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ORACIONES PARA EL ROSARIO Y CUANDO DE REZAN

Para dar inicio el rosario, se debe de persignar diciendo:

 “Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro…”
(signarse).
 “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén” (santiguarse).

Acto de Contrición

G: Jesús, mi Señor y Redentor; yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido


hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que, por tu infinita misericordia, me


has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.

R: Amén.

Luego el Guía, la persona que inicia el rosario, ofrece el rosario a los Santos y
Vírgenes que son de su devoción.

Misterios

Después se inicia con los misterios, que cambian según los días de las semanas:

 Misterios Gozosos (Lunes y Sábado): Los misterios gozosos nos introducen en el


camino del gozo que Dios quiere comunicarle al hombre. Los misterios gozosos
presentan el acontecimiento más importante de que ha gozado la humanidad: La
encarnación del Hijo de Dios entre los hombres. María es el puente de este gozo que
Dios comunica al hombre.
o 1° La encarnación del Hijo de Dios: El ángel le dijo a María: “Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se conturbó por estas palabras, y
discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: “No temas, María,
porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en tu seno y vas a
dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús” (Lc. 1, 28-31).
o 2° La visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel: En aquellos días,
se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad
de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en
cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e
Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo:
“Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno”. (Lc. 1, 39- 42).
o 3° El nacimiento de Jesús, Hijo de Dios: “Y subió José a Belén para
empadronarse con María, su esposa, que estaba en cinta. Y sucedió que,
mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y
dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un
pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento”. (Lc. 2, 4-7).
o 4° La presentación de Jesús en el templo: Cuando se cumplieron los días de
la purificación de ellos, según la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor; Todo varón
primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de
tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. (Lc.
2, 22-24).
o 5° Jesús perdido y hallado en el Templo: Y sucedió que al cabo de tres
días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros… Su
madre le dijo: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo,
angustiados, te andábamos buscando”. Él les dijo: “Y ¿por qué me
buscabais? ¿No sabíais que debía estar en la casa de mi Padre?”. (Lc. 2, 46-
49).
 Misterios Dolorosos (Martes y Viernes): Los misterios dolorosos nos presentan la
cara más dolorosa de nuestra fe cristiana. Recodar meditar la pasión y muerte de
Jesús es traer a nuestra mente el gran amor que Dios ofrece al hombre, para que el
hombre no se sienta solo en el calvario.
o 1° La oración de Jesús en el huerto: Salió y, como de costumbre, fue al
monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron. Llegado al lugar, les dijo:
“Pedid que no caigáis en tentación”. Y se apartó de ellos como un tiro de
piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí
esa copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lc. 22, 39-42).
o 2° La flagelación de Jesús: Los hombres que le tenían preso se burlaban de
él y le golpeaban; y cubriéndole con un velo le preguntaban: “¡Adivina!
¿Quién es el que te ha pegado?”. Y le insultaban diciéndole otras muchas
cosas. (Lc. 22, 63-65).
o 3° La coronación de espinas: Visten a Jesús de púrpura y, trenzando una
corona de espinas, se la ciñen. Y se pusieron a saludarle: “¡Salve, Rey de los
judíos!” Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando
las rodillas, se postraban ante él. Cuando se hubieron burlado de él, le
quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.
(Mc. 15, 17-20).
o 4° Jesús con la cruz a cuestas, camino del calvario: Cuando le llevaban,
echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le
cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. Les seguía una gran
multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús,
volviéndose a ellas, dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más
bien por vosotras y por vuestros hijos”. (Lc. 23, 26-28).
o 5° La crucifixión y muerte de Jesús: Llegada la hora sexta, hubo oscuridad
sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona grito Jesús con fuerte
voz: “Eloi, Eloi, ¿lema sabactaní?”, que quiere decir, “¡Dios mío, Dios mío!
¿por qué me has abandonado?”… Y Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró.
(Mc. 14, 33-37).
 Misterios Luminosos (Jueves): “Yo soy la luz del mundo”. Cristo es el faro que
orienta a todo hombre y le introduce en los misterios del Reino de los cielos.

