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J
· CAPITIJLO 3.

. \
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CARACTERISTl(4$
DE UN BUEN MAESTRO
Y él mismo constituyó a uno,, ap6.stole3:,
a otro', profeta8;
a otro', evangeUota.,;
a otro', pastores y MAESTROS,
a fin de pe,-reccionar a lo., santo., para la obn1 del ministerio.
para la edificaciOO. del cuerpo de Cristo. Efesi.o., 4:11-12
Ser maestro de la Palabra de Dios. es el mayor privilegio que se puede gozar.
Signiíica estar fntimamente vinculado al' Maestro por Excelencia, nuestro
Señor Jesucristo, ya que gran parte de su ministerio comprendía la ense_ñanza.
El deleg6 poder y autoridad a su11 seguidores para que continúen esa labor:
Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio c1 toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado será salvo;
mas el que no creyere, sercí condenado. Marcos 16:15-16
Pero recibiréis poder,·
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo Último de la tierra. Hechos 1 :8
Querido maestro/a: Dios ha puesto sus ojos en usted, y ese deseo de enseñar,
que brota desde lo profundo de su ser. no es sino w1 llamado del Señor.
El necesita de usted para la educación de sus "joyas•: los niños y las niñas que
él t�nto ama. Sus inmortales vidas representan gran valor. Jes6.s muri6
por cada uno de ellos en la cruz. No derram6 su pruciosa sangre. en precio de
rescate, solamente por los adultos. ¡No! Fue por Ioe niños tambilm.
La vi de un niño se puede com arar a una ho·a d a el n blanco. Cada
persona que pasa por su a 00 escnbe a go en esa oja. ¿Qu eso, e
usted en las vidas de los niños y las niñas a su alrededor? Dios le llama para
que sea un buen maestro y escriba''cosas de v e o�
Al llamarle para ser maestro, Dios dispuso que usted ayude a otro ser humano
a aprender. No importa cuán grande o cuán pequeño sea el grupo al cual
enseñe, siempre estal'á centrado alrededor de tres [actores:
EL MAESTRO, .
LA LECCION,
EL ALUMNO.
As1 también, este libro. Deseo hablarle a usted como maestro; de sf mJsmo y
-13-
de Iascuálídadeéeque Dios espera ver desarrolladas en su vida. Quiero hablarle,
ampliamente, de las enseñanzas que impartirá a los nifl:os y como hacerlo
de una manera atractiva y efectiva. Luego, le presentarh a los pequeftos, en
sus diferentes fases de desarrollo. Cada niño es único, un individuo
original con caracterlsticas especiales. A usted le toca descubrir alio del
�otencial escondido den� de cada uno de los tr:3-vieso��e:,.ot.>• cié'.;-r
L EL MAESTRO, Y SU¡J;:)IPERIENCIA.�ON DI� -�
No se pueden corJ�artir experiencias que no se hayan vivido. Teóricamente,
el maestro puede explicar muchas cosas, pero, solamente puede impactar
en la vida de sus alumnos cuando respalda la teoña con experiencias
personales. Por supuesto, no me refiero a los maestros Qú"e enseiiañ geografta,
historia o matemáticas, sino a mis colegas que enseiian la Palabra de Dios.
Para el maestro cristiano, el nuevo nacimiento· es su primera y gran experiencia
con Dios. Para poder enseñar, tiene que ser salvo y lavado de sus pecados
por la sangre de Jesucristo y debe haber obedecido, plenamente, el toandato
en Hechos 2.:38.

