Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gracia
Gracia
2023
“Sublime Gracia.”
(Solo Gracia “Sola Gratia.”)
"Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de
vosotros, sino que es don de Dios", Efesios 2:8
Efesios 2:8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún
mérito en eso; es un regalo de Dios.
-
Introducción.
Hace unos años se celebró en Inglaterra un congreso de diferentes religiones,
con la idea de reunir expertos en distintos dogmas y comparar sus enseñanzas.
En un momento dado, estos expertos se preguntaron si el cristianismo tenía
algo particular que no pudiera encontrarse en ninguna otra religión. Pensaron
en la encarnación, pero otras religiones tenían a los dioses en formas humanas.
Mencionaron la resurrección, pero otras creencias cuentan de personas
habiendo resucitado. Mientras discutían, entró al salón C.S. Lewis, uno de los
grandes pensadores y defensores de la fe cristiana, y preguntó que a qué se
debía la discusión. Ellos le explicaron que estaban discutiendo si había alguna
contribución única del cristianismo, que no pudiera encontrarse en ninguna de
las otras religiones. Sin pensarlo dos veces, C.S. Lewis respondió: "¡Ah! Eso es
fácil: es el concepto de la gracia". Los llamados expertos tuvieron que concluir
que es cierto, que en ninguna otra religión Dios hace un ofrecimiento de su
amor y de su salvación completamente gratis, de forma incondicional. Solo en
el cristianismo se da esa condición. En todas las demás religiones, el pecador
necesita hacer algo (obras de algún tipo) para obtener el favor de Dios. En la
fe cristiana, el perdón de Dios, y por tanto la salvación del hombre, es obra de
un Dios soberano, benevolente y misericordioso, que otorga el perdón y el
resto de sus bendiciones a sus criaturas por la inmensidad de su gracia.
-
El apóstol Pablo pone de manifiesto de una manera clara cómo Dios reveló que
ciertamente la salvación es dada por gracia, como vemos en este pasaje a los
Efesios 2:4-5. “4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran
amor con que nos amó, 5 aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos,
nos dio vida juntamente con Cristo por gracia habéis sido salvados.”
-
Ese solo verso nos deja ver la base de la salvación; pero luego cuando Pablo
escribe a los romanos, años más tarde, él explica de una forma clara cómo la
gracia y las obras se contraponen cuando de la salvación se trata. Leamos
Romanos 11:5-6: “Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo
presente un remanente conforme a la elección de la gracia de Dios. Pero si es
por gracia, ya no es a base de obras, de otra manera la gracia ya no es gracia.
Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”
-
En este pasaje Pablo explica cómo si las obras contribuyeran a nuestra
salvación, en cualquier grado, entonces lo obtenido deja de ser por gracia. Y si
mi salvación es realmente por gracia, ya entonces mis obras quedan excluidas.
-
Quizás uno de los conceptos más pobremente entendidos es el de la gracia de
Dios hacia los hombres. Muchos que están dispuestos a afirmar que nuestra
salvación es enteramente por gracia a la vez están dispuestos a conceder algún
rol a nuestras obras. Por esa razón, antes de continuar debemos aclarar
primero lo que es la gracia, para luego poder entender mejor cómo llega la
salvación al hombre.
-
I. ¿Qué es la Gracia de Dios?
A. La gracia de Dios puede ser definida como las riquezas de Cristo dadas a
nosotros a expensas de Su sacrificio. Otros han definido la gracia como el
recibir aquello que no merecemos… como lo es la gloria. Mientras que
misericordia puede ser definida como el NO recibir aquello que sí
merecemos… como lo es el infierno. No hay nada que podamos hacer para
ganarnos la entrada al reino de los cielos. Y la razón es muy sencilla: todas las
facultades del hombre están teñidas por el pecado, aún después de su
regeneración: sus emociones, su pensamiento, su hablar, sus motivaciones,
sus acciones... Por tanto, nuestras obras no pasarían el escrutinio de la justicia
perfecta de Dios.
-
B. Lamentablemente, al hombre se le hace difícil concebir que no hay nada
que él pueda hacer para contribuir a su salvación, dado que prácticamente
todo lo que él obtiene de este lado de la gloria está relacionado a algún
esfuerzo humano. Nos parecemos mucho al niño de esta historia: este niño
tenía unos 4 o 5 años y era llevado siempre a la iglesia por sus padres. En
aquella iglesia se celebraba la comunión una vez al mes; el primer domingo de
cada mes. Este día, era la norma el recoger dos ofrendas en vez de una: la
primera se recogía antes del sermón, y la segunda se recogía inmediatamente
antes de la comunión, y era una ofrenda que se recogía para el fondo de
benevolencia. Normalmente los padres daban dinero a su hijo para poner en
la primera ofrenda, pero no en la segunda. Un domingo ellos decidieron darle
dinero para poner en ambas ofrendas. Él pone su ofrenda antes de la
comunión, y cuando llega el tiempo de tomar la comunión, él se para a
tomarla, algo que nunca había hecho. Su madre lo detiene y le dice: "¡Tú no
puedes tomar la comunión todavía!", a lo que el niño responde: "¿Por qué no?
¡Ya yo pagué!".
-
C. Estamos tan acostumbrados a pagar, o a recibir algún beneficio después de
pagar, que no podemos concebir una salvación “gratuita”. Gratuita para el
hombre, porque lo que yo recibo en Cristo, que es sin costo alguno, le costó la
vida a mi Redentor. El pago el más alto precio que jamás se haya pagado en
todo el universo, lo pagó por mi salvación. “La gracia de Dios es soberana.”
-
II. ¿Qué es la Gracia Soberana de Dios?
A. Si al hombre se le hace difícil concebir una salvación por gracia, se le hace
más difícil concebir una salvación soberana. Cuando revisamos lo revelado por
-
E. El Señor eligió a uno sobre otro desde antes de nacer; anterior a cualquier
acción de parte de estos dos mellizos, para mostrar su soberanía en la elección
de Jacob sobre Esaú… no basado en sus obras, sino en el propósito de Dios,
como revela el mismo pasaje. El apóstol Pablo, como buen polemista que fue,
anticipa los cuestionamientos de sus opositores y continúa su disertación de
esta manera: 14 ¿Qué diremos entonces? ¿Qué hay injusticia en Dios? ¡De
ningún modo! 15 Porque Él dice a Moisés: TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO
TENGA MISERICORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA
COMPASION. 16 Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de
Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: PARA ESTO
MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE
MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA. 18 Así que del que
quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.
-
F. Con esto, Pablo pone de manifiesto que Dios no le debe misericordia a
ningún ser humano, porque la raza humana ya está bajo juicio a partir de la
caída de Adán. Lo justo sería enviar a la raza humana entera al infierno, y nadie
tendría el derecho de cuestionar a Dios. Pero en vez de hacer eso, Dios envía
a un grupo de personas a la gloria que no merecían, y cuando lo hace, lo hace
exclusivamente por su gracia.
-
III. ¿Quién puede cuestionar a Dios por su soberana elección?
A. Muchos preguntarían entonces, si es por gracia, ¿por qué Dios todavía hace
al hombre responsable? Esa es la pregunta que Pablo anticipa y que él mismo
responde inspirado por el Espíritu Santo: 19 Me dirás entonces: ¿Por qué,
pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad? 20 Al
contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el
objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así?
-
B. Con estas palabras Pablo silencia a sus opositores y deja ver que el hombre,
que no ha creado el mundo, que no ha redimido al mundo y que no entiende