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El propósito de Dios al tratar con nuestras vidas

Deuteronomio 8:1-20
Introducción:
Cuando atravesamos períodos de prueba, generalmente nos enfocamos en lo
adverso de las circunstancias y desestimamos el hecho de que las pruebas—en el
plan de Dios—tienen un propósito: prepararnos para las bendiciones. El asunto
está en cuál es la actitud que asumimos en los períodos críticos.

Si cambia nuestra perspectiva alrededor de las pruebas, comprendemos que


constituyen la antesala a las a las bendiciones. Deuteronomio 8 nos permite
comprender el propósito que tiene Dios con las pruebas y de qué manera, podemos
aprender y beneficiarnos, cada vez que se nos presenten.

I. Las pruebas en el plan de Dios están ligadas a las bendiciones.


1. Las bendiciones de Dios generalmente tienen un condicionamiento, relativo a
nuestra fidelidad y perseverancia (vv. 1, 6)
(1) Ser fieles a Dios es fundamental
(2) Vivir, multiplicarse y tomar posesión de la tierra prometida. Ser
esforzados y valientes.

2. Las pruebas revelan lo que hay en nuestro corazón y nos preparan para las
bendiciones (v. 2 b)
(1) En medio de las pruebas, Dios nos provee (v. 3 b)
(2) Las bendiciones de Dios sobrepasan nuestras expectativas (vv. 7- 9)

3. La infidelidad a Dios nos roba las bendiciones (vv. 19, 20)

II. Dios tiene un propósito en medio de las pruebas que nos


sobrevienen
1. Las pruebas en Dios tienen un propósito (vv. 2 a, 3 b)
(1) Atravesar el desierto…Oseas 2:14
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
»A pesar de todo eso, llevaré a Israel al desierto, y allí, con mucho cariño, haré que se
vuelva a enamorar de mí.
(2) Doblegar el orgullo…
El orgullo en el corazón:
El espíritu de orgullo viene desde que Satanás pecó y su corazón se enalteció en
contra de Dios. Fue el orgullo lo que lo llevo a la destrucción. Se encontró en él
pecado de iniquidad (hacer lo malo) y orgullo (altivez), y por esa razón, Dios lo
derribó de los cielos.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra, y delante de los reyes te pondré
por espectáculo". Ezequiel 28.17
Desde ese entonces, de alguna manera cada uno de nosotros ha sido controlado o
influenciado por el espíritu de orgullo, unos en mayor grado que otros. Uno de los
efectos que provoca la acción de este espíritu es la "ceguera mental-espiritual". La
palabra de Dios le llama, espíritu de Leviatán, "el rey de los soberbios".
¿Cómo describe la Biblia al espíritu de Leviatán?
"En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán,
la serpiente veloz, a Leviatán, la serpiente tortuosa; y matará al dragón que está
en el mar". Isaías 27.1
"Aplastaste las cabezas del Leviatán y lo diste por comida a los habitantes del
desierto". Salmos 74.14.
¿Qué es el espíritu de Leviatán? Leviatán:
Significa Rey sobre los hijos de orgullo. Cuando una persona es controlada o
influenciada por el espíritu de orgullo o Leviatán, presenta tres características
principales:
 1. Terquedad.
 2. Dureza de Cerviz.
 3. Dureza de corazón.
La Biblia nos dice, "El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios" Salmo
10:4. El asunto no es cómo impresiona una persona (de hablar suave, gracioso),
sino más bien, la condición de humildad, sinceridad, fidelidad en su corazón para
con Dios.
El orgulloso busca su propia honor y no la gloria de Dios. La Escritura también nos
dice:
 "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de
espíritu" Prov. 16:18.
 Dios odia el orgullo de los hombres, y también odia a aquellos hombres que lo
poseen: "Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los
que hacen iniquidad" Salmo 5:5.
Aquellos que hacen iniquidad son los mismos hombres orgullosos que rechazan a
Dios:
 "Dice el necio en su corazón: No hay Dios... ¿No tienen discernimiento todos los
que hacen iniquidad?" Salmos 14:1-4. Y también,
 "Abominación es a Jehová todo altivo de corazón, ciertamente no quedará
impune" Proverbios. 16:5).

(3) Períodos de escasez…


Las finanzas. He allí un tema difícil de abordar, controversial y escabroso. La
Biblia, por supuesto, no rehúye este asunto, sino que lo aborda desde diversos
ángulos de una forma que no puede ser más clara, ni más sabia. Sin embargo ha
sido, desde la perspectiva de ese ‘otro evangelio’, un tema que se sobre enfatiza y
del cual incluso se predica según el gusto de la audiencia y del mundo.

El dinero es útil, y necesario para todos, sean individuos, familias, naciones… o


iglesias. Sirve para todo lo necesario: la alimentación, el abrigo, la vivienda, la
salud, la educación y hasta la proclamación del evangelio. Vemos por tanto que la
Biblia no considera al dinero como malo en sí mismo. Pero, eso sí, nos advierte
una y otra vez acerca de los grandes males asociados con el amor a las riquezas.

Siendo el dinero un medio para obtener toda clase de satisfactores, el corazón


humano, “engañoso más que todas las cosas, y perverso” (Jeremías 17:9), puede
ser presa fácil de la “avaricia, que es idolatría” (Colosenses 3:5). Así, el dinero
termina siendo un señor a quien servir. Jesús enseñó a ese respecto que “ninguno
puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las
riquezas” (Mateo 6:24)
Otras afirmaciones bíblicas sobre el tema nos recuerdan que “ha elegido Dios a los
pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha
prometido a los que le aman” (Santiago 2:5); y que, entre otras cosas, ni el
“hambre o (la) desnudez”, como realidades ciertamente posibles, “nos
podrá(n) separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
(Romanos 8:35, 39).
2. En medio de las pruebas, está Dios acompañándonos (v. 4)
(1) Dios marcha junto a nosotros…Isaías 41:10; Josué 1:9; Mateo 28:20b; Juan
14:17…No los dejare solos.
(2) Dios nos protege…Salmos 91:7-9; Salmos 121..; Isaías 54:17; Salmos 91:10-
12
3. En medio de las pruebas, Dios nos disciplina (v. 5)
Lucas 8: 43… Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce
años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había
podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al
instante se detuvo el flujo de su sangre.

III. Las bendiciones no pueden llevarnos a olvidar el propósito que


tuvo Dios con las pruebas.
1. No podemos dejar de agradecer a Dios por su provisión (v. 10)
1.1. Reconocer a Dios en todos nuestros caminos 8v. 11 a)
1.2. Seguir fieles a sus mandamientos (v. 11 b)
2. No podemos olvidar que la provisión viene de Dios (vv. 12-14)
2.1. Fue Dios quien nos guió en medio de las pruebas (v. 15)
2.2. Fue dios quien nos proveyó en medio del desierto (v. 169 a. Es por el amor
de Dios que somos bendecidos (v. 179 b. Es por el poder de Dios que somos
bendecidos (v. 18)

Conclusión:
Dios nos bendice abundantemente. Por su infinito poder y amor, recibimos
provisión, no solo en medio de las pruebas sino cuando hemos atravesado
exitosamente los desiertos. No obstante, cuando hayamos sido abundantemente
bendecidos, no podemos olvidar quién fue el que lo hizo: nuestro amoroso Padre
celestial. A Él debemos agradecerle y guardarle fidelidad en todo momento de
nuestra vida. Si nos apartamos, la infidelidad a dios nos robará las bendiciones.
Pregúntese: ¿Cuál es mi actitud frente a las pruebas? ¿Encuentro bendiciones en
los períodos difíciles?

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