Arrepentíos,
· y bauticese cada WlO de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados;
y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Es sumamente importante ser lleno del Espiritu Santo. Hay tantas cosas que
quieren ocupar lugar efl nuestro interior y nos invaden, a menudo,
pensamientos de diversa fndole, mayormente negativos. Por ello, necesitamos
la llenura del Espiritu Santo, para que las cosas del' mundo no hallen cabida.
El egoísmo, la envidia, la hipocresía, y tantos máa, tendrán que dar inedia
vuelta a la puerta del ccraz6n, pues, ya estará ocupado por el Espirilu del Señor.
El maestro que abre su vida al Señor, producir! el fruto del Esptritu y podrá
respaldar su enseñanza con 'experiencias reales. Me duele decir que, hay
muchos maestros que enseñan la Biblia, sin gozar de una relaci6n personal con
Dios. Son "ciegos guías de cíegcs", como lo expren JesÍLs en Mateo 15:14.
Como .resultado, tanto el maestro co�o sus alumnos, caen en el boyo.
Pablo podfa afirmar: "Yo sé a quien he creído" (Z. Ti. 1:12.). Esa firme fe en el
Señor y Su Palabra, debe caracterizar a cada maestro; no s6Io delante de
sus alumnos, en un dfa domingo, sino cada dfa de la semana y en cualquier
situación o lugar. Jesucristo dijo:
Vosotros sois la luz del mundo;
WlCI ciudad asentada sobre Wl monte no se puede esconder.
Ni se enciende W1.a luz y se pone debajo de Wl almud,
sino sobre el candelero,
y alumbra a todos los que están en casa.
As{ alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mt. 5:14-16

Querido maestro/a: ¿Cómo es su relación personal con Dios? ¿Puede testificar,


de todo corazón, que Jesucristo es su Salvador? ¿Goza usted del poder del
Espt.ritu Santo en su vida? ¿Puede afirmar, sin lugar a duda:"PARA Mt EL VIVIR
ES CRISTO"?
-14- .
'i o u

n, LA ¿.!!'.!.QfilPI!AD pEL MAESTil.O


114 • ,,,, , • ,
Ver6nica es una chiquilla observadora. En cierta oportunidad, al ser saludada
índíferentemente, por Wl adulto, dijo: · ·
"-Ese caballero no quiere a los niftos.
-¿Cómo)o eabes? le pregunté.
-Lo vi en sus ojos cuando me saludó, respondió ella. No eran cariftosos.
Efectivamente, ése hombre no querfa a los niftos. Asi como él, hay muchos en
nuestro mundo, pero, gracias a Dios, hay otros t.intos que aman a los niffos
. ' .
con amor smcero.
La vida del maestro necesita ser transparente como 111. luz. Debe poder
decirce de él, lo mismo que Isafas profetiz6 respecto a Jesús: • ••• ni hubo
engaño en su boca" (!salas 53:9).
Jesús fue sincero con 5115 seguidores. D(a tras dfa, ellos compartieron con él
la abundancia y la escasez, la alegria y el dolor, la aclamación de los
admiradores y las burlas de los enemigos. Ellos lo conocieron en la intimidad
del hogar y entre grandes multitudes, y nunca lo vieron actuar con
hipocresfa.
Para guiar a' un niño a Jesús, usted tiene que vivir una vida santa y pura, sin
engafto. Dfa a dfa, necesita estar cerca al Señor, para escuchar hasta el
más leve susurr-c de su amor. Sea donde fuere y en cualquier circunstancia,
debe mantener la cabeza en alto, para poder mirar a los ojos de sus alumnos,
sin sonrojarse o tener que bajar la vista. Sus hechos y eue palabras deben
armonizar en una bella sinfonfa, proclamando a cualquiera que desee prestar
ofdo: Con Cristo estoy jwttamente -::ru.cificado,
y ya no vivo yo, '!lªs vive Cristo en mí•.. " Gálatas 2:Z0