Los misterios del Reino de Dios, vistos a la luz de la persona fascinante de Jesús, se
nos presentan como la luz y el camino que guían nuestras vidas.

o 1° El bautismo de Jesús en el Jordán: Sucedió que cuando todo el pueblo


estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió
el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una
paloma; y vino una voz del cielo: “ Tú eres mi Hijo; yo hoy te he
engendrado”. (Lc. 3, 21-22).
o 2° La revelación de Jesús en las bodas de Caná: Cuando el maestresala
probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era, llama el
maestresala al novio y le dice: “Todos sirven primero el vino bueno y
cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno
hasta ahora”. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y
manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. (Jn. 2, 9-11).
o 3° El anuncio del Reino de Dios: El pueblo que habitaba en tinieblas ha
visto una gran luz; a los que habitaban en parajes de sombras de muerte, una
luz les ha amanecido.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: “Convertíos, porque el
Reino de los Cielos ha llegado”. (Mt. 4, 16-17).
o 4° La transfiguración de Jesús: Seis días después, toma Jesús consigo a
Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y
se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron blancos como la
luz. Entonces, se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una
voz desde la nube: “Este es mi Hijo amado, escuchadle”. (Mc. 9, 3.7).
o 5° La institución de la Eucaristía: Y mientras estaban comiendo, tomó pan,
lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: “Tomad, éste es mi cuerpo”. Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella y les
dijo: “Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os
aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día aquel en que lo
beba nuevo en el reino de Dios”. (Mc. 14, 22-25).
 Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingo): Los misterios gloriosos son la
culminación de una vida vivida en plenitud de fe. Es la esperanza hecha realidad.
Es la morada definitiva de quien se ha guiado por la fe plena en Dios Padre. Es el
camino que se nos ofrece a cada creyente, peregrino hacia la casa del Padre.
o 1° La Resurrección de Jesús: Y entrando en el sepulcro vieron a un joven
sentado en el lado derecho, vestido con una túnica, y se asustaron. Pero él
les dice: “No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha
resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a
sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis,
como os dijo”. (Mc. 16, 5-7).
o 2° La Ascensión de Jesús a los cielos: Los sacó hasta cerca de Betania y,
alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía, se
separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante él, se
volvieron a Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre en el Templo
bendiciendo a Dios. (Lc. 24, 50-53).
o 3° La venida del Espíritu Santo: Estaban todos reunidos en un mismo
lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento
impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se
pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía
expresarse. (Hch. 2,1-4).
o 4° La asunción de María en cuerpo y alma a los cielos: “Convenía que
aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad, conservara
su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad.
Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su
seno tuviera después su mansión en el cielo”. (Pío XII).
o 5° La coronación de Nuestra Señora como Reina del Universo: “La
augusta Madre de Dios alcanzó finalmente, como suprema coronación de
todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro
y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a
la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo,
el rey inmortal de los siglos”. (Pío XII).

Entre cada misterio, primero hasta el quinto, se debe rezar al inicio un Padrenuestro,
diez (10) Ave Marías, un (1) Gloria, un (1) María es Madre de Gracia y un (1) Oh, Jesús
Mío; a continuación, los rezos escritos en el orden en que se rezan:

Guía (G) Respuesta (R) Guía cambia cada vez que se reza un misterio
Padrenuestro

G: Padrenuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu
Reino, hágase, Señor, tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

R: Danos, hoy, nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas, así como también
nosotros perdonamos a quienes nos ofenden, no nos dejes caer en tentación, más líbranos
de todo mal. Amén.

Ave María

De esta son diez veces

G: Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor este contigo, bendita tu eres entre
todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.

R: Santa María, Madre de Dios, ruega por el(l@s) y por nosotros los pecadores, ahora y en
la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

G: Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo.

R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de Gracia

G: María es Madre de Gracia, y Madre de Misericordia, …

R: En la vida y en la muerte ampáranos, Gran Señora;…

G: Alabanzas y gracias sean dadas en todo momento, al Santísimo y divísimo Sacramento


del Altar, …

R: Y bendita sea por siempre, la Santa e Inmaculada concepción, de la bien aventurada,


siempre, Virgen María, Madre de Dios y, Madre Nuestra.
Oh, Jesús Mío

G: Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del inferno, y lleva al cielo
a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

R: Amén.

A continuación, el guía dice la siguiente oración, en caso de ser un rosario para los
difuntos:

G: Dale(s) Señor el descanso eterno.

R: Y que brille para el(l@s) la luz perpetua.

G: Descanse(n) en paz su(s) alma(s).

R: Amén.

G: El(l@s) alma(s) se dice el nombre completo del difunto(s) por la misericordia de Dios,
descanse(n) en paz.

R: Amén.

NOTA: Todo se repite igual hasta que se llegue al último misterio.

Luego, a decisión del guía se realiza una oración para el difunto y/o familiares y
amigos de este. A su elección.

Dicho lo último se dicen lo siguiente:

G: Virgen purísima y castísima; antes, en y después; del parto, haznos mansos, humildes,
puros y castos.

