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La persona y obra del siervo

(Vr.16-23) 16  Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para
ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a
ti, 17  librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18  para que abras sus
ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para
que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. 19  Por
lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, 20  sino que anuncié primeramente a
los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se
arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.  21  Por
causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. 22  Pero habiendo
obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a
grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de
suceder: 23  Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos,
para anunciar luz al pueblo y a los gentiles. 

El mandato "Levántate y ponte sobre tus pies"  Vr.16:

Nos recuerda palabras parecidas dirigidas a Ezequiel:

(Ez 2:1) Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

Y a Daniel:

(Dn.10:10-11) 10Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas
y sobre las palmas de mis manos.   11Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a
las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora.
Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. 

Y mantiene el parangón (Comparación):


Entre la comisión de los profetas y la de Saulo:

a) Pablo había de ser "ministro y testigo" de continuadas revelaciones:

(Vr.16) Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para
ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me
apareceré a ti,

La palabra traducida "ministro" es ὑπηρέτης juperétes:

Traduce= Remero, es decir (generalmente) subordinado (ayudante, sacristán, Policía),


alguacil, ministro, servidor.

Son términos que denotan "siervos" o "ministros" en el N. T.


Señalando la relación entre el siervo y su Señor.

Saulo ya no tenía que buscar la autoridad:


De los principales de los sacerdotes:
Sino estar a las órdenes de Jesús glorificado.

1
Sobre el término:

"Testigo" μάρτυς mártus:

Testigo (literalmente [judicialmente] o figuradamente [generalmente]); por analogía


“mártir”

Pablo no podía ser "apóstol" :


Sin haber visto personalmente al Señor:
Escuchando su voz (ser testigo).

La diferencia entre Pablo y los Doce:


Es que éstos vieron al Verbo encarnado en la tierra:

(1Jn 1:1-3) 1Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo
de vida  2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);   3lo que
hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión
con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo
Jesucristo.

Mientras que Pablo tuvo su encuentro especial:


Con el Señor ya glorificado:

Primeramente en el camino:
Y luego en ocasiones sucesivas:

Notemos bien la frase:

"porque para esto he aparecido a ti" (Vr.16)

b) La obediencia del siervo 

(Vr.19) Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,

En el camino Saulo dejó de portarse como buey obstinado: Que


da coces contra el aguijón:

Para someterse a la voluntad:


De quien ya reconocía como el Mesías, el Dios-Hombre.

Su testimonio "No fui rebelde a la visión celestial":


Corresponde a su humilde pregunta:

"Señor, ¿qué quieres que yo haga?".

2
Por excelsa que fuese la visión:
Y por trascendental que fuera el mensaje recibido:
Todo habría sido en vano sin la obediencia del siervo.

Hagamos un alto para preguntarnos a nosotros mismos:


Si hemos sido fieles a la luz que hemos recibido.

Seguramente la visión ha sido clarísima en nuestro caso también:


Como hermosas las palabras que hemos escuchado:

Pero quizá no habrán surtido su debido efecto en nosotros:


Por la falta de un espíritu sumiso y obediente.

c) La protección y el socorro del siervo

(Vr.17,22) 17  librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 22  Pero
habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a
pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés
dijeron que habían de suceder:

Al joven Jeremías, quien no comprendía cómo podría:


Comunicar mensajes de fuerte condenación a los jefes de la nación:

Jehová declaró:

(Jeremías 1:18) Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad
fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra,
contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.

De igual modo da seguridades a Saulo al comisionarle:


Para mensajes que habían de levantar contra él:
La furia de los judíos fanáticos:

Y por fin la férrea oposición de Roma:

(Vr.17) librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

La protección divina no había faltado:


De modo que, ante los grandes de la tierra:

Pablo pudo dar su testimonio a la fidelidad de Dios:

(Vr.22) Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando
testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:

La historia de Pablo nos hace ver que la protección de Dios:


No significa un camino fácil para el siervo:

Sino que le garantiza el socorro divino:


3
En medio de las inevitables dificultades y tribulaciones.

d) Las declaraciones proféticas sobre el Mesías que padeciera

(Vr.22-23) 22Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy,
dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:   23Que el Cristo había de padecer, y
ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los
gentiles.

Igual que el apóstol Pedro, Pablo hace ver siempre:


Que los portavoces del Evangelio:

Continuaban el mensaje profético:


(De Moisés y de los Profetas):
De los cuales el judaísmo de sus tiempos se había apartado.

La referencia al "Mesías, sujeto a padecimiento":


Se enlaza con las aclaraciones:
Que dio el Señor a los suyos después de su Resurrección:

(Lc.24:26-27, 44-46) 26  ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que
entrara en su gloria? 27  Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los
profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. 44  Y les dijo: Estas
son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos. 45  Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras; 46  y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; 

Pablo, pues, no era un sectario:


Que minaba los fundamentos de la fe de su nación:

Sino un expositor que procuraba dar el sentido verdadero:


A pasajes que los judíos no querían entender:
En su claro sentido profético.

Desde luego, hemos de comprender:


Que la verdad sobre el Cristo:

Que ofrece su vida en sacrificio expiatorio:


Con el fin de satisfacer las exigencias del Trono de Dios:
Volviendo luego a vivir:
Poderoso para vivificar a toda alma sumisa y creyente:

4
Es tan ajena a la mente carnal (natural):
Que sólo puede ser comprendida y aceptada:
Por la operación del Espíritu de Dios.

Nosotros hemos sido enseñados en cuanto a esta verdad:


Sustancia misma del Evangelio:
Desde el primer día que lo oímos:

Pero tenemos que comprender:


Que encerraba un profundo misterio:
Para quienes escuchaban a Pablo en Cesarea.

e) La esperanza de Israel, que se realiza por la resurrección 

(Vr.23) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los


muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

La comisión de Pablo se relacionaba con las grandes promesas:


Que Dios había dado a los patriarcas:
Y que sólo podían cumplirse por medio de la resurrección.

El principio de la "vida que surge de la muerte":


Por el poder del Dios que levanta a los muertos:

Fue aprendido por Abraham en su día:


Y llega a ser la norma de todos los creyentes:

(Ro 4:24) sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a
los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,

(Vr.6-8) 6Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado
a juicio;  7promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy
acusado por los judíos.  8¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los
muertos?

El Mesías, "sujeto a padecimiento (de muerte)"


Según las profecías, es el primero que:
Habiendo vencido el pecado, raíz de la muerte:

Anunció la luz de la inmortalidad tanto a los judíos como a los gentiles:


Por su Resurrección de entre los muertos:

(Vr.23) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los


muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

5
Es el pensamiento básico de la revelación especial:
Que fue concedida a Pablo:

Y se resume hermosamente en el último de sus escritos:


Que ha sido conservado:

(2Ti 1:10) pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,

Resumiendo, la comisión de Pablo:


Tenía por base una revelación:
Del tipo ya conocido en el Antiguo Testamento:

El mensaje que había de proclamar:


No era una novedad peligrosa:

Sino la exposición de las escrituras proféticas:


Sobre la Muerte y la Resurrección del Mesías:

Ya venido; encerraba la antigua promesa a Israel:


Que en manera alguna podía hallar su cumplimiento:
Y su consumación aparte de la resurrección:

Que, según Pablo, ya se había realizado:


Por el levantamiento del Señor Jesucristo de entre los muertos.

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