Ill. DIARIA COMUNION CON DIOS


Dijo cierto alumno de una Escuela Dominical:
"Primero llegué a amar a mi maestro.
Luego, llegué a amar la Biblin de mi maestro.
Entonces, llegué, a amar al Salvador de mi maestro."
¿No es eso lo que deseamos ver como resultado de nuestro esfuerzo? Ya lo
creo, pues, no hay felicidad mayor que· guiar a un niño a los pies de Jesucristo.
Para vivir una vida ejemplar y fructHera, es indispensable desan-oUar una
diaria e intima comuni6n con Dios por medio de la oraci6n y el estudio de su
palabra.
LA ORACION �sel medio por el cual podemos experimentar milagros en
nuestra vida. Para el maestro es importante: Orar como un niño,
Orar por wt niño.
Orar con un niño.
Jes<is dijo: "Si no os volvéis y 03 hacéls como niños ... " (Mateo 18:3). Los niños
son sinceros, humildes y dependtentee, ya que todavfa no han descubierto,
lo que en el mundo adulto es tan conocido: las dudas. Oremos a Dios con la
sinceridad de lUl niño, dependiendo totalmente de Jes6s, confiando en que .;¡
nos dará la respuesta {l Juan 5:14-15), '
No es suficiente orar "corno un niño", sino necesitamos también orar� los
nüios. Pida por cada uno de sus alumnos, para que ellos pueden poner
sus j6venes vidas en las manos de nuestro poderoso Señor Jes6s.
-15-
Al ser constante en la oración por sus alumnos, usted como maestro, no
' ' \ , - .
tardará en experimeñtar el gozo de orar con un niño. No hay mayor felicidad.
EL ES"l1JDIO DE LA PALABRA va mano a mano con la oración.. Por medio
de la oración el maestro habla con Dios, Por medio de la lectw-a de la Palabra,
el maestro ofrece a Dios una oportunidad de hablarle,
Aparte un tiempo especifico CADA DIA, para desan-ollar una vida de comunión
con Dios¡ preferiblemente, por la maftana. Pida como el salmista:
,, , . .
Abt'e mis o� y miraré las maravilla., de tu ley. Salmo& iisn«

IV. �1
!9,Q���O,�';:��L� HERMANOS
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
habitar los hermanos jW1tos en .armonía! Salmos 133:1
Como hijo de Dios y' maestro cristiano, usted forma parte de una gr-an familia..
Tiene hermanos l?.p. cada pafs del mundo. Ahora, le toca aprender a vivir en
paz con aquellos que están más cerca suyo.
Jes6s habló acerca de los más grandes mandamientos: El amar a Dios sobre
todas las cosas, y el amar al pr-éjimo como a si mismo (Mateo ZZ:3'/-40).
Tambil!n nos dio un nuevo mandamiento:
Este es mi mandamiento:
Que os améis WlOS a otros, como yo os he amado. Juan 15: 12
En la Biblia se habla mucho acerca del amor entre hermanos: el amor fraternal,
En su carta a los romanos, Pablo nos amonesta a amarnos as1 {lZ:10). En la
primera carta de Pedro, leemos que debemos amamos "entrañablemente,
de corazón pw-o" (1 P. 1:ZZ).
Nuestro amor unos por otros tiene que ser sincero, sin hipocresfa. Debe
manifestarse en un respeto hacia aquellos hermanos que ejercen cargos de
mayor responsabilidad, siempre buscando el bien de otros.
- Al maestro que ama fraternalmente le caracteriza un esptritu colaborador.
Durante los años que he trabajado en la obra de la Escuela Dominical,
he podido observar diferentes tendencias. He visto a maestros que solamente
buscan relucir, desempeñando sus cargos con el fin de ser aplaudidos,
Otros, los fieles colaboradores, no le tuvieron miedo a la escoba¡ estuvieron
siempre dispuestos a ayudar con cualquier cosa que se necesitara hacer.
Los respeto grandemente, ya que demostraron el esp{ritu servicial caracterfs-
tico de nuestro Señor Jesucristo. El no vino al mundo para ser servido,
sino para servir (Marcos 10:45).
El maestro servicial y colaborador, se llevará bien con sus hermanus en· la fe
y ganará el respeto de sus alumnos, ya que verán en �l (ella) una persona
que ama a los demás, como Jes6s amó a los suyos,
Querido maestro: No trate de evadir responsabilidades, sino aproveche cada
oportunidad que se le presente para ser de ayudn. De ese modo, usted
contribuirá al desan-ollo del ,amor fraternal: la buena comunión entre hermanos. \

