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Escritura
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2023
En abril de 1518, pocos meses después de clavar sus 95 Tesis sobre las
Indulgencias, Lutero asistió al capítulo trienal de su orden agustina en la ciudad
de Heidelberg. Allí expuso y defendió unas Tesis sobre el Pecado y la Gracia,
que son de mucho más peso teológico que las 95 Tesis del octubre anterior.
En estas Tesis de Heidelberg acuñó la frase Teología de la Cruz, contra la
Teología de la Gloria, que habría de ser una constante en su mensaje hasta el
fin de su vida.
La pregunta central de estas tesis era: ¿Dónde se revela el Dios viviente? La
respuesta de Lutero: en la cruz.
Nadie podría haber imaginado que la reforma de octubre de 1517 sería
iniciada a través de las 95 tesis de Martín Lutero. Era imposible prever el
tsunami que esto provocaría.
Pero, una vez encendida esta mecha, la iglesia cometió un error fatal: permitió
a la Orden de los Agustinos, a la cual pertenecía Lutero, considerar todo el
asunto como un problema insignificante, local. En abril de 1518 debía
realizarse una asamblea de la orden, y se le pidió a Lutero que explicara
algunas tesis de su teología, para que sus hermanos pudieran evaluarlas. De
este modo, le dieron allí la oportunidad de redactar la teología que él ya había
expresado anteriormente en sus disputas anteriores.
Hacia fines de la disputa, Lutero presentó algunas tesis que (según era típico
de Lutero) parecían insensatas, o por lo menos confusas:
21. El teólogo de la gloria llama al mal bien y al bien mal. El teólogo de la cruz
llama a las cosas como realmente son.
22. Aquella sabiduría que reconoce y ve la esencia invisible de Dios en la
creación, hace que la persona se enorgullezca, se enceguezca, y se endurezca.”
incluso del poder de la iglesia o del cristianismo, esto tiene que ser entendido
bajo las condiciones del poder de la cruz, escondido en forma de debilidad.
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Así que la teología de la cruz es revelada a través de paradojas.
Paradoja. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones que
aparentemente envuelven contradicción.
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Solamente un creyente en Jesucristo puede entender lo que significa no tener
nada, y sin embargo poseerlo todo” (2 Cor. 6:8-10).
2 Corintios 6:8-10Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como
engañadores, pero veraces;
9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí
vivimos; como castigados, mas no muertos;
10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas
enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y
lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por
Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
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1 Corintios 1:23-31Nueva Traducción Viviente (NTV)
23 Entonces cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se
ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías.
24 Sin embargo, para los que Dios llamó a la salvación, tanto judíos como
gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. 25 Ese plan
«ridículo» de Dios es más sabio que el más sabio de los planes humanos, y la
debilidad de Dios es más fuerte que la mayor fuerza humana.
26 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los
ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. 27 En cambio,
Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se
creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los
poderosos. 28 Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se
considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo
considera importante. 29 Como resultado, nadie puede jamás jactarse en
presencia de Dios.
30 Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la
sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos
hizo puros y santos y nos liberó del pecado. 31 Por lo tanto, como dicen las
Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor».
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