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El haz de varas

Un viejo campesino tenía tres hijos que se pasaban todo el tiempo discutiendo entre sí. Un
día, el pobre hombre cayó enfermo de gravedad y comprendió que le quedaban pocos días de
vida. Lo que más deseaba era que sus hijos hicieran las paces antes de que él muriese, así que los
llamó a su lecho y les dijo que le trajera un haz de treinta o cuarenta varas.

Cuando se lo llevaron, el anciano le preguntó a su hijo mayor si podría partir este haz en
dos y le respondió por supuesto, con un aire de suficiencia.

Pero, aunque puso todo su empeño en quebrar el haz y acabó rojo por el esfuerzo, no
consiguió salirse con la suya.

Entonces el hijo mediano le dijo que le diera el haz, que las varitas eran más finas que sus
dedos y que lo rompería en un santiamén.

Pero al hijo mediano le sucedió lo mismo que a su hermano mayor.

El pequeño de la familia presumio diciendo que lo podría romper como si fueran paja.

Pero, por más que lo intentó, no logró quebrar el haz de varas.

Entonces el padre sacó tres varas del haz y le entregó una a cada hijo.

El padre preguntó si eran capaces de romperlo en ese momento y los tres jóvenes
rompieron las varas sin apenas esfuerzo.

El anciano dijo si entendieron lo que quería decirles, mientras que sus hijos asentian. El
anciano continuó diciendo que ellos eran las varas y que deberían permanecer juntos y serían
inquebrantable, pero si se reñían y se separan, se volverian débiles y vulnerables.

-Meima 1ºA

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