Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no
el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo
que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el
hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela
contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
INTRODUCCION
UNA BATALLA ENTRE HACER EL BIEN QUE EL ESPIRITU QUIERE QUE HAGAMOS O
HACER EL MAL QUE NUESTRA CARNALIDAD NOS PIDE, NOS EXIGE QUE HAGAMOS.
COMO PODEMOS PELEAR ESA BATALLA?? COMO PODEMOS TENER VICTORIA EN ESA
BATALLA??:
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día
su propio mal.
TENEMOS QUE DECIR: ESTE DIA VOY A LUCHAR POR NO FALLARTE!! SI PENSAMOS
ESTAR FIRMES, CADA DIA, A CADA MOMENTO TENEMOS QUE VER QUE NO
CAIGAMOS (1 CORINTIOS 10:12)
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser
tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a
luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame
NUESTRO SEÑOR NOS DEJO BIEN CLARO CUAL ES LA FORMA COMO PODEMOS TENER
VICTORIA EN LA BATALLA CONTRA NUESTRA PROPIA CONCUPISCENCIA: NEGARSE A
UNO MISMO, TOMAR SU CRUZ CADA DIA Y SEGUIRLO A EL.
12 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
SEGUIR A JESUS : CADA DIA TENEMOS QUE DECIDIR CAMINAR POR EL CAMINO DE
NUESTROS DIOS, Y NO POR NUESTRO PROPIOS CAMINOS.
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.