la oclusión de modo que el jarrón ocluya la copa alargada,
crearemos una imagen confusa. Pero si se añade una sombra como es el caso de la figura (c), la
sombra indica el espacio en el que está suspendido el jarrón, y por lo tanto podemos ubicar el
objeto en cuanto a su profundidad.

• El tamaño relativo, si dos objetos tienen el mismo tamaño, el que está más lejos ocupará
proporcionalmente menos espacio del campo visual. Utilizamos esta clave para indicar que la
pelota de tenis de la esquina inferior está más lejos que las otras dos, mientras que la que está
en el centro está ligeramente más cerca que la que está a la derecha.
• El tamaño familiar, en ciertas ocasiones nuestro conocimiento del tamaño de un objeto influye
en nuestra percepción de la distancia de dicho objeto. La clave del tamaño familiar es más eficaz
cuando no hay información sobre la profundidad. Ejemplo del tamaño de las monedas.
• Perspectiva atmosférica, hace que percibamos los objetos distantes con menor nitidez, pues los
observamos mirando a través del aire, que contiene pequeñas partículas. Cuanto más lejos esté
un objeto, más aire y partículas deberemos atravesar, por lo que éste aparecerá ante nuestra
vista con menor nitidez con objeto cercano. En la foto de abajo podemos observar que las colinas
que se encuentran en primer plano parecen mucho más nítidas que las brumosas montañas del
fondo.

• La perspectiva lineal, es la convergencia perceptiva que se produce en las líneas paralelas de la


escena a medida que aumenta la distancia. Cuanto mayor sea la distancia, mayor será la
convergencia, hasta que a una distancia del infinito, estas líneas se encontrarán en lo que
podríamos denominar un punto de fuga.
• El gradiente de la textura, es otra fuente para obtener información de la profundidad. Los
elementos que presentan un espaciado idéntico en una escena parecen estar más próximos a
medida que aumenta la distancia. En la foto superior si eliminamos el suelo disminuiría nuestra
capacidad para percibir la profundidad.

Todas las claves que hemos descrito hasta ahora funcionan si el observador está quieto. Sin embargo si
decidimos movernos, aparecen nuevas claves que mejoran nuestra percepción de la profundidad, éstas
se denominan claves producidas por el movimiento.

• El paralaje del movimiento, esta clave se utiliza para percibir las profundidades de los objetos
basándose en la rapidez con la que se mueven respecto a nosotros. Los objetos lejanos se
mueven lentamente, mientras que los objetos cercanos lo hacen rápidamente (ya que recorren
más distancia en la retina).
• Eliminación y acrecentamiento, cuando dos superficies se encuentran a distancias distintas,
como ocurre en la figura (a), cualquier movimiento lateral del observador hace que las superficies
parezcan moverse una en relación con otras. La superficie trasera queda tapada, por una
superficie que está delante cuando el observador se mueve en una dirección figura (b). Cuando
el observador se mueve en la otra dirección la superficie trasera queda acrecentada figura (c).

2.3.- Claves binoculares:

Estas claves dependen de ambos ojos, la convergencia, que hemos descrito como clave oculomotriz,
también puede ser una clave binocular, pues el ángulo de convergencia entre los ojos especifica la
profundidad.

En este apartado nos centraremos en la disparidad binocular, una clave de la profundidad que está basada
en el hecho de que veamos dos vistas ligeramente distintas, debido a que los ojos del adulto están
separados 6 cm y por lo tanto ven el mundo desde posiciones distintas.

Disparidad binocular y la estereopsia: la percepción de la profundidad comprende dos etapas. En primer


lugar, se determina la disparidad binocular, es decir, la diferencia entre las imágenes de los dos ojos y a
continuación, esta diferencia se transforma en la percepción de la profundidad.

Esta percepción de la profundidad que resulta de la información proporcionada por la disparidad


binocular recibe el nombre de estereopsia. Por lo que podemos definir el término estereoscopia para
describir la impresión de profundidad que experimentamos a partir de dos imágenes ligeramente
desplazadas en la retina.
¿Pero en qué consisten exactamente las diferencias entre las dos imágenes retinianas que dan lugar a la
estereoscopia?, para responder a la pregunta introduciremos el concepto de puntos retinianos
correspondientes.

Los puntos retinianos correspondientes son los lugares de cada retina que se conectan a los mismos
lugares del corte visual. Para entender los puntos correspondientes a la percepción de la profundidad
expondremos un ejemplo.

