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El documento habla sobre cómo Cristo vive en los creyentes a través del Espíritu Santo, quien les enseña y recuerda las palabras de Jesús. También explica que el arrepentimiento sincero y la fe abren el corazón a Dios, mientras que el pecado lo cierra.
El documento habla sobre cómo Cristo vive en los creyentes a través del Espíritu Santo, quien les enseña y recuerda las palabras de Jesús. También explica que el arrepentimiento sincero y la fe abren el corazón a Dios, mientras que el pecado lo cierra.
El documento habla sobre cómo Cristo vive en los creyentes a través del Espíritu Santo, quien les enseña y recuerda las palabras de Jesús. También explica que el arrepentimiento sincero y la fe abren el corazón a Dios, mientras que el pecado lo cierra.
Santo nos ilumina para comprender su Palabra. Puede usar un canto y oración (véase Hechos 16:25); el testimonio de otro cristiano (véase Lucas 8:39); las circunstancias, etc. 1. NO SOY YO, CRISTO VIVE EN MI
“Más el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26). 1. NO SOY YO, CRISTO VIVE EN MI
Abrir la puerta - simboliza el
arrepentimiento. “Si oyereis oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 4:7). ¿Cómo abrimos nuestro corazón a Dios? A través de una oración en sincero arrepentimiento y fe. 1. NO SOY YO, CRISTO VIVE EN MI
Abrir la puerta simboliza el arrepentimiento.
Lo que cierra la puerta a Dios es el pecado, lo que lo abre es el arrepentimiento. Hay varias formas de arrepentimiento que no son genuinos, ni auténticos, veamos dos: