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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE INGENIERIA DE PRODUCCIÓN Y SERVICIOS


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

“LA NATURALEZA NOS HABLA”

DOCENTE: NATTY WILMA LLASACA CALIZAYA

CURSO:Realidad Nacional B

PRESENTADO POR:
● Diego Marcelo Turpo Mendoza
● Juan Manue Ramos Arhuata
● Gerardo Anttony Vilcazan Hilachoque
● Hiram Oscar Beltrán Quispe
● Zúñiga Tunquipa Carlos Gabriel
● IDME NOA, ROY ELVIS

AREQUIPA
2023
(Re)pensando las categorías: democracia como “modo de vida” y
heterogeneidad de la sociedad civil y del Estado

Un primer avance importante, como muchos han reconocido, se dio en el


Informe sobre la Democracia en América Latina del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), coordinado por Guillermo O`Donnell en el
año 2004. A la vez, esta consideración promovía el estudio de la “arqueología
del Estado”, esto es, el proceso de formación complejo y contradictorio, durante
distintos ciclos políticos, de las instituciones estatales. Por el contrario,
mediante el estudio de la democraticidad y de la arqueología del Estado se
consiguen aportes fundamentales para el análisis de la democracia, pues, como
concluye el mismo O`Donnell, “es necesario entender el fenómeno de la
heterogeneidad del Estado en América Latina como un proceso histórico y
como una condición que compone el escenario en que se libra la disputa por la
construcción democrática”. Los avances conceptuales del Informe sobre la
Democracia en América Latina del PNUD son sin duda fundamentales. En este
sentido, resultaba necesario dar un paso más adelante en nuestras categorías, de
modo que resuelvan los problemas teóricos y prácticos que permitan
efectivamente pensar la democracia como un “modo de vida” y principalmente
como un proceso en disputa. Para ello, se sostuvo la necesidad de recuperar la
noción de heterogeneidad de la sociedad civil y del Estado, repolitizando sus
nociones y, como veremos más adelante, colocando en el centro del debate la
noción de proyectos políticos. La recuperación de la noción de heterogeneidad
de la sociedad civil permite, en primer lugar, constatar su diversidad interna, en
términos de formatos institucionales, actores sociales, modos de acción
colectiva, teleología de la acción, construcción identitaria y proyectos políticos.
En tercer lugar, facilita la comprensión de que estos actores producen relaciones
múltiples y diferentes tanto entre ellos como con el Estado: relaciones
conflictivas, articuladoras, cómplices, etcétera. Con esta concepción, será
posible recuperar las mediaciones entre sociedad y Estado, centrándonos en sus
vínculos y desencuentros antes que en sus dicotomías, evitando las nociones
distantes y simplificadoras de estos actores como polos opuestos. Desde ahí, es
posible colocar como centro la cuestión de la disputa de los proyectos políticos
en los procesos de construcción democrática.

La propuesta: la nación de proyectos políticos


En este marco de Dagnino , Olvera, Panfichi tiene una propuesta para los
proyectos políticos como eje clave la adecuado comprensión de la democracia
en América Latina, es de suma importancia pensar en lo que se cree y lo que
desea para una futura sociedad .

La cultura va de la mano con la política ya que ningún hecho puede quedar en el


olvido sino tomar en cuenta de sus resultados en el ahora como sucedió en
gobiernos anteriores , se plantea que sea algo obligatorio o necesario para los
movimientos y no cerrarse en nociones reduccionista técnicamente el proyecto
político es llegar a establecer matrices culturales más democráticas .

Estos proyectos políticos son importantes porque nos dicen qué planea hacer la
gente en política. Además, nos recuerdan que la cultura y la política están
relacionadas, y que no podemos olvidar la historia de cómo las cosas eran en el
pasado nos dice que los proyectos políticos no son solo de los partidos políticos,
sino de muchos grupos diferentes en la sociedad que también tienen sus propias
ideas sobre cómo debería ser la vida en sociedad.

Cómo vincular esta categoría analítica con lo que sucede en nuestra región?

En américa latina existen términos generales, tres proyectos políticos que son:

Neoliberal, el democrático participativo y autoritario.

Estos proyectos no se desarrollan de forma pura y homogénea, ya que estos se


mezclan factores entre sí.

En términos generales, el proyecto autoritario se entiende como proyecto


político que anula o limita la operación de las instituciones democrático
liberales y no reconoce a la sociedad civil autónoma.

La persistencia del autoritarismo se debe en parte a su fuerte sustrato cultural.

El proyecto autoritario forma parte, entonces, de nuestra historia y cultura


política y manifiesta que persiste.

Proyecto democrático participativo se entiende como una profundización


democrática liberal que promueve la igualdad entre la sociedad y el estado.

2 tipos de vínculos centrales son:


la inclusión de la sociedad civil en la toma de decisiones de interés público,
como ejemplo están los presupuestos participativos.

Y por otro lado, la exigencia de control social sobre el Estado, lo que se ha


denominado “rendición de cuentas” , es decir, “la aplicación de mecanismos de
seguimiento y monitoreo sobre el desempeño estatal por parte de la
sociedad, con el fin de garantizar su carácter público”

En resumen, busca expandir el ámbito de la política y empoderar a la sociedad


civil.
Finalmente el proyecto neoliberal, el cual solía ser dominante en América
Latina, aboga por una visión política minimalista. Busca reducir el papel del
Estado, los derechos universales y la concepción de ciudadanía, argumentando
que estos elementos obstaculizan la modernización del Estado. Además
propone la transferencia de responsabilidades estatales a la sociedad civil o al
sector privado, convirtiendo a los gobiernos en proveedores de servicios y a los
ciudadanos en clientes. Este tipo de enfoque hace que la política se vea como
algo técnico y no como algo en el que la gente puede participar. Esto aleja a la
gente de participar en decisiones importantes y de lograr la justicia y la igualdad
en la sociedad.