Ejemplo:

La socorrista de la figura debajo está mirando directamente a Rafael, de modo que la imagen de este se
encontraran en unos puntos correspondientes (F y F’). Sin embargo, Rafael no es la única persona cuya
imagen se proyecta en puntos correspondientes, ya que existe un círculo imaginario llamado horóptero,
el cual pasa por el punto de fijación.

Cualquier objeto que se encuentra en este círculo se proyecta en los puntos correspondientes de ambas
retinas. En nuestro ejemplo, el horóptero no solo pasa por la cabeza de Rafael (que es el punto de fijación),
sino que también pasa a través de las cabezas de Jaime y Susana. Así las imágenes de Jaime y Susana se
proyectan en puntos correspondientes de las retinas de la socorrista.

La situación que hemos descrito ocurre si la socorrista está mirando a Rafael, pero si cambia su punto de
fijación, se creará un nuevo horóptero.

¿Qué relación existe entre el horóptero y la percepción de la profundidad?


Para responder a esta pregunta fijémonos en Carlota y Carlos. Como sus cabezas no están localizadas en
el horóptero, sus imágenes se proyectan en puntos dispares. Por ejemplo la imagen de Carlota se proyecta
en los puntos B y G’, cuando su punto correspondiente sería en realidad B’ y no G’.

El ángulo entre G’ y B’ dime el nombre de ángulo de disparidad, y la clave para la percepción de la


profundidad binocular es que cuanto más lejos se encuentra el objeto del horóptero, mayor será el ángulo
de disparidad.

Podemos ver que como el ángulo de disparidad de Carlos es mayor que el de Carlota, Carlos se encontrará
más lejos del horóptero, y por lo tanto más cerca de la socorrista.

¿Qué tipos de disparidad existen?

Disparidad cruzada: esto ocurre cuando hay objetos delante del horóptero, como es el caso de Carlota y
Carlos, sus imágenes se moverán hacia los laterales de las retinas.

• Disparidad no cruzada: cuando hay objetos más allá del horóptero, sus imágenes se mueven hacia el
interior de las retinas. Cuanto más detrás del horóptero esté un objeto, más se moverán sus imágenes
hacia el interior, y mayor será también su disparidad.

¿Qué ocurre en el cerebro para que la información de la disparidad en las retinas se traduzca en
información de la profundidad?
Hay una serie de células en cortex estriado (VI) que reciben el nombre de células de profundidad binocular
o detectores de disparidad, porque responden mejor a estímulos que se proyectan en puntos separados
por un ángulo concreto de disparidad en ambas retinas.

Estas neuronas se encuentran en la vía dorsal (fluye al córtex parietal y procesa la información de «dónde»
o «cómo») y en la vía ventral (fluye al córtex temporal («qué») y provocan la estereopsia)

Podría pensarse que nuestra comprensión de la percepción de la profundidad es completa una vez que
hemos identificado al factor disparidad como una fuente de información importante sobre la profundidad.
Sin embargo, antes de terminar nuestro análisis de la disparidad tenemos que considerar un paso muy
importante en la determinación de la estereopsia y que, momento hemos pasado por alto.

Para utilizar la disparidad, el sistema visual necesita igualar los puntos de una imagen con puntos similares
de otra imagen. Esto recibe el nombre de problema de la correspondencia.

El problema de la correspondencia:

Si observamos esta imagen en un estereoscopio, veremos las diferentes áreas de la imagen a


profundidades distintas debido a la disparidad que existe entre las imágenes de las retinas izquierda y
derecha.

Para utilizar la disparidad, el sistema visual necesita igualar los puntos de una imagen con puntos similares
de otra imagen.

¿Cómo compara el sistema visual ambas imágenes?

Una posible respuesta esta pregunta es que el sistema visual puede igualar las imágenes basándose en las
características concretas de ambas, por ejemplo en el caso de la foto superior haciendo coincidir la cara
de la izquierda con la cara de la derecha.

Nuestra explicación sobre la percepción de la profundidad ha revelado que algunas claves contribuyen a
nuestra percepción de la profundidad, incluidas las claves oculomotrices, las monoculares y las
binoculares. Las claves funcionan para diferentes distancias, de modo que unas solo funcionan con
distancias cortas, otras con distancias cortas o medias, otras con distancias largas y otras en todo el rango
de distancias.

Ninguna de estas claves de profundidad es esencial para nuestra percepción de la profundidad. Por
ejemplo, podemos y eliminar la disparidad binocular cerrando un ojo y, sin embargo, seguiremos viendo
algo de profundidad debido a las claves monoculares que quedan. Así pues, las claves de profundidad
ofrecen datos que se solapan y trabajan en conjunto para crear nuestra percepción de la profundidad.