.
V. PRE5ENTACION F1SICA AGRADABLE .
Le puedo asegw-ar, que Dios desea que sus siervos presenten un aspecto ítsico
-16·
..... agradable: de fuerza, salud y vigor, Una presentaci611 ftsica desagradable, no
recomienda en buena forma al evangelio •

--·..•
Cristo Jesús vino al mundo para ofrecernos VIDA, y •rida en abundancia•. El
propósito del diablo es matar nuestra felicidad, rcbernos la buena salud y
destruir nuestra confianza en nosotros mismos y en Dios. El es el peor ladr6n,

..•¡•
el padre de mentiras; por eso, no debemos prestarle otdo (Juan 10:10).
Dios quiere para Sus hijos todo lo mejor: fuerza, salu,I, vigor y prosperidad •
.. Amado,
yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas,

..�:..
y que tengas salud,
así como prospera tu alma. 3 Juan 2

-l. ¿C6mo reaccionan los niños ante un maestro raquitico, pálido y anémico?

.....
¿Qué impresión ofrece un maestro sano, vigoroso y lleno del gozo de vivir?
Dejo a su criterio decidir sobre cuál de ambas descripciones ofrece honra al
nombre de Dios.
No es mi prop6sito desanimarle si usted está sufriendo fisicamente; al contrario,
quiero alentarle y decirle que Jesús es Todopoderoso. El llev6 sobre su cuerpo,
en el madero, no sóloel castigo por nuestros pecados, sino también carg6
nuestras enfermedades y nuestros dolores, y " ..• por su llaga fuimos nosotros
curados" (Isatas 53:5). Eso denota tiempo pasado, lo cual demuestra, que
asf como recibimos salvaci6n para el alma, podemos recibir sanidad para nuestro
cuerpo.
Buena presentaci6n Hsica, voz agradable, vestimenta limpia y cabellos bien
peinados, son caracterfsticas que dan "peso" al mensaje de Jesucristo. El
merece ser representado de la mejor manera posible.
Estudie la vida de Daniel y sus amigos y verá que elles eran magnHicos
representantes del Rey de reyes. Presentaban un aspecto físico mejor y más
robusto que los demás muchachos (Daniel 1:15). ¿Qué comían? Legumbres.
¿Qué tomaban? Agua. Haga la prueba de tomar abundante agua y comer
frutas y verduras, y descubrirá un realce en su disposici6n Hsica.
Como hijo de Dios, usted goza de innumerables riquezas. P6ngase de rodillas,
con la Biblia abierta y un lápiz en la mano; lea y subraye todas las promesas de
Dios, y luego, ¡redbalas en su vida! Jes6s desea que usted goce de una vida
abundante y victoriosa (Romanos 8137).
Los niños disfrutarán de las lecciones y respetarán el evaegettc, al ver a
un maestro saludable y alegre.

VI. EL ENTIJSIASMO DEL MAESTRO


Dios es el autor de toda energía y actividad: ¡El es entusiasta! No creo que se
pasa media mañana en cama, flojeando, sino está siempre redimiendo el
tie-mpo, realizando algo positivo.
Si Dios caminara en los zapatos de 'un maestro, no malgastarla el tiempo en
cosas de- poco valor, sino se esforzarla para cumplir bien cualquier tarea
enc:omendada.
1
¿Cree usted que Dios estaba con pere aa cuando cre6 el mundo? No, cada célula
de su existencia vibraba de energía. Por eso, "todo lo hizo hermoso• (Ec. 3:11).
Nuestro Dios,· es un Dios de fuerza y actividad.