Estos proyectos políticos suelen combinarse en la práctica política en América


Latina, y los gobiernos pueden adoptar elementos de ambos en respuesta a las
condiciones políticas y económicas nacionales. Los casos de Alberto Fujimori,
Valentín Paniagua y Alejandro Toledo se utilizan como ejemplos para ilustrar
cómo estos proyectos pueden converger y complementarse en la realidad
política, lo que resalta la naturaleza en constante disputa de la democracia en la
región.

Proyectos políticos en el Perú a inicios del siglo XX: Gobierno de Fujimori,


Paniagüa y Toledo.

En el gobierno de Fujimori se crearon dos proyectos políticos con el objetivo de


responder a las necesidades y desafíos que sufre el país debido a la crisis
económica, política y social.

El primer proyecto fue el Neoliberalismo conformado por los organismos


financieros internacionales y actores empresariales nacionales.
El segundo proyecto fue el Autoritarismo conformado por los grupos
cívico-militares que en ese momento tenían el poder.

Aunque ambos proyectos disputaban el control del gobierno, se necesitaban


mutuamente para la presentación de diferentes propuestas.

Estas propuestas eran: la implementación de políticas que ayuden al ajuste


económico estructural, reducción del rol de la sociedad civil organizada en
partidos políticos y también la promoción de canales afectados por el ajuste y
el estado.

Para lograr estos objetivos se necesita del apoyo de organismos financieros


internacionales que son capaces de mantener las políticas del modelo y poder
fortalecer el poder Ejecutivo.

El proyecto neoliberalista necesitaba de una figura presidencial fuerte, para


poder implementar reformas que sean capaces de pacificar diferentes conflictos
que afrontaba el Perú.

El proyecto autoritarista necesitaba la legitimidad internacional, soporte y


estabilidad económica para poder mantener el poder.

En la década de los 90´s, debido al agotamiento de reformas políticas, una


acentuación de corrupción y la debilitación de acuerdos programáticos debido a
la presión de organismos internacionales hacia el Estado y las ONG, finalizó el
gobierno de Alberto Fujimori junto con la disociación de acuerdos y la
implementación de políticas sociales.

Debido a esto, se necesita relegitimar la democracia junto a nuevas formas de


participación ciudadana.

En el gobierno de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo, la participación


ciudadana tomó la posición política, debido al traslado de actores a la sociedad
civil.

El proyecto Neoliberalista se encargó de validar proyectos en un aspecto


económico; y el proyecto Autoritarista tuvo que ocultarse debido a diferentes
problemas.

Los objetivos de ambos fueron la creación de proyectos democráticos


participativos, la promoción de la participación ciudadana, la recuperación de la
sociedad civil como protagonista en la toma de decisiones y la vigilancia del
Estado, y la creación de espacios públicos de deliberación. Todos estos
objetivos fueron importantes para enfrentar al régimen fujimorista.

Al final, el proyecto Neoliberalista se institucionalizó y consiguió solidificar el


sistema democrático y acercar a los ciudadanos al Estado. También fortaleció el
modelo económico y las gestiones del Estado, evitando la radicalización de
demandas y la politización de la sociedad civil.

Nuevas preguntas desde el panorama político peruano actual:

En el país es el momento idóneo para tratar cuestiones democráticas donde las


matrices culturales y la recuperación del sujeto vuelven compleja la
constitución, y la noción de proyectos políticos nos haga comprender mejor la
democracia en nuestra región.

En este sentido, ¿cuáles y cómo son hoy los proyectos políticos en disputa y
confluencia en el Perú?, ¿qué nos enseña el segundo gobierno de García y el
proceso electoral actual?, ¿cuál es el panorama mediato?

Durante el segundo gobierno de Alan García, se observa una confluencia entre


el proyecto neoliberal y un enfoque autoritario moderado. Sin embargo, la
participación ciudadana disminuye, y las decisiones personalistas ganan terreno,
lo que podría deberse a la falta de resultados concretos en el bienestar de la
población y a la ausencia de actores políticos unificados detrás de los otros
proyectos.

El resultado político en el Perú está influenciado por la coherencia y desarrollo


de los actores que representan los diferentes proyectos. A diferencia del
proyecto autoritario vinculado al fujimorismo, que es una alianza cívico-militar,
y del proyecto neoliberal que involucra a tecnócratas y actores económicos
nacionales e internacionales, el proyecto democrático participativo carece de un
líder político dominante y está fragmentado en múltiples actores locales.

A medida que Ollanta Humala y Keiko Fujimori se acercan a definir la


presidencia de Perú en un nuevo ciclo político, surge la pregunta sobre si el
proyecto autoritario ya ha ganado en la primera vuelta electoral, también se
plantea la posibilidad de que existan dos vertientes diferentes dentro de este
proyecto autoritario. Además, se cuestiona qué sucedería si este proyecto
autoritario, llegara al poder y cómo podría influir en el futuro de Perú. ¿Con qué
otro proyecto concluiría? ¿El proyecto participativo recuperará terreno en el
caso de que gane Ollanta y el neoliberal en el caso de que gane Keiko? ¿El
proyecto neoliberal retrocederá, luego de más de veinte años, en un gobierno de
Ollanta? ¿Cuáles serán las disputas y confluencias en este escenario? En
resumen ¿Qué proyectos y qué contenidos nutrirán el proceso de construcción
democrática en los años que se vienen? El lector ya sabrá quien nos gobernará y
le toca responder estas preguntas y nuevas.

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