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“Pedagogía de

la autonomía”
Paulo Freiré
Capitulo 2: enseñar no es
transferir conocimiento
Nombre y apellido del alumno: César Luis Rey
Asignatura: Corporeidad, juegos y lenguajes artísticos
Docentes: Conde - Martín - Mercancini
Año: 1er año
Carrera: Profesorado de Educación tecnológica

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Enseñar es pensar acertadamente es crear las posibilidades para su
creación y construir, enseñar no es solo transferir conocimientos, contenidos de
forma memorista enseñar es que luego de tener una concepción critica de lo
que se enseñó, lo construya y lo reconstruya. El docente debe ser abierto a
indagaciones, curiosidad, preguntas, etc. Pensar acertadamente no es fácil
porque para eso hay que tener la fuerza para que no ejerzamos facilidades,
simplicidades e incoherencia absurda. Hay que tener que la rabia que sentimos
por alguien no sea un obstáculo de diferencia entre los demás en nuestra
practica educativa. El docente también debe pensar acertadamente.

1- Enseñar exige conciencia de inacabamiento: el ser humano debe


entender que no somos seres perfectos, somos seres económicos, históricos,
sociales por eso es que somos inacabados. Somos inconclusos. Por este
motivo es que el ser humano necesita educación. Hay que aceptar que
desconocemos un dato especifico o toda un área de conocimiento, ese
principio nos lleva a buscar las herramientas para tener esos saberes. Por eso
es que el humano necesita educación.

2- Enseñar exige reconocimiento de ser condicionado: los seres


humanos somos seres condicionados a diferencia de otros seres vivos como
plantas y animales que son seres que están determinados. Cuando más
cultural se es, mayor infancia se tiene es por esto que los seres humanos
somos los seres con una mayor infancia, se necesitan muchos cuidados, el
animal crece y se desarrolla rápidamente en su vida soporte (territorio
crecimiento) pero esta vida soporte no implica lenguaje ni la postura, no implica
comunicación ni ética. El ser humano es el único poseedor de lo ético y como
tal es el único que puede romper con ella.

3- Enseñar exige respeto a la autonomía del educando: enseñar


exige que respetemos la autonomía de los alumnos, respetarlos es un favor, es
un imperativo ético. No solo el respeto al educando sino consigo mismo. El
profesor que menos precia la curiosidad del educando, sus preguntas, aquel
que lo minimiza y ridiculiza ese docente está transgrediendo los principios
éticos de nuestra existencia. Con esto no refiero a que no haya que poner
límites, porque hay que hacerlo, hago referencia que no somos aquellos que
poseen la verdad absoluta y no los alumnos lo son, tenemos curiosidad es algo

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innato del ser humano, debemos respetarlo. Cualquier tipo de discriminación
es inmoral y hay que luchar por ella.

4- Exige buen juicio: el buen juicio determina el buen comportamiento y


el buen trato que pueda presentarse en el educador y mide así mismo el
desempeño de esas características en el educando. No se debe dejar llevar por
las normas tiene que hacer el bien. Tiene que tener cercanía lo que dice y lo
que hace. No todo lo que hace a la práctica docente está en libros, también
radica en la intuición y experiencia del docente.

5- Enseñar exige tolerancia, humildad y lucha en los derechos de


los educadores: con respecto al termino humildad el docente no debe creerse
poseedor de la verdad debe ser humilde, aceptar que puede equivocarse. Con
tolerancia hace referencia a aceptar que el otro es distinto a mí, tengo que
aprender a vivir y convivir con otro distinto con distintas capacidades, distintas
ideologías, y creencias. No todo en la práctica docente es obligación, luchas
por los derechos de los educadores no es solo un derecho sino también un
deber, porque defendiendo esos derechos respetamos a identidad y educación
del alumno y el respeto aun así del docente. Todo esto hay que ejercerlo con
profesionalidad.

6- Enseñar exige aprehensión de la realidad: la capacidad de


aprender, no solo para adaptarnos sino sobre todo para transformar la realidad,
para intervenir en ella y recrearla, habla de nuestra educabilidad. Por eso el
alumno no debe memorizar, debe racionalizar los contenidos, pensar
acertadamente y críticamente. Antes que nada, mi posición debe ser de respeto
a la persona que quiere cambiar o que se niegue a cambiar. No puedo negarle
ni esconderle mi posición, pero no puedo desconocer su derecho a rechazarla.

7- Enseñar exige alegría y esperanza: la alegría facilita el ambiente del


aprendizaje. Se necesita la alegría necesaria para la actividad educativa y la
esperanza. La esperanza de que el profesor y los alumnos puedan juntos
aprender, enseñar, debatir, producir. La esperanza es parte de la naturaleza
humana y se basa en la certeza de que el futuro personal no está determinado.

8- Enseñar exige la convicción de que el cambio es posible: la


educación es la palanca de cambio del mundo, el motor que hace andar las

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nuevas mentalidades, nuevas formas y realizaciones de vida. Por esto la
educación debe ser critica, formuladora de conciencia social e histórica, esa
concepción critica es la formulación misma del cambio.

9- Enseñar exige un poco más de curiosidad: una práctica como


negación de la experiencia formadora es la que dificulta o inhibe la curiosidad.
Los procedimientos paternalistas o autoritarios impiden o dificultan el ejercicio
de la curiosidad. Tomando en cuenta lo mencionado, entonces nos
corresponde ingresar más de fondo a la Formación ética en el sistema
educativo. Mi curiosidad no tiene derecho de invadir la privacidad del otro y
exponerla a los demás. Ejercer mi curiosidad de manera correcta es un
derecho que tengo como persona y al que corresponde el deber de luchar por
él, el derecho a la curiosidad.

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Bibliografía

Pedagogía de la autonomía, Pablo Freire, Paz e Terra S.A, Sao Paulo, 2004.

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