3.- Percepción del tamaño:

Debemos de destacar la existencia de un vínculo entre nuestra percepción del tamaño y nuestra
percepción de la profundidad, ya que una buena percepción de la profundidad favorece una percepción
precisa del tamaño.

Incluso aunque nuestra percepción del tamaño no es siempre totalmente precisa, es lo suficientemente
buena como para llevar a los psicólogos a proponer el principio de la constancia de tamaño.

Principio de constancia de tamaño: éste principio establece que nuestra percepción del tamaño de un
objeto permanece relativamente invariable, aun cuando lo veamos a distintas distancias, pues solo
cambia el tamaño de la imagen del objeto en la retina.

Ejemplo:
Para explicar esto, se hizo un experimento. Un (sujeto 1) se coloca aproximadamente a 1 m de otro y le
pide (sujeto 2) que calcule su altura. Normalmente se acercará bastante a la realidad y solo se equivocara
en unos 10 o 15 cm. A continuación el (sujeto 1) se aleja hasta que se encuentra aproximadamente a 2 m
y le pide al otro alumno (sujeto 2) que vuelva a calcular su altura, probablemente el cálculo sobre la altura
seguirá siendo el mismo, aunque ahora el (sujeto 1) se separe de él el doble de distancia.

Lo importante de esta demostración es que, aunque el tamaño de la imagen que se forma del (sujeto 1)
en la retina del (sujeto 2), se reduce a la mitad cuando se coloca a 2 m, el (sujeto 2) siente que el tamaño
del sujeto sigue siendo el mismo. Esto es precisamente la constancia de tamaño.

¿Por qué se mantiene constante la percepción del tamaño?

Para explicarlo destacaremos el escalamiento distancia-tamaño, que funciona según la siguiente ecuación
S = K (R x D). Donde S es el tamaño percibido del objeto, K es una constante, R es el tamaño de la imagen
retiniana y D es la distancia percibida del objeto.
Así, cuando una persona se aleja de nosotros caminando, el tamaño que se forma de esa persona nuestra
retina, R, se hace más pequeño, pero la percepción de su distancia, D, se hace más grande.

Ley de Emmert: cuanto más lejos aparezca una postimagen, más grande aparecerá. Este resultado se
deriva de nuestra ecuación del escalamiento distancia y tamaño, S = R x D. Como el tamaño del área
blanqueada del pigmento de la retina, R, permanece siempre igual, si aumentamos la distancia de la
postimagen, D, aumentará la magnitud de este R x D, por lo que el tamaño de la postimagen, S, se percibirá
más grande cuando se vea en la pared.

Aunque hemos estado haciendo hincapié en el vínculo existente entre la constancia de tamaño y la
percepción de la profundidad, hay otras fuentes de información en el entorno que también nos ayudan a
percibir el tamaño con exactitud, una de estas fuentes es el tamaño relativo.

Tamaño relativo: a menudo utilizamos los tamaños de los objetos familiares de nuestro entorno como
punto de referencia para juzgar el tamaño de los objetos, como ocurre en la figura de debajo.

También podemos utilizar la relación entre los objetos y la información de la profundidad sobre el suelo
para juzgar los tamaños de forma más fácil, podemos verlo en el siguiente ejemplo.

4.- Ilusiones visuales:


Cuando recibimos información imprecisa, la percepción verídica se rompe y experimentamos una ilusión
de percepción no verídica.

• La ilusión de Müller-Lyer: la línea vertical de la derecha parece más larga que la línea vertical de
la izquierda, aunque ambas tienen exactamente la misma longitud.

• La ilusión del ponzo: las dos líneas horizontales tienen la misma longitud y el mismo ángulo visual,
pero de la parte superior parece más larga. La línea superior parece más larga porque la
información de la profundidad la hace parecer más lejana.

• El cuarto de Ames: hace que dos personas de la misma altura parezcan tener una altura distinta.
En la foto podemos ver que la mujer de la derecha parece mucho más alta que la mujer de la
izquierda. Esta percepción se produce a pesar de que eran las dos mujeres tienen exactamente
la misma altura. La razón de esta percepción se debe a la construcción de la habitación, debido
a las formas de las paredes y de las ventanas que hay en la parte posterior de la habitación. Este
cuarto tiene la esquina izquierda de la habitación casi dos veces más lejos del observador que la
esquina derecha.

También podría gustarte