R: En pensamientos, palabras y obras.

Y se rezan tres (3) Ave Marías y un (1) Gloria al finalizar los tres rezos anteriores. Ya
para finalizar esta parte se reza una (1) Salve, para nuestra Virgen María.
Salve

G: Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia; vida, dulzura y esperanza


nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo
y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros,
esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito
de tu vientre. Oh, clemente; Oh, piadosa; Oh, dulce Virgen María, ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos, de alcanzar y gozar, las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo.

R: Amén.

Letanías

A continuación, se rezan las letanías a la Virgen María, conste que lo hace el guía:

Quien responde repita lo siguiente:

 Señor, ten piedad.


 Cristo, ten piedad.
 Señor, ten piedad.
 Cristo, óyenos.
 Cristo, escúchanos.

Conteste a lo siguiente con “Ten piedad de nosotros”:

 Dios, Padre Celestial.


 Dios Hijo, Redentor del mundo.
 Santísima Trinidad, un solo Dios.

Conteste lo siguiente con “Ruega por nosotros”:

 Santa María.
 Santa Madre de Dios.
 Santa Virgen de las vírgenes.
 Madre de Cristo.
 Madre de la Iglesia.
 Madre de la divina gracia.
 Madre purísima.
 Madre castísima.
 Madre siempre virgen.
 Madre inmaculada.
 Madre amable.
 Madre admirable.
 Madre del buen consejo.
 Madre del Creador.
 Madre de Salvador.
 Virgen prudentísima.
 Virgen digna de veneración.
 Virgen digna de alabanzas.
 Virgen poderosa.
 Virgen clemente.
 Virgen fiel.
 Espejo de justicia.
 Trono de sabiduría.
 Causa de nuestra alegría.
 Vaso espiritual.
 Vaso de honor.
 Vaso insigne de devoción.
 Rosa mística.
 Torre de David.
 Torre de marfil.
 Casa de oro.
 Arca de la Alianza.
 Puerta del cielo.
 Estrella de la mañana.
 Salud de los enfermos.
 Refugio de los pecadores.
 Consuelo de los afligidos
 Auxilio de los cristianos.
 Reina de los Ángeles.
 Reina de los Patriarcas.
 Reina de los Profetas.
 Reina de los Apóstoles.
 Reina de los Mártires
 Reina de los Confesores.
 Reina de las Vírgenes.
 Reina de todos los Santos.
 Reina concebida sin pecado original.
 Reina llevada al cielo.
 Reina del Santísimo Rosario.
 Reina de las familias.
 Reina de la paz.

Sigue Codero de Dios, debe de contestar como se dirá a continuación:

 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.


o Pérdonal@(nos), Señor.
 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
o Escúchal@(nos), Señor.
 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
o Ten misericordia de él(l@s) y de nosotros, Señor.

Antífona

G: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no deseches las súplicas que te
dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, ¡Oh Virgen
gloriosa y bendita!

G: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.


R: Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Oración

G: Te suplicamos, Señor, que infundas tu gracia en nuestras almas; para que los que hemos
conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz seamos llevados a la
gloria de su Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor.

R: Amén.

Ahora, el guía debe de decir la siguiente frase, seguida por un (1) Padrenuestro, un
(1) Credo:

G: A continuación, se rezará un Padrenuestro y un Credo a Santo Domingo de Guzmán,


para ganar las indulgencias del Santo Rosario, y por el descanso eterno de las benditas
ánimas del purgatorio, especialmente por el(l@s) alma(s) de nombre completo del
difunto(s) descanse(n) en paz.

R: Amén.

Rezar Padrenuestro.

Credo

G: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, Creo en Jesucristo,
su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació
de Santa María, virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue crucificado, muerto y
sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucito entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en
la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y la
vida eterna.

R: Amén.
Ya para finalizar este rosario se reza una Oración a la Virgen, la que sea del agrado
del guía, o de quien realizo el rosario. Opción libre. También se puede rezar para finalizar
por completo el rosario la siguiente oración a la Virgen María; para luego ya, santiguarse y
terminar.

Bendita sea tu Pureza

G: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, tan solo un Dios se recrea en tan graciosa
belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma vida
y corazón, mírame(nos) con compasión no me(nos) dejes Madre Mía, y échame(nos) tu
Santa Bendición que la recibo(bimos): En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. (debe de santiguarse).

R: Amén.

Gracias por hacer este rosario conmigo, espero que esta guía te ayude a ti a iniciar tu
rosario en el momento que tu desees, y ya dependerá de ti rezarlo, ya sea respondiéndolo o
quien lo inicie.

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