• 17•
El maéstro cristiano necesita tener la misma disr:osici6n que la del Maestro
de Galilea: entusiasmo y energia poslttve, 'riene que saber que está
realizando una labor que producirá fruto para la eternidad.
La palabra entusiasmo significa "tener a Dios dentro". Cuando Cristo vive en
m{, no hay cb-cunstencta negativa que me pueda bajar el ánimo. Por supuesto,
lucho a di�rio contra el .enem_igo, pero Jesús me hace •más que eeacedce-",
Pensar en las maravillas que Dios obea cada dta ofrece ánimo. Todo lo gozamos
en Cristo: salvaci6n, perd6n de los pecados, vida en abundancia, poder para
vencer las tentaciones, herencia con los santos, ••. en fin, todo lo bueno
y perfecto es nuestro en él.
Un maestro amable, entusiasta y colaborador, producirá alumnos del mismo
calibre. ¿ Quisiera usted ser esa clase de maestro?

VU. LA INFLUENCIA DEL MAESTRO


Amelia tenia s6lo un deseo: ser como su maestra. Admiraba todo e11 ella. Su
manera de vestir, su modo de caminar, el tono de su voz, su sonrisa, sus
enseñanzas, en fin, hasta el modo en que se sentaba. En todo lo que podfa,
trataba de ímiteeIa. ¡Qué responsabilidad pesaba sobre aquella maestra!
El ap6stol Pablo, gran predicador y maestro, pidl6 a los corintios que lo imiten
(1 Ca. 4:16, 11:1). ¿C6mo se atrevi6 a hacer tal cosa? Por la simplo razón
de que él a su vez imitaba a Cristo.
Como maestro, deb� reconocer la influencia que su vida ejerce sobre los
alumnos. Ante ellos, usted es un representante de Jes6s, y lo que ellos le vean
hacer, guiará, en gran par-tesel destino de sus vidas. Trate de ejercer
sobre ellos una influencia positiva.
El maestro enseña: Un poco, por medio de lo que dice .
.. Algo más, por medio de lo que hace.
Mucho, por medio de. lo que cs.
La vida y la personalidad del maestro es la lección más poderosa que puede
enseñar. No son,.en primer lugar, las elocuentes palabras que influyen
en el niño, sino la vida santa del instructor: una vida entregada de lleno al Sefü,r
Jes6s. ¡Prop6ngase lograr ese impacto!
• Si usted es amable. sus alumnos desear!in ser amgbles,
• Si usted es cumplido, sus alumnos aprenderán a ser cumplidos.
• Si usted es servicial, sus alumnos serán serviciales.
• Si usted vive cerca al Señor JeSWI, sus alumnos lo harán también.
Medite sobre el tipo de influencia que usted ejerce. Pida al Señor que le ayude
a ser siempre un buen ejemplo para los niños. ·

VIIL EL DESEO DE APRENDER


Lo más im'portante en la vida del maestro no es enseñar sino aprender, y
¡aprender de Jes6s! Por cierto, debe leer y estudiar buenos libros, conocer de
p adegogta y tratar de mejorar su métodos de enseñanza, pero lo primordial,
es que aprenda de Jesús mismo, por medio de una vida de intima comuni6n con
él. El es el Maestro por Excelencia y nadie nos puede enseñar mejor.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,... Mateo 11:29

