Reconocer al Mesías en su primera venida es el gran misterio de Las Escrituras, revelado solamente a los

que El Padre desee revelar. "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado
en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en
el mundo, recibido arriba en gloria". 1 de Timoteo 3:16. “Y a aquel que es poderoso para afirmaros
conforme a mi evangelio y a la predicación de YaHShúa el Mesías, según la revelación del MISTERIO
que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin.” Romanos 16:25; “Porque Él estaba preparado
desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a
vosotros”. 1 de Pedro 1:20.” “Respondió Simón Pedro y dijo: ¡Tú eres el Mesías, el Hijo del Elohim
viviente! Entonces YaHShúa respondió y le dijo: Bendecido eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”. Mateo 16:16-17. En aquel tiempo YaHShúa
respondió y dijo: “Te alabo, oh Padre, Adón del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de
los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños”. Mateo 11:25. Reconocer a YaHShúa como
Mesías en todos los sentidos, no es un asunto de fama o conocimiento. Es una revelación espiritual que
Abba le da a algunos, y es un SOD que le pertenece a Él como los elige para revelarlo. Ahora bien, es
verdad que El Mesías presentado al cristianismo está paganizado, vestido de pagano, con nombre pagano
y niega los mandamientos. Eso es falso. Y lo que YaHShúa reprochó a los fariseos, no era que estudiaran
Torah, sino que hicieran lo que hacen muchos religiosos: torcer Las Escrituras en su propio beneficio. Por
eso dijo: “Así
que hagan caso de todo lo que ellos les dicen, pero no
sigan su ejemplo porque ellos no hacen lo que ellos mismos dicen.”
Mateo 23:3