• I8-
Para aprender hay que estudiar; en este caso, la Biblia, pero tambihn otra
buena literatura. El conocimiento no es una carga pesada y el tiempo dedicado
al estudio, nunca es tiempo perdido.
ESTUDIE LA BIBLIA a vuelo de pájaro, pero tambihn detenidamente, verso
por verso. Ambas m�eras le servirán mucho. Leer a vuelo de pájaro, es como
subir a un cen-o y contemplar un hermoso paisaje. Estudiar libro por libro,
verso por verso, es como bajar al valle y observar los detalles del paisaje.
ESTUDIE CON UN DICCIONARIO de gramática castellana a la mano,
acostumbrándose a averigua?" el significado de cada palabra desconocida para
usted, Trate· de ampliar su vocabulario, aprendiendo cada semana alguna
palabra nueva.
ESTUDIE CON UNA CONCORDANCIA y si es posible, un Diccionario Bfblico.
Es importante conocer el significado de las palabras usadas en la Biblia,
también, encontrar textos adicionales sobre cierto tema. Para ello, sirven el
Diccionario y la Concordancia. Si no está acostumbrado al uso de la
Concordancia, pida a su Pastor que le instruya.
. ' .
ESTUDIE LAS COSTUMBRES de los tiempos bfblicos, la geografla de la Tien-a
Santa y la historia, lo cual le ayudará. a comprender mejor los pasajes de la
Biblia.
ESTUDm LA TEOLOGIA SI:;TEMA TICA para conocer a fondo las doctrinas
bá.sicas del evangelio. Cuánto más fundamentado est6 en la Bi9lia, tanto mejor
podrá enseñar. . ·
Tres consejos principales serian: ESTUDIE,
ESTUDIE,
ESTUDIE.

IX. LA �ION DEL MAESTRO


La misi6n del maestro se halla resumida en los 6.ltimas versos del evangelio de
Mateo: Por tanto,
Id. y liaced discípulos a toda3 las nacione3,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp{ritu Santo;
enseñándoles que guarden todas los cosas que 08 he mandado;
y he aqu{ yo estoy con vosotros todos los dlas,
�asta el fin del mwtdo.-Amén. Mateo 28:19-20
Much0s niftos han escuchado el evangelio. algunos han sido enseffados, pero muy
pocos han sido entrenados. Hacer disdpulos es la labqr principal del maestro
cristiano. 1

Cuando hablamos a un nino del evangelio, le ayudamos a conocer._


Cuando enseñamos a un niffo, le ayudamos a conocer T crecer.
Cuando entrenamos a un niño, le ayudamos a conocer, crecer y hacer.
,l • ' 1
Querido maestro/a: No· se contente con solamente ser maestro, sea también un
entrenadÓr. Prepare a sus alumnos para el servicio a IJios •
.,
1
No todo cristiano es apto para enseriar, mas todo aquol que ha sido llamado por
el Señor para enseftar, debe desarrollar sus aptitudes y servir con fidelidad.

· 19 ·
Ahora bien,
se requiere de los administradores,
que cada uno sea hallado fiel. 1 Corintios 4:2
Como ya mencionl! anteriormente, el maestro cristiano es administrador de
las preciosas joyas del Sefior: ¡los niños! El pudo haber elegido otros métodos
pa:-a llevarlos al 'conocimiento de la verdad,· pero no lo hizo. Fue de su
agrado escogemos a nosotros para ese trabajo. Ahora, él espera de
sus administradores, que cada uno sea fiel. No por un dta ni dos, no por unos
meses o un año, sino ¡fieles siempre!
' '
[Cuántas lágrimas no he den-amado por la inconstancia e irTesponsabilidad de
aquellos que se dicen ser maestros y no lo son! Y, si mi coraz6n llora, ¿qu�
sentirá nuestro Salvador?
Querido maestro/a::Doble;sus.rodillas ante el Sefior y pida en oraci6n, que Iea-"
,�'o'-. •-. .entn.s,asmQ;�
.---� .
palábrB.s amor;r

, ,. responaa;.........
.,,,..., biiidad, ,
, y· f�elidad, penetren hasta lo profundo de su ser, haciéndose parte
vital de Su vida: so'n aspectos claves en su labor de maestro.
Con la ayuda del Gran Maestro usted podrá ser:

FIEL a Jesucristo.
FIEL al mensaje (las lecciones que enseña).
FIEL a sus alumnos.
FIEL a la Iglesia (sus hermanos y colegas).
FIEL al llamado.
FIEL �ASTA EL FIN (Apocalipsis 2:10).

\
Ensenar la Palabra de Dio:s es el mayor privilegio.

- 20-

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